Semántica y Estructuras Sociales en El Lazarillo de Tormes - Edmond Cros

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  • 8/15/2019 Semántica y Estructuras Sociales en El Lazarillo de Tormes - Edmond Cros

    1/7

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    Moderna.

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    Semántica y estructuras sociales en el "Lazarillo de Tormes"Author(s): Edmond CrosSource: Revista Hispánica Moderna, Año 39, No. 3 (1976/1977), pp. 79-84Published by: University of Pennsylvania Press

    Stable URL: http://www.jstor.org/stable/30208608Accessed: 13-12-2015 08:48 UTC

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    2/7

    SEMANTICA

    ESTRUCTURASOCIALES

    EN EL

    LAZARILLO

    DE

    TORMES

    A

    partir

    de

    ciertasobservaciones

    eferentes

    las tres

    grandes

    novelas

    picares-

    cas

    espafiolas

    (Lazarillo

    de

    Tormes, Guzmin

    de

    Alfarache,

    Buscdn), quisiera

    proponeralgunas

    sugerencias

    de

    tipo metodol6gico

    usceptibles

    de

    sefialar

    un

    campo

    de

    investigaciones

    asta

    a

    fecha

    poco

    o mal

    explotado,

    ampo

    que

    se

    sitiia

    en

    la

    confluencia e

    la

    historia

    y

    de

    la

    semintica

    y

    que

    deberia

    considerarse n

    adelante

    omo uno de

    los

    terrenos

    predilectos

    e

    la

    sociocritica

    e

    la

    producci6n

    literaria.

    Antes

    de abordarun

    caso de

    analisisprecisosugieroque

    sentemos

    algunas

    hip6tesis

    de

    trabajo

    que podrian

    er

    las

    siguientes:

    I.

    Es

    evidente

    que:

    a)

    en

    el

    momento n

    que

    el

    texto

    se

    informa,

    e informa

    en

    la

    concordancia

    la

    convergencia

    eminticas

    y

    connotativas

    las

    cuales

    presu-

    ponen

    no

    s61o

    la

    elecci6n

    del

    signo

    sino

    tambi6n

    a selecci6n

    de

    la

    reducci6n

    semaintica

    el

    signo

    que

    el

    texto

    implica); b)

    que

    de

    entre todas

    las

    soluciones

    posibles

    propuestas

    n el

    eje

    paradigmitico

    a

    soluci6n

    escogida

    es

    la

    consecuencia

    de

    una

    serie de

    concordancias de

    desacuerdos

    que

    construyen

    untamente

    a

    unidad

    y

    la

    pluralidad

    el

    mensaje).

    2.

    Debemos considerar in embargoque esas solucionesconstituyenunas

    respuestas

    istemdticas unas

    impulsiones

    ndividuales

    colectivas,

    relacionadas

    con circunstancias

    eterminadas

    ue

    debemos ratarde

    reconstruir.

    El

    problema

    onsiste

    pues

    en tratarde reconstruir

    os

    sistemas

    que organizan

    esas

    respuestas

    o

    reacciones-,

    en examinar

    6mo

    funcionan

    os

    criterios

    de

    selecci6n

    y

    lo

    que

    transcriben.

    Es

    por

    eso

    esencial

    ener en

    cuenta

    as

    modificaciones

    ue

    afectan

    a

    jerarquia

    interna

    de

    los

    ejes

    paradigmaiticos

    en realidad

    na de

    las

    finalidades e

    la

    socio-

    critica

    consiste en tratarde

    captar

    as alteraciones

    ue

    sufren

    esos

    paradigmas

    examinindolas

    on

    arreglo

    a

    las

    modificaciones e

    las

    estructuras

    ociales.

