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1 TODAVÍA ESTAS PALABRAS Pedro Casaldáliga 1994 A los que conmigo dicen de rodillas la Palabra, a cuantos gritan conmigo -quizá contra los que callan, siempre contra los que mienten-, a los que conmigo emplazan la lenta aurora del Reino, ... todavía estas palabras. ÍNDICE I. Y VAN A SER 500 AÑOS A Cristóbal Colón o Colombo, o Colom A las tres carabelas A Moctezuma A Bartolomé de Las Casas A Antonio Valdivieso Al conquistador anónimo Al indio anónimo Al negro anónimo A la madre anónima Soneto libre a la Patria Grande II. CENTROAMÉRICA NUESTRA Centroamérica nuestra Canto del Tiempo Maya Chetumal De México a Chiapas Guatemala ¡No pasarán, se pasarán! Leonel Rugama Canción salvadoreña Honduras clandestina III. CONFESIONES Voy a pasar la vida Dentro de Auschwitz Me anuncian otra vez la esperada El posible revólver convocaba El tiempo y yo

Todavía Estas Palabras. Pedro Casaldáliga,

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    TODAVA ESTAS PALABRAS

    Pedro Casaldliga

    1994

    A los que conmigo dicen

    de rodillas la Palabra,

    a cuantos gritan conmigo

    -quiz contra los que callan,

    siempre contra los que mienten-,

    a los que conmigo emplazan

    la lenta aurora del Reino,

    ... todava estas palabras.

    NDICE

    I. Y VAN A SER 500 AOS A Cristbal Coln o Colombo,

    o Colom

    A las tres carabelas

    A Moctezuma

    A Bartolom de Las Casas

    A Antonio Valdivieso

    Al conquistador annimo

    Al indio annimo

    Al negro annimo

    A la madre annima

    Soneto libre a la Patria Grande

    II. CENTROAMRICA

    NUESTRA Centroamrica nuestra

    Canto del Tiempo Maya

    Chetumal

    De Mxico a Chiapas

    Guatemala

    No pasarn, se pasarn!

    Leonel Rugama

    Cancin salvadorea

    Honduras clandestina

    III. CONFESIONES

    Voy a pasar la vida

    Dentro de Auschwitz

    Me anuncian otra vez la

    esperada

    El posible revlver convocaba

    El tiempo y yo

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    Tiempo de frustracin

    Salmo 23

    Maldita sea la cruz

    Algo tenemos, Roma, de

    romanos

    Cardenales de Roma

    Yo, pecador y obispo, me

    confieso

    Piensa tambin con los pies

    Te llamarn poeta

    Dios es Dios

    Amor celoso

    IV. SACRAMENTOS

    Esposa tierra

    Pjaro sabi

    Al ciprs de Emb

    Las garzas blancas

    Ro das Mortes

    La hiedra cubre el tronco

    Esas madres!

    Loca de un parto muerto

    Gustavo Gutirrez

    Los mrtires de la andadura del

    pueblo

    Meruri, 10 aos despus

    Decir tu nombre, Mara

    Eucarista

    V. ANTFONAS

    Deus absconditus

    Asamblea episcopal

    VI. PROVERBIOS Proverbios

    Palabra

    I. Y van a ser 500 aos...

    A CRISTBAL COLN O COLOMBO O COLOM

    La mar era ms ancha que Castilla

    y el finis terrae no era la verdad.

    Mejor que tu ambicin so tu quilla

    y abri los muros de la Humanidad.

    No fue misin de Espaa ni de Roma:

    nos encontraste por casualidad.

    (Armada ya la paz de tu paloma

    contra la paz de nuestra libertad).

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    Tierras, tesoros, vidas, de un acaso,

    perdido nos hallaste y nos vendas,

    Cristbal, de qu Cristo portador?

    El Nuevo Mundo te sala al paso,

    mientras buscabas slo especiaras,

    sirviendo, sin saberlo, a un Rey mayor.

    A LAS TRES CARABELAS

    Palomas de la fiebre de Moguer

    tan dulces en la boca vuestros nombres,

    nias las tres violadas por los hombres

    del oro y de la sangre y del poder.

    Calzabais horizonte y aventura,

    volvindole la pgina a la Historia.

    Pero al azar de vuestra trayectoria

    la mar se inundara de amargura.

    El grito de Pinzn hiri la tierra

    y el vuelo del quetzal dej varado

    y puso a la subasta nuestra suerte.

    Palomas mensajeras de la guerra,

    detrs de vuestros sueos han llegado

    todas las carabelas de la muerte.

    A MOCTEZUMA

    Dioses por dioses, sin piedad trocaban;

    madres por viudas, reyes por vasallos.

    La muerte cabalgaba en sus caballos.

    Sus cruces y sus preces blasfemaban.

    No fue Dios quien les dio tanta victoria.

    No andaba Dios metido en sus degellos.

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    Menos que maceguales todos ellos,

    quemaron con sus naves su memoria.

    Y basta ya de imperios y de oro.

    Sea el maz el nico tesoro

    y soberano el Pueblo y ley la Vida.

    Libre la sangre en las banderas rojas,

    vers reverdecer piedras y hojas,

    Tenochtitln ver la amanecida.

    A BARTOLOM DE LAS CASAS

    Los Pobres te han jugado la partida

    de una Iglesia mayor, de un Dios ms cierto:

    contra el bautismo sobre el indio muerto

    el bautismo primero de la vida.

    Encomendero de la Buena Nueva,

    la Corte y Salamanca has emplazado.

    Y ese tu corazn apasionado

    quinientos aos de testigo lleva.

    Quinientos aos van a ser, vidente,

    y hoy ms que nunca ruge el Continente

    como un volcn de heridas y de brasas.

    Vuelve a ensearnos a evangelizar,

    libre de carabelas todo el mar,

    santo padre de Amrica, las Casas!

    A ANTONIO VALDIVIESO

    Llenos de uncin y libertad tus labios,

    repletas de oro y de terror sus arcas,

    Pedrarias o Somoza los tetrarcas,

    y t y tu Pueblo frente a sus agravios.

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    Pastor, espejo claro de pastores,

    que el leo de las Casas ha bruido,

    un Pueblo nuevo vela, estremecido,

    la herencia de tus huesos redentores.

