FUNDAMENTOS DE SOCIOLOGÍA JORGE PINGARRÓN CARMONA GPO. 211

TEORÍA VOLCÁNICA HOLLOWAY, J.

Holloway, encuentra en la figura del volcán, grandes similitudes con la vida social, más allá de lo que pudiera ser evidente, expone una serie de puntualizaciones respecto a situaciones de nuestro entorno social, que michas veces se han perdido en discursos oficiales.

Habla en una simple, pero profunda analogía, de la fuerza del reprimido; al igual que en el volcán la sociedad misma tiene una aparente calma externa, sin embargo, en su interior se gestan fuerzas capaces de producir grandes catástrofes; dentro de la sociedad de una manera invisible hay un proceso latente y al mismo tiempo dinámico.

Este proceso, o mejor dicho, esta fuerza es denominado el anti – poder. Este no es concreto a una parte de la estructura social, está presente en toda ella. Busca en esencia, no la lucha por el poder, sino la lucha contra el poder; no se encuentra sólo en las personas, sino que también forma parte de las diversas situaciones y todos estamos inmersos en él.

En cada uno de nosotros, se encuentra esa sensación de rebeldía, en algunos, la gran mayoría, de una manera latente o sofocada, se canaliza en otros como el hecho de problematizar, de poner de manifiesto la contradictoria, otra forma la encontramos en las frustraciones cotidianas. Nace en cada individuo con el deseo de buscar la reafirmación sobre el control de nuestras propias vidas.

No es sólo la esperanza en el futuro, sino que es al mismo tiempo, la mayor debilidad de la dominación.

Por otra parte, esa situación genera una llamada “crisis”. Crisis que se teoriza en varias vertientes; la primera de ellas, una ortodoxa, que se expresa como las contradicciones objetivas del capitalismo, que, retomando las teorías de Marx, da a esta visión de teoría de la crisis, como la que es capaz de convertir las crisis de carácter económico en crisis de carácter social, misma que sirve de base para una toma revolucionaria del poder.

No en contraposición, pero si desde otra perspectiva, la crisis es la fuerza de nuestra oposición al capital. Citando al autor: “No hay contradicciones objetivas y sólo nosotros somos la contradicción del capitalismo”. De lo anterior se desprende que no es sólo el desarrollo de las leyes de producción, sino la lucha de clases.

Antes de continuar, se hace necesaria una precisión. Por el concepto de fuerza, se tiene que es la que se establece en un contexto dinámico de la relación de lucha entre el capital y el trabajo. Retomando, la crisis es entonces una insubordinación que se obstruye la intensificación de una explotación necesaria para la reproducción del capital.

A través de discursos oficiales, así como el de los acaparadores del capital, buscan ellos una aparente “solución” a los problemas generados por la crisis, en particular dentro del entorno económico, buscando la perpetuación de las acciones de dominio; utilizan para tal fin mecanismos de control, como se ejemplifica en el caso de los créditos, sin embargo, estas medidas de control conllevan consecuencias.

Una de ellas es la confrontación que impone cierta disciplina social, y otra, el creer erróneamente que es posible someter a un proceso administrativo la misma crisis económica, a sabiendas que no hay tal proceso ya que la crisis económica no es un proceso predecible.

Por último, lo que es importante resaltar, es que la negación, la subordinación de nuestras vidas al capital, no es de ninguna manera la solución, y seguir manteniendo ese tipo de actitudes, a lo único que llevan es a sofocar cada vez más nuestros deseos del control de nuestras propias vidas.

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