4
Noviembre 18 / 2012 Mensaje Dominical Pst. Parrish Jácome Hernández El Gran Panorama Texto: 2 Timoteo 2: 5 Vulnerar los procesos, pasando por alto las normas establecidas, tiende a ser una opción, cuando alcanzar una meta se torna en un logro final, olvidando el mayor crecimiento que produce el participar de cada una de las etapas. Estas experiencias, dolorosas en la mayoría de los casos, no desaniman a quienes buscan saltar la baranda, pretendiendo tomar atajos innecesarios para alcanzar un resultado sustentable en el tiempo. Las historias son interminables, pasando por atletas, actores, cantantes, políticos, hombres y mujeres, seducidos por las ansias de poder, que dejando de lado valores irrenunciables de la convivencia, consideraron este paso, como el precio para seguir escalando. Una decisión peligrosa, poniendo en riesgo una carrera, donde el saber esperar, e ir creciendo paso a paso, construye el buen nombre, principal activo para alcanzar la credibilidad que en toda vocación es impres- cindible. La fe cristiana no escapa a esta realidad, las páginas de las iglesias se llenan de estas historias, donde el apresuramiento, las ansias de liderazgo, segaron el entendimiento de creyentes que irrespetando las formas y los tiempos de Dios quisieron hacerlo a su manera. Avanzar en la carrera es el llamado, realizarlo de forma honesta, aceptando la orientación de quienes van adelante, enriquece la trayectoria, estableciendo pará- metros de crecimiento, que al cumplirse en cada fase, van desarrollando la confianza que permite alcanzar la meta. lucha Legítimamente “Recibir el premio acredita a ese atleta como un corredor esforzado que llega a la meta. Una propuesta que recibe todo creyente que siguiendo a Jesús, mira su caminar diario, como una carrera con un objetivo que alcanzar.” Sin trampas,

Sin trampas lucha legitimamente

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Avanzar en la carrera es el llamado, realizarlo de forma honesta, estableciendo parámetros de crecimiento, que al cumplirse en cada fase, van desarrollando la confianza que permite alcanzar la meta.

Citation preview

Page 1: Sin trampas lucha legitimamente

Noviembre 18 / 2012Mensaje Dominical

Pst. Parrish Jácome Hernández

El Gran PanoramaTexto: 2 Timoteo 2: 5

Vulnerar los procesos, pasando por alto las normas establecidas, tiende a ser una opción, cuando alcanzar una meta se torna en un logro final, olvidando el mayor crecimiento que produce el participar de cada una de las etapas.

Estas experiencias, dolorosas en la mayoría de los casos, no desaniman a quienes buscan saltar la baranda, pretendiendo tomar atajos innecesarios para alcanzar un resultado sustentable en el tiempo.

Las historias son interminables, pasando por atletas, actores, cantantes, políticos, hombres y mujeres, seducidos por las ansias de poder, que dejando de lado valores irrenunciables de la convivencia, consideraron este paso, como el precio para seguir escalando.

Una decisión peligrosa, poniendo en riesgo una carrera, donde el saber esperar, e ir creciendo paso a paso, construye el buen nombre, principal activo para alcanzar la credibilidad que en toda vocación es impres- cindible.

La fe cristiana no escapa a esta realidad, las páginas de las iglesias se llenan de estas historias, donde el apresuramiento, las ansias de liderazgo, segaron el entendimiento de creyentes que irrespetando las formas y los tiempos de Dios quisieron hacerlo a su manera.

Avanzar en la carrera es el llamado, realizarlo de forma honesta, aceptando la orientación de quienes van adelante, enriquece la trayectoria, estableciendo pará-metros de crecimiento, que al cumplirse en cada fase, van desarrollando la confianza que permite alcanzar la meta.

luchaLegítimamente

“Recibir el premio acredita a ese atleta como un corredor

esforzado que llega a la meta. Una

propuesta que recibe todo creyente que siguiendo a Jesús, mira su caminar diario, como una

carrera con un objetivo que alcanzar.”

Sintrampas,

Page 2: Sin trampas lucha legitimamente

El consejo sabio siempre debe ser bien recibido, más aún cuando las palabras son consecuencia de un aprendizaje, donde las circunstancias están desafiando a mostrar los verdaderos pilares que sostienen en tiempos desfavorables.

Este acompañamiento es vital, determinante en las primeras etapas, donde la formación se acrecienta en la construcción de valores, aquellos que lejos de ser una retórica nada práctica, se tornan en el fundamento sólido.

Pablo reconoce la necesidad de traspasar el birrete a los atletas que participando de la carrera, deben continuar avanzando, para asegurarse llegar a la meta. Una preocupación sincera de quien ha participado en estas lides y tiene mucho que aportar.

Timoteo como uno de sus discípulos, es receptor de toda esta experiencia, dispo-niendo su corazón a las palabras de un hombre sincero, noble al compartir sin reserva alguna, todos los aspectos que aseguren su éxito, evidenciado en cumplir el propósito del Eterno en su vida.

Las palabras son directas, demandantes, no admiten posible interpretación, tan claras que no dejan duda alguna en la responsabilidad ineludible, de quien acep-tando el desafío de seguir a Jesús, inicia su peregrinaje.

Establecer el camino requiere precisar su parte, donde la enseñanza, compuesta de dos elementos inseparables, la palabra y el testimonio, juega un papel determi-nante a quienes desean alcanzar la meta.

Un proceso dinámico, donde involucrar a otros, implica el desafío de seguir exten-diendo el impacto de esta vida abundante, haciéndolos participes de una carrera que tiene un objetivo que alcanzar.

