Superficies minimales

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  • 8/19/2019 Superficies minimales

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    S u p e rfi c i e s Mi n i m a le s

    Pascual Lucas

    Conferencia impartida el 18/02/99 en el curso

    “La Historia de las Matem á t i c a s

    y s u a p l i c a c i ó n a l a d o c e n c i a e n En s e ˜ n a n z a S e c u n d a ri a”

    Índice G eneral

    1 INTRODUCCIÓN   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

    2 L  A ET APA DE DE SA RROL LO DE LA S SU PE RFIC IES MINI MA LE S   . . . . . . . 6

    2.1 L  OS EXPERIMENTOS F ́ISICOS DE  PLATEAU   . . . . . . . . . . . . . . 6

    2.2 EL PRINCIPIO F ́ISICO QUE HAY DETR ́ AS DE LA S PE L ́ICULAS DE JABÓN   8

    2.3 PROPIEDADES EXTREMALES DE LAS PEL ́ICULAS DE JABÓN   . . . . . 10

    2.4 L   A SU PERFICI E DE SE PARA CIÓN   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

    2.5 PEL ́ICULAS DE JABÓN DE CURVATURA CONSTANTE   . . . . . . . . . . 14

    3 PROPIEDADES F ́ISICAS Y TOPOL ÓGICAS DE LAS SUPERFICIES MINIMALES   16

    3.1 SUPERFICIES ESTABLES E INESTABLES   . . . . . . . . . . . . . . . . 16

    3.2 L  OS EXPERIMENTOS DE  PLATEAU CON COLUMNAS DE L ́IQUIDOS   . . 17

    4 A LGUNAS SUPERFICIES MINIMALES   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

    4.1 EL CATENOIDE   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

    4.2 EL HELICOIDE   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

    4.3 R  ELACIÓN ENTRE EL CATENOIDE Y EL HELICOIDE   . . . . . . . . . . 23

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    4.4 L   A SU PERFICI E DE  ENNEPER   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

    4.5 L   A SU PERFICI E DE  C AT AL AN   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

    4.6 EL ONDULOIDE   . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

    5 R EALIZACIONES F ́ISICAS DE SUPERFICIES MINIMALES   . . . . . . . . . . . 28

    5.1 L   A RE ALIZ AC IÓN F ́ISICA DE UN HELICOIDE   . . . . . . . . . . . . . . 28

    5.2 L   A RE ALIZ AC IÓN F ́ISICA DE UN CATENOIDE   . . . . . . . . . . . . . . 31

    5.3 L   AS SU PE RFIC IES MINI MA LE S EN LA NA TU RA LE ZA    . . . . . . . . . . 33

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    1. INTRODUCCIÓN

     Vamos a introducirnos en la atmósfera de una de las ramas más importantes

    de las matemáticas modernas, el cálculo de variaciones multidimensional. La 

    teoŕıa de superficies minimales, que tuvo su origen en las investigaciones de

    matemáticos e ingenieros mecánicos de los siglos   XVIII   y   XIX , se desarrolla ac-

    tualmente bajo el paraguas del cálculo de variaciones. El desarrollo original

    de esta teorı́a está indisolublemente ligado a la personalidad de los especialis-

    tas que se vieron involucrados en esta investigación, ası́ como a las demandas

    históricas que condujeron al rápido crecimiento de la teorı́a, con sus especı́ficas

    aplicaciones a problemas de la mecánica y la fı́sica.

    E n el cálculo variacional moderno es usual distinguir entre el caso uni-

    dimensional y el caso multidimensional. El caso unidimensional está reservado

    al estudio de funcionales definidos, por ejemplo, sobre curvas diferenciables    t   

    en una variedad riemanniana. Los clásicos ejemplos de estos funcionales son el

    funcional longitu d  L    y  en er gı́a  E    , que están definidos por las siguientes fórmulas:

    L      = 

    Z  

    j  

    0

      t    j d t E      = 

    Z  

    j  

    0

      t    j

    d t 

    Los puntos extremos de estos funcionales son ciertas curvas definidas en la 

     variedad. Por ejemplo, los puntos extremos del funcionalL 

      son las curvas

    geodésicas parametrizadas por cualquier parámetro, mientras que los puntosextremos del funcional energı́a son las geodésicas parametrizadas por su parámetro

    natural, es decir, el parámetro longitud de arco, medido a partir de un cierto

    punto fijo de la curva.

    En muchos problemas de la fı́sica y la mecánica surgen importantes funcio-

    nales que están definidos sobre superficies y otros objetos multidimensionales,

    por ejemplo, el espacio de las superficies con frontera prefijada. Un ejemplo

    importante es el funcional área que asocia a cada una de estas superficies su

    área. Otro ejemplo muy relacionado con el anterior es el funcional de Dirichlet,

    cuya definición se proporcionará más adelante. La relación entre el funcional

    área y el funcional de Dirichlet es muy similar a la conocida relación entre los

    funcionales longitud y energı́a. En este sentido, los funcional área y de Dirichlet 

    se pueden denominar funcionales 2-dimensionales.

    El estudio sistemático de los funcionales unidimensionales está ligado al gran

    matemático   Le o n h a r d E u le r   (1 7 0 7  

      – 1 7 8 3  

      ). Los intereses de Euler fueron muy 

     variados, y su herencia matemática es enorme. Escribió más de 850 libros

     y artı́culos de investigación, y un inmenso número de cartas, muchas de las

    cuales pueden ser consideradas verdaderos trabajos de investigación.

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    En la historia de la geometrı́a diferencial se asume que en 1 7 6 0    Euler des-

    cubrió una nueva rama de las matemáticas, al combinar la geometrı́a pura y 

    los métodos variacionales diferenciales. Particularmente interesante es su obra 

    Methodus inveniendi l ineas curvas maximi minimive proprietate gaudentes   ( 1 7 4 4    ),

    en la cual proporciona métodos para encontrar la solución a problemas isope-rimétricos, e investiga las propiedades geométricas de ciertas curvas notables,

    en particular, la catenaria. Esta obra es la primera dedicada al cálculo de va-

    riaciones y en ella Euler descubre que el catenoide (la superficie de revolución

    obtenida al girar una catenaria) es una superficie minimal. En 1 7 6 0    publicó, en

    la revista Histoire de l’Académie des Sciences, el artı́culo   Recherches sur la co- 

    urbu re des surfaces (Invest igaciones sobre la curvatur a de las superficies)  , y casi

    inmediatamente después,   J.L. Lagrange   (1 7 3 6  

      – 1 8 1 3  

      ), todavı́a un joven profesor 

    en la Universidad de Turı́n, publica en 1 7 6 2    su conocida obra sobre el “método

    de variación”, pero que Euler denominará “cálculo de variaciones”.

    Habitualmente se reconoce que la teoŕıa de superficies minimales comenzó

    con el célebre artı́culo de   Lagrange   titulado   Essai d ’une nouvel le m ´ ethode pour 

    d ´ e te r mi n er l es ma xi ma et l e s m i n i ma d e s f o r mu l e s i n t ́  egrales ind ´ efinies (Ensayo 

    de u n n uevo m ́  etodo para determinar los m ´ a xi m os y los m ı́n im os d e l a s f ́  o r mu l a s 

    d a d a s p or i n t eg r a l es i n d e fin i d a s, 1 7 6 2    ) . Como un ejemplo de sus técnicas, La-

    grange proponı́a el problema de encontrar la superficie de menor área, en la 

    forma  z  =  f    x ; y     , que está limitada por una curva dada. Encontró que una 

    condición necesaria para que la funciónf 

      fuese un mı́nimo del funcional área 

    consistı́a en quef 

      debı́a satisfacer la siguiente ecuación diferencial en derivadas

    parciales:

    1 +  f 

      f 

    x x 

    + 2  f 

    x y 

    + 1 +   f 

      f 

    y y 

    = 0  ;

    donde, como es habitual, los subı́ndices indican derivadas parciales. Lagrange

    señala que el plano es una solución trivial y que debe haber una solución no

    trivial de la ecuación. La ecuación anterior se suele denominar  ecuaci ´ o n d e L a -  

    grange  o ecuaci ´ on d e Euler-Lagrange , y sus soluciones se conocen con el nombre

    de superficies minimales .

