Rizoma 12 | Abril-Junio 2009

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    Rizoma 12[ REVISTA DE CULTURA URbANA ]

    ril - junio009SN EN TRMITE

    Patrimonio industrial

    Rescate de un pasado,herencia del futuroLista deL Patrimonio mundiaL de La unesCo

    H c:L al H F my

    el p l l l l pl

    apc cc l c l alH n. 3 F my

    El patrimonio industrial, una herencia entre cultura y desarrollo Marketing de ciudades: patrimonio industrial y cultural Distrito minErrEal DEl montE y Pachuca, hiDalgo, El turismo cultural, una alternativa viable para el patrimonio industrial El Patrimonio inDustrla arquitEctura Para la ProDuccin, La ruta de la plata del Sur: una estrategia para el desarrollo regional a partir del patrimonio induInventario patrimonial de bienes muebles e inmuebles de Parque Fundidora El Patrimonio cultural como DEtonaDor DEl DEsarrrEgional, antEcEDEntEs, comPromisos y rEtos, el pln mnj p l pj g y l ngu nln nutequila Actividades del Consejo de Participacin Ciudadana para el Desarrollo Urbano y la Obra Pblica de Nuevo Len noticias DE la aP

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    RizomaDIRECTORIO

    REVISTA TRIMESTRAL DE LA AGENCIA PARA LA PLANEACIN DEL DESARROLLO URBANO DE NUEVOLeN - AbRIL - jUNIO 2009

    directorARQ. jUAN IGNACIO bARRAGN VILLARREALPresidente Eecutivo de la APDUNL

    coordiNador editoriaLARQ. LISETTE CRDOVA RObLESDirectora de Gestin y omento Urano de la APDUNL

    coordiNaciN tcNicaLIC. ELIPE E. VILA RIVERA

    coNseJerosING. HUMbERTO LEAL GARCAPresidente del Conseo de Participacin Ciudadanay la Ora Plica del Estado de Nuevo Len

    ARQ. jUAN MANUEL CASAS GARCACatedrtico de la acultad de Arquitectura de la UANL

    ARQ. RENA PORSEN OVERGAARDCatedrtica del Departamento de Arquitecturadel ITESM

    DR. HERNN VILLARREAL RODRGUEZDirector Eecutivo del Conseo Estatal de Transportey Vialidad de Nuevo Len

    ARQ. RObERTO CHAPA GARZAMiemro de la Academia Nacional de ArquitecturaCaptulo Monterrey

    ediciNAleandra Marroqun Escamilla

    diseoLINEACUATRO

    Ao 3 - Nm. 12 - 2009. 3,000 ejemplares. Certifcado de Licitud de Ttulo entrmite; Certifcado de Licitud de Contenido en trmite; Certifcado de Derechosde Autor en trmite. Esta es una publicacin de la Agencia para la Planeacindel Desarrollo Urbano de Nuevo Len, ubicada en Washington 648 Ote., Centro,64000 Monterrey, N.L., Mxico. Tel. +52(81)2020-6736. Impresa en Monterrey,Nuevo Len.

    El contenido de los artculos y sus otograas son responsabilidad exclusivade los autores y Rizoma no acepta necesariamente como suyas las ideas deartculos frmados. Todos los derechos estn reservados. Queda prohibida la re-produccin parcial o total del material publicado sin consentimiento por escritode los editores. La inormacin contenida ha sido obtenida de uentes que seconsideran fdedignas.

    Consltela en lnea en:http://www.nl.gob.mx

    CENTRO DE INVESTIGACIONES INTERDIS-CIPLINARIAS EN CIENCIAS Y HUMANIDA-DES, UNAMel pmn nul, un hn nulu y llPor: Dr. Sergio Niccolai

    Marketing de ciudades: patrimonio indus-l y ululPor: Lic. Miguel ngel lvarez Areces

    DISTRITO MINERO DE REAL DEL MONTE YPACHUCA, HIDALGOel um ulul, un ln blp l pmn nulPor: Lic. Belem Oviedo Gmez

    EL PATRIMONIO INDUSTRIAL Y LA ARQUI-TECTURA PARA LA PRODUCCINL u l pl l su:un g p l ll gnl p l pmn nul

    Por: Arq. Nstor Salinas Rodrguez

    el pmn nuln l l l pmn munlPor: Arq. Alejandro Alcaraz Torres

    LISTA DEL PATRIMONIO MUNDIAL DE LAUNESCOH un nu:Los Altos Hornos de Fundidora MonterreyPor: Lic. Francisco Vidargas

    inn pmnl bn mubl

    nmubl Pqu FunPor: Lic. Alberto Casillas Hernndez

    ap n l unl al Hn N. 3 FunMonterreyPor: Arq. Elisa Rubalcava Cobo

    EL PATRIMONIO CULTURAL COMO DE-TONADOR DEL DESARROLLO REGIONAL,ANTECEDENTES, COMPROMISOS Y RETOSel pln mnj p l pj gy l ngu nln nul qulPor: Mtro. Ignacio Gmez Arriola

    a l cnj PpnCiudadana para el Desarrollo Urbano y laObra Pblica de Nuevo LenPor: Rizoma Staff

    NOTICIAS DE LA APDUNL

    NDICE

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    Imgenes contraportada: (1) javier Camacho Martnez, (2) Darius Strasunska, (3) Portal del Goierno del Estado de Nuevo Len, (4) Aleandro Hernndez.

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    Eii

    Gracias a un trabajo armnico entre ciudadana y autoridades, nuestro estado ha

    transformado en los ltimos aos su vocacin urbana para consolidarse como un

    atractivo destino para numerosos visitantes, quienes reconocen en sus diversos recin-

    tos el atractivo de su patrimonio histrico restaurado, as como la modernidad de su

    nueva imaGen urbana.

    Hasta hace algunos aos, poca gente podra imaginar queNuevo Len pudiera ser considerado un atractivo turstico,y que sitios o monumentos de su entorno pudieran gurarentre las obras protegidas a nivel nacional e internacional.Si bien nadie negaba lo atractivo de sus paisajes natura-les, la trayectoria industrial de la entidad haca pensar quela ciudad se caracterizaba por su sencillez arquitectnicay su limitada historia.

    Hoy en da esto ha cambiando de manera rotunda. Cadada Nuevo Len recibe a miles de visitantes, que asistentanto a reuniones de trabajo como a actividades recreati-vas, haciendo de la ciudad de Monterrey un destino parael turismo de negocios, de convenciones, de servicios m-

    dicos, de espectculos e incluso de recreacin amiliar.Ciertamente este cambio ha tenido undamento en ac-ciones ciudadanas y gubernamentales que han creado

    atractivos concretos para la ciudad, como el Parque Fun-didora, el Paseo Santa Luca, los parques recreativos ami-liares, el Parque Lineal, la Arena Monterrey y Cintermex,entre muchos otros. Pero tambin ha habido un cambiode actitud undamental hacia el valor histrico de lasconstrucciones y sitios que orman el patrimonio histriconuevoleons.

    Actualmente nuestros conciudadanos descubren quesu ciudad s cuenta con valores monumentales signicati-vos. Los monumentos histricos del Siglo XIX y del perodoporriano muestran una ciudad que buscaba embellecer-

    se; al tiempo que los cascos de los municipios, pese a susencillez, indican una orma de vida original, propia delseptentrin mexicano.

    Ms all, el rico patrimonio industrial de Monterreyempieza a ser valorado por su carcter monumental ysu aportacin histrica al desarrollo regional y nacional.Las antiguas bricas hoy desaectadas representan hitoshistricos que refejan una cultura emprendedora carac-terstica, al tiempo que orecen una aportacin estticaasociada a su uncin.

    Entre ellas destacan por su trascendencia y su monu-mentalidad los Altos Hornos de Fundidora Monterrey, queengalanan el Parque del mismo nombre, y que se encuen-tran en proceso de evaluacin para su posible nominacincomo Patrimonio de la Humanidad.

