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De tertulias por el Oviedo de El Maestrante
11 de mayo de 2013 Chelo Veiga. Bibliotecaria-‐Documentalista
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“Las tertulias caseras constituían otro de los mejores recursos para pasar agradablemente las interminables veladas de invierno”1
“En una tertulia todos comprendemos que las palabras poco o nada significan; lo que tiene supremo valor y lo que irradia en los ojos de todos es el placer de hallarnos unidos (…) Las almas se comunican con las almas
sin necesidad de la lengua”2
Figure 1 Tertulia mediados siglo XIX3
“Lancia, como capital de provincia, aunque no de las más importantes, es población donde ya en 185… se había aprendido a trasnochar. Pero la gente se metía desde primera hora en algunas tertulias y sólo salía de ellas a las
once para cenar y acostarse.”4
1 SEÑAS, p. 328 2 PALACIO VALDÉS, Armando. La conversación. En: Álbum de viejo. Oviedo: GEA, 1992 3 La imagen se corresponde con una tertulia en una casa de Santiago de Chile pero nos sirve para poder imaginarnos cómo serían en Lancia. 4 El Maestrante, p. 25
3
“Eran cuatro las curiosidades que por aquella época se enseñaban a los forasteros: el teatro del Fontán, las reliquias de la Catedral, la torre y el Gabinete de Historia Natural de la Universidad” 5
“Nos situamos, estamos en el Oviedo de 1850 que no excedía mucho de su antiguo recinto amurallado aunque a penas quedaban restos de murallas, puertas o arcos. Empezaba a ir creciendo la ciudad hacia la calle Campomanes, Santa Susana, Martínez Marina, Fruela, Uría. Una ciudad pequeña, unos 15.000 habitantes, que todavía dejaba ver que había sido vasalla de la iglesia. Calles estrechas, desiguales, mal empedradas, casi siempre húmedas, oscuras, llenas de sombras, alumbradas por las pequeñas luces de aceite. Convivían en la ciudad los palacios con pequeñas casas algunas de ellas todavía recuerdo de un Oviedo rural, porque Oviedo nunca ha perdido de vista el campo”6
Figure 2 Oviedo desde el Naranco. Grabado de 18507
“La capital de Asturias no ofrece apenas, en su aspecto material, nada que pueda fijar la atención y hacerla interesante. Asentada sobre el lomo de un verde collado, sus contornos son bellos, como lo es toda la provincia,
pero sin relieve; las calles, en general, estrechas e irregulares, el caserío mezquino con pocos edificios notables que lo decoren (…) Sus iglesias distan
mucho de ser joyas artísticas como las de León y Toledo. Su misma catedral, de estilo gótico, ni por su magnitud ni por la riqueza de sus
ornamentos, sale de lo común en esta clase de templos ”8
5 SEÑAS; p. 321 6 SEÑAS, 315 7 Foto: https://www.facebook.com/arquitecturadeoviedo?fref=ts 8 La novela del novelista, p. 224
4
Primera cita: la Granja, momento relax
“La Granja distaba poco más de dos kilómetros de Lancia: tenía una casa grande y vieja y destartalada: a espaldas de ella un hermoso bosque de robles y delante grandes y feraces praderas (…) El bosque (…) era una
masa de robles añosos donde no penetraba jamás un rayo de sol. El suelo estaba limpio de abrojos, tapizado de césped que convidaba a reposar.
La casa era un grande y vetusto edificio de piedra amarillenta carcomida por los años, con dos torrecillas cuadradas a los lados. Todo en ella estaba
podrido o deteriorado
Ninguna otra finca de recreo de la provincia poseía aquel regalo, procedente quizá de la primitiva selva donde se había fundado el
monasterio que dio origen a la ciudad. (…) La casa era un grande y vetusto edificio de piedra amarillenta carcomida por los años, con dos torrecillas
cuadradas a los lados. Todo en ella estaba podrido o deteriorado”9
Es una finca mitad de recreo, mitad de labor. Primero el bosque, luego la casa con su corrada; después un jardín vasto y abandonado; enseguida
praderas inmensas que se extienden por la falda de la colina y llegan hasta el río y aun lo salvan y se dilatan por la opuesta orilla (…) la paz es
profunda y sólo la interrumpe el canto de un pájaro o el mugido de una vaca. “10
Santullano Ubicada al norte de la ciudad, distanciado de la cerca, en un ambiente rural y de bosques situó Alfonso II en la primera mitad del siglo IX este complejo residencial formado por iglesia y área residencial integrada por palacio y dependencias diversas de la que no se conserva nada. Es un marco de ocio y retiro.
