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María Isabel
La ilustraciónLa ilustración
Palabras
María Isabel Duque Cardenas
en el cuento infantil. Una aproximación a su desarrollo y transformación en las prácticas gráficas y visuales
The illustration in the children’s storyAn approach to the development and transformation in graphic and visual practices
clave
Keywords
Ilustración, Imagen, Infantil, Narrativa, Fantasía, Imaginación,
Estética, Plástica, Dibujo
Fecha de recepción 14/03/12 – Fecha de aprobación 23/03/2012
Illustration, Children Image, Storytelling, Fantasy, Imagination
Aesthetic, Plastic, Drawing
doce12
La ilustraciónen el cuento infantil. Una aproximación a su desarrollo y transformación en las prácticas gráficas y visuales
Resumen
Abstract
catorce
Resumenabstract
Una rica y antigua tradición oral de la
cultura egipcia, llegó en épocas posterio-
res a la cultura helénica y romana e hizo
posible lo que hoy conocemos como litera-
tura infantil: género narrativo y de ficción
(novelas, cuentos, fábulas) que se consolida
con el transcurrir del movimiento Román-
tico en Europa, y cuyo primer ejemplar
ilustrado aparece en Inglaterra. Se trata
del Orbis Pictus, concebido en su totalidad
por el pedagogo checoslovaco Jan Amos Ko-
mensky (1592-1670). Esta obra presenta por
vez primera-, la imagen en un cuento para
niños, como recurso para apoyar lo escrito,
y hacer más explícito el relato.
Para facilitar el acercamiento al público
al que va dirigido, la literatura infantil tie-
ne una estructura literaria breve y concisa,
caracterizada por una narrativa, genera-
dora de fantasía, imaginación, y ensueño;
particularidades, potenciadas por la vitali-
dad, la fuerza y la contundencia de la ima-
gen, que en este género literario, ha exhi-
bido atrayentes y sugestivas modificaciones
desde sus orígenes. Estos cambios se han
visto influenciados por diversas corrientes
artísticas de vanguardia, aspecto que se evi-
dencia especialmente en las producciones
actuales.
A rich and ancient oral tradition of the
Egyptian culture, came later to Greek and Ro-
man cultures making possible what we know
today as children’s literature: narrative and fic-
tion genre (novels, short stories, fables) which
is consolidated with the passing of the Roman-
tic Movement in Europe, and whose first illus-
trated issue appeared in England. This is the
Orbis Pictus, conceived entirely by the Czech
pedagogue Jan Amos Komensky (1592-1670).
This work presents for the first time-the image
in a children’s story, as a resource to support
the writing, and make the story more explicit.
To facilitate the approach to the audi-
ence addressed, children’s literature has a
brief and concise literary structure, character-
ized by a storytelling of fantasy, imagination,
and dreams; features enhanced by the vital-
ity, strength and the dynamism of the image,
which in this genre, has exhibited attractive
and suggestive changes since its inception.
These changes have been influenced by vari-
ous artistic currents of art, something that is
particularly evident in current productions.
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas14
Abstract
quince15
Origenes
IntroducciónEsta obra, propició, desde aquél entonces,
no sólo un mayor aporte pedagógico y didácti-
co para la enseñanza de los infantes, sino que,
favoreció el acercamiento del público infantil
hacia diversas expresiones artísticas presentes
en las ilustraciones
Han sido muchas las transformaciones
que ha tenido la ilustración para cuento in-
fantil desde aquél primer momento; cambios
que se han hecho manifiestos a través de im-
portantes influencias artísticas, como son las
primeras vanguardias del siglo XX, (fauvismo,
expresionismo, dadaísmo, por mencionar tan
sólo algunas). Estas expresiones no sólo se han
hecho manifiestas en esta categoría ilustrativa
exclusivamente desde elementos conceptua-
les, sino también a través de una gran diver-
sidad de recursos plásticos que comprometen
prácticas como el dibujo, la utilización expre-
siva del color, el collage, la fotografía y actual-
mente, las herramientas digitales.
La ilustración en la literatura infantil apor-
ta no sólo elementos estéticos que refuerzan
en gran medida lo visual, sino que se involu-
cran decididamente con lo textual, lo narra-
tivo, y lo literario, para posibilitar en el niño
el desarrollo de pensamientos creativos, y dar
cuerpo a un elemento de significativa impor-
tancia para su aprendizaje: el cuento infantil.
Esta reflexión busca testimoniar la con-
tundencia y validez de la imagen en el acom-
pañamiento de un texto dirigido a un público
infantil. Plantea así mismo, un acercamiento
a sus transformaciones visuales, a la relación
imagen-texto en dicha categoría ilustrativa, y
a la manera como, dichos factores se integran
con los primeros procesos cognitivos que ali-
mentan el pensamiento creativo infantil.
La ilustración como manifestación artís-
tica y gráfica se encuentra ligada estrecha-
mente al avance del conocimiento humano,
siendo por ello difícil, desconocer su notable
influencia en el desarrollo socio-cultural de
Occidente. Ha sido una de las formas en que
hombres y mujeres han trasladado sus ideas,
visiones e inquietudes de forma más precisa
y contundente, donde se involucran procedi-
mientos artísticos como el dibujo, el grabado,
la pintura y métodos más recientes como la
fotografía y los medios digitales. No importa
si los mensajes emitidos por dichos recursos
tienen un carácter de representación formal,
de metáfora, o de contenido simbólico.
En esta forma de representación gráfi-
ca se involucran innumerables maneras de
transmitir pensamientos e ideologías, cuyo
fin último es comunicar a través de lo gráfi-
co desde su cometido más evidente: la des-
cripción; consolidada particularmente en el
Renacimiento con el entrecruzamiento entre
arte y ciencia. Juan Martínez Moro, en su libro
La ilustración como categoría, una teoría uni-
ficada sobre arte y conocimiento (2004), atri-
buye la razón de esta cohesión a la necesidad
del entorno científico de la época de apro-
ximarse al mundo a través de las imágenes.