    Esta

    via

    de

    aproximaci6n

    resuponeque cualquier

    campo

    16xico-semintico

    epercute

    las

    condiciones

    de existenciade una

    sociedad,

    de una

    clase

    social,

    de

    un

    sujeto

    transindividual de

    un

    individuoa

    trav6s

    de una correlativa reaci6n

    de nuevos

    sentidos

    que puede

    cobrar

    diversas ormas:

    alteraci6n

    e

    la

    jerarquia

    nterna

    de

    los

    significados

    que

    incluye,

    delexicalizaciones

    relexicalizaciones,

    reaci6n

    de

    nuevas

    connotaciones

    ..

    Como

    instrumentos

    de

    trabajo

    que

    nos

    permitanapreciar

    esa

    permanente

    dinimica

    creadora

    ugiero

    que

    privilegiemos

    por

    ahora los

    siguientes:

    estudio

    de

    las

    frases

    hechas,

    de

    las

    contaminaciones

    eminticas,

    de

    los

    sistemasseminti-

    cos

    producidos

    or

    el

    mismo

    texto.

    Pero antes de

    manejar

    algunos

    de esos instrumentos e andlisis

    y

    para

    que

    estas

    aplicaciones

    esulten

    quizis

    mas

    convincentesnecesito

    abordar

    primero

    el

    Lazarillode

    Tormesa

    partir

    de

    un

    enfoque

    mas

    amplio.

    No

    es

    nada

    original

    afirmar

    que

    la

    ingenuidad

    que

    caracteriza

    l Lazarillo

    cuandose sale de

    Salamanca

    e

    transforma,

    n

    el

    decursode

    las

    peregrinaciones

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    3/7

    80

    EDMOND

    CROS

    RHM, XXXIX

    (1976-1977)

    relatadas n

    el

    Primer

    Tratado,

    en

    una

    picardia

    que

    lo

    uniforma

    con

    su

    viejo

    amo. En la

    serie

    de

    los

    cinco

    episodios

    principales

    toro

    de

    Salamanca,

    arrazo,

    racimode

    uvas,

    longaniza,

    poste

    de

    Escalona),

    l

    ciego

    sale

    con la

    suya

    en

    los

    cuatroprimeros asos

    pero

    dejade

    ganar

    en el iltimo

    y,

    con esta inversi6nde

    los

    desenlaces,

    e

    rematael

    aprendizaje

    el

    guia,

    el cual

    parad6jicamenteeja

    a

    su

    amo en el

    momentoen

    que

    se

    le

    confiere

    mplicitamente

    l

    estatutode

    mozo

    de

    ciego,

    es

    decir de un

    personaje

    ue

    "un

    punto

    sabe

    mais

    que

    el diablo."

    En

    la

    derrota

    del

    ciego

    en

    Escalona,

    que

    esti

    tan

    estrechamenteelacionadaon el

    epi-

    sodio

    del

    toro de

    Salamanca,

    que

    nos

    remitemais

    specialmente

    l

    primer

    aviso

    dado

    por

    el

    ciego,

    *

    interfiere

    l

    eco de

    esta

    menci6no visi6n

    profetica

    de una

    victoria

    sobre

    el

    diablo

    y

    estas

    interferenciasrean en

    el

    texto

    una

    superposici6n

    de

    los

    dos

    referentes

    diablo/ciego).

    Pero,

    ya

    antes,

    Lazarillo

    se

    nos

    presenta

    como un

    personaje iab61ico:"-reis que

    este mi mozo

    es

    alg6n

    inocente?

    Pues

    old

    si

    el

    demonio

    ensayara

    tra tal

    hazafia.Santiguindose

    os

    que

    lo

    oian,

    decian..."

    (pp.

    102-1o3);

    **

    el

    cura de

    Maqueda

    se

    santigua

    tambien

    cuando

    lo

    despide:

    "No es

    posible

    sino

    que

    hayas

    sido

    mozo

    de

    ciego.

    Y

    santiguindose

    e

    mi

    como

    si

    yo

    estuviera

    ndemoniado

    e

    torna a

    meter

    en

    casa."

