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1 SIGNOS Y SÍMBOLOS PARA EL TIEMPO DE PASCUA AÑO DE LA FE

Signos y Simbolos Para El Tiempo de Pascua

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    SIGNOS Y SMBOLOS

    PARA EL TIEMPO DE PASCUA

    AO DE LA FE

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    El tiempo pascual celebra anualmente de la Pascua del Seor. Este tiempo es un verdadero Pentecosts (palabra que significa cincuenta) que se celebra como una sola fiesta. La celebracin del tiempo de pascua viene a ser, en palabras de San Atanasio, el gran domingo o bien, en palabras de un antiguo libro litrgico, llamado sacramentario gelasiano, La feliz Pentecosts. A este respecto, el documento sobre las Normas Universales del Ao litrgico y el Calendario dice en el nmero 22: Los cincuenta das que van desde el domingo de Resurreccin hasta el domingo de Pentecosts han de

    ser celebrados con alegra y exultacin como si se tratase de un solo y nico da festivo,

    ms an, como un gran domingo

    La celebracin anual de la Pascua, que comienza en la noche de Pascua1 con la Vigilia Pascual se convierte en el segundo foco (el anual), en torno al cual gira el ao litrgico (el primero es la pascua semanal, es decir, el domingo). Hacia la Pascua se orienta el tiempo de Adviento- Navidad, que es un preludio y anuncio de la Fiesta Pascual, como se muestra en el anuncio de la Pascua el da de la Epifana. Del mismo modo, el tiempo de Cuaresma concluye necesariamente con la renovacin de las promesas bautismales en la Pascua, as como la celebracin de los sacramentos de la iniciacin cristiana para los catecmenos. La memoria de los mrtires, los santos y la Bienaventurada Virgen Mara tambin concluyen en la Pascua, puesto que la celebracin de los santos es la proclamacin del Misterio Pascual de Cristo, cumplido en los miembros de la Iglesia. El Tiempo ordinario o durante el ao, que celebra la llegada del Reino de Dios en la persona, obras y palabras de Jess, encuentra su plenitud en la Pascua, no solo porque se articula en el domingo, sino tambin porque Jess realiza su misin salvadora principalmente por su entrega en la cruz y su resurreccin gloriosa; el reino de Dios se cumple en la muerte y resurreccin del Seor. En esta lnea San Len Magno llama a el Tiempo Pascual la fiesta de las fiestas (festum festorum),y dice que la Navidad se celebra en preparacin para la Pascua (Sermo XVII in Exodum).

    Tertuliano llama al Tiempo Pascual el gozoso espacio. Pascua no es por lo tanto un solo da, ni un grupo de das, sino todo un tiempo simblico, que prolonga el acontecimiento de nuestra redencin acaecido en un momento de nuestra historia, pero actualizado, por la fuerza del Espritu Santo en la celebracin de la Iglesia. Durante el Tiempo Pascual recibimos, como nuevamente dice el sacramentario gelasiano, el sacramento pascual encerrado en cincuenta das. Por eso, si en el misal de Pio V a estos domingos se les denominaba: domingo II, III, IV despus de Pascua, en los libros litrgicos del uso ordinario romano despus del Concilio Vaticano II, se les llama de Pascua.

    Conviene vivir este tiempo como una unidad, de modo que los elementos y las lneas de fuerza para ayudar a la participacin activa de la asamblea en los sagrados misterios sean los mismos en todas las celebraciones.

    No obstante dentro de los cincuenta das de Pascua existe toda una pedagoga, que nos ayuda a la vivencia y a la celebracin del misterio. Esa pedagoga se manifiesta en

    1 Las disposiciones actuales para la celebracin de la Semana Santa y el Triduo Pascual pide que se evite cualquier relacin incluso terminolgica, que una la idea de sbado a Vigilia de resurreccin. Es incorrecto decir que la Vigilia Pascual se celebrar el sbado a tal hora, siendo correcto decir la Vigilia Pascual en la noche de Pascua ser a tal hora.

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    la existencia de periodos determinados de tiempo dentro de la unidad de la celebracin pascual.

