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«TÉCNICA E INGENIERÍA EN ESPAÑA: LA ILUSTRACIÓN» REAL ACADEMIA DE INGENIERÍA DE ESPAÑA INSTITUCIÓN «FERNANDO EL CATÓLICO» (CSIC) DIPUTACIÓN DE ZARAGOZA DEPARTAMENTO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA Y UNIVERSIDAD GOBIERNO DE ARAGÓN UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA Zaragoza, 4, 5 y 6 de octubre de 2004

«TÉCNICA E INGENIERÍA EN ESPAÑA: LA ILUSTRACIÓN

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«TÉCNICA E INGENIERÍAEN ESPAÑA:

LA ILUSTRACIÓN»

REAL ACADEMIA DE INGENIERÍA DE ESPAÑA

INSTITUCIÓN «FERNANDO EL CATÓLICO» (CSIC)DIPUTACIÓN DE ZARAGOZA

DEPARTAMENTO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA Y UNIVERSIDADGOBIERNO DE ARAGÓN

UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

Zaragoza, 4, 5 y 6 de octubre de 2004

PRESENTACIÓN

El presente es el segundo curso que sobre Técnica eIngeniería en España se realiza en perfecta simbiosis entre laReal Academia de Ingeniería y la Institución «Fernando elCatólico». Si bien el Renacimiento fue la época objeto dereflexión del primer curso, en esta ocasión el desarrollo gira,esencialmente, en torno al Siglo de las Luces, en el que bajonueva dinastía y marco cultural confluirán nuevos saberes einstituciones. Modernizar, centralizar y homogeneizar serántres vectores principales de un cambio que alcanzará al siste-ma educativo, infraestructuras, y medios y procedimientos deproducción, entre otros ámbitos.

Tras su gestación en el Renacimiento, en el siglo XVIII inge-niería y arquitectura consolidan su diferenciación relativa, altiempo que ambas profesiones encuentran caminos propios a su

institucionalización. El proceso se llevará a cabosobre bases diversas, creándose sistemas especí-ficos de formación al margen de los gremios eincluso de las universidades. Las técnicas, así

como las «ciencias útiles», se enseñarán deforma predominante en escuelas asociadas

a cuerpos militares y civiles de laadministración, o en escuelasdependientes de las Reales Socie-dades Económicas de Amigos del

País, algunas de las cuales se termina-rán transformando en Reales Academias. Entérminos generales se puede hablar de una Cien-cia y Técnica secularizada y militarizada, donde

el Cuerpo de Ingenieros Militares esla corporación más importante dela monarquía hispana. De lasnobles y bellas artes, la arquitec-

tura en particular, se ocupará a nivel nacional la Real Academiade Bellas Artes de San Fernando, que impulsará el «buen gusto».

La Ilustración y la Revolución Industrial definen unnuevo marco sociocultural desde el cual el saber técnicocomienza a eclosionar. La técnica, rasgo esencial del procesode hominización, y la ingeniería, «la técnica por antonomasia»al decir de Ortega y Gasset, serán abordadas desde una ópti-ca multidisciplinar, enfatizando su dimensión histórica bajodiversas perspectivas complementarias: socio-política, estéti-ca, lingüística y propiamente científico-técnica.

DirectorDr. Manuel Silva Suárez

Catedrático de Ingeniería de Sistemas y Automáticade la Universidad de Zaragoza

De la Real Academia de Ingeniería de España

PROGRAMA

Las sesiones tendrán lugar en el Aula de la Institución«Fernando el Católico»

(Palacio de Sástago, entrada por el Palacio Provincial, Pza. España, 2, Zaragoza)

LUNES, 4 DE OCTUBRE

09-09.30. Entrega de documentación.

09.30. Acto inaugural.

Primera sesión

10.00. Introducción al curso: Del agotamiento renacentista auna nueva ilusión, por el prof. Manuel Silva Suárez, Universidadde Zaragoza, de la Real Academia de Ingeniería.

11.30. España y la Revolución científica. El movimiento«novator» y las disciplinas físico-matemáticas (y sus aplica-ciones), por el prof. Víctor Navarro Brotóns, Universidad deValencia.

12.30. Tecnología y Nación, por el prof. Antonio LafuenteGarcía, Instituto de Historia, CSIC, Madrid.

Segunda sesión

16.00. Sobre la Institucionalización y Desarrollo de laIngeniería: una perspectiva europea, por las Dras. Hélène Verín eIrina Gouzévitch, Centre Alexandre Koyré, École des HautesÉtudes en Sciences Sociales, París.

17.15. Ciencia, Técnica y Poder, por el prof. Siro Luis VillasTinoco, Universidad de Málaga.

18.30. La Arquitectura de Arquitectos e Ingenieros Militares:Diversidad de Lenguajes al Servicio del Despotismo Ilustrado,por el prof. Arturo Ansón Navarro, Universidad de Zaragoza.

MARTES, 5 DE OCTUBRE

Tercera sesión

09.00. Ciencia y Técnica en la actividad del Cuerpo de losIngenieros Militares, por el prof. Horacio Capel Sáez, Universi-dad Central de Barcelona.

10.00. Las Reales Sociedades Económicas de Amigos delPaís: docencia, difusión e innovación técnica, por los profs. JoséFrancisco Forniés Casals y Manuel Antonio Moral Roncal,Universidad de Alcalá de Henares.

11.30. La Producción de Literatura Técnica, por el prof. JulioSánchez Gómez, Universidad de Salamanca.

12.30. La fortificación española en el siglo XVII y el XVIII:Vauban sin Vauban y contra Vauban, por D. Fernando CobosGuerra, Arquitecto, Valladolid.

Cuarta sesión

17.00. Ingeniería y obra pública civil, por el prof. Juan JoséArenas de Pablo, Universidad de Cantabria.

18.15. La minería y la metalurgia en España y América, porel prof. Julio Sánchez Gómez, Universidad de Salamanca.

19.30. Navegación e Hidrografía, por el prof. Manuel SellésGarcía, UNED, Madrid.

MIÉRCOLES, 6 DE OCTUBRE

Quinta sesión09.00. Constructores, Ingeniería y Teóricas en la Construc-

ción Naval, por el Dr. Julián Simón Calero, INTA.10.00. La técnica en la política industrial: espionaje y trans-

ferencia de tecnología, por el prof. Juan Helguera Quijada,Universidad de Valladolid.

