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TEMA 8. PALEOLTICO SUPERIOR MAGDALENIENSE: 17.500 - 11.500 A. BPExamen: El Magdaleniense cantbrico: periodos; caractersticas yacimientos. El Magdaleniense Inferior cantbrico. Cuestiones de sntesis de distintos temas: Altamira. La Cueva de El Castillo (como lmina a comentar). GENERALIDADES

RECIENTE:y principales

Se denomina Magdaleniense al conjunto de facies sincrnicas y/o alternativas con variabilidades culturales y funcionales entre 17.500 y 11.500 BP en el ambiente fro del tardiglacial que constituye la ltima gran cultura de los cazadores-recolectores europeos. Durante el Paleoltico Superior Europa sufri un clima altamente inestable, en los que se pas con altibajos y brusquedades del clima muy fro del ltimo mximo glacial, hacia el 22.000 BP, al clima templado y relativamente estable que ha imperado en los ltimos 11.500 aos. Las facies del Magdaleniense se desarrollan a partir de las poblaciones de cultura solutrense, abandonando las puntas lticas y los tiles de retoque plano para desarrollar una industria sea muy estandarizada que refleja grandes regularidades culturales entre los grupos humanos de toda Europa, dentro de una gran complejidad y heterogeneidad. En el aspecto econmico se asiste a una especializacin en la caza junto con un aumento en la diversificacin de recursos, especialmente la pesca y el marisqueo, lo que indica una elevacin de la capacidad de procesar y conservar alimentos, y permite un fuerte incremento de la poblacin. La Pennsula Ibrica parece mantener a lo largo de ste periodo una ocupacin general, con mayor poblamiento constatado perifrico en el cantbrico y en la cuenca mediterrnea, y ejes de desplazamiento interior, especialmente la ribera norte de la cuenca del Ebro, que podra haber actuado de corredor entre las las reas cantbrica y mediterrnea. El interestadio Allerd modifica o hace desaparecer muchas de las caractersticas industriales y/o sociales, especialmente el arte rupestre y mobiliar dando paso al Aziliense en el Cantbrico y al epipaleoltico microlaminar en el Mediterrneo. Las secuencias del tardiglacial y las pulsaciones clidas establecieron dos etapas diferentes en la Pennsula Ibrica, determinadas por las relaciones con el exterior: 1. Magdaleniense inferior y medio 17.500-14.000 hay un cierto aislamiento del exterior, con predominio en los desplazamientos de los grupos humanos en sentido norte/sur a lo largo de las cuencas fluviales y aprovechamiento combinado de los recursos monte/mar.

TEMA 8. PALEOLTICO SUPERIOR RECIENTE: MAGDALENIENSE: 17.500 - 11.500 A. BP

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2. Magdaleniense medio a partir del 14.000 BP se incrementan desplazamientos este/oeste y los contactos e intercambios a grandes distancias.