    1. El primer momento, es el da de Pascua, que comienza con la Vigilia Pascual, en las horas de la noche dominical, y concluye, con las vsperas del da de Pascua. Tenemos que darnos cuenta que el domingo de Pascua no tiene primeras vsperas, por lo que no podemos anticipar ningn sacramento, ni ninguna misa a la celebracin de la Vigilia Pascual, ni siquiera por motivos pastorales, (p. e. atencin a una residencia de ancianos). Por otro lado, la Vigilia Pascual, no es solamente el comienzo del tiempo de Pascua, sino que tambin es el centro del Triduo Pascual. Tambin el Triduo Pascual, concluye con la celebracin de las Vsperas del da de Pascua, las cuales, tienen una procesin hacia la fuente bautismal, por lo que se le denominan Vsperas Bautismales. La circular de la congregacin para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos pide la celebracin en las parroquias de las vsperas bautismales, recogidas en los antiguos ordines romanos del siglo VIII y descritas en Amalario de Mezt.

    2. El segundo momento consiste en la Octava Pascual que concluye en el segundo domingo de Pascua o, como se le llamaba antiguamente, domingo de "Cuasimodo" palabra que proviene de las primeras palabras del introito del segundo domingo de Pascua, "Quasi modo gniti infantes...", ("As como nios recin nacidos..."). Los griegos llamaban al segundo domingo de Pascua Dominica nova, en razn a la vida nueva que deban empezar los bautizados de Pascua, o bien tambin se le llama, en este sentido domingo in albis, o mejor Dominica in albis deposito, cuando los neobautizados dejaban la tnica blanca recibida en el bautismo. El simbolismo del octavo da, el da fuera del tiempo y el da de la nueva creacin aparece realzado en el conjunto de la celebracin de manera especial en el Evangelio del da

    3. El tiempo pascual sigue trascurriendo hasta el da cuarenta, en que se celebra el da de la Ascensin (siguiendo el relato lucano). Algunas liturgias no romanas mantuvieron para el tiempo pascual la medida de cuarenta das (tesserankote). Los testimonios de muchas homilas tanto de Padres orientales como occidentales, atestiguan como progresivamente aparece, la celebracin de la fiesta de la Ascensin como conclusin de estos cuarenta das que, como testimonia el Concilio granadino de Elvira, este da era propuesto como el fin del tiempo pascual. Prueba de ello, es la extincin de la luz del cirio despus del evangelio, que se conserva, todava, en la liturgia anterior a la reforma posconciliar. Este gesto puede tergiversar, en nuestro uso ordinario, el sentido pleno del Pentecosts Pascual y romper la unidad celebrativa de estos das, que los documentos litrgicos actuales nos proponen. Por ltimo, el da quincuagsimo cierra este periodo que los documentos castellanos antiguo llaman cincuesma. A este da se le asigna una solemnidad peculiar con trminos como fin de la economa de la salvacin, en el sentido de la plenitud de la economa salvfica por la venida del Espritu. San Juan Crisstomo llamar a este da la metrpolis de las fiestas. Pentecosts ser llamado Pascha roseum o Pascua granada (en continuidad con el trmino Pascua florida) o, como deca Santa Teresa de Jess Pascua del Espritu, que lleva a plenitud la obra de Cristo en el mundo.

    La liturgia la celebramos con palabras, pero tambin con signos y gestos simblicos -posturas, movimientos, acciones significativas-: todo ello nos conduce a lo mismo, la sintona con el Misterio que celebramos, la comunin invisible e inefable con la presencia de Cristo y la actuacin de su Espritu.

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    En la Cincuentena Pascual, inaugurada solemnemente en la Vigilia, celebramos el Misterio de una Vida Nueva, la de Cristo, que se nos quiere comunicar a cada uno de nosotros. Esto lo expresamos en palabras y cantos, pero tambin con acciones simblicas que pueden a veces llegar a donde no llegan las palabras. Qu signos son los que caracterizan este tiempo?

    Tendemos ciertamente a identificar el tiempo de Pascua con la decoracin floral en la Iglesia, una Iglesia de Pascua es una Iglesia llena de flores. Esto est bien, pero no slo podemos quedarnos ah, sera una verdadera pobreza poner flores en el Tiempo de Pascua y no destacar otros elementos celebrativos presente en los libros litrgicos. Vamos a recoger tres de estos signos que destacamos entre otros para caracterizar el Tiempo de Pascua.

