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TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN Las técnicas de intervención psicológica comprenden un conjunto heterogéneo de métodos y sistemas estructurados. Su finalidad es conseguir los objetivos marcados en el tratamiento y como fin último la superación del problema motivo de intervención psicológica. En estas páginas se exponen algunas de las técnicas utilizadas en el tratamiento con niños y adolescentes. Técnicas de Intervención expuestas: La Modificación de Conducta Técnicas de la modificación de conducta aplicadas a niños Entrenamiento en Autoinstrucciones (Meinchenbaum) 1-Orígenes de la Modificación de la Conducta 2-Características generales del Modelo Conductual 3-Análisis funcional de la Conducta. B.F.Skinner (Condicionamiento Operante) Algunos términos y conceptos de los métodos operantes 4-Críticas al modelo 1- Introducción 2- La Retirada de Atención 3- La Técnica del "Tiempo Fuera" 4- Economía de Fichas - Coste de la respuesta 1- Introducción 2- Fundamentos conceptuales de la técnica 3- Procedimiento Aprendizaje de Autoinstrucciones 4- Aplicaciones prácticas de la técnica: Impulsividad Falta Autocontrol Dificultades Aprendizaje

Técnicas de Intervención

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Page 1: Técnicas de Intervención

TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN

Las técnicas de intervención psicológica comprenden un conjunto heterogéneo de métodos y

sistemas estructurados. Su finalidad es conseguir los objetivos marcados en el tratamiento y como

fin último la superación del problema motivo de intervención psicológica.

En estas páginas se exponen algunas de las técnicas utilizadas en el tratamiento con niños y

adolescentes.

Técnicas de Intervención expuestas:La Modificación de Conducta Técnicas de la modificación

de conducta aplicadas a niños

Entrenamiento en Autoinstrucciones (Meinchenbaum)

1-Orígenes de la Modificación de la Conducta 2-Características generales del Modelo Conductual3-Análisis funcional de la Conducta. B.F.Skinner (Condicionamiento Operante)Algunos términos y conceptos de los métodos operantes4-Críticas al modelo conductual5-La Modificación de la Conducta hoy en día: El

1- Introducción2- La Retirada de Atención3- La Técnica del "Tiempo Fuera" 4- Economía de Fichas - Coste de la respuesta

1- Introducción2- Fundamentos conceptuales de la técnica3- Procedimiento Aprendizaje de Autoinstrucciones4- Aplicaciones prácticas de la técnica:ImpulsividadFalta AutocontrolDificultades Aprendizaje

Page 2: Técnicas de Intervención

Modelo Cognitivo-Conductual

LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA

1-Orígenes de la Modificación de la Conducta

2-Características generales del Modelo Conductual

3-Análisis funcional de la Conducta. B.F.Skinner (Condicionamiento Operante)

Algunos términos y conceptos de los métodos operantes

4-Críticas al modelo conductual

5-La Modificación de la Conducta hoy en día: El Modelo Cognitivo-Conductual

Algunas técnicas de la Modificación de Conducta aplicadas en niños

Modificación de Conducta aplicada en la escuela

1- Orígenes de la Modificación de Conducta

-Las diferentes técnicas de Modificación de Conducta se basan en el denominado Modelo

Conductual. Dicho modelo surgió como una reacción y renovación de los postulados psicológicos

vigentes a principios del siglo XX. En esos momentos el objeto de estudio predominante de la

psicología era la mente o la conciencia y su contenido, siendo la introspección su método. El

psicoanálisis freudiano contemplaba la existencia de muchos elementos inobservables tales como el

inconsciente, los conflictos intrapsíquicos, etc...y surgía la necesidad de cambiar estos conceptos

por otros más acordes con las nuevas tendencias, que apostaban por desplazar a la mente cómo

Page 3: Técnicas de Intervención

objeto de estudio a favor de la conducta, y la introspección cómo método por el utilizado en la

ciencia experimental.

-El postulado fundamental de la nueva psicología conductual era que la conducta es

fundamentalmente una consecuencia del aprendizaje que tiene lugar en el medio social en el que

crece y se desenvuelve el individuo.

La Psicología, por fin, podía constituirse en una disciplina experimental donde su objeto de estudio,

la conducta, podría ser cuantificada, observada objetivamente y manipulada para producir

igualmente cambios susceptibles de verificación.

-La base teórica en la que se sustentan los diferentes enfoques del modelo conductual, se remontan

a los estudios pioneros (a principios s.XX) de la escuela rusa a través de autores tan relevantes

como Paulov (Condicionamiento Clásico), Sechenov o Betcherev (Reflejos) o de psicólogos

experimentales como Watson o Thorndike. Sus trabajos comprendían rigurosos estudios de

experimentación animal con los que intentaban llegar a encontrar las bases científicas para poder

explicar la conducta humana.

2- Características generales del modelo conductual

1- La Conducta, tanto normal como anormal, es principalmente una consecuencia del aprendizaje en

las condiciones sociales del medio

2- El modelo concede una especial importancia a las influencias del medio como causa o

determinante de la conducta y un menor protagonismo a los factores innatos o hereditarios, si bien

no ignora, en absoluto, la posible influencia sobre la conducta de determinados factores genéticos o

constitucionales.

3- El objeto de estudio del enfoque está centrado sobre la conducta, normal o anormal, como

actividad medible o evaluable. Hay que señalar que por medible no debe entenderse

necesariamente observable, ya que algunas mediciones se efectúan sobre variables

psicofisiológicas que no son observales directamente pero sí medibles a través de ciertos

instrumentos (presión arterial, resistencia eléctrica, ritmo cardíaco, etc...)

4- El modelo Conductual concede una importancia especial al Método Científico Experimental. En

este sentido puede afirmarse que cualquier intervención dentro del modelo puede ser considerado

esencialmente como un experimento.

5- La mayoría de técnicas y métodos utilizados por el enfoque conductual, tanto en evaluación como

tratamiento han sido derivados de los procedimientos experimentales, una vez comprobada su

eficacia.

Page 4: Técnicas de Intervención

6- Señalar que, contrariamente a lo difundido por otros enfoques (más humanistas), el modelo

conductual, especialmente en las versiones actuales del mismo, es igualmente sensible hacia el

bienestar del paciente. El rigor experimental no es incompatible con un adecuado trato al paciente.

3-Análisis funcional de la Conducta. B.F.Skinner

-Sin duda, fue Burrhus Frederic SKINNER (1.904-1.990) quien dio un mayor impulso al modelo

conductual, a partir de los años 40-50 con su teoría del Análisis Funcional de la Conducta, y su teoría

sobre el Condicionamiento Operante, introduciendo conceptos y términos actualmente vigentes

como los de refuerzo, extinción, castigo, etc...

-Este enfoque está centrado, en primer lugar, en el estudio de la conducta externa o manifiesta y en

las relaciones funcionales de ésta con los estímulos del medio (tanto antecedentes como

consecuentes de la misma). De esta forma podemos obtener una descripción y explicación tanto del

desarrollo, como del mantenimiento y modificación de la conducta humana, tanto de la normal

como la anormal.

-El modelo apuesta por la conducta como actividad medible y cuantificable, centrando su atención,

más específicamente sobre la conducta manifiesta y relegando los procesos o manifestaciones

cognitivas (aun sin negar su existencia) por no considerarlos susceptibles de ser estudiados

experimentalmente ni apropiados para lograr uno de sus objetivos básicos: la constitución de una

ciencia de la conducta. De este modo se sostiene que los procesos cognitivos no ejercen un efecto

causal sobre la conducta, sino que, por el contrario, son el producto de ella. La conducta humana

está controlada por las influencias exteriores del medio, si bien, también se admite la influencia de

factores genéticos o hereditarios.

-El estudio psicológico debía, pues, basarse, según Skinner en el análisis experimental de la

conducta, centrado en el estudio intensivo de casos únicos, en lugar del establecimiento de

comparaciones estadísticas entre grupos.

Algunos conceptos de los métodos operantes

A continuación se exponen algunos de los términos más utilizados en la modificación de conducta.

Todas estas técnicas van encaminadas a establecer las conductas que deseamos pero también a

eliminar o minimizar la ocurrencia de las disruptivas.

Como se ha comentado antes, éstas técnicas se centran en el aquí y ahora, en el análisis de

conductas manifiestas y formulando hipótesis funcionales acerca de sus causas. Son buenas

herramientas para tratar síntomas y aspectos conductuales concretos en población infanto-juvenil,

sin perjuicio de que ante ciertas patologías se requiera un abordaje más profundo.

1- Condicionamiento Operante:

Es un procedimiento por el que se busca aumentar la probabilidad de una respuesta al ser seguida

Page 5: Técnicas de Intervención

ésta por un reforzador (positivo o negativo). El Condicionamiento Operante o instrumental es

distinto al condicionamiento clásico o pauloviano ya que éste último consiste en aumentar la

probabilidad de que un determinado estímulo provoque una respuesta al emparejar ese estímulo

con uno que ya provoca esa respuesta (reforzadores primarios: comida, agua, etc...).