    Estos son los temas que exponemos en este nmero

    especial de RIZOMA consagrado al Patrimonio Industrial.Se trata de un tema de actualidad, puesto que ha sido slohace unos cuantos aos cuando la UNESCO ha empren-

    dido su promocin como obras sujetas a proteccin; aun-que debemos recordar que an las antiguas haciendas-de quien nadie contesta su valor patrimonial- ueron ensu momento lugares de trabajo.

    Reciba pues el lector este trabajo diverso, que combinalas propuestas tericas y los ejemplos concretos, comoun esuerzo por diundir y proundizar sobre este tema.

    a. j ig bg v

    Presidente Ejecutivo de la Agencia para la Planeacindel Desarrollo Urbano de Nuevo Len

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    Por: Dr. Sergio Niccolai

    El anlisis, interpretacin, preservacin y rehabilitacin delpatrimonio industrial (mejor dicho, patrimonio industrialhistrico o patrimonio cultural industrial) constituye unaactividad terica y prctica que se ocupa de la memoriade la experiencia industrial del pasado, para encontrarleun espacio adecuado, tanto en el nivel de los estudioscomo en el de las polticas sociales, econmicas y cultu-

    rales, con el objetivo de lograr el cuidado y el desarrollode las comunidades locales en el pleno respeto de losterritorios que las hospedan. Es ste un desao que no

    deberamos desatender y que puede enrentarse slo conla colaboracin de una pluralidad de perspectivas, sensibi-lidades y saberes provenientes de los dierentes sectoresde la sociedad civil, del gobierno, de las universidades yde las empresas.

    Para que eso sea posible es undamental comprenderadecuadamente las acetas, riquezas y ragilidades deesta memoria, parte de la cual puede considerarse he-rencia o patrimonio cultural. El patrimonio industrial no esalgo sencillo que pueda captarse con un simple golpe deojo, menos an es cil su reconocimiento y su valoriza-

    cin. Hay que tener conciencia de su enorme compleji-dad, de su intrincada multiormidad, de sus caractersticascontrastantes.

    La herencia del universo industrial incluye estructurasarquitectnicas, mquinas, dispositivos tcnicos y herra-

    mientas, inraestructuras para la energa, los transportesy las comunicaciones, una variada cantidad de productosintermedios y nales, as como de documentos escritos,orales y visuales. Pero no se limita a ellos (los ms visiblesy valorados), sino que al mismo tiempo abarca tambin unsinnmero de elementos residuales y ragmentarios comoson las materias primas, los desechos de la producciny otras ruinas del hacer. Adems, comprende una gran

    E ii ii,

    heeci ee c e

    CEntro dE InvEstIgaCIonEs IntErdIsCIplInarIas En CIEnCIasy HumanIdadEs, unam

    ocuparse del patrimonio industrial implica una compleja y atrevida actividad cultural

    que busca rescatar e interpretar los elementos materiales e inmateriales del pasado

    productivo, trasladando sus siGnificados ms profundos hacia un contexto orientado

    al desarrollo de las comunidades locales y al respeto del medio ambiente.

    Dr. Sergio Niccolai

    Doctor en Filosoa por la Universidadde Pisa (Italia).Doctor en Historia de las Amricaspor la Universidad de Gnova (Italia).Proesor-investigador en la Benem-rita Universidad Autnoma de Puebladonde imparti la materia de Historiade la Ciencia en la recin creadaMaestra en Historia de la Ciencia y laTecnologa.Investigador del Programa deInvestigacin Historia de la Ciencia yTecnologa del Centro de Investiga-ciones Interdisciplinarias en Cienciasy Humanidades de la Universidad Na-cional Autnoma de Mxico (UNAM).Desde 2006 se desempea como

    reerente de la UNAM para el Conve-nio de Colaboracin Acadmica, Cien-tca y Cultural entre el Departamentode Historia de la Universidad dePadua y el CEIICH de la UNAM.Desde 2007, en calidad de reerente,coordina la participacin de la UNAMen el Master Erasmus Mundus TPTI-Tcnicas, patrimonio, territorios de laindustria.Entre sus publicaciones, puedensealarse artculos en revistas espe-cializadas sobre la historia industrialmexicana de los Siglos XVIII y XIX, ascomo sobre los aspectos tericos ymetodolgicos relativos al patrimonioindustrial.

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    cantidad de habilidades, tcnicas, saberes, sensibilidadesy sociabilidades, as como el entramado de relaciones re-cprocas, que no son ciles de detectar e interpretar conrigor. Se trata de un conjunto que remite a escenarios cro-nolgicos y tipolgicos muy variados, y que encontramosdiseminado, con dierentes graduaciones de visibilidad,yuxtaposiciones y mestizajes, en un contexto territorial

    cuyo ecosistema ha sido moldeado discreta o radicalmen-te por las actividades productivas del pasado.

    Si por un lado deberamos acercarnos a la memoria de laindustria, con esta idea de un lugar en el que los compo-nentes (materiales e inmateriales, tangibles e intangibles)estn integrados el uno con el otro, conorman y compar-ten un territorio (como lo era en la experiencia real), porotro lado es necesario considerar, que lo que da unidada la experiencia industrial y a su memoria -inclusive a losaspectos ms sombros- es una maniestacin especca

    del trabajo humano que, tanto en sus concreciones mssimples como en las ms complejas, se caracteriza por sucapacidad de transormacin de la realidad, y maniestaun notable contenido de racionalidad instrumental, clcu-

    lo y proyectualidad (a menudo colectivos), capaz de maxi-mizar los saberes del momento, en especial el empleo deinstrumentos y mquinas (que a su vez son objetos detrabajo y conocimiento). En esta interpretacin generali-zante, la industria se percibe undamentalmente como unproyecto de produccin de cosas tiles, un hacer especialimpregnado de pensamiento. Y lo dicho antes resulta anms evidente si consideramos que tanto en el momen-to de la concepcin, experimentacin, organizacin de laproduccin industrial, o del diseo de un nuevo producto,como en los momentos ms alienantes del trabajo en se-rie, en mayor o menor medida, el pensamiento (explcito,

    implcito u objetivado) tiene su presencia.

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    Si este enoque del patrimonio industrial es correcto, po-

    demos empezar a comprender las caractersticas espe-ciales de esta herencia cultural, as como la reciprocidadentre los momentos cognitivos, conservativos y prospec-tivos, que vinculan el saber con el hacer, el interpretar conel innovar, el recuerdo con la utopa. Lo que se vislumbraes una oportunidad de pensar el patrimonio como taller

    artesanal complejo y potencialmente pluridireccional,conjugando memoria, proyecto y desarrollo, todo en nom-bre de la visin de una humanidad solidaria y pacienteconsigo mismo y el ambiente que la aloja.

    Armado eso, no altan cuestiones preocupantes. Quposibilidades tiene la idea de herencia industrial para seralgo que pueda apreciarse ms all de una moda coyun-tural ligada a una comprensible nostalgia por una pocaque se despide? Qu oportunidades tiene la visin queacompaa el patrimonio industrial para orientar las rutasde la actual odisea planetaria, en un momento marcadopor impresionantes ocasiones y una sensacin de incer-tidumbre global? Por qu el patrimonio de las experien-cias industriales del pasado debera interesar a las gene-

    raciones uturas, sobre todo en los pases emergentes, yser considerada una propuesta joven, til, valiosa?

