Yamil Quijano CabreraEspecialista en Forrajes

Siembra de Pastos para Henificar

Siembra de Pastos para Henificar

Siembra de Pastos para Henificar

l heno es un pasto que se ha secado hasta alcanzar un

18 a 20 por ciento de humedad. Este proceso se realiza

en el campo, donde una yerba puede tardar de 24 a 48

horas en deshidratarse para poder empacarse. Esta Ebaja humedad típica del

heno, reduce la posibilidad

del crecimiento de hongos

que afectan la calidad del

producto. Por otro lado, este

proceso disipa el calor

excesivo que generan las

yerbas al secarse de forma

natural en el campo. El peligro de una combustión espontánea en una

pila de pacas de heno se reduce al eliminar el calor excesivo que estas

plantas generan durante su secado.

CONSIDERACIONES INICIALES

El clima

El sol y el viento juegan un papel importante en el proceso de secado del forraje. Una de las primeras consideraciones es conocer las condiciones ambientales de la zona donde se interesa producir el heno. La finca debe estar en una región con clima seco o donde los periodos de lluvia sean estacionales y predecibles.

La finca

La cabida de la finca, el relieve y la fertilidad de los suelos son otros puntos a evaluar durante el proceso para determinar la viabilidad de un proyecto para la producción de heno.

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l heno es un pasto que se ha secado hasta alcanzar un

18 a 20 por ciento de humedad. Este proceso se realiza

en el campo, donde una yerba puede tardar de 24 a 48

horas en deshidratarse para poder empacarse. Esta Ebaja humedad típica del

heno, reduce la posibilidad

del crecimiento de hongos

que afectan la calidad del

producto. Por otro lado, este

proceso disipa el calor

excesivo que generan las

yerbas al secarse de forma

natural en el campo. El peligro de una combustión espontánea en una

pila de pacas de heno se reduce al eliminar el calor excesivo que estas

plantas generan durante su secado.

CONSIDERACIONES INICIALES

El clima

El sol y el viento juegan un papel importante en el proceso de secado del forraje. Una de las primeras consideraciones es conocer las condiciones ambientales de la zona donde se interesa producir el heno. La finca debe estar en una región con clima seco o donde los periodos de lluvia sean estacionales y predecibles.

La finca

La cabida de la finca, el relieve y la fertilidad de los suelos son otros puntos a evaluar durante el proceso para determinar la viabilidad de un proyecto para la producción de heno.

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Extensión de terreno

Un mínimo de 100 cuerdas en pastos son necesarias para que este negocio sea viable, aunque el terreno no tiene que ser en una misma finca. Si esto es posible, al agricultor se le facilitarán muchos de los procesos en la operación de su negocio. Unas 100 cuerdas o más le permiten al productor tener predios listos para el corte y el empaque, mientras que en otros las yerbas están en rebrote. El control de malezas, la aplicación de fertilizante y otras enmiendas a los suelos se pueden realizar de forma planificada. Inclusive, el agricultor puede establecer nuevas siembras de pastos o resembrar otras variedades que produzcan un mayor rendimiento.

El relieve del terreno

La forma del suelo en la finca es de suma importancia para lograr una siembra, manejo, corte y empaque de forma adecuada de la yerba. En los terrenos llanos o semi-llanos es posible realizar siembras utilizando material vegetativo, (tallos de la yerba) o con semilla comercial, siendo este último método uno más económico y rápido. Fincas llanas con predios de forma rectangular y libres de surcos son ideales para este tipo de empresa.

Por otro lado, es necesario que los suelos estén libres de piedras, escombros o algún otro material que pueda entorpecer o crear rupturas de maquinaria agrícola y sus implementos. Suelos con mucha piedra superficial, no deben considerarse para la siembra y producción de pastos para henificar.

Características de los suelos

Las propiedades físicas y químicas de los suelos, al igual que en otros cultivos, también son importantes para la producción de los pastos. La cosecha del heno requiere del uso intensivo de tractores y de otra maquinaria agrícola especializada. El tráfico y el peso de estos equipos crean compactación en los suelos. Esto afecta la capacidad del suelo para mantener una proporción adecuada de agua y aire, interfiriendo con el crecimiento de la yerba. Por tal razón, se debe evitar la siembra de pastos para la producción de heno en fincas con zonas bajas cerca de ríos u otros cuerpos de agua. Estas

características las hace propensas a la inundación durante la estación de lluvia. Por otro lado, en estas zonas algunos suelos poseen un tipo de arcilla que tiende a acumular mucha agua que los mantiene húmedos durante mucho tiempo. Esta característica física del suelo limita los procesos de cultivo y de cosecha de la yerba. La maquinaria agrícola no debe transitar por estos suelos húmedos para evitar su compactación.

Las yerbas para la producción de heno pueden cosecharse entre los 45 a 60 días. El periodo entre cortes se afecta por el tipo de pasto y la estación del año. Sin embargo, estas plantas requieren de suelos fértiles para poder producir buenos rendimientos de materia seca.

Las yerbas tienen la capacidad de extraer grandes cantidades de nutrientes del suelo, entre éstos el elemento nitrógeno. En la cosecha del pasto se recoge la mayoría de las hojas, y los tallos de la planta, por lo que el reciclaje de nutrientes al suelo es mínimo. En general, se asume que los suelos tienden a ser deficientes en nitrógeno, un elemento muy importante para la producción de las yerbas. Esto se agrava cuando la fertilidad natural del suelo es muy baja y los niveles de pH son ácidos con valores menores de 5.5. Estas características químicas de los suelos requieren que se realicen aplicaciones de fertilizantes en una forma periódica durante el año.

Muestreo de suelos

Varias muestras de suelo para análisis deben recogerse de los diferentes predios antes de sembrar. Prepare un croquis del área que va a muestrear señalando puntos de referencia, como carreteras, caminos de la finca, edificaciones, cuerpos de agua y los predios donde se tomarán las muestras. Se recomienda identificar los predios o “piezas” por número en el croquis. El número con que se identifica el predio en el croquis debe corresponder al número que ha de anotar en la etiqueta o escribir en las bolsas plásticas donde recolectará la muestra de suelo.

El tamaño del predio o los predios a muestrear no es tan importante como su uniformidad. En este sentido, se recomienda considerar los siguientes criterios al decidir el área donde se recolectarán las muestras.

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Extensión de terreno

Un mínimo de 100 cuerdas en pastos son necesarias para que este negocio sea viable, aunque el terreno no tiene que ser en una misma finca. Si esto es posible, al agricultor se le facilitarán muchos de los procesos en la operación de su negocio. Unas 100 cuerdas o más le permiten al productor tener predios listos para el corte y el empaque, mientras que en otros las yerbas están en rebrote. El control de malezas, la aplicación de fertilizante y otras enmiendas a los suelos se pueden realizar de forma planificada. Inclusive, el agricultor puede establecer nuevas siembras de pastos o resembrar otras variedades que produzcan un mayor rendimiento.

