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Relaciones entre tragedia antigua y filosofía contemporánea: los problemas de la verdad y la alteridad levinasianas en el Áyax de Sófocles Luciano A. Sabattini – UNS [email protected] Introducción En trabajos anteriores presentamos la relación entre visión y conocimiento en el Prólogo del Áyax de Sófocles y cómo a partir de ella se configura epistémica y moralmente el mundo de los guerreros Áyax y Odiseo 1 . También, a partir del encuadre histórico de los conceptos de ψυχή y ἐγώ en la tragedia sofoclea y de la concepción del ver como πάθος trágico 2 , analizamos el personaje de Odiseo en el Prólogo a partir de las teorías de Lévinas y Vernant 3 . En este trabajo retomaremos los problemas de la verdad y de la alteridad en la teoría de E. Lévinas, aplicándola al Prólogo de la tragedia, lo que va a permitir valorar el contenido filosófico de la obra sofoclea al tiempo que resolver cuestiones filológicas. Configuración del otro y de la verdad en la teoría de Emmanuel Lévinas 4 1 Sabattini (2010). 2 Definimos πάθος como aquella experiencia que configura el mundo de los personajes. 3 Sabattini (2013). 4 Según Lévinas (2002).

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Relaciones entre tragedia antigua y filosofa contempornea: los problemas de la altheia y la alteridad en el yax de Sfocles

Relaciones entre tragedia antigua y filosofa contempornea: los problemas de la verdad y la alteridad levinasianas en el yax de Sfocles

Luciano A. Sabattini [email protected]

Introduccin

En trabajos anteriores presentamos la relacin entre visin y conocimiento en el Prlogo del yax de Sfocles y cmo a partir de ella se configura epistmica y moralmente el mundo de los guerreros yax y Odiseo. Tambin, a partir del encuadre histrico de los conceptos de y en la tragedia sofoclea y de la concepcin del ver como trgico, analizamos el personaje de Odiseo en el Prlogo a partir de las teoras de Lvinas y Vernant. En este trabajo retomaremos los problemas de la verdad y de la alteridad en la teora de E. Lvinas, aplicndola al Prlogo de la tragedia, lo que va a permitir valorar el contenido filosfico de la obra sofoclea al tiempo que resolver cuestiones filolgicas.Configuracin del otro y de la verdad en la teora de Emmanuel Lvinas

Para Lvinas, el Deseo suscita la metafsica, un movimiento que parte de un mundo familiar y se dirige a un fuera de s cuyo trmino es lo Otro en su alteridad radical. Pero el Otro es posible como tal si lo es con relacin a un trmino cuya esencia es servir de entrada a la relacin: el Yo, ser cuyo contenido de existencia es la identidad y que recobra su identidad a travs de todo lo que le acontece. Si el Yo muda la alteridad del mundo, adoptando la modalidad de habitar, de identificacin en lo de s, se revela como el Mismo por excelencia. As, el Mismo es la modalidad del Yo que tiene la posibilidad de suspender la radical alteridad del Otro.A partir de Scrates, la filosofa occidental ha sido ontologa, teora o inteligencia que aborda el ser conocido (Otro) de tal modo que desvanece su alteridad respecto del ser cognoscente (Mismo). Esto siempre se ha realizado colocando un tercer trmino neutralizador que subordina en s al Mismo y al Otro, incluyndolos as en una totalidad. Pero toda ontologa en este sentido presupone ya la relacin con el Otro, es decir, la metafsica.La relacin metafsica del Mismo y del Otro es lenguaje; funciona originalmente como discurso en que el Mismo sale de s. La condicin de esta relacin es el Yo, que cara a cara realizar este trnsito al Otro; aunque, en tanto en un discurso, no puede renunciar a su egosmo, reconoce al Otro un derecho sobre ese egosmo. Mientras cuestiona al Mismo, el Otro se presenta ante l como rostro, que constantemente destruye la idea que deja al Yo, y que se manifiesta per se, se expresa. La expresin del Otro suprime todo intento de totalizacin en el Mismo. Es la situacin en que est el yo cartesiano frente a lo Infinito.En la relacin metafsica, el Mismo se rene con el Otro mediante la bsqueda de la verdad, bsqueda por cierto riesgosa, pero no motivada por una necesidad sino por la felicidad que promueve el Deseo. La bsqueda de la verdad es ms fundamental que la teora, porque en sta hay necesidad y arraigo, en el que se mantiene la participacin, que implica la totalizacin, como categora del ser.

