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ISSN 2415-0711 Scientia hondurensis Volumen 1 Número 4 Diciembre 2016

Scientia hondurensis ISSN 2415-0711...Feliz navidad a todos y un venturoso 2017. ¿Un amor que se va? ¡Cuántos se han ido! Otro amor llegará más duradero y menos doloroso que el

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ISSN 2415-0711

Scientia hondurensis Volumen 1 Número 4 Diciembre 2016

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Se aprecia en la portada el Colibrí Canelo (Amazilia rutila) libando la flor de Platanillo (Alpinia purpurata). El colibrí canelo es una de las especies más comunes de la familia Trochilidae en Honduras, mientras que el platanillo es una especie originaria de Malasia utilizada para efectos de embellecer jardines. Fotografía cortesía de Gilberto Flores Walter en Reserva Natural Privada Finca Las Palmas (Macizo Montañoso Apagüiz-Apapuerta), El Paraíso, Honduras.

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Scientia hondurensis Volumen 1 Número 4 editado por

Luis Daniel Germer Sánchez se encuentra bajo licencia de: Creative Commons Reconocimiento No Comercial Sin Obra Derivada.

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2016 Scientia hondurensis Volumen 1, Número 4

Scientia hondurensis

VOLUMEN 1 NÚMERO 4 DICIEMBRE 2016

CONTENIDO

Historical and Contemporary Distribution of Felines in Honduras.

Hector Orlando Portillo Reyes_____________________________________________173-183 Tres Récords de Baja Altura de Quetzal (Pharomachrus moccino) en Temporada No Reproductiva para Honduras.

Luis D. Germer ________________________________________________________184-193

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2016 Scientia hondurensis Volumen 1, Número 4

Scientia hondurensis La intención de Scientia hondurensis es ser una revista para la publicación de escritos sobre historia natural de Honduras y divulgar todo lo que se pueda sobre los recursos naturales y la situación actual para crear conciencia en la humanidad y los hondureños en particular. Son bienvenidas estudios, investigación original, editoriales, artículos de revisión, notas científicas, críticas constructivas, fotografías interpretadas de flora y fauna hondureña así como toda aquella palabra impresa que ayude a dar conocer la riqueza de Honduras.

COMITÉ EDITORIAL

Luis Daniel Germer. Editor General. Licenciado en Biología UNAH (CBH-0047). Consultor Ambiental. E-mail: [email protected]

Leonel Marineros. Editor asociado de artículos. M.Sc. en Manejo de Vida Silvestre Universidad Nacional de Heredia Costa Rica. Consultor Ambiental y Biodiversidad. E-mail: [email protected]

Hermes Vega. Editor asociado de artículos. Egresado de la Carrera de Biología UNAH. MAPANCE ProCelaque. [email protected]

Mario Roberto Espinal. Editor asociado de artículos. Naturalista miembro del Crocodile Specialist Group. Centro Zamorano de Biodiversidad. E-mail: [email protected]

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OPINION EDITORIAL

Un año ha transcurrido desde que inició este esfuerzo, ha sido un año lleno de información divulgada al mundo. Casi 200 páginas de información científica producida, 24 artículos publicados y la intención por continuar con el volumen 2 son intensas.

Se hace necesario agradecer a las personas que han sido parte de esta revista, el comité editorial ha tenido un trabajo vasto opinando y llevando los datos a un grado de pureza óptimo. También, sin los autores que han depositado su confianza en la revista con sus datos, esta revista solo sería una idea. Los autores son los que dan vida a este proyecto de ciencia participativa.

Al público que nos ha descargado desde la página de internet, ha distribuido en las redes sociales y nos ha leído, gracias. Espero que la información que les llevamos les ayude a entender mejor el mundo donde vivimos y asista en sus esfuerzos particulares por protegerlo.

Les exhorto a que continúen enviando sus manuscritos a la revista. Guardo eternamente la premisa de que todo artículo merece ser publicado, toda información es válida. Ningún esfuerzo es muy pequeño cuando se trata de salvar el mundo y dar a conocer sus hazañas.

Como siempre, los finales de año están llenos de incertidumbre, esperemos que el año venidero sea bueno tanto para nuestras familias como el planeta. Se avecinan tiempos de cambios abruptos, no podemos detener el cambio, no somos más que barcas a la merced de la marea, pero mientras flotemos sobre este mar de cambios, incertidumbre y locura, seremos esa resistencia, esa fuerza silenciosa que aboga por mejorar el curso de las cosas. Sean fuertes, sean valientes, tengan siempre Fe en las cosas que hacen, no desfallezcan.

Feliz navidad a todos y un venturoso 2017.

¿Un amor que se va? ¡Cuántos se han ido! Otro amor llegará más duradero y menos doloroso que el olvido.

El alma es como el pájaro inseñero que roto el nido en el ruinoso alero, bajo otro alero reconstruye el nido.

Puede el último amor ser el primero. Mientras más torturado y abatido,

el corazón del hombre es más sincero. Tras de cada nublado hay un lucero,

y por ruda tormenta sacudido, florece hasta morir el limonero.

¿Un amor que se va? ¡Cuántos se han ido! ¡Puede el último amor ser el primero!

Andrés Mata (Venezuela)

Luis Daniel Germer S.

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HISTORICAL AND CONTEMPORARY DISTRIBUTION OF FELINES IN HONDURAS

Héctor Orlando Portillo Reyes

Fundación en Ciencias para el Estudio y Conservación de la Biodiversidad (INCEBIO)

[email protected]

ABSTRACT

A study was conducted to know the local declines for five felines in Honduras; puma (Puma concolor), jaguar (Panthera onca), yaguarundi (Puma yagouarundi), ocelot (Leopardus pardalis), and marguey (Leopardus wiedii). The study included 17 departments forming Honduras except Bay Islands, for not registering feline species. The Methodology consisted in reviewing bibliography from 1850 to 2005 (no camera trap data was included in this analysis). Collected data was ordered in an excel matrix in a binary combination (1/0), organizing historical and contemporary data, to be analyzed by Pcord4 program, running the cluster analysis and graphics ordination. Outcomes indicate that the historical data predicted homogenous distribution of felid all through Honduran territory. Actually contemporary distribution of felines has been disrupted and their habitat fragmented in the entire country for human activities.

