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Leija Camacho Brian. Historia de la filosofía VII. Las oposiciones de la dialéctica del amo y el esclavo; una interpretación “totalizante”. La dialéctica del amo y el esclavo sin duda ha sido fuente de diversos filósofos, ahora bien en este trabajo nos centraremos en dos lecturas interpretativas de la figura del amo y el esclavo: Kojevé y Bataille. En el primer caso, la dialéctica del amo y el esclavo, conserva el espíritu hegeliano, en el sentido de que se desarrolla, por algunos momentos, la apoteosis de la lucha, es decir, de la lucha a muerte de tales figuras, lo que hace de tales figuras entrar dentro de algo polémico, por decirlo de alguna forma, casi épica, y ello tomando en cuenta que, como señala el propio Bataille, Kojevé tenía conocimiento de lo ocurrido en 1905, y también de la filosofía de Heidegger -sobre lo que Bataille añade una especial atención-. Ahora bien, desprendemos del pensamiento de Hegel los términos previos a la exposición de la dialéctica del amo y el esclavo, y enfatizaremos en la transición de la conciencia a la autoconciencia ya que este último forma parte importante de "nuestro objeto". Una vez consumada la exposición, analizaremos un par de elementos analizados por Kojevé, los cuales consisten en la transición de un "sujeto animal", sujeto de naturaleza, o cómo se le quiera llamar, y la autoconciencia "humanizada" así como algunas de sus implicaciones. Después de ello, veremos como la lectura de Bataille problematiza el término de muerte, el cual consiste una de las notas esenciales del <<reconocimiento>> y por lo tanto del <<enfrentamiento>>, lucha o como se le quiera llamar. Este término -muerte- ya resulta un tanto polémico desde el propio Hegel; y que en principio resulta aún más paradigmático desde el propio Bataille, pero que ayuda a replantear algunos

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Leija Camacho Brian.Historia de la filosofa VII.

Las oposiciones de la dialctica del amo y el esclavo; una interpretacin totalizante.

La dialctica del amo y el esclavo sin duda ha sido fuente de diversos filsofos, ahora bien en este trabajo nos centraremos en dos lecturas interpretativas de la figura del amo y el esclavo: Kojev y Bataille. En el primer caso, la dialctica del amo y el esclavo, conserva el espritu hegeliano, en el sentido de que se desarrolla, por algunos momentos, la apoteosis de la lucha, es decir, de la lucha a muerte de tales figuras, lo que hace de tales figuras entrar dentro de algo polmico, por decirlo de alguna forma, casi pica, y ello tomando en cuenta que, como seala el propio Bataille, Kojev tena conocimiento de lo ocurrido en 1905, y tambin de la filosofa de Heidegger -sobre lo que Bataille aade una especial atencin-.

Ahora bien, desprendemos del pensamiento de Hegel los trminos previos a la exposicin de la dialctica del amo y el esclavo, y enfatizaremos en la transicin de la conciencia a la autoconciencia ya que este ltimo forma parte importante de "nuestro objeto". Una vez consumada la exposicin, analizaremos un par de elementos analizados por Kojev, los cuales consisten en la transicin de un "sujeto animal", sujeto de naturaleza, o cmo se le quiera llamar, y la autoconciencia "humanizada" as como algunas de sus implicaciones. Despus de ello, veremos como la lectura de Bataille problematiza el trmino de muerte, el cual consiste una de las notas esenciales del y por lo tanto del , lucha o como se le quiera llamar. Este trmino -muerte- ya resulta un tanto polmico desde el propio Hegel; y que en principio resulta an ms paradigmtico desde el propio Bataille, pero que ayuda a replantear algunos trminos, en funcin del "desarrollo histrico", en tanto que idea ingenua o "catastrfica" como la considera W. Benjamin.

Todo ello no es necesariamente el intento de establecer una estricta continuidad cronolgica entre tales interpretaciones, ya que ello supondra una unicidad. Y, que al respecto de la llamada autoconciencia, y el propio Hegel asume la "multivocidad", desdoblamiento o como busque llamrsele de lo que podramos determinar de manera previa como "contenido de la conciencia".

