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j ' &( 1 1 1 ARQU.ELES ·vELA tres es tri den lo1>. tis tas en 1976 Roberto Bola1io B andido ado/esceme en la zona de Tehuantepec .. rnuchacho de ojos azules que dormía en las redacciones de los periódicos, bai· larln y contador de chistes en cabarets españoles. cómplice de Miguel A.ngef Asturias. en aventuras que ·:w narra· mos por pudor, casi todo lo ha e<pe· rímentado Arqueles Vela. que a los 16 años miraba carrancistas a cabaflo y recitaba la traducción que Gómez de la Serna hizo de los Cantos de Mal· doror. Rima (¡ja!). Si Maples Arce a veces me recuerda lisicamente a Floyd Paterson y List Arzubide a Sonny Listen. Arqueles da la impresión de un Kid Azteca posando dema!;iado. demasiado sereno en un rincón e:Jec- trico del ring. Por supues!O es de no· che y la arena esta vacía. La campana comienza a entibiarse. En una butaca de tercera un espejo está sen tadc. El Kid no lo mira. Los ooster::; sacan una pistola con silenciadOr de sus y se suicidan. Entre el vapor ·-que a invadirlo todo- parece que bailaran un par de guantes de oro. ¿Cómo entró al estridentismo? Cuando .Maples Arce publicó su primer libro. después del Manifiesto Comprimido Estridentista, la mayoría de los críticos de entonces no sólo atacaron el espíritu del libro, no sólo detractaron la personalidad de Ma· pies Arce, sino que algunos criti•cos o comentaristas como González P"ña dijeron: "No habla yo comentado este libro porque creía que se trataba de un manual de albañilería"; porque el libro se llamaba Andamios fflleriores. Como joven de la epoca .Y como renovador del periodismo. por- que yo trabajaba .en el Universal llus· trado. me pareció que era no sola· mente indigno, sino antiperlodístico. hacer un comentario de esa natura· leza. y entonces yo escribí un articulo analizando la poesía de Maples Arce y también fundamentando lo que de- bería ser la crítica nueva. Así fue como Maples Arce tuvo noción de que no obstante que no teníamos nosotros nin2.una noticia acerca de su movi- mie""nto. y no obstante que no nos conociamos. existfan y espíritus revolucionarios que podfan entender lo que podria Ser la OUf<Va poesía. t> .S& ..U

Tres Estridentistas en 1976, por Roberto Bolaño

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Entrevistas

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Page 1: Tres Estridentistas en 1976, por Roberto Bolaño

j ' &( 1 1 1

ARQU.ELES ·vELA

tres es tri den sjtt3~

lo1>. tis tas en

1976 Roberto Bola1io

Bandido ado/esceme en la zona de Tehuantepec .. rnuchacho de ojos azules que dormía en

las redacciones de los periódicos, bai· larln y contador de chistes en cabarets españoles. cómplice de Miguel A.ngef Asturias. en aventuras que ·:w narra· mos por pudor, casi todo lo ha e<pe· rímentado Arqueles Vela. que a los 16 años miraba carrancistas a cabaflo y recitaba la traducción que Gómez de la Serna hizo de los Cantos de Mal· doror. Rima (¡ja!). Si Maples Arce a veces me recuerda lisicamente a Floyd Paterson y List Arzubide a Sonny Listen. Arqueles da la impresión de un Kid Azteca posando dema!;iado. demasiado sereno en un rincón e:Jec­trico del ring. Por supues!O es de no· che y la arena esta vacía. La campana comienza a entibiarse. En una butaca de tercera un espejo está sen tadc. El Kid no lo mira. Los ooster::; sacan una pistola con silenciadOr de sus ch~ilif:cos y se suicidan. Entre el vapor ·-que comi~nza a invadirlo todo- parece que bailaran un par de guantes de oro.

¿Cómo entró ust~d al estridentismo? Cuando .Maples Arce publicó su

primer libro. después del Manifiesto Comprimido Estridentista, la mayoría de los críticos de entonces no sólo atacaron el espíritu del libro, no sólo detractaron la personalidad de Ma· pies Arce, sino que algunos criti•cos o comentaristas como González P"ña dijeron: "No habla yo comentado este libro porque creía que se trataba de un manual de albañilería"; porque el libro se llamaba Andamios fflleriores. Como joven de la epoca .Y tambié~, como renovador del periodismo. por­que yo trabajaba .en el Universal llus· trado. me pareció que era no sola· mente indigno, sino antiperlodístico. hacer un comentario de esa natura· leza. y entonces yo escribí un articulo analizando la poesía de Maples Arce y también fundamentando lo que de­bería ser la crítica nueva. Así fue como Maples Arce tuvo noción de que no obstante que no teníamos nosotros nin2.una noticia acerca de su movi­mie""nto. y no obstante que no nos conociamos. existfan m~ntnlidades y espíritus revolucionarios que podfan entender lo que podria Ser la OUf<Va

poesía. t>

.S& ..U

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¿De In aparicidn d~ Actual 1 y de Andamios Interiores, cuánto tiempo transcurre para ¡r/ tncuentro que liene usted con Maple.r Arce? El grupo esrri' dentista. el prime·ro, de hecho lo forman los dos.

El lapso fue muy breve porque el Comprimido Estridentista se public6, en el 21 y Andamios Interiores apare· ció en 22, y mi articulo se publicó inmediatarnentr. después de la publi· cación de Andamios Interiores, y Ma­ples Arce me visitó al dla siguiente de haber aparecido mi critica sobre su libro, de manera que en cierta forma yo fui el segundo que formó el grupo. porque mi critica fue una forma,de adherirme al movimiento, puesto que apoyaba los principios de una poesia nueva y me estaba sumando a la re­beldía de Maples Arce.

lRecibieron rnuchos ataques en los comienzos del estridentismo?

Recibimos tc~das las pedradas que en aquella épo•ca eran r.ara nosotros como una posibilidad de defendernos. El ambiente no estaba preparado para un movimientc¡ como el estridcntista. peros! existieron poetas ya de renom­bre y de generaciones anteriores a la nuestra. como Rafael López, que en.­tendieron lo que nosotros. tratábamos de realizar renovando la forma y la sustancia poética. De manera que a pesar de la renuenpia casi general para aceptar nuestros principios. se adhi­rieron a nosotros gente como List Arzubide. Salvador Gallardo, Eche­verría. Mena, que jóvenes también. vislumbraron .lo que iba a ser el estri­dentismo.

En ,el mismo año en que aparece Andamios lntmores usted publica La Señorita Etcélera.¿ Cree usted que es la prr·m~ra nove{tr estrithntista?

No sólo fue la primera novela estri­dentista. fue la primera novela que viola la estructura tradicional en nuestras latitudes hispanoamericanas.

- La Señorita E.'tcétera viola los concep­tos de tiempo y de espacio y elimina a los personajes. La Señorita Etcétera es una novela en donde el Yo es el de­terminante: y es el Yo. lo subjetivo. lo que conviert" personajes a los tran­seúntes. a la idea que se tiene aceren del hom'bre. de la mujer. Inclusive el

-· paisaje form•' parte: por eso la deno­minación de I'IOVela poética.

