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Tiempo de invierno en la vida consagrada

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Nuevas formas y profecía

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INTRODUCCIÓN

Este libro nace del deseo de dedicar una atención especial a ese fenómeno de las nuevas formas de vida consagrada, que es uno de los aspectos indudablemente más significativos del mundo eclesial contemporáneo, junto con el de los nuevos movimientos y asociaciones laicales, al que no está con fre-cuencia ligado. Pero a medida que realizábamos el trabajo de investigación nos ha parecido cada vez más claro el hecho de que ese fenómeno realmente providencial no es, en reali-dad, otra cosa que la punta del iceberg, es decir, uno de los primeros signos del proyecto del Concilio Vaticano II sobre la vida consagrada. Un proyecto cuyo cumplimiento se ha retrasado sin duda, en estos casi cincuenta años, por diversas razones históricas y espirituales que intentaremos analizar a lo largo del tratado, pero que ahora parece imponerse con una firmeza irresistible en el corazón mismo de la Iglesia, precisamente donde el Concilio coloca la experiencia de la vida consagrada, la cual, en cuanto acontecimiento eminen-temente del Espíritu, es su alma siempre activa y fecunda de vida e impulso misionero.

Por eso, al final se nos ha impuesto casi la necesidad de volver a profundizar en la riqueza y complejidad del proyecto conciliar, favorecidos, creemos, también por una cierta distancia temporal –que permite hoy una comprensión más equilibrada y prospectiva del don del Concilio– y por la preocupación, por qué no, con respecto a un tesoro que parece no haber sido entendido aún y hecho fructificar como se merece en la vida de la Iglesia. En una palabra, nos ha

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parecido verdaderamente urgente intentar desmentir las afir-maciones de quienes sostienen que el Concilio no ofreció nada o casi nada a la vida consagrada, y reconocer más bien que la perspectiva de fondo que ha indicado a la Iglesia para pensar y releerse a sí misma, o el continuo y fecundo diálogo entre fe y cultura, anuncio evangélico y conceptualización histórica, es también la clave que permite leer e interpretar la vida consagrada hoy.

Por otra parte, las nuevas formas de vida consagrada que constituyen cada vez más nuestro mundo eclesial, sean pequeñas o grandes, parecen no brillar por una originalidad particular, salvo algunas excepciones significativas. Se trata, con toda probabilidad, de que es todavía demasiado pronto para poder identificar claramente cada uno de los aspectos específicos de los nuevos institutos, así como a menudo es largo y complejo el proceso de explicitación de un carisma en el interior de la misma familia religiosa. Por ello se asis-te a la búsqueda de modelos completamente nuevos, pero también a la recuperación de formas de vida consagrada ya ensayadas, a la elaboración de estilos de vida inéditos, así como a la vuelta a formas, por ejemplo, de oración que se remontan al pasado de la vida de la Iglesia. Es realmente una situación magmática, frente a la cual la síntesis conciliar puede, efectivamente, representar un instrumento de discer-nimiento fecundo y respetuoso propio de esa creatividad del Espíritu que, en último análisis, es el mismo corazón de la intuición del Vaticano II.

Más exactamente, interpelarnos sobre el magisterio con-ciliar y sobre el rostro de la Iglesia que nos encontramos en la experiencia de la vida consagrada hoy, ha querido decir elaborar un recorrido en cuatro momentos sucesivos. En la primera etapa (C. Mezzasalma) nos ha parecido esencial to-mar muy en serio los desafíos de nuestro tiempo, calificado no por casualidad como invernal; pero sin tonos apocalípticos, sino sólo con la convicción de que, como escribía Giuseppe