    Es importante señalar que Lagrange nunca tuvo una actitud benevolente ha-

    cia la geometrı́a diferencial. En una carta a d’Alembert en1 7 7 2  

      , le comenta:

     ¿No le pa rece qu e la Ge om et rı́a Su blim e t ien d e a ser u n poco d eca d en te? 

    Parece bastante probable que Lagrange trataba los problemas geométricos única-

    mente como ejemplos e ilustraciones sobre las aplicaciones que podı́an tener los

    métodos analı́ticos que habı́a descubierto.

    La siguiente etapa importante en el desarrollo de la teorı́a de las superficies

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    minimales se debe a   Gaspard Monge   (1 7 4 6    – 1 8 1 8    ), que dedicó muchas de sus

    enerǵıas al estudio de problemas relativos al cálculo de variaciones. El trabajo

     básico de Monge en geometrı́a diferencial, que generalizaba tanto sus propios

    trabajos como los de otros matemáticos de finales del siglo   XVIII, es   Appl ica-  

    t i on d ’ a n a l y s e `  a l a g ´  eometrie (Aplicaciones d el an ´ a l is is a la geom et r ı́a ,1 8 0 9  

      ) , queestá dedicado parcialmente al cálculo de variaciones y a la teorı́a de superficies

    minimales.

     Al comienzo de su libro, Monge desarrolla la teorı́a general de curvas y super-

    ficies. En particular, analiza las propiedades de las dos curvaturas principales

    en un punto arbitrario de la superficie. Trabajando con las radios de curvatura 

    demuestra que son iguales y opuestos en signo. Por tanto, la curvatura media de

    la superficie es cero y la superficie es minimal. En particular, Monge señala la 

    siguiente propiedad: si está acotada por una curva cerrada, entonces cualquier otra superficie acotada por la misma curva tiene mayor área. Monge no pare-

    ció interesado en el problema de encontrar ejemplos concretos de superficies

    minimales, aparte de los ya conocidos (catenoide y helicoide).

     Algunos tópicos de la teoŕıa de superficies minimales fueron desarrollados

    por   J . B . Me u s n i e r, que fue discı́pulo de Monge. Tenı́a sólo 22 años cuando pre-

    senta, ante la Academia, su obra  M ´ emoire sur la courbe des surfaces (Memoria 

    sobre la curvatu ra de las superficies, 1 7 7 6    ) , donde presta bastante atención a las

    superficies minimales. En ella   M e u s n i e r  encuentra numerosas propiedades de

    los primeros ejemplos no triviales de superficies minimales (catenoide y helicoi-

    de). Meusnier también prueba, pero mediante procedimientos geométricos y no

    analı́ticos, que la ecuación de Lagrange es equivalente al hecho que la curvatura 

    media  H  = 1  =  2    1 

    +   

       es idénticamente cero, donde  1 

      y   2 

      son las curvaturas

    principales de la superficie.

    Otro de los discı́pulos de Monge que también aportarı́a su grano de arena a la 

    teorı́a de superficies minimales serı́a   S . P o i s s o n   ( 1 7 8 1    – 1 8 4 0    ). Como su maestro,

    Poisson estuvo interesado en las aplicaciones delas matemáticas a la mecánica y 

    la fı́sica. En particular, sus investigaciones en la teorı́a de lı́quidos y efectos ca-pilares fue un ı́mpetu para el desarrollo de la teorı́a matemática de la superficie

    de separación entre dos medios. Sus contribuciones a la teorı́a de las superfi-

    cies minimales tampoco son desdeñables, y quizás habrá tiempo de comentar 

    algunos resultados notables.

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    2. L  A ET AP A DE DE SA RR OL LO DE LAS SU PE RFI CIE S MIN IM A -

    LES

    2.1. L  OS EXPERIMENTOS F ́ISICOS DE   PLATEAU

     Antes de poner algunos ejemplos matemáticos de superficies minimales, vamos

    a exponer algunos ejemplos y propiedades que pueden ser demostrados en el

    lenguaje de la geometrı́a visual. Cuando el profesor belga  J o s e p h P l at e a u   ( 1 8 0 1    – 

    1 8 8 3  ) comenzó sus experimentos acerca del estudio de la configuración de las

    pelı́culas de jabón, difı́cilmente podı́a imaginar que sus trabajos servirı́an para 

    desarrollar y potenciar una nueva rama de las matemáticas, y de las ciencias

    en general, que ha crecido sin parar hasta el presente, y que conocemos, en su

    honor, como el “problema de Plateau”.

    El problema de encontrar una superficie de menor área con frontera prefijada 

    fue denominada, parece ser, el “problema de Plateau” por el gran matemático Le -

    b e s g u e  en su conocido trabajo  In t ́  egrale, longueur, aire (Intregral, longitud, ´ area,

    1 9 0 2   ) . Algunos de los experimentos fı́sicos atribuidos a Plateau son extremada-

    mente sencillos y, seguramente, serán conocidos por todos, pues es dif́ıcil de

    creer que haya alguien que en su niñez (o quizás en su juventud, e incluso des-

    pués) no haya nunca jugado a construir pompas de jabón. Es bien conocido que

    si introducimos un aro metálico en agua jabonosa y lo removemos con cuidado,entonces se forma una pelı́cula de jabón cuyo contorno es, precisamente, el aro.

    El tamaño de la pelı́cula de jabón puede ser grande, pero sabemos por propia 

    experiencia que cuanto mayor sea su tamaño más fácil es que, por la acción de

    la gravedad, se rompa. Por el contrario, si su tamaño es muy pequeño, enton-

    ces las fuerzas gravitatorias pueden omitirse a la hora de realizar un estudio

    detallado de estas superficies de jabón.

    Las superficies minimales son objetos matemáticos que pueden modelarse

     bastante satisfactoriamente utilizando pompas de jabón. Recı́procamente, mu-

    chas propiedades profundas de las superficies minimales se nos muestran de

    forma visual en simples experimentos fı́sicos con las pelı́culas de jabón.

    En esta sección vamos a ilustrar, como ejemplos muy sencillos, algunas no-

    ciones, técnicas y resultados básicos relativos al problema de Plateau. A pesar 

    de que podemos correr el riesgo de hacer una exposición poco exacta o rigurosa,

     vamos a omitir todo el aparato matemático necesario, y nos vamos a centrar en

    construcciones visuales.

    En el siglo   XVIII,   Euler   y   Lagrange   ya dedicaron muchos esfuerzos al estu-

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    dio de estas superficies. Posteriormente, Mon ge ,   Legendre ,   Am pé re ,   Bj örling,

    R i e m a n n ,   Schwarz   y  Wei erst rass   encontrarı́an soluciones exactas para ciertos

    contornos. La teoŕıa de las superficies minimales surgió del estudio de dos clases

    de pelı́culas de jabón: las pompas de jabón y las pelı́culas de jabón propiamen-

    te dichas. Las pompas de jabón se caracterizan porque han sido construidas y mantenidas en equilibrio por la presión interna del gas (aire) atrapado en su

    interior. La forma esférica de la pompa se justifica fácilmente por el hecho de

    que esta forma garantiza la menor área de la superficie para un volumen fijo, el

    encerrado por la pompa.