¿La •~rla como una nol'f!la de fon .. guaje. de tonos, de matices, de colores.' · SI. y qué pregunta_.tan cerca de lo • que es la novela, porque es una novela de matices, de matices intimas, de estados interiores que corresponden a realidades que sólo ·han existido en el recue~do, en el desvanecimiento de los hecho!;, Eso es La Señorita Elct!ttror. Una novela que utiliza la palabra, la JenguiL. que no usa lugares comune.;. ni en la palabra ni en las re:laciones entre los personajes. La Señorita El'­célera se caracteriza porque alli es ::1 -Yo el determinante. hasta donde llegó. naturalmente superándolo todo. y guardando ya no digo las proporcio­nes, guardando las desproporcio11es entre Joyce y Arqueles Vela, porque •:1 U/ises se publicó en 1922 también. Quiere decir que yo. sin conocer todas las renovaciones que hacia el gran creador de U/ises. y guardando las desproporciones, repito, porque e.; UIO

monstruo el Ulises de Joyce. y mi novela es un microbio. es el principio de lo que puede ser un anim:al antedi­luviano v antidiluviano. de antes del diluvio y en contra del diluvio: si ustedes· releen La S~ñorita Etcétera verán que es el Yo el que crea todo: lo.< conflictos. las realizaciones: la r<ali- -dad que existe no existe siO(I a tra,es del Yo.

Me gustaría que me hablara de lo que usted hacía antes de formar parte del grupo ~stn'dentista. de sU flJrmariOn literaria.

He dicho que yo fui revolucionario antes de conocer a Maples Arce. por­que en mis comentarios que hacia en el Universal Ilustrado. comentarios semanales. yo siempre .~eleccionatla los temas que no eran tratados por 1~ ninguno de lo~ periodi~tas dt!' mi tiempo ...

A demiís, en un estilo dife,.nte ... Y en un estilo absolutamente dife­

rente. que a veces me los rechazaban porque me decían que no era perio­dístico. Yo publique entonces un co­mentario que se llamaba El Hombre Antena. refiriendorrie a las experien­cias y experimentos de un alicionado que deseando eliminar la estática ba­bia llegado a encontrar algunas va· riantes para liacer mas audibles las transmisiones. Y entonces yo. de ese hecho real. en mi comentano llegue a

................. , ........ ~ ........ .m ............ .-................ , ....

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crear un personaje que e:; absoluta­mente electrónico, porque decia que este hombre no solamente :aptaba las

· radiaciones, las ondas hert:ianas, sino · también el pensamiento d1 los demás

hombres: y era casi como el m1evo ~las,¡ el nuevo mensajem, el nuevo apóstol de las ondas, de la t ransmiJ;ión etérea. De manera que ant<:s de cono­cer a Maples, antes de qu' se publi­cara el Manifiesto, en mi había un

• esplritu nuevo. Y un espl ritu nuevo porque, yo ya lo be dicho, soy el más original de todos porque • :ra el más ignorante de todos. Pero sie oda el más ignorante, yo había sido formado por

.• tres grandes libros, que rr.e parecen todavía los decisivos para formar un

. esplritu nuevo: Lautreamc nt, en sus . Canto.r de Maldoror; Villiezs de L'lsle i.Adam en la Eva Futura y N etzsch<: en Así Hablaba Zaratustra.

Esos son los libros que us1ed lee recién salido de una escuela ie curas.

SL

Tiene que haber sido UJI golpe .tre­mendo.

Fue un contraste enorm~~ que mo­difico mi vida. porque d•:spui:s de educarme en una escuela e e jesuitas. en donde todo es opresión y dogma, yo me encontraba con tres libros que

·son la anarqula pura. y la liberación , del hombre para entender ti mundo, ··al hombre y a los fenómencs fuera de ·todas las teorias establecida;.

i.Q'!!:.._~:{u~ión ~viero~E.f!. ~!f!!..~..E!!...'!,~l­_/j!!)fistno? ¿En qué medid<· logra.ron

destruir las formas de ejerce:· la poesía d•suépoca?

En verdad nosotros no ter emos una similitud mü.:YJuertc.ñipr(,[ü_nd~;~ñf vuta con el futurismo. por•¡ue el fu­~!üñs~o. !_eguñ 'lo,;;ñti~ñ~~~~~uñ ae~emt. de las posrbdiaaaes estéltc:as, y el estrlaerulsmo era un asiSiira·¡¡¡ realidad inmedláta.uñicii ñVlveñciá

_coñ1o rñmea¡¡¡¡¡¡:¡re¡a exlsie icia:-.:<nil ---a-----·-· .. -----·-----··--gra o que nosotros estuvimos en con-tra de muchas realidades artísticas.

.'·Por ejemplo. las estatuas qte ustedes conocen, que se exhiben e~ la Ala·

. meda Central. que son de Chucho Yaienzuela, nosotros los estridentistas, un~ ~o;-he las empapelamos :on papel penodrco. como protesta a 1 a estética e~ultórica de nuestro tiern po: tam­brén un dla desapareció la corona de

laurel que le habían regalado a uno de los más gl'andes escritores. Gamboa, el de la Sunta, don Federico; y cuando le robaron su corona de laurel, que era de oro, entonces Rafael López escribía un comentario diciendo "un robo es­tridentista: sólo los estridentistas son capaces de atentar contra !a gloria de uno de los académicas más prestigio­sos". De manera que el espíritu nues­tro estaba ya extendiéndose, no sólo en los comentaristas como Rafe! Ló­pez. sino inclusive en muchos de los

. que t<;i:tlan atlción por la literatura, que empezaron a comprender cuál era el espíritu nuestro; participar en los hechos inmediatos de la vida. Mi labor era de una critica sutil a la manera de escribir y pensar de la epoca. Por ejemplo en mis comentarios una vez escribf. y esto me valió la enemistad de González Martínez. porque decla: 'Todos los animales del jardín zooló­

gico están muy preocupados con la poesfa de González Martinez. por aquel verso que comienza: tuércele el c¡u:/lo al cisne". Yo terminaba di­dende qu-e los demás animales se habían preocupado porque si Gonzá­lez Martfnez s~gula escribiendo de esa forma puel: iba a acabar con el jardín ;(oológico.

¿Qué cauce toma usted y el estriden· rismo después de los primeros años. o sea después de 1923?

Yo recuerdo muy bien que nuestras actividades $e bifurcaron. Yo en ver­dad no soy un hombré de multitudes ni de manifestaciones. No me gusta mucho la ostentación pública, de ma­nera que yo no participé en ningún manifiesto. Yo mas bien hice una propaganda desde e! periódico y en las entrevistas que me hacían. Se suma­ron mucho:¡. surgieron movimientos de poetas jóvenes en Guadalajara. en Puebla, en Monterrey. pero mi parti­cipación fue desde el periódico. En verdad nosotros tuvimos vidas muy contrarias. Maples Arce era .el gran··-· señor del estrid_eñiísiT.i.o •.. jlPJq u e éL.

