Upload
faloyola
View
99
Download
6
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Sistemas de Conducción en Olivos
Citation preview
TALLER DE LICENCIATURA
IMPLEMENTACIÓN DE SISTEMAS DE CONDUCCIÓN PARA OLIVAR (Olea europea L.) DE ACEITE EN MEDIA
INTENSIDAD, LOCALIZADO EN LA ZONA DE SAN RAFAEL, VII REGIÓN.
Alumna: Constanza Pastene G. Profesor Guía: Ricardo Cautín M Profesor Corrector: Levi Mansur
Quillota, Noviembre de 2003.
2
ÍNDICE DE MATERIAS
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………..………………………..1 2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA………………………………………….…………………………4 2.1.Características botánicas de la especie 4 2.2.Condiciones edafoclimáticas óptimas para el cultivo del olivo 7 2.2.1. Clima 7 2.2.2. Suelo 9 2.3. Crecimiento vegetativo en plantas 9 2.3.1. Factores internos de crecimiento del brote 12 2.3.1.1. Reguladores de crecimiento 12 2.3.1.2. Estado hídrico de la planta 13 2.3.1.3. Nutrimentos minerales 13 2.3.1.4. Hidratos de carbono 13 2.3.2. Factores externos de crecimiento del brote 14 2.4. Importancia de la humedad para la floración 15 2.5. La nueva olivicultura 17 2.6. Formación en frutales 18 2.6.1. Efectos de la poda sobre el crecimiento vegetativo 20 2.6.2. Efecto de la poda sobre la floración y fructificación 21 2.6.3. Poda de formación en plantaciones densas 22 2.7. Importancia de lograr la máxima superficie de fructificación iluminada 25 2.8. Sistemas de conducción propuestos para olivo 27 2.8.1. Ypsilon 27 2.8.2. Monocono 29 2.8.3. Vaso libre 32 2.9. Incidencia económica de los sistemas de conducción 33 3. MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………………………...…………….35 3.1. Ubicación del ensayo 35 3.2. Recursos del predio 35 3.2.1. Clima 35 3.2.2. Suelo 36 3.2.3. Agua 36 3.3. Materiales 36 3.3.1. Material vegetal 36 3.3.2. Caracterización varietal 37 3.3.3. Materiales de medición 38 3.4. Diseño experimental 38 3.5. Descripción del ensayo 38 3.6. Análisis estadístico 44 4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS………..……...………………………47 4.1. Ensayo 1 cultivar Frantoio 47 4.2. Apresiación global de ensayo 1cultivar Frantoio 56 4.3. Ensayo 2 cultivar Barnea 56 4.4. Apresiación global de ensayo 2 cultivar Barnea 65
3
4.5. Ensayo 3 cultivar Picual 65 4.6. Apresiación global de ensayo 3 cultivar Picual 76 4.7. Ensayo 4 cultivar Frantoio 76 4.8. Apresiación global de ensayo 4 cultivar Leccino 86 4.9. Tiempo de poda 87 5. CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………99 6. RESUMEN…………………………………………………………………………………...…….92 7. LITERATURA CITADA………………...…………………………………………………………93
4
1. INTRODUCCIÓN
Desde hace algún tiempo y en especial desde que los olivos han alcanzado una
gran importancia en el mercado, se han realizado un número importante de
plantaciones de olivos en alta densidad, verificando un vuelco a la olivicultura
tradicional del mundo. Se ha incorporado y adaptado el conocimiento fisiológico y
tecnológico para establecer estrategias tendientes a configurar un sistema de cultivo
capaz de aumentar la productividad y reducir sus costos, acuñándose la
denominación de "Nueva Olivicultura" (FIA, 1999a).
Una de las ventajas que proporciona la plantación en marcos intensivos, es la
temprana puesta en producción, la alta productividad, la mecanización integral del
cultivo, reducción del uso de plaguicidas y la rápida industrialización, haciendo que
el huerto tenga una mayor eficiencia, aprovechando aún más el medio y logrando
una producción de alta calidad y aceptación (FIA, 1999a).
Debido a las interesantes proyecciones económicas y a las óptimas condiciones
agroecológicas para el desarrollo de la olivicultura en Chile, a partir de 1995 han
comenzado a realizarse una serie de mejoras tecnológicas, así como también
inversiones en introducción y propagación de nuevas variedades de olivos,
expansión de la superficie plantada y el inicio de la investigación sobre técnicas de
manejo adecuadas a nuestras condiciones de cultivo. Es esencial que los sistemas
de producción e industrialización se modernicen, de manera que la olivicultura
chilena sea capaz de competir con los exigentes mercados internacionales (FIA,
1999a).
Una importante experiencia mundial ya acumulada en el logro de estos objetivos
permite a los países que recién comienzan, iniciar su modernización con buena
parte del camino recorrido, como es el caso de Sudamérica. Sin embargo, es
esencial tener en cuenta que cada modelo tecnológico fue generado para funcionar
en una situación determinada, por lo que no es conveniente adoptarlos en forma
5
global y directa, ya que nuestros países (Chile, Argentina y Perú) presentan
características particulares desde el punto de vista agroecológico y socioeconómico,
que se deberán tener en cuenta a la hora de implementar cada una de las prácticas
que se consideren más adecuadas, independiente del origen de dicha tecnología.
Una de las técnicas que más importancia se le ha dado a la Nueva Olivicultura, es a
la poda de formación, la cual es muy distinta a la de la olivicultura tradicional, en
donde se ha requerido de mucha investigación para lograr resultados satisfactorios
y convergentes con las altas densidades que se aplican (PASTOR y HUMANES,
1997). Dentro de los sistemas de conducción propuestos para olivos a nivel mundial,
hay básicamente dos escuelas muy contrarias entre sí, la española y la italiana,
cada una con distintas ideologías.
Existe suficiente investigación del tema, se han experimentado y probado distintos
sistemas de poda de formación alrededor del mundo; comparando nuevas técnicas
con las prácticas tradicionales, o comparando las nuevas técnicas entre sí, es por
ello que se tomará tal información como marco teórico de referencia para esta
investigación particular.
En el presente trabajo se evaluó la respuesta en crecimiento vegetativo de los
cultivares de olivo: Frantoio, Leccino, Picual y Barnea frente a la implementación de
sistemas de conducción propuestos en bibliografía, que corresponden a: monocono,
vaso libre e ypsilon; siempre tomando en cuenta la densidad de plantación, las
características del cultivar y las condiciones agroclimáticas específicas de la zona
de los ensayos.
1.1 Hipótesis de trabajo:
6
Existen diferencias de cada variedad en respuesta a la implementación de sistemas
de conducción.
1.2 Objetivo general:
Establecer la mejor alternativa en sistemas de conducción para olivar productor
de aceite de media densidad
1.3 Objetivos específicos:
Evaluar la respuesta varietal a distintos tratamientos de conducción de plantas.
Establecer para la densidad estudiada el sistema óptimo de conducción.
Relacionar las condiciones agroclimáticas con la velocidad e intensidad de
crecimiento.
Proponer modificaciones a los sistemas establecidos.
Relacionar la respuesta de los tratamientos con plantas testigos localizados en
otra zona agroclimática.
Realizar una caracterización visual de los cultivares en cuanto a forma de
crecimiento de los árboles.
Determinar y comparar el costo y tiempo de poda requerido para la
implementación de cada sistema.
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
7
2.1 Características botánicas de la especie:
El olivo, Olea europea L., originario de Oriente Medio conocido desde hace más de
6000 años, se cultiva especialmente en España en la cuenca mediterránea y en las
regiones de clima suave (OLIVIUM, 2003). Pertenece a la familia botánica
Oleaceae, Y se caracteriza por ser una especie de clima mediterráneo, de gran
rusticidad, se adapta a diversas condiciones climáticas, soporta muy bien las
temperaturas elevadas de verano y los vientos cálidos y secos, pero le perjudica
una humedad ambiental excesiva (GUERRERO, 1988).
El olivo cultivado es un árbol de tamaño mediano, de unos 4 a 8 metros de altura,
según la variedad. Puede permanecer vivo y productivo durante cientos de años. El
tronco es grueso, la copa es redonda, aunque más o menos lobulada; la
ramificación natural tiende a producir una copa bastante densa, pero las diversas
prácticas de poda sirven para aclararla y permitir la penetración de luz
(BARRANCO, FERNANDEZ y RALLO, 1998). En la Figura 1 se observa la foto de
un olivo cultivado, mostrando su hábito natural de crecimiento.
TOUS MARTI (1997) complementa que la forma y dimensiones del árbol varían
según cultivar, medio y técnicas de poda. El porte del árbol depende del crecimiento
de las ramas principales, siendo un carácter varietal, encontrándose cultivares de
porte erguido, abierto y llorón. Tiene buena capacidad rebrotante.
8
FUENTE: BARRANCO, FERNANDEZ Y RALLO, 2001.
FIGURA 1. Hábito de crecimiento natural de un olivo (Olea europea L.)
9
FUENTE: PASTOR Y HUMANES, 1997.
FIGURA 2. Esquema de hábito de fructificación del olivo (Olea europea L.). Se
observa el crecimiento vegetativo de la temporada, y la fructificación en
madera de un año.
10
GIL (2000) describe que las principales variedades de olivo poseen la yema floral
simple, lateral y opuesta a otra en el nudo de la ramilla de un año, con una
inflorescencia (panícula) compuesta por 12 a 40 flores hermafroditas, en la Figura 2
se observa un esquema del hábito fructífero de olivo; ocasionalmente la yema floral
es apical o en ramillas de dos años. Otras variedades, como también las anteriores
en menor grado, poseen yema mixta lateral o terminal en ramillas de un año, la cual
origina un brote con inflorescencias. TOUS MARTI (1997) coincide con lo anterior y
agrega que durante el tercer año, las hojas caen y el leño se hace definitivamente
improductivo.
2.2 Condiciones edafoclimáticas óptimas para el cultivo del olivo:
2.2.1 Clima:
El cultivo del olivo está asociado, en general, a zonas de clima mediterráneo, que se
caracteriza por inviernos suaves y primaveras y veranos calurosos. El requerimiento
de frío invernal para florecer se basa en una suave fluctuación de temperatura entre
2ºC y 12,5ºC (IBACACHE, 2001).
En esta climatología mediterránea se distinguen dos períodos claramente
diferenciados: una estación húmeda, que va de otoño a invierno, en la que se
produce entre el 70 - 80% de la pluviometría total anual; y una estación seca,
primavera - verano, en que las lluvias son prácticamente inexistentes, por lo que en
ningún caso cubren la demanda del cultivo. En esta situación, el olivo satisface
buena parte de sus necesidades, utilizando el agua almacenada en el suelo durante
la estación húmeda, época caracterizada por una baja demanda, debido a la poca
temperatura para el crecimiento vegetativo (BARRANCO, FERNANDEZ-ESCOBAR
y RALLO, 2001).
Este clima se da entre los 30º a 45º de latitud en ambos hemisferios. Las
temperaturas son suaves durante todo el año, con poca amplitud térmica anual
11
(15ºC aprox.), sin embargo las condiciones topográficas pueden hacer variar estos
parámetros y encontrarnos con un clima más seco y frío. Lo más significativo del
clima son los tres o cinco meses de aridez en el verano; cuando está bajo el dominio
del anticiclón subtropical. En la clasificación Koeppen corresponde al tipo de clima
Csa y Csb. Las zonas representativas de este clima son: el entorno del
Mediterráneo de Europa y África, en Norteamérica California central y meridional,
Australia suroccidental, la costa chilena en el entorno de Santiago y la región de
Ciudad del Cabo en Sudáfrica (PASTRANA, 2003).
Antes de la entrada en producción, el crecimiento de brotes en un olivo joven se
prolonga indefinidamente siempre que la disponibilidad de agua y nutrientes no sean
limitantes y la temperatura se sitúe dentro de un intervalo favorable al crecimiento
(10 - 30ºC). Temperaturas elevadas (más de 35ºC), que son frecuentes en veranos
de clima mediterráneo, conducen progresivamente al cierre de estomas, lo que
impide el intercambio gaseoso y la fotosíntesis e, indirectamente, reduce o anula el
crecimiento de brotes (BARRANCO, FERNANDEZ-ESCOBAR y RALLO, 2001).
El olivo se cultiva normalmente en secano, en zonas con precipitaciones anuales de
400 a 600 mm, pero para obtener rendimientos aceptables se necesitan
pluviometrías de 600 a 800 mm. Esta especie es particularmente interesante, ya que
tiene una alta tolerancia a la sequía, sin embargo responde muy bien al riego
(FERREYRA, SELLES y SELLES, 2001). El agua disponible en el suelo a lo largo
del período vegetativo, es el factor que siempre determina la producción (PASTOR y
HUMANES, 1997). Sin embargo, en regadío, donde el agua no es el factor limitante,
se puede reducir la intensidad de poda y permitir una buena iluminación dentro de
los árboles, entonces se procurará una máximo desarrollo, lo que siempre
redundará en una máxima producción (HARTMANN et al., 1960).
12
2.2.2 Suelo:
Como el olivo es originario de zonas de poca pluviometría, tiene un sistema
radicular potente y profundamente anclado al suelo, característica más acentuada
en árboles de semilla. La superficie de la zona explorada es dos a tres veces mayor
que la proyección de la copa (zona de goteo) (TOUS MARTI, 1997).
El olivo necesita suelos bien aireados y drenados. Es capaz de crecer y producir
mejor que otros frutales en suelos con pH superior a 7,5 y con altos contenidos de
sodio, cloro y boro. Sin embargo, producirá mejores cosechas en suelos fértiles y
profundos, si las condiciones climáticas son igualmente favorables. Sin embargo,
tiene como característica raíces muy sensibles al encharcamiento, especialmente en
plantas jóvenes (IBACACHE, 2001).
2.3 Crecimiento vegetativo en las plantas:
Crecimiento en un sentido amplio y estricto, es el aumento irreversible de material
vivo. En la práctica se refiere al aumento irreversible en peso seco y fresco, en
longitud, grosor, volumen, número o cantidad, etc. (GIL, 1997).
En organismos multicelulares (brote, fruto, raíz, planta) la curva de crecimiento es
sigmoide. En la primera parte ese crecimiento es exponencial y el crecimiento final
depende del peso inicial de la Tasa de Crecimiento Relativo (TCR) y del tiempo. La
TCR, inicialmente constante, es índice de eficiencia de crecimiento o producción;
una pequeña diferencia inicial hace gran diferencia final por aumento progresivo. En
la fase final decae la TCR, y el crecimiento deja de ser exponencial, la causa de la
baja parece ser la menor proporción de hojas (fábrica de nutrimentos) respecto de
otros órganos (consumidores) (GIL, 1997).
Un brote consiste de un ápice meristemático, generador de células, con una zona
subapical de alargamiento celular, de un tallo con nudos, en los que se ubican hojas
13
y yemas axilares, entrenudos y tejidos como la epidermis, corteza, floema,
cambium, xilema activo, xilema inactivo (madera) y la médula central (GIL, 1997).
En el extremo del ápice (punta pequeña) del brote se encuentra el meristema apical,
conjunto de células capaces de división y, por lo tanto, es un tejido que genera los
órganos del brote. Se distinguen en él dos zonas: la túnica exterior, que genera la
epidermis, de una a dos capas de células que se dividen, principalmente, en forma
anticlinal (perpendicular a la superficie), y menos frecuente en forma periclinal
(paralela a la superficie), el corpus o cuerpo, cuyas células se dividen en todas
direcciones. Más precisamente, se ha llegado a distinguir otras zonas en el ápice
bajo la túnica como células madres centrales, de poca actividad; el meristema lateral
o periférico, que genera hojas y yemas; y un meristema axial en el centro, que
genera células de la corteza y de la médula (GIL, 1997).
A consecuencia de divisiones periclinales de algunas células del meristema
periférico se forma una protuberancia o soporte que será el primordio de una hoja. A
medida que en el extremo apical ocurren nuevas divisiones, que hacen crecer al
ápice, nuevos primordios foliares se producen lateralmente. El arreglo foliar
resultante recibe el nombre de filotaxis, característico de cada especie. El soporte
foliar crece formándose el eje foliar en cuyos costados se forma el meristema
marginal que dará origen a la lámina. El desarrollo de los primordios foliares
requiere luz para completarse normalmente; en caso de deficiencia termina como
escamas (GIL, 1997).
La yema es un brote, una flor, una inflorescencia o un brote con flores que se
encuentra en forma compacta bajo escamas protectoras y que contiene tejido
meristemático, capaz de multiplicar sus células, de modo que al crecer por división y
expansión celular origina esos órganos. Son, por lo tanto, esenciales en el ciclo de
crecimiento, el cual se inicia o termina con ellos (GIL, 1997). En la Figura 3 se
aprecia la foto de una yema de olivo.
14
FIGURA 3. Yema vegetativa de olivo, en la cual se aprecian los primordios de las
hojas y futuras yemas. Baldini, 1992.
15
2.3.1 Factores internos de crecimiento del brote:
2.3.1.1. Reguladores de crecimiento:
El inicio de la actividad de una yema está asociado con el aumento del nivel de
citocininas, máximo en la brotación, y giberelinas en la savia bruta y en las yemas,
lo que estimula el crecimiento. La citocinina endógena aumenta durante el
crecimiento exponencial, pero decae cuando comienza la cesación de crecimiento.