2- Reforzador:

Cualquier estímulo que aumente la probabilidad de una respuesta a la que le sigue temporalmente.

No está especificado el tiempo que tiene que tardar el reforzador en seguir a la respuesta con el fin

de aumentar su probabilidad de ocurrencia; sin embargo, normalmente se supone que la efectividad

de un reforzador decae rápidamente conforme aumenta el tiempo que transcurre entre la respuesta

y el reforzador.

a) Reforzador positivo: es cualquier estímulo cuya presentación después de una respuesta

aumenta la probabilidad de esa respuesta. Por ejemplo el halago verbal o la entrega de algún

premio físico (juguete, "chuches", fichas intercambiables por regalos, etc...) son reforzadores

positivos ya que aumentarán la probabilidad de aparición de las conductas deseadas (hacer los

deberes, portarse bien, etc...). A veces el reforzador positivo puede ser, en niños pequeños, el

conseguir la atención del adulto, aunque sea de una forma inadecuada (gritos, pataletas, lloros...).

b) Reforzador negativo: es cualquier estímulo cuya eliminación después de una respuesta

aumenta la probabilidad de esa respuesta. Normalmente se trata de un estímulo aversivo o no

deseado que no se presenta si se produce la respuesta adecuada. Una respuesta que ha sido

reforzada por un reforzador negativo se denomina a menudo respuesta de escape, porque

proporciona un escape al reforzador negativo. Por ejemplo, podemos escapar de los sonidos

molestos de un equipo de música muy ruidoso desconectándolo, o un niño puede evitar un castigo

más severo por algo que ha hecho mal, si lo explica a sus padres sin mentir y mostrándo

arrepentimiento.

3-Reforzamiento:

Consiste en presentar un reforzador positivo o eliminar un reforzador negativo, inmediatamente

después de una respuesta. Se dice que la respuesta ha sido reforzada (ver técnica "economía de

fichas").

4- Castigo:

El término castigo se refiere a una clase de situaciones en las que existe una contingencia positiva

entre la respuesta y un estímulo desagradable. Si el sujeto efectúa la conducta recibe el estímulo

aversivo. Por ejemplo, un profesor puede suspender a un alumno por un mal examen o una madre

reñir a su hijo pequeño por correr por la calle. Todas estas consecuencias negativas y contingentes a

la aparición de la conducta no deseada tienden a reducirlas.

El castigo, pues, se produce por la aparición contingente a la conducta no deseada de un estímulo

aversivo (reprimenda, suspenso, expulsión, etc...), pero también puede aplicarse mediante la

Page 6: Técnicas de Intervención

retirada de un reforzador positivo (ver "coste de la respuesta"). Así a un niño se le puede castigar

dejándole sin poder hacer alguna actividad de su interés (salida con amigos, juegos ordenador,

etc...). Este último sistema siempre es más aconsejable.

Otros tipos de castigo:

La Sobrecorrección.

Consiste en pedir a un individuo no sólo que rectifique lo que ha hecho mal, sino que corrija los

efectos de la falta. Por ejemplo un niño que se ha metido algo inadecuado en la boca, se le puede

pedir que saque el objeto y, además, que se lave la boca con algún antiséptico. En situación de aula,

si un niño presenta una conducta disruptiva de lanzamientos de objetos deberá, después de haber

recogido los mismos, ordenar la clase según criterio del maestro. La idea general es que el coste del

acto disruptivo vaya más allá de la simple reposición del daño hecho.

5-Moldeamiento e imitación:

La conducta que no se da nunca no puede ser reforzada y, por consiguiente, no puede aumentarse

por medio del reforzamiento. El Modelado consiste en presentar una conducta que se ha de imitar

con el propósito de enseñar y provocar esa conducta en otra persona. El procedimiento implica el

reforzar aproximaciones cada vez más cercanas a la respuesta objetivo. Al principio puede

reforzarse prácticamente cualquier respuesta parecida a la deseada para progresivamente ir sólo

reforzando las que constituyen el objetivo final. Estas técnicas se han utilizado con cierto éxito en

población con discapacidad mental y autistas.

Con estas técnicas podemos propiciar también, el aprendizaje de una nueva secuencia de conductas

a partir de la imitación de un modelo.

6-Extinción:

Se trata del método operante más utilizado para disminuir la conducta. Consiste en disminuir la

probabilidad de una respuesta reforzada dejándola de reforzar. En primer lugar deberemos

determinar qué es lo que está reforzando la conducta objetivo (la que queremos eliminar, rabietas,

desobediencia, etc...) y seguidamente eliminar ese reforzamiento. Si dejamos de prestar atención

(refuerzo) a una conducta disruptiva (rabietas, llantos...) es probable que disminuyamos la

frecuencia e intensidad de la misma (ver técnica del "tiempo fuera"). En muchas ocasiones nos

encontramos con conductas realmente extrañas que se mantienen debido a que consiguen captar la

atención de los demás y resultan extraordinariamente reforzantes para el individuo que las realiza.

Esto puede ser especialmente notorio en niños que presentan discapacidades cognitivas de lenguaje

o comunicación que les lleva a desarrollar sistemas inadecuados y alternativos de de interacción

con los demás que se ven reforzados por la atención que se les presta.

En ocasiones están implicados otros reforzadores distintos a la atención o bien añadidos a ella,

como cuando se refuerzan las pataletas de un niño cediendo a sus peticiones de caramelos,

helados, juguetes, etc... Es importante reconocer que la conducta no deseable puede ser muy

Page 7: Técnicas de Intervención

penetrante y persistente, incluso aunque el reforzamiento que la mantiene pueda ocurrir de forma

tan infrecuente que sea difícil descubrirlo. El programa de reforzamiento puede haber proporcionado

originalmente un reforzamiento frecuente y luego haberse reducido gradualmente.

Además de reducir la conducta, la extinción tiene varios efectos importantes que hay que tener en

cuenta:

1-La conducta que está sometida a extinción puede aumentar en intensidad, frecuencia y duración

al principio del proceso (justo cuando procedemos a la retirada del reforzador) y antes de empezar a

disminuir. De esta forma las pataletas pueden hacerse más violentas, frecuentes y duraderas el

inicio de la extinción.

2-La extinción puede producir temporalmente conducta emocional como conductas agresivas o

destructivas.

3-La conducta que se ha extinguido y ya no es reforzada, puede ocasionalmente volver a ocurrir. Es

lo que se conoce con el nombre de "Recuperación espontánea".

7-Generalización:

Muchas conductas se empiezan a reforzar para lograr su instauración o eliminación, pero ello

supone añadir unas contingencias artificiales (suministrar o retirar fichas, o premios) en situaciones

controladas. Con la generalización lo que se pretende es que las conductas inicialmente reforzadas

se trasladen al ambiente natural y que sean mantenidas por los propios reforzadores naturales. Por

ejemplo, un niño puede ser reforzado con fichas, en un primer momento, por comportarse bien en

clase; posteriormente es de esperar que ese buen comportamiento repercuta en la calidad de la

relación con sus compañeros o profesores y ello constituya refuerzo natural suficiente para seguir

manteniendo dichas conductas sin necesidad de mantener los refuerzos "artificiales". Afirmamos

entonces que se ha producido la Generalización.

4- Críticas al Modelo Conductual

1-La crítica más frecuente hace referencia a que el Modelo Conductual ignora o no concede

suficiente importancia a los aspectos subjetivos de los humanos en general, y a la propia identidad

personal de cada individuo, en particular, limitándose a estudiar la conducta externa adquirida con

su relación con el medio. Evidentemente esta crítica es sólo aplicable a los enfoques conductuales

más radicales pero no a otros más actuales que integran perfectamente conducta y elementos del

mundo subjetivo (enfoque cognitivo-conductual).

2-Otra crítica hace referencia a que el modelo conductual sólo es aplicable o válido para solucionar

problemas relativamente simples y restringidos a ciertas manifestaciones de la conducta. De nuevo

habría que alegar que éstas limitaciones han sido también superadas en los actuales enfoques.

Page 8: Técnicas de Intervención

3-La validez de los principios o conceptos en los que se sustenta han sido también criticados, en

base a que no se han establecido, las bases sobre las que el modelo se sustenta por parte de los

diferentes enfoques. Esto hace referencia más bien a una cuestión de forma en la que cada posición

teórica trata de justifica los principios del aprendizaje desde sus propios postulados (p.e. posiciones

conductista y cognitivistas dentro del propio marco del Modelo Conductual).

4-Finalmente, señalar la crítica centrada en la aplicabilidad de muchos de los principios del modelo

conductual, derivados de investigaciones en laboratorio con animales a la explicación y modificación

de conducta humana. A este respecto, hoy en día, no existe ninguna duda, que la modificación de

conducta ha dotado a la Psicología Clínica de valiosos instrumentos de intervención que,

independientemente del enfoque teórico de cada clínico, pueden aplicarse a multitud de trastornos,

especialmente en los conductuales, y en población tanto normal como en casos de niños con retraso

mental u otras discapacidades.