    1. El cirio Pascual

    El cirio Pascual se enciende, en nuestra liturgia romana, por influencia de los usos litrgicos monsticos celtas, de la hoguera pascual. En ese momento se proclama a Cristo como Seor del tiempo y de la eternidad. El sintagma Ipsius sunt tempora seala el espesor crstico que caracteriza al tiempo (chronos), como criatura salvficamente afectada por la redencin. El tiempo est preado de Cristo: l es el rbitro ltimo de la historia. En sus manos estn, los designios de la historia humana. Por eso, al Ciro, nuevo cada ao, igual que los oleos de los sacramentos se renuevan, se le graban las letras del comienzo y el final del alfabeto griego, Cristo es el gramtico del entendimiento humano, y el ao del Seor en curso. As se expresa que Cristo es el principio y fin del universo (tiempo) y de la compresin del universo (alfa y omega). Tambin se graba la Cruz, centro del universo y marca del misterio Pascual. Y, si se desea, se le incrusta unos granos de incienso, que simbolizan las llagas de la pasin salvadora del Seor, conforme a la comprensin sesgada de una rbrica de los pontificales medievales. Estos son los signos que deben resplandecer en la decoracin del Cirio. No sera expresivo un Cirio artsticamente decorado que no ponga como centro estos signos.

    El Cirio es alabado por el pregn de la Pascua, que no anuncia que Cristo ha resucitado (esto lo hace el Evangelio de la resurreccin que la Iglesia proclama este da y todos los domingos en la celebracin de la liturgia de las Horas en las vigilias nocturnas). El pregn canta la alabanzas de la noche en que celebramos el acontecimiento gozoso de la resurreccin. La alabanza del pregn pascual se concentra en la alabanza a la cera y a la abeja, madre virginal, que nos ha dado la cera que se unir a la mecha, siendo dos naturalezas en un objeto, para que, en combustin, produzcan la luz. Todo el Cirio se convierte en el simbolismo de Cristo, en su humanidad y divinidad, que nos comunica con su resurreccin la luz que brilla serena para el linaje humano.

    Desde ese da y durante todo el tiempo pascual (hasta las segundas vsperas del domingo de Pentecosts) el cirio encendido, iluminar todas las celebraciones litrgicas.

    Es curioso lo que dice el pregn pascual en la oscuridad de la noche: Que el lucero matinal (el Sol) lo encuentre ardiendo. Deberamos atrevernos a dejar el Cirio encendido, al menos durante todo el da de Pascua (se puede encender alguna vela de su llama y arreglar el pabilo cortndolo un poco para evitar una mala combustin). En el

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    tiempo pascual el cirio debe ocupar su lugar en el presbiterio cerca del ambn el lugar donde se proclama el Evangelio, es decir, la Buena Noticia de la Resurreccin. Al trmino del Tiempo Pascual el cirio ser llevado al baptisterio, y ser utilizado, principalmente en el bautismo y volver a la estancia de la asamblea para las exequias cristianas, y los funerales.

    En nuestra liturgia el Cirio Pascual no es solamente la gran vela sino tambin la columna que la sustenta. Esta columna debera ser una prolongacin del ambn. Y es significativa siempre de tiempo de Pascua. Cuando la columna tiene el Cirio estamos en tiempo de Pascua, y cuando no lo tiene, estamos en otro tiempo que no es Pascua.

    2. El canto del Aleluya

    Es otro de los smbolos que recorren el tiempo pascual. La cuaresma en nuestro rito romano ha sido un ayuno del Aleluya. Por eso, el tiempo pascual es el tiempo del Aleluya que debe recorrer no slo el momento de antes de la proclamacin del Evangelio, e incluso tambin despus, sino otros momentos de la liturgia y de los cantos pascuales. La Institucin del misal Romano (nm 62) dice que el canto del Aleluya antes del Evangelio tiene el valor de un rito, un todo expresivo equivalente a nuestro aplauso. El Aleluya prolonga las palabras de despedida del da de Pascua y del da de Pentecosts. Y tambin prolonga las aclamaciones litrgicas, principalmente de la Oracin de las Horas

    3. La aspersin del Agua

    Uno de los tratados ms clsicos que la antigedad cristiana nos ha legado sobre el bautismo el "De baptismo" de Tertuliano comienza con estas palabras significativas: "Felix sacramentum aquae nostrae!" Feliz sacramento de nuestra agua! Para la Iglesia, en efecto, el smbolo del agua es fundamentalmente bautismal. Cada vez que aparece en la liturgia el uso del agua es para hacer memoria del bautismo, y la bendicin del agua, en la Vigilia pascual, y antes de los bautismos celebrados durante el ao, es el momento privilegiado para comprender qu significa el agua en el simbolismo litrgico, y en la economa cristiana. En la Vigilia Pascual restaurada por Pio XII la plegaria de consagracin del agua, comienza como un prefacio con la salutacin: El Seor est con vosotros, propia de la plegaria Eucarstica, as como en esa misma noche el Pregn Pascual