los

1. CONCEPTOS DE PALEOLTICO SUPERIOR RECIENTE Y MAGDALENIENSE. HISTORIA DE LA INVESTIGACIN El Paleoltico Superior Reciente es el perodo en que culmina el desarrollo biolgico y cultural estudiado hasta ahora, y tambin su ltima fase, ya que inmediatamente despus los modos de vida de los cazadores recolectores cambiaron de forma fundamental. El Magdaleniense es el complejo cultural correspondiente en Europa al Paleoltico Superior Reciente. Es un perodo del que abundan los yacimientos en todo el continente, siendo adems muy ricos, y con una gran produccin artstica que permite analizar el pensamiento abstracto propio de estas comunidades. Por otra parte, tal abundancia de restos produce una diversificacin regional del Magdaleniense que complica su estudio, aunque hay unas caracterstica generales definidas. En la pennsula Ibrica, el Magdaleniense es una cultura especialmente rica, con una alta densidad de poblacin en prcticamente todo el territorio, aunque el interior es an poco conocido. Hay dos facies magdalenienses: la cornisa cantbrica y la cuenca mediterrnea, sirviendo el valle del Ebro de va de comunicacin entre ambas; el resto ha sido menos estudiado. El Magdaleniense se sita estratigrficamente entre el Solutrense y los niveles del Epipaleoltico (el Aziliense en el Cantbrico y el complejo microlaminar en el Mediterrneo). Su caracterstica industrial ms importante es el desarrollo de un utillaje seo muy variado y especializado. Como consecuencia de ello, la industria ltica solutrense de puntas foliceas tiende a desaparecer. Sin embargo, el Magdaleniense peninsular parece tener su origen tanto en el Solutrense local como en el intercambio cultural con otras comunidades, relacin que en algunos momentos puede atravesar el Pirineo. As, la misma explotacin del territorio adquiere un carcter ms estructurado, que se observa en una ptima combinacin, por ejemplo por las comunidades cantbricas, de los recursos de la montaa y la costa. Esta explotacin del territorio se manifiesta en una actividad cinegtica muy especializada, as como en el incremento proporcional de la pesca y el marisqueo. Esta optimizacin de los recursos produce un desarrollo demogrfico importante, lo que tambin puede estar relacionado con el hecho de que el Magdaleniense coincide con una fase fra del Tardiglaciar, en la que las comunidades tenderan a refugiarse en las pennsulas mediterrneas de Europa. Su cronologa en la pennsula Ibrica abarca entre 17.500 y 11.500 a. BP. El Magdaleniense fue definido durante el siglo XIX, a partir de yacimientos del sudoeste francs, de los cuales se consideraron deudores entonces los restos que se fueron encontrando en la cornisa cantbrica espaola. A principios del siglo XX, estableci una clasificacin diacrnica evolutiva del Magdaleniense, dividindolo en seis fases consecutivas definidas por ciertos fsiles directores de la industria sea, basndose fundamentalmente en la variacin morfolgica de los arpones. Este esquema fue incorporado a la pennsula Ibrica, adscribindose aqu cada yacimiento o nivel a una de las fases de Breuil, y


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encontrndose adems una diferenciacin en dos facies, la cantbrica y la mediterrnea. Desde mediados del siglo XX, este sistema lineal comenz a ser cuestionado, sobre todo a partir de los planteamientos del estructuralismo. Las tipologas industriales empezaron a ser explicadas por factores culturales y funcionales, no necesariamente evolutivos. Estos tecnocomplejos podan constituir contextos sincrnicos, con o sin influencia recproca. Adems, y muy especialmente para la pennsula Ibrica, se constataba un origen del Magdaleniense en el sustrato solutrense, del que se haba considerado claramente diferenciado hasta entonces. Por otra parte, las variedades regionales podan ser fruto, bien de tradiciones locales, bien de respuestas diferentes a problemas funcionales concretos. Pero esto no exclua la interrelacin entre las distintas facies. Los abundantes yacimientos descubiertos en las ltimas dcadas, la sistematizacin de las investigaciones y el perfeccionamiento de los mtodos de cronologa absoluta, permiten mejorar el conocimiento del complejo magdaleniense.

2. EL MAGDALENIENSE CANTBRICOLa cornisa cantbrica es, con diferencia, la regin ms rica del Magdaleniense espaol, y una de las fundamentales para el conocimiento de este perodo en Europa. Contibuyen a ello varios factores: la concentracin de yacimientos; su ubicacin generalmente en cuevas, donde se han conservado fcilmente; etc. Hay que destacar tambin que en esta regin se han obtenido en los ltimos aos numerosas dataciones precisas, que han contribuido a perfilar el esquema evolutivo de los complejos magdalenienses. De este modo, la diversidad cultural del Magdaleniense ha llegado a interpretarse desde un doble punto de vista diacrnico-sincrnico. Tal como formul inicialmente Breuil, el Magdaleniense tiene un desarrollo general evolutivo en el sentido de un continuo perfeccionamiento cultural. Pero actualmente no se concibe ya este esquema de forma tan rgida, puesto que en todo momento coexisten sincrnicamente yacimientos con repertorios industriales diversos, los cuales responden a un modelo funcional, segn el cual esas distintas estaciones tendran usos diferentes, por lo que su utillaje tambin debe ser desigual. El Magdaleniense cantbrico se divide en cuatro fases: Arcaico, Inferior, Medio, y Superior y Final. Magdaleniense Arcaico cantbrico. Es el perodo menos conocido. Se caracteriza por una importante industria sea, cuyo elemento definitorio es la azagaya de bisel simple decorado con estras. Sus yacimientos parecen tener especializacin funcional. Rascao, Riera, Cueto de la Mina. Magdaleniense Inferior cantbrico. Se constata de forma ms clara la especializacin funcional de los yacimientos, dada la abundancia de stos y su riqueza en diversos tipos de datos: industria, arte, restos de fauna. Las estaciones ms importantes son Altamira y la Cueva de El Castillo (Cantabria). Sus caractersticas son las siguientes:

