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Boletín informativo del Colectivo Gualicho sobre el Consejo Directivo de la FFyH TE DOY UN CONSEJO Cuando llegamos a la facu la información nos bombardea por todos lados. De las paredes no queda un rincón sin escribir. Sin darte cuenta antes de entrar al aula ya tenés en tus manos un panfleto. Con suerte alcanzás a leer una frase o lo que te llamó más la atención. Si estás en tu día ecologista te preguntás por qué se malgasta el papel en tantas porquerías. Todo eso es parte del folclore de nuestra facultad. Como militantes de una agrupación política, a todo este caos le queremos sumar nuestra voz. Más que por el deporte de hablar, queremos transformar, y cómo hacerlo siendo pocos los que participamos. Aquí es donde la información se vuelve fundamental, porque para intervenir en esta realidad necesitamos estar informados. Ese es el desafío de esta revista, más necesaria cuanto más tienda la política de la facultad a encerrarse en las paredes del co‐gobierno. Su objetivo es convertirse en una herramienta para la acción, que intenta fomentar y ser parte del debate público y que debe servir para construir una democracia protagónica, que exceda y enriquezca la mera representación. En este escenario político nuestra organización tiene una responsabilidad particular. Desde el año pasado como Colectivo Gualicho ocupamos una banca por el claustro estudiantil en el Consejo Directivo de la Facultad, razón por la cual asumimos esta tarea.

TE DOY UN CONSEJO

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Boletín informativo del Colectivo Gualicho sobre el Consejo Directivo de la FFyH

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Page 1: TE DOY UN CONSEJO

Boletín informativo del Colectivo Gualichosobre el Consejo Directivo de la FFyH

TE DOY UN CONSEJO

Cuando llegamos a la facu la información nos

bombardea por todos lados. De las paredes no queda un rincón

sin escribir. Sin darte cuenta antes de entrar al aula ya tenés en

tus manos un panfleto. Con suerte alcanzás a leer una frase o lo

que te llamó más la atención. Si estás en tu día ecologista te

preguntás por qué se malgasta el papel en tantas porquerías.

Todo eso es parte del folclore de nuestra facultad. Como

militantes de una agrupación política, a todo este caos le

queremos sumar nuestra voz. Más que por el deporte de hablar,

queremos transformar, y cómo hacerlo siendo pocos los que

participamos. Aquí es donde la información se vuelve

fundamental, porque para intervenir en esta realidad

necesitamos estar informados. Ese es el desafío de esta

revista, más necesaria cuanto más tienda la política de la

facultad a encerrarse en las paredes del co‐gobierno. Su

objetivo es convertirse en una herramienta para la acción, que

intenta fomentar y ser parte del debate público y que debe

servir para construir una democracia protagónica, que exceda y

enriquezca la mera representación. En este escenario político

nuestra organización tiene una responsabilidad particular.

Desde el año pasado como Colectivo Gualicho ocupamos una

banca por el claustro estudiantil en el Consejo Directivo de la

Facultad, razón por la cual asumimos esta tarea.

Page 2: TE DOY UN CONSEJO

PRIMERO LO PRIMERO El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la Facultad. Se

dice que es cogobierno porque todos los claustros tienen representación: docentes,

estudiantes, no‐docentes y egresadxs. Sin embargo, la Ley de Educación Superior

Neoliberal, aprobada en 1995 y todavía vigente, establece una proporción en donde el

claustro docente debe tener como mínimo el 50% de la representación, manteniendo

la misma división jerárquica de la cátedra, donde el docente es el poseedor del saber‐

poder y la experiencia, y el estudiante receptor pasivo del conocimiento. Esto hace

del cogobierno una instancia que contradice por mucho el espíritu democrático

con el que nació, allá por el año 1918, donde los estudiantes reclamaban la

participación igualitaria en el gobierno de la Universidad.

Además de este límite formal, la relación de fuerzas actual dentro del

Consejo Directivo es bastante desfavorable para cualquier aspiración de

transformación radical. Hoy está compuesto por 9 consejerxs docentes (3 titulares, 3

adjuntos, 3 asistentes), 2 egresadxs, todos ellos de Cambio Universitario (gestión

actual de la FFyH y la UNC), 1 no‐docente del Colectivo Universitario, 2 consejeros

estudiantiles de la Bisagra, 1 de Unidos y Organizados, 1 del PTS, 1 de Desde abajo y a

la Izquierda y 1 del Colectivo Gualicho. El oficialismo cuenta con 14 de los 18

consejerxs, además del Decano Diego Tatián, quien preside las sesiones del Consejo

Directivo.