Keywords: Historical, Contemporary, declines, Felines, Departments

RESUMEN

Se realizó un estudio para conocer la declinación local de los cinco felinos para Honduras; puma (Puma concolor), jaguar (Panthera onca), yaguarundi (Puma yagouarundi), ocelote (leopardus pardalis) y marguey (Leopardus wiedii). El estudio incluyó 17 departamentos del país exceptuando Islas de la Bahía por carecer de reportes de felinos silvestres. La metodología consistió en evaluar la bibliografía disponible desde el año 1850 hasta 2005 de trampas cámara no fueron incluidos en este análisis). Los datos colectados se ordenaron en tablas de combinación binarias (0,1) en excel, organizados en datos históricos y contemporáneos para ser analizados en el programa Pcord4 modelando análisis clúster y gráficos de ordenamiento. Los resultados muestran que históricamente la distribución se daba en la mayoría de los departamentos de Honduras y que actualmente ha sido interrumpida y segmentada a lo largo de todo el país por actividades humanas.

Palabras clave: Histórico, Contemporáneo, declinación, Felinos, Departamentos

INTRODUCTION

Mesoamerica provides native habitat to seven wild cat species, The puma (Puma concolor), jaguar (Panthera onca), yaguarundi (Puma yagouarundi), ocelot (Leopardus pardalis), oncilla (Leopardus tigrinus), marguey (Leopardus wiedii) and Bobcat (Lynx rufus). Felines have been a very charismatic group in all over the world, but in spite of being an emblematic symbol, they have been in danger under hunting activities, cattle ranching and lost habitat. Of all threats facing the endemic mesoamerican felines, the most striking threat is habitats loss and fragmentation, primarily caused by deforestation and conversion of forest to agriculture as well as ranching, logging, and other human activities.(Sanderson et al. 1999). Five of the seven

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mesoamerican felines occur in Honduras. Jaguar (Panthera onca), puma (Puma concolor), yaguarundi (Pumas yagouarundi), ocelot (Leopardus pardalis), and marguey (Leopardus wiedii) (Marineros y Martinez, 1998) local report shows losses of felines in most of the Honduras departments. Historical and systematic extirpation of felines in Honduras has not been documented.

Historical records about mammals in Honduras are scarce; the first registration was made by William Wells in 1857 in his book “Exploraciones y Aventuras en Honduras” where described his journey and documented the first felines: puma in Guayape, department of Olancho; jaguar for Isla del Tigre, department of Valle; marguey and ocelot around Telica Farm in Olancho. From 1879 to 1954 national and foreigner geographers compiled general data fauna, where gives an idea of distribution all throughout Honduras (Pineda, 2005).

However, registration of mammals in Honduras was collected by Cecil Underwood during 1932-1938, in the west and central region, the north of San Pedro Sula city, and the Guatemala and Nicaragua border line. His works were continued by George Goodwin, who published in 1942 “Mammals of Honduras” in the Bulletin of the American Museum of Natural History. Efforts to register were made by Gamero Idiaquez 1978, in his book “Mamiferos Silvestres de Mi Tierra” and Marineros y Martinez 1998, in their work “Guía de Campo de los Mamiferos de Honduras” which gathered historical and present information about mammal distribution. The data collection of Marineros and Martinez was based from field work and trips registred by biologist and students since 1980-98. During 2001-2005 biological monitoring was carried out by Forestry Administration and performed by the department of Wildlife and Protected areas, registering records for felines and other mammals (DAPVS-AFE-COHDEFOR /PROBAP 2005).

The main objective of this study is to provide evidence of local decline of five felines, trough out historical and contemporary distribution in Honduran.

STUDY AREA

Honduras contains 112 492 Km², and lies entirely within the region of Middle America referred to as Nuclear Middle America. Honduras is conforming by 18 departments divisible into three principal physiographic regions, i.e., The Caribbean (or Atlantic) lowlands, the Pacific lowlands and the interior mountainous or Serrania region (McCraine and Wilson, 2002).

METHODS

Historical data

We reviewed bibliography information since 1800 to 2005 from Pineda (2005) separating the records into the two parts: historical and contemporary periods, trying to rebuild historical felines data from 1857 to 1998 (Pineda, 2005). One of the problems was to establish trustable information data, knowing that three of the five felines have similar spot patterns and similar colors (black and brown spots with background yellow color), jaguars (Panthera onca), ocelot (Leopardus pardalis), marguey (Leopardus wiedii). All data considered as bias were removed from this analysis. Information data was obtained from the book “Exploraciones y Aventuras en Honduras” of Williams Wells 1857, assuming he was able to recognize unerringly at least 2

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of the five felines, jaguar (Panthera onca) and the puma (Puma concolor). Also data was collected from National University, historical geographers, naturalist writers, narrative books, archeological registrations, mammal books, and experiences of hunters. One of the limitations has been gaps of information where the extinction of species has occurred through the time until the present period unknowing where exactly happened, since data has not been collected continuously and methodically.

Contemporary data

The contemporary data from felines has been registered under biological monitoring program, by Forestry Administration and carried out by the department of Wildlife and Protected areas (PROBAP, AFE-COHDEFOR. 2005), where more than 24 protected areas were collecting data by local leaders during 2001-2005, these data registered the number of species specially felines that help for the present distribution, also by personal communications with hunters, local people and others sources as books, pictures and check list from protected areas management plans. For the year 1872, Honduras had 13 political departments; however for this study, actual political division of 18 departments was considered, excluding Bay Islands, since there are no historical reports of felines (See figures 1 and 2) (Pineda, 2005).

Fig 1. Historical map of Honduras in 1872.