Para la realizacin de esta relacin es necesaria la ruptura de la totalidad, obtenida mediante el pensar que consiste en hablar y que adems se mantiene frente al Otro, refractario a la categora. Producto de esta ruptura es la conversin a la exterioridad realizada desde la interioridad del Yo en la que Mismo y Otro se separan completamente, lo que implica considerar al Otro como Infinito. Dicha conversin no se deduce de la identidad del Yo, porque lo Infinito no est a su medida. Lo Infinito es lo Deseable, lo que suscita el Deseo. El Deseo es por ende revelacin; el ser brilla por propia luz . La verdad surge donde un ser separado del otro se expresa: el saber slo llega a ser tal si se cuestiona a s mismo en su libertad. La presencia del Otro no dificulta la libertad, la inviste. El saber articula la vergenza de s, la presencia y el Deseo de lo Otro. En la justicia o en el verdadero discurso se produce la verdad.Esta relacin de lenguaje (recibimiento del rostro que presupone el lenguaje) que funda la verdad se opone a una visin solitaria. La visin, en efecto, no abre nada ms all del Mismo. El conocimiento objetivo no deja de estar marcado por el modo de abordar lo Real por parte del Mismo: reconocer la verdad como develamiento es conectarla al horizonte de quien la devela, por tanto a la apropiacin del Yo. Ver es olvidar que hay otro. La visin como olvido del hay se debe al contento de lo finito sin preocupacin de lo infinito. La luz que la propicia no permite al Yo abordar los objetos de frente.La teora de Lvinas (teora filosfica occidental contempornea) como enfoque de anlisis de la tragedia yax (texto literario antiguo)

Lvinas constituye una importante herramienta terica de aplicacin filolgica. No obstante, los conceptos de estos filsofos no deben aplicarse sin ms al texto griego; antes bien, deben modificarse. Pues est claro que el Yo, el Mismo y el Otro no se corresponden unvocamente con el , el y el griegos, ya que los significados de estos trminos provienen de dos conceptualizaciones culturales distintas, a saber la occidental actual y la griega antigua. Nos centraremos en el Prlogo del yax de Sfocles debido a que es una escena importante per se en la trama de esta tragedia, en tanto muestra el desarrollo del mundo y porque podemos aplicar eficazmente los conceptos ya explicados.

La trada ver-conocer-actuar en SfoclesEn Sfocles se desarrolla una nocin de verdad cuyo es el ver que fundamenta un conocer. Centrndonos en el Prlogo de su yax, la relacin entre ver y conocer se da a partir de la bsqueda y la duda. El personaje de Odiseo, una de las figuras principales de esta escena, tiene una visin que da paso a un conocimiento que a su vez lo lleva a considerar su destino y el de todos los restantes mortales. Asimismo, este ver-conocer funda una moral. Atenea, quien muestra el ver y por ende el conocer mediante un descubrimiento, muestra tambin el deber-hacer mediante la palabra. El ver entonces es el trgico que fundamenta las actitudes de los personajes: Odiseo ve de una forma (humana-homrica) y luego de otra (inmortal mostrada temporalmente por Atenea): primero conoce y acta segn la primera; luego segn la segunda visin. Atenea ve de otra forma (divina-homrica) segn la cual conoce y acta. El propio yax en el Prlogo ve de otra forma (humana-homrica + visiones falsas impuestas por Atenea) y conoce y acta segn esa visin.