En el ápice, la citocinina puede afectar la integridad de las membranas y la división
de células, aumentando los ácidos nucleicos ADN, ARN y las proteínas. El efecto en
el ápice puede resultar del sinergismo entre citocininas y auxinas (GIL, 1997).
Las citocininas se sintetizan en los meristemos apicales de las raíces, aunque
también se producen en los tejidos embrionarios y en las frutas. El transporte en la
planta es por vía acropétala, desde el ápice de la raíz hasta los tallos, moviéndose a
través de la savia en los vasos correspondientes al xilema (GRUEN, 2003).
Las auxinas, producidas en el ápice y en las hojas nuevas son transportadas
basipétamente por células cambiales y parenquimáticas. Las auxinas son
necesarias para continuar el crecimiento de brotes que han sido forzados por las
citocininas. Promueven un aflojamiento de la pared celular por estimular dextranasa
que actúa sobre la dextrana estructural o por acidificación, lo que posibilita la
expansión celular (GIL, 1997).
Las giberelinas juegan un papel preponderante en el crecimiento por elongación del
brote, ya que al iniciarse la brotación la savia del xilema contiene giberelinas de
origen radical y cuyo nivel es alto durante el primer crecimiento rápido y baja en el
tiempo a medida que los entrenudos se alargan. Los portainjertos enanizantes
poseen menos giberelinas que los vigorosos en la corteza y xilema, lo que reduce
drásticamente el crecimiento y el nivel de giberelinas, demostrando que el vigor es
una característica genética varietal (GIL, 1997).
16
Las giberelinas son sintetizada en las puntas y hojitas nuevas de los brotes y se
mueve a los entrenudos cercanos donde promueve extensión. En manzano el
racimo de hojitas que cubre al ápice es efectivo en controlar la extensión de los
entrenudos, y la remoción de una de ellas afecta al entrenudo inferior y dos
superiores (GIL, 1997).
2.3.1.2. Estado hídrico de la planta:
Para la expansión celular se requiere de agua en la vacuola que genere la presión
de turgencia. Para que entre agua a una célula debe existir un cierto potencial
osmótico negativo dado por la concentración de solutos, y uno matricial,
despreciable en la práctica, y todo ello resulta en un potencial hídrico (GIL, 1997).
Así, el crecimiento de brotes es muy sensible a la condición hídrica de la planta,
siendo máximo con plena disponibilidad de agua y se resiente con un potencial
hídrico en tallos u hojas inferior a –0,7 Mpa (GIL, 1997).
2.3.1.3. Nutrimentos minerales:
El nitrógeno es el elemento mineral más estrechamente relacionado con el
crecimiento, produciendo aumento con mayor concentración de éste, incluso hasta
sobrepasar largamente el nivel crítico a tal punto que algunos investigadores lo
denominan un virtual regulador de crecimiento. La mayor parte del nitrógeno
necesario para el primer crecimiento proviene de reservas y posteriormente de la
absorción desde la solución del suelo. Se puede llegar a crecimientos exorbitantes
de varios metros con amplia disponibilidad de agua, luz y nitrógeno (GIL, 1997).
2.3.1.4. Hidratos de carbono:
17
La disponibilidad de hidratos de carbono, dada por movilización desde zonas de
reserva a zonas de nueva actividad es esencial para que exista crecimiento pues
son necesarios para proveer de material estructural para membranas, paredes
celulares, principalmente en las primeras fases, y de energía vital liberada por la
respiración, que utiliza la mayor parte (GIL, 1997).
2.3.2 Factores externos de crecimiento del brote:
El desarrollo de los sucesivos estados fenológicos (brotación, antesis, maduración
de frutos) que tienen lugar durante el ciclo anual de las plantas arbóreas, está
controlado en gran parte por la temperatura ambiente según mecanismos complejos
de causa-efecto (BALDINI, 1992).
Las yemas de muchas especies pasan el período invernal en un estado de
quiescencia que termina por la exposición de las propias yemas, durante un cierto
número de horas, a temperaturas relativamente bajas: esta condición se denomina
exigencias de frío (BALDINI, 1992).
En algunas especies o bajo particulares estímulos fisiológicos las yemas laterales
de los brotes pueden desarrollarse en el mismo año de su formación: en esos casos
se llaman yemas prontas y los brotes a que dan origen se llaman anticipados. Por lo
general, las yemas laterales se desarrollan normalmente en la primavera del año
siguiente al de su formación y pasan, por tanto, el período otoño-invierno en estado
de quiescencia (yemas hibernantes) después de haber adquirido una determinada
caracterización morfogenética (diferenciación). Las yemas hibernantes pueden ser
de madera (vegetativas) y de fruto (o fértiles) (BALDINI, 1992).
Una vez satisfecha dicha exigencia, para llegar a la brotación o a la antesis, las
yemas deben superar un período posterior (post-maduración) durante el cual su
metabolismo se activa únicamente en presencia de adecuados niveles térmicos: la
18
apertura de las yemas se produce después que se haya satisfecho también sus
exigencias de calor (BALDINI, 1992)
2.4. Importancia de la luminosidad para la floración:
La luz puede afectar al crecimiento y desarrollo de las plantas como fuente de
energía mediante la fotosíntesis, como fuente de calor y como fuente de
información. La cantidad de luz (fotones) que incide sobre las plantas por unidad de
tiempo y de superficie (irradiancia), su composición espectral, la dirección con que
incide y su duración diaria (fotoperíodo) son aspectos del ambiente luminoso que
cambian en condiciones naturales y proveen información acerca de una serie de
condiciones (época del año, presencia de plantas vecinas, etc.). Las plantas poseen
fotorreceptores que les permiten utilizar dicha información. Estas moléculas cambian
su estado en función del ambiente luminoso y, como consecuencia, modulan
distintos aspectos del crecimiento y desarrollo (AZCON-BIETO, 2000).
En un sentido estricto, se define fotomorfogénesis como los efectos de la
información provista por los cambios en la cantidad o la composición espectral de la
luz. La absorción de cuantos de luz es un prerrequisito en las reacciones
fotoquímicas y, por lo tanto, en las reacciones fotobiológicas (AZCON-BIETO, 2000).
La inducción floral se define como el "interruptor o estímulo" a través del cual el
meristema de la yema que se encuentra en el nuevo brote, el que está en un estado
vegetativo de desarrollo, cambia a un estado reproductivo (CALLEJAS, 2001).
La llegada del estímulo floral producido en las hojas a un meristemo apical
competente tiene consecuencias drásticas en el patrón de desarrollo del meristemo.
Uno de los primeros efectos observables es el aumento de la actividad mitótica,
especialmente en las zonas laterales del meristemo donde se generan los nuevos
primordios. Además, el estímulo floral provoca un cambio en la identidad de los
19
nuevos primordios que, en lugar de meristemos axilares y hojas, van a generar
meristemos florales (AZCON-BIETO, 2000).
El hecho que estos primordios den lugar a una flor en lugar de formar una hoja
depende de la actividad de proteínas como LEAFY (LFY). A modo de interruptor, la
presencia de LFY por encima de cierto nivel umbral dispara el proceso de desarrollo
floral, mientras que su ausencia impide la formación de flores. En el promotor de
LFY se ha identificado la secuencia a través de la cual las giberelinas regulan la
expresión de este gen (BLAZQUEZ, 2000).
En plantas arbóreas de zonas templadas, que son "neutras" respecto al fotoperíodo
y al termoperíodo, la inducción floral es independiente de las condiciones
estacionales; sin embargo es fundamental la cantidad de energía radiante de la que
pueda disponer el aparato foliar. En manzano, por ejemplo, la inducción floral de las
yemas disminuye drásticamente en las partes de la copa en las que PPDF
(densidad de flujo de fotón fotosintético) sea más baja que el 30% de la que hay en
las zonas del exterior de dicha copa. En cualquier caso, la inducción antógena
comienza únicamente después que en el eje vegetativo se ha formado un
determinado número de nudos, en un determinado intervalo de tiempo, es decir con
un ritmo morfogenético característico de cada especie (BALDINI, 1992).
Además, este mismo autor agrega que en el curso de la inducción floral, el diferente
equilibrio hormonal y nutritivo de las yemas programa su posterior evolución en
sentido florígeno o vegetativo.
La inducción floral del olivo tiene lugar en la temporada anterior a la de la floración,
puesto que una serie de hechos en aquel momento como, una alta carga frutal y un
sombreamiento temprano en la temporada la afectan negativamente. Así lo
demuestran ensayos de eliminación de fruta y desfoliación durante 6 - 7 semanas
después de floración. También un estrés hídrico la perjudica (GIL, 2000).
20
ELLENA (2000) afirma en su artículo que la especie es bastante exigente en luz, lo
que hace aconsejable adoptar exposiciones, formas de conducción e intervenciones
con podas que permitan una buena intercepción de los rayos solares.
La maximización de la intercepción de la luz junto a la reducción de la densidad de
la copa ayudan a obtener un máximo de fotosíntesis (SMART, 1987). CARBONNEU
(1989) agrega que, sobretodo en condiciones climáticas limitantes (temperadas o
septentrionales), conviene utilizar sistemas de conducción con alta superficie foliar
expuesta, para así obtener una producción y calidad adecuada.
2.5. La Nueva Olivicultura:
Se entiende como "nueva olivicultura intensiva", a la aplicación de un conjunto de
técnicas agronómicas, tales como: calidad del plantón, densidades de plantación,
técnicas de cultivo, etc., que maximicen los rendimientos y produzcan el kilo de
aceite de oliva de buena calidad a un precio competitivo en el mercado de grasas
comestibles. Para la consecución de este objetivo se requiere de:
a) Acortar el período improductivo de los árboles en la nueva plantación.
b) Aprovechar al máximo el potencial productivo del medio en que vegeta la
plantación.
c) Diseñar un olivar mecanizable en todas sus operaciones de cultivo, para
reducir al mínimo los costos de producción.
d) Evitar las plantaciones en un medio en que existan "a priori" factores
limitantes debidos al suelo o clima.
Sin embargo hay dos factores, como son el agua y la luz, que limitan la producción
en el cultivo del olivo, siendo imprescindible conseguir que los árboles no lleguen a
competir de una forma importante por alguno de ellos (TOUS MARTI, 1997).
21
PORRAS et al. (1997) agrega que en el cultivo actual del olivar, se han
transformado las operaciones culturales, se han cambiado las prácticas de manejo,
se han desarrollado técnicas de formación y conducción de plantaciones, y se han
modificado las técnicas de poda, debido a que la mecanización ha progresado
rápidamente, se están desarrollando nuevos sistemas de cultivo y nuevas
máquinas, considerando que los modernos sistemas exigen nuevos métodos de
producción, nuevos diseños de plantación y además nuevo material genético.
De acuerdo con RALLO (1999) las innovaciones que han tenido mayor difusión a
nivel mundial han sido la expansión de la superficie regada, el establecimiento de
nuevas plantaciones de mayor densidad, árboles de un tronco adaptado a la
recolección mecánica con vibrador y el inicio del desarrollo de la industria viverística;
en general, una mayor preocupación por las técnicas de cultivo y elaboración de
aceite que garanticen la mejor calidad. PORRAS et al. (1997) también concluye que
con el pasar de los años se ha puesto de manifiesto la necesidad de conjugar
adecuadamente la agronomía con la mecanización (PORRAS, 1997).
2.6 Formación en frutales:
Según BARRANCO, FERNANDEZ-ESCOBAR y RALLO (1998) la poda comprende
aquellas operaciones que realizadas sobre el olivo, modifican la forma natural de su
vegetación dando vigor o restringiendo el desarrollo de sus ramas y que tiene como
finalidad darle una forma adecuada, conseguir la adaptación del árbol al medio
productivo y, naturalmente, obtener de él la máxima producción. Ésta debe
determinar la forma y dirección del tronco, de los brazos y la posición de los brotes
que se desarrollarán desde las yemas que sean conservadas en la poda.
La poda de formación, según BARRANCO, FERNANDEZ y RALLO (1998), tiene
dos objetivos fundamentales:
22
a) Crear un armazón o esqueleto robusto compatible con el marco de
plantación elegido, esqueleto que en un futuro próximo será el soporte de
los órganos vegetativos, así como de la cosecha durante la vida productiva
del árbol.
b) Posibilitar la mecanización integral del cultivo.
Las formas en las que se pueden conducir los árboles frutales son muy variadas y
dependen de la tendencia natural de la especie, de su aptitud a la modificación de
su forma natural y del sistema de cultivo. Por su variedad es difícil establecer una
clasificación de los sistemas de formación, pero es posible agruparlos según
distintos criterios, entre ellos, su desarrollo, la rigidez de la formación, la presencia o
ausencia de eje central, de soportes o elementos auxiliares, la altura de la
ramificación, o el sistema de ramificación. Éste último suele ser de mayor utilidad,
de acuerdo con esto, las formas pueden ser en volumen (con eje central o con
centro abierto) o planas. Las formas en volumen, en particular aquellas con centro
abierto, suelen ser propias de plantaciones extensivas, pues los árboles necesitan
mayor espacio para su desarrollo, por el contrario de las formas planas, que son en
general formas más evolucionadas que aparecieron con el objetivo de conseguir
una mayor intensificación y una mejora en la calidad de la fruta, como consecuencia
de una mayor exposición a la luz. Sin embargo, existen sistemas en volumen con
eje central comparables en todos los aspectos a las formas planas y que permiten la
intensificación de especies (GUERRERO, 1988)
En la poda de formación es importante respetar la tendencia natural de esta
especie, y de cada variedad en particular. MORETTINI (1972) demostró en un
ensayo realizado en Florencia, y TOUS MARTI (1997) lo rectifica; que en un olivar
siempre son aconsejables las formas libres, ya que las formas obligadas, como la
palmeta, disminuyen la velocidad de crecimiento de los árboles, retrasan la entrada
en fructificación y reducen la producción de la plantación, ya que para obtener estas
formas es necesario realizar podas severas y minuciosas, en especial, durante los
primeros años, desequilibrando a la planta al reducir la relación hoja/raíz. Además,
23
estas podas son muy costosas, ya que demandan una gran cantidad de mano de
obra altamente especializada, no disponible en la mayoría de los casos. En el caso
de la palmeta se empleó en este ensayo una mayor densidad de plantación, lo que
no compensó el efecto negativo de la poda.
2.6.1. Efectos de la poda sobre el crecimiento vegetativo:
CROCE (1936) explica que al estudiar el efecto de diferentes intensidades de poda
en manzano, llegó a la conclusión que los árboles no podados aumentaron de
tamaño más rápidamente que los podados y, cuanto más rigurosa es la poda menor
es el crecimiento. HARTMAN, APITZ y HOFFMAN (1960), trabajando con olivos
jóvenes sin producción llegaron a los mismos resultados.
WYLIE (1971), explica que en un árbol podado el número total de brotes que se
desarrollan es menor que en uno no podado y, por consiguiente, el crecimiento total
del árbol es menor en el primero de éstos.
En un ensayo probado por WINCLER (1980), concluye que los brotes obtenidos en
plantas podadas de vid son más vigorosos y la habilidad total productiva es menor al
obtenerse menos brotes con respecto a las no podadas.
WINCLER (1980) define los conceptos vigor y capacidad. Vigor es la condición que
se expresa en un rápido crecimiento de las partes de la planta, o sea, está
relacionado al ritmo de crecimiento, y la capacidad es la cantidad de crecimiento y
cosecha total que la planta o parte de ella es capaz de producir.
La mayor capacidad de plantas no podadas para crecer y producir, es el resultado
de un abastecimiento más abundante de carbohidratos aprovechables producto de
una mayor área foliar, por lo tanto, va a estar determinada por la cantidad, tamaño y
calidad de las hojas y por la longitud de tiempo durante el cual éstas se encuentran
activas WINKLER (1980).
24
WESTWOOD (1982) indica que la poda estimula el crecimiento cerca del punto de
corte e incrementa la disponibilidad de nitrógeno por yema, lo que podría explicar el
mayor vigor de los brotes en las plantas podadas. También agrega que podar y
suprimir ramas y ramillas, además de reducir la superficie foliar potencial, se
eliminan reservas acumuladas en ella.
Aunque a veces pasa desapercibido, el desarrollo radical es superior en una planta
sin poda respecto a las podadas (WESTWOOD, 1982; WYLIE, 1971)
Sin embargo, una de las ventajas que tiene la poda, según CALABRESSE (1992) es
que al controlar la talla de los árboles, disminuye la competencia por la luz entre
árboles adyacentes. Se conserva la canopia productiva y la cosecha resulta más
fácil, más eficiente y más segura. Las prácticas de control de plagas son más
eficaces, ya que se facilita el movimiento del equipo.
2.6.2. Efecto de la poda sobre la floración y fructificación:
El efecto adverso de la poda sobre la precocidad de entrada en producción es de
carácter general en todos los frutales. Se reduce la superficie productiva potencial y
se retrasa la primera floración. En un estudio hecho en durazneros, una poda severa
en comparación con podas medias o ligeras, redujo en gran medida las cosechas
durante los 5 primeros años (WESTWOOD, 1982). VERNER y FRANKLIN (1960),
en un ensayo realizado en ciruelo europeo, obtuvieron mayores cosechas en
plantas no podadas, con respecto a las podadas durante los primeros 14 años.