11.30. Ciencia, Técnica e Industria: en tiempos de revolucio-nes, por el prof. Antoni Roca Rosell, Universitat Politécnica deCatalunya.

12.30. El léxico de la Técnica en el siglo XVIII, por el prof.Pedro Álvarez de Miranda, Universidad Autónoma de Madrid.

1. Introducción del curso: Del agotamiento renacentista a una nueva ilusiónDespués de significados logros de la técnica renacentista

española en temas tan diversos como la navegación, la minería ymetalurgia, la ingeniería hidráulica o la ingeniería militar, debidoa diversas causas el modelo empleado se agotará en muy granmedida. Sin embargo, durante el siglo XVII aún habrán desarro-llos notables en metalurgia o fortificación, por ejemplo. Esta con-ferencia introductoria pretende plantear el esquema general delcurso, estableciendo algunas de las diferencias que se observanentre los finales del Renacimiento y de la Ilustración, que aproxi-madamente se concretará con el comienzo de la Guerra de la Inde-pendencia, cuando las tropas imperiales francesas terminan deabortar el proceso impulsado por la Corona, ya por entonces faltodel empuje habido con anterioridad. En un marco general se evo-carán cuestiones como la institucionalización de la profesión deingeniero, en sus aspectos militar (ingenieros militares «de tie-rra», «de marina» y cosmógrafos) y civil (con los precedentesdirectos de las especialidades de minas, y caminos, canales y puer-tos), o la formación de técnicos y artesanos (con el papel de lasReales Sociedades Económicas de Amigos del País). Se plantea-rán pinceladas sobre la comparación de dos aspectos concretosde la técnica ochocentista frente a la renacentista, en lo que aexpresión gráfica o a mecánica se refiere.

MANUEL SILVA SUÁREZ

Docteur Ingénieur por el INP de Grenoble y Catedrático deIngeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Zara-goza, es Miembro de Número de la Real Academia de Ingenieríade España (2000). Coautor de dos centenares de publicacionessobre sistemas de eventos discretos y robótica, ha participado enla organización de unos noventa congresos internacionales. Coor-dinador o editor de libros como Una década de política de Inves-tigación en Aragón (1994) o Programa Europa de Estancias deInvestigación (2003), en su faceta humanística es autor, entreotros, de Uniformes y Emblemas de la Ingeniería Civil Española,1835-1975 (IFC-CSIC, Zaragoza, 1999), Ingenios, Máquinas yNavegación en el Renacimiento (con M.ª Sancho Menjón; col.CAI-100, Zaragoza, 2001), y editor y autor de Técnica e Ingenie-ría en España: El Renacimiento (2004), coedición de la Real Aca-demia de Ingeniería, la Institución «Fernando el Católico» yPrensas Universitarias de Zaragoza.

2. España y la Revolución científica. El movimiento«novator» y las disciplinasfísico-matemáticas (y sus aplicaciones)En el siglo XVII, en el que cul-

minó en Europa la llamada Revolu-ción Científica, la actividad científi-co-técnica desarrollada en laEspaña renacentista experimentóuna profunda decadencia, paralela ala intensa crisis y decadencia en elámbito político, económico y social

que experimentó toda España, muy especialmente Castilla. Perocrisis y decadencia no debe confundirse con ausencia de actividadcientífico-técnica, siendo de destacar la labor desarrollada en algu-nas instituciones, como el Colegio Imperial de Madrid, y por algu-nos grupos o personalidades aisladas.

En los últimos años del siglo XVII, el proceso de ruptura con elsaber tradicional y sus supuestos aparece delineado con unos per-files más claros, como un programa de asimilación sistemática de laciencia moderna que conocemos como el movimiento «novator».No obstante, en el ámbito de las disciplinas físico-matemáticas ysus aplicaciones, la labor de los «novatores» fue en gran medidauna continuación, extensión y profundización de la realizada en lasdécadas centrales por españoles o afincados en España.

El propósito es describir la actividad desarrollada en la Españade las últimas décadas del siglo XVII y primeras del XVIII en elámbito de las disciplinas físico-matemáticas y sus aplicación, conespecial atención a los «novatores» y su labor de recepción, asimi-lación y difusión de las nuevas corrientes científicas y filosóficas.

VÍCTOR NAVARRO BROTÓNS

Catedrático de Historia de la Ciencia, trabaja en el Institutode Historia de la Ciencia y Documentación «López Piñero» (Uni-versitat de València-CSIC). Una de sus principales líneas deinvestigación está dedicada a la actividad científica en la Españamoderna. Sus trabajos y publicaciones relacionadas con este temaincluyen sus tesis doctoral (Valencia,1978), La revolución científica enEspaña. Tradición y renovación enlas ciencias físico-matemáticas, ydiversos libros, capítulos de libro,ponencias y artículos. Entre sus tra-bajos recientes figura el titulado:Tradition and Scientific Change inEarly Modern Spain: The Role of theJesuits, incluido en la colección detrabajos Jesuit Science and the Repu-blic of Letters (Cambridge, MIT,2003, pp. 31-387).

3. Tecnología y NaciónMonarquía, imperio, reino, son los

términos más frecuentes para referir-se a la España del siglo XVIII. Laspalabras nación y estado son menoshabituales. La nación suele asociarsecon un regreso al pasado ancestral, lacultura local y la singularidad históri-ca. Pero la tradición no es algo here-dado, sino construido: un artefactomuy dinámico que surge de la interac-ción entre el pasado y el presente, unaproducción con fecha de nacimiento y que pertenece a la moder-nidad. Más aún, para librarse de la carga del pasado, inventandouna tradición, se necesita del concurso de una ingente cantidad deactores, humanos y no humanos. Los adictos a la tradición no pare-cen ser conscientes del enorme esfuerzo que cuesta fabricarla.

