Roald Amundsen: "Me dirijo al Sur"

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ROALD AMUNDSEN

"ME DIRIJO AL SUR""Nos hallamos en el siglo XX y ante un mundo que ya no tiene se-

cretos, en el que no quedan tierras por descubrir ni mares por surcar [...] Las cataratas Victoria, que un europeo contempló por primera

vez hace medio siglo, producen ahora energía eléctrica. Incluso el baluarte de la naturaleza virgen, las selvas del Amazonas, ha sido

explorado ya. El muro que aislaba el último país inviolado, el Tibet, ha sido derrumbado también. Pero en los albores de nuestro siglo existen dos lugares que esconden con rubor sus misterios ante la

mirada inquisitiva del hombre; la Tierra conservó intactos esos dos puntos inaccesibles llamados Polo Norte y Polo Sur".

Stefan Zweig "Momentos estelares de la humanidad".

POR CÉSAR LLAGUNO

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Supongamos por un momento que el mundo ha de interpretarse en opuestos antagónicos... es decir, blanco y negro, malo y bueno, arriba y abajo, izquierda y derecha, Amundsen y Scott... Una vez bajo este su-puesto, querido lector, puede seguir leyendo, pues es obvio que ya debe haber tomado partido en la (mal llamada) carrera por el polo Sur. Es más, si no ha tomado partido, debe hacerlo antes de continuar o dejarlo aquí. ¿Ya?... empiezo pues.Si Nansen lanzó definitivamente la exploración polar a la era moderna, Amundsen nos legó algo mucho más valioso, la mayor de las enseñan-zas en cuanto a viajes imposibles se refiere: nos enseñó que explorar los límites de tierras desconocidas no debe significar nunca explorar los límites de la resistencia humana, esto carece de sentido. Es la mayor lección del más grande explorador de todos los tiempos y, de esta lec-ción, emanan todos sus éxitos y sus fracasos; y su insultante capacidad de organización y previsión. "La victoria espera a aquel que tiene todo en orden; la gente lo llama suerte. La derrota es segura para quien no toma las precauciones a tiempo; a eso la gente lo llama mala suerte", dijo Amundsen ilustrando su filosofía de acción.Es difícil comprender la obstinada fidelidad de muchos seguidores "ro-mánticos" que han lanzado a la fama, con su absurda admiración por las

tragedias reales, a otro tipo de exploradores cuya obsesión por la "mi-sión" les hizo perder el respeto por la propia vida y por la de los demás. Para muchos partidarios de estos exploradores mártires no importan los testimonios directos de su puño y letra, nada de lo que nos han dejado escrito se interpreta con sentido crítico y todos los errores se justifican con tal de mostrar una muerte heróica y útil.A quienes insistan en no estar de acuerdo con lo expuesto y fuercen su inteligencia para defender lo heróico de la muerte de Scott, por ejemplo, les propongo un sencillo juego de decisión: háganse mentalmente la siguiente pregunta. ¿A quién elegiría yo para ir con él al polo Sur? ¿A Amundsen o a Scott? ¿Subiría al Fram o al Terra Nova? Si los "román-ticos" contestaran aún que embarcarían con Scott, entonces me callaría. Pero deben saber que no explorarán tierras desconocidas, explorarán los límites de la naturaleza humana (de SU naturaleza humana) y de su obediencia ciega a un lider suicida. Nunca justifiquen a quienes violen esta máxima de quien suscribe: "Sobrevive hoy y podrás luchar mañana". O como bien dijo a su esposa el famoso explorador británico Shackleton, quien siempre antepuso la vida de sus hombres a la misión: "Esposa mía, he pensado que preferirías un burro vivo a un león muerto".