En las observaciones que pueden hacerse de
la iconografía de este momento histórico,
EN EL CUENTO INFANTIL, EL
ACOMPAÑAMIENTO ENTRE TEXTO E
IMAGEN HA TENIDO UNA ESPECIAL
SIGNIFICACIÓN, DESDE LA PUBLI-
CACIÓN DEL ORBIS PICTUS, PRIMER
LIBRO ILUSTRADO FUNDAMENTAL-
MENTE PARA LOS NIÑOS Y ESCRITO
POR EL PEDAGOGO CHECOSLOVACO
JAN AMOS KOMENSKY (1592-1670).
alarife / Páginas 12-35 / Enero 2012
Orígenes de la ilustración gráfica en Occidente
Introducción
dieciséis
Uno
Dos
se detecta, por ejemplo, una notoria influen-
cia del grabado como método utilizado con
mayor recurrencia y a través del cual se fue-
ron involucrando nuevos procedimientos de
estampación, litografía, fabricación de papel
y maquinaria tipográfica1.
Se consolida en el Renacimiento el deseo
de búsqueda y transmisión del conocimiento,
a través de los procesos de reproducción de
imágenes y textos que fueron posibles por la
invención de la imprenta, particularmente
los de carácter científico. Pueden citarse va-
rios ejemplos con relación a este hecho: son
publicados importantes tratados sobre ar-
quitectura como De reaedificatoria, por Leon
Battista Alberti (1404-1472) y Spahera mundi
(escrito en el siglo XII e impreso en 1482). Otra
de las primeras obras editadas de naturaleza
científica pertenecía al astrónomo inglés Jo-
hannes de Sacrobosco, la cual fue una de las
primeras impresiones a tres colores llevadas
a cabo manualmente y en donde se hacían
representaciones de las fases de la luna.
De igual forma, la Geometría de Euclides
aparece ilustrada con gran cantidad de imá-
genes, a manera de diagramas, realizadas
con una exacta representación formal de la
geometría. Las representaciones cartográficas
se sirven también de la utilización de una lí-
nea carente de idealización en una búsqueda
por representar el espacio de forma precisa y
rigurosa (Martínez, 2004, p. 82).
Desde los estudios en las ciencias botáni-
cas, incentivados por las recientes especies de
plantas llegadas de América, se incrementó
la utilización de matrices en las representa-
ciones de herbarios; por tanto, esta discipli-
na fue uno de los campos de la investigación
1.La técnica del grabado se utilizó
desde la época medieval, como método
gráfico por excelencia, y permitió reali-
zar reproducciones en serie. La xilogra-
fía es el procedimiento de grabado más
antiguo, en el cual se utiliza la madera
como superficie de tallado.
2.En su libro: La ilustración como
categoría: Una teoría unificada sobre
arte y conocimiento, publicado en el
año 2004, el teórico español Juan Mar-
tínez Moro, aborda magistralmente
el desconocido e ignorado tema de la
ilustración gráfica, construyendo pro-
fundos e interesantes argumentos teó-
ricos que destacan la importancia de la
imagen en el desarrollo de la cultura
occidental, sus orígenes históricos, sus
categorías y su relación con el arte, la
estética y el conocimiento. Es pues, un
excelente material de consulta para los
estudiosos del tema.
científica que más recurrió a la ilustración
para sus representaciones. Como ejemplo de
ello aparece en 1485 el herbario Gart der Ge-
sundheit, realizado en técnicas xilográficas y
tomado del análisis directo de la naturaleza2.
Variadas perspectivas sobre el universo
circundante, surgidas de los estudios de Copér-
nico y su sistema heliocéntrico en el cual de-
negaba a la Tierra como centro del universo y
cuyos primeros modelos visuales demostraban
tal pensamiento, aparecen en su De revolutio-
nibus Orbium, publicado en 1543. Sobresalen
también las sofisticadas imágenes elaboradas
por Johannes Kepler para su obra sobre astro-
nomía Mysterium cosmographicum, en la que
aparece una imagen denominada “el cáliz cós-
mico”, como una representación de un mode-
lo de telescopio de la época, el cual contiene
inscripciones manuscritas.
Sin embargo, tales exploraciones y repre-
sentaciones sustentadas en observaciones de
lo visible no se limitaron al reconocimiento
del mundo exterior. Las inquietudes científi-
cas tuvieron también como referencia nuevas
visiones del mundo microscópico, que se die-
ron a conocer a partir de los avances en la óp-
tica, favorecidos por la construcción de lentes
especiales entre los siglos XVI y XVII.
Esta evolución permitirá la expansión de
las fronteras de lo reconocible a simple vista,
y propiciará un gusto especial en el arte por
los efectos ópticos y así mismo, despertará
un gran interés por el estudio del interior del
cuerpo humano, el cual se lleva a cabo con
procedimientos de disección, cuyas primeras
representaciones fueron realizadas en graba-
do y se consignaron en la obra de Berengario
de Carpi (Martínez, 2004).
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas16
diecisiete
Es así como la ilustración se ha visto
inmersa en infinidad de corrientes de pen-
samiento que abarcan lo científico, filosófi-
co, humanístico, religioso y literario, entre
otros, en un proceso en el cual no sólo son
transmisibles los aspectos gnoseológicos,
sino también una estrecha relación con la
estética y el arte.
La procedencia más antigua en la ilus-
tración de libros nos llega de Francia e Ir-
landa, en contextos donde originalmente
se adornaba con imágenes de contenido
religioso y místico3, las cuales en principio
fueron adicionadas con fines decorativos,
pero posteriormente fueron adquiriendo
un carácter simbólico y alegórico. Estos orí-
genes corresponden a la producción de lo
que se ha denominado Los manuscritos ilu-
minados, cuya actividad se vio influenciada
por el Renacimiento carolingio. En su obra
Estudio crítico de la literatura juvenil, Enzo
Petrini (1988) dice lo siguiente, haciendo
referencia a dichos inicios: “La ilustración,
ya lo hemos apuntado, nació del arte deco-
rativo del libro y de tal origen ha conserva-
do siempre el recuerdo y el oficio más bien
de artesano que de artista, que permanece
acaso todavía” (p. 187).