Contra la tiranía del presente disponemos de otra invenciónextraordinaria: la tecnología. Sólo la tradición puede competircon las máquinas en su capacidad para ensoñar escenarios debienestar. Nada es tan susceptible de sostener la esperanza demejoras que las herramientas y los procesos que se le asocian. Elporvenir, sin duda, es una más entre las producciones fabriles. Yalo hemos insinuado, la memoria no es un asunto de humanistas,sino para toda esa panoplia de tecnologías al servicio de la auten-tificación, restauración, preservación y difusión del patrimonio. Sino andamos muy extraviados, lo que estamos argumentando esque la nación es un híbrido que se forma de la interacción entreel patrimonio y tecnología.

ANTONIO LAFUENTE GARCÍA

Doctor en Ciencias Físicas y desde 1987 Investigador Cientí-fico en el Instituto de Historia del CSIC, fue Visiting Scholar(1989-90) en la Universidad de California (Berkeley). Entre suspublicaciones recientes están la edición de los Elementos de lafilosofía de Newton de Voltaire (Barcelona, 1998), la Guía delMadrid científico. Ciencia y corte (Madrid, 1998), el catálogo de laexposición Monstruos y seres imaginarios (Aranjuez, 2000), Geor-

ges-Louis Leclerc, conde de Buffon(1707-1788) (Madrid, 1999), Los públi-cos de la ciencia (Madrid, 2002) y Losmundos de la ciencia en la Ilustraciónespañola (Madrid, 2003).

Editor asociado de Quipu. RevistaLatinoamericana de Historia de la Cien-cia y la Tecnología (México), colabora-dor en Babelia (1999-2001), Blanco yNegro Cultural (2002-2003) y El Periódi-co de Cataluña (2000-2003), es codirec-tor de la colección NOVATORES de la edi-torial Nivola.

4. Sobre la institucionalización y el desarrollo de la ingeniería: una perspectiva europeaEl estudio de la ingeniería europea dieciochesca es de una gran

complejidad. Mientras que el conjunto de países que la componenconoce un crecimiento de población comparable, se observan dife-rencias profundas en las estrategias de apropiación de los conoci-mientos y en los modos de intervención del Estado sobre el des-arrollo de la ingeniería, función a su vez del sector, militar o civil,agrícola o industrial.Todo ello a pesar de que las estructuras de losgrandes proyectos civiles y militares presentan importantes rasgoscomunes, que las técnicas disponibles y los conocimientos científi-cos aplicables a las producciones se difunden a través de todos lospaíses de Europa, e igualmente que los capitales atraviesan lasfronteras para invertir en sociedades de carácter europeo. Se pre-sentará un cuadro de esta diversidad.

La cuestión será abordada merced al estudio de la puesta enmarcha del oficio de ingeniero, que comprende tanto la organi-zación de las enseñanzas en las escuelas especiales y la multipli-cación de escritos técnicos, como la emergencia y diversificaciónde los organismos profesionales, desde los cuerpos de Estadohasta las asociaciones privadas. Posteriormente se intentaránreflejar los diferentes modos y grados de intervención delEstado en los gran-des proyectos milita-res o civiles. Por últi-mo, mediante unestudio de caso: lamáquina de vapor adoble efecto, se ilus-trará el impacto dela configuración delos sistemas técnicospropios a diferentespaíses, en su capaci-dad de asimilar unainnovación técnica.

HÉLÈNE VÉRIN

Doctora de Estado en Filosofía (1980), investiga en el CNRS(Centre Alexandre Koyré, París) sobre la historia de los ingenierosy de la concepción técnica en la Edad Moderna. Entre otros muchostrabajos, ha publicado Entreprise, entrepreneurs. Histoire d’une idée(1982), así como La gloire des ingénieurs. L’intelligence technique duXVIe au XVIIIe siècle (1998). En la actualidad trabaja sobre las rela-ciones entre la mecánica erudita y las prácticas mecánicas en lossiglos XVI y XVII, así como sobre los modos de figuración emplea-dos para la transmisión de informaciones técnicas.

IRINA GOUZÉVITCH

Doctora en Historia (2001), es ingeniera de estudios en elCentre Alexandre Koyré (École des Hautes Études en SciencesSociales, París). Ha publicado diversos trabajos sobre las transfe-rencias de conocimientos en Europa. Investiga sobre la historiade la circulación, de la confrontación y de la legitimación de sabe-res y prácticas científico-técnicas en los siglos XVIII y XIX.

5. Ciencia, Técnica y PoderA mitad del siglo XVII, la cien-

cia y la técnica hispanas estaban aaños luz del contexto europeo, aun-que siglo y medio más tarde secodeaba casi en pie de igualdad conlos países punteros. El motor de taltransformación fue la ingenteinversión económica motivada porrazones extra-científicas, debida aconceptos políticos como el«Honor nacional», el «Prestigiointernacional» o «la Utilidad públi-ca». Se trató de una «Ciencia mili-tarizada», pues para modernizar lasanquilosadas estructuras científicashispanas se utilizó al ejército, laúnica institución que, con el patronato regio, podía sortear encierta medida la presión ideológica de la Inquisición que, un siglodespués de Galileo, seguía considerando que no era el Sol sino laTierra el centro del Universo.

Los gobernantes ilustrados tuvieron que renovar las institu-ciones, erigir centros de enseñanza científica y técnica al margende la Universidad, financiar expediciones de estudio y periplos deespionaje; importar instrumentos, maquinaria, libros, cerebros yorganización empresarial; traducir tratados, publicar memorias,establecer un sistema meritocrático para la promoción profesio-nal de los militares y conceder premios y privilegios fiscales a losciviles. También diseñaron un control de calidad y efectividad,con rígidas medidas de contraespionaje y pruebas técnicas. Losresultados, brillantes a corto plazo, no consiguieron crear unainfraestructura científica y técnica que se pudiese mantener en lacenturia posterior.

SIRO LUIS VILLAS TINOCO

Catedrático de Historia Moderna de la Universidad deMálaga, es Académico de Número de la Academia Malagueñade Ciencias. Sus líneas fundamentales de investigación son:Socioeconomía de las asociaciones profesionales; el Poder Muni-

cipal en la España Moderna y losAspectos científicos y técnicos de laEspaña Ilustrada. Autor o coautor deun total de 17 libros y de 65 artículos.Entre sus libros cabe destacar lostítulos: Málaga en tiempos de laRevolución Francesa (1980), LosGremios malagueños. 1700-1749, 2vols. (1982); Las claves de la Revolu-ción Industrial. 1733-1914 (1990);Estudios sobre el Cabildo MunicipalMalagueño en la Edad Moderna(1996); Historia, Ciencia y Tecnología(2002) e Historia Social de la ciencia,la técnica y la tecnología (2004).

