Tipos Humanos de Roberto Assagioli

Roberto Assagioli

LOS SIETE TIPOS HUMANOSY LA PSICOSINTESIS

ESCUELA ESPAOLA HUBER DEASTROLOGIA

I Tipi Umani , de Roberto Assagioli. Instituto di Psicosintesi, Florencia. Los siete tipos humanos y la Psicosntesis . Versin castellana 1994

Este libro ha sido traducido por Llusa Salls y editado por la EscuelaEspaola Huber de Astrologa como complemento a los cursos a distancia.

Barcelona, 1994

Indice

Introduccin, 8

El Tipo Voluntarioso, 15

El Tipo Amoroso, 25

El Tipo Activo-Prctico, 41

El Tipo Creativo-Artstico, 55

El Tipo Cientfico, 65

El Tipo Devoto-Idealista, 75

El Tipo Organizativo, 87

Prefacio

A lo largo de los aos, diversos movimientos psicolgi-cos han intentado tipificar o clasificar al gnero humano.

Una clasificacin resulta muy til si ayuda a recono-cer y a comprender diferencias de tipo que ya existen dentrodel esquema de la naturaleza. Una clasificacin que sebase en divisiones artificiales, arbitrarias o superficiales ten-dr un valor prctico limitado y puede convertirse en un obs-tculo y en causa de distorsin de nuestra percepcin de larealidad. (*)

En la naturaleza vemos que las distintas formas vanevolucionando para expresar arquetipos ms importantes que,en s mismos, son manifestaciones de las leyes universales.Estas leyes tambin son aplicables a las formas en que nues-tras personalidades estn organizadas como aspectos integra-les e interdependientes de la naturaleza.

El contexto a partir del cual se desarrollan los modelosde la psicosntesis es que cada Yo Superior tiene un modelocon ciertos atributos que sirve de gua para el desarrollo y larealizacin de cada individuo. El Yo Superior es un punto deenfoque coherente que cualifica y diferencia las energas uni-versales a medida que se van individualizando. La personali-dad es el campo en el que estas energas universales se hacenobjetivas. El modelo para cada individuo describe la totalidad,

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* El Acto de Voluntad R. Assagioli -Apndice 5, La Psicologa Diferencial.

es nico, se desarrolla de forma adecuada (por ejemplo, en eltiempo) y, cualitativamente, afecta a la integracin de la per-sonalidad.

El esquema de los tipos de psicosntesis proporcionaun contexto para comprender ms especficamente la diferen-cia entre estos arquetipos principales al manifestarse a travsde los distintos niveles de la personalidad: a travs de la men-te, dando forma al propio modelo de pensamiento; a travsde los sentimientos, afectando a la propia vida emocional; y atravs del cuerpo, dando origen a las diversas formas deexpresin fsica.

Los tipos sirven para alinear estos niveles y para inte-grar la personalidad como vehculo para la expresin del Yo.Aunque todas las personalidades respondan a las mismasleyes universales o arquetpicas, cada camino individual esparticular. Cada uno es un complejo nico de atributos otipos altamente diferenciados que se entremezclan, se com-pensan y se equilibran y, juntos, contribuyen a crear el mosai-co de la propia vida. El valor que tiene la comprensin de lostipos radica en ver que, objetivamente, son energas calificati-vas en lugar de energas definitivas. Cada uno tiene una notao color distintivo que le da forma desde el interior. Son prin-cipios de limitacin as como de expansin, que dotan alindividuo de oportunidades a lo largo del camino de la Auto-rrealizacin.

Creo que la clave no se encuentra en determinar cu-les son los tipos, sino ms bien en cmo responde cada indi-viduo frente a los tipos que le afectan. Un estudiante, cuyamente era de tipo Creativo-Artstico, dijo: Es un gran aliviocomprender el modelo de mi pensamiento. Siempre experi-met grandes conflictos al poder ver las dos caras de cadacuestin, teniendo que escoger entre una u otra. Ahora me

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doy cuenta de que, incluyendo ambos lados, en mi pensa-miento hay armona y belleza en lugar de caos y confusin.Y otro que vio que sus sentimientos eran de tipo Devoto afir-m: Siempre he sido intensamente leal y me he visto empu-jado a atarme a las ideas de otras personas, lo que ha altera-do mi discernimiento. Resulta muy til ver que esa energaemocional unidireccional me puede servir para retener lasideas intuitivas que entreveo, mientras construyo o determinolas formas apropiadas para su expresin. Noto que tengo unmayor grado de eleccin en lo referente a cmo respondoante la estructura de mi vida.

Joan I. Evans Editora

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Introduccin

La importancia prctica de la ciencia de los tiposhumanos radica en su aplicacin sobre nosotros mismos: elintento de clasificarnos a nosotros y a los otros es un ejerciciomuy til e interesante que debera capacitarnos para mejorarnuestra percepcin psicolgica. No obstante, al intentar lle-varlo a cabo descubrimos que es fcil identificar a algunosindividuos, pero que otros nos crean dudas y confusiones, obien -incluso una vez clasificados- nos encontramos ms ade-lante con la necesidad de reconsiderar nuestra opinin. Sonvarias las causas de este problema y es til examinarlas con elfin de mejorar nuestra comprensin sobre el tema.

En primer lugar, hay individuos que parecen resistirsea todo intento de clasificacin. Estos se subdividen en dosgrupos: el primero est compuesto por aquellas personas notan bien integradas a las que podra llamarse apticas encuanto a la expresin de sus cualidades latentes, y el segundogrupo est compuesto por individuos con un mayor desarro-llo que son polifacticos y verstiles y que han alcanzado unestadio ms avanzado en los diversos aspectos de sus perso-nalidades.

En segundo lugar, una etapa de la vida o una expe-riencia especial puede encubrir el tipo fundamental de unapersona durante un cierto tiempo y puede dar la impresinde que pertenece a otro tipo. Por ejemplo: una persona detipo mental puede enamorarse (ni el cientfico ms adusto esinsensible al amor!) y, durante un tiempo, este hecho puededar la impresin de que pertenece al tipo amoroso, causando


por ello un error en nuestra clasificacin.

Finalmente, hay otra causa de error que es ms intere-sante porque surge de un principio fundamental de nuestravida psicolgica y, a su vez, este principio es la manifestacinde una ley natural. Est en relacin con la existencia de lacompensacin y la hipercompensacin.

La ciencia mdica ha descubierto la existencia de unamaravillosa fuerza corporal de autorregulacin y de reaccincompensatoria que siempre tiende a mantener o a restablecerla armona y el equilibrio en las funciones y estados fsicos.Un ejemplo de ello puede observarse en el ingenioso modoen que el cuerpo, mediante la dilatacin y contraccin de losvasos sanguneos y gracias al proceso de respiracin, mantie-ne una temperatura constante a pesar de las grandes variacio-nes entre fro y calor del entorno exterior. Otro ejemplo es elde la complicada influencia recproca de las glndulas endo-crinas, cuyas bien reguladas polaridades dan como resultadoun equilibrio dinmico que hace posible la vida fsica.

El mismo principio acta en nuestra vida psicolgica,donde tiende a corregir excesos e irregularidades estimulandolos elementos que son contrarios o complementarios respectoa los dominantes. Sin embargo, por algunas razones, estafuerza de autorregulacin y compensacin no siempre funcio-na correctamente, ya sea en nuestra vida fsica o psicolgica.A veces resulta inadecuada; otras veces opera en exceso, pro-duciendo reacciones exageradas o lo que llamamos hiper-compensacin. De hecho, a menudo tenemos la tendencia desobrestimar precisamente la cualidad que nos falta.

Dos ejemplos famosos de hipercompensacin son losde Nietzsche y Tolstoi. Originalmente, Nietzsche posea una

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naturaleza sensible, apasionada pero bastante dbil y, en susesfuerzos desesperados por vencer sus limitaciones, diodemasiado valor al poder y a una voluntad rigurosa e inflexi-ble, llegando al extremo de justificar la crueldad misma.

El caso de Tolstoi se encuentra en el extremo opuesto.Siendo por naturaleza un hombre de gran vitalidad, Tolstoiera impulsivo y violento, con unos instintos muy fuertes ycon un gran amor por la belleza y el bienestar fsico. Intentdominarse y en la lucha contra su exuberante naturaleza, quepodemos leer en su diario (un documento psicolgico yhumano de gran valor), lleg a glorificar la no resistenciafrente al mal y el celibato y, con el tiempo, lleg a sentir undesprecio excesivo por el arte y a condenar totalmente la civi-lizacin moderna.

Aparte de estos conocidos ejemplos, tenemos muchoscasos, entre divertidos y patticos, de hombres dbiles, tmi-dos y fracasados que fingen poseer cualidades napolenicas.

Estas hipercompensaciones pueden observarse amenudo en el comportamiento que tienen de cara al exterior,por lo que nos resultan familiares las personas tmidas que secomportan con arrogancia y agresividad como reaccin antesu naturaleza interna. Quizs menos conocidas sean las per-sonas del tipo opuesto, que parecen tmidas e irresolutas peroque, en esencia, son individuos violentos. Temiendo nopoder controlar su carcter explosivo, se contienen y seesconden bajo unas formas de sumisin y aquiescencia. Uncaso similar es el de los tipos hiperemotivos, que reprimenviolentamente sus sentimientos y asumen un aire fro e insen-sible.

Despus de descubrir el tipo al que pertenecemos,


debemos enfrentarnos al problema, a la vez prctico y espiri-tual, de cmo utilizar los conocimientos adquiridos para efe-cutar nuestra autorrealizacin.

Las tareas a las que cada tipo psicolgico debe enfren-tarse pueden indicarse sintticamente del siguiente modo:

1. Expresin 2. Control 3. Armonizacin

ExpresinLa primera cosa que debemos hacer es aceptar en nuestrointerior el tipo al que pertenecemos. Ello no significa queaceptemos pasiva e inconscientemente nuestro propio carc-ter, sin un conocimiento de nosotros mismos o sin ningntipo de intento por desarrollarnos, tal y como vemos quehacen la gran mayora de las personas, que se dejan llevarciegamente por todo lo que les sucede. Se trata ms bien dereconocer -de forma consciente y voluntariosa- las potencia-lidades de nuestro tipo, as como lo que nos puede ensear,sus oportunidades y peligros y, finalmente, el tipo de servicioque puede llevar a cabo en el mundo. Se trata de una acepta-cin abierta y bien informada, que se basa en el reconoci-miento del hecho de que slo mediante una sabia utilizacinde nuestras cualidades actuales podremos liberarnos de nues-tras limitaciones. Esto es algo que no podremos lograr siseguimos ignorando nuestro tipo, desdendolo o intentandoevitarlo, tal y como muchos hacen, imitando a otros tipos deforma consciente o inconsciente o corrigiendo a la fuerza laslimitaciones mediante hipercompensaciones. Por todo ello,nuestra tarea principal debe ser la expresin y perfeccin denuestro tipo de la forma ms pura y ms desarrollada posible.