Tanto la poda como la producción de fruta son dos causales muy determinantes del
vigor vegetativo de las plantas. Si un vegetal se deja sin poda crecerá mucho más
que si se poda. Mientras más libre crezca la planta joven, mayor será el volumen de
hojas y raíces que ésta desarrollará y también mayor será su capacidad de producir
fruta, siendo necesario regular la cantidad y calidad de éstos a través del raleo de
flores o frutos (ROSENBERG, 1988).
25
La poda reduce la capacidad de crecimiento y producción de las plantas al limitar el
área foliar de ésta. El número, tamaño, calidad de las hojas y tiempo durante el cual
ellas están activas, determina en gran medida esa capacidad (WINKLER, 1980).
La poda tiene también como efecto la vigorización de los crecimientos individuales
(WESTWOOD, 1982; WYLIE, 1971), los cuales según WESTWOOD (1982), afectan
desfavorablemente a la floración. La poda, independientemente de su severidad,
tiende a reducir el número de flores iniciadas. En manzano, por ejemplo, una poda
excesiva reduce el follaje hasta el punto en que como las raíces están capacitadas
para suministrar cantidades relativamente grandes de nutrientes y de agua al
remanente de la copa, se produce un considerable aumento en el crecimiento
vegetativo de los brotes con pequeñas o ninguna formación de yemas florales
(CHILDERS, 1979).
2.6.3. Poda de formación en plantaciones densas:
Los sistemas de poda de formación aplicables a las plantaciones densas deben ser
diferentes de los empleados en la olivicultura tradicional. Se procurará obtener
formas que permitan un precoz y óptimo aprovechamiento del medio productivo, y
en especial, de la radiación solar, ya que plantaciones densas cuando se alcanza el
período adulto de la plantación, el sombreamiento entre árboles puede ser el factor
limitante de la producción. La formación con un solo tronco es fundamental, pues
esta forma de conducción facilita el empleo de los vibradores de tronco, ya que
mejora la transmisión del movimiento vibratorio y permite recolectar un mayor
número de olivas por unidad de tiempo. Por otro lado, las formas con un solo tronco
dan lugar a árboles que adoptan una forma menos expandida, y con menor volumen
de copa para una misma masa de hojas, lo cual es muy importante en una
plantación densa, pues permite aprovechar mejor el espacio disponible
(BARRANCO, FERNANDEZ Y RALLO, 1998).
En el presente se sabe que los sistemas sin poda ya están descartados, debido a
que ocasionan problemas al olivarero una vez que los árboles han alcanzado la
26
edad de 10 - 12 años, según el vigor, la compacidad de las variedades y el marco
de plantación elegido.
El principal propósito de los sistemas de plantación y formación de árboles es
interceptar la máxima cantidad de energía solar para convertirla en la fotosíntesis en
producto cosechable o en órganos vegetativos, productores de la cosecha al año
siguiente (PORRAS et al., 1997).
Es por esto que se debe buscar, entre los modelos productivos ya probados en
distintos lugares del mundo, distancias de plantación y sistemas de poda de
formación y de mantención que se acomoden a estos requerimientos, considerando
por supuesto las modificaciones pertinentes a cada situación puntual. Se hace
importante, iniciar la planta desde vivero con la forma adecuada para el sistema
elegido (FIA, 1999b).
PASTOR y HUMANES (1997) también considera que una planta de vivero
preformada y de buena calidad es el punto de partida para poder obtener una
plantación productiva, mecanizable y rentable. Para ello, se recomienda emplear
plantas enraizadas a partir de estaquillas semileñosas bajo nebulización en invierno,
y posteriormente criadas en bolsa de PE de pequeño tamaño.
Los mismos autores indican que, ante la necesidad de decidir, desde el momento en
que se realiza la plantación del olivar intensivo, cuál debe ser la poda de formación
que se le dará a los árboles, se recomienda que la formación debe conseguir que:
Los árboles produzcan lo más pronto posible y en la máxima cuantía.
Los árboles produzcan el mayor número de años, y con una calidad de frutos
satisfactoria, teniendo en cuenta las disponibilidades de agua en el suelo.
Su realización sea lo más económica posible.
Los árboles puedan ser recolectados mecánicamente cuanto antes y al costo
más bajo posible.
27
La intensificación del cultivo del olivo lleva en la actualidad a buscar formas de altura
moderada para facilitar la recolección manual y mecanizada (TOUS MARTI, 1997).
Sin embargo, los olivos plantados en alta densidad han de crecer en altura en busca
de la luz que le tapan los árboles vecinos, por lo que al final se está produciendo
madera y no estructura productora de frutos. En otras palabras, el olivo necesita de
una forma que haga máxima la superficie de fructificación bien iluminada por
hectárea (CALLEJAS, 2001).
En plantaciones intensivas, el único instrumento disponible para limitar el tamaño de
los árboles es la poda, pero se sabe que podas excesivas proporcionan respuestas
más vegetativas que reproductivas, por lo que se ve como muy difícil mantener los
olivos en el tamaño de 3 - 3,5 m de altura, especialmente manteniendo su
posibilidad de florecer y producir adecuadamente, ya que la tendencia natural de la
especie es producir ramas laterales vigorosas. La situación será diferente cuando se
disponga de variedades enanas o patrones enanizantes (CALLEJAS, 2001).
No hay que olvidar que el olivo produce en el crecimiento del año anterior, por lo
que, si se realizaran podas severas para restringir el tamaño de los árboles, la
producción en la campaña siguiente sería posiblemente nula. El costo de poda, que
produce una gran disminución del tamaño de los olivos, provoca una reacción
enérgica en el árbol, emitiendo grandes y vigorosos chupones que tardan al menos
2 años en producir, y que volverán a crear problemas para la utilización de
maquinaria (PASTOR, 2000).
Las formas de conducción adoptadas para las plantas frutales arbóreas han
experimentado a lo largo del tiempo profundas modificaciones, adaptándose con
gran flexibilidad a las eventuales exigencias de los cultivos y a las condiciones
socio-económicas en que se desarrollan (BALDINI, 1992).
Esencialmente, esta evolución se ha caracterizado por la renuncia progresiva a los
virtuosismos de una rígida posición geométrica de las formas, fruto de minuciosas y
28
costosas operaciones manuales, para llegar a las más simples y modernas "formas
libres" en las que la formación total de la estructura esquelética termina cuando se
consiguen resultados económicos bien precisos; por ello, la poda ha ido
simplificándose y haciéndose más ágil con el fin de reducir los tiempos de trabajo y
sus consiguientes costos (BALDINI, 1992).
2.7. Importancia de lograr la máxima superficie de fructificación iluminada:
El volumen de copa total que alcanza un olivar en un medio determinado, es
prácticamente constante una vez alcanzado el período adulto de equilibrio
productivo, cualquiera que sea el marco de plantación establecido. Cuando se
aumenta el número de árboles por utilizar marcos de plantación de mayor densidad
el volumen aumenta muy poco, pues disminuye el tamaño del árbol. Por lo tanto, la
mayor producción de estas plantaciones con marcos densos es debido, en gran
parte, al hecho de aumentar el número de árboles. Estas plantaciones con elevadas
densidades son las que tienen mayor superficie de fructificación para el mismo
volumen de copa por hectárea. Las producciones son proporcionales a la superficie
de fructificación y, si se tiene en cuenta que el volumen de copa por hectárea es
prácticamente constante, para un determinado medio productivo (suelo, clima,
cuidados culturales, etc.), se debe lograr la mayor superficie de fructificación
posible, lo que se consigue aumentando el número de árboles por hectárea, aunque
disminuya el volumen de copa de cada uno de ellos (PORRAS et al., 1997;
GUERRERO, 1988).
Como es natural, el período de tiempo que tarda en alcanzar este volumen de
equilibrio, es función de la densidad de plantación, siendo corto este período para
los marcos de plantaciones intensivas (GUERRERO, 1988).
PASTOR (2000) concuerda con lo anterior, pero destaca que en este tipo de marcos
de plantación, la competencia de los árboles por la luz restringiría asimismo la
29
producción, limitándose los árboles a producir en las zonas altas bien iluminadas,
siendo nula y de baja calidad la producción en las zonas más bajas, mal iluminadas.
Es claro entonces, que el objetivo primordial de la olivicultura es maximizar la
superficie externa de fructificación, lo que se consigue aumentando la densidad de
plantación, dentro de ciertos límites (GUERRERO, 1988). Entonces, la cuestión está
en determinar para una variedad en un medio de cultivo determinado, a qué
densidad se alcanza el máximo potencial de producción (CALLEJAS, 2001).
Para hacer compatibles altas densidades y una futura mecanización, es necesario
recurrir a marcos rectangulares, necesitándose de una calle ancha, de al menos 7
m, lo que obliga a separaciones mas pequeñas dentro de la hilera, cuando estas
separaciones son inferiores a un límite determinado, el olivo pierde su forma natural
esférica individual, para convertirse la plantación en un seto (GUERRERO, 1988).
No resulta fácil establecer un límite a las plantaciones intensivas sin tener en cuenta
las características de cada especie. Se entiende por plantación intensiva al aumento
del número de árboles por hectárea de forma permanente, esto, sin recurrir a la
posterior eliminación, sino mediante la reducción del tamaño del árbol por selección
de patrones enanizantes, o mediante modificaciones por los sistema de formación.
En cualquiera de los dos casos, el árbol pierde su individualidad para pasar al
concepto de seto como unidad de plantación. La poda severa, por otra parte,
aplicada a árboles de excesivo vigor, resulta improcedente para controlar el tamaño,
pues provocaría un crecimiento excesivo que sombrearía las partes bajas del árbol y
tendría como consecuencia una disminución de la producción y calidad de la fruta.
Por consiguiente, una plantación de alta densidad no se debiera establecer si no se
dispone de un patrón enanizante o de un sistema de formación efectivo
(GUERRERO, 1988).
PASTOR (2000) afirma que como no se dispone, para el caso de olivos, de
portainjertos enanizantes capaces de controlar el tamaño de los árboles, solamente
30
mediante la poda se puede manejar el desarrollo de éstos, siempre con una
prudente intervención.
2.8. Sistemas de conducción propuestos para olivo:
Según PORRAS et al. (1997) explican que bajo el nivel de desarrollo existente, hoy
se puede asegurar que las plantaciones de olivar deben hacerse con distancias
entre plantas, en las líneas de cultivo, suficientes como para permitir una buena
penetración de luz para la fotosíntesis, además de un fácil acceso para las
operaciones de poda y recolección. Las líneas deben estar lo suficientemente
separadas (6 - 8 m) como para permitir el acceso de la maquinaria de cultivo y para
asegurar una adecuada exposición a la luz solar. La disposición de las calles en la
dirección N - S puede ser la más aconsejable.
2.8.1. Ypsilon:
Es un vaso de dos brazos, en los que se insertan las ramas secundarias, dispuestos
en forma paralela o perpendicular a la hilera (GUERRERO,1988).
Esta forma casi plana, derivada de la palmeta, fue propuesta por Braconi en 1984.
En la figura 4, se observa un esquema del sistema de conducción en Ypsilon. La
conducción en Ypsilon, según el mencionado autor, se obtiene descabezando el
olivo recién plantado a 60 - 70 cm del suelo, dejándolo crecer libremente los
primeros 2 - 3 años.
31
FIGURA 4. Esquema de sistema de conducción en Ypsilon propuesta por Braconi
en 1984.
32
Transcurrido ese tiempo, se eligen dos ramas bien desarrolladas, de forma que se
orienten longitudinalmente en el sentido de las hileras orientadas norte-sur, para lo
cual se colocan dos tutores robustos cruzados, formando un caballete. Tras un
crecimiento inicial libre, se obtiene una forma casi plana (PASTOR y HUMANES,
1997).
Para este sistema, recomendado para plantaciones semi intensivas, se propone una
distancia entre hilera de 6 a 7 m, mientras que para la sobre hilera de 1,75 a 2,5 m.
La entrada en producción es más rápido que el vaso, dado el aumento de la
densidad (GUERRERO,1988).
Braconi, citado por PASTOR y HUMANES (1997), ve en el Ypsilon las siguientes
ventajas:
Aprovechamiento más uniforme de la luz, por tratarse de una forma aplastada
(no esférica) a lo largo de la fila, que no tiene zonas huecas en su interior,
desprovistas de vegetación y fructificación, debido a la orientación norte-sur.
Facilita la mecanización del cultivo, al ocupar menos espacio de la entrelínea.
En las condiciones de clima de una zona meridional como Andalucía, España, el
modelo en ypsilon es insostenible, explica PASTOR y HUMANES (1997), ya que
serían necesarias constantes intervenciones de poda para evitar que el olivo adopte
la forma esférica natural, y ya se sabe que la poda severa va en contra con la
precocidad de entrada en producción y, sobre todo, con obtener altas producciones.
2.8.2. Monocono:
La forma denominada Monocono, que se aprecia en la figura 5, similar a la
formación en eje modificado de las plantaciones frutales, fue propuesta en 1936 por
Roventini, en principio como método de regeneración de olivos dañados por el frío.
33
FIGURA 5. Esquema de sistema de conducción en Monocono, propuesta en 1936
por Roventini
34
En la actualidad, y gracias a la gran labor llevada a cabo en Italia central por
Fontanazza (1984), es la forma más utilizada en las nuevas plantaciones.
El esqueleto es formado por un eje central con ramificación helicoidal en cada piso,
tomando un aspecto piramidal o cónico. Este sistema tiene variantes en función del
número de pisos y diámetro, con tendencia a la libertad de formación, evitando la
rigidez del sistema.
GUERRERO (1988), recomienda una distancia entre hilera de 3 a 5 m, y sobre
hilera 3 a 4 m, esto para el caso de variedades enanizantes, mientras que para
variedades vigorosas las distancias deben ser mayores. ELLENA (2000) agrega que
la elección de la densidad depende fundamentalmente de la fertilidad del suelo y de
las técnicas culturales adoptadas para la gestión del huerto.
La entrada en producción es muy lenta. Siendo además un sistema difícil de formar
y con tendencia a las variantes (GUERRERO, 1988).
Las ventajas ofrecidas, según PASTOR y HUMANES (1997), de esta forma de
conducción son las siguientes:
Es una forma libre, siendo preciso un mínimo de poda, sobre todo en el período
improductivo.
Es una forma pensada para aumentar la eficiencia del vibrador de troncos en la
operación de derribo de frutos en la recolección mecánica.
A igualdad de volumen con la forma esférica se obtiene, teóricamente, una
mayor superficie externa de fructificación iluminada, ya se sabe que la
productividad está íntimamente ligada a dicha superficie externa de
fructificación.
La tendencia actual recomienda la utilización de formas de conducción de desarrollo
vertical, específicamente en eje central, las cuales permitirán un rápido desarrollo de
la copa del árbol y una entrada en producción precoz, con sensible reducción de los
35
costos de poda de formación, favoreciendo al mismo tiempo la realización de
cosecha y de poda mecánica (FERNANDEZ, 1996).
La forma de conducción debe privilegiar el crecimiento natural, limitando al máximo
las podas. Bajo las condiciones agroecológicas de una zona septentrional se
aconseja recurrir a la forma de monocono. Este es un sistema de formación,
semejante a la pirámide, empleado en olivo para densidades altas y se caracteriza
por disminuir la incidencia de alternancia (añerismo). Bajo este sistema se favorece
la exposición a la luz en zonas con climas fríos durante la época invernal. Esto
permite una mayor eficiencia en la actividad fotosintética, beneficiándose la cantidad
y calidad de la producción (ELLENA, 2000).
Según BALDINI (1992) la forma de monocono, semejante a la pirámide, es
aconsejable para olivares intensivos cuidados racionalmente. El tronco mantenido
vertical, está revestivo, a partir de cerca de 1 m del suelo, por numerosas ramas
distribuidas uniformemente y de una longitud decreciente desde abajo hacia arriba,
por características de su basotonía. Los olivos conducidos con esta forma no
superan los 4 - 5 m de altura.
2.8.3. Vaso libre:
Forma propuesta por PASTOR Y HUMANES (1997), se caracteriza por la no
intervención durante los primeros años de cultivo, luego cuando los árboles han
dado los primeros frutos, se puede realizar alguna intervención de poda que
organice la copa del árbol y seleccione las futuras ramas madres principales,
siempre con una moderada intensidad en las actuaciones. El esqueleto propuesto
es el siguiente:
Planta de un solo tronco, vertical, con altura de cruz entre 0,80 y 1,20 metros
sobre la superficie del suelo.
36
Copa armada sobre un máximo de 3 ramas principales o 2 ramas bifurcadas
dicotómicamente.
El esqueleto, que se observa en la figura 6, es formado por tres ramas principales
insertas al tronco, con ángulos de inserción abiertos y ramas secundarias sobre los
brazos. Aunque puede tener también cuatro brazos y una formación más libre. No
son indispensables elementos de soporte, aunque pueden utilizarse cañas para la
formación de los brazos. El marco de plantación recomendado para este sistema es
entre hilera de 5 a 9 m, mientras que para la sobre hilera de 3 a 8 m. Indicado para
plantaciones extensivas, caracterizado, por lo tanto, por una lenta entrada en
producción (GUERRERO, 1988).
A esta estructura se llegará sin intervenciones drásticas de poda que desequilibren
la copa, de una forma escalonada, con 2 - 3 intervenciones anuales muy suaves
PASTOR y HUMANES (1997).