Tres3.Recordemos que todas las actividades
artísticas en la Edad Media estaban subor-
dinadas a los mandatos religiosos y aleccio-
nadores la Iglesia católica, circunstancia
que influyó de manera decisiva en los pro-
cesos creativos de la época.
Figura1.Inicial del Segundo Libro de los Reyes
(Biblia sacra cum Prologis). Segunda
mitad del siglo XII Pergamino, latín,
46X33 cm. Suabia (Weissenau).
Imagen tomada del libro: Woronowa, T., y
Sterligow, A. (2007). Manuscritos Ilumina-
dos. Bogotá: Editorial Panamericana. (p.33).
Cuatro4.A diferencia de lo que se cree, la iluminación
de libros en la época medieval también fue lle-
vada a cabo por mujeres, quienes dedicadas a
la vida monacal, participaron activamente en el
oficio. En el siglo V d.C., el nombre de Ende apa-
rece para hacer mención a una de las primeras
referencias de mujeres ilustradoras de la historia.
Su nombre fue confundido como un nombre mas-
culino, pero en una de sus anotaciones aparece
la inscripción Ende pintrix et Dei aiutrix (“Ende,
pintora y sierva de Dios”) (Porqueres, 1995, p. 34).
Los clérigos4 desempeñaban el papel de
iluminadores de libros desde los monaste-
rios europeos, espacios que fueron los más
importantes centros de desarrollo intelectual
y artístico desde el siglo VI hasta el XVI. En
aquél momento, era recurrente la ilustración
de textos bíblicos, libros de plegarias, libros
de “horas” o de oraciones diarias, en los cua-
les las imágenes cumplían una función par-
ticularmente decorativa. Esto puede notarse,
por ejemplo, en pergaminos de origen fran-
cés hacia finales del siglo XIV, en la imagen
de La Anunciación (libro de horas a la usanza
de Roma) o en La Visitación, el libro de horas
de María Estuardo de finales del siglo XV, en
donde proliferan los motivos florales, colo-
ridos arabescos y composiciones de formas
orgánicas, alineadas a un lado de la página
rodeando la imagen principal que general-
mente está ubicada en el centro (Woronowa,
2007).
alarife / Páginas 12-35 / Enero 201217
dieciocho
La intrincada elaboración era llevada a
cabo sobre soportes de pergamino, prepara-
dos previamente, en los que se realizaban
aplicaciones de color púrpura y a las cuales
se sumaban decoraciones que incluían pig-
mentos en oro y plata. Dichas ornamenta-
ciones estaban compuestas frecuentemente,
además de los diseños florales, por una letra
“historiada”: letra principal que daba inicio al
manuscrito, realizada en mayúscula con evi-
dentes características caligráficas del gótico,
y a la que también se le adicionaban orna-
mentos y figuras mitológicas como dragones
y seres alados.
Posteriormente, las iluminaciones en
toda Europa, particularmente en Francia
(como centro importante en la iluminación
de manuscritos), Italia y España, se fueron en-
riqueciendo con la inclusión de elementos ta-
les como la figura humana, la perspectiva, el
volumen, dibujos arquitectónicos e infinidad
de detalles, hasta el siglo XVI, con el cual llegó
la decadencia de este arte, generada inevita-
blemente por la difusión del libro impreso.
Tal expansión permitió que el acceso a la li-
teratura dejara de ser para uso exclusivo de
la clase noble, que tenía mayor posibilidad
de adquirir estos costosos ejemplares, cuya
ornamentación era llevada a cabo, de forma
manual por artistas artesanos y escribas, en
largas jornadas de trabajo, y para lo cual, se
exigía la utilización de materiales, pigmentos
y soportes que implicaban grandes inversio-
nes (Woronowa, 2007).
Figura2.Presentación en el Templo. Libro de
Horas a la usanza de París. Segunda
mitad del siglo XIV. Pergamino, latín y
francés, 3x2 cm París (Francia).
Sin embargo, con los importantes des-
cubrimientos renacentistas, la ilustración no
solo circunscribió sus servicios a intenciones
de carácter religioso, místico y devocional cla-
ramente evidenciadas en los manuscritos ilu-
minados, sino que también, contribuyó en la
difusión de distintas formas de pensamiento
y conocimiento de tipo científico y literario.
En el ámbito literario, el género de ficción,
con características narrativas (novelas, cuen-
tos y fábulas) también tuvo y sigue teniendo
una cuota importante de participación en la
difusión de la imagen, particularmente en la
literatura dirigida a los niños.
LA LITERATURA PARA NIÑOS,
ESPECIALMENTE EL CUENTO Y LA
FÁBULA, REMONTA SUS ORÍGENES
EN OCCIDENTE A LA NARRATIVA
ORAL SURGIDA EN GRECIA Y ROMA,
LA CUAL TUVO UNA MARCADA IN-
FLUENCIA EN TRADICIONES ORALES
EGIPCIAS5. ESTA ESTRUCTURÓ LOS
PRIMEROS ATISBOS DE CUENTOS
PARA NIÑOS, CON CONTENIDOS
HISTÓRICOS DE ORIGEN HELÉNICO
Y HAZAÑAS DE HÉROES QUE ERAN
CONTADAS POR MADRES Y NANAS.
Imagen tomada del libro: Woronowa,T. y
Sterligow, A. (2007). Manuscritos Ilumina-
dos. Bogotá: Editorial Panamericana (p.79).
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas
TradiciónTradición oral y literatura infantil
18
diecinueve
De la misma forma surgen las fábulas que
hicieron su aparición hacia el año 146 a.C., con
el escritor griego Esopo. Estos relatos, con anti-
guos orígenes en el mito y la leyenda, tenían
contenidos moralizantes y aleccionadores,
modelo que era considerado muy apropiado
para el público infantil ya que sus personajes
centrales, que solían ser animales, hacían po-
sible reconocer distintas debilidades del com-
portamiento humano tales como el egoísmo,
la envidia, la avaricia, etc. (Echeverría, 1994).