-ieñia iliñerOJ.no ]~.~si taba _t.rJI!laj¡¡c :parasoorev!vít."EStudiaba Derecho y su padre le daba dinero pára estudiar. para vivir. para vestirse lujosamente . para convivir lujosamente. El era el que convid;lba a todos. Cuando íba­mos al café. cuando comíamos. él era el que nos hacia sentir grandes seño­res. Yo vivía del periodismo, ListAr­zubide también, de manera que mi

vida está más relacionada, mas: pro­fundamente relacionada con la reali· -dad circundante; de allí las novel.erias. Yo soy probablemente de .Jos estri­dentistas el que continuó afinando su estilo, mejorándolo hasta alcalizar las proporciones que ustedes encontrarán en. Luzbe/a, porque de La Señorita Etcétera a Luzb~la hay todo un pro­ceso de transformación lingUistica. Yo me he preocupado por encontra.r pa­labras nuevas. Y ustedes verán en El Caje de Nadie como en Lo Se1iori1a Etcétera como en Un Crimen Provi­sional, Un Crimen sin Nombre. la ten­tativa de crear palabras nuevas. Esta inquietud no la tienen los otros estri­dentistas, v no la tienen la mavorfa de los escritÓres mexicanos. búsquenlos ustedes, no la tienen. Sus perversátiles ojos dice en El Cafi! de Nadie, una palabra nueva de perverso y versátil: sus factuales miradas. d<: facto y ac­tual: v asi tambien encor1trarát1 uste· des c~ioviasola... .

";Culoviasola! Culoviasola, de sola la vida d<!l culo.

Y así {nnumerables palabras que son una conjuncion de sonidos groseros aunados a lo sutil de la misma pala­bra. que a su vez se une a otra. 1>

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~···· ¿Hay una disoclaciOn er, tre escritura

\ 1•z'da en el estridemisnw?, Maples vivi6 la Revolución Me~i·

<:an;r. .. )' ·por eso esc~i~lo Lrbe. despueS de A n·damioi 1 íuer10res. Urbe y Poe­mas interdictos. pero Urb1? es el poema de la Revolución Mexicana. porque Calles propulsó las actividades obre· riles, y salian a la calle 1 JS batallones obreros con finalidades subversivas. pero Calles se espantó d< 'lo que había iniciado y despue~ retro.:edió y hasta reaccionario llegó a ser. ?ero nosotros conviviamos con nuenra realidad mexicana. Somos los G u e dimos un

_ sentido estético a la Revolución Me· ¡·xicána. La 'SiiiÚ>riiO--ltÚrer;, es- la 1 reaiización literaria del clesord10n pro· ' vocado por la Revoluc ón. La R evo-

lucion nos dispersó rn aterialmente: eso significa una disp1:rsión interior tambié:n. No podiamo.• encontrar un

J ritmo.

Stt obra no se ha di;imdido mucho. casi nada en comparadán con la del gntpo de Contempordnws. c.· a qué cree que se deba eso?

Se debe ague yo he !ido ene:migo de la publicidad. En div !tsas ocasiones !Tie han pedido traba os mios. la úl· tima de Árgentina~ y ri1e enviaron una c~rcular para que yo mandara infor­mes sobre mi persona idad y mi obra. Y yo respondí. mienttas no encuentre alguien que haya conservad0 uno de mis cuentos, mientras no se divulguen y alguien tenga interfs y se informe a !.ravés de antoioeías o índices literarios· y me incluya ;n ura antología sin pedirme que escriba ;obre mi mismo, prefiero no aparecer en .ninguna an­tología. Porque si yo creo en la gloria es en la gloria agui en la Tierra. y gloria es que me· fe;,n y que me en­tiendan y que me sinan dentro de mi obra. de manera que st no han con­servado un cuento .nio, pues nQ me interesa que me publiquen nao': ni que lo traduzcan. Las traducciones que han hecho las han hecho espon­taneamente; estoy traducido al he­breo. al ingles y al francés en un cuento, porque hay m cuento mio que es célebre, se llama Una Aventura Desconocida, que S•' ha publicado en [a mayoria de los diarios hispanoa­meri~..:;.HIOS sin gue yo intervenga. y una de estas veces, con1o en los años

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cuarentas. el cuarenta y nueve, a mi me pidieron que les enviara un cuento oara premiánnelo. pero me lo pedían de encargo y nunca lo escribí. Y también de Cuba me pidieron que le• enviara ·un cuento inedho para pn:­miármelo y yo les dije ¿por qué no me premian ustedes por lo que ya he escrito" El cuento que me piden tal vez no me salga bien. No, pero es que necesitamos que sea inédito. No, no me interesa a mi. Lo que me interesa es el juicio de ustedes sobre lo.que he hecho y no sobre lo que pueda yo hacer e10 lo futuro.

¿Qué relación tuvo usted con los surrealistas franceses cuando estuvo en París?

Fui amigo do los surrealista$! íntimo amigo de algunos de ellos. pero nun­ca me sume a su movimiento. Fui amigo de Robert Desnos. de Antonin Anaur.L

¿No pbedece su ida a Espaiia a una ruptura con .los estridentistas? Usted se va por el 16 ó 25.

A principios del 25 me fui a España, pero yo me fui de aventurero. no por desilusiones. por escisiones o friccio· nes. no: por extender mi mundo, para alargar mi mundo como diría el pica ro espal\01: a eso me fui, a alargar mi mundo. No tenia yo nada en contra de nadie. tenía sóÍo en contra de mi mismo. de mi pobreza. ya había ago· tado todo lo que había vivido. necesi­taba vivir mucho más intensamente para crear nuevas obras.

¿Propuso el estridentismo un calcio plJra la época. una tonificación e11 todo,r los sen/idos, estética. viwl?

Si_ Y ese calcio y esa energía sólo se podrá encontrar dentro de su mundo. en las experiencias que adquieran al ponerse en con tacto con la realidad. en forma rebelde, pacítica. en forma sentimental, política: en todas las for­mas. pero sólo la experiencia del hombre con la realidad de su tiempo.

_ Siempre es necesaria unª v~0g~arqj~.] _

··. h~~~J:-;~¡~,~1~~~q~~ ~~rP'a~¿~!:¡ ~~~·-) -_!le<;~sid~~ irr~e_~ ~r ej <lmnjL _ _!':I~ "-~- _ surgido una juventud que. esté en

···co~,~ra~de-s~ nerr¡po.~cOffiQ I~f-~~!~YE ... müs nosotros. l>

MAPLES ARCE

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P aradujicarnenJe. t'! fundadiJt del estridentismo parece ser el que menos importancia le da al movimien :o. Maples ya tiene 76 añm. Hace mucho

dejó de ser el mucha.;ho que dispa­raba con dos pistolas a la vez. A simple

r vista. todo Jo que se refiera ai estri­\ Jenti,;mo lo deja frío, pero rascando \1

un poco sobre esas emparadas de ·.'. ..:azaque fueron los ve· ntes, empieza a ' ¡ wmar forma, aunque nunca del todo. ; el rostro casi histéricc y duke de los

motines: enwnces aparece m{.Maples Arce obsequiándole a las señoritas bombas Molotov, saludando desde su motocicleta en march;:. a los generales revolucionarios de l8 años, escu­chando yaz con el est,)mago mientras los trenes militares de ;cargan heridos, diciendole a la poesia, de ahora en adelante te llamas av~ntura. !1Tout est fini•, como dijo Phili ppe Abou.

Lo que aquí apar<Jc~ SQ~ ~'!§ re§:

E~~~~~~~~-~-!i.~~-~~~2! :~~~9 g~~ ._!~9.~f: tamos en su casa. _ll:f!l e SI! n;gª;iYJUk._ ~-~(¡'u~í~r~!"':>~ ifll nsiRnar mm u a_ [l~maf1le gr~¡,ª<jqre. Hicimos la ver­dadera entrevista b< biendo un café turco que nos invito, escuchándolo contar anécdotas bell ísirnas: mirando sus cuadros. Luego J,,.¿ Peguero leyó Venus Prospecto, según Peguero el u nico poema estrid<:ntista del libro Memorial de la San e.re. Una de sus versos me retrata a M anut:l M a pies Arce y al estridentisn¡o:

"Un silbato lajilno da idea de sus cabellos"

<:QutJ importancia crte que tuvo el mo­l'imientu estridentisw?