2.9. Incidencia económica de los sistemas de conducción:
Los costos de implementación varían de acuerdo con la densidad, la arquitectura y
el grado de mecanización. Además, existen diferencias concernientes a las labores
efectuadas en su cultivo, siendo aquellos con mayor densidad más exigentes en
mano de obra, en labores como poda, aplicación de pesticidas y cosecha
(REYNIER, 1989).
La correcta elección del sistema de formación y la constitución de armazones
robustos con amplitud compatible con el marco de plantación elegido, dependerán,
en un futuro la facilidad y economía de los cuidados culturales (PASTOR y
HUMANES, 1997).
37
FIGURA 6. Esquema de sistema de conducción en Vaso libre, propuesta por Pastor
y Humanes, 1997.
38
3. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1 Ubicación del ensayo:
El ensayo se realizó se realizó durante el período de crecimiento desde Octubre del
2002 hasta Abril del 2003, en el fundo Las Chilcas, propiedad de Viña San Rafael
S.A., localizado en la Comuna de San Rafael (35º18`L.S y 71º31`L.O), Provincia de
Talca, Séptima Región del Maule, Chile.
3.2 Recursos del predio:
3.2.1 Clima:
La zona se ubica en el Reino Templado, Dominio Secoestival (Mediterráneo),
Provincia Secoestival medio, Maule. Esta provincia mediterránea se caracteriza por
tener duración del período húmedo igual al de sequía. El verano es seco y caluroso,
mientras que en el invierno las lluvias pueden sobrepasar los 1.000 mm.
Térmicamente es semejante a la provincia de Mapocho que le antecede hacia el
norte, se haya en la depresión central de Chile entre los paralelos 34º y 37º LS.
Csb2. (COSIO, GASTO Y SILVA, 1990).
SANTIBAÑEZ y URIBE (1993) agregan que el régimen térmico se caracteriza por
temperaturas que varían, entre una máxima promedio en enero de 30,1ºC y una
mínima promedio en julio de 4,0ºC. El período libre de heladas es de 231 días, con
un promedio de 12 heladas por año. Registra anualmente 1.788 grados-día (base
10º) y 1.283 horas de frío (base 7º). El régimen hídrico observa una precipitación de
911 mm y un período seco de 7 meses. Su posición baja precostera y abrigada lo
hace cálido y seco en verano, a la vez que más frío en invierno, aumentando el
riesgo de heladas.
39
3.2.2. Suelo:
El suelo del Fundo Las Chilcas pertenece a la serie San Rafael, que se describe
como un suelo de posición intermedia, ondulado a quebrado, plano depositacional.
De material de origen toba volcánica sobre conglomerado volcánico fresco o
parcialmente descompuesto andesítico y balsático. De drenaje externo medio e
interno imperfecto. Con vegetación natural compuesta de estepa de Acacia caven a
matorral pre-andino de hojas lauriformes. Y con pendiente fuerte a escarpada, de
erosión moderada. En el Anexo 1 se observa un perfil de suelo de la serie San
Rafael, VII Región (CORFO, 1964).
3.2.3. Agua:
El agua utilizada para el riego proviene del río Claro, principal tributario del río Maule
por el norte. Originado en la Cordillera de los Andes, su red de captación en la
cordillera es de tipo dendrítico con multiples ramificaciones dominadas por el volcán
Descabezado Grande. La trayectoría de este río tiene un brusco cambio de rumbo
en las proximidades de Molina, variando en 90º hacia el SW, rumbo que conserva
hasta su junta con el río Maule, bordeando el pie oriental de la cordillera de la Costa.
En esta trayectoria, recoge afluentes importantes, como el estero Pangue y el río
Lircay (NIEMEYER y CERECEDA, 1984).
3.3. Materiales:
3.3.1. Material vegetal:
El ensayo se realizó en un huerto de 97,3 ha de olivo (Olea europea L.) en alta
densidad, plantado el año 2000, con los cultivares Frantoio, Barnea, Picual y
Leccino, separados por cuarteles y plantado a un marco de 7 x 5 m con densidad de
plantación de 285 plantas/ha. La plantación cuenta con un sistema de riego por
goteo, distanciados a 1m y con caudal de 4 L/hr; postes cada 3 m que sostienen a
40
un tendido de alambre, uno a 30 cm de la superficie del suelo con el fin de sujetar la
cinta de riego y otro más arriba a 1,80 m de altura utilizado para afirmar los tutores y
las plantas en crecimiento.
Los cultivares Barnea, Picual y en menor nivel Leccino, dieron producciones en la
cosecha del presente año 2003. La cosecha se realizó a mano con el personal
existente en el huerto y en el tiempo de una semana de trabajo. Se obtuvo un total
de 1700 kg de aceituna y se logró rendir en 140 litros de aceite.
3.3.2. Caracterización varietal:
En el Cuadro 1 se presentan las características varietales de cada cultivar presente
en la experiencia.
CUADRO 1. Caracterización varietal de cuatro cultivares de olivo (Olea europea L.).
CARACTERÍSTICA FRANTOIO BARNEA PICUAL LECCINO Aptitud Aceitera Aceitera Aceitera Aceitera
Precocidad Muy lenta Precoz Semi precoz Semi precoz Fruto en madurez (tamaño y color)
Tamaño medio, verde
Medio-grande, violáceo Medio, negro
Medio grande, negro violáceo
Productividad Alta Alta y constante Elevada Media
Rendimiento graso 20 a 23% 17 a 22% 20 a 22% 17 a 22%
Calidad aceite Muy buena,
afrutado media, poco
afrutado Alta, estable Media poco
afrutado Vigor árbol Alto Alto Alto Medio-alto
Otras Autofértil, rústica Densidad plantación hasta 400pl/ha hasta 400 pl/ha
Maduración Tardía FUENTE: AGROMILLORA SUR S.A. (2002).
41
3.4. Diseño experimental:
Debido a que los cultivares están plantados y ordenados en cuarteles distintos, se
tomó a cada cultivar como un ensayo diferente y único. A partir de esto, la
metodología de cada experimento se llevó a cabo como un Diseño Completamente
al Azar simple (DCA).
Cada ensayo esta compuesto por tres tratamientos que corresponden a los tres
sistemas de conducción propuestos: Monocono, Ypsilon y Vaso libre.
La unidad muestral del experimento es representada por una planta. Se tomaron 6
repeticiones para cada tratamiento en cada ensayo, por lo tanto 72 árboles en total.
Ensayo 1 Sistema de conducción Monocono Ypsilon Vaso
Frantoio T1 T2 T3
Ensayo 2 Sistema de conducción Monocono Ypsilon Vaso
Barnea T1 T2 T3
Ensayo 3 Sistema de conducción Monocono Ypsilon Vaso
Picual T1 T2 T3
Ensayo 4 Sistema de conducción Monocono Ypsilon Vaso
Leccino T1 T2 T3
3.5. Descripción del ensayo:
La poda de formación se llevó a cabo en terreno la primera semana de octubre del
año 2002 y se ejecutó según lo descrito en el libro "La Poda del Olivo" de PASTOR
y HUMANES (1997), libro en el cual describe paso a paso la poda de formación de
los tres sistemas. La figura 7 muestra la poda realizada en cada tratamiento para el
42
cultivar Frantoio y, en los anexos 2, 3 y 4 se observan las podas realizadas para
cada sistema de conducción en el resto de los cultivares.
Posteriormente, y después de tres semanas de libre crecimiento, se continuó con
las mediciones que corresponderían a la respuesta varietal frente a tales sistemas
de conducción. Se tomaron diferentes variables respuesta a medir, las cuales se
iban midiendo cada tres semanas durante todo el período de crecimiento activo de
las plantas, el que se prolongó desde Noviembre del 2002 hasta Abril del 2003,
tiempo en que se regó y fertilizó el huerto. Las variables respuesta se describen a
continuación:
Es importante resaltar que los brotes seleccionados al azar se tomaban de una
ramilla de un año también seleccionada al azar. De estas ramillas se seleccionó un
número distinto de ellas en cada sistema de conducción, debido a que cada sistema
tiene una morfología diferente, con distinto número de brazos madres, distinto
volumen y tamaño, etc., por lo tanto, con el objetivo de representar bien al sistema
de conducción se determinó que para el caso de monocono se tomaran 4 ramillas,
en ypsilon 2 ramillas y en vaso 3 ramillas.
43
A
B
C
FIGURA 7. Sistemas de conducción implementados en cultivar Frantoio A)
Monocono, B) Ypsilon, C) Vaso. San Rafael, 2003
44
Luego todos los datos se promediaron, obteniéndose ponderaciones que permiten
comparar los sistemas entre sí.
Largo de brotes. De las ramillas seleccionadas, se midió el largo del brote
seleccionado en cada una de ellas, el cual se marcó con pintura en la base del
mismo, como se observa en la Figura 8. Además se incluyó el largo de posibles
brotes anticipados que nacieran de estos brotes marcados. El largo del brote se
midió con una huincha en centímetros.
Diámetro de brotes. De los mismos brotes seleccionados y marcados en el
punto anterior, se midió el grosor con un pie de metro en mm en la base de éste,
dentro del primer entrenudo.
Largo de entrenudos. De los mismos brotes seleccionados y marcados en el
punto anterior, se midió con una huincha en cm el largo de los entrenudos, para
inmediatamente calcular y anotar un promedio de estos por brote. Número de yemas. Con la misma metodología anterior, se contó el número de
yemas en cada brote seleccionado. El objetivo fue estudiar el potencial
productivo, y el vigor que logró cada tratamiento a través del índice: nº de
yemas/cm lineal de brote en crecimiento. En este caso, también se incluyeron
las yemas que aparecieron en posibles brotes anticipados.
Número de anticipados (potenciales fructíferos). Bajo la misma metodología
anterior se contó el número de brotes anticipados, o "nietos", que nacieron de
los brotes marcados anteriormente.
45
FIGURA 8. Brote seleccionado, marcado en la base de éste con pintura azul,
proveniente de una ramilla también seleccionada, marcada con cinta
plástica color blanco. San Rafael, 2003.
46
Estos crecimientos son de interés, ya que son vegetativos de poco vigor y
alcance que ayudarán a llenar el espacio designado para la planta, y además no
alteran el crecimiento normal del vegetal, lo cual indica un estado de equilibrio
frente a la poda efectuada, por lo tanto, se podría traducir en precocidad de
producción.
Número de lanzamientos (o chupones). Esta medición se realizó únicamente
al final del período de crecimiento. Se efectuó contabilizando todos aquellos
chupones que nacieron dentro de los primeros 20 cm de la base de las ramas
madres que sujetaban las ramillas marcadas. Estos crecimientos tuvieron un real
interés, ya que fueron una expresión física de la planta en respuesta a la poda
realizada en cada tratamiento; reveló incomodidad y desequilibrio en la relación
hoja/raíz.
Grosor de tronco inicial v/s final. Se realizó con un pie de metro en mm en la
base del tronco a la altura de 10 cm sobre la superficie del suelo. Todo vegetal
tuvo dos formas de crecimiento vegetativo que, en cierto modo, demostró el
vigor de la planta, uno en longitud (sumatoria de todos los brotes elongados) y el
otro en grosor. Se estudió el grosor de tronco inicial v/s el final.
Volumen de copa inicial v/s final. Volumen en m3. Asumiendo la forma
geométrica de un cono para el sistema de monocono, de un cilindro menos un
cono invertido para el sistema de vaso libre, y la sumatoria de dos cilindros para
ypsilon. En los tres casos se promedió un radio mayor y uno menor, para
obtener un radio medio tentativo, la altura se tomó desde el nacimiento de la
primera rama madre hasta la punta más alta. Esta medición se realizó con una
huincha de medir, al inicio y al final del período de crecimiento.
Peso de poda de formación. La masa vegetativa en gramos, eliminada de las
plantas debido a la poda de formación, se pesó en una balanza de capacidad de
47
1000 gramos. La idea es tener un registro de cuánto se eliminó promedio por
tratamiento o sistema de conducción.
Tiempo de poda. La duración en minutos que demoró la operación de poda en
cada tratamiento de conducción medida con un cronómetro.
Al final del período se logró obtener un registro de la respuesta varietal frente a cada
sistema de conducción, visto y medido de diferentes puntos de vista, se obtuvo una
tasa o velocidad de crecimiento, se constató el vigor que se provocó en cada
tratamiento y se consideraron las demostraciones de desequilibrio. En conjunto, fue
un seguimiento en el tiempo visual y cuantitativo del comportamiento de cada uno
de los tratamientos en cada ensayo realizado, por lo tanto, un experimento
descriptivo y cuantificable.
3.6. Análisis estadístico:
El análisis estadístico de los datos en cada ensayo se realizó mediante un análisis
de varianza, para evaluar estadísticamente las diferencias entre tratamientos para
cada variable respuesta. Luego, si se verificaban diferencias, se proseguía con un
análisis de separación de medias entre tratamientos. Se utilizó el Test de Duncan,
ya que tiene mayor flexibilidad y puede comparar todos los tratamientos entre sí.
El análisis estadístico se realizó con el software STATICGRAPHS plus 4.0
(Statistical Graphics Corp. EE.UU.).
La decisión de rechazar o no rechazar H0 se basó en el Valor-p, que corresponde al
nivel de significación más bajo con el cual el valor estadístico de prueba observado
es significativamente distinto a lo propuesto en H0. Luego, si se trabajó con un nivel
de significación α=0,05 la regla de decisión fue:
Se rechaza H0 si : Valor-p < α=0,05.
48
Las variables respuesta se analizaron mediante la relación que existió entre ellas,
en la cual se agruparon en tres grandes grupos o conceptos que apuntaban a
distintas perspectivas de análisis:
Concepto Afinidad de la poda con el cultivar:
Al eliminar mayor cantidad de material vegetativo, se demostró que más se alejó de
la forma natural de crecimiento que adoptó esta especie y, en particular, de cada
cultivar. La forma en que la planta demostró esta afinidad con la poda es con la
cantidad de chupones que emitidos por tratamiento.
Esto se representa por las variables: peso de poda y número de chupones. Se
buscó obtener, en el mejor tratamiento, la combinación de valores mínimos en
ambas variables.
Es importante tener en cuenta que el agua es el principal factor limitante de la
producción del cultivo, debiéndose adaptar la dimensión de la copa a la pluviometría
y las disponibilidades reales de agua en el suelo (BARRANO, FERNANDEZ-
ESCOBAR y RALLO, 2001).
Concepto Vigor como respuesta a la poda:
En este concepto se encierran las siguientes variables: grosor de tronco, volumen
de copa, largo de brote y largo de entrenudos. Debido a que por teoría hidráulica
debiera existir una correlación positiva entre ellas. Lo que se busca, es obtener en el
mejor tratamie nto los valores mínimos, ya que implicaría un menor vigor como
respuesta a la poda de formación realizada.
49
Concepto Potencial fructífero:
En este concepto lo que se busca es encontrar el tratamiento con las plantas más
frondosas en el interior de su copa, con gran cantidad de hojas y yemas dentro del
espacio designado para la planta. Según CLIGELEFFER (1990) el nivel productivo
estará determinado por el número de yemas/planta potencialmente productivas.
Representado por la variable número de yemas y número de anticipados. Lo que se
desea obtener es la combinación de valores máximos en el mejor tratamiento. Sin
embargo, lo que realmente interesa es la densidad de yemas dentro de la copa,
para ello se estudió la respuesta en cuanto a la cantidad de yemas alcanzadas por
cm lineal de brote producido durante la temporada de crecimiento 2002 - 2003.
Donde se trabajó con las mediciones de la última fecha de medición (9 de Abril) de
las variables número de yemas y largo de brote.
A causa de que en las variables volumen de copa y grosor de tronco se midió al
principio y al final del período de crecimiento y, para observar y estudiar la diferencia
que existiese en este lapso, los datos se transformaron en porcentaje de variación
con respecto al valor inicial, ya que así se pudo estudiar de forma más homogénea
o ponderada los datos, y es con estos porcentajes que se realizó el análisis
estadístico. La fórmula matemática de este porcentaje es la siguiente:
% variación inical v/s final = Vol. copa final – Vol copa inicial * 100
Vol copa inical
Es importante señalar que durante el período de mediciones, se dio una instrucción
al personal de trabajo de despuntar los brotes emergentes; orden que pasó por alto
las plantas en medición que se encontraban marcadas y pintadas en el tronco,
provocando seguramente una mayor brotación lateral y emisión de anticipados.
Cabe la coincidencia que la variable número de anticipados no logró tener diferencia
significativa en ningún ensayo.
50
4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS
4.1 Ensayo 1 cultivar Frantoio:
El cultivar Frantoio se caracterizó por presentar un crecimiento muy equilibrado,
cierto crecimiento péndulo de sus ramas. No produjo flores en la temporada 2002,
sólo brotes y anticipados de tipo vegetativo.
• Peso de poda:
Para la variable peso de poda en el cultivar Frantoio no se lograron diferencias
significativas. En el Cuadro 2 se observan los resultados obtenidos en las
mediciones efectuadas durante el período en cuestión:
CUADRO 2. Peso de poda (gr), cultivar Frantoio. San Rafael, 2002.
Ensayo Tratamiento Peso poda (gr) Monocono 363,75NS
Frantoio Ypsilon 608,00 Vaso 431,00
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
• Número de chupones:
Para la variable número de chupones en el cultivar Frantoio, no se encontraron
diferencias significativas entre los tratamientos de conducción. En el cuadro 3 se
observan los datos obtenidos de las mediciones realizadas.