Elementos de la transicin de la conciencia a la autoconciencia.

La primera figura desdeada por Hegel en la fenomenologa del espritu es la llamada , la cual es una figura negativa, ya que en s conserva de entrada la indiferencia frente a su propia esencia, no le importa "desplegarse" o investigarse a s misma, porque ella se encuentra por una parte conforme con el objeto y por otra parte no ha reconocido su papel como sujeto que percibe tal o cual objeto, lo que presupone ya varias categoras como no constitutivas de tal sujeto -el cual es presentado tambin como substancia-. As pues esta figura de la certeza sensible se ve rebasada por la categora de y no slo por ella

[...] Nada de esto interesa a la verdad de la certeza sensible; ni el yo ni la cosa tienen aqu la significacin de una mediacin mltiple; el yo no significa un representarse o un pensar mltiple, ni la cosa tiene significacin de mltiples cualidades, sino que la cosa es, y es solamente porque es; ella es: he ah lo esencial para el saber sensible, y este puro ser o esta inmediatez simple constituye la verdad de la cosa..." p.63

Y, rebasando esta certeza sensible, se encuentran "fuera del puro ser los dos estos, el ste como yo y el esto como objeto." constituye el "paradigma" el yo y la cosa; el primero se encuentra mediatizado ya que en la certeza sensible, es "el objeto" el medio en el que se constituye el yo, ..."Pero el objeto es, es lo verdadero y la esencia; es indiferente a ser sabido o no; y permanece aunque no sea sabido; en cambio, el saber no es en s el objeto no es", digamos que este es "un argumento que ofrecera la certeza sensible" y, en este caso el "sabio" Hegel digamos que ha puesto en su desarrollo la postura del realismo ingenuo, para esta postura el objeto "encuentra" su valor de verdad de forma independiente a su objeto, es decir al "objeto real", ms adelante dice Hegel, para confirmar la tesis de la certeza sensible:

"si este su concepto de ser esencia corresponde al modo como se halla presente[...] Hay que preguntarle, por tanto, a ella misma: qu es el esto? Si lo tomamos bajo la doble figura de su ser como el ahora y el aqu, la dialctica que lleva en l cobrar una forma tan inteligible como el esto mismo"

Aqu pues, lo que se "manifiesta" es pues, la ambigedad, o si se prefiere la universalidad del "esto" en este caso "contiene" otras categoras, entre ellas la espacio temporalidad del 'aqu y ahora' el cual puede ser cualquier momento, a pesar de haber dejado de ser, y as rplica Hegel: "pero enunciamos lo universal; o bien no nos expresamos sencillamente tal como lo suponemos" p. 65as pues esta rplica es pues la afirmacin del carcter universal de los trminos ya analizados, tanto de la suposicin forjada por Hegel y "apellidada" sensible, ..."como advertimos, el lenguaje es lo ms verdadero; nosotros mismos refutamos inmediatamente en l nuestra suposicin, y como lo universal es lo verdadero de la certeza sensible y el lenguaje slo expresa este algo verdadero, no es en modo alguno posible decir nunca un ser sensible que nosotros suponemos.

Al respecto Hegel pone como ejemplo un par de proposiciones:

"A la pregunta de qu es el ahora? contestaremos, pues, por ejemplo: el ahora es la noche. Para examinar la verdad de esta certeza sensible, bastar un simple intento[...] Pero si ahora, este medioda revisamos esta verdad escrita, no tendremos ms remedio que dicha verdad ha quedado ya vaca. P.64

La "unilateralidad" e indiferencia de tales proposiciones respecto a su valor de verdad -perteneciente an a la figura de la certeza sensible- se ve rebasada. "El esto -en tanto que aqu o ahora- se revela, de nuevo, pues, como una simplicidad mediada o como universalidad." La insuficiencia pues, en la suposicin de aquello que para la certeza sensible, la cual es; en su ser puro, en este caso como . Por otra parte el tambin son insuficientes -al menos para Hegel- porque se ha mostrado como algo mediato, recordemos la universalidad de estas 'pequeas categoras' y la figura de la certeza sensible supone de la cosa como verdadera y ello por su inmediatez y particularidad.