    Fcilmente se encuentran ejemplos de cuanto acabamos de decir. Por ejemplo, en la aspersin que inaugura la consagracin de la iglesia: "Santifica con tu bendicin esta agua, creatura tuya, para que, rociada sobre nosotros y sobre los muros de esta iglesia,

    sea seal del bautismo, por el cual, lavados en Cristo, llegamos a ser templos de tu

    Espritu..."Y al inicio de la liturgia de la Uncin de los enfermos: "Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo, que nos redimi con su muerte y resurreccin". O en la celebracin de las exequias en el rito de la ltima recomendacin y despedida: El agua que derramaremos sobre el cuerpo del difunto nos recordar el bautismo

    Hay varios momentos, en nuestra celebracin litrgica, en que este simbolismo del agua bautismal es recordado y "actualizado".

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    De una manera especial se hace en la aspersin al comienzo de la Misa dominical. El Misal (y el libro de la sede) ofrece en apndice varios formularios para iniciar de manera diferente la Eucarista de los domingos. En vez de expresar nuestro deseo de purificacin, como cada da, con el acto penitencial y prepararnos as a la celebracin, los domingos se puede realizar el gesto simblico de la aspersin como recuerdo de nuestro Bautismo.

    Ya antes de la reforma se haca el rito del "asperges" en la Misa mayor. Pero ahora se ha clarificado ms su sentido, y se ha extendido su realizacin -si parece oportuno- a todas las Eucaristas dominicales (sean o no del Tiempo de Pascua), tambin las vespertinas del sbado. "Los domingos, sobre todo en el Tiempo Pascual, en lugar del acto penitencial acostumbrado, puede hacerse alguna vez la bendicin y aspersin del

    agua en memoria del Bautismo" (IGMR 51).

    Es un rito cuyo simbolismo se puede captar fcilmente. Expresa bien el deseo de la purificacin que todos necesitamos para poder celebrar bien la Eucarista. Y, sobre todo, nos recuerda que si estamos aqu, empezando nuestra Eucarista dominical, es porque somos cristianos, pueblo de bautizados. Estamos en nuestra casa. Y como pueblo de bautizados, pueblo de Cristo y de su Espritu, pueblo de hijos de Dios Padre, nos disponemos a elevar a Dios nuestras oraciones y cantos, a escuchar la Palabra, a interceder por todo el mundo, a ofrecer una vez ms el sacrificio perenne de Cristo en la Cruz, y a participar de su Cuerpo y su Sangre, que l nos ha querido dar como alimento para el camino.

    El sacerdote bendice a Dios y le pide que renueve en nosotros su actuacin salvfica a travs del agua. A continuacin se roca a s mismo, y luego pasa por entre las filas de los reunidos, asperjndoles con agua, mientras todos cantan un canto bautismal o eclesial. La aspersin es ms significativa que tomar cada uno el agua, porque manifiesta mejor el carcter de derramar sobre los hombres el agua pura, anunciado por Ezequiel para los tiempos mesinicos.

    Con este rito, no tanto renovamos nosotros nuestras "promesas bautismales", sino que le pedimos a Dios que renueve l la gracia con que nos llen el da de nuestro bautismo, el da en que fuimos incorporados por primera vez a Cristo y a su Iglesia.

    Podramos analizar otros elementos, verbigracia, la formula de la Aclamacin memorial Cristo se entreg por nosotros propia del tiempo cuaresmal y pascual, el credo apostlico que el libro de la sede recomienda, especialmente para el tiempo de cuaresma y de pascua. Las secuencias, tanto de pascua como de pentecosts. Los salmos interrelacionales, la vigilia de Pentecosts (que sigue el esquema de la vigilia Pascual), las vestiduras litrgicas pascuales, y por supuesto la decoracin floral festiva de este tiempo, pero estos signos litrgicos, pero como dijo un literato moderno estos pertenecen a otra historia y sern explicados en otra ocasin.