La verdad sofoclea que fundamenta la dada ver-conocerHay en Sfocles un tipo de verdad emparentada con verdad como develamiento, fundada en un ver-conocer. En la visin de Odiseo, la verdad se produce a travs de mirar a yax: a partir de ella, Odiseo considera la como una totalidad. En relacin con Lvinas, Odiseo decide buscar la verdad con Atenea (que es una diosa que conoce dicha verdad, y que es un otro en su condicin de diosa) y la encuentra a travs del recibimiento que hace el primero de lo que la diosa le proporciona (aunque forzosamente): la visin-conocimiento por el develamiento, y la moralidad por el expresarse de la diosa. As, la verdad sofoclea es una relacin entre y realizada por el , el , el , el .La alteridad sofoclea que fundamenta el actuarEn Sfocles, la relacin entre unos y otros es siempre de o de , sin relaciones intermedias. Esto conduce a aplicar el principio de ayudar a los amigos, daar a los enemigos. Pero Odiseo se muestra como un personaje original. Hasta el momento de la visin, nos encontrbamos con un Odiseo integrado al ejrcito aqueo, ms propio de la Ilada: el empleo del plural en el v. 23 nos lo confirma. Al ver a su enemigo, Odiseo permanece callado, es decir, recibe pasiva y forzadamente la visin, y con ello su conocimiento de la y la relacin que establece entre la de yax y la suya propia. Pero esto no podra haberse realizado si la visin no hubiera trastocado el de Odiseo: su empleo de la 1 persona singular nos evidencia que su se hace distinto al del resto del ejrcito, incluyendo el de yax, porque su relacin con el otro se funda de una manera distinta a la de los dems.Odiseo establece una relacin de igual a igual con yax: primero yax es un otro considerado como enemigo al que se vea abrirse violentado tal como una cosa (porque el expresarse de yax no era sino producto de una violencia ejercida sobre su ); luego, un otro igual a l considerado como noble. Este cambio se funda en la asociacin personal e interna de Odiseo al hacer esa asimilacin entre la de yax y la suya. Se trata de una moral (criticada por Lvinas), que sin embargo abre el paso a la verdad como , ya que de ah en ms Odiseo obrar de acuerdo con las leyes divinas, verdades por encima de l a las que debe atenerse. Toda la , para Odiseo, se reduce a la de yax, de modo que puede realizar dicha , porque incluye de modo especial su propia . La moral es una asimilacin del y el cuya fuente comn es la manifestada en la . El queda subordinado, junto al , bajo la : esto se corresponde con la relacin que Lvinas llama subsuncin del Otro en el Mismo. La nueva moral que adquiere Odiseo le permite considerar ya no tanto, para en su relacin con el otro, la oposicin - (como s lo hace todo el resto de los personajes), sino la oposicin -.En los versos finales, Odiseo cuestiona a los lderes del ejrcito pero no duda en aplicar las leyes divinas (haciendo caso a la moral de Atenea), instando a Agamenn y Menelao a realizar las honras fnebres al Telamonada. Es frecuente la pregunta de si esta nueva moral adquirida por Odiseo (y esta su aplicacin concreta) no ejerce en efecto una violencia sobre yax. Aunque D. Cuny argumenta diciendo que Odiseo conoca la fragilidad de los destinos humanos, en este caso estamos ms de acuerdo con Blaise al decir que yax muere dos veces. La teora levinasiana en este sentido nos proporciona un marco terico innovador, desde el punto de vista tico-metafsico, una clave para afirmar que la actitud de Odiseo no es sino la de reafirmar su yo, subsumiendo al otro en esa , la llamada (y que Agamenn confirma cuando recibe ese conocimiento de parte de Odiseo a travs de su , diciendo ). La identificacin yo-otro bajo un marco comn, desde la perspectiva levinasiana, es una forma ms de violencia para con el otro, porque subsume el Otro al Mismo en lugar de considerar al Otro como infinito, consideracin segn la cual nunca se agota el conocimiento del otro y por ello mismo se intenta acceder a l a travs del lenguaje y no del silencio. Ntese adems que esta moral que considera al otro como totalidad est fundada en un conocimiento teortico, que parti de una visin solitaria (no fue una visin cara-a-cara, sino que Odiseo permaneci oculto a los ojos de yax).Conclusin