El Modelo Cognitivo-Conductual

Hoy en día, el modelo conductual ha evolucionado hacia un modelo integrado en el que conducta y

cognición han equiparado prácticamente su estatus y asumen su papel de agentes causales

recíprocos entre sí. Por tanto, los primeros modelos más radicales (conductismo) en los que la

conducta manifiesta era el elemento principal de estudio han quedado relegados.

El enfoque cognitivo-conductual, en términos generales puede conceptualizarse según el conocido

esquema A-B-C. Donde "A" representa los acontecimientos de la vida que están relacionados con

determinadas consecuencias emocionales o conductuales que definen un problema o trastorno

psicológico representado por "C". Ahora bien, entre ambas, se sitúa "B", elemento que integra las

creencias, las imágenes, los pensamientos y que media entre las partes.

-Tal como señalan algunos autores, actualmente: " la Modificación de Conducta se caracteriza

por ser una terapia breve, directiva, activa, centrada en el problema, orientada al

presente, que supone una relación colaboradora y en la que el cliente puede ser un

individuo, una pareja, una familia, un grupo o una comunidad." (Marino Pérez Álvarez en

"Caracterización de la Intervención Clínica en Modificación de Conducta". Manual de Terapia de

Conducta, Volumen 1, Dykinson Psicología).

-Por terapia breve se entienden aquellas que se sitúan alrededor de las 15 sesiones. Sin embargo,

hay que matizar que hay ciertas terapias dentro del modelo conductual como las terapias cognitivas

de los trastornos de personalidad que suelen necesitar más sesiones.

Las sesiones son de 1 hora por término medio a excepción de las sesiones iniciales que pueden

prolongarse un poco más (90').

Otras características:

Page 9: Técnicas de Intervención

1-Son activas en cuanto se supone que el paciente tiene que hacer algo respecto a la postura de

que algo ocurre en ellos.

2-Se centran en el problema como objetivo a resolver sin suponer la necesidad de otros cambios

"estructurales".

3-Sitúa el análisis y solución del problema en el aquí y ahora, es decir, en el presente, en

contraposición a otras teorías que necesitan seguir el hilo evolutivo de ciertos signos y síntomas en

el pasado.

4-La relación terapéutica se construye desde una relación colaboradora y de participación activa con

el paciente. No es, por tanto, una relación directiva en la que se produzca la imposición de un

determinado camino.

5-Finalmente, el cliente de una terapia psicológica puede ser un individuo, una pareja, una familia o

un grupo.

TÉCNICAS CONDUCTUALES APLICADAS A NIÑOS

Page 10: Técnicas de Intervención

1- Introducción

2- La Retirada de Atención

3- La Técnica del "Tiempo Fuera"

4- Economía de Fichas - Coste de la respuesta

5- La Intención Paradójica

Modificación de la conducta en el aula (escuela).

1- Introducción

-Las técnicas que se describen a continuación están basadas en los principios de la Modificación

de la Conducta. Este campo de la psicología ha aportado a partir del estudio sistemático del

Aprendizaje animal, numerosas técnicas eficaces para instaurar, corregir o modificar conductas en

niños y jóvenes. Se han aplicado con éxito en diferentes campos, situaciones y personas, tanto en

población normal como en población con trastornos severos. Hoy en día, siguen siendo aplicadas en

niños con Trastornos Generalizados del Desarrollo, Autismo, etc, como forma de aliviar

muchos de los síntomas. También se aplican en centros escolares de forma individual o en grupo.

-Algunas de estas técnicas puede parecer simplistas o insuficientes pero insistimos en el amplio

soporte experimental con el que cuentan. Otra ventaja es que aportan soluciones prácticas

aplicadas en el aquí y ahora, utilizando la observación y medición de la conducta como variable

fundamental y en detrimento de otras técnicas más subjetivas. No se trata de eliminar la

Page 11: Técnicas de Intervención

introspección o el análisis de otros factores de riesgo existentes (entorno social, familiar,

enfermedades orgánicas, factores emocionales...) sino de aportar soluciones inmediatas y eficaces

para el control o modificación de la conducta, en especial cuando existen problemas

conductuales específicos que provocan gran malestar o desadaptación del niño en su entorno

próximo ya sea en la escuela o en el seno de la familia.

A modo de ejemplo podemos citar su uso por parte de educadores o maestros dentro de la clase. Es

evidente que delante un colectivo numeroso de niños, el maestro necesita pautas de actuación

concreta delante de episodios de desobediencia, agresividad, etc. En esos momentos no hay tiempo

para un análisis pormenorizado de las circunstancias de cada niño y se imponen medidas concretas.

Es aquí donde las técnicas conductuales cobran mayor importancia.

-Las técnicas que se exponen a continuación, aunque se describen de forma separada, pueden

utilizarse individualmente o en combinación, según el caso, para aumentar los resultados.

-Destacar también que hay que conceptualizarlas como herramientas puntuales (para su uso por

parte de maestros, educadores o padres en situaciones concretas) pero que a nivel de intervención

psicológica el uso de dichas técnicas debe ser complementada con un análisis más detallado del

caso en la que se incluyan todos los factores de riesgo para su debido tratamiento psicológico.

Recordemos que, ante conductas más severas, persistentes y/o con presencia de

agresividad, éstas técnicas no deben ser aplicadas sin la evaluación previa de un

profesional de la salud infantil.

2- Retirada de la Atención

Sinceramente creo que se trata de una de las técnicas más eficaces para el control de la conducta

infantil, en especial, para aquellas conductas que se manifiestan con rabietas, pataletas, lloros, pero

sin manifestaciones agresivas.

La técnica no puede ser más sencilla en su concepción: Se trata de que, ante las manifestaciones de

gritos, rabietas u otros, dejemos automáticamente de prestar atención al niño. Este modo de actuar

se justifica bajo la hipótesis de que el niño efectúa tales manifestaciones para reivindicar ciertas

demandas o llamar la atención del adulto. El niño puede estar acostumbrado a conseguir lo que

desea mediante este comportamiento (refuerzo positivo). Así, puede haber aprendido que si efectúa

cualquier petición acompañada de lloros o pataletas, la atención de los padres es mucho mayor y es

atendido antes en sus peticiones. Esto llega a convertirse en un hábito, en un circulo vicioso que

crea malestar en la familia.

Antes de poner en marcha esta técnica, hay que analizar la situación con tranquilidad y verificar que

se está produciendo realmente la conducta del niño por la supuesta demanda de atención. Para ello

Page 12: Técnicas de Intervención

podemos valorar como reaccionamos nosotros ante la demanda, en qué momentos sucede y qué es

lo que ocurre. ¿Le presta la atención y el tiempo que necesita el niño? ¿Normalmente cede ante sus

demandas? ¿Se dirige con frecuencia a él cuando se porta "bien" para decírselo y premiarlo o sólo lo

hace cuando lo castiga? Los episodios de rabietas, desobediencia, etc, son, en gran medida

aprendidos (ver causas de los problemas de conducta), y, por tanto, podemos efectuar un

desaprendizaje.

Esta técnica no es aplicable en conductas que cursen con fuerte agresividad verbal o física, con

episodios de lanzamientos de objetos o, en general, para aquellos comportamientos que signifiquen

peligro potencial para el niño u otros. En estos casos consulte siempre a un especialista antes de

actuar.

Para utilizar la técnica debemos tener claros los objetivos y el método que debemos utilizar:

1- OBJETIVO: Enseñar al niño que efectuando las peticiones de forma inadecuada (rabietas, lloros,

etc.) no va a conseguir nada.

2- MÉTODO: Si retiramos la atención que prestamos al niño (refuerzo positivo) inmediatamente

después de la aparición de las respuestas inadecuadas, éstas tenderán a desaparecer.

3-FORMA: ¿Cómo hay que hacerlo?

Cuando aparezcan las conductas inapropiadas actuar de la siguiente manera:

1- Retirar la atención inmediatamente.

Evite el contacto ocular o la emisión de cualquier recriminación, palabra o gesto. Haga como si la

conducta no estuviera ocurriendo (salvo en las conductas mencionadas anteriormente que pudieran

suponer peligro para el niño u otros). Si sucede en casa puede volverse de espaldas o salir de la

habitación o estancia donde se encuentre. En situaciones fuera de la casa, dependiendo del lugar,

deberemos adaptarnos a las circunstancias. La regla general es mantenernos a cierta distancia sin

prestar atención, pero esto dependerá si estamos en un lugar abierto con peligro potencial para el

niño (circulación de coches, paso de muchas personas, etc.) o si nos encontramos en un lugar

cerrado (tienda, supermercado, etc...). Si la rabieta tiene lugar en un sitio público donde no puede

separarse físicamente de su hijo, permanezca a su lado pero siga retirándole la atención como se ha

mencionado antes (retirada contacto ocular, sin gesticular, sin hablar).