    Figure 1

    Un método sencillo de construir pompas de jabón es el siguiente. Se toma 

    un aro metálico, se sumerge en agua jabonosa hasta que se forme una pelı́cula 

    de jabón. Entonces se saca del agua y se desplaza rápidamente en el espacio,

    siguiendo una dirección perpendicular al plano del aro. La pelı́cula de jabón se

    deforma por el efecto de la presión del aire, y varias pompas de jabón pueden

    formarse. Lógicamente, el mismo efecto se consigue si soplamos la pelı́cula de

     jabón que se ha formado en el aro (ası́ nos evitamos tener que correr).

    Figure 2

    7

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    Otra forma de obtener pelı́culas de jabón consiste en construir contornos ce-

    rrados de alambre (no necesariamente planos ni circulares), sumergirlos en agua 

     jabonosa y extraerlos. Entonces se forma una pelı́cula de jabón estable, que nor-

    malmente no posee pompas de jabón en su estructura (las cuales se forman por 

    la diferencia de presión). Esta superficie estable tiene el alambre original comosu contorno o frontera. Este tipo de pelı́culas de jabón son las más interesantes

    matemáticamente, debido a que en numerosos problemas aplicados, la superfi-

    cie minimal está asociada a alguna frontera fija, como ocurre por ejemplo en la 

    teorı́a de membranas.

    2.2. EL PRINCIPIO F ́ISICO QUE HAY DETR ́ AS DE LAS PEL ́ICULAS DE JABÓN

    El principio fı́sico que hay detrás de la formación de las pelı́culas de jabón, y que regulan su comportamiento y sus propiedades tanto locales como globales,

    es extremadamente simple: un sistema fı́sico conserva su configuración si no

    puede fácilmente alterarla para ocupar otra posición con menos energı́a, es de-

    cir, el  p r in ci pio d e m ı́n im a en er gı́a . En nuestro caso, la enerǵıa de la superficie

    determinada por la pelı́cula de jabón, a veces descrita en términos de la tensión

    superficial del lı́quido, se origina por la existencia de fuerzas atractoras entre

    las moléculas y el desajuste o desequilibrio de estas fuerzas sobre la frontera de

    la superficie. La existencia de estas fuerzas desequilibradas origina un curioso

    efecto: la pelı́cula de jabón se transforma en una superficie elástica que trata de minimizar su área y, por tanto, minimizar la energı́a-tensión por unidad de

    área. En este razonamiento despreciamos el efecto de la fuerza de la gravedad

    (en el caso de pompas y pelı́culas con frontera) y de la presión del aire (en el caso

    de pelı́culas sin frontera).

    Consideremos con detalle las propiedades de la superficie del lı́quido jabo-

    noso, cuando añadimos jabón al agua. En la siguiente figura representamos

    esquemáticamente la superficie de separación entre dos medios (materiales), el

    agua y el aire.

    8

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    Figure 4

    Las moléculas de agua se representan por pequeños cı́rculos negros (algunas

    de ellas estarán en el aire por efecto de la evaporación, pero las despreciamos),

     y las fechas dobles denotan las fuerzas mutuas de atracción actuando sobre

    moléculas polares de agua. Es claro que estas fuerzas son las causantes de la 

    existencia de la tensión superficial en la superficie de separación entre ambos

    medios. Las propiedades de la superficie del lı́quido se forman exactamente de

    esta manera.

    Figure 5

    En contraste con las moléculas de agua, las moléculas de jabón están cons-

    tituidas por largas y estrechas cadenas de carbono con un grupo final rico en

    oxı́geno. Cuando estas moléculas son añadidas al agua, se desplazan a la su-

    perficie y se distribuyen homogéneamente. Mientras tanto, cada molécula de

     jabón de la superficie se orienta con su final no polar hacia fuera. Al remover las

    moléculas de agua en el lı́quido, las moléculas de jabón disminuyen la tensión

    superficial de la superficie de separación. Esta circunstancia proporciona más

    elasticidad a la superficie, que se manifiesta por ejemplo cuando introducimos

    9

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    el aro de alambre en el lı́quido jabonoso, lo removemos y lo sacamos inmediata-

    mente. Se forma una pelı́cula de jabón cuyo contorno es el alambre. La fuerza 

    gravitatoria limita el tamaño de la superficie minimal, y cuando algunas par-

    tes de la pelı́cula de jabón están muy distanciadas del alambre, la pelı́cula de

     jabón se destruye, ya que las fuerzas de tensión superficial son insuficientespara mantener la pelı́cula en equilibrio.

    2.3. PROPIEDADES EXTREMALES DE LAS PEL ́ICULAS DE JABÓN

    Debido al proceso descrito anteriormente, un modelo matemático que describa 

    una pelı́cula de jabón puede denominarse “superficie minimal”, en el sentido

    que es una superficie que tiene la menor área posible (localmente) entre todas

    las superficies con la misma frontera. Está bastante claro que la forma de una superficie y sus propiedades están, en gran medida, determinadas por la confi-

    guración de su frontera.

    El concepto de mı́nima área fue introducido, parece ser, por Arquı́medes,

    que no sólo observó que las lı́neas rectas minimizaban la longitud entre dos

    puntos, sino que los planos podı́an caracterizarse en términos de minimizar la 

    superficie. Estas ideas aparecen de forma natural en nuestra vida cotidiana,

    por ejemplo cuando intentamos construir un tambor estirando la piel. Esto

    permite relacionar la tensión superficial con las propiedades de las superficiesque localmente minimizan el área.

    El siguiente éxito en el desarrollo de estas ideas (después de un largo parón)

    se debió a Boyle, que en 1 6 7 6    se mostró interesado en la forma que adquiŕıan

    las gotas de un lı́quido. Se fijó en que las gotas de lluvia eran aproximadamente

    esféricas y esto le dio una idea para imaginar un experimento curioso. Para 

    estudiar el comportamiento de las gotas de agua durante un largo tiempo y 

    evitar su destrucción, Boyle mezcló dos lı́quidos en un recipiente: una solución

    deK 

    C O 

      (un lı́quido denso y pesado, una solución concentrada de carbonato

    potásico) y alcohol (un lı́quido ligero). Cuando los lı́quidos se dejan reposar, se

    forma nı́tidamente una superficie de separación entre ambos lı́quidos.

    10

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    Figure 7

    Entonces una gota de un tercer lı́quido de densidad intermedia entre los dos

    lı́quidos anteriores e inmiscible con los otros dos lı́quidos se introduce en el

    recipiente y se coloca en la superficie de separación. La gota se mantiene en

    equilibrio, sumergiéndose en el alcohol y siendo tangente en un punto a la su-

    perficie deK 

    C O 

      . Este ĺıquido (por ejemplo, aceite) se ha escogido para no

    perturbar o modificar la superficie de separación y para que no se deforme a lo

    largo de la superficie de separación, como se indica en la siguiente figura.