51
CUADRO 3. Número de chupones en cultivar Frantoio. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Nº chupones Monocono 3,75NS
Frantoio Ypsilon 9,35 Vaso 8,2
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Por concepto afinidad de la poda, no hubo diferencias significativas entre las
variables de este ensayo. Sin embargo, se observa que el número de chupones
emitidos por tratamiento va en función con el peso de poda eliminado por
tratamiento; o expresado de otra forma, por el número de yemas dejados en la
poda, que en este ensayo, Monocono es el sistema de conducción con menor peso
de poda y cantidad de chupones, luego Vaso y finalmente Ypsilon. El problema de
exceso de vigor, según RAZETO (1999), es por diferentes causas, entre ellas, por
condiciones naturales muy favorables para el crecimiento vegetativo o como por
errores en el manejo de los árboles, particularmente, debido a excesivas podas y/o
fertilización nitrogenada excesiva.
• Variación de grosor tronco:
En la variable variación de grosor tronco en el cultivar Frantoio no se lograron
diferencias significativas atribuibles a los tratamientos de conducción. En el cuadro 4
se observan los resultados obtenidos en las mediciones.
CUADRO 4. Variación grosor tronco (%) en el cultivar Frantoio. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Var. Grosor tronco (%)
Monocono 43,20NS Frantoio Ypsilon 46,33
Vaso 63,58 NS: No Significativo (P > 0,05)
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
52
• Variación de volumen copa:
Para la variable variación de volumen copa en el cultivar Frantoio, si hubo
diferencias significativas entre los tratamientos de conducción. En el cuadro 5 se
observan los resultados obtenidos en el análisis.
CUADRO 5. Variación de Volumen de copa (%), cultivar Frantoio. San Rafael 2003
Ensayo Tratamiento Variación Vol. copa (%)
Monocono 145,908 a Frantoio Ypsilon 405,356 b
Vaso 276,422 ab Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se observa que la menor variación del volumen de copa entre el inicio y el final del
período de mediciones se logra en el tratamiento de conducción en Monocono,
luego Vaso, ambos de un mismo nivel estadístico.
• Largo de brotes:
Para la variable Largo de brote en el cultivar Frantoio, si se lograron diferencias
significativas. En el cuadro 6 se observan los resultados obtenidos para las fechas
que lograron estas diferencias.
53
CUADRO 6. Largo de brote (cm) en cultivar Frantoio. San Rafael, 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento Largo brote (cm)
Monocono 34,67 a Frantoio 2-feb Ypsilon 51,46 b
Vaso 31,778 a Monocono 44,3875 ab
Frantoio 24-feb Ypsilon 48,69 b Vaso 35,752 a Monocono 54,895 a
Frantoio 18-mar Ypsilon 81,59 b Vaso 46,002 a Monocono 62,037 a
Frantoio 9-abr Ypsilon 105,23 b Vaso 50,92 a
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se destaca en los resultados, que el sistema de conducción en vaso es el que
alcanza los menores niveles, luego Monocono, ambos de un mismo nivel de
respuesta.
Para observar el vigor producido por los tres tratamientos de poda, se aprecia en el
gráfico de la Figura 9 la evolución en el tiempo de los datos recogidos de la variable
largo de brote para cada una de las fechas de medición y en el cuadro 7 se observa
los valores de pendiente de las mismas.
54
0
20
40
60
80
100
120
25-nov 16-dic 8-ene 2-feb 24-feb 18-mar 9-abr
cm
MonoconoYpsilonVaso
FIGURA 9. Tasa de crecimiento de los diferentes tratamientos de conducción en
cultivar Frantoio durante la temporada de crecimiento 2002 - 2003. San
Rafael, 2003.
55
CUADRO 7. Tasa de crecimiento variable Largo de brote, cultivar Frantoio.
Monocono Ypsilon Vaso Pendiente 0,414 0,681 0,314
Al analizar las curvas de cada tratamiento de conducción en el gráfico de la figura
12 y los valores de pendiente de las mismas en el Cuadro 7, se observa que el
sistema en vaso es el que alcanza la menor tasa de crecimiento, y el sistema en
Ypsilon la mayor.
• Largo de entrenudos:
Para la variable respuesta largo de entrenudos si se lograron diferencias
significativas en el cultivar Frantoio. En el cuadro 8 se observan los resultados del
análisis estadístico de las fechas que lograron diferencias.
CUADRO 8. Largo de entrenudos (cm), cultivar Frantoio, San Rafael 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento L. entrenudos (cm)
Monocono 2,465 ab Frantoio 18-mar Ypsilon 2,64 b
Vaso 2,252 a Monocono 2,4725 ab
Frantoio 9-abr Ypsilon 2,702 b Vaso 2,226 a
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se destaca que el sistema de conducción en vaso logra los menores valores de
largo de entrenudos, luego Monocono, ambos sistemas de un mismo nivel
estadístico. Por lo tanto, existe una correspondencia con la variable largo de brote,
que se asume dentro del concepto vigor como respuesta a la poda.
56
• Diámetro de brote:
Para la variable diámetro de brote, en el cultivar Frantoio, no se encontraron
diferencias significativas entre tratamientos para ninguna fecha de medición del
período en ensayo. En el Cuadro 9 se observan los resultados obtenidos en la
última medición, que fue la más representativa del período.
CUADRO 9. Diámetro de brotes (mm), cultivar Frantoio. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Grosor brote (mm)
Monocono 4,525NS Frantoio Ypsilon 4,70
Vaso 4,10 NS: No Significativo (P > 0,05)
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Según el concepto de vigor como respuesta a la poda, representado por las
variables volumen de copa, largo de brote y largo de entrenudos, los tratamientos
que lograron los valores mínimos fueron Vaso y Monocono.
Según PREZIOSI et al. (1992) quienes compararon en una investigación realizada
en la provincia de Macerata (Italia central) los sistemas de conducción en vaso y
monocono para distintos cultivares, determinaron que en todas las variedades
probadas, el mayor crecimiento se daba en vaso libre que en monocono, y con esto
concluye que se favorece una rápida terminación de la estructura del árbol. De
hecho, en esta misma investigación obtienen que la mayor producción acumulada
fue en el sistema de conducción vaso libre y con el cultivar Frantoio, concluyendo
que el mejor desarrollo de la copa obtenido en el sistema en vaso, trajo las mayores
producciones, respecto de la conducción en sistema monocono.
Según lo anterior, ROSENBERG (1988) complementa que si un vegetal se deja sin
poda crecerá mucho más que si se poda. Mientras más libre crezca la planta joven,
57
mayor será el volumen de hojas y raíces que ésta desarrollará y también mayor será
su capacidad de producir frutos.
CROCE (1936) explica que al estudiar el efecto de diferentes intensidades de poda
en manzano, llegó a la conclusión que los árboles no podados aumentaron de
tamaño más rápidamente que los podados y, cuanto más rigurosa es la poda,
menor es el crecimiento. HARTMAN, APITZ y HOFFMAN (1960), trabajando con
olivos jóvenes sin producción llegaron a los mismos resultados.
Con esto, se busca una respuesta que logre una adecuada y pronta terminación de
la estructura, y además, evitando tratamientos con respuestas muy vigorosas. Por
ello, es necesario analizar e integrar el tratamiento que alcanza la menor intensidad
de poda dado por la variable peso de poda, pero en este ensayo esta variable no
presenta diferencia significativa, por lo tanto, los tratamientos monocono y vaso son
posibles candidatos.
• Número de yemas:
Para la variable número de yemas en el cultivar Frantoio, sí se logró diferencia
significativa atribuible a los tratamientos de conducción. En el Cuadro 10 se
observan los resultados del análisis.
CUADRO 10. Número de yemas, cultivar Frantoio. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Nº yemas Monocono 48,625 a
Frantoio Ypsilon 86,125 b Vaso 46,068 a
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se destaca al sistema de conducción en Ypsilon como el tratamiento que logra tener
la mayor cantidad de yemas en el brote emitido en la temporada. Sin embargo, este
58
tratamiento de conducción es el que muestra tener el mayor vigor expresado por las
plantas.
Al analizar el siguiente Cuadro 11, se observa que el sistema de conducción en
vaso es el que logra la mayor cantidad de yemas / cm lineal de brote.
CUADRO 11. Índice Nº yemas / cm lineal de brote, cultivar Frantoio.
Monocono Ypsilon Vaso Yemas/cm lineal 0,78 0,82 0,90
• Número de anticipados:
En la variable número de anticipados no se encontraron diferencias significativas
entre tratamientos para el cultivar Frantoio. En el Cuadro 12 se observan los
resultados obtenidos en el ensayo.
CUADRO 12. Número de anticipados, cultivar Frantoio. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Nº anticipados Monocono 8,937NS
Frantoio Ypsilon 20,9 Vaso 12,534
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Por concepto potencial fructífero para el cultivar Frantoio, basado en la variable
número de yemas, el tratamiento en Ypsilon logra la mayor cantidad de éstas, lo que
indica un potencial productivo teóricamente superior a los otros dos tratamientos.
Sin embargo, al estudiar la densidad de yemas por cm lineal de brote se destaca al
sistema de conducción en vaso como el tratamiento con mayor cantidad de yemas y
hojas por materia seca producida.
59
4.2 Apreciación global de ensayo 1 cultivar Frantoio:
Particularmente, importante es relacionar el crecimiento vegetativo con la
potencialidad de producción. El olivo fructifica sobre madera de un año (BARRANO,
FERNANDEZ-ESCOBAR y RALLO, 2001), por lo que la potencialidad de producción
está relacionada al número de yemas desarrolladas en la temporada de crecimiento
(FERNANDEZ, 1990). El tratamiento que fue mayormente podado (Ypsilon)
presentó una cantidad de yemas superior a los otros dos tratamientos y, por lo tanto,
una productividad teórica superior.
Sin embargo, este sistema de conducción (Ypsilon), presentó el mayor vigor
alcanzado al analizar las respuestas del concepto Vigor. Por lo que se debiera
esperar una menor capacidad fructífera en las yemas de esos elementos para la
siguiente temporada, en comparación con los otros sistemas de conducción que
muestran un crecimiento más equilibrado en sus brotes, condición más favorable
para la inducción floral (VALENZUELA, 1987; WINKLER, 1980 y CHILDERS, 1979).
La poda tiene también como efecto la vigorización de los crecimientos individuales
(WESTWOOD, 1982; WYLIE, 1971), los cuales según WESTWOOD (1982), afectan
desfavorablemente a la floración.
Por lo tanto, si se observa la respuesta dada en el concepto potencial fructífero, se
tiene que en el siguiente nivel de cantidad de yemas, están los sistemas Monocono
y Vaso, ambos de un mismo nivel estadístico, y el sistema en vaso específicamente
con una alta densidad de yemas.
4.3 Ensayo 2 Cultivar Barnea:
Según el hábito de crecimiento natural del cultivar Barnea y las condiciones
edafoclimáticas de la zona de San Rafael, se consideró con crecimiento similar a la
forma de cono o pirámide. Además de caracterizarse por ser notablemente vigoroso,
destacándose en la gran altura de las plantas y en el grosor de tronco,
60
comparativamente con los demás cultivares presentes en el huerto. Este cultivar
produjo una abundante floración y cuaja, durante la temporada en estudio.
• Peso de poda:
Para la variable peso de poda no se lograron diferencias significativas para el
cultivar Barnea. En el cuadro 13 se observan los valores obtenidos en el
experimento.
CUADRO 13. Peso de poda (gr), cultivar Barnea. San Rafael 2002.
Ensayo Tratamiento Peso poda (grs) Monocono 270,083NS
Barnea Ypsilon 841 Vaso 988
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
• Número de chupones:
Para la variable número de chupones en el cultivar Barnea, si se obtuvieron
diferencias significativas entre tratamientos de poda. En el Cuadro 14 se observan
los datos del análisis.
CUADRO 14. Número de chupones, cultivar Barnea. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Nº chupones Monocono 1,5 b
Barnea Ypsilon 6,25 a Vaso 6,8 a
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Por concepto afinidad a la poda, dado en este ensayo por la variable número de
chupones, se aprecia la diferencia del tratamiento Monocono, como el sistema de
61
menor nivel en cuanto a cantidad de chupones, por lo tanto, se demuestra que bajo
este sistema de conducción la planta mantiene un crecimiento más equilibrado,
mayor comodidad frente a la necesidad de poda, y con ello, menor desgaste de la
planta (PASTOR y HUMANES, 1997).
Según los mismos autores, la presencia de ramas muy extendidas, casi
horizontales y la excesiva iluminación, hace reaccionar al olivo obligándole a la
emisión continua de chupones vigorosos que, además de ser necesaria su
supresión, ocasionan un pérdida de savia elaborada, en detrimento de la producción
de aceitunas. En este ensayo en particular, se destaca que los sistemas en Ypsilon
y Vaso presentan un alto nivel de producción de chupones, pudiendo representar a
la situación recién mencionada.
Cabe mencionar nuevamente la influencia directa que se observa entre la variable
peso de poda con número de chupones, reafirmando la relación directa entre ellas.
Según TOUS MARTI (1997) en la poda de formación es importante respetar la
tendencia natural de esta especie, y de cada variedad en particular. En un olivar
siempre son aconsejables las formas libres, ya que las formas obligadas disminuyen
la velocidad de crecimiento de los árboles, retrasan la entrada en fructificación y
reducen la producción de la plantación, ya que para obtener estas formas es
necesario realizar podas severas y minuciosas, en especial, durante los primeros
años, desequilibrando a la planta al reducir la relación hoja / raíz.
Es por ello que se consideró importante la caracterización visual que se hizo de
cada cultivar, ya que en este caso permite discutir que la forma natural de
crecimiento del cultivar Barnea, semejante a la forma de cono o pino, concuerdan
con lo demostrado en los resultados del análisis de este concepto, que indican a
Monocono como el sistema de conducción más afín al hábito natural de crecimiento
y que menos material vegetal se eliminó por planta.
62
• Variación de grosor tronco:
La variable variación de grosor tronco en el cultivar Barnea no logró tener
diferencias significativas entre tratamientos de conducción. En el Cuadro 15 se
observan los resultados obtenidos en las mediciones.
CUADRO 15. Variación de grosor de tronco (%), cultivar Barnea, San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Var. Grosor tronco (%)
Monocono 47,06NS Barnea Ypsilon 28,84
Vaso 36,66 NS: No Significativo (P > 0,05)
• Variación de volumen copa:
Para la variable variación de volumen copa en el cultivar Barnea, si existen
respuestas atribuibles a los tratamientos de conducción. En el Cuadro 16 se
observan los resultados obtenidos en el análisis.:
CUADRO 16. Variación de volumen de copa (%), cultivar Barnea, San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Variación Vol. copa (%)
Monocono 160,48 a Barnea Ypsilon 1174,49 b
Vaso 522,07 a Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se destaca a los sistemas de conducción en Monocono y Vaso, como los
tratamientos de menor nivel de variación del volumen de copa entre el inicio de las
mediciones y el final de ellas, demostrando así, un menor vigor expresado.
63
• Largo de brotes:
Para la variable largo de brote, en el cultivar Barnea, no se lograron diferencias
significativas para ninguna de las fechas de medición. En el cuadro 17 se observan
los resultados que se obtuvieron en la última fecha, ya que se considera a ésta
como la más interesante.
CUADRO 17. Largo de brote (cm), cultivar Barnea. San Rafael 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento Largo brote (cm)
Monocono 103,01NS Barnea 9-abr Ypsilon 99,48
Vaso 108,132 NS: No Significativo (P > 0,05)
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Para observar el vigor producido por los tratamientos de poda, se aprecia en el
gráfico de la Figura 12 la evolución en el tiempo de la variable largo de brote en
cada una de las fechas de medición. Y en el Cuadro 17 se observa los valores de
pendiente de las mismas:
CUADRO 18. Tasa de crecimiento variable largo de brote, cultivar Barnea.
Monocono Ypsilon Vaso Pendiente 0,702 0,731 0,887
.
El tratamiento que alcanza la menor pendiente o tasa de crecimiento, según lo
analizado en el gráfico de la figura 10 y en el cuadro 18, es el sistema en Monocono,
luego Ypsilon con pendientes muy similares.
64
0
20
40
60
80
100
120
25-Nov 16-Dic 08-Ene 02-Feb 24-Feb 18-Mar 09-Abr
cm
MonoconoYpsilonVaso
FIGURA 10. Tasa de crecimiento de los diferentes tratamientos de conducción en
cultivar Barnea durante la temporada de crecimiento 2002 - 2003. San
Rafael, 2003.
65
• Largo de entrenudos:
Para la variable largo de entrenudos, sí se lograron diferencias significativas
atribuibles a los tratamientos de poda para el cultivar Barnea. En el Cuadro 19 se
observan los resultados del análisis estadístico de las fechas que alcanzaron esta
significancia.
CUADRO 19. Largo de entrenudos (cm), cultivar Barnea. San Rafael, 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento L. entrenudos (cm)
Monocono 2,1775 a Barnea 2-feb Ypsilon 2,562 b
Vaso 2,46 b Monocono 2,225 a
Barnea 24-feb Ypsilon 2,552 b Vaso 2,454 b Monocono 2,1925 a
Barnea 18-mar Ypsilon 2,534 b Vaso 2,452 b Monocono 2,22 a
Barnea 9-abr Ypsilon 2,376 b Vaso 2,486 b
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Del cuadro de resultados se rescata que el sistema de conducción en Monocono es
el tratamiento con el menor nivel de largo de entrenudos de los tres tratamientos en
discusión, demostrando así el menor vigor de este sistema de conducción bajo las
condiciones de cultivo dadas para el cultivar Barnea en la zona de San Rafael.