El relieve del terreno

La forma del suelo en la finca es de suma importancia para lograr una siembra, manejo, corte y empaque de forma adecuada de la yerba. En los terrenos llanos o semi-llanos es posible realizar siembras utilizando material vegetativo, (tallos de la yerba) o con semilla comercial, siendo este último método uno más económico y rápido. Fincas llanas con predios de forma rectangular y libres de surcos son ideales para este tipo de empresa.

Por otro lado, es necesario que los suelos estén libres de piedras, escombros o algún otro material que pueda entorpecer o crear rupturas de maquinaria agrícola y sus implementos. Suelos con mucha piedra superficial, no deben considerarse para la siembra y producción de pastos para henificar.

Características de los suelos

Las propiedades físicas y químicas de los suelos, al igual que en otros cultivos, también son importantes para la producción de los pastos. La cosecha del heno requiere del uso intensivo de tractores y de otra maquinaria agrícola especializada. El tráfico y el peso de estos equipos crean compactación en los suelos. Esto afecta la capacidad del suelo para mantener una proporción adecuada de agua y aire, interfiriendo con el crecimiento de la yerba. Por tal razón, se debe evitar la siembra de pastos para la producción de heno en fincas con zonas bajas cerca de ríos u otros cuerpos de agua. Estas

características las hace propensas a la inundación durante la estación de lluvia. Por otro lado, en estas zonas algunos suelos poseen un tipo de arcilla que tiende a acumular mucha agua que los mantiene húmedos durante mucho tiempo. Esta característica física del suelo limita los procesos de cultivo y de cosecha de la yerba. La maquinaria agrícola no debe transitar por estos suelos húmedos para evitar su compactación.

Las yerbas para la producción de heno pueden cosecharse entre los 45 a 60 días. El periodo entre cortes se afecta por el tipo de pasto y la estación del año. Sin embargo, estas plantas requieren de suelos fértiles para poder producir buenos rendimientos de materia seca.

Las yerbas tienen la capacidad de extraer grandes cantidades de nutrientes del suelo, entre éstos el elemento nitrógeno. En la cosecha del pasto se recoge la mayoría de las hojas, y los tallos de la planta, por lo que el reciclaje de nutrientes al suelo es mínimo. En general, se asume que los suelos tienden a ser deficientes en nitrógeno, un elemento muy importante para la producción de las yerbas. Esto se agrava cuando la fertilidad natural del suelo es muy baja y los niveles de pH son ácidos con valores menores de 5.5. Estas características químicas de los suelos requieren que se realicen aplicaciones de fertilizantes en una forma periódica durante el año.

Muestreo de suelos

Varias muestras de suelo para análisis deben recogerse de los diferentes predios antes de sembrar. Prepare un croquis del área que va a muestrear señalando puntos de referencia, como carreteras, caminos de la finca, edificaciones, cuerpos de agua y los predios donde se tomarán las muestras. Se recomienda identificar los predios o “piezas” por número en el croquis. El número con que se identifica el predio en el croquis debe corresponder al número que ha de anotar en la etiqueta o escribir en las bolsas plásticas donde recolectará la muestra de suelo.

El tamaño del predio o los predios a muestrear no es tan importante como su uniformidad. En este sentido, se recomienda considerar los siguientes criterios al decidir el área donde se recolectarán las muestras.

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Relieve y pendiente: Las variaciones en el relieve son indicativas de diferentes condiciones físicas y de fertilidad del suelo. Predios que muestran diferencias de relieve y pendiente se deben subdividir para muestrearse por separado Ej. (predio 1- cerro, predio 1-vega).

Características físicas del suelo: El color del suelo, su textura, desagüe superficial, desagüe interno, y riesgo de erosión, cuando no son similares requiere que se subdivida y se recolecte una muestra separada (Ej. predio 2 - suelo rojo, predio 2 - suelo arenoso).

Vegetación natural: La condición de fertilidad y características físicas del suelo promueven el desarrollo de especies diferentes. Estas zonas deben muestrear separado (Ej. predio 3 yerba matojo de techar, predio 3 yerba malojillo).

Diferentes cultivos: En predios grandes bajo cultivos diferentes y donde se han estado aplicando prácticas de abonamiento, encalado, quema y rotación, puede alterar las condiciones del suelo. Separe los predios y recolecte una muestra separada.

En el proceso de recoger las muestras hay áreas de las cuales no debe extraerse suelo por no ser representativas. Los caminos y áreas con corrientes de agua se evitan, al igual que zonas donde ha habido descarga de fertilizantes, cal o algún plaguicida. Tampoco se muestrean lugares donde se acumulan desperdicios de cosechas, de animales o se han efectuado quemas.

Recolectando las muestras de suelo

1. Limpiar el área de materia extraña. Use una barrena para muestreo de suelos, recolecte la submuestra de 6 a 8 pulgadas de profundidad. Si utiliza una pala de corte, extraiga la muestra del suelo, remueva una tajada lateral

uniforme y entonces separe una porción de unas 2 pulgadas de ancho.

2. Echar la submuestra en un balde. Camine en forma de zig - zag hasta seleccionar los otros lugares para recolectar las otras submuestras. La muestra de suelo final puede estar compuesta de unas 10 a 15 submuestras de alrededor de ½ a 1 libra.

3. En caso de resultar una muestra muy grande, mézclela bien en el balde o una bolsa plástica hasta hacerla uniforme, separe una porción de la cantidad apropiada.

4. Échela en una bolsa plástica, amárrela bien y proceda a identificarla según se indicó. Incluya su nombre, dirección y número de la muestra que corresponda al croquis de la finca preparado. Los resultados y las recomendaciones serán a base de esta información.

5. Las muestras se enviarán al laboratorio correspondiente para realizar el análisis básico de fertilidad (fósforo P O , 2 5

potasio - K O, calcio - Ca y magnesio - MgO ) y determinar la 2 2

reacción del suelo (pH).

Los suelos para el crecimiento de las yerbas, tienen que tener un pH y una fertilidad mínima. En el Cuadro 1 se presenta información sobre los elementos y los valores mínimos requeridos para el crecimiento de los pastos.

Cuando los valores de pH en los suelos sean menores de 5.5, se

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Relieve y pendiente: Las variaciones en el relieve son indicativas de diferentes condiciones físicas y de fertilidad del suelo. Predios que muestran diferencias de relieve y pendiente se deben subdividir para muestrearse por separado Ej. (predio 1- cerro, predio 1-vega).