    Figure 8

    Sobre la superficie de separación se colocan gotas de distintos tamaños, y 

     vamos observando que la forma de las gotas va cambiando conforme vamos

    aumentando el tamaño de las mismas. Van dejando de ser esféricas y se van

    achatando cada vez más debido a la fuerza de la gravedad; ciertamente, como

    hoy sabemos, la deformación de las gotas se produce siempre, incluso cuando

    el tamaño de las gotas es muy pequeño. Lo que ocurre es que puede ser im-

    perceptible al ojo humano. Sin embargo, para darnos cuenta de esto es preciso

    disponer de instrumentos de gran precisión, que desafortunadamente no poseı́a 

    11

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    Boyle. Por otra parte debemos recordar que las ideas acerca de la necesidad de

    que la forma de las gotas debı́a corresponder con superficies de mı́nima energı́a 

    estaban en su niñez en el siglo   XVII. Además, la forma de una gota de agua real-

    mente minimiza la energı́a superficial bajo la acción de la fuerza de la gravedad,

    la cual complica enormemente el tratamiento matemático.

    En1 7 5 1  

      S e g n e r   llegó a una planteamiento claro de este hecho fı́sico y com-

    prendió que, para un estudio riguroso de la tensión superficial, era necesario

    eliminar la influencia de la fuerza gravitatoria. Estudió las gotas en caı́da libre y 

    las gotas situadas en un lı́quido de la misma densidad. Las gotas y el lı́quido se

    escogı́an para ser inmiscibles. Demostró que la esfera tenı́a la menor área entre

    todas las superficies cerradas acotando un volumen fijo. Parece ser que Segner 

    fue el primero que comprendió el verdadero papel de la tensión superficial en

    todos estos procesos.

    2.4. L   A SUPE RFI CI E DE SEPARA CIÓN

    Un paso importante para comprender la geometrı́a interior de las superficies de

    separación entre dos lı́quidos fue dado por Poisson en1 8 2 8  

      , cuando probó que

    la superficie de separación (despreciando los efectos producidos por la fuerza de

    gravedad) tenı́a curvatura media constante.

    Consideremos un puntoP 

      en la superficie y consideremos coordenadas car-

    tesianasx 

      ,y 

      en el plano tangente a la superficie enP 

      , y escojamos la coordenada 

    z  en la dirección del normal de la superficie en dicho punto. Entonces la super-

    ficie puede ser localmente parametrizada por  r    x ; y  =   x ; y ; f     x ; y     , donde f    x ; y   

    es una función diferenciable cuyo grafo es, precisamente, la superficie.

    Figure 9

    12

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    Entonces puede probarse que la curvatura media en P    viene dada por 

    H    P  = 

    @ x 

    @ y 

    =   f 

    Para relacionar la curvatura media con la tensión superficial es conveniente que

    recordemos otra interpretación del operador laplaciano.

    Sif    x 

    ; : : : ; x  

     

      una función diferenciable, definimos la r 

      -media def 

      como

    sigue:

    f    x  = 

    v o l  S 

     

    Z  

    dondeS 

      es la esfera   n  ,  1  

      -dimensional de radior 

      con centro el puntox 

      . En

    otras palabras, hacemos la media de la función f    a lo largo de la esfera  S r 

      .

    Definimos ahora la desviación de f    respecto de su r   -media:

     

    f    x  =  f    x    ,  F 

    f    x   

     y consideramos la función

    g    x  = l i m  

    r  !  0 

     

    f    x   

    Se demuestra que dicha función coincide, salvo un múltiplo, con la laplaciano

    de f   ,   f    x     .

     Volvamos a analizar la curvatura media. EntoncesH    P  =  f 

    x x 

    +  f 

    y y 

    =   f 

    puede interpretarse como la desviación del radio vector de la superficie de su

    media local en la dirección del normal. Supongamos que la superficie es la frontera de separación entre dos medios y que las fuerzas de atracción actúan

    sobre puntos cercanos, como en el ejemplo de las moléculas de agua que hemos

    comentado anteriormente (podemos imaginar, para mayor claridad, que estamos

    trabajando con pelı́culas de jabón). Entonces la siguiente cadena de igualdades

    puede escribirse: la presión sobre la superficie en el punto P    coincide con la 

    proyección sobre la recta normal a la superficie enP 

      de la resultante de las

    fuerzas atractivas locales entre los puntos cercanos a P 

      , que a su vez coincide

    (salvo un factor) con la desviación del radio vector de su media local (desviación

    en la dirección del normal). Por tanto, la presión en el puntoP 

      coincide conuna cierta constante multiplicada por la curvatura media de la superficie en ese

    punto. Podemos escribir la igualdad

    H  =       p 

    ,   p 

      ;

    donde  p 1 

      y   p 2 

      indican las presiones de los medios separados por la superficie

    entre ellos, y  1  =    es la tensión superficial. Por tanto, el resultado que anun-

    ciábamos anteriormente se satisface: si una superficie es un pompa de jabón, o

    un sistema de pompas de jabón, o la frontera de separación entre dos lı́quidos

    de la misma densidad, etc., entonces suponiendo que la superficie está en equi-

    librio la presión en ambos lados de la superficie es una función constante, es

    13

  • 8/19/2019 Superficies minimales

    14/35

    decir, no depende del punto. Por tanto, la curvatura media de la superficie es

    constante.

    2.5. PEL ́ICULAS DE JABÓN DE CURVATURA CONSTANTE

    Habiendo descubierto que las pelı́culas de jabón o “superficies lı́quidas” son

    superficies de curvatura constante, P o i s s o n  se planteó el problema de encontrar 

    una descripción completa de este tipo de superficies. Como el problema de las

    formas posibles de las gotas de un lı́quido, o pequeñas pompas, no ha sido

    todavı́a completamente resuelto, los investigadores se centraron en el caso de las

    superficies de curvatura media positiva. Es obvio que la esfera euclı́dea estándar 

    pertenece a esa familia y que las pompas o gotas de lı́quidos adaptan esta forma.

    Sin embargo, permanecı́a sin resolver el problema de saber si exist́ıan otrassuperficies cerradas de curvatura media positiva.

     Aunque nos puede parecer que los numerosos experimentos fı́sicos con pom-

    pas justifican que la esfera es la única superficie de curvatura constante positiva 

    dentro de la familia de las superficies diferenciables cerradas, una demostración

    matemática de este hecho requiere algo más de esfuerzo.

    Poisson demostró que en la familia de los ovaloides que se aproximan a una 

    esfera y son superficies de revolución, la esfera es la única superficie de curva-

    tura media constante. Esta fue la única información hasta 1 8 5 3  

      , cuando J e l le t

    probó que entre las superficies estrelladas cerradas, la esfera era la única que

    poseı́a curvatura media constante positiva. Ya en nuestro siglo, se ha demostra-

    do que una superficie compacta, sin autointersecciones, con curvatura media 

    constante, es una esfera usual.

    Recordemos ahora los dos hechos que hemos obtenido: si una pelı́cula de

     jabón encierra un volumen cuya presión interior excede la presión exterior,

    entonces la superficie tienen curvatura media positiva; si, por el contrario, la 

    pelı́cula de jabón no encierra un volumen, entonces no existen diferencias de

    presión a ambos lados de la pelı́cula, por lo que la curvatura media es cero. Los

    primeros experimentos fundamentales de   Pl a t e a u   iban destinados a estudiar 

    las propiedades de las superficies de separación entre dos lı́quidos. Los expe-

    rimentos fueron realizados con dos lı́quidos de la misma densidad; al sumergir 

    uno en el otro se producı́an gotas acotadas por superficies de curvatura cons-

    tante positiva. También fue posible construir pelı́culas de jabón con frontera o

    contorno. Estas pelı́culas podı́an ser descritas mediante las siguientes propie-

    dades equivalentes: (1) superficies de curvatura media cero; (2) superficies que

    minimizaban el área, es decir, superficies minimales, (3) superficies cuyas cur-

    14

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    15/35

     vaturas principales eran, en todo punto, iguales en valor absoluto y opuestas en

    signo.