Ya en la Edad Media, la rica tradición oral
proveniente de los griegos se desvirtuó, por tra-
tarse de expresiones paganas; sin embargo, se
produjo una simbiosis entre lo seglar y lo reli-
gioso, lo que enriqueció las prácticas populares
que continuaron siendo transmitidas oralmen-
te. El romanticismo trajo consigo el anhelo de
retomar el ensueño, perdido en los afanes por
la búsqueda de la verdad, el conocimiento y la
racionalidad del siglo XVIII; y en esta búsque-
da por recuperar aquello, los ojos de muchos
comenzaron a fijarse en los niños, encajando
este sentimiento con las novedosas propuestas
pedagógicas y psicológicas de la época, que en-
marcaban la infancia como parte de un impor-
tante proceso en la construcción de la persona.
Ahora bien, en el campo de la visualidad,
el renacimiento de las expresiones artísticas
en el medioevo, a partir de innumerables
creaciones pictóricas de vitrales y frescos (en
los cuales se representaban toda clase de
historias, particularmente relacionadas con
episodios bíblicos), propiciaron un aporte
importante al que muy probablemente tuvo
acceso la población infantil de la época. Cabe
recordar que para este momento histórico,
pocas eran las formas de acceder a los libros,
objetos que eran considerados como inusua-
les, excepcionales y de difícil consecución
para la mayoría de las personas, entre otras
razones porque la posibilidad de aprender a
leer y escribir estaba relegada a las clases aris-
tocráticas (Echeverría,1994).
La consolidación del cuento infantil se
inicia con las ya mencionadas tradiciones ora-
les, y se reafirma entre el inicio y el fin del
romanticismo, constituyéndose en un género
que con el paso del tiempo fue reforzando su
importancia también en la medida en que el
mundo infantil ganaba relevancia en las so-
ciedades occidentales europeas y se separaba
de las dinámicas sociales y económicas de los
adultos6.
Cinco5.En este punto, debe anotarse que si bien la narrativa oral vinculada con cuentos infantil tiene
un origen para el mundo occidental, en Grecia y Roma, este fenómeno fue influenciado por narra-
ciones que tienen una procedencia mucho más antigua en Egipto, entre los siglos XIII o XIV a.C.,
como se observa en la obra, Una historia mágica de los cuentos, del autor Enric Balasch Blanch. De
igual forma, Rocío Vélez de Piedrahíta, en su escrito Guía de literatura infantil, afirma que dichas
tradiciones orales llegaron a Europa a través de las Cruzadas, la recopilación de cuentos orientales
en Las Mil y una noches, y la influencia árabe en España (Vélez, 1991).
Actualmente, esta forma de expresión
literaria es poseedora de unas características
narrativas y visuales tan especiales que le han
permitido llegar más fácilmente al mundo de
los infantes. Para María Victoria Sotomayor,
en su escrito Lenguaje literario, géneros y lite-
ratura infantil, la trascendencia comunicativa
que posee el lenguaje literario para niños, al
lado del lenguaje común, le imparte un va-
lor agregado, así como pueden serlo también
la brevedad de su estructura, la manera de
construir personajes, la multiplicidad de his-
torias y una narrativa particular que propicia
la fantasía, la imaginación y la inventiva. Su-
mado a lo anterior, se añade lo que Poe y Cor-
tázar (citado en Sotomayor, 2000) manifiestan
como una cualidad del cuento: “la intensidad
y la tensión”, lo cual, reafirma Poe, provoca
un “efecto único” (desenlace y sorpresa), ele-
mentos que son favorecidos por la utilización
reducida de medios (p. 30).
Seis6.En épocas antiguas, los niños no eran
considerados como tales, y hacían parte ac-
tiva del mundo de los adultos como si fuesen
“adultos en miniatura” (Vélez, 1991, p. 23).
alarife / Páginas 12-35 / Enero 2012
Tradición
19
veinte
FiguraFiguraFigura
En lo concerniente a los elementos visua-
les en el cuento infantil, la ilustración viene
a ser manifiesta históricamente solo hasta el
siglo XVI con el primer libro dirigido especí-
ficamente a los niños y pensado con imáge-
nes: el Orbis Pictus, escrito e ilustrado por el
pedagogo checoslovaco Jan Amos Komensky
(1592-1670), un texto con fundamentos teó-
ricos retomados de Bacon y de Locke7 sobre
pedagogía y didáctica para enseñar a los
niños, con el cual se promulga la educación
a partir de la observación de las cosas y no
de las palabras, y en donde, por primera vez
en un libro infantil, se utiliza el recurso de la
imagen para apoyar lo escrito con una clara
intención de hacer más explícita la palabra.
3.Grabado.
4.Grabado.
5.Grabado.
Imagen tomada del libro
Sensualium- Orbis Pictus- Autor
de la Obra: Jan Amos Komensky.
[Página Web en línea]. Disponible
http://www.uned.es/manesvirtual/
Historia/Comenius/OPictus/
Pictus001.jpg. [Consulta: 2013,
Febrero 5].
Imagen tomada del libro
Sensualium- Orbis Pictus- Autor
de la Obra: Jan Amos Komensky.
[Página Web en línea]. Disponible
http://crean.es/tag/comenius/
Publicado por Miguel Montaner
El 12 de Junio de 2012[Consulta:
2013, Febrero 5].
Imagen tomada del libro
Sensualium- Orbis Pictus- Autor
de la Obra: Jan Amos Komensky.
[Página Web en línea]. Disponible
http://www.digibooks.cz/helper/
details/810_001.htm [Consulta:
2013, Febrero 5]
Siete7.Para Locke los niños debían educarse de una manera amena pues “consideraba la mente
del niño como una página en blanco donde se podían grabar lecciones y más importante aún,
que el niño podía recibir material agradable, disfrutar con las letras, en lugar de ser castigado
con ellas” (Vélez, 1991, p. 30).