A pesar de estas condiciones desfavorables para lxs estudiantes, decidimos

disputar y participar con compromiso en esta instancia. Primero, porque es un espacio

de poder que decide en gran medida la política de la Facultad, lugar que si no

ocupamos, otros lo harán por nosotros. Segundo, porque creemos es posible generar

ciertas transformaciones desde y sobre este espacio institucional, por mínimas que

sean. Pero sobre todo, porque tenemos la convicción de que a través de la

participación en este órgano de gobierno, podemos fortalecer los espacios de

organización estudiantil y potenciar las luchas debemos llevar adelante.

El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la Facultad. Se

dice que es cogobierno porque todos los claustros tienen representación: docentes,

estudiantes, no‐docentes y egresadxs. Sin embargo, la Ley de Educación Superior

Neoliberal, aprobada en 1995 y todavía vigente, establece una proporción en donde el

claustro docente debe tener como mínimo el 50% de la representación, manteniendo

la misma división jerárquica de la cátedra, donde el docente es el poseedor del saber‐

poder y la experiencia, y el estudiante receptor pasivo del conocimiento. Esto hace

del cogobierno una instancia que contradice por mucho el espíritu democrático

con el que nació, allá por el año 1918, donde los estudiantes reclamaban la

participación igualitaria en el gobierno de la Universidad.

Además de este límite formal, la relación de fuerzas actual dentro del

Consejo Directivo es bastante desfavorable para cualquier aspiración de

transformación radical. Hoy está compuesto por 9 consejerxs docentes (3 titulares, 3

adjuntos, 3 asistentes), 2 egresadxs, todos ellos de Cambio Universitario (gestión

actual de la FFyH y la UNC), 1 no‐docente del Colectivo Universitario, 2 consejeros

estudiantiles de la Bisagra, 1 de Unidos y Organizados, 1 del PTS, 1 de Desde abajo y a

la Izquierda y 1 del Colectivo Gualicho. El oficialismo cuenta con 14 de los 18

consejerxs, además del Decano Diego Tatián, quien preside las sesiones del Consejo

Directivo.

A pesar de estas condiciones desfavorables para lxs estudiantes, decidimos

disputar y participar con compromiso en esta instancia. Primero, porque es un espacio

de poder que decide en gran medida la política de la Facultad, lugar que si no

ocupamos, otros lo harán por nosotros. Segundo, porque creemos es posible generar

ciertas transformaciones desde y sobre este espacio institucional, por mínimas que

sean. Pero sobre todo, porque tenemos la convicción de que a través de la

participación en este órgano de gobierno, podemos fortalecer los espacios de

organización estudiantil y potenciar las luchas debemos llevar adelante.

El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la Facultad. Se

dice que es cogobierno porque todos los claustros tienen representación: docentes,

estudiantes, no‐docentes y egresadxs. Sin embargo, la Ley de Educación Superior

Neoliberal, aprobada en 1995 y todavía vigente, establece una proporción en donde el

claustro docente debe tener como mínimo el 50% de la representación, manteniendo

la misma división jerárquica de la cátedra, donde el docente es el poseedor del saber‐

poder y la experiencia, y el estudiante receptor pasivo del conocimiento. Esto hace

del cogobierno una instancia que contradice por mucho el espíritu democrático

con el que nació, allá por el año 1918, donde los estudiantes reclamaban la

participación igualitaria en el gobierno de la Universidad.

Además de este límite formal, la relación de fuerzas actual dentro del

Consejo Directivo es bastante desfavorable para cualquier aspiración de

transformación radical. Hoy está compuesto por 9 consejerxs docentes (3 titulares, 3

adjuntos, 3 asistentes), 2 egresadxs, todos ellos de Cambio Universitario (gestión

actual de la FFyH y la UNC), 1 no‐docente del Colectivo Universitario, 2 consejeros

estudiantiles de la Bisagra, 1 de Unidos y Organizados, 1 del PTS, 1 de Desde abajo y a

la Izquierda y 1 del Colectivo Gualicho. El oficialismo cuenta con 14 de los 18

consejerxs, además del Decano Diego Tatián, quien preside las sesiones del Consejo

Directivo.