Maple> Arce: Ante todo hay que -.....-;.. adarar la denominación Estridemismo

con que se conoció en México al mo~ vimiento de vangua ·ctia que hizo tan radicales aportes a ll literatura inexi­cana. Y no sólo a las letras. sino a la plástica en general. -labia en la estra­tegia que planteó ni primer mani­fiesto aparecido en l1 hoja Actual algo

_,.de broma, de agre!ión y de sutileza destinado a produ<ir estupor y una rápida difusión de las etiquetas lilera­rías .. Cuando se le e o~ para con otras tendencias inteiectu des riiCX:iCanais dé

-la época, salta a la '·ista la qjferel1cia­ción de propósitos :stéticos y vitales. La fuerza expresiva de la poesía van-

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F guardistn. su dinamtsmli. y ~u fii.{Ue:l.a

de imágenes producen una VlStón instantánea, inconfundible.

¿ Dt:.' qtui manera ubicarla al estri. dentismo dentro de las vanguardias que por esa época se dan en Europa? Se dice que usted fue influido por Marinertiy el fUturismo. ¿Cudles son las caracteristi­cas propias del estridentismo?

Los movimientos de vanguardia lomaron en Europa ·otras denomlna­ciones, aunque obedecía.n al mismo fenómeno espiritual e intelectual, de insatisfacción, inquietud y fineza per-

-ceptiva. El movimiento mexicano tiene además una mayor hondura vital y una. intención revolucionaria que no

- se queda únicamente en el aspecto esteticista que caracteriza a olras co­rrientes. La idea de revoluóón está

..... E~·~.n~· en~~~!'I~Fii~~!'T~s~~--de1ata su valor humano.

.. 'bec!r-qüe'l'Víañnéiiilnfluyó en mí es absurdo. Mi poesía no tiene nada que ver ni con las tendencias estéticas ni con la poesía misma del escritor italiano. Me parece que el error viene porque en un poema muy JUvenil de Andamios fnteriores yo cité su nombre con una intención simbólica. La exal­tación de la vida moderna. de las máquinas y del trabajo data de antes. W ith man y Verhaeren sintieron fervor por (:Stas manifestaciones de la civili~ zación de nuestro siglo. El futurismo cantó desde un ángulo externo los obj"tos mecánicos; yo interpreto desde el interior su encanto, su in­fluencia sicológica. Schneidcr lo ad .. virtió y sintió muy bien al comentar mi Canción desde un Aeroplano Una li­gera lectura de Poemas Interdictos lo pondria de manifiesto. Creo que estas interrelaciones emocionales consti­tuyen uno de los aspectos de mi poe­sía, en aquel tiempo.

¿A que personas incluyó en el "Di­rectorio de Vanguardia" que aparece en A.ctuall' ¿Tenia usted relación con los movimientos vanguardistas europeos?

1;:1 Directorio ~~-Y!'.~é\!!.~r~_9.!!.~

~tVlfo~~a~~ri'~t~~~~IR~i~~~¿~t~~~· ióststa aü!ores-Iealrárés:-· ín-iiír · . .P.---·-··-~~ --·- .. ·-------·---·-·-·]1 ... ·- . ~I. y

e~cultores de ,casi to<,lqs los p~ís~s e!~

Eu~róiiª:_ <::2~ ~rg~;~9! ge ~~!9~ '?.\ªºª en correspondencia; a otros los cono-~-~-~-·--~ .. -- . .-~-~--· ~ . - "- ............. .

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-~ c~_i.l. p~r -~~~~Pl~ ref~r~n;;.rn~.~:-- porque-.. habla fetdo a.Ig~ !~yg_~!! P.~H!>I!!9P$ a . ·

>'~lor~pr99,~~~i9n~L<!!' ~H§ g\lm =n _ ·· :'plaq~e!\e>" y r~vistas .óe arte. Incluí también algunos nombres "'exicanos: . ..,.J El Doctor A tl. David Alfare Siq ueiros, .~ Mario de Zayas y Diego Rivera. a quien poquísima gente ccmbcia en.· lances en Mexk:o. Una entrevista que le hice para la rev1Sla Zig-Zag es lo primero que se publicó sobre su lle­gada. También incluí a José Juan Tablada. Alfonso Reyes y José D. Frias. Estos ultimas. aunque no pro­piamente vanguardtstas, veían con simpatías y alentaban las nuevas ten­dencias.

Cuando upurt:ció su librv And~mios Interiores a la mayor parte de los ime­lecruales mexicanos se les erizó el pelo. ¿Cómo ubicaria usted ética y eslética­menre esta obra?

Andamios 1 nteriores Produjo gran desconcierto entre los escrltores mi!xi­canos. Algunos, sin embargo. sintie· ron que en esta obrita habLa muchas cosas originales que habían de perdu­rar. Creo que los críticOs fueron los má> despistado>. Uno de ellos dijo que al leer el titulo creyó que se trataba de una obra de albañilería. Si este criterio debiera prevalecer en la crítica litera­ria. Cal v Canto de Rafael Alberti, deberla éonsiderarse con más razón como material de albañilería. y Lasca" de Díaz Mirón, obra de picapedrero. Andamios Interiores, por momentos,

_está todavía dentro del posmoder­nismo; en otros, acusa fu1~rtemente su vanguardismo. Jorge Luis Borges se­ñaló muchas de sus conquistas: la intensidad de las imágenes y la signi­ficación de los adjetivos. En Mexico:· Arqueles Vela fue el primero en seña­lar entusiásticamente su apariclón\:,en las columnas de El Universal y El Universal !lustrado, La técnica es li­mitada. pero sus destellos poeticos han sido hondament.e sentidos por los jóvenes.

La ma)1or purte de los critic'o:.r ~a~ po~itñaaoe-r mqY!!~~T~!T.~ · e~! :;g~ Jf:

"'¡S(4-:-i!i(79r!-il'úli928. ¿Cr~e qu~ qSI es?¿ r pqrqué? . .

Crt:9 _q~~ .. ~§.~Qrnú;~a !~1 ªRf~~~¡_tcl_ón. Y ·rr.e parece que esto se debe a la; circunstancias que nos agrupaba~~. entusiasmo de ideales, inconformt·

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Page 6: Tres Estridentistas en 1976, por Roberto Bolaño

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r dad, desprecio por las cos¡¡s materiales v el hecho de coincidir en un mismo Íuga.r. Esto es aUn má¡ verdadero cuando pienso en los añ<·s de Jalapa. Algo muy similar acontoció con los movimientos europeo;. Basta ría ahondar un poco en e! fer ómeno para que nas diéra'mos cuenta de su des­lumbrante claridad.

¿A que nivel sitúa (qtu ritmos n.ue­I'OS, qué estructuras nuevc.s) los hallaz­gos que logra con An! .ami os lnte~

riores? ¿Cuál es la disnncia estética entre Andamios y Urbe, y entre Urbt> .~-. Poemas Interdictos?

La escala de valores :stéticos que me plantea aparece efec ivamente en mi obra, pero se desen ;uelve en el tiempo. porque la poesía no está plas­mada por un artificio en el libro. sino en mi sensibilidad. " 1:sta cambia. J\'anza y s.e confunde Co11 la vida.