• Diámetro de brote:
Para la variable respuesta diámetro de brote en el cultivar Barnea no se encontraron
diferencias significativas entre tratamientos de conducción para ninguna fecha de
medición del período en cuestión. En el Cuadro 20 se observan los resultados
obtenidos en la última medición, que sería la más representativa del período.
66
CUADRO 20. Diámetro de brotes (mm), cultivar Barnea. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Grosor brote (mm)
Monocono 4,493NS Barnea Ypsilon 5,224
Vaso 4,806 NS: No Significativo (P > 0,05)
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Según concepto vigor como respuesta a la poda, basado para este ensayo, en las
variables volumen de copa y largo de entrenudos, se logra tener al tratamiento
Monocono como el menos vigoroso, y en el caso específico de volumen copa, el
tratamiento en Vaso es estadísticamente similar a Monocono.
Numerosos autores (CROCE, 1986; BLANCHET, 1985; WINKLER, 1980; WYLIE,
1971 y FEUCHT, 1967) concuerdan respecto a la vigorización del crecimiento que
se desarrolla posteriormente a una poda severa. Esto se debe a:
• Una mayor disponibilidad nutricional por yema o brote en desarrollo, al disminuir
en la poda el número de yemas en condiciones de brotar (WESTWOOD, 1982).
• La mayor concentración de reguladores de crecimiento provenientes de la raíz
que son transportadas acropétalamente y son acumuladas en la zona de corte
(GIL, PEREZ y PSZCOLKOWSKI, 1980).
• La relación menos favorable entre el número de puntos de crecimiento o
desarrollo y la misma capacidad radical y vascular de la planta (GIL, PEREZ y
PSZCOLKOWSKI, 1980).
67
• Número de yemas:
Para la variable Número de yemas en el cultivar Barnea no se logró alcanzar una
diferencia significativa atribuible a los tratamientos de conducción. En el cuadro 21
se observan los resultados obtenidos en las mediciones.
CUADRO 21. Número de yemas, cultivar Barnea. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Nº yemas Monocono 102,150NS
Barnea Ypsilon 70,958 Vaso 116,720
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Al analizar el siguiente Cuadro 22, se observa que los sistemas de conducción en
Vaso y Monocono son los que logran la mayor cantidad de yemas por cm lineal de
brote. Demostrando cierta asociación de los resultados con el comportamiento del
concepto vigor como respuesta a la poda. Lo cual demuestra lo explicado por
WYLIE (1971) quien dice que el número de hojas y yemas por brote en un árbol
podado es inferior.
CUADRO 22. Índice Nº yemas / cm lineal de brote, cultivar Barnea.
Monocono Ypsilon Vaso Yemas/cm lineal 0,99 0,71 1,08
• Número de anticipados:
En la variable número de anticipados no se encontraron diferencias significativas
entre tratamientos de conducción para el cultivar Barnea. En el Cuadro 23 se
observan los resultados obtenidos en el análisis estadístico.
68
CUADRO 23. Número de anticipados, cultivar Barnea. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Nº anticipados Monocono 17,188NS
Barnea Ypsilon 11,493 Vaso 21,200
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Y para el concepto potencial fructífero, no hubo diferencias significativas para las
variables en estudio en este ensayo. Sin embargo, es interesante destacar que en
ambas variables el tratamiento con los mayores valores fue el sistema en Vaso
seguido de Monocono, además de mencionar que ambos sistemas son los que
alcanzan las mayores densidades de yema por brote desarrollado en la temporada.
4.4 Apreciación global de ensayo 2 Cultivar Barnea:
Para las condiciones de cultivo y agroclimáticas de la zona de San Rafael para
cultivar Barnea durante la temporada 2002 - 2003, se observa una mayor afinidad
del hábito de crecimiento natural del cultivar con el sistema de conducción en
Monocono y, que los sistemas en Monocono y Vaso tienen una respuesta poco
vigorosa frente a tales condiciones, es decir un crecimiento vegetativo equilibrado,
además este comportamiento de vigor se ve reflejado también en la densidad de
yemas por cm lineal desarrollado en la temporada. Reafirmando lo que concluye
WINKLER (1980) para vid, quien explica que los brotes obtenidos en plantas
podadas son más vigorosos, pero su habilidad productiva es menor.
4.5 Ensayo 3 Cultivar Picual:
Picual fue uno de los dos cultivares que lograron floración y fructificación,
alcanzando altos niveles en ambos parámetros, además un gran calibre de frutos en
comparación con el cultivar Barnea, el otro cultivar precoz. Su fructificación se
caracterizó por la gran cantidad de frutos partenocárpicos Estos frutos disminuyen
69
en el árbol cuando se tiene polinización cruzada, y cuando las temperaturas en el
momento de la polinización y fecundación están entre los 15º y 30ºC y, cuando no
haya déficits temporales de agua ni nutrientes (BARRANCO, FERNANDEZ-
ESCOBAR y RALLO, 2001).
Otra característica observada, fue la alta susceptibilidad al ataque de Repilo, hongo
del género Spiloceae, que ataca las hojas formando manchas circulares negras en
el haz.
Vegetativamente, se destacó por presentar mucho rebrote, no en altura, sino que
rebrote lateral y anticipados, reconociéndose esta situación por generar una copa
bastante más densa que los otros cultivares; de porte más pequeño y con un
adecuado crecimiento en volumen.
• Peso de poda:
Para la variable peso de poda sí se alcanza una respuesta significativa para el
cultivar Picual. En el siguiente Cuadro 24 se observan los valores obtenidos en el
experimento.
CUADRO 24. Peso de poda (gr), cultivar Picual. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento
Peso poda (grs)
Monocono 378,333 a Picual Ypsilon 946,667 b
Vaso 1073 b Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se destaca al sistema de conducción Monocono como el tratamiento con la menor
intensidad de poda.
70
• Número de chupones:
Para la variable número de chupones en el cultivar Picual, no se lograron diferencias
significativas entre tratamientos de poda. En el cuadro 25 se observan los datos de
la última medición.
CUADRO 25. Número de chupones, cultivar Picual. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Nº chupones Monocono 5,67NS
Picual Ypsilon 5,67 Vaso 8,4
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Según concepto afinidad de la poda, el tratamiento de conducción en Monocono
alcanzó el menor nivel, dado por la variable peso de poda.
Al observar los resultados de la variable número de chupones, aunque ésta no
tenga significancia, es interesante destacar que los sistemas Monocono e Ypsilon
logran los valores más bajos. Nuevamente se comprueba la relación directa entre
las variables peso de poda y número de chupones.
Según un estudio comparativo entre ypsilon, monocono y vaso libre, realizado en
Lazio, Italia central, durante cinco años a partir de 1995, se determinó que a
consecuencia de la menor intensidad de la poda practicada, el sistema en vaso libre
suele proporcionar producciones sensiblemente superiores. En el estudio, se pudo
apreciar que la producción en el sistema en vaso fue la que proporcionó en todas
las variedades los niveles más altos medidos en el quinquenio, mientras que las
formas en ypsilon y monocono produjeron menos, debido a las mayores
intensidades de poda necesaria (PASTOR y HUMANES, 1996).
71
Hay que tener en consideración que las condiciones edafo-climáticas de la zona
agrícola de Lazio, los cultivares utilizados y, los manejos agronómicos realizados en
aquella plantación son particulares y diferentes a las del predio de la zona de San
Rafael, Chile; lo que se desea destacar en esta comparación es el hecho de que a
menor intensidad de poda, se aumenta sensiblemente la producción por planta, lo
que conlleva a plantear la idea, de que si se está frente a un predio de grandes
dimensiones, esta situación puede influir directamente en el capital a invertir en el
huerto durante los primeros años y en el tiempo de retorno que tome éste.
Por lo tanto, se está dejando claro que, además de tratar de darle una forma al árbol
lo más similar y cercana a su hábito natural de crecimiento, también es importante
evitar podas muy fuertes, ya que se reduce sensiblemente la producción por planta.
Para el caso específico del ensayo Picual, se establece que el tratamiento de
conducción menos intervenido por la poda es el sistema en Monocono, demostrado
por el peso de poda.
PASTOR y HUMANES (1997) complementan lo anterior, explicando que la
inducción de una precoz entrada en producción, se consigue reduciendo las
intervenciones de poda al mínimo, indispensable para una aceptable formación del
árbol. Si las podas se dosifican correctamente, no debiera alargarse el período
improductivo. En formación siempre son preferibles las podas repetidas en el tiempo
durante la estación de crecimiento, pero de escasísima intensidad, por lo que nunca
se desequilibraría la relación hoja / raíz. Podas severas que reduzcan bruscamente
el volumen de copa siempre son condenables.
• Variación de grosor tronco:
La variable variación de grosor tronco en el cultivar Picual, no logró tener diferencias
significativas atribuibles a los tratamientos de conducción. En el Cuadro 26 se
observan los resultados obtenidos en las mediciones.
72
CUADRO 26. Variación de grosor de tronco (%), cultivar Picual. San Rafael 2003
Ensayo Tratamiento Var. Grosor tronco (%)
Monocono 60,49NS Picual Ypsilon 37,67
Vaso 42,08 NS: No Significativo (P > 0,05)
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
• Variación de volumen copa:
Para la variable variación de volumen copa en el cultivar Picual, sí existen
respuestas atribuibles a los tratamientos de conducción. En el Cuadro 27 se
observan los resultados obtenidos en el análisis.
CUADRO 27. Volumen de copa (%), cultivar Picual. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Variación Vol. copa (%)
Monocono 88,96 a Picual Ypsilon 873,99 b
Vaso 194,578 a Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se observa que el sistema de conducción en Monocono seguido del sistema en
Vaso son los tratamientos que logran la menor variación del volumen de copa
durante la temporada de crecimiento 2002 - 2003 bajo los tratamientos de
conducción realizados.
• Largo de brotes:
Para la variable largo de brote, en el cultivar Picual, se alcanzó diferencia
significativa para una de las fechas de medición. En el Cuadro 28 se observan los
resultados que se obtuvieron en aquella medición.
73
CUADRO 28. Largo de brote (cm), cultivar Picual. San Rafael, 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento Largo brote (cm)
Monocono 14,118 a Picual 16-dic Ypsilon 17,325 b
Vaso 13,76 a Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se observa que los tratamientos de conducción Monocono y Vaso son los sistemas
que logran el nivel más bajo de largo de brote, demostrando así un menor vigor
producto de los tratamientos de poda.
Para observar el vigor producido por los tratamientos de poda, se aprecia en el
gráfico de la Figura 11 la evolución en el tiempo de la variable largo de brote para
cada una de las fechas de medición. Y en el Cuadro 29 se observa los valores de
pendiente de las mismas.
74
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
25-Nov 16-Dic 08-Ene 02-Feb 24-Feb 18-Mar 09-Abr
cm
MonoconoYpsilonVaso
FIGURA 11. Tasa de crecimiento de los diferentes tratamientos de conducción en
cultivar Picual durante la temporada de crecimiento 2002 - 2003. San
Rafael, 2003.
75
CUADRO 29. Tasa de crecimiento variable Largo de brote, cultivar Picual.
Monocono Ypsilon Vaso Pendiente 0,314 0,567 0,286
.
Al analizar las curvas de los tres tratamientos de conducción en el gráfico de tasa de
crecimiento en la Figura 14, junto con los valores de pendiente de las mismas en el
Cuadro 29, se extrae que el sistema en Vaso alcanza la menor pendiente, muy
similar a Monocono; y el sistema Ypsilon logra el mayor valor.
• Largo de entrenudos:
Para la variable respuesta largo de entrenudos en el cultivar Picual, se lograron
diferencias significativas atribuibles a los sistemas de poda. En el Cuadro 30 se
observan los resultados del análisis estadístico de las fechas que logran esta
significancia.
CUADRO 30. Largo de entrenudos (cm), cultivar Picual. San Rafael 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento L. entrenudos (cm)
Monocono 2,012 a Picual 2-feb Ypsilon 2,5 b
Vaso 1,768 a Monocono 1,852 a
Picual 24-feb Ypsilon 2,312 b Vaso 1,78 a Monocono 1,798 a
Picual 18-mar Ypsilon 2,205 b Vaso 1,704 a Monocono 1,838 a
Picual 9-abr Ypsilon 2,29 b Vaso 1,748 a
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
76
Se destaca que los sistemas de conducción en Vaso y Monocono logran la
respuesta menos vigorosa, representado en este caso por la variable largo de
entrenudos.
• Diámetro de brote:
Para la variable respuesta diámetro de brote en el cultivar Picual, no se encontraron
diferencias significativas entre tratamientos de conducción para ninguna fecha de
medición del período en cuestión. En el Cuadro 31 se observan los resultados
obtenidos en la última medición, que estaría siendo la más representativa del
período:
CUADRO 31. Diámetro de brotes (mm), cultivar Picual. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Grosor brote (mm)
Monocono 3,988NS Picual Ypsilon 4,55
Vaso 4,04 NS: No Significativo (P > 0,05)
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Por concepto vigor como respuesta a la poda, que en este ensayo se basó por las
variables volumen de copa, largo de brote y largo de entrenudos se obtuvo que los
tratamientos de conducción en Vaso y Monocono fueron los menos vigorosos.
A pesar de que en la variable diámetro de brote no haya diferencias significativas,
es meritorio reconocer que los valores más bajos se encuentran en el tratamiento en
Monocono, sistema de conducción menos podado, lo cual muestra una
concordancia con las variables que sí presentan significancia.
Se destaca en el concepto vigor, que el tratamiento en Monocono se diferencia del
resto por encontrarse dentro del nivel de respuesta con valores bajos, lo que indica
77
que este sistema de conducción responde de forma poco vigorosa frente a la poda
realizada. Siendo este mismo tratamiento el de menor intensidad de poda de los
tres, dado por la variable peso de poda.
En un ensayo probado por WINKLER (1980), se concluye que los brotes obtenidos
en plantas podadas de vid son más vigorosos y la habilidad total productiva es
menor al obtenerse menos brotes con respecto a las no podadas.
WINKLER (1980) define los conceptos vigor y capacidad. Vigor es la condición que
se expresa en un rápido crecimiento de las partes de la planta, o sea, está
relacionado al ritmo de crecimiento y, la capacidad es la cantidad de crecimiento y
cosecha total que la planta o parte de ella es capaz de producir.
La mayor capacidad de plantas no podadas para crecer y producir, es el resultado
de un abastecimiento más abundante de carbohidratos aprovechables producto de
un mayor área foliar, por lo tanto, va a estar determinada por la cantidad, tamaño y
calidad de las hojas y por la longitud de tiempo durante el cual éstas se encuentran
activas WINKLER (1980).
WESTWOOD (1982) indica que la poda estimula el crecimiento cerca del punto de
corte e incrementa la disponibilidad de nitrógeno por yema, lo que podría explicar el
mayor vigor de los brotes en las plantas podadas. También agrega que podar y
suprimir ramas y ramillas, además de reducir la superficie foliar potencial, se
eliminan reservas acumuladas en ella.
• Número de yemas:
Para la variable número de yemas en el cultivar Picual, no se alcanzaron diferencias
significativas atribuibles a los tratamientos de conducción. En el siguiente Cuadro 32
se observan los resultados de las mediciones.
78
CUADRO 32. Número de yemas, cultivar Picual. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Nº yemas Monocono 56,083NS
Picual Ypsilon 79 Vaso 52,192
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
En el siguiente Cuadro 33, se observa el índice de yemas por cm lineal de brote
dado para cada tratamiento de conducción.
CUADRO 33. Indice Nº yemas / cm lineal de brote, cultivar Picual. San Rafael 2003.
Monocono Ypsilon Vaso Yemas/cm lineal 1,17 0,95 1,18
• Número de anticipados:
En la variable número de anticipados no se encontraron diferencias significativas
entre tratamientos de conducción para el cultivar Picual. En el cuadro 34 se
observan los resultados obtenidos para cada tratamiento de conducción.
CUADRO 34. Número de anticipados, cultivar Picual. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Nº anticipados Monocono 18,75NS
Picual Ypsilon 23,33 Vaso 15,534
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Y con respecto al concepto potencial fructífero, no se obtuvieron diferencias
significativas entre las variables.
79
4.6 Apreciación global de ensayo 3 Cultivar Picual:
Reuniendo los resultados entregados par los conceptos que logran otorgar
diferencias significativas dado por los tratamientos de conducción, se puede
apreciar que los sistemas de conducción Monocono y Vaso tienen la menor
respuesta de vigor y Monocono la mayor afinidad a la poda.
4.7 Ensayo 4 cultivar Leccino:
El cultivar Leccino se caracterizó por tener un adecuado crecimiento, equilibrado,
con bastante ramificación de gran longitud.
Las plantas eran grandes, con ramas péndulas, provocando que en el arqueo de la
rama se formaran muchos chupones, la madera se presentó muy flexible.
La forma de los árboles se caracterizó por ser bastante globosa, dado por un
crecimiento desordenado de las ramas, en todas las direcciones, provocando un
crecimiento de la planta en volumen.