    La

    lucha

    -o

    las

    escaramuzas

    limenticias- de los

    dos

    personajes

    lo

    largo

    del

    tratado

    es

    una

    lucha

    de

    dos

    personajes

    iab6licos,

    omo lo

    sefiala

    explicitamente

    a

    conver-

    gencia

    de

    las

    expresiones

    que

    sirven

    para

    calificar as

    agresiones

    espectivas

    de

    los

    dos

    antagonistas:

    "Para

    esto le hacia

    burlas

    endiabladas...

    Y ansi

    buscaba

    conveniente

    iempo

    para

    rehacer

    no

    la

    chaza sino

    la endiabladaalta

    que

    el

    mal

    ciego me faltaba..." (pp. 98-99).

    Esta

    proyecci6n

    de Satanis

    modifica

    el

    texto,

    es

    decir

    la

    manera

    como los

    diferentes

    episodios

    vienen

    relatados.

    Comparemos

    or

    ejemplo

    los

    dos

    pasajes

    siguientes:

    Si con mi

    sutileza

    y

    buenas mafiasno

    me

    supiera

    remediar

    muchas

    veces

    me finara

    de

    hambre...

    (p. 98)

    (Tratado

    Primero).

    Vime

    claramente

    r

    a la

    sepultura

    i

    Dios

    y

    mi

    saberno

    me

    remediaran

    ..

    (p.

    115) (Tratado

    2.0).

    En los dos casos, la situaci6nnarrativa s identica: el guia debe imaginar

    una

    burla

    para

    comer

    y

    sobrevivir;

    as soluciones

    que

    escoge

    son

    igualmente

    delictuosas.

    Pero cuando

    (mis

    alla

    del

    relato)

    se trata de

    opinar

    sobre la

    acci6n

    implicada,

    as selecciones

    operadas or

    el

    texto sobre

    el

    eje

    paradigmaitico,

    n

    el

    momento

    en

    que

    este texto

    se

    informa,

    son

    de

    signo

    contrario

    n

    cada uno

    de

    los

    dos tratados.

    Mientras

    que

    la

    alusi6n

    a

    Dios

    parece

    destruir

    a

    ambigtiedad

    connotativa

    e

    saber

    y

    configurar

    n

    juicio

    sintetico

    que

    absuelve l

    delito,

    suti-

    leza

    y

    buenas

    mahias

    xpresan

    una evidente

    reprobaci6n.

    sta reversibilidad n

    las

    selecciones

    posiblesy

    las

    soluciones

    legidas

    se manifiesta

    n

    otras ocasiones:

    asi es como

    la

    burla

    de Escalona

    es una

    sugerencia del

    diablo mientras

    que

    el

    Espiritu Santo y Dios le inspiranla manera como engafiaral cura de Maqueda en

    el segundo

    Tratado:

    *

    "Necio, aprende

    que

    el

    mozo

    de

    ciego

    un

    punto

    ha

    de

    saber mis

    que

    el

    diablo."

    **

    Cito

    por

    la

    edici6n

    de

    A.

    Blecua.

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    4/7

    SEMANTICA

    Y

    ESTRUCTURAS

    SOCIALES

    81

    Puisome

    l

    demonio

    el

    aparejo

    delante

    os

    ojos

    (p.

    io6,

    Tr.

    I.0).

    ...alumbrado

    por

    el

    Espiritu

    Sancto,

    le

    dije...

    (p.

    II8)

    ... Mas el mesmo Dios

    que

    socorrea

    los

    afligidos

    trujo

    a Tr.

    2.0

    mi memoria un

    pequefio

    remedio...

    (p.

    120)

    Se

    operan

    siempre

    las mismas selecciones

    en

    cada uno

    de los dos tratados

    y

    en

    el

    que

    nos

    interesa,

    el

    primero,

    las

    soluciones

    escogidas

    nos remiten

    siempre

    a

    unas

    connotaciones

    diab61licas.