En niños pequeños, si hay peligro de que se escape y está en vías públicas puede ser necesario

retenerlo físicamente. En estos casos, si opta por retenerlo, concéntrese sólo en ejercer la fuerza

necesaria para evitar su huida pero mantenga (aunque entiendo que es una situación

comprometida) toda la tranquilidad posible, es importante que el niño no vea al adulto alterado

emocionalmente, debemos transmitirle una sensación de que tenemos el control de la situación y

Page 13: Técnicas de Intervención

que con su actitud no va a conseguir nada. Siga sin dirigirle palabra y espere a que la situación se

calme. Diríjale toda la atención cuando el niño se tranquilice.

Una vez calmado puede entonces intentar explicarle (si el niño tiene suficiente capacidad de

comprensión verbal), y sin recriminaciones, lo que ha sucedido en tono calmado.

La idea no es transmitirle: "Te has portado mal, te desprecio y paso de ti", sino: "Puedes

conseguir algunas cosas si lo pides de otra forma".

2- Está totalmente contraindicado verbalizar cualquier manifestación de reproche, sermonearlo o

advertirle de que no le vamos hacer caso por mucho que insista. De esta forma lo estamos retando

a una discusión dialéctica y puede empeorar las cosas. Simplemente: No le diga nada. Sí puede

decirle con una frase escueta y con voz lo más calmada posible que se siente triste y

decepcionada...

3- Una vez que la conducta empiece a bajar de tono puede progresivamente prestarle atención de

nuevo.

4- Se trata de una técnica que produce efectos de mejoría de forma progresiva. Nos llevará cierto

tiempo (dependiendo de las variables propias del niño y su entorno) el conseguir resultados claros.

RECUERDE QUÉ:

1- Estamos utilizando técnicas para conseguir que el niño desaprenda hábitos mal adquiridos y este

proceso llevará un tiempo. Paralelamente debemos trabajar y potenciar las conductas alternativas

que nos interesa que el niño utilice. Insistimos en que los padres intenten mantener la calma ya que

el niño va interiorizando estos estados emocionales. Si la respuesta a sus malas conductas es sólo

más ruido y reproches fuera de tono, es muy probable que esto nos venga devuelto al ir el niño

interiorizando estos patrones.

2- Debemos ser constantes en la aplicación de la técnica y coherentes en su aplicación. Para ello es

necesario que ambos padres y el resto de figuras relevantes para el niño (abuelos, tíos, etc) actúen

de igual forma ante las mismas conductas.

3- Al inicio de aplicación, estas técnicas suelen producir un aumento en la frecuencia e intensidad de

las conductas que precisamente intentamos eliminar. Es un hecho normal e indicador de que vamos

por el buen camino. No se desanime tras los primeros fracasos. Necesitaremos un poco de tiempo.

POR QUÉ DEBEMOS ACTUAR:

Hay una creencia extendida de que ciertas conductas infantiles son propias de la edad y que con el

Page 14: Técnicas de Intervención

tiempo tienden a desaparecer. Ciertamente, así puede suceder en muchos casos. Sin embargo, es

muy arriesgado pasar por alto ciertos comportamientos con la esperanza de que el tiempo lo

mejorará. Una intervención en la etapa infantil, no hecha a tiempo, puede suponer la consolidación,

perpetuación y agravamiento del problema en la adolescencia. Las normas, valores y referentes

deben construirse desde la temprana infancia. Es una irresponsabilidad dejarlo en manos del futuro

para evitarnos los costes del presente.

3- La técnica del Tiempo Fuera

Esta técnica supone una variación de la anterior en tanto es una técnica que utiliza básicamente la

retirada de atención, por lo que muchos de los principios allí expuestos son válidos aquí pero con

algunas matizaciones.

Delante episodios de lloros, rabietas o travesuras más subidas de tono (por ejemplo, cuando se

produce el descontrol), puede utilizarse la técnica de "tiempo fuera", en el que el niño se le retira

físicamente del espacio actual para trasladarlo a su habitación u otro lugar, por un breve espacio de

tiempo. También pueden ser los padres los que se retiran del lugar donde esté el niño (cuando es

posible, p.e. en el comedor de la casa).

Veamos algunas orientaciones para proceder adecuadamente:

1- El sitio al que lo retiremos temporalmente debe ser un sitio en el que no tenga al alcance juegos u

otras compañías para entretenerse. No se trata de buscarle un sitio hostil sino un sitio que sea

aburrido con escasas posibilidades de que pueda hacer algo para pasar el tiempo.

2- Debemos trasladarlo inmediatamente después de aparecer la conducta o en el momento que ha

llegado a un punto insostenible (por ejemplo, discusión entre hermanos que llega a un punto de

descontrol).

3- No discuta con él, no entre en recriminaciones ni calificativos despectivos como: "Eres muy malo

y te voy a castigar" o "Me tienes harta, no tienes remedio... " Sí puede explicarle, con un tono

calmado pero seguro y imperativo, el motivo de su retirada. Para ello dígaselo concretando su queja

"Como has pegado a tu hermanito no vas a poder jugar con él". Haga caso omiso de sus protestas o

promesas. Recuerde que debe mostrarse enfadada pero no fuera de control. La idea es lanzarle un

mensaje muy claro de que ha hecho algo mal y que estamos disgustados con él. Al respecto y de

forma muy breve puede también decirle (ajustando el mensaje a la edad del niño) algo así como:

"me has decepcionado tanto que, en estos momentos no quiero estar contigo. Me siento muy triste".

4- No permita que salga antes de tiempo del lugar de aislamiento. Si lo hace adviértale de

consecuencias más negativas como que deberá estar más rato en esta situación.

Page 15: Técnicas de Intervención

5- El tiempo de aislamiento normalmente se calcula en base a un minuto por año del niño con un

máximo de 20 minutos. Sin embargo, esto debe ser valorado por los padres. No se aconsejan

tiempos más largos ya que pueden producir la conducta contraria a la que queremos eliminar.

6- Si cuando lo vamos a buscar nos vuelve a regalar con conductas inadecuadas, hay que advertirle

que si quiere salir deberá estar al menos 15 segundos sin efectuarlas. Manténgase firme en la

decisión. Si pasa la prueba es muy posible que los episodios remitan, si cede aumentarán con toda

probabilidad.

7- En el caso de que haya provocado desperfectos en el interior del habitáculo (ha desordenado o

roto alguna cosa) deberá reponerlo o corregirlo con alguna acción antes de salir.

8- Debemos tener cuidado que esta retirada física no comporte algún tipo de beneficio indirecto al

niño. Por ejemplo si el niño consigue dejar de estudiar o evitarse comer algo que no le gusta, lo que

haríamos es reforzar la conducta inadecuada.

Ésta técnica suele ser muy efectiva si se utiliza adecuadamente y con decisión. La efectividad de la

técnica, independientemente de que le estamos retirando la atención, es que estamos despertando,

contingentemente con la aparición de las conductas no deseadas, uno de los "fantasmas infantiles"

más presentes en la etapa infantil: la ansiedad de separación. Aunque el niño tenga suficiente edad

para saber que no será abandonado realmente, el hecho de hacerle revivir esta ansiedad puede

dispararle interiormente ciertas alarmas. Lo que ahora puede temer no es la separación física sino la

emotiva. De tal forma que el niño corregirá su conducta actual y futura no por las razones de los

padres sino por las suyas (temor a perder el respaldo emocional de los padres).

-Como en todas las técnicas basadas en la retirada de atención, recuerde que deben introducirse

momentos de atención hacia el niño contingentemente a la aparición de conductas deseadas. El

refuerzo verbal y físico (halagos, abrazos, manifestación de alegría, entrega de algún premio, etc.).

4- Ecomía de fichas. Coste de la respuesta

No nos ayuda nada que el niño obtenga regalos o juguetes de forma fácil pese a que presenta

comportamientos disruptivos o desobedientes. Formando parte de un tratamiento más global, la

técnica de denominada de "economía de fichas" suele funcionar muy bien para regular los refuerzos

que recibe el niño. Para obtener un premio (juguete, salida a parque temático, excursión, etc...)

deberá efectuar una serie de conductas deseadas (o dejar de hacer otras) que deben concretarse

(portarse bien, obedecer, estudiar, ordenar sus cosas, etc...).

Tras efectuar esta conducta se le dará inmediatamente un reforzador (puntos, fichas...) que el niño

ira recogiendo hasta llegar a una determinada cantidad, momento en el que se le entregará el

Page 16: Técnicas de Intervención

premio final. También se pueden pactar pequeños premios inmediatos para ciertas conductas

deseadas al tiempo que se acumulan puntos para el premio mayor (refuerzo demorado). Lo

importante es conseguir que el niño se dé cuenta que obtiene mayores beneficios y privilegios

actuando de forma correcta.

