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Eje temático: Filosofía Contemporánea Lenguaje y metafísica en Heidegger: una poética de la experiencia Carolina Donnari [email protected] UNS-Conicet (Bahía Blanca - Argentina) Si bien el pensar heideggeriano atraviesa distintas etapas y se reconfigura en diversas formulaciones, permanece signado, de principio a fin, por una preocupación fundamental: la de recuperar el sentido originario del ser, la de comprender el ser mismo en su propia y más esencial verdad. Esta idea, que guía todo el desarrollo de Ser y tiempo y que aparece ya en los textos más tempranos de Heidegger, es dilucidada con exhaustividad en los escritos publicados a partir de la famosa Kehre de 1930, el viraje que Heidegger plantea para señalar la necesidad de dar un giro desde la representación metafísica del ser hacia una experiencia (Erfahrung) originaria de su propio acaecer. En este período, Heidegger concreta uno de los proyectos que en Ser y tiempo habían quedado inconclusos: la “destrucción de la historia de la ontología”, que a partir de este momento será pensada como una crítica de las posiciones metafísicas fundamentales de la historia del pensamiento occidental. En efecto, en este período se define lo que Heidegger entiende por metafísica: aquella época en la que el ser es identificado con el ente, es decir, con la pura presencia (Ständige Anwesenheit) de lo que es. La metafísica comprende el ser como un fundamento, como una sustancia inmutable y estática, atemporal; concentra su atención en lo que es, el ente, y piensa el ser a partir de este último, sin tener en cuenta que el ser mismo no es nunca un ente, sino lo que hace ser al ente. Metafísica es aquel pensar que “piensa el ser en la entidad de lo ente aunque sin poder pensar la verdad del ser en el modo de su pensar […] Lo único que encuentra siempre es a lo ente, porque tal investigación permanece aún antes de empezar anclada en lo ente con la intención de 1

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filosofía, Heidegger, lenguaje, metafísica

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Eje temtico: Filosofa Contempornea

Lenguaje y metafsica en Heidegger: una potica de la experienciaCarolina Donnari

[email protected]

UNS-Conicet (Baha Blanca - Argentina)

Si bien el pensar heideggeriano atraviesa distintas etapas y se reconfigura en diversas formulaciones, permanece signado, de principio a fin, por una preocupacin fundamental: la de recuperar el sentido originario del ser, la de comprender el ser mismo en su propia y ms esencial verdad. Esta idea, que gua todo el desarrollo de Ser y tiempo y que aparece ya en los textos ms tempranos de Heidegger, es dilucidada con exhaustividad en los escritos publicados a partir de la famosa Kehre de 1930, el viraje que Heidegger plantea para sealar la necesidad de dar un giro desde la representacin metafsica del ser hacia una experiencia (Erfahrung) originaria de su propio acaecer. En este perodo, Heidegger concreta uno de los proyectos que en Ser y tiempo haban quedado inconclusos: la destruccin de la historia de la ontologa, que a partir de este momento ser pensada como una crtica de las posiciones metafsicas fundamentales de la historia del pensamiento occidental. En efecto, en este perodo se define lo que Heidegger entiende por metafsica: aquella poca en la que el ser es identificado con el ente, es decir, con la pura presencia (Stndige Anwesenheit) de lo que es. La metafsica comprende el ser como un fundamento, como una sustancia inmutable y esttica, atemporal; concentra su atencin en lo que es, el ente, y piensa el ser a partir de este ltimo, sin tener en cuenta que el ser mismo no es nunca un ente, sino lo que hace ser al ente. Metafsica es aquel pensar que piensa el ser en la entidad de lo ente aunque sin poder pensar la verdad del ser en el modo de su pensar [] Lo nico que encuentra siempre es a lo ente, porque tal investigacin permanece an antes de empezar anclada en lo ente con la intencin de explicarlo. Ahora bien, el ser no es ninguna cualidad intrnsecamente existente de lo ente.