ControlLa segunda tarea a la que debemos enfrentarnos es la de con-

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trolar y corregir los excesos del tipo psicolgico al que perte-necemos. Todos tenemos la tendencia de seguir la lnea demenor resistencia y seguir as expresando y desarrollando lacualidad que ya es activa en nosotros. Esto es algo agradabley til y, aparentemente, es una forma positiva de vivir. Noobstante, si nos complacemos demasiado de este modo, seproducir una falta de armona creciente y un desarrollo dis-torsionado. De hecho, esto es algo que frustra el objetivo pri-mordial de nuestra evolucin, que es el de producir personasntegras con todas las facultades desarrolladas a todos losniveles.

Incluso podemos decir ms. Si un aspecto de nuestroser se desarrolla en exceso, llega un momento en que laexpresin de sus propias cualidades se detendr. Por ejem-plo: si una persona cientfica desarrolla su tipo y la actividadmental monopoliza su vida, dejando su naturaleza emocionalestril y su cuerpo fsico exhausto, el resultado es que inclusosu actividad mental disminuir. Un principio similar seencuentra en todos los otros tipos psicolgicos. Por ello, esnecesario controlar la cualidad predominante y mantenerladentro de ciertos lmites. No es una tarea fcil, sino que esms bien desagradable y a veces provoca una rebelin en lapersonalidad.

Pero la vida misma, con sus lmites y exigencias infle-xibles, a menudo nos lleva hacia un control ms o menosconstante y completo de nuestro tipo psicolgico. Cuandoesto ocurre, no debemos preocuparnos, ni angustiarnos, niluchar contra las circunstancias, que es lo que muchos tien-den a hacer. La actitud correcta es una sabia aceptacin basa-da en el conocimiento de la vida y en la comprensin de sujusticia y de su propsito benigno. As podemos someternos auna disciplina de forma ms moderada y razonable.


ArmonizacinEsta tercera tarea, que a menudo va de la mano de la prece-dente, consiste en cultivar las facultades todava sin desarro-llar de nuestro actual carcter psicolgico. Esto tambin pue-de resultar desagradable para nuestras personalidades y pue-de provocar reacciones conflictivas. Es algo que ocurre enindividuos del tipo artstico que son obligados a realizar untrabajo prctico, o tambin en tipos sensibles confinados a unentorno desagradable, etc. Aqu hay tambin que aprenderuna leccin vital, y es que cuanto ms pronto asumamos latarea con gusto y conscientemente, ms pronto conseguire-mos liberarnos de las dificultades de la situacin. De hecho,cuando hayamos conseguido nuestro objetivo, ste ya no ten-dr razn de existir.

Hay muchas formas de llevar a cabo estas tareas decontrol de nuestros excesos y desarrollo de los elementos quenos faltan. Bsicamente, es una cuestin de voluntad en sudiversidad de aspectos como: decisin, unidireccionalidad,persistencia y dominio.

Estas tareas pueden hacerse ms fciles relacionndosede forma activa y provechosa con individuos de tipo distinto.A veces, esto lo organiza la misma vida y, ms precisamente,la ley de la polaridad, que crea una atraccin entre contrarios(un claro ejemplo de este hecho es la atraccin entre lossexos, que tiene su ejemplo ms obvio a nivel fsico pero quetambin opera a otros niveles). Por esta razn, la amistad y elcontacto entre personas de distintos tipos es beneficioso yfructfero. Todos deberamos buscar la compaa de personasque pertenecieran a otro tipo durante nuestro tiempo libre.Por ejemplo, una persona de tipo cientfico debera cultivar laamistad de artistas e interesarse por su trabajo; un hombreprctico debera asociarse con personas de tipo intelectual o

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artstico en su tiempo libre, etc. Esta es una forma fcil y agra-dable de desarrollar nuestras facultades latentes y de corregirla parcialidad y las limitaciones de nuestro propio tipo.

El conocimiento, la comprensin y la sabia utilizacinde elementos contrastivos son principios fundamentales noslo en la pintura y en la msica, sino tambin en el arte devivir. Cada uno de nosotros puede y debe dar forma -a partirdel material vivo de su personalidad- a un objeto de bellezaa travs del que pueda manifestar adecuadamente su Yotranspersonal y que tanto puede ser de plata, de mrmol o deoro.


El TipoVoluntarioso

Antes de describir y de hablar sobre este tipo, quizsea positivo examinar brevemente la esencia especfica de sucualidad con el fin de comprenderlo claramente. Esto es espe-cialmente importante para el tipo que ahora vamos a conside-rar.

Es bastante sorprendente, y muy significativo en algu-nos aspectos, el hecho de que el estudio y la consideracinde la voluntad haya sido generalmente olvidado en la psico-loga contempornea. Los behavioristas, naturalmente, nuncapodran atribuirle importancia alguna a esta fuerza interna, yaque una revelacin de este tipo destruira por completo sumito de que el hombre es simplemente el efecto de sus refle-jos. Incluso el psicoanlisis, con la importancia que da a lainteraccin de los instintos y la fantasa y al rol central delinconsciente, ha dejado poco campo de accin para la volun-tad.1 Incluso Jung y Schmitz, representantes de una tendenciams sensata y progresista, prestaron poca atencin a la volun-tad.

A decir verdad, s que ha habido cierta tendenciavoluntarista en psicologa. Wilhelm Wundt, fundador de lapsicologa experimental, crea en la doctrina voluntarista, perosu concepcin de la voluntad no estaba bien definida y no


1. No obstante, deberamos recordar la notable excepcin del psicoanalista disi-dente Otto Rank. En su libro Technik der Psychoanalyse (Leipzig y Viena, F. Den-ticke 1926-31), sac a la luz la importancia capital de la voluntad, aunque de for-ma algo parcial.

distingua claramente entre la voluntad y otras cualidades yfunciones psicolgicas tales como la percepcin y la emocin.Tambin ha habido un nmero limitado de estudios en tornoa la investigacin experimental de la voluntad que han dadoresultados muy interesantes y dignos de consideracin. Lospioneros en este campo fueron Ach y Michotte, cuyos mto-dos han sido seguidos y mejorados en los ltimos aos espe-cialmente por Aveling.

Las conclusiones de Aveling, a las que lleg mediantemtodos vlidos y fiables, son de gran importancia. El resul-tado principal de sus investigaciones sobre el acto de volun-tad es la confirmacin cientfica de la experiencia directa ypositiva de la existencia del Yo como una realidad viva. Estehecho tiene unas consecuencias trascendentales. Proporcionaun nuevo apoyo a las afirmaciones de aqullos que, a travsdel despertar de su conciencia interior, han tenido una expe-riencia directa del Yo. La realidad del Yo, una vez admitida suexistencia y su lugar fundamental en la vida de la psique,constituye un punto central alrededor del cual podemos reu-nir y coordinar todos los otros factores psicolgicos.

Un segundo resultado importante de esta investigacines que la voluntad es la expresin ms directa del Yo. Porello, si comparamos la famosa afirmacin de Descartes dePienso, luego existo, con la del filsofo polaco Ciezkowsky,Quiero, luego pienso y existo, la segunda parece tenermayor valor.

El tercer resultado de esta investigacin es que lavoluntad no es un esfuerzo: es un objetivo, una eleccin yuna decisin. En otras palabras, es una fuerza que dirige, ini-cia y orienta. Recordando estas caractersticas de la voluntad,no es difcil identificar y comprender las cualidades expuestas

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en el correspondiente tipo humano. A nivel fsico, el tipo voluntarioso se caracteriza por

una accin rpida y decisiva, valor, fuerza para conquistar,mandar y dominar tanto el entorno fsico como a otras per-sonas, con una tendencia hacia la competitividad e inclusohacia la violencia y la destructividad.

En la esfera emocional, el tipo voluntarioso es decidi-damente introvertido. Inhibe toda demostracin de emocionesy sentimientos, puesto que los considera como obstculos ypeligros para la eficiencia de sus acciones y para la unidirec-cionalidad de sus objetivos. Pero no se detiene al inhibir sim-plemente la expresin de sus emociones, sino que a menudotiende a suprimirlas por completo. Tiene poca consideracinante los sentimientos de los dems y ante los suyos propios.Este hbito, que puede llevar a actos heroicos y a acciones deautosacrificio, puede producir con facilidad insensibilidad,rudeza y crueldad en personas que no estn bien integradas.En todo caso, esto tiende a limitar el desarrollo de la sensibili-dad psquica, tanto la de tipo positivo como negativo. Cuandoestn en juego sus emociones, el tipo voluntarioso tiende aser impaciente, agresivo y fcilmente irritable.

A nivel mental, el tipo voluntarioso a menudo presentauna clarividencia, que no se ve influenciada ni distorsionadapor las emociones. En la madurez, tiene una mente abierta yuna visin sinttica, y tiene ms en cuenta la visin generalque los detalles. Tiene un gran poder de concentracin y unaunidireccionalidad dinmica. En el plano mental, expresa sucombatividad en el amor mediante la discusin y la crtica, yste es uno de sus defectos principales. Tiene una gran capa-cidad de herir, y esto puede ser tan destructivo como la vio-lencia fsica.


Esta propensin a la crtica est muy desarrollada -amenudo en extremo- en aquellas personas cuyo modo devida no les da la oportunidad de una actividad externa vigo-rosa, lo que les ayudara a descargar sus energas combativasy dinmicas. Estas personas utilizan sus energas para la crti-ca mental y las batallas verbales, para las que siempre se pre-senta una oportunidad! La tendencia a criticar se ve incre-mentada por la seguridad en s mismo y por el orgullo mentalde este tipo, que nunca duda en tener la razn.

El tipo voluntarioso tiene un agudo sentido de la justi-cia y una buena mentalidad legal. Puede ser un buen legisla-dor y es capaz de interpretar las leyes existentes equitativa-mente y aplicarlas de forma imparcial. No obstante, al hacer-lo es probable que sea demasiado rgido y formal, que nosepa apreciar el elemento humano del caso y que juzgue elcrimen dentro de lo abstracto. A menudo se olvida de teneren cuenta la psicologa del infractor y las circunstancias enque ha vivido y actuado.

En cuanto a la intuicin, nos encontramos con unaaparente contradiccin. La primera impresin es que al tipovoluntarioso le falta intuicin. De hecho, a menudo no com-prende a las otras personas. Su egocentrismo, aislamientoemocional y falta de sensibilidad psquica le confieren unamala comprensin psicolgica. No se interesa por los demscomo seres psquicos.

Sin embargo, en el terreno de la realidad abstracta,este tipo puede mostrar una comprensin intuitiva veloz ysegura de los principios, leyes generales y conexiones univer-sales.