Y en cuanto a la fructificación, este cultivar tuvo muy pocas flores y frutos, los cuales
eran de forma simétrica y elongados, suaves al tacto.
• Peso poda:
Para la variable peso de poda se alcanzó una respuesta significativa para el cultivar
Leccino, en el siguiente Cuadro 35 se observan los valores obtenidos en el
experimento.
80
CUADRO 35. Peso de poda (gr), cultivar Leccino. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Peso poda (grs)
Monocono 383 a Leccino Ypsilon 918,417 b
Vaso 1077 b Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se destaca al sistema de conducción en Monocono como el tratamiento con menor
intensidad de poda efectuada.
• Número de chupones:
Para la variable número de chupones en el cultivar Leccino, no se obtuvieron
diferencias significativas entre tratamientos de poda, en el Cuadro 36 se observan
los datos del análisis.
CUADRO 36. Número de chupones, cultivar Leccino. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Nº chupones Monocono 4,4NS
Leccino Ypsilon 6,83 Vaso 5
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Por concepto afinidad a la poda se destaca al tratamiento de conducción en
Monocono como el más afín al crecimiento natural del cultivar, demostrándolo por
medio de la variable peso de poda.
Se ha comprobado que al aumentar la intensidad de la poda, eliminando ramas
completas, se obtiene una sumatoria de longitudes y del número de yemas por
planta inferior ( WESTWOOD, 1982; WYLIE, 1971), una menor cantidad de reservas
acumuladas en la madera, de gran importancia en la brotación siguiente (WINKLER,
81
1980). Además de provocar un desequilibrio en la relación hoja/raíz, reduciendo el
crecimiento logrado y retrasando la entrada en producción (PASTOR y HUMANES,
1997). Lo cual, en el caso específico de Leccino, estaría sucediendo con los
tratamientos de conducción que lograron el nivel más alto de intensidad de poda
(Ypsilon y Vaso).
• Variación de grosor tronco:
La variable variación de grosor tronco en el cultivar Leccino, no logró tener
diferencias significativas atribuibles a los tratamientos de conducción. En el Cuadro
37 se observan los resultados obtenidos en las mediciones.
CUADRO 37. Variación de grosor de tronco (%), cultivar Leccino. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Var. Grosor tronco (%)
Monocono 66,09NS
Leccino Ypsilon 50,06 Vaso 52,38
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
• Variación de volumen copa:
Para la variable variación de volumen copa en el cultivar Leccino, sí se lograron
diferencias significativas debido a los tratamientos de conducción. En el Cuadro 38
se observan los resultados obtenidos en el análisis.
82
CUADRO 38. Variación de volumen copa (%), cultivar Leccino. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Variación vol. copa (%)
Monocono 155,182 a Leccino Ypsilon 700,89 b
Vaso 289,756 a Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0.05)
Se observa que los sistemas de conducción en Monocono, luego Vaso, ambos de
un mismo nivel de respuesta, son los tratamientos con menor variación de
crecimiento del volumen de copa durante el período evaluado 2002 - 2003.
• Largo de brotes:
Para la variable Largo de brote en el cultivar Leccino, se obtuvieron diferencias
significativas para dos de las fechas de medición, ambas del final del período. En el
cuadro 39 se observan los resultados que se lograron en aquellas mediciones.
CUADRO 39. Largo de brote (cm), cultivar Leccino. San Rafael, 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento Largo brote (cm)
Monocono 52,842 a Leccino 18-mar Ypsilon 112,058 b
Vaso 68,21 a Monocono 53,902 a
Leccino 9-abr Ypsilon 126,123 b Vaso 75,666 a
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se destaca a los sistemas de conducción en Monocono y Vaso como los
tratamientos con la menor respuesta de vigor representada, en este caso, por la
variable largo de brote.
83
Para observar el vigor producido por los tratamientos de poda, se aprecia en el
gráfico de la Figura 15 la evolución en el tiempo de la variable largo de brote para
cada una de las fechas de medición. En el Cuadro 40 se observan los valores de
pendiente de las mismas.
CUADRO 40. Tasa de crecimiento variable Largo de brote, cultivar Leccino.
Monocono Ypsilon Vaso Pendiente 0,342 0,690 0,524
Según lo analizado en el gráfico de la Figura 12 y en el Cuadro 40, se rescata que el
sistema de conducción en Monocono es el tratamiento con menor tasa de
crecimiento y el sistema en Ypsilon la mayor.
Según PASTOR y HUMANES (1997), explican que de las diferentes ramas que
constituyen el árbol, las de más intensa vegetación son las que están mejor
iluminadas, es decir, las más centradas y verticales; las ramas más bajas y
horizontales padecen corrientemente de falta de luz, su fructificación es abundante
pero se agotan antes; y por último, las ramas interiores casi carentes de luz,
producen menos frutos y su vegetación es menos vigorosa.
A partir de esto se explica porqué el sistema de conducción en Ypsilon demuestra
tener tanto vigor, debido a que es un sistema de conducción con el centro abierto y
con bastante exposición de las ramas al sol, con los brazos madres extendidos,
permitiendo la emisión vertical de los brotes, y por lo tanto un mayor vigor de sus
crecimientos.
84
0
20
40
60
80
100
120
140
25-Nov 16-Dic 08-Ene 02-Feb 24-Feb 18-Mar 09-Abr
cm
MonoconoYpsilonVaso
FIGURA 12. Tasa de crecimiento de los diferentes tratamientos de conducción en
cultivar Leccino durante la temporada de crecimiento 2002 - 2003. San
Rafael, 2003.
85
• Largo de entrenudos:
Para la variable largo de entrenudos en el cultivar Leccino, se logró significancia
atribuible a los sistemas de poda. En el Cuadro 41 se observan los resultados del
análisis estadístico de las fechas que tienen esta significancia:
CUADRO 41. Largo de entrenudos (cm), cultivar Leccino. San Rafael, 2003.
Ensayo Fecha Tratamiento L. entrenudos Monocono 2,106 a
Leccino 16-dic Ypsilon 2,687 b Vaso 2,18 a Monocono 2,156 a
Leccino 2-feb Ypsilon 2,638 b Vaso 2,264 a
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Se observa que los tratamientos de conducción en Monocono y Vaso logran los
niveles más bajos de largo de entrenudos.
• Diámetro de brote:
Para la variable diámetro de brote en el cultivar Leccino, no se encontraron
diferencias significativas entre tratamientos de conducción para ninguna fecha de
medición del período en cuestión. En el Cuadro 42 se observan los resultados
obtenidos en la última fecha, que estaría siendo la más representativa del período.
CUADRO 42. Diámetro de brotes (mm), cultivar Leccino. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Grosor brote (mm)
Monocono 4,398NS Leccino Ypsilon 5,07
Vaso 4,976 NS: No Significativo (P > 0,05)
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
86
Para el concepto vigor como respuesta a la poda, el sistema de conducción en
Monocono resultó ser el tratamiento menos vigoroso, dentro de esta misma
categoría se encuentra el sistema en Vaso.
Es interesante rescatar que el sistema de conducción Monocono con menor nivel de
intensidad de poda, es también el tratamiento menos vigoroso.
Según lo expuesto por WYLIE (1971) afirma que en una poda severa donde se
reduce el número de brotes en crecimiento, el vigor o la condición que está
expresada en el rápido crecimiento de la planta, será mayor en cada uno de esos
brotes individuales. Al respecto, se destaca al tratamiento Ypsilon el que toma una
respuesta a la poda mucho más vigorosa que el resto de los tratamientos, siendo
este mismo sistema de conducción uno de los que logra el nivel más alto de
intensidad de poda, dado por la variable peso de poda.
A pesar de que la variable grosor de brote no tenga diferencia significativa se
destaca la concordancia de sus resultados, donde el tratamiento de menor grosor
alcanzado es Monocono, el mismo sistema de conducción que logra las respuestas
significativas menos vigorosas y con menor intensidad de poda.
Los diámetros de tronco y brote no presentaron diferencias atribuibles a los
tratamientos en ninguno de los cuatro cultivares. Pareciera ser que las variables
diámetro de los elementos: tronco y brote en esta especie no son lo suficientemente
sensibles como para obtener resultados estadísticamente diferentes.
Existe la posibilidad de que no haya diferencia significativa en la variable grosor
tronco en ningún cultivar, debido a que en la mitad del período de mediciones se
realizaron operaciones con maquinaria pesada subiendo el nivel de los camellones,
seguramente provocando que se perdiera la marca inicial de medición para esta
variable.
87
• Número de yemas:
Para la variable número de yemas en el cultivar Leccino, sí se logró una
significancia atribuible a los tratamientos de conducción. En el siguiente Cuadro 43
se observan los resultados de las mediciones.
CUADRO 43. Número de yemas, cultivar Leccino. San Rafael 2003.
Ensayo Tratamiento Nº yemas Monocono 51,6 a
Leccino Ypsilon 110 c Vaso 79,418 b
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Del Cuadro 43 se extrae que el sistema de conducción en Ypsilon es el tratamiento
que logra la mayor cantidad de yemas por brote, sin embargo este sistema es el que
alcanza el mayor nivel de intensidad de poda, junto con esto, los mayores niveles de
vigor como respuesta a la poda de formación realizada. Al respecto y basado en lo
que dice CHILDERS (1979), quien explica que una poda excesiva reduce el follaje
hasta el punto en que las raíces están capacitadas para suministrar cantidades de
nutrientes y agua al remanente de la copa, se produce un considerable aumento en
el crecimiento vegetativo de los brotes con pequeñas o ninguna formación de flores.
VALENZUELA (1987), coincide que el máximo potencial productivo del kiwi se
obtendrá cuando la velocidad de crecimiento del brote sea moderada durante toda
la temporada, permitiendo un buen desarrollo de las yemas.
Al analizar en siguiente Cuadro 44, se observa que los sistemas de conducción en
Vaso y Monocono logran la mayor cantidad de yemas / cm lineal de brote
desarrollado, demostrando cierta relación con el comportamiento de concepto vigor
como respuesta a la poda.
88
CUADRO 44. Índice Nº yemas / cm lineal de brote, cultivar Leccino.
Monocono Ypsilon Vaso Yemas/cm lineal 0,96 0,87 1,05
• Número de anticipados:
En la variable número de anticipados no se encontraron diferencias significativas
entre tratamientos de conducción para el cultivar Leccino. En el Cuadro 45 se
observan los resultados obtenidos para cada tratamiento.
CUADRO 45. Número de anticipados, cultivar Leccino. San Rafael, 2003.
Ensayo Tratamiento Nº anticipados Monocono 11,45NS
Leccino Ypsilon 12,078 Vaso 12,85
NS: No Significativo (P > 0,05) Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Y para el concepto potencial fructífero, el sistema de conducción con mayor
cantidad de yemas lo logra el tratamiento en Ypsilon, sin embargo este sistema
demuestra tener excesivo vigor en sus crecimientos, lo cual perjudica la
fructificación de las plantas.
Al analizar los resultados del índice número de yemas por cm lineal de brote, se
destacan los tratamientos Vaso y Monocono como los más apropiados, es decir,
una alta cantidad de hojas y yemas en el interior de la copa, indiscutiblemente, un
alto potencial productivo en la totalidad de volumen de copa para plantaciones con
densidades intensivas. Esperando mantener una buena captación de luz en el
interior del árbol mediante podas de mantención.
89
Cada una de las yemas está ubicada en la axila de una hoja, por lo tanto, un mayor
número de éstas en los brotes puede considerarse como un índice de una mayor
superficie foliar y una mayor capacidad potencial de producir nutrientes orgánicos
(WYLIE, 1971). Esta mayor capacidad es expresada en un mayor desarrollo
vegetativo, aéreo y radicular (WESTWOOD, 1982), y en una adecuada formación de
reservas nutricionales en la brotación de la siguiente temporada de crecimiento
(FEUCHT, 1967).
La fotosíntesis es el proceso básico de asimilación de carbono. Diferentes factores
afectan la fotosíntesis, los principales son: la radiación, la concentración de CO2, la
disponibilidad de agua y nutrientes y la superficie foliar (BARRANCO, FERNANDEZ-
ESCOBAR y RALLO, 2001). En este sentido, todas las plantas del ensayo reciben la
misma cantidad de radiación solar, CO2, agua y nutrientes dentro del cuartel, sin
embargo, depende del sistema de conducción la superficie foliar iluminada por
planta, ya que son las hojas los órganos responsables de la fotosíntesis, y por ello,
la exposición al sol del mayor número posible de hojas de un olivar conduce a una
mayor acumulación de materia seca.
La radiación luminosa incidente disminuye al introducirse dentro de la copa, sobre
todo en el olivo que se considera como de bajo índice de área foliar en comparación
con otros frutales, alcanzando un valor medio de 2,5 (cítricos 6,5); esto debido a la
rápida reducción de la capacidad fotosintética de las hojas de olivo al decrecer la
radiación incidente (BONGI y PALLIOTTI, 1994).
4.8 Apreciación global de ensayo 4 Cultivar Leccino:
Al integrar los conceptos vigor en el desarrollo vegetativo influenciado por la
intensidad de poda y las condiciones agroclimáticas de la zona de San Rafael,
afinidad de la poda dado, básicamente, por el material vegetal eliminado en la
operación y potencial productivo; hacen que el sistema de conducción en Monocono
90
sea el tratamiento más adecuado para el cultivar Leccino bajo las condiciones de
cultivo y agroclimáticas de la zona de San Rafael.
4.9 Tiempo de poda:
Para la variable respuesta Tiempo de poda, que se analizó indistintamente por
cultivar, si se alcanzó una respuesta atribuible a los tratamientos de conducción, en
el cual el sistema en Ypsilon es el que demora menos tiempo en la operación de
poda, estadísticamente similar al sistema en Vaso. Los resultados se observan en el
Cuadro 46 a continuación, que además muestra la variación en porcentaje de cada
tratamiento con respecto al tratamiento que alcanza el menor tiempo.
CUADRO 46. Tiempo de poda y % de variación de los cuatro cultivares.
Tratamiento Tiempo de poda (min)
% variación
Monocono 5,136 a 101,807 Ypsilon 2,545 b 0 Vaso 4,286 ab 68,409
Letras distintas indican diferencia estadística (Duncan, α = 0,05)
Los resultados podrían atribuirse a que en estos dos sistema de conducción, Ypsilon
y Vaso libre, la poda fue más drástica que en Monocono. En los primeros se
elegían las dos (o tres) ramas madres; se podaban y rebajaban haciendo la poda
más ágil, en cambio, para el sistema en Monocono, el hecho de ir eligiendo rama
por rama en cada nudo a lo largo del eje central, provocaba que indiscutiblemente
se hiciera más lenta, dificultosa y requiriera de personal especializado.
En la misma investigación que hizo PREZIOSI et al. (1992) en Italia central,
comprueba que el tiempo necesario para la poda de invierno en el sistema en vaso
era cerca de un 30% menor respecto de la conducción en Monocono.
91
Trabajos realizados en Italia (PROIETTI et al., 1991; ANGELI et al., 1995; PARLATI
et al., 1995) han demostrado que la inversión en el momento de la plantación es
mayor en Monocono, ya que es necesario utilizar postes y tutores de gran tamaño,
tendido de alambres, etc., que no son necesarios en la forma libre. Los costos de
poda que ocasiona el sistema en Monocono son mucho mayores, demandando
podadores altamente calificados, no siempre disponibles en las explotaciones
olivareras.
PASTOR y HUMANES (1997) consideran como un principio de la poda, que ésta
debe ser de coste moderado, las razones del alto coste son: la excesiva altura de
los árboles, instrumentos inadecuados, o la propia técnica de poda (podas
excesivamente meticulosas en las que se elimina mucha hoja y brotes jóvenes y se
deja la madera), resultado de copia de podas realizadas en otras especies frutales.
Los mismos autores aseguran que en España se inclinan por las formas libres en
vaso, y sobre un único tronco, ya que proporcionan producciones precoces y
abundantes, y a demás demandan una mano de obra poco especializada.
92
5. CONCLUSIONES
Ensayo 1: Cultivar Frantoio.
1. Según el estudio de la respuesta varietal frente a los tres sistemas de
conducción realizados, se concluye que los sistemas en Monocono y Vaso son
los más adecuados para las condiciones de cultivo del predio localizado en la
zona de San Rafael, Talca, VII Región.
2. Los sistemas de conducción Monocono y Vaso se ajustan perfectamente a la
densidad de plantación empleada en el predio para los objetivos productivos,
permitiendo desarrollar una forma libre y abierta, sin sombrear demasiado las
hileras contiguas.
3. Según las condiciones agroclimáticas de la zona de San Rafael, se concluye que
el sistema de conducción en Vaso es el que tiene la menor velocidad de
crecimiento.
Ensayo 2: Cultivar Barnea.
1. En base a la respuesta varietal dada en el acabado estudio de tratamientos de
conducción, se tiene que el sistema en Monocono muestra ser el más apropiado
para el cultivar Barnea.
2. Para la densidad de plantación establecida, la forma que toma el sistema de
conducción en Monocono y la respuesta vegetativa que entrega el cultivar frente
a tal sistema de conducción, permiten concluir que sea el más adecuado para su
desarrollo y posterior productividad.
93
3. La velocidad de crecimiento del sistema de conducción en Monocono es la que
muestra tener la menor respuesta frente a las condiciones agroclimáticas de la
zona de San Rafael.