    A mi parecer, no son pocas las potencialidades de unamemoria industrial que revela su signicado ms proun-do en el trabajo como habilidad abricante orientada porel pensamiento (es decir, inteligencia productiva), que

    descansa sobre sus mltiples y diversas maniestacioneshistricas y que articula sabiamente sus principales mo-dalidades (documento, monumento, recurso). Entre lasdierentes perspectivas, cabe sealar brevemente:1. En primer lugar, la re-proposicin como valor cultural

    central del hacer objetos tiles para satisacer nece-sidades de bienes bsicos y de calidad, que en el on-do representa una bsqueda colectiva de soluciones

    siempre novedosas con recursos limitados, un proyec-to de produccin/creacin mediante los instrumentosde la mano, del ojo y del pensamiento (vivos u objeti-vados).

    2. En segundo lugar, un patrimonio industrial bien enten-dido y bien valorado se conorma como un cmulo deexperiencias, inormaciones, mensajes en vista de unanueva alianza entre cultura y naturaleza, entre socie-dades siempre ms exigentes en sus consumos y un

    ecosistema rgil, entre un sistema productivo agresivoy recursos no renovables.

    3). legado del universo industrial permite sacar jugo delanlisis acucioso de la memoria e impulsar hacia la su-peracin de la disociacin entre patrimonio muerto y

    patrimonio vivo, con lo que se establece una oportuni-dad de colaboracin tensa y crtica con las empresasen la gestin del patrimonio (capital) activo respectode proyectos productivos con bajo impacto social yambiental, as como en la salvaguarda de los legadosindustriales histricos.

    4. En cuarto lugar, con base en el reconocimiento de lapluralidad de las rutas de la industrializacin, de lasdierentes sinergias que caracterizan las experienciasindustriales concretas, as como de la poliedricidad delos restos industriales en el escenario global, el patri-

    monio industrial se presenta como una oportunidad dedilogo entre realidades y cosmovisiones en las que las

    cosas se hacen o se ven de manera distinta, omentan-do un juego virtuoso equilibrante entre modalidadesproductivas locales de gran inters cultural y tcnico,y las cambiantes correlaciones entre oportunidades ycondiciones objetivas, entre soluciones locales y con-textos globales.

    5. Finalmente, la perspectiva que quizs deba observar-

    se y cultivarse con mayor cuidado, y sea el hecho deque en el plano de los mtodos del conocimiento, dela investigacin de los signicados y de la bsqueda desoluciones, un patrimonio como el industrial (caracteri-

    zado por escenarios multiormes en el plano histrico ygeogrco, as como por oportunidades de valorizacinen mltiples dimensiones), estimula la constitucin deun modelo de colaboracin con un alto nivel de inte-gracin entre una pluralidad de saberes especializadosrecuentemente encontrados (como los humansticos ylos tcno-cientcos), as como entre stos y saberes osensibilidades ms pragmticos, induciendo un dilogoactivo entre almas y aptitudes dierentes, a menudodiscrepantes.

    El horizonte de este quehacer es, con los matices y dis-tinciones debidas, el de adoptar tambin para el universoindustrial (y de la tcnica a ste asociada) una poltica dela justa memoria (segn la sutil y calibrada propuesta dellsoo Paul Ricoeur), o sea, una perspectiva de presenciaactiva que modere los pesos del recuerdo y del olvido, en-

    trelazando el pasado y el uturo. En el caso del patrimonioindustrial, esto se traduce en una contribucin (armadacon uerza en el plano terico, practicada con humildad enel plano de las relaciones sociales) a un rescate de lo queen la experiencia de la produccin de objetos para el con-sumo, en la conormacin de los espacios productivos,en la explotacin de los recursos humanos y materiales,en el uso de la inteligencia organizadora y del diseo de

    mercancas, es huella de la destreza creadora, de ingenio,de capacidad de convivencia y de superacin de los de-saos (naturales, sociales y econmicos) trasladando este

    Central Hidroelctrica Tepexic,Puebla, Mxico.Foto: cortesa del autor.

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    RBANA ncleo de signicados, habilidades y concreciones del in-

    telecto a un espacio de coexistencia dierente del que co-nocemos. Es decir, amigable en el plano de las relacioneshumanas, ecosustentable respecto de las compatibilida-des ambientales, racional en el uso de los recursos (seanhumanos o naturales). Ah el pasado, un determinadopasado por supuesto, se conecta con el uturo, reacciona

    con y en l, haciendo que el recuerdo sea principio acti-vo, y que la memoria (hablada, material, visual) se asumacomo recurso.

    El mundo actual se caracteriza por procesos de globali-zacin econmica y cultural, selectivos, acerbos e impre-visibles, que hacen evidente la incertidumbre y el males-tar de los ciudadanos. Se trata de un mundo de contrastesagudos como nunca, en el que se multiplican las situacio-nes de laceracin y desarraigo, en un contexto de medios,conocimientos y oportunidades hasta hace unas dcadassoados slo por unos pocos visionarios. Un mundo enel que individuos y colectividades en especial, los que seocupan de culturas y patrimonios culturales deberan re-visitar y re-orientar su proyecto, anar dispositivos inter-

    pretativos fexibles y ecaces, de manera tal que puedanresistir adecuadamente a los embates de una realidadinexperta e incidir concretamente en ella.

    En este sentido, si lo dicho arriba es consistente y cohe-

    rente, quiz el que se vislumbra en la idea de memoria deluniverso industrial sea uno de aquellos proyectos tan es-perados, capaces de escuchar con paciencia la realidad,susurrar con ternura una palabra de aliento y marcar conprecisin e imaginacin unas pistas en vista de un paisajehumano y natural ms acogedor y menos humillado.

    Mina Ojuela en Mapim, Durango, Mxico.Foto: cortesa del autor.

    Fbrica textil Guadalupe, Durango, Mxico.Foto: cortesa del autor.

    Hacienda azucarera en Cuahuixtla, Morelos,Mxico.Foto: cortesa del autor.

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    Por: Lic. Miguel ngel lvarez Areces

    El desarrollo del marketing como ciencia, se ha produci-do paralelamente a la mejora del bienestar material enel mundo industrializado. A consecuencia del desarrollodel comercio en los aos setenta, emerge la dimensindel marketing social. Este concepto llega a los serviciosculturales, lantrpicos y cientcos, integrndose en elamplio sector cultural

    1y seala que las organizaciones

    culturales (museos, auditorios, bibliotecas o universida-des) producen bienes culturales, los cuales han dadocuenta de la necesidad de competir para el inters desus consumidores, buscando rmulas en la obtencinde medios econmicos, obviamente enrentndose a unproblema de marketing.

    El marketing en su aplicacin a la gestin de las ciuda-des tiene sus lmites y posibilidades. Se ha limitado poralgunos gestores y administradores pblicos a ser utili-zado simplemente como herramienta de comunicacinpara diundir la imagen entre los dierentes pblicos a losque se desea seducir o atraer. En otras ocasiones se uti-liza para una planicacin estratgica reducida a proyec-tar edicios o monumentos emblemticos, consideradoscasi un n en s mismo, sin participacin o asuncin socialde los mismos. Es un enoque que equipara estrictamente

    a la ciudad como producto.Las ciudades en su marketing requieren un diseo don-

    de la comunidad atienda a los distintos grupos de inter-locutores sociales o usuarios de la misma, los que la dis-rutan o padecen: sus visitantes, sus residentes, los quetrabajan en ella, las empresas o los mercados a los quese dirigen los productos exportados por ese lugar. Es lamaximizacin de la satisaccin mutua.

    La visin del patrimonio como oportunidad de negocioes una tendencia reciente y creciente que puede parecercontradictoria. El error en ocasiones viene derivado decreer que comercializar una ciudad es simplemente supromocin.

