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LIMA, MIÉRCOLES 7 DE OCTUBRE DEL 2015 PORTAFOLIO NEGOCIOS&MERCADOS Habiendo alcanzado un acuerdo el lunes, el Acuerdo de Aso- ciación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) represen- tará alrededor del 40% de la econo- mía mundial. Estas son siete cosas que debe conocer. 1. El TPP es tanto sobre geopolíti- ca, como lo es sobre comercio. A menudo considerado la “colum- na vertebral” del “pivote económi- co” del presidente estadounidense Barack Obama hacia Asia, la meta para EE.UU. y Japón es conseguir adelantarse a China, que no está incluido en el TPP, y crear una zona económica en la Cuenca del Pací- fico que podría equilibrar el peso económico de Beijing en la región. También busca establecer las re- glas de la economía global del siglo 21, desde el flujo transfronterizo de datos hasta las regulaciones para controlar la participación de em- presas de propiedad estatal inter- nacionalmente. 2. China no forma parte de él. Aún. Mientras que originalmente el TPP fue planteado como un movimien- to liderado por EE.UU. para conte- ner a China, la perspectiva en Wash- ington ha suavizado en los últimos años. China ha observado el desa- rrollo del TPP cuidadosamente y mientras dedica tiempo a sus pro- pias negociaciones comerciales ri- vales. Muchos en la comunidad de negocios de EE.UU. sienten que la verdadera promesa del TPP radica en la apertura a otros países a unir- se, en particular a China. Los miembros actuales son Australia, Brunei, Canadá, Chile, EEUU, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Se han alineado ya como posibles miembros otras econo- mías asiáticas y latinoamericanas como Corea del Sur, Taiwán, Filipi- nas y Colombia. Siete cosas que necesita saber acerca del acuerdo comercial TPP ILUSTRACIÓN: VÍCTOR AGUILAR Michael Smith Editor Internacional Doce países hacen parte del TPP — pero no China (al menos no todavía). © e Financial Times Limited [2015]. All Rights Reserved. FT and Financial Times are trademarks of the Financial Times Ltd. Not to be redistributed, copied or modified in anyway. El Comercio is solely responsible for providing this translation and the Financial Times Limited does not accept any liability for the accuracy or quality of the translation. 3. El TPP incluye un acuerdo de libre comercio entre dos de las tres economías más grandes del mundo. Japón y EE.UU. nunca antes han tenido un acuerdo comercial bila- teral. Pero cuando Japón se unió a las negociaciones del TPP en 2013 impulsó amplias conversaciones separadas, que abordaron desde el comercio de la industria automo- triz hasta la (¿industria?) de carne de res, el arroz y la carne de cerdo. El resultado sería un acuerdo co- mercial de facto entre dos de las tres economías más grandes del mundo que probablemente, con el tiempo, eliminaría las barreras comerciales entre los dos países. Probablemente también inte- graría aún más la economía y de las cadenas de suministro de Japón con las de América del Norte. Uno de los puntos finales de discordia fueron las reglas de contenido na- cional para automóviles y piezas de automóviles. En las discusiones se enfrentaron los fabricantes de pie- zas automotrices en Canadá y Mé- xico —que prosperaron bajo el Tra- tado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) durante los últi- mos 20 años— contra los fabrican- tes de automóviles japoneses (que todavía tienen las cadenas de sumi- nistro que se extienden a países no pertenecientes al TPP como China y Tailandia). 4. Es un acuerdo clave para el pri- mer ministro japonés, Shinzo Abe. Para asegurar el TPP, el Sr. Abe se enfrentó a algunos poderosos acto- res en la política japonesa, incluyen- do el grupo de presión de la agricul- tura. Pero ha sostenido en repetidas ocasiones que ayudaría a Japón a emprender reformas estructurales muy necesarias que impulsarían el crecimiento de la economía. Eso es ciertamente algo que ne- cesita. El producto interno bruto de Japón se contrajo a una tasa anua- lizada de 1.2 por ciento en el segun- do trimestre de este año y los datos sugieren que el tercer trimestre no será mucho mejor, poniendo a Ja- pón en una recesión técnica. 5. El TPP es controversial en mu- chos de sus países miembros. En la campaña electoral canadien- se ahora en curso las negociaciones del TPP han proporcionado uno de los puntos principales del deba- te económico. La carrera presenta ahora un empate técnico entre tres candidatos, entre ellos Tom Mul- cair, el jefe del Nuevo Partido De- mocrático, que prometió denun- ciar el TPP si su partido gana el 19 de octubre. En EE.UU., Australia y otros paí- ses, los opositores han incautado una disposición que permita a las empresas extranjeras impugnar las decisiones de los gobiernos ante paneles de arbitraje internacional. En Australia, el tema es particular- mente sensible ya que el gigante del tabaco Philip Morris ha iniciado una demanda contra el gobierno de ese país a través de un tratado de inversión desconocido de Hong Kong sobre la introducción del em- paquetado genérico del gobierno. También EE.UU. ha acorda- do excluir el tabaco y reglamentos relacionados con la salud pública del sistema de disputa de inversión del TPP. 6. El TPP coquetea con el tema de la manipulación de divisas. Entre los temas que han generado mayor controversia en EE.UU. está el de las monedas y la cuestión de las devaluaciones competitivas. Mirando cautelosamente a un yen más débil y la competencia de Toyota y otros, la industria automo- triz de EE.UU. y sus partidarios en el Congreso han estado presionando incluir una prohibición sobre la ma- nipulación de las divisas en el TPP. Probablemente no haga parte formal del TPP. Pero de acuerdo a personas cercanas a las discusio- nes, los ministros de finanzas y go- bernadores de bancos centrales de los países del TPP han acordado un acuerdo paralelo que los compro- metería a no participar en devalua- ciones competitivas en beneficio de sus propios exportadores. No obstante, ninguno de los países del TPP está dispuesto a ha- cer esos compromisos ejecutables a través de sanciones comerciales, una de las principales demandas de la industria automotriz y sus partidarios. 7. El TPP abre un nuevo camino en las normas ambientales y labo- rales Desde el 2007, EE.UU. está obliga- do a incluir discusiones de las nor- mas ambientales y laborales en sus negociaciones comerciales. Pero el TPP sería el primer acuerdo en el que esos compromisos serían exi- gibles y potencialmente sujetos a sanciones comerciales en caso de incumplimiento. Muchos activistas ambienta- les siguen siendo escépticos, pero EE.UU. insiste en que el TPP podría ayudar a reducir el tráfico de es- pecies en peligro y hacer frente a otros problemas como la sobrepes- ca en los países del TPP. Si los países no cumplen con sus compromi- sos, Washington podría invocar el acuerdo. Nuevas disposiciones laborales en el TPP también obligarían gran- des cambios en las prácticas en paí- ses como Malasia y Vietnam. Para poder participar los países tendrían que demostrar que están cumplien- do con las normas de la Organiza- ción Internacional del Trabajo. Los países del TPP estarían obli- gados a tener salarios mínimos. También tendrían que hacer cum- plir las prohibiciones sobre las prác- ticas que ahora dan lugar a trabajos forzados como cuando los emplea- dores confiscan los pasaportes de los trabajadores migrantes e impo- nen comisiones especiales de con- tratación que pueden dejar a los trabajadores de la deuda inmedia- ta. En Vietnam, el gobierno tendría que permitir una mayor libertad para los trabajadores a sindicalizar- se y permitir la creación de un rival a su federación sindical única.