Características físicas del suelo: El color del suelo, su textura, desagüe superficial, desagüe interno, y riesgo de erosión, cuando no son similares requiere que se subdivida y se recolecte una muestra separada (Ej. predio 2 - suelo rojo, predio 2 - suelo arenoso).

Vegetación natural: La condición de fertilidad y características físicas del suelo promueven el desarrollo de especies diferentes. Estas zonas deben muestrear separado (Ej. predio 3 yerba matojo de techar, predio 3 yerba malojillo).

Diferentes cultivos: En predios grandes bajo cultivos diferentes y donde se han estado aplicando prácticas de abonamiento, encalado, quema y rotación, puede alterar las condiciones del suelo. Separe los predios y recolecte una muestra separada.

En el proceso de recoger las muestras hay áreas de las cuales no debe extraerse suelo por no ser representativas. Los caminos y áreas con corrientes de agua se evitan, al igual que zonas donde ha habido descarga de fertilizantes, cal o algún plaguicida. Tampoco se muestrean lugares donde se acumulan desperdicios de cosechas, de animales o se han efectuado quemas.

Recolectando las muestras de suelo

1. Limpiar el área de materia extraña. Use una barrena para muestreo de suelos, recolecte la submuestra de 6 a 8 pulgadas de profundidad. Si utiliza una pala de corte, extraiga la muestra del suelo, remueva una tajada lateral

uniforme y entonces separe una porción de unas 2 pulgadas de ancho.

2. Echar la submuestra en un balde. Camine en forma de zig - zag hasta seleccionar los otros lugares para recolectar las otras submuestras. La muestra de suelo final puede estar compuesta de unas 10 a 15 submuestras de alrededor de ½ a 1 libra.

3. En caso de resultar una muestra muy grande, mézclela bien en el balde o una bolsa plástica hasta hacerla uniforme, separe una porción de la cantidad apropiada.

4. Échela en una bolsa plástica, amárrela bien y proceda a identificarla según se indicó. Incluya su nombre, dirección y número de la muestra que corresponda al croquis de la finca preparado. Los resultados y las recomendaciones serán a base de esta información.

5. Las muestras se enviarán al laboratorio correspondiente para realizar el análisis básico de fertilidad (fósforo P O , 2 5

potasio - K O, calcio - Ca y magnesio - MgO ) y determinar la 2 2

reacción del suelo (pH).

Los suelos para el crecimiento de las yerbas, tienen que tener un pH y una fertilidad mínima. En el Cuadro 1 se presenta información sobre los elementos y los valores mínimos requeridos para el crecimiento de los pastos.

Cuando los valores de pH en los suelos sean menores de 5.5, se

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U

�

�

�• En terrenos donde crece una mezcla de yerbas indeseables, con un corte de igualación o un sobrepastoreo usando animales, es suficiente para reducir la vegetación facilitando la preparación del suelo.

�• Dos pases de arado de forma perpendicular uno del otro a unas seis a 10 pulgadas de profundidad, se recomienda efectuar en aquellos suelos que han estado por más de diez años sin sembrar o donde el tráfico de maquinaria los ha compactado.

�• Sin embargo, en aquellas fincas donde sólo crecen yerbas, el terreno se puede preparar con sólo dos pases de rastrillo en forma perpendicular, uno del otro a sólo seis a ocho pulgadas de profundidad.

�• Se deben esperar dos semanas entre los pases de rastrillo. Un mejor control de los yerbajos se obtiene al permitir que la vegetación se seque y que haya una germinación de las semillas de las plantas indeseables. El segundo pase de rastrillo eliminará la vegetación y se reduce en algo la población de semillas de malezas en el suelo.

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E

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�• En terrenos donde crece una mezcla de yerbas indeseables, con un corte de igualación o un sobrepastoreo usando animales, es suficiente para reducir la vegetación facilitando la preparación del suelo.

�• Dos pases de arado de forma perpendicular uno del otro a unas seis a 10 pulgadas de profundidad, se recomienda efectuar en aquellos suelos que han estado por más de diez años sin sembrar o donde el tráfico de maquinaria los ha compactado.

�• Sin embargo, en aquellas fincas donde sólo crecen yerbas, el terreno se puede preparar con sólo dos pases de rastrillo en forma perpendicular, uno del otro a sólo seis a ocho pulgadas de profundidad.

�• Se deben esperar dos semanas entre los pases de rastrillo. Un mejor control de los yerbajos se obtiene al permitir que la vegetación se seque y que haya una germinación de las semillas de las plantas indeseables. El segundo pase de rastrillo eliminará la vegetación y se reduce en algo la población de semillas de malezas en el suelo.

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Semilla para la siembra y su manejo

La yerba que se seleccione para la producción de heno se debe

adaptar a las condiciones de clima y suelo prevalecientes en la zona.

De esta forma, los pastos tendrán mejor probabilidad de producir

unos altos rendimientos de materia seca por cuerda.

Las yerbas recomendadas se caracterizan porque en su mayoría

tienen abundantes hojas y tallos finos. Estas características le

confieren a la planta la capacidad de perder humedad de una forma

rápida, lo que acorta el tiempo en que el agricultor las puede

procesar para formar las pacas.

En el Cuadro 2 se incluyen las zonas de Puerto Rico donde se puede

producir heno y los tipos de yerbas recomendadas para estas áreas.

Cantidad de semillas

Algunas yerbas producen semillas estériles (pangola, estrella fina) por lo que es necesario utilizar pedazos de los tallos (estolones) para su siembra. Sin embargo, otras producen semillas viables que se pueden adquirir a través de suplidores locales de productos agrícolas. El tipo y la cantidad de semillas necesarias para sembrar una cuerda de terreno se incluyen en el Cuadro 3.

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Yerba

pangola • 1 a 1.5 toneladas de estolones maduroDigitaria decumbensDigitaria eriantha

estrella fina • 1 a 1.5 toneladas de estolones maduroCynodon dactylonCynodon nlemfuensis

buffel - yerba salina • 1 a 2 libras de semillas sin cáscara. Unas 3 a 6 Cenchrus ciliaris libras de semillas con cáscara las cuales deben tener

un año o más de cosechadas, de lo contrario tendrán una pobre germinación.

pajón - yerba de vía • 2 a 3 libras por cuerdaDichanthium annulatum

pajón - “bluestem” • 5 a 10 libras por cuerdaBothriocloa caucasica“Big Bluestem”Andropogon gerardii

guinea • 10 a 20 libras de semillas con un 5% de germinaciónPanicum maximum 2 a 3 libras de semillas con un 90% de germinación

3 a 4 toneladas de macollas sembradas de 2 a 4 pies entre surcos y a 18 pulgadas entre macollas

signal • 9 a 10 libras de semillasBrachiaria decumbens

marandú • 9 a 13 libras de semillasBrachiaria brizantha

sorgo forrajero • 7 a 10 libras de semillashíbridos tipo SúdanSorghum bicolor

Semilla necesaria por cuerda

Cuadro 3. Cantidad de semilla o material de vegetativo para siembra

Semilla para la siembra y su manejo

La yerba que se seleccione para la producción de heno se debe

adaptar a las condiciones de clima y suelo prevalecientes en la zona.