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Fig 2. Contemporary map of Honduras. Analysis

Collected data was arranged in excel matrix in a binary combination (presence =1 and absence =0), organizing historical and contemporary data. The matrix was converted in lotus format, to be analyzed by Pcord4 program, where columns represent species, and rows represent historical and contemporary departments. Running the cluster analysis using Jaccard and group average (similarity measurements) obtaining cluster dendrograms and graphics ordination to visualize grouping and segregation felines in its geographical distribution through these periods (historical and contemporary) in Honduras.

RESULTS

The analysis outcomes show that of historical data support, a large homogenous distribution of felines across the Honduran territory (See figure 3 and 5), contrasting with the contemporary distribution (See figures 4 and 6), where felines have been disaggregated on the entire country. Results show that historical and contemporary distributions of felines have two scenarios: past and present, where present distribution is divided mainly into the two geographical regions, the Caribbean and the Mosquitia.

The first region maintain approximately 1,000 square kilometers of protected areas, but with no connectivity relegating these species to isolated patches. However, the second region of Mosquitia contains more than 10,000 square kilometers, in a large and undisturbed forest. Sixty percent of the Honduran department shows local extinction of one or more species of felines.

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Fig 3. Historical cluster analysis indicate similarity, in nine departments, where five felines were present and the rest shows more than 75% of relationship between the departments containing the five felines, except Valle and Lempira department. These analyses indicate in the past almost homogenous distribution of felines in Honduras territory.

Fig 4. The contemporary Cluster analysis shows dissimilarities between 13 departments; just four departments indicate presence of five felines in the period where similarity is 100% for Atlántida, Colón, Gracias a Dios and Olancho departments.

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Fig 5. Supporting the historical cluster analysis, the ordination graphic suggests a similarity in all departments in the historical distribution of five felines (represented by asterisk) with departments (represented by triangle), separating Santa Barbara and Valle and Intibucá departments indicating the presence of two or three of the five felines. Description: Puma concolor (PUCO), Panthera onca (PAON), Puma yagouarundi (HEYA), Leopardus pardalis (LEPA), Leopardus wiedii (LEWI).

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Fig 6. In the contemporary ordination graphic, shows four of the 17 departments with the presence of the five species, Atlántida, Gracias a Dios, Colón and Olancho. The rest of departments and specie shows the presence of one to three species of felines in the rest of departments. Puma concolor (PUCO), Panthera onca (PAON), Puma yaguarundy (HEYA), Leopardus pardalis (LEPA), Leopardus wiedii (LEWI).

DISCUSSION

The historical and contemporary Feline data in Honduras gives an idea how fast species has been extirpated. In 100 years felines have lost more than 60% of their territory distribution and its trends goes on. Extirpation processes of felines in Honduras are not clearly understood however is assumed that it has been associated to demographic growth and human pressure.

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According to the contemporary data, jaguar has been extirpated in most of the departments of the south, west and middle of Honduras. The jaguar remain in four departments (Cortes, Atlántida, Olancho and Gracias a Dios) being one of the most sensitive species at human activities (deforestation, hunting, cattle ranching), which has been relegated to the Caribbean and Mosquitia region (Mora et al 2016; Portillo y Elvir, 2013).

The contemporary data for puma presumes more tolerance for human presence and wider action range in degradation ecosystems. Ocelots remain in primary forest where protection and food is available. Yaguarundy according to local people has been seen frequently in areas with human intervention (pastures, secondary forest, buffer areas and around villages) with the puma, are tolerant to human presence. Marguey belongs to forest pristine requiring minimum human intervention (Mora et al, 2016; Portillo y Elvir 2013).

The protected areas of the western and southern region, remain probably as refuge at least for three felines; ocelot, yaguarundy and puma. Even so, most of the 60 percent of protected areas don’t have an effective management plan, this make vulnerable the felines habitat and turning this situation more difficult for the viability of felines in Honduras.

With presence / absence felid data, cannot quantify density for felines population, is necessary to establish a systematic monitoring for knowing their ecology, doing research using different methodology to identify felines populations (Telemetry, Trap camera, Relative abundance/transects) this is going to give to felines the possibility to establish corridors, giving them the options to move between protected areas without risking. It is necessary coordinate strategies and activities with local people and regional and national authorities in order to establish such corridors.

If the trend keeps on, total extirpation will be the future for the five felines in the country, sooner or later the most sensitive and vulnerable as jaguar and marguey and afterward the puma, ocelot and yaguarundy will disappear. We suggest a monitoring program for felines in all trough country, integrating local leaders, ONG and Government technicians responsible for wildlife management in protected areas and corridors. Education programs must focus in felines and how to live with them. Elaborate a conservation plan for each felid in order to give a second chance to remain in their original territories.

The implementation of conservation jaguar plans can be an opportunity for felines at least in the areas where jaguar is present, working as an umbrella to cover other feline species (ICF, 2011).

ACKNOWLEDGMENTS

I want to thanks to Wilfredo Matamoros, to share multivariate statistics and how to analyze information. To all local park rangers who worked collecting data in all protected areas in Honduras.

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BIBLIOGRAPHY

DAPVS-AFE-COHDEFOR /PROBAP 2005. Informe final del monitoreo biológico. Realizado en el marco del proyecto de biodiversidad en áreas protegidas.12p.

Gamero-Idiaquez. I. 1978. Mamíferos de mi Tierra. Volumen II. Talleres Litográficos López y Cía. 427 páginas.

Goodwin G.1942. Mammals of Honduras. Bulletin American Museum of Natural History, Vol LXXIX pp: 107-195.

ICF. 2011. Plan Nacional para la Conservación del Jaguar (Panthera onca); “Promoviendo la convivencia Comunidad – Jaguar” Departamento de Vida Silvestre/ Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas protegidas y Vida Silvestre- Proyecto Ecosistemas- Fundación Panthera. Tegucigalpa. 29 p.

Marineros L, y Martínez Francisco, 1998. Guía de Campo de los Mamíferos de Honduras.

McCraine R, Wilson L, 2002. The Amphibians of Honduras, first edition.

Pineda, N. 2005. Investigadores de la Geografía Hondureña, Tegucigalpa, Honduras C.A. Primera edición.

Portillo, H y Elvir, F. (2013). Distribución de Felinos Silvestres en Áreas Protegidas de Honduras. Revista Mexicana de Mastozoología Nueva época. Año 3 Núm 1.