    15

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    16/35

    3. PROPIEDADES F ́ISIC AS Y TOPOL ́OGIC AS DE LAS S UPERFI-

    CIES MINIMALES

    3.1. SUPERFICIES ESTABLES E INESTABLES

    Incluso los más simples experimentos prueban que diferentes superficies de

    separación entre dos medios reaccionan de forma distinta frente a la más le-

     ve modificación o alteración. Algunas de ellas se oponen a la destrucción y 

    se demuestran estables, otras por el contrario muestran tendencias “suicidas”,

    convirtiéndose en inestables. De la comparación y estudio de ambas situaciones

    se puede deducir un efecto importante, que puede ser visualmente ilustrado a 

    través de una función escalar.

    El estudio del comportamiento local de una función diferenciable está fuer-

    temente ligado al análisis de sus puntos crı́ticos, es decir, aquellos puntos que

    son ceros del vector gradiente. Estos puntos pueden ser de varios tipos. Ima-

    ginemos que tenemos una función f    x ; y     de dos variables, entonces los puntos

    crı́ticos pueden extremos, es decir, máximos o mı́nimos. Pero existe un tercer 

    tipo de punto más interesante, son los llamados puntos de silla, como el que se

    muestra en la siguiente figura.

    Punto de Silla 

    Este tipo de puntos está caracterizado por tener dos clases especiales de di-

    recciones: a lo largo de la dirección a   , la función es estrictamente creciente,

    mientras que a lo largo de la dirección b   , la función es estrictamente decrecien-

    te.

    Una situación totalmente análoga sucede cuando consideramos funcionales

    definidos sobre un espacio de dimensión infinita. Tal espacio (sin las formula-

    16

  • 8/19/2019 Superficies minimales

    17/35

    ciones precisas que son necesarias para definirlo con rigor) es el conjunto de

    todas las superficies en el espacio eucĺıdeo tridimensional. Entonces el   funcio- 

    n a l ´  area   asocia a cada superficie su área. Si la superficie (pelı́cula de jabón)

    está en equilibrio, esto significa que, considerada la superficie como un punto

    del anterior espacio, entonces es un punto crı́tico del funcional área. Igual queocurrı́a antes, el punto crı́tico puede ser máximo, mı́nimo o un punto de silla.

    Durante la realización de los experimentos con pelı́culas de jabón descubri-

    mos que los mı́nimos locales son puntos estables, es decir, se oponen a las

    pequeñas perturbaciones, regresando a la posición de equilibrio original. En

    el caso de los puntos de silla, las pelı́culas de jabón son inestables y existen

    perturbaciones, arbitrariamente pequeñas, que minimizan el área y conducen a 

    una deformación espontánea de la superficie, que adquiere una nueva configu-

    ración correspondiente a una energı́a menor. Además, la nueva configuraciónpuede ser distinta de la original, incluso desde el punto de vista topológico. Co-

    mo el espacio es de dimensión infinita, debemos entender que existen infinitas

    maneras, o infinitas direcciones, de perturbar nuestra superficie.

    3.2. L  OS EXPERIMENTOS DE  PLATEAU CON COLUMNAS DE L ́IQUIDOS

    Comentemos a continuación algunos de los experimentos que realizó Plateau.

    Entre dos discos metálicos del mismo radio, cuyos centros se encuentran sobrela recta perpendicular a los discos, Plateau obtenı́a una columna de lı́quido que

    adquirı́a la forma de un cilindro circular recto.

    Figure 11

    Como la frontera de un cilindro es una superficie de curvatura media cons-

    tante, entonces teóricamente dicha columna de lı́quido es un punto crı́tico en

    el espacio de “todas las superficies”. En este caso, no estamos considerando

    17

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    18/35

    superficies cerradas, compactas y diferenciables de curvatura media constan-

    te positiva, pues entonces el único punto crı́tico serı́a la esfera. Sabemos que

    un cilindro no es una superficie compacta (ya que puede ser extendida indefi-

    nidamente en ambas direcciones). Sin embargo, si consideramos un trozo de

    cilindro, acotado por dos discos, entonces se convierte en una superficie dife-renciable cerrada con frontera.

    Las propiedades de una columna cilı́ndrica de lı́quido dependen, esencial-

    mente, de su altura. En experimentos fı́sicos reales, es fácil formar una columna 

    de lı́quido que no sea muy alta. Sin embargo, si vamos separando los discos,

    entonces la columna acaba por romperse. Analicemos detenidamente el proceso

    que ocurre cuando la columna se destruye al separar los discos. La columna 

    cilı́ndrica es estable si la altura no supera tres veces el diámetro del disco. Sin

    embargo, cuando la altura se aproxima a dicho valor por valores superiores (por ejemplo,

    0

      veces el diámetro) entonces la columna comienza a destruirse. Si

    la altura de la columna va creciendo lenta y cuidadosamente, entonces el com-

    portamiento de la columna alrededor del punto crı́tico puede ser visualmente

    observado. El proceso de reestructuración de la columna se representa en la 

    siguiente figura.

    Figure 12

    Por tanto, los cilindros bajos son estables y los cilindros altos son inestables,

    siendo la altura crı́tica tres veces, aproximadamente, el diámetro de los discos

    frontera. Obviamente, para poder realizar estos experimentos satisfactoriamen-

    te, el diámetro de los discos tiene que ser muy pequeño, para minimizar el efecto

    de la fuerza de la gravedad, para que ésta pueda ser compensada por las fuerzas

    de tensión superficial.

    El proceso de descomposición de una columna inestable, es decir, su rees-

    tructuración cualitativa, puede ser también visualizado mediante el siguiente

    18

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    19/35

    experimento, que ya se realizaba en el siglo   XVII. Consideremos un aro, es decir,

    un alambre con forma de circunferencia plana, lo sumergimos en agua jabonosa 

     y construimos un disco de jabón. Entonces movemos el disco ortogonalmente a 

    su plano, como se indica en la siguiente figura.

    Figure 13

    Bajo el efecto de suministrar aire a la pelı́cula de jabón, el disco se deforma y 

    tiende a transformarse en un cilindro circular, al menos en los puntos cercanos

    al aro). Sin embargo, la forma cilı́ndrica desaparece rápidamente, se estrecha 

     y comienzan a aparecer pompas (esféricas) de jabón. Como ya hemos indicado

    anteriormente, el mismo efecto se consigue si fijamos el aro y comenzamos a soplar perpendicularmente al disco jabonoso.

    Una columna lı́quida de forma cilı́ndrica fue el primer ejemplo de superficie

    crı́tica estable que encontró Plateau. Entonces B e e r  conjeturó que todas las su-

    perficies de curvatura media constante eran puntos crı́ticos (mı́nimos locales,

    concretamente) del funcional área. Sin embargo, el propio Plateau demostró que

    dicha conjetura era incorrecta. Consideró un cilindro de altura mayor que el

    crı́tico. Desde un punto de vista matemático, tal cilindro sigue siendo un punto

    crı́tico (superficie) para el funcional área, dentro del conjunto de todas las su-

    perficies. Plateau demostró, analı́ticamente, que tal cilindro tiene la menor área 

    posible dentro de todas las deformaciones del cilindro que mantienen constante

    el área de las secciones horizontales, es decir, estas perturbaciones son aquellas

    en las que el lı́quido no se desplaza verticalmente. Sólo se permiten los desplaza-

    mientos horizontales del lı́quido que dejan inalteradas las áreas de las secciones

    horizontales.