De esta forma, los pastos tendrán mejor probabilidad de producir

unos altos rendimientos de materia seca por cuerda.

Las yerbas recomendadas se caracterizan porque en su mayoría

tienen abundantes hojas y tallos finos. Estas características le

confieren a la planta la capacidad de perder humedad de una forma

rápida, lo que acorta el tiempo en que el agricultor las puede

procesar para formar las pacas.

En el Cuadro 2 se incluyen las zonas de Puerto Rico donde se puede

producir heno y los tipos de yerbas recomendadas para estas áreas.

Cantidad de semillas

Algunas yerbas producen semillas estériles (pangola, estrella fina) por lo que es necesario utilizar pedazos de los tallos (estolones) para su siembra. Sin embargo, otras producen semillas viables que se pueden adquirir a través de suplidores locales de productos agrícolas. El tipo y la cantidad de semillas necesarias para sembrar una cuerda de terreno se incluyen en el Cuadro 3.

1110

Yerba

pangola • 1 a 1.5 toneladas de estolones maduroDigitaria decumbensDigitaria eriantha

estrella fina • 1 a 1.5 toneladas de estolones maduroCynodon dactylonCynodon nlemfuensis

buffel - yerba salina • 1 a 2 libras de semillas sin cáscara. Unas 3 a 6 Cenchrus ciliaris libras de semillas con cáscara las cuales deben tener

un año o más de cosechadas, de lo contrario tendrán una pobre germinación.

pajón - yerba de vía • 2 a 3 libras por cuerdaDichanthium annulatum

pajón - “bluestem” • 5 a 10 libras por cuerdaBothriocloa caucasica“Big Bluestem”Andropogon gerardii

guinea • 10 a 20 libras de semillas con un 5% de germinaciónPanicum maximum 2 a 3 libras de semillas con un 90% de germinación

3 a 4 toneladas de macollas sembradas de 2 a 4 pies entre surcos y a 18 pulgadas entre macollas

signal • 9 a 10 libras de semillasBrachiaria decumbens

marandú • 9 a 13 libras de semillasBrachiaria brizantha

sorgo forrajero • 7 a 10 libras de semillashíbridos tipo SúdanSorghum bicolor

Semilla necesaria por cuerda

Cuadro 3. Cantidad de semilla o material de vegetativo para siembra

Manejo de la semilla

Siembras con material vegetativo

�• Los tallos maduros de la yerba seleccionada se deben cortar de 12 a 14 pulgadas de largo, si posible el mismo día de la siembra. De ser necesario cosechar uno o dos días antes, los tallos se deben colocar bajo sombra y mantenerlos húmedos.

�• Antes de comenzar la siembra, los estolones de la yerba se deben empapar con agua para evitar que se sequen durante el proceso de siembra.

�• Los tallos se deben colocar en surcos entre 24 a 36 pulgadas de separación y taparse con 1.5 a 2 pulgadas de tierra dejando los extremos con hojas sobre el suelo.

�• En terrenos llanos, otra forma de siembra es esparcir los tallos mojados sobre el terreno antes del último pase de rastra de discos. Al rastrillar, cortará y enterrará los tallos; éste es un proceso de siembra más rápido.

�• En terrenos empinados o pedregosos es recomendable sembrar haciendo un hueco y colocando los tallos de la yerba y luego taparlos con tierra.

Siembras con semilla comercial

Las semillas de las yerbas buffel, pajón y guinea son muy pequeñas. Una forma que facilita esparcirlas sobre el terreno es utilizando un agente portador. Materiales como la arena gruesa, la paja de arroz o la cal agrícola pueden utilizarse para este propósito.

Aunque el sorgo forrajero y las yerbas signal y marandú se pueden sembrar también de la forma anterior, sus semillas son de mayor tamaño, por lo que se puede utilizar una sembradora. Es importante

calibrar el equipo antes de comenzar la siembra para utilizar la cantidad de semillas por cuerda recomendadas en la etiqueta.

�• Las semillas de la yerba seleccionada se pueden mezclar a razón de tres a cuatro libras de material portador por libra de semilla (ver cuadro 2).

�• La mezcla se siembra al voleo utilizando una abonadora tipo ciclón o la encaladora disponible en la finca.

�• Las semillas se deben cubrir con 1/4 a 1/2 pulgada de tierra arrastrando un rolo o algún implemento sobre el área para

fijarlas al terreno y evitar que las arrastre el viento o el agua.

Humedad y riego

En general, las yerbas requieren un mínimo de una pulgada de agua por semana para una buena germinación y crecimiento. Sabemos que los suelos varían en su capacidad de retención de agua y la estación del año tiene un efecto sobre esta capacidad. La cantidad y la duración del riego aplicado a través del año se ajustarán según sea necesario para suplir las necesidades de las yerbas.

�• Si no se esperan lluvias durante los próximos días, el área sembrada se debe regar.

�• Si la siembra se realiza durante la estación seca, se recomienda regar dos veces al día.

Control de malezas

Las malezas compiten con las yerbas por la luz, el agua y los nutrimentos del suelo. Estos yerbajos están adaptados al área que se está sembrando, haciendo necesario su control y eliminación para lograr un rápido establecimiento de la yerba.

�• El control de las malezas se deberá efectuar mecánicamente

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Manejo de la semilla

Siembras con material vegetativo

�• Los tallos maduros de la yerba seleccionada se deben cortar de 12 a 14 pulgadas de largo, si posible el mismo día de la siembra. De ser necesario cosechar uno o dos días antes, los tallos se deben colocar bajo sombra y mantenerlos húmedos.

�• Antes de comenzar la siembra, los estolones de la yerba se deben empapar con agua para evitar que se sequen durante el proceso de siembra.

�• Los tallos se deben colocar en surcos entre 24 a 36 pulgadas de separación y taparse con 1.5 a 2 pulgadas de tierra dejando los extremos con hojas sobre el suelo.

�• En terrenos llanos, otra forma de siembra es esparcir los tallos mojados sobre el terreno antes del último pase de rastra de discos. Al rastrillar, cortará y enterrará los tallos; éste es un proceso de siembra más rápido.

�• En terrenos empinados o pedregosos es recomendable sembrar haciendo un hueco y colocando los tallos de la yerba y luego taparlos con tierra.

