Upload
luis-de-dios
View
181
Download
1
Embed Size (px)
Citation preview
DIVISION ACADEMICA DE CIENCIAS DE LA SALUD
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
UNIVERSIDAD JUAREZ AUTONOMA DE TABASCO
Luis Alejandro de Dios Cornelio
Aline Campos Gómez
Ensayo del libro Tu Hijo, tu espejo
Tu Hijo, tu espejo
Las defensasTu hijo, tu espejoYo no puedo hacerlo, hazlo tú por miCuando ser un padre agobiaEl rechazo y sus máscarasCambia tú lo que yo no puedo cambiarLas etapas no resueltasLa historia sin finSu nombre es mi envidiaLa pesada carga del hijo parentalEl compromiso sagradoÁmalos y haz lo que quieras
Introducción
El libro, Tu hijo, tu espejo, describe las proyecciones que los padres, por lo general, tienen en las relaciones con sus hijos en diferentes facetas de su vida, estas por lo regular son una parte “oculta”, o que se desconocen o se niegan. Es en si, un libro con Orientación Psicoanalítica, y con el, se demuestra una vez mas, que el pasado decide el futuro, y afecta el presente.
Las Defensas
Mecanismo de Defensa Medios que se utilizan inconscientemente para
afrontar las situaciones difíciles, distorsionando, disfrazando o rechazando la realidad y así reducir la ansiedad.
Entre los mecanismos de defensa que mas destacan en los padres, y sobre los cuales se enfoca Martha Chávez, son: Proyección Negación Formación Reactiva
Tu hijo, tu espejo
Proyección Forma inconsciente de lo que
hacemos con nuestros hijos Se proyectan: Las propias
expectativas de la vida, frustraciones, etapas de la infancia o adolescencia donde existen conflictos sin resolver, los hubieras, las necesidades insatisfechas.
Su Función es protegernos, resguardar todo aquello que se es difícil o doloroso de enfrentar.
Yo no puedo hacerlo, hazlo tú por mí
Este capitulo consiste en explicar que, una forma de proyectar algo de nosotros en nuestros hijos, es que este, trata de hacer algo que nosotros no hicimos, para llenar ese espacio que quedo vacio en nuestras vidas, o mejor dicho, que el hijo lo llene.
Por lo regular los padres proyectan cosas como: Lo que el considera, con su experiencia, es bueno Palabras, pues hacen que sus palabras o ideales
también sean de sus hijos Interés de bienestar y amor (Para ellos, como padres) Lo que se piensa sobre el éxito; entre los casos mas
comunes: “No hay carreras exitosas, hay personas exitosas”
Cuando ser padre agobia
Sentimientos de Agobio Martha Chávez nos explica que en muchas ocasiones
los padres sienten el deseo, las ganas o la necesidad de deshacerse de sus hijos, quitarse esa responsabilidad de encima, pero este sentimiento muchas veces es mal “visto”, por tal motivo negamos y reprimimos dicho sentimiento, sin embargo, este sentimiento busca como salir, y es entonces donde se desarrollan ciertos rasgos como la preocupación extrema por su bienestar o sobreprotección
Para liberar esa sobreprotección hacia los hijos, es necesario aceptar los verdaderos sentimientos, que como padres, a veces se tienen.
La sobreprotección, es una compensación del padre hacia su propio pensamiento de irresponsabilidad.
El rechazo y sus mascaras
En muchas ocasiones los padres sienten un rechazo, (a veces “inexplicable”) hacia su hijo, estos tipos de rechazo se dan, en su mayoría por: Ser del sexo opuesto al que el padre deseaba El Síndrome del patito feo
El rechazo se manifiesta (en el mejor de los casos) como agresión y desamor hacia el hijo o, si el rechazo es muy extremo (reprimido y negado) se manifestara como sobreprotección
Cambia tú lo que yo no puedo cambiar
En este capitulo, Chávez no explica que es un error suponer que la forma de ser del hijo es incorrecta, y, que la forma de ser del padre es la correcta, pues en el va integrado un mensaje implícito:“Esto es mío, no me gusta, no lo puedo cambiar, cámbialo tu por mi”
Las etapas no resueltas
Cuando los hijos van creciendo, se proyectan, en cada una de sus, etapas, vivencias que los padres tuvieron en esas mismas etapas; cuando esto sucede y si la etapa del padre no fue una buena experiencia y la del hijo lo es, se empieza a odiar al hijo, pues el vive “una mejor vida”.
La historia sin fin
El hijo tiene que aprender a individualizarse, a ser el mismo, a vivir su propia vida y ser liberado del decreto de un “nombre”.
El nombre es, sin lugar a duda, una forma de atar el destino de una persona; Chávez no explica que en las familias se hereda un nombre, y con ello se hereda una “personalidad”
El pasado de una persona se transfiere a otra al dotarla con el mismo nombre al nacer, era como heredarle la suerte a aquella persona, generarle el mismo destino
Su nombre es mi envidia
Los padres sienten una envidia por su hijo, pues al hijo le toco vivir una suerte que a el no.
Esta envidia se manifiesta criticando o desaprobando al hijo, sus actos, sus decisiones, su forma de ser o de pensar.
Entre las razones están: El otro tiene algo que tú tienes, te desagrada
mucho y hasta el día de hoy no lo has podido cambiar
El otro tiene algo que tú no tienes, pero lo deseas El otro reactiva en ti ciertos sucesos o etapas de
tu historia personal en los cuales has dejado conflictos sin resolver, o heridas sin curar
La pesada carga del hijo parental
El termino se refiere a los hijos que hacen la función de padres de sus hermanos o de sus propios padres, o como sustitutos de la pareja de uno de estos
Es una situación de exceso de responsabilidad para el hijo, que le impide llevar a cabo actividades propias de su edad y relacionarse.
Para los hermanos representan una desventaja, pues están en manos inexpertas y carentes de conciencia.
El compromiso Sagrado
Martha nos explica que el amor que le debemos dar a los hijos (y viceversa) es un compromiso mas no una obligación, y que debemos aprender a amarlos tal cual, sin ningún por que, y sobre todo aceptar que ellos nos amen.
Nos menciona de igual manera que ser padres no es una obligación, es un compromiso, y que cada quien decide o no serlo.
Ámalos y haz lo que quieras
Esta parte del libro es como una conclusión de lo leído, además de que marca pautas para superar esos conflictos con nosotros mismos, conflictos que se proyectan en los hijos.
Chávez nos dice que: Hay que conocer “la parte oculta” de nuestras
reacciones y del sentir Entender que los “malos” comportamientos tienen
una intención positiva (son malos para uno, buenos para otros)
Las causas del sufrimiento se deben a la forma de tomar lo que la vida nos presenta
Dejar de esperar que alguien externo te haga feliz Apreciar lo que se tiene en lugar de lamentarse por lo
que no Y aceptar que cuando alguien nos ama, nos enseña a
amarnos a nosotros mismos
Conclusión
Muchas veces, como padres, se tratan de implementar las ideas que se tienen a los hijos, de las cosas que son buenas o malas, de cómo deben o no deben ser las cosas, sin embargo, esto muchas veces no permite el desarrollo del hijo, y solo se convierte en una copia de lo que somos o queríamos ser. En su vida (la de los hijos) proyectamos cada una las vivencias obtenidas, estas experiencias, buenas o malas, repercuten en la forma de actuar que tiene el padre hacia el hijo, y por ende sus sentimientos.
En si el hijo viene siendo lo que el padre pudo o no pudo ser en su infancia.