Utillaje ltico muy diversificado y especializado, con tendencia al predominio de los soporteslaminares; abundan los tringulos escalenos y los raspadores.


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La industria sea presenta una gran variedad tipolgica de las azagayas, adems de otros tiles, como agujas y alisadores; las azagayas pueden tener decoracin estriada o tectiforme. Aparece una importante coleccin de arte mueble sobre hueso, realizado mediante incisiones. El tema principal son las cabezas de ciervas, que se ejecutan mediante la tcnica de sombreado con estras continuas (unidad didctica, p. 361), fenmeno que va a ser caracterstico del arte cantbrico. Este arte mueble tiene un fin ornamental o simblico, ya que no se aplica sobre soportes utilitarios.

Magdaleniense Medio cantbrico. Es una fase an en proceso de estudio debido al carcter reciente de los descubrimientos ms importantes. Destacan los yacimientos de Caldas, Santimamie y Bolinkoba. Parece estar relacionado con el sudoeste de Francia. En un primer momento del Magdaleniense Medio, aparecen los protoarpones (con dientes an rudimentarios) y las azagayas de base ahorquillada (unidad didctica, p. 363). Lo ms importante de esta primera etapa del Magdaleniense Medio es el gran desarrollo del arte mueble sobre hueso y piedra. Destacan las plaquetas grabadas con diferentes especies animales propias del clima fro de esta poca (renos, mamuts, rinocerontes lanudos, etc.). En una segunda fase aparecen ya los arpones propiamente dichos. Sin embargo, es tambin el arte mueble lo ms importante, destacando la riqueza en contornos recortados y la decoracin de elementos utilitarios. Durante este Magdaleniense Medio evolucionado, una mejora climtica hizo practicables los pasos pirenaicos, lo que explica la gran afinidad existente en este momento entre la cornisa cantbrica y el sur de Francia. Quiz hubo modelos de explotacin del territorio con desplazamientos a larga distancia.

Magdaleniense Superior y Final cantbrico. Es el perodo mejor conocido por la abundancia de yacimientos y su buena conservacin. Tradicionalmente se dividi en dos fases definidas por los arpones: en el Magdaleniense Superior tendran una nica hilera de dientes y en el Final dos contrapuestas. Esta clasificacin temporal, sin embargo, se est cuestionando en la actualidad, ya que es difcil establecer rupturas claras. En todo caso, hay una evolucin gradual de los arpones, que se van perfeccionando progresivamente, y que conducen finalmente a la morfologa del Aziliense, que procede directamente del Magdaleniense. Esto es paralelo a otro proceso que tambin ser caracterstico del Epipaleoltico: la creciente diferenciacin regional, como resultado del desarrollo de respuestas locales a los problemas de subsistencia. Los yacimientos ms importantes son las cuevas de El Castillo y Tito Bustillo.

3. MAGDALENIENSE MEDITERRNEOCon este nombre se define una facies que tradicionalmente se haba considerado bien diferenciada tanto de la regin cantbrica como del sur de Francia. Ahora, sin embargo, se tiende a aceptar la existencia de relaciones entre los tres complejos culturales, sin excluir la especifidad de cada uno. En la regin mediterrnea, el yacimiento ms importante es la Cueva del Parpall (Valncia),