    Pero,

    cuando se

    profundiza

    esta

    via

    de

    aproximaci6n,

    teniendo

    en cuenta la

    dinimica de la

    narraci6n,

    observamos

    que

    todos estos vocablos

    (sutileza,

    buenas

    mahas,

    Dios, saber,

    demonio,

    Espiritu

    Sancto)

    constituyen

    un sistema en

    el

    cual

    se

    organizan

    unas

    relaciones de concordancia

    y

    de

    oposici6n complejas.

    Notemos

    mas

    especialmente

    que

    en

    el

    Lazarillo de Tormes

    el

    saber

    es

    privativo

    del

    ciego

    antes

    de

    que

    venga

    a

    ser,

    mucho

    mas

    tarde,

    una

    calidad

    propia

    del

    Lazarillo:

    Tr.

    10:

    "...

    Si

    con

    mi

    sotileza

    y

    buenas

    mafias

    no me

    supiera

    remediar

    muchas

    veces

    me

    finara de

    hambre;

    mas

    con

    todo su saber

    y

    aviso

    le

    contaminaba

    de

    tal

    suerte

    que..." (p. 98).

    Tr. 110: "Si

    Dios

    y

    mi saber no

    me

    remediaran..."

    Teniendo

    presente

    lo

    que

    les hacia notar antes

    tocante a la

    naturaleza

    satinica

    del mozo de ciego que ha venido a ser Lazarillo cuando pronuncia la segunda

    frase

    aludida,

    el

    saber

    es

    pues

    el

    indicio

    de una

    presencia

    diab61lica.

    En este

    caso,

    la

    expresi6n

    "si

    Dios

    y

    mi

    saber" cambia

    de

    significado

    y

    se

    puede

    entender

    como

    "Si Dios

    y

    el

    diablo..." Vemos

    pues

    que

    las

    selecciones

    que

    se

    operaban

    aparentemente

    sobre

    el

    eje

    paradigmaitico

    no

    son verdaderas

    selecciones.

    En

    realidad,

    en

    el

    momento

    en

    que

    se

    informa,

    el

    texto no selecciona

    sino

    que

    crea

    unas

    equivalencias

    de sentidos.

    No se

    trata de

    una

    reversibilidad

    de selecciones

    sino de una

    reversibilidad

    de

    conceptos

    (Dios/diablo-Diablo/dios).

    Me

    inclino

    a

    decir

    que

    el

    contexto

    textual funciona

    como

    fijador

    de

    sentidos

    y

    resuelve

    s61o

    de manera

    provisional

    la

    polivalencia

    semintica

    creada

    por

    esos

    fen6menos

    de difracci6n. Las observaciones anteriores valen

    para

    el

    subsistema:

    sutileza, saber,

    buenas

    mai-as: sutileza

    y

    saber

    nos remiten

    juntamente

    a

    una

    actividad

    intelectual

    presentada

    como

    degradada

    por

    el

    contexto

    narrativo,

    pero

    tambidn,

    en

    cierta

    medida,

    gracias

    a

    una serie

    de

    connotaciones,

    a un

    universo

    de

    la

    marginalidad

    o

    de la

    heterodoxia

    (sutileza

    de

    manos,

    sabe

    mdis

    que

    Merlin

    ..

    .).

    S61o

    maias

    es univoco

    (en

    el

    sentido de

    vicio)

    pero, precisamente,

    a

    partir

    de la

    expresi6n,

    o frase

    hecha,

    malas manias

    se

    opera

    una nueva lexicaliza-

    ci6n,

    en buenas

    maiias,

    que

    asi

    repite

    esta sistemitica de la

    difracci6n.

    Se puede

    considerar como confirmaci6n de la existencia de esta

    reversibilidad

    de conceptos la manera como funciona, en el mismo texto, la dialctica de las

    tinieblas

    y

    de la luz.