Siembras con semilla comercial

Las semillas de las yerbas buffel, pajón y guinea son muy pequeñas. Una forma que facilita esparcirlas sobre el terreno es utilizando un agente portador. Materiales como la arena gruesa, la paja de arroz o la cal agrícola pueden utilizarse para este propósito.

Aunque el sorgo forrajero y las yerbas signal y marandú se pueden sembrar también de la forma anterior, sus semillas son de mayor tamaño, por lo que se puede utilizar una sembradora. Es importante

calibrar el equipo antes de comenzar la siembra para utilizar la cantidad de semillas por cuerda recomendadas en la etiqueta.

�• Las semillas de la yerba seleccionada se pueden mezclar a razón de tres a cuatro libras de material portador por libra de semilla (ver cuadro 2).

�• La mezcla se siembra al voleo utilizando una abonadora tipo ciclón o la encaladora disponible en la finca.

�• Las semillas se deben cubrir con 1/4 a 1/2 pulgada de tierra arrastrando un rolo o algún implemento sobre el área para

fijarlas al terreno y evitar que las arrastre el viento o el agua.

Humedad y riego

En general, las yerbas requieren un mínimo de una pulgada de agua por semana para una buena germinación y crecimiento. Sabemos que los suelos varían en su capacidad de retención de agua y la estación del año tiene un efecto sobre esta capacidad. La cantidad y la duración del riego aplicado a través del año se ajustarán según sea necesario para suplir las necesidades de las yerbas.

�• Si no se esperan lluvias durante los próximos días, el área sembrada se debe regar.

�• Si la siembra se realiza durante la estación seca, se recomienda regar dos veces al día.

Control de malezas

Las malezas compiten con las yerbas por la luz, el agua y los nutrimentos del suelo. Estos yerbajos están adaptados al área que se está sembrando, haciendo necesario su control y eliminación para lograr un rápido establecimiento de la yerba.

�• El control de las malezas se deberá efectuar mecánicamente

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Aplicación de fertilizante

�• Cien libras por cuerda del fertilizante superfosfato triple se deben incorporar en las primeras seis a ocho pulgadas de suelo durante su preparación. Esta operación se puede efectuar durante uno de los pases de rastrillo. La presencia de este elemento en el suelo ayuda a las yerbas a desarrollar un buen sistema de raíces.

�• La disponibilidad del fósforo a las plantas se afecta por la presencia de altos niveles de cal en el suelo. Si es necesario encalar el terreno para aumentar su pH, la cal se debe aplicar un mes después de la aplicación del fosfato.

�• Cuatro a seis semanas después de la siembra se recomienda aplicar fertilizante para pastos. El análisis 15-5-10, a razón de tres a cuatro quintales por cuerda estimulará el crecimiento y que la yerba cubra el terreno de forma rápida.

�• Las aplicaciones de fertilizantes se deben efectuar posterior al corte a razón de 5 a 7 quintales por cuerda. Esta práctica promueve un rebrote vigoroso y abundante en las yerbas a la vez que restablece los nutrimentos extraídos por estas plantas del suelo.

�• Si los suelos tienden a ser ácidos, anualmente se debe aplicar cal agrícola en la cantidad recomendada para mantener el pH entre 5.5 a 7.0. Pasado un mes del encalado, se podrán fertilizar los pastos.

La resiembra

En el proceso de establecer pastizales, siempre hay algunas áreas donde la cubierta del pasto es deficiente. Estas zonas se convierten en puntos donde se desarrollan malezas indeseables que afectan la pureza del cultivo.

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Aplicación de fertilizante

�• Cien libras por cuerda del fertilizante superfosfato triple se deben incorporar en las primeras seis a ocho pulgadas de suelo durante su preparación. Esta operación se puede efectuar durante uno de los pases de rastrillo. La presencia de este elemento en el suelo ayuda a las yerbas a desarrollar un buen sistema de raíces.

�• La disponibilidad del fósforo a las plantas se afecta por la presencia de altos niveles de cal en el suelo. Si es necesario encalar el terreno para aumentar su pH, la cal se debe aplicar un mes después de la aplicación del fosfato.

�• Cuatro a seis semanas después de la siembra se recomienda aplicar fertilizante para pastos. El análisis 15-5-10, a razón de tres a cuatro quintales por cuerda estimulará el crecimiento y que la yerba cubra el terreno de forma rápida.

�• Las aplicaciones de fertilizantes se deben efectuar posterior al corte a razón de 5 a 7 quintales por cuerda. Esta práctica promueve un rebrote vigoroso y abundante en las yerbas a la vez que restablece los nutrimentos extraídos por estas plantas del suelo.

�• Si los suelos tienden a ser ácidos, anualmente se debe aplicar cal agrícola en la cantidad recomendada para mantener el pH entre 5.5 a 7.0. Pasado un mes del encalado, se podrán fertilizar los pastos.

La resiembra

En el proceso de establecer pastizales, siempre hay algunas áreas donde la cubierta del pasto es deficiente. Estas zonas se convierten en puntos donde se desarrollan malezas indeseables que afectan la pureza del cultivo.

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�• La remoción de la vegetación indeseable se puede efectuar mediante desyerbo de estas áreas localizadas. En porciones de terreno más extensas, la aplicación de herbicida no selectivo resulta más económico.

�• En la resiembra, se recomienda remover el suelo de forma leve y sembrar con una alta cantidad de semilla por área para promover una alta población de plantas que cubran rápido el suelo.

�• Las mismas prácticas de control de malezas y fertilización se aplicarán en las áreas resembradas.

Corte y cosecha de la yerba

Las yerbas tienen un crecimiento basal al tener los puntos de crecimiento en la base del tallo. Esta característica le provee tolerancia a cosechas sucesivas mediante corte o pastoreo de su parte superior. Sin embargo, para que estas plantas puedan tener esta tolerancia al corte, se requiere que desarrollen un buen sistema de raíces bajo tierra. Una yerba saludable requiere tener un sistema de raíces equivalente a tres veces el tamaño de la parte que crece sobre el terreno. Los productos de la fotosíntesis en las hojas se mueven y almacenan en las raíces y los tallos.

Las yerbas rastreras toleran cortes bajos de hasta dos a tres pulgadas del suelo. Los pastos que crecen en macollas como la guinea, no se deben cortar a menos de siete pulgadas de terreno. Sin embargo, los primeros dos cortes de las yerbas en siembras nuevas se deben efectuar más alto para permitir a la planta desarrollar un buen sistema de raíces. Las yerbas podrán tolerar mejor el proceso de corte y cosecha sin ser arrancadas del suelo. Por otro lado, los cortes un poco más altos promueven un rebrote de la yerba más rápido acortando en algunos casos el periodo entre cortes. La altura de corte del suelo más recomendada es entre 4 a 5 pulgadas del suelo.