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cuyo estudio ha servido para definir las caractersticas y evolucin de esta facies; otra estacin importante es la de Nerja (Mlaga). En todo el mbito mediterrneo se observa una relacin entre los yacimientos costeros y otros situados en el interior, en valles o zonas montaosas, lo que indica una explotacin combinada de diferentes recursos. La conexin entre ambos mbitos se realiza a lo largo de los cursos fluviales, sirviendo el del Ebro, adems, como va de comunicacin con la regin cantbrica. A diferencia del Magdaleniense cantbrico, el Mediterrneo s tiene una ruptura clara con el Solutrense, no existiendo una fase intermedia de transicin. Por el contrario, s coinciden ambas facies en una evolucin gradual hacia las culturas epipaleolticas, aunque esto llevar en el rea cantbrica al Aziliense y en la mediterrnea hacia los complejos microlaminares.

4. MEDIOS DE SUBSISTENCIA Y ESTRUCTURASEn estos aspectos se produce una clara continuidad con las tradiciones del Solutrense, que a su vez se prolongarn hasta enlazar con los medios de vida del Epipaleoltico. Ahora bien, no se trata de una continuidad esttica, sino de una evolucin gradual en el sentido de un perfeccionamiento progresivo de las estrategias de supervivencia, proceso que tendr la mayor importancia precisamente en el Magdaleniense. Ahora llegan a su plenitud tanto los medios tcnicos como las estrategias iniciadas durante el Solutrense. As, el perfeccionamiento industrial lleva al predominio de las armas arrojadizas de hueso (venablos terminados en azagayas, arpones) o piedra (puntas lticas de tamao decreciente). En cuanto al mtodo de lanzamiento, se generaliza el uso del propulsor. Tambin las estrategias de caza son diferentes. La especializacin practicada durante el Solutrense para especies aisladas, se aplica ahora a una variedad ms amplia de especies, que pueden ser cazadas simultneamente con mtodos apropiados a cada una de ellas. As, en regiones como la cornisa cantbrica, donde los ecosistemas costeros, fluviales y montaosos estn muy prximos, se documenta un uso especializado de cazaderos costeros para animales como el ciervo, en los cursos medios para los rebecos, y en las reas abruptas para los cpridos. Esto genera diferentes yacimientos de explotacin relativamente cercanos, en cada uno de los cuales se encuentran los tiles apropiados al tipo de caza especializada que all se realiza. Finalmente, los restos de las distintas especies animales coexisten a menudo en yacimientos estables, que constituyen reas de habitacin quiz permanentes. Es posible, por tanto, reconstruir todo el territorio de explotacin de una comunidad, que se extiende generalmente a lo largo de un curso fluvial. En el Magdaleniense se consigue de este modo un aprovechamiento ptimo de los recursos, lo cual, junto a una la mejora climtica respecto a los perodos anteriores propia del Tardiglaciar, produce un desarrollo demogrfico. ste se refleja en la mayor densidad de yacimientos arqueolgicos y en la estabilidad de su ocupacin. Pero tambin en la constitucin de variantes industriales y


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artsticas que se extienden precisamente a lo largo de un curso fluvial, lo que sirve para delimitar aproximadamente los territorios explotados por cada comunidad. Otro fenmeno iniciado desde el Solutrense e intensificado durante el Magdaleniense, es una creciente actividad pesquera (marina y fluvial) y marisquera. Este proceso continuar hasta culminar en las culturas de concheros del Epipaleoltico. Menos conocido es el aprovechamiento de los recursos vegetales, dada la dificultad de su conservacin. Sin embargo, la mejora climtica del Tardiglaciar hace suponer que la dieta vegetal pudo enriquecerse ahora respecto a pocas anteriores. 6. DESARROLLO ARTSTICO El arte rupestre y el mobiliar experimentan un gran auge como consecuencia del desarrollo de una sociedad rica y compleja, al tiempo que refleja un desarrollo de la individualidad personal en el grupo, expresada a travs de la variedad y riqueza de los adornos personales y la decoracin de las herramientas. Durante el Magdaleniense se realizan la mayora de los grandes santuarios rupestres decorados, as como una multitud de cuevas y abrigos decorados de menor entidad repartidos por toda la pennsula, aunque especialmente concentrado en la cornisa cantbrica; y una profusin sin precedentes de arte mobiliar.


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