    El marketing del patrimonio cultural supone una posibi-lidad de invertir las tendencias declinantes en ciudades

    mkei e cie:ii ii c

    el patrimonio industrial histrico es un vestiGio de una etapa reciente de nuestra vida,

    nuestra historia, parte de la cultura industrial y es objeto de la memoria colectiva,

    expresin cultural material e inmaterial que condensa valores simblicos, artsticos,

    histricos, sociales y funcionales.

    y territorios, aquejados de imgenes distorsionadas. Lasbricas, la arquitectura e ingeniera con sus serviciosasociados, viviendas, instalaciones y conjuntos tcnicos,mineros e industriales, los tejidos urbanos y rurales, el pa-trimonio gastronmico, las tradiciones y etnograa, los o-cios y la historia local, la msica, el patrimonio intangible,convierten a los paisajes post-industriales en verdaderosterritorios museo. Lejos de ser cargas que penalicen la or-denacin del territorio

    2, conguran motores para el desa-

    rrollo econmico y proyectan una imagen original y die-rente, basada en su propia historia y memoria del trabajo.

    patrimonio y polticas culturales

    A nales de los aos ochenta y principios de los noven-ta, tuvieron lugar en Europa diversas actividades que tra-taban de trasladar y debatir las experiencias de ciudadesestadounidenses para la regeneracin urbana a partir deLas artes y la ciudad en proceso de cambio.

    La poltica cultural se ha convertido en un componen-te cada vez ms relevante en los planes de regeneracineconmica y urbanstica, no solamente en Europa, sino enciudades de Amrica y pases del rea del Pacco y Asia.

    Una tendencia, comn a la mayora de las economasindustriales avanzadas, es la disminucin de las horas de

    trabajo y el aumento de las horas de ocio y tiempo libre.

    Esta situacin llev a los ayuntamientos a aumentar elgasto en cultura y a crear una nueva administracin y or-ganismos polticos especializados para poder ampliar susdotaciones de servicios culturales y as atender a deman-das cada vez ms exigentes y dispares del pblico.

    El cosmopolitismo cultural comenz a considerarsecomo el elemento undamental en las estrategias de mar-keting e internacionalizacin de la ciudad, diseadaspara atraer el capital internacional y a un personal alta-mente cualicado, particularmente en el sector servicios yde alta tecnologa industrial.

    Lic. Miguel ngel lvarezAreces

    Economista por la Universidad deSantiago de Compostela, Espaa.Postgrado en Gestin del Urbanismoy Ordenacin del Territorio (Universidad de Oviedo y FUNDICOT).MBA en Direccin Internacional deEmpresas, Escuela Superior de Negocios -ESDEN -.Actualmente es Presidente del TICC

    en Espaa (Comit Internacionalpara la Salvaguarda del PatrimonioIndustrial).Presidente de INCUNA (Industria,Cultura, Naturaleza), Asociacin deDeensa, Estudio e Investigacin so-bre Arqueologa, Patrimonio IndustriCultural y Natural.Director de ABACO, revista de Cultuy Ciencias Sociales.Miembro de la Red Internacional deCitymarketing y Desarrollo Urbano.Actualmente codirige el Proyecto deCooperacin Cultural al DesarrolloLos caminos de la Plata en Espaa Amrica.Ha participado en diversos trabajos consultora sobre temas de econom

    regional, patrimonio industrial y natural, turismo y desarrollo en regionesde la Unin Europea y Amrica.Autor de libros, artculos y documentos cientcos-tcnicos relacionadosprincipalmente con economa, historia industrial, casustica del patrimo-nio industrial, desarrollo econmicomedio ambiente.Entre sus publicaciones recientesestn Arqueologa Industrial. Un pasado por venir, Patrimonio IndustrIberoamericano. Testimonios de lamemoria, el trabajo y la produccinTecnoturismo y Turismo Industrial y Paisajes del Trabajo en Asturias,entre otras.

    1 Kotler P., Marketing Management : analysis, planning and control, Nueva Jersey Englewood Clits, Prentice Hall 1967.

    2 Alvarez Areces, Miguel Angel, Patrimonio industrial y Poltica Cultural en el marketing de ciudades y territorios, pginas 45 a 78, en nmero monogrco de la revista baco , n 44-45 , Gijn 2005.

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    Los planes urbanos deben enatizar el consenso, laimportancia de los acuerdos entre el sector pblico y elprivado, el valor de los proyectos culturales singularesala hora de promover una imagen de ciudad y la contri-

    bucin de la cultura al desarrollo econmico. Prestigiososproyectos culturales actuaron como smbolo del renaci-miento de ciudades en declive como Glasgow, Sheeldo Bilbao, las cuales dependan de sectores econmicosobsoletos y luchaban por una mejora econmica. Tambinactuaron como smbolos de sosticacin en ciudades msricas como Frncort, ansiosas por consolidar sus ventajascompetitivas llenando el espacio existente entre su altostatus econmico y, con recuencia, su bajo nivel cultural.

    La poltica cultural se us como smbolo de modernidade innovacin en ciudades como Montpellier, Nimes, Gre-noble, Rennes, Hamburgo, Colonia, Barcelona y Bolonia,que deseaban desarrollar sectores de la economa talescomo la moda, el arte, el diseo industrial y la tecnolo-

    ga y cuyo xito dependa de las inversiones en cultura.Se usaron como smbolos de reconciliacin en ciudadescomo Berln y Derry, donde exista un grave conficto so-

    cial entre los ciudadanos y los inmigrantes o los dierentesgrupos polticos y tnicos. A nivel global Pars desarroll,bajo la presidencia de Mitterrand, prestigiosos proyectosculturales para armarse como capital cultural de Europa,entre los que se incluyeron las Grandes Chantiers, el Mu-seo Orsay, el Museo de la Ciencia y Tcnica de La Villete, lapirmide del Louvre y la pera de la Bastilla.

    Los recursos culturales, la calidad de la educacin, el me-dio ambiente y habitabilidad son cada vez ms importan-tes a la hora de competir con otras ciudades que poseenventajas similares. La necesidad de proteger y desarrollar

    la identidad propia, tanto local como regional, y la de lascomunidades de emigrantes, en desventaja econmica ysocial sigue siendo asignatura obligada.

    patrimonio industrial e imGenes urbanas

    Lleg la hora del patrimonio industrial, consideradocomo un nuevo bien cultural. Cmo es lgico las regionesy ciudades donde comienza este punto de infexin sonaquellas donde la crisis industrial haba aectado proun-damente y la desesperanza o el atalismo se haba insta-lado. Se trat en muchos casos de convertir la necesidad

    en virtud, cobrando inters creciente en polticos locales,movimientos ciudadanos, deensores del patrimonio y laarqueologa industrial, con nueva mirada de arquitectose ingenieros que ponen su objetivo en estas catedrales

    de la industria para sus intervenciones en el territorio ur-bano.

    El patrimonio industrial es un testigo de la memoria co-lectiva, una lectura de la realidad urbana en uncin de loque Kevin Lynch

    3llam la imaginabilidad, un estudio de

    categoras y reerentes por medio de las cuales ormamosnuestra percepcin, tenemos una imagen notable, uerte,consistente y duradera de esas ormas, sensaciones, co-lores, que estructuramos y se mantienen en el tiempo. Elmtodo de anlisis de Lynch se undamenta en cinco ac-tores que segn su criterio son esenciales en la imagende las ciudades: las sendas, los bordes, los barrios, losnodos y los mojones. Nuestra opinin es que se asimilaciertamente a lo que puede ser el patrimonio industrial en

    su implicacin con la memoria de ciudades y territorios.Los mojones, siguiendo la precitada terminologa, son ob-jetos sicos, perceptibles notoriamente: edicios, bricas

    e instalaciones de grandes dimensiones, contenedorescomplejos, simblicamente ligados a vivencias cotidianasde miles de personas.