Detalles importantes del corte

�• El primer corte se puede realizar después de cuatro a cinco meses de la siembra cuando el manejo y las condiciones de clima han sido favorables.

�• Las yerbas se deben cortar en la mañana, luego que el rocío se seque de las hojas. Ésta es una forma de ir reduciendo la humedad total en el material que se va a cortar.

�• Nunca se debe cortar el pasto cuando se pronostica un clima lluvioso. La lluvia disuelve los nutrimentos solubles en agua que están presentes en la yerba y se pierden en el suelo. La materia seca total producida, también se reduce.

�• Luego de cortada la yerba, se deja secar en el campo por unas 24 horas. Pasado este tiempo, el material se voltea pasando un implemento para este propósito sobre el predio. Luego de otras 24 horas secándose, el pasto debe estar listo para empacar.

�• En días de mucho sol y baja nubosidad, con la ayuda del viento, este periodo se puede reducir a unas 36 horas. El pasto se comienza a empacar al llegar a una humedad de 18 a 20 por ciento.

Los predios en yerbas se pueden cortar unas seis veces al año a intervalos de cada 60 días. Los días cortos al final del año y la poca precipitación suelen reducir los cortes a cinco por año.

�• El rendimiento por cuerda se estima en un mínimo de unas 100 pacas por corte.

�• Una producción estimada de 500 a 600 pacas por cuerda por año se puede esperar en una finca sembrada con algunas de las yerbas recomendadas y donde se aplican buenas prácticas de manejo.

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�• La remoción de la vegetación indeseable se puede efectuar mediante desyerbo de estas áreas localizadas. En porciones de terreno más extensas, la aplicación de herbicida no selectivo resulta más económico.

�• En la resiembra, se recomienda remover el suelo de forma leve y sembrar con una alta cantidad de semilla por área para promover una alta población de plantas que cubran rápido el suelo.

�• Las mismas prácticas de control de malezas y fertilización se aplicarán en las áreas resembradas.

Corte y cosecha de la yerba

Las yerbas tienen un crecimiento basal al tener los puntos de crecimiento en la base del tallo. Esta característica le provee tolerancia a cosechas sucesivas mediante corte o pastoreo de su parte superior. Sin embargo, para que estas plantas puedan tener esta tolerancia al corte, se requiere que desarrollen un buen sistema de raíces bajo tierra. Una yerba saludable requiere tener un sistema de raíces equivalente a tres veces el tamaño de la parte que crece sobre el terreno. Los productos de la fotosíntesis en las hojas se mueven y almacenan en las raíces y los tallos.

Las yerbas rastreras toleran cortes bajos de hasta dos a tres pulgadas del suelo. Los pastos que crecen en macollas como la guinea, no se deben cortar a menos de siete pulgadas de terreno. Sin embargo, los primeros dos cortes de las yerbas en siembras nuevas se deben efectuar más alto para permitir a la planta desarrollar un buen sistema de raíces. Las yerbas podrán tolerar mejor el proceso de corte y cosecha sin ser arrancadas del suelo. Por otro lado, los cortes un poco más altos promueven un rebrote de la yerba más rápido acortando en algunos casos el periodo entre cortes. La altura de corte del suelo más recomendada es entre 4 a 5 pulgadas del suelo.

Detalles importantes del corte

�• El primer corte se puede realizar después de cuatro a cinco meses de la siembra cuando el manejo y las condiciones de clima han sido favorables.

�• Las yerbas se deben cortar en la mañana, luego que el rocío se seque de las hojas. Ésta es una forma de ir reduciendo la humedad total en el material que se va a cortar.

�• Nunca se debe cortar el pasto cuando se pronostica un clima lluvioso. La lluvia disuelve los nutrimentos solubles en agua que están presentes en la yerba y se pierden en el suelo. La materia seca total producida, también se reduce.

�• Luego de cortada la yerba, se deja secar en el campo por unas 24 horas. Pasado este tiempo, el material se voltea pasando un implemento para este propósito sobre el predio. Luego de otras 24 horas secándose, el pasto debe estar listo para empacar.

�• En días de mucho sol y baja nubosidad, con la ayuda del viento, este periodo se puede reducir a unas 36 horas. El pasto se comienza a empacar al llegar a una humedad de 18 a 20 por ciento.

Los predios en yerbas se pueden cortar unas seis veces al año a intervalos de cada 60 días. Los días cortos al final del año y la poca precipitación suelen reducir los cortes a cinco por año.

�• El rendimiento por cuerda se estima en un mínimo de unas 100 pacas por corte.

�• Una producción estimada de 500 a 600 pacas por cuerda por año se puede esperar en una finca sembrada con algunas de las yerbas recomendadas y donde se aplican buenas prácticas de manejo.

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Maquinaria, equipos y facilidades

Estos componentes son particulares para cada empresa que produce heno, y en muchos casos depende del producto final que el cliente necesita. Por ejemplo, pacas cuadradas y livianas para casas agrícolas o potreros, pacas redondas y voluminosas para ganado lechero. Al momento de la selección de la maquinaria y los implementos, siempre se deben considerar la rapidez y la eficiencia con que el operador podrá realizar el corte, el volteo, el alineamiento y el empaque del producto. El precio de la maquinaria, garantía y el servicio son siempre factores de importancia para la selección final de la maquinaria y otros equipos.

Maquinaria

El tipo de suelo en la finca y el clima de la zona, pueden influenciar en la decisión del tipo de tractor que será necesario adquirir. Fincas con suelos arcillosos en zonas lluviosas pueden necesitar tractores con sistema de tracción reforzada. Por otro lado, en las fincas donde los terrenos irregulares aumentan el riesgo de rupturas del equipo y pueden requerir la adquisición de maquinaria con piezas reforzadas. Si la zona donde se ubica la finca tiene condiciones poco favorables para que el pasto seque rápido, una cortadora con aditamentos que promuevan y aceleren el proceso de secado de la yerba se debe considerar.

Dos tractores y por lo menos dos carretones son equipos indispensables en la producción de heno. Entre los implementos necesarios para efectuar la henificación y empaque de la yerba está la cortadora. Existen diferentes opciones de este equipo en el mercado. Algunas cortan con una batería de cuchillas giratorias, mientras otras realizan el corte con un sistema de tijeras segadoras. Las cortadoras acondicionadoras crean una especie de marcas en los tallos o los aplastan de manera que la planta pierde humedad más rápido. Otro implemento indispensable es un rastrillo que es muy útil para voltear la yerba durante el secado, pero también sirve para alinear el pasto seco antes de empacarlo. La empacadora es uno de

los equipos de mayor costo, pero sin la cual no sería posible efectuar el proceso de preparar las pacas del heno.