A partir de esta primera intención pedagógica y didáctica son varios los escritores que en
Francia, Alemania, e Inglaterra se interesan por desarrollar literatura para niños. Puede men-
cionarse por ejemplo a los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, Hans Christian Andersen, Charles
Perrault o Lewis Carrol, entre otros. Estos escritores recopilaron una gran tradición oral enca-
minada a propagar el folclor y las tradiciones, a lo cual, posteriormente fue añadiéndose un
propósito mucho más instructivo y formativo.
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas
La imagenLa imagen apoyando el texto en la literatura para niños
20
veintiuno
Desde aquellas apariciones iniciales de
textos ilustrados para niños, aún fueran estos
de carácter íntegramente didáctico (como era
usual), la imagen comenzó a hacer presencia de
manera persistente y a través de este desarrollo,
la unión entre texto e imagen fue consolidán-
dose en un vínculo que aún permanece. Es así
como en las actuales construcciones literarias
para la infancia, es difícil pensar en un libro
infantil que no contenga imágenes. Estas apa-
recen como un elemento comunicador de igual
significación al texto:
En el niño, el ejercicio de reconocer
en una imagen la representación de
la realidad no es un simple “juego de
niños”. Cuando un niño mira imágenes
y comienza a identificar los objetos re-
presentados en ellas, realiza una activi-
dad mental muy elaborada, puesto que
no está en presencia del objeto real sino
de su representación. Reconocer los ob-
jetos sobre la imagen y nombrarlos es
poder apropiárselos y controlarlos (Cas-
trillón, 1992, p. 3).
Como se hace mención en párrafos anterio-
res, no es posible refutar la influencia de la ima-
gen en el desarrollo del conocimiento humano.
Es tal vez porque esta ejerce una inmediatez,
una efectividad y una solidez en la aprehensión
de nuestro entorno, difícilmente alcanzada por
otros mecanismos. Nuestro cerebro es un per-
manente constructor de imágenes, que vincula
de manera continua percepción visual, imagina-
ción y memoria, y en esta relación se entrecruza
el aprendizaje de lo que percibimos diariamen-
te en nuestro entorno, con los códigos genéticos
y culturales que van construyendo nuestros pro-
cesos de aprendizaje. En el niño, la construcción
de estos códigos se produce en asociaciones con
el mundo que nos rodea a partir de un lenguaje
que es automático, que no se desmenuza ni se
analiza, pero sirve de primera referencia en su
relación con el mundo físico8.
Para Leonardo da Vinci el sentido de la vista
era el más importante mecanismo del ser hu-
mano para adquirir conocimiento, con respecto
a lo cual consignó en algunos manuscritos que
fueron reunidos en sus Cuadernos de notas la si-
guiente apreciación: “El ojo, que es la ventana
del alma, es el órgano principal por el que el
entendimiento puede tener la más completa y
magnífica visión de las infinitas obras de la na-
turaleza” (1995, p. 11). Así mismo, la psicología
de la Gestalt plantea en sus estudios sobre la
percepción la posibilidad del aprendizaje hu-
mano debido a un pensamiento visual que se
hace tangible, por ejemplo, en la inclinación na-
tural a la creación y al ordenamiento visual de
nuestro entorno físico, proporcionando a la ma-
terialidad que nos rodea el equilibrio, la forma,
la armonía, etc., factores que también se rela-
cionan con la creación artística y los propósitos
comunicativos que proliferan en la actualidad
(Martínez, 2004).
En el lenguaje visual, la imagen se instala
frecuentemente como un recurso que simple-
mente nos atrae o no nos atrae, nos gusta o no
nos gusta: “…el lector es invitado a considerar
que a través del lenguaje visual se transmiten
conocimientos, es decir, que la imagen es un
vehículo que alguien utiliza para algo” (Acaso,
2006, p. 20), pues en la transmisión de imágenes
el mensaje es concreto, directo, y esta concre-
ción se hace manifiesta por la posibilidad que
tenemos de observar formas, espacios, colores,
tamaños y texturas.
Ocho8.En su libro El lenguaje Visual, la escri-
tora María Acaso (2006), en una concreta
descripción, se refiere a la imagen como un
lenguaje tan efectivo, que no requiere de
aprendizaje previo y esa es una de las razo-
nes por las que los niños antes de aprender
a escribir tienen la capacidad, aun siendo
muy pequeños, de hacer representaciones
con dibujos (p. 27).
alarife / Páginas 12-35 / Enero 201221
veintidós
Cuando la imagen aparece en el proceso de lectura, esta es capaz de gene-
rar una gran sensibilidad en el público infantil, una respuesta perceptiva que
produce a su vez deleite y satisfacción. Por tanto, las posibilidades de aprendi-
zaje se multiplican al tener no solo la posibilidad de percibir desde lo dicho o
escrito, sino también desde lo que puede ser observado. Dice Petrini: “El libro
debe hablar más por las imágenes que por conceptos, y por ello la ilustración
es un auxilio indispensable del texto, especialmente para los niños que aún
tienen poca confianza con la lectura” (1981, p. 126)9.
Fuente: Herrera (2011).
Propiedad de la artista.
Nueve9.Juan Cervera (s.f.), en su libro Teoría de la li-
teratura infantil, reafirma los conceptos de Enzo
Petrini con respecto a la importancia que tiene
una imagen con la siguiente frase: “Una expresión
verbal puede pasar desapercibida a cualquier lec-
tor y más a un niño. Pero traducida en imágenes,
con el aditivo de las sensaciones y de la inmedia-
tez, causará mayor impresión” (p. 262).
Figura6.Así soy
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas22
veintitrés
LA IMAGEN SE CONCIBE ORI-
GINALMENTE EN LA IMAGI-
NACIÓN Y PASA LUEGO A UNA
POSTERIOR INTERPRETACIÓN
A PARTIR DE LA PERCEPCIÓN
COTIDIANA DE NUESTRO
ENTORNO. ES ASÍ COMO EN
EL PENSAMIENTO EMPIRISTA,
LOCKE NO PROMULGA UNA
DIFERENCIA PREDOMINANTE
ENTRE PENSAR Y PERCIBIR.
