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Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

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Page 1: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez
Page 2: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

RC>_MAN TC>RAN

SEGUNDO CURSO ___ DE __ _

AJEDREZ

Page 3: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

© Román Torán Albero © 1996 EDICIONES ESEUVE, S.A. el. Batalla del Salado, 34 • 28045 MADRID

Cubierta: Tomás López

Ilustración: Manuel Lastra Cuevas

Revisión Técnica: Epifanio Nieto Martínez

I.S.B.N.: 84-87301-81-9

Depósito Legal: M-36293-1996

Fotocomposición: Grupo Fotocomposición

Impreso en: Lettergraf, s.l.

Page 4: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

SUMARIO

1. El enroque ....... ................ ..... .................. ............ ........... ..... .......... ... 9 2. Peligros de jugar sin enroque...................................................... 13 3. Ataques sobre el enroque ("f2" y "f7") ....................................... 18 4. Ataques contra el enroque ("h2" "h7" y "g2" "g7") .................. 22 5. Ataques sobre el enroque (Peón en "h6") .................................. 30 6. Ataques contra el enroque (Casillas débiles) ............................ 34 7. Sacrificios clásicos........................................................................ 37 8. Ataque a la bayoneta..................................................................... 44 9. El tren ............................... ............................................................... 48

10. Ataques contra el enroque "asalto al fianchetto" ..................... 52 11. El centro.......................................................................................... 58 12. Centralización................................................................................. 62 13. Columnas abiertas.................................. ....................................... 69 14. Las torres en la séptima y octava filas....................................... 75 15. La octava fila.................................................................................. 83 16. Estructuras de peones.................................................................. 89 17. El peón retrasado........................................................................... 96 18. Los peones colgantes................................................................... 101 19. El peón de dama aislado.............................................................. 106 20. Cadena de peones ........... ... ........................................................... 113 21. El peón pasado............................................................................... 117 22. Casillas débiles .............................................................................. 122 23. Puestos avanzados........................................................................ 125 24. Mayoría de peones en un flanco ............... ... ... ... ... .. ............. ....... 129 25. Peones centrales móviles ..................... .................... .................. .. 135 26. Valor táctico y estratégico del peón en sexta........................... 140 27. Alfiles de distinto color ................ ........................................ ......... 143 28. Alfiles y caballos............................................................................ 147 29. Ataque de las minorías................................................................. 163 30. El sacrificio de la calidad............................. ................................. 168 31. Finales básicos............................................................................... 172 32. El caballo......................................................................................... 181 33. Alfiles de distinto color ........... ... ... .................. .. ............................ 185 34. Finales de torres............................................................................ 191 35. Rey y dama contra rey y peón . .................................................... 198 36. Soluciones...................................................................... ................. 201

Page 5: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

.... EL ENRC>C)LJE

uando la partida llega a la fase fi­nal el rey se

presenta como un elemento funda­mental, tanto para la defensa como para el ataque. Al ser escaso el ma­terial que queda en el tablero, los riesgos disminuyen y es común ob­servar, en infinidad de casos, que aquel bando que consigue centrali­zar su rey (ocupar casillas centrales} suele tener ventaja.

Por el contrario, durante la apertu­ra y el medio juego, resulta suicida cualquier aventura que lleve a lasa­lida del rey fuera de sus líneas. Y tanto es así que, incluso mantenién­dose dentro de su campo, estará ex­puesto a serios peligros si no se procura un refugio suficientemente seguro.

Estas consideraciones nos llevan

a destacar la importancia fundamen­tal del enroque. Con esta jugada (la única en ajedrez que permite mover dos piezas simultáneamente} se con­sigue la doble finalidad de poner el rey en seguridad (apartado de las columnas centrales} y facilitar la co­municación de las piezas.

La debilidad de Uf'2" y Uf'7"

N w [ o w ~ w

Cuando las piezas ocupan sus o casillas de origen (Diagrama 1} los o puntos más débiles son "f7" para ~ las negras y "f2" para las blancas. 6 Esto es así porque son los únicos 0 cuadros -dentro de cada terre- o z no- que no gozan de la protec- J

ción de ninguna pieza, excepto la ~ del rey. oo

COLECCION FORMACION DE AJEDREZ: 9

Page 6: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w II o w ~ w o o (/)

EL ENROQUE

1

Conviene, pues, estar atento a las amenazas que se dirijan a estos pun­tos, ya que existen infinidad de temas combinativos basados en su ataque. Uno de los mates más conocidos, por ser de los primeros que se aprenden cuando el aficionado se inicia en el estudio, es el mate "del Pastor":

1. e4 eS 2. i,c4 t¿jc6 3. ~hS

Si las negras cometen la torpeza de no atender al ataque simultáneo de la dama y el alfil, que apuntan a "f7", y juegan, por ejemplo:

2

~ 3. .teS?? O Se culmina el plan de ataque me-~ diante ... z J 0 w (/)

4. VJUxf7 mate. En el libro dedicado al primer curso,

dentro del capítulo "estratagemas y

celadas" hago referencia al mate de Legal, cuyo argumento se basa en el ataque a la casilla "f?", con el rey sin enrocar. De la misma naturaleza son los dos ejemplos que siguen.

3

Juegan las negras

1. t¿jxe4! 2. i,xd8

Tras 2. dxe4, se pierde algo más que un peón, pues la continuación no sería 2 . ... VJUxg5 , sino 2. i,xf2+; 3. <;t>e2, i,g4+, etc.

4

2. 3. ~tJ e2

i,xf2+ i_g4 mate.

Juegan las blancas

Tras un breve razonamiento aparece la imagen de mate así como el entra­mado táctico que precisa. La dama ne-

'1 O CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Page 7: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

gra impide, por su control sobre "d8", un fulminante mate con 1. n d8. La combinación ganadora lleva a dos ma­tes bien distintos, aunque en ambos la agresión a "f7" sea común.

1. tL:J xeS! .txe2

Y ahora las blancas pueden dar mate con:

2. j_xf7 + 'f¡xf7 3. .ll d8 mate. Aunque más elegante parece este

otro:

2. ~ d8+ 'f¡xd8 3. .txt7 mate.

En los ejercicios que siguen se re­piten más o menos los mismos te­mas. De todas formas sus solucio­nes son por lo general de mayor difi­cultad que los casos que acabamos de ver. Recomiendo al lector que trate de solucionar los problemas sin mover las piezas; del mismo modo que si se tratase de una partida.

EJERCICIOS. Ataques contra el enroque c-·1'2 11

y .. .,7 .. )

1

Juegan blancas y ganan

EL ENROQUE

2

Juegan blancas y ganan

3

Juegan blancas y ganan

4

Juegan negras y ganan

N w [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J ~ w (/)

COLECCJON FC>RMACIC>N DE A.J EDREZ 11

Page 8: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J (9 w (/)

EL ENROQUE

5 6

Juegan blancas y ganan

12 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Juegan blancas y ganan

Page 9: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

2 PELI<3iRC>S DE Jl..J<3i.A..R

SIN ENRC>C»l..JE

in poder estable­cer normas defi-nitivas respecto a

cuando es conveniente efectuar el enroque o cuando es preferible jugar con el rey en el centro, debe admitir­se como regla general que, estando las damas en el tablero, el enroque es una buena jugada.

En ocasiones se demora el enroque o se retrasa el desarrollo a cambio de la obtención de alguna ventaja material. Reiterando que no se puede generalizar -cada caso merece su propia valoración- hay que insistir, no obstante, en los peli­gros que puede generar retrasar el enroque.

El diagrama N° 5 presenta una conocida posición que se da en la apertura Giuoco Piano. El orden de jugadas ha sido:

5

1. 2. 3. 4.

e4 eS l[¡f3 l[¡c6 i,c4 i,c5 c3 l[¡f6

5. d4 exd4 6. cxd4 i.b4t 7. l[¡c3 l[¡xe4 8. 0-0 l[¡xc3 9. bxc3

La teoría recomienda como mejor defensa 9 .... d5. Veamos cuáles son las razones para no aceptar el peón.

9. .txc3? 10. .ta3!!

Es tan desfavorable la situación del rey en el centro, que se conviene en considerar la posición como per­dida para las negras. Al ser "tabú" la captura 1 O .... .txa1?, debido al de­moledor jaque 11 . .l:!. e1t, hay que intentar otras defensas. Por ejemplo:

A) 10 .... d6; 11 . .l:!. c1, i,a5; 12. ~a4, a6; 13. J.. d5, .tb6; 14. .l:!. xc6!, i,d7; 15 . .l:!. e1t, <.t> f8; 16. .l:!. xd6!, cxd6; 17. i,xd6t, con ata­que decisivo.

B) 1 O .... l[¡ e7; 11. ~b3, d5; (Si 11... i,xa1; 12. i,xf7t, otorga un ~

ataque demoledor) 12. ~xc3, dxc4; [ 13 . .l:!. f-e1, i,e6; 14. i,xe7, <.t>xe7; @

15. et:Jg5, h6; 16. et:Jxe6, fxe6; 17. d5, ~ con posición ganadora. w

o C) 10 .... d5; 11. i, b5, i, xa1; ~

12 . .l:!. e1t, i,e6; 13. ~a4, .l:!. b8; 14. ~ et:J e5, 'i'c8; 15. i,xc6t, bxc6; 16. o ~xc6t, <.t>d8; 17. et:Jxf7t, j_xf7; 18. O i,e7 mate. ~

Sin duda se trata de un buen ejemplo sobre el tema de estudio.

J Cl w (J)

CC>LECCIC>N FC>RM.A.CI C> N DE AJEDREZ 1 3

Page 10: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

PELIGROS DE .JUGAR SIN ENROQUE

Partidas 6

N w a: o w ~ w o o ~

comentadas (Tema: Rey sin enrocar. Aprovechamiento)

Hastings 1974/75

Blancas: Vaganian Negras: Planinc

1. 2. 3.

d4 c4

ct:l f3

ttJ f6 eS

Si se prefiere un tipo de juego más cerrado es recomendable 3. d5.

3. cxd4 4. ttJxd4 e6 S. ttJc3 j_b4

6. ct:l bS

Con idea de obtener la pareja de alfiles. Sin embargo, el precio a pa­gar es demasiado elevado, dado que se permite un claro adelanto en el desarrollo del juego de las negras. Parecen más recomendables 6. !,d2 o 6.g3.

6. 0-0 7. a3 j_xc3+ 8. t[)xc3 dS 9. .tgS h6 10. j_xf6 ~xf6

11. cxdS exdS 12. ~xdS?!

6

J Las blancas han ganado un peón, 0 pero se "han olvidado" que su rey se ~ encuentra en el centro y necesita un S mínimo de tres jugadas para poder G enrocar corto. El enroque largo se ~ impide con la continuación ...

12. r.t d8 13. ~f3?

Grave error. La posición es delica­da, mas cabía aún la defensa 13. ~b3, impidiendo el siguiente movi­miento.

13. 14. 1S. 16.

1'1 d1 ttJxd1 ~e3

~b6!

r.t xd1+ ttJc6

Insiste en el intento de cambiar las damas, oferta que es rechazada de manera contundente.

16. ct:l d4! 17. ~e8+ <;t> h7 18. e3 tt:Jc2+ 19. <;t> d2

Siempre se ha dicho que uno de los problemas más serios que pre­senta el ajedrez es saber ganar las

"14- COLECCION FORMACION DE AJ E DREZ

Page 11: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

PELIGROS DE JUGAR SIN ENROQUE

partidas ganadas. No es ninguna paradoja, en el momento álgido no caben titubeos ni "medias tintas": hay que jugar lo más fuerte, como hace el G.M. Planinc.

19. .if5!!

El sacrificio de la torre aleja a la dama del centro neurálgico de la lu­cha, con lo que se facilita el ataque final.

20. '/lUxaS 'I!Ud6+ 21. <;i; c1 et:Jxa1! Amenaza 22 ... et:J b3 mate. 22. ~xb7

No hay buena defensa. Si 22. if.c4, ~c5; 23. b3, et:Jxb3+ y ganan.

22. ~C7t!!

Abandona.

Un remate artístico. La dama blanca no puede dejar el control de "b3", pues seguiría 23 .... et:J b3 mate. Esto justifica el abandono.

Wijk Aan Zee

Blancas: Tukmakov Negras: Finegold Gambito de dama. Defensa Eslava.

1. d4 d5 2. c4 c6

Las alternativas son 2 ... e6, o aceptar el gambito: 2 ... dxc4.

3. et:J f3 et:J f6 4. t¿jc3 dxc4 5. a4

Esta es la línea más practicada. A otro tipo de juego más agudo conduce 5. e4, b5; 6.e5, et:J d5; 7. a4.

5. 6. e3

.if5

La continuación 6. et:J e5, e6; 7.f3, .ib4; 8. e4, permite un interesante sacrificio de pieza: 8 ... _txe4!? ; 9. fxe4, et:J xe4; 1 O . .i d2, 'I!Uxd4; 11 . et:Jxe4, ~xe4t; 12. 'I!Ue2, if.xd2+; 13. <;i;xd2, ~d5+; 14. <;i;c2, t¿j a6, con re­sultado incierto.

6. 7. 8.

if.xc4 0-0

e6 .ib4 et:Jb-d7

Aportación del excampeón mun­dial V. Smyslov, en la década de los años sesenta. Más frecuente es, sin embargo 8 ... 0-0.

9. ~e2

Ultimamente se juega mucho 9. et:J h4, .ig6; 1 O. ~b3 , ~b6 , etc.=

9. .ig6

Moderna idea, en lugar de la clá­sica 9 ... et:J e4.

8

10. e4!?

N w a: o w ~ w o

Interesante sacrificio de peón, es- ~ peculando con la peligrosa situación ~

del rey negro en el centro. o 10. if.xc3 ~ 11. bxc3 et:Jxe4 z

J (j w ([)

12. if.a3!

Así se justifica la entrega de mate-

COLECCION FORN1ACION DE AJEDREZ 15

Page 12: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N UJ 0: o UJ

~ UJ o o (fj 0: J o o o z J (9 UJ (fj

P ,ELIGRC>S DE JUG.AR SIN ENROQUE

rlai. De momento, el rey negro tendrá que permanecer en el centro y asumir los riesgos que tal situación conlleva.

12. tijb6

Contra la captura 12 ... ttJxc3, es muy fuerte 13. '/4fb2. No obstante, el último movimiento de las negras es dudoso. Probablemente es mejor seguir con 12 .. .'1l!Vc7, a fin de bloquear oportuna­mente la diagonal a3-f8, con ttJd6.

13. J,.b3 tijxc3 14. '/4fb2 ttJe4

No es bueno capturar más peones, pues si 14 ... ftj cxa4; 15. '/4fd2, para un eventual '/4fa5, que ganaría pieza.

15. a5 ttJd7 Más conocida es 15 ... tij c8, aun­

que con 16.d5!, exd5; 17. '/4fxg7, ~f6; 18. ~xf6, ttJxf6; 19. J:t a-e1 +, ttJ e4; 20. ttJd2, las blancas ganan.

16. J,.a4 J:t b8 11. J:t f-e 1 '/4fxa5

Si 17 ... ttJ d-f6; 18. ttJ e5, ttJ d6; 19. '/4fb4, ttJ f5; 20. tij xc6!, bxc6; 21. j_xc6+, tij d7; 22. j_xd7+, wxd7; 23. '/4fa4+ con ataque de mate.

9 • ••• • " .

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·· .t · .t · .t.· • !ii • • • ~- ~#.~)· " !l%i1 • ~~ g ¡¡¡¡ • .tb •

f{i ~ ~ ~"-~ • ~b~ a . • a m .

18. d5!

Nuevo sacrificio de peón para

abrir líneas de penetración sobre el rey enemigo.

18. '/4VC3

A 18 ... ~xa4, seguiría 19. ~xg7,

J:t f8; 20. j_xf8, etc.

19. dxe6 fxe6 Forzado. 20. n xe4! '/4fxb2

Ya no hay donde elegir. Las blan­cas obtienen en todos los casos su­ficiente ventaja de material para im­ponerse con facilidad.

21. n xe6+ wd8

o bien 21 ... wf7; 22. ttJg5+, etc.

22. J,.xb2 Abandona.

EJERCICIOS. El rey sin enrocar (Aprovechamiento)

7 x• ••• • • • -*-• &• &

8

.t · .t · .t· • • • • • .¡v. g • . ~ -~· b.b. ~b~ ·:l:t·:l:t· m Juegan blancas y ganan

"16 CC>LECCIC>N FC>RIVI.ACIC>N DE .AJEDREZ

Page 13: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

9

PELIGROS DE JUGAR SIN ENROQUE

10

Juegan blancas y ganan

N w a: o w ~ w o o ({J a: J o o o z J el w ({J

CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ "'17

Page 14: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

3 .A.T.A.C)LJES SC>BFtE EL.

ENFtC>ClLJE {.:.:~2'' "V' .:.:~7'')

~ 0: o w ~ w o o ({) 0:

E 1 hecho de que las casillas "f2" y "f7" queden auto­

máticamente defendidas por las to­rres una vez que se efectúan los res­pectivos enroques, no impide que surjan múltiples temas combinativos que tienen como base la agresión a dichos escaques. En ocasiones, el ataque se ve favorecido por el aleja­miento de las torres, bien de "f1" o "f8". No obstante, aun manteniéndo­se las torres vigilantes, protegiendo los peones del enroque (f2 y f7) pue­de llegar el temido golpe táctico.

10

La Habana, 1962

Alvarez

Pietzsch

Juegan blancas y ganan

5 Es obvio decir que el motivo del 0 ataque es el punto "f7". No está de o más, sin embargo, insistir en que la z J combinación ganadora es posible m gracias al retraso de desarrollo que ({) sufre la posición negra.

1. .J:í: Xf7!

La réplica es forzada.

1. .J:í: Xf7 2. ~d8+ ~18

3. _txf7+ wxf7 4. It f1+ _tf5 5. V/f¡c1 + V/f¡e1

Si 5 ... wgB; 6. _ixg7, V/f/xg7; 7. V/i/d8+, V/f/f8; 8. V/f/g5!, con ataque decisivo.

6. 't;\fxe7+ wxe7 7. i,xg7 _ie6 8. .l:l: f8!

Y las blancas, con peón de venta­ja y piezas más activas, no tuvieron problemas para imponerse.

Veamos ahora una partida que ilustra perfectamente el tema que estamos estudiando. Blancas: Vitolins Negras: Seredenko Apertura Española

1. e4 eS 2. ttJf3 éiJC6 3. _ib5 a6 4. _ta4 ttJf6 5. 0-0 j_e7 6. .l:l: e1 b5 7. i_b3 0-0 8. c3 d6 9. h3 Una de las posiciones que, segu­

ramente, más se ha producido en la práctica magistral, pues se ha segui­do la línea clásica de la defensa ce­rrada-Morphy, contra la apertura es­pañola. Todo, por lo tanto, es muy conocido y teórico hasta aquí.

18 CC>LECCI C> N FC>RMA C I C> N DE AJ EDREZ

Page 15: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

A T A Q UES S C>BA.E EL ENA.C>QUE ("f 2 " Y "f7 " )

9. nea una de las ideas más modernas.

Entre las clásicas tenemos 9 ... t:b a5 (Tchigorin) y 9 ... t:2J b8 (Breyer).

10. d4 J.f8

Con 1 o ... J. b 7 se entraría en la lí­nea favorita de Karpov, adoptada en sus encuentros con Kasparov ·

11. j_g5 j_b7 12. t:bb-d2 t:2J b8?

Con la idea de seguir con 13 ... tZJ b- d7, como en la variante Breyer, pero esta retirada consti~uye un grave error táctico, que perm1te a las blancas in iciar, inmediatamente, el tipo de ataque combinativo tema de nuestro estudio. Mejor hubiera sido 12 ... h6.

13. dxeS! dxe5

14. j_xf7+

Una sorpresa muy desagradable, sin duda, para las negras. Aunque las blancas no parecían estar dispuestas aún para el ataque, éste adquirirá pronto extraordinaria fuerza, porque queda muy vulnerable para las negras la diagonal a2-g8, que este sacrificio de alfil despeja para las blancas.

14. rt;xf7 15. ~b3+ Il. e6

Si 15 ... _! d5; 16. exd5, ~xd5; 17. t:2Jxe5+, las blancas ganan un valioso peón, mientras que si 15 ... rt; e7; 16. t:bxe5, con las amenazas 17. ~f7t Y 17 . .la a-d1, que dejaría a las negras en una situación insostenible. La al­ternativa 15 .. . rt; g6, que siempre debe tenerse muy en cuenta en este tipo de combinación, sería refutada con esta elegante maniobra: 16. CZJ h4t!!, rt;xg5; 17. CZJ d-f3+, rt; h6; 18. t:b f5t , rt; g6; 19. t:b f3 -h4t, rt; g5; 20. ~f7, g6 (ante 21. CZJ f3+, rt; f4 ; 22. g3+ seguido de mate) 21. CZJ f3t , rt; h5; 22. g4+ y ganan.

16. tZJxeSt rt;e7 17. t:bg4 rt;f7

Es preciso tomar urgentes med}­das contra 18. e5, que ahora sena neutralizada con la activa defensa 18 ... '!¡\Vd5!.

12

N w a: o w ~ El ataque blanco se basa en la w

acción de la dama sobre la diagonal 0

debilitada por la desaparición del ~ peón de "f7", reteniendo al rey negro ~ en peligrosa situación , ligado a la o defensa de su torre. ~

1a. t:b f3! s Amenaza 19. Il. a-d1 , así como

19. t:bd4 y 19. t:b f-e5+.

Cl w ({)

CC> L ECCI C> N F C> A.I'v1AC I C> N D E AJ EDREZ 19

Page 16: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

.ATAQUES SOBRE EL ENROQUE ( " 1'.2" y "1'7")

18. ~es

Para relevar al rey en la defensa de la torre y poder buscar refugio con la maniobra <bg8 Y ~h8.

19. .ih4! h6

Ante 20. ct:J g5+

20. ct:Jxf6 gxf6 21. ct:Jd4 CiJ C6

Otra posibilidad era 21 ... c5, con­tra la cual las blancas podrían elegir entre 22. Cb f5 , c4; 23. ~di, seguido de ~h5t y ñ e3, o bien 22. ct:J xe6, ~xe6; 23. ~d1, con el mismo plan que en la otra línea.

22. f4!

Mucho mejor que 22. ct:Jxe6, WUxe6, ~ puesto que la amenaza 23. f5 crea [ muy graves problemas a las negras.

@ 22. ct:Jxd4 ~ 23. cxd4 ~g7 ~ Por fin logra el rey apartarse de la O peligrosa diagonal y dirigirse hacia el ~ rincón, pero ya las piezas blancas 6 están en condiciones de penetrar o con efectos decisivos. o z 24. f5! ñ b6 J el w (J)

Para seguir protegiendo el peón de "f6". Si 24 ... ñ xe4; 25. ~g3t Y el

rey no podría ir a "h8", como en la partida.

25. ñ e3! .te7

No hay forma de organizar una defensa eficaz. Si 25 ... ~h8; 26. WUf7, _t g7; 27. ñ g3, ~f8; 28. ~xc7, con abrumadora ventaja de las blancas.

26. ñ g3t ~h8

El rey negro ha logrado apartarse del centro, pero las piezas blancas le acosan en este sector de rey igual­mente y ahora se produce el golpe de gracia, con la penetración de 1~

dama en el ataque, por la casilla cn­tica "f7".

27. WUf7! WUf8 28. ~h5 ~ d8

Si 28 .... .txe4, seguiría 29. ñ e1, .id5; 30. n xe7!, ~xe7; 31. ~xh6+ y ganan.

29. n g6 Abandona.

A 29 ... <b h7, se puede continuar con 30 . .if2 , para _t e3 y cargar so­bre el peón negro de "h6".

El sacrificio sobre "f?" debe ser vigilado atentamente, aún después del enroque, sobre todo si la torre abandona la casilla "f8".

20 CC>LECCIC>N FC>RIVI.ACIC>N DE .AJEDREZ

Page 17: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES SOBRE EL ENROQUE {"f2" Y " f7")

EJERCICIOS. Ataques sobre el enroque (u1'2" y ";1'7")

11

12

Juegan blancas y ganan

13

Juegan blancas y ganan

14

Juegan blancas y ganan

15

Juegan negras y ganan

16

Juegan blancas y ganan

N llJ 0: o w ~ llJ o o (}) 0: J o o o z J Cl w (})

COLECCI O N FORMAC I O N DE A..J EDREZ 2 1

Page 18: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

4 .A.T.A.~IJES ~C>NTR.A. EL ENRC>~IJE (""h2'' ""h7'' 'V'

""g2'' ""g7'')

1 efectuar el en­roque las torres refuerzan el con-

trol de las casillas "f2" y "f?". Pero como todo no pueden ser ventajas, los

cuadros "h2", "h?" y "g2" , "g?" quedan bajo la exclusiva de­fensa del rey, a no ser, y esto es lo más frecuente y recomen­dable, que alguna pieza se sume a la labor protectora.

En este sentido es característico la ubicación de un caba­llo en "f3" o "f6". Una estratagema típi­ca que se emplea para romper la de­fensa del enroque es el sacrificio de una o varias piezas, que al privar al rey de sus defensores naturales {los peo­nes) dejan a este expuesto a serios pe­ligros, siempre que no cuente con la ayuda rápida de alguna o algunas de sus piezas. El tipo de combinación más

N común suele ser la entrega de un alfil ~ en "h2" o "h?". El modelo "standard" lo o w ~ w

encontramos en el diagrama 15.

15

o Las blancas se imponen con un O ataque directo.

~ 1. ,!xh7+ ;txh7 o o o z J G w IJ)

Hay que aceptar el sacrificio. Si 1. .. . ;t h8; 2. ~h5, g6; 3. ~h6 y no se puede impedir el mate.

2. ~h5+ ;tg8 3. ~h7 mate

15

Otro ejemplo más espectacular nos brinda la siguiente posición.

Hungría, 1964

Szigeti

Toth

Este caso plantea cierta dificultad, pero resulta muy instructivo.

1. ,!xh7+ ;txh7 2. .ll h3+ ;tg8 3. ~h5 ~h6

Parece que el ataque se ha des­vanecido, pero ...

4. tt:\ f5!! ~xh5

No hay alternativa.

2 2 CC>LECC I C> N F C> RMA.C I C> N DE A..JED REZ:

Page 19: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES CONTRA EL ENROQUE ( " h:2" "h7" y "g:2" "g7")

5. t{J e7 + c;tJh7 6. ñ xh5 mate.

Algo más complicado es el si­guiente ejemplo, tomado de una par­tida disputada en Riga, en 1965.

17

Geller

Spassky

Juegan las blancas

Aquí el tipo de combinación clási­co visto en el primer ejemplo no es posible, pues el caballo blanco no dispone del salto a "g5". No obstan­te, Spassky halló la solución a este problema, jugando:

1. j_xh7+! c;tJxh7 2. g6+!

Jugada clave. Como 2 ... . c;tJxg6, es suicida, dado que 3.~d3+ conce­de un ataque arrollador, Geller se decide por la más lógica ...

2. c;tJg8

Tampoco servía 2 .... fxg6; 3. t{J g5+, c;tJ g8; 4. ~f3, entrando en la misma línea que en la partida.

3. t{Jg5

Y ahora, ante la amenaza 4. ~h5,

no hay otra opción.

3. fxg6 4. ~f3! ~xg5

Un desesperado intento de pro­longar la lucha. La posición está to­talmente perdida. Si 4 .... j_e7; 5. ~f7+, c;tJh8; 6. t{J e6, fuerza el aban­dono. Si 4 .... ~e?; 5. 'i'h3, para 6. 'i'h7 mate. Si 4 .... ~d7; 5. e6. Y si 4 . ... ~eS; 5. ~f7+, c;tJ h8; 6. ~xg6, etc.

5. J,xg5 dxe5 6. n a-c1

Y las blancas obtuvieron ventaja decisiva.

Los cuadros "g2" y "g?" son tam­bién puntos de mira preferentes para el atacante. Si la columna g se en­cuentra semi-abierta, la defensa puede resultar difícil y penosa, por­que las torres tienen oportunidad de sumarse a la ofensiva.

En la Olimpiada de Manila, 1992, el "Premio de Belleza", galardón que recae en la partida más artística, fue adjudicado a G. Kasparov, que de­sarrolló con todo virtuosismo un ata­que contra el enroque. Es precisa­mente en la casilla "gi"' donde la lu­cha alcanza su máxima tensión. Vea­mos como se desarrolló el juego a partir de la posición del diagrama.

Nikolic

18

Kasparov

Juegan las blancas

N w [ o w ~ w o o U) [ )

o o o z ) (9 w U)

COLECCION FORMACION DE AJEDREZ :23

Page 20: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES CONTRA EL ENROQUE ("h:2" "h7" Y " g:2" "g7")

1. i_fS!

Fuerte jugada posicional. Si las negras no quieren permitir que el caballo contrario se instale en "f5", sólo disponen del cambio 1 ... . i,xf3, alternativa poco halagüeña, pues se abriría la columna g, favoreciendo el ataque de las blancas.

1. i_xfS 2. tt:JxfS J:!f-e8

Como el alfil no dispone de buena retirada, la jugada del texto parece la más lógica. Si hay tiempo seguirá 3. ... i, f8, reforzando la defensa de "g7".

3. tt:Jxg7!!

Kasparov no permite que las ne­gras culminen su plan. El sacrificio del caballo es posible gracias a la fuerza que adquiere el alfil situado en "c3" y su mayor dificultad y mérito estriba en el carácter de ataque posicional , casi siempre más difícil de conducir que cuando se trata de una combinación donde interviene exclusivamente el ele­mento táctico.

3. 4. ~fS!

<J;>xg7

~ Amenaza un demoledor 5 . .J:i xd7!, [ ~xd7; 6. _txf6t, ganando de inme­@ diato. No sirve 4 .... .,td6, por 5. ~ n xd6!, %Yxd6; 6. g d1' ~e6; 7. w ~g5+ , <J;> f8; 8. g xd7!, ttJ xd7; 9. 0 .,tg7 +, <J;> g8; 1 O. _txf6+ y mate a la o w siguiente. [ ) 4. tt:J f8

h6 o S. h4! o o z J ~ w ({)

Por lo menos quita la casilla "g5" a la dama blanca. Intentar frenar el avan­ce de los peones, jugando 5 ... . h5, fracasa ante la enérgica réplica 6. g4!,

hxg4; 7. g d-g1, tt:Jg6; 8. h5, o bien 7. .. . ttJ h7; 8. 't!~Yxg4+, seguido de mate.

6. g4! Así se garantiza la recuperación

del material sacrificado, además de una importante "plusvalía".

6. 't!IYC8 Se alivia el ataque, pero la posi ­

ción se presenta muy favorable para las blancas.

7. 't!~Yxc8 n axc8 8. gS tt:J h7 9. e4! Pronto veremos la importancia de

este avance. 9. n c-d8 10. ll: d-f1! Mirando hacia el futuro. No hay

que cambiar las torres que pronto mostrarán su eficacia ofensiva.

10. <J;> f8 11. gxf6 J.,xf6 12. eS!

Recordemos el comentario a la jugada 9. e4!. Ahora las piezas ne­gras están paralizadas.

12. i,g7 13. g h-g1 eS

Trata de cerrar alguna puerta, como puede ser un eventual jaque del alfil en "b4".

14. <J;>c2 1S. g g4

g e6 i_h8

No servía 15 .... n g6, a causa de 16. g xg6, fxg6; 17. tt:J g5+, <J;> g8; y ahora tanto 18. tt:J e6, como 18. tt:Jxh7, <J;>xh7; 19. g f7, dan venta­ja decisiva a las blancas.

16. b4! b6 17. bxcS bxcS 18. n b1! n a6

:24- COLE CCI O N F O RMAC ION DE AJEDREZ

Page 21: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES CONTRA E L ENRO QUE ("h2 " "h7" Y " g2" " g7")

Es inútil tratar de disputar la co­lumna. Si 18 . ... li b6; 19. lX b5, n xb5; 20. cxb5, lX b8; 21. a4, a6; 22. bxa6, n aB; 23. a5 y el final es sencillo para las blancas.

19. li b2 A g7 20. li b71

La última jugada de las negras permite la incursión de la torre.

20. n xa2+ 21. c;!;lb3 n as 22. e61

Todo ha terminado. La doble amenaza sobre "f7" y "g7" decide.

22. n xe6

Si 22 .... A xc3; 23. n xf7+, etc.

23. li xg7 Abandona.

Cuando hablamos de ataque so-bre un punto determinado del enroque no significa que forzosa­mente el punto agredido (en este caso el peón) tenga que ser captura­do. En ocasiones el tema táctico sir­ve para ganar material en un lugar distante de donde tiene lugar la ofensiva.

Observemos en el siguiente ejem­plo como las blancas ganan una pie­za valiéndose de amenazas sobre el enroque.

La ganancia de una pieza me­diante 1 . b4, es ilusoria, pues existe la réplica 1 . ... ttJc3. Por otra parte, el caballo de "a4" es "tabú", dada la situación de "clavada" que sufre la dama blanca.

Estas consideraciones se refieren exclusivamente al flanco de dama. Pero ¿qué ocurre en el otro sector? El enroque negro no presenta debili­dades, pero su cuidado por parte de alguna pieza menor ha sido descui-

dado. Esto propicia la siguiente ma­niobra.

Budapest, 1921

Sterk

Alekhine

Juegan las blancas

1. A f61

Curiosamente, ahora quien corre peligro es la dama negra. El alfil es intocable, pues si 1 ... . gxf6; 2. n g4+ seguido de ~xa6. Y no es menos grave la amenaza 2. n g4!, ~xe2; 3. n xg7+, c;!;l h8; 4. n g6 mate. Tratan­do de impedir esto último, fracasa 1. ... h5, por 2. li g4!, ~xe2; 3. n xg7+, ~ c;!;l h8; 4. ttJ g5! , con mate imparable. ~ Las negras parece que eligen lo más w resistente. ~

1. nt-ca w o

La alternativa era 1 .... h6, aunque ~ luego de 2. ttJ e5!, las blancas ten- ~ drían magníficas perspectivas. o

o 2. ~eS! o Jugada clave que tuvo que ser

calcu lada en todas sus variantes al realizar 1. A f6.

z )

el w (/¡

COLECCI O N F O RIV1AC I O N DE AJ EDREZ 2 5

Page 22: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o (JJ [ J o o o z J Cl w (JJ

.ATAQUES CONTRA EL ENROQUE ("h2 " " h7" Y " g 2 " "g7")

20

2. ,¡::¡, eS

Hace frente a la mortal amenaza ~g5. Entre los intentos que fraca­san tenemos: 2 ... . n xc4; 3. l/lfg5, .ll g4 (Si 3 .... g6; 4. ~h6) 4. ~xg4,

g6; 5. ~xa4, o bien 2 .... gxf6; 3. .ll g4+, ~f8; 4. ~d6+ , ~e8; 5. ,ll g8 mate. Y si se prefiere 2 .... ~xc4; 3. l/lfg5, ~f8; 4. ~xg7+ , ~ e8; 5. ~g8+, ~ d7; 6. ttJ e5+, ~c7; 7. ~xf7+ , y 8. ttJxc4.

3. ~g3!

Y el caballo de "a4" está perdido.

3. g6 4. ,¡::¡, xa4 l/lfd3 S. ,¡::¡, f1

Y las negras abandonaron pocas jugadas después.

Match Yugoslavia, 1992

Blancas: Spassky Negras: Fischer Defensa India de Rey

1. d4 ttJf6 2. c4 eS 3. dS d6 4. tiJC3 g6 S. e4 .!97 6. .!gS

Una variante olvidada durante

muchos años. Generalmente el de­sarrollo de este alfil se efectúa des­pués de que las blancas tengan pre­parado su enroque corto.

6. h6 7. .!h4

Las continuaciones más conoci-das son 7 . .!f4 o 7 . .te3.

7. gS 8. .tg3 ~as 9. .!d3!?

Esta línea está considerada como inferior desde la partida Geller-Stein, (URSS, 1966).

Es verdad que 9. ~d2 ofrece a las negras un juego cómodo, des­pués de 9 .... ttJ h5, pero, evidente­mente, es la jugada que se imponía.

21

9. ttJxe4! Es curioso que Fischer, alejado de

las competiciones durante veinte años, recordase la teoría mejor que Spassky. Estos son los comentarios respecto a la última jugada que efec­tuaron cada uno de los contendientes: Spassky: "Conocía esta maniobra, pero no recordaba con seguridad si era buena o mala". Fischer: "Recuer­do que esta era una línea ganadora".

10. .txe4 .txc3+

26 COLECCION FORIVI.ACION DE .AJEDREZ

Page 23: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES C O NTRA EL ENRO QUE ("h2 " "h? " y " g 2" '' g?")

11. bxc3 12. \tJf1 13. I!C1

~xc3+ f5

En la partida de Geller que antes hacíamos referencia, se jugó: 13. ttJe2, ~f6 ; 14. j, c2 , f4; 15. h4, Jl f8 ; 16. hxg5, hxg5; 17. ttJxf4, gxf4; 18. i.h2, ttJ d7; 19. g3, ttJ e5; 20. ~h5+, \tJ d8; 21 . gxf4, ttJ g4; 22. )l e1, :Ja h8; 23. j,h7, ~g7 y las blancas abandonaron.

13. ~f6

14. h4 g4!

No valía 14 .... fxe4, debido a 15. ~h5+, \tJ d8; 16. hxg5, con ventaja para las blancas.

15. j,d3 f4 16. ttJe2

Si 16. j,h2, g3; 17. ~h5+ , \tJ d8, recuperaría la pieza, ante 18. fxg3 , fxg3, etc.

16. 17. ttJxg3 18. :a c2

fxg3 Jl f8! ttJd7!

Devuelve el peón para movilizar rápidamente sus piezas.

19. ~xg4 liJeS 20. ~e4

Si 20. ~h5+ , \tJd8, con las ame-nazas j,g4 y ttJxd3.

20. j,d7 21. \tJg1 0-0-0 22. j,f1 )l g8

22

La torre ocupa la columna g, semi-abierta, con miras a presionar sobre "g2" (tema de este capítulo).

23. f4

No parece una decisión demasia­do lógica, pero, la verdad, las pers­pectivas que se presentan después

de .ti d-f8 , en combinación con n xg3 no son nada agradables.

23. ttJxc4! 24. ttJh5 ~f7

25. ~xc4 ~xh5

Fischer tiene un peón de ventaja, pero es más relevante su superioridad posicional. Las piezas blancas están mal coordinadas y es evidente que tendrán que hacer frente al ataque que pronto se iniciará en la columna g.

26. )l b2 :Ja g3 27. j,e2 ~f7

28. j,f3 :J;! d-g8

El ataque negro progresa rápida­mente, con amenazas directas {29. .. . )l xf3) lo que impide la moviliza­ción de la torre de "h1 ".

29. ~b3 b6 30. ~e3 ~f6 31. n e2 j,b5 32. )l d2

N UJ [ o UJ

~ Está claro que a 32. ~xe7? , deci- ~

de 32 ... ~xe7; 33. n xe7, I.t xf3. o 32. e5! ~

J 23 o

o Especulando con el tema de la o

pieza "clavada" (en este caso el alfil y S el peón de "g2") ya que si ahora se ~ jugase 33. fxe5, ~xf3! ganaría mate- ({)

COLECC I O N FORIV1AC I O N DE A..JEDRE:Z 27

Page 24: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES CONTRA EL E NROQU E ("h2 " "h7 " Y " g2" "g7")

rial. La fuerte jugada de Fischer fuerza la apertura de nuevas vías de ataque.

33. dxe6 a.p. i,c6!!

Un golpe demoledor, al no ser posible capturar el alfil.

34. <;t>f1

Se amenazaba tanto i,xf3 como l:r xf3.

34. i,xf3 Abandona.

Si 35. gxf3, ~a1t ; 36. 'i'e1 , l:r g1+! y gana. O bien 36. <;t> e2, 'i'xh 1; 37. e?, l:rg2+; 38. <;t>d3, ~b1 +; 39. <;t>c3, 'i'b4t y 40. ··· '*'xd2t .

EJERCICIOS. Ataques sobre el enroque {uh2" y

~ uh7"} a: o w 17 ~ w o o m a: J o o o z J ~ w m Juegan blancas y ganan

18

Juegan blancas y ganan

19

20

21

Juegan blancas y ganan

28 COLECC ION F O RMACION DE AJEDREZ

Page 25: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES CONTRA EL ENROQUE (" h 2 " "h?" Y "g2 " "g?")

22

Juegan blancas y ganan

EJERCICIOS Ataques sobre el enroque (ug2" y ug7")

23

Juegan blancas y ganan

24

Juegan blancas y ganan

25

26

27

28

Juegan negras y ganan

.!.. ·.!.··· • .l. . .l. • • •• • • • • .l .b. • • ·b~~ .iV.b ~• • ob• • •:s•:sm Juegan blancas y ganan

N w [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J ~ w (/)

CC>LECC I C> N F C>RIV1AC I C> N D E AJEDREZ 29

Page 26: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N 111 [ o 111

~ 111 o o ({) [ J o o o z J G 111 ({)

5 ..A.T..A.C)UES SC>BRE EL

Ei"'RC>C)UE (PEC>i"' Ei"' ••hf5••)

E ntre los debilita­mientos caracte­rísticos del enro-

que es el más frecuente el que se produce por el avance del peón T.R.

-·~·-·~ Suele estar pro-~ ~ d 1 R i • vaca o por a nece-·~· ·~ sidad de impedir

• ~ 11 1 d 11 d 1 •• -.. - una e ava a e • • caballo -general-

• • mente situado en "f6"- o por el rechazo del alfil ene­migo que ocupaba "g5".

Cuando aparece tal debilidad el bando atacante procura acumular fuerzas sobre "h6" y si la situa­ción es propicia sacrifica una pie­za para demoler las defensas del enroque.

La siguiente partida nos sirve de modelo.

Blancas: Kamsky Negras: Beljavsky Defensa Nimzoindia

1. d4 cot6 2. c4 e6 3. tt.Jc3 j_b4 4. e3 0-0 5. j_d3 eS 6. tt.Je2 cxd4 7. exd4 dS 8. 0-0 dxc4 9. .txc4 coc6

El peón de "d4" ha quedado ais-lado -no puede ser defendido por otros peones- y se ha planteado uno de los temas más controvertí-dos: debilidad del peón frente a me-

jor desarrollo y ventaja de espacio. Las negras tienen dificultades para la puesta en juego de su alfil de "eS" , al no servir la lógica 9 ... . b6, debido a 1 O.d5!, ruptura temática que deben tratar de impedir.

10. ,tg5 11. .J:!. C1

,te7 ~aS?!

Continúa siendo inconveniente 11 .... b6?!, por la citada réplica 12. d5! , pero esto no quiere decir que la jugada de la dama sea acertada. Parece mejor 11. . .. a6, y si 12. a4 (para evitar la expan­sión 12 ... . b5 y 13 .... ,tb7) 12. ... tt.J b4! , incrementando el control de la importante casilla "d5", y realizar, posteriormente, la manio­bra _t d7 y .tc6.

12. ~d2 !!. d8 13. a3 ,td7

A 13 .... e5, sigue 14.d5. En cuanto a 13 .... tt:Jxd4?, se refuta­ría con 14. tt.Jxd4, e5; 15. tt.J d5!, ~xd2; (si 15 .... .l:!. xd5; 16 . .txd5, ~xd2; 17. ,txd2, tt:J d5; 18. tt.J b5, con ventaja de las blancas) 16. tt:Jxe7 +, <.;tJ f8; 17. ,txd2 y las blan­cas ganan.

14. .l:!. f-d1 ,te8

Aunque el alfil es poco activo al menos colabora en la defensa y per­mite la conexión de las torres.

15. ,ta2

La idea es formar "el tren" (equipo de dama y alfil} mediante ,t b1 y ~d3.

30 CC>LECCJC>N FC>RMAC IC>N DE AJEDREZ

Page 27: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES SOBRE EL ENROQUE (PEON EN "h6")

15. h6?!

Un debilitamiento dudoso que pro­picia el tema de ataque sobre "h6". Consecuente con la posición parece 15 .... 1:!. d7, tratando de acentuar la presión sobre el peón aislado.

16. J,e3 J,d6?!

Una jugada que debe ser tachada al menos de optimista. Un plan a base de J,f8 y C¡je? presenta mejor futuro.

17. h3

La entrega inmediata 17. J.xh6?, sería replicada con 17 .... J,xh2+; 18. \tl xh2, ~h5+, recuperando la pieza, y si se prefiere 18 .... C¡j g4+, seguido de 19 .... C¡jxh6.

17. .l:!, a-c8?

Aún había tiempo para defenderse con 17 . .. . J. f8.

18. J,xh6!

Kamsky sabe que su sacrificio es

de largo alcance y que por el mo­mento tendrá que conformarse con ganar algún que otro peón a cambio de la pieza.

18. gxh6 19. ~xh6 tjjh7 20. J,b1! Con el ataque inmediato al caba­

llo se hace imposible la defensa 20 . ... ~g5

20. f5 La alternativa era 20 .... C[j f8, aun­

que después de 21 . C¡j e4, J,e?; 22. I! C5! ~e?; 23. :g h5, el ataque debe decidir. No es posible en esta varian­te 22 .. .. J,xc5?, por 23. ttJ f6 mate. En cuanto al sacrificio de dama 22. ... ~xc5, no es más que "fuego de artificio", en vista de 23. C¡j xc5!, J,xc5; 24. ~g5+, seguido de ~xc5,

siempre con ventaja para las blancas. 21. b4 ~c7

Si la dama "va de caza" 21 ... . ~xa3, el ataque que sigue resulta in­contenible: 22. ~xe6+, .t f7; 23. ~xf5, ttJ f8; 24. ~g5+, \tl h8; 25. .l:!, d3, J, g6; 26. ~f6+, \tl g8; 27. n h3, J,h?; 28. J,xh7+ y ganan.

22. ~xe6+ ~17

26

23. J,xf5

N UJ [ o UJ

~ UJ o o (/) [ J o o o z J

Como las negras no pueden cam- ~ biar las damas, pues tendrían que oo

COLECCION FORMACION DE AJEDREZ: 31

Page 28: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES SOBRE EL ENROQ UE ( PEON EN "h6")

ceder una calidad con lo que la su- 30 perioridad de las blancas sería abru­madora, Kamsky aprovecha para mejorar la situación de sus piezas.

23. .ll c7 24. t¿Je4 ~xe6

25. ,!xe6+ ,!f7 26. d5

A cambio de la pieza las blancas han obtenido cuatro peones y una posición dominante. Puede decirse, por tanto, que disponen de ventaja decisiva.

26. Q1e5 27. 4Jd4 n xc1 28. n xc1 ,!xb8 29. Q1f5 ~f8 31 30. Q1c5 Q1g5

No hay recursos defensivos. Si 30 .... b6; 31 . 4Jb7, .ll e8; 32. ttJf-d6, .txd6; 33. Q1xd6 , .ll d8 ; 34. Q1xf7, Q1xf7; 35 . .ll c7 y ganan.

31. QJxb7 Abandona.

El intento de resistir con cinco peones por la pieza sería tan last i­moso como inútil.

EJERCICIOS. Ataques sobre el enroque {Peones

~ en 11 h311 o .. h6 .. } [ o w 29 ~ w o o (/) [ )

o o o z )

0 w (/) Juegan blancas y ganan

Juegan blancas y ganan

Juegan blancas y ganan

Juegan negras y ganan

:3:2 C OLECC I O N FORrv1AC I O N DE AJEDREZ:

Page 29: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

33

ATAQUES SC>EIRE EL ENROQUE (F'EC>N EN ''h6")

34

Juegan blancas y ganan Juegan blancas y ganan

N w [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J Cl w (/)

CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ 33

Page 30: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

6 A.. T A.. e;) LJ ES <:::: C> N T FlA.. EL ENFlC>C)LJE (C:::::A..SILLA..S

I:>EB I LES)

~ [ o w ~ w o o (/) [

uando el enroque ; presenta la configu­

"""111111.__,..... ración que muestra el esquema aparecen serios proble­mas para la coordinación de la de­

fensa . El peón de "f6" impide, en muchos ca­sos, el auxilio de otras piezas. El ataque suele te-

ner como objetivo las casillas "g?" y "h7", aparte del aprovechamiento que pueda hacerse de la columna g -si está abierta- y el bando que se defiende no llega a "taponar" dicha columna situando alguna de sus pie­zas en "g6". El primer ejemplo ilustra bastante bien lo expuesto.

27

5 A esta posición se llegó en la par-o tida Torán-O'Kelly (Palma de Mallar-o ca, 1967), después de la jugada 20. z J .. . ~e4.

~ Se mantiene el equilibrio de mate­oo rial , pero las blancas disponen de

mejor estructura de peones y posibi­lidades de ataque sobre el enroque debilitado.

Como puede apreciarse en la continuación, la amenaza de mate en "g7" (con el equipo dama-caballo) puede ser contrarrestada. Por tanto, se recurre a la colaboración de las restantes piezas para incrementar el ataque.

La primera jugada de las blancas puede resultar un tanto sorpresiva, pero tiene su justificación.

21. g3!

Incluso en las posiciones más fa­vorables, como la presente, hay que prestar atención a las posibles reac­ciones tácticas del adversario. Pare­ce más natural, sin duda, 21. 1l a­e1?, pero existe la desagradable ré­plica 21 . ... ~xg2t!, seguido de 22 . . . . ttJf4t, que recupera la dama. Por otra parte, las negras pretenden lle­var a término la maniobra ~f4- 'ij'g5 ,

con lo que quedaría disuelto el pro­yecto de ataque. He aquí las razones que concurren para jugar 21 . g3.

21. ~e6

La dama se repliega para quitar fuerza a ]l e1 . Falsa sería la idea 21 . .. . 1l e8; 22. 1l a-e1 !, 'ij'xe1; 23 . ~h6!, con mate imparable en "g7".

22. ]l a-e1

La distribución normal de las to­rres blancas sería llevar la de "f1" a la columna e y la de "a1 " a la colum­na e, dado que ambas se encuen-

34 CC>LECCI C> N FC>RIV1AC I C> N DE AJEDREZ

Page 31: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES SC>BRE EL ENRC>OUE (CASILLAS DEBILES)

tran abiertas. Pero como el plan blanco se centra en atacar el enroque negro debilitado, es mejor centrar las fuerzas en este sector. En la jugada 28 comprobaremos la im­portancia de este detalle.

22. ~d7

Hay que insistir en el ataque so­bre el caballo para impedir ~h6.

23. la e3!

La torre se apresta a colaborar en el ataque. Queda lista para ir a "f3", reiterando la amenaza ~h6, o bien a "h3" luego del avance previo g4.

23. wha Las negras pretenden formar un

dispositivo de defensa basado en la instalación de una torre en "g8" y el caballo en "f8", controlando así los cuadros "g?" y "h?". La idea es bue­na, pero no llegará a consumarse.

24. g4!

Con la amenaza 24. la h3, ct:J f8; 25. 'ij'h6, ganando. La respuesta es prácticamente forzada.

24. g g8

Si hay tiempo para 25 .... ct:J f8, el propósito defensivo se habrá cumpli­do, ... pero no hay tiempo.

24. ~xh7t!! ...

Un sacrificio temático que permite la extracción del rey negro, para lle­varlo a "campo abierto" , donde su­cumbirá a la acción combinada del resto de los efectivos blancos. Lo que sigue es todo forzado.

24. wxh7 25. la h3t ct:J h4 26. la xh4t wg6 21. la h6+ wgs 28. f4t! wxg4 29. ct:J e3 mate.

Ejercicios. Ataques sobre el enroque {Casillas débiles)

35

Juegan blancas y ganan

Juegan blancas y ganan

N w [ o w ~ w o o (jJ [ J o o o z J CJ w (jJ

CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE A..JEDRE:Z 35

Page 32: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o U) [ J o o o z J ~ w U)

ATAQUES SOBRE EL ENROQUE (CASILLAS DEBILES)

37 39

Juegan negras y ganan Juegan blancas y ganan

38 40

Juegan blancas y ganan Juegan blancas y ganan

36 COLECCION FORIV'IACION DE AJEDREZ

Page 33: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

7 5-A...CRIFICIC>S CL.ÁSICC>S

lgunos autores han coincidido en denominar "Aje­

drez romántico" al que se practicó, más o menos, hasta finales .del siglo pasado. La teoría estaba entonces poco desarrollada, especialmente en cuanto se refiere a las aperturas. Los jugadores perseguían desde los pri­meros movimientos el ataque directo al rey, sin conceder mayor importan­cia a algunos conceptos que hoy consideramos fundamentales, como pueden ser las casillas débiles o la estructura de peones.

Puestos a atacar y mirando más al rey enemigo que al propio, se pro­dujeron infinidad de partidas de un valor estético inigualable. El hecho de que en la actualidad tengan ca­rácter excepcional el tipo de combi­naciones tan comunes entonces, no resta importancia al buen conoci­miento de las mismas, dado que ig­norar su naturaleza es la mejor "pa­peleta " para ser algún día víctimas de algún ataque similar.

Centraremos este capítulo en el estudio de tres temas combinativos, aunque en alguno de los ejemplos aparezcan mezclados dos de ellos.

Entrega de los dos al'files sobre el enroque

Aunque es probable que este tipo de sacrificio surgiese con antelación, la referencia más importante viene de la siguiente partida.