A pesar de estas condiciones desfavorables para lxs estudiantes, decidimos

disputar y participar con compromiso en esta instancia. Primero, porque es un espacio

de poder que decide en gran medida la política de la Facultad, lugar que si no

ocupamos, otros lo harán por nosotros. Segundo, porque creemos es posible generar

ciertas transformaciones desde y sobre este espacio institucional, por mínimas que

sean. Pero sobre todo, porque tenemos la convicción de que a través de la

participación en este órgano de gobierno, podemos fortalecer los espacios de

organización estudiantil y potenciar las luchas debemos llevar adelante.

El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la Facultad. Se

dice que es cogobierno porque todos los claustros tienen representación: docentes,

estudiantes, no‐docentes y egresadxs. Sin embargo, la Ley de Educación Superior

Neoliberal, aprobada en 1995 y todavía vigente, establece una proporción en donde el

claustro docente debe tener como mínimo el 50% de la representación, manteniendo

la misma división jerárquica de la cátedra, donde el docente es el poseedor del saber‐

poder y la experiencia, y el estudiante receptor pasivo del conocimiento. Esto hace

del cogobierno una instancia que contradice por mucho el espíritu democrático

con el que nació, allá por el año 1918, donde los estudiantes reclamaban la

participación igualitaria en el gobierno de la Universidad.

Además de este límite formal, la relación de fuerzas actual dentro del

Consejo Directivo es bastante desfavorable para cualquier aspiración de

transformación radical. Hoy está compuesto por 9 consejerxs docentes (3 titulares, 3

adjuntos, 3 asistentes), 2 egresadxs, todos ellos de Cambio Universitario (gestión

actual de la FFyH y la UNC), 1 no‐docente del Colectivo Universitario, 2 consejeros

estudiantiles de la Bisagra, 1 de Unidos y Organizados, 1 del PTS, 1 de Desde abajo y a

la Izquierda y 1 del Colectivo Gualicho. El oficialismo cuenta con 14 de los 18

consejerxs, además del Decano Diego Tatián, quien preside las sesiones del Consejo

Directivo.

A pesar de estas condiciones desfavorables para lxs estudiantes, decidimos

disputar y participar con compromiso en esta instancia. Primero, porque es un espacio

de poder que decide en gran medida la política de la Facultad, lugar que si no

ocupamos, otros lo harán por nosotros. Segundo, porque creemos es posible generar

ciertas transformaciones desde y sobre este espacio institucional, por mínimas que

sean. Pero sobre todo, porque tenemos la convicción de que a través de la

participación en este órgano de gobierno, podemos fortalecer los espacios de

organización estudiantil y potenciar las luchas debemos llevar adelante.

El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la Facultad. Se

dice que es cogobierno porque todos los claustros tienen representación: docentes,

estudiantes, no‐docentes y egresadxs. Sin embargo, la Ley de Educación Superior

Neoliberal, aprobada en 1995 y todavía vigente, establece una proporción en donde el

claustro docente debe tener como mínimo el 50% de la representación, manteniendo

la misma división jerárquica de la cátedra, donde el docente es el poseedor del saber‐

poder y la experiencia, y el estudiante receptor pasivo del conocimiento. Esto hace

del cogobierno una instancia que contradice por mucho el espíritu democrático

con el que nació, allá por el año 1918, donde los estudiantes reclamaban la

participación igualitaria en el gobierno de la Universidad.

Además de este límite formal, la relación de fuerzas actual dentro del

Consejo Directivo es bastante desfavorable para cualquier aspiración de

transformación radical. Hoy está compuesto por 9 consejerxs docentes (3 titulares, 3

adjuntos, 3 asistentes), 2 egresadxs, todos ellos de Cambio Universitario (gestión

actual de la FFyH y la UNC), 1 no‐docente del Colectivo Universitario, 2 consejeros

estudiantiles de la Bisagra, 1 de Unidos y Organizados, 1 del PTS, 1 de Desde abajo y a

la Izquierda y 1 del Colectivo Gualicho. El oficialismo cuenta con 14 de los 18

consejerxs, además del Decano Diego Tatián, quien preside las sesiones del Consejo

Directivo.