Templo de carácter recio y hermético, San Julián de los Prados está dedicado a los santos mártires de Antioquía Julián y Basilisa. Cumple con las características generales del Arte Asturiano si exceptuamos la existencia del transepto. Planta basilical con tres naves separadas mediante arcos de medio punto sobre pilares de sección cuadrada; empleo del arco de medio punto; sobre la capilla mayor se dispone la cámara solo accesible desde el exterior a través de una ventana geminada; empleo de sillarejo; abovedamiento total de los espacios
Destaca por su pinturas descubiertas en 1913. Son frescos que presentan motivos ornamentales de tradición romana y bizantina divididos en tres niveles: en el inferior aparecen figuras geométricas y vegetales; escenarios arquitectónicos en el intermedio y representación de palacios, alegoría a Belén y Jerusalén, con cruces con la alpha y omega en el superior. 9 El Maestrante, cap. IV 10 El Maestrante, p. 189
5
Segunda cita: Paseo del Bombé, nos enseñamos El paseo del Bombé nace como consecuencia del deseo y acuerdo de enero de 1833 del Ayuntamiento de la ciudad, presidido entonces por Joaquín M. Suárez, de construir un paseo como homenaje al nombramiento como futura reina de España de Isabel II, hija de Fernando VII.
El proyecto consistiría en acondicionar un paseo enarenadao de unos 170 metros dentro del Campo de San Francisco desde el Paseo de Chamberí hasta la calle del Rosal adornándose con árboles, esculturas, fuentes, jardines y llevaría el nombre de la futura reina. Tardará años en llevarse a la práctica siendo conocido siempre por el nombre popular del Bombé en alusion a los coches de las familias burguesas que entonces circulaban por el amplio paseo.
La influencia de los Jardines de Versalles es clara en la construcción del nuevo paseo peatonal que tenía como finalidad ennoblecer la ciudad y servir de lugar de ocio y esparcimiento. Se convierte en el lugar de tertulias, encuentros, de los ovetenses tras terminar su jornada, primeramente domingos y festivos y más tarde, diarios, sustituyendo así a la calle Cimadevilla.
Figure 3 Paseo del Bombé. Principios siglo XX11
11 Foto: Archivo Municipal de Oviedo
6
“Siempre eres el mismo. Espléndido, hermoso, encanto de los que aquí vivimos y prenda querida que recuerdan con orgullo los ovetenses que residen lejos.(..) No hay forastero que vaya sin verte (…) Ahora el ayuntamiento, mano de gato que te acicala, cuida más de ti, persuadido de lo que vales (…) En las filas de sillas que se colocan a los lados del salón, principalmente en la fila de la derecha, entrando por la escalinata de la gran vía, se sitúan muchos observadores y amantes de la contemplación desinteresada de los que pasean.12
En lo alto del secular bosque del exconvento de San Francisco acababa de construirse, invirtiendo en la obra parte de los materiales de la derribada capilla de la Magdalena del Campo, el gran paseo del Bombé así llamado por su forma combada, bombeada; paseo amplio, arenoso, en forma de salón al que concurrían los disantos, a la caída de la tarde, las encorsetadas y ensombretadas damiselas ovetenses, repleto el pecho de un enjambre de ilusiones almacenadas durante la semana y volviendo de ordinario a casa con bastantes menos” 13
Así describia en 1844, previo al tiempo de nuestra novela, el Paseo del Bombé José Caveda y Nava:14
“Se ha construido aquí últimamente un anchuroso y dilatado salón en forma de paralelogramo rectángulo, con un pavimento perfectamente horizontal, reducido y enjuto, todo de menuda guija y arena. Los sostiene por el N., en todo su largo, una robusta banqueta de cantería y graba, y al lado opuesto le orilla una graciosa plantabanda de flores con diversidad de cuadros y enverjados de madera pintada. Dos órdenes de asientos le recorren por uno y otro lado en toda su longitud, alternando con ellos grandes tiestos de arbustos, castaños de Indias, fresnos, acacias y espinelas. El testero de este espacioso ámbito describe un semicírculo donde se construyó, con poco acierto, un pesado pedestal con resaltos, para servir de asiento a la mezquina pirámide que debía coronarle. En el frente opuesto, forman el ingreso de este salón cuatro grandes jarrones de piedra de grano, colocadas sobre pedestales, cuya obra, ciertamente, no puede recomendarse ni por su ejecución ni por el pensamiento del artista”