Veamos algunos puntos claves para el buen funcionamiento:

1- Dichos premios deben estar pactados de antemano, ser claros y atractivos para el niño. Busque

realmente cosas que le gusten (no sirve pretender que se gane algo que necesita, por ejemplo, unos

nuevos lápices para el colegio).

2- Asegúrese de que al principio puede ganarlos más fácilmente para motivarle. La entrega de estos

premios debe ir acompañada de un halago sincero "estoy muy contento", "lo haces muy bien...." y,

evidentemente, nunca deben ir acompañados de verbalizaciones negativas del tipo "a ver cuanto

dura..." Cuanto más pequeño sea el niño o más inquieto, más cortos deben ser los períodos en los

que se evalúa la conducta (no funcionará prometerle algo si aprueba el curso dentro de tres meses).

3- En el caso de niños hiperactivos tenga en cuenta que hay especial dificultad para posponer las

cosas. En todos estos casos, si se entrega una ficha como reforzador, ésta podrá ser intercambiada

(al menos al principio) inmediatamente por algún objeto de su deseo (pequeño juguete, golosinas,

etc...). Deberá procederse de igual modo con niños que presenten discapacidad intelectual.

4-Es importante que se cree una lista o cartel donde se puedan visualizar el estado de los puntos

obtenidos y los que le faltan para llegar al premio, cuando éste se demora según el plan establecido.

En caso de la aparición de mala conducta puede también utilizarse la retirada de alguno de los

puntos (coste de la respuesta).

5- Sea constante en la aplicación de ésta técnica y no se deje llevar por la frustración en el primer

contratiempo. Se necesita tiempo para cambiar hábitos mal adquiridos y no hay soluciones mágicas

al respecto.

6-Recuerde que cuando dé instrucciones a su hijo, debe hacerlo de forma clara y concreta, sin

contradicciones y de forma que sean comprensibles para su edad. Procure no hacerlo acompañado

de contacto físico instigador (la utilización de la instigación ha demostrado ser un gran potenciador

del incumplimiento).

-Estas técnicas suelen ser muy efectivas para el control de las conductas tanto en el ámbito familiar

como en el escolar. No se trata de que el niño aprenda a funcionar siempre a base de premios sino

de darle, al principio, motivos para iniciar un cambio en sus conductas. Lo que se espera en el futuro

es que las conductas adecuadas se mantengan no por los premios sino por lo que llamamos

Page 17: Técnicas de Intervención

"reforzadores naturales". Por ejemplo, un niño puede empezar a no efectuar determinadas

conductas disruptivas por ganarse el premio, pero este cambio de comportamiento puede hacer que

funcione mejor con sus amigos y esto convertirse a medio plazo en un reforzador más potente que

el premio inicial. Las conductas pasan a ser controladas por las consecuencias positivas que se

generan en su entorno.

Pulsar aquí para ver la Economía de Fichas aplicada en el aula

5- La intención paradójica

-Es una técnica que bien utilizada puede tener un efecto fulminante sobre la conducta que queremos cortar. Explicado en pocas palabras se trataría de pedrirle al niño o al alumno que haga aquello que precisamente queremos evitar. Imaginemos una situación en un aula donde un niño se niega sistematicamente a efectuar cualquier actividad escolar. El niño cada día entra en una dinámica de provocación hacia al maestro, sometiéndolo a una dura prueba de paciencia. ¿Qué ocurriría si un día el maestro le dice: "Hoy quiero que no hagas nada, te voy a dar permiso para que estés todo el tiempo sin hacer ninguna actividad. No quiero ni que me escuches. Sólo debes permanecer callado y sin hacer ruido en tu sitio".

-Unas instrucciones de este tipo pueden crear en el niño una situación de perplejidad, aunque al principio pueda vivirlo de forma gratificante. El hecho de que se inviertan los roles, es decir, siempre la desobediencia se producia para dejar de hacer la actividad concreta. Ahora para no hacer la actividad debo de obedecer las instrucciones, con lo cual el niño pasa a perder su papel de desobediente. Para este día podemos planificar unas actividades gratificantes para el resto de los niños y en las que no podrá participar el niño que tenemos bajo las instrucciones de "no hacer nada". Debemos procurar que se aburra lo máximo posible e incluso si interviene en alguna atividad recordarle que él no puede hacer nada ese día.

Con esta actuación es de esperar que el niño haga un cambio de planteamientos y que sus conductas negativistas en el aula disminuyan. Evidentemente la técnica tiene sus limitaciones y debe valorarse antes su idoneidad según el perfil del niño. Suele funcionar bien en niños de entornos problemáticos pero con un perfil cognitivo normal.

ENTRENAMIENTO EN AUTOINSTRUCCIONES

Page 18: Técnicas de Intervención

1- Introducción

2- Fundamentos conceptuales de la técnica

3- Procedimiento Aprendizaje de Autoinstrucciones

4- Aplicaciones prácticas de la técnica:

Impulsividad

Falta Autocontrol

Dificultades Aprendizaje

1- Introducción

El Entrenamiento en Autoinstrucciones se remonta a los primeros trabajos llevados a cabo por

Meinchebaum en la década de los 60 con niños hiperactivos y agresivos. Las técnicas que puso en

marcha surgieron con motivo del estudio de los modelos soviéticos de Luria y Vygotsky y, más

tarde, del trabajo de Piaget.

La idea central del modelo es que el lenguaje de los niños tiene, al menos de inicio, la función de

guiar y ordenar su propia conducta externa. El reconocimiento del lenguaje interno como “director

y controlador” del comportamiento por parte de Meinchenbaum, le lleva a describir un

procedimiento general que permita modificar las verbalizaciones internas del sujeto y, en

consecuencia, la conducta manifiesta.

El entrenamiento autoinstruccional es una técnica cognitiva de cambio de comportamiento en la que

se modifican las autoverbalizaciones (verbalizaciones internas o pensamientos) que un sujeto realiza

ante cualquier tarea o problema, sustituyéndolas por otras que, en general, son más útiles para

Page 19: Técnicas de Intervención

llevar a cabo dicha tarea. Estas nuevas instrucciones, que el propio sujeto se da a sí mismo,

coinciden en gran parte con la secuencia de preguntas de la “Técnica de Solución de Problemas”.

El objetivo es que el sujeto introduzca inicialmente un cambio en sus autoverbalizaciones para que,

finalmente, se modifique su comportamiento manifiesto.

2- Fundamentos conceptuales de la técnica

Hay que señalar que las instrucciones no se refieren a todas las cogniciones en términos de

“lenguaje interno” sino a las verbalizaciones internas que acompañan a la actividad del sujeto. Son

instrucciones u órdenes que el sujeto se da a sí mismo, dirigiendo su actuación (“voy a ponerme a

estudiar”, “no puedo seguir corriendo”, etc.).

Se supone que en la medida en que los sujetos se enfrentan con tareas más complejas, en las que

les resulta complicado actuar o no saben por donde empezar, las verbalizaciones, las

autoinstrucciones, se hacen más evidentes. Dicho de otra forma, el pensamiento, que en otros

momentos podría parecer rápido o automático, ahora se enlentece y se transforma en lenguaje

que guía con cuidado la actuación del sujeto.

El modelo de Luria sobre el que se basa Meichenbaum (descrito en libro “El papel del lenguaje en la

regulación de las conductas normales y anormales”) señala que se pueden distinguir tres etapas

para explicar la iniciación e inhibición de la conducta motora de los niños a través del lenguaje:

1ª Etapa: La conducta del niño está dirigida por otras personas. Los adultos a través del lenguaje o

de la instigación, controlan la iniciación e inhibición de las conductas.

2ª Etapa: Los niños guían, en gran parte, su propia conducta a través de verbalizaciones en voz alta,

hablándose a sí mismos mientras actúan y diciéndose lo que hacen o quieren hacer y cómo lo

podrían conseguir.

3ª Etapa: Los niños guían su propia conducta a través de un lenguaje encubierto (subvocal). Estas

verbalizaciones persisten en los niños y podemos observarlo también en adultos en ciertas

ocasiones.

Los resultados presentados más tarde por Vygotsky, ponen de manifiesto que, efectivamente, las

verbalizaciones audibles y comprensibles van disminuyendo con la edad, pero aumentan en la

medida que los sujetos se enfrentan con una tarea de mayor relevancia o complicación.

Meichenbaum, tras varias investigaciones, describió como afectan las verbalizaciones a la ejecución

de la tarea en función de algunas variables:Su efecto depende de la edad del sujeto (los niños más

pequeños realizan más verbalizaciones sobre la tarea).

Page 20: Técnicas de Intervención

Otro factor importante es la dificultad de la tarea o problema. Independientemente de la edad, las

verbalizaciones se hacen más patentes a medida que aumenta el nivel de dificultad.Finalmente de

la calidad de las instrucciones. Si éstas son con contenido distractor o contrario a la tarea

evidentemente tendrán un efecto negativo; si por el contrario, guían correctamente la ejecución,

entonces mejorará.