    Pastor de Nicaragua, todava

    necesitamos hoy tu parresa

    contra el Imperio o en la Iglesia ausente.

    Primer ocote de la Iglesia alerta,

    rosa de sangre pastoral abierta

    en el costado azul del Continente.

    AL CONQUISTADOR ANNIMO

    Cierzo y candil, tocino y vino rancios,

    tu geografa te encuadraba en tres

    todos los altercados y cansancios:

    la plaza, la bodega y el ciprs.

    Pastor de puercos, plantador de esperas,

    ahto de servir o de soar,

    de pronto se te abrieron las fronteras

    y te sentiste dueo de la mar.

    Venas para el rey, por la fortuna,

    perdones y oro codiciando a una,

    hroe y bandido mitad por mitad.

    Pobre trado para matar pobres,

    dejabas, entre lgrimas salobres,

    conquistas de embarazos y orfandad.

    AL MISIONERO ANNIMO

    Quizs no daba ms tu teologa,

    del Reino y de un imperio servidor,

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    salvar y conquistar la pagana,

    cruzado entre las armas y el Amor.

    La espada tu Evangelio desmenta,

    los yelmos apagaban tu fervor,

    la mucha sangre de tu Eucarista

    no era slo la sangre del Seor!

    Pudo la Pascua hacernos gente esclava?

    Qu nueva libertad nos liberaba

    en las violentas aguas del Bautismo?

    Qu paz traan tus atadas manos?

    Haca de verdad hijos y hermanos

    el Padre Nuestro de tu catecismo?

    AL INDIO ANNIMO

    Eras tierra, pasin, memoria, mito,

    culto en la danza y fiesta en el sustento.

    Pero ellos te imputaron el delito

    de ser otro y ser libre como el viento.

    Te hicieron colectivo anonimato

    sin rostro, sin historia, sin futuro,

    vitrina de museo, folclor barato,

    rebelde muerto o salvaje puro.

    Y, sin embargo, sigues siendo, hermano,

    ojos-acecho al sol del altiplano,

    huesos- murallas en los tercos Andes,

    races-pies en la floresta airada,

    sobreviviente sangre congregada

    por todo el cuerpo de la Patria Grande.

    AL NEGRO ANNIMO

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    Los labios gruesos del amor y el canto

    no besaran ms la tierra amada.

    Toda la sal del mar sera llanto;

    slo muerte y exilio, la mirada.

    La argolla y la blasfemia del cauterio

    cancelaron tu paz, tu Dios, tu gente.

    En las blancas razones del imperio

    t no eras, servas solamente.

    Pero llevabas frica en la entraa

    y hacas tuya toda patria extraa

    y siempre algn tambor salv tu hora.

    Carbn de libertad, diamante duro,

    arde en tu sangre el fuego del futuro

    hacia la prohibida negra aurora.

    A LA MADRE ANNIMA

    Madre de hijos hechos a la lumbre

    y de hijos impuestos por acoso,

    somos la despoblada muchedumbre

    de tu amor y tu vientre sin reposo.

    Molas las palabras y el maz,

    trenzabas los caminos y las palmas.

    Indios, negros, mestizos, tu matriz

    nos ha dado los cuerpos y las almas.

    Guarda tu soledad, nuestros despojos

    y en el claro de luna de tus ojos

    el horizonte irrenunciable vemos.

    Tambin bendita entre las mujeres,

    no tienes nombre, madre, pero eres

    la Amrica que somos y seremos.

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    SONETO LIBRE A LA PATRIA GRANDE

    Y sers t, por fin, la Patria Grande,

    India, negra, criolla, libre, nuestra,

    un Continente de fraternos Pueblos,

    del Ro Bravo hasta la Patagonia.

    Banqueros, dictadores y oligarcas

    engrosarn el polvo del olvido.

    No pagars la deuda que te hicieron.

    No aceptars ms multinacionales

    que Dios, la paz, el mar, el sol, la vida.

    Despertars los huesos de tus santos

    y los arbolars en pie de Historia.

    Sers un parto de utopas ciertas

    y el canto de tus bocas hermanadas

    ensear la dignidad al Mundo.

    II. Centroamrica nuestra

    CENTROAMRICA NUESTRA

    Como un volcn en ti,

    la paz de la Justicia.

    Bandera de los Pobres,

    como un viento de luchas,

    la Libertad, en ti.

    Centroamrica nuestra!,

    toda en dolor de parto,

    futura como el Reino,

    diaria como el llanto.

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    Maz de tierra y sangre, madura, la Esperanza.

    Amor en cada piedra, tatuada de Historia.

    Tortilla compartida, la Pascua verdadera.

    Eje del Mundo Nuevo,

    Centroamrica nuestra!

    Calladla, eruditos, fariseos.

    Dejadla en paz, los grandes, invasores.

    Veladla, de rodillas, los pequeos.

    (Dios la tenga en sus manos, da y noche,

    como un pjaro en vuelo).

    Que nadie aborte el sueo que late en la montaa.

    Que nadie apague el fuego que dora de Promesa

    las tiendas del exilio.

    Que nadie vista el da

    desnudamente nuestro

    nace de la noche en Centroamrica.

    CANTO DEL TIEMPO MAYA

    Sopla el viento consignas

    por las duras almenas,

    y las piedras palpitan, como senos preados,

    revestidos de carne combatiente.

    El tiempo es Tiempo Maya.

    Con verde terquedad,

    al sol de todos,

    yergue el maz paterno

    sus millones de antorchas.

    Entre el poder y el miedo,

    transitorios,

    muchos brazos custodian la insurrecta alborada.

    Indgenas, no ms,

    sin credenciales,

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    all en los campamentos -las tiendas del desierto-

    los refugiados en su propia tierra

    esperan regresar:

    -Regresaremos

    cuando en Guatemala

    la democracia

    ceda

    lugar

    a la Justicia;

    cuando sea cristiana

    la Verdad y no el nombre.

    Yo vuelco en garzas blancas

    sobre el campo, reseco y conculcado,

    mis presagios profetas.

    Cae la tarde como un desafo

    de incitantes penumbras

    delante de los montes

    que se las saben todas.