A pesar de estas condiciones desfavorables para lxs estudiantes, decidimos

disputar y participar con compromiso en esta instancia. Primero, porque es un espacio

de poder que decide en gran medida la política de la Facultad, lugar que si no

ocupamos, otros lo harán por nosotros. Segundo, porque creemos es posible generar

ciertas transformaciones desde y sobre este espacio institucional, por mínimas que

sean. Pero sobre todo, porque tenemos la convicción de que a través de la

participación en este órgano de gobierno, podemos fortalecer los espacios de

organización estudiantil y potenciar las luchas debemos llevar adelante.

El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la Facultad. Se

dice que es cogobierno porque todos los claustros tienen representación: docentes,

estudiantes, no‐docentes y egresadxs. Sin embargo, la Ley de Educación Superior

Neoliberal, aprobada en 1995 y todavía vigente, establece una proporción en donde el

claustro docente debe tener como mínimo el 50% de la representación, manteniendo

la misma división jerárquica de la cátedra, donde el docente es el poseedor del saber‐

poder y la experiencia, y el estudiante receptor pasivo del conocimiento. Esto hace

del cogobierno una instancia que contradice por mucho el espíritu democrático

con el que nació, allá por el año 1918, donde los estudiantes reclamaban la

participación igualitaria en el gobierno de la Universidad.

Además de este límite formal, la relación de fuerzas actual dentro del

Consejo Directivo es bastante desfavorable para cualquier aspiración de

transformación radical. Hoy está compuesto por 9 consejerxs docentes (3 titulares, 3

adjuntos, 3 asistentes), 2 egresadxs, todos ellos de Cambio Universitario (gestión

actual de la FFyH y la UNC), 1 no‐docente del Colectivo Universitario, 2 consejeros

estudiantiles de la Bisagra, 1 de Unidos y Organizados, 1 del PTS, 1 de Desde abajo y a

la Izquierda y 1 del Colectivo Gualicho. El oficialismo cuenta con 14 de los 18

consejerxs, además del Decano Diego Tatián, quien preside las sesiones del Consejo

Directivo.

A pesar de estas condiciones desfavorables para lxs estudiantes, decidimos

disputar y participar con compromiso en esta instancia. Primero, porque es un espacio

de poder que decide en gran medida la política de la Facultad, lugar que si no

ocupamos, otros lo harán por nosotros. Segundo, porque creemos es posible generar

ciertas transformaciones desde y sobre este espacio institucional, por mínimas que

sean. Pero sobre todo, porque tenemos la convicción de que a través de la

participación en este órgano de gobierno, podemos fortalecer los espacios de

organización estudiantil y potenciar las luchas debemos llevar adelante.

El Consejo Directivo es el máximo órgano de gobierno de la Facultad. Se

dice que es cogobierno porque todos los claustros tienen representación: docentes,

estudiantes, no‐docentes y egresadxs. Sin embargo, la Ley de Educación Superior

Neoliberal, aprobada en 1995 y todavía vigente, establece una proporción en donde el

claustro docente debe tener como mínimo el 50% de la representación, manteniendo

la misma división jerárquica de la cátedra, donde el docente es el poseedor del saber‐

poder y la experiencia, y el estudiante receptor pasivo del conocimiento. Esto hace

del cogobierno una instancia que contradice por mucho el espíritu democrático

con el que nació, allá por el año 1918, donde los estudiantes reclamaban la

participación igualitaria en el gobierno de la Universidad.

Además de este límite formal, la relación de fuerzas actual dentro del

Consejo Directivo es bastante desfavorable para cualquier aspiración de

transformación radical. Hoy está compuesto por 9 consejerxs docentes (3 titulares, 3

adjuntos, 3 asistentes), 2 egresadxs, todos ellos de Cambio Universitario (gestión

actual de la FFyH y la UNC), 1 no‐docente del Colectivo Universitario, 2 consejeros

estudiantiles de la Bisagra, 1 de Unidos y Organizados, 1 del PTS, 1 de Desde abajo y a

la Izquierda y 1 del Colectivo Gualicho. El oficialismo cuenta con 14 de los 18

consejerxs, además del Decano Diego Tatián, quien preside las sesiones del Consejo

Directivo.