6. La Arquitectura de Arquitectos e IngenierosMilitares: Diversidad de Lenguajes alServicio del Despotismo IlustradoEn España se utilizaron distintos lenguajes arquitectónicos,

desde el barroco clasicista o de la Academia, hasta las formula-ciones más funcionales y racionalistas. En relación con estas últi-mas hay que situar las realizaciones de los ingenieros militares,más preocupados por lo utilitario y funcional que por lo decora-tivo y ornamental. Así pues, no se puede asociar exclusivamentela arquitectura de la Ilustración con el neoclasicismo.

Los arquitectos y los eruditos e intelectuales ilustrados queopinaron sobre la arquitectura de su época coincidieron en la crí-tica despiadada y absoluta contra la arquitectura del barroco«castizo», el conocido popularmente como «churriguerismo» ysus excesos decorativos, que pervivía en muchos maestros deobras por todo el país hasta casi el final de la centuria. La RealAcademia de San Fernando, y las academias de Valencia yZaragoza, en la misma línea, fueron imponiendo, no sin dificulta-des, el «buen gusto» entre los jóvenes arquitectos en ellas forma-dos, así como su normativa académica.

Esos artistas e intelectuales veían a la monarquía de losBorbones, y especialmente a Carlos III, como la impulsora delprogreso de las ciencias y de las artes, y la promotora de la buenaarquitectura, a través de sus realizaciones arquitectónicas y de lasobras públicas. Por ello, arquitectura y poder tendieron a asociar-se en la realidad ideológica y económica del despotismo ilustra-do. Arquitectos, de una parte, e ingenieros militares al servicio dela corona, de otra, fueron instrumentos de esa política, aunque sevalieran de lenguajes y principios teóricos y estéticos diversos.

ARTURO ANSÓN NAVARRO

Catedrático del Instituto «Pablo Gargallo» de Zaragoza yprofesor de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, esAcadémico correspondiente de la Real Academia de Nobles yBellas Artes de San Luis de Zaragoza. Centrado en el estudio delsiglo XVIII, ha investigado preferentemente la pintura española,especialmente en las figuras de José Luzán Martínez, FranciscoBayeu, Mariano Salvador Maella, Agustín Esteve y Francisco deGoya. Autor de nueve libros y monografías, así como de más desetenta artículos, ha sido comisario de exposiciones monográficas,entre las que destacan las zaragozanas dedicadas a José Luzán(1985), Pintura Aragonesa del Románico al siglo XX (1991),

Francisco Bayeu (1996), Goya y sus ini-cios académicos (1996), Zaragoza enla época de Baltasar Gracián (2001),

o Kalós y Atenas.Arte en Zaragoza,1963-1979 (2004). Ha dedicado

trabajos a la SantaCapilla del Pilar y alos arquitectos de lafamilia Yarza duran-te el siglo XVIII.

7. Ciencia y técnica en la actividad de losingenieros militaresdurante el siglo XVIII

El estudio del cuerpo de inge-nieros militares durante el sigloXVIII permite acercarse al avancedel proceso de institucionaliza-ción y profesionalización de la ciencia y la técnica, a través de unacorporación que desempeñó un papel esencial no sólo en la orga-nización del sistema defensivo de la Monarquía hispana, sinotambién en todo lo referente a la ordenación del territorio. Parala formación científica de los ingenieros se crearon las Academiasde Matemáticas de Barcelona, Orán y Ceuta, las cuales seencuentran entre los primeros establecimientos en enseñanzareglada para una corporación técnica.

Con objeto de interpretar el trabajo realizado por los inge-nieros militares es preciso tener en cuenta su formación homogé-nea en los centros de estudio, las normas de funcionamiento, lasordenanzas, la estructura institucional y las carreras. A diferenciade lo que ocurría cuando se realizaba el encargo a un arquitecto,en el caso de las obras en que participaban los ingenieros milita-res era el cuerpo el que recibía el encargo de proponer un diseñoy el que, una vez aprobado, dirigía la construcción, lo que explicala «unidad» de la producción edificatoria de los miembros de estacorporación. Los ingenieros militares contribuyeron de formadecisiva a difundir en la España del Setecientos unas normas detrabajo, unos comportamientos homogéneos de dirección de lasobras, técnicas y sistemas de gestión de la construcción y proce-dimientos constructivos.

HORACIO CAPEL SÁEZ

Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Bar-celona, ha realizado investigaciones sobre geografía urbana yteoría, historia y sociología de la ciencia. En particular, ha estu-

diado la ingeniería militar en el siglo XVIII. En laactualidad trabaja sobre innovación tecnológica ydesarrollo urbano en la ciudad española contempo-ránea, y dirige las revistas electrónicas: ScriptaNova y Biblio 3W, así como las colecciones delibros: Pensamiento y Método Geográficos; GeoCrítica.Textos de Apoyo; Realidad Geográfica; y La

Estrella Polar. Esta última dedicada, entre otrostemas a: historia, arqueología urba-na e industrial, e impacto social yespacial de las nuevas tecnologías.Es Doctor Honoris Causa por lasUniversidades argentinas Nacio-nal de San Juan (1999) y de Cuyo,Mendoza (2002).

8. Las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País: docencia, difusióne innovación técnicaLas Reales Sociedades de Amigos

del País se extendieron por toda Españaa partir de 1765, hasta la Guerra de laIndependencia. En el seno de aquellasque contaron con medios de financia-ción se emprendieron numerosos traba-jos relacionados con la invención, inno-vación y difusión de instrumentos desti-nados a la producción agraria y artesa-

nado industrial, o a ensayos de laboratorio. La Bascongada, las deValencia, Sevilla, Zaragoza y Madrid, se distinguieron sobremanera y buscaron los instrumentos y máquinas necesarias para laobtención de metas productivas o educativas con resultadosvarios, partiendo en muchos casos de la Enciclopedia francesa, yde otras obras monográficas sobre subsectores donde se precisabauna renovación técnica compleja. De aquellos impulsos destacanla formación de gabinetes y laboratorios, y los numerosos ensayosque hicieron, algunos de los cuales fueron publicados, destacandopor su importancia la colección de máquinas de la clase de artes yoficios de la Matritense, el examen de privilegios de patentes, lainvestigación sobre máquinas y herramientas, y la Escuela deMecánica, que constituyeron muestras inequívocas de su enfoquetecnológico, si bien el resultado de todas aquellas iniciativas amedio y largo plazo no estuvo a la altura deseada por la interrup-ción general que supuso la presencia de las tropas francesas.