Yo pienso que el grup< Cantempo­rtilteos _ consciwye un rl'/roceso este­aca. pero sobre todo élico. ante los logros. las brechas abiertas. los caminos propuestos por el esrridentismn. r:Cuáles son las di(ere11cias básicas entre los estridenti.uas 1-' los Comemporáneos?

Parece que así es, a. uzgar por la sintaxis que emplean y sus ataduras lógicas. Su estetica y su lemática son imitaciones de algún e;critor mexi~ cano o extranjero. y esto les quita tmpulso y ascensión. El estridentismo es la inconformidaGígríi0-ffiiw ~paya-~~~~~~~~-~~~p~~~~~~-:: ~.- · · ·- ·· ·

¿Cómn c-rece el eslridewismo a partir de Actual/?

Seria largo de relatar. Hubo luchas. triunfos. y algún revés, rr ás que ante el pUblico. ante nuestra conciencia. Después del primer número de Ac­tual, que contiene el rr. anitíesto y el directorio de vanguardia. se publica­ron dos numeres, el segcndo dedicado totalmente a Pedro E<:heverria. un roeta en prosa, que murió joven: y otro. con colaboraciones de Humberto Rivas. hermano del dir< ctor de: Ultra. Muñoz Orozco, Sa!vadlf Gallardo y hasta algún descarriad<' "Contempo­ráneo". Entre otras muchas activida­des de carácter literario que semana a 'emana se desarrollab¡ n en El Uni­\.:Tst>l f!ustn;do. se promcwian e\;.ro-

sicíones. una en el Café Europa (Café de Nadie) en la avenida Jalisco nú- -mero lOO: otra en un local de la ave­nida Madero. otras aún en Indepen­dencia y en un café cercano a la Cá­mara de Diputados. En 1923 á 24 publiqué la revista Irradiador en co­laboración con Fermín Revueltas. y nos instalamos esplendidamente en Madero (·Librería de César Cicerón 1 con un anuncio espectacular de Re­vueltas que agredía sin piedad a los paseantes. Mi primer libro se anunció en la Librería Cultura (Avenida Ar-2entina) con una escultura de Gui­llermo Ruiz. autor, en colaboración con Alva de la Canal. que lo decoró. del monumento a Morelos en Patzcuaro. Intervine tambil'n en la inaugura1ción del gran mural de Diego Rivera en el anfiteatro de la prepara­toria. pronunciando uno de los d;s. cursos (e:l otro lo dijo el maestro An· tonio Caso). En 1925 me trasladé a Jalapa. donde después de una corta temporada como juez primero de pri­mera instancia, el gobernador del es­tado, general Heriberto Jara, me de­~ignó set.:retario general de gobierno. Gracias a su confianza pude realizar una lab()r de renovación litararia y difusión cultural a través de varias publicaciones de forma y

. ·para conmemorar el tercer centenario de la muerte de don Luis de Góngora, el apasionante _v revolucionario poeta de Las Soleda­des. publiqué una pulcra euición de la Fáhula de Poli(emn y Galatea. Tenia yo la sensación de que aquella mo­desta capital de m-í Estado asumía una actitud dirieente en la nuevn cultura de la Arnéri~a Hi>pana. 1>

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Ji -1: ll \

(:En qué forma ei estJideniismo cam­hú; el ambiente de la !iurarura mexicana?

Hubo indudableme¡¡te un cambio. tal vez no en el sent do .que me lo proponía. porque la historia no se p:antfíca. Pero la mod licación es cla­ramente apreciable. Las aspiraciones pasmodernistas qued 1.ron atrits. In­clusive escritores de gran prestigio entre la JUVentud. como Enrique Gonzalez Martinez captó y vivió nuesrros anhelos reno ,radares en Las Señales Furtivas. o el ¡oeta guanajua­tense Rafael López ad>ptando actitu­des iconodastas.renun :ió a! sillón que ie· ofrecía la Academia Mexicana de la Lene.ua. Los más titubeantes asumían una '"'posíción de cerc;;nia a Ra nueva tendencia. Otros. au.tque hactendo algunas salvedades e.:téticas, aplau­dían la originalidad, la intrepidez. la necesidad de una ho11da renovación literaria, como el no\lelista Gregario L.ópez y Fuentes. el poeta Francisco González Guerrero. en su poema in­titulado Regreso, con a tt!cnica metaM fl)ríca de la nueva poesía: Roberto S.arnos. José D. Frias. Ricardo Gómez Robelo. Todos sentían inconformidad y aspiraban a algo n11evo. En forma muy especial debe citmse a Jpsé Juan Tablada. que con sus breves poemas japoneses e ideogritficos producía destellos de ínquietut creadora entre los jóvenes. Su pasión alerta lo sitúa entre los maestros de nuestro tiempo.

¿Cuáles son las obras de sus camara·· das esrridentistas que más le gusran. que mds se apegan a la ?Stt!rica estriden~ risia?

Las novelas cort2s de Arqueles Vela. El Movimiemo Estridenrista de List Arzubíde. los pai ;ajes de Revuel­tas. el Café de Nadie y las ilustraciones de Horizonte de Ah a de la Canal. algunos grabados de Leopoldo Mén­dez y mí retrato con un fondo ferro­viario: de Jean Charlot, las ilustracío­nes de Urbe y mí retrato. No selec­ciono ni preciso en fe rma critica. Son simplemente ráfagas cíe recuerdos que me vlenen a la memoria en este mo­mento.

t- Qt1é ne.vJS 1uvo el~·stridentismo con

LIST A~RZUBIDE el ulrralsmo y otras l'anguardias de JI ispanoamérica ?

La comunidad de propósitos inno­vadores era indudablemente una causa de acúcamiento. El público reacc1onaba de manera semepnte ante el arte nuevo. y esto tambien influia en nuestra solidaridad. Con todas las publicaciones de alguna sig­nificación en America teníamos carije. Enviábamos v recibíamos libros de todas panes, ~ veces con expresiones significativas. Recuerdos de esta fra­ternidad tengo con Alberto Hidalgo. Jorge Luís Borges. Olíverio Girando. Mígue:l Angel Asturias. Pablo Neruda. Angel Cruchaga Santa Maria, Luís Cardoza y Aragón. Jorge Carrera An· drade .. Salvador Reyes. César Vallejo. Mariano Brull. Salomón de la Se!va. Eugenio Florit. Jorge Zalamea. José Maria González de Mendoza. etcé­tera.

¿Cuál es la diferencia principal e•ttre lo que· podríamos llamar su poesía es­rridentísta)' sus lrabajos posteriores?

Dentro de la originalidad de la búsqueda. la primera me parece téc­nicamente más limitada. Pero no creo que es.to tenga mucha importancia. Lo realmente importante es la poesía misma. lo que siinítica para el propio poeta y cómo la sienten sus lectores. Sohre mí obra posterior hay diversos ensayos de escritores europeos y lati­noamericanos.

¿Cree en la vanguardia como motor de cambio del arte?

Sí. pero no de manera absoluta. Cada época tiene su vanguardia, e impulsa determinadas tendencias. Los románticos fueron una vaneuardia en relación a los poetas neoclásicos: Da­rlo. Lugones y los modernistas. lo fueron en relación a los románticos. y las tendencias que suceden a éstos. representan también una vanguardia. Estas fuerzas, por la comunicación humana y sus resonancias. actitan como agentes de inquietud e innuyen estílisticamente. Pero no son determi­nantes de cambios en el arte. Esos cambios son el resultado de una crea­ción genial. t>

Luis Angel Firpo notable autor de libros que entusiasma al grin¡,:o. La América se vuelve se11sitiva el ~'jazz band'~ lo tocan sLhora borrachos de gasolina. El viento es presuntuoso.