Antes de considerar las caractersitcas de la personali-


dad y las del Yo, quisiera explicar cmo distingo entre lasdos, tanto en este caso como en el de los otros seis tipos.Considero que son caractersticas de la personalidad aqullasque pueden ser juzgadas como cualidades egocntricas yseparadoras que la personalidad humana posee antes deentrar en contacto consciente con el Yo y sentir su influencia.Por otra parte, las caractersticas del Yo son aqullas queposeen una verdadera cualidad transpersonal y que se expre-san cuando el Yo penetra en la personalidad con su luz, bri-llando a travs de ella y trabajando en ella hasta un puntodeterminado.

La caracterstica personal ms importante del tipovoluntarioso es el ansia de poder. Esto se manifiesta en formade ambicin, autoafirmacin, deseo de dominar a otros y deser la figura central del escenario. Fcilmente degenera enegosmo, testarudez y obstinacin. Con el fin de alcanzar susmetas, la persona de este tipo puede convertirse fcilmenteen arrogante y sin escrpulos. Otra caracterstica bsica debi-da a la supresin de las emociones es el aislamiento. No tie-ne necesidad de otras personas y desconfa de ellas, por loque las mantiene a distancia. Esto se debe tambin a que deeste modo puede ejercer mayor poder sobre ellas.

Este tipo de persona es simple, bien definido y fcil-mente reconocible. No obstante, hay personas dominadas porel ansia de poder que son ms complicadas y presentan uncomportamiento desconcertante. Pueden ocurrir muchascosas cuando las ansias de poder se reprimen debido a unainferioridad fsica de algun tipo, debido a la oposicinde una persona ms fuerte (especialmente durante la niezo la adolescencia), o debido a una gran sensibilidad emocio-nal o necesidad de afecto. Lo ms comn es el agravamientode las ansias de poder, que luego utilizan en exceso, sin pie-


dad y cruelmente. Esto desemboca en muchos actos crimi-nales. Otra consecuencia es el intento consciente -o, msa menudo, inconsciente- de dominar con unos medios indi-rectos, engaosos y sutiles, como por ejemplo a travs de sn-tomas fsicos y comportamiento neurtico. Este tipo en parti-cular lo describe Alfred Adler con gran habilidad.

Las cualidades transpersonales de este tipo son admira-bles y dan muestras de gran belleza y bondad; las personalesson agresivas y, a menudo, dainas. La voluntad transperso-nal se manifiesta principalmente como un valor moral ycomo una buena disposicin y capacidad para asumir respon-sabilidades, enfrentarse a peligros de todos tipos y arriesgar elpropio bienestar, reputacin e incluso la vida por una causanoble.

Otras cualidades del tipo voluntarioso son: verdaderaconfianza en s mismo e independencia interior; equilibrio;simplicidad de objetivos; persistencia; generosidad, basada enla falta de deseo por las cosas materiales; amplitud de miras eimparcialidad. La ms alta expresin del tipo voluntarioso esla sumisin total de la voluntad individual a la Voluntad Cs-mica, en una identificacin con el ritmo del Universo.

No es difcil reconocer los ejemplos ms famosos deeste tipo. Varios msticos y personalidades histricas lo ilus-tran. Zeus/Jpiter es una proyeccin gigante de seres de estetipo. Su heroico antagonista, Prometeo, es otro modelo ideal,al igual que Hrcules. Los grandes gobernantes y conquista-dores de la historia demuestran sus rasgos ms o menosadmirables en diversas proporciones; podramos citar a Ale-jandro Magno, Julio Csar y Napolen.

El estudio de los tipos psicolgicos es til no slo para


comprender la naturaleza y el comportamiento de los indivi-duos, sino tambin para comprender a grupos mayores comopueblos, naciones, civilizaciones y culturas. Los esparta-nos y los antiguos romanos caracterizaron a este tipo por serconquistadores, gobernantes y legisladores. Del mismo modolo hicieron los ingleses, con su voluntad y su capacidad paragobernar, su insularidad, autocontrol y supresin de emo-ciones. Tambin se hace evidente tanto en los alemanescomo en los judos en algunos puntos concretos. 2

Se pueden encontrar evidencias de este tipo en filoso-fas y religiones: en el Antiguo Testamento, en la filosofaVedanta (especialmente en la Escuela Advaita) y en el Budis-mo Zen. Entre los filsofos modernos podemos mencionar aNietzsche, Max Stirner y Julius Evola.

En arquitectura y escultura podemos citar la simplici-dad, sobriedad y austeridad del estilo drico en Grecia, queda una impresin de poder reprimido.

En msica, el genio de Wagner inspir y evoc fuerte-mente la vibracin de la voluntad y el poder mediante ciertostemas como Sigfrido, las Walkirias y la entrada heroica de losdioses en Walhalla.

Si hacemos una lista de las funciones principales deeste tipo, podemos descubrir las ocupaciones y actividadesadecuadas para l y en las que tendr xito. Las funciones


2. Los antiguos judos (y aqullos que siguen fieles al tipo original) eran belicosos,separatistas, llenos de orgullo y se consideraban a s mismos elegidos; tenan unculto verdadero y un agudo sentido de la ley; cultivaban la autodisciplina y la aus-teridad. Algunas caractersticas de los judos modernos que parecen diferentes ycontrarias a aqullas pueden considerarse como sobrecompensaciones, desviacio-nes o derivaciones debidas a circunstancias particulares y a presiones externas.

principales son: dominar, guiar, gobernar, castigar, juzgar,destruir y conquistar. Esto ya indica las correspondientesvocaciones de lder, rey, emperador o presidente de un esta-do; de legislador, militar y, en general, luchador de todo tipohasta llegar a boxeador profesional; y, finalmente, explorador.Tambin quisiera aadir la vocacin de cirujano, porquerequiere la voluntad en trminos de valor para asumir respon-sabilidades, para tomar decisiones con rapidez y tambinporque el cirujano a menudo acta como destructor benficode miembros y rganos enfermos. Tambin es sabido que,generalmente, los cirujanos siguen sus impulsos y tienen deforma instintiva una buena coordinacin, lo que constituyeotra caracterstica del tipo voluntarioso.

Las tareas psicosintticas de este tipo se dividen en dosgrupos:

1 Alineacin, armonizacin, integracin, unificacin.2 Transmutacin y sublimacin.

1. Puesto que este tipo es marcadamente independiente y de-bido a que su gran capacidad para alcanzar posiciones deinfluencia y de mando le hacen realmente peligroso, tantola alineacin como la integracin son absolutamente esen-ciales para l. El equilibrio fundamental le resulta indispen-sable y se le hace accesible mediante la evocacin delamor. De hecho necesita desarrollar el amor, la compren-sin, la empata y la compasin de forma tal que pueda sercapaz de expresar buena voluntad. Otras cualidades que elindividuo voluntarioso debe cultivar son la sensibilidad, laintuicin y la capacidad de cooperar antes que simplemen-te dominar, imponer y dirigir a los otros. Debe abandonarla soledad a la que est tan atado y descender de su torrede marfil de forma que aprenda a vivir con sus semejantes.


2. La tarea de sublimacin -a la que todo hombre dotado deuna fuerte voluntad debe hacer frente- es la de transfor-mar su voluntad personal, egosta y separatista, en unavoluntad transpersonal dirigida al servicio de los dems.Tambin hay una sublimacin mayor, que consiste en lasumisin de la voluntad transpersonal a la voluntad csmi-ca. En realidad, esta rendicin absoluta que se presentacomo la muerte de la voluntad personal determina laliberacin espiritual verdadera del hombre.


El TipoAmoroso

Todo el mundo est interesado en el Amor. Es una delas palabras ms utilizadas en el idioma, probablemente la uti-lizada con mayor frecuencia despus de yo y dinero. Casitodo el mundo ha estado o estar enamorado. El aire est lle-no de canciones de amor y miles de autores escriben historiasde amor que leen millones de personas. La gente ama cosasmuy distintas: los caramelos y los nios, el sexo opuesto y lapatria, las flores y los cuadros, los libros y Dios.

Parece evidente que deberamos saber lo que es elamor. Pero si nos detenemos y realmente intentamos pensaren su significado, pronto descubriremos, para nuestro descon-cierto y humillacin (si somos honestos con nosotros mis-mos), que el amor nos resulta incomprensible, contradictorioy misterioso. Y si nos proponemos dar una definicin com-pleta y exacta del mismo, estamos perdidos.

Este descubrimiento, sorprendente y desconcertante,nos ayuda a comprender la importante verdad psicolgica deque la experiencia y el conocimiento real son dos cosas muydistintas. Normalmente, para conocer debemos experimentar.Por ejemplo, podemos observar un rbol y, al hacerlo, noslo lo vemos sino que tambin percibimos su belleza. Peroignoramos su estructura interna, las leyes naturales que lohacen crecer y las cualidades de su madera.

Para obtener un conocimiento verdadero necesitamoshacer una investigacin profunda y sistemtica y, posterior-mente, una valoracin inteligente de los hechos. En Ciencias


Naturales, el conocimiento puede adquirise de segundamano, sin una experiencia personal directa, observando losresultados del trabajo de investigacin llevado a cabo porotros. Por ejemplo: al estudiar un tratado de astronoma,podemos obtener un conocimiento preciso de la composicinqumica, del tamao, del peso y de la distancia de estrellasque nunca hemos visto.

En psicologa, en cambio, el conocimiento slo puedeobtenerse mediante la experiencia directa y personal. Esto sedebe a que slo la informacin sobre cantidades yhechos objetivos puede transmitirse mediante palabras ydatos; la informacin sobre la calidad y las impresiones sub-jetivas no puede transmitirse de este modo. No obstante, aun-que la experiencia directa es necesaria, no proporciona por smisma una sensacin suficiente de significacin. Slo nos dasensaciones y sentimientos; si stos deben ser realmenteconocidos, deben asimilarse con la ayuda del intelecto. Msall de este proceso de simple asimilacin, el conocimientosinttico, que aporta la comprensin verdadera, necesita ade-ms de la intuicin.

Por todo ello, no debera sorprendernos que la expe-riencia de estar o de haber estado apasionadamente enamora-do no nos proporcione una comprensin adecuada de la ver-dadera naturaleza del amor. Esta comprensin es muy difcilde obtener puesto que en las diversas experiencias del amorhay elementos variados y contradictorios. Por una parte nosencontramos con una mezcla de lujuria, codicia y posesividady, por otra, nos encontramos con generosidad, altruismo yentrega. Hay instinto e intuicin, impulsos activos y senti-mientos pasivos, cuerpo y alma, materia y espritu.

De todos modos, hay otra caracterstica o cualidad fun-

El Tipo Amoroso 27-

damental que constituye la naturaleza esencial del amor, a tra-vs de la cual pueden entenderse sus diversos elementos encontraste y, hasta cierto punto, reconciliarlos.