    Dolor y furia y canto desbordados,

    el Agua Azul viene de Historia adentro,

    y sube de la entera tierra maya,

    como un cuenco hervoroso de promesas,

    la sangre de los mrtires.

    El tiempo es Tiempo Maya.

    -Seremos otra vez un Pueblo libre,

    la nueva Guatemala!

    Con almendrados ojos

    veremos nuevamente la hermosura.

    Veremos los quetzales caseramente nuestros.

    Cruzaremos los cerros prohibidos,

    ya en continua oleada de paz y frtil canto.

    Cerraremos la herida de la impuesta frontera.

    Barreremos, por fin, del calendario

    tantos das nefastos.

    Sabias manos capaces

    de darle al mundo opaco

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    luces de artesana,

    tejeremos la vida de colores,

    trenzaremos la Historia de sorpresas diarias,

    trabajadas en Paz y con Justicia

    por el telar del Pueblo.

    El tiempo es Tiempo Maya.

    CHETUMAL

    Yo me fui a comprar futuro

    junto al mar.

    La zona franca

    no lo era bastante para m.

    No se compra la gracia de la vida.

    No se negocia con el Pueblo.

    La bandera en la piedra no ondeaba,

    era piedra.

    Pero el mar desplegaba, azul y verde,

    ms all de mis ojos

    su estandarte indomable.

    El guila dorada posaba muerta al sol,

    como una momia,

    mientras cantaban libres, sobre el csped,

    muchos zanates negros.

    Centroamrica es, toda, esperanza.

    Y ellos se estn volviendo monumento irrisorio,

    sal de olvido.

    Daba el reloj las diez.

    Daba la hora

    de ser ya para siempre solidario

    mi corazn.

  • 12

    Amrica era ma como un beso de nupcias.

    El Mar Caribe y yo seramos maana:

    la singladura azul de la utopa.

    DE MXICO A CHIAPAS

    Manando leche y miel

    cualquier tierra sera

    promesa

    para m,

    y para todos.

    La espumosa blancura

    que suba mi padre,

    con sus manos venosas,

    desde los olorosos mugidos del establo.

    Los nios de El Quich

    no tienen leche.

    Ven, beben,

    sangre,

    miedo.

    Chochos los borriquillos

    vuelven a su rutina.

    Vuelve la Primavera

    -nunca se sabe cmo-.

    Y las abejas liban

    el gozo del futuro,

    compaeras del aire soleado,

    guerrilleras tenaces del silencio.

    -Vamos seis aos,

    dice el campesino,

    como un Moiss;

    y su mirada miel

    se rasga en horizontes.

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    El viento ha desnudado

    esos cerros insomnes.

    La fe desnuda el corazn dispuesto.

    Centroamrica toda

    se me enrosca en el alma

    como un pacto

    de furor y ternura.

    Quiero mirar sus nios

    jugando a trastos viejos

    con el imperio roto;

    jugando a tierra libre,

    como pjaros.

    El mundo se hace tarde.

    Pero la luna exhibe

    su medalln de sueos.

    Caminos solidarios

    los caminos de Chiapas,

    transitados de Reino.

    las Casas nos acoge

    como un dogma de piedra incontestable

    perforando la noche.

    GUATEMALA

    Quetzales,

    incapaces de ser esclavos,

    dadnos

    la fatal hermosura de vuestra Libertad.

    Guatemala imposible tan segura del Tiempo!

    Invencible derrota,

    conquistada esperanza,

    matriz de sangre antigua,

    Guatemala!

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    Maz del Continente,

    pan de nuestro futuro,

    amasado en la piedra del silencio,

    con las aguas del llanto...

    Al rescoldo feraz de tus aldeas

    coceremos la hogaza del maana.

    Dios traer de nuevo hasta tus pechos los hijos exiliados,

    y ser cada muerto, redivivo, una aurora en tus ojos,

    una raz en flor para los nuestros.

    La Biblia, secuestrada por los dioses del lucro y de la muerte,

    ser palabra viva en la boca del Pueblo.

    Cada espera oprimida

    -Guatemala que esperas hace siglos tu hora-

    ser un siglo de surcos venideros,

    cosecha colectiva de esperanzas fraternas: Amerindia!

    Guatemala esperada tanto tiempo,

    india hermosura nuestra,

    imprescindible,

    tan agnicamente deseada!

    NO PASARN, SE PASARN!

    No pasarn, amor, no pasarn.

    Se pasarn!

    Se pasarn de listos los que piensan

    que pueden impedir que nazca el Da.

    Se pasarn de necios si pretenden

    acallar el volcn de corazones

    de Amrica Latina

    Momotombo

    de luchas y esperanzas.

    Se pasarn de ptridos

    recontando sus dlares de muerte.

    Se pasarn de viejos

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    mientras nuestra chavala rojinegra

    contamina de fiebres de utopa

    a todas sus hermanas.

    Se pasarn de escribas, esclavos de la ley,

    mientras Jess de Nazaret camina

    -presencia solidaria de Dios- entre los Pobres.

    ... Si pasan por encima de nuestro cuerpo, un da,

    no pasaremos nunca: Amor, no pasars!

    LEONEL RUGAMA

    -Que se rinda su madre,

    que se rindan sus armas,

    que se rindan sus dlares,

    que se rinda su imperio!

    Nosotros seguiremos avanzando

    ms all de la muerte.

    Santo negro amerindio,

    Leonel,

    compa,

    hermano,

    nio maestro nuestro!

    Cada verso que dabas era un cdigo vivo.

    Y fue un volcn de luz tu testamento.

    Decas Libertad y era el vuelo tu alma.

    Decas Compaero y era el Pueblo.

    Decas Nicaragua y era tu cuerpo muerto

    la asteada bandera.

    Decas Hombre Nuevo y eras t.

    Si callabas el Nombre sacrosanto,

    lo gritaba tu vida consagrada al servicio.

    Era el Dios de los Pobres

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    quien vena gritando en tus silencios.

    Era el Cristo que un da reclamaste

    quien se vino, de golpe,

    derramado en tu sangre.

    CANCIN SALVADOREA

    Farabundo, corazn

    que en El Salvador porfa.

    Tan pequea geografa,

    tan tenaz revolucin.

    Se hace verdad la utopa

    de Morazn, compaero.

    Mujer, campesino, obrero

    trenzaron sus manos ya.