    Una ciudad sin obras no tiene valor apreciable externae internamente para sus ciudadanos, y esos proyectosnecesitan de recursos econmicos, por tanto los planesurbanos se acomodan a lneas de nanciacin especiales.Tenemos abundantes ejemplos de estos asuntos, tal esel caso de Rem Koolhas en el masterplan elaborado paraponer en valor el patrimonio industrial del Emscher-Park,con su centro de recepcin en la mina Zollverein en la

    cuenca del Ruhr de Alemania4

    ; tambin el Ministerio deCultura espaol puso en marcha en el ao 2002 el PlanNacional de Patrimonio Industrial

    5, con cincuenta bienes

    seleccionados de distintas comunidades autnomas, -nanciando planes directores para restaurar y valorizar po-

    zos mineros, canales hidrulicos, bricas de municiones,bricas textiles, centrales hidroelctricas y otros elemen-tos industriales histricos, que sirven para polticas dedinamizacin territorial e impulso del turismo industrial ycultural. La puesta en valor ha encontrado un marco avo-rable en regiones europeas de antigua industrializacinque avalan la musealizacin de espacios industriales en

    3 Lynch, Kevin, La imagen de la ciudad (1 edicin MIT Massachussets 1960), Editorial Gustavo Gili, Barcelona 1998.4 Route IndustrieKultur. Das Ruhrgebiet. Kommunalverband Ruhrgebiet.Entdeckerpass 2004.

    5 VVAA. El Plan de Patrimonio Industrial, revista del Instituto del patrimonio Histrico Espaol, Bienes Culturales, nmero 7, Madrid 2007.

    Museo del Acero horno3, Monterrey, N.L.,

    Mxico.Foto: archivo.

    Centro Cultural internacional Niemeyer enase de construccin. rea industrial de laciudad de Avils, Asturias, Espaa.Foto: cortesa del autor.

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    Restos de la Fbrica de hierros de La Felguera (Asturias). Foto: cortesa del autor.

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    RBANA un sentido polivalente y multiactico. Las regiones es-

    paolas donde se desarrollan planes y actuaciones sonespecialmente Catalua, Castilla, Asturias y Pas Vasco,donde los paisajes del trabajo presentan huellas y trazasmerecedores de programas y acciones de conservacin yrevalorizacin como el turismo industrial y cultural.

    renovacin de las ciudadesy seas de identidad

    Se puede armar que no existe un modelo determinanteo dominante en materia de renovacin de ciudades quese vislumbre en esta primera dcada del Siglo XXI. Hayplanes de rehabilitacin integral, renovacin de inraes-tructuras bsicas, de accesibilidad, de atraccin de nue-vas inversiones, de seguridad ciudadana, de accin social

    y educativa, pero sobre todo de cambio de imagen, demarketing.

    En Espaa se pueden estudiar, entre otros, los casos deBarcelona, Bilbao, Gijn, Avils o Valencia, tambin sealaBorja

    6aquellos productos urbanos o gran arteacto ti-

    les para transormar entornos complejos, en esos casosel promotor, ya sea pblico o privado, contrata a un arqui-

    tecto de rma, que da sentido urbanstico e impone suimagen de marca y da publicidad y marketing a la inicia-tiva. Los proyectos de Santiago Calatrava, adornan y dantestimonio de su particular estilo por medio mundo, tanpolmicos como los de Venecia, Bilbao o el reciente en lazona cero de Nueva York. La generalizacin de los mis-mos se contrapone con el deseo de los polticos locales deacentuar la singularidad de sus ciudades. El monumento

    como edicio insignia denidor de un gran proyecto esel Museo Guggenheim, la obra de Frank Gehry, en Bilbao,sirve como cono, complemento a la transormacin dela zona industrial de Abandoibarra en esa ciudad. Otroespejo donde se ve esta circunstancia es la Villa Olmpi-ca, o el reciente proyecto de 22 @ en Barcelona. Otros

    casos, como los docklands, los viejos espacios portuariose industriales de Londres, operacin iniciada en pocade Margaret Thatcher, que intent ubicar ah una nuevaciudad, o bien Liverpool y Manchester son ilustrativos alrespecto.

    En Amrica Latina se ha revalorizado el urbanismo de es-pacio pblico, el caso de Monterrey puede ser un ejemploparadigmtico con La Fundidora, la renovacin y recu-peracin urbana del histrico emprendimiento siderrgicode Adolo Prieto y Alvarez de las Vallinas, convertido en

    equipamiento pblico poliactico con su imponente AltoHorno No.3, que se postula como patrimonio mundial yproyecta una imagen universal de ciudad, no hace muchotiempo Buenos Aires con la costanera y la rehabilitacin

    de Puerto Madero proyectada por Cesar Pelli gener ex-pectacin e inters internacional, como los grandes pro-yectos urbanos de Ro de Janeiro y Sao Paulo en Brasil, enMxico DF, los bulevares del Hipdromo o los nuevos usosde la plaza del Zcalo, en Valparaiso y Santiago de Chile;en Medelln (Colombia) con la educacin y la cultura comopoltica transormadora de ciudad, con museos, escuelas,nuevos parques y la centralidad para la plaza de La Alpu-jarra, de igual modo en la ciudad argentina de Rosario, consu experiencia de cogs (centros de participacin) el patri-monio de la industria posibilit la adaptacin y reciclaje deantiguos silos y estaciones de errocarril.

    El patrimonio industrial, cultural y natural es un todo inte-grado, que debe interpretarse y asumirse por los poblado-

    res y ciudadanos como algo propio, unos recursos viablesen nuevas y emergentes industrias creativas y culturalesque utilizan emblemticos contenedores industriales, cen-tros de negocios y bricas para vivir en ellas, son grandesoportunidades para establecer nuevas prioridades y crearciudad o metrpoli. Ejemplo de valores relacionales y deimpacto transormador de los espacios pblicos, interpre-tan para uturas generaciones lo que ha sido la orma devivir y de entender la vida de sus mayores. El marketing deciudades aparece como una herramienta imprescindibleen esta perspectiva de uturo para nuestro pasado.

    6 Borja, Jordi La ciudad como oerta y la innovacin urbanstica, en el marketing de ciudades como estrategia de desarrollo metropolitano, Universidad del Pas Vasco, Zarauz 2002.

    Museo Guggenheim, Bilbao, Espaa.Foto: cortesa del autor.

    Puerto Madero, Buenos Aires, Argentina.Foto: cortesa del autor.

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    Por: Lic. Belem Oviedo Gmez

    El paisaje minero regional est compuesto por viejas ha-

    ciendas de benecio en las que, mediante el proceso depatio o amalgamacin, se trataban los minerales de bajaley. San Buenaventura y Santa Mara Regla se encuentranentre los mejores ejemplos que de ellas podemos encon-trar en Mxico. Recin terminada la lucha por la indepen-dencia, un nuevo cambio sorprende a los habitantes deReal del Monte: la llegada de los ingleses y con ellos lamquina de vapor y la introduccin de la Revolucin In-dustrial. La arquitectura industrial cambia, e imperan lascasas de mquinas cornish. Al iniciar el Siglo XX las vie-

    jas haciendas de benecio se transorman: la introduccin

    E i c, eiibe e ii iiel distrito minero de real del monte - pachuca en el estado de hidalGo, es una de las

    pocas reGiones en el pas que conserva vestiGios arquitectnicos producto de ms de

    cuatro siGlos de explotacin ininterrumpida. la introduccin de tecnoloGa avanzada

    en cada poca de su historia, ha dado como fruto tambin, un patrimonio arquitectnico

    enriquecido con maquinaria, herramienta y archivos industriales.

    del proceso de cianuracin hace que la mayora de ellas

    sean abandonadas con su consecuente deterioro.En abril de 1987 se inician los trabajos en pro del patri-

    monio industrial con el rescate de los archivos histricosde la Compaa Minera de Real del Monte y Pachuca yde otras empresas mineras de la regin, as como en lamicrolmacin de documentos en archivos nacionalesy extranjeros que orecen hoy, una veta de 442 aos dehistoria en espera de continuar s iendo explotada, este tra-bajo dio origen al Archivo Histrico y Museo de Minera

    1,

    (AHMM), Asociacin Civil.