Si examinamos la gran variedad de manifestaciones delamor, invariablemente nos encontraremos con que expresanla ley de la atraccin, de la tendencia al acercamiento, al con-tacto, a la unificacin y a la fusin. Pero esta tendencia gene-ral -y posiblemente universal- opera de diversas formas que,a veces, son contrapuestas.

1. La unificacin puede alcanzarse atrayendo activamente ha-cia nosotros el objeto o persona que amamos y tomandoposesin de ello. Esto es algo que hacemos especialmentecon la comida que nos gusta que, literalmente, tragamos yasimilamos. Pero hacemos lo mismo con el dinero y contodo tipo de bienes materiales e intentamos hacer lo mis-mo con nuestros maridos y esposas, con nuestros hijos yamigos. Afortunadamente para los objetos de este amor tanvoraz y absorbente, a menudo no conseguimos poseerlostal y como quisiramos. Sin embargo, en demasiados casoslogramos poseerlos y convertirlos en esclavos ms omenos consentidos y, en el caso de los nios, en autnti-cos invlidos psquicos.

2. La unificacin puede ser el resultado de un proceso opues-to: el de rendirse y abandonarse a algo que amamos ydejar que nos posea y absorba.

3. La unificacin puede ser tambin el resultado de una atrac-cin recproca que lleva a un acercamiento y a un contac-to. Esta atraccin puede comportar la fusin de dos o msseres que as forman un todo mayor.

Este anlisis nos da cierta idea de los aspectos estruc-turales y funcionales del amor desde un punto de vista objeti-


vo y tambin puede ser til para disponer sus distintos aspec-tos de una forma coherente que revele su relacin en losdiversos niveles de la vida humana. Tengamos esto en mentedurante la descripcin del tipo amoroso, es decir, del hom-bre o mujer en los que el amor es una cualidad predominantey determinante.

A nivel fsico, el tipo amoroso puede presentar fuertesimpulsos sexuales. Y digo puede porque sera un gran errorpresumir de que siempre es as. En muchos casos, el elemen-to del amor se dirige hacia objetos fsicos como dinero o pro-piedades de todos tipos, pero tambin puede expresarse atravs de la mente o de las emociones en lugar de con elcuerpo. Por esta razn, hay muchas personas de tipo amoro-so que estn muy poco desarrolladas sexualmente. Al estudiarlas cualidades de diferentes tipos, es importante recordar quepuede haber personas que no muestren ninguna de las carac-tersticas aparentemente ms naturales y obvias de un tipodeterminado. En estos casos, una conclusin precipitadapodra hacernos cometer muchos errores de juicio.

El impulso sexual del tipo amoroso -y, hasta ciertopunto, de cada individuo- muestra claramente dos caracters-ticas opuestas que el amor puede tener. Muchos individuosdesean y consiguen la unin sexual por su propio placer fsi-co, teniendo poca o ninguna consideracin respecto a supareja. Este es el mayor extremo de amor egosta. Por otraparte, hay un nmero creciente de gente que -ya sea porquehan desarrollado su sentimiento del amor hasta el nivel msalto, o bien porque les han inculcado una buena educacinsexual- dan suma importancia al placer de su pareja en launin fsica, sacando as tanta o incluso ms satisfaccin queslo pensando en ellos mismos.

El Tipo Amoroso 29-

Debemos aadir que existe una minora creciente deparejas que, en mayor o menor grado, se inclinan hacia launin sexual por un sentido de responsabilidad social y espi-ritual. Estas parejas dan la oportunidad a nuevos seres huma-nos de que vengan al mundo, vivan y hagan su contribucina la sociedad. En estos casos tenemos el ejemplo de un amornoble y desinteresado que tiene sus orgenes en unos nivelesemocionales espirituales y elevados, y que se expresamediante el acto de la unin fsica.

Una caracterstica sealada del tipo amoroso normal essu apego a las posesiones materiales. Este apego puede adop-tar forma de deseo por las buenas cosas de la vida, como unbuen coche, una nevera nueva, etc., o bien, cuando es mspronunciado, puede tener forma de un intenso anhelo por ellujo y por las cosas mejores y ms caras. En otros casos, eldeseo de posesiones se hace especfico y se dirige hacia cla-ses de objetos determinados, como en el caso de los biblifi-los, los coleccionistas de porcelana, de conchas, de sellos,etc. Estos casos revelan otra caracterstica de este tipo quedemuestra un inters por cosas pequeas y una capacidadpor tratar el detalle.

A nivel fsico, el tipo amoroso es a menudo pocomoderado y le encanta el confort. No es muy activo sinoincluso bastante perezoso y tiende a seguir a la multitud.

Tal como es de esperar, las emociones se conviertenen el centro de atencin y poseen una energa vital paraaqullos que pertenecen al tipo amoroso. El amor apasionadoy romntico, a menudo mezclado en proporciones varia-bles, tiende a ser su inters principal en la vida. Este tipo deamor es tan conocido y ha sido descrito con tanto detalle yanalizado con tanta habilidad en tantas novelas psicolgicas y


otros libros (como por ejemplo De lAmour, de Stendhal) quese hace inncesario extendernos en el tema. Aqu vemos dosactitudes opuestas sobre las que ya hablamos anteriormente.En un extremo nos encontramos a aqullos cuya necesidadinterna es, bsicamente, la de estar enamorados, dirigiendo laabundancia de sus sentimientos hacia otra persona, aunque elobjeto de su amor sea en realidad un problema secundario.Esto se deduce de la relativa facilidad con que estos indivi-duos (podemos considerarlos como un subtipo especfico)cambian el objeto de su amor sin dificultad. En cierto sentido,las personas de este tipo pueden considerarse como introver-tidas porque su vida interior es ms importante que el objetode su amor. Esto queda confirmado por el hecho de que seinteresan en gran manera por sus propios sentimientos, queobservan, examinan y analizan con una percepcin sorpren-dente. Muchas novelas francesas y rusas contienen descripcio-nes muy buenas de este tipo de individuo.

En el extremo opuesto se encuentran aqullos quedicen, y honestamente creen, que aman a sus maridos,esposas, hijos o amigos, pero que en realidad quieren seramados por ellos. Este egosmo inconsciente -porque esto eslo que es en realidad- se esconde bajo una fachada impresio-nante de sentimiento y de afecto, y es la causa de un grannmero de conflictos que llevan a la separacin y al divorcio.Por esta razn, es muy importante para todos nosotros queseamos claros en este punto y que nos sometamos a un anli-sis honesto y valiente. Debemos formularnos la siguiente pre-gunta: Cuando digo o creo que amo a mi familia o amigos,cules son mis verdaderos sentimientos, vnculos o motiva-ciones? Los amo por lo que son, independientemente de mmismo, o exijo e insisto en su amor por m? Quiero darme aellos o quiero recibir amor de ellos sin considerar sus necesi-dades vitales, sus sentimientos ni sus derechos legtimos?

El Tipo Amoroso 31-

Este tipo de anlisis puede llevar a unas revelacionesdesagradables e incluso molestas, pero si somos lo suficiente-mente valientes y honestos como para enfrentarnos a ellas,nos permitirn aclarar y realizar una mejora armoniosa ennuestras relaciones, basadas en la firme base de la verdad.

Excepto para una pequea minora que ama desintere-sadamente, el amor emocional implica o lleva a un vnculo.Esta es una caracterstica comn del amor personal y es lacausa de una cantidad enorme de sufrimiento y de dolor, quees el alto precio que la humanidad paga por amar de estemodo. Esto es algo que no debera sorprendernos, puestoque los vnculos llevan a la posesin y los dos son causantesde miedo. El miedo en s mismo es la mayor causa de sufri-miento humano, tanto directamente a travs del temor a per-der lo que poseemos y a lo que estamos atados, como indi-rectamente mediante acciones estpidas y a menudo crueles,surgidas de un intento desesperado por evitar el peligro realo imaginario de perder a la persona amada.

Otra causa de miedo que atormenta a aqullos quepertenecen al tipo amoroso es su extrema sensibilidad psqui-ca, que les permite resonar e identificarse con los sentimien-tos de otros y con los estados colectivos del ser y fluctuacio-nes emocionales experimentadas por toda la humanidad. Estatendencia a la identificacin emocional tambin muestra unafuerte compasin por todos aqullos que sufren, incluyendolos animales. Segn el grado de desarrollo transpersonal, estacompasin vara desde una lstima inefectiva y sentimentalhasta una gran y sabia compasin que ve la causa verdaderadel sufrimiento y ayuda a eliminarla. Por otra parte, en aqu-llos que son egocntricos la compasin degenera en lstimade s mismos. Esta forma emocional de egosmo est muy


extendida y no se limita a las personas que pertenecen al tipoamoroso, aunque stos sean ms propensos.

A nivel mental, el tipo amoroso presenta rasgos queresultan sorprendentes y contrarios a lo que pudiramosesperar. Esto confirma la necesidad de considerar todas lascaractersticas de un tipo determinado en todos sus aspectos yformas de expresin, y no slo las que parecen ser (y quehasta cierto punto realmente son) la parte ms natural de estetipo.

Por ello, aunque el amor se exprese principalmente yde forma ms natural a travs de las emociones, tambin pue-de considerarse a nivel mental y, naturalmente, ste es sobretodo el caso de las personas mentalmente polarizadas. A estenivel, el impulso del amor se considera como un deseo detener conocimientos e informacin. Esto lleva a un inters porlos detalles, por aprender y por reunir hechos.

Un individuo de este tipo puede parecer fro e insensi-ble. En realidad es amable, pero de una forma bastante nega-tiva, ya que sus intereses principales son temas y asuntosmentales.

Las tendencias identificativas de este tipo se manifies-tan generalmente en sus mentalidades inclusivas o en sucapacidad para ver todos los aspectos de una cuestin, lo queproduce amplitud de miras y ecuanimidad, pero a menudoacompaadas de falta de firmeza o resolucin.

Los representantes ms evolucionados del tipo amoro-so son con frecuencia intuitivos y presentan una comprensincariosa, un inters por la psicologa y una comunin con elYo de otras personas. En este ltimo caso encontramos una

El Tipo Amoroso 33-

visin beatfica y un amor universal al que el mstico verdade-ro aspira con pasin y que a veces alcanza con una unin enxtasis.

Cuando la mente est lo suficientemente desarrolladacomo para ser capaz de interpretar rfagas de intuicin,entonces aparece un amor sabio. Cuando esta capacidadmental falta, es probable que la intuicin quede distorsionaday que se mezcle con imgenes e ideas que tengan muy pocoo ningn significado.

