UN FESTIVAL PARA LA GENTE

El festival iberoamericano de teatro se gozo a lo largo de la carrera séptima, artis-tas se tomaron la famosa Calle Real desde la Universidad Jorge Tadeo Lozano para dar calor y muestra de arte hasta la Plaza De Bolívar. Bombos y platillos eran los instrumentos que hacían la �esta sobre la Carrera sep-tima, a pesar de la lluvia los asistentes y los artistas disfrutaron, saltaron y bailaron al compás del des�le de inauguración.

Las bellas bailarinas quienes dem-ostraban el folclor de nuestra tierra colombiana iban de un extremo de la calle al otro, bailando y tomán-dose fotos con el público mientras hacían sus danzas, la gente les aplaudían y ellas siempre hacían un gesto de respeto para con el público el cual era una venia.Los bailarines también marcaron la diferencia y siempre estaban muy alegres acompañando y dándoles protagonismo a las bailarinas.

El calor de la costa debía aparecer en algún momento del des�le, pues la exhibición de las “Marimondas” en zancos fue sin duda una de las que más alegría le dio al público de la capital y los demás asistentes de otras partes del país y del mundo quienes se acercaron a ver el des�le. La lluvia no importo para que la muestra del Atlántico se hiciera presente con su folclor y la costa norte reluciera como siempre en la ver-sión XIII DEL FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO.

Pero sin duda alguna el espectáculo que se robo todos los aplausos e hizo que los asistentes al des�le se movieran con el entre la multitud y los grandes charcos sobre la séptima sólo para verle, fue el show de fantasía sobre zancos y patines que hicieron estos señores a quienes vemos en la foto.A pesar de las di�cultades de andar en patines y en zancos y además hacerlo con un clima tan fuerte bajo la lluvia, se robaron todos los aplau-sos, pues demostraban magia y limpieza en su actuación, bailando y congeniando con el público sobre la séptima.

Ni la edad, ni la pinta, ni pintarse importaba para participar del festi-val, �nalmente los músicos de nuestra tierra eran quienes a su ritmo folclórico anulaban la inmensa lluvia y le ponían el tono de calor al festival.

Los zancos hacen parte del teatro, no sola-mente las marimondas y el grupo de fanta-sía usaron zancos, esta muestra del manejo de los zancos también hizo presencia en el des�le, pues en este acto se mostraba un acto sombrío y oscuro del más allá, no nec-esariamente hay que moverse y brincar alegremente para demostrar la calidad, otro destacado del festival traído desde otro mundo.

Acá un marimonda demostrando el arte de la danza costeña.

Pero obviamente tras cada mas-cara hay un rostro y estos re�e-jaban la felicidad y la alegría del festival, en varios rostros encon-tré a lo largo del des�le gestos de orgullo, diversión y cariño en total para los asistentes del des-�le.

A mitad de des�le un gigante rojo de fantasía aprecio y con varios metros de altura se movía como cualquier otro sujeto del festival, saludaba y bailaba con la música.

Los redobles se hacían sentir, hubo quizás un pequeño prob-lema con la percusión, pues la lluvia y los tambores sin pro-teccion no se llevan muy bien, a pesar de esto todo sonó como debía.

Obviamente el gigante necesitaba quien lo dirigiera, pues un gigante de fantasía necesitaba sus nomos de fantasía que le dirigieran, así lo demuestra esta imagen con sus pequeños ayudantes quienes con mucho esfuerzo y coordinación movían al gigante a lo largo del des�le.

La lluvia no es su�ciente para aplacar la alegría del alma. Esta foto lo demuestra literalmente. Espectadores y acto animados con el des�le.

Las personas que disfrutaban de un alm-uerzo en los restaurantes sobre la sép-tima también disfrutaron del des�le, pues tenían prácticamente un balcón muy sabroso para disfrutar el espec-táculo lejos de la lluvia.

Con la cámara en una mano y la sombrilla en otra nuestro actor poso espectacular-mente para dejar ver la alegría que el festi-val irradia no solo a los actores y partici-pantes del espectáculo sino también a quienes asistieron y a quienes lo vieron en las noticias.

No solo los privilegiados fueron quienes se encontraban en algún edi�cio, al mejor estilo Colombiano el festival se disfruta porque se disfruta como sea. Los arboles hicieron las veces de balcón privado para espectadores y periodistas quienes queríamos captar el des�le desde cualquier punto.

Claramente la belleza de las mujeres es la que determina muchas marcas para los eventos y las muestras al público. Juzguen ustedes la simpleza, hermosura y profesionalismo de las mujeres que estuvieron a lo largo del des�le, bajo la lluvia y la di�cultad para andar, no les fue impedimento alguno para resaltar.

De�nitivamente espectáculo que se respete, presenta el mejor vestuario y los mejores instru-mentos para hacer sentir la música al público.

Otro que se llevo un buen aplauso fue el burro que salió en el des�le, pues hacia referencia hacia los animales y a la gente le gusto su diseño, algo ergonómico y muy agradable de ver en movimiento.

Casi igual de alto a los arboles nuestro gigante se movió con mucha �uidez en el des�le, a pesar de verse tan pesado sus pequeños nomos ayudantes hici-eron una excelente tarea. Tanto así que no sería su�ciente rese-ñarlo solo una vez para mostrar el gran esfuerzo invertido en esta demostración.

Obviamente falta algo impor-tante, falta el show con monopatín, y aquí otra muestra en el festival, esta vez traída por una pequeña representación de circo que estuvo a la altura y supo animar a la multitud, con mucha di�cultad se movieron sobre la séptima y lograron su cometido.

Otra muestra de la amabilidad de quienes hicieron el espectáculo en el des�le, daban la mano a pesar de estar en zancos, pues agacharse cuando uno usa los zancos es algo difícil, se pierde el equilibrio y si se esta cansado es difícil levantarse, esto no im-porto lo principal era que la gente sonriera por este tipo de gestos.

Finalmente ya llegamos a la Plaza De Bolívar, el des�le caducaba en esta parte de la séptima donde iniciaría el concierto de inauguración para todos los asistentes. Varía gente ajena al des-�le como la vendedora que vemos en la foto hacían su negocio en contexto con el festival pero también mostrando algo de arte y alusivo, me llamo mucho la atención la aceptación de un evento como estos en la ciudad, no solo para la gente sino también para los comerci-antes de todo tipo.

Sólo restaba darse un paseo por los alrededores de la Plaza de Bolívar. Todo el mundo mojado, empa-pado y en mil estados mas, pero todos con algo en común, la felicidad de haber disfrutado de un buen des�le.

photos/juliangamara @JuliGamarra

XVIII Festival IberoAmericano De Teatro - Fotos: Julián Gamarra - © 2012