A pesar de estas condiciones desfavorables para lxs estudiantes, decidimos

disputar y participar con compromiso en esta instancia. Primero, porque es un espacio

de poder que decide en gran medida la política de la Facultad, lugar que si no

ocupamos, otros lo harán por nosotros. Segundo, porque creemos es posible generar

ciertas transformaciones desde y sobre este espacio institucional, por mínimas que

sean. Pero sobre todo, porque tenemos la convicción de que a través de la

participación en este órgano de gobierno, podemos fortalecer los espacios de

organización estudiantil y potenciar las luchas debemos llevar adelante.

1 Decano de Cambio Universitario9 Docentes de Cambio Universitario2 Egresadxs de Cambio Universitario2 Bisagra (Cambio Universitario)1 Unidos y Organizados

1 No‐docente Colectivo

Universitario1 Colectivo Gualicho1 Desde Abajo y a la

Izquierda1 PTS

Page 3: TE DOY UN CONSEJO

¿Qué hicimos?

La discusión de un nuevo proyecto de becas de apuntes insumió mucho del

tiempo que estuvimos, a pesar de que no se aprobó ningún proyecto. Evitamos

que se aprueben criterios restrictivos de asignación de becas de apuntes como

lo planteaba el proyecto de la Bisagra, lo que hubiese implicado una reducción

de la actual política de becas.

Tomamos la iniciativa para que la facultad se posicione a favor de la incansable

lucha de las Madres de Barrio Ituzaingó contra las fumigaciones de

agrotóxicos.

En articulación con el Colectivo Universitario, impulsamos desde Sudestada la

lucha contra la actual situación de precarización laboral de trabajadorxs no‐

docentes, realizando un pedido por el pase a planta permanente de lxs

contratados, pidiendo más cargos y condiciones de trabajo dignas tanto en la

facultad como en el Comedor Universitario.

¿Estás seguro?: Logramos que el decanato de la FFyH se expida a las

autoridades de la UNC para que estas garanticen el respeto al convenio vigente

entre la UNC y la Policía Provincial, impidiendo abusos de parte de esta.

Consideramos que esta iniciativa basada en una situación concreta (ingreso de

personal policial no autorizado al predio de la UNC), es un puntapié para empezar a

discutir alternativas a esta problemática gestión de la seguridad.

Nos dimos cuenta: Logramos que las actas de las sesiones de Consejo Directivo

sean públicas y se encuentren en la página web de la Facultad. Desde que asumió

la nueva gestión decanal en el 2011, se habían dejado de publicar las actas

porque, nos dijeron, “no nos dimos cuenta”.

Recuperatorio extra para lxs solicitantes de becas. Logramos aprobar un

proyecto de resolución que permita un recuperatorio extraordinario para lxs

estudiantes que solicitaron becas de apuntes, dada la entrega tardía del material

de estudio.

Desde que formamos parte del cogobiernoDesde que formamos parte del cogobiernohemos tenido muchas iniciativas.hemos tenido muchas iniciativas.

Desde que formamos parte del cogobiernohemos tenido muchas iniciativas.

Page 4: TE DOY UN CONSEJO

Régimen de alumnos: Logramos instalar en la agenda de debate del Consejo

Directivo la necesidad de generar un nuevo régimen de alumnos acorde a las

necesidades de lxs estudiantes de la Facultad, a partir de un mecanismo que

permita la participación masiva de todxs lxs que formamos parte de esta

institución.

Que no te superpongan el parcial: En el marco de este debate, cuyo principal

objetivo es mejorar las condiciones de cursado de lxs estudiantes, logramos

aprobar un proyecto para impedir la superposición de parciales en un

mismo día de materias correspondientes a un mismo año, ciclo o nivel.

Ampliación de derechos políticos. Presentamos un pedido para que se

reconozca el derecho a votar en las elecciones estudiantiles de Consejo de

Escuela y Consejo Directivo de la FFyH a lxs compañerxs que están en situación

de encierro y participan del Programa Universitario de la Cárcel.

Co‐gobierno igualitario en escuelas y departamentos de la FFyH.

Logramos que el Consejo se comprometa a trabajar un proyecto de co‐

gobierno igualitario para las Escuelas y Departamentos, en pos de una

mayor democratización.