Amsterdam, 1889

Blancas: Lasker Negras: Bauer Apertura Bird

1. f4 2. e3 3. b3 4. i,b2 5. .id3 6. é¡J C3 7. ttJ f3 8. 0-0 9. ttJe2

dS ttJ f6 e6 .te7 b6 i,b7 ttJb-d7 0-0 eS

Las negras debieron eliminar algu­no de los alfiles contrarios, jugando 9 . ... ttJc5

10. é¡J g3 11. ttJ·eS 12. i,xe5 13. 'lj'e2

'lj'c7 é¡Jxe5 'lj'c6 a6

Se impide un eventual ataque a la dama con i,b5, al tiempo que pre­para el avance de sus peones. Sin embargo, han consentido que las piezas adversarias estén dispuestas de forma muy agresiva.

29

14. ttJ hS!

N w [ o w ~ w o o ([¡ [ )

o o o z )

CJ w ({)

CC> L E C C IC> N FC>R.MA.C IC> N D E A..JEDR. E :Z: 3 7

Page 34: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

SACRIFIC IOS CL.ASICC>S

El ataque se torna irresistible. Si 14. ... d4; 15. i,xf6, i,xf6; 16. twg4, c;t> h8; 17 . .l:t f3, .l:[ g8; 18. i,xh7, con ventaja decisiva. Si 14 .... tZJ e8 ; 15. i,xg7, tZJxg7; 16. twg4, es concluyente. Y, si 14. . .. h 6; 1 5. i,xf6, i,xf6; 16. tZJxf6+, gxf6; 17. twg4+, c;t> h8; 18. twh4, c;t> g7; 19 . .l:t f3, con ataque ganador.

14. tZJxhS

La forma en que Lasker continúa el ataque es sencillamente magistral.

15. i,xh7+! c;t>xh7 16. twh5+ c;t>g8

Viene ahora el sacrificio del otro alfil

17. i,xg711 ...

Esta entrega es posible gracias a la inmediata colaboración de las to­rres en el ataque. No sirve 17, .... f6,

N w por 18 . .l:t f3, que asegura un ataque ~ demoledor. w ~ 17. c;t>xg7

18. twg4+ c;t>h7 w o 19. .l:[ f3 o ({) Y para defenderse de la amenaza ~ de mate no hay más remedio que O entregar la dama. o o 19. 5 20. ~ 21. w ({) 22.

eS .l:[ h3+ twh6 .l:[ xh6+ c;t>xh6 twd71

Al tener que ceder uno de los alfi­les se desvanece toda esperanza para las negras.

22. i,f6 23. twxb7 c;t>g7

La captura 23 . ... exf4, se refuta con 24. twxb6, c;t> g?; 25 . .l:t f1, etc. El resto no precisa comentarios.

24. n f1 n a-b8 2s. twd7 n t-d8 26. twg4+ c;t>f8 27. fxeS i,g7 28. e6 .l:t b7 29. twg6 16 30. n xf6+1 i,xf6 31. twxf6+ c;t> e8 32. twh8+ c;t> e7 33. twg7 + Abandona

Con el fin de que este capítulo no reste espacio a otros de igual interés y una vez que conocemos, por la parti­da precedente, los elementos básicos que conforman este tipo de sacrificios, presento los siguientes casos acom­pañados de breves comentarios.

31

San Petersburgo, 1914

Tarrasch

Nimzowitch

Juegan las blancas

38 CC> LECCIC>N F C> Rfv1ACIC>N D E AJE D REZ

Page 35: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Los peones "colgantes" favore­cen, con su desestabilizador avance, la formación del ataque con el doble sacrificio de alfiles.

1. d4! 2. exd4 ,!xh2+!! 3. <.t>xh2 ~h4+ 4. <.t>g1 .txg2!! 5. f3

Hay que respetar al segundo alfil. Si 5. <.t> xg2, ~g4+; 6. ~h2, 1:! d5 y ganan. Si 5. f4, sigue 5 .... ~g3! ,

etc.

5. 6. 7. 8.

t2Je4 <.t>f2 d5

1:! f-e8! ~h1+

.txf1

Quiere montar "el tren" en la gran diagonal, en vista de que fracasa 5. n xf1' por 5 .... ~h2+! y 6 .... ~xc2.

8. f5 9. ~c3 ~g2+

10. <.t>e3

En el remate aparece el tema "ex­tracción del rey".

10. 11. fxe4 12. \t>Xf4 13. <.t>e5 14. <.t>e6 15. <.t>d7

n xe4+ f4+ 1:! f8+ ~h2+

n e8+ i. b5 mate

Si el rey hubiese ido a "f6", el mate llegaría con 15 .... ~f4 mate.

El último ejemplo es de una parti­da moderna, lo que demuestra que los temas clásicos de combinación son eternos.

SACRIFICIOS CLA.SICOS

Olimpiada de Lucerna, 1982

32

Browne

Miles

Juegan las blancas

1. ,!xh7+!! ~xh7 2. ~h5+ ~g8

3. ,!xg7! <.t>xg7

También aquí la dama negra sirve como elemento táctico, al impedir la defensa 3 .... f5, a causa de 4. ~h8+, <.t> f7; 5 . .txf8, n xt8; 6. ~h7+, etc.

4. 5. 6.

~g5+ ~f6+!

n c4

<.t> h8 ~g8

Abandona.

Sacri'ficio de las dos torres

N w 0: o w ~ w o o

Si hubiera que catalogar las in- ~ numerables combinaciones de ata- 5 que que hasta la fecha ha dado el 0 ajedrez, no es arriesgado afirmar o z que ocupando uno de los primeros J

lugares aparecería la siguiente posi- ~ ción: m

COLECCION F ORMACION DE AJEDREZ 39

Page 36: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

SACRIFICIOS CL..ASICC>S

33

Londres, 1851

Kieseritzky

Anderssen

Juegan las blancas

Las blancas han sacrificado una pieza y aún tienen que hacer frente a las amenazas que pesan sobre sus torres. En situaciones de estas ca­racterísticas el bando atacante haría mal en adoptar una actitud conserva­dora, para tratar de salvar parte del material del que aún dispone. La po­sición es fruto de un juego de "envi­te", de riesgo, donde lo que cuenta es llevar a buen término la iniciativa por la que tan alto precio se ha pa-

~ gado. O se da mate antes de que se a: consolide la defensa o se pierde. o w Veamos cómo actuó el genial ~ Anderssen. w o 1. ,id6!! _txg1

g Si 1 ... . I/¡\Vxa1+; 2. ~e2, l/i'xg1; 3. a: ttJxg7+, ~d8; 4. _t c7 mate. J o 2. e5!!

~ Se cierra la red sobre el mal de-z tendido rey negro. J ~ 2. w (/) 3. ~e2

~xa1+

ttJ a6

Para defenderse del mate que se amenazaba: ttJxg7+ y j_c7 mate.

4. ttJxg7 + ~d8

5. l/i'f6+ Y las tres piezas menores que aun

sobreviven, se bastan para senten­ciar la lucha.

5. ttJxf6 6. ,ie7 mate.

El G.M. español Manuel Rivas, ha escrito a propósito del sacrificio de las dos torres, y refiriéndose concre­tamente a la partida que veremos a continuación, lo siguiente: "El sacrifi­cio de las dos torres, desde que Anderssen lo convirtiera en "inmor­tal", es perseguido por la mayoría de los ajedrecistas para ocupar el más privilegiado lugar dentro de sus par­ticulares colecciones. Pocos lo han conseguido, sin embargo, dentro del ajedrez magistral, cada nuevo logro es recibido con la estupefacción propia del que se encuentra petróleo en el patio de su casa. En el torneo más fuerte del mundo, para el cual los maestros reservan su ajedrez más avanzado, también tienen lugar las brillantes ideas de siempre".

Linares, 1994

Blancas: Topalov Negras: Bareiev Defensa Francesa

1. e4 2. d4 3. 4.

ttJ c3 j_g5

e6 d5 tbf6 dxe4

Línea simplificadora, en lugar de la alternativa 4 . ... ,ie7.

5. CZJxe4 j_e7 6. j_xf6 j_xf6 7. ce

4-0 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDR E Z

Page 37: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Cuenta con más partidarios 7. ttJ f3.

7. . t¿j d7 8. ~c2!?

Dudoso, pues facilita la siguiente reacción.

8. eS! 9. dxe5 ttJxeS 10. f4?!

Asumiendo demasiados riesgos, actitud que en parte se justifica ante las pobres expectativas que ofrece 10. ,ie2, .if5; 11. ttJ d6+, ~xd6; 12. ~xf5, 0-0, con juego preferible para las negras, que gozan de mejor de­sarrollo.

10. ttJg6 11. g3 0-0 12. .id3 ~d5 13. a3?

Pretende tener a mano el enroque largo, sin perder el peón de "a2 ", pero el plan no es bueno.

34

13. t¿jxf4!

Un primer sacrificio que trata de aprovechar la ventaja de desarrollo y la delicada situación del rey blanco.

14. t¿jxf6+

Si 14. gxf4, .ih4+; 15. wf1, f5, re­cuperando la pieza, con ventaja.

SACRIFICIOS CLASICC>S

14. gxf6 15. ,ixh7+ wg7 16. ~e4

Con idea de provocar cambios que lleven la lucha hacia un final con algunas esperanzas de salvación, pero .. .

16. .tt e8!!

Así se inicia el doble sacrificio de torres, oferta que no se puede rehusar.

17. ~xe8

35

17. ,if5!!

Complemento de la maniobra de ataque anunciada. La dama blanca es alejada del campo central de operaciones, quedando el rey a mer­ced de la acción combinada de las piezas negras.

18. ~xa8

Si 18. ~e3, ttJ g2+, etc.

18. ~e4+!

19. wt2

N w [ o w ~ w o o

El rey no puede escapar. Si 19. ~ w d2, ~g2+!; 20. w e1' ttJ d3+; 21. J

wd1' ,ig4+. o bien 20. wd1' ~c2+; o 21. w e1, ttJ d3+. En cuanto a 20. ~ we3, lleva a la línea de la partida. ~

19. ~g2+ ~ 20. we3 ttJd5+ (j)

CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ 41

Page 38: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

SACRIFICIOS CLA.SICO S

Lo que sigue -maniobra de ex­tracción- será tema del siguiente estudio.

21. ~d4 ~d2+

22. ~es ~e3+

23. ~c4

O bien 23. ~b5, _id7+; 24. ~a5 ,

b6 mate.

23. t¿jb6+ Abandona

Cualquier retirada conduce al mate. Si 24. ~b4, 'l$e7 +; 25. ~b3,

~e6+, etc. Y si 24. ~b5, 'l$d3+; 25. ~a5, 'l$a6+; 26. ~b4, ~c4+ y tam­bién es mate.

Sacrif'icios para la extracción del rey

Reiterando la importancia que tiene disponer de un fuerte baluarte donde el rey goce de la mayor se­guridad posible, lo que se consigue generalmente con un enroque bien protegido, sabemos por la misma razón que el rey fuera de sus lí­neas corre infinidad de peligros, sobre todo si el oponente cuenta

~ con los suficientes elementos para ~ su hostigamiento. Basándose en w este elemento táctico, es frecuente ~ el tipo de sacrificio que persigue ~ llevar al rey a situación tan desfa-0 vorable. ~ El primer ejemplo que presento J puede considerarse como un caso o 0 extremo, aunque no es único en la o práctica magistral. Recordemos que z J en la partida Topalov-Bareiev, co-~ mentada anteriormente, también se w contempla en su remate una visto-

sa extracción de rey. La figura del "rey viajero" se presenta con relati­va frecuenc ia. En alguno de los ejercicios dedicados a "Ataques so­bre el enroque" puede comprobar el lector cómo aparece esta manio­bra táctica.

New York, 1912

Blancas: Edward Lasker Negras: G. Thomas Defensa Holandesa

1. d4 f5 2. tZJ c3 ttJ f6 3. 1l_g5 e6

Es preferible 3 . ... d5; 4. 1l_xf6, exf6, y la deficiente estructura de peones no supone una desventaja demasiado importante. Ahora las blancas juegan con fuerza ...

4. e4 fxe4 5. tZJxe4 j_e7 6. j_xf6 j_xf6 7. tt:J f3 0-0 8. j_d3 b6 Todo parece muy lógico. Desde

"b7" el alfil dispondrá de una buena diagonal.

9. tZJe5 10. ~h5!

j_b7 'J$e7

Las negras se encuentran ante graves amenazas. Su última jugada trata de hacer frente a 11 . tt:Jxf6 , lo que dejaría a la dama defendiendo el punto crítico de "h7". Hay, sin embargo, un detalle que escapó a los cálculos de Thomas y que per­mitió a Edward Lasker (no confundir con el que fuera Campeón del Mun­do, Emmanuel Lasker} anunciar mate en ocho jugadas. Era esta una costumbre muy al uso en aquellos tiempos.

42 C OLEC CION FORMACI O N DE AJEDREZ

Page 39: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

36

11. 12.

~xh7+!! r;i¡xh7 eoxf6+ r;i¡ h6

No hay mejor alternativa. Si 12 . ... r;i¡ h8; 13. eo g6 mate.

13. eoe-g4 r;i¡g5 14. h4+ r;i¡f4 15. g3+ r;i¡ f3 16. J,e2+ r;i¡ g2 17. 1J, h2+ r;i¡ g1 18. 0-0-0 mate.

Una a n écdot a simpática

Al concluir la partida, Edward estaba exultante; no era para me-

SACRIFIC IOS CLA.S ICC>S

nos después de tan bri lante combi­nación. Apareció entonces en la sala de juego el Campeón del Mun­do Emmanuel Lasker (no había en ­tre ambos ningún parentesco) y al mostrarle el remate apostilló: "Ni tú mismo hubieras podido super¿r mi juego". El "gran Lasker" --como acostumbraba a llamarle su suce­sor Capablanca- le f ::licitó: "Es muy bonita, ciertamente, pero inco­rrecta". Edward se mostró sorpren­dido" ¿Cómo? -replicó- todas las jugadas de mi contrario han sido forzadas". El Campeón res­pondió: Sí, pero yo hubiera dado mate dos jugadas antes". Y mostró la variante:

14. f4+! r;i¡xf4

si 14 .... wh4; 15. g3+, r;i¡ h3; 16. ,tf1 mate.

15. g3+ wf3

Si 15 .... r;i¡ g5; 16. h4 mate

16. 0-0 mate.

Una magnífica lección.

N UJ a: o UJ

~ UJ o o (/) a: J o o o z J G UJ (/)

CC> L E CCIC> N F C> RI\I1AC IC>N DE A J EDREZ 43

Page 40: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

a .A.T.A..~LJE .A.. L A

E3.A..'V'C> N ET.A..

i ambos bandos se encuentran enro ­cados en el mismo

flanco los ataques se realizan, prefe-rentemente, por medio de las piezas, porque intentar hacerlo con los peo­nes supone dejar desprotegido al propio rey. Cambia el panorama si los enroques están dispuestos en alas distintas. Entonces cabe la po­sibilidad de avanzar los peones en busca de rupturas que creen vías de penetración a las piezas. El llamado "Ataque a la bayoneta" es la forma más característica de llevar a cabo este plan.

La siguiente partida, celebrada en el Torneo de Filadelfia, 1988, presen­ta un ataque de este tipo.

Blancas: Gulko Negras: Solman Defensa Robatsch

1. d4 g6 2. e4 ,ig7 3. 'bc3 d6 4 g3

~ Contra la defensa del "fianchetto" ~ de rey, Gulko elige esta línea w posicional. Las alternativas son: 4. ~ f4, 4. ,ie3 y 4. ttJ f3, por citar tan o sólo las más usuales. o (/) II J o o o z J ~ w (/)

4. ttJc6 Una idea del G.M. austríaco

Robatsch. Presiona en el centro tra­tando de hacerse fuerte en "d4"

5. ,ie3 eS 6. dxe5

Sin dar satisfacción al contrario

que perseguía 6. d5, 'b d4 y, si 6. ttJ e2, ,ig4!, con buen juego.

6. 'bxe5

37

7. f4!

Esta expansión requiere un cálcu-lo previo muy exacto.

7. j_g4

Si 7 .... 'bg4; 8 . .! d4.

8. ,ie2 'bc4 9. J. d4! ,ixe2

Probablemente las negras espera-ban la pasiva retirada 9. ,ic1 -para defender el peón de "b2"- pero , como comentaba antes, Gulko anali­zó en profundidad. Si 9 . .. . 'bxb2; 1 O. ~d2 , ttJ c4 (1 O .... ,ixd4; 11. ~xd4 , ~f6; 12. ~b4) 11. ~d3!,

,ixe2; 12. ttJ gxe2, ttJb2 (No hay mu­chas alternativas) 13. ~b5+ y 14. ~xb2, ganando.

10. ttJgxe2 ttJf6 11. ~d3 'bb6

Unica.

12. g4!

Aprovecha la indefensión del alfil

4 4 CC>LE C CIC>N FC>RM.AC I C> N D E AJEDREZ

Page 41: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

para iniciar de inmediato el "ataque a la bayoneta".

12. 0-0

Esto conduce a una lucha con enroques en distintos flancos donde la ventaja está de parte de las blan­cas que tienen mejor dispuestos sus efectivos para el ataque. Otros cami­nos, como 12 .... Wl/e?; 13. g5, tt:J h5; 14. a4!, son también favorables a las blancas.

13. 14. 15. 16.

gS i,xg7 O-O-O h4

17. W//f3

18. hS!

tt:J h5 tt:Jxg7 W!le7 Wl/e6 lJ: f-d8

Esta ruptura se repite en casi to­das las posiciones de este tipo. Se sacrifica el peón para abrir la colum­na de torre y si es preciso, también se sacrifica la calidad. Esta partida no sirve como excepción.

18. tt:JxhS 19. fS! ~es

20. JJ: xhS!

Aquí está el segundo sacrificio. Es cierto que la dama negra ocupa una casilla fuerte y puede colaborar en la defensa, pero resultará una ayuda

ATAQUE A LA BAYONETA

insuficiente ante la fuerte iniciativa del blanco.

20. gxhS 21. W//XhS ~f8

Trata de huir de "la quema" , en vista de la amenaza f6 seguido de ~h6 . Si 21 ... . ~g7, el ataque pro ­seguiría con 22. tt:J f4 y 23. f6.

22. W//Xh7 W//Q7 23. W//h4 ~e8

24. f6 Wl/g8

Si 24 .... W//g6; 25. tt:J f4. Las negras están perdidas. La calidad de ventaja no significa nada. Sus piezas están pasivas; el rey en el centro propicia múltiples temas combinativos; no hay contrajuego. Resta claudicar o espe­rar el remate. Sin duda ofrece más esperanzas la segunda opción.

2S. tt:J f4 c6 26. tt:Jc-e2 ~d7

21. es ~c7

Todo es malo. Si 27 .... d5; la dama blanca da un jaque y a conti­nuación se avanza el peón a "e6".

28. e6 fxe6 29. g6 JJ: f8 30. f7 W//h8 31. tt:Jxe6+ ~d7 ~ 32. tt:JcS+ Abandona [ o Después de 32 . .. . ~e?; 33. W!le7+ ~

es fulminante. Y, si 32 .... ~c8; 33. UJ W//xh8t, JJ: xh8; 34. g?, ~e?; 35. o

gxh8=W//, JJ: xh8; 36. tt:Je6+, etc. o Frente a un ataque de flanco y ~

siendo precisamente éste donde se 6 encuentra el rey que soporta la agre- 0 sión, una de las armas defensivas o z más eficaces es la apertura de líneas J

en el centro o el contraataque en el ~ flanco contrario. Limitarse a esperar oo

CC>LECCJC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ 45

Page 42: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUE A LA BAYONETA

los acontecimientos sólo puede te­ner éxito si los dispositivos defensi­vos son manifiestamente superiores a los atacantes.

En la siguiente partida vemos cómo las negras reaccionan contra el peligroso ataque adversario.

Nottingham, 1936

Blancas: Alekhine Negras: Botvinnik Defensa Siciliana

1. e4 eS 2. tt:l f3 d6 3. d4 tt:lxd4 4. tt:lxd4 tt:l f6 5. tt:lc3 g6 6. i,e2 i,g7 7. i,e3 0-0 8. tt:lb3 Está planteada la "variante del

Dragón". La retirada del caballo a "b3" se recomienda con el fin de im­pedir que las negras puedan liberar su juego con el avance del peón a "d5".

8. 9. f4

tt:Jc6

Primer atisbo del "ataque a la ba-yoneta". Más tranquila es la conti­

~ nuación 9. 0-0 0: o 9. i,e6 w ~ 10. g4

w 39 o o Los tres peones situados en la ~ cuarta fila plantean serias amenazas. 6 La inmediata es f5, seguido de un 0 eventual enroque largo, una vez o completado el desarrollo. z J Observemos la singular maestría ~ de Botvinnik para contrarrestar los m peligros expuestos.

39

10. d5!

Dentro de la más pura ortodoxia: acción central frente a ataque de flanco.

11. f5

La réplica a 11.e5 puede ser 11 . ... d4! ; 12. tt:lxd4 (Si 12. exf6, i,xf6, re­cuperando la pieza con buen juego) 12 . ... tt:lxd4; 13. i,xd4, tt:l xg4; y la posición negra es muy satisfactoria.

11. i,C8

La mejor retirada.

12. exd5 tt:l b4 13. d6 Han transcurrido casi sesenta

años desde que se disputó esta par­tida y no es de extrañar que la teoría actual dé como mejor continuación para las blancas 13. i.f3.

13. 'i'Xd6 14. i,c5

40

4-6 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Page 43: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

El cambio de las damas 14 ... . ~xd1 +; 15. l:! xd1 , otorga alguna ventaja a las blancas, al no servir 15 . ... tt:Jxc2+? ; 16. <;t> d2!. La continua­ción que elige Botvinnik lleva apare­jada el sacrificio de una pieza, aun­que en sus cálculos tuvo prevista la forma de lograr la igualdad.

14. ~f41

15. l:! f1 ~xh2

A T A Q UE A LA. BAYO N ETA

16. .txb4 tt:Jxg41 La clave. Ante las múltiples ame­

nazas que pesan sobre su posición, Alekhine opta por capturar el caba­llo, lo que conduce a un rápido em­pate por jaque contínuo.

17. i,xg4 ~g3+

18. 1:! f2 ~g1 + 19. l:! f1 ~g3+

Y el juego se declaró tablas.

N UJ [ o UJ

~ UJ o o ({) [ J o o o z J ~ UJ ({)

CC>LECCIC>N FC>RIVlACIC>N D E AJEDREZ 47

Page 44: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

9 EL IREI'I

N w [ o w ~ w o

enroque que fuercen como mínimo su debilitamiento es muy frecuente que el bando que ataca disponga la batería de dama y alfil del modo que de manera esquemática presentan los siguientes diagramas.

41

42

• • ••• . . . ,., ' •••• •••• •••• . -~· . -~· . . ••••

o Se conviene en denominar a este ~ equipo de ataque "el tren", acaso 5 porque, de alguna manera recuerde, 0 por su trayectoria y potencia, al po­o deroso ferrocarril. z J En los dos ejemplos la defensa @ puede contrarrestar la amenaza de w mate, aunque tendrán que hacer al-

guna concesión. En el primer caso se puede jugar 1 . .. . f5 y 1 .. .. g6 . El avance 1 .... f5 genera una debilidad seria en "e6" y otra relativa en "g6", al tiempo que abre la diagonal a2-g8, que puede servir como nueva vía de ataque. En cuanto a 1 . ... g6, deja sin protección -débiles- los cuadros "f6" y "h6" y crea dos puntos de rup­tura en "f5" y "h5", en el supuesto de que las blancas lleguen con aiguno de sus peones a estas casillas .

Un ejemplo relevante que muestra la forma clásica de montar "el tren" parte del diagrama 43.

La posición está tomada de la partida Capablanca - Jaffe (New York, 1910).

43

Juegan las negras

La jugada natural para liberar el juego de las negras es 1 . ... e5, pero no es recomendable a causa de la pequeña combinación 2. dxe5, CZJ xe5; 3. CZJ xe5, .txe5 ; 4. ,ixh7+, \Í'Xh7; 5. ~h5+, \Í' g8; 6. ~xe5, que deja a las blancas con ventaja. Por tal razón, las negras continuaron con:

48 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Page 45: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

1. 2. .tc2

t¿Jf6 h6

Impidiendo la "clavada" ,ig5.

3. b3 b6 4. i.b2 i_b7 S. ~d3!

Ya tenemos a nuestro protagonis­ta en acción: "el tren". Su destino es "h7". De momento esta casilla está defendida por el caballo, mas se vis­lumbra la amenaza 6. d5!, con el propósito de capturar con el alfil de "b2" el caballo defensor. Muy conse­cuente parece, por tanto ...

S. g6

La batería dama-alfil parece que ha quedado fuera de seNicio.

6. !!. a-e1! ...

Posicionalmente irreprochable. Ocupa la columna semi-abierta y amaga la entrega t¿jxe6, que pondría nuevamente en marcha "el tren".

Sin ser materia de este capítulo no está de más hacer la siguiente reflexión: ¿Por qué se juega .l:!. a-e1 y no .~If-e1? En este caso la respuesta es sencilla: porque las blancas están actuando con energía en el flanco de rey y pudiera ser que eventualmente se necesitase incrementar el ataque con la maniobra f4 y J:l: f3.

Existen posiciones donde decidir­se por una u otra torre precisa de profundas consideraciones estratégi­cas, incluso para los maestros más acreditados.

6. ttJ hS Pretende contestar a 7. n xe6 con

7 . .. . ttJ f4!, o llevar el caballo a "g7", con el fin de anular el proyecto de entrega en "e6".

7. i,c11 íJ;>g7

EL TREN

Si 7 .... .tf4; 8. J::~ xe6 , concede ventaja decisiva.

44

8. ~xe6!

Arrollador. Se amenaza 9. .la xg6+!, y no siNe 8 .... fxe6, por 9. ~xg6+, seguido de ~h7 mate.

8. t¿Jf6 9. ttJeS eS

CapablaRca remata con un visto­so juego cómbinativo.

10. i,xh6+! íJ;>xh6 11. t¿jxf7+1 ...

Y las negras abandonaron. El mate es inevitable. Si 11 .... rt> h5; 12. ~h3 , mate. A cualquier otra ju­gada sigue 12. '!fxg6 mate.

Para abundar más en el tema, pa­semos a ver los siguientes ejemplos. N

w

1. ~eS!

45 [ o w ~

Ante la doble amenaza ~xg7 mate ~

y ~e8+, la respuesta es obligada. 0 (/)

1. f6 [ 2. .i d5+ rb h8 6 Si 2 .... i,f7; 3. ~e8+!

3. ~xf6!!

Se especula con el mate que se pro­duciría tras 3 .... gxf6; 4. ,1xf6 mate.

o o z J ~ w (/)

CC>LE CCIC> N FC>AIVIA.C I C> N DE AJ E DREZ 4-9

Page 46: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

EL TREN

3. 4.

Kladovo, 1990

Stefanovsky

Mirkovic

Juegan las blancas

'f1 e7

Y el ataque sobre "g7" no tiene parada, dado que a 4 . .. . _txd4 se­guiría 5. ~xa6, con abrumadora ventaja.

Suecia, 197 4

Ekenberg

N 46 llJ [ Cl llJ

~ llJ o o ifJ [ J o o Cl z J (;! llJ ifJ

Johansson

Juegan las negras

1. 2. .,t f3

~c6!

Unica defensa razonable, aunque no evita el desastre.

2. ~xf3!1

Un demoledor sacrificio que abre vías para el ataque imparable de las torres y alfiles.

3. gxf3 '!1 d-g8+ n xg3+! 4. .,tg3

Ahora se aprecia la importancia del alfil en "c5".

5. hxg3 .,txf3

Y el mate con 'f1 h 1 ++ es inevita­ble.

Manila, 1972

Naranja

Torre

Juegan las blancas

1. .,td4!

Como no puede ser neutralizada la siguiente jugada de las blancas, la continuación de la partida es for­zada.

1. .,th6

50 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Page 47: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

2. 3. 4.

~es

~16

11 e1

c;t> h7 ~b3 ll f8

Las negras han llegado a tiempo de detener todas las amenazas di­rectas, pero su posición sigue estan­do perdida, aunque para demostrarlo se precise de un juego sumamente exacto.

S. 6.

g3! l!C7!

~dS

"Zugzwang". Expresión que signi­fica que si se juega se pierde. Efecti­vamente, si 6 .... ~b3; 7. c4! y no hay defensa contra la amenaza en "f7". Naranja ensayó ...

6. ~fS

7. n xf7+! Abandona

Si 7 .... n xf7; 8. ~h8 mate.

48

1. ,ixf6! ,ixf6

Si 1 .... gxf6; 2. ~g4+, ~ h8; 3, ~h5, etc.

2. ~fS! ,ixb2

La alternativa era 2 .... h6; 3. ~h7+, c;t> f8; 4. lbf5!, g6; 5. lbh6, con ventaja decisiva.

48

Cuba, 1980

Chiviano

EL TREN

Lebredo

Juegan las blancas

3. ~h7+ ~f8

4. ~h8+ ~e7 S. ~h4+ ,if6 6. ~b4+ c;t> d8

Si 6 ... . ~d6; 7. lbf5+

7. n a-d1 J.c3

Si 7 .... ,i d?; 8. ,i b5, 11 e7; 9. n xd7+, n xd7; 10. ~f8, mate.

8. ,ibS+ J.d7 9. ~a4 n e7 10. l! e3 eS 11. 11 xc3 Abandona

N w [ o w ~ w o o U) [ J o o o z J C) w U)

CC>LECCIC>N FC>RIVIA.CIC>N DE A..JEDREZ 5'1

Page 48: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

""'10 A..TA..~LJES C::C>NT~A.. EL EN~C>~LJE ••A.._SA..L. TC> A..L.

FIA..NC::HETT<>••

L a idea de presen­tar dos esquemas que se diferen-

cian por la presencia de un alfil

••• "fianchettado" en el • .i ~: primer caso y su • ~ ausencia en el se-

• .i. gundo, es para que • • el lector advierta de una manera gráfica • • lo que vamos a tra- • O taren este capítulo. ~~ "~

La formación que ~ ~

•n~ dispone del alfil es m ~ incomparablemente más fuerte, pues las debilidades inherentes al avance g6, o sea, las casillas "f6" y "h6" , se encuentran defendidas por la pieza, lo que no ocurre en el otro esquema, donde los cuadros "f3" y "h3" care­cen de la debida protección.

Este detalle lleva a perseguir como complemento básico del ata­que a una formación de "fianchetto", el cambio del alfil defensor.

~ Una vez alcanzada esta meta, la ~ ofensiva se desarrolla de diversas w maneras, prácticamente imposibles ~ de catalogar dada su amplitud. ~ Centraremos por tanto el tema to­O mando como referencia el tipo de ~ ataque más frecuente que nos ser-6 virá para englobar en este apartado

0 otro método de agresión al enroque o que suele resultar muy efectivo: S "ataque a través de la columna de CJ w ifl

torre" _ Las dos partidas que siguen son

excelentes modelos para el conoci­miento de este tema.

Match de Candidatos, 197 4

Blancas: Karpov Negras: Korchnoi Defensa Siciliana

1. e4 eS 2. t¿j f3 d6 3. d4 cxd4 4. t¿j xd4 ttJf6 5. ttJc3 g6

Así queda planteada la "variante del Dragón". Esta línea proporciona a las negras un desarrollo armónico junto con un dispositivo defensivo difícil de abatir.

6. 7.

i,e3 f3

i,g7

El tratamiento clásico de esta lí­nea fue durante muchos años a base de 7. i,e2, con idea de enrocar cor­to y avanzar el peón a "f4", dejando latentes posibles rupturas en "e5" y "f5".

El plan que elige Karpov ha des­plazado en gran medida al sistema primitivo. Como veremos muy pron­to , el proyecto de las blancas es bien distinto, pues se trata de plan­tear una lucha con enroques en dis­tinto flanco.

7. ttJc6 8. ~d2 0-0 9. _tc4 i,d7 10. h4

5:2 CC> L ECCIC>N FC>RI'VlACI C> N DE AJEDREZ

Page 49: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

49

Ya se aprecia cómo las blancas preparan el tipo de ataque que antes comentaba. La batería dama-alfil hace posible un eventual J., h6, para cambiar el alfil de "fianchetto", mien­tras que otro paso del peón situado en "h4" puede ser la llave que abra la columna de torre.

10. nca 11. J.,b3 tZJe5 12. 0-0-0 tZJc4 13. j_xc4 n xc4 14. h5!

Este sacrificio de peón es temático. Es el precio que hay que pagar para conseguir la apertura de la columna.

14. tZJxh5 15. g4 tZJf6 16. tZJd-e2 ~a5

Las negras despliegan sus piezas dentro de la más pura lógica. Deben buscar el contraataque en el ala de dama.

17. j_h6!

50

Así se cumple el segundo objeti­vo: cambiar el alfil. No quiere esto decir que el juego esté sentenciado. Las negras intentarán aprovechar los recursos defensivos que están a su alcance, sin olvidar que el balance de material les es favorable.

50

17. 18. 19.

~xh6

1:! d3

j_xh6 1:1 f-ea l:! c4-c5?

Era pre ferible la defensa pasiva 19 . .. . ~d8; 20. g5; tZJ h5; 21. tZJ f4, 'lff8; 22. ~xf8+, ~xf8; 23. tZJ xh5, gxh5; 24. n xh5, ~g7, aunque la po­sición blanca sería preferible.

Lo que resta de partida más pare­ce ser jugado por una "máquina del futuro" que por un ser humano.

51

20. g5!!

N UJ [ o UJ

~ Las negras se encuentran ante ~

una mala elección. Pueden jugar 20. 0 ... tZJ h5, a lo que probablemente se- (f)

[ guiría el salto 21. tZJf4! , y después de J

21 .... n xg5; 22 . tZJc-d5!, la ventaja 0

de Karpov sería decisiva. La otra al- g ternativa es la de la partida. S

20. n xg5 @ 21. 1:! d5! l:l xd5 (f)

Page 50: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES CC>NTRA EL ENRC>OUE "ASAL TC> AL FIANCHETTC>"

Este cambio es forzado.

22. ttJxdS .l:l. e8 23. lt:J e-f41

Después de 23. 4Jxf6+, exf6; 24. ~xh7+ , ~f8, el rey negro se escapa. Ahora se amenaza 24. ttJxf6+, exf6; 25. ~xh7+, ~f8; 26. 4Jd5!, ganando.

23. i,c6

Lo que sigue es una jugada para "enmarcar".

52

24. eS!! ,txdS O bien 24 ... dxe5; 25. ttJ xf6+,

exf6; 26. t2J h5!, gxh5; 27 . .l:!. g1 +, etc. 2S. exf6 exf6 26. ~xh7 + ~f8

27. ~h8+ Abandona

La continuación sería 27 .... cJ;; e7; 28. 4Jxd5+, ~xd5; 29 . .l:l. e1+ y ganan.

~ En la siguiente partida, por ser de a: un formato muy parecido, prescindí­@ ré de algunos comentarios para no ~ resultar reiterativo. w o Palma de Mallorca, 1966

~ Blancas: Tahl a: J o o o z J el w IJ)

Negras: Wade Defensa Siciliana

1. 2. 3. 4.

e4 lt:Jf3 d4 lt:Jxd4

eS d6 cxd4 lt:Jf6

S. lt:Jc3 g6 6. i,e3 i,g7 7. f3 tt.Jc6 8. ~d2 0-0 9. i,c4 i,d7 10. h4 .l:l. C8 11 . i,b3

Y estamos en la misma posición que se alcanzó en la partida anterior. Las negras eligen aquí otra continuación.

11. ~as

12. hS ttJxhS 13. g4 lt:Jf6 14. 0-0-0 ttJeS 1S. i,h6 i,xh6?1

La diferencia que existe con respec­to a la partida Karpov-Korchnoi favorece a las negras. Según análisis de Thal, la continuación correcta es 15 .... .l:l. xc3!, que prácticamente obligaría a 16. ~c3,

y después del cambio de las damas las negras pueden aspirar con todo derecho a las tablas. No sería bueno 16. i,xg7 por 16 ... .l:l,xc2+!, y tampoco servía 16. bxc3, a causa de 16 ... . 4Jxf3!; 17. tt.Jxf3, tt.Jxe4, con fortísimas amenazas.

16. .l:l, xh6

Tras la captura 16. ~xh6, ganaría en fuerza el sacrificio 16 .... .l:l, xc3.

16. .l:l, xc3 17. bxc3

El cambio de las damas conduce a un final donde la calidad está com­pensada por el peón de ventaja y la superior estructura de peones.

17. .l:l, c8 18. ~b2 bS? La idea es buena, pues busca la

apertura de la columna b, tras el jaque del caballo en "c4", pero resulta de­masiado lenta. Era preferible 18 . ... lt:Jc4+ directamente.

54 C C> LE C CI C> N FC>RIV1ACI C> N DE AJEDREZ

Page 51: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

C>QUE " ASAL TC> AL FIANCHETTC>" ATAQUES CONTRA EL ENR

19. J:I d-h1 4JC4+ 20. i_xc4 bxc4

21. J:I xh7!! ··· El ataque sobre la columna de to­

rre en todo su esplendor.

21 . t[jxh7

No hay tiempo para contraata­ques . Si 21 . ... _¡;¡ b8+; 22. tt:J b3, tt:Jxh7; 23. 'i'h6, e6; 24. 'tlfxh7+, c;t> f8; 25. 'tlfh8+ seguido de 26. 'tlfxb8.

22. 'tlfh6 e6

No es la defensa más tenaz. Des­pués de 22 ... . 'tlfe5!; 23. 'tlf~h?+,

c;t> f8, aún habría mucho que Jugar, aunque la opinión de Thal ~s que las blancas seguirían manteniendo las mejores posibilidades con 24. f4, 'i'g7; 25. 'tlfh4 o 'tlfh2, etc.

23. f4!

No hay prisa por tomar el caballo. Por otra parte, no sirve 23 .. · · I:t b8+; 24. c;t>c1, ~xc3; 25. 'tlfxh7+, ~t>_f8; 26. 'tlfh8+, c;t> e7; 27. 4JC6+!, segu1do de 28. 'tlfxc3. una bonita variante.

23. eS 24. gS!

Deja el caballo a su suerte, aunque es obvio que 24 .... exd4 conduce al mate después de 25. ~xh7+ , ~t>f8; 26· 'tlfh8+, ~e?; 27. ~6+ y 28. I:t h8 mate.

24. .teS Libera la casilla "d7" para que

pueda huir el rey, pero.··

25. tt:Je6!! Abandona

Falla cualquier intento defensivo. Por ejemplo: 25 .... fxe6; 26. ~xh7+,

c;t> f8; 27. 'tlfh8+, c;t> e7; 28. I:t h7+ , ~d8 ; 29. 'tlff6 mate. O bien 25. ·· · n b8+; 26. c;t> c1 1 fxe6 ; 27. 'tlfxh7+, c;t> f8; 28. 'tlf h8+, c;t> e7; 29. J:I h7+, ~d 8 ; 3o. 'i'f6+, ~c8; 31 . 'i'xe6+, ~d8 ; 32. 'tlfe7+, c;t> c8; 33. 'tlfxe8+, 'i'd8; 34. ~c6+ y ganan.

Ejercicios. Ataques contra el enroque. Debilidades creadas por el avance 1193 .. Y ng6n

N UJ [ o UJ

~ UJ o o lfJ [ J o o o z J CJ UJ (/)

CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE A...J EDREZ 5 5

Page 52: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQUES CONTRA EL ENROQUE "ASALTO AL FIANCHETTO"

N w [ o W·

42

43

44

~ 45 w o o ({) [ J ()

.g z J 0 w. (/)

Juegan blancas y ganan

Juegan negras y ganan

46

Juegan blancas y ganan

Ejercicios. Ataques sobre el enroque a través de la columna de torre

47

Juegan blancas y ganan

48

Juegan blancas y ganan

56 COLECCION FORIVIACION DE AJEDREZ

Page 53: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

50

ATAQUES CONTRA EL ENROQUE "ASALTO AL FIANCHETTO"

51

Juegan blancas y ganan Juegan blancas y ganan

52

Juegan blancas y ganan Juegan blancas y ganan

~ [ o w ~ w o o ([) [ J o o o z J 0 w ([)

COLECCION F0Rrv1ACION DE A..JEDREZ 57

Page 54: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

...... EL CEN TRe>

a naturaleza geo­métrica del table-L ro determina que

su centro esté formado por las casi­llas d4-e4-d5-e5. Este pequeño cua­drado de cuatro casillas se denomina con más exactitud "centro clásico".

55

La ocupación física de estos pun­tos, bien con peones o con piezas, concede, en teoría, alguna ventaja, cuando menos de espacio.

Hasta principio del presente siglo la valoración del centro alcanzaba niveles casi dogmáticos. Las apertu­ras al uso, Italiana, Escocesa,

~ Gambito Evans, Gambito de Rey, ~ etc. llevaban en su filosofía la idea w ~

de adueñarse del centro. El Gambito Evans es una prueba palpable: 1. e4,

w o e5; 2. et:J f3, et:J c6; 3 . .tc4, .tc5; 4. b4, o .txb4; 5. c3, para seguir con 6. d4 y ~ a cambio del peón sacrificado obte-6 ner manifiesta supremacía central. 0 En 1911, A. Nimzowitch inició la o publicación de una serie de artículos z J donde se pronunciaba abiertamente ~ en contra de los rígidos criterios que lfJ "encorsetaban" el concepto de cen-

tro y sus métodos de contro l. Puso de manifiesto que no era precisa la presencia de piezas o peones en las cuatro casillas centrales. La paraliza­ción del centro de peones mediante el férreo control de las casillas desti­nadas a su avance, así como su posterior asedio o agresión lateral (si las blancas ocupan el centro con peones en d4 y e4, llamamos agre­sión lateral al que realizan las negras llevando sus peones a c5 o f5) signi­ficaban un tipo de estrategia bien razonada y llamada a ocupar buena parte de las nuevas ideas en las aperturas. Así, los esquemas de Réti o Grünfeld, con ataques al centro en forma de agresión lateral y presión con los alfiles desde sus "fian­chettos" han llenado miles de plani­llas firmadas por las más acredita­dos maestros.

E l cen1:ro móvil

El centro puede convertirse en una debilidad si alguno de sus peo­nes se ve forzado a avanzar y la dis­posición de las piezas contrarias permite su bloqueo y posterior ata­que. Pero si la movilización o ruptura emprendida por los peones centrales encuentra una inadecuada ubicación de las piezas enemigas, los peligros que su iniciativa proporciona puede ser de efectos decisivos.

En el primer ejemplo comprobare­mos cómo la desacertada actuación de las blancas lleva en pocas juga­das a la ruina de su orgulloso centro.

58 C C> LECCI C> N F C>RI'VIACI C> N D E AJEDREZ

Page 55: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Moscú, 1956

Pachman

Sliva

Juegan las blancas

Una continuación lógica puede ser 1. _t e3, '/!Ud?; 2. ~d2, etc. Sin embargo, las blancas juzgaron erró­neamente la posición adoptando un plan poco consecuente.

1. _ta3?

Las negras tratarán de minar el centro contrario con las comentadas agresiones laterales c5 y f5. Puede parecer, por tanto, que la jugada 1. _t a3 sirve para oponerse a este plan. La verdad es que no es así, ya que no se puede evitar la expansión c5 y en vista de lo cual el alfil estaría mejor en "e3", defendiendo el centro.

1. ttJ aS 2. j_d3 ~d7

3. f4

Muy aparatoso y en apariencia agresivo. Ahora llega el ataque te­mático al poco consolidado centro.

3. eS! 4. dxcS Esto es casi una capitulación. Cla-

EL CENTRO

ro que la alternativa 4. d5 tiene su punto flaco en la réplica 4 .... f5!, que destruye igualmente el flamante centro.

4. .l:t f-d8 S. _t c2 ~c7

6. ~e1 ttJc4 7. cxb6 axb6 8. _tc1 t¿ja3!

Siempre habrá tiempo para recu­perar el peón. Con la pareja de alfi­les y mayor actividad de sus torres, pronto la posición blancas quedará reducida a una total pasividad.

9. .txa3 n xa3 10. eS

Al menos así no juega uno de los alfiles. Si 1 O. n b2, .~:t xc3!; 11. t2Jxc3, _txc3; 12. ~c1, j_xb2; 13. ~xb2 ,

.~:t d2; 14. ,ll c1, ~c5+, seguido de _txe4, ganando.

57

10. 11. 12. 13. 14.

i.b3 .!l f2 .!:t d1 _txd1

n xa2 n a-d2 e6 .~:t xd1

~ [ o w ~ w o o U) [ J o o

Seguramente 14 .... .t f8 , para ~

instalarse en "c5" debe ser suficiente J

para ganar. Pachman elige en su lu- ffi

gar un plan que podemos denominar UJ

COLEC C ION FORIV1A.CJON DE AJEDREZ 59

Page 56: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~

EL CENTRO

"más académico", basado en des­componer la formación de los peo­nes blancos y en vitalizar de inme­diato todas sus piezas.

14. g5! 15. fxg5

Es inútil 15. g3, porque 15. ... '/WC6 es "una bomba".

15. ~xe5

16. h4 ~e3

17. '!Wf1 ñ d2 18. <t>h1? .lJ, xd1

Y las blancas abandonaron. El re­sultado no es consecuencia de 18. <t>h1 ?; la posición ya estaba perdida.

En la siguiente partida el centro de peones se pone en marcha en buenas condiciones, creando un fuerte peón pasado que en combina­ción con la más activa acción de las piezas blancas lleva pronto a la vic­toria.

Linares, 1981

Blancas: Chrístiansen Negras: Portísch Apertura Inglesa

1. c4 eS 2. tDc3 tt:Jf6 3. tDf3 e6 4. g3 tt:Jc6 5. i.g2 d5 6. cxd5 euxd5

w Sí las negras juegan 6 . ... exd5, la 0 continuación habitual es 7. d4, lle­~ gándose por transposición a la va­[ ríante Rubinsteín de la Defensa J o o o z J ~ w (/)

Tarrasch.

7. 8. 9.

0-0 d4 e4

i,e7 0-0

Las blancas tienen ocasión de es-

tablecer el "centro clásico" y no des­aprovechan la oportunidad.

9. fijxc3 10. bxc3 cxd4 11. cxd4 i.f6

Presiona de inmediato sobre "d4". Claro está que el avance 12. e5? se­ría un error posicional , al dejar para­lizado el centro y retrasado el peón de "d4" .

12. i.b2!

Christiansen pretende aprovechar su mejor desarrollo para romper en "d5" . Como se podrá apreciar en el transcurso del juego, el alfil se en­cuentra mejor en esta casilla que en "e3".

12. b6 13. ñ b1! "El huevo de Colón". Ahora 14. d5

es una amenaza.

13. i.b7 Conociendo el desastre que sigue

es lógico que algunos comentaris­tas hayan recomendado 13 .... ,ia6; 14. ñ e1, tD a5 , como mejor conti­nuación.

14. d5!

Llegó la ruptura anunciada. Las blancas quedan con un peón pasa-

60 CC>LECC I C> N FC>RIV1ACIC>N DE AJEDREZ

Page 57: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

do que, aunque aislado, se presen­ta como un arma terrible, pues no es posible bloquearlo conveniente­mente.

14. exd5

Si 14 .... i,xb2?; 15. dxc6!, gana una pieza.

15. exd5 tt:J a5 16. etJe5 .txe5

El caballo estaba listo para saltar a "c6", donde hubiese originado se­rios conflictos.

17 i,xe5 1:!. c8 18. n c1! ~d7

No sirve 18 .... I,l xc1; 18. ~xc1,

i,xd5; 20. n d1, ganando.

19. i,c3 i,a6

Para ceder "b7" al caballo, en vista de 19 .... tt:J c4?; 20. i,xg7!, ~xg7; 21 . ~d4+, etc.

20. 1:!. e1 tt:J b7 21. ~d4 16 22. ,!b4 n xc1 23. n xc1 n c8 24. n xc8+ ~xc8

25. h4 j_b5 26. d6!

EL C ENTRO

El fin está próximo. El fuerte peón pasado junto con la pareja de alfiles y la dama centralizada for­man un equipo demoledor.

26. l!iJC5 27. ~d5+ ~f8

28. ~e4!

Digno remate de tan magnífica partida. S,e especula con 28 . ... etJxe4; 29. d7+, ganando.

28. ~f7

29. ~e7+ ~96 30. h5+ ~xh5

31. ~f7 + Abandona.

Si 31 .... ~h6 ; 32 . ,!d2+, lleva a un inmediato desenlace.

~ [ o w ~ w o o lfJ [ J o o o z J G w lfJ

C C>L E CCIC> N F C>RIVIAC IC>N DE AJEDR E Z 6"1

Page 58: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

12 C:: E NTF't.A..LIZ.A..C:: 1 Ó N

L a regla que esta­blece que un ataque de flanco

sólo debe emprenderse si el centro se encuentra cerrado o está domi­nado por el atacante, abunda en la enorme importancia que tiene la ubicación en casillas centrales de una o más piezas que desde su preponderante posición sirvan de soporte a operaciones de diverso tipo. Ya sabemos que es precisa­mente en este sector del tablero donde las piezas gozan de mayor actividad -en especial los caba­llos- y ven favorecido su traslado a otros puntos.

Conviene puntualizar que la cen­tralización de las piezas no adquiere verdadera importancia si éstas pue­den ser rechazadas sin obtener a cambio algún tipo de ventaja, como puede ser un debilitamiento de la posición contraria. Se establece, por tanto, que la centralización genuína consiste en situar la pieza en una

~ casilla central, de tal suerte que no ~ pueda ser fácilmente desalojada. w Para ello lo ideal es establecerse en ~ una casilla fuerte (débil para el con­~ trario). o El primer ejemplo que presento ~ pretendo que sirva más para enten­J der bien la idea de centralización o 0 que para profundizar en el puro aná-o lisis de la posición, ya que se trata S de un final de elevada técnica y, por ~ tanto, distante del estudio que ahora oo nos ocupa.

Campeonato del Mundo. Moscú 1963

Botvinnik

Petrosian

Juegan las blancas

La continuación natural parece que es defender el peón amenazado con 1. h3, y si 1 .. .. ~ g1; 2. f3 o f4. Sin embargo, después de 1. h3, las negras pueden jugar 1 .... .Jtxc3; 2. ~xc3, ~ d7!, y el final de torres no es nada fácil.

Petrosian, haciendo gala de su extraordinario concepto, prefiere de­volver el peón que tiene de ventaja con el fin de alcanzar un total domi­nio posicional, fruto de la centraliza­ción de sus piezas.

1. QJe4! .a: xh2 2. ~d4!

Amenaza 3. ñ c7+.

2. ~d7

3. g3!

62 COLECCION FORI\II.ACION DE .AJEDREZ:

Page 59: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Si 3. g4, h5!, con fuerte reacción.

3. j_b4 4. c;i;J eS!

La preponderante situación del caballo permite la peligrosa y prácti­camente decisiva incursión de su rey.

4. S. 6.

c;!;J f6 c;!;l g7

.ll hS+ j_e7+ eS

Intenta llevar el rey a "e6" , en caso de 7 . .ll d2+.

7. n c6! ttJ n h1 8. c;!;l f7!

61

Ahora se gana por ataque.

8. n a1 9. .ll e6 j_d8

10. .ll d6+ c;i;Jc8 11. c;i;J e8! j_c7 12. .ll c6 .ll d1

Si 12 . ... n xa3; 13. ttJc3!, seguido de 14. 4Jd5, etc.

13. ttJgS

El caballo abandona su puesto sólo cuando la ganancia de material es un hecho.

13. 14. c;!;l f7 1S. c;i;J g8

.ll d8+

.ll d7+ Abandona.

C ENTRALIZACIC> N

Después de 15 .... h6, el caballo vuelve a "e4" y la torre captura más tarde los peones del ala de rey.

El tema de la centralización de las piezas también se refleja perfec­tamente en las dos siguientes parti­das.

Palma de Mallorca, 1967

Blancas: Matulovic Negras: Torán Defensa Siciliana

1. e4 eS 2. 4Jf3 4JC6 3. d4 cxd4 4. ttJxd4 g6

La variante del "fianchetto acele­rado", línea de juego muy practicada en aquellos años.

S. 4JC3 j_g7 6. .t'e3 ttJ f6 7. j_c4 'i;\l'aS 8. f3?

En el ajedrez ocurren las cosas más insospechadas. Cuando se jugó esta partida (diciembre, 1967) el G.M. yugoslavo Matulovic apuntaba como uno de los valores más sóli­dos del ajedrez, fuera de la órbita N

soviética. Tanto es así que en marzo w [

de 1970 formó parte del equipo o "Resto del Mundo" que se enfrentó ~ a la URSS. ¿Cómo explicar su juga- w da 8. f3?, tan denostada por la teo- o ría?. Misterio. O

8. 9. j_b3

'i;\l'b4 ttJxe4!

62

Y las negras ganan un peón. Así de fácil.