Resumiendo las diversas caractersticas, vemos clara-mente las siguientes ideas referentes al tipo amoroso: susindividuos son amables y receptivos y, cuando no son dema-siado sensibles, tambin son sociables. De hecho, son enemi-gos de la soledad y a menudo tienen miedo de ella, por loque con frecuencia van en busca de conocimiento, compaay contacto social. Cuando se vean obligados a permanecersolos, es probable que caigan en un estado de desnimo einercia. Para expresarse necesitan el estmulo de la interac-cin con otros: se realizan a s mismos a travs de las relacio-nes. Por esta razn, son fcilmente influenciables por otraspersonas. A menudo son variables y cambian de estado inte-rior y de puntos de vista como un camalen, lo que puedeser una fuente perpetua de sorpresa, confusin e inclusodesesperacin para el tipo ms simple, concreto o rgido (porejemplo, aqullos en los que predomina la voluntad, la inteli-gencia prctica o la capacidad cientfica y organizativa).

Aqullos que pertenecen al tipo amoroso pueden serconsiderados como extrovertidos porque su inters principalradica en sus relaciones vitales con los dems. Pero algunosson en parte introvertidos, de forma que a menudo se intere-san en gran manera por sus propios sentimientos que obser-


van, describen y analizan con gran habilidad. En algunoscasos, este egosmo y egocentrismo se hace tan grande que elobjeto de sus sentimientos pasa a un segundo plano paraellos, como una mera ocasin de preocuparse por sus propiasemociones.

Ahora debemos distinguir entre los subtipos activo ypasivo, que son muy distintos entre s y, en ciertos casos, sonincluso contrarios.

El subtipo activo se caracteriza por un amor apasio-nado, por el deseo y por los lazos que le hacen ardiente yexpansivo en relacin al objeto deseado -tanto si es una per-sona como una cosa-, objeto al que se aferra celosa y posesi-vamente.

El subtipo pasivo, en cambio, es servicial, maleable,sugestionable y crdulo. Es sumiso y condescendiente y tien-de a estar de acuerdo con la ltima persona con quien hahablado. Da la impresin de ser muy dbil, lo que a veces esreal pero en muchos casos no se trata de una verdadera faltade fuerza. La ineficacia de este tipo de personas es el resulta-do de la indecisin, de la falta de concentracin y de una ten-dencia a la verborrea que le conducen hacia la falta de efecti-vidad y prdida de energa y capacidades valiosas.

El tipo amoroso (y especialmente el tipo amoroso pasi-vo) es a menudo inofensivo, bondadoso y encantador. Suslimitaciones resultan agradables y tiles para otras personasque, fcilmente, pueden sacar provecho de las mismas. Deeste modo, no slo no provoca ningn tipo de oposicin sinoque a menudo tiene el apoyo y la aprobacin de los dems.Las caractersticas del tipo voluntarioso producen efectos muydistintos, ya que los defectos y, con frecuencia, las cualidades

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positivas son desagradables y molestas y pueden ocasionarantagonismos.

Las cualidades supraconscientes del tipo amoroso son,principalmente, las que expresan los diversos aspectos delamor espiritual. Estas son, en primer lugar, el amor por el Youniversal, o Realidad Suprema, y por su manifestacin csmi-ca, por su revelacin progresiva en Naturaleza y Hombre; deello se deriva la bsqueda del Yo, el elemento transpersonalque se esconde en todos los seres. A continuacin se encuen-tra la compasin y la conciencia de grupo, desarrollada a tra-vs de las relaciones amorosas y la identificacin con otros.Pero hay un segundo grupo de cualidades supraconscientesque, aunque estn sutilmente relacionadas con las primeras,difieren de ellas. Se trata de las cualidades asociadas al deseode saber. La combinacin de la sensibilidad psquica, la intui-cin, las relaciones amorosas y la identificacin con el Yoproduce una comprensin plena de los dems, de su natura-leza esencial, de sus necesidades, sus aspiraciones y tambin,generalmente, una comprensin de la vida. Se trata de lasabidura en su sentido ms amplio.

En algunos de los mejores representantes de este tipo,la cualidad ms notable es la del amor, mientras que enotros parece prevalecer la sabidura. Pero, en realidad, anivel del Yo, estos dos aspectos no pueden separarse: el unoimplica necesariamente el otro. Podemos ver ejemplos supre-mos de esto en la vida y enseanzas de los dos mayoresrepresentantes de este tipo que el hombre conoce: Cristo yBuda.

En la vida de Buda, el incentivo principal era el deseode saber, de descubrir la causa del sufrimiento y de alcanzarla verdad, que culminaba en su iluminacin. Pero fue el


amor por sus semejantes y la compasin por su sufrimiento loque le hizo recorrer toda la India durante medio siglo, ense-ando incansablemente el Noble Camino de la Liberacin.En sus enseanzas, el amor y la comprensin tuvieron ungran papel que la mayora de la gente reconoce.

En la vida de Cristo, su amor por Dios y sus discpulosy su compasin por el sufrimiento de las masas son las cuali-dades espirituales ms importantes. No obstante, a partir delos documentos del Evangelio (probablemente incompletos)queda claro cunta sabidura impregnaba su amor. Sus pala-bras y parbolas revelan la ms profunda comprensin de lanaturaleza humana y ensean de forma simple y clara lasleyes de la vida espiritual.

La cualidad espiritual del amor ha sido revelada conmayor intensidad a travs de las vidas de los grandes lderesreligiosos y los filsofos. La palabra religin en s misma sig-nifica etimolgicamente conectar o unificar, que son fun-ciones esenciales del tipo que estamos tratando. Naturalmen-te, en las instituciones y religiones histricas podemos encon-trar tambin diversas caractersticas de otros tipos porque per-sonas de todos tipos pertenecieron a ellas y contribuyeron asu crecimiento. Por esta razn, ahora podemos ver cmo losmsticos, que fueron de gran importancia en la Cristiandadmedieval, pertenecan probablemente en su mayora al tipodevocional, mientras que la complicada estructura y los ritua-les minuciosamente organizados de la Iglesia Catlica y deotras iglesias seran consecuencia de la cualidad organizativade algunos de sus exponentes.

En los grandes filsofos, especialmente en aqullosque tuvieron una cualidad espiritual, encontramos un altogrado de sabidura como resultado de su sed de saber. Sin

El Tipo Amoroso 37-

embargo, en algunas filosofas modernas que tienden a serms concretas, tambin nos encontramos con la influencia deltipo cientfico.

En el campo del arte, nos encontramos con que en lamsica el hombre tiene un medio maravilloso para expresarla grandeza de sus sentimientos amorosos con toda su intensi-dad arrolladora y la riqueza y sutileza de sus variaciones ymatices. La msica puede ser considerada en gran parte comouna celebracin del amor, desde las canciones de amor mssimples de los primitivos hasta las innumerables cancionespopulares de todas las naciones, desde los apasionados dosopersticos hasta los grandes himnos. Por ejemplo, en el pun-to culminante de Tristn e Isolda, Wagner intent representarla fusin completa del amor que trasciende a la separacinpersonal de la muerte.

En el campo de la literatura, la poesa lrica ha sidouna forma en que los amantes han podido expresar sus espe-ranzas y temores, sus alegras y pesares.

Despus de todo lo que hemos tratado, la funcinespecfica del tipo amoroso y las vocaciones en las que pue-de expresar mejor sus cualidades y talentos deberan ser evi-dentes. Obviamente, sus funciones son las de relacionar, unir,fusionar; proteger, alimentar, apoyar; comprender, ensear,educar e iluminar.

La influencia que despliega no es de efecto rpido odinmico (como en el caso del tipo voluntarioso), sino que eslenta, penetrante y difusa. No obstante, gradualmente puededemostrar que tiene un campo de accin extenso, profundo yduradero. Es una radiacin tranquila que al principio pasacasi desapercibida y no levanta ninguna oposicin, pero pre-


cisamente por esta razn puede ser penetrante, duradera yefectiva all donde una influencia ms impresionante y agresi-va fracasara a causa de la violenta reaccin que pudiera pro-vocar.

Las vocaciones y ocupaciones en las que este tipo pue-de desempear sus funciones son diversas y variadas. Inclu-yen la psicologa, la enseanza, curar, la enfermera y el servi-cio social y humanitario. En cierto sentido, la funcin de lamadre, cuya caracterstica principal es la del amor protector,puede considerarse que pertenece a este tipo.

Las tareas psicosintticas de aqullos que pertenecen aeste tipo han sido indirectamente tratadas en el transcurso deesta descripcin. La labor central es ms difcil y se trata deconseguir la ausencia de vnculos, de eliminar del amor reallos elementos de codicia y posesividad y de amar conlibertad interna, permitiendo al mismo tiempo la plena liber-tad de la persona amada.

Para poder obtener este desapego, el amor debe some-terse a una completa transmutacin y sublimacin. El amorpersonal debe eliminar sus elementos egocntricos de formaque se libere y se revele su naturaleza verdadera, la naturale-za de una radiacin beneficiosa, de un altruismo que se fusio-na con una unidad mayor, un todo mayor.

Otra labor importante de la psicosntesis de estos tiposes la de dedicarse a la eliminacin de sus debilidades y limita-ciones y a hacerlas positivas con la ayuda de una fuertevoluntad. Por lo general, esta cualidad humana esencial estpoco desarrollada en el tipo amoroso, defecto que a menudoconlleva serias consecuencias. Un amor incontrolado, inclusoel ms noble, causa aflicciones de todo tipo, mientras que

El Tipo Amoroso 39-

una persona amorosa que tambin tenga voluntad puedealcanzar una fuerza espiritual de gran valor.


El TipoActivo-Prctico

La descripcin que haremos de este tipo ser algo msbreve que la de los tipos anteriores. Ello no es debido a quesea menos importante o a que tenga menos representantes(al contrario, sus representantes son numerosos, especialmen-te en nuestra poca), sino ms bien al hecho de que es mssimple y fcil de entender y no est tan diversificado como,por ejemplo, el tipo amoroso.

La cualidad fundamental que caracteriza a este tipo esla actividad inteligente. Se trata de la misma inteligencia quelos fsicos modernos han descubierto que es inherente inclusoa la llamada materia inorgnica y, ms exactamente, a lasdiversas manifestaciones de energa que componen la estruc-tura de lo que nuestros sentidos perciben como una substan-cia slida. Han descubierto que todas esas vibraciones, ondasy quanta de energa, etc. estn regulados por leyes, conexio-nes lgicas y frmulas matemticas que demuestran la necesi-dad de la existencia de una Inteligencia mayor. Es algo queha sido manifestado de forma clara y convincente por diver-sos fsicos, astrnomos y matemticos.