(Esquina. libro de poemas de Germán List Ar::ubide. 1923.) __________________________ , __ , __ ...

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De este libro. Manuel Maples Arce dijo: "No s¿ si tenga que repro~ char a l.ist Arzubide ese desenfado humorístico.

CSü actilud despreoc11pada. Con fre­CUt;;ncio advierto qu: teme emocio­narse. pero no por ::so deja de ser rnenos sincero. Prob ibleme·nte haya un fondo de bondad en todo esto. La literaturn desde hat·e tiempo dejó de! ser una cosa seria:la \idatmisma nóes y<t stnl.l una pum q Je es necesario tratar " puntapies ... " "El poeta Arzu­hidr: se ha identiticado con el alma de ia épuC>L Es yu un dásico. un estri­dentisw".

Cuando Maples pi1biicó Andamios 1 nteriores, yo vivía e11 Puebl·a y hacía una revista que se liamt~ha Ser. En-t .... mce-s. desde hada tiempo en esu revista nos habiamcs emp·ei'iado en publicar poesías de les grandes poetas del mundo. Nosotro, publicamos ahi c~sas de Wall Whitman. Juan Ramón .liménez. en fin, de muchos poetas tot:.lmente desconocidos en Puebla. Andáb.amos en :sa inquietud Salvador Gallardo y yo: A~uillón Güzmán. que tambien tenia esa in~ quietud, estaba en Mex:ico y me mandó el libro de ~laples Arce: en­tonces. cuando yo ,ei ese libro me interesé. mandamos una cana a Ma­ples diciéndole que 1os gw;laria que .. -~!§?~.~Pue~!!:_~~!~ Fuimos_~ re~.:ibirlo. comió con .:1osotros. fi¡c¡mos u;~ ¡;.;-éí~i~ "Q-iruliii] ~--g-~ñ ¡¿-y· ~-~~~~liT nació la idea de lan::ar...el Manifiesto i\ Umero 2, q 4~ r~ j¡;qªmR~ ~~ tr~ Manuel y y0 , m!' ~ct erdo, en u~ ¡;qf5 slco.sllinq¡. El manif esto lo pasamos luego a algunos muchachos para que lo firmaran. Desde luego. los que aparecen en el man .tiesto son pocos porgue muchos no se atrevieron a firmar. Lo imprimir 10s en una hoja de pa¡:elaiiche- di:- 'iiTorés. delgado-:­briíláñi<:oespués Jo distrífiuímüspor !oifiiii"Jiarres.-oajola i ¡;üerfas.-pór ·las·­venta-ria-s: y al día : iguien<e aquello estalló; verdadera m< nte aquello est:l­iló; Puebla trepidó como nunca. Mu­cha gente temprano 1a lo tenia. Como a las doce del dia apareció la primera extra de un periódicJ que se llamaba El Mosquito, en q11e nos atacaron. especialmente a mi. que sabían que habia dado los nombres y había pre­sentado todas esas cuestiones. Me llamaron un estuJi< ntc vélgo. que s-e

decia estudiante pero nada más an­daba de paseo por todos lados. que andaba yo luciéndome. que me las da bn de poeta y todas esas cosas que se dicen. Y en la noche. en el portal. veníamos paseando Manuel y y0 cuando vimos a uno de los poetas 9ue

r-::hábimmos aludido. Gabriel Sanchez -'Guerrero. que era muy miope. que estaba rodeado de tres o cuatro

· leyendo la hoja aquella (como era .'muy miope la tenía casi pegada en la

cara). y alguien le dijo que yo venia: , entonces él se bajó y me increpó. Me

;' dijo "Le vov a contestar esto comt1 se ' merece. si e~ posible con una mentada

de madre'. y le digo yo. pues, por ahí debe usted comenzar conmigo y

1 desde luego vamos saliendo. Entonces i la gente se alborotó y Manuel se re­

cargó asi, entonces usaba polaínas y andaba siempre con su bastón. y dijo

! aquellas frases célebres: "El estriden­, tismc, no admite vales ni da fianzas. y . usted es un iarnecazuelas literario'· .

Un :ipo que estaba allí se me echó encima para darme un bastonazo: yo levan té el brazo y le pegué una bofe­tada y nos separaron y seguimos no­sotros paseándonos. aparentemente muy tranquilos. Bueno. siguió el es-

~c.á¡¡dalo. Maples regresó a Mexico y yo me quedé allí a recibir las pedra­das de toda esa gente, y así fue como Salvador Gallardo. Miguel Aguillón y yo formamos parte. ya despues, del movimiento estridentista. fba a apa· re(cr uno de los' números de Ser y en esta revista aparece una página de adhesión al movimiento estridentista. Antes se había publicado en México el primer nUmero de /rradiadm., donde aparecen. además de poemas de Salvador Novo. de tres o cuatro gentes. Maples debe tener un nU· mero. una copia del número ! de 1 rradiador ...

,;' Nm'o nunca fue estridentista? No. nunca. Había cierta intención renovadora en él y en este otro mu· chacha que siempre anduvo con éL ¿cómo se llama?, Villaurrutia: cierta inte111ción renovadora. porque enton·· ces en el ambiente estaba esto. Desde: luego. por ejemplo en el Actuul 1 de Maples aparece al final una larga list'' de e:1critor"Os, de escultores, de gente: de vanguardia. Maples vivia entonce!; en la capital y .le llegaban muchas cosas que en la provincia ni remota··

mente podíamos pensar que llegara: Suerte que Mapl~s estaba enterad de todas esas cosas. Nosotros le SI

guimos. tanto Gallardo como Y' porque teníamos una g:ran inquietu de renovación que estaba en el aire. por ello tan facilmente nos incorp1 ramos al movimic:nto estride:ntista. se formó ya un grupo: se formó t

realidad la vanguardia del mov mienw estridentista.

Después de ingresar en el mot' miento usted siguf' con la revisw qt tenia en Puebla r el estridentisn continúa en la caPital con Maples A rqueles Vela. ¿cuál es su activida entonces. en Puebla?

Yo segui con la revista aquella claro, se ha bin creado para mi ur almósf"era 1errible. lan terrible que t

día yo publiqué en un periódico t

articulo diciendo que era necesar renovar totalmente a las escuela particularmente al Cole•gio del E tado. donde los jóvenes. pues. seguí: la rutina de los viejos maestros y no veía que hubiera intención de na< nuevo. A la sazón. uno de esos viej maestros se sintió aludído y fue alborotó a los estudiantes. Al dia : guiente de publicar este articulo, e taba yo parado en alguna par cuando un tipo llegó y me puso u: pistola por detrás. Yo sen ti el pique· di la vuelta, y m" dijo: "Si usted tan hombre -como dice. véngase co migo". y le respondí. donde ust1 quiera. En ese momento pasaba : coche y me dijo suba. Nos subim los dos y me rodearon estudiantt Me llevaron asi al Coleg:io del Estac me bajaron ) me golpearon enl todos. Pero yo era entonces líder. los trabajadores, porque habiaril formado una unión de p<:riodistas. artes gráficas. y estábamos en co tacto directo con los obrerós. cuando se supo esto, porque corrió noticia. los obreros inten~aron asa!! el Colegio del Estado y se formar' grupos de trabajadores dispuestos combatir contra los estudiantes. : cosa se puso dura y violenta. ~ acuerdo que en eso~ dias vine a M xico y platicamos con Jase Juan 1 blada y él me dijo: Bueno. Germán. ademas de hacer versos y andat dando de palos por allá. qué otra ce hace usted en Puebla" Y le dije: Pe intento estudiar. pero más que to,