El gran error de la metafsica ha sido haber reducido al ser a aquello que se presenta de manera efectiva, es decir, los entes. La metafsica piensa el ser, pero slo como aquello que se manifiesta en el presenciar de los entes; piensa el ser como la asistencia constante de los entes. La metafsica cosifica al ser, lo sustancializa. Ahora bien, en esta permanente referencia al presenciar como modo primordial del ser, la metafsica olvida que esta es tambin una forma temporal de acaecer. La metafsica olvida que su concepcin del ser como ser del ente se funda en la primaca de un determinado modo del tiempo, el presente, y niega entonces cualquier conexin, cualquier relacin entre ser y tiempo; hace del ser una esencia estable, un concepto inmutable y prstino que no necesita ser pensado en profundidad. Frente a la comprensin metafsica del ser, Heidegger propone recuperar su sentido originario a travs de un salto a otro pensar no metafsico. Este pensar se manifiesta como una meditacin (Bessinung), esto es, un preguntar por el sentido (Sinn), que es al mismo tiempo Andenken, pensar rememorante, y Erinnerung, recuerdo que se interna en la metafsica, puesto que la superacin de la misma no se logra apartando la vista de lo por ella pensado, sino adentrndonos en aquello que en ella ha permanecido impensado. En el seno del otro pensar, el ser ya no es concebido como sustancia, sino como evento (Ereignis), a partir de una comprensin originaria capaz de articular ser y tiempo, capaz de comprender el carcter eminentemente histrico del acaecer del ser. De esta manera, el pensar meditativo nos propone un trnsito desde un pensar de naturalezas estancas, de sustancias, a un pensar histrico, un pensar de acaecimientos. En este sentido, Heidegger afirma que el ser acontece en una dinmica de donacin y rehso; que el ser se da, pero tambin se retrae. El ser acaece entregndose en distintas aperturas histricas, es decir, en distintas pocas, que en su conjunto constituyen la historia del ser (Seinsgeschichte). La metafsica es una poca de esta historia (Geschichte), y por eso, al mismo tiempo, es un destino (Geschick) del ser mismo, es uno de los modos en los que el ser se da, se entrega. De ah que el olvido del ser (Seinsvergessenheit) intrnseco a la metafsica slo pueda ser comprendido a la luz del abandono del ser (Seinsverlassenheit), de su rehso, que va ms all de toda disposicin y accionar del hombre. Slo a partir de estas consideraciones puede comprenderse otro de los aspectos centrales del pensamiento heideggeriano, la nocin de verdad en cuanto altheia. Para el filsofo alemn, la verdad como correspondencia propia de la tradicin metafsica es una comprensin derivada, que no puede dar cuenta de la esencia profunda de la verdad. Segn Heidegger, la verdad, en sentido originario, es un ocultante desocultamiento: ser verdadero significa surgir a la presencia, un surgir en el que, sin embargo, siempre hay algo que se reserva, que permanece latente. Se hace evidente, entonces, que ser y verdad estn profundamente unidos; ms an: se identifican. Que una cosa sea verdadera no significa, para Heidegger, que dicha cosa concuerde efectivamente con lo que sobre ella se enuncia; la interpretacin correspondentista de la verdad slo puede establecerse all donde prima una verdad ms esencial, la de la propia cosa manifestndose como lo que ella misma es. Ser verdadero es tanto como surgir al ser, a la presencia, en esa cadencia originaria que remite siempre al rehso y al ocultamiento. En el marco de estas consideraciones, uno de los aspectos que adquiere mayor relevancia es el que se refiere a la cuestin del lenguaje. La preocupacin por el lenguaje y el habla es una constante a lo largo del corpus heideggeriano. As, por ejemplo, en Ser y tiempo el lenguaje es considerado un existenciario, una de las estructuras ontolgicas fundamentales del Dasein, siendo entonces comprendido como articulacin del ser-en-el-mundo. Aqu, no obstante, nos referiremos principalmente a los textos tardos del filsofo, particularmente, a una serie de conferencias reunidas en un tomo titulado Unterwegs zur Sprache, publicado en 1965. Como veremos a continuacin, a lo largo de estas conferencias Heidegger se aboca a elucidar una interpretacin originaria del lenguaje, tomando como punto de partida el horizonte desplegado por la comprensin del ser como acaecer.

La interpretacin heideggeriana del lenguaje se mueve, ella tambin, en el mbito de la confrontacin (Auseinandersetzung) con la historia acontecida de la metafsica. Como seala Dina Picotti, para Heidegger la metafsica habra pensado el lenguaje en relacin entitativa con el hombre y dada la ambigedad de su idea de ser que en realidad mienta al ser del ente sin asumir la diferencia ontolgica, no le habra sido posible pensarlo en su originariedad ni en el ltimo fundamento de aquella relacin. La determinacin metafsica del lenguaje parte de la interpretacin del lgos como enunciado (Aussage) y como enlace de representaciones. El lenguaje resulta entonces reducido a mera enunciacin del ente, y en tanto tal es asignado nicamente al hombre, al animal rationale, con lo cual el lenguaje mismo es comprendido como un instrumento, como un objeto ms entre otros.