Sin duda he sintetizado mucho, y continuar hacindolo hasta empezar propiamente con la figura del amo y el esclavo; sencillamente porque requiere mayor profundidad esta parte. As pues, el sujeto hegeliano corre la misma suerte que el puro objeto de la certeza sensible, si bien "la fuerza de su verdad reside ahora, pues, en el yo, en la inmediatez de mi vista, de mi odo, etc" , ojo que aqu no se presenta el sujeto cartesiano en el que el yo, y ms precisamente el cogito; que es condicin suficiente de su existencia no est presentado como relacin, en cambio este sujeto hegeliano ya tiene su relacin implcita, aunque tensional y 'contraria' a lo que supuso como objeto, en cambio este sujeto se parece ms al sujeto trascendental kantiano, que encontramos en la esttica trascendental en la cual se afirman las categoras de como intrnsecas al sujeto, (aadir la cita de la metfora de las gafas), en este sentido consisten en pequeas categoras de la forma pura de las intuiciones, espacio temporalidad, o como guste llamarles. Lo que ocurre con la verdad, puesta sobre el sujeto de la figura de la certeza sensible, a pesar de que espacio y tiempo no constituyan un problema -como s ocurre con la certeza sensible que pone su fe en el objeto puro-, lo que an constituye un problema para esta figura en su etapa del de la certeza sensible es de nuevo el problema de la universalidad de cualquier , dice Hegel: "Yo, ste, veo el rbol y afirmo el rbol como el aqu; pero otro yo ve la casa y afirma que el aqu no es un rbol, sino que es la casa" p66 como ya habamos anticipado; al igual que el objeto, este puede ser cualquier yo "lo mismo, al decir yo digo este yo singular, digo en general, todos los yo" p.66 aunque el trmino conserve esencialmente las notas de inmediatez espacio temporales si ocurre la carencia de necesidad, por lo tanto la certeza sensible ha quedado rebasada "su esencia no est ni en el objeto ni en el yo", tampoco la inmediatez de ambos trminos, al menos si se les considera por separado -al otorgarle a uno y slo a uno su valor de verdad-, por lo tanto a la conclusin que llega Hegel es:

"poner la totalidad de la certeza sensible misma d su esencia [...] Su verdad se mantiene como una relacin que permanece igual a s misma que no establece entre el yo y el objeto diferencia alguna con respecto a lo esencial y lo no esencial" [...]

La totalidad de esta la certeza sensible, o si se prefiere la experiencia de tal figura est configurada por la frmula y la relacin inmediata con el objeto, Hegel pone un ejemplo que inclusive resulta cmico:

"Yo, ste, afirmo por consiguiente el aqu como rbol y no me vuelvo, evitando con ello que el aqu se convierta para m en un no-rbol; ni me entero tampoco de que otro yo ve el aqu como no-rbol o de que yo mismo tomo en otra situacin el aqu como no-rbol o el ahora como no-da, sino que soy puro intuir"

Al comprender pues, el sujeto hegeliano de la relacin inmediata con su objeto, o el puro intuir damos cuenta que: el ahora da o noche continuamos con la exposicin de los elementos de fenomenologa. Cuando Hegel est por conclur la exposicin de los elementos de sta figura, nos confiesa "Es claro que la dialctica de la certeza sensible no es sino la simple historia de su movimiento o de su experiencia y, a su vez, la certeza sensible misma no es sino esta historia" p.69 , en este sentido hemos llegado a la posicin del empirismo, o la conciencia natural, respecto a la acumulacin de casos concretos:

"La conciencia natural llega, por ello, siempre, por s misma, a este resultado, lo que en ella es verdadero y hace experiencia de ello; pero enseguida vuelve a olvidarlo y reinicia el movimiento desde el principio"