Meinchebaum utiliza como marco general las instrucciones relativas a la “solución de problemas”

añadiendo dos aspectos importantes: las verbalizaciones de autorrefuerzo y las de

autocorrección.

3- Procedimiento Aprendizaje de Autoinstrucciones

El procedimiento completo consta de cinco pasos:

1º- El terapeuta o monitor actúa como modelo y lleva a cabo una tarea mientras se habla a sí mismo

en voz alta sobre lo que está haciendo (Modelado cognitivo).

2º- El niño lleva a cabo la misma tarea del ejemplo propuesto por el terapeuta, bajo la dirección de

las instrucciones de éste (Guía externa en voz alta).

3º- El niño lo vuelve a hacer mientras se dirige a sí mismo en voz alta (Autoinstrucciones en voz

alta).

4º- Ahora el niño lleva a cabo la tarea de nuevo, pero sólo verbalizando en un tono muy bajo

(autoinstrucciones enmascaradas)

5º- El niño guía su propio comportamiento a través de autoinstrucciones internas, mientras va

desarrollando la tarea (autoinstrucciones encubiertas).

Para entender el tipo de instrucciones que el autor sugiere como marco general para cualquier

tarea, se describe a continuación un ejemplo de tarea escolar, como pintar un rectángulo en la

pizarra (Santacreu, 1.983). En este caso, el terapeuta tiene como objetivo reducir la impulsividad y

mejorar el enfrentamiento a los fracasos de un niño hiperactivo. De acuerdo con el procedimiento

señalado anteriormente, el terapeuta comenzará la tarea (fingiendo cometer errores igual que el

niño) diciéndose a sí mismo:

Vamos a ver.......¿qué es lo que tengo que hacer?. Tengo que pintar un rectángulo en la pizarra. Muy

bien. ¿Cómo puedo hacerlo? Tengo que ir despacio y con cuidado. Primero pinto una línea hacia

abajo.....un poco más....bien....eso es.... Después tengo que ir hacia la derecha.....eso es... Lo estoy

haciendo bastante bien. Recuerda que hay que ir despacio. Ahora tengo que ir hacia arriba. ¡No! No

tan desviado a la derecha.....Bueno no pasa nada......ahora borro la línea y veamos.....aunque

cometa un error puedo continuar. Lo borro y voy más despacio. Recto hacia arriba....eso es. Tengo

que ir con cuidado para hacer los dos lados iguales. Muy bien, ya lo tengo. Ahora tengo que unir los

dos lados por aquí. Despacio....Bien, ya he terminado. ¡Lo he hecho!

Page 21: Técnicas de Intervención

Lo que el modelo trata de enseñar al niño a través de estas instrucciones puede concretarse en:

1º- Definir el Problema: ¿Qué tengo que hacer?

2º- Guía de la Respuesta: ¿Cómo tengo que hacerlo? (despacio, pinta la raya hacia abajo....).

3º- Autorrefuerzo: Lo estoy haciendo bastante bien.

4º- Autocorrección: En el caso de que no se alcance el objetivo propuesto, afrontar el error (si

cometo un error puedo continuar. Iré mas despacio.

Hay que recordar que el objetivo de esta técnica es modificar las verbalizaciones internas que el

sujeto utiliza ante aquellos problemas o situaciones en los que habitualmente fracasa, realizando

respuestas inadecuadas para alcanzar el objetivo. Así, pues, el éxito de la técnica viene

determinado, no sólo por el cambio de verbalizaciones internas del sujeto, sino por el cambio de

comportamiento ante dichas situaciones.

Es muy importante adecuar la técnica a las características del niño. Se aconseja aplicarla de una

forma lúdica para que el niño lo viva como un juego.

Se considera el modelado como el procedimiento más eficaz para enseñar las autoinstrucciones.

No obstante, existen otros métodos como pueden ser el uso de comics o manuales de

procedimiento.

La pregunta fundamental es ahora en qué tipo de problemas o trastornos infantiles la técnica de

entrenamiento de autoinstrucciones es la opción más idónea.

4- Aplicaciones prácticas de la técnica

a) Impulsividad (T.D.A.H.)

Tal como se ha mencionado, Meichenbaum la utilizó originalmente con niños hiperactivos, impulsivos o agresivos ya que las autoinstrucciones tienen un papel enlentecedor de la acción y propicia una mayor reflexividad. Afirmaba que el éxito en este tipo de trastornos radica primero, en la utilización del modelo y en segundo lugar, la repetición de las autoinstrucciones, mientras el niño hace las tareas. Estos dos factores resultan ser los componentes más eficaces del programa de tratamiento.En el tratamiento de los niños hiperactivos Meichenbaum plantea que las terapias que utilizan procedimientos operantes no suelen tener éxito debido a la acción altamente motivadora de dichos procedimientos, de tal manera, que en lugar de endentecer la actividad y permitir una actitud reflexiva, logran todo lo contrario. Sin embargo, la asociación de procedimientos operantes y cognitivos (autoinstrucciones) mejora los resultados.

Finalmente señalar que si el entrenamiento se efectúa con autoinstrucciones generales frente a instrucciones específicas se facilita la generalización. Es decir, el llevar a cabo lo aprendido en otras situaciones externas.

b) Falta de Autocontrol La falta de autocontrol hace referencia a la dificultad por anticipar las consecuencias de la actuación, por parte del propio sujeto. En conductas adictivas o violentas, los sujetos actúan impulsivamente sin mediar cogniciones o verbalizaciones internas en las que se evalúen todas las consecuencias. En estos casos la técnica se ha utilizado para intentar demora la actuación de los sujetos.

Page 22: Técnicas de Intervención

Sin embargo, la eficacia en este tipo de problemas viene muy condicionada por los aspectos sociales. Si el sujeto se mueve en ambientes marginales o de riesgo (violencia, agresión) no se alcanzan resultados positivos.Cuando los problemas se reducen a un ámbito clínico en concreto como puede ser la obesidad, los resultados indican una razonable eficacia.

c) Dificultades de Aprendizaje

En el caso de niños con “dificultades en el aprendizaje” o de “retraso mental”, se han llevado a cabo numerosos estudios que han demostrado la eficacia del procedimiento. Se ha utilizado con buenos resultados en niños con problemas de escritura, comprensión y cálculo. También se han diseñado programas para mejorar la atención en clase. Sin embargo, se apuntan como requisitos previos para obtener resultados óptimos que:

1- El niño tenga la capacidad para articular las verbalizaciones necesarias.2- Capacidad para comprender su significado.3- Los comportamientos motores implicados estén en el repertorio del niño.

-Finalmente apuntar que la técnica no ha mostrado resultados positivos y consistentes en su uso en trastornos de ansiedad y fobias específicas en niños. Son necesarios más estudios para concretar los aspectos a modificar en su utilización en este ámbito.

LA INTENCIÓN PARADÓJICA

1- Introducción

2- ¿Cómo funciona?

3- Su utilización en población infantil y juvenil

4- Ejemplos prácticos

5- Conclusiones y limitaciones de la técnica

1- Introducción

La intención paradójica es uno de los métodos más rápidos, más poderosos y menos comprendidos

Page 23: Técnicas de Intervención

para cambiar la conducta. Mediante una serie de instrucciones que llamamos “paradójicas” se han

conseguido éxitos significativos en trastornos concretos como pueden ser la dificultad para dormir,

el morderse las uñas y el tartamudeo (disfemia) entre otros.

Los principios teóricos se basan originalmente en las técnicas de la Terapia Breve del psiquiatra

Milton H. Erickson y la logoterapia de Victor Frankl.

La denominación de “paradójica” no es gratuita sino que delata la auténtica naturaleza del sistema.

Se trata de pedirle al paciente que haga precisamente lo que es objeto de malestar psicológico. Si

una persona no puede dormir le pediremos que deje de hacerlo durante un tiempo o unas horas

determinadas. Si un niño se muerde las uñas le exigiremos que lo haga durante más tiempo o

durante intervalos más largos. Si un joven tartamudea y eso le crea gran ansiedad, le obligaremos a

que tartamudee con mayor frecuencia y durante más tiempo de forma voluntaria.

Son procedimientos construidos para sorprender. Son contrarios a las expectativas de los pacientes

sobre su visión de la naturaleza de la función de la terapia.

La técnica parece de entrada irresponsable y contraria al sentido común. No se entiende como

potenciando lo que se intenta erradicar se va a solucionar el problema. Esta es la gran paradoja de

la técnica que a continuación exponemos.

2- ¿Cómo funciona?

La eficacia de la Intención Paradójica se basa en el principio fundamental de que los pacientes

intenten llevar a cabo la conducta que están evitando. De esta manera, el proceso circular, que se

mantiene a sí mismo, se rompe, puesto que el intentar realizar la conducta no deseada es

incompatible con la ansiedad anticipatoria y, por tanto, la neutraliza.

