Sección de Obras de Filosofía LA REPÚBLICA DE PLATÓN · PDF fileArmado de tapa: Juan Pablo Fernández Imagen de tapa: Luca della Robbia, Platone e Aristotele o La fi losofi a

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  • Seccin de Obras de Filosofa

    LA REPBLICA DE PLATN

  • Traduccin de Mara del Carmen Rodrguez

  • ALAIN BADIOU

    LA REPBLICA DE PLATN

    Dilogo en un prlogo, diecisis captulos y un eplogo

    FONDO DE CULTURA ECONMICAMxico - Argentina - Brasil - Colombia - Chile - Espaa

    Estados Unidos de Amrica - Guatemala - Per - Venezuela

  • Armado de tapa: Juan Pablo FernndezImagen de tapa: Luca della Robbia, Platone e Aristotele o La fi losofi a. Foto de Sailko

    Ttulo original: La Rpublique de PlatonISBN de la edicin original: 978-2-213-63813-3 2012, Librairie Arthme FayardObra publicada bajo la direccin de Alain Badiou y Barbara Cassin.

    D.R. 2013, Fondo de Cultura Econmica de Argentina, S.A.El Salvador 5665; C1414BQE Buenos Aires, [email protected] / www.fce.com.arCarr. Picacho Ajusco 227; 14738 Mxico D.F.

    ISBN: 978-950-557-983-9

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    Impreso en Argentina PRINTED IN ARGENTINAHecho el depsito que marca la ley 11.723

    Primera edicin en francs, 2012Primera edicin en espaol, 2013

    Badiou, Alain La Repblica de Platn : dilogo en un prlogo, diecisis captulos y un eplogo . - 1a ed. - Buenos Aires : Fondo de Cultura Econmica, 2013. 448 p. ; 23x16 cm. - (Filosofa)

    Traducido por: Mara del Carmen Rodrguez ISBN 978-950-557-983-9

    1. Filosofa. I. Mara del Carmen Rodrguez, trad. II. Ttulo

    CDD 190

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    Sobre la traduccin ................................................................................................. 9

    Prefacio. Cmo escrib este incierto libro ........................................................ 15Personajes ................................................................................................................... 21Prlogo. Conversacin en la villa del puerto (327a-336b) ....................... 23

    I. Reducir al sofi sta al silencio (336b-357a) ........................................... 39II. Preguntas apremiantes de los y las jvenes (357a-368d) .................................................................................................... 73III. Gnesis de la sociedad y del Estado (368d-376c) ............................. 95IV. Disciplinas del espritu: literatura y msica (376c-403c) ..................................................................................................... 111V. Disciplinas del cuerpo: diettica, medicina y deporte (403c-412c) ..................................................................................................... 133VI. La justicia objetiva (412c-434d) ............................................................. 149VII. La justicia subjetiva (434d-449a) ........................................................... 177VIII. Mujeres y familias (449a-471c) ............................................................... 197IX. Qu es un fi lsofo? (471c-487b) ............................................................. 215X. Filosofa y poltica (487b-502c) ............................................................... 241XI. Qu es una Idea? (502c-521c) ................................................................ 257XII. De las matemticas a la dialctica (521c-541b) ............................... 287XIII. Crtica de las cuatro polticas precomunistas. 1. Timocracia y oligarqua (541b-555b) .............................................. 311XIV. Crtica de las cuatro polticas precomunistas. 2. Democracia y tirana (555b-573b) .................................................... 331

    ndice

  • 8 LA REPBLICA DE PLATN

    XV. Justicia y felicidad (573b-592b) ............................................................... 365XVI. Poesa y pensamiento (592b-608b) ........................................................ 395

    Eplogo. Eternidad mvil de los Sujetos (608b-fi n)...................................... 419

    ndice de nombres.................................................................................................... 439

    Las indicaciones codifi cadas en cifras y letras (del tipo 327a) corresponden a una divisin del texto en secciones, en general del tamao de una decena de lneas, divisin nicamente requerida por los procedimientos antiguos de edi-cin y de paginacin, pero que se volvi tradicional y permite localizar dnde se est, tanto en el texto griego como en las traducciones disponibles que inser-tan esa localizacin en el texto francs. Esto ltimo es lo que no he hecho.

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    PrefacioCmo escrib este incierto libro

    Llev seis aos.Pero por qu? Por qu este trabajo casi manitico a partir de Platn? Es que lo necesitamos prioritariamente a l, hoy en da, por una razn precisa: dio el impulso inicial a la conviccin de que gobernarnos en el mundo supone que tengamos abierto algn acceso a lo absoluto. No porque un Dios veraz se cierna sobre nosotros (Descartes), ni porque nosotros mismos seamos fi guras historiales del devenir-sujeto de ese Absoluto (tanto Hegel como Heidegger), sino porque lo sensible que nos teje participa, ms all de la corporeidad individual y de la retrica colectiva, de la construccin de las verdades eternas.