(/¡ [ J o o o z J (9 w (/¡

CC> L ECCIC> N F C>AM.A.CIC> N D E A.JEDAE:Z 63

Page 60: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

CENTRALIZA.CION

62

10. fxe4

Para que el lector se familiarice con la teoría de aperturas, cito el siguiente análisis: si 1 O. CZJ xc6, jugada quepa­rece muy fuerte, pero que es sólo un espejismo, seguiría 1 O . ... _ixc3t; 11. bxc3, 'l¡lfxc3+; 12. ~ e2, dxc6!; 13. _t d4, amenazando tres piezas (dama, torre y caballo) No obstante, el fantás­tico "golpe" 13 ... . e5!!, otorga ventaja decisiva a las negras.

10. .txd4 11. .txd4 'l¡lfxd4 12. 'l¡lff3

Unica manera de continuar la lu­cha. El cambio de damas deja un fi­nal sin esperanzas.

Hay que convenir que la posición negra necesita aún algunos "reta­

N ques". Hay presión sobre "f7" y el w ala de dama está sin desarrollar. a: @ 12. e6

~ Se anula la acción del alfil blanco w y queda vedado el cuadro "d5" a o 0 cualquier pieza blanca. Tiene, eso sí, w el inconveniente de debilitar las casi­a: J llas negras, pero este detalle no tie-ü ne mayor relevancia, al quedar a be­g neficio de las negras la casilla "e5", z que será el pivote sobre el que gire J ~ su juego. w w 13. a4 a6

Se intentaba 14. Cb b5.

14. h4?!

Con un peón de menos se justifi­ca que Matulovic juegue su única carta: las complicaciones tácticas.

14. h5

Y aparece otra casilla débil: "g4", que como veremos será bien apro­vechada.

15. r! d1 ~e5

63

Todo un lujo de centralización. No existe un plan adecuado para des­plazar a la dama de su privilegiada ubicación. Las blancas deciden completar el desarrollo.

16. 0-0 0-0 17. CZJ e2 ~c5+

18. ~h1 CZJe5!

En busca de la debilidad creada en "g4".

19. ~g3 ttJg4 20. ttJf4 ~e5

Las piezas negras se mueven a "ritmo de vals" : van y vienen y se instalan en los puntos estratégicos ideales. Todo basado en la centrali­zación que propicia la casilla "e5".

21. r! d3 b5!

Hay que dar vida al flanco de

64 C OLECC I O N F OFHv1AC I O N DE AJEDREZ:

Page 61: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

dama y activar el resto de las piezas. La dama y el caballo están muy bien situadas, pero precisan colabora­ción.

Aceptar el "presente griego" 21. .. . ~xb2, sería perder el hilo de la contienda y entrar en el terreno aza­roso que apetece a las blancas.

22. c3 i,b7!

Todo no se puede tener. La entre­ga del peón en "d7" permite ganar el contrario de "e4" y activar el alfil. Un buen negocio.

23. l:\ Xd7 24. l:!. f-d1 2S. aS

i,xe4 l:!. a-c8! b4!

La apertura de la columna e es de efectos letales.

26. cxb4 ~xb2

27. ~ d7-d2

Hay que defenderse contra ct:Jf2+.

27. ... ct:J eS!

Ultimo viaje de la dama a esta casilla.

28. l:!. d4

64

28. l:\ C3!

Al no servir 29. ~xc3, ante la de­finitiva 29 .... ~xf4, las blancas están forzadas a entrar en una simplifica­ción muy desfavorable.

29. 30.

l:!. xe4 ~xc3

CENTRALIZA..CIC>N

~xe4

ct:J f2+

También se gana con 30 .. .. ~xf4.

31. <;i¡g1 ct:Jxd1 32. ~f6 ~e3+ 33. <;i¡h2

Se especula con 33 .... ~xb3?;

34. ct:Jxg6! , y tablas.

33. ct:Jf2 34. i,xe6

Esto o abandonar. Se amenaza ct:J g4t.

34. 3S. 36. 37. 38. 39.

ct:Jxe6 <;i¡g3 ct:Jxf8 b5 a6

~xe6

ct:Jg4+ ct:Jxf6 wxf8 axb5 ct:J d7

Y el caballo detiene al peón pasa­do. Matulovic aún mantuvo una inútil resistencia hasta la jugada 54, mo­mento en que decidió abandonar

Mataró, 1948

Blancas: Medina Negras: Torán Defensa Siciliana

1. e4 eS 2. ct:Jf3 d6 3. d4 cxd4 4. ct:Jxd4 ct:J f6 5. ct:J c3 g6 6. g3

N UJ a: o UJ

~ Para luchar contra el dispositivo ~

"Dragón" que presentan las negras, o actualmente se prefiere la lucha con ~ enroques en distintos flancos. Véase la ~ partida Karpov-Korchnoi que se inser- 0 ta en el tema "Asalto al Fianchetto". o

6. j_g7 5 7. i,g2 0-0 @

8. 0-0 i,d7 IJ)

CC>LECCIC>N FC>AMACIC>N DE AJEDREZ 65

Page 62: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

CENTRALIZACIC>N

Refuerza la casilla "c6" para un desarrollo más cómodo del caballo de "b8" y deja latente la maniobra ~c8 , con idea de J.h3.

9. h3

Oponiéndose al último plan comen­tado: 9 .... ~c8; 10. wh2. No SiNe 9. e5?, a causa de 9 . ... dxe5; 10 . .txb7, exd4 y las negras ganan material.

9. tDe6 10. tD d-e2 a6 11. wh2 ~ es 12. f4 b5

Las blancas tienen supremacía en el ala de rey y proyectan un fuerte ata­que sobre el enroque. Las negras, por tanto, deben procurar activar su juego en el otro flanco y hostigar el centro.

13. a3 ~e7

14. g4 e6

Aunque el peón de dama queda debilitado, es necesario controlar la casil la "d5", para impedir que sea ocupada por un caballo blanco.

1s. wh1

Huye de la diagonal que bate la dama negra.

15. t¡je8

N Ante la amenaza f5, en combina-~ ción con g5 y f6

@ 16. f5

~ w 65 o o 1/) a: J o o o z J G w 1/)

Parece que es la jugada que pide la posición, con el fin de ser conse­cuente con el plan de ataque. Sin embargo , es a part ir de este mo­mento cuando las negras expanden su juego. Estos ataques deben ser muy bien valorados, toda vez que se ceden al adversario casillas centrales de vital importancia, en este caso concreto el cuadro "e5".

16. tDe5! 17. t¡jd4!

También este caballo ocupa un lugar preponderante y presiona fuer­temente sobre "e6".

17. ttJe6 18. _te3?

Las blancas valoran su posición con demasiado optimismo. Se impo­nía 18. tt:l d-e2, con un probable em­pate si los contendientes insisten en repetir jugadas: 18 ... . ttJe5; 19. ttJ d4, ttJ c6, etc. Tras los cambios que si­guen el cuadro "e5" quedará en po­der de las negras.

18. 19. 20. 21.

,txd4 ~xd4

'/id2

tt:\Xd4 ,txd4! ~eS!

Insistiendo en la idea de atacar el enroque, las blancas renuncian al cambio de damas, lo que tampoco parece una elección acertada.

21. ~eS!

66

La posición hace reco rdar a Nimzowitch "Un ojo en cada flanco y la mente en el centro es el más fino sentido posicional".

66 CC>LECCIC>N FC> AMACI C> N D E AJEDREZ

Page 63: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

66

22. .ll f2 J,.c6 23. .ll a-f1 tZl f6!

Evita f6 y presiona sobre el peón de rey.

24. ~h6 J,.b7!!

No era posible 24 .... t¿jxe4?; 25. t¿j xe4, J,.xe4; 26. f6, ganando. Resul­ta curioso que para defenderse de una amenaza en el flanco de rey sea suficiente esta sencilla jugada en el sector opuesto. Sin embargo, profun­dizando en la posición , vemos que era necesrio dejar libre la acción de la torre en la columna e, en atención a la siguiente variante: 25. g5, ti::\h5; 26. f6, seguido de J,.f3 y J,.xh5, ganando. Pero tras la jugada textual, a 26. f6 se puede responder con 26 .... n xc3!; 27. bxc3, J,.xe4, y las blancas juegan en la práctica con dama de menos.

25. .ll f4 aS 26. t¿je2

Es cierto que la amenaza 26 .... b4 es muy molesta, pero el abandono del peón central es un suicidio. La única vía razonable era 26. g5, t2:l h5; 27. f6 , aunque después de 27. ... .ll c5!; 28. h4 (si 28. J. f3, ~xf4; 29. J,.xh5 , ~xf2+ ; 30. <;t> h2, ~f2+ ; 31 <;t> h1 , J,.xe4+; 32. t¿j xe4, ~e1 +; 32. <;t> g2, n xc2+ lleva al mate) 28 .... b4 o 28 .... .ll f-c8, el contraataque de

CENTRALIZACION

las negras progresaría de manera decisiva.

26. J,.xe4! 27. j_xe4 t¿jxe4

No sirve 28. f6 por la simple 28 . . . . t¿jxf6.

28. fxe6 29. f3

~xe6

~d5!

Nueva centralización que amena­za la descubierta de caballo y un posible ~g5, forzando el cambio de las damas.

30. <;t>g1

67

30. b41

Aquí tenemos un clásico ejemplo de "ataque de las minorías" (tema que se estudia en su correspon- N diente apartado). La jugada de las w

[ negras cumple todos los fines de o este ataque: desarticula los peones ~ de la mayoría y resulta especialmen- w te desagradable debido a la imposi- o bilidad de cambiar 31. cxb4, por la O

(/) decisiva entrada de la torre negra [

) en "c2".

31. t¿jd4 ~g5!

Pasando a un final técnicamente ganado.

32. ~xg5 t¿jxg5

o o o z )

G llJ (/)

COLECCION FORIVIACION DE AJEDREZ 67

Page 64: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w a: o w ~ w o o (J) a: J o o o z J CJ w (J)

CENTRALIZA.CIC>N

33. :g: f6 bxc3 34. bxc3 l:í: XC3 35. tiJbS :g: g3+ 36. wh2 l:r xh3+ 37. wg2 l:í: b3 38. fijxd6 n xa3 39. :g: f1-f4 :g: a2+ 40. wg3 h6

Con la amenaza 41 .... :g: b8.

41. l:í: f2 .J:I xf2 42. n xf2 :g: d8

Y las blancas abandonaron. Ahora pierden una calidad: 43. fb b7, l:í: b8; 44. fij c5 (si 44. :g: b2, a4) 44 .... n c8; 45. :g: c2, :g: xc5 y ttJe4+, etc.

68 CC>LECC I C> N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ

Page 65: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

13 C::C>LLJIVI ........ A..S A..BIEFlTA..S

L as torres carecen prácticamente de actividad ofensiva

cuando la estructura de peones no ofrece vías de penetración en el campo enemigo a través de las co­lumnas abiertas, entendiendo por columna abierta aquella en la que han desaparecido los peones.

La importancia del dominio de una columna abierta se demuestra por ofrecer estas dos principales ventajas:

a) Si se trata de una columna cen­tral, divide la posición enemiga en dos partes, dificultando la coordina­ción de su juego.

b) Plantea amenazas de penetra­ción, siendo por lo general la ocupa­ción de la séptima línea la que pro­porciona más ventajas.

Las columnas semi-abiertas mere­cen también ser ocupadas por las torres, dado que en muchos casos pueden llegar a convertirse en co­lumnas abiertas. Así podemos verlo en el siguiente diagrama.

68

Cada bando dispone de una co-

lumna semi-abierta (columna de dama para las blancas y columna de rey para las negras) pero debido a la estructura de peones y a la disposi­ción de las piezas, son las blancas quienes tienen las mejores oportuni­dades para transformar la columna semi-abierta que controlan en co­lumna abierta.

Esto se obtiene jugando

1. eS!

¿qué pueden hacer ahora las ne­gras? Si quieren seguir mantenien­do cerrado el paso a la torre blanca, no tienen otra opción que 1 .... n d8, pero después de 2.cxd6, n xd6; 3. n xd6, cxd6; 4. <;t> c4, el final de peo­nes está fácilmente ganado por las blancas. Tamp'oco resulta suficien­te mantener las torres en el table­ro capturando 2 . ... cxd6; 3. <;t> c4, <;t> g8; 4. ~d5, <;t> f7; 5. n c2!, n d7; 6. ;g c8, con gran ventaja posicio­nal.

Queda intentar, por tanto:

1. dxcS 2. bxcS <;t>g8 3. l;! d7

N w ((

La torre en séptima obliga a las ne- ~ gras a mantenerse en actitud pasiva. ~

3. y c8 4. <;t>c4

w o o

Y las blancas deben ganar sin ~ grandes problemas, preparando ade- J

cuadamente el avance del peón a 0 o

"c6" , con el fin de crear puntos de o penetración para su rey. S

Presento a continuación dos parti- el w das de gran valor didáctico. ({)

CC>LECCIC>N FC>RMA.CIC>N DE AJEDREZ 69

Page 66: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

CC>LUIVINAS ABIERTAS

Considerada como una "joya" del ajedrez clásico, la siguiente partida se celebró en el Torneo de Viena, en 1922 y el vencedor fue distinguido con el "premio de belleza". General­mente este galardón recae en parti­das donde abunden los sacrificios de piezas y el centro de la lucha gira próximo al rey. En este caso, sin fal­tar las entregas, las variantes agudas y hasta el acoso al rey, se suma la particularidad de ofrecer una lección magistral de ajedrez posicional. La estrategia de las blancas, dirigida al dominio de la única columna abierta y la posterior incursión en la séptima línea, hace que las negras, faltas de espacio y somitidas a distintas ame­nazas, lleguen a una situación insos­tenible. El remate precisa de ayuda táctica (como es natural) no dema­siado aparatosa, aunque sí lo sufi­cientemente eficaz y elegante.

Blancas: A. Rubinstein Negras: E.D. Bogoljubow Gambito de dama.

1. 2. 3. 4.

d4 c4 e3 et:Jc3

d5 c6 ébf6 g6

~ Sistema defensivo que impulsó el ~ maestro alemán Schlechter. w ~ w o o

5. 6. 7.

et:J f3 ile2 0-0

i/..g7 0-0 et:J b-d7

~ Una imprecisión que se hará notar J en el posterior desarrollo de la parti­o da. Mejor hubiese sido 7 .... i/.. g4, re­~ solviendo el problema de este alfil, S que ahora quedará encerrado dentro 0 de su propio campo. w ({) 8. cxd5!

El plan está trazado . Tras los cambios que siguen la columna e quedará abierta y serán las blancas quienes logren su dominio.

8. et:Jxd5 9. eoxd5 cxd5 10. ~b3! et:J f6 11. i/..d2 et:J e4

Algunos analistas han puesto en duda la eficacia de esta jugada -que persigue despojar a las blancas de la pareja de alfiles- recomen­dando como mal menor 11 . ... b6.

12. lH-d1 et:Jxd2 13. I!, xd2

Resulta evidente que las torres blancas van a ocupar de inmediato la columna abierta. Para contrarres­tar este plan Bogoljubow confía en provocar cambios desde la casilla "c8", y para ello juega:

13. ~d6

14. I!. C1 b6 15. I!. d-c2 i/..b7

Para mantener el dominio de la columna resulta imprescindible im­pedir que las negras culminen su idea de cambiar el "material pesa­do" por medio de I!, c8. ¿Cómo lo consiguen?

69

16. ~a4!

70 CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ

Page 67: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

De momento se impide 16 . ... .ll f­c8?, dado que, tras los cambios, la dama entraría en "eS", con efectos decisivos.

16. a6

Ahora se intenta 17 .... b5, segui­do de .ll c8, pero ya es tarde.

17. Il, c7!

Rubinstein maneja sus piezas como un perfecto engranaje.

17. bS 18. ~as ¡:¡ a-b8 19. .ll c1-cS! .ll f-d8 20. liJeS!

El caballo entra con toda poten­cia, aprovechando que no sirve 20 . ... i,xe5; 21. dxe5, ~xe5; 22 . .ll xb7!, que ganaría una pieza.

20. _if6 De aspecto extraño, pero basado

en un sutil detalle táctico que para desgracia de las negras no culmina con éxito.

21. ttJc6 e6

70

Aquí asoma la idea de 20 . ... i,f6. Si ahora sigue 22. ttJxb8, .ll xb8, las negras recuperan la calidad con 23. ... i_d8.

Rubinstein, maestro de irrepro-

CC>LUI\IIN.AS .ABI E RTAS

chable técnica, actúa de una manera muy lógica: Como las negras no pueden mejorar sensiblemente su posición, se toma un compás de es­pera y "da aire" a su rey, como me­dida profiláctica. En las partidas de Capablanca y Petrosian -entre otros- se pueden encontrar muchos ejemplos similares.

22. g3! Ja d-eS 23. ttJxb8

Está claro que el tiempo 22. g3 ha sido gratuíto.

23. .ll xb8

Continúa en pie la amenaza i,d8, pero ...

71

24. _ixbS! ~ Tras el largo proceso de manio- rr

bras posicionales, las blancas ad- o UJ

quieren ventaja de material. Se espe- ~ cula con responder a 24 .... axb5 , w con 25. ~a7!, recuperando de inme- o diato la pieza. ~

[ 24. _td8 J

Con la simple retirada del alfil las blancas quedan con peón de más. Naturalmente, esto es lo que hace Rubinstein; pero veamos que casilla ha elegido para el alfil.

o o o z J (9 UJ (J)

CC>LECCI C> N FC>RM .ACI C> N DE .AJEDREZ 71

Page 68: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~ [ o

CC>LUIV1NAS ABIERTAS

72

25. _!e8!

Contundente. Si las negras quie­ren aliviar la presión tendrán que decidirse por 25 .... _! xc7; 26. WJ¡xc7, WJ¡xc7; 27. l:r xc7, 1:r xe8; 28. n xb7, que lleva a un final técnica­mente ganado para las blancas. Ante tal panorama, Bogoljubow jue­ga la baza de las complicaciones tácticas.

25. WJ¡f8 26. l:r xb7!

Rematando el juego con elegancia.

26. _!xa5 27. l:r xb8

Amenaza 28. _!xf7+

27. WJ¡d6 28. l:r b7 _!b6 29. 1:r c6 ~b4

30. _!xf7 + Abandona.

Pocas veces el "coriáceo" w Petrosian sufrió derrotas como la ~ partida que veremos. Singular maes­~ tro de la defensa, no pudo evitar, sin o embargo, el durísimo castigo que le ~ infligió Kasparov en el Torneo de J Bugojno, 1982. La razón del "drama" o 0 no es otra que el tratamiento superfi-o cial de la posición cuando esta re­S quería la máxima atención. ~ Las torres blancas ocupan las co­({) lumnas abiertas, mientras el alfil de

"fianchetto" se "señorea" en su dia­gonal. ¿Contrapartidas para las ne­gras? Ninguna. El flanco de dama sin desarrollar es todo un "poema". Sal­tos de caballo que no arreglan nada y unas cuantas jugadas inconexas es cuanto está al alcance de Petrosian. No debe sorprender, por tanto, tan rápido y justificado abandono.

Blancas: Kasparov Negras: Petrosian Defensa Bogoljubow

1. 2. 3.

d4 c4 tt:Jf3

tt:J f6 e6 _!b4+

Para jugar contra la defensa india de dama (3 .... b6) Petrosian ideó un interesante plan: 4.a3, para seguir con 5. tt:J c3 , sin temor a que el alfil negro "clave" el caballo desde "b4" . La idea encontró como ferviente par­tidario al propio Kasparov, que la puso en práctica ganando la infini­dad de partidas. Es lógico, pues, que Petrosian desestimara jugar contra un dispositivo que él mismo reputaba como bueno para las blancas.

4. _! d2 WJ¡e7 5. g3 _!xd2+ 6. ~xd2 0-0 7. _! g2 d5

La alternativa es 7 .... d6, para se-guir oportunamente con e5.

8. 0-0 dxc4 9. tt:Ja3 c5

Es mejor jugar primero 9 .... .!:r d8 y sólo después de 1 O. ~c2, c5

1 O. dxc5! ~xc5

11. n a-c1

Como las negras no pueden de­fender el peón con 11 ... . b5, pues

72 CC>LECCIC>N FC>RIV1ACIC>N DE AJEDREZ

Page 69: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

abrir la diagonal al alfil de "g2" no sería bueno, tarde o temprano se verán forzadas a retirar su dama, con inevitables pérdidas de tiempos.

11. 4JC6 12. tZJxc4

73

12. W/e7?

Demasiado mecánico. Petrosian huye inmediatamente del ataque "ra­yos X" a que está sometido por la torre de "c1 ", creyendo que más tar­de podrá completar el desarrollo. Craso error; Kasparov ya no dará respiro. Sin obtener con ello una po­sición encomiable, se imponía 12. ... 1:!, d8; 13. Wif4, i,d7 y aguantar lo que venga en una posición inferior, pero defendible.

13. tZJf-e5 tZJxe5 Si 13 .... i. d7, se puede cambiar

en "c6" y dejar un peón aislado muy difícil de defender.

14. tZJxe5 4Jd5?!

Como 14 .... 1:1. d8; 15. W/ C2 no "desata el nudo", Petrosian opta por esta maniobra que no mejora nada sus perspectivas.

15. 1:!. f-d1! ...

Dentro de los dictados más orto­doxos. Después de 15. i,xd5?!,

COLUIVINAS AB I ERTAS

exd5 (o 15 ... 1:!. d8) el resultado no sería tan claro.

15. 4Jb6 16. W/a5! g6

74

Las negras están asfixiadas. Si 16 . ... f6; 17. tZJ c4, tZJ xc4; 18. 1:!. xc4, b6; 19. W/C3, ganando mate­rial, por las amenazas 20. i,xa8 y 20. 1:!, c7.

' 17. 1:!, d3!

La idea es responder a 17. ... 1:!, d8, con 18. ~c5!, W/xc5; (Si 18. ... W/f8; 19. W~xf8+, 1:!, xf8; 20. 1:!, c7!. Y, si 18 .... W~ e8; 19. tZJ g4!) 19 . 1:!, xd8+, Wif8; 20. 1:!, xf8+, <;t>xf8; 21. 1:!, c7, con ventaja decisiva.

17. 4Jd5 18. e4 4Jb6 19. i,f1

N w [ o

Cerrada la gran diagonal el alfil ~ busca nuevas vías desde "f1 ".

19. 1:!, e8 20. 1:!, d-d1 1:!. f8

w o o {/) [

No es que Petrosian ande despis- J

tado, es que no existen mejores ju- O

gadas. ~ A 20 .... 1:!, d8, vendría otra vez 21. z J

~c5!. G w

21. a3 <;t>g7 {/)

COLECCJON FORNIACION DE AJEDREZ 73

Page 70: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o r¡¡ [ J o o o z J CJ w r¡¡

CC>LUIV'INAS ABIERTAS

22. 23.

b3 a4

~g8

1:1 d8

Ante la agobiante presión a que está sometido, Petrosian fuerza los acontecimientos y el resultado no puede ser otro que el desastre.

24. ~c51

Y las negras abandonaron. Si 24 . ... ~xc5; 25. l:I xd8+, ~f8; 26. l:I xf8+, ~xf8; 27. l:I c7, amenazando en "f?" y también la ganancia del caballo con a5.

74 CC>LECCIC>N FC>RIV'IACIC>N DE AJEDREZ

Page 71: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

""'14 1 AS TC>RRES EN L A SEPTIIVI-A. 'V' C>C::T-A..V'-A..

Fll AS

E n estrecha rela­ción con el capí­tulo "columnas

abiertas" hay que situar éste que se refiere a la acción de las torres en la séptima y octava filas.

Para aclarar dudas del diagrama señala cuales son estas líneas para cada bando.

Séptima fila para las blancas

Octava fila para las blancas

•••• • • • • •••• • • • • Octava fila para las negras

Séptima fila para las negras

Aaron Nimzowitch, sobresaliente maestro de principios de siglo y no menos acreditado por sus aportacio­nes a la estrategia y dotes di­dácticas, esquematizó las distintas posibilidades que ofrecen la o las torres en la séptima fila. Cita los si­guientes casos:

A.- Séptima absoluta. Se conside­ra séptima absoluta cuando la torre

impide la salida del rey contrariJ le­jos de su primera fila.

B.-Torres dobladas para dar jaque contínuo.

C.- Equipo torre-Caballo que ha­cen tablas por jaque contínuo.

D.- Maniobra de rodeo para cap­turar material en la octava fila.

No citadas por Nimzowitch, pero igualmente importantes y empleadas en la práctica, son las estratagemas que siguen:

E.- Amenaza simultánea de mate y pieza.

F.- Equipb de torre-alfil con ame­naza de jaqÚe en descubierta .

Veamos por separado cada uno de estos seis casos .

A. Séptima absoluta

76 • • ••• a:c:a • •j. •••• N w 0: o w ~ w o

Las posiciones con dominio de o séptima absoluta son por lo general ~ propias de los finales de partida. Su 6 importancia llega hasta el extremo 0 de alterar por completo el resultado o del juego según se obtenga o no ~ esta posición. Los siguientes ejem- ~ plos así lo demuestran. IJ)

CC>LECCIC> N FC>Fl.IVIAC IC>N DE A JEDREZ 7 5

Page 72: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LAS TORRES EN LA S EPTIIVIA Y OCTAVA FILAS

77

Juegan blancas: Ganan negras

78

Juegan blancas y ganan

En el primer caso , aunque son mano, las blancas pierden porque no pueden impedir la salida del rey ne­gro que acudirá en apoyo de sus peones pasados. Por ejemplo:

N 1. a7 w [ o bien 1. n a?, c;t> g7; 2. n a8, @ c;t> f6; 3. a?, c;t> g5 y ganan avanzando ~ ordenadamente sus peones y procu­w rando siempre no exponer al rey a 0 un jaque de la torre blanca que faci-0 (J) lite la promoción de su peón. [ J 1. c;t> g7 o o o z J 0 w (J)

Y todo queda decidido. Basta se­guir el plan "ritual" antes referido.

Totalmente contrario es lo que sucede en el otro diagrama. Aquí, como el rey de las negras no puede

abandonar su primera fila, el resulta­do no ofrece dudas luego de ...

1. a7

Y no hay defensa contra la ame­naza n b8+, seguido de a8=~.

B. Torres dobladas para dar jaque contínuo

79

Suele emplearse como último re­curso defensivo. Veamos como ejemplo el siguiente caso.

80

Juegan blancas: Tablas

En una posición aparentemente desesperada (no hay defensa contra la amenaza de mate en "g2") se consi­gue el empate merced a la acción de las torres dobladas en séptima que lo­gran su plena actividad con la inesti­mable ayuda de la dama.

1. ~xg6+!! fxg6 2. Il. g7+

Y son tablas por jaque contínuo.

76 COLECCI O N F O RIVIAC IC>N DE A..J E DRE Z

Page 73: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LAS TORRES EN LA. SEPTIIVIA Y OCTAVA FILAS

C. Equipo torre­caballo que hacen tablas por jaque contínuo

81

Al igual que en el apartado B, cuando el juego queda resuelto (ta­blas) con la maniobra de rigor (en este caso 1 .... wf8; 2. tDh7+, wg8; 3. tDf6+, etc) suele ser causa de un último recurso defensivo, como su­cede en el ejemplo que he elegido.

82

Juegan blancas: Tablas

Con tres peones de menos -uno de ellos próximo a coronar- la si­tuación de las blancas parece crítica. Sin embargo, la torre en séptima en combinación con la actividad que pueden desarrollar el resto de las piezas, conduce a la obtención del empate.

Como ya conocemos el tema tác­tico, es fácil deducir la maniobra.

1. tDe4 ~b2

La respuesta a 1 ... ~b3, 1 ... ~c4

o 1 ... twa5, sería la misma que en la partida.

2. ~xf6!!

No hay más remedio que aceptar la entrega.

2. 3. 4. 5.

tDxf6+ tDxh7+ tDf6+

gxf6 wt8 we8 wt8

Y como el rey no puede refugiarse en "h8", porque recibiría mate, ,no hay más que aceptar el jaque contínuo.

D. Maniobra de rodeo para capturar material situado en la octava 'fila

83

Partiendo de la posición del es­quema, si son mano las blancas es­tán en condiciones de quedar con N

IIJ una calidad de ventaja. La secuencia a: puede ser: ~

1. n h7+ wg8 ~ 2. n d-g7+ wt8 3. l:t h8+!

IIJ o o

No es igual 3. l:[ a7, porque inde- ~ pendientemente de que el alfil pudiera 6 jugar "d5", para cubrir en "g8" el pro- 0 yectado jaque de las blancas, también o z cabe la defensa 3 ... w g8!, que al ata- J

car la torre deja las cosas más o me- ffi

nos como al principio. Por el contrario, lf!

COLECCION FORIVIACION DE AJEDREZ 77

Page 74: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LAS T ORRES EN LA SEPTIIVIA Y OCTAVA FILAS

~ [

después de 3 . .)J h8+! todo es forzado y favorable a las blancas.

3. ~xg7

4. .)J xc8

Y seguirá la captura de una de las piezas menores.

E. Amenaza simult:ánea de mat:e y pieza

Aquí la maniobra de rodeo vista en el caso anterior sería una barbari­dad. En cambio sí se presta la situa­ción al ataque simultáneo a la dama negra y amenaza de mate, lo que asegura la ganancia del material. El método e simple. Partiendo del es­quema debe jugarse:

1. ñ h7+ ~g8

2. .)J d-g7+ ~f8

3. .lJ a7 Ganando la dama a cambio de

una torre.

o F. Equipo t:or re-~ a l1'i l con w amenaza de o jaque en ~ descubierta [ J o o o z J 0 llJ lf!

Este tipo de ataque suele resultar muy espectacular. En ocasiones la torre se desplaza para permitir el ja­que del alfil a través de la columna,

en lugar de hacerlo por la fila , que es nuestro tema de estudio. Todo depende, naturalmente, de cómo es­tén el resto de las piezas.

Un ejemplo, más anecdótico que otra cosa, pero que muestra la po­tencia de este equipo de manera inapelable, es el siguiente:

85

Juegan blancas y ganan

Una posición esperpéntica. La ventaja material de las negras no merece comentarios. Sin embargo, sucumben ante la arrolladora acción de la torre y el alfil.

1. n xf7+ ~g8

2. l:!. g7+ ~h8

3. n xe7+ ~g8

4. .)J g7+ ~g8

5. .lJ xd7 + ~98 6. .lJ g7 + r;t>h8 7. .)J xc7+ ~98 8. )l g7+ ~h8

9. .)J xb7+ ~98

10. l:!. g7+ ~h8

11. n xa7+ ~g8 12. .)J xa8 y ganan.

Este tema es conocido como "el molinillo" y un ejemplo muy famoso es la siguiente partida, en la cual el

78 C OLECC I C> N F C>RMAC I O N D E AJEDREZ

Page 75: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LAS TORRES EN LA SEPTirv1A Y OCTAVA F I LAS

mejicano Carlos Torre batió al que fue campeón mundial Enmanuel Lasker:

Moscú 1925

Blancas: C. Torre Negras: Em. Lasker Apertura Torre

1. d4, ll:J f6; 2. ll:l f3, e6; 3. ,igS, eS; 4. e3, cxd4; S. exd4, ,ie7; 6. ll:lbd2, d6; 7. c3, ll:lbd7; 8. ,id3, b6; 9. tZJc4, ,ib7; 10. ~e2, lj'c7; 11. 0-0, 0-0; 12. ,t:t fe1, ,t:t fe8; 13. J;r ad1, ll:J f8; 14. ,ic1, ll:ldS; 1S. tZJ gS, b5; 16. tZJa3, b4; 17. cxb4, tZJ xb4; 18. lj'hS, ,ixgS; 19. ,ixg5, ll:Jxd3; 20 . .J::r xd3, 'i'aS; 21. b4!, 't;!VfS; 22. ,t:t g3, h6; 23. tZJc4, 'j'd5?; 24. ll:J e3, lj'bS

86

2S. _!f61 Es por influencia de esta jugada

por la que las blancas pueden reali­zar esta bella maniobra.

2S ... Ij'xhS 26 . .l:!, xg7+, <;t> h8; 27. .J::r xf7+, ~g8; 28 . .J::r g7+, ~h8; 29 . .J::r xb7+, ~g8; 30. ,t:t g7+, ~h8; 31. J;r g5+, ~h7; 32 . .J::r xhS, ~g6; 33. .J::r h3, ~xf6; 34 . .J::r xh6+, ~g5; 35. .J::r h3, J;r eb8; 36 . .J::r g3+, ~f6; 37. .J::!. f3+, <;t>g6; 38. a3, aS; 39. bxaS, .J::r xaS; 40. tZJ c4, .J::r dS; 41 . .J::!. f4, ll:Jd7; 42 . .J::!. xe6+, <;t>gS; 43. g3, 1-0.

Cuando se trata el tema de las to­rres en séptima es inevitable referirse

a la partida Nimzowitch-Capablanca, del torneo de New York, 1927.

Partiendo de una posición aparen­temente anodina, el genial jugador cubano idea una maniobra de penetra­ción para sus torres que resulta decisiva.

87

Juegan las blancas

En lugar de "plantar cara" a las torres negras con 25. n a-c1 , Nimzowitch· juzgó erróneamente la posición y jugó:

2S. .t d4 ¡::¡ c2 26. ~a6

Parece que la actividad de la dama, lista a tomar el peón de "a?", compen­sa con creces la acción de la torre ne­gra en "c2". Capablanca demuestra de inmediato que no es así.

88

26. eS!!

N UJ [ o UJ

< UJ o o (j) [ J o o o z J ~ UJ (j)

COLE C C ION FORMACION DE AJ E DREZ 79

Page 76: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LAS T ORRES E N LA. SEPTIMA Y OCTAVA F ILAS

Con este sacrificio de peón las ne­gras se aseguran la entrada en sépti­ma (en este caso, en la segunda fila de las blancas) de la otra torre, crean­do una situación de ataque irrefutable.

27. i_xeS Md-d2 28. ~b7

Deja a su suerte el peón de "f2", por la sencilla razón de que no tiene defensa satisfactoria. La prosaica 28. 1:!. f1, fracasa ante 28 .. . \1Vxe3!!, espe­culando con el mate que darían las torres si la dama es capturada. Tam­poco es solución 29. i. f4, por 29 ... MXf2!!, con el mismo resultado. Otro intento defensivo que tampoco al­canza es 28. 'i' f1 , \1Vd5; 29. i_ d4, ~h5 (amenazando IJ. xf2) 30. h5, ~f3 y la siguiente entrada en "f2" decide.

28. MXf2 29. g4 ~e6

30. i. g3 M xh2!

Superior a 30 ... ~xg4 ; 31. M f1, con alguna resistencia. Ahora, como no siNe 31 . i_xh2 ante 31 .. .'~xg4+ ;

32 . \!/ h1 , ~h3!, la partida queda sentenciada.

31. ~f3 M h-g2+ 32. ~xg2 MXQ2+

N Las dos torres no pueden luchar ~ contra la dama y los peones pasa­o dos. w ~ 33. w o o (/) [ J o

34. 3S. 36. 37. 38. 39. 40. 41.

<;!¡xg2 Ma-d1 .l:!. d4 \!/h2 .l:!. e2 i_xb4 l:!, e4 i_f2 .l:!. e8+

~xg4

hS ~gS as axb4 i_b7 i_f6 ~dS <;!¡ h7

o o z J 0 w (/) Y las blancas abandonaron.

El próximo diagrama muestra una posición que se dio en la partida Alekhine - Yates, del Torneo de Lon­dres, 1922.

Juegan las blancas

1. Mc-c7 l:!, g8

Aunque la posición de las negras no tiene buen aspecto lo cierto es que parece que de momento se sostiene.

2. fijd7!

Amenaza 3. ttJ f6+ 2. <;!¡ h8 3. ttJ f6! I.l. g-f8 ¿Qué hacen ahora las blancas?. Cualquiera diría que están obliga-

das a cambiar una torre, con lo que el ataque pierde fuerza. No, no tie­nen que cambiar ninguna torre. Alekhine tenía prevista una réplica demoledora.

4. MXQ7!! MXf6 S. \!leS! Abandona. La torre no puede regresar a "f8"

ni ser defendida por su compañera a causa de 6. 1:!. h7 +, \!/ g8; 7. 1:!. c-g7 mate.

Llamo la atención del lector para que siga con detenimiento la siguiente partida. Comprobará la importancia que tiene la incursión de las torres en

80 COLECCION F ORIV1ACION D E AJEDREZ

Page 77: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LAS TORRES E N LA. SEPTIIV1A V OCTAVA FILAS

la séptima fila. Karpov, sirviéndose de su insuperable técnica lleva a su acre­ditado adversario a una situación in­sostenible merced a este ardid.

Madrid, 1973

Blancas: Karpov Negras: Uhlmann Defensa Francesa

1. 2. 3.

e4 d4 QJd2

e6 dS eS

Otra jugada muy contrastada es 3 .... QJ f6.

4. S. 6. 7.

exdS QJg-f3 ,tbS dxcS

exdS QJc6 ,td6

En esta línea las blancas tratan de hacerse fuertes en la casilla "d4", de ahí su jugada 6. ,tb5.

7. ,txcS 8. 0-0 QJg-e7 9. QJ b3 ,td6 10. ,tgS

"La receta" preferida de Karpov. Otra idea es 1 O. ,td2 para continuar con JLc3.

10. 11. 12.

il.h4 JLe2

0-0 ,tg4

A considerar es 12. n e1, n eB; 13. ,tg3, ,txg3; 14. hxg3, ~b6; 15. ,td3, como en la partida Balashov-Uhlmann, del Torneo Memorial Alekhine, 1971.

12. ,thS 13. n e1 ~b6

14. QJ f-d4 ,tg6

Las negras consideran que su alfil desempeña un papel más activo que el del contrario y rehusan el cambio.

1S. c3 16. .!f1 17. ,tg3 18. hxg3

n t-es ,!e4 ,!xg3 aS

Esto tiene el inconveniente de de­bilitar la casi lla "b5", que más ade­lante será bien aprovechada por las blancas.

19. a4 QJxd4 20. 4Jxd4!

Las negras no han conseguido equilibrar el juego. Resulta que no es posible 20 ... .'~xb2 a causa de 21. 4Jb5! con la amenaza 22. ttJ c7, que gana una calidad y también 22. n e2 que coparía la dama.

20. QJc6 21. .! bS n e-d8 Aparta la torre de la molesta "clava­

da", pero desiste en la disputa de la columna abierta, detalle que será ma­gistralmente aprovechado por Karpov.

22. g4!

N w [ o w ~ w o o

¿Cuál es el motivo de esta juga- ~ da? Parece que lo mejor para las 6 negras es cambiar piezas (caballo y 0 dama) en "d4", para jugar un final o z donde, si bien no disponen de la J

columna e, si pueden disputar con ~ éxito la otra que quedaría abierta, o (})

C O L ECC I O N FORIV1AC ION DE AJ E DREZ 81

Page 78: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LAS TORRES EN LA SEPTIIVIA. Y O CTAVA. F ILAS

sea, la columna c. Tal como quedaría planteado el final, si las blancas per­manecieran con su peón doblado en "g3" sufrirían la paralización de su flanco de rey con el sencillo avance h5!, permitiendo igualmente una even­tual y eficaz retirada del alfil negro a "f5".

22. 23. 24.

~xd4

cxd4

t¿jxd4 ~xd4

n a-es

Hace pocas jugadas parecía que en la posición no había nada, pero ahora se obseNa que las negras tie­nen algunas dificultades. No hay tiempo para impedir la entrada de una primera torre en la séptima fila. Si 24 .... w f8; 25. f3, i,g6; 26. 1:! e2, n a-c8; 27. n a-e1, y no sirve 27. ... n c7 por 28. n e8t , etc.

25. f3 i,g6 26. n e7 b6

No sirve 26 . ... n c2 a causa de 27. n a-e1!, f6 (h6); 28. n xb7, se­guido de n e 1-e 7, con ventaja deci­siva.

27. n a-e1 h6 28. .u b7 J:! d6

Si 28 ... . n c2 ; 29. n e-e7, J:! xb2; ~ 30. i,e8 resulta decisivo. [ o 29. .l:l, e-e7 h5 w ~ 30. gxh5 i,xh5

w o o r¡¡ [ J o o o z J 0 w r¡¡

91

31. g4!

Esta expansión de peones hace crisis en la posición negra, ya que obligará a abandonar la defensa del cuadro "f7".

31. i_g6 32. f4! n c1 + 33. wt2 .l:l. c2+ 34. w e3 i_e4

No ofrece esperanzas el final que resulta luego de 34 . ... n e6+; 35 . n xe6, fxe6; 36. n xb6, etc.

35. 36. 37. 38.

n xf7 g5 .l:l. f-e7 i,e8

I:r g6 w h7 n xb2

La partida está decidida.

38. .l:l, b3t 39. w e2 J:! b2t 40. w e1 I:r d6 41. n xg7+ w h8 42. I:r g-e7 Abandona.

82 COLECCI O N FORIVIA.C I O N DE AJ E D REZ

Page 79: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

""'15 L A C>C:::T.A.V.A. F I LA

"

amos a seguir la misma pauta que para el estudio

de las torres en la séptima fila. El índice a desarrollar es el si­

guiente:

A.- La octava fila como debilidad táctica.

B.- Incursión de las "piezas pesa­das" con ataque directo contra el rey.

C.- "Clavadas", sacrificios y ga­nancia de material.

A) De los tres puntos a tratar es sin duda éste el que ocupa mayor atención a los jugadores, indepen­dientemente de su categoría.

El desarrollo natural en la mayoría de las partidas lleva aparejado la realización de los respectivos enroques; ocupación de las colum­nas abiertas; desarrollo armónico de las piezas, etc. Sucede muy a menu­do que por seguir al pie de la letra estos postulados nos "olvidamos" de la situación de nuestro rey, que puede quedar sin la debida protec­ción contra un ataque lateral, sobre todo si no dispone de una "casilla de fuga".

Tenemos un sinfín de ejemplos que nos enseñan los peligros que encierra la octava fila (primera para el que se defiende). Los temas tácti­cos se apoyan muchas veces en otros ya conocidos, como puede ser el de las piezas "recargadas".

Presento una serie de casos prác­ticos comenzando por uno de los más famosos y sorprendentes.

92

Nueva Orleáns, 1921

Torre

Adams

Parece que la octava fila (primera de las negras) está suficientemente defendida. Consideremos, no obs­tante, que si la dama situada en "d7" dejase la defensa de su torre de "e8" se produciría la catástrofe con la simple 1. Jl xe8+. Especulando con este detalle las blancas jugaron:

1. ~g4! ~b5

Unica casilla útil. Claro está que 1 . ... ~xg4? , conduce al mate con ~

[ 2 . .)l xe8+ . Y, si 1 ... . n xe2; 2. ~xd7, 0 n xe1 +; 3. et:Jxe1, con ventaja decisiva. ~

2. 'l1)Vc4! ~d7 w La dama sigue sin poder ser cap- 0

turada. La falta de "aire" en la prime- ~ ra línea de las negras es asfixiante. ~

3. ~c7!! o o o z J ~ w IJJ

¡Increíble! Una dama en solitario, en medio del campo enemigo, ex­puesta a varios ataques y, sin em­bargo, es intocable, pues tanto 3.

C C>LECCIC>N FC>RIV1A.C IC>N DE AJEDREZ 83

Page 80: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N llJ (( o llJ

~ llJ o

LA OCTAVA FILA

... 'Jif¡xc7 como 3 .... n xc7 permitirían la mortal entrada en "e8".

3. 'JI!/bS Una variable muy bonita se pro­

duce con 3 .. .. 'JI!/a4; 4. I!. e4!, h6; 5. 'Jif¡xcB, 'Jif¡xe4; 6. 'Jif¡xe8+! , etc.

4. a4!

Todas las jugadas son claves. Un tremendo error hubiese sido 4. 'Jif¡xb7?, por 4 .... 'Jif¡xe2!; 5. n xe2, n c1+ y serían las negras quienes darían mate.

4. 5. 6.

.l:!. e4! 'Jif¡xb7!

'Jif¡xa4 'JI!/bS

Y las negras abandonaron. Pier­den la dama o reciben mate.

Rantanen

93

Schussler

Juegan las blancas

~ El mismo tema táctico que en el ~ caso anterior permite forzar un inme­o diato desenlace. o o 1. Ii: d7!! tt:J h6 z J

" llJ (fJ

Parece que las negras se han sal­vado. El caballo está en condiciones de cubrir a su rey en "g8". Otras ju-

gadas fallaban: 1 .... 'Jif¡xd7; 2. 'Jif¡xd7, It. xd7; 3. n xe8 mate. O bien 1 . ... tt:Je5; 2. n xe5! y ganan.

2. 'Jif¡xg7+! ...

Tan espectacular como contun­dente. Esta jugada tuvo que ser pre­vista antes de iniciar la combinación con 1. Ii: d?!!.

2. <;t>xg7

Si 2 .... n xg7; 3. n xe8+, tt:J g8; 4. n xb7, I!_ xb7; 5 . .txf6+ y ganan.

3. n xb7 n xb7 4. n xe8 Las blancas han ganado un peón

y tienen mejor posición.

4. c4 s. n e6 tt:Jg8 6. n xa6 n c4 7. i.d4 Abandona.

Es inútil seguir una lucha tan des­igual.

B) Los ataques directos contra el rey sirviéndose de la octava fila no siempre culminan favorablemente. Conviene en estos casos analizar con detalle los posibles planes de fuga del rey, pues de no prosperar el ataque pueden quedar las piezas fuera de juego. Ejemplos en pro y en contra se encuentran con relativa frecuencia.

Alekhine es el protagonista de las dos posiciones siguientes. Dato cu­rioso con respecto a la primera es que corresponde a una exhibición de simultáneas a ciegas (26 tableros) que dio en París, en febrero de 1925.

94

Aparentemente la octava fila está

84 CC>LECCIC>N FC>AIVIACIC>N DE AJEDREZ

Page 81: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

bien defendida. Veamos como se las ingenia Alekhine para cambiar por completo el aspecto de la posi­ción.

S. Friedmann

94

Alekhine

Juegan las blancas

1. ,txb7 ,a: xb7

La primera pieza que tiene que abandonar el control de la octava fila.

2. ,txf6

Eliminación de uno de los defen­sores de la casilla "e8".

2. ~xf6

Otra pieza que tiene que abando­nar la octava fila. Si 2 .... gxf6; 3. ~h6, 't!Y f8; 4 . .a: e8!, con mate imparable.

3. n e8+ etJ f8

¿Todo en orden? ¡No!

4. etJ h6+! ~xh6

Forzada

5. n xf8+! <;t>xf8 6. 't!Yd8 mate.

95

LA. C>CTA.VA. FILA.

París, 1925

E. Colle

Alekhine

Juegan las blancas

1. ,txg6 hxg6??

La jugada más natural, pero en este caso muy mala. Ahora las blan­cas irrumpen en la octava fila con efectos fulm,inantes. La defensa co­rrecta era .... fxg6 y tratar de defen­der una posición inferior luego de 2. ~e6+ , J:r f7 ; 3. l:!. c8, :r xc8; 4. ~xc8+, :!. f8; 5. l:!. e8, etc.

2. ~xd7!! ...

Este sacrificio sólo es posible por la desfavorable ubicación de la dama negra, que dificulta la huída de su rey.

2. ,a: xd7 3. .a: e8+ <;t>h7 4. n c-c8 .a: d8 5. 1:1 exd8! Abandona.

N w [ o w ~

El mate sólo se impide con la en- ~ trega de la dama. o

En la posición del diagrama 96 ~ parece que son las negras quienes J

llevan la mejor parte, con la amenaza 0 o

~f1 en combinación con el avance o del peón a "h4". Pero son mano las S blancas que ganan sirviéndose de 0 w una difícil y precisa maniobra. (})

CC>LECCIC>N FC>RMA.CIC>N DE A.-lEDREZ: BS

Page 82: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LA OCTAVA FILA

96

Benasque, 1989

L. Bass

A. Martín

1. i.h6!!

Una desagradable sorpresa. No es posible 1 .... Íl. Xa1, a causa de 2. ~c5!, con la decisiva penetración de la dama en "f8" .

1. 2. ~eS!

~e2

Insiste en la misma idea. La com­binación de Angel Martín está muy bien calculada.

2. ~h7

No se ve mejor defensa. Si 2. .. . Íl. Xa1; 3. ~f8+ seguido de mate. Y, si 2 .... ~xe5+; 3. f4, !Dxf4; 4. ~xe5, Íl, Xe5 ; 5. Jl_ xf4, ganaría sin

~ o: problemas.

@ 3. ~f8! ~ 4. f4 w o

S. Jl_g7!!

~xeS+

!Dxf4

0 La clave. Se fuerza un final que w está fácilmente ganado. Resultaba [ J insuficiente, en cambio, 5. Íl, xe1, 0 !LJ e2+; 6. ~h1, lb g3+ y tablas. o o S. ~xg7

S 6. ~xg7+ ~xg7 CJ 7. Íl, Xe1 !Dd3 w ({) 8. Íl, d1

Para crear un peón pasado. El resto es sencillo.

8. 9. 10. 11. 12. 13. 14.

Íl. d7 Íl, a7 Íl, Xa6 Íl. b6 Íl. bS+ a6

Q:Jxb2 a6 ~f6

~es

Q:Jc4 ~d6

Abandona.

C) Un recurso táctico de primera mano consiste en llevar la dama o una torre a la octava fila; dar unja­que; provocar una "clavada" y espe­cular con sacrificios siempre vistosos y en muchas ocasiones decisivos.

Como hemos comprobado en los apartados A) y B) la esencia de las combinaciones que se generan en la octava fila se encuentra en la enor­me cantidad de mates que propicia el rey desamparado y sin casillas de "fuga".

Lo que viene ahora es un drama para las negras.

Vilna 1911

Bernstein

Alekhine

Juegan las blancas

Mirando con atención las casillas

86 CC>LECCJC>N FC>RMACIC>N DE A..JEDREZ

Page 83: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

"f7" y "f8" puede ser que salte la chispa que enciende la llama de las brillantes combinaciones.

1. .ld xg7 +! ttJxg7 2. ~f7+ ~h8

3. ~f8+!

Y es mate a la siguiente. A medida que el lector se familia­

rice con los distintos temas tácticos notará como aumento su capacidad para solucionar los problemas. Hay que tener en cuenta que aun tratán­dose siempre de posiciones diferen­tes, guardan entre sí muchos pun­tos de contacto en cuanto a ideas temáticas.

Trinidad, 1939

N estor

98

Alekhine

Este ejemplo pudo haberse inclui­do en el apartado A}, pero también tiene cabida en éste, por los distin­tos sacrificios que presenta.

1. I! C8! Una clave sencilla, pero muy vistosa.

1. .J:! XC8

Si 1 . ... ~xd7; 2.~f8+!!, llevaría al mate.

LA. OCT AVA FILA.

2. ~e7!!

Y las negras abandonaron ante las amenazas 3. ~xe6, seguido de dxc8=~+.

No sirve 2 . ... ~xe7; 3. dxc8=~+.

ni 2 .... ~xe7; 3. dxc8=~+. ni 2. ... I! g8; 3. d8=~ así como tampoco 2 ... . ~c6; 3. d8=~+ . etc.

Rellstab

99

Seitz

De una partida jugada en Bad Pyrmont, en 1933. Aquí son las ne­gras quienes rematan de forma es­pectacular una posición que en apa­riencia está decidida por la amenaza que pesa sobre "g7''.

1. ~h1+!!

2. ~xh1 i,f3+

N w [ o w

Abandonaron las blancas al no ~ poder impedir el mate (3. ~g1, ~ ~d1 +, etc}. o

El "retrato robot" de la típica com- ~ binación con sacrificio de material a J o cambio de una mortal "clavada" se 0 presenta en el diagrama 1 OO. o z

Siendo mano las blancas ganan J

de inmediato partiendo de la entre- ffi

ga... m

CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE A.JEDRE:Z: 87

Page 84: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o (f) [ J o o o z J (9 w (f)

LA. OCTAVA FILA.

1. 2. 3.

~xc8t!! t¡jxc8 .il d8t _i f8 _ih6

Desesperación. La amenaza .ll xf8 mate, es imparable.

101

Las blancas ganan de manera muy elegante y sirviéndose del mis­mo tema.

101

Las Pedroñeras, 1991

Martínez

Rayo

1. ~xd8t! n xd8 2. .a: xd8+ k f8 3. n eS!!

Y el abandono está justificado. No sirve 3 .... ~xe8, a causa de 4.

tb f6+. A otra retirada de la dama (¡No tiene

más casilla que "f5"!) sigue t¡jh6t, etc.

BB COLECCION FORMACION DE AJEDREZ

Page 85: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

16 ESTA.U~TUA.A..S I:>E

PEC>I'oiES

L os peones son el alma del ajedrez", dijo el francés

Philidor, en el siglo XVIII. Y por seguir con las citas refiramos aquella otra­menos sutil- de W. Steinitz: "Saber jugar bien los peones, que conforman la falange que auxilia a las restantes piezas, es uno de los factores más importantes del ajedrez".

Ha llovido mucho desde entonces y, no obstante, estos postulados permanecen inalterables.

El problema es que jugar bien los peones no asunto baladí. Como por su naturaleza el peón no puede re­troceder, cualquier avance o captura que realicemos con ellos requierae un juicio previo bien razonado; se trata de un viaje sin retorno. Este es el motivo principal que imprime es­pecial dificultad al buen manejo de los peones.