PROBAP, AFE-COHDEFOR. 2005. El Monitoreo Biológico del SINAPH, Documentos del Proyecto de Biodiversidad en Áreas Prioritarias.

Mora, J., J. Polisar, H. Portillo y F. Castañeda. 2016. Estado de conservación del jaguar (Panthera onca) en Honduras. en: el jaguar en el siglo xxi: la Perspectiva la Perspectiva continental. (Medellín, R., J. A. de la Torre, H. Zarza, C. Chávez y G. Ceballos, eds.). Fondo de Cultura Económica, Instituto de Ecología, UNAM, México.

Sanderson, E.W., Redford, K.H., Chetkiewicz, C.B., Medellin, R.A., Rabinowitz, R.A., Robinson,

J.G. & Taber, A.B. (2002). Planning to save a species: the jaguar as a model. Conservation Biology, 16, 1–15.

Wells, W. 1857. Exploraciones y aventuras en Honduras, 3a.edic. 1982. Editorial Universitaria

Centroamericana. Tegucigalpa, M.D.C. Honduras, 544

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TRES RECORDS DE BAJA ALTURA DE QUETZAL (Pharomachrus moccino) EN TEMPORADA NO REPRODUCTIVA PARA HONDURAS

Luis D. Germer1

Una interpretación de las observaciones de Gilberto Flores, Alan Van Norman y James Adams.

1Licenciado en Biología (CBH-0047), Prestador de Servicios Ambientales (RI-406-

2013SERNA) [email protected]

RESUMEN

Se presentan datos de tres detecciones de Quetzal (Pharomachrus moccino) en elevaciones por debajo de los 1050 msnm. Dos de las detecciones se dieron en los años 2007 y 2014 en el municipio del Distrito Central, departamento de Francisco Morazán en Honduras a 1050 y 1000msnm respectivamente siendo la cobertura un bosque seco subtropical. La tercera detección se dio en el año 2008 en el municipio de El Porvenir, departamento de Atlántida a 115msnm, esta es la elevación más baja reportada para Quetzal en Honduras siendo la cobertura bosque tropical lluvioso. Las tres detecciones se dieron en el mes de noviembre en episodios de temperaturas bajas en un promedio de 13° Celsius para el Distrito Central y 15° Celsius para El Porvenir. Se realizó una estimación conservadora de reducción de temperatura a 1800msnm obteniéndose temperaturas de 1° Celsius para Pico Bonito y un promedio de 9° Celsius para la Tigra. Se presenta además evidencia de captura de serpientes por parte de Quetzal como posible alimento para sus polluelos. Se vuelve oportuno realizar estudios de población de Quetzal en las montañas por encima de los 1200msnm con un énfasis en la fenología de la especies del estrato arbóreo y arbustivo.

Palabras Clave: Distrito Central, Migración Vertical, Bosque Seco Subtropical, Bosque Tropical Lluvioso

INTRODUCCIÓN

El quetzal resplandeciente (Pharomachrus moccino) es una de las aves más impresionantes del nuevo mundo, de hecho, Alexander Skutch (1944) lo describe como un ave “supremamente bella, la más bella entre todas las consideradas”. Roger Peterson y Edward Chalif (1973) mencionan que es “El ave más espectacular del nuevo mundo”. Descripciones así de penetrantes por personajes tan renombrados en la Ornitología Neo tropical hacen eco en la eternidad.

El quetzal en Honduras es mejor conocido en el parque nacional La Tigra, el primero en declararse en el sistema nacional de áreas protegidas (SINAPH) del país. También es este parque nacional donde muchos entusiastas aprenden el deporte de la observación de aves y buena parte de los estudiantes de biología de la UNAH realizan sus primeras investigaciones. Muchas áreas protegidas de Honduras, en particular los parques nacionales fueron concebidos con el propósito de conservar las cuencas altas del país y así garantizar la producción de agua para el consumo humano. Un producto adicional y serendipia afortunada fue proteger el hábitat de anidamiento del quetzal. En Honduras, esta ave se encuentra presente en todos los departamentos exceptuando Valle, Choluteca, Gracias a Dios e Islas de la Bahía debido que estas regiones no presentan montañas altas, Hanson (1982) determinó esta tendencia de distribución, así como dilucidar un tamaño de población de esta especie en La Tigra (Hanson 1980).

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El quetzal presenta su hábitat en los bosques nublados del área de Mesoamérica desde Chiapas hasta Panamá entre los 1300 a los 3000 metros sobre el nivel del mar (msnm), con avistamientos raros por debajo de éstas elevaciones (Loiselle et al. 1989). El rango óptimo de su altura es entre los 1500 y 2500 msnm (La Bastille, 1973). En Guatemala, se han reportado Quetzales a 1000msnm. Según Monroe (1968) no hay detecciones de quetzal debajo de los 1300msnm en Honduras. Skutch (1944) menciona que el quetzal no habita por debajo de los 1200 metros. La Bastille et al. (1972) pudieron verlo por encima de los 3100 metros sobre el nivel del mar en el norte de Guatemala. Loiselle et al. (1989) documentan la detección más baja en Costa Rica a 1060 msnm. Con el despertar de la observación de aves en Honduras, se han registrado nuevas poblaciones para Quetzal en diferentes localidades apropiadas.

Existen clichés que predominan sobre el quetzal, por ejemplo: El Quetzal solo vive en Guatemala, ya Skutch (1944) mencionaba a Honduras como un sitio con mayor concentración de hábitat que Guatemala. Otro de estos clichés es que El Quetzal solo se alimenta de Aguacatillos, un argumento verdadero pues basa su dieta en los frutos de estas Lauráceas, pero se alimenta de al menos 41 especies diferentes de frutos de plantas, entre ellas las moras (Wheelwright, 1983). Y por último otro gran cliché de esta interesante ave es que El Quetzal solo habita los bosques nublados, esta instancia es parte válida ya que se reproduce en bosque nublado, pero a lo largo de este documento se elaborará un poco sobre la biología del Quetzal con el propósito de brindar a la luz nueva información sobre su hábito y comportamiento, así como enriquecer el acervo de los observadores de aves y el público interesado en la historia natural.