JOSÉ FRANCISCO FORNIÉS CASALS

Profesor Titular de Historia Contemporánea en la Universi-dad de Alcalá de Henares, imparte docencia sobre Historia de laCiencia, y es miembro correspondiente de la Real Academia dela Historia y socio de la Real y Excma. Sociedad Económica Ara-gonesa de Amigos del País. Es autor de 9 libros, y medio centenarde artículos de investigación, entre los que destacan los relacio-nados con la industria y el artesanado en el período de la Ilustra-ción en Aragón.

MANUEL ANTONIO MORAL RONCAL

Profesor Asociado de Historia Con-temporánea de la Universidad de Alcaláde Henares, es director de la revista His-toria Abierta del Colegio de Doctores yLicenciados de Madrid. Es autor de 4libros, y una veintena de artículos deinvestigación, entre los que destacan losreferidos al desarrollo artesano indus-trial en Madrid en los períodos de la Ilus-tración y el reinado de Fernando VII.

9. La Producción de Literatura Técnica

Si bien la edición de textos destina-dos a servir de guía de trabajo a colec-tivos profesionales no aparece en elsiglo XVIII, es en esta centuria y sobretodo en su segunda mitad cuando seacelera de forma notable la apariciónde textos de esta clase. Este incrementose relaciona directamente con el decidi-do interés de los poderes del EstadoIlustrado por fomentar la actividadeconómica y encuentra un inmediato yentusiasta eco en las Sociedades Económicas de Amigos del País,grandes animadoras de la innovación aquí y de la difusión denuevas técnicas surgidas más allá de las fronteras del reino. Enrelación con ese interés práctico por incrementar y mejorar laproducción y por adaptar aquí las innovaciones que han probadosu efectividad —y también algunas que no la han probado— enla Europa más al norte, se publican un sinnúmero de manuales,cartillas, textos dirigidos a su utilización y adopción por los másvariados oficios: mineros, siderúrgicos, agricultores, ganaderos eincluso zapateros u orfebres. En esta intervención realizamos unrecorrido por las más notables y las más frecuentes de estas publi-caciones.

JULIO SÁNCHEZ GÓMEZ

Profesor Titular de Historia de América en la Universidad deSalamanca, ha investigado y publicado diversos libros y artículossobre la historia de la minería y la metalurgia en España y en laAmérica colonial. Centrado en el período que abarca desde elsiglo XV al XIX, entre otros: De Minería, Metalurgia y Comerciode Metales, 1450-1610 (Salamanca, 1989); La Minería (Historia dela Ciencia y la Técnica, Ed. Akal); «La minería en los siglos XVI yXVII» y «La Minería en el siglo XVIII», en Historia de la Ciencia yla Técnica en Castilla y León; o «¿A la busca de un espejismo?Minería en América y en la Europa Central», en JahrbuchGeschichte Lateinamerikas. También ha trabajado sobre el des-arrollo histórico de las técnicas minero-metalúrgicas: «La savia

del Imperio. Tres estudios sobre economíacolonial»; «La lenta penetración de la

máquina de vapor en la minería his-pana e iberoamericana», en Arbor,etc. Fuera de estos dos ámbitos hatrabajado y publicado tambiéndiversos trabajos en relación con laépoca de la independencia y la for-

mación de las primeras repúblicas enel Río de la Plata.

10. La fortificación española: siglos XVII y XVIII

Hay dos ideas preconcebidas que se pretenden rebatir acercade las fortificaciones de los siglos XVII y XVIII. La primera es con-siderar que el reinado de los Austrias menores fue un período deabsoluta decadencia militar, cuya deficiencia tecnológica fue sub-sanada por la regeneración que los Borbones y su elenco de téc-nicos franceses impusieron. Pero, ¿cómo explicar que tan vastoimperio se conservara en gran parte intacto durante más de unsiglo? Justo es reconocer que la gran protagonista de la defensadel imperio fue la fortificación y los intensos trabajos realizadostanto en Europa como en América.

La segunda idea consolidada es que hasta el siglo XVIII, enque los ingenieros de los Borbones introdujeron las novedosasteorías de Vauban, especialmente sus obras avanzadas, las fortifi-caciones de la Monarquía española seguían repitiendo modelosdel período de Felipe II. Se olvida entonces que Vauban es uningeniero del siglo XVII, que luchó principalmente contra los ejér-citos españoles y que tenía delante a brillantes ingenieros de lacorona hispana, que con medios mucho más limitados hicieronfrente a las poderosas tropas francesas del Rey Sol.

Estos ingenieros, desde las «escuelas« de Milán o Bruselas ysu brillante tratadística, o desde las fortificaciones que levantaronen el Mediterráneo o en el Caribe, marcan un desarrollo propioque produce proyectos que nada tenían que envidiar a los siste-mas que más tarde popularizarían Pagan o Vauban.

FERNANDO COBOS GUERRA

Arquitecto, es especialista en Urbanismo y en Documentacióny Restauración de Monumentos. Miembro activo de la AsociaciónEspañola de Amigos de los Castillos y del Consejo Científico deEuropa Nostra, es codirector de equipos multidisciplinares, habien-do realizado trabajos de documentación y diagnóstico de casi uncentenar de monumentos. Es Medalla de Plata de la AsociaciónEspañola de Amigos de los Castillos (1998), Premio de Arquitectu-ra de Castilla y León (1998) y Premio AR&PA 2002 de Restaura-ción. Entre sus libros se encuentran (en colaboración con Javier deCastro): Castilla y León: Castillos y fortalezas (León, 1998); LuisEscrivá, su Apología y la Fortificación Imperial (Valencia, 2000); yEl Castillo de Ponferrada (León, 2002). Además, entre otras publi-caciones, es coautor de dos capítulos en Las fortificaciones de Car-los V, Madrid, 2000.