Imaginemos una persona que sufre insomnio. Se acuesta puntualmente pero no logra conciliar el

sueño hasta una determinada hora de la madrugada. Ello le comporta problemas para despertarse

por la mañana. Además, cada día, al acercarse la hora de ir a dormir, manifiesta mucha ansiedad ya

que anticipa su fracaso en el intento de dormir. Pues bien, la técnica consiste precisamente en

pedirle, como parte del tratamiento, que no trate de dormirse hasta más tarde de lo que lo hace (las

horas deben concretarse según las circunstancias). ¿Qué conseguimos con ello? De entrada

situamos el origen del problema en una causa externa al paciente (ahora ya no duerme debido a

que no logra conciliar el sueño, sino porque así se le ha exigido). El primer efecto es disipar la

ansiedad de anticipación con lo cual es muy probable que el resultado sea la aparición del sueño

antes de lo esperado.

En el caso de las disfemias (tartamudeos) al permitir e incitar a que el niño tartamudee

voluntariamente, durante un tiempo controlado, puede tener también unas consecuencias

Page 24: Técnicas de Intervención

reductoras de la ansiedad y producirse una mejora.

Otro ámbito de aplicación puede ser en el de la cama mojada (enuresis). ¿Qué sucedería si le

diéramos permiso o le pidiéramos a un niño que se hiciera pipi cada día durante un tiempo?

Probablemente si ese problema va asociado a unos altos niveles de ansiedad por parte del niño, el

sentirse liberado del mismo podría significar una mejora.

No estamos afirmando que esta sea una técnica milagrosa sino que tiene una gran capacidad

terapéutica si se sabe utilizar con creatividad y en combinación con otras técnicas mas usuales.

Evidentemente tiene sus límites. El principal es que su mayor eficacia está condicionada a que junto

con el problema que queremos tratar se de un cierto nivel de ansiedad en la persona o niño. Como

se ha expuesto la técnica incide directamente sobre las propias cogniciones al invertir los roles.

Otra limitación importante es que debe utilizarse con preferencia en aquellos casos en que las

técnicas convencionales han resultado inútiles. Por ejemplo, en un caso de insomnio, donde se ha

podido utilizar un entrenamiento en relajación con mal resultado, podría ser un buen candidato a la

intención paradójica. Ahora no hablaríamos de intentar dormirse relajándose progresivamente sino

preparar la habitación con la intención de mantenerse el máximo tiempo despierto posible. En

concreto, los máximos beneficios se lograrán en aquel tipo de paciente que experimente “esfuerzos

para dormir” y que padecen una ansiedad considerable sobre las consecuencias negativas de la

perdida de sueño.

En general, pues, podemos afirmar que la técnica funcionará mejor con personas con

preponderancia de síntomas cognitivos que no con aquellos en los que predominen los

conductuales.

3- Su utilización en población infantil y juvenil

No está muy documentada su utilización en niños por lo que debemos ser muy prudentes al

respecto.

Se han apuntado ya intervenciones concretas en el caso de las disfemias, enuresis, morderse las

uñas, etc. En el caso de niños mayores hay alguna referencia a tratamientos de fobias específicas en

donde los principios de intervención coinciden o se complementan con las denominadas técnicas de

inundación.

Sabemos de las peculiaridades y limitaciones de la intervención psicológica con población infantil y

juvenil. Las técnicas paradójicas, dentro de este contexto, pueden aportarnos en casos y momentos

concretos soluciones ingeniosas para problemas puntuales. No se trata tanto de una aplicación

estándar de la técnica sino de aprovechar sus principios como una herramienta más dentro del

cajón de sastre que constituyen todas las técnicas de intervención, en especial, cuando las

Page 25: Técnicas de Intervención

habituales resultan ineficaces.

Con frecuencia nos encontramos con conductas disruptivas de menores que obedecen a la

necesidad de comunicar algo o efectuar una demanda. A veces es la costumbre que ha impuesto un

repetido quehacer diario que aunque desadaptado y no deseado se mantiene en un circulo vicioso

difícil de romper. En otras ocasiones la situación o el contexto no nos permite actuar de la forma

convencional y necesitamos de la creatividad. Es en todos estos casos cuando la intervención

paradójica adaptada puede aportarnos alguna salida.

A continuación se exponen algunos casos en los que se podría valorar la inclusión de estas técnicas.

Sin embargo, se insiste en la necesidad de entenderlas como un instrumento complementario y

dentro de un marco terapéutico más amplio (vamos a tratar básicamente síntomas). Por lo tanto, en

población infantil, lo entenderemos como intervenciones puntuales cuando las necesidades de la

situación lo requieran y técnicas más convencionales no acaban de funcionar.

Además deberá valorarse la edad del niño, su nivel cognitivo y las posibles consecuencias negativas

de su aplicación a la que más adelante nos referiremos.

4- Ejemplos prácticos

Veamos algunos ejemplos prácticos susceptibles de la aplicación de la técnica :

Ejemplo 1:

Supongamos que J. es un niño de 9 años con buen nivel intelectual pero con muchas limitaciones en

su funcionamiento social debido a que presenta obsesiones recurrentes acerca de lo bien o mal que

realiza sus actividades. De forma repetitiva necesita de la aprobación constante del adulto y si no la

obtiene o considera que ésta no ha sido suficientemente clara le crea un gran desasosiego y

ansiedad. Aquí la intervención iría encaminada a pedirle al niño que ejecute mal deliberadamente

alguna actividad, a que deje de ser por un momento perfeccionista. En definitiva, a que se

enfrentara con sus temores de una forma controlada y que aprendiera que no se producen las

temidas consecuencias catastróficas.

Ejemplo 2:

P. es una niña con 7 años de edad. Su nivel intelectual es normal pero ha aceptado muy mal la

separación de sus padres. Su rendimiento escolar ha bajado mucho hasta el punto que su profesora

está muy preocupada. Han aparecido ciertos comportamientos disruptivos y autolesivos que antes

Page 26: Técnicas de Intervención

no estaban presentes en el repertorio de la niña. Actualmente sigue un tratamiento cognitivo-

conductual, pero una de las conductas que más preocupa a sus padres, es la de morderse los dedos

o uñas de la mano hasta el punto de provocarse erosiones. Es evidente que la intervención

psicológica se está produciendo a diferentes niveles, sin embargo, en la conducta concreta de

morderse las uñas (si no hay avances) podemos intentar una solución drástica con la intención

paradójica.

En una situación controlada, vamos a pedirle que no deje de morderse los dedos (siempre vigilando

la intensidad de la misma y en el caso de que no haya contraindicación médica o lesiones en la zona

afectada) durante períodos cada vez más largos. Se le recriminará si deja de hacerlo antes del

tiempo previsto. El acto deja de convertirse en voluntario, pierde su capacidad de llamar la atención

y se vuelve desagradable. Es posible que su frecuencia disminuya después del tratamiento si se han

seguido los tiempos y las formas adecuadas.

Ejemplo 3:

F. Es un niño de 8 años. Presenta enuresis primaria y no parece haber factores orgánicos o

ambientales que justifiquen el mantenimiento del problema. El niño es muy responsable y lo vive

con mucha angustia. Teme especialmente que sus compañeros se enteren y se rían de él. Además

las colonias están cerca y su nivel de ansiedad ha aumentado anticipando las posibles

consecuencias. El tratamiento habitual no está resultando eficaz y dado el alto componente de

ansiedad asociado parece un buen candidato a la intención paradójica. Como parte del tratamiento

vamos a darle permiso para que se haga pipi en la cama durante un tiempo (los padres deberán

tomar las precauciones pertinentes). Es más, vamos a insistirle que creemos que para poder

ayudarle seria importante que se le escapara alguna noche. De lo que se trata no es de que

voluntariamente lo haga en la cama (en caso que se despertara con la necesidad de ir al servicio así

debería hacerlo) sino que si se le escapa no tan sólo no pasa nada sino que es un señal que estamos

avanzando en la solución.

En la base de esta paradoja está la intención de descargar emocionalmente al niño de la

culpabilidad de hacerse pipi en la cama. La ansiedad anticipatoria en esos días no tiene razón de

existir. En estas circunstancias es muy posible que el niño disminuya los episodios de cama mojada

y que afronte con mayor éxito posteriormente el tratamiento convencional.

5- Conclusiones y limitaciones de la técnica

1- La técnica está orientada principalmente a atenuar síntomas. Debe, pues, utilizarse básicamente

como una herramienta complementaria dentro del marco general del tratamiento.

2- Es especialmente útil cuando hay un componente de ansiedad anticipatoria asociado ya que la

Page 27: Técnicas de Intervención

ataca directamente. En niños debe utilizarse con prudencia ya que mal empleada podría comportar

un aumento de las conductas no deseadas al fomentar directamente la que queremos eliminar.