Esquemas básicos

A B

Aunque los dos esquemas pre­sentan formaciones de peones que denominamos "normales", existe en­tre ambos una diferencia notable. En el primer caso {A) podemos decir que hay "total equilibrio", mientras que el esquema (8) presenta lo que llamaremos "equilibrio dinámico". Vemos en (B) como las blancas pueden jugar 1. h4 y las negras, si son mano, 1 .... f4, lo que origina peones pasados. Claro que caben otras alternativas, pero son teórica­mente inferiores. Por ejemplo si a la jugada 1. h4, las negras en vez de cambiar se deciden por 1 .... g4, re­sulta que sólo son las blancas las que quedan' con un peón pasado, mientras que el de las negras en "f5" pasaría a ser un peón retrasado y aislado.

Los peones aislados y los peones retrasados son débiles por naturale­za, pues carecen del apoyo de otros de su especie.

e D

N w [ o w ~ w o o 1{) [ J o o o z J (9

Peones normales w

Peones aislados Peones retrasados IJJ

CC>LECCIC>N FC>Rrv1ACIC>N DE A..JEDREZ: 89

Page 86: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ESTRUCTURAS DE PEONES

Las esperanzas del peón aislado aumentan considerablemente cuan­do la columna que ocupan está ce­rrada, con lo que se impide su ata­que vertical. En el esquema (C) los tres peones que aparecen están ais­lados.

Las consideraciones hechas para los peones aislados son aplicables en el caso de los peones retrasados (Esquema D). Vemos como el peón situado en "f3" y el de "h6" son dé­biles; carecen de su apoyo natural y si avanzan pueden ser capturados.

Hay algunos maestros que asegu­ran que existe cierta relación entre la estética de una posición y la bondad de la misma.

E F

~ Peones doblados Peones doblados [ o w ~ Desde luego, en el caso del es­~ quema E llevan razón. Se aprecia o claramente la desventaja que supo­~ nen los peones doblados. Práctica­J mente las negras juegan con un o 0 peón de ventaja; el suyo de "c5" de-o tiene a los dos contrarios. z J CJ w ({)

Los peones doblados aparecen con mayor frecuencia en las colum­nas e y f. Esto es así porque en mu-

chos casos el alfil captura un caballo en c3, c6, f3 o f6 y aparece enton­ces una formación de peones como la que presenta el esquema F.

Hay una teoría que nos indica cuando los peones doblados mantie­nen una estructura aceptable y cuan­do constituyen una debilidad. Para desarrollarla hay que razonar sobre un pequeño cuadrado dentro del cual estén comprendidos los peones do­blados. Admitamos que el cuadrado en cuestión esté formado por las ca­sillas c2, c3, d2 y d3. Si el peón que está al lado de los doblados -en el esquema F sería el peón de dama­se encuentra dentro del cuadrado, la posición es fuerte. Pero cuando di­cho peón sale fuera del cuadrado an­tes que su compañero lateral, la posi­ción es débil, y esta debilidad está precisamente en la casilla que queda delante del peón doblado.

G

Peones doblados

Vemos en el esquema G que el avance del peón a "d4" ha creado una debilidad en "c4". De hecho, el caballo controla los tres peones blancos.

90 COLECCION FORIV1ACION DE AJEDREZ

Page 87: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Hay que concluir pues, que para avanzar este bloque de peones es recomendable llevar por delante el que está doblado.

Antes de pasar a los casos prácti­cos quiero añadir que una estructua deficiente de peones suele aumentar su carácter negativo a medida que la partida se acerca a su fase final.

106

New York, 1924

Alekhine

Capablanca

Juegan las blancas

En esta posición se presenta un doble caso de peon-alfil doblado. ¿Qué grupo de peones doblados está en mejor situación?. De mo­mento los negros, que permanecen dentro del pequeño cuadrado al que antes hemos hecho referencia. No obstante, Capablanca puede conso­lidar su bloque y con tal fin juega ...

1. c4! ~e4+

2. tt:Je2 tt:Jb6 3. f3 '/i'C6

Alekhine provoca el avance de los peones doblados; mas esta política no le reportará ventajas, al estar las

ESTRUCTURA.S DE PEONES

blancas en condiciones de recons­truir el cuadrado, aunque, eso sí, más lejos de su base.

4. eS tt:Jd5 5. c4! tt:Je7 6. tt:Jc3 f5

Necesario para impedir la peligro­sa centralización del caballo en "e4".

7. i,e2

Este alfil no debe entorpecer la defensa natural del peón "d4".

7. :J:!: g8 8. 0-0 i,d7 9. ~e3!

Muy fuerte. Se amenaza 1 O. d5! , con efectos prácticamente decisivos. Las negras deben elegir entre 9 . ... 0-0-0, que permitiría igualmente 1 O. d5 ó 1 O. tt:J b5, o la del texto, que parece mejor.

9. b6 10. :l:í: f-d1!

Un sacrificio temporal de peón que impulsa la presión de las blan­cas que ya disponen de clara venta­ja de desarrollo.

10. 11. d5!

bxc5 ~b6

Naturalmente, no hay que abrir la N columna de rey. w [

12. dxe6 ~xe6 o w Alekhine decide devolver el peón ~

para poder cambiar las damas. Con w la captura 12 .... fxe6, el rey negro no ~ hallaría un lugar tranquilo en todo el oo

tablero. § 13. ~xc5 'ii'b6 O o 14. ~f2! o

z Como las negras se verán forza- J

das a cambiar las demás, es preferi- ~ ble que este cambio se efectúe en oo

COLECCION FORrv1ACION DE A..J EDRE:Z: 9"1

Page 88: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ESTRUCTURAS DE PEONES

"f2", lo que permitiría al rey blanco ganar un tiempo en su centralización de cara al final. También se evita que los peones de a7 y c7 puedan ligarse, lo que hubiese ocurrido tras 14. ~xb6.

14. f4 15. g a-b1 ~xf2+

16. <;t>xf2

107

Hagamos balance de la posición: Aquellos primitivos bloques de peo­nes doblados han desaparecido, pero por lo que queda de ellos, y sin nece­sidad de mayores consideraciones, se aprecia que tras la batalla que se ha librado las blancas están mucho mejor. Los "raquíticos" peones ne­gros del flanco de rey -dos de ellos

~ doblados- contrastan con los tres o sólidos "infantes" que oponen las IJl ~ blancas. Utilizando el tópico pode-w mos decir que la partida está técnica­o mente ganada por las blancas. o m 16. .tc6 a: J o o o z J G IJl m

17. g d4

Apunta de inmediato a la debili­dad de "f4". También es muy fuerte 17. et:J b5.

17. 18. j_d3

et:Jg6 et:J h4

La mejor defensa

19. j_f1 et:Jg6 20. et:J e2

Y el peón doblado está perdido.

20. <;t>e7 21. ;g_ a-e1 ;g_ g-b8 22. et:Jxf4+ <;t> f8 23. et:Jxg6+?

Este cambio sanea la estructura de peones negra. A considerar era 23. et:J d5.

23. hxg6 24. j_d3?!

108

Según análisis de Alekhine, las blancas debieron continuar con 24. ;g_ d2, pudiendo discurrir el juego del siguiente modo: 24 .... a5; 25 . .td3, a4; 26. g b1, g xb1; 27 . .txb1, g b8; 28 . .td3, a3; 29 . .te2, amenazando con 30. g d3, dejar la torre negra atada a la defensa de su peón, con lo que el aprovechamiento de la ma­yoría de peones en el flanco de rey hubiese resultado relativamente sencillo.

24. 25. 26. 27.

I! e2 .te4 <;t> xe2

;g_ b2+ :1l a-b8 n xe2+ .txe4!

92 COLECCION FORI\/IACION DE AJEDREZ

Page 89: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Y de una posición técnicamente ganada se llega a este final de torres de extrema dificultad.

La partida se prolongó hasta la jugada no 62, momento en que los contendientes acordaron el empate.

A pesar del resu ltado final, fruto principalmente de la imprecisión 24. ,id3?!, la partida muestra con deta­lle algunas de las formas de manio­brar que interesan a los casos en que existen peones doblados.

En algunas variantes de la Defen­sa Nimzoindia encontramos el tema de los peones doblados. La siguien­te partida es un buen modelo.

Moscú, 1948

Blancas: Botvinnik Negras: Reshevsky Defensa Nimzoindia

1. d4 ttJ f6 2. c4 e6 3. ttJc3 .\ib4 4. e3 eS S. a3 .txc3+

Las blancas consienten el deterio­ro de su estructura de peones a cambio de quedar con la pareja de alfiles.

Objetivos que debe trazarse cada jugador: a las blancas les interesa una posición abierta que agilice sus piezas especialmente los alfiles.

Las negras, por el contrario trata­rán de mantener un tipo de juego estático, con peones bloqueados que impidan posibles rupturas de las blancas.

6. 7. 8. 9.

bxc3 i_d3 ttJe2 e4

ttJc6 0-0 b6 ttJe8!

ESTRUCTURAS DE PEONES

109

Como dirían los militares: "una re­tirada estratégica". Así se impide la "clavada" J. g5, al tiempo que se prepara a contestar al avance f4 con f5!, siguiendo la política de bloqueo antes comentada.

10. .te3?!

Debió intentarse 1 O. O-O y si 1 O. ... d6; 11. e5!, aprovechando que no es posible 11 .... dxe5; 12. dxe5, ttJxe5?; 13 . .txh7+!, etc.

10. d6 11. 0-0 ttJaS

El plan de las negras es claro: ataque sobre el peón doblado.

12. ttJg3 .ta6 13. ~e2 'i'd7

Las blancas deben seguir ahora con 14. e5, dando "vida" a sus alfi- N

les. Sin embargo, la continuación w ([

que eligen va en provecho de la es- o trategia elegida por las negras. ~

14. f4? fS! 1S. f!. a-c1

w o o

Sin duda Botvinnik no estaba ese w día en su mejor forma. Era mejor lle- ~ var la torre directamente a "d1 ". O

o 1S. g6 o 16. kt d1 W!it7 s 17. eS kt c8! el w 18. I:I f-e1 w

CC>LE CCI C> N FC>RMAC I C> N D E AJ EDR EZ: 93

Page 90: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w 0: o w ~ w o o

ESTRUCTURAS DE PEONES

Después de 18. exd6, ttJxd6, el peón de "c4" estaría perdido.

18. dxe5! 19. dxe5

Para no perder un peón luego de 19. fxe5, cxd4, seguido de la captura en "c4".

Rotas todas las espectativas de ataque, puede estimarse la posición estratégicamente ganada por las ne­gras.

19. 20. 21. 22.

t¿jf1 J.f2 j_g3

tbg7 I;l f-d8 t¿jh5

Una jugada "fea", pero sin duda mejor que 22. g3?, que abriría peligrosamente la diagonal h1-a8 en favor de las negras.

22. ~e8

23. ttJe3 ~a4

24. ~a2 ttJxg3 25. hxg3

110

~ Y aquí pudo terminar la "pelícu-6 la". Basta con jugar 25 .... ~b3!,

0 que fuerza el cambio de las damas. o A continuación se doblan las torres z J 0 w (/)

o, en el peor de los casos, se cam­bian en la columna abierta y todo concluye.

Sin embargo, como una cosa es la teoría y otra la práctica, ambos contendientes se encontraban con apuros de tiempo y la precisión en las jugadas que siguen no es la que cabe esperar de tan ilustres conten­dientes.

25. h5? 26. .te2?

Perdiendo la oportunidad de ali­viar la presión. Correcto era 26 . .t c2!, ~c6; 27. a4. No servía 26. ... j_xc4; 27 . .txa4, .txa2; 28. J.d7!, I;l b8; 29. c4!, etc.

26. 27. 28. 29.

~f2

~xb3

J.d3

~f7

~b3!

t2Jxb3

Para conservar las torres y provo-car el siguiente error.

29. ~e7?

Era mejor 29 .... t¿j a5

30. ~e2 ttJa5 31. l:!. d2 n c7?

Se imponía volver con el rey a "f7", impidiendo el siguiente golpe.

32. g4! n c-d7

Si 32 .... hxg4; 33. l:l: h1 ofrece contrajuego.

33. gxf5 gxf5 34. n e-d1?

Esto pierde sin lucha. Lo más re­sistente era 34 .... n d-d1 , para se­guir con n h1, planteado algunas amenazas.

34. h4! 35. ~e1 ttJ b3 36. l2J d5t

De cualquier forma las negras ga-

94 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Page 91: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

naban material. La última jugada de Botvinnik es característica de los apuros de tiempo. Se lanza "la caña" a ver si se pesca algo. El resto no merece comentarios.

36. exd5 37. ,txf5 tt:Jxd2

ESTRUCTURAS DE PEONES

38. 39. 40. 41. 42.

n xd2 ,txd7 l:t f2 l:t f3 c;t> e2

dxc4 n xd7 c;t> e6 l:t d3

Y al mismo tiempo las blancas abandonaron.

N w [ o w ~ w o o ({) [ )

o o o z )

CJ w ({)

CC>LECCIC>N FC>RM.ACIC>N DE .AJEDREZ 95

Page 92: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

17 EL PEÓ"-1 FlETFl.A..S.A..II:>C>

uando se hace referencia a un peón retrasado

éste debrá estar necesariamente en una columna semi-abierta. Es típica la figura del peón retrasado en la co­

111

112

H

lumna e, naci­do de un cam­bio de piezas en "c3" o "c6". El primer es­quema (H) pre­senta la forma­ción clásica del peón retra­sado. Cuando éste avanza y se sitúa en lí­nea con su co-

• • lega (esquema ~ • 1) pierde su ca-~~

m • rácter de peón ~-• • retrasado para • ¿ ~ unir su suerte ~ ~~ 1 del com • • a a -

pañero , reci-fj,. • bien do los dos ~ • • el nombre de ~ "peones col-w gantes", mate-~ ria que se estudia en otro capítulo. ~ El asedio al peón retrasado debe o llevarse a cabo mediante el control ~ pevio de la casilla que está delante J de dicho peón , con el fin de impedir ~ su avance y, por tanto, su cambio o de naturaleza (peones colgantes). s Una vez logrado este objetivo, las CJ condiciones serán favorables para w oo iniciar acciones directas contra él.

El ejemplo que presento contiene todos los ingredientes que intervie­nen en este tema.

Baden-Baden, 1925

Alekhine

Thomas

Juegan las negras

El peón retrasado está bien de­fendido y es inútil pensar en su pronta captura. Alekhine maniobra para mejorar sus piezas y combina para ello dos planes estratégicos: ataque sobre el peón retrasado (si­tuado en "c3") y al peón aislado ahora en su casilla de origen "a2".

1. . .. ~d5

Como primera medida incrementa el control sobre "c4".

2. ~e3 ~b5

3. ~d2 J:I d5 4. h3 e6 5. n e1 ~a4

6. n a1 b5 7. ~d1 n c4

96 CC>LECCIC>N FC>RrvtACIC>N DE A.JEDREZ:

Page 93: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Sometidas a una pasividad casi total, las blancas no pueden hacer otra cosa que esperar defendiendo de la mejor forma sus habilidades.

El lento pero seguro mejoramiento de la posición negra fue analizado por Nimzowich en una de sus princi­pales obras, dándole el título de "avance restringido". Es verdad que todo el final se caracteriza por la ac­ción constrictora que se ejerce sobre la posición blanca.

8. 'f&'b3 11 d6 9. <;t> h2 11 a6 10. Ja f-f1 ,ie7 11. <;t>h1 11 c-c6!

La idea es llevar la dama a "c4" y presionar con las torres dobladas en la columna de torre-dama.

12. B. f-e1 ,ih4!

La torre tiene que abandonar la columna que ocupa y desde donde amenazaba 13. d5.

13. Ja f1 Si 13. a. e2, 'f&'xb3; 14. axb3,

B. xa1; 15. ,ixa1, 11 a6; 16. ,ib2, 11 b2 ; 17. b4 {o 17. <;t> h2, a5!) 17. ... ,ig3; 18. d5, .txf4! y ganan.

13. WHc4

114

Quiero que el lector conozca el

EL PEC>N RETRASADO

comentario de Nimzowich respecto al momento actual de la partida.

"Observe el estudioso que el cambio de las damas es consecuen­cia, casi automática, de la ocupación meticulosa de los puntos estratégi­cos más importantes.

El principiante, en general, busca el cambio por otro camino. Persigue la pieza adversaria con ofertas de cambio .... y a menudo recibe cala­bazas. El maestro, por el contrario, ocupa los puntos fuertes y el cambio deseado lo obtiene como fruta caída del árbol".

Sin duda una exposición muy di­dáctica.

14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21.

'f&'xc4 a3 Ja f-b1 g3 <;t>g2 <;t> f2 <;t>e2 Ja a2

a. xc4 i.e7 ,id6 <;t> f8 <;t>e7 <;t>d7 <;t>c6

Al estar defendido por el rey el peón negro de "b5", se amenaza ga­nar material con 21 ... . 11 c-a5, car­gando sobre la debilidad de "a3".

21. 11 c-aS 22. n b-a1 <;t>dS 23. <;t>d3 11 a6-a5 24. .tc1 a6 25. ,ib2 hS 26. h4

115

N UJ [ o UJ

~ UJ o o IJ) [

Cada bando ha hecho lo que te- 5 nía que hacer: las blancas aguantar 0 la presión que se ejerce sobre sus ~

debilidades y las negras fijar dichas J

debilidades, imposibilitando también ~ cualquier reacción del contrario. IJJ

CC>LECCIC>N FC>RIVIAC IC>N DE AJEDREZ 97

Page 94: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w

EL PEC>N RETRASADO

115

Queda, sin embargo, por realizar la última fase del plan . La ventaja posicional de las negras es incues­tionable, pero ¿cómo se transforma en algo práctico?

26. f6!

Así de simple. La ruptura en "e5" asegura la ganancia de material.

27. i,c1 eS! 28. fxeS fxe5 29. i,b2

La posición es desesperada. Si 29. dxe5, i,xe5; 30. i, f4, i,xf4; 31. gxf4 y el final no tiene historia des­pués de 31. ... <;tJ e6 ó 31 .... :c: xf4.

29. exd4 30. cxd4 b4!

Ya se podía abandonar.

31. axb4 ;¡:¡: xa2 32. bxa5 :C: xb2

Y las blancas abandonaron.

0 R ESUME N o IJ) [ )

o o o z )

~ w IJ)

El peón retrasado representa una desventaja apreciable. El bando que ataca debe procurar obtener el dominio de la casilla que está de­lante del peón, para impedir su avance. Por el contrario, el jugador

que soporta esta estructura de peones se esforzará por ser él quien domine la mencionada casi­lla. De salir airoso en su empeño el avance del peón retrasado llevará a la formación de "peones colgan­tes", que es precisamente el tema del siguiente capítulo.

En el Torneo lnterzonal (Las Pal­mas, 1982} el G.M. húngaro Z. Ribli ganó una magnífica partida al danés B. Larsen . Podemos ver en ella como las maniobras que se utilizan contra el peón "retrasado" son esen­cialmente las mismas que acabamos de estudiar.

Blancas: Larsen Negras: Ribli

1. c4 eS 2. tt.J f3 tt.J f6 3. tt.Jc3 e6 4. e3 tt.Jc6 5. d4 d5 6. cxd5 tt.Jxd5

Por inversión de jugadas se ha lle­gado a una defensa semi-Tarrasch del Gambito de Dama.

7. i,c4

Una idea de Botvinnik. La alterna­tiva es 7. i. d3.

7. 8. 9. 10.

exd4 0-0 ;¡:¡: e1

cxd4 i,e7 0-0

Estamos en un tipo de posición que se produce igualmente en líneas de la Defensa Nimzoindia y del Ata­que Panov de la defensa Caro-Kann. Las blancas como compensación por su peón aislado dominan mayor espacio, con las consiguientes posi-

98 CC>LECC I C> N FC> RMAC I C> N DE AJ E DREZ:

Page 95: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

bilidades de ataque sobre el enroque.

10. tDxc3 11. bxc3 b6

La estructura de peones de las blancas ofrece ahora otro tipo de debilidad teórica: la pareja aislada con el peón "retrasado" en "c3"

12. ~e2 ,.tb7 13. ,.td3 tD a5

Las negras impiden así el avance c4, que llevaría a una posición con peones "colgantes".

14. tDe5 z:t c8 15. ,.tb2 J.,d6

Esto es mejor que 15 . ... ,.t f6, como se jugó en la partida Browne­Ribli {Indonesia, 1982), en posición muy parecida.

16. ~h5

116

16. f5!

Se opone drástcamente al intento de ataque de las blancas. Tiene en cambio el inconveniente de dejar "retrasado" al peón de "e6", aunque este detalle no podrá ser aprove­chado.

17. tDf3?!

Es mal síntoma tener que retirar la pieza que está mejor instalada.

EL PEON RETRASADO

17. ~ea

18. ~xe8?

Se imponía mantener las damas en juego con 18. ~h3. El final que se presenta es muy favorable a las negras que están en condiciones de explotar la desventaja que supone la pareja aislada en "c3" y "d4".

18. z:t fxe8 19. 4Jd2 ,.td5!

Controla el avance c4, fijando la debilidad de "c3". Las siguientes evoluciones giran en torno a este tema.

20. a4 rJ;; f7 21. g3 g6 22. f4 h6 23. z:t e-c1 ..t c4!

Esto es mejor que 23 .... tD c4; 24. ,.txc4, ,.txc.4; 25. tD f3, para seguir con ,.ta3, en combinación con tD e5 y as.

24. ,.tc2 g5!

Abre un nuevo frente incremen-tando la ventaja posicional.

25. fxg5 hxg5 26. ,.ta3 ,.txa3 27. z:t xa3 ..t d5 28. ,.td3 n e-d8!

N w [

Oponiéndose a 29.c4?, pues con @

29 . ... ,.tb7 se ganaría el peón de ~ "d4". w

o Las blancas lograron cambiar su 0

alfil poco activo, pero sus piezas han ~ quedado mal coordinadas , lo que J

contrasta con el armónico juego de O las negras. ~

29. n e1 z:t c7 S 30. z:t e3 rJ;; f6 ~ 31. .ta6 ())

COLECCION FORI\IIACION DE AJEDREZ 99

Page 96: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w (( o w ~ w o o ({) (( J o o o z J G w ({)

EL P EC> N RETRASADO

117

31. 14! Paulatinamente, Ribli va acen-

tuando su presión. 32. gx14 gxf4 33. l:t d3 l:t h8! 34. c4 i,a8! Larsen ha logrado avanzar su

peón, apoyándose en el golpe tácti­co 34 .... eoxc4; 35. eoxc4, i,xc4; 36. n d-c3, pero su reacción llega demasiado tarde.

35. l:t h3 Si 35. d5, exd5; 36. cxd5, l:t g7+;

37. <;t> h1 , l:t g5! , o bien 37. c;t> f1 , n xh2 y aún 37. c;t> f2 , n xh2+ ; 38. <;,t> f3, c;t> f5! ganando.

35. l:t Q7+ 36. <;,t>12 l:t g2+ 37. <;,t>11 n xh2 38. n xh8 n xh8

La partida está decidida no sólo por el peón de ventaja sino por la mayor actividad de las piezas ne­gras, entre las que su rey desempe­ñará un papel preponderante.

39. eo13? n da!

Gana un segundo peón . Otro ca­mino hacia el triunfo era: 29. <;,t> f2 , n xh2+; 30. <;t> e1 ' c;t> f5!, etc.

40. c;t>12 i,x13 41. c;t>x13 n xd4 42. l:t c3 eoc6 43. i,b5 eo e5+ 44. c;t> e2 <;,t>15 45. c5 13+ 46. c;t>e1 bxc5 47. n xc5 c;t>14 48. l:t c7 <;,t> e3 49. 'Q e7 12+ 50. <;,t>11 l:t g4!

Y las blancas abandonaron.

"1 00 CC>LECCIC> N F C> RIVIAC I C> N DE AJEDREZ

Page 97: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

-.a LC>S PEC>NES ~C>L<3A...NTES

a pareja de peo­nes blancos en L "c4 " y "d4" (se­

gún presenta el diagrama) recibe el nombre de peones "colgantes".

118

Jugar con (o contra) los peones "colgantes" es un asunto complejo; probablemente una de las cuestio­nes estratégicas de más "calado".

El bando que posee los peones "colgantes" dispone, si llega el caso, de la ruptura que provoca el avance del peón de dama, que puede resul­tar muy peligrosa si se efectúa en buenas condiciones. Por contra, el adversario, si logra forzar el avance de alguno de estos peones para su bloqueo o debilitamiento, obtendrá sin duda las mejores posibilidades.

Llevado al terreno dialéctico po­demos decir que quien posee los peones "colgantes" tendrá ventaja si logra movilizarlos en el momento que le resulte más conveniente, mientras que quien lucha frente a ellos ganará la "batalla" si fuerza su avance lejos de los intereses del contrario.

El excampeón del mundo B. Spassky, en los años más fecundos de su carrera, contó entre sus armas preferidas con líneas defensivas donde se origina la formación de peones "colgantes".

Sirva como muestra la siguiente partida, disputada en el Torneo de Santa Mónica, en 1966. Blancas: Petrosian Negras: Spassky

1. d4 d5 2. c4 e6 3. lbc3 ~e7

4. lbf3 lbf6 5. ~g5 h6 6. il..~4 0-0 7. e3 b6

Queda planteada la "variante Tartakower" del Gambito de Dama, línea que suele conducir a la forma­ción de peones "colgantes".

8. .l:!. C1 _!b7 9. cxd5 é[¡xd5 10. lbxd5 exd5 11. .txe7 'Jf¡xe7 12. WJa4 eS 13. W/a3 nca 14. _te2 ttJd7 15. 0-0 W/f8

119

N w [ o w ~ w o o (j) [

Con su última jugada las negras 5 preparan una demostración en el 0 flanco de dama, comenzando con el o avance c4. Es natural , en conse- S cuencia, que el blanco efectúe el si- ~ guiente cambio. oo

CC> L ECCI C> N FC>FH v1AC I C>N D E A J ED R E Z "1 0"1

Page 98: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LOS PEONES COLGANTES

119

16. dxc5 bxc5 17. Uc2

Se dispone de inmediato a incre­mentar la presión sobre los peones "colgantes", sirviéndose del plan Uf­c1 y .,i b5. Si las negras se vieran for­zadas a jugar su peón de alfil-dama habría que admitir el triunfo estratégi­co de las blancas, que dispondrían de la casilla "fuerte" "d4" y un plan bien definido de ataque contra el peón aislado y retrasado en "d5".

Veamos cómo se las ingenia Spassky para soslayar estos peligros.

17. ~d6

18. It f-c1 ~b6!

Desde esta casilla la dama cum­ple múltiples tareas: neutraliza la amenaza _t b5; apoya a un eventual

N avance d4 y propicia un interesante ~ plan a base de a5-a4 y ~b4. @ 19. CZJ d2 It e8 ~ La posición negra está "prendida ~ con alfileres". Las amenazas son 20. o .,ig4 y 20. t¿j b3. rn [ J o o o z J G w rn

20. t¿jb3

120

Parece que sólo hay dos opcio­nes: claudicar posicionalmente con 20 .... c4; 21. CZJ d4 o perder el peón de "eS".

120

Spassky se decide por esta última posibilidad, pero lo hace creando un fuerte contrajuego. ·

20. d4! 21. t¿Jxc5 CZJ xc5 22. U xc5 dxe3 23. fxe3 Ue7

Defiende su segunda línea-impi­diendo .k!. c7- y "amaga" doblar las torres.

Petrosian simplifica la posición es-perando alcanzar un final favorable.

24. U b5 ~xe3+

25. ~xe3 u xe3 26. Uxb7 Uxe2 27. Uf-c7

¿Este es el final que esperaban las blancas? A vista de pájaro pare­ce que tienen ventaja, pero ...

27. Ud8!

Y ahora no hay nada mejor que provocar las tablas . Si 28. Uxf7, .k!, d1+; 29. Uf1, Ud-d2, con gran ventaja del negro. Y, si 28. i'f1, ]l d­d2; 29 . .a: xf7, ,a: xg2 y no hay nada que temer.

28. Ja d7 J:I c8 29. Ub-c7

Y se acordó el empate. La primera partida del match para

el Campeonato del Mundo (Merano,

"1 02 COLECCION FORIV1ACION DE AJEDREZ

Page 99: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

1981), supuso un severo "varapalo" para el aspirante. Korchnoi, con blancas, empleó un tratamiento poco afortunado: 9 . .te2?!, en lugar de las normales 9 . .txf6 ó 9. cxd5 y cuan­do quiso actuar contra los peones "colgantes" el excesivo número de piezas sobre el tablero jugó en su contra al restar agilidad a su disposi­tivo. Se trata de un excelente ejem­plo para este tema. Blancas: Korchnoi Negras: Karpov Gambito de Dama. Variante Tartakower

1. c4 e6 2. ttJc3 dS 3. d4 .te7 4. t¿jf3 tDf6 5. ,tgS h6 6. .th4 0-0 7. e3 b6 8. .J:! C1 ,tb7 9. .te2?! t¿j b-d7 10. cxdS exdS 11. 0-0 eS 12. ~c2 .l:í: C8 13. dxc5 bxc5

121

Ya tenemos en formación a los peones "colgantes", siguen las juga­das naturales.

LOS PEONES COLGANTES

14. Ja f-d1 ~b6!

Y resulta que asoman los prime­ros problemas para las blancas. El avance d4 puede crear en cual­quier momento situaciones muy comprometidas, debido a la desfa­vorable colocación dela dama blan­ca con respecto a la torre situada en "c8".

15. ~b1 .l:l: f-d8 16. .l:! c2 ~e6

El problema básico de las blan­cas es la falta de espacio. Con to­das las piezas en juego es difícil maniobrar.

17. ,tg3 t¿jh5 18. .l:! c-d2 t¿jxg3 19. hxg3 ttJ f6

Las blancas carecen de un buen plan para forzar el debilitamiento de los peones :"colgantes". La posición negra es más elástica y ofrece mejo­res perspectivas.

20. ~c2 g6 21. ~a4 a6 22. ,td3 ~g7

23. .tb1 ~b6

24. a3

122 N w [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J

Parece que Korchnoi tiene algo ffi

(25 . .t a2, con fuerte presión sobre oo

COLECCION FORIV1ACION DE AJEDREZ 103

Page 100: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

LOS PEONES COLGANTES

"d5") pero precisamente ahora viene la ruptura temática.

24. d4! 25. ttJe2

Hay que resignarse con esta fea retirada. Después de 25. exd4, i,c6!, las negras ganan material. Por ejemplo: 26. dxc5, _t xa4; 27. cxb6, _t xd1 y la calidad no está compensada. Si 26. ~c2 , _txf3; 27. gxf3, cxd4; 28. etJ a4, ~b5! ganan­do. Si 26 . ~c4, _txf3; 27. gxf3, cxd4; 28. ttJ a4, ~b5! 29 . ~e2 ,

J:!. e8!; 30. ~xb5 (ó 30. b3, ~xb3) 30. oo.axb5; 31. ttJ b6, n c6 y ganan. En esta última variante también hay que considerar 27. i,a2, _txd1; 28. ~xf7+, ..t> h8; 29. n xd1' ttJ g8! ga­nando.

25. dxe3 26. fxe3 c4

Ataca de inmediato las debilida­des que se han creado en el flanco de rey.

27. etJe-d4 ~c7

También son fuertes las continua­ciones 27. oo. etJd5 y 27. oo. et:lg4.

28. et:l h4

~ Defensa táctica del peón de "g3". [ Si 28. oo.~xg3?; 29. et:l f5t!, etc. o w 28. ~es

~ 29. ..t> h1 <;t>g8 w o El camino más tranquilo, que ase-~ gura la ganancia de un peón y man­[ tener la superioridad posicional. J O 30. t2Jd-f3 ~xg3 ~ 31. l:!. xd8+ i,xd8 z 32. ~b4 J (9 UJ ({)

Busca "sacudirse" el ataque con 33. ~d6, pero Karpov lo impide.

123

32. 33. 34. 35.

_txe4 l:!. d4 ..t>g1

_te4! etJxe4 ttJf2+ et:ld3

También se ganaba con 35. 00.

etJ g4. Por ejemplo: 36. ~b7, 'i'f2+; 37 . ..t> h1 ' ~f1 +; 38. etJ g1' et:l f2t; 39. ..t> h2, _t c7t; 40. g3, .txg3+ ; 41. <;t>xg3, ~xg1+ ; 42. <;t> f3 , l:!. f8, etc.

36. ~b7 l:!. b8 37. 'i'd7 _tc7

En posiciones tan favorables siempre hay varios caminos que conducen al triunfo. Aquí resultaba decisivo 37. oo. i,xh4; 38 . etJ xh4, etJ e1 , con las amenazas 38. 00. 'i'xe3+ y 38. 00. J:!. xb2.

38. ..t> h1 n xb2 39. n xd3

Unico modo de prolongar la resis­tencia.

39. cxd3 40. ~xd3 ~d6 41 . ~e4 ~d1t 42. ttJg1 ~d6

43. et:lh-f3 l:!. b5 Y las blancas abandonaron. En el capítulo que trata de las po­

siciones donde el alfil es superior al caballo, tiene el lector un magnífico ejemplo que muestra una de las for­mas de luchar eficazmente contra los

"1 04 COLECCION FORIVIACION DE AJE D REZ

Page 101: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

peones "colgantes". Se trata de una partida del Match para el Campeona­to del Mundo, 1972 entre Fischer y Spassky. He preferido incluirla en ese apartado aunque igualmente hubiese tenido cabida en éste.

Hasta ahora hemos visto como los peones "colgantes" salen "airosos", pero no siempre es así. En el ejem­plo que a continuación veremos su­cumben ante una bien articulada ma­niobra.

124

Nimzowitch

Rubinstein

Juegan las blancas

11. 0-0 et:Jd7 12. n a-d1 o-o 13. et:Je1!

El caballo se dirige a "d3" para presionar sobre el peón de "eS" y, según los casos, instalarse en "f4", cargando contra el peón de "dS".

LOS PEONES COLGANTES

13. et:J b6 Prácticamente forzado. La desfa­

vorable situación del alfil de "b?" con respecto a su antagonista en "g2" impide por el momento penar en el avance del peón de dama.

14. et:Jd3! ~d6

La defensa natural 14 .... l:t c8 fra­casa debido a 1S. et:J f4 y el peón de "dS" estaría perdido.

15. et:J f4 ~f6

Defensa indirecta del peón, dado que sespués de 16. ttJ fxdS, ttJexdS!, ~xb2 las negras habrían superado los mayores problemas.

16. b3!

Simple y muy fuerte. No sirve 16 . ... !t d8 por 17. e4!, d4; 18. eS!, ga­nando una pieza. Las negras, que no tienen mucho donde elegir, juegan

16. c4 17. bxc4 et:Jxc4

Ahora la lucha pasa a ser contra un peón aislado, pero en inmejora­bles condiciones para las blancas.

18. ~d4!

19. n xd4 ttJb3 20. étJCXd5

Así culmina la impecable labor es- ~ tratégica de las blancas. La partida § fue ganada por Rubinstein en un w magnífico final de torres, pero eso ~

w queda fuera de nuestro estudio. o o (/) [ J o o o z J (9 w (/)

COLECCION FOFIMA.CION DE A..JEDFIEZ: 1 OS

Page 102: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

"'19 EL PEÓN I:>E I:>A...IVIA...

A...ISLA...I:>C>

"

amos a dirigir el estudio al caso concreto del peón

de dama aislado, que es el que más frecuentemente se da en la práctica y sobre el que observaremos s~s ventajas e inconvenientes. El pe?.n aislado es por si mismo una debili­dad y ofrece al adversario una c~silla fuerte, precisamente la que ~sta de­lante de él. En el caso del diagrama "piloto" la casilla en cuestión es "d5".

Presenta, sin embargo, algunas ~ ventajas que en manos de un juga­a: dor experimentado pueden ser de @ enorme importancia. La casilla "es·: ~ sirve para instalar una pieza (cas1 ~ siempre un caballo) que apoya una 0 acción de ataque contra el flanco de ~ rey. En ocasiones, si no se contro.la J debidamente el cuadro "d5", el peon 0 avanza creando también serios pro­~ blemas. Estos detalles, unidos a la 5 ventaja de espacio, dejan "las espal­e! das en alto", de manera que estable~ ~ cer un juicio riguroso respecto a SI

es favorable o desfavorable jugar con el peón de dama aislado queda más a los gustos y estilo del jugador que a otra cosa. . .

Algunas partidas de Botvmmk son modélicas respecto al tratamiento que hay que dar al peón d~ dama aislado, bajo el punto de v1sta de quien lo posee. Veamos la siguiente posición:

Nottingham, 1936

Vid mar

Botvinnik

Al dictado de lo que pide la posi­ción (fijar la debilidad de "d4") la.s negras juegan para reforzar el domi­nio de la casilla "d5".

1. ftj b6 2. _t b3 ,!d7 Las negras intentan un dispositivo

a base de .! c6 - .lJ. c8 y ttJd5. Si las blancas mantienen mientras tanto una actitud pasiva pueden quedar en clara inferioridad.

"1 06 CC>LECCIC>N FC>AIVI.ACIC>N DE AJEDREZ

Page 103: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

3. ~d3!

El mejor emplazamiento para la dama.

Domina importantes casillas cen­trales y queda en condiciones de tras­ladarse rápidamente al flanco de rey.

3. cub-d5? En su lugar, Botvinnik recomienda

3 .... CZJ f-d5 y si 4. _ic2, g6.

4. cue5! ,tc6 5. n a-d1

No es bueno el cambio 5. cuxc6, bxc6, que reforzaría definitivamente la casilla "d5" en favor de las negras. Comentarios al respecto pueden ver­se en la partida Korchnoi-Karpov que comento en este mismo capítulo.

5. cub4 6. ~h3

Siguiendo el plan trazado la dama mira directamente al enroque negro. Ahora hay que atender a un potencial sacrificio CZJxf7 seguido de ,txe6.

6. ,td5 7. cuxd5 cubxd5 8. 14!

Súbitamente, en la posición negra aparecen "negros nubarrones". Tras breve análisis se llega a la conclu­sión de que no se puede impedir el

EL PEON DE DANtA AISLADO

avance f5. Si 8 .... g6; 9 . .ih6, n e8; 1 O. _i a4 , ganaría la calidad . En cuanto a 8 .... cu e4 (para provocar cambios que alivien la presión) serí1 refutado con 9. cu xf7!, I:I xf7; ~O .

~xe6. o bien 9 .... ~xf7; 1 o. n d­e1 , con ventaja decisiva de la~ blan­cas en todos los casos.

8. n c8 9. 15 exf5 10. I:I xf5 ~d6

El juego negro es muy restringido y carece de maniobras activas. No obstante, la última jugada es un se­rio error que permite rematar rápida­mente la lucha, aprovechando un tema táctico bien conocido: "la pieza recargada" que en este caso es la torre de "f8", defensora del peón de "f7" y de su compañera que ocupa "c8". La mejor defensa consistía en 1 o .... Il: a, aunque después de 11. n d-f1, se mantendrían las posibili­dades de

128

N w [ o w ~ w o o (/)

11. cuxf7! I:I xf7 ~

Si 11 .... ~xf7; 12. _ixf6, seguido O de I:Ixd5. g

12. ,txf6 i,xf6 S Cualquier otro tipo de captura se­

ría contestado igual que en la parti-CJ w (/)

COLECCION FORN1ACION DE AJEDREZ 1 0 7

Page 104: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

EL F'EC>N DE DAMA. AISLADO

da, con .l:!. xd5!, y las consecuencias serían aún peores, como es fácil comprobar.

13. !'! xd5 ~c6 . 14. .rt. d6!

El detalle final. La aparente 14. :g c5 se refutaba con 14 .... _¡txd4+!; 15 . .rt. xd4, 'i'xc5, etc. En cambio si ahora 14 .... 'i'xd6; 15. '@xc8+ de­cide.

14. 15. .rt. d7

~c7

Abandona. Treinta años después vemos

como Botvinnik insiste en el mismo esquema de ataque. Esta vez se tra­ta de su partida frente a Tolush, del match Moscú-Leningrado, 1965.

Las negras, que son mano, juga­~ ron de manera convencional de cara 1r al super-control del cuadro "d5" ... o w 1. t¿je7 ~ w o o (/) [ J o o o z J G w (/)

Sin reparar en la fuerte réplica .. .

2. j_g5!

Confiesa el propio Botvinnik que 1 .... h6! hubiese sido suficiente para obtener una cómoda igualdad. Ahora la posición negra no es tan cómoda.

2. t¿Jg6

La intención es seguir con h6 y resolver el problema de la "clavada".

3. f4!

El "capricho" de Botvinnik.

3. h6

Y si las blancas responden 4 . J,.xf6 , 'i'xf6; 5. f5, 'i'g5! , con buen juego. Pero .. .

4. f5! exf5

Si 4 ... . hxg5; 5. fxg6 y los puntos "e6" y "f7" quedan "tocados".

5. i.Xf6 'i'Xf6 6. !'í: Xf5 t¿Jf4? Esto conduce a un final inferior. Se imponía 6 ... . 'i'c6!, para pro-

seguir en un medio juego agudo y difícil.

7. !'! xf6 t¿Jxd3

130

¿Cómo hacer frente ahora a las amenazas 8 . .. . t¿j xb2 y 8 . .. . gxf6?

8. .rt. xf7!

Aunque al finalizar las escaramu­zas se mantenga el equil ibrio de fuerzas, la posición resultante será mejor para las blancas.

8. t¿Jxb2 9. n xf8+ <j;Jxf8 10. .rt. f1+ <j;Je8

No hay mejor casilla para el rey. Si 1 O . .. . <j;J e7; 11 . .rt. f7+, <j;J d6; 12. tD b5+, <j;J c6; 13 . .rt. c7 mate.

"'1 08 C C> LECC IC>N F C>AMAC I C> N DE AJ E DREZ:

Page 105: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

11. _ie6 l:!. d8 12. d5 _ic8 Las últimas jugadas de Tolush han

sido las mejores, pero aún así se en­cuentra en inferioridad a causa de la inevitable penetración blanca en "f7".

13. n f7 _ixe6 14. dxe6 !!. d6 15. n xg7 n xe6 16. ¡;¡ xa7 tt:Jd3 17. h3 tt:J f4

Trata de entrar en un final de to­rres, donde las posibilidades de ta­blas casi siempre están "vivas".

18. J;! a4 tt:J e2+ 19. tt:J xe2 ¡;¡ xe2

Nos encontramos en un final que bien podíamos haber utilizado en el capítulo referente a "torres en la sép­tima fila".

131

20. n a7!

Elemental. Así se obtiene la "sépti­ma absoluta", con las ventajas que reporta.

Si el rey negro hubiese estado en "e7" -pongamos por caso- la vic­toria de las blancas aparecería como muy problemática.

20. \tJ f8 21. ¡;¡ b7 ¡;¡ e6

EL PEC>N DE D.AIV1.A .AISLADO

O bien 21 .... n b2; 22. ¡;¡ h7 y, tras ganar, el peón de "h6", los dos peo­nes pasados y unidos deben llevar a la victoria.

22. \tJf2 ¡;¡ f6+ 23. \tJg3 ¡;¡ g6+ 24. \tJ f3 \tJg8 25. g3 J;! c6 26. \tJg4 \tJh8 21. wts n cs+ 28. w g6 n c6+ 29. w gs w g8

En esta posición se aplazó la par­tida y Tolush decidió no continuar la lucha, ante su desesperada situa­ción.

El plan ganador consistía en avan­zar los peones a las casillas "a4" -"g4" y "h4", para seguir con lama­niobra n a?- n a6 y a5.

No atender debidamente al con­trol de la ca,silla que está delante del peón de dama aislado puede oca­sionar desagradables sorpresas, como le ocurrió a Petrosian en la si­guiente posición

132

Moscú, 1969

Spassky

Petrosian

N w [ o w ~ w o o {j) [ )

o o o z )

0 w

Anticipándose a la jugada 1 . ... b4, w

CC>LECCIC>N FC>RN1.ACIC>N DE .A.JEDREZ 1 09

Page 106: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~

EL PEC>N DE DAIVIA AISLADO

Petrosian quiso ceder a su caballo la casilla "e2" y jugó:

1. J.d3?

La respuesta fue contundente.

1. d4!

Con lo que las negras ganaron material. Si 2. 'bxd4, 'bxd3; 3. Cb xe6?, fxe6. Y, si 2. Cb e2, dxe3, etc.

El juego continuó:

2. ~xd4 'bxd3 3. ~xd3 i,c4

Y las negras ganaron una calidad que fue suficiente para anotarse el triunfo en la jugada n° 44.

En la siguiente partida las negras triunfan en su plan de "acoso" y de­rribo" del peón de dama aislado.

Merano, 1981

Blancas: Korchnoi Negras: Karpov Gambito de Dama

1. c4 e6 2. 'bc3 dS 3. d4 j¿e7 4. 'bf3 Cbf6 5. J,gS h6 6. j¿h4 0-0 7. ñ c1 dxc4 a:

o w Jugada que en su momento fue ~ una novedad teórica. La continua­~ ción más aguda es ahora 8. e4, pero

0 Korchnoi prefiere un modelo más ~ convencional y sigue como si se tra­J tase del Gambito de Dama Aceptado O en su variante clásica. o o 8. e3 eS z J 9. _txc4 cxd4 ~ 10. exd4 4Jc6 ({) 11. 0-0

133

11. 'bh5!

El cambio de los alfiles en este tipo de posiciones favorece general­mente a las negras.

12. j¿xe7

Si 12 . .,tg3, 'bxg3; 13. hxg3, .,t f6; 14. d5 , conduce a una posición equilibrada.

12. t2J xe7 13. j¿b3

Las blancas no están mejor y de­berían jugar con menos pretensio­nes 13. d5 , de cara a un ráp ido empate.

13. 14. 15. 16.

tbeS ~e2

Cb e4

'L\f6 ~d7

ñ c8 t2Jxe4

Los cambios de piezas acentúan la debilidad del peón aislado, que va perdiendo su carácter de elemento táctico, bien para apotar un ataque o para emplearlo en una eventual rup­tura en "d5".

17. ~xe4 j¿c6 18. tbxc6 ,ñ xc6 19. ñ c3

Si 19. n xc6 , bxc6!, para luego presionar sobre el peón aislado con ~b6 y .l:! d8. En cambio 19 .... t2Jxc6 haría posible 20. d5! , con igualdad.

"1 "1 O CC> L E CCI C> N FC> R.rv1AC I C> N DE AJE D REZ:

Page 107: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

19. ~d6

20. g3

Más tarde veremos que para dar "aire" al rey era preferible 20. h3. Son detalles difíciles de prever a es­tas alturas de la partida.

20. la d8 21. la d1

134

21. 1:1 b6!

Muy buena jugada. Conserva la torre, que encaso de necesidad pue­de ir a "b5" o, eventualmente , a "d6", incrementando la pres ión so­bre "d4".

22. ~e1

Cuando se recurre a este tipo de jugadas es que la posición es inferior.

22. ~d7!

Cede su puesto a la torre de "b6". ¡Qué sencillo es el juego de Karpov, pero que difícil es jugar como Karpov!.

23. la c-d3 la b-d6 24. ~e4

La única alternativa que ofrece una leve esperanza cons iste en la inme­diata entrega del peón: 24. d5, exd5 (si 24 ... 4Jxd5; 25. ~d2 ó 25 . ~e5)

EL PEC>N D E DAIVIA AISLADO

25. ~e5 y los problemas técnicos a resolver por parte de las negras se­rían mayores que en la partida.

24. ~c6

25. ~f4

Si 25. 'i'xc6, Q:Jxc6; 26. d5, Q:J xb4! gana el peón.

25. Q:Jd5 26. 'i'd2 ~b6

27. .ixd5

Korchnoi pierde la pacienc ia y efectúa un cambio que deja su posi­ción sin el menor recurso . Aún con sus inconvenientes era preferible 27. a3.

27. 28. 29.

la b3 'i'C3

la xd5 'i'C6 'i'd7

Asoma una amenaza tremenda: 30 .... e5!. No queda más remedio, pues, que debilitar peligrosamente el enroque.

30. 14 b6! 31. Ii b4 b5!

Ahora hay que cuidarse de 32 . . .. a5!.

32. 33. 34.

135

a4 'i'a3 n xa4

bxa4 aS 'i'b5!

N w [ o w ~ w o o (f¡ [ J o o o z J 0 w

Con las piezas blancas mal situa- m

C C> L ECC I C> N FC>RIVIAC I C> N D E A..J ED R E:Z: 11 1

Page 108: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N IJJ 0: o IJJ

~ IJJ o o U) 0: J ü o o z J (9 IJJ U)

EL PEC>N DE D.AIVI.A .AISLADO

das, Karpov inicia aquí el asalto final. La amenaza directa es 35 ... . ~e2!.

3S. la d2 eS!!

Las complicaciones tácticas que siguen sólo pueden favorecer a quien tiene mejor dispuestas sus piezas.

36. fxeS laxeS 37. ~a1 ~e8!!

Clave de la ruptura 35 .... es.

38. dxeS

Si 38. c;t> f2, ;::¡ f5+, seguido de la entrada de la dama.

38. la xd2 39. n xaS ~c6!

La amenaza en "g2" no puede neutralizarse con 40. ~f1 , debido a 40 .... ~b6+. Korchnoi aún encuentra una ingeniosa defensa.

40. n as+ c;t> h7 41. ~b1+ g6 42. ~f1 ~CS+

No 42 ... .'~xa8?, por 43. ~xf7+ y serían tablas.

43. c;t> h1 ~dS+

Abandona. En efecto, a 44. c;t> g1, ;::¡ d1 gana­

ría la dama.

Consideraciones Generales

Como resumen de todo lo que acabamos de ver sobre el peón de dama aislado, sacamos en conclu­sión lo siguiente:

1°.- El bando que posee el peón de dama aislado debe encaminar su estrategia bien hacia el avance de dicho peón o bien aprovechar su ventaja de espacio para atacar en el flanco de rey.

2°.- Quien lucha contra el peón de dama aislado debe tratar de cambiar las piezas menores, especialmente los caballos, con lo que evitará ata­ques contra su enroque y facilitará así la lucha contra la debilidad enemiga.

112 CC>LECCIC>N FC>RI\/I.ACIC>N DE AJEDREZ

Page 109: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

20 C::.A..I:>E ......... .A.. I:>E PEC> ......... ES

sí se denomina a una serie de peo­nes en formación

diagonal que tienen cerrado su avance por otro grupo de peones contrarios.

136

El diagrama presenta una cade­na de peones blancas cuyos esla­bones f3 - e4 - dS tienen como antagonistas a los negros en d6 -es y f4.

El ataque a estas formaciones se centra en "minar" las bases. En este caso "f3" es la base de la cadena blanca y "d6" la de las blancas. Es un plan cargado de lógica al ser es­tos los únicos peones que carecen de apoyo.

La valoración de la cadena de peones no puede hacerse al margen de los restantes elementos que inter­vienen en la partida, por lo que va­mos a servirnos de algunos casos prácticos.

En muchas variantes de la Defen­sa India de Rey se presentan es­quemas con largas cadenas de peones.

Londres, 1991

Blancas: Jalifman Negras: Watson Defensa India de Rey

1. d4 CL\f6 2. c4 g6 3. CL\ C3 .tg7 4. e4 d6 5. .te2 0-0 6. ébf3 eS 7. 0-0 CL\ C6

La continuación clásica en esta lí­nea es 7 .... CL\ b-d7. Así se jugó sistemáticamente durante muchos años hasta que las nuevas aporta­ciones teóricas -principalmente de la escuela yugoslava- repararon en la jugada 7 .. :.CL\c6, que anima a ce­rrar el centro, con lo que se estable­ce una cadena de peones donde los puntos de fricción son "eS" para la ruptura de las blancas y "fS" o "g4" para las negras.

8. d5 Cbe7

137

9. CL\ e1

N w [ o w ~ w o o ([J [ J o o o z J

Se han ensayado varias continua- ~ ciones en esta posición, entre otras 9. oo

CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ ""1 ""1 3

Page 110: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

CADENA DE PEONES

ttJ d2, 9. I.t b1 o 9. b4, todas tenden­tes a preparar la ruptura temática c5.

En cualquier caso se origina una carrera de ataques mutuos, pues las negras, con f5 tienen también algo que decir.

9. ttJd7 10. ttJd3

La idea primitiva en esta línea fue 1 O . .te3, f5 ; 11 . f3, f4 ; 12 . .t f2 , manteniendo el alfil en la diagonal g1-a7, con lo que se apoya la ruptu­ra en "c5". Otra posibilidad es 10. f3, f5; 11. g4, para bloquear este flanco y luego atacar en el de dama.

10. f5 11. .id2 I.t f7

La intención de esta jugada es ceder "f8" al alfil; defender la casilla "e?", por la que se pueden penetrar las piezas blancas y dejar la torre dispuesta para un eventual ataque, al que podría colaborar eficazmente desde "g7" o "h7".

Otras alternativas, que no es ocasión de analizar en profundidad, son 11. ... ttJ f6, 1 ... . <;t>h8, 11 .... c5 y 11 . .. .fxe4.

12. f3 f4

Queda claro que la ruptura de las N negras tendrá que hacerse en "g4" w ~ 13. I,t e1 hS w ~ w 138 o o m [ J o o o z J Cl w m

14. eS!

Jalifman no duda en sacrificar un peón a fin de tomar la iniciativa.