INFORMACIÓN IMPORTANTEDerecho al doble horario de cursado. En 2010, en el marco de la toma de la FFyH, lxs estudiantes logramos que se apruebe el Desdoblamiento de Horarios. Creemos que se trata de una conquista parcial ya que todavía está lejos de cumplirse por completo; siendo la principal razón la carencia de una dotación docente suficiente ¿Qué cátedras pueden garantizar este derecho? Todas aquellas que cuenten con al menos un titular y un adjunto de semidedicación, dos adjuntos de semidedicación, un titular de dedicación exclusiva o un adjunto a cargo de dedicación exclusiva, y que no tengan cargas anexas (trabajo ad honorem). Además, en todas aquellas materias con al menos dos docentes asistentes de semidedicación, o un docente asistente de dedicación exclusiva, y que no tengan cargas anexas, deben garantizar el dictado de clases prácticas en dos turnos de cursado. Las materias que no cumplan con los requisitos mencionados, deben garantizar doble horario para todas las instancias de evaluación obligatoria.

Page 5: TE DOY UN CONSEJO

Régimen especial de cursado para estudiantes trabajadorxs y/o con

familiares a cargo. Este nuevo régimen permite justificar inasistencias a

prácticos y parciales que podrán rendirse en otra instancia acordada con el

docente, más allá del número de recuperatorios que tenemos todxs los

estudiantes; bajar el porcentaje de asistencia a clases prácticas necesario para

la condición de promocional a un 60%, en vez del 80% que establece el régimen

de alumnxs y se contemplarán 30 minutos de tolerancia de llegada tarde a los

exámenes finales. Para acceder a esta condición se debe gestionar un

Certificado Único que es entregado en la Secretaria de Asuntos Estudiantiles,

siendo indistinto si el estudiante se encuentra en una situación laboral formal

informal.

Democratización del manejo presupuestario. Por estatuto, el Consejo

Directivo debe participar activamente de la distribución presupuestaria, pero

eso pasa muy pocas veces. La realidad es que la Comisión de Planeamiento,

presupuesto y cuentas funciona esporádicamente y bajo presión de algunas

bancadas estudiantiles. Recientemente logramos que la Secretaría

Administrativa realice un informe público en torno a la situación

presupuestaria de la UNC y la FFyH, donde especificó la distribución del

presupuesto proveniente del Tesoro de la Nación pero omitió los datos en

relación a los recursos propios que la Facultad genera a partir de pos grados

pagos e imprenta.

Nueva política de becas. A partir de este año, y en respuesta a una

reivindicación histórica de lxs estudiantes, la imprenta de la Facultad se hace

cargo de la impresión de los apuntes de lxs solicitantes de becas; pudiéndose

reducir los costos y cubriendo así la totalidad de los apuntes. Es importante que

todxs manejemos esta información para hacer que lxs docentes dejen los

apuntes en la imprenta y no en cualquier fotocopiadora.

Page 6: TE DOY UN CONSEJO

ESPERAMOS QUE LES INTERESE

En el año 1995, en el marco de una avanzada neoliberal en todo nuestro

continente, se aprobó la Ley de Educación Superior que vino a adecuar

nuestro sistema educativo a lineamientos impuestos por el Banco Mundial.

Esto sucedió en medio de una fuerte movilización de amplios sectores sociales,

que demoraron el tratamiento del proyecto de ley y condicionaron la ofensiva

original. Sin embargo, la ley se aprobó. Uno de los elementos más cuestionados

fue el Artículo 43 que establece la creación de una Comisión Nacional de

Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) como mecanismo

encargado de evaluar y acreditar las carreras consideradas de “interés

público”. Este mecanismo, supuso un avasallamiento de la autonomía

universitaria pues, por su composición, en la práctica las Universidades pasaron

a quedar subordinadas a los intereses de los representantes políticos de la clase

dominante que actúa en distintos organismos ministeriales. Esa misma Ley de

Educación Neoliberal, después de diez años de gobierno kirchnerista, sigue

aún vigente.

Su aprobación no logró poner freno a la resistencia por parte de amplios

sectores de distintas universidades del país. La UBA, por ejemplo, en vez de

adecuar sus estatutos a esta ley recurrió a la justicia, que en el año 1996

determinó a través de lo que se conoce como el “Fallo Marinelli” la

Proyecto de Prácticas Socio Comunitarias. Se trata de un proyecto

presentado por La Bisagra, que tiene como objetivo principal abrir un espacio

curricular que permita poner en tensión los conocimientos adquiridos en el

trascurso de las carreras, con un trabajo articulado con organizaciones sociales

o instituciones del estado en territorios extra‐universitarios. Entendemos que

este proyecto significa un avance en un debate abierto sobre la relación entre la

Universidad y el resto de la sociedad, pero encontramos falencias significativas

que ameritan una revisión en la formulación de esta iniciativa. El proyecto no

contempla ninguna previsión presupuestaria que garantice la gratuidad del

cursado de materias o seminarios que se inscriban en su órbita y su modalidad

de cursado se ciñe al actual régimen de alumnos, que como dijimos

anteriormente, merece una profunda modificación y adecuación a la realidad

que hoy vivimos lxs estudiantes.