Es posible ver esta Inteligencia incluso con ms clari-dad en el funcionamento de las substancias orgnicas (decuerpos vivos, vegetales, animales o humanos) si podemosobservarlas sin prejuicios materialistas o bahavioristas. En elmundo orgnico nos encontramos con una continua demos-tracin en todas partes de sutiles adaptaciones, de hbileselecciones y del uso de los medios adecuados para alcanzar


unos fines especficos. La sutil coordinacin funcional de los diversos organis-

mos, sus rpidas adaptaciones, sus mecanismos de defensa y,en especial, su capacidad de crecer y de renovarse a travsdel misterioso proceso de la reproduccin, demuestran unainteligencia maravillosa que es distinta de la inteligencia rgi-da, invariable y de funcionamiento estereotipado de nuestrasmquinas ms complicadas.

Es la misma inteligencia que el hombre ha demostradoen su dominio gradual de la naturaleza, desde las primerasherramientas y utensilios hasta inventos como el telgrafo,la radio y la televisin, o avances como la qumica moderna yla ciruga y, desgraciadamente, armas como las ametrallado-ras, bombas y armas nucleares.

Despus de estas consideraciones se deduce, natural-mente, que los hombres y mujeres en los que predomina estacualidad especfica son intensamente prcticos. Tienen unacapacidad innata para manipular la materia y adaptarla adiversos usos. A menudo tienen una gran habilidad manual yconstruyen o reparan objetos con ingenio y acierto. Seencuentran a gusto en el mundo exterior que, para ellos, esreal y absorbente.

De entre los objetos materiales que les interesan, hayuno que tienden a apreciar por encima de cualquier otro yque por tanto es la meta de sus mayores esfuerzos: el dinero.Esto es algo que no debera ser sorprendente, puesto queconstituye el valor ms obvio y tangible y el medio a travsdel cual quedan garantizados todos los dems valores mate-riales. Por ello, generalmente nos encontramos con que eltipo activo persigue con ansia las actividades que aportanganancias y le preocupan la prosperidad y el xito material. A

El Tipo Activo-Prctico 43-

este respecto puede parecerse al tipo amoroso, pero la obser-vacin ms detallada revela una diferencia importante entrelos dos. El tipo amoroso quiere dinero y otras posesionespara su placer, confort, seguridad u otros beneficios; su deseoes obtener estas cosas sin esfuerzos ni preocupaciones, porherencia, como regalo o fruto de la suerte. El tipo activo seinteresa principalmente por el proceso de hacer dinero, por eljuego de administrarlo en los negocios, en la banca, etc. Apre-cia el dinero como un smbolo o tambin como un criteriopara evaluar su capacidad, su xito y su valor social. La fra-se americana que reza Este hombre vale tantos dlarescaracteriza esta actitud de una forma muy simple.

En el campo emocional, los rasgos ms distintivos deltipo prctico son el impulso y el deseo activo. Este tipo estotalmente extrovertido y todas sus emociones muestran reac-ciones inmediatas y enrgicas. Por ello, a menudo es eficien-te, a veces generoso, pero tambin impetuoso e impaciente.Ir despacio o esperar el momento oportuno es algo que pro-bablemente le causa ms preocupacin que cualquier otracosa.

En el campo subjetivo, en la complejidad de la vida delos sentimientos, en asuntos que requieran sensibilidad ps-quica y en vuelos de imaginacin esttica, el tipo prcticotiende a ser obtuso, a mostrarse perplejo o, simplemente,desinteresado. Por lo general, en l estas funciones suelen serlentas o poco desarrolladas. El aspecto femenino de la psi-que, variable y plstico, es para l un misterio impenetrable;su mente prctica no ve ningn significado en ello. Este hom-bre es capaz de manipular cosas, nmeros y otros hombresfracasa y es torpe a la hora de tratar psicolgicamente conmujeres. Con frecuencia es un prspero hombre de negociosque da a su mujer todos los lujos y comodidades posibles


para satisfacer sus deseos materiales, pero sin embargo ellatiene grandes carencias a nivel emocional e imaginativo, yluego l termina por preguntarse pesaroso y resentido porqu ella est insatisfecha, descontenta o neurtica y por qu-tal como sucede a menudo- ella desea abandonarlo.

En la esfera mental, este tipo presenta una curiosa con-tradiccin. A menudo es inteligente, mentalmente activo,emprendedor y rpido a la hora de encontrar los mtodoscorrectos, pero esto slo ocurre cuando trata con problemasprcticos o concretos. Cuando se encuentra con problemasfilosficos, ideas generales o cuestiones de principios, pierdeel inters y normalmente abandona la discusin por sersuperficial, poco prctica, demasiado abstracta y porque nolleva a ninguna parte. A veces colecciona antigedades uobjetos de arte como hobby o porque est de moda y le ase-gura una alta posicin social en su comunidad; raras veces lohace por un aprecio real o por un placer genuino.

Del mismo modo, el tipo activo raramente se sientecmodo en la esfera de lo intuitivo. La llamada intuicin delprspero hombre de negocios tiene poco que ver con laintuicin real, que se asocia a los valores y cualidades trans-personales, a la percepcin del significado, a la comprensinamorosa y al saber del Yo.

Este breve anlisis nos proporciona los datos suficien-tes como para poder hacer un esbozo de los dones y limita-ciones del tipo prctico.

Estos dones pueden resumirse del modo siguiente:habilidad en accin, eficiencia, rapidez, capacidad de mani-pular e inventiva. Este tipo utiliza y llega a dominar la ley dela economa, pudiendo obtener un mximo de resultados


con el mnimo esfuerzo y el mnimo gasto de tiempo y mate-riales. Esta cualidad hace que le resulte posible cumplir con laimportante funcin de contribuir a la evolucin de la humani-dad utilizando y mejorando todo lo que existe en el mundoexterior. A l debemos la realizacin de las ideas humanas y,en general, la expresin material de todo lo que es inmaterial.Lo mejor de nuestra civilizacin actual, su maravilloso progre-so y aumento del nivel de vida, la erradicacin de muchosmales, el aumento del poder del hombre sobre la materia,todo son cosas que en su mayora debemos a las cualidadesde este tipo.

Las limitaciones de este tipo estn tan claras como suscualidades. Su defecto bsico es una tendencia a adoptar unaactitud materialista que, con facilidad, le lleva a sobrestimar elvalor de las conquistas materiales y del xito mundano. Otralimitacin es su agobio excesivo e improductivo a la hora detrabajar, en forma de intensa prisa, hiperactividad, fuerte agi-tacin e intromisin agresiva y desagradable. Muchos repre-sentantes de este tipo pretenden alcanzar sus objetivos desea-dos indirectamente, manipulando y utilizando sin escrpulosunos medios engaosos y explotando las debilidades deotros.

Este tipo, como otros, puede expresar los valorestranspersonales a su manera. El dominio sobre la materia, elconocimiento y la utilizacin de las leyes naturales, la inventi-va y el carcter constructivo son, de hecho, fuerzas transper-sonales cuando se utilizan desinteresadamente, tal y como sehace a menudo, para el bien de la mayora. La extensamejora de las condiciones de vida, la difusin de los conoci-mientos y la expansin y perfeccionamiento de las comunica-ciones son el material bsico necesario para la unificacin,cooperacin e interrelacin en el mundo, y constituyen unos


dones inestimables que este tipo, en asociacin con el tipocientfico, ha dado y sigue dando a la humanidad.

Hay ejemplos muy conocidos del tipo activo-prctico.Nosotros mencionaremos slo uno que, de hecho, es muyconocido: Henry Ford. Al leer su autobiografa, no podemosevitar sentir gran admiracin por ese genio que manipulabalas leyes de la economa en su negocio de coches, ingenian-do dispositivos mecnicos y haciendo pequeas economasque le permitan no slo aumentar la produccin, sino tam-bin reducir los costes e incrementar los beneficios. (Podradecirse que Ford fue un buen ejemplo de la combinacin deltipo activo-prctico y del organizativo).

Hay ejemplos colectivos (aparte de las caractersticasgenerales de la civilizacin moderna) ofrecidos por las diver-sas gentes y naciones, como China en el pasado y Francia enlos tiempos modernos. Si estudiamos la antigua civilizacinchina, podemos observar su carcter eminentemente prctico(aunque manifestado de una forma que pudiera parecernospoco usual y que, en la actualidad, no se considerara nadaprctica!). De todos los pueblos antiguos, fueron los chinosquienes realizaron el mayor nmero de inventos y de instru-mentos prcticos para su honra: el papel, la impresin y labrjula, por citar algunos. Tenan el don de un refinado senti-do de la forma y su pintura presentaba una maravillosa eco-noma artstica al evocar paisajes enteros con unos simplestrazos. De forma similar, su poesa sugiere, en cuatro o cincobreves lneas, un sutil estado mental con unos rasgos exquisi-tos de sentimiento.

Los franceses son la encarnacin del tipo activo-prcti-co, con su sentido preciso de la forma y la exacta estructurade su lengua. Muchos artistas y poetas franceses han rendido


culto a la forma, como los parnasianos. Otra de sus caracte-rsticas es la frugalidad y el amor por el dinero. (Para ser msexactos, cabe considerar a los franceses como una combina-cin del tipo activo-prctico y del cientfico.)

Un anlisis psicolgico de las filosofas respectivas deestas culturas confirma nuestra opinin. La filosofa de Confu-cio, con su carcter concreto y prctico y su admirable sabi-dura mundana, pertenece claramente al tipo activo, y lo mis-mo puede decirse de la tendencia positivista de muchos delos pensadores franceses modernos, desde Auguste Comptehasta Hyppolyte Taine.

Se puede considerar que las funciones del tipo activo-prctico son las siguientes: manifestar, encarnar, producir,adaptar e inventar. Estas funciones pueden llevarse a cabo enforma de muchas ocupaciones, algunas de las cuales hanexistido a lo largo de todos los tiempos ya que son bsicas ynecesarias para mantener la vida civilizada; otras son nuevasy son un producto especfico de nuestra civilizacin actual.Entre ellas se incluyen actividades de obreros de todostipos, desde la simple pero necesaria labor de un granjerohasta la de un artesano o de un mecnico ms especializado;o desde la actividad diligente de las amas de casa hasta lahabilidad suprema de las personas que hacen encaje o tapi-ces. Se incluye tambin la actividad constructiva de los inge-nieros, el trabajo de los comerciantes, la agresiva persuasinde los vendedores y los servicios de los asistentes sociales.

Las labores psicosintticas con que se enfrenta el indi-viduo de este tipo son:

1. Superar sus limitaciones innatas cultivando deliberadamen-te cualidades de otros tipos, especialmente las de los tipos


amoroso y creativo; reconocer el mundo intangible, lascualidades psicolgicas y la belleza; desarrollar los senti-mientos superiores y el arte de la contemplacin, lo que lepermite sondear las profundidades y escalar las alturas dela emocin, el pensamiento y la vida transpersonal enlugar de precipitarse superficialmente en todas direcciones.

Esto le ayudar a controlar y eliminar los excesos deocupacin. Aunque le resulte difcil y desagradable, debeaprender el valor y el arte del descanso, la tranquilidad, larelajacin y el silencio.