POR OTRO LADO, PARA DAVID
HUME LAS IDEAS SON IMÁGE-
NES, ES LA IMAGINACIÓN LA
CUALIDAD MÁS DETERMINAN-
TE DEL PENSAMIENTO, LA QUE
NOS PERMITE RECREAR LAS
COSAS CUANDO ESTAS SE EN-
CUENTRAN AUSENTES.
Según la visión constructivista desde la
psicología, el niño edifica su universo a par-
tir de su relación con los objetos (con lo que
ve), el espacio y el tiempo, y esta posibilidad
perceptiva, permite darle orden a sus expe-
riencias estructurando y organizando com-
portamientos de forma inteligente. La imagen
entonces se comporta como una relación que
hace nuestro pensamiento entre lo que ve y lo
que recuerda de ese objeto en su ausencia, un
sofisticado proceso en el que se involucran la
imaginación y la interpretación (García, 2000).
En el desarrollo de construcción de imá-
genes para un cuento infantil, no solo ha de
tenerse en cuenta lo que hemos venido men-
cionando. A esto deben añadirse dos aspectos
de suma importancia para el ilustrador: en
primera instancia, este no puede desconocer
las características del desarrollo infantil según
la edad para la cual se realiza la ilustración,
pues cada etapa en dicho desarrollo posee
singularidades que le son propias, tales como
el nivel de comprensión, la manera como se
utiliza la fantasía, el tiempo en el que se pue-
de mantener la atención sobre una imagen
determinada, la complejidad de su lenguaje,
entre otras. Así como considerar que cada
individuo independientemente de su edad,
también percibe de manera particular situa-
ciones comunes. Antonio Orlando Rodríguez
(1991) lo expresa de la siguiente forma: “…los
muchachos reaccionan de distinta manera,
ante estímulos semejantes, tienen preferen-
cias diversas, condicionadas por su forma-
ción y por el medio donde se desenvuelven.
El cuento, el poema que fascina a un niño, a
otro puede resultarle indiferente” (p. 2).
Y en segunda instancia, el ilustrador de-
berá tener en cuenta la clase de libro que
está por ilustrar. En este aspecto, por ejem-
plo, se hace importante diferenciar un libro
de carácter pedagógico o formativo, y uno de
naturaleza narrativa, recreativa o de ficción.
Actualmente en los libros de carácter peda-
gógico, diccionarios, textos escolares, enciclo-
pedias, libros de actividades, entre otros, las
imágenes deben ceñirse a un texto y la rela-
ción entre estos dos suele ser bastante estre-
cha. En ellos, el estudio de las imágenes que
irán acompañando el texto se realiza entre
editor, diseñador e ilustrador, pues tratán-
dose de libros que transmiten conocimiento
la imagen debe circunscribirse de forma más
férrea a ciertos parámetros que son estableci-
dos por la editorial, dado que las ilustracio-
nes deben continuar un orden de lectura y un
ritmo. De tal suerte que personas ajenas al
ilustrador dentro del comité editorial, pueden
decidir qué tipo de técnica ilustrativa llevarán
las imágenes (Simpson, 1984, p. 114).
alarife / Páginas 12-35 / Enero 201223
veinticuatro
Ahora bien, las ilustraciones que acom-
pañan los libros infantiles que son de carácter
literario, en este caso las narraciones, cuentos
o fábulas, no solamente funcionan para me-
jorar la comprensión del texto, tampoco su
razón de ser se circunscribe a lo ornamental
o decorativo. Su validez abarca objetivos más
profundos, la ilustración en su simbiosis con
el texto formula relaciones en las cuales el
uno no se subyuga al otro, porque cada cual
existe en función de un lenguaje, cada cual
aporta sus propios significados y comuni-
ca de forma particular. Para Martínez Moro
(2004), en el libro ilustrado convergen texto e
imagen, “dos canales de comunicación y una
única experiencia” (p. 95). Dos maneras de
decir y comunicar algo, presentes en un solo
objeto: el libro.
Itsvan Schritter (2006) afirma que existen
tres formas en que la imagen puede apare-
cer en un cuento infantil: en la primera una
imagen puede “ilustrar” un texto, como ha
sucedido en la gran mayoría de los casos;
en la segunda, tanto la ilustración como el
texto llevan información, y en la tercera, las
ilustraciones se valen por sí mismas y ofrecen
información adicional. Agrega además: “Un
discurso no verbal jamás podrá ‘copiar’ a un
discurso verbal (y viceversa); la única manera
de copiar un texto será con ese mismo len-
guaje hecho de letras y palabras, no con otro
hecho de punto, línea, color, forma, espacio,
textura” (p. 5). Esto indica que cada lenguaje
tiene una manera singular de comunicar y
que lo que permite esta fusión es una rela-
ción de complementariedad entre ellos.
Observemos algunas características en la
ilustración del cuento infantil, especialmen-
te en las últimas décadas. En primer lugar,
la imagen, además de poseer un carácter
comunicativo, también se enriquece por sus
aportes estéticos. No en vano la ilustración
se ha nutrido de la pintura, el dibujo, la fo-
tografía y la expresión artística en general.
Esta categoría literaria, le ha brinda-
do la posibilidad a los ilustradores (esto se
manifiesta particularmente desde las últi-
mas décadas del siglo XX en nuestro país)10
de expandirse y recrearse en una multitud
de expresiones innovadoras que surgen de
una permanente experimentación, no sólo
a través de los métodos utilizados (mezclas
variadas de técnicas análogas en una misma
propuesta, collage, fotografías, recursos digi-
tales, etc.), sino también con claras influen-
cias conceptuales retomadas de los primeros
movimientos artísticos y vanguardistas que
se sucedieron durante los primeros cincuen-
ta años del siglo XX. Estos conceptos han
circulado entre corrientes expresivas prove-
nientes del fauvismo con sus explosivos con-
trastes de color, el uso emotivo y pasional
de las formas del expresionismo alemán, el
rompimiento de las reglas de la perspectiva
en el cubismo, hasta la utilización de suges-
tivas imágenes surgidas del inconsciente que
fue predominante en el surrealismo de Joan
Miró, Dalí y Magritte.