    Recordemos que si la altura de un cilindro es menor que la crı́tica, entonces

    cualquier perturbación incrementa el área; es decir, en este caso la superficie

    original es un mı́nimo local para el funcional área. Sin embargo, si la altura 

    19

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    20/35

    del cilindro es mayor que el crı́tico, entonces el cilindro es un punto de silla,

    en el espacio de todas las superficies, por lo que podemos encontrar infinitas

    direcciones tales que las perturbaciones del cilindro en esas direcciones hacen

    incrementar el área.

    Figure 14

    Plateau demostró experimentalmente que una superficie crı́tica se comporta 

    como un punto de silla cuando la altura del cilindro es superior a tres veces

    el diámetro de los discos frontera. Plateau construyó una columna cilı́ndrica 

    de lı́quido entre dos discos y comenzó a deformar verticalmente la superficie,

    manteniendo la simetrı́a de la superficie. A continuación, Plateau comenzó a perturbar la columna de lı́quido con una varita delgada de vidrio, conservando

    el área de las secciones horizontales. La columna volvı́a a su posición original

    casi instantáneamente, mientras continuaba deformando el cilindro en dirección

     vertical. Esto demuestra que la superficie es estable para per mutaciones del tipo

    descrito.

    Figure 15

    20

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    21/35

    Sin embargo, las perturbaciones verticales tienen otras consecuencias más

    relevantes. Es interesante hacer notar que la descomposición de una larga co-

    lumna de lı́quido sucede de manera ondulatoria, como podemos comprobar se-

    guidamente. Tomemos un hilo delgado recubierto por una capa cilı́ndrica de

    lı́quido, de tal forma que el hilo sea el eje del cilindro. Comenzamos a ondular elcilindro y entonces cada onda se transforma en una bola de lı́quido sobre el hilo

    original. Es claro que este fenómeno es el resultado de las fuerzas de tensión

    superficial y la inestabilidad de largos cilindros de lı́quido. Es cierto que el razo-

    namiento que acabamos de presentar es simplista, quizás en exceso, ya que las

    esferas que aparecen en la última etapa del proceso nunca surgirán en realidad.

    El proceso fue estudiado meticulosamente, debido al interés que tenı́a en otras

    ciencias (como la ingenierı́a eléctrica), y era importante saber cómo estabilizar 

    un cable cilı́ndrico muy largo con el alambre situado en su eje de simetrı́a.

    21

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    22/35

    4. A LGUNAS SUPERFICIES MINIMALES

    4.1. EL CATENOIDE

    El catenoide es posiblemente la superficie mejor conocida de todas las minima-

    les. Puede caracterizarse como la única superficie minimal, aparte del plano,

    que es invariante bajo rotaciones alrededor de un eje; en otras palabras, es la 

    única superficie minimal de revolución (salvo el plano, naturalmente). Su curva 

    modelo es una catenaria, esto es, una curva obtenida al colgar una cuerda de

    dos puntos. Como superficie minimal fue introducida por   M e u s n i e r, aunque

    probablemente era conocida anteriormente. En la transparencia se indican las

    lı́neas de curvatura (paralelos y meridianos) y las lı́neas asintóticas (las curvas

    diagonales).

    Catenoide

    Una representación fı́sica del catenoide puede obtenerse considerando dos

    aros metálicos, situados en planos paralelos, sumergirlos en agua jabonosa y,

    siendo sumamente cuidadoso, ir separándolos poco a poco.

    El catenoide puede extenderse para formar una superficie completa. Como

    una superficie completa, su aplicación de Gauss cubre completamente la esfera 

    excepto dos puntos antı́podas.

    Si observamos cuidadosa y detenidamente la extensión de un catenoide para 

    construir una superficie completa, observamos que el catenoide tiene a aplanar-

    se muy rápidamente, de forma que visto de lejos puede dar la impresión de tener 

    dos planos paralelos. Es decir, visto en el infinito, casi podŕıamos decir que un

    catenoide es un plano (de multiplicidad dos, si se quiere). Se ha demostrado

    que este comportamiento es bastante general: toda superficie minimal completa 

    22

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    23/35

    (con curvatura total finita) es, vista desde el infinito, un número finito de planos,

    cada uno de ellos de multiplicidad finita.

    4.2. EL HELICOIDE

     Junto con el catenoide, el helicoide fue encontrado como superficie minimal por 

    Meusnier. El helicoide se genera mediante una recta que se desplaza circular-

    mente alrededor de un eje; visualmente, podemos pensar que es una escalera 

    de caracol sin peldaños y con una anchura infinita. Matemáticamente, cada 

    punto de la recta se mueve describiendo una hélice sobre un cilindro circular 

    cuyo eje de revolución es el eje dado. En la transparencia podemos ver el eje,

     varias posiciones de la lı́nea recta generatriz y algunas de las hélices genera-

    dos por algunos puntos. Estas son las lı́neas de curvatura del helicoide. En la transparencia también podemos ver algunas curvas asintóticas.

    Helicoide

    En 1 8 4 2    ,   E. Catalan   demostró en su trabajo   S u r l es su r f a ces r ́  egl´ ees dont  

    l ’a i re est un m inimu n (Sobre las su perficies regladas que minimizan el ´ area)  que el

    helicoide era la única superficie minimal, aparte del plano, que estaba reglada,

    es decir, que por cada uno de sus puntos pasa una lı́nea recta enteramente

    contenida en la superficie.

    4.3. R  ELACIÓN ENTRE EL CATENOIDE Y EL HELICOIDE

    El catenoide y el helicoide son superficies que están ı́ntimamente relacionadas,

    lo cual puede detectarse analizando sus parametrizaciones. Las ecuaciones pa-

    ramétricas de un catenoide (menos un meridiano) son:

    x    u ; v  =   a  c o s h  v  c o s  u    ; a  c o s h  v  s e n  u    ; a v   

    23

  • 8/19/2019 Superficies minimales

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     y las del helicoide son:

    y    u ; v  =   a  s e n h  v  c o s  u    ; a  s e n h  v  s e n  u    ; a u   

    donde, en ambos casos, 0  u   2     y  , 1  v   1   . Debido a las relaciones que

    existen entre las componentes de ambas parametrizaciones, se dice quex 

      ey 

    son  sup erficies min imales conjugad as .

    Una propiedad muy interesante de las superficies minimales conjugadas es la 

    siguiente. Si x    e y    son dos de tales superficies, entonces z  

    = c o s   x  + s e n   y   , para 

    todo 

      , es una superficie minimal isométrica tanto a x 

      como a y 

      . La familia z 

     

      se

    denomina la   fami l ia asociada   de x    (o de y   ). Por tanto, deducimos que el helicoide

    es la superficie minimal conjugada del catenoide y que existe una deformación

    isométrica, a través de superficies minimales, que transforma el helicoide en el

    catenoide, excepto un meridiano (véase la transparencia).

    Fig. 3.32

    4.4. L   A SUPE RFI CI E DE  ENNEPER 

    Desde un punto de vista, ésta es la superficie minimal más simple. Su repre-

    sentación paramétrica viene dada por:

    x    u ; v  =   u  , 

    +  u v 

    ; v  , 

    +  v u 

    ; u 

    ,  v 

      ;   u ; v    2  R 

    que proporciona una superficie algebraica (recordemos que el catenoide y el

    helicoide no lo son), definida en todo el plano. Observemos que realizamos una 

    rotación de =  2   alrededor del eje z    (un eje vertical) seguido de una reflexión en el

    plano x y   , la superficie permanece invariante.