DISCUSIÓN BIBLOGRÁFICA Y RESULTADOS

La migración vertical, también llamada migración altitudinal, es un proceso que realizan muchas especies de aves neotropicales que se reproducen en bosques de altura. Entre estas aves destaca el quetzal, el Tucán Verde (Aulacorynchus prasinus), el Pájaro Campana (Procnias tricarunculatus), la Cotinga (Cotinga amabilis) y muchas especies de aves, desde las medianas hasta tan pequeñas como los colibríes (Chaves-Campos, 2004). La migración altitudinal es uno de los misterios sin resolver que aún existen en la ecología neo tropical ya que ningún estudio realizado sea en la fenología de las plantas o el comportamiento reproductivo de un ave ha dado con el punto clave para explicar por qué las aves se mueven de un lugar a otro dependiendo del momento del año (Boyle, 2010) llegándose al mejor de los casos con la mitad del proceso migratorio explicado.

La migración altitudinal es un proceso asociado a aves tropicales frugívoras y nectarívoras que se mueven durante el año desde tierras bajas hacia tierras altas con el propósito de alcanzar el hábitat idóneo para la reproducción. Estos movimientos afectan de forma profunda la diversidad, composición e interacciones bióticas en las comunidades donde se mueven. Boyle (2010) menciona que la migración de altura ha evolucionado en el contexto de aprovechar los picos recíprocos en la abundancia de las frutas entre sitios y temporadas. Sin embargo, los intentos de demostrar esta hipótesis han arrojado resultados dispares, por lo que se ha sugerido considerar otras variables como ser tolerancia al clima, depredación y parásitos en el afán de explicar la migración vertical. Estas variables interactuando con las restricciones de una dieta frugívora influirían en la decisión de migrar o no a elevaciones bajas después de la reproducción (Boyle, 2010).

Boyle (2006) piensa que la preferencia (especificidad) de dieta y la limitación de la misma han influenciado la evolución de la migración vertical en aves tropicales. Esta preferencia de dieta

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podría relacionarse tanto con las demandas energéticas y nutricionales en la temporada reproductiva y la muda. De cualquier manera, la explicación de un patrón de migración altitudinal requiere una definición tanto de la migración montaña abajo como montaña arriba identificando los recursos alimenticios clave que han forjado el comportamiento migratorio (Smith y Rotenberry, 1990).

El quetzal presenta una temporada de reproducción bien definida. Si bien puede tener dos nidadas en un año, esta es realizada inmediatamente después de la primera, es decir, comienzan la segunda nidada al momento que los primeros polluelos ya pueden mantenerse por sí solos alrededor de un mes después de nacer (Skutch, 1944; La Bastille et al. 1972). Costa Rica y Guatemala han sido dos países en donde se ha estudiado el comportamiento reproductivo de la especie y tanto Skutch (1944) y La Bastille et al. (1972) mencionan que la temporada reproductiva del quetzal está entre los meses de marzo a junio llegando a veces hasta agosto. En los años 2007 a 2010 se pudo comprobar anidamiento (aves empollando) de quetzal durante los meses de abril, lo que coincide con los argumentos de estos autores. Se deduce entonces que la temporada no reproductiva de la especie sería alrededor de julio a febrero. Aun cuando debe considerarse que en los meses de enero febrero se observan agregaciones de machos en áreas pequeñas, establecimiento de territorios y algunos autores (Skutch, 1944) mencionan que la formación de parejas se establece tan temprano como enero y que los machos sin emparejar persiguen a las hembras, este tipo de agregaciones han sido también documentadas por Komar y van den Berghe en Comayagua a unos 1350msnm en el mes de enero del 2015 (http://ebird.org/ebird/view/checklist/S21547434.)

Bajo esta idea de temporada reproductiva y migración altitudinal, se podría inferir que durante la temporada no reproductiva, la abundancia de alimento (fruta) será menor en las montañas y las aves buscarán elevaciones más bajas con mayor abundancia de alimento. Sin embargo, en los migrantes altitudinales no toda la población desciende a elevaciones menores y como es el caso de la Tigra, en cualquier momento del año uno puede encontrar quetzal aunque en algunos meses puede ser más difícil. Siempre es posible encontrar quetzal, tal es el caso de las detecciones que realizó el club de observación de aves “los Alzacuanes” en noviembre del 2016 en La Tigra, a la vez que al realizar una búsqueda de detecciones en eBird se aprecian quetzales en todos los meses del año. Por otro lado, durante los meses de diciembre a febrero se ha podido documentar quetzal en La tigra por encima de los 1900 metros sobre el nivel del mar de los años 2006 al 2010. Chaves-Campos (2004) sostiene que las aves son abundantes en elevaciones altas durante su temporada reproductiva y en elevaciones más bajas durante su temporada no reproductiva, esta abundancia elevada de aves se traslapa temporalmente con periodos de alta abundancia de frutos a esas elevaciones; sugiere que la abundancia de frutos podría ser un factor próximo dirigiendo las migraciones altitudinales de aves frugívoras grandes, pero no sería el único.

En la migración a larga distancia en América (migración de otoño), poblaciones completas (Parúlidos, Anátidos etc.) de una especie abandonan una región y se establecen en otra donde el clima es más tibio y las opciones de alimento más abundantes; es decir que la migración de larga distancia se rige por la obtención de un recurso (alimento) y no la temperatura. Llegada la primavera, migran de regreso hacia sus territorios de reproducción en donde establecerán sus nidos llegando el verano y al momento de alimentar los polluelos la abundancia de insectos, frutas, flores y otras aves será el mayor pues el planeta está programado para eso debido a que se

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encuentran en el momento pico del verano donde la radiación solar es mayor. Posteriormente, al comenzar a bajar la temperatura por la cercanía del otoño, el alimento mengua y vuelan hacia el neo trópico donde la producción general de alimento es más estable.