Ahora bien, el otro pensar no puede ser dicho por el lenguaje de la metafsica; comprender el otro pensar exige tambin otro lenguaje. Esto no implica, sin embargo, que debamos crear un nuevo lenguaje artificial para el ser; por el contrario, de lo que se trata es de encontrar la esencia del lenguaje, aquella que la metafsica encubre, para recuperar la simplicidad y la fuerza originaria de las palabras, que radica no slo en su mostrar, en su decir, sino tambin, y especialmente, en lo que permanece callado: al acaecer del ser, que es oscilacin de donacin y rehso, del ocultante desocultamiento de su verdad, slo puede corresponder un lenguaje que se llame a silencio, que pueda contenerse en la retencin. De all que, en los Beitrge zur Philosophie, Heidegger seale que la lgica del lenguaje del ser es una sigtica: el silencio es la lgica de la filosofa, en tanto sta pregunta la cuestin fundamental desde el otro comienzo. Ella busca la verdad del esenciarse del ser, y esta verdad es la ocultacin (el misterio) que hace seas- resuena del evento (el hesitante rehso).

Estas ideas se profundizan en las ya mencionadas conferencias sobre el lenguaje. En ellas, Heidegger sostiene que considerar el propio origen (Ursprung) del lenguaje exige un cambio de actitud: ya no se trata de preguntar sobre el lenguaje, sino de ingresar en l, de aprender a habitarlo. Para ello, es necesario ir de la actitud vigente, volcada hacia lo entitativo, a una actitud de retencin ante aquello que el lenguaje mismo tiene para decirnos. Tenemos que estar dispuestos a ser afectados por el lenguaje, y a corresponder su llamado con nuestra respuesta; tenemos que ingresar en el acontecer histrico del lenguaje, es decir, en el acontecer del ser, puesto que el lenguaje, en su acaecer, implica un darse y un sustraerse que no se agota en lo que acaece. El ser se da siempre en el ente, pero no se agota en el ente: este es el sentido del trmino pliegue (Zwiefalt) que Heidegger utiliza para precisar el alcance de la diferencia ontolgica.

Heidegger seala que, as como del ser slo cabe decirse que se da, que acaece, del lenguaje slo podemos decir que es lenguaje. Esta aparente tautologa apunta en verdad a sealar que no podemos pretender ir ms all del lenguaje para descubrir su esencia, sino que debemos permanecer en l, puesto que no deseamos fundamentar el lenguaje desde otra cosa que no sea l mismo. Ahora bien, como aclara a continuacin, no se trata tampoco de buscar el fundamento del lenguaje, puesto que esto implicara permanecer en el mbito metafsico de lo ente, sino de precipitarse en la altura de ese abismo que es el ser mismo.

En este habitar el lenguaje que Heidegger propone, ocupa un rol fundamental el dilogo con aquellos poetas que, como Hlderlin, George, Rilke o Trakl, poetizan el propio poetizar, atisbando as la esencia misma del lenguaje. El decir potico no emplea palabras como medios de comunicacin que designan objetos verificables y representables, sino que nombra esencialmente, convoca en la palabra. En esta reflexin poetizante, seala Heidegger, advertimos que la palabra, como el ser, no es un ente, ni tampoco lo es el pliegue, la relacin de ente y ser. La palabra es un darse, un es gibt, porque la palabra da el ser, seala el mbito en el que el ser acaece. Esto, y no otra cosa, es lo que est por pensar, y lo que al mismo tiempo se sustrae. Heidegger se apropia de los versos de Stephan George: As aprend triste la renuncia: ninguna cosa sea donde la palabra falte. La relacin entre lenguaje y ser es una relacin esencial, puesto que cuando la palabra falta aparece en plenitud la ausencia del ser, su rehso, pero con ella aparece tambin lo milagroso de su presenciar.