Siete Cosas Que Necesitas Saber Acerca Del Acuerdo Comercial TPP

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El Comercio 7 octubre 2015

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LIMA, MIércoLes 7 de octubre deL 2015portafolio negocios&mercados

Habiendo alcanzado un acuerdo el lunes, el Acuerdo de Aso-ciación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) represen-

tará alrededor del 40% de la econo-mía mundial. Estas son siete cosas que debe conocer.

1. El TPP es tanto sobre geopolíti-ca, como lo es sobre comercio. A menudo considerado la “colum-na vertebral” del “pivote económi-co” del presidente estadounidense Barack Obama hacia Asia, la meta para EE.UU. y Japón es conseguir adelantarse a China, que no está incluido en el TPP, y crear una zona económica en la Cuenca del Pací-fico que podría equilibrar el peso económico de Beijing en la región. También busca establecer las re-glas de la economía global del siglo 21, desde el flujo transfronterizo de datos hasta las regulaciones para controlar la participación de em-presas de propiedad estatal inter-nacionalmente. 2. China no forma parte de él. Aún.Mientras que originalmente el TPP fue planteado como un movimien-to liderado por EE.UU. para conte-ner a China, la perspectiva en Wash-ington ha suavizado en los últimos años. China ha observado el desa-rrollo del TPP cuidadosamente y mientras dedica tiempo a sus pro-pias negociaciones comerciales ri-vales. Muchos en la comunidad de negocios de EE.UU. sienten que la verdadera promesa del TPP radica en la apertura a otros países a unir-se, en particular a China.

Los miembros actuales son Australia, Brunei, Canadá, Chile, EEUU, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Se han alineado ya como posibles miembros otras econo-mías asiáticas y latinoamericanas como Corea del Sur, Taiwán, Filipi-nas y Colombia.

Siete cosas que necesita saber acerca del acuerdo comercial TPP

ilustración: víctor aguilar

Michael SmithEditor Internacional

“ Doce países hacen parte del TPP — pero no China (al menos no todavía).

© The Financial Times Limited [2015]. All Rights Reserved. FT and Financial Times are trademarks of the Financial Times Ltd. Not to be redistributed, copied or modified in anyway. el comercio is solely responsible for providing this translation and the Financial Times Limited does not accept any liability for the accuracy or quality of the translation.

3. El TPP incluye un acuerdo de libre comercio entre dos de las tres economías más grandes del mundo.Japón y EE.UU. nunca antes han tenido un acuerdo comercial bila-teral. Pero cuando Japón se unió a las negociaciones del TPP en 2013 impulsó amplias conversaciones separadas, que abordaron desde el comercio de la industria automo-triz hasta la (¿industria?) de carne de res, el arroz y la carne de cerdo.