Equipos

Las yerbas son un cultivo perenne, por lo que con un buen programa de mantenimiento pueden durar muchos años en producción. Los rendimientos del forraje pueden continuar siendo altos si se les ofrece un buen mantenimiento como la aplicación de fertilizantes, la eliminación de malezas y el control de los insectos. Una abonadora y una bomba para asperjar productos como los herbicidas o insecticidas son importantes para mantener los predios en pastos limpios y evitar así la presencia de materia extraña que pueda afectar la pureza del producto final.

Conviene visitar diferentes concesionarios de equipo agrícola para recibir una orientación detallada, aclarar dudas y recibir una cotización de los equipos que mejor se adapten a las condiciones particulares de la finca y del producto que se quiere elaborar y mercadear.

Facilidades

La estructura para el almacenaje de las pacas puede tener unas dimensiones de 50 pies de ancho por 100 pies de largo con unos 20 a 30 pies de altura. Los materiales para la construcción pueden ser en acero estructural, viguetas, con el techo en metal que puede ser en dos aguas o del tipo domo. Las planchas para el techo deben ser en metal galvanizado pues toleran mejor la corrosión y se extiende la vida útil de la estructura. Las paredes se pueden construir combinando materiales. La parte inferior puede ser en bloques de cemento, mientras que la porción superior, en planchas del metal seleccionado. Por otro lado, una estructura en algún tipo de madera resistente a corrosión y con planchas de metal cinc siempre es una opción funcional y más económica para proyectos de nuevo establecimiento.

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Maquinaria, equipos y facilidades

Estos componentes son particulares para cada empresa que produce heno, y en muchos casos depende del producto final que el cliente necesita. Por ejemplo, pacas cuadradas y livianas para casas agrícolas o potreros, pacas redondas y voluminosas para ganado lechero. Al momento de la selección de la maquinaria y los implementos, siempre se deben considerar la rapidez y la eficiencia con que el operador podrá realizar el corte, el volteo, el alineamiento y el empaque del producto. El precio de la maquinaria, garantía y el servicio son siempre factores de importancia para la selección final de la maquinaria y otros equipos.

Maquinaria

El tipo de suelo en la finca y el clima de la zona, pueden influenciar en la decisión del tipo de tractor que será necesario adquirir. Fincas con suelos arcillosos en zonas lluviosas pueden necesitar tractores con sistema de tracción reforzada. Por otro lado, en las fincas donde los terrenos irregulares aumentan el riesgo de rupturas del equipo y pueden requerir la adquisición de maquinaria con piezas reforzadas. Si la zona donde se ubica la finca tiene condiciones poco favorables para que el pasto seque rápido, una cortadora con aditamentos que promuevan y aceleren el proceso de secado de la yerba se debe considerar.

Dos tractores y por lo menos dos carretones son equipos indispensables en la producción de heno. Entre los implementos necesarios para efectuar la henificación y empaque de la yerba está la cortadora. Existen diferentes opciones de este equipo en el mercado. Algunas cortan con una batería de cuchillas giratorias, mientras otras realizan el corte con un sistema de tijeras segadoras. Las cortadoras acondicionadoras crean una especie de marcas en los tallos o los aplastan de manera que la planta pierde humedad más rápido. Otro implemento indispensable es un rastrillo que es muy útil para voltear la yerba durante el secado, pero también sirve para alinear el pasto seco antes de empacarlo. La empacadora es uno de

los equipos de mayor costo, pero sin la cual no sería posible efectuar el proceso de preparar las pacas del heno.

Equipos

Las yerbas son un cultivo perenne, por lo que con un buen programa de mantenimiento pueden durar muchos años en producción. Los rendimientos del forraje pueden continuar siendo altos si se les ofrece un buen mantenimiento como la aplicación de fertilizantes, la eliminación de malezas y el control de los insectos. Una abonadora y una bomba para asperjar productos como los herbicidas o insecticidas son importantes para mantener los predios en pastos limpios y evitar así la presencia de materia extraña que pueda afectar la pureza del producto final.

Conviene visitar diferentes concesionarios de equipo agrícola para recibir una orientación detallada, aclarar dudas y recibir una cotización de los equipos que mejor se adapten a las condiciones particulares de la finca y del producto que se quiere elaborar y mercadear.

Facilidades

La estructura para el almacenaje de las pacas puede tener unas dimensiones de 50 pies de ancho por 100 pies de largo con unos 20 a 30 pies de altura. Los materiales para la construcción pueden ser en acero estructural, viguetas, con el techo en metal que puede ser en dos aguas o del tipo domo. Las planchas para el techo deben ser en metal galvanizado pues toleran mejor la corrosión y se extiende la vida útil de la estructura. Las paredes se pueden construir combinando materiales. La parte inferior puede ser en bloques de cemento, mientras que la porción superior, en planchas del metal seleccionado. Por otro lado, una estructura en algún tipo de madera resistente a corrosión y con planchas de metal cinc siempre es una opción funcional y más económica para proyectos de nuevo establecimiento.

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Control de plagas

Yerbajos

Las malezas indeseables en los pastos se pueden controlar mediante la aplicación de herbicidas selectivos que eliminan los arbustos y los bejucos. Existen varios productos aprobados para la eliminación de estos yerbajos que no afectan los pastos que se cosechan para producir heno. Consulte con el agente agrícola de su pueblo o el agrónomo de área, para información detallada sobre nombres de los productos, su dosificación y los días de espera luego de la aplicación antes de cosechar los pastos.

Insectos

Los gusanos de otoño, y los medidores atacan los pastos de forma agresiva luego del crecimiento que promueven las lluvias al final del año. Una forma práctica de sospechar la presencia de esta plaga en los pastos, es la presencia de garzas en los predios. Los gusanos se esconden cerca del suelo durante las

horas de mayor intensidad solar. Confirme la presencia de los gusanos, buscando entre los tallos de las yerbas. Consulte a un profesional de la agricultura sobre los insecticidas aprobados y aplíquelos hasta controlar el ataque. Siempre observe las recomendaciones de la etiqueta referente a los días de espera antes de la cosecha de la yerba.

Otra plaga que extermina las yerbas es el chinche de los pastos. Este insecto chupa la savia en la base de la planta. El ataque es muy común durante la estación seca en fincas con suelos arenosos. Una forma de sospechar un ataque de esta plaga en los predios de pastos es por la aparición de unas áreas amarillas circulares que se van extendiendo de un centro

de forma muy rápida día tras día. El área donde comenzó el ataque, queda como quemada por un herbicida. Al buscar en los bordes del círculo donde la yerba todavía está verde, entre la hojarasca se pueden observar unos pequeños insectos negros con dos manchas grises de forma triangular en el dorso moviéndose de forma rápida y escondiéndose en la tierra.