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¡ !

m lento ser un escrito·. Y me dijo. pues no lo será usted e 1 Puebla. vén­gase a MC:xico: de loda; maneras hay que salir de la provinci¡: los escritores en la provincia se ahogan. porque Siempre la provincia t 'ene una cosa aldeana que los va lepnmiendo Véngase a México, Y r!solvi venirme a México. v me vme a México. Bus­qué un trahajo en una oficina y for· mamas un grupo cerrado que todo el m un do conoda. No s! si le~; contó Manuel que tuvimos una oficina aquí en Mexico. en la calle que ahora es Belisario Domínguez. !labia dos pin­tores: Javier Arias y l!uberto ... Hu­berto ... no recuerdo en este momento su apellido (todavía vi1·e y trabaja en Novedades. Alguna vez llegué a en­centrarlo v convinimos en vernos. En íin. esta ~iudad es en ::~rme. imposi­ble). En ei estudio de 'llos se dibujó una tablita que decí1 Movimiento Estridentista. lbamos allí todas las tardes o a un café qt1e estaba a ia n:elta. ''Las Olas AlU s". Ya enton­ces. aparte de Maples. Arqueles. Sal­,.,,dor Gallardo y yo. fJTmaban parte del grupo Germán Cu !lo. Al va de la CanaL Leopoldo Méncez. )

,.·Al escribir tan pront) la historia del movimiento eslridentist'l n(l lo estaba us!ed dando por liquidado'

No, no. no. Yo h c·e e~le librn cuando estábamos con más fervor. !vie acuerdo que yo tr:nia una recá­mara en una de esas ::asas d.e hués­pedes. que era una tecá:mara muy grande. de esas casa~ dt: provincia que tienen piezas en1}rmes. Yo co­mencé a hacer el libro. y si usted lo ha leido acordará que em·liezo contando cosas de cómo es Maf1ies y la figura de él y wdas esas cuestione·s. Con~ tando, contando. Yo quería que se supiera. y. ~j r!O:~ ~$~ J~h~ e~~9 qtJe escri~i <!n a!luS!!a époq: " ... este libro

)mio que fue a hablar a las juventúdes ··J en una forma vital. fe ::un da y fuerte

J,, la poesia. que los iupotentes y Jos / tontos habían convendo en un desa­

hogo de cenáculos. y que desde el A('tuaf 1 de Maples Arce. sacamos a l;J calle para ponerla on contacto con la· multitud· y con la Vida. Aquí están

. la~·· vo.ces .·de admira-c .. }~_"m con que un ,~ cón.tinen.te···nos saJ.tida. admiraCión

merecidn: porque ·estE obra encierra ) nuestro anhelo y nuestra lucha.

/ cuando frente al imkcilismo de los

periodistas y el odio oficial de las>-­academias nosotros opusímos nuestra gran risa despreciativa y altanera, que , todavia duele a los poetas de los mi-; nisterios que usufructuando el favor del Estado no fueron capaces sino de ) adquirir una glona de papel que los( reporteros están siempre dispuestos •) vender a bajo precio. Hermosos dias . en que jugábamos con el insulto y coronamos de sol el odio de las of"ICI­na.s. Eramos ta·n poco~. gue tuvimos que afi<:brarnos trabajando. y todavía nos .sobró tiempo para decorar de bocas pintadas nuestro abrazo de machos. En hora un poco lejos de eSie combate en que hicimos trepidar la calma de los esCribidores mexicanos anteriores a nosotros. grandes reba­ños de estúpidos cuya única labor fue doblarse con todo esmero a los pies de Porfirio Díaz. mientras probamos con nw!stras ediciones que si comba~ timos e:n lo pasado es porque pode­mos ofrecer lo presente y hasta lo futuro. nuestra voz dice a la América que nos escucha. el mensaje rotundo. at!etico. intenso. que va como un aventurero de otrora a inven!ªr .\ inundos y crear horizontes··. Como ve. estoy hablando de cosas que esta­mos ha.ciendo. Mi intención era que supieratn qué era lo que habíamos hecho. pero además la intención era seguir, seguir. Y dice "mi libro est;'; aquí magnifico de escándalo y ale­gria. y mi risa. mi grnn risa de ven­cedor, .'Suena en todo como una cata­rata d(:· triunfo. Yo saludo a los ca­marad.as que sobre mi libro opinaron y los convoco para que afirmando sus palabras hagamos de América campo J la gran gesta del espíritu nuevo y escribamos la epopeya gigante de un mundo sin fronteras. -!<!1?-e, 1 ~~§". Yo est.aba presentando uti ltbro.en el que contaba lo que habíamos hecho y además, lo que gueriamos que se si­guiera haciendo. Cl~r?:.!~ g~~ l'~~ó qon _nosotro~. C!.~ 12 q~<; h~ p:,¡~~Q!J '!ln . la revolución mexicana en todos su!i aspeCtos pesj:l~~~ nos dispersaíno~. M.~R!~I E.9'!. ~~ .?~YR.~ .. <I~I mpvi­rn!ento. ~~!\l!~tª!ll~Pt~, y lo que es más gr&Ys¡, .l!~gª ~- f:~!<:!P!!· p~ plica una antología sobre la po~sia meoi-cang y nLsn.~! er2!<>.g<?, ~i e!!\. ~-r~~!() (le! líbrq h¡¡y una sola pai~!J.r!! ~2~r!'. ~1 movimiento e'tridentista,,)!__!\2.9g_ es.más .. noincluye en la poesia gue el preSen"i~-·lihri ·ñ-iñ]üno~aé-·Jo"S" ·roe tUS

.Wridentistas. El si que los dio por liquidados. Maples había escrito una vez.: ''Nuestra locura no está en el presupuesto". pero lo cierto es que cuando entró en el presupue-sto se le acahó la locura tamhien. E' una cma que a veces }'O se In rf'ruerdn .\ él no .;;,a he qué cnnlecaar t>

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c. Q¡¡J flt<t:r~• con el 1es;,. de lo.;,· esJri­

demistas CUllnd(J cnm1enza lo desban­dada?