Polo Sur. Relato de la expedición noruega a la Antártica del Fram, 1910-1912AUTOR: ROALD

AMUNDSEN

Nunca existió «la carrera por el polo Sur»... Amundsen, llegó, vio y venció... Pero su hazaña en el Polo fue ensombrecida por un enfermizo sensacionalismo que glorificó y encumbró a un perdedor incompetente: el capitan Scott, cuya expedición, víctima de una incontable sucesión de decisiones erróneas, acabaría inútilmente con su vida y con la de sus cuatro compañeros. Sin duda, la prensa ganó antaño la carrera del morbo pero, hoy día, la historia reconoce el suicidio de Scott y el impecable estilo de Amundsen, cuya planificación evaluó y previó hasta el más mínimo detalle... Considerado insensible y calculador por su «cómoda victoria» frente al hielo, el lector descubrirá en esta amena narración, no exenta de cierto sentido del humor, que esta imagen no podría estar más lejos de la realidad: Amundsen era un enamorado de las tierras polares, y todos sabemos que los

enamorados no son insensibles ni calculadores. Como también sabemos que no todo el mundo comprende a los enamorados.

Diario del Polo Sur. El último viaje del capitán Scott, 1910-1912AUTOR: ROBERT FALCON SCOTT

Prototipo de heroísmo, nobleza y perseverancia para unos, modelo de ambición, ineptitud e incompetencia para otros, el capitán de la marina Real Británica, Robert Falcon Scott, sigue siendo motivo

de admiración a causa de las circunstancias que rodearon su muerte y la de sus cuatro compañeros.

Este diario, sin duda, arroja algo de luz sobre este tema y, una lectura atenta e imparcial de sus notas, resuelve definitivamente el debate abierto hace cien años sobre los errores humanos y de organización de esta expedición.Completando esta lectura con la de Polo Sur, de Roald Amundsen, no sería de extrañar que hasta los más obstinados partidarios o

detractores de ambos, cambiaran sus opiniones.

Al Polo Norte en aviónAUTOR: ROALD AMUNDSEN

Amundsen y su equipo trataron de llegar al Polo Norte en avión en 1925; no lo consiguieron y estuvieron atrapados en el hielo cuatro semanas. Esta expedición fue el sexto intento de Roald Amundsen para llegar al Polo Norte. ¿Podría decirse que constituyó un fracaso tras sobrevivir más de cuatro semanas atrapados en el hielo? El lector podrá juzgarlo, pero

nuestra opinión es que una expedición en la que todos vuelven a casa no puede considerarse fracasada. Amundsen fue

un hábil superviviente y sus aportaciones al conocimiento de las regiones polares han perdurado hasta nuestros días. Otros fueron considerados héroes dejando su vida en el hielo, sin embargo; Amundsen ilustra aquella vieja máxima que dice: «Sobrevive

hoy y podrás luchar mañana» y así, en su siguiente expedición en dirigible, Roald Amundsen venció a los polos.

Sobre el Polo Norte en Dirigible

AUTOR: ROALD AMUNDSEN

Pese al éxito de esta expedición aérea y a la buena forma de Amundsen, podemos decir que este viaje fue el principio del fin de la vida del explorador noruego. El dirigible Norge, diseñado por Nobile en Italia, provocaría los celos de éste hasta el punto de poner en tela de juicio los méritos de Amundsen con intención de atraérselos hacia sí. Un año después, Nobile construiría el dirigible Italia para emular la hazaña del explorador noruego. La expedición acabó en tragedia y Amundsen, olvidando la enemistad iniciada por Nobile, no se lo pensó dos veces para emprender la búsqueda de los náufragos polares. El hidroavión en el que partió al rescate desapareció en algún lugar del Mar de Barents un día de 1928.

BIBLIOGRAFÍA

Palabra de exploradorNo hay mejor manera de conocer a los grandes exploradores que leer el relato de sus expediciones con sus propias palabras, algo que se antoja sencillo gracias a la labor de la editorial Interfolio (www.interfolio.es), cuya colección “Leer y Viajar Clásico” narra los testimonios reales de viajes excepcionales. Os presentamos una selección que os ayudará a comprender la fi gura de Amundsen y la época dorada de la exploración polar.

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POLOS OPUESTOS Por Ángel Sanz (Editor de Interfolio)


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