    El modelo descrito en la transparencia muestra algunas lı́neas de curvatura 

    que forman una red rectangular sobre la superficie, y un número menor de

    lı́neas asintóticas.

    24

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    25/35

    Superficie Enneper 

    La superficie tiene dos curvas de autointersección que están en los planos x z 

    e y z   , donde cada curva está compuesta por los puntos de autointersección de

    una familia de lı́neas de curvatura. La intersección de la superficie con el plano

    x y 

    es un par de lı́neas rectas que pasan por el origen, las cuales son lı́neas

    asintóticas de la superficie.

    La superficie de Enneper fue descubierta en1 8 6 4  

      . Darboux proporciona la 

    siguiente descripción. Sean dos parábolas confocales en planos ortogonales,

     y sea un par de puntos, uno en cada parábola, unidos por un segmento de

    lı́nea recta. Por el punto medio del segmento trazamos el plano perpendicular.

    Obtenemos una familia biparamétrica de planos cuya envolvente es la superficiede Enneper.

    Puede probarse que la superficie conjugada de la superficie de Enneper se

    obtiene mediante una rotación de =  4 

      de la superficie original, de forma que la 

    familia asociada a la superficie de Enneper se obtiene a partir de la superficie

    original mediante una rotación continua.

    4.5. L   A SUPE RFI CI E DE  C ATAL AN

    Esta superficie fue descubierta por Catalan en1 8 5 5  

      , y tiene la siguiente parame-

    trización:

    x    ' ; v  =   a  s e n 2   '  ,  2  a '  + 

    a v 

    c o s 2  ' ; ,  a  c o s 2   '  , 

    a v 

    c o s 2   ' ; 2  a v  s e n  '   

    La aplicación x    está definida en el plano con coordenadas polares   r ; '     , y  v  = 

    ,  r  + 1  = r 

    .

    Las curvas '    = constante son parábolas que proporcionan una de las familias

    de lı́neas de curvatura, y que aparecen en la transparencia. Los vértices de

    25

  • 8/19/2019 Superficies minimales

    26/35

    tales parábolas se encuentran sobre un cicloide y el plano de cada parábola es

    perpendicular al plano del cicloide.

    Superficie Catalan

    Las curvasv 

      = constante constituyen la otra familia de las lı́neas de curvatu-

    ra, que también aparecen dibujadas en la transparencia.

    Para  '  =  n    ( n  = 0  ;   1  ;   2  ; : : :  ) la parábola degenera en una lı́nea recta do-

     ble. La superficie de Catalan es una superficie periódica y las distintas partes

    congruentes están unidas por las lı́neas anteriores.

    Las esquinas del cicloide son puntos singulares de la superficie, y puede ser fácilmente comprobado que son los únicos puntos singulares. En consecuencia,

    la superficie de Catalan no puede ser extendida a una superficie completa.

    La superficie de Catalan puede ser caracterizada como la superficie minimal

    que contiene un cicloide como lı́nea geodésica, y pertenece a una familia mayor,

    encontrada por Enneper, de superficies minimales que contienen una familia 

    uniparamétrica de parábolas.

    4.6. EL ONDULOIDE

    En comparación con la teorı́a de las superficies minimales, el estudio de las su-

    perficies con curvatura media constante no nula está todavı́a en su “infancia”.

    Una de las razones de este retraso parece ser -en contraste con el caso mini-

    mal donde la aplicación de Gauss es holomorfa- que la aplicación de Gauss es

    armónica, es decir, el laplaciano  N 

      del vector unitario normalN 

      de la superficie

    es paralelo a N 

      .

    Otra razón, quizás muy relacionada con la anterior, es que se conocen muy 

    26

  • 8/19/2019 Superficies minimales

    27/35

    pocos ejemplos de superficies con curvatura media constante no nula. Entre

    ellos, los más importantes son, sin ninguna duda, aquellos que son invariantes

    por rotaciones. Estos ejemplos fueron encontrados por  D e l a n u y  en1 8 4 1  

      , e inclu-

     yen el plano, el catenoide (ambos minimales), la esfera, el cilindro, el onduloide

     y el nodoide.

    Onduloide

    La curva que genera el onduloide puede obtenerse como la trayectoria de un

    foco de una elipse que se enrolla a lo largo del eje de rotación. De hecho, es-

    ta construcción es bastante general, y reemplazando la elipse por alguna otra 

    cónica (posiblemente degenerada), podemos obtener todas las demás curvas mo-delo.

    27

  • 8/19/2019 Superficies minimales

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    5. R EALIZACIONES F ́ISICAS DE SUPERFICIES MINIMALES

    5.1. L   A REALIZ AC IÓN F ́ISICA DE UN HELICOIDE

    En 1 8 4 2    Catalan probó que la única superficie completa y reglada de curvatura 

    media cero era, aparte del plano, el helicoide. Un helicoide se puede obtener 

    como la composición de dos movimientos de una lı́nea recta: un movimiento

    traslacional con velocidad uniforme y otro rotatorio con velocidad angular uni-

    forme en el plano ortogonal al vector de traslación.

    Fig. 17

    En otras palabras, se considera una lı́nea recta que intersecta a otra lı́nea 

    recta perpendicularmente, y se desplaza uniformemente sobre la primera con

    una velocidad angular constante. Obviamente, esta superficie no es compacta.

    Si nos restringimos solamente a un segmento, en lugar de considerar toda la 

    lı́nea, nos aparece la siguiente figura.

    Fig. 18

    28

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    Plateau construyó “una mitad” del helicoide, tomando una hélice de alambre

    alrededor de una lı́nea recta:

    Fig. 19,20

    Sin embargo, la construcción de un helicoide con una pelı́cula de jabón encie-

    rra numerosas dificultades técnicas. Obviamente, un helicoide completo puede

    obtener pegando dos mitades, dos réplicas, como las que aparecen en la figura 

    previa. Lógicamente, estamos suponiendo que los dos ejes de simetrı́a van a 

    poder superponerse perfectamente en un único eje, para que el helicoide esté

    perfectamente construido. El eje vertical estabiliza la pelı́cula de jabón, ya que

    si se elimina y sólo nos quedamos con las dos hélices de contorno, entonces, en

    el caso en que los “saltos” de las hélices no sean grandes, entonces el helicoide

    se transforma en otra superficie distinta:

    Fig. 21

    Es claro que esta superficie no es reglada, es decir, no está construida me-

    diante segmentos de lı́neas rectas. Los intentos de construir un trozo de un

    helicoide recto como una pelı́cula de jabón modelada sobre un alambre cerrado,

    utilizando dos hélices coaxiales con el mismo salto, fracasan.

    29

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    La diferencia esencial entre el helicoide recto y las superficies encontradas

    anteriormente se muestra claramente aquı́. El hecho es que el helicoide es una 

    superficie no compacta que existe (desde el punto de vista matemático) con in-

    dependencia de cualquier contorno o frontera. Como se comprueba en experi-

    mentos, es inestable para pequeños valor del salto.

    Si nos restringimos y pensamos en construir helicoides a partir de hélices con

    un salto suficientemente grande, entonces la construcción de tal superficie no

    es difı́cil. Para conseguirlo, necesitamos un contorno construido con dos hélices

    coaxiales, que con un salto adecuado permiten construir el helicoide.

    Fig. 22

    Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que esta superficie ası́ construida es

    reglada? Podemos realizar la siguiente demostración visual. Es claro que el

    helicoide de la Fig. 22 se ha obtenido a partir de la superficie minimal de la 

    Fig. 21 alargando el salto de las hélices involucradas (lo que conlleva que dichas

    hélices se acerquen más al eje). Analicemos detenidamente la deformaciónh 

      que

    se produce al aumentar el salto de las hélices.