Yo. a Salvador Gdlardo. en Pue­bla. •n una editorial que hice allá. en donde publique mi ¡oema aquel El 1· w¡erv en el Vértice, ¡,edite su libro y 1,,. puse prólogo mio. Y· hubiera pu­t•IJcado el libro de A¡ uillón Guzmán. pero no sé: puede se· que nos haya entrado cteno desánimo cuando vi­mos 9ue esta cosa se había quedado do~n11da, abandonada Yo siempre he cre1do que st el movimiento t:striden­lrsta hubiera estallad<· en París. por e¡emplo. tendría ahor.r un "'nombre u;tliversal. Me acuerdo gue un chileno k dedi1 a otro que :.i en lugar de publicar su libro en B<~rcelona lo hu­biera hecho en Santiag•). no seria en Jo absoluto un poeta cOUt)cido. ves v.e:-­dnd. A Vallejo en el P1·rú no -io cono­cía nadie. Vallejo ml ere. se puede dew. de hambre. Si Vallejo se hu­Diera quedado en e! Perú. con todo lo gr~~de que era. se hubiera perdido. Y qmen sabe con Neruda qué pa1sa si no sale de Chile. Y tan grand,, como Neruda. yo lo aseguro fue Pablo de Rokha. ¿y quién habl:. de Pablo de Rokha. a pesar de que publicó aque­llos ilbros tan grandes y poderosos? Porque de Rokha teni:. una voz tre­menda. una voz potent~:. ¿Y qué pasó con él? Se quedó perd:do en la pro-

1 vmc~a. S1 el rnOvimienD esiridentista

1 hub1era estallado en F aris esto hu­

I b1era S1do d1ferente. Ah·Jra yo .ie hago ¡ una acusacwn a Mapl<s: El anduvo \ por Europa y pudo haber presentado

J al!¡i. al movimienro estrk entista. No lo ¡ . .J1ZO.

Habría que verlo quo se dijo aquí sobre el estndenusmo. Dos historias de la literatura mexican<.: existen·. la de Jirnenez Rueda y este otro. no me acuerdo su nombre. en donde se ve una incomprens.íón absoluta. No puede e11trarles de ning1 na manera el movimiento estridentista c!!lri!.¡;Jia.u:s._ un'~.!!'.!:~_f!l..!!.'~~chos que se .P!YI¡:Jl~!L!112!~~~~!!.!!!.~D~~­pud!eron ente!!der- lo que era en rea­fiOaOeJ answ. de"Cff!at' ur,aYfdá.ñUev3-~eñir§~~_g_'§_P.oes{i-Ser ecésitatener-·_ un espíritu heroico para. por encima de todas esas cosas; seguir trabajando.

Si n(l no~ hubieran cortado tan 1·:olentamente (porque en realidad

t:storbáoamo;;. íbamo~ dema:¡iado le:. jos para todos los demás). no sé qué hub~era pas~do con la poesía en Me­xic~., ~_yeces .!!!:_ entris~E~.~~Jl~l!t.q·uc .. -1~~ !':~'~~;~,e!' lu~ar de estar haciendo

·.~oe~~:~~~::.:~~p_í~§~~:l~~-c~-ñ~ii~T. d

e to1 .. as ~~~!. :?.~~!. g~~ !!S' P':'~~'-0. _

ec1r es nada.

Salvador Gallardo va a dar a la provincia y la provincia se lo come. Y lo que hace primero que todo es darle gusto a su mujer. tomando parte en esos juegos llamados fiorales. Se saca dos o tres premios. y claro, se pierde en esas cuesuones. Ya de hecho dejó de ser poeta estridentista. Aguillón. creo yo. se h1zo un tanto cuanto bu­rócrata. Ramón Alva de la Canal también en cierta forma se fue des­prendiendo. desprendiendo. y Ramón ya no l~S aquel que nosotros teníamos. Leopoldo Méndez fundó aqui el Ta­ller de: Gráfica Popular. que es un taller donde se hicieron verdaderas campañas a base de grabados y dibu­JOS. Los grabados de el en contra del fascismo son muy buenos. todavia tengo por ahí un retrato que me hizo Leopoldo, y lo conservo como un verdadero tesoro. en donde estoy en una especie de tribuna con el brazo levantado. ·que por cierto despues se repitió de verdad cuando formé parte de un grupo el día de la gran concen­tración que· hizo Cárdenas en el Zó­calo, cuando- ·¡;;·e nadonalízó el petró­leo. y aquello se llenó de obreros que 1ban de verdad. no acarreados. sino de verdad, y a mí me tocó pronunciar un discurso por mi grupo.

¿Cuando se desintegra el mod­miento, los esrridentislas mihtan en partidos polfricos de i=quierda?

Claro. yo he sido miembro del Par­tido Comonista. No lo soy ya porque el partido. en cierta forma, también ha sufrido muchas descomposiciones. Pero la primera vez que visité a Rusia fui enviado por el Partido Comunista.

¿A rqueles Vela también mililó en el Partido Comunista . .".?

No. Arqueles no. Ni Maples tam­poco. Maples. en el fondo. es un libe­r~l. Arqueles. yo no sé; no puedo sttuarlo exactamente. Yo si soy un hombre absolutamente de izquierda. Inclusive el partido me envió a un congreso en Frankfort, Estados Uni­dos, en una de las cosas que más me

enorgullece. pcrgue_~la bandera

.9~ Sandm<;:!<:::~:r·~~ ·-~os :t!ñ9üis --=~ ~!'0 d._:: S~~ (;0?111§t~, Q~Ci~ ~fl~f~-~~ m1sma oanuera, escrno de nuño lerra-~e.-Sándino "Esía-t>áñ<kii iu~ arre~~t~~~ al~s f~~jiªs ii-r\i>ir!:iiista; vanq_uts,_::n_ el combate de! Chimbote.

Patna ':. [~ertad.-A;¡gjJslo l&sit 'Sandtno . ~....<=~Lllªmi~r~ YÍnQ a. dat aq ~~. !'~~~ .f><lr. ~~~ "~~:z~l~!'9s, Ea[: q~~ ~~~9~~Q~ ~~!!!!!ª~~~~-~~ -~~Hm~ª' ~n grande~ rn•ttr¡~s ~~!!¿~" __ llamaban "M~ nos fu~r;, lj~ t:!i¡:;mgyi·':--; ·la gen te. para estar siempre en acción, y recogíamos dinero para mandarles, no para armas, porque las armas se las arre~a_taban a l~s y<~tnquis, sino para med1cmas que les mandábamos cada vez que se podía. Entonces dos vene­zolanos, De la Plaza y otro más, les llevaron esas medicinas a los sandi­nistas y nos trajeron la bandera. Y esa bandera nos sirvió para milines. Cada vez que enseñábamos la bandero. que

era enorme. había unos ~:scánda.Jos pavorosos. y una ve.:: el diputado co~ munista Hernán Laborde. desde la tribuna de la Cámara, pronunció un discurso y puso la bandera encima de la tribuna. Y naturalmente:, la emba­Jada de Estados Unidos la reclamó. y el gobierno dijo: La tienen los comu­nistas. Entonces. para que no la pu­dieran obtener. habla· un congreso antimperialista en Frank(Ort. y me dijeron: Te vas con ella; te vas por Nueva York y tienes. que pasar con ella. Eso fue en 1929. Llegando a Monterrey había un muchacho y él me consiguió unos cordelt:~s. Yo me desnudé. me la envolví en el cuerpo, y así la pase por Estados Un idos. Y al llegar a Nueva York. gue fue -por ... cierto un 4 de julio. fui a parar a la ~ casa de un compa1iero ch.ikno que tenia un balcón para'" calle y allí en el balcón pusimos el 4 de julio la ban­dera que Sandino le había arrebatado a los yanquis. Esa band<"ra fue a Frankfort. El dia que acababa de terminar el congreso antimperialista yo vi destilar a los grupos. fascistas llevando las banderas de la cruz ga­mada y unos pífanos y unos 1:ambores. ya con 1.;miformes. Entonces J:os comu­nistas le entraron a los palos contra esa gente y la policía golpeaba a los co· munistas para que estos no golpearan a los fascistas. Yo vi todo eso. Yo conocl a Mos;:(Í cuando Moscú era una ciudad toda de madera. Al estilo de los cuentos de: Chéjov ... D

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