14. ttJxeS?! Más que dudoso. Deteriora la ca­

dena de peones y permite la entrada de otras piezas blancas.

1S. ttJxeS dxeS 16. .te4! ;t>f8

Si el rey va a h8, se ganaría pieza con 17. d6 . Tampoco servía 16 . ... I.t f6, por 17. d6+, ni 16 . ... 'i/fd6; 17. ttJ b5, 'i/ff6; 18. d6, etc.

17. .te1!

Mejor que 17. d6, 'i/fxd6!.

17. b6

La posición negra es mala y es lógico que procure afianzar su única compensación: el peón.

18. b4

Muy enérgico. Abre nuevas vías de penetración , sin apresurarse a ganar la calidad con 18. d6.

18. exb4 19. ttJ bS eS

Si 19 . ... a6; 20. ttJxc7!, t~Yxc7; 21. d6, W"c5+; 22 . .tf2 y ganan.

20. d6! ttJe6 21. W"dS

También se ganaba con 21 . .txf7, <;t>xf7; 22. ~d5+ , etc.

21 . W"d7 22. .th4! Abandona.

No hay defensa eficaz contra 23. .te7+, para 24. W"xf7, ya que, si 23. .. . I,t xe7 ; 24. ~g8 mate, en tanto que, si 22 . ... <;t> g8; 23 . .te?, W"e8 ; 24. ttJc7, ttJxe7; 25. dxe7, 'if¡xe7; 26. ttJxa8, ganando.

114 CC>LECCI C> N FC>Arv1.AC I C> N D E .A..JEDAEZ:

Page 111: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Dortmund, 1992

Blancas: Kamsky Negras: Kasparov Defensa India de Rey

1. 2. 3.

d4 c4 etJc3

t2Jf6 g6 .tg7

Kasparov comparte sus preferen-cias con la Defensa Grünfeld: 3 ... d5.

4. e4 d6 S. t¡j f3 0-0 6. _te2 eS 7. 0-0

La ganancia de un peón es ilusionaría, pues 7. dxe5, dxe5; 8. ~xd8, J:I xd8; 9. t¡jxe5, se contesta con 9 .... t¡jxe4!.

7. tL\C6

Línea preferida de Kasparov, en lugar de la clásica 7 . ... tL\ b-d7.

8. dS t2Je7 9. t2J d2 En la partida que ha precedido vi­

mos como las blancas se inclinaron por la continuación 9. t¡j e1.

9. aS 10. a3 t2Jd7

Todo muy conocido. Las negras preparan el avance f5.

11. J:I b1 fS 12. b4 ~h8

Una idea original de Kasparov. Cede la casilla "g8" al caballo que en otros casos es una pieza poco activa durante buen trecho de la partida.

13. f3 t¡jg8 14. ~c2 t2Jg-f6 1S. etJbS axb4 16. axb4 etJ hS 17. g3

CADENA D E PEONES

Kamsky evita t2J f4, aún a costa de debilitar el enroque.

17. t2Jd-f6 18. eS

La actual posición básica de am­bos planes: ataque a la cadena de peones. Las negras deben acelerar al máximo sus acciones ofensivas, dado que cualquier idea tendente a contener la iniciativa de las blancas en el ala de dama, está llamado al fracaso.

18. _id7 19. J:I b3 Desde su nueva ubicación la torre

atiende a los dos flancos.

19. _ih6 20. J:I c3

N w 20. _if4!? ~

Este tipo de sacrificios, caracterís- w ~ tico de los jugadores amantes de las w posiciones azarosas, tiene su justifi- 0

cación, más que en su corrección, o en los innumerables problemas que ~ plantea en la práctica, pues lo que 6 buscan las negras es, nada menos, 0 un ataque decisivo contra el rey, sin o z reparar en gastos del material. Como J

veremos, la defensa del joven @

Kamsky se ajusta a las exigencias (/)

CC>LECCIC>N FC>RIV1ACIC> N DE AJEDREZ 11 5

Page 112: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

CADENA DE PEONES

que en cada momento pide la posi­ción.

Si las negras prefieren seguir por un camino más tranquilo disponen de la continuación 20 .... fxe4; 21. fxe4, ,th3; 22 . .l:!. e1, ~d7; 23. tt.J f3, ,txc1; 24 . .l:!. xc1, tt.J f4!, con buenas posibilidades.

21. cxd6!

Después de 21. gxf4, tt.J xf4 , el ataque de las negras sería muy peli­groso, al amenazar tanto eoxe2+, como tllxd5, seguido de ~g5+ .

21. eoxg3

Kasparov sigue fiel a su idea ju­gando todas sus cartas en el ataque.

22. hxg3 tt.J h5 23. gxf4 tt.Jxf4

140

~ [ Las negras han entregado dos pie-@ zas con lo que han conseguido crear < fuertes amenazas contra el maltrecho w enroque de las blancas. La inmediata ~ huída del rey 24. \tl f2, permite 24. w ... ~h4+; 25. \tl e3, tt.J g2+; 26. \tl d3, ~ ,tb5+, con fortísimo ataque. O Kamsky encuentra una excelente ~ defensa.

3 24. ..t c4! ttJ h3+ ~ El jaque 24 .... ~g5+, es más apa-w

ratoso que eficaz, pues con 25. \tlf2, las blancas pueden ir sorteando los peligros.

25. \tl h1

No es bueno 25. <;t;;g2, ~g5+; 26. ~xh3, fxe4+; 27. \tlh2, .l:!. f4 y ganan las negras.

25. 'i'h4 26. tt.J b3!

La dama está lista para acudir en defensa de su rey.

26. fxe4 27. 'i'h2! 1:!. f5 28. f4!

Ahora es la torre de "c3" quien acude a la llamada de auxilio.

28. .l:!. h5 29. ~g3 'f,fxg3

Después de este cambio no hay es­peranzas para las negras. Pero tampo­co daba mucho la retirada 29 ... 'i'f6; 30. fxe5! con ventaja decisiva.

30. .l:!. xg3 exf4 31. .ib2+! \tl g8 32. dxc7!

Definitivo. Si 32 .... fxg3; 33. d6+ conduce al mate. En tanto que si 32 . ... ttJ g5+; 33. \tl g1, fxg3; 34. d6+, .te6; 35. d7!, o bien 34 .... ttJ e6; 35. tt.Jb-d4, etc.

32. ,ixb5

Retrasa un poco el desenlace, aunque la partida hace tiempo que está decidida

33. ,txb5 34. \tlg2 35. d6 36. ~xg3

37. .tc4+ 38. d7

fxg3 tt.Jg5 .l:!. h2+ .l:!. Xb2 ~g7

Abandona.

116 CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ

Page 113: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

2 1 EL PEÓI'I PA..SA..II:>C>

ara que un peón esté "pasado" es preciso que no

tenga frente a él, ni en las columnas laterales inmediatas, otros peones contrarios que puedan interrumpir su avance. No pierde su condición de peón pasado por el hecho de que esté bloqueado por una pieza con­traria.

En los finales de partida los peo­nes pasados cobran una importancia extrema, determinando en infinidad de ocasiones el resultado de la parti­da. En el medio juego, si el peón está suficientemente apoyado o de­fendido, puede actuar como elemen­to perturbador que condicione toda la estrategia del adversario.

Una posición bien conocida por cualquier jugador experimentado es la que aparece en el siguiente diagrama.

J. Sanz

141

M. Ortueta

La belleza de este final es equipa­rable a la de los más finos estudios artísticos.

1. I!,xb2!! 2. t¿J xb2 c3 3. I!, xb6!

Máxima defensa. Si 3. t¿J d3, c4+, seguido de 4 .... cxd3 y ganan.

3. c4!!

Si 3 . ... axb6; 4. t¿J d3 y ganan las blancas. Ahora se amenaza 4 . ... c2 y coronar el peón.

4. I!. b4

Para responder a 4 ... . c2 con 5. I!, xc4, pero .. .

4. aS!!

¡Apoteosis! Las blancas abando­naron. Si 5. I!, xc4 se captura el ca­ballo con 5 . ... cxb2 y el peón va a dama. Y si 5. t¿J xc4 , decide 5 ... . c2!. Un finar inolvidable que es todo un homenaje al peón pasado.

Sirvámonos de otros ejemplos, si no tan brillantes, sí cargados de argumen­tos que interesan a nuestro estudio.

142

New York, 1927

Spielmann

Capablanca

Juegan las blancas

N w [ o w ~ w o o ([) [ J o o o z J

" w ([)

C C>LEC CI C> N FC>RI\.IIA.CI C> N DE AJ ED R EZ 11 7

Page 114: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N

EL P E C>N PASADO

Las negras esperaban obtener una partida aceptable luego de la ló­gica retirada del alfil de "g5", que da el tiempo necesario para completar el desarrollo con _tb7. Lejos de esta apreciación, Capablanca se decide por la entrega de una pieza a cam­bio de varios peones, uno de ellos pasado e infiltrado en el campo de las negras.

1. axb5! ~xg5

2. _txe4 n b8

La defensa 2 . .. . n a? conduce a un análisis un tanto extenso, pero que vale la pena referir. 2 .... n a?; 3. b6!, ~xa5; 4. bxa7 y aquí caben dos alternativas 4 .... ~xa 1; 5. n xa1, éb b6; 6. a8+~ , é¿J xa8; 7. _t xa8, etc. O bien 4 . .. . j_ b7; 5. n xa5, .txe4; 6. n xa6, n a8; 7. n e2 , .tb7; B. n as, ~tB; 9. n b2, .tcB ; 10. n b4, ~e7; 11. n xc4, con ventaja decisiva.

3. bxa6

Claro que si 3 . .. . ~xa5; 4. n xa5 y el peón pasado decide.

4. ~c7 ébb6 5. a7 .th3 6. n t-b1

~ Se gana también con 6. ~xb6,

o n xb6; 7. a8=~. O bien 6. a8=~. di­w ~ w o o (/) a:

rectamente.

6. 7. 8. 9.

.ll xb1 .tf3 exf4

n xb1t f5 f4 Abandona. J

o 0 Ahora veremos un tipo de estra-o tegia clásico. Las blancas crean las S condiciones idóneas para forzar al ~ adversario a cambiar una pieza en (f) "d5" , lo que genera un peón pasa-

do. Se plantea una dura lucha don­de cada bando utiliza sus mejores armas.

Madrid, 1993

Blancas: Kramnik Negras: J. Polgar Apertura inglesa

1. et:l f3 2. c4 3. g3 4. _t g2 5. éLJ C3 6. 0-0 7. d3

é¿Jf6 g6 _tg7 O-O d6 eS

En lugar de 7.d4, que conduce a líneas clásicas de la Defensa In­dia de Rey, las blancas se deci­den por un esquema más posi­cional, característico de la Apertura Inglesa.

7. c6 8. .ll b1

Con idea de expansionar el ala de dama, mediante b4 y b5.

8. ,ll e8

Al defender el peón de "e5", las negras están en condiciones de ju­gar d5. El próximo movimiento de Kramnik t rata de oponerse a este plan.

9. e4 d5

Una medida drástica con la que se pretende resolver de una vez por todas el problema central. El curso de la partida pone en duda la bondad del plan. A cons iderar eran 9 . ... et:l b-d7, 9 .... _t g4 ó 9 . ... h6.

10. cxd5 cxd5

118 CC>LECCIC>N F C> RIV1AC I C> N DE AJ E DREZ

Page 115: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

143

11. ,tg5!!

Preste atención el lector a esta ju­gada. La idea es luchar por el domi­nio de la casilla "d5".

11. dxe4 12. dxe4 ttJc6

Las siguientes jugadas de las ne-gras son forzadas.

13. ~xd8 It xd8 14. ttJd5 .l!t d6 15. ttJd2!

Amenaza 16. ttJ c4!, lo que prácti­camente obliga al siguiente cambio.

15. C2Jxd5 16. exd5 ttJd4

144

El peón pasado y adelantado, sin esperanzas de ser apoyado por al ­gún compañero es, según los casos,

EL PEON PAS A DO

un elemento táctico de primer orden o una debilidad. En la posición del diagrama aparece como colaborador principal el alfil de "g2", pieza que sólo vería limitada su acción si las negras llegasen a cerrar la gran dia­gonal mediante los avances f5 y e4, plan inviable en la práctica.

Una buena baza para las negras es su fuerte caballo en "d4", que al taponar la columna de dama imposi­bilita la asistencia de las torres blan­cas en su forma más natural, o sea, desde la columna.

Cuenta por tanto la posición con ventajas y desventajas, vista desde cualquiera de las partes, aunque el carácter agresivo del peón pasado mueva a sentir alguna preferencia por el juego de las blancas.

17. ttJc4 Ita6

Con este ataque parece que se gana un valioso tiempo que puede aprovecharse para completar el de­sarrollo. Sin embargo , el maestro ruso decide acelerar la movilización de su peón.

18. d6! It xa2 19. It a1!

La recuperación del peón antes ~ sacrificado está prácticamente ase- [ gurada. ~

19. 20. It xa1

Itax1 _te6

~ w o

Se amenazaba 21. ttJb6, combi- ~ nado con el avance d7. [ J

21. ttJa5! O o o z J 0 w (/)

Ahora, en cambio, no es tan fuerte 21 . ttJ b6, .l!t b8; 22. It xa7 {si 22. d7, f6!) 22 .... ttJ b5 y cae el peón pasado.

C O LECC I O N FOAIVlAC I O N DE A J EDREZ 11 9

Page 116: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o lfJ [ J o o o z J el w lfJ

EL PEC>N PA.SA.DC>

21. .l:[ c8 22. QJxb7 1:!: c2 23. n xa7 h6!

Con la doble finalidad de dar sa­lida al rey (vía "h7") y "achicar" la acción del alfil , tan molesto en "g5".

24. i,e3

No se puede perder de vista la casilla "c1 ". Si 24. i,e7?, .l:[ c1+; 25. i,f1, i,h3 y ganan.

24. .l:[ xb2 25. h3

El problema más agudo de la pos ición negra es la dificultad que encuentran su rey y el alfil de "fianchetto" para colaborar conjun-tamente en la labor de control y bloqueo. Las piezas se estorban mutuamente de cara a este come-ti do.

25. .l:[ b6 26. i'h2 g5 27. n a8+ i'h7 28. .l:[ e8! i'Q6 29. i,e4+

Hay que cuidarse de las falsas combinaciones. Después de 29. i,xd4, exd4; 30 . n xe6+, fxe6; 31. d7, j_ f6 ; 32. d8= \iW , i,xd8; 32 . QJxd8, las blancas estarían al borde de la derrota.

29. i'f6

Obsérvese, a tenor de lo que an-tes comentaba , el desafortunado equipo que forman el rey y el alfil de "g7".

30. g4 .l:[ a6 31. i,d3 .ll c6 32. i,e4

145

32. .l:!: c8?

Este cambio dis ipa cualquie r duda. Se imponía la actitud pasiva 32 . ... 1:!: a6 repitiendo la posición a la espera de que sea el bando que t iene ventaja quien altere la situa-ción.

33. n xc8 i,xc8 34. QJc5 .te6

No hay donde elegir.

35 . i,d2 QJ b3

La defensa no alcanza por la desgraciada ubicación del alfil en "g7".

36. QJxb3 i,xb3 37. d7! i'e7 38. i,c6 j_f6 39. i,a5 i'd6 40. i,b5

Y las blancas ganarán una pieza cuando coronen su peón. El resto es sencillo y no requiere comenta-rios.

40. j_c2 41. d8=\iW i,xd8 42. i,xd8 15 43. gxf5 i,xf5 44. j_f6 i'e6 45. i,g7 h5 46. i,c4+ Abandona

"1 20 CC> L ECC I C> N F C> A.IVIA.C I C> N D E A..JED A.E:Z

Page 117: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Ejercicios 56

53

Juegan negras y ganan

57 54

Juegan blancas y ganan

58

Juegan blancas y ganan

EL PEC> N P A S A DC>

Juegan blancas y ganan

Juegan negras y ganan

Juegan negras y ganan

~ [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J el w (/)

CC>LECCI C> N F C> RIV1AC I C> N D E A-IEDR EZ 1 21

Page 118: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

22 C:A..SILLA..S I:>EBILES

gual que se dice en Física que a toda 1 acción se opone

una reacción, en el ajedrez cuando se habla de una casilla débil hay que asociar la existencia de otra fuerte.

146 En el es-quema vemos cómo la casi­lla que ocupa el caballo "c5" no puede ser disputada -atacada- por ningún peón blanco. Esta-

mos, pues, ante un caso de casilla fuerte para las negras y débil para las blancas. El tratamiento estratégi­co a seguir, en líneas generales, puede ser: las blancas acumularán fuerzas que actúen sobre "c5", tra­tando de cambiar la pieza blo­queadora por una propia de similar categoría (alfil o caballo). Así se for­zará la captura bxc5, con lo que desaparecerá el problema básico. Si

~ el caballo se retira para impedir di­~ cho cambio, se intentará el avance w del peón débil. Se entiende por lo ~ expuesto que el plan de las negras ~ no debe ser otro que oponerse a las o pretensiones "liberadoras" del adver­rn a: J o o o z J CJ w (J)

sario. La importancia de una casilla dé­

bil depende de su situación y de las piezas que actúen sobre ella. Una debilidad en "d5", pongamos por caso, se presenta en principio mu­cho más problemática que si se trata

de una debilidad en "b3". Asimismo para ocupar una casilla fuerte la pie­za mejor dotada es el caballo, sobre todo cuando los dos bandos dispo­nen de piezas menores.

En la práctica magistral el dominio de una casilla de estas característi­cas puede suponer la obtención de una ventaja posicional de tal calibre que determine inapelablemente el curso y resultado de la partida.

En el ejemplo que sigue veremos cómo el G.M. Portisch basa toda su estrategia en el dominio de una casi­lla fuerte (débil para las negras) lle­gando, incluso, a sacrificar una cali­dad con el fin de mantener la pieza dominante.

Palma de Mallorca, 1966

Blancas: Portisch Negras: Visier Defensa India de Rey

1. d4 tt:J f6 2. c4 g6 3. tt:J c3 i,g7 4. e4 d6 5. _.\te2 0-0 6. j_g5 c5 7. d5

Si 8. dxc5, ~a5 y se recupera el peón en buenas condiciones.

7. a6 8. a4

El desarrollo normal 8. tt:J f3, per­mite 8 . ... b5! y, si cxb5, axb5; 1 O. _.\txb5, tt:Jxe4!; 11 . tt:Jxe4, ~a5+; 12. tt:Jc3, ..~t xc3+; 13. bxc3, ~xb5 y las negras están muy bien.

122 CC>LECCIC>N FC>RIV1ACIC>N DE AJEDREZ

Page 119: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

8. 9. j_d2

~as

9. ~d2 justifica la ubicación de la dama negra en "a5". Con la retirada del alfil, tarde o temprano la dama tendrá que retirarse del lugar que ocupa.

9. 10. 11. 12.

. .. e6 4Jf3 cxdS 0-0

exdS M. e8

Cuidado con las jugadas aparato­sas. Si 12. 4Jb5?, ~d8 y el peón de "e4" está perdido.

12. 13. 14. 1S. 16.

~c2

h3 j_xf3 aS

~c7 j_g4 j_xf3 4Jb-d7

Se opone el plan natural de las negras: movilización de los peones del flanco de dama.

16. M. e7

Posteriormente se ensayó con buenos resultados el plan 16 ... . 1:1 a-c8, para seguir con c4 y servirse de las casillas "c5", "e5" y "d3" para los caballos.

17. M. a4!

Jugada que cumple varios come­tidos. Defiende "e4"; controla "c4" y deja "a1" para su compañera, por si tuera preciso presionar sobre el peón de "a6" una vez que las negras rompan avanzando su peón de ca­ballo dama.

17. 18. g3! 19. ,tg2

M. a-eB h6 gS?!

Carga de responsabilidad el posi­ble avance f4, dado que las negras

CASILLAS DEBILES

tienen bien dispuestas sus piezas para entablar combate en el centro. No obstante, la expansión 19 .... g5 ha dejado una casilla débil ("f5") . Con impecable técnica el G.M. hún­garo juega para buscar el aprove­chamiento de esta debilidad.

147

20. 4Jd1!

Viaje con parada en "e3" y fin de trayecto en ."f5". Un plan que no puede impedirse.

20. bS 21. axb6 a.p. 4Jxb6 La torre de "a4" tiene que perma­

necer en su casilla, pues si 22. M. xa6, WVb7! (no 22 . ... ttJxe4?; 23. ,ta5!) seguido de ttJxe4.

22. ,taS!

Es obligado desprenderse del tia- ~ mante alfil, pero todo lo compensa la ~ formidable situación que alcanzará el w J caballo. "~

22. 23. ,txb6

w o o (/) [ 24. ttJe3 J

Busca contrajuego en la columna b o

~b7

~xb6

~b8!

2S. ttJ fS M. b7 ~ 26. M. xa6 S Esto es más activo y mejor que

tratar de defender el peón de "b2".

eJ w (/)

COLECCION FORIV1ACION DE AJEDREZ 123

Page 120: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o (fJ [ J o o o z J G w (fJ

CASILLAS DEBILES

26. n xb2 27. ~a4 _tf8

Todo está defendido. Si 28. ~c6,

n cs. ¿Cómo continuar?.

28. n a1!

Ante la amenaza 29. n as, no ca-ben muchas alternativas.

28. 1:!, b1+ 29. 1:!, xb1 ~xb1+

30. ~h2 ~e1

Las negras amenazan algunas co­sas, pero ...

31. n xd6!

Fina entrega de calidad que anu-

la toda tentativa de reacción. Des­pués de 31 . t¿j xd6, 1:!. b8! , aún ha­bría lucha.

31. .txd6 32. t¿jxd6 1:!. f8

Si 32 ... . 1:!, b8; 33. ~a7.

33. tZJ f5! 1:!. b8

No sirve 33 .... ~xf2 , por 33. ~a1!.

34. ~a7 1:!. b1 35. tZJxh6!

Cualquier posición se puede ma­lograr. Aquí, por ejemplo, cabe el "suicidio" 35. g4?? para recibir mate tras 35 .... ~g1+ ; 36. ~g3, t¿jxe4+; 37. ~f3, ~xf2+ , etc.

35. ~g7

No hay buena defensa. Si 35 . ... ~h8; 36. tZJxf7+, ~g8 ; 37. t¿jh6+, ~h8 ; 38. h4, ganando.

36. ~xf7+ ~xh6

37. ~xf6+ ~h7

38. ~f5+ ~h6 39. h4 gxh4 40. ~f6+ ~h7

41. ~xh4+ Abandona

124 CC>LECC I C>N FC>RIVIA.C I C> N DE AJEDREZ

Page 121: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

23 P l...J ESTC>S -A.. 'V -A..I"'2:A..t:>C>S

e dice que un ca­ballo blanco en cualquiera de las

casillas centrales d5, e5 o e6, defen­dido por alguno de sus peones y que no puede ser rechazado por los peones contrarios, tiene la fuerza de una torre. Me refiero a estas casillas centrales por ser las que por lo ge­neral proporcionan mayores venta­jas. No obstante, cualquier otro cua­dro puede ser útil para convertirse en puesto avanzado.

149 En la posi-ción que pre­senta el diagra­ma 149 si jue­gan las blancas disponen de la fuerte continua­ción 1 . .Ja b5!, ocupando el puesto avanza­

do, lo que plantea los siguientes pro­blemas a las negras: si cambian 1 . ... ñ xb5, los peones blancos se unen y nace, al mismo tiempo, un peón pasado. Si desisten del cambio y jue­gan 1 .. .. 1l c8, defendiendo el peón de "c5", con 2. ~ a-b1 el dominio de la columna abierta es absoluto.

El mismo razonamiento sirve en el supuesto de que corresponda jugar a las negras. En tal caso, mediante 1 .... la b4! -este es el puesto avan­zado para el negro- los problemas tendrán que resolverlos el primer ju­gador.

Iniciamos este comentario viendo la fuerza del caballo que ocupa un

puesto avanzado. Se trata, sin duda, de la pieza más eficaz para desem­peñar esta tarea, aunque también la torre suele hacer un buen trabajo como "ariete". El alfil y sobre todo la dama están peor dotados para esta labor.

La ocupación y aprovechamiento de los puestos avanzados es técnica que va íntimamente ligada a la cate­goría del jugador. A veces las manio­bras a realizar resultan especialmen­te sutiles. Veamos el siguiente ejem­plo que podemos calificar como em­blemático.

150

Moscú, 1936

Flohr

Botvinnik

~ [ o w ~ w

Juegan las blancas o o ({) [

Si se suprimen las piezas meno- 5 res (caballo y alfil) las negras ten- 0 drían una posición muy conforable, o z con fuerte presión sobre el peón re- J

trasado en "d4". Pero como no es el ~ caso, Botvinnik aprovecha el puesto w

C:::OLEC:::C::: I O N F ORMA C::: I O N DE AJEDREZ 125

Page 122: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

PUESTOS AVANZADOS

avanzado que existe en "d6" y, tras precisa maniobra, instala en él su caballo. ¿De qué manera?

1. tt:l b1!

Más que un caballo parece un toro que "recula" un poco antes de embestir. Piensa hacer el viaje hacia "d6" por la ruta "a3", "c4" , etc.

1. 2. 3. 4.

tt:l a3 t2J C4 tt:ld6

~f8

j_d8 J,.c7

Fin de trayecto. El caballo incordia tanto que tarde o temprano tendrá que ser eliminado, lo que proporcio­nará a las blancas un peligroso peón pasado.

4. .tl b8 5. .tt b1 ~d8

6. b4

La ruptura que pide la posición.

6. axb4 7. .tt xb4 J,.xd6

Hay que aliviar la presión que su­fre "b7".

8. exd6

Los peones b7 y e6 son débiles. Si unimos a esto la fuerza del peón

N pasado en "d6", dará como resulta­~ do que el juego está posicionalmen­o te decidido. w ~ 8. ~as w o o

9. .tt d-b3 .tt e8 10. ~e2

({) Para no consentir que la dama se [ J infiltre en "d2" con jaque. Las debili-o dades están fijadas y no hay prisa ~ por capturar el peón .

S 10. ~a8 0 11. .tt e3 ~f7 w ({) 12. ~c4

151

En una posición perdida, Flohr tiende la última trampa.

12. b5 13. ~c2

El peón era intocable. Si 13. cxb6 a.p.?, eS! y, si 13. axb5, cxb5+, ga­nando las negras en los dos casos.

13. .tt xd6

Con la jugada natural13 .... bxa4; 14 . .tt xa4, .tt a7; 15 . .tt e-a3, las es­peranzas de resistencia serían muy reducidas.

14. cxd6 15. ~h3

16. ~c7t

17. d7 18. '@d6

eS+ cxb4 ~g8

.tl f8

Amenaza 19. ~xe6+, ~ h8; 20. ~eB que sería de efectos fulminan­tes.

18. 19. 20. 21.

~xe6+ '@e8 '@xa8

h6 ~h7

b3 .tt xa8

Se asegura un final de torres fácil-mente ganado.

22. axb5 23. .tt xb3 24. b6

.tl d8

.tt xd7 Abandona

En el XXI Torneo de Dortmund , 1993, el excampeón del Mundo, en su

"1 26 COLECCION FORMACION DE A..JEDREZ

Page 123: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

enfrentamiento con Dolmatov, hizo gala de su superior criterio posi­cional brindando una lección ejem­plar sobre el tema de la ocupación de un puesto avanzado. Blancas: Karpov Negras: Dolmatov Defensa India de Rey

1. d4 éL\f6 2. c4 g6 3. éL\ C3 ~g7

4. e4 d6 5. f3

Jugada que da nombre a esta va-riante: "Ataque Samisch".

5. 0-0 6. ~e3 eS 7. ébe2

Una buena alternativa al clásico cierre del centro 7. dS.

7. c6 8. '/id2 éb b-d7 9. dS cxdS 10. cxdS a6 11. g4 hS

Estamos ante una variante clásica de este ataque, muy practicada a fi­nales de los años cincuenta.

La última jugada de las negras persigue mantener cerrada la colum­na h.

12. gS

Un tratamiento posicional. La con­tinuación crítica, de cara al ataque, es: 12. ~g5, hxg4; 13. fxg4, éb c5; 14. éb g3, ~xg4; 15. b4, ébc-d7; 16. h3, ~f3; 17. :¡ h2, con juego muy complejo, como sucedió en la parti­da Tai-Botvinnik, Camp. del Mundo, Moscú, 1960.

12. ébh7

PUESTOS AVANZADOS

13. :I g1

Se anticipa -toma posiciones- a la esperada reacción de las negras.

13. f6 14. gxf6 '/ixf6 15. 0-0-0

Queda planteada la típica lucha con enroques en flancos opuestos. Las blancas deben cuidar su debili­dad en "f3", pero también las negras necesitan prestar atención al peón de "g6".

15. 16. 17.

152

:I f7 w b1 bs ébc11

Lleva la lucha al flanco de dama, plan mucho más promisorio que in­tentar atacar al rey negro, que está bien defendido. ~

[ 17. ébd-f8 o

w ~ Las negras entienden que sus

mejores oportunidades están en el w ala de rey y en tal sentido dirigen ° o

(J) [ J o

sus acciones.

18. 19. 20. 21.

~e2

a3 etJc1-a2 ébb41

~d7 ~d8

~b8

Karpov anuncia su propósito de ocupar el puesto avanzado de "c6".

o o z J (') w (J)

COLECCION FOA.MACION DE A.JEDA.E:Z 127

Page 124: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J CJ w (/)

PUESTOS AVANZADOS

21. 'l;lfb7

Se mantiene a la expectativa ante los malos presagios de 21 . ... a5; 22 . QJ c6, ~xc6; 23 . dxc6, b4; 24. QJb5!, con las amenazas 25. c7 o ~c4.

22. 11 c1 .te8

En todas las variantes que se de­rivan del avance negro a5, el caballo iría a "c6", quedando muy débil el peón de "b5".

23. QJc-a2! ...

La torre se suma al proyecto de ocupación del puesto avanzado.

23. 11 c8 24. 11 xc8 'l;\fxc8 25. 11 c1 'l;\fa8 26. QJc6 i,f6

La superioridad posicional de Karpov es patente. Ahora penetrará con sus piezas aprovechando las debilidades del flanco de dama.

27. '!;\faS ~gS

28. _txgS QJxgS 29. QJa-b4!

El peón de "f3" no cuenta para determinar el resultado final.

29. QJxf3 30. ~xf3 11xf3 31. ct:, e7+ t;!;f7

153

Si no se protege el alfil sigue 11 c8 y 11 xe8.

32. QJ c8! .td7

Si 32 .... 11 f6 ; 33. 'l;lfd8!, con las mortales amenazas 34. QJxd6+ y 34. 'l;lfe7+.

33. QJxd6+ t;i;;g8 34. t¿jc6

El puesto avanzado sigue dando sus frutos.

34. 11 f6 35. 'l;lfc7

Obsérvese que las piezas negras carecen de jugadas útiles. Esto justi­fica el desesperado cambio ...

35. ~xc6

36. 11 xc6 Abandona.

No tiene parada el plan de ataque 37. '!;\fe? y 38. 11 e? ó 38. 11 c8.

128 COLECCION FORMACION DE A-.IEDREZ

Page 125: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

24-IVI-A...V'<>R.Í-A... I:>E PE<>NES

EN l....JN FLA.N~<>

L os diagramas muestran dos es­quemas de peo­

nes de distinta naturaleza.

154

El peón doblado devalúa tanto la posición negra que si las únicas pie­zas que actuasen fuesen los reyes, las blancas estarían en óptimas con­diciones de ganar el final.

La posición en este otro diagrama es más armónica y equilibrada. De cualquier forma este juicio vale muy poco -sobre todo en lo que se re­fiere a equilibrio- si no se considera

la situación que ocupan los reyes. Como por lo general los enroques suelen realizarse en el mismo flanco, suponiendo que el rey blanco ocu­pase la casilla "g1" y su contrario es­tuviese en "g8", nos encontraríamos en la típica posición en que puede hablarse de mayoría en el flanco de dama. Es cierto que si las negras disponen de mayoría en el ala de dama son las blancas quienes dis­ponen de mayor número de peones en el ala opuesta. Sin embargo, en este caso concreto la mayoría que da carácter a la posición es precisa­mente la del flanco de dama, por ser esta la más lejana del lugar que ocu­pan los reyes·.

El "esqueleto" de peones del pri­mer diagrama es característico de la variante del cambio de la Apertura Española (Ruy López). Comprobe­mos de que forma aprovecharon las blancas su mejor estructura en la partida que sigue.

Camp. del Mundo, 1908

Blancas: E. Lasker Negras: Tarrasch Apertura Española

1. e4 eS 2. ttJ f3 ttJ c6 3. i,b5 a6 4. i,xc6 dxc6

N w [ o w ~ w o o 1!) [ J o

Las blancas tienen la ventaja teó- 0 rica de un mejor final, merced a la o z estructura de peones, pero, por su J

parte, las negras disponen de la pa- ~ reja de alfiles. w

CC>LECCIC>N FC>R.MACIC>N DE AJEDREZ "129

Page 126: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

MA.YC>RIA. DE PEONES EN UN FLA.NCC>

N w [ o w ~ w o

S. 6. 7.

d4 ~xd4

ttJxd4

exd4 ~xd4

eS

La línea más promisoria deriva de 7 .... ,id?, para seguir con enroque largo.

8. 9.

ttJe2 b3

i,d7 i,c6?

Con 9 . ... c4!, se logra un juego muy satisfactorio, pues a cambio del peón se activa peligrosamente la pa­reja de alfiles.

10. f3 11. i,b2

i,e7 _i f6?

Tanto 11 .... ttJ f6 como 11 .... f6 no son jugadas gratas, pero des­prenderse de uno de los alfiles es renunciar a la mejor baza que tienen las negras.

12. i,xf6 ttJxf6 13. ttJ d2 0-0-0 14. 0-0-0

o Como los reyes están situados en ~ el ala de dama, la mayoría de peo-5 nes blancos en el otro flanco puede 0 resultar peligrosa. Recordemos que o quien tiene mayoría de peones en el z J flanco más alejado de los reyes ~ mantiene las mejores posibilidades (fJ de cara al final.

14. 1:!: d7 1S. ttJf4

Si 15. ttJ c4, con idea de cambiar las torres en la columna abierta y también con las amenazas ttJ a5 o ttJ e5 , se jugaría 15 .... i,b5! y la ventaja blanca se habría disipado.

1s. n e8 16. ttJc4 b6 17. a4

La amenaza 18. a5! fuerza la si-guiente jugada.

17. 18. 19. 20.

1S7

21.

n xd7 n d1 ttJxeS

c4

aS ttJxd7 ttJeS n xes

De otra forma las negras hubiesen seguido con 21 .... c4!

21. n e8 22. ttJ hS n g8

Necesario. 22 . ... g6; 23. ttJ f6, n h8 sería demasiado pasivo.

23. .ll d3 f6 24. ~d2 i,e8 2S. ttJg3 i,d7 26. ~e3 n e8 Las blancas tienen todas las ven­

tajas, pero no es fácil traducirlas en

130 CC>LECCIC>N FC>RMA.CIC>N DE A..JEDRE.Z

Page 127: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

I\.IIAYORIA DE PEONES EN UN FLANCO

algo concreto, material. Como suele ocurrir en casos análogos, la peno­sa y difícil defensa propicia algún error que ayuda al atacante. Esta partida no es una excepción, como veremos.

27. t2J h5 n e7 28. g4 c6 29. h4 <t;c7 30. g5 f5 31. tbg3 fxe4 32. t2Jxe4 ,if5 33. h5 II d7!

158

Las negras han calculado muy bien el final. Después del cambio de las torres 34. J:r xd7+, <t; xd7; 35. <t; f4, <t; e6, el caballo no puede abandonar su posición, porque se­guiría la molesta entrada del alfil en "c2". Lasker, que aún aspira al triun­fo, cede la columna abierta.

34. !! c3 !! d1 35. <t;f4

Si ahora se juega 35 .... ,ixe4!; las blancas no pueden ganar. Por ejemplo: 35 .... ,ixe4; 36. fxe4 (si 36. <;t> xe4, J:r h1} 36 .... <t;d6! y las tablas sería el resultado normal. Pero como comentaba antes, el jugador que se encuentra en inferioridad a veces "colabora".

159

35. .!d7? A partir de este momento Lasker

no da respiro.

36. n e3! 37. t2Jg3 38. <t;e5

Si 38 .... _t e8, sigue 39. t2J f5! , !! xh5; 40. f4 y cae el peón de "g?", a causa de la doble amenaza a las dos piezas negras.

39. f4 <t;d8 40. f5 J:r h4

Todo es inútil. Si 40 . ... <t;e7; 41 . f6+, gxf6; 42. gxf6, <t;f7; 43. <t; d6 y el rey "barre" el flanco de dama.

41. f6 gxf6+ 42. <;t>xf6 ,ie8 43. t2J f5!

Especulando con el golpe táctico N 43 ... . n xh5; 44. n xe8+, seguido ~

del jaque doble en "g7". o w

43. J:r f4 ~ 44. g6 hxg6 w 45. hxg6 !! g4 o o 46. n xe8+ ({)

Muy vistoso, pero menos práctico que 46. !! g3!, que hubiese decidido de inmediato.

46. 47. 48.

g7 t2Jh4!

<;t> xe8 <;t>d7

[ J o o o z J G w ({)

COLECCION FORMACION DE A..JEDREZ 1:31

Page 128: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

rv1AYOAIA DE PEONES EN UN FLANCO

Amenaza 49. et:J g6.

48. n xg7 49. <;t>xg7 <;t>e6 50. et:J f3 <;t> f5 51. <;t>f7 <;t>e4 52. <;t>e6 <;t>d3

Si 52 .... <;t>xf3; 53. <;t>d6, etc.

53. <;t>d6 <;t>c3 54. <;t>xc6 <;t>xb3 55. <;t>b5 Abandona Hemos visto durante el desarrollo

de la partida que las negras han esta­do en inferioridad en casi todo mo­mento. Pero sólo la suma de varios errores (último y definitivo, no jugar 35 .... .txe4!) llevaron a la derrota.

La conclusión que podemos sacar es que, efectivamente, en el tipo de estructura de peones que hemos visto quien posee el peón doblado debe jugar con sumo cuidado para no consentir que el adversario haga valer su mayoría de peones (en el flanco de rey si nos referimos a la partida estudiada).

Mayoría en el ala de dama

N Sólo podemos hablar de mayoría ~ de peones en el flanco de dama o como elemento favorable si los dos w ~ reyes están enrocados en corto. En w tal caso las ventajas pueden ser: o o (/) [ J o o o z J CJ w (/)

A) En el medio juego la mayoría de peones en el flanco de dama puede dar lugar a la creación de un peón pasado que obligue al adver­sario a distraer sus piezas , privándolas de otras misiones. No caben reglas para establecer cuándo es bueno activar o mantener estática

una mayoría de peones. La práctica y el estudio de partidas magistrales son el mejor método para adquirir conceptos acertados.

B) En el final de partida el proble­ma se convierte en una cuestión ele­mental: "El peón alejado" que obliga al rey adversario a su atenta vigilan­cia, lo que le obliga en muchos ca­sos a desatender la defensa de sus peones del otro flanco. En el capítu­lo de Finales, dentro de la sección dedicada a Reyes y Peones, se abunda en este asunto.

160

EE.UU. 1909

Capablanca

Marshall

Juegan las negras

Un ejemplo que no puede faltar cuando se trata de la mayoría de peones en el flanco de dama.

La forma en que Capablanca ma­terializa su ventaja estratégica es aleccionadora y sorprendentemente sencilla (es la difícil sencillez que en­cierra el ajedrez de Capablanca o el de Karpov, por ejemplo).

1. ~xe4

'1 32 COLECCION FOArv1ACION DE AJEDREZ

Page 129: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

I'V'IAYORIA DE PEONES EN UN FLANCO

También pudo jugarse 1. .. . ñ d1 +; 2. ~g2, 'ij'xe4, pero la es­tética y el orden fueron guía en el ajedrez de Capablanca.

2. ,ixe4 ñ d1+ 3. ~92 as 4. .l:!. C2 b4 5. axb4 axb4

La obtención de un peón pasado está a la vista.

6. ,if3

El intento de acercar el rey para controlar el avance del peón, fraca­sa. Por ejemplo: 6. ~f3, b3!; 7. ñ e2, f5!; 8. ,ic6, ñ c1!; 9. ñ d2, ñ c2; 10. ~e2, c3!; 11. bxc3, b2, y ganan.

6. ñ b1 7. ,ie2

161

7. b3!

Gana una pieza en todas las va­riantes. Si 8. ñ c3 , ñ xb2; 9. ,ixc4, ñ c2!, etc.

8. ñ d2 ñ c1

Se amenaza 9 .... ñ c2

9. ,id1 c3!

Lo que sigue es forzado.

10. bxc3 b2 11. ñ xb2 ñ xd1

Y con la pieza de ventaja, Capa-

blanca se impuso cómodamente al­gunas jugadas después .

Más reciente es el ejemplo que sigue.

Kramnik

Portisch

Juegan las negras

Partida disputada en el Torneo In­ternacional de Biel, 1983.

El entonces jovencísimo jugador ruso se impuso a partir de esta posi­ción haciendo valer de forma casi "mágica" su mayoría de peones en el flanco de dama.

1. h6 2. .ih4 b4! N w Moviliza la mayoría al tiempo que ~

proporciona un fuerte asentamiento w J al caballo en "c3". .... w

3. 'ij'b2 ct:J c3! o 4. n xc8 o

(/) [ )

Si 4. 'ij'xb4?, ct:Jxa2!.

~ ñ xc8 5. ~h1

Las negras amenazaban 5. ... ct:J e2+

5. ~h7

o o o z ) (j w (/)

COLECCION FORMACION DE AJEDREZ 1 33

Page 130: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

MAYORIA DE PEONE S EN UN FLANCO

Al retirar el rey de la primera línea se impide la captura del peón de "b4", por la réplica 4Jxa2.

6. .!J. a1 aS

Una vez afianzados los peones que forman la mayoría, se ha con­cretado la ventaja de las negras. La siguiente jugada de Portisch, apa­rentemente buena, precipita, sin em­bargo, los acontecimientos.

7. ~b3 ~xb3!

8. axb3 gS 9. J,.g3

163

9. a4! 10. tbd2

No es posible 1 O. bxa4, debido a 1 O .... b3!; 11. 4J d2, b2; 12. lJ, e1, tbxa4; 13. tbb3 (ante la amenaza 13.

N w ... .!J. c1) 13 .... .!J. c3! y ganan, pues a: 0 si 14. tbd2, lJ, c1, etc. w ~ 10. · ... a3 w El peón pasado garantiza una po-o sición técnicamente ganada. o 1!! 11. .!J. c1 eS! a: ) 12. dS o o o z )

CJ w 1!!

Hay que mantener cerrada la co­lumna. Si 12. dxe5, decide 12. ... ñ d8; 13. tbc4, ñ d1+; 14. lJ, xd1,

4J xd1 y el peón de "a3" sería imparable.

12. a2 13. n a1

Ante 13 . .. . 4J b1 .

13. e4

164

Quién podía pensar, pocas juga­das antes, que el alfil de "g7" vería despejada la gran diagonal.

14. d6 .!J. a8 1S. tbc4 tbbS 16. J,.eS

Kramnik remata la lucha con un bonito golpe táctico.

16. tbxd6! 17. n xa2

Prolonga la resistencia, aunque sin esperanzas.

17. lJ, xa2 18. J,.xd6 lJ, xf2 19. J,.xb4 .!J. f1+ 20. ~h2 ñ b1

Y las blancas abandonaron. Si 21. tbd2, J,.e5+; 22. g3, g e1 y

todo se acaba, pues a 23. tb c4, lJ, e2+ y 24 .... J.xg3 . O bien 23. tb xe4, n xe3, etc.

"134 COLECCION FORMACION DE A.JEDRE:Z

Page 131: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

25 P EC>I'.IES C:EI'.ITR.A.LES

IVIÓV'I LES

a hemos hablado de la importancia que tiene la ma­

yoría de peones en un flanco ("Ma­yoría en el flanco de dama" es el tí­tulo de uno de los temas ya estu­diados).

Cuando la ventaja numérica de peones de uno de los bandos se concreta en el centro del tablero puede ocurrir que su formación sea del tipo que vimos en el capítulo "El centro" o que situados más cerca de su base precisen de la adecuada movilización para alcanzar posicio­nes más agresivas.

La pauta a seguir para activar una mayoría de peones centrales depen­de, como en casi todos los asuntos estratégicos, de las peculiaridades de cada posición. Como idea gene­ral , hay que procurar que los peones no puedan ser bloqueados o ataca­dos por otros contrarios que rompan la armonía de su estructura. En las dos partidas que presento las mayo­rías centrales protagonizan el juego y salen triunfantes. Atendamos a las maniobras que tienen lugar en cada una de ellas.

Torneo de AVRO. Holanda, 1938

Blancas: Botvinnik Negras: Capablanca Defensa Nimzoindia

1. 2. 3. 4.

d4 c4 ttJc3 e3

ttJf6 e6 .ib4 d5

Para jugar contra la variante Rubinstein (4. e3) se considera más elástico 4 .... c5, que permite a las negras elegir, posteriormente, entre diversas líneas defensivas.

5. a3 ,ixc3+

Si el alfil se retira, por ejemplo, 5. ... ,ie7, las blancas cuentan con el tiempo extra 5. a3, pero a diferencia de las líneas normales del Gambito de Dama, su alfil de casillas negras no dispone del desarrollo natural a "g5" o "f4".

6. 7. 8. 9.

bxc3 cxd5 .id3 ttJe2

es exd5 0-0 b6

Un plan dudoso, aunque tenga una buena fase estratégica: cambia los alfiles para reducir las posibilida­des de ataque de las blancas.

10. 0-0 ,ia6 11. ,ixa6 ttJxa6 12. .ib2 ~d7

13. a4 Jl f-e8 14. ~d3 c4

N llJ [

Capablanca intenta hacer valer la 0 superioridad de peones que posee ~ en el flanco de dama, mientras que w Botvinnik tendrá que procurar la mo- 0

vilización de su centro, plan que lle- ~ vará a cabo tras una minuciosa pre- ~ paración .

15. ~c2 ttJ b8

Muy académico. Este caballo pre­tende fijar al peón aislado de "a4", al tiempo que busca el puesto avanza-

o o o z J G llJ ({)

C O LECCION FORMACI O N D E A..JEDRE.Z '1 3 5

Page 132: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

PEONES CENTRALE S MC>VILE S

do de "b3". Sin embargo, y conside­rando la continuación de la partida, es probable que su mejor emplaza­miento hubiese sido 15 . ... t¡j c7, con vista a colaborar de forma más acti­va en la lucha central.

16. n a-e1

165

Con buen criterio, las blancas lle­van sus piezas a las posiciones más favorables de cara a la puesta en marcha de su mayoría de peones centrales y no reparan en la suerte que pueda correr el peón de "a4".

16. e¡,c6 17. e¡,g3 e¡, as 18. 13

La ruptura en "e4" es un hecho, ~ de ahí que Capablanca busque a: compensanciones ganando el peón @ que se le ofrece.

~ 18. w o o ({) a:

19. e4 20. eS 21. ~12!

e[)b3 ~xa4 t¡j d7

J ¡Cuidado con los detalles tácticos! o 0 Si ahora 21. f4? , seguiría 21 .. . t¡jb-c5! o y cambiaría por completo el panera­S ma, pues las blancas tendrían que ~ elegir entre cambiar las damas o per­w mitir la entrada del caballo en "d3".

21. g6

Debilitamiento obligado, ante la fuerte amenaza t¡j f5.

22. 14 15

Esto también es forzado. De otro modo 23. f5 daría un ataque decisivo.

23. ex16 a.p.

Si no se toma al paso, el "bonito" peón pasado no tendría más valor que el estético. En tal caso, las ne­gras, mediante la reagrupación t¡j f8-~c6, por ejemplo, pondrían en mar­cha su mayoría en el ala de dama.

23. t¡j x16 24. 15 n xe1 25. n xe1 J:! e1 26. J:! e6! n xe6

Si 26 .... ..t>g7, la entrega de la ca­lidad 27. n xf6, ..t>xf6; 28. fxg6t , da a las blancas ventaja decisiva.

27. 1xe6 ..t>g7 28. ~14

Con la amenaza t¡j f5+ seguido de ~g5t.

28. ~ea

29. ~es ~e7

El caballo de "b3" tiene que perma­necer en su sitio para impedir _t c1 , que llevaría a esta pieza al ataque

166

30. _i a3!

136 CC> LEC:: C:: I C> N FC>RMAC:: IC>N DE AJEDREZ

Page 133: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Una de las jugadas de desviación más hermosas que se conocen en la práctica magistral.

Esta posición puede encontrarla el lector en los ejercicios sobre el tema "El peón pasado". Me he permitido, excepcionalmente, presentarla en dos capítulos distintos porque consi­dero que en ambos casos constituye un ejemplo valioso.

30. ~xa3

31. QJhS+!

El mérito principal de esta combi­nación es que las blancas debieron calcular todo lo que sigue hasta el fi­nal de la partida.

31. 32. 33. 34.

~gS+

~xf6+

e7

gxhS ~f8

~g8

Cita Karpov en su libro "Mis mejores finales" que E. Baum indicó como ga­nadora la variante 34. ~f7+, ~h8; 35. e?, idea que más tarde fue refutada. Señala, en cambio, que también se gana con 34. ~f7+, ~h8; 35. g3!. Por tratarse de un análisis algo extenso, re­mito al lector al mencionado libro.

34. ~e1+

3S. ~f2 ~e2+

36. ~g3 ~d3+

37. ~h4 ~e4!

38. ~xhS ~e2+

39. ~h4 ~e4+

40. g4 ~e1+

41. ~hS Abandona.

Helsinki, 1952

Blancas: Gligoric Negras: Szabo Defensa Nimzoindia

1. d4 QJf6

PEONES CENTRALES IVIC>VJLES

2. 3. 4. S. 6. 7. 8.

167

e4 QJe3 e3 QJg-e2 a3 exd4 eS

e6 ,tb4 eS dS exd4 ,te7

Este tipo de ataque en el flanco de dama sería más peligroso si el caba­llo situado en "e2" ocupase la casilla "f3", con mejor control sobre el cen­tro y sin molestar la actividad del alfil de "f1 ". De cualquier forma, las ne­gras están obligadas a jugar con suma precisión, si no quieren verse pronto en situación comprometida.

Frente a las mayorías de peones el plan a seguir puede sintetizarse de este modo:

A) Debilitamiento de la mayoría.

B) Bloqueo de la misma.

N w [ o w ~

C) Preparación cuidadosa del w avance de la mayoría propia, evitan- o do a su vez que ésta pueda ser blo- ~ queada o desarticulada. rr

)

8. 0-0 o 9. b4 b6! ~ Comienzo de la fase A)

10. g3 bxeS 11. dxeS

z ) (j w (/)

CC>LECCIC>N FC>RI\IIACIC>N DE AJEDREZ 137

Page 134: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

PEONES CENTRALES MC>VILES

El blanco persiste en su plan de tener una neta mayoría en el ala de dama, con lo que la partida queda establecida en un duelo entre los dos tipos de mayoría que estamos estudiando.

La captura 11. bxc5, concede muy buena partida a las negras tras un desarrollo natural de piezas, ftjc6 y _t a6, por ejemplo.

11. aS!

Complemento de la jugada anterior.

12. .l:!. b1 axb4 13. axb4 QJ c6!

Así se inicia el bloqueo anunciado en la fase B). Se especula con el si­guiente tema táctico: 14. b5?, ttJ e5; 15. f4, fb f3+; 16. <;t> f2, _txc5+; 17. <;t>xf3, d4!, y las blancas estarían per­didas.

14. _tg2 :ti b8! 1S. ,ta3

De nuevo fracasa 15. b5 por el sacrificio 15 .... _txc5, para seguir con 16. bxc6, Txb1; 17. ftj xb1, ~b6!, atacando simultáneamente en "b1"y"f2".

1S. J.d7! 16. 0-0

~ Ya no será posible avanzar el peón ~ a "b5". Claro que tampoco era opor­w tuno hacerlo ahora, por la continua­~ ción 16. b5, ftj a5, seguido de ftj c4. w o 16. ttJa7! o ({) [ )

o o o z )

G w ({)

Las piezas negras ya están listas para bloquear.

17. l:!. e1 ftje8!

Este caballo puede ir a "c7", re­forzando el control de la casilla "b5". No era conveniente en este momen­to 17 .... fb b5; 18. QJxb5, J.xb5; 19.

QJ d4, seguido de ,tf1 y el bloqueo no sería tan rígido.

18. _t c1 ,tf6

168

Comienzo de la tercera fase. Szabo prepara el avance de su

centro de peones.

19. k f4?

Una provocación. Gligoric consi­dera que los peones negros podrán ser atacados con mayores garantías cuando salgan de su base y al mis­mo tiempo que su alfil de "fianchetto" ganará en actividad. Este cálculo, como veremos, es erróneo. Aún siendo preferible la po­sición de las negras, se imponía 19. f4, seguido de J.e3.

19. eS 20. _td2 d4 21. ttJdS ,tc6 22. ttJxf6+

La alternativa 22. 'i'b3 no mejora las expectativas. Puede seguir 22. .. . fb c7; y si 23. fb xc7, 'i'xc7; 24. J.xc6, ~xc6, quedando muy mal si­tuadas las piezas menores de las blancas.