El resultado sería un acuerdo co-mercial de facto entre dos de las tres economías más grandes del mundo que probablemente, con el tiempo, eliminaría las barreras comerciales entre los dos países.

Probablemente también inte-graría aún más la economía y de las cadenas de suministro de Japón con las de América del Norte. Uno de los puntos finales de discordia fueron las reglas de contenido na-cional para automóviles y piezas de automóviles. En las discusiones se enfrentaron los fabricantes de pie-zas automotrices en Canadá y Mé-xico —que prosperaron bajo el Tra-tado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) durante los últi-mos 20 años— contra los fabrican-tes de automóviles japoneses (que todavía tienen las cadenas de sumi-nistro que se extienden a países no pertenecientes al TPP como China y Tailandia).4. Es un acuerdo clave para el pri-mer ministro japonés, Shinzo Abe.Para asegurar el TPP, el Sr. Abe se enfrentó a algunos poderosos acto-res en la política japonesa, incluyen-do el grupo de presión de la agricul-tura. Pero ha sostenido en repetidas ocasiones que ayudaría a Japón a emprender reformas estructurales muy necesarias que impulsarían el crecimiento de la economía.

Eso es ciertamente algo que ne-cesita. El producto interno bruto de Japón se contrajo a una tasa anua-lizada de 1.2 por ciento en el segun-

do trimestre de este año y los datos sugieren que el tercer trimestre no será mucho mejor, poniendo a Ja-pón en una recesión técnica.5. El TPP es controversial en mu-chos de sus países miembros.En la campaña electoral canadien-se ahora en curso las negociaciones del TPP han proporcionado uno de los puntos principales del deba-te económico. La carrera presenta ahora un empate técnico entre tres candidatos, entre ellos Tom Mul-cair, el jefe del Nuevo Partido De-mocrático, que prometió denun-ciar el TPP si su partido gana el 19 de octubre.

En EE.UU., Australia y otros paí-ses, los opositores han incautado una disposición que permita a las empresas extranjeras impugnar

las decisiones de los gobiernos ante paneles de arbitraje internacional. En Australia, el tema es particular-mente sensible ya que el gigante del tabaco Philip Morris ha iniciado una demanda contra el gobierno de ese país a través de un tratado de inversión desconocido de Hong Kong sobre la introducción del em-paquetado genérico del gobierno.

También EE.UU. ha acorda-do excluir el tabaco y reglamentos relacionados con la salud pública del sistema de disputa de inversión del TPP.6. El TPP coquetea con el tema de la manipulación de divisas.Entre los temas que han generado mayor controversia en EE.UU. está el de las monedas y la cuestión de las devaluaciones competitivas.

Mirando cautelosamente a un yen más débil y la competencia de Toyota y otros, la industria automo-triz de EE.UU. y sus partidarios en el Congreso han estado presionando incluir una prohibición sobre la ma-nipulación de las divisas en el TPP.

Probablemente no haga parte formal del TPP. Pero de acuerdo a personas cercanas a las discusio-nes, los ministros de finanzas y go-bernadores de bancos centrales de los países del TPP han acordado un acuerdo paralelo que los compro-metería a no participar en devalua-ciones competitivas en beneficio de sus propios exportadores.

No obstante, ninguno de los países del TPP está dispuesto a ha-cer esos compromisos ejecutables a través de sanciones comerciales, una de las principales demandas de la industria automotriz y sus partidarios.7. El TPP abre un nuevo camino en las normas ambientales y labo-ralesDesde el 2007, EE.UU. está obliga-do a incluir discusiones de las nor-mas ambientales y laborales en sus negociaciones comerciales. Pero el TPP sería el primer acuerdo en el que esos compromisos serían exi-gibles y potencialmente sujetos a sanciones comerciales en caso de incumplimiento.

Muchos activistas ambienta-les siguen siendo escépticos, pero EE.UU. insiste en que el TPP podría ayudar a reducir el tráfico de es-pecies en peligro y hacer frente a otros problemas como la sobrepes-ca en los países del TPP. Si los países no cumplen con sus compromi-sos, Washington podría invocar el acuerdo.

Nuevas disposiciones laborales en el TPP también obligarían gran-des cambios en las prácticas en paí-ses como Malasia y Vietnam. Para poder participar los países tendrían que demostrar que están cumplien-do con las normas de la Organiza-ción Internacional del Trabajo.

Los países del TPP estarían obli-gados a tener salarios mínimos. También tendrían que hacer cum-plir las prohibiciones sobre las prác-ticas que ahora dan lugar a trabajos forzados como cuando los emplea-dores confiscan los pasaportes de los trabajadores migrantes e impo-nen comisiones especiales de con-tratación que pueden dejar a los trabajadores de la deuda inmedia-ta. En Vietnam, el gobierno tendría que permitir una mayor libertad para los trabajadores a sindicalizar-se y permitir la creación de un rival a su federación sindical única.