Las ilustraciones surgen de inmediato, trayendo a la mente, aquellas imágenes comunes, donde la decisión de seguir a Jesús se afirma, al tener claro las implica-ciones de un caminar que supera una mera concepción de rituales, que se diluye, al no tener un aporte concreto.

La figura del atleta se fortalece, al vincularla con la del soldado, con quien los une la misma actitud que le permite resistir y fortalecerse en sus labores, esto es la disciplina, como un elemento imprescindible para desarrollar la vocación.

Este aspecto se acrecienta, cuando se presenta esta decisión como una elección irrenunciable, donde la única opción es mantenerse en la carrera, asumiendo su presencia en virtud de un llamado directo y supremo, militante para toda la vida.

El precio de inmediato se establece, absteniéndose de todo aspecto nocivo, contrario al espíritu de un seguimiento diario, que deje huellas e influencie. Esta comprensión es cabal para evitar la tentación que busca evadir compromisos, que en este llamado son inevitables.

El Texto No es un Pretexto

@iglesiaisrael

Page 3: Sin trampas lucha legitimamente

“Avanzar en la carrera

es el llamado,

realizarlo de forma

honesta, estableciendo

parámetros de

crecimiento, que al

cumplirse en cada

fase, van

desarrollando la

confianza que permite

alcanzar la meta.”

Los resultados son presentados de inmediato, en la satisfacción que produce contar con elementos leales, capaces de producir alegría en sus superiores, al evidenciar que su deseo es agradar en todo, a quien lo vinculó.

La enseñanza es clara, no es posible alcanzar una vida influyente, sin esfuerzo, sufrimiento, donde el transitar por las etapas necesarias sean vistas como un requerimiento imprescindible, para ir formando el carácter que permitirá asumir compromisos de mayor impacto.

Esta recomendación tiene un fuerte componente testimonial, en un sistema religioso que se fue desdibujando, hasta llegar a obtener posiciones de liderazgo, sin haber realizado un proceso que garan-tice su permanencia, como una expresión de bendición a todos.

Una cara del judaísmo del tiempo de Jesús, que no puede abrazarse en el naciente movimiento, donde las ambiciones particulares se detectan en varios de los actores que comienzan a llegar a las distintas comunidades de fe cristiana.

La legitimidad de una vida es auténtica en sus actos, donde la espiritualidad es capaz de mostrarse en el respeto, consideración, sometimiento a un proceso, donde las normativas lejos de obstaculizar el continuo avance, lo protegen, al proveerle las experiencias y el acompañamiento en cada fase.

El engaño, siempre pasa una alta factura, convirtiendo la alegría en tragedia, el dulce paladar en un sabor amargo, donde los resultados alcanzados se desmoro-nan dejando una estela de oscuridad y desencanto.

El atleta debe trabajar, esforzarse, cumplimiento fielmente una rutina, donde las marcas alcanzadas se validan cada día, planteando el desafío de irlas superando, en ese compromiso de correr siempre para alcanzar la meta.

La paciencia que tiene el labrador, manifiesta en la otra figura utilizada por Pablo, proporciona la seguridad que debe tener el atleta, cuando trabaja, dando lo mejor de sí, sin buscar atajos que dejando la impresión de una buena elección por el menor esfuerzo, termine desprestigiando el logro alcanzado.

Recibir el premio, la medalla, la corona de laurel, acredita a ese atleta como un corredor esforzado que llega a la meta. Una propuesta que recibe todo creyente que siguiendo a Jesús, mira su caminar diario, como una carrera con un objetivo que alcanzar.

"Considera lo que digo, y el Señor te de entendimiento en todo" 2 da Timoteo 2: 7.

Iglesia Israel

Page 4: Sin trampas lucha legitimamente

[email protected]

Respetar los procesos es vital, para quienes desean alcanzar un resultado, que no provoque vergüenza, contrariamente produzca claras evidencias de un caminar, que fue generando un constante crecimiento y aprendizaje.

Esta elección enfrenta de forma diaria, la impaciencia de un sistema que no desea pagar un precio, busca esquivarlo, tomando opciones donde los tiempos se acortan, pretendiendo pasar por alto, las instrucciones y etapas que son impres- cindibles para un fortalecimiento del carácter.

Las consecuencias están a la vista, imposibles de negarse, cuando los resultados no muestran el impacto testimonial de una fe, que al asumirse como una meta que alcanzar, se nutra cada día, realizando su parte con disciplina y entusiasmo. Este aspecto debe desafiar a quienes cambiando el enfoque, hacen del seguimiento cotidiano a Jesús como una propuesta de vida, un objetivo alcanzar, para el cual el luchar legítimamente es la única vía.

Si la vida cristiana es una meta que alcanzar, ¿es posible que algunos la estén corriendo sin considerar sus demandas? ¿A qué lo ameritas?

En tu criterio, ¿cuales son las cuales las demandas que en la carrera cristiana, no se pueden olvidar?

¿Es posible correr irrespetando las reglas? ¿Hay consecuencias?; ¿Cuáles son?

En tu criterio, ¿Cuál es el precio que debe pagar el atleta cristiano para llegar a la meta?

La legitimidad que se demanda del atleta cristiano, ¿Cómo se la evidencia en la carrera?

El resultado final en la carrera, es llegar a la meta, es recibir el premio. ¿Estás corriendo de forma legítima para recibirlo?

Define el Enfoque

Tu Rol en el Cuadro

Considere las siguientes preguntas, reflexione y responda con claridad:

Acción a Realizar

Desecha los atajos, sigue el proceso.