Es decir, que ste empirismo es caracterizado por Hegel, para este ltimo se presenta una contradiccin, y que inclusive arrastran una cierta radicalidad "Es, pues, sorprendente que, frente a esta experiencia, se presente como experiencia universal y tambin como afirmacin filosfica y hasta como resultado del escepticismo", para Hegel pues esto va demasiado lejos ya que tales conclusiones son equivalentes a no dar cuenta de la historia de tales experiencias, la narratividad y el lenguaje que se ocupa en lo que se supone como "lo ms particular", por ejemplo: ,, y , tomando en cuenta que para Hegel continan expresndose a s mismas como parte del lenguaje ello hace que representen su universalidad, sin embargo tal empirismo habla de "cosas reales, de objetos externos o sensibles, de esencias absolutamente individuales" p. 70 lo que excluye la frmula del empirismo caracterizado por Hegel, este es cualquier cosa, es decir algo simple y universal, por ejemplo, en la afirmacin "este trozo de papel" implica que "todo trozo de papel es un este trozo de papel" p.70, por lo tanto Hegel excluye - en tanto que queda corta la totalidad de la experiencia de la certeza sensible- su pretendida particularidad.

Para la exposicin de la segunda parte del captulo de la conciencia llamado la percepcin, o la cosa y la ilusin, abre con la distincin clsica ser y esencia, mientras la certeza sensible no se equipara de verdad, dado que la verdad implica universalidad; "pero quiere captar el esto", la percepcin o capacidad receptiva del sujeto asume su carcter universal, y por lo tanto necesario: "Aquel principio nace para nosotros, por lo que nuestro modo de acoger la percepcin no es ya un acoger que se manifiesta, como el de la certeza sensible, sino necesario" p.71, aqu pues Hegel va a identificar objeto y esencia, en contraposicin al sujeto de la percepcin mantiene como dos trminos diferenciados al relacionarse estos trminos como contrapuestos lo que sucede es la valorizacin de lo percibido como lo no esencial, y por lo tanto conforman un binomio no esencial, pero dado que Hegel identifica la universalidad de la totalidad de los momentos, o el binomio de la percepcin, ocurre pues que lo percibido o el objeto requiere ser ms preciso "el objeto debe expresar esto en l -universalidad - como su naturaleza, mostrndose as como la cosa de mltiples cualidades" p.71, o determinaciones.

La cosa, o la coseidad en general constituye la expresin de la multiplicidad de cualidades -las cuales son indiferentes entre s, es decir no se implican en tanto que atributos- unidas por el trmino , por ejemplo " Esta sal es un aqu simple y, al mismo tiempo, mltiple; es blanca y es tambin de sabor salino, y es tambin de forma cbica, posee tambin determinado peso, etc", o podemos entenderlo de la siguiente manera la forma cbica no implica el sabor salino, determinado peso no implica el sabor salino, pero el trmino de sal implica todas las propiedades sealadas, y se mantienen por el "tambin", y ocurre lo mismo con los sentidos, sentido pues es tanto la propiedad, predicado, etc; pero tambin el correlato sensible; el que se corrobora por medio de la capacidad receptiva del sujeto.

Aunque en la segunda determinacin de sentido "Siendo el objeto lo verdadero y lo universal lo igual a s mismo, y la conciencia, en cambio lo variable y lo no esencial, a sta puede ocurrirle que aprehenda el objeto de un modo inexacto e incurra en ilusin" , as pues "la experiencia que hace la conciencia en su percibir real"p.74 con relacin a la multiplicidad de las propiedades de la coseidad y el ejemplo del trmino "El objeto que yo capto se ofrece como un puro uno; mas yo descubro en l la propiedad que es universal, pero que, por serlo, rebasa la singularidad" p. 74 es decir que, por ejemplo la sal une por as decirlo la multiplicidad de las propiedades que ella implica, pero este sujeto de la percepcin, en su percibir la sal no da cuenta de que no es la sal particular la que implica sus atributos -tambin universales- sino que es la sal en general junto con sus atributos, es decir la igualdad del objeto consigo mismo, y que si se marca de forma tajante la diferencia con el sujeto percipiente, estaramos tentados a adjudicar la variabilidad puesta sobre la conciencia, y ms bien esta variabilidad se da en primer lugar por la determinacin de otros objetos, unicidad frente objetos, y la determinacin de los atributos ocurre por atributos contrarios o antagnicos, es decir interdefinibles, por ejemplo el cido que es interdefinible por su antagnico base siendo as los atributos relativos a otros por relaciones tensionales, y las cosas de las que se predica -multiplicidad de predicados- expuesta su unidad frente a otras cosas, todo lo anterior implica que la multiplicidad no es localizable en la conciencia tal quel.