10. Ingeniería yObra Públicacivil

El siglo XVIII es unsiglo de reconstrucción,asistiéndose a la ejecu-ción de las primerascarreteras dignas de esenombre. En el reinadode Carlos III se aprue-ba el primer esquemadirector de lo que será la red de carreteras radiales. Abando-nándose el sistema de «repartimientos», se realizarán obras finan-ciadas por el tesoro público.

Además, se construyen canales de navegación (los de Castilla eImperial de Aragón constituyen los exponentes de mayor impor-tancia), así como se recuperan ideas soñadoras, por ejemplo, la dehacer navegable al río Tajo desde Toledo, o incluso desde Madrid.Ingeniería hidráulica es también la que practica Ventura Rodríguezal construir la traída de aguas a Pamplona, de la que el acueductode Noaín compone hoy día una reliquia imponente.

Los puertos, esenciales para el comercio con las colonias,habían de combinar un calado suficiente con la protección frenteal oleaje, más plataformas artificiales de acceso a los barcos. Perolas técnicas de construcción de espaldones en el mar eran dificul-tosísimas, a lo que hay que añadir los aterramientos que sufríanmuchos puertos.

En cuanto a presas y regadíos, había en España experienciade importantes embalses (Tibi, Almansa y Elche), con avancescomo la curvatura en planta. Pero las presas del siglo XVIII dierondisgustos inmensos, arruinándose, por ejemplo la del Gasco, enMadrid, y la de Puentes, en Murcia. Hay que imaginar hasta quépunto desastres de este tipo actuaron como revulsivo para la ins-tauración de un cuerpo de ingenieros hidráulicos.

JUAN JOSÉ ARENAS DE PABLO

Catedrático de Puentes de la ETS de Ingenieros de Caminosde la Universidad de Cantabria. En 1988 funda el gabinete deingeniería Apia XXI radicado en Santander, y en 1999 crea Are-nas & Asociados, Ingeniería de Diseño, siendo autor de una vein-tena de puentes a lo largo de la geografía nacional. Entre suslibros se pueden mencionar: El puente, pieza esencial del mundohumanizado (Universidad de Cantabria, 1982), y Caminos en al

aire, tratado generalsobre los valores técni-cos y culturales de lospuentes de las diferen-tes épocas históricas.Medalla de honor alMérito Profesional delColegio Nacional deIngenieros de Caminos(1992), es tambiénFellow Member delIABSE.

12. La minería y la metalurgia en España y AméricaA lo largo de la interven-

ción se analizarán los intentosde reactivación de las principa-les minas peninsulares, algunasen explotación, como las deLinares, y otras abandonadasdesde tiempos muy anteriores,como Guadalcanal o Riotinto y,sobre todo, Almadén, el eje ynervio de la producción de platacolonial. Las primeras inversio-

nes extranjeras y las más tempranas compañías por acciones.Igualmente se estudiará el estreno de algunas explotacionesnunca antes practicadas en España, como el caolín o el carbónmineral. Pero el foco se centrará también en la América colonial,que conoce en el siglo de la Ilustración un auge sin precedentesde la producción de plata, sobre todo en México. El siglo de lasLuces es protagonista de la llegada al nuevo continente de céle-bres expediciones mineras desde la Europa central, así como delestreno de algunas instituciones científicas de gran altura y muyligadas al desarrollo de la minería y la metalurgia. Se dedicaráuna cierta atención a las técnicas minero-metalúrgicas.

13. Navegación e Hidrografía

Dentro de la renovación delpaís emprendida en el siglo XVIII,ocupa un papel muy destacado lamodernización de las fuerzas arma-das y, muy particularmente, de laMarina. Para ello se fundó enCádiz (1717) la Academia deGuardias Marinas. A mediados delsiglo, gracias a la labor de JorgeJuan y Santacilia, se renovaron losestudios, se inició el empleo de tex-tos impresos y se constituyó en ellaun importante observatorio astro-nómico. A fines del siglo el observatorio se separaría institucional-mente de la misma, comenzándose a publicar el AlmanaqueNáutico español, que ha ido viendo la luz regularmente hasta laactualidad. Cuando, en torno al tercer cuarto del siglo, se liberalizóel comercio con América y a la Armada se le encomendó la misiónde cartografiar las costas peninsulares y americanas, se inició unimportante programa de expediciones hidrográficas, y se instituyóun curso de estudios avanzados, el llamado «Curso de EstudiosMayores», en las que ya eran las tres Academias de GuardiasMarinas, al haberse fundado las de El Ferrol y Cartagena. Los ofi-ciales llevaron a cabo estas tareas hidrográficas y constituyeron unnúcleo científico dentro de la Marina que contribuyó, no ya a man-tener la actualidad de los saberes en el ramo, sino a realizar aporta-ciones propias a su desarrollo. A ello hay que añadir la importanteobra de José de Mendoza y Ríos, quien puso a punto un procedi-miento de determinación de la longitud en el mar que sería amplia-mente empleado por todas las naciones marítimas en el siglo XIX.Se repasarán las circunstancias históricas de este proceso.

MANUEL SELLÉS GARCÍA

Licenciado en Ciencias Físicas y Doctor en Filosofía, es pro-fesor de Historia de la Ciencia Moderna y Contemporánea en laFacultad de Filosofía de la UNED desde 1985, Profesor Titulardesde 1988 y Catedrático desde 2001. Ha investigado en diversostemas en historia de la ciencia, en particular en astronomía ynavegación en la España del siglo XVIII. Además de artículos yotras publicaciones en volúmenes colectivos sobre este tema, esautor de los libros El Observatorio de Marina de Cádiz, 1753-

1831 (Madrid, Ministe-rio de Defensa, 1988; encolaboración con A.Lafuente), Los instru-mentos de la navega-ción: del Mediterráneoal Pacífico (Barcelona,Lunwerg, 1994) y Nave-gación astronómica enla España del sigloXVIII (Madrid, UNED,2000).