Page 7: TE DOY UN CONSEJO

inconstitucionalidad de LES, suspendiendo la aplicación de algunos de sus

artículos. Así también, en el año 2005 nuestra Universidad se pronunció en contra a

través de numerosas declaraciones.

A pesar de estas experiencias de resistencia, nuestra Universidad ha

capitulado en la lucha y decidió acatar la ley en todos sus aspectos, acreditando

todas las carreras tanto de grado como de posgrado que la CONEAU exigiera.

Actualmente, llama la atención que una de las facultades que mayor oposición

ha presentado a este organismo, la de Psicología, se encuentre en la fase final

de la acreditación de su carrera. Este proceso de acreditación ha despertado el

mes pasado la organización de numerosos estudiantes de la Facultad de Psicología

que exigen que se frene el proceso de acreditación y la discusión de toda la

comunidad educativa acerca de si se quiere o no acreditar.

Nuestra facultad no es ajena a este proceso. En el año 2010 todos los

profesorados universitarios fueron declarados de interés público, por lo que

pasaron a quedar dentro de la órbita de la CONEAU. La gestión de nuestra

facultad, a partir de ese mismo año viene participando de las reuniones de la

Asociación Nacional de Humanidades y de Educación (ANFHE), organismo que

comenzó a elaborar lineamientos para la acreditación de los profesorados. Todo

esto, a puertas cerradas, sin nunca propiciar un debate abierto hacia todos los

claustros, asumiendo posicionamientos en nombre de toda la facultad sin ninguna

participación de la comunidad educativa.

Así es que llegamos a la actualidad, con un proceso de acreditación en

puertas. Recientemente, en Julio de 2012, el Consejo Interuniversitario Nacional

(CIN) aprobó los “lineamientos generales de la Formación Docente comunes a los

profesores universitarios”. Pronto, estos lineamientos serán aprobados por el

Ministerio de Educación y nuestras

carreras estarán listas para ser acreditadas

p o r C O N E A U . E s h o r a d e q u e

comencemos a instalar el debate. De

involucrarnos solidariamente en el

proceso que está atravesando Psicología

y también preparándonos para una

discusión que debemos dar en nuestra

f a c u l t a d . E s e l m o m e n t o p a r a

i n f o r m a r n o s y a v a n z a r d e s d e e l

Movimiento Estudiantil para abordar

este tema. Si no lo hacemos nosotrxs,

nadie lo hará.

Page 8: TE DOY UN CONSEJO

Y para terminar�el chivo

No queremos despedirnos sin contarte e invitarte al espacio inter‐

consejerxs que tuvimos como iniciativa impulsar. El objetivo es lograr un

espacio de encuentro y articulación entre los consejerxs de las distintas carreras

de la facu y el Consejo Directivo, para poder trabajar algunas problemáticas

comunes y otras específicas de cada carrera que se tratan en el Directivo y que a

veces no tenemos herramientas para definir una posición por la falta de

comunicación que tenemos como claustro estudiantil. Nos parece central

empezar a generar canales de comunicación con otrxs estudiantes a los

fines de democratizar las cuestiones que se tratan en el Directivo entre unxs

pocxs pero que nos atañen a todxs.

Este espacio es abierto a la participación de todxs lxs estudiantes,

más allá de que sean consejerxs o no, y que no sea un espacio propio de

nuestra agrupación: nosotrxs simplemente tomamos la iniciativa, pero la

naturaleza del espacio debe ser independiente y horizontal.

Actualmente estamos trabajando sobre el régimen de alumnos, están

en la agenda doble horario de cursado, situación de la planta docente de cada

carrera, acreditaciones, cogobierno igualitario, entre otras que se pueden ir

sumando.

La información está ahí,muerta si nadie la ve,

viva si se comparte.Y eso es lo que vinimos a hacer.