La teora filosfica de Lvinas proporciona un fundamental marco terico a partir del que podemos acceder a una mejor comprensin de la tragedia que nos ocupa. Nos permite ver que, sin agotar la multiplicidad de interpretaciones que pueden hacerse desde otras aristas, a lo largo de la trama del Prlogo de la obra se desarrolla (de forma ms o menos explcita) una concepcin filosfica acerca del mundo y la sociedad (, en el que se hallan la y la ), que involucra los aspectos cognoscitivo (fundamentado por una concepcin particular de la verdad) y moral (fundamentado por una concepcin particular de la alteridad), y que se halla en una posicin histrica (pre-platnica pero post-homrica) respecto de la tradicin greco-occidental.En este sentido, la interpretacin que parte de los puntos de la verdad y alteridad levinasianas nos da una chance ms de apreciar la riqueza filosfica del texto sofocleo, que responde a un momento de la sociedad helnica donde el era el portador de la verdad, adems de resolver puntuales cuestiones filolgicas. Bibliografa

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Definimos como aquella experiencia que configura el mundo de los personajes.

Sabattini (2013).

Segn Lvinas (2002).

Lvinas (2002: 57-58). Definimos alteridad como el hecho de que hay otro para el cual soy otro.

Lvinas (2002: 60).

Lvinas (2002: 61).

Cf. Lvinas (2002: 66-67, 69-70).

Lvinas (2002: 71).

Lvinas (2002: 63-64).

Lvinas (2002: 67). En esto reside la tica, la faz concreta de la metafsica.

Lvinas (2002: 74-75).

Lvinas (2002: 72-73): el infinito es aquello cuyo ideatum (contenido de la idea) deja atrs la idea: la distancia que separa ideatum e idea constituye el contenido del ideatum.

Cf. Lvinas (2002: 84, 87).

Lvinas (2002: 85-86).

Lvinas (2002: 84).

Lvinas (2002: 64).

Lvinas (2002: 77, 82-83). Para Lvinas (2002: 294) el ser es exterioridad.

Lvinas (2002: 85).

Lvinas (2002: 89).

Lvinas (2002: 110-111).

Lvinas (2002: 94). La presencia del Otro rompe el anrquico encantamiento de los hechos: a travs del habla que lo tematiza, segn Lvinas (2002: 112, 121). As, el mundo llega a ser objeto, por el cual Yo y Otro logran una asociacin cuya estructura es moral, de suerte que la verdad se funda en mi relacin con el Otro o la justicia. Cf. Lvinas (2002: 122).

Lvinas (2002: 122) dice Poner la palabra en el origen de la verdad es abandonar el develamiento que supone la soledad de la visin como obra primera de la verdad. Esta concepcin caracteriz a la tradicin desde Aristteles hasta Heidegger. Cf. Lvinas (2002: 203, 204).

Lvinas (2002: 87-88, 205).

La praxis filolgica aparece como un terreno en que son posibles infinitas interpretaciones sobre un texto artstico en las dimensiones del teatro, la msica y la literatura. Para evitar la infinitud y tener en cuenta que la mente humana es efectivamente finita, se debe formular una teora al estilo de Lakatos (1989), pero que no slo sea original y proporcione nuevas explicaciones, sino que tambin est delimitada por un marco cultural adecuadamente presentado. No obstante, frente al temor de caer en un positivismo filolgico, se debe ser consciente de la subjetividad del intrprete y su lugar en la tradicin a que pertenece, como sostiene Gadamer (2003). La teora y la praxis as delimitadas habrn de estar controladas de acuerdo con el enfoque hermenutico de Beuchot (2009), y expandidas hacia los elementos sensoriales que proponen Sontag (2008) y Lotman (1988). No indagaremos en la creacin de este marco cultural por cuestiones de espacio, pero baste decir que nuestras principales fuentes se hallan en Vernant (1981, 1993, 1996, 2001) y Cartledge (1993).