2. Unificar los apectos prcticos y transpersonales de su natu-raleza. Esto puede hacerse manteniendo la actividad porencima de su nivel material normal, infundindole un nue-vo significado y un valor ms alto.

Este objetivo puede expresarse de diversas formas, deacuerdo con la naturaleza mental y emocional de la expe-riencia personal de cada uno. A continuacin citaremosalgunos ejemplos de ello, de forma que podamos recono-cerlo bajo diversos aspectos.

Los cristianos hablan de ofrecer a Dios las accionespropias o de trabajar para su mayor gloria. Los hinds lollaman trabajar sin vincularse a los frutos personales de laaccin y karma yoga, es decir, la realizacin transpersonaly la unin con el Ser Supremo que se alcanza cumpliendocon su tarea de forma altruista y desinteresada. Una formams filosfica y objetiva de expresar la misma realidad es tra-bajar para proporcionar el mayor beneficio al mayor nmerode personas y el trmino ms utilizado en la actualidad esservicio. Pero esta palabra no debera entenderse en el sen-tido superficial y vago con que ahora se utiliza. No se refierea ningn tipo de actividad social til (aunque ste sea unpaso en la direccin correcta para aqullos que no pueden -


o no desean- hacer ms), sino que implica la consagracinde toda la vida personal, incluyendo las funciones fsicas.

Este tipo de consagracin o sacralizacin requiereuna actitud interna determinada. En primer lugar, presuponeuna libertad espiritual, es decir, una liberacin de todo tipode vnculos, incluyendo el antagonismo, la culpa, la aversiny la mala voluntad, que son tipos de vnculos negativos queatan y aprisionan igual que en su forma positiva. El individuoespiritualmente despierto es superior interiormente a toda suactividad y es capaz de escogerla, dirigirla y regularla en lugarde estar totalmente implicado y dirigido por ella. As, cons-ciente y voluntariamente, se halla inmerso en un valor y signi-ficado superiores, dedicndolo a propsitos transpersonales yarmonizndolo con la gran corriente evolutiva del mundo ypara el bien de todos. No se trata de una vaga actitud dedevocin sino de un proceso muy preciso, una transmutacinde la propia forma de vivir y trabajar que aporta resultadosrevolucionarios. Estos resultados son evidentes cuando seaplican a tres reas esenciales de la vida personal: sexo, comi-da y dinero.

La consagracin del sexo y de la vida personal ya seha descrito brevemente al tratar del tipo amoroso. Se basa enel reconocimiento de lo sagrado de esta funcin que, a travsde las generaciones, ha perpetuado la vida fsica.

La consagracin de la comida se basa en la concienciadel mismo hecho: que su verdadero fin es el de desarrollar ysostener el instrumento fsico que es necesario para que el Yopueda realizar sus propsitos. Tambin se basa en el recono-cimiento del hecho de que la comida se deriva principalmen-te de criaturas vivas, vegetales o animales, y que estos reinosinferiores de la naturaleza pertenecen al mismo universo


que nosotros y, consecuentemente, cuando se sacrifican anuestras necesidades debemos tratarlos con respeto y grati-tud. 3

Al comer debemos eliminar las actitudes de glotonera,exigencia y prisa irreflexiva, sustituyndolas por gratitud yapreciacin del sabor y de la belleza de la forma a travs dela que se nos ofrece la vida natural para su consumo. Estehbito debera ayudar especialmente a eliminar la tendencia atragar sin mascar que el tipo activo, con su prisa e impacien-cia, adopta con tanta facilidad. Adems de una sensacin pla-centera constituye un tnico digestivo y una gran ayuda en laasimilacin correcta de la comida.

Finalmente, volviendo al dinero, si nos examinamoscon la valiente honestidad que es condicin esencial para laautntica vida espiritual, observamos que el mero pensamien-to en l levanta unas profundas e intensas sensaciones ennosotros, un tumulto de emociones obscuras y reaccionesapasionadas que afectan a nuestra personalidad en puntosmuy sensibles.

Al aportar luz a todo este caos, deberamos dejar quetodo emergiera de las profundidades del inconsciente, quesaliera a la superficie y eliminar de ello toda censura. Es


3. Estas consideraciones pueden provocar la pregunta de si la matanza de anima-les est o no justificada. Un problema de este tipo no puede tratarse correctamen-te de forma abreviada o entre parntesis puesto que trata varios puntos importan-tes. Personalmente slo puedo decir que la renuncia total a la comida animal esmuy difcil de practicar, especialmente en climas nrdicos. Por otra parte, la orien-tacin general podra ser hacia una reduccin general de la comida animal ysacrificar a los animales de forma que se les inflija el menor dolor posible. Detodos modos, lo ms importante es que la forma global de tratar a los animalesdebera ser ms considerada y humana, de forma que se les pudieran compensarsus sacrificios ante la humanidad mediante una atencin cariosa y cuidadosa.

posible que entonces aparezca un torrente turbulento llenode temores, deseos, codicia y ataduras, todo ello entremezcla-do con sentimientos de culpa, envidia y resentimiento.

La base del correcto uso individual del dinero seencuentra en la renuncia a la idea misma de posesin comoun derecho personal. La posesin legal de propiedades esalgo que tiene sus justificaciones psicolgicas o prcticas,dado el nivel medio de desarrollo moral de la humanidad. Eldeseo de poseer es un un impulso primordial que hay quetener en cuenta; no podemos matarlo o reprimirlo violenta-mente. Pero desde una perspectiva superior, la propiedadasume un aspecto y un significado muy diferentes. Ya no esun derecho personal sino una responsabilidad.

Desde el punto de vista espiritual, una persona puedeconsiderarse a s misma como servidora, supervisora o administradora de unos bienes materiales que, de un modo uotro, podra tener el derecho de poseer. Para esa persona,estos bienes son un autntico test al que se somete; una res-ponsabilidad espiritual, moral y social que, de hecho, esardua de soportar con dignidad.

Es bueno observar que, aunque el camino por excelen-cia del tipo activo-prctico es la sacralizacin de todas susdiversas funciones y de su trabajo, esto es algo que deberaser practicado por todos los tipos, ya que todos nosotros fun-cionamos a travs de un cuerpo y somos activos en el mundoexterior. As, la forma correcta de desarrollar las diversas acti-vidades nos concierne a cada uno de nosotros.

Aqullos que carezcan de las cualidades del tipo acti-vo y que, consecuentemente, tengan que desarrollarlas,deben prestar especial atencin a este hecho. Para los que


son excesivamente introvertidos, sta es una forma imprescin-dible de aprendizaje, una forma de completar sus personali-dades. La sacralizacin de su actividad les ayudar en granmanera a apreciar el trabajo prctico, para llevarlo a cabogustosamente y de buena gana (algo muy difcil para este tipode persona), vindolo con una nueva luz y aprecindolo deotra forma a travs del valor y significado transpersonal queempieza a impregnarlo.

Evidentemente, para obtener estos resultados se nece-sita amor y buena voluntad. Tal como dijo Verlaine:

La vie humble, aux travaux ennuyeux et faciles,Est une oeuvre de choix qui vaut beaucoup damour

Es algo que vale la pena, porque una actitud generosade amor y comprensin transfigura la vida diaria y transformala rutina fastidiosa y montona de los pequeos actos diariosen algo lleno de alegre resplandor.

Con la ayuda de esta consagracin, que esencialmenteest al alcance de todos nosotros, podra cambiarse el carcterentero de nuestra civilizacin y, a partir de un modo de vidamaterialista y mundano, puede evolucionar en un modosagrado, tal como ocurri en varias civilizaciones antiguas enpleno apogeo. Ahora esto puede ocurrir en un punto msalto de la espiral y con un campo de aplicacin mucho msamplio, ya que puede incluir todo el progreso tcnico queconstituye la caracterstica principal de nuestra poca.

Aunque esta forma de vida est al alcance de todos, taly como ya hemos dicho, todava hay una diferencia funda-mental al respecto entre los diversos tipos, puesto que susmotivos para actuar son siempre distintos. En otros tipos, elestmulo para actuar, para trabajar y para encontrar la expre-


sin en el mundo exterior no es primaria y espontnea; esteestmulo est en posesin -o, mejor dicho- posee al tipo acti-vo-prctico. As, en el tipo voluntarioso, el estmulo que leimpulsa a actuar es la ambicin; en el tipo amoroso es elamor a su familia, a la propiedad o al pas; en el tipo idealistaes la devocin ante algn ideal, etc. Este hecho deberaentenderse de forma correcta con el fin de conocer verdade-ramente a los otros y de evitar el error de considerar a todoslos que trabajan de forma activa y continuada como si perte-necieran slo al tipo activo. Lo que constituye la base funda-mental de esta clasificacin cualitativa es la fuerza de lasmotivaciones profundas que indican la naturaleza esencial oidea fundamental del individuo y no las manifestacionesexternas de estos motivos, que pueden estar determinadas ycondicionadas por factores muy diversos. El mismo tipo deactividad pude ser inducido por muchos motivos, mientrasque el mismo motivo puede crear canales completamentediferentes para su expresin.


El TipoCreativo-Artstico

El tipo creativo-artstico es ms difcil de describir y dereconocer que otros, ya que se define con menos claridad ytiene muchos aspectos que parecen contradictorios. Sinembargo, es un tipo verdadero y propio que tiene su propiacualidad psicolgica caracterstica.

Para evitar malentendidos, debemos explicar de inme-diato que la palabra artstico no significa que todos los artis-tas, y slo los artistas, pertenezcan a este tipo. Muchas perso-nas son creativas en diversas formas y poseen algunos rasgosdel tipo artstico sin ser en modo alguno artsticos, mientrasque hay artistas que en algunos respectos pertenecen a otrostipos psicolgicos. Esto se debe al hecho importante de quelos tipos mixtos pueden existir y, de hecho, existen. Una per-sona puede poseer en esencia, en la profundidad de su ser, lacualidad de un tipo determinado mientras que su personali-dad externa puede demostrar los rasgos de otro tipo.

La caracterstica del tipo creativo-artstico es la armo-na. Cuando se consigue la armona, el resultado es la mani-festacin de la belleza. Pero en el mundo humano, la armonano es algo preexistente, sino que es el resultado de un con-flicto duro y, a menudo, prolongado y doloroso. Es la profun-da y compleja labor de crear orden a partir del caos. Por ello,aunque la naturaleza esencial de este tipo -una vez alcanzadasu realizacin completa- es la armona, la paz, la unin y labelleza, se observa generalmente una forma de ambicininsatisfecha, conflictos internos y externos, luchas con mate-


riales intratables, con fuerzas rebeldes y oscilaciones entrepolaridades.