    Lic. Belem Oviedo Gmez

    Licenciada en historia por la Univer-sidad Michoacana de San Nicols deHidalgo, en Morelia, Michoacn.Actualmente es directora del ArchivHistrico y Museo de Minera, A.C.Presidenta de The InternationalCommittee or the Conservation othe Industrial Heritage Mxico (TICCMxico), e integrante del Consejo Directivo y de Administracin de TICCForma parte del Comit Cientco dla Revista Patrimoine de lindustrie,ressources, pratiques, cultures/Industrial Patrimony, resources, practices, cultures, publicacin de TICCIHy de ICOMOS.Directora del AHMM, A.C.Miembro del Consejo Directivo deThe International Committee or theConservation o the Industrial Heritage (TICCIH).Se ha dedicado al rescate, conser-vacin, diusin e investigacin delpatrimonio industrial en la reginminera de Pachuca y Real del MonteHidalgo.Logra la creacin de una A.C. para eArchivo Histrico y Museo de Mineren el estado de Hidalgo.Pertenece a varios organismos nacinales y extranjeros relacionados conel patrimonio histrico; entre ellosTICCIH, ICOM, ICOMOS e ICA.

    dIstrIto mInEro dE rEal dEl montE y paCHuCa, HIdalgo

    1 En la actualidad el AHMM, A.C. es miembro de varios organismos nacionales y extranjeros dedicados al estudio, proteccin y diusin del patrimonio: Asociacin Mexicana de Archivos yBibliotecas Privados, A.C. (AMABPAC), Comit Mexicano de Ciencias Histricas (CMCH) y TICCIH Mxico A.C. En el mbito internacional orma parte del Comit Internacional de Museos (ICOM),del Comit Internacional de Archivos (ICA) y del Comit Internacional para la Conservacin del Patrimonio Industrial (TICCIH).

    Mina La Dicultad, Real del Monte, HidalgoFoto: Marco Antonio Hernndez Badillo.

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    RBANA A este trabajo pionero se sum el rescate de maqui-

    naria, herramienta y equipo que dio origen al Museo deMinera, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo., inaugurado enjulio de 1993 y reinaugurado, tras su remodelacin y am-pliacin, en enero de 2003.

    Como parte de los servicios que esta institucin orecese inauguraron dos salas de exposiciones temporales en

    1994 con la nalidad de diundir y apoyar el conocimientode las artes visuales, desde entonces se ha podido apre-ciar la obra de artistas plsticos como Francisco Toledo,Nicols Moreno, Alredo Zalce, Francisco de Goya, OscarBchtold, Gilberto Aceves Navarro, Pedro Ascencio, Ma-ribel Avils, Jorge Prez Vega, entre otros y de los ot-graos: Sebastin Salgado, Pablo Ortz Monasterios, MarcoAntonio Hernndez, Pedro Valtierra, Marco Antonio Cruz,Philiphe Perrin y Nacho Lpez, por mencionar algunos.

    Con la donacin de obra por parte de varios artistas, seinici la ormacin de la Coleccin Obras de Arte de estainstitucin. Por otro lado debemos sealar que la asocia-cin cuenta con su propia lnea editorial, a la echa haproducido varias publicaciones, las ms recientes son el

    Catlogo del museo de sitio Mina de Acosta, as como ellibro de otograas Entre la Tierra y el Aire, una seleccinde imgenes sobre el distrito minero tomadas a lo largode 23 aos por Marco A. Hernndez Badillo.

    El AHMM, A.C., se ha planteado la necesidad de contarcon un Centro de Investigacin en Patrimonio Industrialque aborde de manera sistemtica y metdica, a travsde un estudio cientcamente realizado, la problemticadel rescate, conservacin y diusin del patrimonio indus-trial en esta regin minera. Consideramos que su estudioes el punto de encuentro de la historia de la industria, latecnologa, los obreros, los tcnicos y los empresarios. Atravs de la investigacin de las uentes materiales, comominas, maestranzas, haciendas de benecio, maquinaria y

    herramientas, enriquecido con los documentos escritos,

    los investigadores podrn penetrar a la historia econmi-ca, social, cultural y de las mentalidades.

    Sabemos que el carcter interdisciplinario del estudiodel patrimonio industrial servir de enlace entre dos cul-turas: la cientca y la humanstica, por ello hemos conta-do con el apoyo de proesionales de diversas disciplinascomo son: arquelogos, gelogos, ingenieros mineros,

    historiadores, archivistas, otgraos, diseadores, restau-radores, arquitectos, contadores y comuniclogos.

    En este momento uno de los objetivos primordiales deesta institucin es impulsar el Centro de Investigacin,con la nalidad de contribuir al enriquecimiento del co-nocimiento histrico, el reorzamiento de la identidadcultural, la reactivacin econmica de Real del Monte, alcrear nuevas alternativas de desarrollo compatibles consu propia historia (turismo cultural), as como apoyar laeducacin ormal en el estado de Hidalgo, ya que consi-deramos que la enorme riqueza del patrimonio industrialrepresenta una posibilidad an no explotada para la con-secucin de dichos nes.

    No obstante Real del Monte y Pachuca, municipios que

    crecieron gracias a la minera, el patrimonio industrialproducto de esta actividad no haba sido considerado porlo que toda esta tradicin minera, origen de identidad yriqueza cultural de sus habitantes, se estaba perdiendo

    debido al cierre de las minas y al abandono en que se en-cuentran sus uentes materiales producto de ms de 400aos de historia, con su consecuente deterioro.

    Por ello y continuando con la labor de rescate del pa-trimonio en 1996, esta asociacin obtuvo la donacin delEx-Hospital Minero, que tras su remodelacin entre 2002y 2004 se ha convertido en el centro cultural Nicols Za-vala, que incluye el Museo de Medicina Laboral, el Archi-vo de la Palabra, salas de exposiciones temporales, y unauditorio.

    Consideramos que una de las virtudes del rescate y

    reutilizacin del patrimonio industrial heredado por la

    actividad productiva, es que reuerza la identidad cultu-

    ral de los pueblos, revalora su historia y apoya su econo-

    ma, a travs del llamado turismo cultural.

    Antiguas Cajas de la Compaa Minerade San Raael y Anexas, actual sede delAHMM, A.C.Foto: cortesa del autor.

    Acervos Histricos.Foto: cortesa del autor.

    Interior del Museo de Minera, Galera delSiglo XX.Foto: cortesa del autor.

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    En 1998 recibi la donacin de la Mina de Acosta, trans-

    ormada hoy en da en un museo de sitio, abierto al p-blico a partir de julio de 2001. En 2008 recibi cerca de40,000 visitantes

    En abril de 2008 le es entregada en donacin la minaLa Dicultad, el smbolo minero ms importante de laregin; en ella se establecer un museo de sitio y el Cen-

    tro de Interpretacin del Distrito Minero de Real del Montey Pachuca.

    La apertura de los museos de minera, ha dado comoresultado una mayor demanda en la consulta de nuestrosacervos. La biblioteca y hemeroteca han sido consultadaspor ms de 4,000 estudiantes. Los archivos han servidode uente primaria de inormacin a ms de 300 inves-tigadores, muchos de los cuales han elaborado sus tesisde licenciatura, maestra y/o doctorado. Durante el 2008el nmero de visitantes a los museos de la asociacinrebas los 50,000, lo que consideramos un gran logro sitomamos en cuenta que prcticamente no invertimos enpublicidad.

    As mismo, basndonos en el conocimiento y experien-

    cia adquiridos por el equipo de trabajo del AHMM, A.C.planteamos, en 1999, la creacin de un corredor de turis-mo cultural denominado La Ruta de la Plata, sustentadoen el estudio, rescate, conservacin y reutilizacin del pa-

    trimonio industrial minero, incluyendo a las poblacionesmineras de Huasca, Mineral del Chico, Mineral de La Re-orma, Pachuca y Real del Monte.