    En

    el

    centro de esta

    oposici6n, el

    verbo

    adestrar

    (guiar

    a

    alguno

    de

    la

    diestra o

    porque

    es

    ciego

    o

    porque

    camina

    por

    lugar

    oscuro);

    dice

    Lazarillo:

    ..."siendo

    ciego,

    me...

    adestr6 en la carrera de

    vivir...,"

    y,

    sin

    embargo,

    el

    ciego

    le

    contrat6 a

    61

    para que

    le

    adestrara:

    ("paresci~ndole

    que yo

    seria

    para

    adestralle...

    y

    asi le comenc6 a servir

    y

    adestrar...").

    El

    sentido

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    5/7

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    6/7

    SEMANTICA ESTRUCTURAS

    OCIALES

    83

    como

    un instrumento

    e

    damnaci6n.

    En

    la

    sociedadcristianamedieval

    el

    pobre

    tiene

    necesidaddel rico

    para

    sobrevivir

    pero

    el rico

    tiene necesidaddel

    pobre

    paracomprar u salvaci6n;en esta sociedad n dondelos camposde lo sagrado

    y

    de

    lo

    profano

    e intrincan strechamente

    en donde se

    supone

    que

    la

    organi-

    zaci6n

    de las estratificacionesociales

    procede

    de

    la

    voluntad

    divina,

    la

    caridad

    ejecuta

    a

    funci6n

    de una fuerza

    reguladora

    e

    las

    impulsiones

    ociales.

    Pero,

    a

    principios

    del

    siglo

    xvI,

    la

    figura

    del

    pobre

    sufre varias

    degradaciones

    n

    la

    ima-

    ginaci6n

    colectiva:

    aquel

    pobre que

    hasta

    a

    fecha

    era

    la

    representaci6n

    iva

    de

    Jesucristo

    ntra

    como loco

    en

    la

    clasificaci6n

    e

    SebastianBrant

    en

    1494);

    aquel

    instrumento

    e

    salvaci6n

    iene

    a

    ser

    para

    un

    LUiter,

    n el

    prefacio

    que

    redactaa

    la

    edici6n

    del Liber

    vagatorum

    de

    1523

    o en su Sobremesa un

    agente

    de

    Satanas.

    Para

    la

    ideologiaprotestante

    que

    se afirmaen

    las

    Ordenanzas e

    Nuremberg

    (1522), de Estraburgo(I523), de Ypres (1525) y que va a alimentarlos debates

    ideol6gicos

    e

    los

    afios

    1545

    en

    Espafia,

    ar

    imosnas

    a

    los

    pobres

    ya

    no es

    prestar

    a

    Dios sino

    concederun

    donativoal

    diablo.

    La

    pobrezaya

    no

    es

    una

    bendici6n

    ni

    tampoco

    una

    virtud sino

    una enfermedad

    ocial.Viene

    a

    ser

    pues

    el

    campo

    en

    donde

    se

    proyectan,

    e

    manera

    ontradictoria,

    l Bien

    y

    el

    Mal,

    y

    en

    donde,

    en

    cada

    nstante,

    a

    carade

    Jesucristo

    uede

    ser el

    disfrazde

    Satanais

    ero

    en

    donde

    tambien

    as

    apariencias

    iab61licas

    ueden

    disimular

    a

    presencia

    divina,

    en

    una

    dinaimica

    e

    las

    inversiones

    ue

    no

    tiene fin.

    Es evidente

    que

    estas

    inversionesde valores

    deol6gicas

    pueden

    transcribir:

    la formaci6n

    e

    nuevas

    estructuras

    con6micas

    ,

    mis

    especialmente,

    a

    necesidad

    parala producci6nprecapitalista e procurarse na reservade mano de obra

    barataasi

    como

    las

    consecuencias el 6xodo

    rural

    que

    hacen

    convergir

    a los

    campesinos

    hacia

    los

    centros

    urbanos

    en

    donde

    su

    concurrencia

    os

    transforma

    en unas

    concentraciones

    eligrosas.