Aunque las lluvias son una forma de control biológico de esta plaga, no se recomienda esperar este tipo de control. Efectúe la aplicación del insecticida seleccionado hasta empapar la yerba de manera que la solución llegue hasta la tierra. Ésta es la mejor forma de salvar los pastos en un predio. Este insecto es muy agresivo en su daño a la yerba. Si no toma acción al comienzo del ataque, se verá en la necesidad de resembrar el predio o en el peor de los casos, la finca completa.

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Spodoptera frugiperda

Blissus insularis

Gusano de otoño y mariposa(Spodoptera frugiperda)

Control de plagas

Yerbajos

Las malezas indeseables en los pastos se pueden controlar mediante la aplicación de herbicidas selectivos que eliminan los arbustos y los bejucos. Existen varios productos aprobados para la eliminación de estos yerbajos que no afectan los pastos que se cosechan para producir heno. Consulte con el agente agrícola de su pueblo o el agrónomo de área, para información detallada sobre nombres de los productos, su dosificación y los días de espera luego de la aplicación antes de cosechar los pastos.

Insectos

Los gusanos de otoño, y los medidores atacan los pastos de forma agresiva luego del crecimiento que promueven las lluvias al final del año. Una forma práctica de sospechar la presencia de esta plaga en los pastos, es la presencia de garzas en los predios. Los gusanos se esconden cerca del suelo durante las

horas de mayor intensidad solar. Confirme la presencia de los gusanos, buscando entre los tallos de las yerbas. Consulte a un profesional de la agricultura sobre los insecticidas aprobados y aplíquelos hasta controlar el ataque. Siempre observe las recomendaciones de la etiqueta referente a los días de espera antes de la cosecha de la yerba.

Otra plaga que extermina las yerbas es el chinche de los pastos. Este insecto chupa la savia en la base de la planta. El ataque es muy común durante la estación seca en fincas con suelos arenosos. Una forma de sospechar un ataque de esta plaga en los predios de pastos es por la aparición de unas áreas amarillas circulares que se van extendiendo de un centro

de forma muy rápida día tras día. El área donde comenzó el ataque, queda como quemada por un herbicida. Al buscar en los bordes del círculo donde la yerba todavía está verde, entre la hojarasca se pueden observar unos pequeños insectos negros con dos manchas grises de forma triangular en el dorso moviéndose de forma rápida y escondiéndose en la tierra.

Aunque las lluvias son una forma de control biológico de esta plaga, no se recomienda esperar este tipo de control. Efectúe la aplicación del insecticida seleccionado hasta empapar la yerba de manera que la solución llegue hasta la tierra. Ésta es la mejor forma de salvar los pastos en un predio. Este insecto es muy agresivo en su daño a la yerba. Si no toma acción al comienzo del ataque, se verá en la necesidad de resembrar el predio o en el peor de los casos, la finca completa.

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Spodoptera frugiperda

Blissus insularis

Gusano de otoño y mariposa(Spodoptera frugiperda)

CONCLUSIÓN

El establecimiento de un negocio para la producción de heno requiere de una inversión de capital alta. El establecimiento de los pastos mejorados y la adquisición de la maquinaria se llevan una buena porción de la inversión de capital en el negocio. Por otro lado, la cosecha y el empaque de este forraje tiene unos costos fijos altos. El agricultor deberá realizar una planificación y manejo cuidadoso de los insumos y recursos para que la empresa sea una exitosa. Un heno de calidad producido de forma cuidadosa y responsable siempre tendrá demanda por parte de la clientela que lo utiliza para la alimentación de sus animales.

22 23

Referencias

Ball, D.M., Hoveland, C.S., y Lacefield, G.D. (1996). Southern nd

Forages. 2 Edition. Potash and Phosphate Institute and Foundation for Agronomic Research, p. 28-40, 142-146.

Ferreira Santos, L. y Fernández Santos, G. (1997). Manual de Forrajeras Tropicales. Brasil-Semillas Naterra p. 11-14, 37-38.

Maldonado-Capriles, J. Medina-Gaud, S. (1985). Insectos Dañinos y Beneficiosos de Puerto Rico.

Muñiz Torres, O. (1990). Muestreos de Suelos. Boletín A-81. Servicio de Extensión Agrícola, Universidad de Puerto Rico, p. 3-7.

Vicente Chandlers, J., Caro Costas, R., Abruña, F., Silva, S. (1983). Producción y Utilización Intensiva de las Forrajeras en Puerto Rico. Boletín 271. Estación Experimental Agrícola, Universidad de Puerto Rico.

CONCLUSIÓN

El establecimiento de un negocio para la producción de heno requiere de una inversión de capital alta. El establecimiento de los pastos mejorados y la adquisición de la maquinaria se llevan una buena porción de la inversión de capital en el negocio. Por otro lado, la cosecha y el empaque de este forraje tiene unos costos fijos altos. El agricultor deberá realizar una planificación y manejo cuidadoso de los insumos y recursos para que la empresa sea una exitosa. Un heno de calidad producido de forma cuidadosa y responsable siempre tendrá demanda por parte de la clientela que lo utiliza para la alimentación de sus animales.

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Referencias

Ball, D.M., Hoveland, C.S., y Lacefield, G.D. (1996). Southern nd

Forages. 2 Edition. Potash and Phosphate Institute and Foundation for Agronomic Research, p. 28-40, 142-146.

Ferreira Santos, L. y Fernández Santos, G. (1997). Manual de Forrajeras Tropicales. Brasil-Semillas Naterra p. 11-14, 37-38.

Maldonado-Capriles, J. Medina-Gaud, S. (1985). Insectos Dañinos y Beneficiosos de Puerto Rico.

Muñiz Torres, O. (1990). Muestreos de Suelos. Boletín A-81. Servicio de Extensión Agrícola, Universidad de Puerto Rico, p. 3-7.

Vicente Chandlers, J., Caro Costas, R., Abruña, F., Silva, S. (1983). Producción y Utilización Intensiva de las Forrajeras en Puerto Rico. Boletín 271. Estación Experimental Agrícola, Universidad de Puerto Rico.

Publicado para la promoción del trabajo cooperativo de Extensión según lo dispuesto por las leyes del Congreso del 8 de mayo y del 30 de junio de 1914, en cooperación con

el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Extensión Agrícola, Colegio de Ciencias

Agrícolas, Universidad de Puerto Rico

Agosto 2004

TIPOGRAFÍA, DISEÑO E IMPRESIÓN: MEI

SERVICIO DE EXTENSION AGRICOLA