12 PRIETO, R., LOPEZ DORIGA, J. Siluetas ovetenses. Gijón: Auseva, 1989. Reprod. Facs. de la ed. de1889. 13 SEÑAS; p. 314 14 CASAPRIMA, p. 79
7
Figure 4 Paseo del Bombé15
Era un paseo amplio en forma de salón, recién construido en lo alto del famoso bosque de San Francisco, desde donde se señoreaba todo. Este
bosque de robles corpulentos, añosos, algunos de los cuales pertenecían a la selva primitiva donde se fundó el monasterio que dio origen a Lancia, servía de sitio de recreo y esparcimiento a la población, hasta cuyas
primeras casas llegaba. Permaneció siempre en lamentable abandono; pero la última corporación municipal había llevado a cabo en él magnas
reformas que la habían valido los aplausos de los espíritus innovadores: un paseo, algunos jardincillos alrededor y una calle enarenada entre los
árboles que le ponía en fácil comunicación con la ciudad. Los días de labor no paseaban por él más que algunos clérigos con sus largos manteos negros y enorme sombrero de teja, llevando a algún seglar en medio, dos o tres
pandillas de indianos disputando en voz alta sobre el precio de los cambios o el valor de los solares de la calle Mauregato, recién abierta (….)
Ninguna dama de Lancia cometía la bajeza de presentarse en el Bombé los domingos mientras no estuviesen paseando en él algunas otras de su
categoría. De aquí que, aderezadas ya desde las tres de la tarde, con el sombrero y los guantes puestos, aguardasen al pie de los balcones,
espiándose las unas a las otras por detrás de los visillos”16
15 Foto: Archivo Municipal de Oviedo 16 El Maestrante, p. 137
8
Busto Armando Palacio Valdés Con motivo del centeneraio del nacimiento del escritor asturiano, el Ayuntamiento descubre en el Campo un busto en piedra obra de Gerardo Zaragoza para rendir homenaje al autor de El Maestrante que había también vivido en Oviedo y que en 1929 había sido nombrado Hijo adoptivo de la ciudad. La primera ubicación del busto fue en la pradera que separa el Bombé de la actual plaza del general Ordónez, donde en la actualidad se encuentra una escultura homenaje al pintor Paulino Vicente.
En 1985 el pleno municipal acepta la petición de la Unión de Comerciantes de trasladarlo al pequeño jardín que existe en la calle que lleva su nombre. En la actualidad, vuelve a estar colocado en el Campo San Francisco.
La Universidad Lugar donde Armando Palacio Valdés estudió Bachiller, por áquel entonces estos estudios se llevaban a cabo en el edificio histórico de la Universidad.
Se construye la Universidad por orden del inquisidor D. Fernando Valdés Salas entre 1574 y 1698 bajo las órdenes de Rodrigo Gil de Hontañón al que sucede Juan del Ribero. Lo que más puede llamar la atención es el contraste entre el exterior hermético, sólido y de estética conservadora frente a lo diáfano y estética innovadora del interior, patio interior que representa una de las joyas del clasicismo asturiano.
Casa de Comedias
Figure 5 Antigua Casa de Comedias en 1973 en total ruina17
17 Foto: https://www.facebook.com/arquitecturadeoviedo?fref=ts
9
Palacio Valdés, gran aficionado al teatro acudía frecuentemente a ver representaciones teatrales, en muchas ocasiones junto a su amigo Clarín.
La primitiva casa de comedias fue diseñada por el arquitecto Ignacio de Cajigal en el año 1666. Se necesitaba un espacio adecuado para las representaciones teatrales del que hasta ahora carecía la ciudad. De este edificio original solo se conserva la fachada principal de estilo clasicista muy sobria.