Correspondera hacer un anlisis de estos dos conceptos y el concepto de alteridad en los griegos desde Homero a Sfocles, contextualizndolos en un marco cultural. No indagaremos en la creacin de este marco cultural por cuestiones de espacio, pero baste decir que nuestras principales fuentes se hallan en Vernant (1981, 1993, 1996, 2001) y Cartledge (1993).

En el Prlogo del yax (Aj. 1-133), entra en escena Odiseo buscando a yax para que responda por la matanza de reses. Atenea lo encuentra y le dice que ella misma fue quien provoc que yax cometiera los desmanes mencionados, mostrndole al mismo tiempo a su enemigo en estado de locura.

Ringer (1998: 32).

La relacin entre ver y conocer es puesta de manifiesto en otras escenas, por ejemplo Aj. 1418-1420. Otro ejemplo puede hallarse fuera del yax, en Oed. Tyr. 370-371 y 410-415. Algunos indicios nos sugieren que esta relacin puede observarse en toda su obra conocida.

Hasta ese momento, la matanza slo era reconocible por testimonios de otros que vieron vestigios (en el v. 29 se hace alusin a un ). Tal es lo que le ocurre a Odiseo cuando persigue las huellas de yax. La frase del v. 23 ( , ) puede tomarse como referida al ejrcito aqueo, que dudaba de los testimonios hasta ahora encontrados, pero que tambin puede tomarse como mxima general, dirigida hacia todos los hombres (por cierto, este tipo de mximas son frecuentes en Sfocles). Tenemos otro ejemplo de ello en Aj. 1366.

Aj. 121-126.

Aj. 127-133.

Kaufmann (1978: 326) dice que Odiseo mantiene la unidad de la tragedia y si le ignoramos, no podemos adentrarnos en la dimensin filosfica de la tragedia.

Cf. Aj. 1, 13.

Atenea, en cuanto diosa, muestra, y en cuanto homrica, incita a burlarse de yax (Aj. 79) y llama cobarde a Odiseo por no querer verlo (Aj. 75-81), entrando en un conflicto de valores con Odiseo por este motivo (Aj. 79-80).

En los versos siguientes, hasta su suicidio, vuelve a su forma humana homrica de ver el mundo.

En el v. 126 se usa la expresin .

Aj. 34-35.

Aj. 1, 13, 36.

Cartledge (1993: 152-174).

Aj. 74-88.

Aj. 127-133.

Cuny (2011: 83-85)

Cf. Aj. 127-133. Whitlock Blundell (1991) estudia a fondo esta mxima que establece una relacin del hombre griego para con sus semejantes y sus otros.

Cuny (2011: 83, 98).

Cf. Aj. 89-120.

Aj. 121-124.

Aj. 125.

Aj. 89-120.

Aj. 1319, 1346, 1355.

Esta asociacin no est regulada epistmicamente por yax o Atenea, pero s est regulada moralmente por la diosa, al decirle las palabras de los vv. 127-133.

Aj. 1343-1344.

Aj. 1318-1373. El mando de Agamenn se nota sobre todo por el empleo que hace del verbo . Cf. p. ej. Aj. 1331. Sin embargo, la disputa muestra un profundo sentido democrtico a pesar de hallarse en una aristocracia guerrera propia de los tiempos narrados por Homero.

Aj. 1332-1346.

Cuny (2011: 98).

Cf. Blaise (1999).

Aj. 1365, 1367.

Aj. 126.

Aj. 1366.

La relacin yax-Odiseo es siempre desde el silencio de uno de los dos. Cf. Od. XI 541-567.

Cf. Aj. 89-120.

Esta posicin histrica es puesta de manifiesto en el personaje de Odiseo, por lo que hemos dicho.

Cartledge (1993: 29-30), Detienne (1981: 21-38).