La ltima frase plantea el gran problema de la polari-dad, el misterio de la dualidad y la unidad, que puede consi-derarse como el misterio central de toda la vida en el univer-so. No puedo tratar aqu adecuadamente este tema tan impor-tante, por lo que slo indicar ciertos puntos que estn direc-tamente relacionados con el tema que nos ocupa.

El problema con que nos enfrentamos cuando hay dosfuerzas, cualidades o seres opuestos puede resolverse bsica-mente de tres maneras:

1. Control procedente de un tercer elemento, ya sea central osuperior, dando como resultado un equilibrio y, posterior-mente, el noble camino de en medio.

2. Sntesis mediante una fusin ntima de doselementos opues-tos. El ejemplo ms simple de ello es el de la chispa elc-trica en que dos cargas de electricidad esttica, una positi-va y una negativa, se juntan y se pierden en s mismas.Otros ejemplos son ciertas combinaciones qumicas, comola de los cidos y los lcalis que producen sales. Y tambinla fusin de dos clulas sexuales durante la concepcin.

3. La creacin de una tercera cualidad o entidad mediante la ac-cin recproca y la unin (a menudo temporal y parcial) delos elementos opuestos. Un ejemplo de ello es la unintemporal de un cuerpo masculino y otro femenino (distintoa la fusin de las clulas sexuales), de lo que se produce laconcepcin y el nacimiento de un nuevo organismo.

Todas las formas de creacin humana son el resultadode este ltimo proceso. Por ejemplo, una obra de arte o unamquina son el producto de una accin recproca entre una

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idea, imagen o modelo y algn tipo de substancia o materialal que se ha dado forma segn el patrn de ese modelo.

El problema de los contrarios nos concierne a todos,pero para el tipo que ahora estamos considerando, este pro-blema es un punto fundamental que constituye el tema cen-tral de su vida y su funcin principal, tal y como se ver en elanlisis que sigue a continuacin.

A nivel fsico, los individuos del tipo creativo-artsticopresentan una magnfica apreciacin de la belleza y un exce-lente sentido del color y, en consecuencia, muy buen gusto.Su amor por la belleza fsica y su deseo de crear tiende aintensificar sus deseos e impulsos sexuales. Por lo general, lasmanifestaciones de estos impulsos son bastante refinadas; laexpresin del instinto se combina con una fascinacin por labelleza y las cualidades estticas. Este tipo tiende a hacer delamor sexual un arte refinado, al igual que de todos los otrosprocesos vitales.

La vida emocional de ete tipo es muy activa y a menu-do lleva a una falta de equilibrio. Estos individuos son muyvariables. A menudo se balancean entre extremos de optimis-mo y pesimismo, con pocas de vitalidad y felicidad incontro-lada que se alternan con otras de desnimo y desesperacin.Estas fluctuaciones llegan a ser exageradas en su imaginacin,que es especialmente viva y altera, distorsiona y transforma larealidad, a veces hasta tal grado que su fantasa elimina estarealidad por completo. 4

A este respecto, se les puede considerar introvertidos a


4. Cf. H. Keyserling, South American Meditations, Ch, VIII (FundacinBollingen, Nueva York, 1959)

nivel emocional. No obstante, tambin es cierto que sonextremadamente sensibles a las impresiones procedentes delmundo exterior y a la influencia de otras personas. Estn muyinfluenciados por el entorno en el que viven y con facilidadse preocupan por la discordancia, la fealdad y la vulgaridad.Poseen delicadeza, que es un rasgo caracterstico de lossudamericanos, especialmente de los brasileos.

Con frecuencia los tipos artsticos son sensibles a suti-les impresiones psquicas. Son propensos a los fenmenostelepticos, precognicin, etc. Esta sensibilidad no perteneceslo al tipo creativo-artstico. El tipo amoroso, con su marcadareceptividad, a menudo la posee, al igual que los ms msti-cos del tipo devoto. Pero aqullos que pertenecen a los tiposvoluntarioso, prctico, cientfico y organizativo, que son mspositivos y objetivos, por lo general carecen de esta sensibili-dad. Desde este punto de vista, los tipos artsticos parecen serextrovertidos pasivos. La contradiccin es slo aparente, yaque las dos caractersticas son el resultado de causas diferen-tes que no se excluyen entre s en absoluto: una imaginacinactiva puede coexistir perfectamente con una aguda sensibili-dad. Este ejemplo demuestra con claridad que debemos evitarel uso de reglas fijas o de clasificaciones rgidas y simplistasen el campo psicolgico.

Tambin a nivel mental nos encontramos con la apa-rente contradiccin descrita al principio de este captulo. Laprincipal tendencia mental es la de armonizar, incluir, unificary perfeccionar, pero el contraste entre la belleza del ideal ylas condiciones imperantes que evitan su realizacin en elmundo fcilmente despiertan su instinto por combatir la estu-pidez y obcecacin de los responsables de esta insuficiencia.

En los representantes ms desarrollados del tipo creati-


vo, la intuicin es muy activa y la utilizan, principalmente,para comprender el verdadero significado que se oculta traslos acontecimientos y apariencias externas. Consciente oinconscientemente, el tipo creativo adopta como lema la afir-macin profundamente intuitiva de Goethe segn la cualtodo lo que es transitorio no es ms que un smbolo, ysiempre va en busca del significado oculto en todo lo quepercibe.

La personalidad de este tipo es muy diversa, variada yvoltil, por lo que a menudo es inescrutable y escurridiza. Nohay ninguna imagen esttica o instantnea que pueda captu-rarlo: necesitamos una pelcula entera para tomar las imge-nes de sus variables caractersticas en su rpida sucesin.

Una de las variaciones ms notables de este tipo es laalternancia de perodos de pasividad e inercia con pocas deactividad febril. En muchos casos, parece que es el resultadode una falta de disciplina y autocontrol. Pero a menudo hayuna justificacin parcial para este desorden y falta de organi-zacin aparentes, particularmente en el caso de los invento-res, pensadores y artistas creativos. Durante el perodo depasividad externa se puede ver funcionar una preparacininterior activa, una autntica gestacin inconsciente, seguidaen el tiempo por un torrente de inspiracin cuando la crea-cin interior sale a la luz; el poema o ensayo ya est escrito,la cancin compuesta, el nuevo invento ideado. En estoscasos, el individuo ha seguido conscientemente un ritmointerno, una disciplina oculta, y se ha visto obligado a obede-cerle.

Se puede considerar que los creadores de este tipo soncomo instrumentos de su actividad psicolgica inconsciente osupraconsciente, a la que estn sujetos casi por completo,


siendo incapaces de ejercitar cualquier tipo de control realsobre la misma. Esto suscita una cuestin mucho ms disputa-da sobre si es posible hacer una tentativa y conseguir estecontrol o no. Muchos artistas han querido obtenerlo y lo hanconseguido, demostrando que es posible. Destacar el casode Maurice Maeterlinck. Sus obras, y en especial la admirableLa Sagesse et la Destine, fueron el fruto de una larga y pro-funda reflexin y de una despierta intuicin que se expresabaen un preciso estilo artstico, rico en luminosas analogas yclaridad sinttica. No obstante, Maeterlinck tena el hbito deescribir sus libros segn un ritmo perfectamente regulado,empezando cada maana a la misma hora, terminando trasdos horas de redaccin fcil y prolfica y, despus de acabar,dedicaba el resto del da a su jardn, sus abejas, su bicicleta yotros pasatiempos.

Adems, en muchos casos, las presiones externas pue-den proporcionar un estmulo lo suficientemente fuerte comopara despertar la creatividad latente o improductiva, forzandola inspiracin y el dar a luz. Podemos encontrar un ejemplodivertido en el caso de Rossini. Este compositor era bastanteholgazn y disfrutaba tanto de la buena comida que en losltimos aos de su vida presuma ms de su habilidad comococinero que de su genio musical. Una vez, haba prometidocomponer la msica de una pera para una fecha determina-da. As que el empresario hizo todos los preparativos para suproduccin, incluyendo el anuncio al pblico. Pero la fechase acercaba y Rossini slo le haba entregado una parte de lamsica, mostrndose insensible ante sus insistentes splicas.Entonces el empresario recurri a medidas drsticas: encerra Rossini en su habitacin y no le dej comer hasta quehubiera entregado un nmero determinado de pginas. Rossi-ni se enfureci y protest, pero termin por rendirse y en eseestado mental compuso rpidamente algunas de sus arias ms


brillantes y humorsticas, lanzando las pginas manuscritaspor la ventana tan pronto como las terminaba. Abajo, treshombres las copiaban a un ritmo frentico para que pudieranser ensayadas por la orquesta que estaba a la espera.

El problema de la disciplina o de la espontaneidad enla actividad creativa es, ciertamente, muy difcil y no puedeser tratado aqu tal y como sera conveniente. Por ello, melimitar a afirmar que parece correcto esperar que cada per-sona -segn proceda su psicosntesis- sea cada vez mscapaz de regular y de controlar su fuerza creativa y que, gra-cias a un mejor conocimiento de las tcnicas y leyes psicoes-pirituales y a un entendimiento ms profundo de los ciclosinternos de energa, la persona adquirir ms capacidad devivir rtmicamente en lugar de caticamente y de expresarsesegn un flujo constante de creatividad.

Hasta cierto punto, la alternancia entre actividad ypasividad sobre la que ya hemos hablado se encuentratambin entre los otros tipos, puesto que se trata de unacaracterstica general tanto de la vida humana como de la uni-versal.

Normalmente, la personalidad del tipo creativo-artsticoes imaginativa, soadora y poco prctica. Tiende a evadir ladura realidad de los hechos y se fabrica un mundo lleno defantasa en el que vivir. A menudo estas personas son extrava-gantes y sin ningn sentido del valor del dinero o de lasposesiones. Tienden a ser caprichosos e irreflexivos. Cuandolas circunstancias les empujan a actuar, despiertan durante unrato, formulan una serie de buenas intenciones sinceras yempiezan a trabajar en ello. Pero sus propsitos se desvane-cen rpidamente y, demasiado pronto, vuelven a huir a sumundo de sueos.


Los hombres que poseen el llamado temperamentoartstico constituyen un problema y son causa de indigna-cin en algunas mujeres prcticas y bien equilibradas que -poruna de esas frecuentes ironas de la vida- han atado su desti-no a uno de ellos, ignorando a lo que se enfrentan. Desde unpunto de vista objetivo y razonable, estas mujeres tienenrazn, especialmente cuando las personas artsticas se olvi-dan de pagar las facturas y nunca tienen suficiente dinero enefectivo cuando lo necesitan. Pero, a menudo, estas mujeresprcticas no consiguen apreciar las cualidades de refinamien-to, versatilidad, generosidad e idealismo que estos tempera-mentos artsticos suelen poseer y, especialmente, tampocoperciben que estas personas tambin son un problema paraellas mismas. Bajo una superf

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Tipos Humanos de Roberto Assagioli