"La conciencia vuelve, pues, a recorrer necesariamente este ciclo, pero, al mismo tiempo, no lo recorre ya del mismo modo que la primera vez. Ha pasado, en efecto, por la experiencia de que el resultado y lo verdadero del percibir son la disolucin de la conciencia o la reflexin dentro de s misma partiendo de lo verdadero".p.75

Es decir que este ciclo propio de la Fenomenologa del espritu consiste en este vaivn entre el anlisis de lo que ms bien hemos visto que lo primero son aquellas suposiciones que parten de la certeza en algo intuitivo, real, externo, y que al hacer la "experiencia" o historia de las tesis de tales exposiciones vemos que requieren de la conciencia para recuperar el trabazn, o las contradicciones en este sentido la experiencia se ve reflejada dentro de la misma conciencia, por ejemplo al labrar las figuras de la , , , etc. pero "La conciencia conoce este lado, al mismo tiempo, como el suyo y lo acoge, con lo cual se mantiene puro, por tanto, el verdadero objeto"p.75 . Lo que ahora es puesto como un movimiento reflexivo, dentro de la misma conciencia. As pues la conciencia al distinguir o separar la aprehensin de lo verdadero "de la no verdad de su percibir", bien pues este percibir es modificado, o corregido por la conciencia, esta ltima convierte as el percibir como de suyo, es decir perteneciente a ella. Aunque para complementar el razonamiento de Hegel, tenemos que tomar en cuenta lo ya expuesto relativo a los atributos y el ejemplo de la sal, y " como esta se ofrece reflejada en s del mismo modo como "supuestamente" se puso la figura la percepcin.

"La conciencia ha salido, pues, tambin de este segundo modo de comportarse en la percepcin, que consiste en tomar la cosa como lo verdadero igual a s mismo, pero tomndose a s como lo desigual -conciencia de la ilusin-" p. 77

En relacin a la filosofa kantiana podemos decir que Hegel a diferencia de la primera ha intentado deshacerse de la cosa en s, ya que por medio de los momentos ya analizados, tales momentos la cual corresponde a la coseidad en general hegeliana se realiza d manera implcita la crtica a la cosa en s kantiana,sta ltima: "La cosa es, por tanto, indudablemente en y para s, igual a s misma" y, as rplica Hegel a su caracterizacin de la cosa en s kantiana "pero esta unidad consigo misma se ve perturbada por otras cosas; as se mantiene la unidad de la cosa y, al mismo tiempo, el ser otro tanto fuera de ella como fuera de la conciencia" 78, lo que sin duda resulta absurdo al menos desde tal caracterizacin.

Ahora pues, analizaremos brevemente el apartado tercero de la parte de la conciencia titulada Fuerza y entendimiento, fenmeno y mundo suprasensible, l cual es propiamente la transicin de la conciencia a la autoconciencia; de la cual ya se han preparado algunos elementos.

Ahora Hegel construir propiamente el concepto de conciencia "para la conciencia, el objeto ha retornado a s desde el comportamiento hacia otro, y con ello ha devenido concepto en s; pero la conciencia no es todava el concepto" p.82 sin lugar a duda la filosofa de Hegel comienza a tornarse an ms compleja pero comenzaremos a introducir algunos elementos trabajados por Kojev ya que este es uno de nuestros objetivos.

El propsito, al menos en principio de Hegel era "Segn mi modo de ver, que deber justificarse solamente mediante la exposicin del sistema mismo, todo depende de que lo verdadero no se aprehenda y se exprese como sustancia sino tambin y en la misma medida como sujeto" en ese sentido hemos visto que no slo se contrapone al sino que guardan una relacin complejas. En t