    A lo largo de veintids aos, poco a poco el AHMM, A.C.ha logrado rescatar una mnima pero signicativa partedel patrimonio industrial minero en el estado de Hidalgoy en los ltimos cinco aos ha contribuido de maneraindirecta a reorzar la economa de la poblacin de Realdel Monte, Hidalgo, ya que los ms de 150,000 visitantes asus museos, recorren el pueblo y demandan una serie de

    servicios prcticamente inexistentes antes del ao 2000.De acuerdo a los censos de la Secretara de Turismo delEstado de Hidalgo, en 1999 haba en Real del Monte slo 3restaurantes, hoy en da hay registrados 15, adems de 5hoteles y un trailer park.

    La creacin de circuitos de turismo basados en el res-cate y reutilizacin del patrimonio industrial, son unda-

    mentales en la revalorizacin de la memoria colectiva,del patrimonio heredado por una actividad productiva-inmuebles, archivos, maquinaria, herramienta, tradicinoral-, el reorzamiento de la enseanza ormal, la reacti-vacin econmica de las poblaciones al apoyar de maneraindirecta la creacin de empleos, ormales e inormales.

    Todos los guas del museo de sitio Mina de Acosta y delMuseo de Medicina Laboral ubicado en el centro culturalNicols Zavala son mineros, en el caso de los hombres,e hijas de mineros en el caso de las mujeres, quienes hansido capacitados sobre la historia de la minera y en espe-cco sobre el lugar en el que se encuentran.

    Esto adems de elevar su autoestima los ha hecho cons-cientes del valor del patrimonio que los mineros han orja-

    do a lo largo de su historia.En general la poblacin est empezando a ver con otros

    ojos su legado cultural (edicios, mquinas, utensilios, he-rramientas, entre otros).

    Este trabajo tambin beneci a los nios, con los ta-lleres de historia y artes plsticas que se imparten en losmuseos de Real del Monte. Un primer resultado es la edi-cin de la gua inantil del museo de sitio Mina de Acostacon dibujos realizados por ellos y dos exposiciones, unaen Acosta y otra en el Centro Cultural Nicols Zavala.

    Fachada del Museo de Medicina Laboral.Foto: Marco Antonio Hernndez Badillo.

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    Por: Arq. Nstor Salinas Rodrguez

    La arquitectura considerada como patrimonio es resulta-do de las expresiones culturales, sociales y econmicas

    que en algn momento de la historia los dierentes gru-pos y clases sociales se maniestaron edicando lo que

    para ellos uese cotidiano y necesario bajo determinadoscriterios de composicin inscritos a patrones de armona,aspecto que contribuira a obtener mayores valores ex-presivos, de lenguaje plstico o ormal.

    La arquitectura para el trabajo industrial, o tambinllamada para la produccin son parte de estos aconte-cimientos que permanecen casi intactos por su escasovalor que se les asign de manera excluyente por con-siderar que estas edicaciones no tenan ningn valoresttico. Al paso del tiempo se ha demostrado los altosvalores que mantiene este tipo de expresin arquitec-tnica, destacando el aspecto histrico que identica a

    cada poca de manera genuina y refeja con claridad eldesarrollo de las uerzas productivas en cada etapa. Sila Revolucin Industrial se identica con la masicacinplstica de elementos estructurales de hierro y concreto

    armado al desnudo, lo que antecedi ueron las estructu-ras a base de muros slidos de carga a base de piedra y laenorme obra hidrulica a base de distantes acueductos yrepresas igualmente desprovistas de ropaje alguno.

    En Europa ue a mediados del Siglo XX donde se em-pieza a valorar como patrimonio el mbito de la produc-cin; en Mxico treinta aos despus se empieza a hablarsobre el patrimonio Industrial, y es hasta principios dela primera dcada del ao 2000, que se agrupan inves-

    l e e s:

    eei e eei i e iiiisuele identificarse al concepto de patrimonio con lo perdurable, con aquello que

    Guardando determinados valores trasciende lo cotidiano, hasta convertirse en

    verdadero cono de las culturas. el patrimonio tiene su relacin directa con laidentidad, con lo que es nuestro, teniendo un valor de pertenencia, sea esta personal

    o colectiva, y su expresin puede ser tanGible o intanGible.

    tigadores en este tema al que suele identicarse comoArqueologa Industrial, actividad cientca cuya caracte-

    rstica multidisciplinaria se centra en el rescate de bienespatrimoniales tangibles e intangibles como las edicacio-nes, mquinas, utensilios, herramientas, sitios, recorridos,senderos, documentos y la palabra como herencia cen-

    trada en la experiencia del trabajo. As la convergencia delas distintas disciplinas le permite planear y concretar elrescate de esos bienes bajo estrategias de trabajo con-juntas considerando las etapas de intervencin de cadauna de ellas.

    el patrimonio minero metalrGico

    La gran obra producida sobre el trabajo nos remontahasta las actividades primarias que de manera organizada

    realizaron nuestros antepasados en Mesoamrica, peroes en el Siglo XVI donde cambia de manera sustancial laactividad propiamente de tipo artesanal a una orma detrabajo pre-industrializada, donde existe la concatenacinentre sistemas de inraestructura con sistemas y subsis-temas de produccin, como lo ue la actividad minera,

    misma que se convertira en el eje de la economa novo-hispana durante varias etapas de su desarrollo.

    En Mxico la mayor parte de esta herencia patrimonialminero metalrgico se encuentra en un estado de inde-ensin que ante el descuido y el olvido se ha destruido ydesmantelado desde hace ya varios siglos.

    Arq. Nstor Salinas Rodrguez

    Arquitecto por la Universidad Nacio-nal Autnoma de Mxico.Maestro en Ciencias de la Arquitec-tura por la Universidad Autnoma delEstado de Morelos con la especiali-dad de Conservacin del Patrimonio.Doctorante en Arquitectura por laUNAM.Miembro del Comit Mexicano para

    la Conservacin del Patrimonio(CMCPI).Fundador y coordinador de la UnidadAcadmica de Arquitectura y Urba-nismo campus Taxco de la Universi-dad Autnoma de Guerrero.Proesor-investigador de TiempoCompleto de la Universidad Autno-ma de Guerrero.Imparte las ctedras de Taller deDiseo Arquitectnico y Urbano I,III, V y X.Coautor de dos libros: La plata enIberoamrica, por la Unversidad deLen, Espaa y de Rutas mineralesen Iberoamrica, Ecuador, ambosen el 2008.

    El patrImonIo IndustrIal y la arquItECtura para la produCCIn

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    La gestin y el rescate legal de los ejemplos primarios dela industria en nuestro Pas, est en ciernes, siendo pocos

    los ejemplos representativos como el caso de la Fundido-ra Monterrey, Mina de Acosta en Real Del Monte, Hidalgo.entre los mas importantes, sin embargo, existen proyectosde rescate de este patrimonio con una visin integral delterritorio como el que realiza la Universidad Autnoma deGuerrero, quien es propietaria de una de las haciendas debenecio de mineral que data del Siglo XVI: la hacienda deSan Juan Bautista en Taxco el Viejo, Guerrero.

    Durante el virreinato existi una vasta regin minera enel Pas que se ubic del Sur hasta el Norte de Pas, -sobretodo del lado del Pacco- que en diversos momentos deauge permiti incluso coadyuvar de manera central en su-ragar los compromisos que tenia la Corona Espaola enEuropa.

    Guerrero se encuentra ubicado al Sur y sus estados co-lindantes son Oaxaca, Puebla, Morelos, Estado de Mxicoy Michoacn, esta ruta mineral llegara hasta el Norte delPas recorriendo las vetas de los estados de Jalisco, SanLuis Potos, Zacatecas, Sinaloa, Durango, Nuevo Len yChihuahua. La potencialidad argentera se vera plasma-da en asentamientos humanos alrededor de los centrosmineros.