Tercera cita: Casa de las Meré, las celestinas
Situada en la calle del Carpio. LLamada siempre así comienza en la plaza de la Constitución y termina al final de la calle Marqués de Gastañaga, aunque parece ser que de antiguo se denominaba así a toda la zona extramuros desde la puerta de Cimadevilla al Postigo.
El nombre de Carpio es el más antiguo del callejero sin saber exactamente su procedencia, si por un batallador en Roncesvalles, si por la existencia de un Mercado de abastos. Parece que existe una leyenda que dice que en esta calle se crió el famoso Bernardo, hijo de doña Gimena, hermana del Casto, y del conde de Saldaña.
“Carpio, dice Covarrubias, que es el lugar o localidad en tierras de Castilla y Andalucía donde se venden objetos y productos diferentes para las necesidades de la vida; esto es: plaza bien abastecida. Pudo ser Mercado de extramuros (…) Dice también el Sr. Amandi, en breves indicaciones sobre las calles ovetenses, que tal vez se deriva el nombre del verbo latino carpo, para señalar una localidad despejada a propósito para secar o madurar los frutos”18
Tres o cuatro generaciones habían pasado por aquella salita de la calle del Carpio, modesta y aseada, con el pavimento de madera encerada, sillas de
pajas, sofá de damasco encarnado, cómoda de caoba atestada de chirimbolos, espejo con marco de carey y diversos cuadritos al pastel
representando la historia de Romeo y Julieta. La tertulia de las Meré era la más antigua de Lancia. Contra lo que acaece generalmente, estas
mujeres que no pudieron hallar marido tenían la manía de casar a todo el mundo. El número de matrimonios que salieron acordados de aquella salita
es incalculable. En cuanto advertían que un muchacho se acercaba a cualquier muchacha más que a las otras, ya estaban nuestras señoritas
preparando los hilos para unirlos con lazo indisoluble (…) Todas la madres
18 CANELLA, p. 110
10
de niñas casaderas las adoraban (…) en cambio, las que tenían algún hijo varón en edad de casarse solían mirarlas con recelo y antipatía.”19
Calle Cimadevilla “La calle por excelencia de Oviedo debe indudablemente el nombre a su posición en la cima o parte superior de la primitiva ciudad o villa (…) La calle debió siempre su importancia política a su comienzo en la puerta principal al S. de la ciudad (…) El terrible incendio de 1522 comenzó en esta calle, teatro en todas ocasiones de la conmociones populares (…) La capilla de San Nicolás debemos consignar aquí por tratarse el antiguo templo de Cimadevilla. Tuvo siempre la calle ovetense altísima consideración (…) Es el corazón de la ciudad (…) En ella se sitúan casas solariegas, principales comercios, casas de banca, cafés y las tertulias de apostólicos, liberales, moderados, progresistas, unionistas, radicales, republicanos del viti y del vaite, etc.”20
En el número 15 se situaba el Círculo Mercantil hasta que se trasladó en 1902 a un edificio entre las calles Cabo Noval y Santa Cruz, proyectado por Julio Galán Carvajal entre el eclecticismo de inspiración francesa y el modernismo.
Se ubican también en esta calle El Café Marañón casi enfrente de la casa de D. Juan Estrada-Rosa y la Capilla de San Fructuoso.
“Y cuando alguna vez voy a Oviedo y atravieso la calle de La Magdalena o Cimadevilla, me detengo conmivido, y me digo: Aquí fue donde Leopoldo Alas
me demostró que coaligarse era una palabra bárbara traducida del francés, y que se debe decir coligarse”21
Cuarta cita: palacio del Conde Onís, Casa de la RUA, sin rumbo
El nombre de la calle Rúa se debe al levantarse allí la casa solariega de antiguos señores.
Es el edificio más antiguo de la ciudad. Ubicado frente a la Catedral fue edificado a finales del siglo XV, superviviente del incendio que experimentó el caserio en el año 1521 y claramente una casa correspondiente a una persona principal. La casa de la familia de la Rúa es el único caso de supervivencia de arquitectura civil de la Edad Media ovetense, testimonio del
19 El Maestrante, p. 153 20 CANELLA; p. 107-109 21 La novela del novelista, p. 279
11
prestigio, influencia y poder económico de sus propietarios. Tiene aspecto todavía de torre-fortaleza.