Diez10.La ilustración de cuento infantil en nuestro país en épocas anteriores a la década del
ochenta, era una actividad casi anónima. Prueba de ello es que, por muchos años, no se hacía
mención alguna al ilustrador en los créditos del libro. De igual manera, se percibe la poca sig-
nificación que se le daba a la imagen en este tipo de literatura, al observarse la gran escasez de
imágenes en estas publicaciones, y adicionalmente, los pocos aportes estéticos de las mismas.
Sin embargo, debe decirse que fue la industria editorial de esos años la que no favoreció esta
actividad artística, hasta la creación del premio ENKA de literatura infantil, finalizando la dé-
cada del setenta. Dicho premio impulsó de alguna manera esta industria literaria promoviendo
la actividad tanto del escritor como del creador de imágenes.
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas
SingularidadesSingularidades en la ilustración para un cuento infantil
24
veinticinco
Figura7.El carromato
Fuente: Soacha (2012). Propiedad del artista.
Nota: Propuesta presentada para un libro del escritor Mario Montaña.
alarife / Páginas 12-35 / Enero 201225
veintiséis
Desde los aspectos formales, en la ilus-
tración actual de cuentos para niños es
recurrente encontrar, por ejemplo, la utili-
zación de perspectivas desenfocadas y ab-
surdas, personajes que se transportan desde
estereotipos asociados con lo “bello” y “lo
bonito” para convertirse en personajes que
se acercan fácilmente a lo feo, lo cómico y
lo caricaturesco. Las características físicas
de los personajes se han alejado ya de este-
reotipos establecidos como son las conven-
ciones retomadas de la industria del cine
(imágenes de Disney), o representaciones de
la figura humana anatómicamente muy de-
finidas y clásicas. La coherencia en la cons-
trucción de las formas de personas, anima-
les o cosas se ha visto alterada hasta llegar
a extremos altamente expresivos, donde se
encuentran personajes con los brazos más
largos de lo normal, la cabeza notablemente
más grande que el cuerpo, etc.
Figura8.Rumbo a la felicidad
Fuente: Herrera, Lizandra (2006).
Propiedad de la artista.
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas26
veintisieteFuente: Soacha, Oscar (2012). Propiedad del artista.
Figura9.Imagen propuesta para la revista Mascotas.
alarife / Páginas 12-35 / Enero 201227
veintiocho
El empleo expresivo del color, por su
parte, entra en un juego permanente de
posibilidades. Las aplicaciones cromáti-
cas son permitidas de manera estridente
e insólita, desde cuentos que se presen-
tan con paletas cromáticas oxidadas, en
gamas bastante oscuras y pastosas y de
baja tonalidad, hasta cuentos ilustrados
únicamente con trazos de tinta, que a
pesar de la ausencia de color, conservan
un alto componente de expresividad11.
Once11.Actualmente, la ilustración de cuentos
infantiles en nuestro país muestra con mu-
cha evidencia todas estas características,
compitiendo en creatividad, belleza y efec-
tividad comunicativa con cuentos ilustra-
dos en países que son muy fuertes en este
terreno, como por ejemplo España, Inglate-
rra, Italia y Alemania.
Figura10.Pijama de Rayas. Ecoline
Fuente: Duque, María Isabel (2000).
Propiedad del ilustrador
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas28
veintinueve
Figura11.Arbol de colores. Ecoline
Fuente: Duque, María Isabel (2000).
Propiedad del ilustrador
Fuente: Duque, María Isabel (2000). Propiedad del ilustrador
En el libro Invención y evolución de un gé-
nero para niños: el libro-álbum, Kenneth Ma-
rantz (2005) dice lo siguiente, refiriéndose a la
manera como pueden ser expuestos la forma
y el color por un ilustrador de cuento infantil:
El color manipula nuestras emo-
ciones de la misma manera como
las cuerdas del titiritero mueven las
extremidades de una marioneta. Los
distintos tonos de azul que usa Schu-
levitz en Dawn crean cambios en el
estado de ánimo casi imperceptibles
en el texto. Van Allsburg utiliza ángu-
los inusuales como artificio para su-
mergirnos en sus mundos surrealistas
(p. 20)12.
Doce12.En los inicios del cuento escrito para
niños, el color poseía un carácter básica-
mente simbólico, el cual se vinculaba a los
cuatro elementos de la naturaleza: el fue-
go, el agua, el aire y la tierra. Así también,
se invocaban en su aplicación relaciones
que tenían que ver con conocimientos al-
químicos, herméticos y mágicos (Balasch,
2003).
alarife / Páginas 12-35 / Enero 201229
treinta
Parte de lo dicho anteriormente se rea-
firma cuando Bajour y Carranza manifiestan
que, como un hecho contradictorio, los li-
bros para niños con frecuencia contravienen
y desafían los preceptos y las normas que
comúnmente rigen en la literatura y la esté-
tica (Schritter, 2006). Es frecuente encontrar,
por ejemplo, hablando del contenido escrito,
temas que hacen referencia a lo grotesco, lo
cómico, elementos narrativos que se acercan
a lo burlesco, y lo sarcástico, con lo cual se
ponen en evidencia aspectos característicos
de la naturaleza humana. Y por supuesto, en
este sentido, las propuestas estéticas desde lo
icónico no se quedan atrás; ya hablamos de
cómo las vanguardias artísticas surgidas en
Europa en los inicios del siglo XX han influido
notoriamente en la manera de hacer ilustra-
ción, hecho que ha enriquecido desde el pun-
to de vista plástico las prácticas ilustrativas en
muchas partes del mundo.
En este punto del presente escrito, po-
demos tener una aproximada claridad en
torno a cómo el proceso ilustrativo, involucra-
do en la creación de un cuento para niños,
denota, más allá de una primera impresión
visual, todo un conjunto de elementos que
nos llevan a mirar esta actividad desde con-
sideraciones más profundas. Dichas consi-
deraciones pueden referirse, por ejemplo, a
los componentes estéticos que la integran y
que propician en el niño acercamientos con
la creatividad y la imaginación, las aprecia-
ciones visuales sobre lo bonito o lo feo, y
adicionalmente unos componentes desde lo
cognitivo que le permiten a través de las for-
mas hacer un reconocimiento del mundo que
cotidianamente vivencia.