14. Constructores, Ingeniería y Teóricas en la Construcción Naval

La construcción naval en el sigloXVIII estaba en manos de unos «meroscarpinteros», muy alejada de los prin-cipios de la ciencia, «claros por ellosmismos». Esta apreciación explica queen ese siglo, tras la asimilación de losPrincipia de Newton, apareciesenvarios tratados, numerosos artículos eincluso premios, dedicados a llevar laciencia a los barcos. A ello contribuyó

el que la marina era una pieza clave, tanto en su vertientecomercial como militar.

Pero además, el «navío de línea», que marcó el punto más altode la construcción naval en madera, es el exponente técnico másemblemático del siglo. Máquina de considerable complejidad, encuya construcción y utilización intervenían numerosas técnicas ycuyo funcionamiento estaba determinado por los dos fluidosbásicos: el aire y el agua. Por ello no es de extrañar que su análi-sis, sea en los aspectos constructivos o en los relativos a la manio-bra, suscitase un gran interés para los «geómetras».

En lo que respecta a España, el siglo XVIII contempló unnotabilísimo esfuerzo en la construcción naval, ya que la marinaera la única forma de mantener la presencia española en elNuevo Mundo. Si bien en la ciencia España estaba muy retrasa-da, no era así en la marina; nuestros barcos fueron equiparables alos franceses e ingleses. El análisis explorará la construcción naval—astilleros, barcos, políticas y constructores— y los análisis diná-micos del barco —fuerzas, estabilidad y maniobra—; y todo elloen el contexto europeo y español. Al final, nos detendremos enJorge Juan, gran sabio, figura señera y autor del Examen maríti-mo, uno de los tres grandes tratados navales del siglo XVIII.

JULIÁN SIMÓN CALERO

Ingeniero Aeronáutico y Doctor en Filosofía. Si bien su acti-vidad de ingeniería ha girado en torno a los cohetes y vehículoslanzadores, la filosófica lo ha hecho en torno a la historia de la cien-cia y en particular de la Mecánica de los Fluidos en el siglo XVIII,así como las aplicaciones navales de los principios teóricos. Esautor del libro La génesis de la Mecánica de los Fluidos, y del tra-bajo «La Mecánica de los Fluidos de Jorge Juan», así como deotros sobre las concepcio-nes de los fluidos enNewton, d’Alembert ylos Bernoulli. En laactualidad trabaja sobrela aplicación navalde las teorías fluidas enel siglo XVIII.

15.La técnica en la política industrial: espionajey transferencias de tecnologíaA comien-

zos del sigloXVIII, la in-dustria espa-ñola apenashabía empe-zado a recu-perarse de lacrisis del sigloanterior, pues aún seguían vigentes algunos de los factores quela habían provocado, como la falta de competitividad y el atra-so técnico. Así lo entendieron los gobernantes de la nuevadinastía borbónica, por lo que emprendieron una política dereindustrialización, basada en la sustitución de importaciones yen la introducción de nuevas tecnologías. A tal fin, recurrieron amuy diversas estrategias competitivas, desde la contratación detécnicos extranjeros hasta el espionaje industrial, pasando por laimportación de maquinaria. Pero los resultados obtenidos fue-ron desiguales y quedaron, en general, muy por debajo de lasexpectativas y de los esfuerzos desplegados. Las Reales Fábricasfueron las principales beneficiarias de las transferencias de tec-nología, mientras que las manufacturas artesanales, tanto urba-nas como rurales, siguieron empleando unos procedimientosproductivos muy tradicionales. Pero ni siquiera en las RealesFábricas se consiguieron aclimatar las nuevas tecnologías deforma duradera, y en el contexto de la crisis del Antiguo Régimense desencadenó un nuevo proceso de desindustrialización, cuyosefectos se hicieron sentir hasta bien entrado el siglo XIX. Bien sepuede hablar de paradojas en una modernización frustrada.

JUAN HELGUERA QUIJADA

Doctor en Historia por la Universidad de Valladolid (1987) conuna Tesis sobre El Estado y la modernización de la industria meta-lúrgica española en el siglo XVIII: Las fundiciones de artillería. Pro-fesor Titular de Historia e Instituciones Económicas, sus campos deinvestigación preferentes son la industria, las obras públicas y lastransferencias de tecnología en el siglo XVIII. Ha publicado nume-rosos artículos, ponencias y comunicaciones a congresos, así comolos libros La industria metalúrgica experimental en el siglo XVIII(Valladolid, 1984); El Canal de Castilla (Valladolid, 1988); y Juan deHomar: El Canal de Castilla. Cartografía de un proyecto ilustrado(Madrid, 1992). Además, ha preparado la edición del tratadomanuscrito de Antonio de Ulloa: La Marina. Fuerzas navales de laEuropa y Costas de Berbería (Cádiz, 1996).

16. Técnica, ciencia e industria en tiempo de revoluciones

Se ha debatido mucho sobre el papel de la ciencia en laRevolución Industrial. Es sabido que el canciller inglés FrancisBacon (1561-1626) había preconizado la aplicación de los conoci-mientos científicos al bienestar de la humanidad. Los pioneros dela Revolución Industrial en Inglaterra no fueron científicos niacadémicos, sino ingenieros prácticos con un gran talento para lainvención y para la empresa. Esto no significa que estos técnicosdespreciaran el conocimiento. Al contrario, estuvieron muy al díade los avances de su tiempo para aplicarlos a sus inventos.

La industrialización catalana proporciona ejemplos que pue-den ayudar a entender la relación entre técnica, ciencia e industria.En primer lugar, tenemos documentos que muestran la preocupa-ción de los empresarios y técnicos por la adquisición y formaciónde conocimientos ya en los años 1730. En segundo lugar, el Estadoen España, a diferencia de Inglaterra, estaba promoviendo la cien-cia y la formación técnica para la industria. En tercer lugar, a fina-les del siglo XVIII se produjo una interesante interrelación entre losfabricantes y los académicos. La experiencia de Francesc Santponçcondujo a la instalación de una máquina de vapor en una fábricade Barcelona en 1806, que funcionó apenas un par de años. Su fra-caso en el terreno industrial se compensó con una gran proyecciónen la educación técnica, sentando las bases de la ingeniería indus-trial en Cataluña. Para la química, se comentará un proceso análo-go con Francesc Carbonell, en relación con la modernización de laviti-vinicultura y de los colorantes.