    Este motivo de la participacin, que sabemos constituye un enigma, nos permite ir ms all de las imposiciones de lo que llam el materia-lismo democrtico. O sea, la afi rmacin de que no existen ms que indivi-duos y comunidades, con la negociacin, entre ellas, de algunos contratos acerca de los cuales todo lo que los fi lsofos de hoy en da pretenden hacernos esperar es que puedan ser equitativitos. Dado que tal equidad no le ofrece al fi lsofo, en realidad, otro inters que el de constatar que se realiza en el mundo y, cada vez ms, bajo la forma de una intolerable injus-ticia, es menester llegar a afi rmar que, adems de los cuerpos y los lengua-jes, hay verdades eternas. Hay que llegar a pensar que cuerpos y lenguajes participan, en el tiempo, en la elaboracin combatiente de esa eternidad. Algo que Platn no dej de intentar hacerles or a los sordos.

    Entonces me dirig a La Repblica, obra central del Maestro, consa-grada, precisamente, al problema de la justicia, para hacer brillar su po-tencia contempornea. Part del texto griego de mi viejo ejemplar de la

  • 16 LA REPBLICA DE PLATN

    coleccin bilinge Bud (Les Belles Lettres, 1949), restituido por mile Chambry, sobre el que trabajaba ya con ardor hace 54 aos, y que, en consecuencia, se halla recubierto de considerables estratos de anotacio-nes que vienen de pocas diversas. Me inspir en La Repblica, en efecto, a lo largo de todas mis aventuras fi losfi cas.

    Siempre me pareci aberrante la divisin en diez libros de ese texto griego, divisin que slo tena sentido para los gramticos de Alejandra. Por eso volv a dividirlo, segn lo que pienso es su verdadero ritmo, en un prlogo, algunos captulos y un eplogo. El nmero de captulos fue va-riando durante el trabajo: pas de nueve a diecisis, por razones de cohe-rencia interna. Finalmente, trato dieciocho segmentos.

    Por empezar, no los trato en orden. Para nada. Comienzo (en 2005) por el prlogo, contino con lo que termin siendo el captulo xvi, luego vagabundeo, algunas veces ms cerca del fi nal, otras, ms cerca del princi-pio, hasta que, hacia el invierno de 2010-2011, slo me queda por reducir una suerte de centro compuesto por los captulos vii y viii, que no son los ms fciles ni los ms divertidos. Guard lo peor para el fi nal.

    Qu quiere decir tratar el texto?Comienzo por intentar comprenderlo, totalmente, en su lengua. Estoy

    pertrechado con mis queridos estudios clsicos, que incluyen mis lecturas anteriores de muchos pasajes, con el diccionario Bailly (Hachette, decimo-sexta edicin, 1950), con la gramtica de Allard y Feuilltre (Hachette, edicin de 1972) y con tres traducciones en francs fcilmente disponi-bles: la de mile Chambry, que ya he mencionado, la de Lon Robin (col. Bibliothque de la Pliade, 1950) y la de Robert Baccou, en Garnier-Flam-marion (1966). Me encarnizo, no dejo pasar nada, quiero que cada frase (y Platn escribe a veces frases de una longitud y de una complejidad me-morables) tenga sentido para m. Este primer esfuerzo es un enfrenta-miento entre el texto y yo. No escribo nada, slo quiero que el texto me hable sin guardar ningn irnico secreto en sus recovecos.

    Luego escribo lo que libera en m, en forma de pensamientos y de fra-ses, la comprensin adquirida del fragmento de texto griego cuyo domi-nio estimo haber alcanzado. El resultado, aun cuando no sea nunca un olvido del texto original, ni siquiera de sus detalles, no es casi nunca una traduccin en el sentido usual del trmino. Platn est entonces omni-

  • PREFACIO 17

    presente, aunque tal vez ni una sola de sus frases se halle restituida con exactitud. Escribo esta primersima versin en la pgina de la derecha de un gran cuaderno de dibujo Canson (utilizar 57 de esos cuadernos). Es un borrador extraordinariamente tachado. Despus, en general al da siguien- te, reviso ese primer esbozo, con la mayor calma posible, y transcribo esa revisin en la pgina de la izquierda del cuaderno que est enfrente del borrador. A menudo, me alejo un pice ms de la literalidad del texto ori-ginal, pero sostengo que ese alejamiento es signo de una fi delidad fi losfi ca superior. Ese segundo estado manuscrito es transmitido a Isabelle Vodoz, quien lo transforma en archivo informtico y anota en rojo, en el cuerpo del documento, lo que le parece oscuro o desacertado. Cuando se me trans-mite el archivo, lo corrijo en funcin de las notas de Isabelle Vodoz y, a la vez, de mis propias observaciones. De lo cua