Ensayo 3: Cultivar Picual.
1. Se concluye que el sistema de conducción más apropiado, basado en los
conceptos de Afinidad y Vigor frente a la poda, sea el sistema en Monocono.
2. Para la densidad de plantación del huerto en estudio con el cultivar Picual, se
logra concluir que el sistema de conducción en Monocono responde
equilibradamente y permite expresar la estructura del sistema en su totalidad.
3. Para las condiciones agroclimáticas de la zona de San Rafael, se concluye que
el sistema de conducción en Vaso es el que tiene la menor intensidad de
crecimiento, luego Monocono.
Ensayo 4: Cultivar Leccino.
1. Luego de evaluar la respuesta varietal frente a distintos tratamientos de
conducción y analizado desde distintas perspectivas, se llega a que el sistema
de conducción en Monocono sea el tratamiento más acorde a las necesidades
de cultivo.
2. Para la densidad de plantación estudiada, se establece que el sistema de
conducción óptimo corresponde a Monocono, ya que permite expresar
correctamente la estructura del sistema, sin desequilibrar excesivamente a las
plantas, ni sombrear demasiado.
94
3. El tratamiento de conducción en Monocono logra la tasa de crecimiento mínima
de los tres sistemas de conducción, dado por las condiciones agroclimáticas de
la zona de cultivo.
Apreciaciones globales de la experiencia:
1. Se recomienda que para el sistema de conducción Ypsilon, es estrictamente
necesario formar las plantas desde el principio de la plantación, e ir realizándola
paulatinamente para no desequilibrar el crecimiento aéreo con el radicular.
2. Se concluye que para mejorar al sistema de conducción en Monocono se
requiere que éste sea de fácil y ágil operación, para ello se debe tratar de podar
dejando una ramificación por nudo en forma helicoidal.
3. Se establece que al relacionar las respuestas de los tratamientos de conducción
con plantas testigos localizados en otras zonas de cultivo, permite concluir que
no siempre se da la misma respuesta vegetativa y/o productiva, por lo tanto, es
importante tener esa información como marco teórico, pero nunca como una
pauta a seguir.
4. Se establece que al analizar la caracterización visual de cada cultivar, permite
trabajar en función del hábito de crecimiento natural de estos.
5. Los sistemas Ypsilon y Vaso son los tratamientos que demoran menos tiempo
en efectuar la poda por árbol, lo que indica que son sistemas de poda de más
rápido y fácil labor, repercutiendo directamente en el costo de operación.
95
6. RESUMEN
Entre los meses de Octubre del 2002 y Abril del 2003 se llevó a cabo un estudio en un olivar de media intensidad de la VII Región, ubicado en la localidad de San Rafael, plantado el año 2000; con el objetivo de establecer la mejor alternativa en sistema de conducción para las condiciones agroclimáticas de la zona. Los sistemas de conducción propuestos, basado en bibliografía, para olivares aceiteros de media intensidad corresponden a: Monocono, Vaso libre e Ypsilon paralelo a la hilera. Y los cultivares del huerto corresponden a: Frantoio, Barnea, Picual y Leccino. El estudio se llevó a cabo como un ensayo distinto para cada cultivar, debido a que estos se encontraban plantados en cuarteles separados dentro del terreno. Se evaluó la respuesta varietal a los distintos tratamientos de conducción mediante diferentes variables respuestas las cuales se iban midiendo cada tres semanas: Largo brote, largo entrenudos, grosor brote, volumen copa inicial v/s final, grosor tronco inicial v/s final, peso de poda, tiempo de poda, nº yemas, nº anticipados y nº chupones. Los resultados sugieren, que para el ensayo Frantoio, la mejor alternativa son los sistema de conducción Monocono y Vaso; para los ensayos Barnea, Picual y Leccino la mejor alternativa es el sistema de conducción en Monocono. Los datos sugieren que mientras más libre crezca la planta, mayor será el volumen de copa y raíces que se desarrollará y, por lo tanto, una mayor capacidad de producir. La vigorización de crecimientos individuales dado por la poda, afectan desfavorablemente la fructificación. Podas intensivas provocan una reducción sensible de la productividad. Por lo tanto, es necesario dosificar o repartir las podas a lo largo del tiempo en el período de crecimiento activo y que sean de la mínima intensidad permitida para formar una estructura idónea convergente al hábito de crecimiento natural del cultivar, con la mejor exposición de la radiación solar a la mayor parte de las hojas del árbol.
96
7. LITERATURA CITADA
AGROMILLORA SUR S.A. 2002. Catálogo de variedades comerciales de olivo, Viveros Agromillora Sur.
ANGELI, L; SILLARI, B. y CANTINI, C. 1995. Cespuglio e monocono a confronto.
L`informatore Agrario. 43: 59 – 63. AZCON-BIETO, J. y TALON, M. 2000. Fundamentos de fisiología vegetal. 1ª
edición. Madrid, España. Edicions Univeritat de Barcelona. 514 pgs. BALDINI, E. 1992. Arboricultura general. 1ª edición. Madrid, España. Ediciones
Mundi-Prensa. 379 pgs. BONGI, G. y PALLIOTTI, A. 1994. Olive. En Bruce Shaffer y Peter C. Andersen
(Eds.). Handbook of environmental physiology of fruits crops. Vol I. Temperate Crops CRC Press Inc. Boca Raton.
BARRANCO, FERNÁNDEZ- ESCOBAR y RALLO. 1998. El Cultivo del Olivo. 2ª
edición. Madrid, España. Mundiprensa. 651 pgs. BLANCHET, P. 1985. Fertilité et croissance du kiwi (Actinidia chinensis Pl.). Fruit 40
(10) : 647 - 658. BLAZQUEZ, M. 2003. Bases moleculares de la floración.
http://www.ciencia.cl/CieciaAlDia/volumen3/numero3/articulos/articulo3.html CALABRASE, F. 1992. El aguacate. Madrid, España. Mundi-Prensa. 249 pgs. CALLEJAS, R. 2001. Formación de la yema floral en el olivo y sus consecuencias
sobre el añerismo. Aconex. Abril - Junio 2001. Nº 71. Pgs. 16 - 23. CARBONNEAU, A. 1989. L`exposition utile de ferrillage: définition du potentiel du
système de conduite. In Système de conduite de la vigne et mécanisation. Office International de la vigne et du vine. Bordeaux, France. 13 - 33.
CHILDERS, N. 1979. Fruticultura moderna. Montevideo, Uruguay. Hemisferio sur.
457 pgs. v.i. CORFO. 1964. Suelos, descripción, proyectos aerofotogramétrico Chile / OEA /
BID. Publicación nº 2. Instituto de investigación de recursos naturales. Chile. CROCE, F. 1986. Poda de formación de árboles frutales. Mendoza, Argentina.
Dirección de industria y fomento agrícola e industrial. Pg. 68 (Boletín nº 23).
97
ELLENA, M. 2000. Cultivo de olivo en climas fríos. Tierra adentro. Julio - Agosto 2000. Nº 33. Pgs. 10 - 13.
FERNANDEZ, H. 1996. Informe técnico programa nacional de desarrollo olivícola,
consultoría para la Fundación para la Innovación Agraria. Ministerio de Agricultura. Santiago. Chile.
FERNANDEZ, L.G. 1990. Evaluación de distintos tratamientos de conducción y
poda sobre la formación de plantas de kiwi (Actinidia deliciosa Chev.) cv. Hayward, en sus dos primeras temporadas de crecimiento. Taller de Licenciatura agr. Quillota, Chile. 107 pgs.
FERREYRA, R. SELLES, G. Y SELLES, I. 2001. Boletín INIA Nº 59. Riego
deficitario controlado en olivos. Instituto de Investigación Agropecuaria - INIA. Fundación para la Innovación Agropecuaria - FIA. Gobierno de Chile. Santiago, Chile. 48 pgs.
FEUCHT, W. 1967. La fisiología de la madera frutal. Santiago, Universidad de Chile.
Facultad Agronomía. 64 pgs. FIA. 1999a. Boletín Olivicultura. www.fia.cl/difus/boletin/bololiv/boli1199.htm ________ 1999b. El cultivo del olivo, diagnóstico y perspectivas. Fundación para la
Innovación Agraria. Ministerio de Agricultura. Santiago. Chile. 100 pgs. FONTANAZZA, G. 1984. Allevamento e potatura dell`olivo. Ed. Universale
Edagricole. Nº 143. Bologna. Italy. GASTO, SILVA y COSIO. 1990. Sistemas de Agricultura. Santiago, Chile. 92 pgs. GIL, G. 2000. Fruticultura: La producción de fruta. 1ª edición. Santiago, Chile.
Ediciones Universidad Católica de Chile. 583 pgs. _________ 1997. Fruticultura: El potencial productivo. 1ª edición. Santiago, Chile.
Ediciones Universidad Católica de Chile. 331 pgs. GIL, G; PÉREZ, J; PSZCZOLKOWSKI, P. 1980. Problema de brotación de vides.
Revista Fruticultura. 3 (2) : 53 - 55. GIL-ALBERT, F. 1996. Tratado de arboricultura frutal. 4ª edición. Madrid, España.
Ediciones Mundi-Prensa. 251 pgs. GUERRERO, A. 1988. Nueva olivicultura. Ediciones Mundi-prensa. Madrid. España.
202 pgs. GRUEN, P. 2003. Hormonas vegetales y reguladores de crecimiento.
http://perso.wanadoo.es/pedrogruen/hormonas_vegetales_y_reguladores.htm
98
HARTMAN, H. T; APITZ, K; HOFFMAN, R. M. 1960. Pruning olives in California.
California agricultural experiments. Satation. University of California. Bulletin 771.
HARTMANN, H.T. y col. 1960. La taille des oliviers en Californie. Inf, Oleic.Int. Núm.
11, pág. 24. HISTORIA DE LOS OLIVOS. 2003. http://usuarios.lycos.es/olivium/historia.html IBACACHE, A. 2001. Frutales de nuez y olivo. Agenda del salitre. Santiago, Chile.
Soquimich S.A. 1375 pgs. 989 - 992 pgs. MORETTINI, A. 1972. Olivicoltura. R.E.D.A. Roma. Pp. 335 - 357. NIEMEYER, H. Y CERECEDA, P. 1984. Geografía de Chile. Tomo VIII Hidrografía.
Instituto Geográfico Militar. 1ª edición. Santiago, Chile. 297 pgs. NIÑO DE ZEPEDA, M. 1988. Efecto de distintas intensidades de poda invernal de
formación, en el crecimiento vegetativo, floración y fructificación del kiwi (Actinidia deliciosa P.) cv. Hayward, en plantas de segunda hoja. Tesis Ing. Agr. Santiago. Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad de Agronomía. 335 pgs.
PARLATI, M. V; IANNOTTA, N. y PANDOLFI, S. 1995. Studio dell`influenza della
forma di allevamento sul comportamento vegetativo e produttivo dell`olivo. Atti del Cnvegno L`Olivicoltura Mediterranea: Stato o Prospettive della Coltura o della Ricerca. Instituto Sperimentale per la Olivicoltura. Pág 343 - 353.
PASTOR, M. 2003. Olivar: plantaciones intensivas y superintensivas.
http://www.eumedia.es/articulos/vr/aceites/101plantaciones.html PASTOR y HUMANES. 1997. La Poda del Olivo. Agrícola Española S.A. 2ª
edición. Madrid, España. 219 pgs. PASTRANA, S. 2003. Clima mediterráneo.
http://club.telepolis.com/geografo/clima/climamed.htm PORRAS, P. Et al. 1997. Plantaciones en alta densidad en olivar. Chile agricola. Vol
(XXII): pgs 195 - 198. PREZIOSI, PROIETTI y FAMIANI. 1994. Comparación entre Sistemas de
Conducción de Monocono y Vaso en cultivares de olivos Frantoio, Moraiolo y Nostrale di Rigali. Acta-Horticulturae. 356 pgs 306 - 310.
PROIETTI. P; FAMIANI, F y TOMBESI, A. 1991. The influence of some agronomic
parameters on the efficiency of innovative vibration system used for
99
mechanical harvesting. 8ª Consulta de la Red Europea de Investigación en Olivicultura. FAO: Bornova. Izmir, Turquía. 10 – 13 Sept. 1991.
RALLO, L. 1999. Nuevas tecnologías en el cultivo del olivar. Foro del Olivar y Medio
Ambiente. IX Simposium Científico-Técnico. Expoliva 99. Jaén. España. RAZETO, B. 1999. Para entender la fruticultura. 3ª edición. Santiago, Chile.
Ediciones Universidad de Chile. 370 pgs. REYNIER, A. 1989. Manuel de viticulture. Ed Lavoisier. Quinta edición. Paris,
France. 396 pgs. ROSENBERG, G. 1988. Poda de formación de kiwi (Actinidia deliciosa Pl.) In:
Seminario de producción de kiwi. Santiago, Chile. Pontificia Universidad Católica de Chile. Pgs. 157 - 183.
SANTIBAÑEZ y URIBE. 1993. Atlas geográfico de Chile VI y VII Región.
Universidad de Chile. 99 pgs. SMART, R.E. 1987. The light quality environment of vineyard. In 3eme Symposium
International sur la Physiologie de la vigne. Bordeaux, France. Bull. OIV: 370 - 373.
STUTTE, G.W. y MARTIN, G.C. 1986. Effect of killing the seed on return bloom of
olive. Scientia Horticulturae, 29:107-113 pp. TOUS MARTI, J. 1997. Situación actual y perspectivas del cultivo de olivo en
Terragona. Terragona, España. Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA). 277 pgs.
VALENZUELA, L. 1987. Estudio sobre el letargo y desarrollo floral de kiwi (Actinidia
chinensis P.) cv. Hayward. Tesis Magister en Ciencias Agropecuarias. Santiago, Pontificia Universidad Católica de Chile. 151 pgs.
VERNER, L; FRANKLIN, D. 1960. Training and pruning italian prune trees. Idaho
agro. Exp. Station. 25 p. (Bull Nº 355). WESTWOOD, N. 1982. Fruticultura de zonas templadas. Madrid, España. Mundi-
Prensa. 461 pgs. WINCKER, A. 1998. Viticultura. México, C.E.C.S.A. 792 pgs. WYLIE, A. 1971. La poda. El campesino 102 (6) : 4
100
ANEXO 1. Descripción del perfil de suelo de la serie San Rafael, correspondiente a la zona de ensayo.
Descripción del perfil: (cm.) 0 - 20 Pardo rojizo oscuro en húmedo, 5YR 4/4 - 7,5YR 4/4; textura franco
arcillosa; estructura de bloques subangulares y angulares gruesos y medios que se rompen en bloques subangulares finos a granular fina, débiles; plástico y adhesivo, friable; pardo fuerte, 7,5YR 5/8; concresiones de fierro y manganeso, medias, escasas; pH 7,1; limite inferior claro ondulado.
20 - 55 Pardo rojizo en húmedo, 5YR 5/4; textura franco arcillosa; estructura de
bloques angulares y subangulares gruesos y medios, débiles, que se rompen en bloques subangulares finos a granular fina, débiles; plástico y adhesivo, friable; raíces finas y medias abundantes; moteados distintos, medios, comunes de color pardo rojizo, 5YR 4/4; concre3siones de fierro y manganeso, medias, escasa; pH 6,1; limite inferior claro ondulado.
55 - 75 Pardo a pardo oscuro en húmedo, 7,5YR 5/4 - 7,5YR 4/4; textura franca;
estructura prismática y bloques angulares gruesos y medios, débiles, que se quiebran en bloques subangulares finos a granular fina, débiles; plástico y adhesivo; friable; raíces finas y medias, abundantes; moteados distintos, gruesos, abundantes, de color rojo amarillento, 5YR 4/8; concresiones gruesas abundantes de fierro y manganeso; pH 6,2; limite interior abrupto ondulado.
75 - 96 Pardo amarillento claro a pardo amarillento en húmedo, 10YR 5/4; textura
franco arenosa; estructura masiva; sin plasticidad ni adhesividad, suelto; raíces finas y medias, abundantes; moteados distintos, medios, comunes de color rojo amarillento, 5YR 4/8; concresiones de fierro y manganeso gruesas y medias, abundantes; pH 6,5; límite interior abrupto lineal.
96 -110 "Tosca" de textura franca; pH 7,0. Características de los tipos y fases: Las variaciones del suelo están determinadas: a) Por posición y topografía - suelo depositacional en topografía intermedia ligera a fuertemente ondulada o montañosa; presentándose algunos sectores más disectados. b) Por pendiente y erosión - suelo de pendiente fuerte a escarpada, altamente susceptible a la erosión; suelo de pendiente no susceptible; suelo de erosión severa. c) Por drenaje - suelo de buen drenaje. d) Por profundidad - suelo muy delgado; suelo moderadamente profundo y suelo profundo. e) Por pedregosidad - suelo moderadamente pedregoso.
101
ANEXO 2. Sistemas de conducción implementados en cultivar Barnea: A)
Monocono, B) Ypsilon, C) Vaso. San Rafael, 2003.
A
B
C
102
ANEXO 3. Sistemas de conducción implementados en cultivar Picual: A) Monocono,
B) Ypsilon, C) Vaso. San Rafael, 2003.
A
B
C
103
ANEXO 4. Sistemas de conducción implementados en cultivar Leccino: A)
Monocono, B) Ypsilon, C) Vaso. San Rafael, 2003.
A
B
C
104