    Va a florecer San Romero

    y El Salvador vencer.

    HONDURAS CLANDESTINA

    Honduras, dulce Honduras,

    calladamente nuestra,

    hermana clandestina,

    tus hermanas te llaman.

    Todas las caracolas,

    todas las garzas libres,

    todos los muertos fieles

    te llaman al abrazo.

    (Centroamrica unida, Morazn,

    nuestro amor que no muere!

    Por amor de tu vida,

    Centroamrica nuestra,

    no callaremos ms

    hasta que rompa

    la aurora en tu mirada,

  • 17

    hasta que estalle el sol de la Justicia

    en mitad de tu pecho!).

    Lempira, yergue el duro

    pedernal de tu rostro

    contra los invasores.

    (Los traidores, Lempira, t lo sabes,

    cabalgan en la grupa del imperio).

    Sea otra vez consigna

    el Pen de Cerqun.

    Convoca en la unidad

    a todos los rebeldes.

    Sobre tu paz, Honduras,

    la orqudea morada

    oficia un prolongado Viernes Santo.

    La sangre de Pavn y Landaverde

    chorrea de tu boca, reciente de martirios.

    Chorrea de tu cuerpo

    mucha sangre sin nombre,

    Honduras desangrada.

    (Las malas Compaas

    te han desangrado siempre).

    Las bases del imperio, como clavos,

    hierran tu pobre carne,

    Honduras ocupada, Palmerola,

    corazn ocupado de Amrica Latina!

    ... Y, sin embargo, Honduras,

    limpias bajan tus aguas

    como el alma del Pueblo.

    Duros, como verdades, perseveran

    los guijarros desnudos, en tu cauce.

    La niebla, como un cdigo,

    protege tus pinares

    y el ritmo cauteloso

    de tus hijos mejores.

    Cimarrones alzados,

    montaraces del da,

  • 18

    en las minas de Olancho

    los esclavos despiertan

    Los mrtires de Olancho

    vibran al sol sus palmas.

    Tercos de rebelda,

    los huesos de Zelaya

    levantan su trinchera.

    Guadalupe, el testigo,

    ha escrito en muchos ojos

    sus huellas solidarias.

    Llamas de Dios, unidas,

    ocotes de la Iglesia,

    crecen tus campesinos.

    La Palabra germina en sus silencios.

    Forjan los sindicatos

    los brazos del futuro.

    Campesinos y obreros

    entrelazan sus pasos,

    taulabs de la Historia,

    acortando el camino.

    Hondureos, hermanos, sed vosotros!

    Grabad en cada piedra

    de todos vuestros montes y quebradas

    esta sola palabra: Dignidad.

    Ponte de pie, en la noche,

    y urge la madrugada,

    Honduras clandestina.

    Sean tuyos los montes,

    limpios de mercenarios.

    Tuyo sea el maz,

    libre de Compaas.

    Sea tuya la vida, liberada.

    Sobre tu boca, rota

    de miseria y de espanto,

    el Padre de los pobres

    pondr un guacal de Pascua,

  • 19

    leche y miel de alegra.

    Cosechars cantando

    tu siembra de dolores.

    No dirn ms de ti la que no es Pueblo.

    La Virgen pequeita de Suyapa

    ha recorrido como una paloma

    toda la patria herida, y con su vuelo

    ha suscitado un aire de promesas.

    En el Nombre de Dios,

    contra todos los dioses,

    amanece en tus cerros la esperanza!

    III. Confesiones

    VOY A PASAR LA VIDA

    -Voy a pasar la vida

    ms o menos intil,

    ms o menos poeta.

    No habr tenido un hijo.

    No habr sido magnate ni gerente de lucros,

    ni albail o mecnico.

    Habr plantado unos contados rboles

    y habr escrito unos libros,

    muchas cartas,

    hojas hijos al viento.

    -Procura que la Gracia y la Ternura

    llenen de vino nuevo...

    tu nfora de barro.

    Dios mide a su manera la eficacia.

    Ama a todos los hijos de los hombres.

    Di tus palabras como las semillas

    que mueren pero brotan.

  • 20

    Haz de tu corazn clibe solo

    un ambulante hogar desatrancado,

    una lona de circo bullanguero.

    Deja las digitales de tus pies peregrinos

    como besos en llama solidaria

    sobre la carne de la Madre Tierra.

    Posa tus ojos, tibios ya de ocaso,

    como lumbres de aceite, acurrucadas

    en la vigilia universal del Tiempo.

    DENTRO DE AUSCHWITZ

    Cmo

    hablar de Dios

    despus de Auschwitz?,

    os preguntis vosotros,

    ah, al otro lado del mar, en la abundancia.

    Cmo

    hablar de Dios

    dentro de Auschwitz?,

    se preguntan aqu los compaeros,

    cargados de razn, de llanto y sangre,

    metidos en la muerte

    diaria

    de millones...

    ME ANUNCIAN OTRA VEZ LA ESPERADA

    Me anuncian otra vez la esperada.

    Me anuncian Tu visita.

    Voy a poner en orden la casa del recuerdo.

    Voy a vestir de flores de pobreza

    mis sueos y mis iras.

  • 21

    A orillas de la tierra me aguarda la canoa...

    Despus,

    mientras se explican

    los pjaros, las ruedas,

    los soles y las lunas,

    yo espero que el silencio

    diga, sobre mi sangre,

    palabras verdaderas.

    EL POSIBLE REVLVER CONVOCABA

    El posible revlver convocaba

    los odios y las sombras.

    Dios estara al quite, en todo caso,

    y era preciso andar hasta la hora.

    Pero mi corazn, chapado en fuegos,

    sellaba, como el sol, la tarde agnica.

    EL TIEMPO Y YO

    -I- La noche y yo luchamos

    impotentes

    y el gallo no proclama

    los rounds de este combate.

    El da

    caer

    como un decreto

    sobre esta lucha sorda

    y yo seguir siendo

    el mismo personaje

    de antes de esta noche.

    -II- El da y yo reimos

    azorados

  • 22

    por las contadas horas

    que van de seis a veinte.

    Mientras la luz nos cubre, como un manto,

    el miedo de llegar a no ser da.

    -III- La tarde y yo morimos

    silenciosos.