    Fig. 23

    30

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    Esta parte de la pelı́cula de jabón se fija en nuestra retina como un triángulo

    curviĺıneo, que va decreciendo conforme el salto de las espirales se va haciendo

    más grande. En un momento determinado, el triángulo desaparece y queda 

    reducido a un punto, y obtenemos la figura 22. Como la proyección (en nuestra 

    retina) de la pelı́cula de jabón es como aparece en la figura 23, es claro que entredos puntos opuestos hay una lı́nea recta enteramente contenida en la superficie,

     ya que en los puntos donde visualmente se cortan las hélices, nuestra retina sólo

    capta ese punto.

    5.2. L   A REALIZ AC IÓN F ́ISICA DE UN CATENOIDE

    Consideremos una catenaria, es decir, la forma que adopta un cable que cuelga 

    de dos puntos, y que tiene una longitud mayor que la distancia entre dichospuntos.

    catenaria 

    Es fácil ver que todas las catenarias y, por tanto, todos los catenoides, son

    equivalentes, en el sentido de que pueden transformarse unos en otros por un

    movimiento del espacio tridimensional y un cambio de escala. En este sentido,las catenarias nos recuerdan a las parábolas, que también son equivalentes con

    respecto a movimientos en el plano y cambios de escala (en contraste con las

    hipérbolas y elipses, en que no ocurre esto).

    Un catenoide se obtiene al rotar la catenaria alrededor de una lı́nea en su

    mismo plano, pero sólo cuando esta lı́nea se encuentra a una cierta distancia 

    de la catenaria. Si la lı́nea recta que nos hace el papel de eje de rotación es otra 

    distinta, entonces la superficie que obtenemos no es minimal. Ası́, por ejemplo,

    si la catenaria casi toca el eje de revolución (digamos el eje O X   ), entonces el

    punto más bajo describe una circunferencia de radio muy pequeño. Por tanto,

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    uno de los radios de curvatura es muy pequeño, y el otro es muy grande, de

    modo que la suma de ambos de podrá ser cero.

    Consideremos la dependencia de la estructura del catenoide respecto del ta-

    maño de su frontera. Por simplicidad, supongamos que partimos de dos cir-cunferencias coaxiales del mismo radio r   , y sea  h    la distancia entre los planos

    paralelos que contienen las circunferencias (los aros).

    Fig. 25

    Como la curvatura media del catenoide es igual a cero, el radio de curvatura 

    (es decir, el radio del cı́rculo osculador en el vértice de la catenaria, que coincide

    con el punto más cercano al eje de rotación) coincide con el radio de la circun-ferencia descrita por el vértice de la catenaria cuando se rota alrededor del eje,

    digamos     .

    Por tanto, cuanto menor es 

      , mayor debe ser la curvatura de la catenaria en

    el vértice. El parámetro     varı́a en un intervalo 0  ; +  1     .

     

    Si r 

      , entonces no puede construirse obviamente una superficie mini-

    mal. En la figura 26 representamos, con una lı́nea gruesa, la sección del

    catenoide por un plano vertical pasando por el eje de simetrı́a.

     

    Cuando  =  r 

      , entoncesh  = 0 

      , y obtenemos los dos cı́rculos.

     

    Cuando r 

      , entonces la distancia h 

      crece, los discos se separan y surge

    una superficie minimal. Conforme 

      ve decreciendo, el valor deh 

      va cre-

    ciendo, hasta llegar a un máximoh 

    m a x 

      , a partir del cual vuelve a decrecer.

    Conforme     tiende a cero, h    tiende también a cero, y la catenaria se va 

    aproximando al eje. El valor máximo es, aproximadamente 4  =  3   r 

      .

    Cuando la distancia  h    entre las dos circunferencia excede el valor  h m a x 

      , entonces

    el catenoide desaparece, y la superficie minimal vuelve a transformarse en los

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    dos discos frontera. Esto muestra el paso de una solución de la ecuación de

    las superficies minimales a otra cuando entran en escena cambios topológicos

    esenciales. En la siguiente figura mostramos varias posiciones consecutivas de

    la pelı́cula de jabón.

    Fig. 27

    Un hecho curioso e importante merece ser destacado: Para cada valor deh 

      ,

    entre cero y h 

    m a x 

      , existen dos catenoides posibles: el interior y el el exterior. Para 

     valores pequeños, los catenoides son claramente distinguibles; sin embargo,

    conforme h    va creciendo, los catenoides tienden a fundirse. En consecuencia,

    para cada valor h 

      ,0  h h  

    m a x 

      , existen tres pelı́culas de jabón asociadas a la misma frontera: dos catenoides y un par de discos.

    Plateau conjeturó que el interior era inestable, en contraste con el exterior y 

    los dos discos, pero no pudo probarlo. Evidentemente, no es posible construir 

    en la práctica el catenoide interior. No obstante, se ha podido probar, eso sı́,

    teóricamente, que Plateau llevaba razón: el catenoide interior es una superficie

    inestable.

    5.3. L   AS SU PERFI CI ES MINI MA LE S EN LA NATU RA LE ZA 

     Ya a principios del siglo   XVIII  era conocido que muchos problemas concretos de

    fı́sica, quı́mica, biologı́a, etc. se reducı́an al análisis de superficies minimales.

     Veamos un ejemplo extraı́do de la biologı́a.

    Las pelı́culas minimales aparecen profusamente en la naturaleza como las

    superficies más económicas que constituyen los esqueletos de organismos vi-

     vos. El ejemplo más efectivo nos lo proporciona los radiolarian, pequeñı́simos

    animales marinos con las más variadas y exóticas formas.

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     Aparentemente,  D.A.W. Tho m ps on   fue el primero en darse cuenta del hecho

    que la tensión superficial jugaba un papel esencial en la configuración de es-

    tos seres vivos, en su libro  On Grow th and Form . Los radiolarian son pequeñas

    células de protoplasma con unas formas similares a las pompas de jabón. Como

    estos organismos son muy complejos, las superficies minimales que modelan suestructura tienen muchos puntos y caras singulares, en los cuales se concen-

    tra la mayorı́a de su masa corporal. Esta concentración en los puntos y caras

    singulares de las pelı́culas de jabón es claramente observable.

    El lı́quido fluye libremente desde la pelı́cula de jabón hasta las caras y aristas,

    donde el lı́quido se ralentiza y concentra, haciendo visible la superficie minimal.

    El mismo proceso ocurre en los radiolarians. La concentración de lı́quido en las

    aristas y caras conduce a la formación de partı́culas sólidas que van formando

    gradualmente el esqueleto del animal. Después de la muerte del animal, la masa corporal desaparece, se descompone, y un pequeño pero sólido esqueleto

    permanece. En la figura 44 mostramos tres esqueletos de radiolarians.

    Fig. 44

    El dibujo está tomado del libro de E. Haeckel totulado Report on the Scientifi- 

    cResults of the Voy age of th e H MS Chal lenger du ring th e Years  1 8 7 3    – 1 8 7 6    .

    Se muestran también tres superficies minimales (con las pelı́culas de jabón)

    que están construidas sobre tres poliedros básicos: tetraedro, un cubo y un

    prisma. La similitud entre las formas de los esqueletos de los radiolarians y 

    estas pelı́culas jabón es bastante evidente. Hay radiolarins más complicados,

    como los que se muestran en la siguiente figura.

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    Fig. 45