    Pero transcribe

    ambien

    a

    recrudescenciael

    vagabundeo

    n

    donde

    el

    pobre,

    hasta

    a

    fecha

    mis

    o

    menos

    conocido

    como

    per-

    sona

    que

    radicaen

    la

    parroquia

    en

    los

    contornos

    ercanos,

    a

    cobra as faccio-

    nes

    del

    forastero

    del

    desconocido.En este

    plan

    me llama

    la atenci6n

    el hecho

    de

    que,

    a

    lo

    largo

    del

    siglo

    xvI,

    "la literatura

    e ideas"

    y

    hasta

    a novela

    picaresca

    se

    interesa

    mis

    por

    la

    temitica de

    los

    vagabundos

    ue

    por

    la

    temaitica

    e

    los

    pobres.

    La "satanizaci6n"el pobre, que me parecefuncionaren el Lazarillode

    Tormes,

    transcribe

    ues,

    en

    varios

    planes

    y

    niveles

    sucesivosunos cambiosde

    estructuras

    con6micas

    que producen

    a su vez

    unas

    inversiones

    de

    valores

    deo-

    16gicos

    y

    ciertos

    fantasmas

    olectivos

    de

    miedo

    y

    temor.

    Volvamos

    entonces hacia el

    decenio

    1540-1550 y

    hacia el debate

    entre

    Do-

    mingo

    de

    Soto

    y

    Juan

    de

    Medinaacerca

    de

    la

    caridad

    de

    la

    beneficencia;

    oco

    mis

    o

    menos,

    ese

    periodo

    seria el

    periodo

    de

    gestaci6n

    del

    Lazarillo

    de

    Tormes.

    Observamos

    ntonces

    que

    el

    anfo

    1545,

    afio

    en

    que

    salen

    a

    luz

    las

    obras

    respectivas

    de

    los

    dos

    polemistas,

    se abre el Concilio de Trento

    que

    en casi

    veinte

    afios se va

    a

    esforzar

    por

    mantener

    y

    afirmar

    las posturas

    dogmiticas

    del catolicismo

    por

    oposici6n a la heterodoxiaprotestante.El cambio de clima espiritualque ocasiona

    afecta a

    la

    cuesti6n

    que

    nos

    interesa,

    como

    nota

    Michel

    Cavillac

    en su Introduc-

    ci6n a

    Cristdbal Pkrez

    de

    Herrera,

    amparo

    de

    pobres:

    Elocuente

    prueba

    de

    este cambio de

    clima

    espiritual

    nos

    la

    brindan tanto

    el

    triunfode los Estatutos

    e

    Limpieza

    de

    sangre

    con el cardenal

    uan

    Mar-

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    7/7

    84

    EDMOND

    CROS

    RHM, XXXIX

    (1976-1977)

    tinez

    "Siliceo"

    como la

    intensificaci6n

    de las

    persecuciones

    contra

    erasmistas

    y

    heterodoxos

    que

    afectan inclusive

    hacia

    1557-1558

    a altos

    dignitarios

    ecle-

    siasticos...

    Desde ese momento

    ualquier royecto

    avorable la

    prohibici6n

    de la mendicidad venia a considerarse como proposici6n her6tica inspirada

    en

    las ideas

    erasmizantes

    o luteranas

    procedentes

    de la

    Europa

    del Norte.