    La noche

    caer

    como un decreto

    sobre las hojas mudas

    que olvidarn la gloria de esta tarde

    y el paso de mis ojos.

    Maana sern otros

    el da y los humanos.

    (Si no tuviera fe para negar la muerte,

    quizs yo no tendra coraje de nombrarla).

    TIEMPO DE FRUSTRACIN

    Fueran otros tiempos,

    yo te cantara

    sondote nuestro

    lucero del alba...

    Hoy los gallos roncos

    quiebran la redoma

    de tu cara intil

    y un caballo exhausto

    rumia en mis silencios

    la impotente hora.

    Para qu amaneces

    si no va a ser da?

    Lentamente el Pueblo,

    fatalmente pobre,

    surcar el cansancio

  • 23

    sobre el Araguaia.

    Las orillas, ciegas,

    impondrn el curso

    de la ley y el orden.

    Y arderemos todos,

    como tablas sueltas

    del difcil barco,

    bajo un sol injusto.

    SALMO 23

    El Seor es mi Pastor...

    Los pastores de mi casa

    me ensearon a sentirLo.

    La chivita deportada

    por la guerra fratricida

    me ayud a reconocerme

    vigilado por sus Ojos,

    aorado por sus Manos.

    Yo sera un pastor

    bueno?

    Tu Palabra me alimenta, cada da,

    como un valle.

    Me convida tu Misterio, como un monte.

    Como un ro me penetra,

    perdonado,

    tu Ternura.

    Pirineo y sus pastores,

    por las rocas,

    en la nieve,

    por el sera desnudo tierra abajo,

    por las noches estrelladas cielo arriba.

  • 24

    Los balidos impotentes me acosaban, siendo nio.

    Los balidos de los pobres, degollados, me traspasan.

    No bastaba con tu sangre, Pascua nuestra?

    Si atardece en mis majadas,

    T sers su paz caliente.

    No les faltar tu silbo

    cuando rompa el da nuevo.

    Los mayores desencantos

    puedo atravesar seguro.

    T me llevas como un hombro,

    Pastor bueno!

    MALDITA SEA LA CRUZ

    Maldita sea la cruz

    que cargamos sin amor

    como una fatal herencia.

    Maldita sea la cruz

    que echamos sobre los hombros

    de los hermanos pequeos.

    Maldita sea la cruz

    que no quebramos a golpes

    de libertad solidaria,

    desnudos para la entrega,

    rebeldes contra la muerte.

    Maldita sea la cruz

    que exhiben los opresores

    en las paredes del banco,

    detrs del trono impasible,

    en el blasn de las armas,

    sobre el escote del lujo,

    ante los ojos del miedo.

  • 25

    Maldita sea la cruz

    que el poder hinca en el Pueblo,

    en nombre de Dios quizs.

    Maldita sea la cruz

    que la Iglesia justifica

    - quizs en nombre de Cristo-

    cuando debiera abrasarla

    en llamas de profeca.

    Maldita sea la cruz

    que no pueda ser La Cruz!

    ALGO TENEMOS, ROMA, DE ROMANOS

    Algo tenemos, Roma, de romanos

    todos los que heredamos

    la leche del latn, la fe de Pedro.

    A pesar del Imperio, detrs del Vaticano,

    en la piedra y la sangre compartidas

    todos tenemos mucho de romanos.

    CARDENALES DE ROMA

    Cardenales de Roma,

    hermanos todava:

    Qu somos

    si no somos

    Pascua viva?

    Qu celebramos

    si no celebramos

    toda la sangre en cada Misa?

    Ay de las Curias

    sin romeras!

    No me quitis la sangre de los mrtires

    del cliz que alimenta mi osada.

  • 26

    Si les privis del Testimonio,

    qu les queda a los Pobres de Amrica Latina?

    Roma, la misma Roma,

    qu sera

    si callase en sus piedras

    la hermana sangre antigua?

    YO, PECADOR Y OBISPO, ME CONFIESO

    Yo, pecador y obispo, me confieso

    de haber llegado a Roma con un bordn agreste;

    de sorprender el Viento entre las columnatas

    y de ensayar la quena a las barbas del rgano;

    de haber llegado a Ass,

    cercado de amapolas.

    Yo, pecador y obispo, me confieso

    de soar con la Iglesia

    vestida solamente de Evangelio y sandalias,

    de creer en la Iglesia,

    a pesar de la Iglesia, algunas veces;

    de creer en el Reino, en todo caso

    -caminando en Iglesia-.

    Yo, pecador y obispo, me confieso

    de haber visto a Jess de Nazaret

    anunciando tambin la Buena Nueva

    a los pobres de Amrica Latina;

    de decirle a Mara: Comadre nuestra, salve!;

    de celebrar la sangre de los que han sido fieles;

    de andar de romeras...

    Yo, pecador y obispo, me confieso

    de amar a Nicaragua, la nia de la honda.

    Yo, pecador y obispo, me confieso

    de abrir cada maana la ventana del Tiempo;

  • 27

    de hablar como un hermano a otro hermano;

    de no perder el sueo, ni el canto, ni la risa;

    de cultivar la flor de la Esperanza

    entre las llagas del Resucitado.

    PIENSA TAMBIN CON LOS PIES

    Piensa tambin

    con los pies

    sobre el camino

    cansado

    por tantos pies caminantes.

    Piensa tambin, sobre todo,

    con el corazn

    abierto

    a todos los corazones

    que laten igual que el tuyo,

    como hermanos,

    peregrinos,

    heridos tambin de vida,

    heridos quiz de muerte.

    Piensa vital, conviviente

    conflictivamente hermano,

    tiernamente compaero.

    TE LLAMARN POETA

    Te llamarn poeta

    para rerse de tus razones

    que desentonan de su razn;

    para zafarse de tu Evangelio

    que les cuestiona a su propio Dios.

  • 28

    Te llamarn profeta

    para exigirte lo que no son,

    para llevarte hasta la muerte

    y darte un pster en su saln

    DIOS ES DIOS

    Yo hago versos y creo en Dios.

    Mis versos

    andan llenos de Dios, como pulmones

    llenos del aire vivo.

    Carlos Drummond de Andrade

    hace -haca- versos,

    mejores que los mos,

    y no crea en Dios.