22. ~xf6

23. J,xc6 ~xc6

24. f4

138 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE A.JEDREZ

Page 135: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

La ruptura es inoperante ante la sencilla respuesta de las negras.

24. f6 25. ~b3+ ~h8

26. fl. f1 t:tJc7 25. ~b3+ ~h8

26. fl. f1 t:tJc7 27. ~c4 l¡ja-b5

La posición de las negras es muy superior y debemos remarcar la gran facilidad que encuentran sus piezas para ocupar excelentes casillas, no sólo bloqueadoras sino también agresivas.

28. fl. b-e1 h6 29. g4

Un intento de frenar los peones mediante la maniobra t:tJ g3 y l¡je4.

169

29. fl. b-e8?

Un error táctico que pudo anular gran ventaja de las negras. Lo indi­cado era 29 .... fl. f-e8; 30. fxe5, fxe5; 31. t:tJ g3, e4; y los peones centrales son más rápidos en su ofensiva que los intentos de ataque de las blancas.

30. f5?

Pierde la ocasión de bloquear con

PEONES CENTRALES IVlOVILES

30. fxe5, fxe5; 31. t:tJg3!, pues no sir­ve 31 .... fl. xf1+; 32. ~xf1, e4?, a causa de 33. l¡jxe4!, fl, xe4; 34.

1 ~f8+, ~h7; 35. ~f5+, etc.

30. ~d5

31. 'i'C1

El cambio de damas conr. uce a un final sin esperanzas. N1ora se amenaza 32 . .txh6.

31. ~h7

32. l¡jg3 e4

170

Ante el incontenible avance de los peones, Gligoric intenta un ataque desesperado.

33. ,tf4 e3 34. 'i'd1 ~c4!

Impide el bloqueo en "d3" y cede su puesto al caballo.

35. h4 l[jd5 36. g5 d3 37. 'i'Q4 Ií: g8!

~ a: o w ~

Se esfumaron las esperanzas de ~ las blancas. o

1/) 38. t:tJh5 fl. e4 a: 39. g6+ ~h8 6 40. 'i'g3 o

o Y las blancas abandonaron sin z

esperar la respuesta. a w 1/)

CC>LECCIC>N FC>RIVlACION DE AJEDREZ "1 39

Page 136: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

26 'V'-A..LC>R TÁ~TI~C> "V' ESTR-A..TE<31~C> .::>EL

PEÓN EN SEX:.T-A..

E ntre las ventajas más importantes que reporta un

peón en sexta (peón que alcanza la sexta línea) podemos destacar:

A) Proximidad a la casilla de coro­nación.

B) Control de una o dos casillas de la séptima fila, que facilita la pe­netración de las piezas (son princi­palmente útiles como apoyo para las torres).

C) Fuerza al contrario a vigilar el flanco donde se encuentra y, en consecuencia, a desatender otros sectores.

Estas consideraciones son válidas tanto si se encuentra el peón en el flanco de rey como en el de dama.

New York, 1931

Capablanca

Esta posición ofrece un buen ejemplo de acción combinada en ambos flancos que nos será muy útil para explicar de una manera práctica lo que he expuesto.

Las blancas, con un peón de ven­taja en el flanco de rey, no parece que corran ningún peligro. Sin em­bargo, Capablanca encontró el "pun­to flaco" de la posición enemiga y obtuvo una rápida victoria.

1. a4! 2. bxa4 bxa4 3. IJ. d2 a3!

N w ([ 171 o En sólo tres jugadas la posición

ha sufrido una importante metamor­fosis. El peón de "a2" está fijado en una casilla blanca y expuesto al ata­que del alfil negro. El peón que ha alcanzado la sexta fila (tercera de las blancas) sólo domina un punto de la séptima, pero resulta de la máxima importancia, dado que mediante la maniobra n b8-~c3 y n b2 puede plantear graves problemas a las blancas.

w ~ w o o (f) ([ J o o o z J CJ w (f)

Kewitz

Juegan las negras

14-0 CC>LECCIC>N FC>RIVIA.CIC>N DE AJEDREZ

Page 137: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

VALOR TACTICC> y ESTRATEGICC> DEL PEC>N EN SEXTA

4. g4 Pone en marcha su mayoría, bus­

cando un eventual f5.

4. g5!

Un sorprendente golpe táctico que deja matemáticamente decidido el juego en favor de las negras. Ve­mos que no sirven 5. f5 ni 5. fxg5 a causa de 5 .... ~e5+ ; 6. ~g1,

n c1+; 7. It d1 , ~d4+! , ganando. O bien 7. ~f2 , ~f4+; 8. i,f3, i,c4, con fortísimas amenazas.

5. ~f2 ~xf2

6. n xf2 gxf4

Se establece el equilibrio de ma­terial al no servir 7. n xf4, por 7 . .. . n c2!, que sería decisivo.

7. It f3 It a8!

De ninguna manera debe permitir­se el cambio de los peones del ala de dama.

8. It f2

Parece que la posición ha llegado a un punto muerto, ya que si las ne­gras insisten en su idea de ocupar el puesto avanzado de "b2" llevando para ello su torre a "b8", las blanc~s replicarían n f3! , atacando el peon de "a3". ¿Cuál puede ser entonces la continuación ganadora?

8. f3!!

Una jugada muy elegante cuya idea vemos en las siguientes varian­tes: 9. i,xf3, n b8! y no puede impedirse la entrada decisiva en "b2". 9. n xf3, A xa2 y el peón pasa­do gana sin mayores problemas.

9. il.f1 It b8 10. n xf3 It b2+

Cae el peón de torre y todo termina.

11. ~g3 n xa2 12. n c3 n a1

y las blancas abandonaron. Si 13. i_ c4, i,xc4; 14. n xc4, a2; 15. I:I a4, n g1 + y el peón coronaría.

Cuando el peón en sexta se halla próximo al enroque constituye un elemento importante de apoyo para el ataque.

En el siguiente ejemplo las blan­cas aprovechan magníficamente este tema.

174

1.

Amsterdam, 1964

Portisch

Larsen

h6! g6

N UJ [ o UJ

~ UJ o o IJJ [ J o o o z J

La réplica de las negras es la ju- ill gada más natural. No es bueno to- IJJ

CC>LECCI C>N F C>RMACIC>N D E AJ E DREZ 1 4 1

Page 138: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

VALOR TACTICC> V ESTRATEGICC> DEL PEC>N EN SEXTA

N

mar en "h6" ni permitir el cambio hxg7.

2. i_d6 nes "Desclavarse" con 2 .... .l:l. f7, tiene

el inconveniente de dejar sin la debi­da protección la primera línea. En tal caso, las blancas doblarían sus to­rres en la columna abierta y su pre­sión sería agobiante.

3. ~f4!

Deja pocas elecciones a las negras.

3. ~f7

Si 3 . .. . lt:Jd5; 4. lt:Jxd5, cxd5; 5. ~xf6!, 't;!Vxf6; 6. n xe8t, ~f7; 7. .l:l. f8t, ~e6; 8. J:l e1 t y ganan. En esta línea si las negras se defienden con 5 .... .l:l. f7, sigue 6. ~h4!. El im­portante papel que desempeña el peón en sexta es patente.

4. _teS! fS

Este nuevo debilitamiento, tam­bién forzado, viene a sumar una nueva ventaja para las blancas. No servía 4 .... lt:Jg8, por 5. lt:Je4. Y, si 4. ... lt:J d5; 5. lt:Jxd5 , cxd5; 6. i_xf6!, con ventaja decisiva.

S. i_b8 .l:l. b7

~ 175 o UJ

~ UJ o o rJj [ )

o o o z ) (.1)

UJ rJj

6. ~eS!

Larsen se atiene a los principios básicos que dicta la táctica en este tipo de posiciones. La amenaza que plantea la dama con su entrada en "g7" no deja opción alguna a la de­fensa. También era a considerar 6. lt:Je4, al no servir 6 .... lt:Jd5, a causa de 7. lt:J d6+, seguido de lt:Jxb7.

6. .l:l. g8 7. gS! b4

El único contrajuego posible. Si 7. . .. lt:J d5; 8. lt:Jxd5, cxd5; 9. i_d6!, se­guido de la demoledora captura del peón de dama.

8. ~f6+ ~e8

9. ~xc6+ ~f7

Interceptar el jaque fracasa, tanto 9. ... ~d7; 1 O . .l:[ xe7, ~xe7; 11. ~f6t,

etc. como 9 .... n d7; 1 O. 4J d5!. En cuanto a 9 .... ~f8; decidiría 1 O. i_d6, bxc3; 11. n xe7, n xe7; 12 . .l:[ e1, etc.

10. ~f6+ ~es

11. dS

El caballo se deja a su suerte, porque si 11 .... bxc3; 12. d6 gana de inmediato.

11. .l:[ f8 12. ~C6+ ~d7

Si 12 .... ~f7; 13. ~XC4+

13. i.d6 .l:l. f7

Si 13 . ... ~xc6; 14. dxc6, n a7; 14. lt:J d5, n f7; 15. c7 y ganan.

14. _txe7 bxc3 1S. i.b4+ Abandona.

Se produce un vistoso remate después de 14 .... ~d8; 16. _txa5+, .l:[ c7; 17. d6!, ~xc6; 18. dxc7 mate.

142 CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ

Page 139: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

2.7 .A.LFILES I:>E II:>ISTINTC>

<:;e> Le> Fl

E s costumbre aso­ciar el tema de los alfiles de dis-

tinto color con los finales de partida. La razón se debe a los peculiares recursos defensivos que ofrecen este tipo de finales donde, en oca­siones, la ventaja de uno, dos o más peones resulta insuficiente para ga­nar. Pero cuando los alfiles de distin­to color están acompañados de más piezas (en el medio juego, por ejem­plo) la valoración anterior no sirve.

Divido por tanto este capítulo en dos partes:

A) Alfiles de distinto color en el medio juego.

B) Finales de alfiles de distinto co­lor (sin más piezas). Este apartado, por su naturaleza, se desarrolla en la sección dedicada a "Finales bási­cos". Ahí encontrará el lector material de estudio suficiente para iniciarse en la técnica de estos finales.

Al1'iles de distinto color en el medio juego

Al hilo de lo que antes he comen­tado, la presencia de alfiles de dis­tinto color cuando hay más piezas en el tablero, lejos de representar una garantía de tablas al jugador que está en inferioridad, resulta ser, en infinidad de casos, causa princi­pal de la derrota. El plan de la de­fensa en tales circunstancias se

basa en procurar el cambio de todas las piezas que acompañan a los alfi­les, buscando pasar a un final. Es natural que, por el contrario, el ban­do fuerte trate de conservar el mayor número posible de piezas para man­tener sus posibilidades de ataque.

176

Hastings, 1971 n2 Mecking

Karpov

Juegan las negras

Las blancas amenazan llevar sus N

peones a "g5" y "h5" y preparar ~ luego la ruptura que convenga. La o

w próxima jugada de Mecking es la ~ única para oponerse a este plan.

1. g5 2. fxg6 a.p . ...

w o o (/) [

No es posible 2. hxg5?, .txg5+ , J

etc. El avance 2. h5? cierra de tal 0 modo la posición que cualquier in­tento posterior sería vano.

2. hxg6 3. ~d3

o o z J Cl w (/)

CC>LECCIC>N FC>RMACI C> N D E A.J E DRE:Z "1 4 3

Page 140: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

.ALFILES DE DISTINTO CC>LC>R

Para hacer viable el avance h5, en combinación con la entrada del rey <;t> c4, <;t> b5.

3. 4. hS

<;t>g7 j_b6

Ya no hay tiempo para bloquear. Si 4 . ... g5, la maniobra antes citada <;t>c4 y <;t> b5, unido al fuerte peón pa­sado en "h5", llevaría a un final fácil para las blancas.

5. ñ h3 _tes 6. ñ f1

Amenaza 7. h6+, <;t>g8; 8. ñ f6.

6. 16 7. hxg6 <;t>xg6 8. :&I f-h1

La imparable penetración de las torres dicta el resultado final.

8. J:J: b-e8 9. ll h7 <;t> gS

Escapa por la única "puerta abier­ta". Si 9 .... b6; 1 O. ñ h1-h5 y decidi­ría el "viaje" del alfil a "f5", vía _t c6-.id7 o _t e6 si la torre negra se aparta de "eS".

10. <;t>e2 <;t>f4

Si 1 O .... <;t>xg4; 11. ñ g7 + condu-ce al mate.

N 11. J:J: h1-h3 j_d4 w [ 12. J:J: g7 Abandona o w No hay nada contra 13. J:J: f3 mate. ~ w o

177

o La posición pertenece a la 4a par-~ tida del Match para el Campeonato J del Mundo, Moscú, 1985. o 0 Las blancas pueden ganar un peón o con 1. ~xd2, j_xd2; 2. J:J: d1 , pero z J después de 2 .... j_g5; 3. n xd5, m ñ d8!, es obligado cambiar las torres, w lo que llevaría a un final de tablas.

177

Kasparov

Karpov

Juegan las blancas

Karpov consideró, con buen crite­rio, que "el tren " sobre la diagonal b1-h7 le concedía buenas posibilida­des. Con tal idea jugó:

1. ~eS!

Más consecuente parece 1. ~e6,

para ir más tarde a g6. ¿Por qué no lo jugó?. Si 1. ~e6, j_h4!, con las si­guientes derivaciones:

2. g3 , _txg3! ; 3. fxg3 , ~d4+; 4. <;t> g2, ~d2+ y tablas.

2.~g6, .txf2+; 3. <;t> h1, <;t> g8; 4. ~h7+, <;t> f7 ; 5. j_ g6+, <;t> e6!; 6. ~xg7, Jl f6! , con buena defensa.

1. ñ d8 2. ~fS <;t>g8 3. ~e6+

Esta fue la jugada secreta. A pri­mera vista parece que las blancas tienen dificultades para mejorar su posición y que la movilización de su torres es muy problemática.

La forma en que Karpov .. va resol­viendo estos problemas y estrechan­do el cerco sobre el rey contrario es sencillamente magistral.

3. <;t>h8

"1 44 CC>LECCI C> N FC>RM.ACIC>N DE .AJEDREZ

Page 141: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

Está prohibido salir. Si 3 .... <;t> f8; 4 . .tg6, ~f4; 5 . .a; e1, con la mortal amenaza 6. ~e8+.

4. ~g6 <;t>g8 5. '/ie6+ <;t> h8

Esta secuencia de jugadas, con las que se repite la posición, es ca­racterística en los finales de difícil ejecución. En este caso, Karpov gana tiempo de cara al siguiente control.

6. j_f5! ~c3

La dama se instala de manera que pueda llegar en cualquier mo­mento a la defensa.

7. ~g6 <;t>g8 8. .te6+ <;t> h8 9. j_f5 <;t>g8

Nuevamente vemos cómo Karpov recurre a ganar tiempo. El final es difícil y no conviene tomar decisio­nes de trascendencia sin un con­cienzudo análisis.

178

10. g3!

Así se prepara un oportuno h4, ganando espacio, al tiempo que se habilita la casilla "g2" para el rey, detalle que permitirá movilizar la to­rre sin temor al recurso del jaque contínuo: ~c1+, ~f4+, etc.

.ALFILES DE DISTINTO COLOR

10. <;t>f8 11. <;t>g2 ~f6

12. ~h7 ~f7

Ante la amenaza 13. f4 y tomando medidas contra ~h8+, que ahora se podrá contrarrestar taponando con la dama en "g8".

13. h4 j_d2

Pone trabas a la entrada de la to­rre. Las retiradas 13 .... J. f6 o 13. ... .te7, permite 14 . .a; e1, potencian­do el ataque.

14. l:r d1!

Karpov moviliza la torre y lo hará sirviéndose de la tercera línea.

14. .tc3 15. 1:1 d3 .a: d6?!

Muy optimista. Pretende jugar 16. ... g5!, forzando el cambio de las damas. Más prudente era 15. .. . ~g8 ; 16. ~g6 , ~g7; 17. ~g4 y las blancas mantienen la presión.

16. ,l;! f3!

Ahora el rey se ve forzado a abandonar su refugio, ante la ame­naza 17. J.g6. No sirve 16 . .. . l:i: f6 ó 16 .... J.f6, por 17. ,l;! e3! con fortísi­mas amenazas en los dos casos.

16. <;t>e7 17. '/ih8 d4 18. ~eS!

179 .'iV • • • • • -~· " • a " • • " • • .j& • • • " • D " .8. ~ ' •:s:o ~ " 8. • o~• " ~ • • • •

N w [ o w ~ w o o (f) [ J o o o z J (j w (f)

COLECCION FORM.ACION DE .AJEDREZ "'1 4-S

Page 142: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~ a: o w ~ w o o ({) a: J o o o z J 0 w ({)

ALFILES DE DISTINTO CC>LC>R

La incursión de la dama crea amenazas directas como 'Vi/c? +, que ganaría la torre.

18. 1:[ f6 19. 'Vi/C5+

Y el rey queda sujeto en el centro.

19. we8 20. 1:[ f4!

La torre está lista para actuar en la columna de rey. La maniobra has­ta alcanzar esta posición es modélica.

20. 'Vi/b7+ 21. 1:[ e4+ wf7

Un bonito remate sería 21. ... l:[ e6; 22. 'Vi/C4!!, J:I xe4; 23. 'Vi/g8+, seguido de 24. 'filxg7+ y 25. 'Vi/xb?.

22. '>{;lfc4+ wt8 23. i.h7

La amenaza es 24. 'Vi/g8 mate. El cerco sobre el rey negro se ha cerra­do definitivamente.

23. 24. 25.

180

1:[ f7 'Vi/e6! 'Vi/d7 'Vi/e5! Abandona.

No hay defensa. Si 25 .... 'Vi/d8 (ante 'Vi/b8+) 26. 'Vi/c5+, 1:t e?; 27 . 1:[ f4+, w e8; 28. 'Vi/C6+, 'Vi/d7 (28. ... n d7; 29. j_g6+, w e7; 30. 1:[ f7 +, etc.) 29. i.g6+, w d8; 30. 1:[ f8+, ga­nando. En cuanto a 25 . ... 1:t e7; 26. 1:t f4+, c.t> e8 (26 .... n f7; 27. 'Vi/b8+, we7; 28. n e4+, wf6; 29. 'Vi/e5 mate) 27. 'Vi/b8+, 'Vi/d8; 28. l:t f8+!, ganando.

146 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ:

Page 143: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

28 A...LFILES "V' C:::A...BA...LLC>S

no de los proble­mas más peliagu­dos que se le

plantean al aficionado cuando se ini­cia en el estudio de la estrategia es la valoración de las posiciones cuan­do presentan fuerzas heterogéneas del siguiente tipo:

A} Alfil contra caballo.

B} Dos alfiles contra caballo y alfil

C) Dos alfiles contra dos caballos.

Aun a riesgo de ser reiterativo, in-sisto que al igual que sucede en la mayoría de los asuntos que venimos tratando, establecer normas estrictas respecto a la superioridad de uno de los bandos en los distintos aparta­dos que he señalado queda fuera de las posibilidades de cualquier ins­tructor. Sólo en atención al resto de los elementos que participan en el juego pueden emitirse juicios -es­pecíficos- dignos de crédito. No obstante, la práctica magistral ha le­gado, con su dilatada experiencia, una serie de recomendaciones a las que me referiré según se vayan de­sarrollando los temas.

A) Al'fil contra caballo

Factor común para determinar de qué lado está la ventaja -en los tres casos que tratamos- es la estructu­ra de peones. En posiciones abier­tas, con peones en los dos flancos, el alfil suele tener ventaja y ésta se incrementa cuando existe desequili-

brio en el número de peones que forman en cada ala.

181

En esta posición la igualdad es prácticamente total. El alfil, a pesar de su mayor "agilidad", carece de objetivos concretos (ataque o apoyo de algún peón pasado}.

182

N 1!1 [ Cl 1!1

~ Aquí hemos alterado un poco la ~

posición, dando a cada bando mayo- o ría de peones en uno de los flancos. ~

Esta diferencia hace que las posi- J o bilidades de las blancas aumenten. El 0 alfil será una pieza más valiosa para realizar la doble tarea de auxilio a su potencial peón pasado y defensa del que puedan establecer las negras.

Cl z J ~ 1!1 IJ)

CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ "147

Page 144: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ALFILES V CABALLOS

183 Antes de pa­sar a ver algu­nos ejemplos prácticos, llamo la atención del lector para que

repare en la situación que presenta el esquema.

Si juegan las blancas ganan con 1. a6 . El caballo no puede detener la marcha del peón. Es un tema táctico que conviene conocer para evitar sorpresas.

184

U.R.S.S., 1977

Fokin

Mankus

Juegan las blancas

~ 1r Las negras disponen de mejor es-@ tructura de peones y si fuesen mano ;( podrían alcanzar una posición muy w confortable mediante 1 .. .. ttJ d6, se­o guido del plan f5 y r;t> f6. Pero corres­~ ponde jugar a las blancas que nos J sorprenden con el siguiente movi­o miento: o o z J ~ w ({)

1. d6!!

Claro que si recordamos la posi­ción del esquema anterior, la sorpre­sa quizá no sea tan grande.

1. ct.Jxd6

Forzado

2. .td5 r;t> f8 3. .txb7!

Como ya sabemos, el alfil es "tabú" , por la réplica a6.

3. r;t> e7 4. .td5 f5

Se ha restablecido la igualdad de material, pero el peón pasado con­cede ventaja decisiva a las blancas.

5. h4 h6

Este debilitamiento es inevitable porque el alfil siempre estaría en condiciones de forzarlo.

6. 7. 8. Para impedir que el rey blanco

pueda llegar a "c5".

9. .tf7 r;t> c5 10. i,xg6 ct.J d6 11. a6 r;t>b6 12. i,xf5!

Y las negras abandonaron. La en­trada del rey, después de 12. ... ttJxf5; 13. r;t> e4 y r;t> xe5 gana sin problemas.

185

De una partida del Campeonato del Mundo, 1951.

La valoración de las posiciones resulta tan difícil en el momento en que se está jugando la partida, que casos como el que vamos a ver no son en absoluto singulares.

Se llegó a la posición del diagra­ma después de la jugada n° 46 de las blancas. El juego continuó, de forma más o menos rutinaria, del si­guiente modo:

148 COLECCION FOFUVIAC I ON DE AJEDREZ

Page 145: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

185

Botvinnik

Bronstein

Juegan las negras

46. r:t;e7 47. i.g7 fijb7 48. i.h6 \t>f6 49. i.f8 r:t;f7 50. i.h6 \t>g6 51. i.f8 r:t;f6 52. r:t;e2 r:t;f7 53. i.h6 r:t;g6 54. i.f8 \t>f7

Tablas

Volviendo a la posición del diagra­ma y una vez que conocemos el desa­rrollo del final, cabe pensar que el casi infalible Botvinnik pasó por alto cual­quier tentativa de triunfo al considerar que su posición no daba más que para tablas. Pero lo cierto es que dejó escapar el triunfo. La maniobra gana­dora no es demasiado complicada.

186

46. r:t;g6!

Ahora hay tres líneas principales.

1a 47. i.d6 t¡je6! 48. i,e7

Si 48. i,e5, g4; 49. fxg4, hxg4; 50. hxg4, r:t;g5 y ganan.

48. r:t;f7 49. i.d6 \t>f6

.ALFILES Y C.AE3.ALLC>S

186

Y a cualquier jugada de rey 50 . . . . ttJd4, ganando.

2a 47. \t>e2 ttJc6!

Y la amenaza ttJd4+ o fija5, se­gún los casos, es definitiva.

3a 47. \t>d2 ttJc6!

48. i.b2 Si se abandona la diagonal sigue

ttJd4.

48. fijaS 49. r:t;c2 ttJxb3! Y ganan. No sirve. 50. r:t;xb3 a

causa de 50 .... g4!, etc. En los ejemplos que hemos visto

el alfil y el caballo son los protago­nistas y su papel sólo está condicio­nado a las estructuras de peones y a la mayor o menor actividad de los reyes. En el medio juego, cuando N

son una más entre otras piezas, su ~ valoración depende del plan estraté- @

gico general. ~ El tratamiento que da R. Fischer w

en los dos ejemplos que siguen es 0

modélico. g 187 §

ü Es evidente que las blancas tie- 0

nen ventaja. ¡Todas sus piezas son ~

mejores!. Pero la transformación del J

predominio posicional en algo más ~ tangible (ganancia de material o ata- m

CC>LECCI C> N F C>A M.AC I C> N DE .AJEDREZ: 149

Page 146: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ALF ILES Y CABALLOS

187

que decisivo) precisa de la feliz cul­minación de un plan bien trazado. He aquí el que elaboró el genial "Bobby".

1. 4Jxd7!

¿Por qué cambia su imponente caballo por un "alfil errante"?. Se podía haber intentado 1. a4, quitan­do el cuadro "b5", única casilla acti­va para el alfil de "d7". Fischer, si­guiendo las recomendaciones de Capablanca, no duda en despren­derse de su caballo al considerar­con toda razón- que la ocupación de las dos columnas abiertas; la de­bilidad de los peones de "a6" y "d5", así como el mejor futuro de su alfil con respecto al caballo, serán un paso adelante en la acentuación de

~ la ventaja posicional.

a: 1. n xd7 o w 2. n c1 ~ w o o (/)

Quiere ir a "c6"

2. 3. n c7

~ Todo muy claro. Amenaza 4. n e-o e7. o o 3. 5 4. n e2

4Jd7 g6

~ Si 4 .... .n e8 , el peón de "a6" (/) quedaría prácticamente a su suerte.

5. <;t>f2 hS Es una posición dramática. El ca­

ballo no puede jugar sin permitir que las torres se doblen en la séptima.

6. f4 h4

Petrosian trata de bloquear el flanco de rey.

7. <;t>f3 fS 8. <;t>e3

Si el rey llega a "d4" hay que ren­dirse. Por tanto es forzado .. .

8. d4+ 9. <;t>d2 4Jb6

A 9 . .. . 4Jf6, seguiría igual que en la partida.

10. .n e-e7 4Jd5 11 . ..l:!. f7+ 12. ..l:!. b7 13. _tc4!

<;t>e8 4Jxf4 Abandona.

No hay defensa contra la amena­za 14. 4J h7, para cerrar la red de mate.

Aunque el alfil sólo haya efectua­do una jugada 13. _t c4!, su superio­ridad frente al caballo se ha manifes­tado en todo momento. El ataque sobre el peón de "a6" atando en su defensa a las torres negras, ha per­mitido la mortal incursión de las to­rres en la séptima línea.

188

Fischer jugó en esta posición:

1. e4!!

Me sirvo del comentario que hi­ciera en su día el G.M. Gligoric : "Movimiento bellísimo que "martillea" la posición del centro negro. Con 1. _t g4, las negras se podrían defen­der, pero después de esta jugada clave, se presiente la derrota".

"1 SO CC>LECCI C> N FC>RMAC I C>N DE A..JEDREZ

Page 147: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

188

1.

Reykjavik, 1972

Spassky

Fischer

Juegan las blancas

d4!?

Parece lo más activo, en busca de un futuro contrajuego con el peón pasado. Tiene, sin embargo, el serio inconveniente de vitalizar el alfil, que mira ya orgulloso la casilla "c4".

El intento de mantener la tensión con 1 .... tZJ f6, hubiese sido contes­tado con 2. e5, tZJ d7; 3. f4, prosi­guiendo el plan de ataque sobre el centro y flanco de rey.

2. f4!

El juego de Fischer parece muy sencillo, por su lógica. La idea es simple: llevar el peón a "e5"; instalar el alfil en "c4" y, oportunamente, romper con el avance f5.

2. WJe7 3. eS l:l b8

No hay tiempo para 3 .... tZJ b6, por 4. f5!, que hace inviable 4. ... exf5, a causa de 5. W/b3+, que ganaría el caballo.

4. i,c4

El alfil toma posesión de su

ALFILES Y CABALLOS

"casa", sin temor a 4 .... tZJ b6; 5. W/b3!.

4. 5. Wih3!

~h8

tZJ f8 Esperando futuros acontecimien­

tos que no pueden ser muy halagüe­ños. Hay que considerar que la alter­nativa 5 .... n xb2; 6. WJxe6, WJxe6; 7. i,xe6, d3; 8. l:l f-d1, tampoco ofrecía mejores augurios.

6. b3 aS

189

7. fS! Con decisión y con razón. Todas

las piezas blancas se sumarán al ataque; incluso el peón de "e5" acu­dirá como elemento de apoyo para las maniobras de penetración.

7. exf5 8. l:l xfS tZJh7 N

w [ 9. n c-f1 o

No hay que precipitarse. Si 9. w ~ l:l f7?' tZJ g5!.

9. 10. W/g3 11. h4!

W/d8 l:l e7

Y el caballo tampoco juega.

11. l:l b-b7 12. e6!

w o o (/) [ )

ü o o z )

Se amenaza la prosaica 13. l:l xc5, ~ y no sirve 12 .... d3, por 13. l:l d5. (/)

CC>LECCIC>N FC>RIV'IACIC>N DE AJEDREZ 1 51

Page 148: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~ [ o w ~ w o o (/) [ J o o o z J el w (/)

ALFILES Y CABALLOS

12. Jl b-c7 13. ~es

El cerco se va estrechando. Si el caballo "viaja " a "f6" , el sacrificio n xf6 es demoledor. Jugar con el peón pasado 13 . ... d3, es perderlo de inmediato, luego de 14. n f5-f3, d7; 15. n d3, etc.

13. ~ea 14. a4

Y no le resta a Spassky más que hacer jugadas de espera.

14. ~d8 1s. n 1-12 ~ea

16. n 12-13 ~da

17. i.d3 ~ea

1a. "i'e4!

Está montado "el tren" y se ame­naza 19. n f8+!.

1a. 4J16

El caballo tiene que salir de su refu­gio, pero le espera el sacrificio ritual. ..

190

19. n x16! gxf6 20. n x16 <"bga 21. .tc4!

Amenaza 22. ll f7.

21. <"bha 22. ~14 Abandona

El propio Spassky manifestó que

probablemente esta fue la mejor par­tida del match.

191

Linares, 19a1

Karpov

Ljubojevic

Juegan las negras

Este final es una auténtica "joya" y muestra el superior concepto de Karpov.

Durante el desarrollo de la partida los más destacados maestros que analizaban en la sala de prensa coin­cidían al señalar la posición como igualada. No tardaron mucho tiempo en cambiar de opinión.

1. g6!

Y se presenta el primer dilema: Si 2. g4, sigue 2 .... gxh5 y las negras quedan con la casilla "f5" para "re­creo" de su caballo. Ante tal pers­pectiva, Ljubojevic se decidió por:

2. hxg6 fxg6 3. a3 aS 4. b3 hS!

Karpov está preparándose para un eventual final de alfil contra caba­llo. Ahora se asegura la casilla "f5" .

S. ~e4 4J1S

"1 5:2 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE A.JEDRE.Z

Page 149: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

6. 7. 8.

_tf2 a4 <;tc2

~d7

<;tc7!

Karpov calculó con detalle las consecuencias de 8. ~a8 , conclu­yendo que 8 .... ~d3! , le daba clara ventaja. Por ejemplo: 9. W§a7+, <;tc8; 10. W§a8+, <;td7; 11. W§b7+, w e8; 12. W§b8+, <;t f7; 13. ~b7+ , C[J e7 y las amenazas que plantean las negras son muy fuertes.

8. ~d8!

Impide la incursión de la dama blanca y prepara la siguiente ruptura.

9. <;tc1 g5! 10. fxg5

De otro modo seguiría g4 con to­tal dominio posicional y amenazando un eventual h4.

10. 11. wc2

~xg5+

0,e7

El peón de "e5" tiene mala defensa.

12. ~h7 <;td7

Karpov señaló como in teresante 12 .... ~g6+; 13. ~xg6 , 0,xg6; 14. _te3, r;t> d7!; 15. _tg5, ttJxe5 y buscar la instalación del caballo en "d4" .

13. ~e4 ~f5

14. ~d3+ <;tc6 15. ~xf5 exf5

Las blancas van a ganar el peón de "e5", pero el camino hacia el triunfo está lleno de dificultades por­que sus peones de l ala de dama pueden ser atacados por el alfil.

16. _t e3 0,g6 17. e6

Es evidente que 17. _t f4?, pierde tras 17 . ... 0,xf4 y 18 . .. . h4.

17. r;t>d6

ALFILES V C A B ALLOS

18. _tg5 r;t>xe6 19. r;t> d2

Es necesario acercar el rey para neutralizar el avance del peón pasa­do que está a punto de obtener Karpov. Si 19. _t d8?, f4! , ganando.

192

Parece que la posición blanca al­canza para tablas. El rey está dentro del cuadro del peón torre-rey y se presenta prometedor el contraataque del alfil.

Karpov efectuó en este momento la jugada secreta, después de re­flexionar cerca de media hora.

19. f4!

Lo que sigue es forzado.

20. gxf4 h4 21. <;te3 h3 22. r;t>f3 r;t>f5 23. r;t>g3 0,xf4!

N UJ a: o UJ

~ La clave de este instructivo final. w

Si 24 . .txf4, h2!; 25. r;t>xh2, <;txf4, y 0

el final de peones no tiene historia. ~ a:

24. _td8 0,e2+ J

25. r;t>xh3 0,d4 O 26. _txb6 ~ La alternativa, igualmente insufi- S

ciente, era: 26. r;t> g2, r;t> e4; 27. r;t> f1, ~ r;t> d3 ; 28. <;t e1 , ttJ xb3; 29. r;t> d1 , m

CC>LECC I C> N F C>R MAC I C> N DE A JEDREZ '1 5 3

Page 150: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ALFILES Y CABALLOS

~xc4; 30. ~c2, éi:J d4+; 31. ~ b2, éi:J e6; 32. ~xb6, ~b4 y ganan.

26. éLJXb3 27. ~d8 ~e4

28. ~g4 ~d3

29. ~f4 ~xc4

30. ~e4 ~c3

31. ~16+ wc2 32. ~es c4 33. ~e3 c3 34. ~f6 éi:J CS 3S. ~e2

La defensa más activa, aunque tampoco alcanza para salvar el juego es: 35. ~d4, éi:Jxa4; 36. ~c4, éi:J b6+! (no 36 .... e[J b2+ ?; 37. ~b5, a4; 38. ~ b4 y tablas) 37. ~ b5, a4!; 38. ~b4, éi:J d5+, etc.

3S. ~b3

Abandona.

B) Dos al'files contra caballo y al'fil

En la confrontación de dos alfiles contra caballo y alfil se mantienen los criterios que podríamos llamar universales, que establecen la con-

~ veniencia de buscar posiciones ~ abiertas para la mayor efectividad de w la pareja de alfiles. El equipo alfil-ca­~ bailo suele tener mejores posibilida­~ des defensivas que cuando se trata o de dos caballos. Se comprende que ~ al existir una pieza de la misma enti-6 dad {el alfil) ésta pueda tener oca­O sión de oponerse a su antagonista. o El ejemplo que presento no obe-z J dece al pie de la letra al enunciado ~ B), dado que cada bando dispone w de una pieza menor adicional. Resul-

ta, no obstante, de gran valor didác­tico y suficientemente representativo del tema que tratamos.

193

1. 2.

Kemeri, 1937

Fine

Alekhine

éi:Je4 ~c7!

La mejor casilla para cuidar la su­pervivencia de los alfiles. Si 2. ~b4,

a5!; 3. bxa6 a.p., e[Jxa6, etc. La otra retirada lógica 2. ~f4 se contestaría con 2 .... f6, para 3 .... e5, con jue­go más o menos parejo.

2. éi:Jd7 3. éi:Jd4!

El retraso en el desarrollo quedará compensado con la fuerte cadena de peones que van a establecer las blancas.

3. 4. S. 6.

13 ~as e[Jc2!

éi:Jb6 éi:J dS éi:Je-f6

De esta forma la expansión e4 se hará en las mejores condiciones, al impedirse el salto del caballo negro a "e3".

"1 54- CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Page 151: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

6. 7. e4

.td7 1:1 c8

Jugada intermedia que no altera los planes de las blancas, ya que el rey queda bien instalado en la casilla que elige.

8. ~d2! tLJb6 9. tLJe3

Llega a tiempo de impedir t¿jc4+.

9. 0-0 10. a4

Jugado con mucha "sangre fría" o, para ser más exactos, después de un preciso análisis. Alekhine quiere impedir la siguiente maniobra: 1 O . .td3, t¿Ja4, seguido de t¿Jc5.

10. .rí f-d8 11. j_d3 eS

Es un precio demasiado alto el que se paga por la liberación del al­fil, al debilitar las casillas "d5" y "f5". Sin ser demasiado atractivo, 11 . . . . .teS, endurecería más la defensa.

12. .ríh-c1 j_e6 13. 1:!, xc8 .la xc8 14. .,ib4 tLJe8

Tratar de simplificar mediante 14. ... t¿jc4+; 15. t¿Jxc4, .txc4; 16. _¡¡ c1, .,i e6; 17. n xc8+, .txc8; 18 . .id6, tLJ d7; 19. j_c4, conduce a un final sencillo para las blancas.

1S. aS tLJd7 16. t¿jdS!

La amenaza 0,e7+ y su dominan­te situación hacen obligada la captu­ra del caballo. Esto da lugar a que se establezca el enfrentamiento en­tre la pareja de alfiles y la de caba­llos. El peón pasado en "d5" junto con la actividad de los alfiles inclinan la ventaja en favor de las blancas.

ALFILES Y CABALLOS

16. j_xdS 17. exdS et:JcS 18. .tfS! :lld8

Las negras amenazan et:J b3+ y l:lxd5+. No sirve 19 . .txc5, por 19. . .. n xd5t y 20 .... 1:!,xc5.

Parece que nos encontramos en la típica posición donde las blancas pueden "perder los neNias", pero ...

194

19. ~c3!

Una jugada fantástica que salva todas las amenazas y deja a las ne­gras en situación crítica. Si 19 . . .. n xd5; 20. ~c4! y ganan.

19. b6

Si se retira el caballo 19 .... et:Jd7, sería muy fuerte 20 . .te7!.

20. axb6 axb6 21. .txcS! N No importa desprenderse de la ~

pareja de alfiles; ahora se gana rápi- @

damente. ~ 21. 22. b6 23. _id7!

bxcS t{Jd6

w o o lf! [

No hay forma de oponerse al plan J

.tc6-b7 y Ir aS. En la partida, tal vez 0

apremiado por el tiempo, Fine jugó. .. ~ 23. .r!xd7 z )

... y abandonó después de

24. l:I a8+

(j w lf!

CC>L ECCI C> N FC>A. rv1A C I C> N DE AJEDREZ "1 55

Page 152: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~

ALFILES V CABALLOS

C) Pareja de al"fi les contra pareja de caballos

Estudiado el tema de la pareja de alfiles contra alfil y caballo, ve­remos ahora el de la pareja de alfi­les contra la pareja de caballos. Este, generalmente, ofrece menos dificultades que los ejemplos que hemos estudiado hasta ahora. La técnica es muy similar y siempre el poseedor del par de alfiles deberá luchar por lograr, y mantener, una posición abierta, pues ya sabemos que en estos tipos de posiciones resulta casi imposible conseguir puntos eficaces de apoyo para los caballos.

Sin embargo, como en las posi­ciones cerradas son los caballos los que tienen la ventaja, como oportu­namente citamos y ahora compro­baremos, dividiremos el estudio en tres partes: 1 a). Pareja de alfiles contra pareja de caballos en posi­ciones abiertas; 2a). En posiciones semiabiertas y 3a). En posiciones cerradas.

[ 1 3 )_ En pOSICIOnes o w abiertas ~ w 195 o o ({) [ J o o o z J (9 w ({)

Esta posición corresponde a la part ida Flohr-Grau, Olimpiada de 1935, después de la jugada 23 de las negras.

Las blancas tienen pareja de alfi­les contra alfil y caballo y su posi­ción es muy superior, debido a que los caballos negros no disponen de puntos de apoyo y por la presión que ejerce el alfil de casillas negras que es el que desequilibra la posi­ción en favor de las blancas. Por otro lado, la situación del caballo negro en "d5" , dista mucho de ser satisfactoria, ya que sólo cuenta con el apoyo del alfil. Esta circunstancia es aprovechada inmediatamente por las blancas:

24. l2:lc6! ,ixc6

Forzado, ante la indefensión del caballo. Ahora se produce al final que nos interesa como ejemplo: par de alfiles contra los dos caballos, en una posición abierta.

25. n xc6 l2:le7! 26. n c-c1

Naturalmente, malo sería 26. n xa6, debido a 26. l2:l c5.

26. nca 27. ,ic7!

Una cuña en la posición enemiga, que restringe notablemente el juego negro.

27. 28. 29. 30. 31.

n t-d1 g4 .id5! ,ib6

l2:l f8 l2:l f5 l2:l97 l2:lf-e6

Siempre el alfil separado dos cua­dros en línea recta del caballo.

31. Ii b8

156 COLECC I O N F0Rrv1ACI O N DE AJEDREZ

Page 153: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

32. ,!aS n e-c8 33. ,!b4! Las negras parecía que habían

estabilizado algo su posición, pero esta nueva amenaza (34. ,!d6) obli­ga a renunciar a la lucha por el con­trol de la columna de alfil-dama.

33. :i:! d8 34. ,!g2

Buscando el cambio de una torre para conseguir el dominio total de una de las columnas abiertas, ya que cuando se consiga, y la torre lo­gre penetrar en el campo enemigo, el apoyo que le prestarán sus alfiles decidirá rápidamente la lucha.

34. 4Je8 35. h3 h6 36. \tJh2

Las blancas sacan su rey de la primera línea para evitar molestos jaques en un momento dado y, oportunamente, preparar el avance de sus peones.

36. 37. 38.

196

n xd1 n c1

n xd1 :i:! d8

Ya han conseguido las blancas el dominio de la columna, y no cam­bian la segunda torre, dado que su

ALFILES V CABALLOS

pareja de alfiles puede controlar con facilidad las entradas de la torre ene­miga, labor que resultará imposible realizar a los caballos negros con respecto a la torre blanca.

38. t[)e6-c7 39. ,!aS :i:! d7 40. ,!c6 n e7

Las piezas negras están defen­diéndose mutuamente, lo que puede provocar situaciones de piezas re­cargadas. Los alfiles han reducido a los caballos a una posición total­mente pasiva, sin posibilidades de mejorarse por la falta de casillas fuertes que ocupar, al no tener pun­tos de apoyo. Siguen ahora manio­bras de penetración por parte de las blancas. La partida ya está, virtual ­mente, decidida.

41. :i:! d1 n e6 42. ,ig2 n e7 43. n d8 \tJg7 44. .l:!. b8 n e6 45. .l:!. b7 n e7 46. n a7

La ganancia del peón de "a6" es cuestión de pocas jugadas. Las blancas esperan el momento oportu­no para realizar esta captura.

46. .l:!. d7 47. ,!c3+ \tJg8 48. ,!b4 \tJg7 49. \tJg3 gS 50. ,!c6 :i:! d1 51. ,!c3+ \tJf8 52. ,!xe8 t[)xe8 53. n xa6

N w [ . o w ~ w o o (/) [ J o o

Se ha materializado la ventaja o z posicional , desprendiéndose de un J

alfil sólo cuando la partida ya queda ~ resuelta.. (/)

CC>LECCIC>N FC>RMACI C> N DE A..JEDAEZ 157

Page 154: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ALFILES Y CABALLOS

53. tt:Jd6 54. j_b4 ~e7

Abandona 55. It b6

En efecto, se pierde un segundo peón. Una obra de gran profundi­dad en la que las blancas, sin apu­ros, agotaron la resistencia enemiga con simples pero contundentes ju­gadas.

2a)_ En pOSICIOnes semi-abiertas

197

Botvinnik

Flohr

Juegan las blancas

La posición corresponde a una de ~ las partidas del match que disputa­[ ron en 1933. La última jugada reali­@ zada ha sido la n° 24 de las negras. ~ También en este ejemplo los ca­w bailas encuentran su mayor inconve­o 0 niente en la falta de casillas fuertes oo donde poder situarse. Haremos el ~ estudio de este final comentando los O planes generales que adoptan am­~ bos adversarios, destacando, única­S mente, las jugadas principales.

0 25. ~f2 ~e7 w oo 26. j_e3 ~d8

27. ~e1 ~c7

28. ~d2 tt:Jc5 29. b4 tt:Jc-d7 30. g3 tt:J b6 31. ~c2 tt:Jb-d7 32. a4 tt:J b6 33. aS tt:J b-d7 34. j_c1 ~d8

Las negras han conseguido que avancen los peones blancos del ala de dama, cerrando, de momento, el acceso de los alfiles. Como compen­sación, las blancas lograron limitar aún más la acción de los caballos. El próximo objetivo de Flohr es el avan­ce "f4", para tratar de abrir la posi­ción y dar juego a los alfiles.

35. J.b2 tt:Je8 36. ~d2 tt:Jc7 37. ~e3 ~e7

38. J.f1 tt:Je8 39. h4

Siguen las blancas dueñas de la iniciativa. Su única casilla débil es la de "d4", pero está lo suficientemen­te defendida por su alfil y su rey, por lo que los caballos negros no la pue­den ocupar, por el momento. Viene ahora la ruptura central preparada por las blancas.

39. tt:Jc7 40. J.h3 tt:Je8

198

158 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJ ED REZ:

Page 155: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

41. f4! f6 42. ,if5!

Una interesante maniobra que persigue debilitar el flanco de rey de las negras, para facilitar posteriores rupturas e incluso, si llega el caso, la penetración del rey blanco.

42. g6 43. ,ih3 h6 44. ,ic1 ttJg7 45. fxe5 dxe5

Comienzan las dificultades para el negro. Si 45 .... ttJxe5; 46. ,ic8, ga­naría. Tampoco es posible 45 . .. . fxe5; 46. c;S;> f3, h5; 47. ,i g5+! , c;S;> e8; 48. ,ih6, ganando un caballo, ya que ambos están supeditados a la defensa de su rey. Las blancas cuen­tan ya con una nueva ventaja: un peón pasado y sólidamente apoyado.

46. c;S;> f3 h5 47. ,ie3 c;S;> d6 48. ,ih6 ttJe8 49. g4! hxg4+ 50. ,ixg4 ttJ c7 51. ,ie3 ttJb5 52. c;S;>e2

Vuelve el rey para controlar la ca­silla "d4" y, al mismo tiempo, para desde "c4" apoyar un jaque en "c5" oportuna mente.

52. ttJc7 53. c;S;>d3 f5

Evitando el plan blanco esbozado en el comentario anterior, pero, con esta jugada, las blancas quedarán con el peón torre-rey pasado que, al estar alejado del centro de la lucha, se convierte en una ventaja decisiva. Veamos como, poco a poco, las ju­gadas "útiles" de las negras se van agotando, todo ello debido a la es-

ALF ILES Y C ABALLO S

casa libertad de acción que tienen los caballos.

54. exf5 55. ,ixf5 56. ,id2

gxf5 ttJxd5

El juego se ha abierto totalmente, con lo que la ventaja de los alfiles aumenta.

56. ttJd-f6 57. c;S;> c4 c;S;> c6 58. i,g6 b5+ 59. c;S;> d3! ttJe7 60. ,ie4+ ttJe-d5

199

Ahora ya es tarde para el iminar un alfil, pues el peón de torre pasado costaría el otro caballo. Las negras tienen demasiados problemas que atender simultáneamente: deben vi- N

w gilar constantemente sus peones del [ ala de dama, ante una posible entra- @

da del alfil en "b7" o "c8"; el peón ~

pasado y alejado, así como la domi- w nante acción de los alfiles, que tie- 0

o nen atados a los caballos sin permi- w tirles la menor acción liberadora. ~

61. 62.

,ig5! ,if3

ttJh5

Aquí tenemos un ejemplo de la facilidad de desplazamiento de los alfiles, los cuales pueden iniciar nue-

o o o z J Cl w ({)

CC>LECC I C> N FC>AMAC IC>N DE AJEDREZ "1 59

Page 156: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w

ALFILES Y CABALLOS

vos ataques sin dejar de actuar so­bre el mismo punto que antes ame­nazaban.

62. ttJg3 63. ,!d2 ~d6

64. ,tg4 ttJf6 65. .teS La latente amenaza del peón de

torre pasado, al que hay que contro­lar en todo momento, ha permitido la entrada de este alfil, que está listo para capturar el peón de "a6".

Ante tan negro panorama Botvinnik efectúa un último y deses­perado intento.

65. 66. 67. 68. 69.

,te1 ~d4 ,!f5 ,!d2

~c6

e4+ ttJg-hS ~d6

Abandona.

Es realmente curioso que las ne­gras abandonen cuando aún no se ha producido el desequilibrio mate­rial. La técnica de Flohr en esta par­tida ha sido extraordinaria. Nada re­solvería 69 .... ttJ g7, a causa de 70. ,t f4+, ~c6; 71 . .txe4+, fiJ xe4; 72. ~xe4, seguido de ,te5 y ~f5, ga­nando fácilmente.

§ 3 8 ) _ En pOSICIOnes w cerradas ~ ~ Cuando los alfiles carecen de o diagonales y los caballos disponen ~ de buenas casillas para su ubica­J ción, la pareja de alfiles pierde su o 0 carácter de "equipo incontenible" y o juega en inferioridad con respecto a § los dos caballos. (9 w (/)

El diagrama presenta una posición donde las negras (con los dos

caballlos) maniobran de tal forma que inutilizan casi por completo la acción de los alfiles.

Tchigorin

200

Lasker

Afortunadamente para las negras son ellas quienes disponen del tur­no para jugar. De otro modo, conti­nuando con 1. f5, las blancas se asegurarían una partida muy prome­tedora.

Es notable la forma en que Tchigorin cierra la posición para anu­lar la acción de los alfiles y potenciar a sus caballos. Veamos cómo se de­sarrolla la lucha.

1. c4! 2. ,tc2 f5!

Bloquear la posición es la estrate­gia que conviene a las negras y con sus dos últimos movimientos han dado un paso importante para lo­grarlo.

3. ,tc1 ñ f7 4. ,ta3 g c6!

Esta torre se dispone a "tocar" las debilidades blancas del ala de dama.

5. .teS g a6 6. a4 ttJc6

160 COLECCION FORIV1ACION DE AJEDREZ

Page 157: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

7. :!:t b1 :!:t d7 8. l:t g-g1

Como el ataque en la columna g carece de futuro, Lasker reagrupa sus piezas para atender el flanco de dama.

8. 9. :!:t b2

etJg-e7

Después de 9. i,.xe7 , t¿j xe7, el caballo alcanza la importantísima ca­silla "d5".

9. 10. 11. 12.

\Í'd2 l:t g-b1 i,.a3

et:\dS n as b6

Lasker espera obtener ventaja con su siguiente jugada.

12. g6 13. :!:t bS n a6!

La torre se mueve en un palmo de terreno y no abandona su cometido de presionar sobre el peón de "a4".

14. i,.c1 etJd8 1s. n a1 etJf7!

Impide 16. a5, por 16 .... et:\ d6!

16. Qb-b1 t¿jd6 17. f3 et:lf7!

El avance f3 ha debilitado la es­tructura de peones blancos, detalle que trata de explotar Tchigorin.

18. n a3

Lasker pretende jugar \Í' e2, para dejar defendido el peón de "f4" y poder avanzar su peón de rey.

201

18. gS!

El método de ataque a una posi­ción rígida de peones es su agresión lateral.

19. \Í'e2

ALFILES Y CABALLOS

Después del cambio 19 . fxg5, etJxg5, las negras están muy activas, disponiendo del plan t¿j h3 y n g7.

19. gxf4 20. e4 et:\f6 21. i,.xf4

Superior a 21. exf5, e5!; 22. dxe5, etJ xe5; 23. i,.xf4, et:\ d3, con mejor juego para las negras.

21. etJ hS 22. i,.e3 f4!

Así quedan reducidos los alfiles a una actividad mínima.

23. i.f2 n as 24. l:t g1+ \Í'f8 2S. n a-a1 eS!

202

~ [ o w ~ w o o U) [ J o o

La fuerza de esta ruptura radica ~

en la ineficacia de la replica 26. d5, J

que al cerrar aún más la posición ~ sólo favorecería a las negras. UJ

CC>LECCJC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ 161

Page 158: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w 0: o w

< w o o (/) 0: J o o o z J Cl w (/)

ALFILES Y CABALLOS

26. 27. 28. 29. 30.

Il. a-b1 Il, b4 .iib1 Il. d1 Il. d2

e}Jg7 Il. c7 etJe6 e}Je-d8 e}Jc6

Las precisas maniobras de los ca­ballos permiten mejorar poco a poco la posición. Ahora las blancas tienen que ceder un peón, en vista de que 31. n xc4, 4J d6 supondría la pérdida de una calidad.

31. Il, b5 32. dxe5 33. Jih4

Il,xa4 e}Jfxe5

Como compensación por el peón, las blancas tienen más activas sus piezas, pero el perfecto control de todas las casillas de penetración hace inútil cualquier intento de reac­ción.

Respondiendo a la pregunta ¿cómo hay que jugar contra la pare­ja de alfiles?, el G.M. B. Larsen dijo:

"anulando la actividad de uno de ellos".

Obsérvese el raquítico papel que desempeña el alfil de casillas blancas.