3- Debe valorarse a fondo las peculiaridades de cada niño antes de utilizarlas.

4- Su uso está más justificado cuando las técnicas convencionales no acaban de funcionar.

5- No tenemos actualmente estudios rigurosos que nos orienten en cuanto a su eficacia, ámbito de

aplicación y otros aspectos sobre las diferentes variantes de su uso en niños.

6- A pesar de estas limitaciones, creo que la intención paradójica resulta especialmente interesante,

dado que el niño lo vive de forma novedosa, contrario a sus expectativas, pero a la vez puede

motivarle mucho hacia la solución de problema.

7- Estas técnicas sólo pueden ser utilizadas por profesionales especializados.

EL DIARIO EMOCIONAL

1- Introducción

2- Su justificación

3- Cómo funciona

4- Ventajas de su aplicación

Page 28: Técnicas de Intervención

5- Problemas habituales en su aplicación

6- Cuando utilizarlo

1- Introducción

El Diario Emocional que proponemos no es una técnica de intervención propiamente dicha sino más

bien un instrumento de gran utilidad para ser utilizada conjuntamente por padres e hijos bajo

supervisión del terapeuta. Por tanto, se trata de un herramienta que suele incorporase como un

elemento más dentro de un paquete de medidas más amplio para ayudar en ciertos problemas de

índole o base emocional en algunos niños.

2- Su justificación

En la base de muchas de las conductas disruptivas en jóvenes y niños se encuentran problemas de

tipo afectivo, de vinculación, historia de malos tratos (físicos o psíquicos), poca atención emocional,

separaciones, etc.

Al igual que resulta vital para la supervivencia desde la primara infancia, la provisión de alimentos,

también lo es la atención afectiva. La integridad psicológica del niño a lo largo de su desarrollo va a

depender de ello.

De no ser debidamente atendidas estas necesidades primarias estamos introduciendo un factor de

riesgo para la aparición o incremento de la inseguridad, los miedos y, más adelante, las conductas

agresivas.

(Para más información visitar nuestras páginas: Trabajando el vínculo afectivo con nuestros

hijos y Trastorno del vínculo).

El instrumento que proponemos no supone una solución magistral a un problema complejo sino que

pretende acercarnos a algo que consideramos fundamental en el tratamiento y prevención de

algunas conductas disruptivas con base emocional: Abrir una puerta de comunicación entre padres

e hijos para que las emociones y sentimientos fluyan y se expresen dentro de un marco controlado y

amigable en lugar de hacerlo de otras formas (somatizaciones, depresión, miedos, ansiedad,

agresividad, intolerancia, etc.).

3- Cómo funciona

1º- Hay que delimitar un tiempo cada día para poder estar con el niño. Un buen momento es por la

noche justo antes de acostarse (siempre que el niño no esté excesivamente cansado). El tiempo

puede ser variable según edad y circunstancias. Normalmente con 15 o 20 minutos puede ser

suficiente.

Page 29: Técnicas de Intervención

2º- El niño tendrá una libreta (diario emocional) que previamente ha escogido y sea de su gusto.

3º- Los padres conjuntamente o uno de ellos (u otro en su ausencia) pedirán al niño que haga un

pequeño balance del día (empezar por las cosas positivas y dejar para el final las negativas). Ahora

es el momento de sacar aquellas cosas que no han ido bien y tratarlas relajadamente, con sentido

positivo y compartiendo estrategias comunes para superarlas.

Según la edad y/o capacidad verbal del niño puede que tenga cierta dificultad para expresarse o no

comente aspectos relevantes. Los padres deberán tener la habilidad suficiente para irlo guiando

hacia el terreno que deseamos con sutileza. No se trata de recriminar sino de hacerle ver en qué

puede mejorar y cómo hacerlo. También de alabar sus cosas buenas.

4º- Si el niño ya sabe escribir y según su capacidad, deberá anotar muy brevemente aquellas cosas

que considere relevantes (positivas y negativas) en su diario y lo que es más importante: cómo se

ha sentido.

Por ejemplo: “Hoy el maestro me ha castigado y me he sentido triste”.

Los padres deben guiarlo en la expresión verbal de lo que ha pasado, cuales han sido las

consecuencias y sus sentimientos. No se trata tanto de consolarlo y minimizar los problemas que

haya podido tener para tranquilizarlo sino de hacerle saber que formamos un equipo con él y que

estamos ahí para ayudarle en lo que necesite.

Tampoco se trata de que le hagamos cada día un interrogatorio sino que nos habituemos a hablar

acerca de nuestras experiencias diarias. No forzarlo si no lo desea. En este caso recordarle que

estamos allí para escucharle y que cuando lo desee estamos disponibles.

5º - El objetivo fundamental no es tanto la solución de sus pequeños problemas diarios sino la de

trabajar la expresión emocional de los mismos para consolidar el hábito de compartir y

comprendernos mejorar para minimizar los conflictos.

A pesar de que el niño se muestre (normalmente al inicio del programa) reticente a manifestar sus

emociones más intimas, el mensaje que recibe es muy contundente: “Mis padres están ahí para

escucharme”. Ello supone un afianzamiento de su seguridad emocional y de los lazos afectivos e

indirectamente se reducen las posibilidades de conductas disruptivas.

6º- Cuando analicemos el día, destacar especialmente los aspectos positivos, los pequeños avances

en aprendizaje o conducta. Para finalizar la sesión podemos introducir un pequeño juego o actividad

(leer un cuento, etc.).

7º- El registro de todas estas experiencias por parte del niño incrementan su percepción de las

diferentes situaciones y el modo correcto de hacerles frente. Igualmente ofrece a lo largo del tiempo

información relevante acerca de la evolución del niño en los aspectos trabajados.

8º- El Diario emocional puede tomar diferentes formas y debe ajustarse a las necesidades y

Page 30: Técnicas de Intervención

peculiaridades de cada familia e hijos. Aquí sólo exponemos algunos rasgos generales como punto

de partida.

El Diario no es un tratamiento en sí mismo sino la excusa, el motivo aparente de algo que es más

profundo: Un vehículo para la expresión de los sentimientos y emociones de nuestros hijos como

paso previo para comprenderles y hacer que crezcan más fuertes psicológicamente.

Para los niños más pequeños que no pueden todavía escribir, pueden utilizar igualmente una libreta

y en lugar de escribir colocaran la pegatina que refleje mejor el estado emocional de ese día.

Pueden utilizarse diferentes modelos que expresen diferentes niveles de alegria o tristeza. A

continuación, a modo de ejemplo, mostramos los Gomets Mr. Smiley comercializados por la empresa

Apli en España.

4- Ventajas de su aplicación:1 Regularizar un espacio de comunicación diario y de calidad con el niño.

2 Aumentar su seguridad emocional y autoestima al sentirse escuchado y acompañado.

3 Mejorar la vinculación afectiva con los padres.

4 Reducir miedos y ansiedad ante situaciones nuevas.

5 Reducir enfermedades somáticas.

6 Aprender a resolver los problemas (con la guía de los padres).

7 Saber identificar las emociones y autocontrolarlas.

8 Tener un registro de la evolución del niño en los aspectos que trabajemos.

5- Problemas habituales en su aplicación1 Falta de tiempo por parte de los

padres.Normalmente las tareas familiares se condicionan a las disponibilidades que nos deja el trabajo. Debemos tomar este tiempo como prioritario y anteponerlo a otras cuestiones si queremos avanzar.

2 No ser constantes en su aplicación. Podemos apoyarnos, si los padres no podemos un día, con algún familiar próximo de confianza (abuelos, etc.).

3 Negación del niño a colaborar. Hay que intentar motivarle. Como todo necesita su tiempo.

4 Cansancio o sensación de estar perdiendo el tiempo.

Los efectos no siempre son inmediatos y pueden desanimarnos si no llegan rápido. No obstante una vez llegan suelen hacerlo para quedarse.

5 Necesidad de otras intervenciones. Se ha comentado ya que este instrumento suele formar parte de un conjunto más ámplio de medidas de intervención dependiendo del caso y bajo el control del psicólogo infantil.

6- Cuando utilizarlo

Page 31: Técnicas de Intervención

El Diario emocional puede utilizarse en todos los niños que disponiendo de la suficiente capacidad

de comprensión y expresión verbal, estén expuestos a su vez a problemas de origen emocional,

especialmente aquellos derivados de situaciones estresantes, a veces, imprevistas o incontrolables.

Separaciones, malos tratos, abandonos, adopciones, celos, falta de atención afectiva por parte de

los padres como consecuencias diversas (desplazamientos por trabajo, falta de recursos propios,

incompetencia parental, enfermedades crónicas u hospitalización prolongada, familias

monoparentales, etc.).

También puede resultar útil en cualquier niño con situación familiar normalizada pero en el que se

desee potenciar la vinculación, mejorar su autoestima o reducir miedos y ansiedad.