    (Dios no es simplemente la Belleza).

    El Ch entreg su vida por el Pueblo

    y no vea a Dios en la montaa.

    Yo no s si podra convivir con los Pobres

    si no topara a Dios en sus harapos;

    si no estuviera Dios, como una brasa,

    quemando mi egosmo lentamente.

    (Dios no es simplemente la Justicia).

    Muchos humanos izan sus banderas

    y cantan a la Vida,

    dejando a Dios de un lado.

    Yo slo s cantar dando Su Nombre.

    (Dios no es simplemente la Alegra).

    Quiz yo no sera capaz de estos caminos

    si no estuviera Dios, como una aurora,

    rompindome la niebla y el cansancio.

    Y hay sabios que caminan imperturbablemente

    contra el viso de Dios,

    haciendo Historia,

  • 29

    desvelando misterios y preguntas.

    (Dios no es simplemente la Verdad).

    ... Belleza sin ocaso,

    Verdad sin argumentos,

    Justicia sin retomos, Amor inesperado,

    Dios es Dios simplemente!

    AMOR CELOSO

    T pides,

    pides siempre,

    pides mucho,

    Seor.

    Lo pides todo.

    Te gusta ir entrando, como un fuego,

    vida adentro de aquellos que te aman

    y abrasarles las horas, los derechos, el juicio.

    T haces los eunucos y los locos del Reino.

    Abusas del amor

    de los que son capaces

    de abusar de tu Amor.

    No muchos, ms bien pocos.

    (Todos podrn salvarse,

    pocos quieren salvarte plenamente).

    Teresa de Jess, que lo saba

    de andar trochas y noches del Carmelo,

    te lo advirti. Intilmente, claro.

    Sigues siendo el Total,

    la zarza ardiendo

    sobre el Horeb de todos los llamados.

    Delante de tu Gloria, Amor celoso,

    no hay ms gesto posible que descalzar el alma.

    T eres. T nos haces.

  • 30

    Calcinndonos,

    el Viento de tus llamas nos liberta.

    T nos amas primero, en todo caso.

    IV. Sacramentos

    ESPOSA TIERRA

    No quiero irme

    sin haberte amado,

    Tierra,

    como una esposa.

    Todos mis hijos nacen

    de tu carne rasgada.

    PAJARO SABI

    Qu me quieres decir,

    profeta impenitente, no invitado,

    oculto en los follajes de la Historia,

    cantando todo el da

    bajo un cielo incapaz de definirse?

    Qu incmoda consigna

    pretendes ensartarme con tu canto,

    como una espina oscura, voraz,

    atornillndome

    el corazn cansado de consignas?

    AL CIPRES DE EMB

  • 31

    El cielo, los humanos y las cosas

    devanas en la paz de tus follajes.

    Brindan sus llamas junto a ti las rosas.

    Los pjaros te cruzan sus mensajes.

    Ovillo de certezas y desvelos,

    la noche te clausura penitente,

    el da aguza el filo de tus vuelos

    y el corazn, gemelo, te consiente.

    Adusto, no te niegas a la vida;

    compacto, no rehyes la acogida;

    torre de Dios, subiendo no te evades...

    Tenso viga del entorno humano,

    madura soledad, poeta hermano

    de mis enardecidas soledades.

    LAS GARZAS BLANCAS

    No consigo mirarlas

    indiferentemente.

    Me saben todava

    a detalle de Dios.

    Capullos de blancura

    dando entorno a las aguas.

    Anforas escogidas,

    llenas de sol primero.

    Algodones alados

    que vendan mis poemas.

    RIO DAS MORTES

  • 32

    No pasa nada en este ro.

    Pasan

    las formas de las nubes,

    las copas invertidas,

    las sombras de las alas,

    nuestros ojos.

    Pasamos.

    Pasa el ro.

    LA HIEDRA CUBRE EL TRONCO

    La hiedra cubre el tronco

    muerto del Latifundio.

    Las venas de mi Pueblo

    trepan hacia el futuro.

    ESAS MADRES!

    Esas madres

    con sus hijos

    que son tuyos, Padre nuestro!

    Esas pobres de la tierra

    que se mueren dando vida!

    Ese mundo que las mata!

    Esa casa inhabitable

    que fue casa de tu Hijo!

    Dnde estamos,

    T y nosotros,

    Padre nuestro?

    LOCA DE UN PARTO MUERTO

  • 33

    Loca de un parto muerto,

    vuelta a sus cinco aos

    leves como unas plumas

    de antes de las ciudades

    india tapuia ella,

    re toda, callada,

    pjaro en los cabellos

    de su marido nio.

    Sabe que l la ama

    y es todo lo que sabe.

    El incrusta en silencios

    sus contadas palabras

    de un dolor prematuro.

    Vuelve el rostro a la tierra

    del menguado destino

    y recoge el abrazo

    de la nia demente

    como un hombre de antao,

    corazn enterizo.

    GUSTAVO GUTIRREZ

    Guia chistes y chismes escolsticos,

    cortando

    con el aire de su nariz incaica,

    el miedo y la tristeza

    de todo un Continente.

    Cojeando, bajito, va muy alto y muy lejos...

    La pelada testuz de un adivino

    -roca del Machu-Pichu, morada del Misterio-

    corona su cabeza luminosa.

    (Per

    -Costa del Mar, menos pacfico,

    que debera ser vaivn hermano.

  • 34

    -Sierra del Viento nuestro en flautas libres.

    -Selva a las puertas de la Amazona,

    conquista de codicia y de masacre,

    Oriente del Maana de los pobres).

    Ronca palabra de maestro antiguo,

    suelta en sabias cascadas. Tiempo adentro,

    recogiendo las rocas de la Muerte,

    fecundando los valles de la Vida.

    Suma criolla de Liberacin.

    Exegeta de Marx,

    crticamente

    sabe afeitarle al viejo

    la dialctica barba,

    respetndole el rostro

    de profeta del Lucro y de la Historia.

    Testigo fiel del Verbo y de los hombres,

    lleva su corazn en punto alerta

    con la Hora de Amrica Amerindia.

    Agudo curtidor de odres nuevos

    para el antiguo Vino.

    Asesor de las clulas cristianas

    que hacen nueva la Iglesia,

    desde la base, al soplo del Espritu.