33. Il, g7 34. r;iJf2 Il. g6

No hay prisa. Con su última juga­da Tchigorin controla "d6" e impide la entrada de las torres enemigas.

35. Il. d-d5 Il. a1 36. Jid8 e}J d3+!

Decide de inmediato. No sirve 37. r;iJ f1, por 37 . ... e}J c-e5 ó 37 . ... e}Jcb4.

Después del cambio obligado del caballo, las torres negras entran con resultados letales.

37. .ixd3 cxd3 38. Il. xd3 Il. a-g1!

Y las blancas abandonaron, impo­tentes para defenderse de la amena­za de mate.

"162 CC>LECCIC>N FC>RIVIACI C> N DE AJEDREZ

Page 159: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

29 .A.T.A.~LJE I:>E L A .S

IVIINC>RI.A.S

L a formación de peones que pre­senta el diagrama

es característica en algunas varian­tes del Gambito de Dama y típica para la puesta en marcha del deno­minado "ataque de las minorías". Las blancas emprenden a menudo el avance de sus peones del ala de dama en un orden que suele ser: b4-a4 y b5, planteando a las negras un serio dilema: si cambian peones en "b5", el suyo de "d5" queda aislado y, por tanto, débil; si mantienen la tensión, permiten que sean las blan­cas quienes con bxc6 dejen retrasa­do el peón de "c6".

203

Con el fin de apoyar el avance de sus peones, las blancas acostum­bran a situar sus torres en "b1" y "c1".

Por su parte, las negras, mediante un previo avance a6, pueden abrir la columna de Torre para crear algún contrajuego.

Para el estudio del "ataque de las minorías" casi todos los autores se

sirven de ejemplos tomados de par­tidas clásicas -partidas jugadas medio siglo atrás-. Y esto tiene su razón de ser porque entonces las defensas India de Rey, Grünfeld , Benoni, etc. se utilizaban en menor medida que hoy. La variante del cambio del Gambito de Dama, que deriva en una estructura de peones típica para el "ataque de las mino­rías", fue durante muchos años tan frecuente como pueda ser ahora cualquiera de las defensas que he­mos citado. Es natural, pues, que las bases estratégicas sobre este avan­ce estén dictadas de antiguo y que las referencias se tomen, igualmente, de las fuentes donde bebió la teoría.

Sin pretender ser una excepción -también veremos algunos ejem­plos clásicos- prefiero comentar una partida de actualidad, movido por la convicción de que aporta y contiene todos los ingredientes que pueden llevar al mejor conocimiento del asunto.

linares, 1989

Blancas: Karpov Negras: Ljubojevic Gambito de Dama

1. 2. 3. 4.

d4 c4 QJc3 cxd5

tbf6 e6 d5

N w [ o w ~ w o o (J) a: )

o Karpov adopta la variante del ~

cambio, en lugar de la más usual 4. ~ i,g5 ~

w (J) 4. exd5

CC>L E CCIC>N F C>RI\/IAC IC>N DE AJEDREZ 163

Page 160: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ATAQ U E DE LAS M I NC>RIAS

S. 6. 7. 8. 9.

i,gS e3 i_d3 ~c2

'bf3

eS 'bb-d7 .te7 0-0

Acorde con su estilo, el excampeón del Mundo elige el plan posicional, en lugar de 9 . .. . li:J e2, que suele derivar en partidas más violentas.

9. l:!, e8 10. 0-0 lbf8 11. n a-b1

204

Todo está listo para inciar el "ata­que de las minorías", con b4 y b5.

11. li:Je4

Destacan como alternativas prin-cipales 11 .... 'bg6; 12. b4, a6; 13.

N a4, _t d6; 14. ~ f-e1 (Si 14. b5, a5 es ~ interesante) O bien 11 . ... a5, con el @ fin de obtener la columna de torre ~ cambiando este peón por el de b4, w cuando se produzca su avance. o 0 12. .txe7 ~xe7

~ 13. b4 a6 J 14. a4 _tfS o o o z J CJ w 00

Se impide el avance 15. b5 por la respuesta 15 ... . cxb5, seguido de la "clavada" del caballo con n c8. De cualquier forma, la posición no es nueva. Aquí se ha jugado en varias

partidas 15 . .txe4. En esta ocasión, Karpov busca el cambio de todas las piezas menores para privar de contrajuego a las negras y así vigori­zar el "ataque de las minorías".

1S. 'beS ~ a-d8

16. .M f-c1 'b96

Con todos sus inconvenientes y en vista de como se presenta el fi­nal, debió intentarse 16 .... f6 .

Ahora, tras la serie de cambios que se producen, Karpov obtiene una bien definida ventaja.

205

17. .txe4! .txe4

A 17 ... . dxe4 se contestaría con 18. f4! y el flanco de rey de las blan­cas quedaría definitivamente consoli­dado.

18. 19. 20.

li:Jxe4 'bxg6! bS!

dxe4 hxg6

Las negras no podrán evitar que­dar con un peón aislado y débil.

20. cxbS

O bien 20 .... axb5; 21. axb5, ~ d6 . La idea de las negras es crear contrajuego con el peón pa­sado que tendrán en la columna de torre-dama. Sin embargo, tal peón, lejos de constituir una amenaza,

"164 CC>LECCI C> N F C> RMACIC> N DE AJEDREZ

Page 161: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

será un objetivo de ataque para las blancas.

21. axbS .I:I d6 22. bxa6 bxa6

Si 22 .... 1:1 c6; 23. axb7!, .a: xc2; 24 . .I:I xc2, ~d7 (Impidiendo .I:I c8) 25 b8=~. l:( xb8; 26 . .I:I xb8+, y las do~ torres apoyando al peón pasado ganan sin problemas.

23. ~a4! ~d7

Tras el cambio de las damas el fi­nal que se presenta no ofrece la me­nor esperanza a las negras, so~re todo si tenemos en cuenta qUien conduce las piezas blancas.

24. ~xd7 .I:I xd7

2S. !l eS!

Activa la torre e impide el avance del peón pasado.

2S. .I:I a7 26. n as ~t8

21. .I:I b6 n e-a8

La defensa lateral con 27. · · · 1:1 e6, es insuficiente debido a 28. n xe~,

fxe6; 29. h4!, seguido de la centrali­zación del rey, vía h2-g3-f4, etc.

28. h4

Así se paraliza el bloque de peo-nes negro.

.ATAQUE DE LA.S IVIINC>RI.AS

28. <t;e7 29. <S;h2 ~d7

30. ~g3 ct;c7 31. .I:I b2 .I:I b7

Tras el cambio 32. I:I xb7+, ct;xr,?, las negras activarían su peón me­diante ct; b6 y a5.

32. n eS+! e¡; b8 33. n a2! !l e7

Se defiende de la arnenaza 34. n e5, f5; 35 . I:I e8+, que ganaría al peón de "a6".

34. ct;f4 ct; b7

Si 34 .... f5; 35. ct; g5. Y, si 34. ... n e6?; 35 . .I:I b2+, <t;a7.

3S. n b2+ ct;a7 36. I:I c6!

La posición negra es "un nud_o". N No sirve 36 .... n b8, porque se pier- ~

de el peón de "a6. Tampoco va!e 36. @

... n b7, por 37. n xa6+!, combinado ~

con .I:I a2+. Y si 36 .... a5; 37. 1:1 b5, w a4; 38. 1:1 b4, a3; 39. !1 c3 y ganan. o

o 36. I:I h8 IJ)

Al menos amenaza algo.

37. !l a2! as

Hay una curiosa variante que_ con­duce al mate, si se toma el peon de "h4". Por ejemplo: 37 ... · I:I xh4+; 38· ct; g3, I:I h5; 38. n cxa6+, ct; b8; 40 .

[ J o o o z J ~ w IJ)

CC>LECCIC>N FC>AIVI.ACIC>N DE AJEDREZ 165

Page 162: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w a: o

ATAQUE DE LAS MINORIAS

]1 a8+, i¡c?; 41 . n a2-a7+, i/d6; 42. n d8+, i/e6; 43. n a6+, it f5; 44. n d5+ y mate a la siguiente.

38. n xa5+ itb7 39. ]1 C-a6 ]1 Xh4+ 40. i¡g3 ]1 h5 41. n a7+ i¡c6 42. n a5-a6

Si 42. n xe7 o n xh5, las negras responden, obviamente, capturando una de las torres.

42. 43. 44. 45.

n xe7 ith2! ]1xf7

itb5 ]1 g5+ i¡xa6 Abandona.

De1'ensa contra el Ataque de las Minorías

El rápido e ininterrumpido avance de la teoría imposibilita hacer refe­rencia de todos los dispositivos de defensa que las negras disponen para luchar contra el ataque de las minorías. Quiero, no obstante, resal­tar la importancia de uno de los mé­todos más eficaces.

Saltsjobaden, 1952

Averbach

w 208 ~ w o o UJ a: J o o o z J ~ w UJ Pachman

La única manera de oponerse al avance del peón blanco a "b5 " es jugar precisamente 1 .. .. b5. En prin­cipio esta jugada de las negras pare­ce mala, pues deja retrasado el peón de "c6". Pero si profundizamos en la posición veremos que la debi lidad que aparece en "c6" tiene defensa ante un ataque inmediato, y de cara al futuro desarrollo del juego el ca­ballo que está en "d7" podría llegar a taponar la columna de Alfil-dama mediante la maniobra tt:l b6- ttJ c4.

Por todo lo expuesto, el plan que sigue el G.M. Averbach debe consi­derarse acertado y modélico para si­tuaciones similares.

b5! 1. 2. 3.

:11 f-c1 n e6 %Yb2

No otorga ninguna ventaja 3. tt:l e5, .txe2; 4. et_)xd7, %fe7; 5. tt:l e5, _t c4 y el alfil es una muralla.

3. _txf3!

El caballo negro no es en este caso inferior al alfil, teniendo en cuenta que las piezas "pesadas" es­tán llamadas a cambiarse en la co­lumna abierta.

4. 5.

j_xf3 n a3

et_)b6 n e-e8

Con buen criterio. Si 5 .... ttJ a4 ;o 5 . ... ñ a4, tarde o temprano la lucha se decantaría en favor de las blancas, mediante un plan consistente en do­blar las torres en la columna T.D. y eventualmente harían saltar el punto "a4" atacando con el alfil desde "d1 ".

6. n xa8 n xa8 7. 1:!. a1 ~d8

8. h3

Y acordaron dejar la partida en

"1 66 COL E C C IO N F O RMAC ION D E AJEDREZ

Page 163: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

tablas, en vista del equilibrio que presenta la posición.

Variaciones sobre el mismo tema

A veces aunque la estructura de peones no se ajuste al "dibujo" con­vencional, el ataque de las minorías es un arma eficaz que pude aplicar­se en busca de los mismos fines.

209

1.

Varsovia, 1935

Fine

Vid mar

a4 l:t d6 Con idea de ensayar un ataque en

el ala de rey.

2. b5 3. axb5

axb5 il.d7

Puestos a quedar con un peón

ATAQUE DE LAS MINC>F<IAS

débil, las negras deciden sostenerlo con el alfil.

4. bxc6 5. il.b5

i/.XC6 i/.d5

Consecuente con la idea de de-fender su peón de "b7" con el alfil.

6. i/.e2 h6 7. '1Wb4 n e6

Ahora se pueden cambiar las da­mas, pero las blancas esperan ha­cerlo en mejores condiciones.

8. I{Wa5 I{Wd8 9. ~xd8 l1 xd8 10. i/.C4

Se fuerza el cambio del alfil, con lo que queda sin su mejor defensor el peón aislado.

10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17.

n xc4 I!. C8 n xc8+ r,t>f1 r,t>e1 ncs r,t>e2

i/.XC4 g b6 .lj xc8 r,t> h7 g b2 I!. a2 n a1+ I!. a2

Las negras pierden un peón.

18. h3 b6 19. I!. b5 l2Jd7 20. r,t> d1 g6

N Si 20 .... g a1+; 21. r,t>c2 , .l:! a2+; 22. ~

r,t> c1 y el peón de "e4" está perdido. @

21. l2Jxe4 ~

Y las blancas impusieron su ven- ~ taja jugadas más tarde. o

1!) [ J o o o z J Cl w 1!)

CC>LECCIC>N FC>F<MACIC>N DE A..JEDF<E:Z 167

Page 164: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

30 EL S.A..C:RIFIC:IC> I:>E L.A..

C:.A..L II:>.A..I:>

unque el valor teórico de la torre es superior al del

alfil o el caballo, en determinadas circunstancias interesa sacrificar la calidad, por motivos diversos, pon­gamos por caso, para montar un ataque; asegurar la promoción de un peón; contrarrestar una peligrosa ofensiva del adversario, etc. En esta ocasión vamos a centrar el tema en el llamado sacrificio posicional. Se sacrifica la calidad con el objeto de lograr a cambio ciertas ventajas es­tratégicas que puedan rendir sus fru­tos más adelante.

Entre los jugadores que han tenido a gala realizar sacrificios de la calidad del tipo que vamos a tratar, brilla con luz propia, el que fuera Campeón del Mundo Tigran Petrosian. Considera­do como uno de los jugadores más sólidos y poco dado a "navegar" por las procelosas aguas de las compli­caciones tácticas indefinidas, no obs­tante, dejó infinidad de ejemplos don-

N de aparece este tipo de sacrificios. ~ Veamos uno de ellos. o UJ

~ UJ 210 o o ~ J o o o z J ~ UJ (/)

Las negras disponen de un peón pasado en el flanco de dama, pero de momento no parece fácil reva­lorizarlo. Por otra parte, el alfil de "b7" es poco activo y, de momento, no tiene otro cometido que defender su peón de "d5"

Con estos datos tan evidentes se justifica la continuación que eligió Petrosian.

1. 2. \Wd3

~c4!

Durante algún tiempo Spassky re­chazará la oferta, en vista de que tras la captura en "c4" las negras quedarían con dos peones pasados y unidos además de contar con la apertura de la gran diagonal en be­neficio del alfil de "b7". Finalmente, ante la falta de alternativas, veremos como las blancas acabarán por aceptar la calidad.

2. 3. 4. 5.

i.f3 i.a3 l:l. xa3

l:l. e8 i.b4 k xa3

Después de 5. \Wxa3? , b4!; 6. ~d3, tí: c3, cae el peón de "e3"

5. tt:ld6 6. l:l. e1 f5 7. tí: a-a1 ttJe4+

Más fuerte aún hubiese resultado 7 .... Ir e-c8!.

8. i.xe4 fxe4 9. \Wb1 'l/Vd7!

Al desaparecer el alfil de "f3" las casillas blancas han quedado muy

166 CC> L ECCIC>N FC>AIVI.ACIC>N DE .A..J EDAEZ

Page 165: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

débiles. La dama se prepara para aprovechar tal circunstancia.

1 o. .ll a2 .ll e-es 11. tt:Jxe4

No cabe demorar por más tiempo esta captura. De otra forma, la entra­da de la dama en "g4" o "h3", en combinación con el dominio de la columna abierta sería decisivo.

11. dxe4 12. d5

Busca algún contrajuego en la co-lumna de dama.

12. i,.xd5 13. .ll d1 e3 14. .ll e2

14. ~h3!

Obliga a la torre a acudir en de­fensa de su rey. Si 15 . .ll xd5, ~h2+;

16. ~f1, ~h 1 + gana la dama.

15. .ll g1 ~g4

16. ~g2

Si 16. ~d1, ~xd1; 17 . .ll xd1, i.b3, etc.

16. ~f3+

17. ~h2 ~xe3 18. f5

Petrosian hace caso omiso al desesperado intento de Spassky y

EL SACRIFICIO DE LA CALIDAD

pone en marcha su "máquina" de peones.

18. ~es

19. .ll f1 b4 20. f6 b3 21. .ll e-f2 e2 22. ~e1 e3

Para el último coletazo: 22 . ... b3; 23. ~g5

23. f7+ ~f8 24. .ll f5 b2 25. ~xb2 e1=~ 26. ~xg7+ ~xg7

27. .ll g5+

Y Spassky abandonó sin esperar la respuesta de las negras, que lógi-camente hubiese sido 27 .. .. ~f8 ó 27 .... ~ h8. Pero no 27 .... ~h6??;

28 . .ll f6 mate. La partida que sigue tiene su pe­

queña historia. Fue organizada por Radio Peninsular de Barcelona y se jugó en consulta (tres jugadores por equipo) enfrentando a representan­tes de las Federaciones Castellana y Catalana, aunque por simplificar se conoce como encuentro entre Bar­celona y Madrid. Como es natural, teniendo en cuenta quien la organi­zó, se jugó por radio.

Marzo, 1968 N UJ a:

Blancas: Barcelona (Pomar, Medina @

y E. Pérez) ~ Negras: Madrid (Torán, Visier y C.F. w o

Pulgar) 0 Defensa Siciliana w a:

1. e4 2. tt:Jf3 3. d4 4. tt:Jxd4 5. tt:Je3 6. i,.e3

eS tt:Je6 exd4 g6 i,.g7 tt:Jf6

J o o o z J el UJ (fj

CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ 169

Page 166: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~ [

EL SACRIFICIO DE LA CALIDAD

7. 8.

i,c4 0-0

'!;\VaS

En la partida Matulovic-Torán, Pal­ma de Mallorca, 1967 -comentada en el capítulo "Centralización de las piezas"- se jugó 8. f3?, sufriendo las blancas una severa derrota.

8. O-O 9. tt:Jb3 10. i,e2 d6 11. f4 b6 12. i,f3

Este mismo año, en la Olimpiada de Lugano, en mi partida frente a Kristiansson, tuve que hacer frente al "ataque a la bayoneta" 12. g4. Cierto es que pronto obtuve ventaja, aun­que mi posición tuviera que res­tringirse durante algún tiempo.

212

12. i,a6!?

@ Poco tiempo antes de esta parti­~ da, en el Torneo "Costa del Sol", ju­w gué contra Pomar 12 . ... i,b7. La del 0 texto, aunque más compromentida ~ es sin duda más interesante. [ J 13. 1l e1 1l a-b8 ü 14. 'l;\l'd2 tt:Jd7 o o z J el w ([)

14 .... tt:J a5 es una buena idea, para aprovechar la columna b si se cambian los caballos. Tiene, sin em­bargo, el inconveniente de permitir el

molesto avance 15. eS!, que daría ventaja a las blancas.

1S. 1l a-d1 tt:J cS 16. tt:J dS ~d8

17. ttJ d4 tt:Jxd4 18. i,xd4 eS! 19. i,e3 exf4 20. i,xf4 tt:Je6 21. i,h6

Las negras están ante un dilema. Cuando se cambien los alfiles se encontrarán en posición algo infe­rior. La mejor disposición de las pie­zas blancas y el rápido asedio que puede sufrir el peón de "d6" lo ga­rantizan.

La siguiente jugada de las negras es realmente sorprendente y muy original, pues sacrificios de calidad de esta naturaleza (apartando el alfil para permitir la captura de la torre) no son muy corrientes.

213

21. ,!eS!

Generalmente, a este tipo de en­tregas acompaña la ganancia de al­gún peón o el deterioro de la estruc­tura de peones enemiga. En este caso, la compensación hay que bus­carla en la centralización del alfil y el aprovechamiento de las casillas ne­gras. Todo parece muy lejano, mas

1 70 CC>LECCIC>N FC>RI\IIACIC>N DE AJEDREZ

Page 167: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

no tardará en apreciarse la bondad de la idea.

22. i,xf8 <;t>xf8 23. 4Jb4

Si 23. '1¡1Vh6+, i,g7 y no se puede tomar el peón de "h7" ... 23. '1¡1Vxh7?, 4Jg5! ganando la dama!.

23. j_b5 24. g3

Para reducir la acción del alfil.

24. 25. 4Jd3

aS i,xd3!

Eliminando el caballo, única pieza que podía incordiar al alfil, éste co­bra aún mayor protagonismo.

26. '1¡1Vxd3

Si se toma con el peón, sigue 26. ... '1¡1V f6, con ataques sobre "f3" y "b2".

26. h5 27. c3 <;t>g7 28. l:t f1 b5

Prepara la ruptura temática en "b4".

29. '1¡1Ve3 b4 30. l:t d2 bxc3 31. bxc3 n c8 32. n c2

214

EL SACRIFICIO DE LA CALIDAD

32. '@c7!

Consecuente con el plan trazado. La dama se activa y deja paso a la torre para que pueda actuar en los dos flancos. No interesa recuperar la calidad con 32 .... j_d4, porque el al­fil, en esta posición, vale más que una torre.

33. <;t>h1 n h8 34. i,g2 h4

La respuesta es forzada, con lo que se estrangula aún más la posi­ción blanca.

35. g4 g5 36. l:t f5 f6 37. i,f1

No es solución devolver la calidad con 37. n xe5, en vista de que el ca­ballo quedaría dominando las casi­llas más importantes.

37. l:t b8! 38. '@d3 l:t b1 39. l:t f3 lb f4 40. '@d2 '@c4!

La posición blanca se derrumba. El resto no merece más comentarios.

41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52.

n c1 l:t xb1 i,g2 l:t b7+ i,e4 i,c6 l:t b1 n e1 i,xe4 '@d5 <;t> g1 <;t>xh2

'@xe4 '@xf3+ '@xg4 <;t>h6 f5 4Je2 4Jxc3 4Je4 fxe4 '@f3+ i,xh2+ '@f2+

Y las blancas abandonaron.

~ [ o w ~ w o o ({) [ J ü o o z J CJ w (/)

CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ 171

Page 168: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

3""1 FINA..LES BÁSIC::C>S

E n las aperturas se producen cons­tantemente inno-

vaciones que tarde o temprano sue­len marginarse en beneficio de nue­vas ideas o ideas antiguas remo­zadas. Por utilizar el símil, son como el "Guadiana" del ajedrez.

El grueso de este libro está dedi­cado al medio juego y aunque he tratado de sistematizar y engarzar en lo posible cuanto a él se refiere, es indiscutible que aun llenando mi­les de volúmenes quedarían posi ­ciones distintas para ocupar otros tantos y más. El final, en cambio, tiene la peculiaridad de presentar en infinidad de casos posiciones con precedentes prácticos o estu­dios teóricos afines.

He seleccionado una serie de ejemplos que considero que el lector capaz de asimilar las cuestiones téc­nicas y estratégicas que han prece­dido debe conocer con detalle, cui­dando de esta forma que en su aprendizaje no quede un vacío difícil de llenar más adelante. Son cuestio-

~ [ nes muy elementales pero de funda-o mental importancia. w ~ ~ Oposición de los o rJ) [ J o o o z J CJ w rJ)

reyes

En los finales de reyes y peones resulta de vital importancia el cono­cimiento de las reglas de la "oposi­ción", que señala como primer fun­damento que cuando los reyes están enfrentados -en la misma columna

o línea- y separados por una fi la o columna, aquél que tiene el turno de juego no puede impedir la entrada del contrario en su campo.

Veamos el siguiente ejemplo:

¿Pueden las blancas controlar con su rey alguna de las casillas "d8" o "e8"?

La respuesta al problema es: de­pende. Y depende, naturalmente, de quien juegue. Como es dueño de la oposición el que no tiene el turno de juego, podemos dar la respuesta di­ciendo: sí, si juegan las negras.

1. ~e5

2. ~e3!

Pero no 2. ~d3?, debido a 2. . .. ~d5!, y el rey blanco ya no puede pasar de su tercera fila, pues a 3. ~c3, ~es, etc.

2. <;t>e6 3. <;t>e4!

De nuevo se gana la oposición.

3. ~d6

4. ~f5 ~e7

5. ~e5

No se soluciona el problema ju-

172 COLECCION FORNIACION DE A-JEDREZ

Page 169: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

gando 5. <;t>g6?' w e6! y las negras han logrado ganar la "oposición late­ral", impidiendo que el rey blanco al­cance su meta.

5. 6. 7.

<;t>e6! <;t> f7

<;t>e8 <;t>d8

Y el cuadro "e8" está controlado.

Teoría del Cuadrado

216 •• • • • •••• •••• • .¿s. • • • • • • • • • • • • • ••••

No se sorprenda el lector. Sí, los dos reyes son negros.

El peón está abandonado a su suerte; no puede contar con la ayu­da de su rey. ¿Conseguirá este peón llegar a la casilla de coronación?. Desde luego se puede dar una res­puesta exacta sirviéndose del cálcu­lo mental, pero existe un método que nos ahorra tiempo y esfuerzo. Se trata de la "teoría del cuadrado", cuyo desarrollo es: Actuando como vértice la casilla que ocupa el peón se construyen dos cuadrados (uno a cada lado del peón) que tengan por longitud tantas casillas como sepa­ran al peón de la octava fila. En nuestro caso el cuadrado de la iz­quierda tendría por vértices las casi­llas d5, d8, a5 y a8, mientras que en el de la derecha sus vértices serían d5, d8, g5 y g8.

FINALES BASICC>S

Enunciado.- El peón será captu­rado (o se impedirá su coronación) si el rey contrario se encuentra dentro de cualquiera de los cuadrados o, correspondiendo jugar a éste alcan­za en su primer movimiento alguna de las casillas que forman dichos cuadrados.

Por tanto, partiendo del diagrama, diremos que si juegan las blancas el peón sólo podrá ser frenado por el rey de "a8" (que está dentro del cua­drado izquierdo) y no así por el de "h8". Sin embargo, si el turno de juego es de las negras, tanto uno como otro rey tendrán oportunidad de neutralizar su avance .

Rey y peón contra rey

Si los dos reyes están en con­diciones de participar en la lucha (por su proximidad al peón) se pueden dar los siguientes supues­tos:

A) El peón no ha alcanzado la sa línea.

B) El peón en la sa línea. C) El peón en la 6a línea. D) El peón avanza por una de las ~

columnas de torre. tr o A) El bando fuerte puede ganar si ~

su rey alcanza alguna de las tres ca- w sillas situadas frente al peón y dos o filas delante de él. O

({)

217

Si el rey de las blancas llega a ocupar alguna de las casillas seña­ladas con un punto (c6, d6, ó e6) sin haber movido su peón, logra la victoria.

[ J o o o z J ~ w ({)

CC>LECCIC>N FC>Fl.IV1ACIC>N DE AJEDREZ 1 73

Page 170: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

FINALES BASJCC>S

217 • • • • • ••• • •·•·• . • • • • • <;t>D • • •••• • • • • • • • • Juegan las blancas: ganan

Juegan las negras: tablas

Siendo mano, lo consiguen fácil­mente:

1. rj¡dS!

Hay que ser muy preciso en los finales. Un solo error puede alterar definitivamente el resultado. Por ejemplo: 1. rj¡c5? y las negras ha­rían tablas con 1 .... rj¡c7 (ganando la oposición) 2. rj¡d5, rj¡d7; 3. rj¡ e5, w e7; 4. d5, rj¡ d7; 5. d6, rj¡ d8! (N u e va alerta. Si 5 .... we8?, se­guiría 6. w e6! y ahora son las blancas quienes han ganado la oposición 6 .... rj¡ d8; 7. d7, wc7; 8. w e7 y ganan) 6. rj¡ e6, we8; 7. d7+, wd8; 8. wd6 Ahogado. Ta-

~ bias. [ o 1. rj¡e7

rj¡d8 wc8

UJ ~ 2.

3. wc6 wd6 we7

UJ o 4. ~ Y el peón tiene el camino expedi-¡r to hasta "d8". J o o o z J ~ UJ ({)

B) En este caso los problemas para la defensa son mayores, pues basta con que el rey del ban­do fuerte domine una de las tres casillas.

218 •••• • ••• •·•·• . . ~~- . • ••• • ••• • • • • • ••• Juegan las blancas: ganan

Juegan las negras: tablas

Siguiendo las reglas de la oposi­ción, las negras pueden entablar ju­gando 1 .... w c7! ; 2. d6+, wd7; 3. rj¡ d5, rj¡ d8!; 4. w e6, rj¡ e8!; 5. d7+, rj¡ d8; 6. w d6 Ahogado.

Pero siendo mano las blancas se imponen con 1. wd6 e incluso con ...

1. wc6

Porque en este caso concreto -rey en sexta y peón en quinta- no es suficiente para la defensa ser dueñas de la oposición.

1. wc8 2. d6 wda 3. d7

Y el peón corona. Cuando se trata de un peón si­

tuado en la columna de caballo (b ó g) el método ganador present? una pequeña sutileza.

219

Las blancas ganan con independen­cia de quien tenga el turno de juego.

Por ejemplo: 1 .... rj¡ a8; 2. wc7, w a7; 3. b6+ y el peón va a dama. Pero si juegan las blancas deben te­ner en cuenta que la única casilla útil para su rey es "a6". Veamos por qué:

174- CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ

Page 171: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

219 •••• • • • • = ••• • b. • • • • • • • • • • • • • • • • • • Juegan las blancas

1. ~c6? ~a7

Y nos encontramos con la "som­bra" del rey ahogado, siempre que la continuación sea 2. ~c7, ~ h8; 3. g6? tablas. O bien 2. b6t, ~ h8; 3. b7 +, ~b8; 4. ~b6, que conduce al mismo resultado. Por tanto, para ga­nar no existe otro camino que volver a la posición inicial:

2. ~c7 ~as

3. ~b6! ~bS

Y estamos como al principio.

4. ~a6!

La continuación ganadora.

4. ~as

5. b6 ~bS

6. b7

Y el peón corona.

C) Este caso es muy sencillo. El bando fuerte gana cuando el peón llega a la séptima fila sin dar jaque.

220

Hemos colocado dos reyes ne­gros en el diagrama para estudiar al mismo tiempo los distintos casos.

Suponiendo que el rey en liza sea el de "b8", las blancas no deben precipitarse con el jaque inmediato

FINALES BASICC>S

220

Juegan las blancas

1. c7 +?, porque serían tablas des­pués de 1 ... . ~cB; 2. ~c6 Ahogado. Lo correcto es 1. ~d7, que controla la casilla de promoción y asegura el avance del peón hasta la octava fila.

Si el rey que está en juego es el situado en "d8", las blancas no pue­den ganar en ningún caso, ya que a la única jugada de progreso 1. c7 +, seguiría 1 .... ~c8 con las consabi­das tablas por ahogado.

D) El peón de torre sólo puede al­canzar la octava fila cuando no en­cuentra obstáculos (el rey contrario está alejado} o cuando su propio rey llega a dominar la séptima casilla de la columna paralela por la que avan­za el peón. En otras circunstancias el resultado es tablas. ~

[

221 o w De acuerdo con lo expuesto, las ~

blancas ganan mediante 1. ~ g7!, ~ seguido del avance h5, h6, etc. Sien- 0 do el turno de juego de las negras, ~

éstas consiguen el empate con: J

1. ~fS ~ 2. ~g6 ~gS o z 3. h5 ~h8 J

4. h6 ~gS ~ 5. h7+ ~h8 (/)

CC>LECCIC>N FC>RI'v1ACIC>N DE AJEDREZ '175

Page 172: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

FINALES BASICC>S

221

Juegan las blancas: ganan

Juegan las negras: tablas

Y el rey negro quedará ahogado. No basta para alterar el resultado

que el rey atacante domine la casilla de promoción desde su misma base.

222

Tablas. Juegue quien juegue

~ Existe una oposición lateral que ~ sólo puede romperse permitiendo que w el rey negro alcance la casilla "h8". ~ Este detalle determina el resultado. w o o IJJ (( J o o o z J G w IJJ

1. h5 <t>f7 2. <t>h7 <t>f8 3. h6

o bien 3. <t>g6, wg8 y tablas.

3. wt7 4. wha wta 5. h7 <t>f7

Y el rey blanco está ahogado.

El peón alejado

En los finales de reyes con peo­nes en ambos flancos el juicio de la posición viene dictado, entre otras causas, por la situación de los reyes, la estructura de peones, la existencia de algún peón pasado y también -y no es razón de menor importancia­por la posibilidad de obtener un peón alejado.

Veamos el siguiente ejemplo:

Ed. Lasker

223

Juegan las blancas: ganan las negras

Aquí el peón alejado es el que ocupa la columna h, o sea, el situa­do en "h7". Su poder de "distrac­ción" sobre el rey blanco sirve para que las negras capturen en condicio­nes favorables todos los efectivos contrarios.

1. 2. 3. 4. 5. 6.

<t>g2 <t>g3 wg4 f4t <t>g3 <t> h4

~g7

<t>f6 <t>e5 <t>f6 h5!

Si 6. <t> f3, <t> f5; 7. <t>g3, <t> e4, etc.

"176 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ

Page 173: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

6. 7. 8.

~xh5

~g6

~f5 ~xf4

~e4

Y es evidente que las negras se anticipan en la captura de los peo­nes, ganando sin ningún problema.

El peón alejado juega un papel tan importante que en ocasiones compensa o supera, incluso, la des­ventaja de material.

224

Budapest, 1934

Tartakower

Stahlberg

Juegan las blancas y ganan

Desde luego se trata de una ca­rrera a ver quién llega primero. Y se­rán las blancas quienes triunfen en el empeño, gracias a la lejanía del rey negro con respecto a los peones blancos.

1. h4 a5 No hay tiempo para "plantar cara" a

los peones. Si 1 .. .. ~f6 ; 2. h5, ~g5; 3. d5, ~f6; 4. d6, ~e6; 5. h6! y ganan.

2. h5 a4 3. ~d2!

Se mete dentro del cuadrado del peón que corre por la columna a.

F INALE S BASICC>S

3. b5 4. d5+! ~d7

Claro que si 4 .... ~xd5 ; 5. h6 y alguno de los peones blancos va a dama.

5. h6!

Si 5. ~c3? , a3 ; 6. h6 , b4+ ; 7. ~c2, b3+ y son las negras quienes están ganando.

5. a3 6. ~c2!

No es igual 6. ~c3? , que permite 6 .... b4+.

6. 7. 8.

hxg7 ~b1!

b4 b3+

El resultado parece incierto. Si 8. ~c3?, a2; 9. ~b2 , c3+; 10.

~a1, c2 y ganan las negras.

8. a2+ 9. ~a1!

La última sutileza, por otra parte difícil de intuir, ya que 9. ~b2?, c3+, nos llevaría a la variante perdedora para las blancas vista anteriormente.

9. c3 10. g8=~

Y las negras abandonaron

E l Al'fi l

N UJ [ o UJ

Como ya vimos en los finales de ~ UJ rey y peón contra rey, el peón de o

torre es el más problemático de o cara a obtener el triunfo. Si suma- ~ mos al bando fuerte un alfil parece- J o rá en principio que con tal ayuda el 0 resultado no debe ofrecer dudas. o No obstante, en muchas posiciones la presencia del alfil no altera el ve­redicto.

z J ~ UJ (/)

CC>LEC CIC>N F C>RIVIACIC> N D E A.JEDFIE:Z ... 77

Page 174: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N UJ [ o UJ

~ UJ

FINALES BASICC>S

225

Ganan las blancas, juegue quien juegue

No precisa demasiado esfuerzo dar con la solución. Basta con subir el peón y dar un jaque con el alfil, que domina la casilla de coronación, para que concluya la partida. Pero establecer en vista de esto que el peón de torre y el alfil que juega so­bre la casilla de promoción "siempre gana" sería un error.

He aquí una notable excepción:

226

o Tablas: Juegue quien juegue o IJ) [

5 El peón superviviente de las ne­O gras priva al rey contrario de la casi­o lla "b6" , factor determinante que S hace posible la defensa. ~ Si juegan las blancas, pongamos IJi por caso:

1. <;t>c6

Se aguanta la posición con ...

1. <;t>c8!

Es nefasto 1 .... <;t> a8?? ; 2. <;t> c7 mate.

2. ,if5+ <;t>b8

Y no hay manera de sacar el rey negro de su refugio.

227 •• • • • •••• ~= • • • • • • • •••• .. ~ . •••• •••• Tablas

Si el alfil juega por casillas de dis­tinto color a la última que debe al­canzar el peón a promocionar, el re­sultado es tablas, a no ser que con­curran circunstancias muy especia­les. Vemos como en el diagrama 227 el rey negro se moverá por los cua­dros "b8", "a8" y "a7" y sólo se lo impedirá una situación de ahogado.

228 •••• •••• ~-·· . . •••• = ••• •••• ~ ... • ••• Juegan las blancas y ganan

1 78 CC>LECCIC>N FC>FHv1ACIC>N DE AJEDREZ

Page 175: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

La excepcionalidad de este caso se sustenta en el hecho de que el rey negro se verá privado de cual­quiera de las tres casillas útiles ("a?", "a8" o "b8"). La línea ganado­ra es la siguiente:

1. i,d4! ~c7

2. i,a7!

La jugada clave.

2. ~c6

3. ~a5 ~c7

4. ~b5 ~es

5. ~b6

Para seguir con 6. ~b7 y la pos­terior promoción del peón.

229

Juegan las blancas y ganan

Juegan las negras: tablas

Jugando las blancas no tienen mas que capturar los peones con su rey.

1. ~b5 rJ;l b7 2. ~xa5 ~as

3. ~xb4

~b7

4. ~b5

Y ganan sin problemas. Por el contrario, siendo el turno

de juego de las negras están en condiciones de aprovechar el tema "peón de torre y alfil que no contro­la la casilla de promoción" para

FINALES BASICOS

conseguir una posición de tablas teóricas. La solución es:

1. a4! Tablas.

Si 2. bxa4 estaríamos dentro del tema reiterado. Y si 2. wxb4, axb3 y tablas.

Cuando los peones no son de t:orre

Rey, alfil y peón contra rey (o rey y peón) ocupando el peón del bando fuerte una columna que no sea de torre, gana en casi todos los casos, sin importar el color de los cuadros que domine el alfil. Pero también existen algunas excepciones que conviene conocer.

Por su sencillez se presentan de manera esquemática.

230 •• • ~ -·~ e~ ~. W"~ •

-~· Tablas

El rey no puede ser des­alojado de "a8"

231 ••• ..... y "b?". La en­trega del alfil conduce a un final de peones que es tablas.

Estos dos ~

o m . -~ Tablas

232

Tablas

ejemplos tienen en esencia el mismo razona-

[ o w ~ w

miento que el o caso anterior. o No puede pri- ~ varse al rey ne- 6 gro de su es- 0 pacio vital sin o z

J CJ w (fJ

provocar una situación de ahogado.

COLECCION FORIVIACION DE AJEDREZ: 179

Page 176: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o (J) [ J o o o z J ~ w (J)

FINALES BA.SICC>S

233 •• • • • ••••• ~ ~ ~-- ~-:¡¡¡ ~ ~ .. ·~· . . •••• •••• •••• ••••

Tablas

Llama la atención que estando el

peón negro en una casilla del mismo color que el alfil no se pueda forzar el juego.

1. _ta6 ~b8!

Y el alfil tiene que replegarse. Na­turalmente, si 1 . ... bxa6??, 2. ~c7 y ganan las blancas. Se puede intentar otra maniobra, pero sin resultado positivo.

1. 2. 3.

~d7 _ta4 ,ic6

~b8

~as

~b8!

Y las blancas no prosperan.

"'1 80 CC>LECCIC>N FC>RMA.CIC>N DE A..JEDRE:Z

Page 177: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

32 EL C::A..BA..LL<>

omo el peón de torre tiene un ca­rácter especial

(como ocurre en el caso del alfil) ha­blaremos primero de los peones centrales.

En condiciones normales, sobre todo cuando el peón cuenta con el apoyo de su rey, el bando fuerte gana.

Las excepciones son fruto del ataque contra el peón o contra el peón y el caballo, simultáneamente. Por ejemplo:

234 •••• •••• •••• •••• . ~ .. -~··· . • • • = ••••

Juegan las blancas y ganan

Si las blancas equivocan el salto de caballo, llevándolo a una mala casilla, nos encontraríamos ante una posición de tablas. A saber:

1. 4Jc6? ~c3 2. b4 ~c4

3. ~g3 ~b5

Y el ataque simultáneo al peón y al caballo asegura el empate.

Hay que buscar, pues, otra casilla para el caballo, que es ...

1. ttJc2!

La idea es elemental. Como no sirve 1 .... ~xc2, pues el rey negro quedaría fuera del cuadrado del peón, y éste coronaría por sus pro­pios medios, no cabe otra continua­ción que ...

1. ~c3

2. b4!

Y las blancas ganan acercando su rey para que colabore en el avance de su peón.

El peón de 1:orre

Si el rey de la defensa ocupa la casilla de coronación, es necesario expulsarle antes de avanzar el peón a la séptima línea. De lo contrario puede darse una situación como la del diagrama 235.

235 •• • • • D. • • • t¿j. • • • = •• •••• •••• •••• •••• Tablas

N w [ o w ~ w o o (/) [ J

... donde las blancas carecen de ~ maniobra útil para impedir que el rey o adversario vaya de "a8" a "b7" en ~ una secuencia que sólo puede inte- ~ rrumpir el "ahogado". oo

CC>LECCIC>N FC>RIV1ACIC>N DE A..JEDREZ 1 81

Page 178: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N UJ [ o UJ

~ UJ o o ~ J ü o o

EL CABALLO

Si la defensa cuenta con un peón en su casilla de origen y el contrario tiene el suyo en sexta, el resultado es consecuencia de la posición que tengan el resto de las piezas.

236 • • •••

• • • • ¿s·~· • • •••• • 4j. • • • • • • • • • • • • • •

Tablas

No hay forma de oponerse a la lí­nea defensiva 1 .... \tl b8 y 2 .... \tl a8, que hace tablas por las razones ya conocidas, basadas en el tema del rey ahogado.

Pero si alteramos un poco la posi­ción, avanzando un paso el caballo, se nos presenta el siguiente caso:

237 ••• • • •••• ¿s·~· • • . ~ .. •••• • • • • •••• •••• Juegan las blancas y ganan

S Las blancas impiden que el rey @ negro alcance el rincón salvador y w resuelven pronto la partida.

1. et:ld7! \tld8

Forzado.

2. ti:lb6!

Y a cualquier jugada de rey (no 2. .. . axb6; 3. a?, etc) sigue 3. etJ c8 y 4. etJxa?, ganando.

La posición que sigue es clásica en el estudio de estos finales .

Juegan las blancas y ganan

Juegan las negras: tablas

Quizá le resulte al lector un enun­ciado sorprendente. La verdad es que no tiene mucho misterio.

Mientras el rey negro oscile de "e?" a "c8", las blancas no podrán liberar el suyo, arrinconado en "a8". El caballo debe, por tanto, jugar de manera que obligue a romper la ar­moniosa y pendular marcha del rey enemigo. Pero la tarea no es una cuestión de voluntad, sino de razón . Teniendo en cuenta que el caballo en su salto domina cada vez una ca­silla de distinto color, por muy aleja­do del punto neurálgico que se en­cuentre, podemos determinar si , efectivamente, es capaz de impedir el molesto balanceo del rey negro.

Tras esta serie de razonamientos , podemos determinar que, sin duda,

"1 82 COLECCION FORMACION DE AJEDREZ

Page 179: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

siendo mano las blancas ganan. El primer salto de caballo da como re­sultado el control de una casilla blan­ca, que es tanto como decir que las negras no podrían llevar su rey a "c8".

1. tt:Jc3 'iic8 2. tt:Jb5

Muy sencillo. Todo ha concluído. Al no ser posible 2 . .. . 'i! c7, quedará liberada la casilla "b?", permitiendo la salida del rey enclaustrado.

Ahora, si son las negras quienes juegan, moverán:

1. wc8 Y como el caballo , vaya donde

vaya, controlará un cuadro blanco, quedará disponible la casilla "e?" para el rey negro. Tratar de romper este ritmo puede ser algo así como hablar de infinito.

2. tt:Jc3 'i!C7 3. tt:Jd5t wc8 4. tt:Je7 + 'i!c7 5. tt:Jd5t wc8

Y son tablas.

Rey y caballo contra rey y peón

El equipo Rey-Caballo nunca pue­de ganar a Rey-Peón, exceptuando un caso muy particular que veremos al final. Por el contrario, puede darse el caso de que el peón consiga im­ponerse, como es natural porque ni el rey ni el caballo contrarios pueden oponerse a su promoción.

Como regla general hay que decir que el caballo es capaz por si solo de detener o capturar al peón, aun­que éste se encuentre apoyado por

EL C.A.B.A.LLC>

su rey, siempre que domine alguna de las casillas por las que tiene que pasar tal peón . Excepciones a esta regla aparecen cuando se trata de un peón de torre en séptima.

239 ••• = • ••• •••• ... ~ • ••• •• .~. •• •••• •••• Juegan las blancas: tablas

Aunque el rey blanco está muy alejado, el caballo impide que pueda progresar el peón.

1. tt:J f3+ 'iie3

Si 1 . .. . wc3; 2. 'i!g7, 'ii b2 (o 2. ... 'i!c2; 3. tt:Je1+ y 4. tt:Jxd3} 3. tt:Je5, d2; 4. tt:Jc4t y 5. tt:Jxd2.

2. tt:Je5! d2 3. tt:Jc4t Tablas.

Detener un peón de torre es más problemático, dado que el caballo N

no dispone desde la banda de tanta w [

capacidad de maniobra. o Si el peón ha alcanzado la séptima ~

fila, la defensa suele ser insuficiente. UJ o 240 o

Aunque las blancas sean mano, ~ carecen de recursos para oponerse 6 a la amenaza wg3 y w g2, copando 0 el caballo si este va a "h1 ". No es o z

J 0 UJ ([)

preciso dedicar análisis más exten­sos al caso. La única posibilidad de salvación se presenta cuando el rey

CC>L ECCIC>N FC>RIVl.A.C IC>N D E .A...JEDRE.Z 1 8 3

Page 180: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~ ti o w ~ w o o m ti J o o o z J ~ w m

EL CABALLO

240 •••• • • • • ~ ... ~ ~ ~-•••• . . . ~ ~ ~ ~ ~ •••• . . ~­.. ~ ~ •••• Ganan las negras, juegue quien

juegue.

que acompaña al caballo está lo su­ficientemente cerca para aprovechar el siguiente recurso:

241 •••• • • • • •••• • • • • • • • • BtZJB B B .~. ~ ~ •• ~ ~ ~ ~ ••••

Juegan las blancas: tablas

1. tLJa1! ~t>xa1

2. ~t> c1 Tablas .

A veces el peón en vez de repre­sentar una ventaja juega como ele­mento hostil para su propio rey .

242 •••• • • • • •••• • ••• •••• E BtZJB • ··~· . . ••••

Juegan las blancas y ganan

1. tLJb4+ ~t> a1

2. ~t>c1! a2 3. tLJc2 mate.

Un bonito "chiste"

184 CC>LECCIC>N FC>RIVIACI C> N DE AJEDREZ

Page 181: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

33 -A..LFILES I:>E I:>ISTINTC>

~e:> Le::> A

alvo una excep­ción que luego veremos, los fina­

les de alfiles de distinto color son siempre tablas cuando el bando fuerte sólo dispone de un peón y ei alfil contrario controla cualquiera de las casillas por las que tiene que pa­sar tal peón.

Aún con dos o más peones exis­ten muchas posiciones de empate. Una buena recomendación es, por tanto, que quien posea la ventaja evite llegar a un final de estas carac­terísticas si no está seguro de que dispone de una línea ganadora.

Veamos en primer lugar la posi­ción excepcional a la que antes me he referido.

243 •••• •••• ¿S= • • • • • • • •••• . . . -~' •••• • • • • Juegan las blancas y ganan

La solución es:

1. ~b7! <;t¡ b5 2. J.,f1+ <;t¡a5 3. J.,e2

La defensa no es posible porque al alfil negro "le falta diagonal" (es demasiado corta la que va de "a7" a "b8"). Con cualquier otro peón que no sea el de torre esta maniobra ga­nadora no es viable.

Peones en sexta

Dos peones en sexta apoyados por su rey ganan siempre, excepto si estos están situados en las co­lumnas de caballo y torre. En este caso sólo se obtiene la victoria si el alfil que acompaña a los peones domina la gran diagonal, o sea, la casilla de promoción del peón de torre.

El siguiente ejemplo estudiado por el gran teórico alemán Dr. Tarrasch , es fundamental para el estudio de estos finales.

244 • ••• • • ••• • •¿So • •• = • •••• • • • • ' .... . -~· .

Juegan las ·blancas y ganan

N w a: o w ~ w o o lf¡ a: J o o o z J

Y a continuación capturan el alfil y se corona el peón.

¿Qué le agradaría a la defensa? ffi

Cualquiera de estas jugadas 1. e 7? , lfi

CC>LECCIC>N F C>R.IVIACIC> N DE A..JEDR.EZ 1 SS

Page 182: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ALFILES DE DISTINTO COLOR

.txe7! ó 1. f7+ ?, ~t> f8, con tablas en los dos casos.

Es preciso maniobrar con precisión:

1. .ta4+

También se gana dando jaque con el alfil en h5.

1. lt>d8

Y la inevitable maniobra ~t> f5,

~t> g6 y ~t> f7, permite la posterior co­ronación del peón. Si las negras hu­biesen contestado 1 .... \t> f8, el viaje del rey blanco sería por d5, c6 y d7, logrando el mismo objetivo.

245 •••• •

• • • • • • •~o . . -~· • • • • •••• . -~· . • • • • Tablas: juegue quien juegue

Como ya hemos dicho anterior-mente esta posición es tablas. Para

~ que ganasen las blancas sería nece­a: sario que su alfil fuese el que ocupa @ la gran diagonal. No obstante, para ~ entablar hay que cuidar que la pri­w mera jugada de las negras sea la 0 adecuada. o ({) 1. .tc4+ <;t> f8! a: J o o o z J CJ w ({)

Sólo así se logra el empate. Si 1 .... \t> h8?; 2. ~t> e6, ~t> g8; 3.

~t> e7+, <;t> h8; 4. <;t> f7 ganando. Ahora el rey en "f8" impide el

apoyo que precisa el peón de caba­llo para su próspero avance.

Peones en quinta

Regla general.- Cuando se lucha contra dos peones unidos en quinta el alfil debe colocarse delante de los peones agresores, atacando uno de ellos y tomando a la vez la casilla de avance del otro peón. En tal caso el resultado es tablas.

246 •.a• •• • • ••• • ••• • • o~• . -~· . • ••• • m • • •••• Tablas: juegue quien juegue

Esta es la formación ideal para la defensa. El alfil contiene el avance e6+, por la posibilidad de sacrificar _txe6, al tiempo que inmoviliza al rey adversario en la defensa del peón de "f5". Significa esto que no hay ma­nera de prosperar. Basta con jugar el alfil negro de "eS" a "d7" para que quede patente lo inútil de cualquier tentativa.

La regla general que se ha ex­puesto tiene una notable excepción en la posición que presenta el si­guiente diagrama.

247

Este final está ganado por las blancas porque el alfil de la defensa carece de diagonal para hacer juga­das de espera. Esto permitirá el in-

"1 86 COLECCI O N FORIV1ACI O N DE A.JEDRE.Z

Page 183: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

247 '·- .. . ·- . . .. ... •••• • • •~o - • • m • •••• • • • • .. ~ -.'

Ganan las blancas juegue quien juegue

evitable avance de los peones a la sexta línea, ganando luego mediante el sistema que ya conocemos.

248

Dr. Henneberger, 1916

• • • • •••• •••• • • 0~---. -~· . ..... . -. ' '·- ~ .. •••• Juegan las blancas y ganan

Cuando el alfil defensor se en­cuentra actuando detrás de los peo­nes, la defensa es insuficiente si los peones son centrales.

Con el alfil negro en "c8" el juego sería tablas, pero desde la posición que ocupa no puede impedir que los peones progresen.

1. ~g5+

No es igual 1. i,b4+ ?, <;t> f7; 2. <;t> d4, ~c2 ; 3. e6+, <;t> f6; 7. e?, <;t>f7 y tablas.

ALFILES DE DISTINTO CC>LC>R

1. <;t>d7

Si 1 . .. . <;t> f7; 2. <;t> d4, ~c2; 3. e6+ gana.

2. <;t>f4 ~c4

3. ~h4

Para que pase el rey .

3. ~17

4. <;t>g5 <;t>e7 5. <;t>h6+ <;t>d7

Para impedir 6. e6.

6. <;t>g7 ~b3

7. <;t>f6 Y las blancas ganan.

249

Dr. Henneberger, 1916

•••• .... -.' •••• • • •~o - • • m • • ••• ' •• Jt •• • •••

Juegan las blancas: tablas

Tenemos la misma posición ante­rior pero con todos los elementos trasladados una columna hacia la ~ derecha. Esta circunstancia limita la ~ capacidad de maniobra del rey blan- w

~ co, que carece de espacio para infil- w trarse por su flanco derecho. o

Las alternativas son: O ({)

a) 1. ~h5+ <;t>e7! [ J Si 1 .... <;t> g7; 2. <;t>e4, seguido de O

~d5 y <;t> e6, ganando. ~ 2. ~g6 il, b2 ~ 3. <;t>g4 ~ c3 (.') 4. <;t>hS ~g7! lli

CC> L ECC I C> N FC>RMACIC>N DE A.JEDREZ 1 87

Page 184: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

ALFILES DE DISTINTO CC>LC>R

5. ,th7 ~f7

Y no se prospera. Tablas.

b) 1. ,tc4+ ~g7!

En este caso el rey no debe ir a "e7", pues permitiría la entrada <;!?g4, ~h5 y ~g6.

2. j_b5

Intentando 3. i,e8, y 4. ,th5, para alcanzar la posición de la variante a) con el rey negro mal situado en "g7".

2. ~f7

3. <;!? g4 ~g7!