La ntima relacin que une al pensar y el poetizar lleva a Heidegger a preguntarse, empero, si no nos enfrentamos al peligro de limitar en cierto sentido ambas ocupaciones. En efecto, existe el riesgo de pensar demasiado y cerrarse a la poesa, y el riesgo opuesto de resistirse a admitir que la verdadera experiencia con el lenguaje sea slo la pensante, siendo que el elevado poetizar oscila permanentemente hacia un pensar. El pensar y el poetizar se requieren mutuamente porque ambos se mueven en la vecindad del ser, pero cada uno de ellos determina de manera diferente este mbito que comparten. Poetizar y pensar son las dos formas esenciales en que se bifurca el lenguaje: el poeta nombra lo sagrado, lo que slo nos ofrece sus signos, mientras que el pensador nombra la esencia de las cosas; acogiendo los signos de lo que acontece, el poeta funda el lenguaje y la historia, en tanto que la tarea del pensador es cuestionar y aclarar el acaecimiento. Cantar y pensar -dice bellamente Heidegger- son los troncos vecinos del poetizar. Nacen del ser y alcanzan su verdad. Su relacin hace pensar lo que Hlderlin canta de los rboles del bosque: Permanecen desconocidos el uno del otro, mientras se elevan sus vecinos troncos. Ahora bien, las consideraciones de Heidegger en torno al lenguaje resultan fundamentales para comprender los alcances del proyecto heideggeriano en pos de una nueva forma de pensar y comprender el ser. En efecto, el lugar que ocupan el lenguaje y la poesa en el pensamiento de Heidegger ayuda a comprender que la superacin de la metafsica no constituye un mero intento especulativo, sino que tiene, para Heidegger, un valor exhortativo: se trata, justamente, de hacer una experiencia (Erfahrung) originaria del ser, experiencia que se manifiesta en la forma de un habitar no metafsico. Tal habitar slo puede ser, de acuerdo a Heidegger, un habitar potico (Heidegger, 2001a:139-152). Al nombrar la esencia de las cosas, el poeta instaura la morada de los hombres en la vecindad del ser; seala al hombre que un habitar originario no puede acontecer en el mbito de la maquinacin y el seoro de la tcnica -prolongacin extrema y definitiva de la metafsica en la contemporaneidad- sino en la dimensin esencial de la cuaternidad: salvando la tierra y no devastndola, acogiendo el cielo y sus signos, honrando lo sagrado, lo que trasciende, acompaando a los mortales, en el estar entre las cosas al cuidar su despliegue o erigirlas (Picotti, 2010:121). La meditacin sobre el lenguaje potico no es accesoria ni secundaria, puesto que ser, verdad y lenguaje se pertenecen mutuamente; ms an, slo en referencia a esta copertenencia puede dilucidarse el propio destino del hombre, quien deber decidir si contina adentrndose en la devastadora maquinaria de la tcnica contempornea, o si se aventura en un pensar preparatorio, encaminndose as hacia un habitar originario. Heidegger, M., Eplogo a Qu es metafsica?, Hitos [trad. de Helena Corts y Arturo Leyte], Madrid, Alianza, 2000, pp.252-253

Cfr. Heidegger, Martin, El ser y el tiempo, [trad. de Jos Gaos], Mxico, FCE, 19, p.

Cfr. Heidegger, Martin, Ciencia y meditacin, Conferencias y artculos [trad. de Eustaquio Barjau], Barcelona, Serbal, 2001, p.49

Cfr. Heidegger, Martin, Qu significa pensar? [trad. de H. Kahnemann], La Plata, Terramar, 2005, pp. 135 y ss.

Cfr. Heidegger, Martin, Nietzsche [trad. de Juan Luis Vermal], Barcelona, Destino, 2000, Tomo II, pp. 397 y ss.

En su uso habitual, Geschick tiene el sentido de destino y de envo, dado que se relaciona con el verbo schicken, enviar. Ahora bien, cuando Heidegger nos dice que el ser es Geschick, hace hincapi en el parentesco que existe entre este trmino y Geschichte, historia; buscando as mostrar que el ser se enva, se destina en distintas aperturas histricas, que el acontecer del ser es historia.

Heidegger, M., Ser y tiempo, Mxico, FCE, pp. 179 y ss.

Picotti, D., op. cit., p.95

Heidegger, M., Aportes a la filosofa. Acerca del evento, ed. cit., p. 77-78

Heidegger, M., En camino hacia el lenguaje [trad. de D. Picotti], indito, p. 84

ibidem, p.10

ibidem, p. 107

Picotti, D., op. cit., p.108

Heidegger, M., La experiencia del pensar, Crdoba, Ed. del Copista, 2007, p. 45

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