Perteneció, parece ser, al contador de los Reyes Católicos y el emperador Carlos V don Carlos de la Rúa, pasando su propiedad en el siglo XVII a un marqués de Santa Cruz de Marcenado.
Figure 6 Casa de La Rúa22
El palacio de los condes de Onís merece especial mención en esta historia. Es un edificio antiquísimo, el más antiguo de la ciudad en unión de algunos
restos de la primitiva basílica que aún quedaban en pie. No se había salvado otra cosa del horroroso incendio que en el siglo XIV había
destruido la población. Su aspecto más era de fortaleza que de mansión. Pocas y estrechas ventanas cortadas por columnas de piedra, distribuidas caprichosamente por la fachada; una pared lisa de piedra, ennegrecida por los años; algunos agujeros cuadrados cerca del techo, a guisa de aspilleras;
una gran puerta de medio punto reforzada con grandes clavos de acero. Por dentro era inmensa y tenía más alegría. El patio ancho, más ancho que la calle. Por la parte trasera la luz del mediodía bañaba sus ventanas. Los árboles de la huerta metían las ramas por ellas, sirviendo de fresca cortina
para templar sus rayos. El conjunto de aquel vetusto caserón ofrecía misterio y encanto singulares para los lacienses dotados de imaginación (…) Su fachada (…) daba a la calle de la Misericordia, una de las más céntricas
22 Foto Archivo Municipal de Oviedo
12
de la ciudad. Una de las ventanas, quizá la más ancha, enfilaba la calle de Cerrajerías, y por ella se veía la catedral lejos. 23
Palacio de Miranda-‐Valdecarzana-‐Heredia Fue la última iniciativa de reconstrucciones de viviendas al estilo barroco de la ciudad para la familia Heredia que carecía de vivienda en la ciudad y que se la adquirió al Marqués de Valdecarzana en esos momentos en apuros económicos. Aunque se le atribuye a Reguera hoy se sabe que aunque el proyecto fue suyo el resultado final no le corresponde. El casino
La Torre La torre sufrió toda una serie de desdichas, “ Primero el incendio en 1521; en el año siguiente un temblor de tierra; y en 1575 un rayo destruyó la cruz grande de bronce sobre dos bolas en el coronamiento de la torre, derribando al paso el chapitel y otros adornos, prendiendo fuego al maderaje; diez años después otro huracán derrocó muchas piezas labradas del mismo remate de la torre, pero fue mayor el desastre de 1723 en que otro rayo derribó nuevamente cruz y bola “24
Figure 7 Torre de la Catedral25
“Su misma catedral, de estilo gótico, ni por su magnitud ni por la riqueza de sus ornamentos, sale de lo común en esta clase de templos. Pero su
torre (…) es la más esbelta, la más armónica, la más primorosa de cuántas existen en España”26
23 El Maestrante, p. 86-87 24 CANELLA; p. 218 25 Foto. Archivo Municipal de Oviedo 26 La novela del novelista, p. 224
13
Iglesia de San Tirso De la primera mitad del siglo IX, etapa de Alfonso II. De la iglesia primitiva sólo se conserva el testero del ábside principal. Sillarejo con sillares a soga y tizón en esquinas. Ventana trífora ajimezada enmarcada por un alfiz. La ventana se correspondería con la cámara sobre el ábside. Columnas de mármol reaprovechadas ruinas romanas.
Quinta cita: casa de Quiñones León, PALACIO VELARDE, la crème de la crème
Pedro Velarde encarga a Manuel Reguera, en estos momentos ya con una fama y reconocimiento, el proyecto de la construcción de su vivienda en la ciudad. Esta obra representó el ultimo palacio barroco construido de nueva planta en Oviedo. Aunque no de manera segura, se baraja el inicio de la obra hacia 1765, momento en el que Pedro Velarde había conseguido ampliar el espacio disponible adquiriendo viejas viviendas o permutando terreno. Las obras se concluyen en 1770 con un gasto de unos 33.000 ducados.