    Tomasito de Amrica Latina

    (con el perdn de la cansada Europa,

    con la segura complacencia hermana

    de Toms, el de Aquino).

    LOS MRTIRES DE LA ANDADURA DEL PUEBLO Ante el mural

    de Maximino Cerezo Barredo,

    en el Santuario de los Mrtires

    de Ribero Bonito, MT.

  • 35

    Amparan el Camino las manos de Su Padre.

    Y el Espritu sella la andadura,

    con las alas abiertas Paz adentro.

    El Primero en nacer desde la muerte,

    Jess, Testigo Fiel, rompe la marcha

    y con la gloriosa mano herida

    cancela la vigencia de la antigua tiniebla.

    El rostro cotidiano del Pueblo est en Su Rostro.

    Y van con El, hermanos de combate,

    Joo Bosco, Margarida,

    Rodolfo, Gringo, Tio,

    Josimo, Chico, Santo,

    ... tantos, tantas!

    San Romero celebra Eucarista

    en el ara mayor del continente,

    vistiendo en profeca derramada

    la estola de los mayas redivivos.

    Mientras Maral, el guaran, empua

    la espiga del maz,

    pan de nuestra Amerindia.

    Gritan las herramientas

    la fuerza del trabajo organizado,

    el fraterno poder de las manos unidas.

    Por detrs de la crcel, derribada

    a golpes de una terca rebelda,

    rompe la gracia matinal del Reino.

    Y las cercas de alambre se retuercen,

    quebradas por la marcha justiciera.

    La noche todava mantiene en sus mazmorras

    hermanos torturados.

    Hay desaparecidos todava

    en los silencios cmplices.

    Intilmente, Imperio, intilmente!

    Nuestros cados mueren

  • 36

    con la Esperanza en flor entre las manos.

    Nuestros muertos caminan empujando la Historia.

    Contra los alaridos de la Muerte,

    gritamos las consignas: Tierra! Liberacin!,

    canto coral de todo un Pueblo en marcha.

    Bajo esa clara nube de tanto testimonio,

    herederos de Sangre,

    testigos de testigos,

    con ellos caminamos liberando el Futuro.

    Caminamos por El, Horizonte y Camino.

    Hijos de un mismo Padre,

    nacidos de Su Muerte,

    memoria de El y de Ellos,

    celebramos la Pascua!

    MERURI, 10 AOS DESPUS En la aldea de Meruri, de los indios Bororo

    escenario del martirio del P. Rodolfo y del indio Simo,

    durante la segunda celebracin funeraria.

    La tarde dora el aire estremecido

    y dora el polvo sobre el coche intruso,

    zurcido por las aves sorprendidas.

    La tarde dora la palmera inmvil,

    testigo del vaivn de los humanos

    - indios, terratenientes, misioneros-.

    Meruri acoge el llanto arremansado

    sobre los huesos que las plumas cien

    de un vuelo imprevisible pero cierto.

    La luna nos contempla, retrada,

    como un sello de plata prematuro.

  • 37

    La tarde dora el aire y la memoria,

    dora en semilla de Bororo y Cristo

    la sangre de Simo y de Rodolfo.

    DECIR TU NOMBRE, MARA

    Decir tu nombre, Mara,

    es decir que la Pobreza

    compra los ojos de Dios.

    Decir tu nombre, Mara,

    es decir que la Promesa

    sabe a leche de mujer.

    Decir tu nombre, Mara,

    es decir que nuestra carne

    viste el silencio del Verbo.

    Decir tu nombre, Mara,

    es decir que el Reino viene

    caminando con la Historia.

    Decir tu nombre, Mara,

    es decir junto a la Cruz

    y en las llamas del Espritu.

    Decir tu nombre, Mara,

    es decir que todo nombre

    puede estar lleno de Gracia.

    Decir tu nombre, Mara,

    es decir que toda muerte

    puede ser tambin Su Pascua.

    Decir tu nombre, Mara,

    es decirte Toda Suya,

    Causa de Nuestra Alegra.

  • 38

    EUCARISTA Para Arturo Paoli

    Mis manos, esas manos y Tus manos

    hacemos este Gesto, compartida

    la mesa y el destino, como hermanos.

    Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.

    Unidos en el pan los muchos granos,

    iremos aprendiendo a ser la unida

    Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.

    Comindote sabremos ser comida.

    El vino de sus venas nos provoca.

    El pan que ellos no tienen nos convoca

    a ser Contigo el pan de cada da.

    Llamados por la luz de Tu memoria,

    marchamos hacia el Reino haciendo Historia,

    fraterna y subversiva Eucarista.

    V. Antfonas Para qu tu Navidad

    si no hay gloria en las alturas

    ni en la tierra paz?

    y a Jos y Mara

    no les dan lugar

    ni dentro ni fuera

    de la ciudad?

    y la Buena Nueva

    ya no es novedad?

    y mandan

    callar

    a todos los ngeles

    que osan cantar?

    Para qu,

  • 39

    para quin, Nio,

    tu Navidad?

    Dinos cul es tu Dios, Jess; ensanos

    a no hacerlo el Dios que no lo haces.

    Devulvenos tu Dios,

    mostrndonos el Padre!

    Entre tu rostro humano

    y la gloria de Dios

    est el abismo

    de nuestra fe y tu muerte.

    Dnde estar

    la Paz

    que T nos has dejado

    si no hay paz

    en medio de nosotros?

    T eres

    tanto

    la Paz

    como el Desasosiego.

    DEUS ABSCNDITUS

    Eres un Dios escondido,

    pero en la carne de un hombre.

    Eres un Dios escondido

    en cada rostro de pobre.

    Ms tu Amor se nos revela

    cuanto ms se nos esconde.

    Siempre entre T y yo,

    un puente.

    Es imposible el vado.

  • 40

    Tanto me llamas T

    como Te busco yo.

    Los dos somos encuentro.

    Hacindome el que soy

    -anhelo y bsqueda-

    T eres el que eres

    -don y abrazo-.

    ASAMBLEA EPISCOPAL

    Este lujo, Seor,

    de pensar tu Evangelio,

    cercados de jardines,

    y hacer la Eucarista,

    hartas siempre las mesas,

    y lanzar documentos,

    sin lanzarnos nosotros,

    mientras la muerte sigue...!