    Se notara

    que

    en tal

    clima

    espiritual,

    sta

    inversi6n

    de

    los

    valores

    el

    sanctus

    pauper

    pasa

    a ser

    satanas)

    s un

    indicio

    de

    herejia

    que, por

    consecuencia,

    su

    vez

    y

    como de

    rebote,

    remite

    y proyecta

    en el universo

    diab61ico

    la

    persona

    que

    considera

    al

    pobre

    como

    un

    instrumento

    el

    diablo. Cada una de

    las

    dos

    ideologiasque

    se enfrentan etranscriben

    ues, pero

    invirtiendolos,

    os

    principios

    axiom~ticos

    e

    la

    ideologia

    contraria,

    reando

    unas

    especies

    de

    puestas

    en abis-

    mos

    reciprocas

    ue

    repiten

    nterminablementesta

    sistemitica

    de

    la

    inversi6n,

    n

    la mismaforma en que se repiteesta sistemiticaen la seminticadel texto.

    Se

    podria

    aplicar

    el mismo instrumento e

    andlisis

    al estudio de

    Guzmdn

    de

    Alfarache

    o

    del

    Busc6n.

    En

    cierto

    pasaje

    del

    Guzmdn

    de

    Alfarache,

    el

    examen

    de

    los

    sistemas

    de

    los

    paradigmas

    os

    permite

    captar,

    a

    travys

    de

    ciertos

    fen6me-

    nos

    de

    delexicalizaciones de relexicalizaciones

    a

    transcripci6n

    el

    circuito

    eco-

    n6mico

    de

    la

    Castilladel

    siglo

    xvi,

    la

    mediaci6n n el

    texto

    de

    la

    estructura

    mental

    de los

    mercaderes,

    a

    preeminencia

    ada

    vez m~s afirmada

    de

    los

    valores

    de

    cambioa

    expensas

    de

    los

    valores

    de

    uso,

    el

    desprecio

    del

    fabricante,

    ue

    consti-

    tuyen

    otros

    tantos

    ejemplos

    de

    la

    problematizaci6nor

    el

    texto

    de

    Mateo

    Aleman

    de unas

    estructuras

    ocio-econ6micas

    ominadas

    por

    el

    capitalismo

    de

    los

    mer-

    caderes.

    Ateniendonos

    l

    Busc6n,

    gracias

    al

    estudio

    de

    las

    contaminaciones

    eminticas

    en

    las

    primeras

    ineas del

    relato

    aparece,

    de

    la

    manera

    mins

    vidente,

    c6mo

    fun-

    ciona

    en

    la

    obra

    de

    Quevedo

    a

    problematica

    e

    la

    actividad

    extil

    que

    viene a

    ser un

    centro

    de

    atracci6n

    nternade

    ciertos

    personajes

    un

    punto

    de

    repulsi6n

    para

    el narrador.

    Basindome

    en esos tres

    ejemplos,sugiero

    pues que

    se consideren

    as altera-

    ciones

    que

    se observanen

    los

    ejes

    paradigmiticos

    omo otras

    tantas

    transcrip-

    ciones

    directasde

    las

    modificaciones

    ue

    se

    producen

    en

    las

    estructuras

    ocio-

    econ6micas, ocio-politicas socio-culturales.

    a

    via de

    aproximaci6n ue pro-

    pongo

    y

    que,

    de

    momento,

    por

    mi

    parte,

    s61o

    manejo

    como

    instrumento

    xperi-

    mental

    se

    me

    hace

    operativa

    n cuanto nos ofrece

    la

    posibilidad

    de evitar el

    proceso

    ntelectual

    de

    la

    dicotomia

    si como

    la

    posibilidad

    e

    superar

    iertas

    difi-

    cultades

    nherentesdel

    estructuralismo

    enetico y

    mas

    especialmente,

    l

    recurso

    alas

    reducciones e

    la

    homologia,que

    se

    presentan

    bastantes

    veces como unos

    factoresde

    confusi6no

    por

    lo

    menos de

    excesiva

    implificaci6n.

    EDMOND ROS

    CENTRE

    D'TTUDES

    ET DE

    RECHERCHES

    SOCIOCRITIQUES

    UNIVERSITE

    PAUL

    VALE'RY,

    MONTPELLIER

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