Si 3 .. .. J,d2; 4. f6+, ~g6; 5. J,d3+, w f7; 6. w f5, etc. Y, si 3 .... ,tg7; 4. ,tc4+, w e7, 5. <;!? h5 y 6. ~g6.

4. <;!? h5

o bien 4. ,te8, <;!?f8; 5. ,th5, w e7 y tablas.

4. 5. 6.

J,e8 J,g6

,td4 ~f8

~g7!

Ahora las negras tienen tiempo para mejorar su alfil, llevándolo de­lante de los peones , con lo que se origina una de las posiciones de ta­blas que ya hemos estudiado.

7. ~g4 j_b6! ~ 8. ,th5 k d8!

~ Y son tablas. w ~ ~ Peones en o (/) 0: J o o o z J 0 w (/)

cuarta

Regla general.- Los peones uni­dos en la cuarta línea no ganan porque el alfil defensor tiene facili­dad para colocarse delante de ellos, alcanzando posiciones teóri­cas de tablas.

Se trata de un final difícil de con­ducir, especialmente para el bando defensor.

Nos serviremos para su estudio de un famoso ejemplo del Dr. Tarrasch.

250 • • • • • • • • • • X • • • • • • • DlS • X ~ • • • m X ;!a; • • • • • • • ~-*-· . ~

Juegan las· negras: tablas

1. ,tc4!

Controlando el avance del peón de dama. A pesar de esto deberán seguir jugando con precisión mate­mática, lo que resulta bastante pro­blemático si no se conoce bien el fi­nal.

2. ,tg3+ c,t>c6!

Mala sería 1 .... <;!? e6?, ya que se obstruye la retirada del alfil, lo que impide el tipo de defensa ideal con el alfil por delante de los peones.

3. <;!?f4 ,tg8! 4. w e5 <;!?d7 5. d5 ,tf7 6. <;!? f6 w e8!!

Otra jugada difícil. No era sufi-ciente 6 .. .. ,tg8, por 7. ~g7, ni tam-poco 6 . ... J,h5, por 7. e5 y los peo-nes progresan.

7. j_f4

Si 7. d6, ,tb3; 8. e5, ~d7 con de-

1 88 CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ

Page 185: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

finitivo control de los peones. Y, si 7. c.!t g7, ,1 h5; 8. e5, ,1f3; 9. d6, wd7, seguido de 1 O .... ,1d5 ó 10 .... ,1g4, con tablas inmediatas.

7. ,1g8!

Unica jugada, aunque suficiente para empatar. Veamos como otras alternativas resultan insuficientes. 7. .. . w f8; 8. d6 y 9. es, etc. 7 . ... ,1h5; 8. eS, .1 f3; 9. d6 seguido de 1 O. e6, ganando.

a. wg7 .tt7 Tablas.

Dos peones aislados

Según los estudios de Berger­en los primeros años de este siglo­cuando los peones aislados se en­cuentran separados por dos o más columnas, la posición es ganadora.

Posteriores análisis han demostrado que esta regla tiene algunas excepcio­nes, aunque como idea básica convie­ne recordar el dictado de Berger.

251 • • • • • • ji! • • ·~· • • • B<t>D~· • • • • • • • • • • • • • • • • Tablas

Con independencia de quien jue-gue el resultado es tablas.

ALFILES DE DISTINTO COLOR

1. 2.

we6 ,1e4

i.b4 citd8

También es posible 2 .... ,1a3, y, si 3. w f7, cit d8, como en la línea principal.

3. wf7 ,1a3 4. e6 ,1b4 5. e7+

Es claro que esto conduce a ta-blas, pero no hay nada mejor.

5. ,1xe7 6. c7+ wxc7

Y son tablas.

252

C. Salvioli

•••• •••• -~· . . B BwB~•~ • ••• •••• •••• • ••• Ganan las blancas, juegue quien

juegue

La defensa empleada en el ejem-plo anterior aquí no sirve, por estar los peones demasiado distantes. La maniobra es sencilla.

1. ,if3 citd8

O bien 1 .... ,1h4; 2. we6 y 3. f6.

2. we6 ,1b4 3. f6 ,teS 4. f7 i,b4 5. citf6 i,C3+

N w [ o w ~ w o o (j) [ J o o o z J (j w (j)

COLECCION FORIVIACION DE AJEDREZ 1 8 9

Page 186: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w a: o w

< w o o (J) a: J o o o z J ~ w (J)

ALFILES DE DISTINTO COLOR

6. ~g6 ,ib4 7. ~g7 y ganan

Entre las excepciones que impi~

den el triunfo de los dos peones, aun estando separados por más de dos columnas, destaca cuando uno de los peones se encuentra en la columna de torre y el alfil del bando fuerte no controla la casilla de coronación de dicho peón . En tal caso, el recurso de­fensivo consiste en sacrificar el al­fil por el otro peón y alcanzar con el rey el rincón de coronación , aprovechando el detalle del "alfil malo".

253 •• • • • .w. • -~· . . . -~· . ••• o •••• •••• •••• Tablas

Basta con jugar: 1. ~g7

El alfil será sacrificado por el peón blanco cuando éste llegue a "c7" y el resultado será de tablas.

"'1 90 COLECCION FORMACIO N DE AJEDREZ:

Page 187: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

34-FIN.A..LES I:>E IC>RRES

Rey y torre contra rey y peón (O peones}

...... ---..... uando la lucha = que se plantea es

......... ___ .,.... de torre contra

peón, la defensa (bando débil) puede lograr tablas si su rey está próximo al peón y ambos en la cuarta línea o más avanzados. Esta regla carece de sentido si el rey que acompaña a la torre se encuentra a su vez lo sufi­cientemente próximo al peón como para interponerse en su avance.

Un ejemplo clásico es el siguiente:

254

R. Fine

wa • • • •••• • • ••• •••• •••• •••• •••• •••• Juegan blancas y ganan

Así es como se presenta este co­nocido y sencillo estudio en la obra del autor y en otros tratados que se han servido de él. Podría añadirse, no obstante, al enunciado: "Juegan las negras y ganan las blancas".

Siendo mano las blancas, la solu-ción más sencilla es:

1. :t:t b5! hS 2. r.t>b7 h4 3. r.t>c6 h3 4. It b3! h2 5. It h3

Y el peón cae a la siguiente jugada .

255

Ricardo Réti, 1928

•••• •• =. •••• •• , •• • a • • •••• • • • • ••••

Juegan blancas: ganan

Las sutilezas que encierra la solu­ción, con la sorprendente y tempra-na clave de la primera jugada, pone N de manifiesto la dificultad que pre- ~

senta este tipo de finales. o w

1. :g d2!! ~

La retirada natural1. :g d1 no gana. ~

El rey blanco tiene que llegar a tiempo 0 de formar equipo con su torre, a fin de oo

[ neutralizar el avance del peón, logro J

que no alcanzaría después de 1. :g d1 , O o d4; 2. r.t> d7, r.t> d5!; 3. w c7, r.t> c5!. o o bien 2. r.t> f7, r.t> e4; 3. we6, d3 y tablas. 5

1. d4 @

2. It d1! r.t>d5 lf)

CC> L ECC I C> N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ 1 91

Page 188: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

FINALES DE TORRES

Si 2 .... ~e4; 3. ~d6, seguido de 4. ~c5 , y gana.

3. ~d7!

A continuación el rey blanco se encaminará hacia el peón, vía e6 ó c6, según jueguen las negras.

3. ~c4

4. ~e6 y ganan.

Pero si el turno es de las negras, las exigencias para alcanzar la victo­ria son algo mayores. Por ejemplo:

1. ~g5

Máxima defensa. Si 1 . ... h5; 2. 1:!. b5 y se gana de la forma que an­tes vimos.

2. .l:!, g8+

Es fácil comprobar que 2. n b4 es insuficiente.

2.

Si 2 .... ~h4; 3. ~b7, h5; 4. ~c6,

~ h3; 5. ~d5, h4; 6. ~e4, ~ h2; 7. ~f3, h3; 8. ~f2, ~ h1; 10 . .l:! g1+, ~h2; 11. n g3, etc.

3. .l:! h8! ~g5

4. ~b7 h5 5. ~c6 h4 6. ~d5 ~g4

~ 7. ~e4 ~g3 a: 8. ~e3 h3 @ 9. .l:! g8+ ~h2 ~ 10. ~12 y ganan.

~ Si la torre tiene que luchar contra o dos peones el resultado dependerá ~ de varios factores: situación de los 5 reyes; proximidad de los peones a la

0 línea de coronación y tipo de estruc­o tura (peones aislados o unidos). z J Dos peones pasados y unidos ga-~ nan -si no inteNienen los reyes- si lf) ambos han alcanzado la sexta línea.

256 •••• • ••• D ••• D ••• •••• . . . -~ ••• • • • B ••

Juegan blancas y ganan

Juegan negras y ganan

Conforme con el enunciado las blancas no tienen más que llevar los dos peones a la sexta línea para asegurarse el triunfo.

1. a6

También se gana con 1. b7, ,a b1; 2. a6, y sigue igual que en la línea principal.

1. .l:! b1 2. a7

Y las blancas acaban coronando un peón. Si 2 . ... n a1; 3. b7, etc.

Jugando las negras ei resultado es totalmente distinto.

1. .l:!. b1!

Y ganan, ya que a cualquier jugada de rey sigue 2 .... n b5, con la captura inexorable de los dos peones.

Para el caso de torre contra tres peones, la regla general dice:

"Sin la colaboración de los reyes, tres peones unidos ganan contra la torre si se encuentran todos en la quinta línea o más avanzados".

257

Como quiera que los tres peones han alcanzado la quinta línea, el tur­no de juego no altera el resultado.

192 CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE A.JEDRE:Z

Page 189: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

257

Juegan negras. Ganan blancas

1. 1:l h5 2. a6 I~. xc5

3. a7 .llC1+ 4. ~d2 ñ a1 5. b6 y ganan.

Rey, torre y peón contra rey y torre

La regla general que indica R. Fine, y que probablemente esté ba­sada en la que dictara J. Berger a principios de este siglo, dice: "Si el rey negro (bando débil) puede alcan­zar la casilla de coronación la partida es tablas; en caso contrario, ganan las blancas".

El escaso espacio disponible nos impide presentar los ejemplos sufi­cientes para que el lector adquiera los conocimientos que este tipo de finales merece. No obstante, quiero señalar que la regla anterior cuenta con numerosas excepciones . De cara a un conocimiento más profun­do de estos finales, me permito re­comendar los trabajos de R. Fine,

FINALES DE TORRES

Smyslov o la excelente obra del Dr. Rey Ardid.

Posición de Lucena

Juegan blancas y ganan

Aunque algunos investigadores modernos están en desacuerdo, el estudio de este final se atribuye al aragonés Lucena, quien en el siglo XV llegó a establecer la siguiente re­gla: "Las blancas ganan en todas las posiciones similares, excepto cuan­do se trate del peón de torre".

Es evidente que para ganar las blancas deben sacar su rey del lugar que ocupa, para lo cual, aunque pa­rezca lo más lógico, no sirve 1. ñ g1+, ~h7; 2. ~f7, I~. f2+; 3. ~e6, ñ e2+; 4. ~ ~d6, ñ d2+, y el rey se ve obligado a ~ regresar a su lugar de origen, para evi- w tar el jaque contínuo o la pérdida del ~ peón. Por tanto, hay que impedir la ~ maniobra defensiva, jugando: o

1. ñ g1+ ~h7 ~ 2. ñ g4 ñ d1 6 3. ~f7 l:!. f1+ o 4. ~e6 .l':! e1+ o z 5. ~f6 ll: f1+ J

6. ~es :r:t e1+ ~ 7. :r:t e4! y ganan. (J)

CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE A..JEDREZ 193

Page 190: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

FINALES DE TOARES

Formas idóneas de de"fensa

Cuando el rey negro (bando débil) se encuentra frente al peón, ocupan­do la casilla de coronación , y se puede impedir que el rey contrario alcance la sexta línea antes que su peón, el resultado es tablas.

259 ••• ••

• • • a x• • • • . . -~· • .8. • • • • • •••• • • • • Juegan blancas: Tablas

Este ejemplo cumple con todos los requisitos que se han expuesto. Una continuación normal puede ser:

1. eS .Jj b6 2. e6 n b1!

Clave para la defensa. Cuando el N peón llegue a sexta la torre tiene que ~ actuar por detrás. @ 3. \i;>f6 ~ 4. \i;> eS w o o (j) [

5. \i;> dS 6. \i;>c4 7. .)j g6 8. \i;> dS

.Jj f1t n e1+ .Jj d1t n e1 \i;>e7 .Jj d1t J

o Y las tablas son inevitables. o

o Si se trata de peones de torre o s caballo, la defensa es aún más sen­~ cilla, pues la torre puede defender IJ) eficazmente desde la primera línea.

260 • • ••• .M. • • • • • • • • • D~ •••• •••• •••• • • •.x• Juegan blancas: tablas

1. \i;>g6 .)j f8!

Si 1 .... \t> f8?; 2. n b8t, \i;> e7; 3. \t> g7, n g1; 4. g6, n g2; s. \t> h7, \t> f6; 6. n fB+, \t> e 7; 7. g7, n h2+; B . \i;> g8, y se gana, al tratarse de la po­sición de Lucena .

2. \t>h6 n a8!

La torre debe permanecer vigilante en su primera fila. Si 2 .... n f1?; 3. n b8t, \i;> f7; 4. g6+, y estaríamos, prácticamente, en la variante anterior.

3. g6 n c8 4. .)j g7+ \i;> h8

Las blancas no pueden prosperar, en vista de que el avance del peón a "g7", sería contestado con un jaque de torre. Tampoco sirve de nada la maniobra:

5. 6. 7 .

.l:í: b7

.Jj b6 n a6

\i;>g8 .)j f8

Si 7. g7, n f6t!, ahogado.

7. .Jj b8 8. g7 n c8

Y se hace inútil cualquier intento de progreso.

La defensa con la torre en la pri­mera línea no es suficiente si se tra­ta de uno de los peones centrales.

1 94 CC>L E CCION FC>AMACIC>N DE AJEDREZ

Page 191: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

261

Juegan negras. Ganan blancas

Como la torre negra no puede abandonar su primera línea, supon­gamos que juega:

1. l:!. g8 2. l:!. f7

Con la amenaza 3. a. a7

2. \i;> b8 3. l:!. b7t

Pero no 3. c?t?, ~c8, tablas.

3. ~a8

4. a. a7+ \i;>b8 5. c7 + y ganan.

Si el rey se ve obligado a abandonar la columna por la que avanza el peón, encuentra su mejor ubicación defensiva en el denominado "flanco estrecho".

El siguiente ejemplo ilustra el tema.

262

• •• •• •• •• •• -~-Flanco ancho

Flanco estrecho

Juegan blancas: tablas

F INALES DE TORRES

1. \i;>g6

El mejor intento. Si 1. \i;>f6, a. b6t, entrando en una cómoda defensa que ya conocemos.

1. 1:!. f11!

Unica defensa. Pierde 1 . .. . a. b6+ ?; 2. f6, etc.

2. \i;>f6

Si 2. ñ a8+, we7, y no se progresa.

2. \i;>g8!

El rey se sitúa en el "flanco estre­cho", facilitando las posteriores manio­bras de su torre desde el ala contraria. Si 2 .... \i;> e8; 3. a. aB+, \i;> d?; 4. l:!. f8 , l:!. h1; 5. \i;>g?, l:!. g1t; 6. \i;>f?, l:!. f1; 7. f6, l:!. h1 ; 8. l:!. a8, l:!. f1;9. l:!. a2yganan.

3. n as+ wh7 4. l:!. f8 ñ a1 5. a. es l:!. f1! 6. a. e5 wg8 7. we7 \i;>g7

El peón de torre presenta unas características especiales; en algu­nos casos la defensa resulta eficaz aunque el rey del bando débil esté distanciado del peón.

Veamos dos ejemplos significativos:

263

Juegan blancas y ganan

~ a: o w ~ w o o (/) a: J o o o z J (9 w

Las negras pierden porque su rey w

COLECCION FORIVIACION DE AJEDREZ 195

Page 192: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

FINALES DE TORRES

está demasiado alejado. Como luego veremos, con el rey negro una co­lumna más próximo al peón, el juego sería tablas.

1. 1:l a1 <;t>d2 2. 1:l a8 <;t>e6 3. l:l g8 <;t>f2 4. <;t>g7 la g2+ 5. <;t>g8 M f2t 6. <;t>e8 M a2! 7. la g6+ <;t> f5 8. M f6+ y ganan.

Tampoco es defensa adecuada 2 .... <;t> e7, pues, en tal caso, el rey negro escaparía a los jaques vía g6-f5.

264 ••• = . •.• -~ •••• •••• • • • • •••• • • •x• • • a • Juegan blancas: tablas

N El plan para intentar ganar tiene ·w [ que ser el mismo que el anterior. o w 1. Ma1 <;t>e7 ~ 2. :a: a8 <;t> f7!

~ Ahora sería un tremendo error 2. O ... <;t> f6?, pues 3. l:l f8+, nos traslada­~ ría al ejemplo anterior. J o 3. 1:l g8 1:l a2! o 4. .l:!, g7+ o z J CJ w ({)

No hay mejor alternativa.

4. <;t>f8 5. .l:!, g1 Mf2

Y el rey blanco no puede salir de su encierro.

Algunas consideraciones sobre los finales de torres

En un estudio estadístico realiza­do por el Dr. Rey Ardid, se recogían , entre otros, los siguientes datos: de todos los finales que se dan en par­tidas de torneo, el 20% son de to­rres. Es lógico que así sea debido a la mayor facilidad de las piezas me­nores para ser cambiadas durante la primera fase de la partida y al medio juego.

Los finales de torres tienen algo tan especial que se estableció casi como verdad -aunque sea una exa­geración- el dicho "los finales de torres nunca están ganados". Y es cierto que basta una ligerísima varia­ción en la posición para que se alte­re el resultado. Por ejemplo:

265

Juegan blancas y ganan

Juegan negras: tablas

Efectivamente. Las blancas ganan con facilidad.

1. <;t>c4 Md8

Si 1 .... .l:!, c7+; 2. <;t> b5, .l:!. d7; 3. <;t> c5 , .l:!. c7 +; 4. <;t> d6, es ganador para las blancas.

-¡ 96 CC>LECCIC>N FC>RIV!ACIC>N DE AJEDREZ

Page 193: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

2. d5 Y el peón irá subiendo con el

apoyo del rey, mientras que las ne­gras están condenadas a la pasivi­dad. Pero si son mano las negras, el empate llega con:

1. ~ d8!

Y al quedar anulada la maniobra ...

2. wc4

... por la serie de jaques

2. ~C8+

s. wb5 ~ ds

4. wc5 ~C8+

5. wb6 nds No queda más que aceptar las

tablas. Algo parecido sucede en este

caso:

266

1. wc4 ~ C8+

2. wb5 ~ ba+ 3. WC5 ~ C8+

4. wb6 ~ ds

5. ~ e4! y ganan.

Si 5 .... w f6; 6. w c7, ~ d5; 7. w c6, ~ d8; 8. d5, etc. Obsérvese que no sirve 1 ... . ~ e8, por 2. ~xe8,

wxe8; 3. w c5, y se consigue una posición ganadora, según vimos en el capítulo de peones.

266

FINALES DE TORRES

• • •• • • ••• •••• •••• . ~~ .. -~--• .\t>. • •••• • • a • Juegan blancas y ganan

Juegan negras: tablas

Si juegan primero las negras lo­gran hacer tablas, merced a que el cambio de torres que proponen deri­va en un final de peones donde el bando fuerte no puede imponer su ventaja de material. Por ejemplo:

1. ~ e8!

2. ~xe8

De otro modo el rey negro acude a cerrar el camino al peón.

2. wxe8 3. wc4 ó we4

¿Qué hay que jugar ahora?

3. wds! Ganando la oposición. El juego es

tablas. Si 4. wd5, wd7!; y si 4. w c5, ~

wc7, etc. ~ w ~ w o o (f) [ J o o o z J Cl w (f)

CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE A.JEDREZ "1 97

Page 194: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

35 R.E"V" "V" I:>~IIVI~ C::C>NTR.~

R.E"V" "V" PEÓN

N w

E n lucha tan des­igual, el bando débil (Rey y peón)

puede aspirar al empate sólo si su peón ha alcanzado la séptima línea, y no en todos los casos.

Regla General.- Cuando el peón se encuentra en la séptima línea apoyado por el rey, el resultado es tablas, siempre que ocupe alguna de las columnas a-c-f ó h, y el rey del bando fuerte esté suficientemente alejado.

267 -~· . .

-~· . . •••• • • • • •••• •••• • B AB • •••• Juegan blancas: ganan

~ Para impedir la coronación caben w dos alternativas: dar jaque o "clavar" ~ el peón. Por ejemplo: w o 1. ~f5+ o (/) [ J o o o z J 0 w (/)

También es suficiente 1. wc2

1. wg2 2. ~g4+ wt2 3. 11$f4+ wg2 4. ~e3 wf1 5. ~f3+ we1

Forzado para no perder el peón.

Ahora el rey blanco irá acercándose al peón.

6. wc6 wd2 7. ~f2

Se inicia de nuevo la maniobra que obliga al rey negro a situarse delante de su peón.

1. wd1

Única. Si la dama llega a ocupar la casilla de coronación el juego queda decidido en todos los casos.

8. 11$d4+ wc2 9. ~e3 wd1 10. ~d3+ we1 11. wd5 El método para ganar no precisa

de más comentarios .

11. ~f2

12. ~d2 wt1 13. ~f4+ ~g2

14. ~e3 ~f1

15. ~f3+ ~e1

16. we4 wd2 17. ~d3+ we1 18. wt3 wt1 19. ~xe2+ y ganan.

Sólo en casos excepcionales el peón situado en una de las colum­nas desfavorables (b-d-e ó g) alcan­za para entablar.

268

Está claro que en este caso la dama carece de la jugada propicia para impedir la inmediata coronación del peón, como consecuencia de la desfavorable ubicación del rey blanco. Por tanto, las tablas son inevitables.

'1 98 CC>LECCIC>N FC>FUVIA.CIC>N DE AJEDREZ

Page 195: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

268

Juegan blancas: tablas

El procedimiento para ganar que hemos visto anteriormente es insufi­ciente si el peón se encuentra en al­guna de las columnas que se citan en la regla general.

269 -~· . .

-~· . . •••• •••• • • • • •••• • • ••• •••• Juegan blancas: tablas

1. ~g4+ <;t> h1 2. ~h3t <;t>g1 3. ~g3t

Parece que el negro está obligado a defender su peón con 3 .... <;t> f1, lo que permitiría la maniobra de acer­camiento del rey blanco, pero .. .

3. <;t> h1!

Resulta que si se captura el peón se produce una posición de ahoga­do. Sólo queda, pues, seguir dando

REY Y DAIVIA CONTRA REY Y F'EC>N

jaques o "clavar" el peón, y en am­bos casos el rey se sitúa en h 1 asegurándo el empate.

Idéntica estratagema defensiva es útil si el peón está en la columna de torre.

270 -~· . .

-~· . . •••• • • • • • • • • •••• •••• •••• Juegan blancas: tablas

1. ~g4+ <;t>h1! 2. ~f3t

El rey blanco no puede acercarse sin dejar ahogado al contrario .

2. <;t>g1 3. ~g3+ <;t>h1!

Todo intento es vano; el juego es tablas.

271 •••• •••• •••• = ••• •••• •••• .i B B B i!1 ••• • • Juegan blancas: ganan

N w [ o w ~ w o o (}) [ J o o o z J CJ w

En la posición que ahora tratamos oo

CC>LECCIC>N FC>RIVIACIC>N DE AJEDREZ "1 99

Page 196: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [ o w ~ w o o fJ) [ J o o o z J o w fJ)

REY Y DA.IVIA. CONTRA. REY Y PEON

el rey del bando fuerte se encuentra más próximo al peón que en los ca­sos anteriores. Esta suerte permite alcanzar la victoria sin importar que el peón consiga transformarse en dama.

1. ~a4!

Al mismo resultado se llega con 1. ~b4.

1. a1=~+

2. ~b3! y ganan.

Las negras no pueden hacer fren­te a todas las amenazas que tienen planteadas.

Si en este último diagrama situa­mos al rey blanco en e4, ganarían eigualmente con 1. ~d3!, como es fácil de comprobar.

Situado el peón en una de las co­lumnas e ó f, y estando el rey blanco (en este caso) cercano al peón, ocu­rre igual que en el ejemplo anterior. Conviene, no obstante, conocer el final para no caer en alguno de los "trucos" tácticos que pueden pre­sentarse.

272 •••• •••• •••• •••• ~- . . . •••• ·,t·¡v· • ••• • • Si son mano las blancas ganan así:

1. ~a3!

Pero nó 1. ~b3? , c1 =lb+! , y sería tablas.

1. c1=~+

2. ~b3

Y para dar una vía de escape a su rey (ante la amenaza 3. ~a2 mate) las negras tienen que jugar la dama, permitiendo en tal caso 3. ~b2

mate. Si el turno de juego es de las ne­

gras, una continuación -ni mejor ni peor que otras- puede ser:

1. ~a1

Si 1 . ... c1=~; 2. ~ b3 gana de la manera que ya conocemos. En cuanto a 1 ... . ~b2; 2. ~d2, ~b1; 3. ~b3 , etc.

2. ~e1+!

¡Cuidado! Si 2. ~xc2? el rey que­da ahogado. Y si 2. <i> b3?, c1 =lb+!.

2. ~a2

Lo más resistente. 2 .... <i> b2; 3. ~d2, lleva a una variante ya anali­zada.

3. ~d2!

El terreno está lleno de trampas. Otras tablas por ahogado se produ­cen después de 3. ~c1? .

3. <i> b2 O bien 3 .... <i> a1; 4. ~c1+, etc.

4. ~b4! ~b1

5. ~b3 y ganan.

Prestando atención a los temas de ahogado y de jaque doble, el final no presenta mayores problemas téc­nicos.

200 COLECC I O N FORIVIA.C I O N DE AJEDREZ

Page 197: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

36 SC>LLJc::;IC>NES

"1. At:aque sobre u1'2" y u1'7" (sin enrocar)

N° 1 Dueball - Burnet (Alemania, 1970)

1. ttJ xf7!, <;t> xf7; 2. ~f6+, <;t>g8; 3. n a3!, f4 (si 3 .. .. t¿jxa3; 4.~g6+,

<;t> f8; 5. _ixa3+ y ganan) 4. _ixf4, ttJxa3; 5. n e3, _ie8; 6. n g3+ Aban­dona.

N° 2 Kaila - Kivi (Suomi, 1949)

1. _ixf7+!, <;t> xf7; 2. ~b3+, <;t> g6; 3. ttJxeS+, <;t> h5; 4. ttJe2!, ~ea; 5. ~f3+, _ig4; 6. ~xg4+!!, QJxg4; 7. ttJg3+, <;t>h4; a. QJf3 mate.

N° 3 Petrosian - Korchnoi (Curacao 1962)

1. _ixf7+, <;t>xf7; 2. ~b3+, <;t> e8 (si 2 .... <;t> g7 ; 3. QJ e6+, <;t> h6; 4. n f3 con ataque imparable) 3. QJd5, _id6; 4. QJe6, b5; 5. QJd-c7+, <;t>e7; 6. QJ d4! (Amenaza ganar la dama) 6 .... <;t> f8 (Si 6 .. . ~xc7 ; 7. n xc7, _ixc7; 8. ~e6+ <;t> f8; 9. ~c6, n a?; 1 O. ttJ e6+ y ganan) 7. QJ xa8 Abandona. Después de 7 ... ~xa8;

8. ~e6!, _i e7; 9. QJc6 y ganan.

N° 4 Gajdarov - Kivlan (URSS 1978)

1 . ... n xf2+!; 2. <;t> xf2, ~e3+;

3. <;t>f1, J,a6!; 4._ixa6 (La alternativa es 4. n h3, n f8+; 5. n f3 , ,txd3+ y

ganan) 4 ... n f8+; s.~f3, n xt3+; 6.gxf3, ~xf3+ 7. <;t>g1, _ie3+; 8. <;t> h2, _i f2; 9. g g1, ~f4+ Abandona.

1.,txf7+!, <;t>xf7; 2.QJ e6!!, ~ea (Si 2 ... <;t>xe6; 3.~d5+ y mate a la siguien­te) 3. QJxc7, ~d8 (Con 3 ... ~f8, la con­tinuación sería similar) 4.~d5+ <;t>f8; 5. QJe6+, <;t>e8; 6. ttJxg7+ (Está claro que también se gana con 6. et:Jxd8, pero la continuación de la partida conduce al mate) 6 ... <;t>f8; 7.QJe6+, <;t>f7; 8:tWh5+, <;t>xe6; 9. ~f5 mate.

N° 6 Geller - Bertok (URSS - YUG. 1961)

1. ,ixf7!, g5 (Si 1 ... <;t> xf7 ; 2. ~c4+, <;t> f8; 3. ,t e7+, seguido de ~g8+ y ganan) 2. ~c4! QJf6 (Si 2 ... gxh4: 3. _ixg6, etc} 3. _i f2, 'i!Vc6; 4. _i g6, ~d7; 5.a5!, _i a7; 6. axb6, ,ixb6; 7. _ixc5+, ,txc5; 8. ~xc5+,

<;t>g8; 9. ~xe5 y las negras aban­donaron ante su manifiesta inferiori­dad de material.

2. El rey sin

N UJ [ o UJ

~ enrocar (Aprovechamiento) w o

N° 7 Olafsson - Quinteros (Las Palmas 197 4)

1. n xd7!, <;t> xd7; 2. _i xc6+!, <;t> xc6; 3. 't\Ya4+, Abandona. Si 3 ... <;t> d5; 4. n d1+, ,t d4; 5. n xd4+, <;t>c5; 6. ,td6+, <;t> b6; 7. n b4 mate.

o Q) [ J o o o z J G UJ ({)

CC> L ECC I C> N FC>AMA.CIC> N DE AJEDREZ 201

Page 198: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

SOLUCIONES

N° 8 Girsch - Mann (Canadá, 1963)

1. ~a4+!! y las negras abandona­ron. O pierden la dama o reciben mate.

N° 9 Littlewood - Andrews (lnglat. 1963)

1. i,xf7+!, ~xf7; 2. ~d5+, ~e8 (Si 2 ... ~xf6; 3. i,g5 mate) 3.17+, ~e7; 4. g e1+, t¿j e5 (O bien 4 .. . ~f6 ; 5. ~e6 mate) 5. i,g5 mate.

N° 1 O De la Villa - lzeta (Campeonato de España

Individual 1986)

1. i,d8!! (La dama negra no pue­de abandonar la defensa de "f7) 1...~xd8 (Si 1 ... g6; 2. i,xc7, gxh5; 3. i,xb6 y gana una pieza) 2. tZJxf7+, ~c8; 3. t¿jxh8, g6; 4. ~g4, ~d7; 5. ~14!, i,g7; 6. t2:\ f7, i,xd4; 7. tt:\d6+, ~d8; 8. tZJxb7+ Abandona.

3. At:aques sobre el enroque

N w N° 11 Fischer-Reshevsky ~ (New York 1959) UJ

~ 1. i,x17 +!, ~x17 (A la captura 1. ~ ... n xf7, se responde igual que en la o partida). 2. tLJe6! y las blancas gana­~ ron la dama, imponiéndose más tar-6 de, tras una dura resistencia de las

0 negras. Si se hubiese tomado el ca­o bailo con el rey 2 .... ~xe6, se pro­S duciría un rápido desenlace, des­~ pués de 3.~d5+, ~f5; 4.g4+! , ~xg4; (f) 5. g g1+, etc.

N° 12 Holzhausen - Tarrasch (Frankfurt 1912)

1. i,x17+! (Se repite el tema combinativo del primer ejemplo) 1. ... ~x17; 2. t¿je6! Abandona.

Se pierde la dama, pues si 2 . .. . ~xe6; 3. ~d5+ , ~f6; 4. ~f5 mate.

N° 13 Dizdar - Kovacevic (Sarajevo, 1988)

1 . .,txf7+!, ~xf7; 2. ~b3+, ~f6;

3. ~f3! (El jaque a la descubierta no tiene parada) 3 .... ft e6; 4. t2:\ d6+, ~e7; 5. t2:J h-f5+ Abandona. Si 5. .. . ~f6 , para defender la torre, segui­ría 6. n xe6+, ~xe6; 7. ft e1 +, ~f6 ; 8. t2:J e7+! y ganan.

N° 14 Bronstein - Boleslavsky (URSS, 1950)

1. t2:J d7 (No es tan claro 1. t¿jxf7, n xf7; 2. ~b3, tZJd4; 3 . .,txf7+, ~f8!)

1 .... g e8 (Si 1 . ... ~xd7 ; 2 . .,txf7+ , etc) 2. i,xf7+!, ~xf7; 3. ~d5+, <;t>g6; 4. g4 y no hay defensa contra las amenazas de mate en "f5" y "h5".

N° 15 O'Kelly - Defosse (Schilde, 1937)

1 .... ~xf2+!!; 2. ~x12, t¿j g4+; 3. ~13 (Si 3. ~g1, .,te3 mate) 3 .... e4+!; 4. <;t>xe4, tbd-16+; 5. ~13, t¿j e5+; 6. ~12, tb1-g4+; 7. ~g1, i,e3 mate.

N° 16 Chandler - Henley (Indonesia, 1982)

1. i,xf7+!! y las negras abandona­ron . Se llega a un final de peones fá­cilmente ganado para las blancas: 1. ... g xf7; 2. ~xf7+, ~xf7; 3. g b8+, ~f8 ; 4. ft xf8+, etc.

:20:2 C OLECC I O N F O RIVIAC ION DE AJEDREZ

Page 199: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

4a . .:.:Ata q ues sobre e l e n roque" uh7" y uh2"

N° 17 Kaiszauri- Sznapik (Polonia, 1970)

1. ttJ g6+!, fxg6 (Si 1 . ... ~g8; 2. ~xh7+} 2. ~xh7t!, ~xh7; 3. l:l h3t Abandona.

N° 18 Zukertort - Anderssen (Berlín, 1865)

1. _txh7t!, ~xh7; 2. l:l h3t, ~g8;

3. tWh5, f5. (En caso de 3 .... f6, se gana con la maniobra 4. tWg6!, ~d7;

5. l:l h7, seguido de ~h5} 4. l:l d1! (Jugada intermedia necesaria para la feliz culminación del ataque. Si 4. ~g6 , _t a6!, y la jugada 5. 1:1 h7 se responde con 5 .... tWf6!} 4 .... _t d7; 5. tWh7+, ~f7; 6. l:l g3, _t c3; (No hay líneas más resistentes) 7. ~g6+!, ~g8; a. n xc3, f4; 9. l:l h3, n e7; 10. ~h7t, ~f7; 11. tWh5t, ~g8; 12. _txe7, tWxe7; 13. ~h8+,

Abandona.

N° 19 Lee-Ribeiro (Olimpiada, 1970)

1 .... n xe5! (Sacrificio que hace posible la siguiente jugada de ata­que} 2.dxe5, ttJ f3t!; 3. ~h1 (Si 3. gxf3 , tWg5+; 4. ~ h1, ~h4 , etc} 3. ... ~h4; 4.h3, _txh3; 5. g3, ~h5 y las blancas abandonaron.

N° 20 Hort - Radulov (Aibena, 1974)

1. _txh7t!, ~xh7 (No es obliga­do aceptar el sacrificio, pero si 1.

SOLUCIONES

... ~h8, seguiría 2. _i d3, g6; 3. h4, ~g7; 4. h5, con ventaja decisiva) 2. ttJg5+, ~g6; 3. 'iJh3, ttJdxe5; 4. ~h7 + y las negras abandonaron. El mate se produce después de 4 . .. . ~f6; 5. éiJ C­e4+, dxe4; 6. ttJxe4 mate.

N° 21 Taimanov - Sasin (URSS, 1978)

1. _txh7 +, ~xh7; 2. %Vh5+, ~g8; 3. _txg7 (El doble sacrificio de alfi­les, que es tema de estudio en otro capítulo). 3 .... ~xg7 (La alternativa es 3 .... f5; 4. ~h8t, ~f7 ; 5. g6+!, ~xg6; 6. tWh6t, ~f7; 7. ~e6+! ,

~xg7; 8. 1:1 g1 + y ganan) 4. tWh6+, ~g8; 5. g6, ttJ f6; 6. l:l g1! ~d5; 7. g7!, Abandona.

N° 22 Tal - N.N. (Berlín, 19 7 4)

1. _txh7t!, ~xh7; 2. l:l h3+, ~g8;

3. ttJf5!! (Si 3. tWh5, f6!, con ventaja para las negras. Ahora, ante la ame­naza 4. ~h5 , es forzado ... } 3. .. . ~g5; 4. tWh5!!, Abandona. (Si 4. .. . tWxh5; 5. ttJ e7t , ~h7; 6. n xh5 mate. Y, si 4 .... f6; 5. ttJ e7 mate.

4b . .:.:A taques sobre e l enroque" .:.:g2" y ug7"

N° 23 Botvinnik - Keres (La Haya, 1948)

~ [ o w ~ w o o ({) [ J o o

1. l:l xg7t!, ~xg7 (Si 1 .. . ~h8; 2. o z ttJ h5. O bien 1 .. . ~f8; 2. l:l xh7!) 2. J

ttJh5+, ~96 (Otras retiradas del rey ~ tampoco so-n eficaces. Si 2 ... ~h8; w

COL ECCION FORMA.C ION D E A...JEDREZ: :203

Page 200: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

SOLUCIONES

3. i,g5. Y si 2 .. . <;!;>f8; 3. tt:Jxf6, tt:Jxf6; 4. ~xf6, <;!;> e8; 5. i,b5+, .ll d7; 6. i, g5, etc) 3. ~e3!, Abandona. No hay defensa contra las amenazas de mate en "g5" o "h6" .

N° 24 Bronstein - Gligoric

1. f!, xg7+!! y las negras abando­naron. Si 1 ... i,xg7; 2. n c8+, <;!;> f?; 3. ~h5+, <;!;> e?; 4. ~e8+, <;!;> d6; 5. ~d8

mate.

N° 25 Rain - Klysh (Correspondencia 1962)

1. k,l, xg7 +!, <;!;>xg7; 2. n g1 +, <;!;>h8; 3. ~xe8+!, Abandona. Sigue 4. tt:Jxf? mate.

N° 26 Kengis - Vitolins (Riga, 1975)

1 .... i,xg2, Abandona. Si 2. h4, ~g3!, y, si 2 . .n xg2, ~xe3+!! (La cla­ve) 3. n xe3, .l:l. d1 +, conduce al mate.

N° 27 Vladimirov- Legkij (URSS, 1976)

N 1 . ... tt:Jxg2!; 2. <;!;>xg2 (Si 2. t¿jxb?, ~ ~g5!; 3. tt:J d6, tt:Jxe3! y ganan) 2 .... o ~h4!; 3. f4, n xe3; 4. tt:Jf1, i,xf4; 5. ~ ~f2; i,xf3+; 6. <;!;>g1, ~g5+, Aban­w dona. Si 7. tt:J g3, .l:l. d3; para 8. o ... i,e3+, que es decisivo. o ({) [ J o o o z J 0 UJ ({)

N° 28 Bobotsov - Penrose (P. Mallorca, 1969)

1. i,xg7!, <;!;>xg7; 2 . .l:l. d5, ~b4; 3. .l:l. g5+, <;!;> f8; 4. ~f6!, ~c3; 5. ~xd6+, .l:l. e7; 6. ~h6+. Abandona. Sigue 6 . ... <;!;> e8; 7 . .l:l. g8+, etc.

5. Ataques sobre el enroque (Peones en uh3" O uh6"}

N° 29 Vinogradov-Fedin (URSS, 1973)

1. ~xh6+!, gxh6; 2. !!, xh6+, <;!;>g7; 3 . .l:l. h7+, <;!;> f8; 4 . .l:l. h8t, <;!;> g7; 5 . .l:l. Q8+ y las negras abandonaron ante 5 .... <;!;>h6; 6. g5 mate.

N° 30 Richter-Moritz (Alemania, 1931)

1. i,xh6!, gxh6; 2. ~g3+! (La idea es aprovechar la desfavorable posi­ción de la dama negra en "e?". La continuación 2. ~xh6, se hubiese contestado con 2 .... tt:J e4) 2 .... tt:Jg4 (Forzado. Si 2 . ... <;!;> h8; 3. tt:Jxf? +y 4. ~xc?) 3. ~xg4+, <;!;> h8; 4. ~f4 y las negras se rindieron. No puede defen­derse el peón de "h6", pues si 4 . ... <;!;> g?; 5. ~g3+ y cae la dama negra.

N° 31 Gligoric-Littlewood (Hastings 1964/65)

1. QJxh6+!, gxh6; 2. ~g4+ (Pero no 2. i,xh6?, !!. f?; 3. !!. e3, i,f8 y las blancas no tienen suficiente com­pensación por el sacrificio) 2 .... <;!;> h8; 3. ~h5!, i.d6; 4. i_b6!, ~g7

(Si 4 .... ~xb6; 5. ~xh6+, <;!;> g8; 6. ~g6+ , <;!;> h8; 7. !!. f3 y ganan) 5. i,xa5, con ventaja decisiva.

N° 32 Schonefeld-Murasko (Corresp. 1977)

1 .... i,xh3; 2. gxh3, J:a g3+!; 3. fxg3, ~xg3+; 4. ~g2, ~xe3+; 5.

204 COLECCION F ORrvtACION DE AJEDREZ:

Page 201: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~h2, :g g6!; 6. ~xg6 (Si 6. 'l;li' f1, 'l;li'g3+; 7. ~h1, :g h6, etc.) 6 .... hxg6 y las negras quedaron con ventaja decisiva.

N° 33 Gross-Ziotnik (Moscú, 1978)

1. :&t xh6+!, gxh6 (Si 1 .... ~g8, si­gue igual que en la partida) 2. t2:l f6!, Abandona. No hay defensa contra la amenaza de mate en "h7".

N° 34 Furman-Holmov (URSS, 1963)

1. :g xh6+!, gxh6; 2. ~f5+, ~g8;

3. 'l;li'g4+, ~f8; 4. ~g7+, ~ e7; 5. 'l;li'e5+, ~f8; (Si 5 .... ~d8; 6. ~b8+, ~e?; 7 . .tc5+, etc) 6 . .teS+ y ganan.

6. Ataques sobre el enroque (Casillas débiles}

N° 35 Voronova-Fatalibekova (Moscú, 1977)

1 . .txh7+, ~xh7; 2. ~h5+, ~g8;

3. exf6, t2Jf5; 4. ~g5+ y las negras abandonaron. Si 4 .... ~h7; 5. :&! f3 y no hay defensa.

N° 36 Voinov-Tataev (Moscú, 1960)

1. ~xh7+!!, ~xh7; 2. :&t h3, :&t h5 (Si 2 ... ~g6?; 3. :g h6 mate). 3. :&t xh5+, ~g6; 4. :&t h6+, ~g5; 5. h4+, ~g4; 6. t¿j e3 mate. Aprecia­mos en este remate como se repite la idea temática vista en la partida Torán-O'Kelly (Ataques contra el enroque. Casillas débiles)

SOLUCIONES

N° 37 Csanadi-Pogats (Hungría, 1963)

1 .... ~xh2+!!; 2. 'l;li'xh2, ,ixh2; 3. ~xh2, :&t xd1 y las blancas abando­naron.

N° 38 Henneberger-Bernstein (Zurich, 1934)

1 . .tg7+!, :&t xg7; 2. :&t e8+, :&t g8; 3. ~g4!!, Abandona. Excelente com­binación donde intervienen varios te­mas: debilidad del enroque, aprove­chamiento táctico de la octava línea y la "clavada".

N° 39 Mackenzie-Mason (París, 1878)

1. ~h6+!!, ~xh6; 2. t2:l h-f5+, .txf5; 3. t2J xf5+, ~h5 (Ahora es mate con 4. :g h3+, \tl g4; 5. :&! g3+ , \tl h5; 6 . .te2 mate. O bien 4 .... t2J h4; 5. :&txh4+, ~g6; 6. :&! h6 mate). En la partida se jugó ... 4. g4+, ~xg4; 5. :&t g3+, ~ h5; 6 . .te2 mate.

N° 40 Kuzmin-Groszpeter (Kusadasi, 1990)

~ [ o UJ

1. ,teS! (Desviando al defensor de ~ UJ

"f6") 1 .... ~xe5 (Si 1 .... ~d8; 2. o t2J f5!, :&t g8; 3. ,te?!) 2. t2Jh5, Aban- o dona. Se amenaza 3. 'l;li'xf6+ seguido ~ de mate. Si 2 . ... ~e?; 3. t2Jxf6. Si 2. 6 ... :g g8; 3. ~xf6+. Y, si 2 .... n d6; o 3. t¿j xf6, n xf6; 4. ~xf6+, ~ g8; 5. o z :g f3 y ganan, pues a 5 .... :g c8; si- J

gue 6. ~xf7+, ~h8; 7. ~f6+, ~gB; @

B. n g3 mate. w

COLECCJON FORIV1ACJON DE A.JEDREZ .205

Page 202: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

N w [

SOLUCIONES

"1 Oa. Ataques contra el enroque (aprovechamiento de las debilidades creadas por los avances 11 Q3 11 y ng611)

N° 41 Eganian-Tateboisan (URSS, 1964)

1. ~f6!!, exf6 (Unica, ante las amenazas. 2. ~g7+ y 2. 4Jxe7+) 2. lL\Xf6+, \t> h8; 3. lL\Xd7, 1:J. f-e8; 4. 4Jxb8, Abandona.

N° 42 Bedernik-Kargin (URSS, 1982)

1. ~xf5!!, gxf5 (Si 1 .... exf5; 2. 4J f6+, seguido de 3. 1:l. e8 mate) 2. 1:!.93+, j_g7; 3. 1:l. xg7+, <;t> f8 (Si 3 . ... <;t> h8; 4. ttJ f6 decide) 4. 1:l. xh7+, r;t>e8 (También lleva al mate 4 ... rt; e?; 5. .tg5+, <;t> f8; 6. 1:l. h8+, <;t> g7; 7. J.f6+, <;t>g6; 8. h5 mate) 5. 1:1. h8+, cJ;e7; 6. i,f8+, cJ; d8; 7. i,d6 mate.

N° 43 Gurevich-Kuzovkin (Corresp. 1978)

@ 1. 1:l. b1-b4!! (Una jugada que sólo ~ se entiende si se conoce el "espíritu" w del tema combinativo) 1 . ... axb4; 2. o ~h6+!!, <;t>xh6; 3. i,f8+, <;t> h5; 4 . .,te2 ~ mate. Ahora se ve el motivo de la pri­§ mera jugada, que evita que la dama o negra pueda tapar el jaque en "g4". o o z J ~ w (j)

N° 44 Hübner-Timman (Bugojno, 1978)

1 . ... i, xg2!!; 2. 4J xd8 (Si 2.

<;t> xg2, ~h3+; 3. <;t>h1, ttJ f3 ganando) 2 .... ~e4!! (Amenaza 4Jh3 mate) 3. h3 (Si 3. ~xg5, i. h3; 4. f3, 'i'e2, etc). 3 .... 4Jf3+! y las blancas aban­donaron, ante 4. <;t>xg2, ttJxd4+ que ganaría la dama.

N° 45 Opocensky-Aiekhine París (1925)

1 . ... I!. e8!; 2. ~d1 (Unica) 2 ... . ~xf3+! y las blancas abandonaron en vista de que reciben mate a la si­guiente jugada.

N° 46 Hellings-N.N. Berlín (1924}

1. n xc5, ~xc5; 2 . .tb5!, ~f8

(Unica defensa razonable, dado que la torre no puede ir a "d8" porque sería capturada, y si juega a "f8", permitiría 3. i,f6, con mate imparable) 3. i,xe8, 'i'xe8; 4. i,f6, ~f8; 5. ~xf8+, <;t> xf8; 6. I!. d1! y las negras abandonaron. Para im­pedir el mate es necesario perder una pieza.

"1 Ob. Ataques contra el enroque a través de la columna de torre

N° 47 Alekhine-Mindeno (Holanda, 1933)

Para culminar con éxito el ataque es preciso impedir que el rey pueda escapar por "f7". No decide 1. g6, ~xg6; 2. 'i'C4+, d5!. Con la misma

206 CC>LECCIC>N F C>R MACIC>N DE AJEDREZ

Page 203: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

idea Alekhine jugó de manera que no fuera posible el tapón en "d5". 1. ttJ e5!!, dxe5 {Si 1 .... ~xe5; 2. g6, etc) 2. g6!, ~xg6; 3. ~c4+ y al tener que cubrir con una pieza el cuadro "f7", sigue ll h8 mate.

N° 48 Van der Wiei-Sax (Camp. Europa 83)

1 . .!l h8+!!, y las negras abando­naron. El ataque no tiene parada, pues a 1 .... r;t> xh8, sigue 2. ~xf7+,

.!l g1; 3. ,!l h1+, ttJ h7; 4. ~h5 , etc.

N° 49 Magrin-Sawij (Suecia, 1968)

1. ~h6+!, i,xh6; 2 . .txh6+, r;t> h7; 3 . .t f8 mate.

N° 50 Siegfried-Hinefeld (Posnan, 1941)

1. ~f6+!!, _txf6; 2. ,!l h7+, r;t> g8; 3. exf6 y las negras quedaron sin defensa contra la amenaza de doblar las torres o el mate inmediato ll g? + y ll h 1 mate. Por ejemplo: si 3 .... ll d8; 4. ll d-h 1 o bien 3 .... ~d5; 4. Jl g7+, r;t> h8; 5. ll h1+, ~h5; 6. n xh5+, gxh5; 7. ttJxf7 y ganan.

N° 51 Ahues-N.N. (Berlín, 1934)

1. ll h7 +!, r;t>g8 (Si 1 .... r;t>xh7; 2. ~h5+, r;t> g7; 3. ~h6+, r;t> g8; 4. ttJxg6! y ganan) 2. ~g4, ~xd4; 3. ttJxg6!!, ~xg4; 4. ttJe7 mate.

N° 52 Aulicky-Formanek (Corresp. 1954)

1. i,f6!! y las negras abandonaron

SC> LUCIC>N ES

ante la doble amenaza 2. ~h7 mate y 2. i,xe5.

21. El peón pasado

N° 53 Medina-Thal (Palma de Mallorca, 1966)

1 .... ~xf3+; 2. r;t>xf3, ttJ e3!! y ganan.

N° 54 Spassky-Larsen (Palma de Mallorca, 1969)

1.. .. ~c8+, r;t>h7; 2. ~xe6! y ga­nan. Si 2 .... fxe6; 3. f7, etc.

N° 55 Fleischmann-N .N. (Mamberg, 1930)

1 . .!l f8+, ]l xf8; 2. ~h8+, r;t>xh8; 3. exf8=~ mate.

N° 56 Botvinnik-Capablanca (Torneo de AVRO, 1938)

1. _i a3!!, ~xa3; 2. ttJ h5+ (si 2. e7? , r;t> f7!) 2 .... gxh5; 3. ~g5+,

r;t> f8; 4. 't;'fxf6+ (el peón pasado es decisivo, a pesar de la pieza de me­nos) 4 .... r;t> g8; 5. e7 (sigue ahora ~ una serie de jaques, pero el rey ~ blanco encuentra un refugio seguro) w

~ 5 .... ~c1+; 6. r;t> f2, ~c2+; 7. <;~J g3, UJ

~d3+; 8. <;~J h4, ~e4+, 9. <;~J xh5, o ~e2+; 10. <;~J h4, ~e4+; 11. g4, o 't;'fe1+; 12. <;~J h5 y las negras aban- ~ donaron. J o

N° 57 Larsen-Spassky (Belgrado, 1970)

1 .... ll h1!!; 2. ,!l xh1 (si 2.

o o z J (j UJ O)

CC>LECCIC>N FC>RMACIC>N DE AJEDREZ 207

Page 204: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez

~ a: o w ~ w o o ({) a: J o o o z J (? w ({)

SOLUCIONES

~f1, J:I xg1 +; 3. ~xg1, 'I:/U h4, ga­nando} 2 .... g2; 3. 1:t f1 (también se pierde con 3. 1:! g1, 'I:/U h4+; 4. ~ d1, 'I:!U h1; 5. ~c3 , ~xg1+; 6. ~c2 , ~f2; 7. gxf5, ~xe2; 8. lb a3, ,t b4!, etc) 3 .... ~h4+; 4. ~ d1,

gxf1=~+ y las blancas abandona­ron. A 5. ,t xf1 , seguiría 5. .. . ,txg4+ y ganan.

N° 58 Tarjan-Ljubojevic (Dresde, 1969}

1 . ... e2!; 2. lbxe7+, ~xe7!; 3. 1J, xd8+ (no sirve 3. ~xe7, por 3. ... .lJ, xd1} 3 .... ~xd8; 4. e7 (si 4. 1J, e1, se gana con 4 .... n xg2} 4 .... ,txg2+; 5. ~h2, exf1=li:l+!; 6. ~g1, 'I:/Ud4+; 7. ~. ,td5+; 8. ~f1, ~d1+, Abandonan .

208 CC>LECCIC>N FC>AI'v1ACIC>N DE AJEDREZ

Page 205: Roman Toran - Segundo Curso de Ajedrez