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De Luca, el alma no se salva sin comprometer a fondo la in-teligencia, es decir, sin un trabajo de zapa y de comprensión del mundo y de la cultura en que vivimos. La segunda etapa (A. Andreini) propone como tema esa irrupción del Espíritu que parece estar casi infravalorada hoy y que, no obstante, ha estado y estará siempre en el corazón de la experiencia eclesial y, particularmente, de la vida consagrada, tierra de Dios en la cual se expresa la íntima naturaleza de la vocación cristiana, como enseña el Concilio. En la tercera etapa (A. Andreini) hemos abordado una lectura de conjunto de las diversas formas de vida consagrada existentes hoy en la Igle-sia, organizándolas en tres grandes modelos, pero tratando sobre todo de comprender el sentido de este auténtico labo-ratorio del Espíritu que es la vida consagrada, que pretende responder a una pregunta de hecho crucial para el futuro de la Iglesia: ¿Es posible vivir radicalmente el Evangelio en nuestro tiempo líquido y globalizado? La cuarta etapa (C. Mezzasalma), por último, se propone tratar lo que creemos que son los desafíos antropológicos decisivos para nuestro tiempo, partiendo otra vez de una indicación conciliar, según la cual entre la comunidad cristiana y el mundo en que vive hay una dinámica del dar y recibir ayuda (cf GS 45), que es imprescindible precisamente para la comprensión y el desa-rrollo de la misión eclesial: desafíos entre los que surge con fuerza esa santidad, releída en una perspectiva más amplia y profunda, precisamente en diálogo con las exigencias de nuestro tiempo.

No podemos concluir estas palabras introductorias sin expresar un agradecimiento particular a nuestra Comunidad de san Leolino, que se inserta de hecho en las nuevas formas de vida consagrada y nos ha servido de fuente de inspira-ción y reflexión a lo largo de nuestro trabajo. Pero, sobre todo, nuestra gratitud se extiende a las muchas comunidades religiosas masculinas y femeninas con las que mantenemos relación, que seguimos y acompañamos en su camino, y cu-

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yos generosos esfuerzos para vivir la fidelidad al Evangelio y a la consagración en nuestro tiempo, han estimulado en gran parte nuestra investigación. A ellas está dedicado este trabajo, así como, más en general, a todos los que sienten esa pasión por Dios que el Espíritu Santo sigue encendiendo en los corazones de los creyentes, a fin de que, vivificados y reunidos en ese mismo Espíritu como peregrinos, tiendan a la perfección final de la historia humana, que corresponde plenamente al designio de su amor.

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ÍNDICE

Siglas.............................................................................. 5

Introducción................................................................... 7

El invierno de nuestro trabajo.................................... 11

Preludio sobre algunas imágenes de la vida consagrada................................................. 11

El invierno de nuestro trabajo.................................... 15

Había una vez: La vida consagrada en una encrucijada...................................................... 19 ¿Sólo años de desencanto?......................................... 26

Una profunda confrontación: cultura y vida consagrada........................................... 30

La extraña fecundidad del invierno............................ 33

El invierno o la radicalidad de la vida........................ 35

Una fidelidad creativa................................................. 39

Vida en el Espíritu, único futuro posible.................... 41

En el mismo corazón de la Iglesia.............................. 41

En busca de una espiritualidad según el Concilio...... 46

¿Qué Iglesia después del Concilio?............................ 50

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La vida consagrada «en el icono de luz del Concilio»............................... 57

Despertar el carisma................................................... 65

Los signos de una renovación posible......................... 77

Un laboratorio al aire libre......................................... 77

Releyendo el carácter escatológico............................ 81

El desafío de la duración, en la escuela de la liturgia.......................................... 87

Un pelicula, una provocación, una oportunidad......... 94

Un intento de articulación: el modelo clásico............ 99

Hacia un mayor arraigo histórico y eclesial: el modelo liberal......................................................... 106

Llevar al centro la experiencia de Dios: el modelo radical........................................................ 115

La persona, camino de la vida consagrada.......... 119

Los nuevos desafíos antropológicos............................ 123

Una misión y un método............................................ 123

Reencontrar el asombro: el difícil camino de la esperanza................................ 125

La vía de la esperanza en la noche............................. 128

La aurora del carisma................................................. 132

En el corazón de la santidad de la Iglesia................... 134

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Figuras de santidad para los tiempos de invierno:Teresa del Niño Jesús e Isabel de la Trinidad............. 139

La experiencia de Teresa del Niño Jesús.................... 141

La aventura de Isabel de la Trinidad.......................... 146

Chiara Lubich en busca de las raíces cristianas......... 151

En el umbral del misterio de Dios.............................. 155

Dentro del surco de la espiritualidad del Vaticano II............................................................. 159

La vida consagrada y el Vaticano II........................... 163

Una nueva identidad en la «sociedad líquida»........... 167

El drama de las relaciones significativas.................... 169

El insustituible deseo de la cultura............................. 171

La búsqueda de la belleza........................................... 176

Conclusión...................................................................... 179

Nota bibliográfica.......................................................... 183