Si nos referimos a lo formal, tenemos las
posibilidad también de relacionar estas re-
flexiones, al dibujo como componente cons-
tructivo fundamental de la ilustración, el cual
se manifiesta asimismo como un recurso ex-
presivo que comunica y transmite a través de
la elaboración de líneas y contornos que son
trazados en un soporte o superficie y que al
unirse entre sí, estructuran formas. Estas for-
mas se constituyen en representaciones que
son producidas por mecanismos funcionales
del cerebro como el recuerdo o la memoria, y
también por configuraciones de lo observado
en tiempo presente y que permiten finalmen-
te hacer relaciones de asociación con el mun-
do que nos rodea.
Figura12.Sin título
Ilustración: Soacha. Oscar. (2012). Propiedad del
artista.
Nota: Imagen propuesta para la exposición “Ima-
gen y Palabra” realizada en la Universidad Los
Libertadores en 2012.
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas30
treinta y uno
Pero hemos de anotar que, actualmente,
la ilustración no se manifiesta únicamente por
características que comprometen elementos
formales del dibujo, sino que en su construc-
ción se involucran también recursos cromáti-
cos y compositivos, expresados de múltiples
maneras (en este punto, es importante tener
en cuenta que la ilustración de cuentos infan-
tiles en sus orígenes se construía a partir única-
mente de imágenes realizadas en grabado y en
blanco y negro). Por lo tanto, en un libro ilus-
trado, para nuestro caso, un cuento infantil,
se hace manifiesta una reunión de elementos
que configuran características de las artes, las
cuales propician en los niños diversos estímu-
los relacionados con la sensibilidad, la estética
y la imaginación.
alarife / Páginas 12-35 / Enero 201231
treinta y dos
Figura13.Difícil internet
Ilustración: Herrera, Lizandra (2007). Propiedad de la artista.
El lenguaje visual es el mecanismo más antiguo de co-
municación utilizado por el hombre (fueron primero las
imágenes que el lenguaje escrito), que logra por encima de
cualquier otro lenguaje acercarse más eficazmente a la rea-
lidad. En los procesos de construcción del cuento infantil, la
ilustración se sirve de la imagen, por su gran capacidad de
inmediatez y de recepción, virtud que posibilita acercarse
al mundo infantil de manera mucho más perdurable em-
pleando para ello la formalización de lo visual y lo pedagó-
gico en procesos cognitivos y de aprendizaje que facilitan la
relación que hace el niño con su entorno en estos primeros
años.
Los mundos fantásticos narrados en una historia para
niños, se entrecruzan con las vivencias reales a través de
símbolos y relaciones analógicas, por eso la lectura de un
cuento infantil, más allá de traducirse en un acto que con-
lleva acciones lúdicas y recreativas, es generadora de re-
flexiones que nos acercan al mundo para comprenderlo en
una dimensión más tangible y permiten, como lo menciona
la escritora e ilustradora brasileña Eva Furnari, “soñar con
los ojos abiertos”.
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas32
treinta y tres
La inmediatez de la imagen es difícilmen-
te comparable en su eficacia a otros medios
comunicativos; a través de ella, el mensaje
se instala de manera concreta, directa y con-
tundente en los procesos de aprendizaje en
el ser humano. Esto se hace manifiesto por la
posibilidad que atesoramos de observar colo-
res, texturas, tamaños, espacios e infinidad de
formas compuestas, en un proceso de apre-
hensión del mundo tangible que se vincula
de forma inmediata, no sólo con elementos
relacionados con la cognición sino también
con los entornos sublimes de la subjetividad
humana.
Cuando la imagen aparece en el proceso
de lectura de un libro para niños, tiene la ca-
pacidad de generar una gran sensibilidad en
el público infantil; una respuesta perceptiva
que produce a su vez deleite, satisfacción y
complacencia, multiplicando así las posibi-
lidades de aprendizaje, al tener el niño no
sólo la facultad de percibir desde lo dicho
o escrito, si no desde lo que puede ser tam-
bién observado. Este potencial del que goza
la ilustración para cuento infantil, se origina,
primero, en la facultad que tiene dicha cate-
goría ilustrativa de generar multiplicidad de
expresiones que se vinculan con la imagina-
ción, la fantasía, los mundos soñados; y en
segundo lugar, por las innegables cualidades
plásticas y estéticas que posee, las cuales han
sido nutridas de manera continua por diver-
sas corrientes artísticas, algunas de ellas pro-
venientes de las ya lejanas vanguardias que
consolidaron los movimientos artísticos en la
primera mitad siglo XX.
Por tanto, la imagen como elemento
de importante significación para un cuento
infantil, se afianza en esta relación imagen-
texto; no solamente desde un incuestionable
e indiscutible acompañamiento, si no que se
convierte a su vez, en una potenciadora del
relato; cargada de elementos expresivos que
comunican y propician estímulos sensibles
hacia lo estético, lo imaginativo y lo cogni-
tivo.
alarife / Páginas 12-35 / Enero 2012
ConclusionesConclusiones
33
treinta y cuatro
A Daniela Violi, Lisandra Herrera, Oscar
Soacha, mis amigos ilustradores, quienes ge-
nerosamente facilitaron algunas imágenes de
su prolífico y creativo trabajo.
A mi querido amigo y compañero Andrés
Foglia Ortegate, que se encuentra ahora en
busca de sus sueños, y quien fue, mientras
tuve el gran placer de trabajar al lado de él,
un invaluable apoyo, no solo en lo personal,
sino también en todo este proceso investiga-
tivo que adelanto.
A la Universidad Piloto de Colombia, por
permitir este valioso espacio de reflexiones
alrededor del conocimiento.
alarife / No. 23 / María Isabel Duque Cardenas
AgradecimientosAgradecimientos
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treinta y cinco
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BibliografíaBibliografía
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