    Voy a decir de Ti

    mi ltima palabra.

    (Siempre penltima

    y ma siempre).

    Espero que me digas

    tu palabra

    reproche,

    tu palabra

    respuesta,

    tu palabra

    convite.

    Dteme t, Palabra!

    De ti, slo de Ti, siento sed y nostalgia.

    Todas las aguas vivas

    me hablan de Ti, oh Fuente.

    Vivo para el retorno.

    Busco, como un espejo

  • 41

    herido de penumbras,

    la llama de Tu Rostro.

    VI. Proverbios El pobre malo

    tiene una ventaja:

    la de ser pobre.

    El rico malo,

    dos inconvenientes.

    De astilla

    en astilla

    hasta el Madero.

    -Hay que prevenir la guerra

    hacindola,

    dictaminan las geopolticas.

    Matemos para vivir

    militarmente.

    Abajo las vidas,

    arriba las armas!

    El Sur,

    el Sur,

    no el Occidente, hermanos!

    Somos pobres,

    pero somos

  • 42

    mayora

    y el futuro!

    Gracias a tu ayer,

    habr para ellos

    un maana,

    hermano.

    Mi hoy, entre los dos,

    ha de ser responsable

    como un arco de Historia

    en el puente del Reino.

    Qu le dice el Tercer Mundo

    al Primer Mundo?

    - Si no fuerais lo que sois,

    podramos ser

    los que somos!

    Por qu lo que es de todos

    no es de nadie,

    si todos somos todos?

    Dos son los problemas,

    dos:

    los dems

    y yo.

  • 43

    Vuestros tiempos perdidos

    son mi tiempo de canto.

    Me anticipo a gritaros que ya es hora.

    (Quizs roncos de angustia,

    por causa de la noche,

    los gallos, los poetas, despertamos el da).

    PALABRA

    Este frgil sonido con que abrazo

    el ro, tu mirada, la estrella de Beln,

    la barca inevitable hacia el ocaso

    y el mismo Dios tambin.

    El primer tomo de CEHILA

    -ese reverso de la Historia-

    es nada menos que la Biblia.

    Como un pndulo

    voy,

    viviente y libre,

    entre la angustia y la accin de gracias.

    El contemplativo

    es un productor

    de gratuidad.

    Despus del Viernes Santo,

    Jerusaln es margen y camino,

    fuera de las murallas.

    Fuera de la Ciudad,

  • 44

    en el velo del Viento

    Dios esconde y revela

    su mirada de hombre.

    Volver al mismo surco,

    pero hundiendo

    la reja del arado

    cada vez ms adentro.

    Hasta la tierra viva

    de donde brota el Reino.

    El silencio de Dios ignora el grito

    de esas noches humanas.

    La muerte las habita.

    No os riis de sus miedos

    invocando a la luna.

    Otra vez hecho carne

    de locura

    aconteca Dios

    en mi silencio

    .La Eucarista

    que no es mesa

    acaba siendo

    pura blasfemia.

    Solamente en el Kronos,

    con sus das ceniza,

    se da el Kairs del Reino,

    luminoso y opaco.

  • 45

    Franque su corazn

    como un silo.

    Grano a grano,

    los dolores de su Pueblo

    lo han colmado.

    No basta con dar pan,

    hay que dar hambre.

    No basta con que des el Evangelio:

    has de abrir, con tu vida,

    la pasin de comerlo.

    En los speros dientes de la Historia

    vuelca tu corazn como una alcuza

    llena de Dios

    y de ternura.

    El camello que no pasa

    por el ojo de una aguja,

    entra en cualquier catedral.

    Lo malo no ser

    perder el tren de la Historia,

    sino perder el Dios vivo

    que viaja en ese tren.

    El amor no es bueno

    por ser mandamiento,

    mas por ser amor.

  • 46

    Paz,

    pan,

    paz:

    Con una n no ms,

    ya le has puesto sangre nueva

    al corazn de la Paz.

    Como esta rosa

    en medio

    de las espigas tiles,

    t debes ser ternura en el combate.

    Mientras caen los granos para el surco del Reino,

    no dejes se marchiten los ptalos del canto.

    Si en medio de la Iglesia

    te sientes hoy, hermano,

    como un leproso antiguo,

    no atropelles el trnsito

    ni dejes el Camino!

    Junto con los otros,

    pero abierto al Otro,

    como el gran Ausente,

    como el gran Presente,

    como el otro Otro.

    Contra los caones,

    versos. Y versos

    bajo los cnones...

  • 47

    Libre,

    pero ceido de una malla

    de lmites sumisos,

    de escndalos ajenos.

    No encajes la amargura

    del golpe de la azada.

    Abrete a la fecunda

    visita de la siembra.

    La paz, como la rosa,

    en cualquier clima,

    slo crece cuidada

    y con espinas.

    Delante de los ojos

    el calendario entero.

    Pero en la mesa

    el pan diario.

    Jess es

    en persona

    la controversia de Dios.

    De qu Dios se trata, hermanos?

    No hay prueba mayor de Dios

    que ese final de la Cruz.

  • 48

    No hay cabeza viva

    sin su corazn:

    la ideologa!

    Tu cabeza slo anda

    en la medida en que

    caminan sobre la tierra

    tus propios pies.

    Si no tienes

    demasiado,

    podrs tener el Espritu

    y ser hermano,

    hijo en el Hijo.

    Entre t y yo,

    la distancia, yo.

    Pero el puente, hermano,

    nosotros dos.

    No s los nombres de todos,

    pero me aprendo sus ojos,

    y por sus ojos los llamo.

    El pjaro se fue

    y dej de s,

    por todo testamento,

    este latido verde

    temblando sobre el ro.

  • 49

    Esta es nuestra alternativa:

    vivos

    o resucitados.

    Este libro fue editado originalmente por

    Editorial Verbo Divino

    Estella, Espaa, 1989.

    Fuente de consulta:

    Casaldliga, Pedro, Todava ests palabras, en Servicios Koinona. Disponible en lnea: http://servicioskoinonia.org/Casaldaliga/poesia/todaviae.htm. Fecha de acceso:

    jueves 05 de febrero de 2015.