Como se mencionó, los migrantes altitudinales no abandonan por completo un sitio y otros parecería que no migran (Boyle, 2010; Chaves-Campos, 2004). Algunos establecen que la migración altitudinal se encuentra regida por la abundancia de frutos, pero Chaves-Campos (2004) sugiere que las aves frugívoras grandes no persiguen la fructificación durante la estación reproductiva, más bien al contrario será durante la estación no reproductiva en donde sí se rigen por la fructificación. Aunque al mismo tiempo, Chaves-Campos (2004) menciona que los migrantes altitudinales totales si presentan una relación directa entre la abundancia de frutos y la presencia de las especies. Rabenold y Rabenold (1985) intentan dar una tercería a esta encrucijada comentando que la migración altitudinal es un comportamiento facultativo expresado en solo un porcentaje de la población de acuerdo a sus demandas energéticas, requerimientos sociales y ecológicos y no tanto como un comportamiento rígido expresado en poblaciones completas.

Al considerar otras instancias que podrían influenciar la migración altitudinal se mencionan las bajas temperaturas y acceso a otro tipo de alimento. Se puede decir que Honduras solo presenta dos estaciones (lluviosa y seca) y entre ambas existen claras variaciones de temperatura que presentan algún tipo de traslape en relación con la fructificación. Por ejemplo, si tomamos en cuenta que la reproducción de quetzal es de marzo a julio, estos meses presentan una mayor temperatura que octubre a febrero, al mismo tiempo que en los bosques altos (nublados) la fructificación es mayor en los meses más tibios (Chaves-Campos, 2004).

Al existir mayor abundancia de presas animales en los meses tibios, los quetzales podrían tener mejores oportunidades de nutrirse, en este caso las hembras ingerir mayor cantidad de proteína para poder producir huevos y los machos para proteger sus territorios y nidos y así ambos padres alimentar a las crías con alimentos ricos en nutrientes. Este requerimiento adicional de nutrientes debería ser mayor cerca del final de la temporada reproductiva debido a la necesidad de alimentar a las crías (Visser et al. 2006). Wheelwright (1983) menciona que al final de la temporada de anidamiento, más del 50% del alimento llevado a las crías es de origen animal. Aun cuando las frutas son más fáciles de obtener que las presas animales, su diferencia nutricional haría que los padres no dependan enteramente de fruta para la nutrición de los polluelos. Para las hembras podría ser complicado producir huevos en una dieta totalmente basada en fruta en vista de la tendencia a huevos más pequeños en la segunda puesta.

Boyle (2010) aboga por esta hipótesis de la abundancia de proteína, sin embargo, la morfología de las aves frugívoras no está bien adaptado para la detección, captura y digestión de animales (Levey y del Rio, 2001), por ende las aves frugívoras podrían programar sus necesidades altas de proteína para explotar sitios donde la abundancia sea mayor y así capturarlas con mayor facilidad (Poulin et al. 1992). Se sabe que el quetzal es un frugívoro especialista asociado con los aguacatillos y muy acertado es esto ya que su esófago presenta músculos circulares que le ayudan a regurgitar las semillas una vez que su estómago le ha removido la pulpa (Wheelwright, 1983) sin olvidar que su intestino presenta pliegues que se piensa asisten en la digestión bacteriana de la pulpa.

Durante la reproducción, se ha observado que los quetzales alimentan a los polluelos con presas animales, solo debe recordarse las fotografías en Birding Honduras (2002) en donde se observa un macho de Quetzal llevando una rana y un insecto a las crías en el nido. A través del tiempo se ha

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observado que alimentan a los polluelos con lagartijas, ranas, caracoles, escarabajos, polillas, arañas, insectos palo y frutas de aguacatillo (Skutch, 1944; La Bastille et al. 1972). En junio del año

2007 Edgar Colindres, agrónomo guatemalteco fotografió en el parque Montecristo Plan de la Arada, Guatemala a un macho de quetzal con una presa inusual, en este caso, una serpiente de especie no determinada. Tomando en cuenta que la fotografía es del mes de junio, se puede especular que era para las crías ya que coincide con la temporada reproductiva (Ver figura 1).

Fig 1. Se observa un macho de Pharomachrus moccino con una serpiente. La fotografía es del 30 de junio del 2007 en el Parque Montecristo “Plan de la Arada” Chiquimula, Guatemala. Esta fotografía fue originalmente publicada en http://hondubirding.wordpress.com cortesía del autor de la imagen Edgar Colindres.

Durante los años 2006 a 2010 se realizaron observaciones contundentes de Quetzal en el parque nacional La Tigra en compañía de la bióloga hondureña Estefanía Cálix desde donde surgen algunos datos mencionados en este documento. En esta instancia, se pudo apreciar nidos abandonados, nidos activos, agregaciones de machos, disputas y defensa de territorios, así como parejas reproductivas a escasos metros de los nidos. Quedando entonces un enorme interés por la biología de esta especie. Es así que a partir de una plática con el Señor Alan Van Norman, distinguido neurocirujano de Dakota del Norte comentó de una hembra de Quetzal en el “Parque Memorial” de Distrito Central a 1050 metros sobre el nivel del mar. Continuó el doctor elaborando sobre el sitio mencionando que es una colina en medio de la ciudad con una bandera enorme en la

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cima. A los que conocen el Distrito Central de Honduras sabrán que es el cerro Juana Laínez en donde el otrora presidente Tiburcio Carías erigió el “Monumento a la Paz” en 1948 en celebración a la victoria de las naciones Aliadas en la segunda guerra mundial.

Existen dos fotografías de la detección el 21 de noviembre del 2007 (Ver figura 2) de una hembra de quetzal en las que claramente se le puede ver posada en un árbol de Ficus benjamina con un par de siconos de color rojo y por si eso fuera poco una Tillandsia recurvata mejor conocida como paste de cerro muy conocida por crecer en los cables de la electricidad. Un hallazgo impresionante. Se debe tomar en cuenta que Ficus benjamina en Honduras solo se encuentra en sitios urbanos ya que es un árbol que no se reproduce de manera natural debido a que sus flores (siconos) no son polinizadas y debe ser plantado por acodos y Tillandsia recurvata es una especie de bromelia que gusta de climas secos; es decir ambas plantas no son parte de un ecosistema nublado. Es posible que la hembra se alimentara de estos siconos, pero no se pudo comprobar; Wheelwright (1983) reporta de quetzal alimentándose de Ficus tuerckheimii en Costa rica.

Fig 2. Hembra de Pharomachrus moccino en cerro Juana Laínez de Tegucigalpa. Observe las hojas de Ficus benjamina y la bromelia Tillandsia recurvata. Fotos cortesía de Alan Van Norman, originalmente publicadas en www.kim-and-alan.smugmug.com.

Se realizó una revisión de las condiciones del tiempo la semana de la detección en Tegucigalpa desde la base de datos en www.weatherunergound.com y se apreció que la temperatura más baja en esa semana (9-15 de noviembre 2007) fue de 12 grados Celsius. Al realizar un cálculo muy conservador de variación de temperatura versus altura a una tasa de disminución de medio grado por cada cien metros verticales (-0.5°C/100msnm) se puede estimar que durante esa semana, la temperatura más baja en La Tigra a 1800msnm fue de 8 grados Celsius.

En el año 2014 se conoció de una nueva detección inusual de Quetzal en el Distrito Central, esta vez por el guía especialista en avifauna y caficultor Gilberto Flores quien pudo fotografiar un macho en el parqueo techado del supermercado Paiz Los Próceres el día 6 de noviembre del año 2014 a una altura de 1000 metros sobre el nivel del mar. Recuerda el Señor Flores que el ave se apreció en buena forma, con vuelo saludable dentro del parqueo y un brillo saludable en sus plumas, lo que hace pensar que no era un ave enferma. En la fotografía del hallazgo (Ver figura 3), claramente se observa al quetzal sentado sobre un tubo de PVC con una pared de concreto de fondo. Nuevamente, se realizó una revisión de las condiciones del tiempo la semana de la detección en Tegucigalpa desde la base de datos en www.weatherunergound.com y se apreció que la temperatura más baja en esa semana (4-10 de noviembre 2014) fue de 14 grados Celsius. Al

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realizar un cálculo muy conservador de variación de temperatura versus altura a una tasa de disminución de medio grado por cada cien metros verticales (-0.5°C/100msnm) se puede estimar que durante esa semana, la temperatura más baja en La Tigra a 1800msnm fue de 10 grados Celsius. La cobertura de las detecciones de Distrito Central se considera de bosque seco subtropical.

Fig 3. Macho de Pharomachrus moccino en supermercado Paiz los próceres de Tegucigalpa. Foto cortesía de Gilberto Flores.

El 26 de noviembre del año 2008, James Adams pudo fotografiar una hembra en el Lodge de Pico Bonito en lo que posiblemente sea la menor elevación documentada de un quetzal, registrada a una altura de 115msnm (Ver Figura 4) en cobertura de bosque lluvioso tropical. Se realizó una revisión de las condiciones del tiempo la semana de la detección en La Ceiba desde la base de datos en www.weatherunergound.com y se apreció que la temperatura más baja en esa semana (23-29 de noviembre 2008) fue de 15 grados Celsius. Al realizar un cálculo muy conservador de variación de temperatura versus altura a una tasa de disminución de medio grado por cada cien metros verticales (-0.5°C/100msnm) se puede estimar que durante esa semana, la temperatura más baja en la montaña de Pico Bonito a 1800msnm fue de 1 grado Celsius o menos.

A simple vista se observa que las 3 detecciones se dieron en los meses de noviembre. Al cotejar las los estado de tiempo históricos en las diferentes localidades y fechas se observa una temperatura mínima de 15 grados Celsius (Ver cuadro 1). Si bien las temperaturas máximas son altas, se debe tomar en cuenta que estas detecciones se dieron por debajo de los 1100 metros sobre el nivel del mar, por lo que arriba de 1500 metros sobre el nivel del mar la temperatura debió ser mucho menor al relacionar la altura con la presión atmosférica. La reducción por cada metros es de 1 grado Celsius o mas, pero en este caso se estimó de medio grado ya que la cariación depende mucho de la cobertura de nubes, tormentas y viento. Se piensa que esta reducción de temperatura en combinación con una fructificación baja haría que las aves volaran hacia elevaciones menores.

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Fig 4. Hembra de Pharomachrus moccino en el parque nacional Pico Bonito a 115 metros sobre el nivel del mar. Foto cortesía de James Adams.

°Celsius TGU 2007 @ 1050msnm

LCB 2008 @ 115msnm

TGU 2014 @1000msnm

Máxima 26 28 29 Media 19 22 21

Mínima 14 15 12 1800msnm

MAX 20 22 21

1800msnm MIN

8 1 6

Cuadro 1. Temperatura para las semanas de las detecciones. Estimadas a partir de los datos de www.weatherunderground.com. Las columnas 1800msnm Max y MIN sugieren la disminución de la temperatura con relación a la elevación, a mayor temperatura menor presión atmosférica, menor temperatura.

El tamaño de la muestra es muy pequeño para observar una tendencia, pero Rabenold y Rabenold (1985) comentan que en algunas poblaciones, el esfuerzo migratorio entre sexos varía y resulta en la segregación a lo largo de la distribución de invierno. Esto podría explicar por qué en las observaciones del autor en temporada no reproductiva en 2006 a 2010 solo se detecten machos encima de los 1600msnm y sea en este caso por que dos de las tres detecciones sean de hembras en elevaciones bajas. Merece atención esta premisa para determinar en estudios futuros la segregación migratoria.

Es interesante notar que las detecciones en Tegucigalpa además de presentar un descenso vertical de al menos 600 metros tomando como referencia la altura más baja donde el autor ha podido ver quetzal en su hábitat natural (1600msnm), denota una distancia horizontal de unos 16 kilómetros desde la Tigra hasta la ciudad. A esta distancia horizontal debe considerarse la capacidad de vuelo del ave sobre terreno abierto sin cobertura en zonas totalmente urbanizadas. Estos hallazgos podrían servir para inferir un estimación las distancias promedios de vuelo en quetzal siendo como mínimo dos kilómetros lineales considerando la distancia entre el supermercado Paíz al cerro Juana Laínez en un sitio sin cobertura considerable por lo que se intuye que el ave volaría en línea

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recta. Estas detecciones por debajo de los 1000msnm a través del tiempo se venían comentando sobre todo para el Parque Nacional Pico Bonito y el Refugio de Vida Silvestre Texíguat a 200msnm en este sitio, pero no se tenía evidencia al respecto, se estima que este fenómeno será más fácil de documentar en esa zona considerando el continuo de cobertura y transición de ecosistemas.

CONCLUSIONES

La plasticidad que el quetzal demuestra al volar hacia sitios urbanos con cobertura vegetal pobre o a bosque seco subtropical y tropical lluvioso abre la intriga para buscar el ave en cobertura y elevaciones similares a lo largo de su distribución en Honduras siguiendo sus tendencias de migración vertical, si bien estos datos no pueden establecer una tendencia de tolerancia al clima o segregación de sexo, si confirman que la especie realiza migración altitudinal. Desafortunadamente no se tienen datos sobre la fenología de los bosques de montaña como ser La Tigra o Pico Bonito por lo que no puede darse una mayor interpretación a estas detecciones. Respecto a la migración vertical, podría existir una relación directa entre las temperaturas bajas y el movimiento vertical de esta especie. Si bien en El Porvenir (Parque Nacional Pico Bonito) el quetzal bajó hasta los 115 metros sobre el nivel del mar esto pudo darse por que presenta un continuo de bosque intacto desde la cima hasta las colinas bajas, el ave no bajó más ya que no existe cobertura de bosque debajo de esta cota, solamente el bosque de mangle. Esta misma situación podría ser en el caso del Distrito Central en donde el ave llegó hasta los 1000msnm no pudiendo bajar mucho más debido a la geografía cóncava de la ciudad. La distancia de vuelo entre el parque nacional la Tigra al Distrito Central puede ayudar para inferir la capacidad de vuelo del Quetzal, la captura de serpientes podría servir también como un nuevo indicio en la alimentación de las crías y posiblemente la ingesta de siconos de Ficus benjamina.

AGRADECIMIENTO

Este documento no sería realidad sin los invaluables datos de Alan Van Norman, Edgar Colindres, James Adams y Gilberto Flores, su propósito de compartir estos avistamientos son los que hacen de la ciencia participativa un éxito. Es necesario mencionar la ayuda de Cyril Nelson, Olvin Oyuela, Javier Maradiaga, Ruth Bennett, Sherry Thorn quien me ayudó con los datos originales levantados en el 2006 y Leonel Marineros que siempre sabe afinar mis ideas y redacción. Por último y no menos importante Estefanía Cálix que fue parte de la expedición original del 2006 y 2007 y comparte con el autor la devoción por esta ave sagrada.

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Los artículos son contribuciones extensas, entre seis y quince páginas a doble espacio (tres a ocho espacio sencillo) incluyendo citas, cuadros y figuras. Estos manuscritos deben ser divididos en secciones. Los artículos que reportan investigaciones generalmente tendrán las siguientes secciones: Resumen, Introducción, Métodos, Resultados, Discusión, Agradecimientos, Literatura Citada o Referencias. Artículos de otro tipo pueden tener formatos diferentes. Las notas son de entre tres y cinco páginas y no necesariamente incluyen secciones tituladas a excepción de Literatura Citada.

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Los artículos y notas deben incluir un breve Resumen (máximo 250 palabras para artículos y 150 palabras para notas) en español; también se acepta otro resumen en inglés. Al pie del resumen, debe incluir cinco Palabras claves que reflejen el contenido del manuscrito para ser indexadas en bases de datos bibliográficas.

Literatura Citada o Referencias

Cada referencia citada debe estar en la Literatura Citada o Referencias y viceversa. En el texto del manuscrito, el estilo que se usa es el "parentético": (Skutch 2001, 105); (Stiles y Skutch 1989); (Obando et al. 2007); trabajo inédito: (Alvarado en. prep.) o (Flores en prensa) [este último va en la Literatura Citada, el primero no]; comunicación personal: (W. Alfaro, com. pers., 8 de mayo de 2006) [No va en la Literatura Citada]. Las referencias bibliográficas en la sección Literatura Citada o Referencias deben estar ordenadas en orden alfabético según el siguiente estilo:

• Artículos: Autor. Año. Título. Revista volumen/número: páginas.

Raabe, C. 2003. Algunas visitantes inesperados. Boletín Zeledonia 7/2:15-19.

(Si hay más de un autor, solamente el primero está listado por apellido; los otros van en orden común).

• Libros: Autor. Año. Título. Ciudad de publicación: Casa Editorial (no la imprenta).

Garrigues, R. y R. Dean. 2007. The Birds of Costa Rica, A Field Guide. Ithaca, Nueva York: Cornell University Press.

• Capítulos de libros: Autor del capítulo. Año. Título del capítulo. Capítulo en Editor del libro,Título del libro. Ciudad de publicación: Casa Editorial.

Stiles, F. G. 1991. Aves. Capítulo 10 en D. H. Janzen, ed. Historia natural de Costa Rica. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica.

• Tesis: Autor. Año. Título. Tesis. Universidad. Ciudad, País.

Ramírez, O. A. 2005. Uso hábitat, abundancia relativa del quetzal (Pharomachrus mocinno costaricensis) y disponibilidad de alimento en el Sector Volcán Barva, Parque Nacional Braulio Carrillo, Costa Rica. Tesis de Maestría. Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.

Nota: Títulos de revistas y libros van en cursiva o itálica.

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Editor General: Luis Daniel Germer Sánchez

Volumen 1, Número 4, se terminó de editar el día 30 de noviembre de

2016, en La Ciudad de Tegucigalpa M.D.C., Honduras. C. A. Sometida bajo Licencia de Creative Commons para distribución en PDF desde el

origen http://scientiahondurensis.wordpress.com