ANTONI ROCA ROSELL

Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Barce-lona y doctor por la Universidad Autónoma de Madrid, es pro-fesor en la Universidad Politécnica de Cataluña, donde pertene-ce al Centre de Recerca per a la Història de la Tècnica (ETSEIB).Desde 1993 es presidente de la Societat Catalana d’Història de laCiència i de la Tècnica. Se ha interesado en el proceso de difusióny de asimilación de las ideas científicas y de las tecnologías enCataluña y España, en los siglos XVIII al XX, lo que ha dado lugara unos ochenta artículos y capítulos de libro. Entre otros fuecodirector del volumen La Reial Acadèmia de Ciències i Arts deBarcelona en els segles XVIII i XIX (Barcelona, 2000).

17. El léxico de la Técnica en el siglo XVIII

Nuestro conocimiento de la histo-ria del léxico español es todavía suma-mente deficiente e incompleto. Y siello afecta al léxico general, con mayormotivo afectará a los léxicos especiales(tradicionalmente más desatendidospor los filólogos), entre los que secuentan los de ciencias y técnicas: tec-nicismos, terminologías particulares.Cuando ese estudio se lleve a cabo, alsiglo XVIII le corresponderá un lugarpreponderante, tanto por el desarrollode ciencias y técnicas a que en él se asiste como por la paralela yprogresiva sensibilización, entonces detectable, hacia la impor-tancia de ese tipo de vocabulario.

Se analizará, precisamente, la peculiar dimensión específica-mente lingüística, terminológica, que parece tener en el sigloXVIII la acuñación del adjetivo técnico, para, a continuación,abordar los intentos de inventariar y codificar léxicos especializa-dos: el frustrado diccionario de voces de artes y ciencias de laAcademia, el logro del de Terreros, los proyectos de diccionariosenciclopédicos y, finalmente, los primeros repertorios parciales detecnicismos.

PEDRO ÁLVAREZ DE MIRANDA

Profesor Titular en el Departamento de Filología Españolade la Universidad Autónoma de Madrid, ha pertenecido durantetrece años, primero como Redactor Especial y luego como Sub-director, al Seminario de Lexicografía de la Real Academia Espa-ñola, en el que se elaboraba el Diccionario Histórico de la LenguaEspañola. Autor de numerosos trabajos sobre temas lingüísticosy literarios referidos en su mayor parte al siglo XVIII español y alcampo del léxico y la lexicografía, destaca entre ellos el libroPalabras e ideas: el léxico de la Ilustración temprana en España(1680-1760), que obtuvo el Premio Rivadeneyra de la Real Aca-demia Española en 1992. Ha cuidado la publicación del libro de

José F. Montesinos; Entre Renacimientoy Barroco. Cuatro escritos inéditos(1997); el conjunto de dos CD-Rom,Lexicografía española peninsular. Dic-cionarios clásicos (I y II) (1998), y elvolumen Lengua y diccionarios. Estu-dios ofrecidos a Manuel Seco (2002).Investigador Titular del Instituto Fei-jóo de Estudios del Siglo XVIII de laUniversidad de Oviedo y miembro desu Junta Rectora, es vocal de la Asocia-ción Internacional de Hispanistas y dela Sociedad Española de Estudios delSiglo XVIII.

UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

En trámite el reconocimiento de 2 créditos de libre elec-ción por el Consejo de Gobierno, según convenio de 20 demarzo de 2002.

PLAN DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO

El Curso Técnica e ingeniería en España: La Ilustración, de20 horas lectivas, pertenece al Plan de Formación del Profesoradodel Departamento de Educación, Cultura y Deportes del Go-bierno de Aragón del año 2004, según convenio de 27 de junio de2001 y addenda de 17 de marzo de 2004.

EVALUACIÓN

Se consideran dos condiciones para la evaluación delCurso:

1. Presencia de la persona inscrita en, al menos, elochenta y cinco por ciento de todas las actividadesque se programen, lo que dará derecho a un Diplomade Asistencia expedido por la Institución «Fernandoel Católico».

2. Presentación de un trabajo con una extensión de diezfolios de treinta líneas por una sola cara, en los que seresumirán los puntos más significativos del Curso y sedará opinión personal de algún aspecto que hayaresultado de interés para la formación del alumno. Eltrabajo deberá entregarse en la Secretaría de laInstitución «Fernando el Católico» antes de las 14horas del jueves 21 de octubre de 2004.

La cumplimentación de las dos condiciones anteriores,siempre que el trabajo sea evaluado favorablemente, daráderecho, además del Diploma de Asistencia, a la obtenciónde 2 créditos de libre elección en los planes de Estudios de laUniversidad de Zaragoza, tras el pago de los derechos que lacitada Universidad establezca para ello; y 2 créditos del Plande Formación del Profesorado del Departamento deEducación, Cultura y Deportes del Gobierno de Aragón.

Se redactará la oportuna Acta de evaluación final, queincluirá las relaciones cerradas, firmadas y selladas de asis-tentes con derecho a certificación y otros asistentes que nohayan superado la actividad, especificando el motivo.

INSCRIPCIONES

El plazo de inscripción finaliza a las 14 horas del miérco-les 27 de septiembre. Las solicitudes se formalizarán presen-tando el boletín de inscripción adjunto en las oficinas de laInstitución «Fernando el Católico», plaza de España, 2,50071 Zaragoza.

• Tfno. 976 288 878 / 976 288 859

• E-mail [email protected]

• Fax 976 288 869

• http://ifc.dpz.es

En concepto de derechos, una vez confirmada la dispo-nibilidad de plazas, deberá abonarse la cantidad de 40 euros(20 euros los alumnos de la Universidad de Zaragoza)mediante los procedimientos indicados en el boletín de ins-cripción.

ALOJAMIENTO

Los asistentes al curso pueden hacer directamente susreservas en el establecimiento hostelero de su elección. Sidesean alojarse en el Hotel Oriente (Coso, 11-13) pueden lla-mar al teléfono 976 203 282 o, mediante internet, a través dela página web www.hotel-oriente.com.

Si desean la colaboración de una agencia de viajes zara-gozana, pueden dirigirse a CAI-Viajes, teléfono 976 394 900.

Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad