Sábato, Ernesto - Heterodoxia

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    E R N E S T O S A B A T OH E T E R O D O X I A

    (1953)

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    A la vieja y leal amistad de Arturo Snchez Rivadedico este libro.

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    HOMBRE Y MUJER. El candoroso siglo XIX no slo culmin en la idea de queel hombre que viajaba en ferrocarril era moralmente superior al hombre que andaba acaballo: culmin en la doctrina ms inesperada de todos los tiempos, en la idea de laidentidad de los sexos.

    Si no hubiera otras pruebas de la frivolidad de ese siglo, bastara esa sola para

    condenarlo. Desde el punto de vista de esos optimistas, la diferencia entre el tero y elfalo era algo as como un resabio de los Tiempos Oscuros, y destinado a desaparecercon la diligencia y el analfabetismo. Felizmente, ese extrao vaticinio no se hacumplido, como tanto otros de aquellos profetas de la Locomotora.

    Por desgracia, los siglos no terminan al mismo tiempo para todos, y as comoNietzsche fue un hombre del siglo XX, as pululan en nuestro tiempo los habitantes delsiglo XIX. El inocente hecho de mostrar diferencias entre los dos sexos los poneferozmente en guardia y les hace mascullar palabras como reaccionario y brbaro, pueslos hechos han evolucionado de tal manera que el progresismo consiste hoy en mantenerideas definitivamente envejecidas.

    La mayor parte de las mujeres, sobre todo las mujeres de alguna cultura nada

    hay ms peligroso que algo de cultura, se dejan arrastrar por esa teora, sincomprender que les hace muy poco favor y que las coloca en un terreno desfavorable:como si un submarino, molesto por el prestigio de la aviacin, pretendiese ser tan buenocomo avin... en el aire. Si hasta parece una mefistoflica triquiuela inventada por unenemigo de la mujer para hacerla quedar en ridculo. Con razn, Gina Lombroso poneen guardia a sus congneres contra esa tortuosa doctrina: Es intil negarlo, la mujer noes igual al hombre. Buscad cualquier testimonio de la literatura antigua o moderna una novela, un poema, un mito y tratad de masculinizar a sus heronas. Suponed porun instante a las mujeres del Antiguo y del Nuevo Testamento: Rebeca, Noem, Ruth,Mara Magdalena, convertidas en hombres. Incluid en esta imaginaria metamorfosis aHelena, Hcuba, Electra, o simplemente a la Eugenia de Balzac, a la Rebeca de WalterScott, a la Dorrit de Dickens, y decid en conciencia si las figuras que resultan desemejante operacin no son ridculas o monstruosas.

    BISEXUALIDAD. Establecer las diferencias entre hombre y mujer no implicaignorar la bisexualidad de los seres humanos, la atvica y por lo tanto profundaamalgama de atributos masculinos y femeninos que coexisten en cada uno de nosotros.Por el contrario, para poder hablar de bisexualidad es previo hablar de masculino yfemenino, estableciendo los caracteres del Hombre y de la Mujer arquetpicos; objetos,claro est, que slo existen al estado de pureza en el universo platnico pero que, dealguna manera, rigen los caracteres de los hombres y mujeres reales.

    LA ABSTRACCIN Y LA MASCULINIDAD. El hombre, en su forma extremade cientista y filsofo, persigue las ideas puras y abstractas, esos misteriosos entes queno pertenecen al mundo vivo, al confuso mundo de las vidas y las muertes, de losdolores y las emociones, sino al frgido universo de los objetos eternos.

    Ha habido mujeres descollantes en letras y artes, pero ni una sola en filosofa. Estenotable fenmeno, a travs de distintos tipos de civilizacin, bastara para apuntalar estatesis. Pero hay testimonios valiosos que prueban no la incapacidad de la mujer para laabstraccin sino su indiferencia y hasta su repugnancia.

    Gina Lombroso: La frecuentacin que he tenido con mujeres dedicadas alestudio, las observaciones recogidas en diversos pases, al mismo tiempo que una

    sincera introspeccin, me han convencido de que, por el contrario, existen entre lainteligencia masculina y femenina diferencias no cuantitativas sino cualitativas y de

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    direccin que se relacionan, no tanto con circunstancias de tradicin, de hbito, comocon la especfica funcin a que la mujer est destinada: la maternidad... A la mujer, quedemuestra un inters tan vivo hacia todo lo que la rodea, hacia todo lo que puede ver,sentir y tocar, le tiene sin cuidado la averiguacin de las grandes leyes que rigen esomismo que hiere sus sentidos y su espritu. Su avidez de conocimiento se dirige a las

    cosas mismas y no a las remotas causas a que obedecen; no le interesa contar laspulsaciones de un corazn que sufre, sino el saber por qu sufre... La mujer considera eluniverso con ojos y con alma de madre. Las plantas, los animales, los hombres, no son

    para ella problemas cognoscitivos sino seres capaces de sufrir y gozar, seres hacia losque se siente ligada no por el conocimiento sino por el amor. La ciencia por la ciencia,el arte por el arte, la fe por la fe, todo lo que est situado al margen de lo concreto y delo til, carece de sentido para la mujer... Se ha sostenido que esta diferencia deorientacin intelectual provena de su falta de contacto con la cultura, por haber estadodurante siglos relegada a las funciones domsticas. Sin embargo, la pasin nada tieneque ver con la cultura, ni con los hbitos, ni con las aptitudes... Contrariamente, la

    pasin por la ciencia o por las teoras abstractas existe hasta en los hombres sin cultura,

    en muchos obreros y campesinos que sienten ese anhelo tan viva y desinteresadamentecomo los hombres cultos. En sus horas libres, los artesanos y labriegos medievales secomplacan en discutir sobre arte y religin. Todava hoy vemos en muchas aldeas acampesinos que prefieren, a una ganancia mayor, el placer de ejecutar de vez en cuandoun instrumento o divagar sobre las cosas del mundo. Qu cantidad de astrlogos ymeteorlogos se encuentran entre los aldeanos! No es raro encontrar en minsculos

    pueblitos a un humilde relojero, por ejemplo, que a fuerza de sacrificios pudo adquirirun pequeo telescopio y que, convertido en orgullo del lugar, est constantementerodeado de muchachos que desean contemplar el firmamento.

    Sonia Kowaleska, la notable matemtica, anota en su libro de Recuerdos: Eltrabajo y la creacin cientfica no tienen ningn valor, puesto que ni otorgan la felicidadni hacen mejorar a la humanidad. Es una locura emplear la juventud en esos estudios; esuna desventura, sobre todo para la mujer, el poseer facultades que la impulsen hacia unaesfera de actividad en que no obtiene ninguna alegra. Su amigo el matemtico Mittag-Loeffler cuenta cmo la acometi una furiosa mana de bordar precisamente en elmomento en que deba optar al premio Bourdin. Enamorada del matemticoWeierstrass, Sonia fue impulsada al trabajo cientfico por el amor, cosa muy natural enuna mujer, y no por amor a la ciencia misma, cosa muy de hombre. Desde Rusia escribea Madame Loeffler: En Estocolmo, donde paso por ser la defensora de laemancipacin femenina, termin por creer que verdaderamente mi deber era dedicarmea las matemticas, y as lo hago. Pero aqu soy conocida como la mam de Fouf.

    Madame Loeffler confirma: La procura de las verdades abstractas, ni le interesaba ni lasatisfaca. En cuanto una nueva idea de este tipo naca en ella, haba que animarla paraque la desarrollase. La produccin de su cerebro no deba ir a parar a una humanidadabstracta sino servir de homenaje a alguien de quien ella pudiera recibir un donequivalente.

    EL HOMBRE, ESE DESCABELLADO. El espritu no es rectilneo sinodialctico y paradojal. El hombre suele partir de premisas lgicas y realistas, pararemontarse a verdaderas locuras, a la fantasa y a los molinos de viento: Parmnides,Coln, Don Quijote, Napolen. A la inversa, la mujer es ilgica e irrealista, insensata;

    pero se adhiere a sus insensateces con furia realista y conservadora.

    El hombre va de la realidad a lo descabellado, centrfugamente.La mujer, de lo descabellado a la realidad, centrpetamente.

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    Razn por la cual la mujer no ha producido nunca filosofa, porque, qu msdescabellado que un sistema filosfico? Despus de haberprobado que la realidad esinmvil, Parmnides ha de haberse quedado tan tranquilo y orondo; mientras su mujerha de haberlo mirado con esa mezcla de orgullo, compasin y perplejidad con que lamadre observa al nio que juega seriamente a ser general en jefe de un ejrcito invisible.

    LGICA E INTUICIN. El hombre tiende al mundo de la abstraccin, de lasideas puras, de la razn y de la lgica. La mujer se mueve mejor en el mundo de loconcreto, de las ideas impuras, de lo irracional, de lo intuitivo.

    El instinto es ilgico, pero no falla en los problemas de la vida, que no son nuncalgicos. El hombre fracasa cmicamente queriendo aplicar la lgica a la vida. No hayindividuo ms grotesco en la vida cotidiana que el cientista o el filsofo: se muevecmodamente en un espacio de n dimensiones pero a cada paso tropieza o se olvida del

    paraguas en el mundo de 3. Valry observa qu imperfectamente se mova HenriPoincar en uno de los tantos universos posibles.

    El Hombre slo tiene fe en lo racional y abstracto, y por eso se refugia en los

    grandes sistemas cientficos o filosficos; de manera que cuando ese Sistema se vieneabajo como tarde o temprano sucede se siente perdido, escptico y suicida. Lamujer confa en lo irracional, en lo mgico, y por eso difcilmente pierde la fe, porquenunca el mundo puede revelrsele ms absurdo de lo que a primera vista intuye. Elcredo quia absurdum es femenino, corno toda filosofa existencialista (aunque seahecha por hombres; por hombres, claro est, fuertemente propensos a la feminidad).Racionalizar al Universo y a Dios es empresa, en cambio, tpicamente masculina,locurapropia de hombres.

    No creo en el existencialismo de Sartre poresta razn. Su clave ms profunda hayque buscarla en su primera novela, en su nusea ante lo contingente y gelatinoso, en su

    propensin viril por lo ntido, matemtico, limpio y racional. Su obra filosfica es eldesarrollo conceptual de esta obsesin subconsciente. Y ese desarrollo tiene que llevarfatalmente hacia una filosofa racionalista y platnica.

    LA PRUEBA DE LA RULETA. El ingeniero Georges Itzigsohn jugaba a la ruletasegn un plan minuciosamente calculado, a base de fluctuaciones, estadsticas y clculode probabilidades. Su encantadora mujer, a pesar de su formacin cientfica en lafacultad de medicina, jugaba apostando a los cumpleaos de sus hijos. Ambos perdannaturalmente, porque de otro modo no existira el negocio de la ruleta. Pero mientras elingeniero perda cientficamente, su mujer perda absurdamente.

    SOBRE EL ORIGEN FEMENINO DE LA INDUSTRIA. Otis Masn ha probadoque la mujer fue la inventora de casi todas las artes tiles: de las primeras ideas sobreagricultura y ganadera, domesticacin de animales, tinturas, tejidos, cermica,medicina, coccin y conserva de alimentos, trenzado de mimbre, cueros y harinas. Laindustria es inicialmente femenina, mientras se mantiene en la escala domstica, nicaque, como norma, interesa y apasiona a la mujer.

    En su estado inicial, la industria es concreta y por eso femenina. El comercio,basado en el intercambio y el movimiento, conduce a la abstraccin, y por lo tanto a lamasculinizacin del mundo.

    Cuando el comercio y la industria se agigantan y se vuelven abstractos, dejan deser empresas de mujeres, a menos que stas, corno sucede en el mundo contemporneo,

    tiendan a masculinizarse. Y se advierte que ni siquierapermanecen en manos femeninaslas empresas ms vinculadas a la feminidad, como la industria de los perfumes.

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    La industria casera apasiona a la mujer como todo lo que se relaciona a su casa, asus hombres y seres queridos. En suma, a la conservacin de la especie. El hombre seinteresa en la gran industria o en el gran comercio por su ansia de poder y deinmortalidad.

    EL AMOR A LAS COSAS. Dice Jung que el amor a las cosas es prerrogativamasculina, mientras que es un rasgo esencialmente femenino el hacer todo por amor aun ser humano. Esto es parcialmente cierto, pues habra que decir, con ms precisin,que la caracterstica del hombre es su amor a la cosidad, a las cosas en abstracto. Puesel amor concreto de la mujer a los seres que la rodean se proyecta a las cosasinanimadas que de algn modo estn vinculadas a ellos: una pipa, un traje, un juguete y,en general, a todos los objetos que constituyen el universo casero. Es muy caractersticode la mujer el querer trasladarse, cuando viaja, con el mximo de cosas hogareas,muchas de las cuales no tienen ningn objeto ni son imprescindibles, excepto en elsentido de que prolongan el hogar en tierras lejanas. Casi no existe marido que nodiscuta con su mujer en el momento de hacer las valijas, pues el hombre tiende a viajar

    con el mnimo de impedimentos, mientras la mujer, si fuera posible, lo hara con la casaentera.

    LA MADRE CINAGA. La Madre es el barro original en casi todas lasmitologas primitivas. El odio de Weininger a su madre se manifiesta en el odio a lofemenino en general y a lo que tiene de cenagoso, informe y sucio. De all su

    platonismo. Aspira a estar lo ms lejos posible de la cinaga, en el topos uranos.

    PERO TIENE ALMA LA MUJER? Para el joven Weininger es clarsimo: NO.Para l, como para Aristteles, el principio masculino es el activo y formador, el logos,mientras que el principio femenino constituye la materia pasiva; el alma es forma,entelequia, y, por lo tanto, est ausente en la mujer.

    En trminos menos filosficos: la mujer es una especie de viscoso protoplasmaque adopta cualquier forma porque no tienen ninguna. De donde su notoria capacidad

    para el teatro y la simulacin. De donde que sus opiniones sean las de su marido o de suamante (cf. Two or Three Graces, de Huxley).

    En consecuencia, cuando se trata de mujeres, cherchez l'homme.

    ATESMO. Secta religiosa.

    ENEMIGOS DE LA FILOSOFA. Hablar mal de la filosofa es, inevitablemente,

    hacer tambin filosofa. Pero mala.En qu lugares se reclutan estos maledicentes? En primer trmino, en loslaboratorios. Los hombres de ciencia positiva son a menudo seres del siglo XIX queviven en el siglo XX. Afirman atenerse a los hechos esos famosos hechos y slo aellos. Si les preguntamos cules son, nos sealarn un metro, una balanza, una columnade cifras, un termmetro, una pesa, algunos minerales, un hornito, ciertas placasespectrogrficas. Nos dictaminarn que tomar un metro y medir una longitud sonhechos, mientras que especular acerca de lo que es y lo que no es la medida es filosofa,es decir, puro charlatanismo. Ahora se han vuelto ms cautelosos, porque han odo decirque su clebre Metro del Archivo esa especie de Nicols Lenn de los cientificistas,

    bajo campana ha resultado un delincuente. Sin embargo, a pesar de todos los chascos

    epistemolgicos que les ha deparado, es ms fcil que un hombre de ciencia se ra de untratado de filosofa que de un metro. Al menos, muchas veces los he encontrado

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    jaraneando ante un tratado de filosofa y jams he encontrado a ninguno de ellosrindose ante un metro, aunque fuese un metro sin campana de vidrio. Por cierto quecuando le preguntaba el motivo de su algazara, el hombre iniciaba una tartamudeanteexplicacin de ndole metafsica.

    La segunda legin se la encuentra en las calles, en los cafs, en las sobremesas, en

    los escritorios de negociantes y hombres prcticos (No me venga usted confilosofas). En otras palabras, entre los hombres realistas, o sea esos seores que temenal nmero 13, que tocan madera cuando mencionan la salud, que se ren en 1491,cuando alguien viene con el proyecto de descubrir Amrica, que sucesivamente hanrechazado los antpodas, el paraguas, la ametralladora, la radiactividad, la teora deEinstein, los microbios, las ondas hertzianas. Ms brevemente: entre esos realistas quese peculiarizan por rechazar futuras realidades. Esa gente se re de la filosofa, laconsideran sinnimo de charlatanismo, la combaten, la juzgan perniciosa para las

    buenas costumbres y la estabilidad. Y todo ello en frases fundadas en vertiginosos einconscientes postulados metafsicos. Porque, como dijo Goblot: Le philosophe est lemoins mtaphysicien des hommes; le savant lest un peu plus que lui; le vulgaire lest

    perdument.

    FIDELIDAD DE LA MUJER. Weininger no menciona en su vasto insulto quecuando todos los discpulos con excepcin de Juan haban abandonado a Jess pormiedo al populacho, cuatro mujeres lo acompaaron hasta el final, entre ellas una

    prostituta.Tampoco recuerda que detrs de muchos grandes hombres Edipo, San Agustn,

    los Gracos, los macabeos, San Francisco, Abelardo, Goethe, Nietzsche, Schopenhauer,Napolen hubo una mujer.

    ES HONORABLE NO SER COMUNISTA? Marx tom de Hegel el llamadomtodo dialctico. Con qu razn y en qu medida se puede afirmar que la dialcticahegeliana puede ser investida y puesta como fundamento del materialismo no es temaque yo vaya a desarrollar aqu; me permitir recordar el anlisis hecho en Hombres yengranajes. En este momento slo me interesa destacar que la teora de undesenvolvimiento a travs de contradicciones les parece legitimar, a la mayor parte delos comunistas, cualquier clase de error. Tomada en esta acepcin tan fructfera, ladialctica es apta para justificar toda la serie de equivocaciones de la InternacionalComunista. Pero lo doblemente paradojal es que de pronto abandonan el mtododialctico para instalarse slidamente en lo que ellos llamaran la lgica metafsica, lalgica del s y del no. Nada de sntesis dialctica: anttesis irreductibles.

    Ahora estamos en medio de una lucha mortal entre los capitalistasnorteamericanos y los comunistas rusos. Parece que la mejor tradicin hegeliana podrasugerirnos una sntesis, una suerte de negacin de la negacin, colocndonos porencima de ambos bandos. Craso error: se est con Mosc o con Wall Street; o se firmaobsecuentemente cualquier papel que nos presenta el Partido Comunista (en susnumerosas hiptesis inocentes) o se es un lacayo del imperialismo yanqui.Inesperadamente, estos neohegelianos deciden que el eterno proceso dialctico haterminado. Con la misma impavidez filosfica con que el profesor Hegel dictamin quela encarnacin de la Idea haba llegado a su trmino en el Estado Prusiano y en suorganizacin policial. Fue una pena para la simetra metafsica que la historia hayaseguido su curso, ignorando esa decisin del profesor Hegel. Pero he aqu que los

    profesores de la Academia de Mosc deciden hacer lo mismo, sin que el fracaso de sumaestro les sirva de leccin.

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    Que se puede no ser comunista y no obstante ajeno a Wall Street e inclusodeseoso de un rgimen social ms humano y justiciero, puede probarse con la simplemostracin de tales personas. La lista podra incluir a casi todos los pensadores yescritores de Occidente: Thomas Mann, Albert Einstein, Bertrand Russell, HermannHesse, Mahatma Gandhi, Benedetto Croce, Nicols Berdiaeff, G. K. Chesterton, Miguel

    de Unamuno, Jacques Maritain, Georges Bernanos, Max Scheler, Martin Buber.En cuanto a la teora, puede sostenerse que la anttesis Nueva York-Mosc ha deser superada en un tipo de sociedad socialista no totalitaria, fundada en comunidadesautnticas, no en mquinas sociales. Ni el individualismo capitalista ni el colectivismosovitico son soluciones verdaderamente humanas, puesto que el hombre no es un yoaislado ni un engranaje, sino un ser en comunidad con sus semejantes.

    Es trgico y siniestro que el fanatismo y la mala fe difundan el sofisma ocomunista o fascista. Parece que inevitablemente hubiese que ser de un lado o delotro partidario del terror, la venganza, la opresin, la calumnia, la duplicidad y elservilismo que caracterizan a todos los regmenes totalitarios.

    EL APOCAMIENTO FILOSFICO. Los filsofos, en su mayor parte, sontmidos por naturaleza y odian lo inesperado. Pocos de ellos seran legtimamentefelices como piratas o ladrones. En consecuencia, inventan sistemas que tornancalculable el futuro, por lo menos en sus contornos fundamentales. El supremo

    practicante de este arte fue Hegel. (Russell.)

    NOVELISTAS Y PERSONAJES. La diferencia entre un escritor que crea unpersonaje loco y un loco est en que el escritor puede volver de la locura.

    Ingenuidad de los que imaginan que Dostoievsky es un personaje de Dostoievsky.Claro que buena parte de l vive en Ivn Karamazov, en Dimitri, en Aliosha, enSmerdiakov. Pero no hay que suponer, por eso, que Dimitri sera capaz de escribirLos

    Karamazov.Entre la novela y la vida hay la misma diferencia que entre el sueo y la vigilia: el

    escritor cambia, disfraza la realidad para ejecutar actos infinitamente deseados. Y, comoen los sueos, esos cambios, esos disfraces, son casi siempre inconscientes.

    SOBRE EL DORMIR. A propos du sommeil, aventure sinistre de tous lessoirs... (Baudelaire: Journaux intimes.)

    DESDOBLAMIENTO DEL CREADOR. Los personajes centrales de Anouilhson casi siempre muchachos que se aferran al amor absoluto y a la pureza; aun al precio

    de la muerte, se niegan a madurar, es decir, a relativizarse. El tiempo relativiza siempre,inevitablemente convierte lo puro en impuro, la ilusin en realidad. Madurar esenvejecer, ensuciarse las manos, volverse sensato, aburguesarse, entrar en el juego delas conveniencias y de la razn; en suma, transformarse en un cochino.

    Cren es el hombre maduro. Antgona, la muchacha que se niega a aceptar la vidatal como es, que se resiste a jugar ese siniestro juego de la existencia. Dnde estAnouilh? Sus sueos, sus ansiedades ms profundas, sus nostalgias ms tenaces, sumelancola, estn en Antgona. Pero su vida real, su cotidiano y srdido herosmo, enCren.

    As nos pasa a todos.

    RELATIVISMO ESTTICO. El famoso criterio de los peritos: es bello lo quelos peritos encuentran bello. Bach es superior a Strauss porque as lo afirman los

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    peritos.Objecin: cmo se sabe que un seor es perito? Porque prefiere Bach a Strauss.Resultado: Bach es superior a Strauss porque as lo afirman los seores que

    prefieren Bach a Strauss.

    FILOSOFA DE LA HISTORIA. Cuando Paul Valry escribi su Introduction la mthode de Lonard de Vinci no saba nada sobre este personaje, segn su propiaconfesin. No se puede negar que el sistema tiene sus ventajas: permite emitir la ideaque se tiene sobre Leonardo con absoluta pureza, sin el embarazo que siempre suscita larealidad histrica sucia, contingente, arbitraria, difcilmente sistematizable. Por esoes normal que los escritores de biografas partan de una concepcin apriorstica y luegoescarben un poco para encontrar los elementos que se ajusten a ella. As se elaboranColones que representan la Avaricia, o el Fanatismo de la Esfericidad de la Tierra, o elEspritu Visionario, o la Generosidad de las Reinas.

    En el extremo opuesto se encuentran los profesores que sostienen la doctrina delos hechos; estimulados por diversas confusiones generosas, mantienen que el

    historiador debe atenerse humildemente a los hechos. Pero cules? Imagino queninguno de estos historiadores va a pretender atenerse a todos, ya que en ese caso habraque anotar no slo la cantidad exacta de ganado vacuno existente en Nnive en elmomento de su destruccin, sino, tambin y con sumo cuidado, la posicin de las patasy el estado de sus sistemas nerviosos.

    Si no se acepta este grandioso programa, es evidente que se deber seleccionarhechos y entonces viene lo divertido. Porque sucede que esos honestos profesores quehablan de objetividad se ven obligados a elegir entre los infinitos hechos y para elegir esnecesario un criterio, y la palabra criterio es la tmida sinonimia de la palabra teora.

    Con lo que no escribiremos la Historia, sino las Historias. Para una escuela serms importante sealar la aparicin de la mquina de vapor; para otra, la rebelin de loshusitas.

    Consciente o inconscientemente, una historia est precedida de una filosofa de lahistoria; y en ese dilema, es preferible que est precedida de una filosofa consciente,

    pues de lo contrario la preceder una de psima calidad. As, esos profesores queimaginan estar exentos de charlatanismo filosfico porque se limitan a enumerarcaones y generales, simplemente profesan alguna confusa metafsica militarista de lahistoria.

    CASTICISMO. Segn se sabe, consiste en escribir como si viviramoscuatrocientos aos atrs en Talavera de la Reina.

    Hay muchas maneras de impedir la comunicacin entre los hombres. Esta es lams apreciada por los profesores de gramtica.

    IDIOMAS PUROS. Qu pensar de una doctrina que aconseja aplicar la filosofade Hegel o el funcionamiento de una radio con palabras como carreta, buey, casco,guerra, cuerno de caza y Nibelungo? Esta doctrina fue vociferada por los gramticosnazis. Y aunque sin el apoyo de campos de concentracin expresa bastante bien elideal de los acadmicos franceses y espaoles.

    DICCIONARIOS. Ni Shakespeare, ni Cervantes, ni Dante, ni Montaigne pudierongozar de los beneficios de un Diccionario de la Academia. Eso explica la muchedumbre

    de errores que afean sus obras y que muchos manuales tienen la precaucin desealarnos. Tal vez con el deseo de que no se repitan.

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    ENTRE LA AVENTURA Y LA TORRE DE MARFIL. El derrumbe de nuestrotiempo suscita dos actitudes opuestas entre los artistas e intelectuales: el lanzamientohacia la aventura y la accin (Malraux, T. E. Lawrence, Saint-Exupry); o el refugio enla torre de marfil (Valry, Borges). Accin o contemplacin, existencia o esencia. Y es

    probable que en ambos casos acte la misma y misteriosa fuerza, que busca el orden enmedio del furioso caos; pues el hombre tiende siempre quiz por pavor csmico ala bsqueda de un orden, ya sea instaurando la ciencia, la religin, el estado, las artes,los sistemas filosficos, o la polica.

    El hroe de La nusea, ante el gelatinoso universo de las cosas y los seres,experimenta la necesidad de refugiarse en el universo acerado y limpio de lo necesario.Desde las ms oscuras profundidades del cuerpo asciende hacia el espritu un instintivoasco por el desorden, y la ansiedad fsica se transforma en una ansiedad metafsica.

    La aventura y la torre de marfil se pueden hasta dar en la misma persona, envirtud de esa ley psicolgica, ya entrevista por Herclito, de la enantiodromiareguladora de los contrastes. Pascal pas del esencialismo matemtico al

    existencialismo de su mstica; Saint-Exupry pasaba de la aventura a la mecnica y a lasmatemticas.

    El extravertido corre hacia la accin, mientras el introvertido se encierra en sutorre de marfil. Pero todos tenemos en germen ambos personajes, de tal modo quemarcan el ritmo de nuestra vida, como dice Goethe, en armnica sucesin. Slo que laoscuridad y el terror pueden hacer que el matemtico o el poeta no salgan jams de sutorre al caos; o que el calor de la lucha, el vrtigo de la aventura, la borrachera de lasangre y de la muerte impidan a los hombres como Lawrence volver a su torre paraentregarse a los aorados clsicos. Y as, en las pocas caticas como sta, uno de losdos yos puede quedar hundido en el fondo de la inconsciencia, y el ritmo armnico sequiebra.

    LA LENGUA Y LA VIDA. Desde los tiempos en que Platn discuta esteproblema, cierta clase de profesores emiten la desesperada teora de la racionalidad yestabilidad de la lengua. Desgraciadamente, casi nunca la realidad parece tener encuenta nuestros deseos y esa melanclica tendencia es la causa de innumerablesdesconsuelos.

    El revuelto proceso de que forma parte el hombre en sociedad promueve unaincesante transformacin del idioma, hasta el punto de que si en un instante dado seimpusiera una lengua lgicamente perfecta como el esperanto al cabo de un par desiglos habran estallado los cuadros de su sintaxis, de su lxico y de su fontica. El

    pueblo, como el nio y el creador, se expresa con imgenes; y las palabras, que estabandestinadas a tener una significacin nica, se hacen equvocas, oblicuas y hasta opuestascomo en nimio y lgido. El camino de las lenguas es as tortuoso e irracional comola vida. De otro modo, el latn no se habra convertido en espaol y hoy estaramoshablando como Cicern, o como Buda, o Dios sabe en qu.

    Ciertos inspectores de la moralidad lingstica cuya misin consiste en perseguir las malas costumbres actuales en nombre de las malas costumbresconsagradas hablan de corrupcin, queriendo referirse, supongo, a latransformacin de la lengua. Por qu, en ese caso, en vez de extasiarse conCervantes no lo vituperan? Acaso no saben que ese individuo escriba en un latndescaradamente corrompido?

    PASCAL. crire contre ceux qui approfondissent trop les sciences.

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    (Descartes.)

    CIVILIZACIN Y BARBARIE. Sarmiento llevaba a Quiroga bien dentro de s:es al caudillo lo que el supery al inconsciente. Lo insulta, lo escarnece, lo ridiculiza,pero cunto lo admira, qu secretamente lo comprende y lo siente!

    PENSADORES AL ESTADO QUMICAMENTE PURO.Sera razonable que entre pensador y hombre hubiera la mnima diferencia

    posible. (Kierkegaard.)

    LENGUAJE ARGENTINO. Unamuno: El pueblo espaol, cuyo ncleo deconcentracin y unidad histrica dio el castellano, se ha extendido por dilatados pases,y no tendr personalidad propia mientras no posea un lenguaje en que, sin abdicar en loms mnimo de su peculiar modo de ser, cada uno de los pases que lo hable hallen en lla ms perfecta y adecuada expresin de sus sentimientos e ideas... Y hacen bien loshispano-americanos que reivindican los fueros de su hablar, los que en la Argentina

    llaman idioma nacional al brioso espaol de su gran poema Martn Fierro.El mismo pensamiento, aunque paradojalmente expresado, desarrolla el doctor

    Mario Bonfanti, memorable gramtico fabricado por H. Bustos Domecq: Quienesazacanadamente regruen que es de novacheleros el afn de sopalancar y engrer lanovsima parla indocastellana, muy a las claras patentizan su mustia condicin deantaones, cuando no de pilongos y desmarridos. Lo que en buen romance quieredecir: En Amrica no debemos escribir como el doctor Bonfanti.

    Este lingista, que nos infiere marbete, chascarrillo y tiovivo, y que no sedetiene ante horrores como contralorear, pertenece a la misma casta de prosistas queson capaces de ensuciar una pgina de ms para evitar la repeticin de un que, como siesta humilde repeticin pudiese ser peor que el resto de su producto.

    El casticismo en Espaa es una calamidad bastante enrgica por causa de laAcademia; pero aqu es frecuente encontrarse con gentes que, a pesar de sus brbarosapellidos, o por eso mismo, resultan ms espaolistas que los madrileos, hasta el puntode imitar hasta sus barbarismos. Y as, tomando por elegancia de lenguaje lo quemeramente es una confusin metropolitana de dativo por acusativo, nos dicen: lesconocimos en la calle, o la dimos un libro.

    No es que yo salga ahora a defender la coherencia gramatical y las normassagradas. Simplemente salgo a defender el derecho a quedarnos con nuestros propios

    barbarismos.

    LA GRAN CLARIDAD DE LA EDAD MEDIA. Gustave Cohen establece lasdiferencias las ventajas del cristianismo francs; el espaol es sombro, el italianoes pagano, etc.; el francs, en cambio, en el orden filosfico ser racional y en muchosaspectos racionalista. Eso es. Ejemplo: Saint Thomas d'Aquin.

    ESTRATOS DEL AMOR. A los tres estratos del ser humano carne, alma,espritu corresponden tres manifestaciones del amor, desde el rigurosamente animal einstintivo hasta el amor espiritual, fenmeno peculiar del hombre. Pero no aparecen enrecintos hermticos, ni son estticos, ni definidos, pues todo lo que se refiere a la vida esdinmico y contradictorio. De tal manera que es fcil discernir matices sexuales en elms alto amor espiritual Santa Teresa, San Juan de la Cruz, como inesperados

    tonos espirituales en el amor fsico.

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    LA ANSIEDAD DE LOS FIJISTAS. La idea de fijar un idioma nace de laingenua creencia en su insuperable perfeccin. Personas ansiosas y maravilladas instana guardarlo en una vitrina, a cubierto del polvo, alejado del riesgo callejero, del vulgoignorante, de los escritores brbaros e irrespetuosos. No satisfechos con el vanidososentimiento de poseer la mejor lengua, pretenden adems ser sus depositarios absolutos.

    El resultado es conocido: tambin ellos terminan por vivir en una vitrina, velando uncadver embalsamado, mientras el espritu de la lengua vaga por la ciudad.El asunto de la vitrina comienza para nosotros en 1492, cuando Nebrija le deca a

    Isabel que la lengua castellana estaba ya tanto en la cumbre, que ms se pudiera temerel descendimiento della que esperar la subida. Que Nebrija se equivocaba, comofatalmente se equivocan todos los gramticos, lo demuestra la existencia de algunosconsiderables escritores posteriores a ese peligroso instante: Cervantes, Quevedo,Gngora, Lope, Rubn Daro, Unamuno, Baroja, Ortega, Sarmiento, Hernndez.

    Con teleolgica candidez, el pobre Nebrija crea que su poca constitua algoenorme y especial. Candidez parecida a la de Saint-Pierre, para quien los meloneshaban sido creados con rajas para facilitar su consumo en familia. Pretendemos que la

    evolucin de millones de aos a travs de amebas y megaterios se ha realizado para queel Hombre Contemporneo goce de ciertos privilegios, sin advertir que una de lasirremediables caractersticas de ese Hombre es la de estar dejando de serContemporneo a cada minuto que pasa.

    SOBRE LA EXISTENCIA DEL HOMBRE. Somos como esos presos aperpetuidad que construyen barquitos dentro de una botella, o lapiceras de colores.

    CLSICOS. La edicin castellana de La divina proporcin en Buenos Aires mesume en complicadas meditaciones. La magnfica edicin, el alto precio, el hermosottulo y el oscuro contenido deciden su destino: regalo de cumpleaos. Y quin, porDios, se va a poner a descifrar a Luca Pacioli por el mero hecho de cumplir treinta ycinco aos?

    Hablando en trminos generales, el destino de todo clsico es finalmente el regalode cumpleaos. Y cuando se est al lado de una billetera o de un ramo de flores se

    puede estar seguro de pertenecer a la Historia de las Letras, pero tambin a la Historiade la Ignorancia.

    EL FAMOSO BUEN USO GRAMATICAL. Una persona respetuosa de laGramtica jams incurrira en una frase como Hoy hacen, seor, segn mi cuenta, unmes y cuatro das.... Esta brbara falta de concordancia, esta conversin de acusativo

    en sujeto, es un indicio de mala educacin gramatical. Aunque tal vez pueda ser unindicio del desdn que Cervantes tena por los pedantes.Tratndose de ese autor, la mayor parte de los preceptores se pondrn, o se habrn

    puesto ya la lectura de gramticas no es mi pasin, a buscarle alguna justificacinlgica o editorial. Y, en ltima instancia, no faltar quien eleve esa falta al rango deexcepcin aconsejada por el buen uso. Ese clebre buen uso, tan fcil de percibir unoscuantos siglos despus, cuando se tienen todas las garantas de que ese aventurero queescriba en el crcel era un genio literario.

    Porque con las incorrecciones gramaticales pasa como con los golpes de Estado:si sus ejecutantes fracasan, el golpe es titulado siniestra intentona y sus jefescalificados de bandoleros; pero si triunfan, seala una fecha histrica y sus jefes se

    convierten en hroes y modelos patriticos que deben ser imitados.

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    Herodias, sin aburrimiento pero sin entusiasmo, sin admiracin sincera por toda esajoyera de eptetos. Se me ocurre que esta continua perfeccin tiene algo de inhumano ymata cada frase al paso, sin fallar en una.

    He reledo la leyenda de Saint-Julien l'Hospitalier y esta vez he quedadodecepcionado. Desde luego, hay frases que por s solas parecen resucitar toda la Edad

    Media, pero lo ms a menudo el estilo, el famoso estilo de Flaubert, se interpone comouna pantalla entre el asunto y la emocin que este asunto debe producir; una pantallamagnfica, convengo, una pantalla erizada de joyas... Se gustara ms, al precio dealgunos defectos, un estilo que diese la impresin de respirar como un ser viviente, conesa libertad que tena Flaubert cuando no se vigilaba, cuando olvidaba su corona deflores de naranjo.

    LOS ITALIANOS Y LA FRASE. Como observa Thibaudet, Napolen hacafrases cuando se diriga al pueblo, pero jams en su correspondencia privada. Stendhal,que se vanagloriaba de su rama Guadagni, lea el Cdigo Civil antes de ponerse aescribir, como manera de no caer en la grandilocuencia de la poca. Y no confundamos

    esta forma de ser con frialdad de espritu, no imaginemos que la pasin debe expresarsecon grandes frases: al contrario, hay motivos para pensar que las grandes frases se hanhecho para manifestar la falsa pasin; mientras que la exaltada dureza, la concisin, lanitidez de Dante corresponden a la mxima potencia emocional. Stendhal era unromntico con lenguaje de jurista y matemtico.

    Desde Dante hasta Pirandello, la mejor tradicin italiana ha sido la de la precisiny la sobriedad. La pompa de sus peores exponentes es consecuencia de esa incredulidadde fondo que suele encontrarse en los italianos, de su cnico, de su escptico realismo.Solamente los extranjeros crean en las frases de Mussolini: los ms exaltados de sus

    partidarios se encontraban fuera del pas.

    EL ESTILO DE CIERTOS GRAMTICOS. Me hace recordar a la musculaturade los atletas profesionales de circo.

    ACERCA DEL MAL GUSTO. Ce qu'il y a enivrant dans le mauvais got,c'est le plaisir aristocratique de dplaire. (Baudelaire.)

    NUEVA EDUCACIN. En algunos tericos de la nueva educacin he odohablar de libre iniciativa. Supongo que consiste en permitirle al chico que toque el

    piano, si lo desea, pero en quitarle el cuchillo de la mano si se propone matar alhermanito. Me imagino. Pues los partidarios de este extrao culto no sern tan fanticos

    como para facilitar el asesinato de los hermanos menores en mrito a la doctrina.Lo que, en otras palabras, significa que el nio goza de libre iniciativa exceptocuando no goza de libre iniciativa. Lo que, probablemente, se ha de parecer bastante a lavieja educacin.

    LA ETERNA ILUSIN. Contiene, sin embargo, segn mi conviccin, lafrmula irrefutable de un pensamiento que, lo repito, no podr ser combatido una vezque haya sido expresado. (Spengler, a propsito de la idea central de su libro.)

    A los diez aos de trazado, su esquema de la historia universal aparece como unmausoleo vaco y abandonado. Los rasgos caricaturescos, las concepciones unilateralesy arbitrarias, la simetra acrobtica con que su autor la concibi, hacan que su edificio

    fuera inhabitable desde el primer momento para la historia. (Huizinga, a propsito deSpengler.)

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    TEOLOGA. En un hotel mexicano, Diego Rivera pint un fresco revolucionarioque incluye la figura del licenciado Ignacio Ramrez. El licenciado sostiene un libroabierto, en cuyas tapas se lee: ignacio ramrez demostr, lgica y experimentalmente,que dios no existe.

    DIOS Y STENDHAL. En cambio, el autor de Rojo y negro se limit a escribir:La nica excusa de Dios es que no existe.

    EL DESDICHADO WEININGER. Para el conocimiento de lo femenino sigui unmtodo enrgico y sacrificado, aunque paradojal: no acostarse jams con ningunamujer. Semejante a Leverrier que encerrado en su cuarto de trabajo, con slo lpiz y

    papel, sin haber tocado un telescopio, indica a los astrnomos prcticos la presencia deun planeta desconocido, apriorstico, asctico y desdeoso, Otto Weininger profiricentenares de pginas contra la mujer. Su onanismo filosfico se descarga con furiasobre la mujer, su bestialidad, su sentimentalismo, su carencia de moral; ese monstruo

    no tiene memoria, no puede discriminar entre el bien y el mal ni entre la verdad y elerror, no reconoce el valor de la Ley, est desprovisto de conciencia intelectual, esincapaz de concebir el Tiempo y la Eternidad, no posee esencia ni existencia, no forma

    parte de la realidad ontolgica, es informe como un protozoario y carece de alma. Enresumen, y para emplear las propias palabras del desdichado joven: NO ES NADA.

    Es dudoso que este dictamen pueda despertar la simpata femenina, y desde esepunto de vista hay que alabar la intrepidez de su autor. De no haberse suicidado a losveinte aos, su carrera como demagogo difcilmente habra podido ser destacada. Perotambin debe decirse que si un mtodo apriorstico puede servir para planetas,escasamente es eficaz para objetos tan sutiles y complejos como las mujeres.

    SOBRE LOS VALETS. Dicen que no hay gran hombre para el valet de chambre.Cierto. Pero es una prueba contra los valets.

    LENGUAJE VIVIENTE. La gramtica oscila entre sus pretensiones lgicas y susconvenciones venerables, extremos que no ofrecen la menor defensa, ya que ni lagramtica puede fundarse en la lgica, ni las convenciones son inmutables. DesdeHumboldt se sabe que el idioma no es ergon, sino enrgeia, no producto hecho, sinoactividad, energa viva en perpetua transformacin. Las categoras gramaticales, lejosde ser la expresin de categoras lgicas, apenas son la petrificacin de hechos

    psicolgicos.

    Es intil, pues, que los profesores nos vengan con sus ucases. Es intil que laAcademia Espaola nos prohba usar la apcope recin si no es con un participiopasado, porque desde Sarmiento no hay un buen escritor argentino que no la use, ascomo siguen escribiendo inmiscuyo y agilizar. Y quin, que no sea un incurable

    pedante, va a decir en nuestro passolecito, mamata y cieguezuelo?Despus de todo, siempre se es brbaro respecto de algo, como Dante lo fue

    respecto del latn. Siendo as, quedmonos con los barbarismos vivientes y expresivos,en vez de llenarnos la boca con barbarismos antiguos. Esos mismos preceptores que hoynos abruman con Dante, lo habran criticado de haber sido sus contemporneos por suempeo de expresarse en dialecto vulgar, cuando tena a su alcance el fijo, limpio yesplendoroso latn. Pero Dante les habra vuelto la espalda in gran dispitto, pues saba

    que el nico lenguaje del artista es el viviente, el lenguaje en que se vive, se ama y semuere; ya que en los instantes esenciales de nuestra existencia todos mostramos estar

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    hechos con idntica materia: modesta, precaria, popular. Cuando el estudiante culteranofue sacudido por Pantagruel, el miedo lo volvi autntico y comenz a gritar en dialectolemosn. Muchos escritores prefieren emplear palabras presuntuosas, en parte porque anadie le gusta mostrar a las claras que lo que dice es una trivialidad, y adems porquedetrs de esos ruidos no hay ni autntica vida ni autntica muerte: no hay ms que

    literatura. El verdadero creador, en cambio, har como el poeta castellano, que deca:Quiero fer la pasin del seor sant Laurent en romanz, que la pueda saber todala gent.

    SOBRE LA CLARIDAD DE EXPRESIN. La desgracia de los escritorespenetrantes y claros es que se los toma por superficiales, y, por consiguiente, nadiemuestra inters por ellos; y la suerte de los escritores oscuros es que el lector se extenasobre ellos y pone a su cuenta el placer que le produce su diligencia. A estemalentendido llama Nietzsche dos clases de desconocimiento.

    LITERATURA. Otra observacin de Nietzsche: El mejor autor ser aquel a

    quien le d vergenza ser hombre de letras.

    LGICA DEL LENGUAJE. Problemas que desearamos ver resueltos por los quehablan de la lgica del lenguaje: fsico atmico, antologa potica, etc. Qu, sonfsicos que van a estallar de un momento a otro, antologas elaboradas poticamente?Adems, ni siquiera es consecuente en sus locuras el lenguaje: un mdico tuberculosoes, en efecto, un mdico tuberculoso.

    ESE ARISTTELES. Hay muchas maneras de medir el poder de los genios. Unade ellas es la de medirlo por la fuerza de sus equivocaciones. Cuando un pobre diablo seequivoca o enuncia una idea evidentemente falsa, le volvemos la espalda y nosocupamos de otra cosa; su teora habitualmente no trastorna ms que la cabeza de sunovia. Pero cuando un genio se equivoca, arrastra consigo grandes masas humanas y

    proyecta su sombra sobre vastos sectores de tiempo. En este sentido, creo, debemosinterpretar la afirmacin de Schopenhauer de que Aristteles constituye una de lasgrandes calamidades de la historia. Le debemos la lgica y buena parte de la filosofa;

    pero, hasta bien entrada la poca moderna, casi dos mil aos despus de su muerte, susdiscpulos se negaban a verlos satlites de Jpiter que alguien les mostraba a travs deun telescopio.

    La idea de asimilar la gramtica a la lgica fue tambin sugerida por Aristteles yhubo que llegar hasta el siglo XIX para que el mito empezara a desprestigiarse. No

    obstante lo cual, muchos longevos profesores, puesto que evidentemente han nacidopara el siglo XVIII, seculares y enrgicos, nos persiguen con sus garrotes estagiritas.

    PECADO E INFIERNO. Baudelaire: Ce qu'il y a d'trange dans la femme prdestinationc'est qu'elle est la fois, le pch et l'enfer.

    PALABRAS. Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeas palabras; a lainversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.

    DOCTRINAS LINGSTICAS. El descubrimiento del snscrito en el siglo pasado revolucion las viejas ideas, revel la relacin entre las diferentes lenguas

    indoeuropeas y, sobre todo, mostr que el lenguaje se transforma constantemente. Perocomo todos estaban entusiasmados con los monos y the struggle for life, la lengua,

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    hecho cultural, cay en el torbellino biologista: se empez a hablar de lenguas madres ehijas, de luchas entre vocablos, de supervivencia de los ms aptos. Como si la lenguamera equiparable a un eucalipto o a un marsupial.

    Frente a esta calamidad se levant la otra, la de los mecanicistas. Era por eltiempo en que Fechner, precediendo al doctor Gallup, organizaba un desfile de

    ciudadanos alemanes delante de rectngulos, para ver si el plebiscito favoreca a laseccin de oro. La invencin de algunos ingeniosos aparamos indujo a otros laboriosossabios a registrar y analizar las oscilaciones producidas por la palabra caramba o porla tdura de los guaranes. Y as, la teora del lenguaje vacil entre el biologismo y elmecanicismo, entre los monos y los fongrafos.

    Y sin embargo Humboldt haba echado ya las bases de su magna doctrina. Perotendra que pasar casi un siglo para que se valorasen las ideas de este hombre. Hubo queesperar hasta el momento en que empezamos a advertir que la realidad, que toda larealidad, no puede ser interpretada mediante monos y fongrafos.

    LENGUAJE DE LA CIENCIA Y LENGUAJE DE LA VIDA. Muchas de las

    actuales confusiones de la gramtica y de la lingstica se deben en mi opinin aque no se distingue la existencia de dos lenguajes, ms o menos superpuestos: ellenguaje de la vida y el lenguaje de la verdad.

    Primero el hombre vive en el universo y luego reflexiona sobre su esencia. Y esinevitable que al ir construyendo, poco a poco, burdamente, el mundo de los conceptos,su ciencia y su filosofa, se valga de las palabras que tiene a mano, de esas palabras que,como piedra y calor, le han servido para sobrevivir, simplemente para sobrevivir. Ycomo de algn modo esos imperfectos signos tienen parentesco con los fantasmas delcielo platnico, como en alguna medida la palabra piedra sugiere la transparentepiedridad que desde all arriba rige su existencia, el hombre resulta capaz de irseelevando hacia el puro mundo de las ideas merced a ese imperfecto conjunto dematerializaciones. Pero esta tara antropomrfica no nos debe engaar sobre la esenciade aquel universo platnico que debe, finalmente, ser expresado con un lenguaje desmbolos creados para l y slo para l. En ese instante el lenguaje de la ciencia sesepara para siempre del lenguaje vital.

    Ahora bien: la lgica, por la que tanto suspiran los gramticos ansiosos deencontrar una base firme al tembladeral en que se mueven, tiene muy poco que vercon el lenguaje de la vida; su sede es el lenguaje de la ciencia. Me parece necesario quede una buena vez nos convenzamos de esta verdad.

    El lenguaje de la ciencia puede ser lgico porque sus proposiciones se refieren almundo esttico y unvoco de las esencias; y no tienen otro objeto que expresar y

    comunicar verdades. Nadie pretende que, adems, la frase persuada, despierteentusiasmo o adhesin, suscite grandes manifestaciones populares de odio o alegra.Desde este punto de vista, es una desgracia que los hombres de ciencia tengan queservirse a menudo de palabras concretas, vitales, cotidianas, para simbolizar sus objetosabstractos; pues esas palabras vienen cargadas de afectos que nada tienen que hacer enel reino del pensamiento puro y que ms bien perturban y han perturbado sudesarrollo. Razn por la cual la ciencia ha terminado por buscar su lenguaje propio,totalmente inventado para sus necesidades: una tranquila multitud de smbolosdesposedos de cualquier otro significado que el convenido por sus creadores.

    Muy diferente es el lenguaje que se emplea en el mundo del hombre concreto. Enprimer trmino, porque su realidad no es lgica, y luego porque no slo o ni siquiera se

    propone comunicar un conocimiento o una verdad: ms bien pretende expresarsentimientos y emociones, e intenta actuar sobre el nimo de sus semejantes,

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    incitndolos a la accin, a la simpata o al odio. Es, por lo tanto, un lenguaje insinuante,absurdo y contradictorio. En este dominio de lo viviente, se suele ver a hombres

    patticos, con una Gramtica entre las manos, como evangelistas con la Biblia,intentando vanamente ser escuchados por la turba.

    LAS ASTUCIAS DEL LENGUAJE. El lenguaje de la vida y de la literatura noobedece a leyes rgidas, porque su objetivo no es decir verdades sino lograr victorias. Secambian a cada instante las modalidades del juego, como en el poker, para tomardesprevenido al adversario, para engaarlo con recursos inesperados.

    El lenguaje de la ciencia es el lenguaje de la verdad. El de la vida y de la literaturaes el lenguaje de la mentira.

    Como aquellos oficiales de carrera de Cesar and Cleopatra que se irritabanporque los chacareros italianos les ganaban batallas contra todas las leyes del artemilitar, los gramticos se fastidian cuando ven a escritores que se imponen sin la menorresponsabilidad gramatical.

    LPIDA PARA PASCAL O LPIDA PARA VALRY? Et qui, ayant changsa neuve lampe contre une vieille, se perd coudre des papiers dans ses poches, quand tait lheure de donner la France la gloire du calcul de l'infini... (Valry).

    MARXISMO. Benedetto Croce se pregunta en qu sentido es verdadero elenunciado general de que la historia es lucha de clases. Responde:

    1 Cuando existen las clases.2 Cuando tienen intereses antagnicos.3 Cuando tienen conciencia de este antagonismo.O sea que la historia es lucha de clases slo cuando es lucha de clases.

    NUESTRAS OPINIONES CAMBIAN. Croce era en 1898 un marxistaconvencido y termin siendo un idealista del extremo opuesto.

    Quizs el espritu de cada uno realiza aceleradamente el proceso espiritual de lahumanidad entera. Quiz se deba pasar tambin en lo que a las ideas se refiere porlos estadios de ameba, batracio y mamfero. Desde luego, esta evolucin no es fatal nicompulsiva: muchos permanecen toda la vida, orgullosamente, en la categora de amebao batracio. Acusando de inconsecuentes a los mamferos que los observan en su mesa dediseccin.

    ESCRIBIR LO NECESARIO. No es que me repugne lo extenso: me repugna lo

    extendido, que no es lo mismo.DE LEIBNIZ A POE. Para Leibniz no existen en el Universo hechos brutos ni

    casualidades: todo tiene su raison d'tre, y si muchas veces no la alcanzamos es porquenos parecemos a Dios pero no lo suficiente. De todos modos, el ideal del conocimientohumano es el de ir reduciendo la masa catica de las verdades de hecho al orden divinode las verdades de razn. Los fsicos, que encajan el tumultuoso movimiento de unacatarata en una frmula matemtica, realizan en la tierra ese ideal leibniziano; el da enque los hombres puedan calcular un odio o deducir un crimen, Leibniz por fin respirartranquilo. Mientras tanto, algunos escritores policiales tratan de calmarlo.

    Edgar Poe, aficionado a las ciencias fsico-matemticas, invent de golpe y en

    toda su perfeccin el gnero policial estricto. Procede as: mediante una hiptesis, tratade hacer coherentes un conjunto enigmtico de hechos; un guante ensangrentado, un

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    cadver, una impresin digital, un cigarrillo a medio fumar, una sonrisa; esa hiptesisdebe explicarel crimen mediante los hechos restantes, del mismo modo como un fsicoexplica el estallido de una estrella merced a las presiones, temperaturas y masas. Esteejercicio es estrictamente racional y aseado. Como corresponde a un temperamento

    platnico, el caballero Auguste Dupin no es propenso a andar por los tejados, ni a

    disfrazarse, ni a manejar el revlver: simplemente construye cadenas de silogismos. Sucriminal podra y tal vez debera ser designado por el smbolo 22akM-gamma.

    NOVELAS POLICIALES? Solamente en el caso en que el acento est colocadosobre eljuego, el artificio, elpasatiempo. Hace bien Graham Greene en calificar a susnovelas policiales de entertainments. Pero no veo razn fuera de razones comerciales

    para que se califiquen de policiales a novelas como El cartero llama dos veces. Ental caso, por qu no calificar tambin de policial a Crimen y castigo?

    SOBRE LA PRESUNTA JERARQUA DEL GNERO POLICIAL. En general,nadie lo toma en serio: ni el literato que lo fabrica por algo se pone seudnimo ni

    el editor que lo industrializa, ni el lector que lo consume. Con razn esta literatura laleen los negociantes cansados que viajan en avin.

    En la novela corriente, el acento est colocado sobre la verdad, sobre el drama,sobre lo humano; en la narracin policial (estricta), est puesto sobre el juego, sobre elartificio. La investigacin del enigma es un pasatiempo, y tiene ni ms ni menos

    jerarqua que un problema de ajedrez o una ingeniosa charada. Por eso no hay en estetipo de literatura drama autntico, aunque abunde lo ms dramtico de la vida, que es lamuerte. Los personajes parecen disfrazados o actores que, en cuanto terminen con sutrabajo del da, irn juntos criminales y detectives a tomar una copa al bar mscercano.

    Ahora bien: muchos autores se resisten a admitir esta jerarqua subalterna yentonces nos sealan la riqueza psicolgica de tal novela o la excelente descripcin deun poniente en tal otra.

    Ninguna de esas instituciones acadmicas que cuidan la pureza del gnero tolerala inclusin de un elemento que al final no tenga su exacta posicin en el rompecabezas;destinada a confundir al lector, sera condenado como un deshonesto recurso. As,ningn autor respetable incluir un guante con manchas de sangre o un hermoso paisajeque no tengan que ver con el crimen. Es cierto que el guante ensangrentado es msgrosero y que ni siquiera tiene el mrito literario del paisaje. Pero lgicamente, ambosconstituyen elementos ajenos, y por qu ha de ser repudiable un guante gratuito y no loha de ser un paisaje igualmente gratuito, aunque sea hermoso? Estamos tratando de

    descubrir un crimen o de extasiarnos ante la belleza universal? A menos que eseponiente tenga su raison dtre en el sentido leibniziano de la expresin, no hayargumento alguno que permita tolerar semejante contingencia. Aparte de que una buenadescripcin de la naturaleza puede ser tan despistadora para el lector como un guanteensangrentado, en cuyo caso es de una deshonestidad ya directamente vergonzosa. Enuna narracin policial estricta todos y cada uno de los elementos que aparecen debentener una rigurosa y determinada relacin con el enigma que se investiga: desde laforma de una carpeta de mesa hasta un bello poniente. Como este grandioso programaes utpico, toda novela policial es fatalmente imperfecta.

    De acuerdo. Pero al menos que sus autores no nos vengan a invocar susimperfecciones como muestra de su jerarqua literaria. Qu diablos.

    ACERCA DE LOS BRILLANTES DETECTIVES. El gnero policial estricto,

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    desde sus orgenes, busc la originalidad y la sorpresa. Una de las paradojas queinaugur fue la de prescindir de la polica; quiero decir, la de reemplazar un cuerpo

    profesional atacado de perenne idiotez por brillantes aficionados que descubren losenigmas ms intrincados entre dos estudios de arte chino o dos partidas de bridge. Ascomenzaron a desfilar matres retirados, como Herms Theocopullos; rentistas

    melmanos y einstenianos, como Philo Vanee; caballeros geniales, como SherlockHolmes. Que yo sepa, la reduccin al absurdo de esta raza fue lograda por dos escritoresargentinos Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, al inventar a don IsidroParodi, detective aficionado que resuelve las charadas criminales encerrado en su celdade la Penitenciara Nacional. Parodi resulta as la rplica exacta del astrnomo puroLeverrier, que enclaustrado en su cuarto de matemtico, mediante el razonamiento

    puro, descubre un nuevo planeta.La raz de este fenmeno debe buscarse en la esencia racionalista y leibniziana del

    gnero policial estricto. No habra sido verosmil encomendar los complicados procesoslgicos a un cuerpo tan reconocidamente tonto como el cuerpo policial, que si bien ha

    producido campeones de box no ha dado jams un filsofo de cierto renombre.

    Nada impide, en cambio, que esos sagaces detectives se encuentren fuera, entrerentistas refinados o profesores de ciencias. Estos aficionados deben estar dotados deuna genial lucidez, apta para distinguir la trama racional debajo del confuso caos de larealidad, las vrits de raison debajo de las vrits de fait. De modo que hasta donIsidro, con su matecito azul y su cucheta, resulta un modesto simulacro de Diosleibniziano: encerrado entre las cuatro paredes de su celda, realiza una discreta ysuburbana versin de la charactertstica universalis.

    Pero el gnero naci de la noble necesidad de racionalizar y asombrar, lo que loimpulsa a una constante renovacin de recetas. Y as como al comienzo el criminal erael individuo menos sospechoso y luego fue menester abandonar esa ingenua variante

    porque no puede asombrar ms que una sola vez; del mismo modo se trat de inyectaruna curiosa originalidad haciendo que los crmenes los descubra la polica: el

    bondadoso comisario Maigret, de Simenon, o el inspector Buhle, de Peyrou. Claro queya no es el torpe funcionario de antes sino un polica que slo es concebible despus delgnero policial, despus de este viaje de ida y vuelta hasta el reino de la logstica. Estedetective de Peyrou no golpea ni tortura: es tranquilo y eficaz; y ha trado delamateurismo esa singular propensin a la cultura filosfica que llega significativamentehasta la admiracin por Leibniz.

    De este modo, al final de su excntrico periplo, la narracin policial se acerca a larealidad, ya que, al fin de cuentas, nunca se ha visto que un crimen verdadero haya sidodescubierto por un golfista o un crtico de arte; mal o bien generalmente mal,

    generalmente no en forma tan cientfica como quera Poe, generalmente con una mezclade razonamientos y tumefacciones que acercan el gnero ms a la fsica que a lamatemtica pura es siempre la polica quien descubre los crmenes. No me parecemalo que de vez en cuando tambin los novelistas policiales reconozcan este moderadohecho.

    QU ES EL LENGUAJE POTICO. Mairena en su clase de Retrica y Potica:Seor Prez, salga usted a la pizarra y escriba: Los eventos consuetudinarios

    que acontecen en la ra.El alumno escribe lo que se le dicta.

    Vaya usted poniendo eso en lenguaje potico.

    El alumno, despus de meditar, escribe: Lo que pasa en la calle.Mairena:

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    No est mal.

    RIQUEZA DE VOCABULARIO. Un poema del seor Domenchina:Mi corporeidadmnima y acicular es apta. Su tensin esotrica a la

    adiaforia capta, a la emocin impulsa y al entusiasmo rapta.

    EXPRESIONES DE LAS QUE USTED, JOVEN ESCRITOR, DEBE HUIRCOMO DE LA PESTE. La alegra reinaba en su rostro, el dolorestaba, pintado en sucara, el rubor coloreaba sus mejillas, su boca era encantadora, respiraba honradez.

    La tea de la discordia, la voz del honor, la hidra de la anarqua, el Sol delProgreso, el campo de las conjeturas, el arsenal de las leyes, la balanza de la justicia, laaurora de las libertades, las tinieblas de la ignorancia, la espada de la Ley, la tirana delas pasiones, la moderna Babilonia, una verdadera Torre de Babel, la prfida Albin, elOso Moscovita, el To Sam.

    Redoblar sus transportes, abrir su corazn, sentir un nudo en la garganta, parrselelos pelos de punta, aspirar embelesado, impresionar gratamente, sembrar cizaa.

    Las madre naturaleza, el rey de los astros, el astro rey, la luna plateada, los ptalosaterciopelados, el vistoso colorido, el jardn engalanado.

    El conflicto blico, el carro de Marte, la nueva tesitura internacional.Un fino ensayista, un fino poeta, un espritu tico.

    EL ARTISTA Y LA FEMENIDAD REPRIMIDA. Segn Jung llevamos ennuestro inconsciente, ms o menos reprimido, el sexo contrario. Si esta teora es cierta,las creaciones ms vinculadas a la inconsciencia, como la poesa y el arte, seranexpresiones de su feminidad. Y, en efecto, qu ms femenino que el arte, aunque (o

    porque) sea realizado por hombres? El artista sera as una combinacin de laconciencia y razn del hombre con la inconsciencia y la intuicin de la mujer.

    Si en esa combinacin predomina la inconsciencia, el arte es romntico. Sipredomina la conciencia, es clsico.

    Lo romntico es as lo femenino, lo irracional, lo ondulado y misterioso. Loclsico es, en cambio, lo masculino, lo racional, lo rectilneo, lo explicable.

    ESCISIN MASCULINA DE LA REALIDAD. En el hombre el sexo es unapndice, no slo desde el punto de vista anatmico sino tambin fisiolgica y

    psicolgicamente: est hacia fuera, hacia el mundo, es centrfugo. En la mujer est haciadentro, hacia el seno mismo de la especie, hacia el misterio primordial. En el hombre elsemen sale, es proyectado hacia fuera, como su pensamiento hacia el Universo; en la

    mujer, entra. Esa proyeccin masculina implica separacin, escisin, desvinculacin delhombre respecto de su simiente. En la mujer, al contrario, implica unin, fusin.Cuando el acto carnal termina para el hombre, para la hembra comienza. En cierto

    modo, la mujer es toda sexo.Por eso, tal vez, y como lo sostiene Jung, a pesar de ser la mujer una criatura

    esencialmente ertica, para ella la relacin sexual tiene menos importancia que laanmica; en tanto que los hombres tienden a confundir eros con sexualidad y creen

    poseera la mujer cuando la poseen sexualmente, siendo que en ningn momento laposeen menos, pues para ella slo importa de veras la posesin ertica, es decir anmica,sentimental. Eros es, en suma, relacin entre almas y es el principio supremo de lamujer, as como el logos, inters por las cosas, es el principio supremo de la

    masculinidad.Como consecuencia de su caracterologa sexual, centrfuga, el hombre tiende a

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    crearotra realidad, que se aade a la natural: la realidad cultural, con su tcnica y susideas, con su ciencia y su filosofa, con su arte y su literatura. En tanto que la mujertender a reunificar la realidad escindida por el macho, volviendo lo cultural al senomaterno, es decir, al seno de la naturaleza primordial y eterna, humanizando yanimizando las cosas inertes, la tcnica y los productos del arte y de la ciencia,

    psicologizando todo. Para la mujer las ideas puras no existen y no tienen sentido, soncasi un juego descabellado, prolongacin de la insensatez infantil. Y si las tolera, si lasescucha y hasta si las admira es en virtud de su maternal ternura por los seres (loshombres) que quiere y que es capaz de admirar hasta en sus actos de demencia.

    Excepto cuando advierte que esos misteriosos sistemas de ideas confieren unmisterioso poder a los hombres. Pues entonces actan sobre ella las dos fuerzas, siempreadmiradas, del misterio y del poder. En esos instantes cumbres se suele ver a lasmujeres, perplejas, extticas como ante un dolo, boquiabiertas, musitando frases como:Y yo que lo crea un loco.... Es, tal vez, la frase que ha de haber pronunciado la seorade Cristbal Coln.

    DEFECTOS DE LA MUJER. Dice La Rochefoucauld que los defectos nacen dela exageracin de las virtudes. Las virtudes de la mujer son su altruismo por la especie,su capacidad de sacrificio personal por los hijos y los hombres bajo su cuidado. Por esomismo su mundo es concreto y pequeo, personal, vital. Pero de ah a las pequeeces y,lo que es peor, a la pequeez, hay un paso; y al egosmo de hormiga, al comadreo, alchismorreo pequeo, a los celos viscerales.

    El hombre tambin se equivoca, pero al menos se equivoca haciendo una guerramundial o un sistema filosfico.

    SEXO Y DOMINIO. Adler y Freud no son tan independientes como ellos mismospretenden, ni como podra parecer a primera vista. No es una casualidad que Adler hayasido engendrado por Freud: sexo y dominio son el anverso y el reverso de la mismarealidad.

    Cuando un hombre entra en una mujer, lo hace como un conquistador en un pasenemigo y exclama eres ma; as como el conquistador clava con una simbologafreudiana una pica o una espada en el territorio que acaba de invadir. Esta bivalenciaes constante y podra construirse toda una doctrina ertica de la conquista territorial, ascomo la posesin fsica de la mujer podra ser vista como una posicin territorial de eseanimal sediento de poder que es el macho. Ha habido individuos en los que el sexo setransmut casi ntegramente en ansia de podero geogrfico, como Napolen. Y en tantoel coronel Lawrence como en Malraux, el combate militar y poltico est vinculado a

    una especie de parasexualismo. En toda la novelstica de Malraux, la posesin carnalaparece unida al combate fsico. Muchos crticos han sealado (cf. G. Picn, C.Mauriac) la preeminencia que en l tiene el amor fsico en relacin con la violencia, latortura, la angustia metafsica y a la muerte. Buena parte de sus personajes vivenobsesionados por la impotencia. El orgullo del sexo no es nicamente la manifestacinde su masculinidad personal sino el de la especie entera, que habla por l. Para Malraux,

    Les liaisons dangereuses es una mitologa de la voluntad y sus personajes no tienensino cartas de dos colores: vanidad y deseo; una mezcla permanente de voluntad y sexoes su ms poderoso medio de accin.

    SOLEDAD Y COMUNICACIN. El Yo aspira a comunicarse con otro Yo, como

    alguien igualmente libre, con una conciencia similar a la suya. Slo de esa manerapuede escapar a la soledad y a la locura.

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    De todos los intentos, el ms poderoso es el del amor. Pero es intil que lo hagacon un robot, o con una prostituta que convierte el amor en sexo mecnico, o con unamujer que obedezca a poderes magnticos: en cualquiera de esos casos slo lograrsatisfacer sus necesidades sexuales. El cuerpo de los dems es un objeto y mientras elcontacto se realice con el solo cuerpo no existir sino una forma del onanismo.

    Solamente mediante la plena relacin con unsujeto (cuerpo y alma), podremos salir denosotros mismos, trascender nuestra soledad y lograr la comunicacin. Por eso el sexopuro es triste, ya que nos deja en la soledad inicial, con el agravante del intentofrustrado. Berdiaeff sostiene que el instinto sexual tiene un elemento demonaco ydestructivo, pues nos arroja en el mundo puramente objetivo, donde la comunicacin noes posible y la soledad definitiva. De ah que el erotismo exclusivamente sexualaparezca tan frecuentemente unido a la violencia, al sadismo y a la muerte. No pudiendollegar a la otra subjetividad, no pudiendo satisfacer su ansia de comunin espiritual, elhombre se venga inconscientemente, desgarrando y odiando.

    Se llega as a la paradoja de que la nica forma de escapar a la subjetividad totales mediante lo ms extremadamente subjetivo que existe: no la razn (que es objetiva)

    sino la emocin; no mediante la ciencia y las ideas puras sino mediante el amor y elarte. As se alcanzan esos universales concretos que establecen puentes entre lossujetos.

    TRASCENDENCIA E INMANENCIA. En la mujer se entra, todo converge haciaella, hacia su misterioso interior, pasivo y terrestre. El sexo es casi su esencia, pues noslo abarca un desmesurado espacio sino que su tiempo vivo tiene o tendra encondiciones biolgicas normales que estar ocupado casi ntegramente por el sexo ysus consecuencias. En tanto que en el macho el sexo casi no tiene importancia ynicamente la adquiere, aunque en intenso grado, en momentos de su existencia. Demanera que cuando para el hombre termina el acto, para la mujer empieza. Apenasconsumado, el hombre es libre, mientras que la mujer queda encadenada al acto queacaba de realizar, primero de una serie misteriosa y profunda que han de sobrevenirle;

    para los cuales se recoge en s misma, se vuelve hacia el centro de su tero, que tambines el centro de su existencia, busca la calma y la serenidad, la conservacin de lo suyo,de su hogar materializacin externa de la matriz, como lo prueban hasta los msoscuros smbolos onricos. Y as, mientras ella se encierra en su casa, el macho se lanzaa la aventura, a la conquista de otras realidades fsicas o espirituales. El hombre setrasciende constantemente, en tanto que la mujer se encierra en su inmanencia.

    Podemos pensar el mismo problema desde otra perspectiva: el hombre tiende aldinamismo, la mujer al estatismo. Siendo el espacio la dimensin esttica y el tiempo la

    dimensin dinmica, podramos afirmar que la mujer es espacial y el hombre temporal.No es asombroso, por lo tanto, que en todas las tradiciones y mitos la tierra, espacio porantonomasia, representa a la mujer: para los indios, la Tierra Prithivia es la madredel gnero humano;Dmeteres a la vez la diosa madre y la personificacin de la Tierra;en casi todas las mitologas se habla de la madre Tierra. En la tierra acontece lareproduccin de la vida en sus formas ms primitivas y la simbologa arcaica vinculasiempre la fecundidad terrestre a la fecundidad de la hembra, as como vincula el aradoal hombre que rasga a la mujer y la abre para la maternidad: arar la tierra es smbolo decpula en los sueos y en los mitos.

    LA OBSESIN DE LA MUERTE. Las religiones son algo as como sueos

    metafsicos y, por lo tanto, revelan las ansiedades ms hondas del ser humano.Del hecho de que las religiones prometen la vida de ultratumba debemos inferir,

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    pues, que la obsesin de la muerte es la ms profunda.

    MUERTE Y CPULA. No debe atribuirse a un simple sentimiento deirresponsabilidad ni desenfreno la locura sexual que acomete a hombres y mujeresdurante las catstrofes, terremotos y guerras. Tambin es significativo que el nmero de

    nacimientos aumente durante y despus de los grandes cataclismos destructivos.

    ACERCA DE LA IMPOSIBILIDAD DE TRADUCIR. No hay traducciones sinouna teratolgica multitud de inmigrantes, cuyos rostros, cuyos acentos, mantienentodava el aire original, pero cuya manera de vestir y de hablar imita grotescamente lamanera del pas que los recibi. Tal como ese Rasklnikov que sabamos leer hacemuchos aos en las versiones de Maucci, que pareca deambular mejor dicho,discurrir por la Puerta del Sol, rodeado de golfillos y seoritingos, murmurando

    palabras tan increbles como piscolabis y tentempi.Lo que es inevitable, porque la lengua viva de un pueblo est entraablemente

    enlazada a su historia, a sus montaas, a sus rboles, a su tierra y a su cielo. Y las

    palabras tienen el color y el olor de la tierra en que se formaron. Rasklnikov toma t ensu patria, pero su doble espaol toma un t con olor a chocolate. El lenguaje de la vida,equvoco, oblicuo e insinuante, est adherido al paisaje como una sonrisa al rostro quela sostiene. Trasladar un texto literario a otro idioma es empresa tan melanclicamenteineficaz como la de esos millonarios americanos que imaginan poder traerse los viejosfantasmas de un castillo escocs reconstruyendo el castillo en Wisconsin.

    Las nicas traducciones rigurosamente posibles son las de la ciencia, porque susexpresiones son lgicas y sus palabras unvocas. La proposicin el calor dilata loscuerpos puede ser trasladada a cualquier idioma sin que su espritu pierda un pice desu sentido.

    En cambio, las traducciones literarias son una temblorosa tentativa de interpretarun mensaje de signos equvocos mediante otro conjunto de signos equvocos.

    As como una misma nota musical cobra distinto timbre en diferentesinstrumentos, la misma palabra producir distintas resonancias al pasar de una lengua aotra. Decimos vaso en francs, y al pronunciar verre ya est sonando su primeraarmnica: vidrio y, como consecuencia, ya nos llegan lejanas resonancias defragilidad,de transparencia, de sonoridad. Ninguna de estas armnicas superiores subsiste encastellano, mientras aparecen otras que confieren diferente timbre a la palabra traducida.La fidelidad a la nota fundamental habr implicado as infidelidad a las resonancias, y alos sutiles estremecimientos que un buen escritor logra provocar con esas resonancias.

    Esas armnicas pueden tener origen en la etimologa, en la historia de un pueblo,

    en sus clsicos, en la psicologa de sus gentes, en sus leyendas, en sus sangrientasluchas fratricidas: todo nico e intransferible. La palabra ceibo no tiene las mismassugerencias para un francs que para nosotros.

    Ms que nacional, el lenguaje es en ltima instancia individual. El formidable ycasi desesperanzado problema del artista es el de trascender su subjetividad mediantesus voces, sus desesperados murmullos, sus equvocos signos. Y lo increble es que lologra.

    ORLANDO TRADUCIDO POR BORGES. El padre de Orlando, o quiz suabuelo, la haba cercenado de los hombros de un vasto infiel. Y ms adelante: Sevolvi a Orlando y acto continuo le infiri el borrador de cierto memorable verso. Este

    infiri me suena a Borges. Busco el trozo correspondiente en ingls y leo, en efecto:He turned to Orlando and presented her instantly with the rough draugth of a certain

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    famous line. S: vasto infiel, infiri el borrador, memorable verso, todo eso esborgiano. Pero habra sido deseable evitar el ingrediente borgiano en la traduccin? Sipara eludirlo se hubiese recurrido a un mediocre escritor, slo se habran reemplazadolos acentos personales de valor por mediocres acentos de valor. Y no se comprende porqu habra de preferirse un sello individual a otro por el solo mrito de ser chato e

    insignificante.La verdad es que la nica versin fiel de Virginia Woolf podra ser realizada porVirginia Woolf. Del ingls al ingls.

    GENEALOGA DE LA ETERNIDAD. Egipcios (hieratismo, geometrismo,abstraccin de su arte) Pitgoras (viaj por Egipto) Platn (recibi la herencia

    pitagrica y rfica, eternidad = geometra = Ideas) Cristianismo (a travs de losplatnicos).

    LITERATOS. La profesin de escritor tiene su lado penoso, que consiste en queel trabajo lo obliga a uno a mezclarse con una serie de literatos. Para guardar las

    apariencias, una o dos veces al ao, hay que concurrir a una reunin a pasar varias horasen compaa de crticos, autores radiales y gente que lee libros. Todos ellos hablan una

    jerga que slo pueden entender los literatos. nicamente despus de proceder a unapurificacin de fondo puede uno recobrarse y caminar con la cabeza en alto, como unser humano. (E. Caldwell.)

    Dios os libre, lectores, de chocar con un literato, con un genuino y estrictoliterato, con un profesional de las letras, con un ebanista de prosa barnizada. Ser una delas mayores desgracias que pueda sobreveniros. (Unamuno.)

    SOBRE EL TNEL. Mientras escriba esta novela, arrastrado por sentimientosconfusos e impulsos inconscientes, muchas veces me detena perplejo a juzgar lo queestaba saliendo, tan distinto de lo que haba previsto. Y, sobre todo, me intrigaba lacreciente importancia que iban tomando los celos y el problema de la posesin fsica.Mi idea inicial era escribir un cuento, el relato de un pintor que se volva loco al no

    poder comunicarse con nadie, ni siquiera con la mujer que pareca haberlo entendido atravs de su pintura. Pero al seguir al personaje, me encontr con que se desviabaconsiderablemente de este tema metafsico para descender a problemas casi trivialesde sexo, celos y crmenes. Esa derivacin no me agrad nada y repetidas veces pensabandonar un relato que se apartaba tan decididamente de lo que me haba propuesto.Ms tarde comprend la raz del fenmeno. Es que los seres de carne y hueso no puedennunca representar las angustias metafsicas al estado de ideas puras: lo hacen siempre

    encarnando esas ideas, oscurecindolas de sentimientos y pasiones. Los seres carnalesson esencialmente misteriosos y se mueven a impulsos imprevisibles, aun para el mismoescritor que sirve de intermediario entre ese extrao mundo irreal pero verdadero de laficcin y el lector que sigue sus dramas. Las ideas metafsicas se convierten as en

    problemas psicolgicos, la soledad metafsica se transforma en el aislamiento de unhombre concreto en una ciudad concreta, la desesperacin metafsica se trasforma encelos, y el cuento que pareca destinado a ilustrar un problema metafsico se convierteen una novela de pasin y de crimen. Castel trata de apoderarse de la realidad-mujermediante el sexo. Pero es tan vano ese empeo! Adopt la narracin en primera

    persona, despus de muchos ensayos, porque era la nica tcnica que me permita dar lasensacin de la realidad externa tal como la vemos cotidianamente, desde un corazn y

    una cabeza, desde una subjetividad total. De manera que el mundo externo apareciera allector como al existente: como una imprecisa fantasmagora que se escapa de entre

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    nuestros dedos y razonamientos. (Y hay crticos que me han reprochado ciertaimprecisin fantasmagrica en el mundo exterior a Castel.) Por fin, cuando el

    protagonista mata a su amante, realiza un ltimo intento de apoderarse de ella, de fijarlapara toda la eternidad.

    SOBRE LA VIOLENCIA Y LA DISONANCIA. Cuando se comparan las ltimaspartituras de Mozart con las primeras, comprendemos el valor de la disonancia, su poderde perforacin a travs de los estratos de mera belleza para alcanzar la reginmetafsica. Es lo que, en mayor escala, ha pasado con la literatura de nuestro tiempo:Baudelaire, Rimbaud, Dostoievsky, Faulkner.

    El buen gustoprescinde de la violencia, de la disonancia, del terror. Es lo menosque debe exigirse a los escritores mediocres (el buen gusto).

    LA OBSESIN CENTRAL DE SARTRE. En toda su obra reinan dos obsesiones:la suciedad y la mirada; pero ambas derivan de una sola, poderosa y central: el cuerpo.

    Scrates y Sartre: los dos son feos, odian el cuerpo, detestan a la mujer, sienten

    repugnancia por lo blando y viscoso, por lo contingente y sensorial. Los dos ansan unmundo platnico. Para Scrates, como para Sartre, la encarnacin es la cada, el maloriginal. Cul es el sentido menos corporal, ms intelectual? La vista. Por eso los doscondescienden a la vista. Desde aquellos griegos enemigos del cuerpo, la filosofa sehizo una pura contemplacin, desdeando la carne y la musculatura y la sangre. Huboque esperar hasta nuestro tiempo para que la carne y la sangre entraran en la filosofa,con el existencialismo y la fenomenologa. Lo grave, lo paradojal para Sartre es que

    psicoanalticamente es un platnico y conscientemente un existencialista. Tal vez estaparadoja explique muchas de sus contradicciones.

    La vista, sin embargo (o por lo mismo), es para Sartre no meramentecontemplativa sino activa: ordena la realidad, crea el mundo desde el caos, esdemirgica. Con la vergenza tpica de los feos, concede a la mirada de los otros un

    poder sobrenatural: nos penetra, nos petrifica. Jams un personaje de Sartre se dejarver desnudo, o de atrs.

    INSEGURIDAD Y CONQUISTA. La realidad que pasa fugaz e inasible antenuestros ojos es como la prefiguracin de la muerte. Ansiamos la eternidad, es decir el

    presente absoluto. Y de ah nuestra obsesin por fijar todo, por cristalizarlo en elinstante mismo en que va a morir.

    El ciervo que huye ante el cazador es la imagen de la fugacidad que nosdesespera. La actividad primera y fundamental del macho es la caza y tal vez su raz

    metafsica sea la de luchar contra la relatividad y la muerte. La guerra, la conquistafsica o intelectual (territorios, geometras, ideas filosficas) son hiptesis de esa primera actividad venatoria del macho. Don Juan y Napolen no podran ser sinopersonajes masculinos.

    MISOGINIA Y MISODEMIA. En La condicin humana Malraux habla de lamisoginia fundamental de todos los hombres, de donde la violencia y el odio con quemuchos de sus hroes se posesionan de la mujer. Es que en la posesin est ya latente ladesesperacin de lo transitorio, la sombra certeza de que todo ha de terminar y de que,al fin, no se habr pasado de la superficie de algo, de algo que jams se podraprehender ni fijar, que se ir para siempre para dejarnos solos una vez ms.

    Cierto, pero para la clase de hombres que no aman. Ni Don Juan ama a lasmujeres que conquista, ni Napolen ama a las naciones que una tras otra van cayendo

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    entre sus garras de solitario.Dice Malraux sobre D. H. Lawrence: Un gran sabor de soledad acompaa a esos

    personajes de Lawrence. Para ese predicador del coito el otro apenas cuenta. Pero yome pregunto si para l cuenta mucho ms. La mayor parte de sus hroes persiguen la

    posesin de la mujer por la posesin misma, del mismo modo que luchan por la lucha

    misma, como en el caso del coronel Lawrence. Son individuossolitarios al estado puro,onanistas en el sentido filosfico del vocablo, seres que luchan contra la angustia de susoledad y buscan en el amor fsico y en el combate una forma de escapar a la prisin desu cuerpo y de su espritu. Pero no se escapa a la soledad cuando no ansiamos ladescendencia, y as como esos personajes de Malraux se entregan al amor estril, ascombaten con preservativo. Ambos piensan que la victoria de las masas envilece losideales, as como el amor platnico de los adolescentes cree ensuciarse en laencarnacin: lo que en parte es cierto pero al menos es humano, mientras que lanegativa adolescente a la impureza, a la relatividad, a la suciedad, es inhumana ysuicida, y en el fondo egosta y cobarde. Es fcil guardar la pureza rehuyendo la vida enel instante mismo en que va a empezar a mancharnos. La grandeza de la Antgona de

    Anouilh es cmoda y en cierta manera de mala fe; mientras la de Cren, la del hombreque acepta vivir y ensuciarse, es infinitamente ms trgica e imponente.

    Lo grave es que muchos conservamos al adolescente-Antgona en lo msprofundo de nuestra alma, mientras seguimos viviendo, como Cren. As le pasa aAnouilh mismo, y ciertamente as les pasa a Malraux y al coronel Lawrence. Por esoson desesperados.

    Los hroes de Malraux buscan en la posesin de la hembra la posesin de smismos, una culminacin frentica del propio Yo, un ahondamiento, al mximo de

    potencia, de su propia subjetividad, una suerte de xtasis solipsista. Estos grandesangustiados, que en el fondo odian o desprecian a la mujer, la usan apenas como uninstrumento, as como usan a las masas comunistas o rabes o indochinas. TantoMalraux como el coronel Lawrence encabezaron la rebelin de los dbiles contra losfuertes, pero no hay que engaarse: slo les interesa la lucha por la lucha misma, y meimagino que en muchas noches de reflexin se hayan preguntado para qu,puesto queen el fondo de su espritu prevean que todo ira bien mientras durase la fraternidad delcombate, esa especie de coito colectivo, pero que al terminar, sobre todo al terminarvictoriosamente, todos los hombres se parecen un poco: comunistas o nacionalistas,rabes o turcos.

    SOBRE LOS PROSTBULOS. En la prostitucin se puede alcanzar el sexo alestado puro, y consecuentemente, el ltimo grado de la desesperacin. Los prostbulos

    son siempre tristes.LA INMORTALIDAD. Ansiamos oscuramente la inmortalidad. La mujer la

    encuentra en el hijo, que es la prolongacin de su carne y de su alma, y por eso el sexotiene para la mujer una trascendencia metafsica que no tiene para el hombre. Cuandotermina la cpula, delante de la hembra est el hijo, delante del macho est la nada; deah que se lance a otras empresas que de algn modo lo perpeten: el arte, la ciencia, lafilosofa, la guerra, la aventura.

    La cultura ha trastornado este esquema, pues generalmente la mujer prescinde delhijo. Pero me pregunto si las creaciones de la cultura que van contra un hecho tan

    profundo de nuestra esencia biolgica no deben ser miradas con pavor. Desde este

    punto de vista, el anticonceptivo es el hecho cultural de mayor gravedad en lacivilizacin de Occidente. Falta saber si en la sntesis de naturaleza y cultura, de mujer y

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    de hombre, se deber prescindir de este temible invento.

    SOBRE LA NECESIDAD DEL LIBRE DILOGO. La vida del espritu es undilogo, en el que la verdad va saliendo tortuosamente, a menudo con violencia, en unalarga y complicada contraposicin de opiniones.

    Platn fue uno de los primeros en reconocerlo as, pero debemos convenir en quelos interlocutores del eterno Scrates con muy brillantes excepciones son ms bientontos y parecen puestos all como esas figuras de tercer orden en los malos sainetes,con el nico fin de permitir el lucimiento del capocomico. Aparte del hecho de que ladialctica tiene una tendencia a degenerar, en manos de sofistas y charlatanes, sirviendoal fin para demostrar cualquier cosa: que lo blanco es negro y que el deudor es acreedor;que era exactamente lo que Strepsades quera que el vago de su hijo aprendiese deScrates. No por nada la palabra dialctica qued tan desacreditada y termin por servir

    para la demostracin de cualquier clase de poltica, como la de sostener que la forma depreparar el Advenimiento de la Verdad es la mentira y la calumnia, y que la manera deinstaurar una Sociedad Justa y Pacfica es la crcel, los campos de concentracin en

    Siberia y la polica secreta. As como, en virtud de eso que se llama coincidentiaoppositorum, pudo verse en la Alemania de 1933 cmo los stalinistas se aliaban a loshitleristas para apalear, dialcticamente unidos, a pacficos social-demcratas.

    Dilogo, s. Pero no sofstico ni catequstico, en los que siempre sale ganando elautor del libreto. Dilogo libre, hertico, mal educado. Ya que al fin de cuentas laverdad tiene mucho que ver con la mala educacin, puesto que la buena es atenerse a lasnormas consagradas. Razn por la cual los primeros filsofos griegos, que andabanrecitando y bailando sus verdades por las calles y ferias, fueron a menudo tomados porlocos y corridos a pedradas.

    La educacin y la ortodoxia son fuerzas tan sutiles y poderosas queconstantemente asimilan esas travesuras, santificndolas y, por lo tanto, hacindoles

    perder su energa juvenil; como esos padres que no descansan hasta ver aburguesados asus hijos revolucionarios.

    Este fenmeno de acomodacin replantea eternamente la necesidad vivificante dela heterodoxia, con el paradjico resultado de que los que apoyan a los Galileoscanonizados persiguen y llevan ante las nuevas inquisiciones a los nuevos Galileos quesiempre aparecen por ah. Este tema ha sido abundantemente expuesto y no vale la penainsistir. (Cf.Los hermanos Karamazov. )

    TRADUCCIONES. Nunca comprend por qu se sigue traduciendo El mercaderde Venecia, que sugiere un falso aire de antigedad, en lugar de El comerciante de

    Venecia. Lo que para Shakespeare era mercader, para nosotros es comerciante, ni ms nimenos. Y no se olvide que es una obra de Shakespeare, no de Larreta.

    CARNE Y ESPRITU. Gracias al amor sentimos lo que de carne tiene elespritu. (Unamuno.)

    DOSIS SOPORTABLE DE VERDAD. Cunta verdad soporta, de cuntaverdad es capaz un espritu? Esta fue siempre para m la ms precisa y valiosa medida...Toda conquista, todo paso adelante, en la senda del conocimiento, es fruto de