La fachada principal se abre hacia la calle más importante, Sana Ana (Santa Lucía) y en ella encontramos el enorme escudo familiar debajo del cual se permitió, por primer vez, la firma del arquitecto que incluyó en el texto los dos momentos de la obra: el proyecto y la ejecución “Ynbenta. Y consta. Por Manl Reguera González”. El resto de fachadas son más sobrias
14
Ilustración 1 Final de la calle de Santa Ana con fachada del Palacio Velarde27
El viento soplaba más recio en la travesía de Santa Bárbara que en ningún otro paraje de la población. Esta vía abierta entre el palacio del obispo y las tapias de un patinejo de la catedral, donde viene a caer la cadena del pararrayos, pasa a su terminación por debajo de un arco y forma lóbrego recodo en que el huracán se encalleja y clama y se lamenta en noches tan
infernales como la presente28
La calle Santa Lucía, con ser de las más céntricas, es también de las más solitarias. Esta cerrada en su terminación por la base de la torre de la
basílica, esbelta y elegante como pocas en España, y sólo sirve de camino ordinariamente a los canónigos que van al coro y a las devotas que salen de misa de madrugada. En esta calle, corta, recta, mal empedrada y de viejo caserío, se alzaba el palacio de Quiñones de León. Era una gran
fábrica oscura de fachada churrigueresca, con balcones salientes de hierro. 27 Foto: Archivo Municipal de Oviedo 28 El Maestrante, p. 26
15
Tenía dos pisos, y sobre el balcón central del primero un enorme escudo labrado toscamente y defendido por dos jayanes en alto relieve tan toscos
como sus cuarteles. Una de las fachadas laterales caía sobre pequeño jardín húmedo, descuidado y triste cerrado por una tapia de regular
elevación; la otra sobre una callejuela aún más húmeda y sucia abierta entre la casa y la pared negra y descascarillada de la iglesia de San Rafael. Para pasar del palacio a al iglesia, donde los Quiñones poseían
tribuna reservada, existía un puente o corredor cerrado, más pequeño, pero semejante al que los obispos tienes sobre la travesía de Santa Bárbara.29
Sexta cita: la casa natal, como en casa
Se sitúa la casa en la calle Ecce-Homo, en el nº 2, llamada así por una efigie que allí se encontraba. Cerca de ella estuvo la Antigua iglesia de San Isidoro, hoy Plaza del Paraguas construida en 1930 para el mercado de pluma y leche por el ingeniero Sánchez del Río.
”Por delante formaba con otras una rinconada o plazoleta: algunas callejuelas venían a desembocar; estaba rodeada de vecinos que vivían como en familia, hablándose desde los balcones. Por detrás tenía mayor elevación y las vistas sobre el campo; había mucho aire, mucha luz y
mucho silencio. Era íntima, familiar y gárrula, como una vieja comadre por delante; era grave y luminosa, por detrás, como una deidad.
Guarda aquella casa todos los recuerdos de mi adolescencia. En su despacho bañado por el sol y por el aire puro de los campos soñé poemas divinos; allí la voz de la naturaleza hizo latir mi corazón; allí cantaron en mi alma mil ruiseñores armoniosos; allí se disiparon las nieblas en que se
envolvía mi infancia; allí una extraña y nueva vida oprimió mi pecho inflamándolo con un fuego sutil y misteriosos; allí estudié las conjugaciones de los verbos latinos regulares e irregulares y aprendí a extraer la raíz
cúbica de los números.
La encrucijada o plazoleta donde nuestra casa se hallaba situada, hervía de molzabetes enamorados, ninguno de los cuales pasaría de diez y ocho
años”30
29 El Maestrante, p. 28 30 La novela del novelista, p. 238-244
16
Para saber más
• CASAPRIMA COLLERA, Adolfo. El campo de los Buenos hombres (Historia del Parque de San Francisco de Oviedo). El autor, 1996. 84-921303-0-X.
• CANELLA, Fermín. El libro de Oviedo. Gijón: Auseva, 1990. Reprod. facs. de la ed. de 1888.
• PALACIO VALDÉS, Armando. La novela del novelista. Oviedo: GEA, 1992 • PALACIO VALDÉS, Armado. El Maestrante. Oviedo: Gea, 1993 • TOLIVAR FAES, J. Nombres y cosas de las calles de Oviedo. Oviedo: Ayuntamiento
de Oviedo, 1992. 84-606-1037-3. 738 p. • SEÑAS ENCINAS, Fernando. El Oviedo de Palacio Valdés. Oviedo: IDEA, 1953.
Separata del Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, nº 19.
Ilustración 2 Carné de baile del Círculo Mercantil31
31 Foto: Archivo Municipal de Oviedo