    La Provincia de la Plata ue uno de esos centros regiona-les que uncionaron durante el Virreinato como un sistemade produccin minero metalrgico que abarc lo que hoyes parte del Estado de Mxico, Morelos y Michoacn en su

    regin colindante con el actual estado de Guerrero, siendoel punto de inters para el desarrollo del proyecto al que

    le hemos llamado Ruta de la Plata del Sur.Los centros mineros tambin llamados Minerales oReales ueron categoras que se dieron para identicarlos centros de produccin, pero tambin es necesariodestacar que dentro de estas comarcas poda haber va-rios centros o reales de minas. Para ejemplicar esto vea-mos que una comarca es un criterio para determinar unterritorio, citado como de menor rango que el de regin.As, la regin de La Provincia de la Plata estuvo conorma-da por las Comarcas de Taxco, Zacualpan, Sultepec y Te-mascaltepec, en la actualidad dentro del Estado de Mxicoy cercanos ya a Tlalpujahua y El Oro, Michoacn.

    Patio central de molienda en la Hacienda SJuan Bautista, en Taxco el viejo, Guerrero,Mxico.Foto: cortesa del autor.

    Detalle de la cpula de la Iglesia de SantaPrisca del Siglo XVIII, en Taxco, Guerrero,Mxico.Foto: cortesa del autor.

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    La identicacin de la regin en mencin ha sido muy

    importante, ya que adems de compartir el suelo geolgi-

    co, a nivel cultural an se encuentra con lazos muy estre-chos. A nivel tecnolgico tambin compartieron desde losgremios organizados para la mano de obra especializada(azogueros, constructores de ruedas hidrulicas, etc.) has-ta las tcnicas de benecio y construccin de inraestruc-tura (puentes, acueductos, cajas hidrulicas, etc.).

    Esta enorme inraestructura minera y metalrgica cuyosvestigios desde mediados del Siglo XVI hasta nuestrosdas, se torn en el eje de esta propuesta, bajo un razona-miento simple: el aprovechamiento sustentable de la in-raestructura instalada, y la puesta en valor del patrimonioconstruido y natural con nuevos usos con una visin inte-gral de territorio. De manera sinttica se citan cuatro pun-tos que son vitales para la planeacin de la propuesta:

    El primer punto que habra de organizar era el reconoci-miento de la magnitud y condiciones del territorio dondese encuentran an los vestigios de los minerales, tanto delos trabajos mineros o bocaminas, como de las hacien-das de benecio y undiciones; el segundo aspecto eradeterminar su estado de conservacin; el tercer punto la

    situacin de la tenencia de la tierra donde se encuentran

    las estructuras o inraestructuras y el cuarto asunto la via-

    bilidad para la realizacin el proyecto.El proyecto consiste en regenerar una serie de ligas si-cas de origen ancestral que an existen a lo largo de estosrecorridos por los llamados caminos reales y que se vin-culan con la inraestructura carretera actual que conectapueblos con ciudades. Estos caminos originales se con-servaran en gran parte y su uncionamiento reactivara alos pueblos aledaos, generando corredores que uniendolos centros minerales generaran circuitos donde habraespacios de esparcimiento, deporte, zonas de descanso,de compra venta de artesanas, comida regional, zonasaptas para el desarrollo de vivienda turstica, hoteles detodos los rdenes, etc.

    En la actualidad, el estudio se encuentra en la segun-

    da etapa, donde podemos observar la complejidad delsistema minero que tuvo en esta regin. Tan slo en lacomarca de Taxco se tienen exploradas e identicadas laexistencia de dos reales de minas: de Taxco y de Tenango(Cacalotenango) mismas que contienen 26 haciendas debenecio y undiciones pertenecientes a la poca virrei-nal destacando entre otras las ms grandes como son lasde El Chorrillo o Cantarranas y la de San Juan Bautista enTaxco el Viejo, Guerrero, mientras que el complejo mineroque data del primer tercio del Siglo XX compuesto por ElPedregal, La Concha, El Fraile, Mina de Jess, Mina Guerre-ro, y la enorme planta de El Solar contienen la expresinde una etapa de auge de la industrializacin a travs delas mquinas, herramientas, utensilios y procesos de pro-

    duccin propios del mundo moderno y contemporneo.Hoy, todos estos centros de trabajo se encuentran sin un-cionamiento desde hace ya mas de treinta aos los ms

    y cuando menos, dos aos a la echa del ltimo complejode El Solar que permanece cerrado.

    En la actualidad, se tienen realizados los levantamientosarquitectnicos de nueve haciendas de benecio tan sloen Taxco de un universo conocido de 26: San Juan Bautis-ta, El Chorrillo, Atlishuaya, Atlixtac, San Francisco Cuadra,Santa Rosa, La Indita, Hueymatla y Nombre de Dios, dondela ms estudiada es la primera citada por ser una de lasms grandes en equipamiento en toda Amrica, mismaque presenta el sistema de molienda e hidrulico casi in-

    Vista lateral del patio central de moliendaen la Hacienda San Juan Bautista, en Taxcoel viejo, Guerrero, Mxico.Foto: cortesa del autor.

    Rescate y puesta en valor de la Mina deAcosta en Real del Monte, Hidalgo, Mxico.Foto: cortesa del autor.

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    tacto, con su acueducto principal y cinco cajas hidrulicas

    con 10 tahonas con sus mazos que pueden observarse.El sistema de patio introducido en Nueva Espaa porBartolom Medina es altamente representativo en estasestructuras, por lo que se puede asegurar que se trata deuno de los complejos metalrgicos ms importantes enel mundo y que se trabaja para ser promovido como el

    primer monumento de la arquitectura para el trabajo conms antigedad en Amrica.

    La mayora de las haciendas de benecio se ubicaroncerca de arroyos y de las bocaminas, lo cual hizo que suaccesibilidad a pesar de ser dicil, la apertura de caminosde herradura serpente el terreno para llegar a ellas. Loque hoy podemos observar son los maravillosos paisajesculminando en estos viejos cascos de haciendas.

    En el trabajo de investigacin se presentan algunos pro-blemas con la recopilacin documental en archivos, en-contrndonos con pocos datos sobre propiedades y casinada sobre los procesos de construccin de las haciendasy su inraestructura, pero por otra parte, la paralizacin deestas haciendas y undiciones a principios del Siglo XX,

    hizo que la naturaleza se re-apropiara, encontrndose engrave estado de conservacin, al mismo tiempo que haservido para resguardar datos sobre su tecnologa y losprocesos constructivos.

    El aprovechamiento de este patrimonio es urgente parasu revitalizacin y puesta en valor, siendo este criteriouna de las salidas que integra a las comunidades en sure-apropiacin cultural al tiempo que le permite bajo unesquema de participacin comunitaria potenciar a lospueblos en su economa al integrar sus actividades arte-sanales y las derivaciones de su riqueza tradicional.

    Finalmente, la dispersin y la dicil topograa en estasmontaas de la Sierra Madre del Sur, se ven como unapotencialidad que se debe anticipar en el proyecto de re-

    des de comunicacin que liguen los subsistemas a otros,como los del Estado de Mxico y Michoacn, propiciandola interactuacin entre los estados mediante perspectivasde desarrollo de las regiones de largo alcance. Por aho-ra, esta iniciativa parte de una regin consolidada en suidenticacin del patrimonio industrial, donde se est ela-

    borando el catlogo de los sitios y monumentos en cola-boracin del Instituto Nacional de Antropologa e Historiay la Universidad Autnoma de Guerrero, como punto departida.

    en sntesis

    La importancia del patrimonio industrial y la potenciali-dad que se guarda para el desarrollo de las regiones, pone

    como ejemplo la zona minera que data de la poca delvirreinato en Taxco, Guerrero al Sur del Pas.

    Ro San Juan

    Ro Taxco

    El Chorrillo La Indita La Pursima Xocula

    Taxco Iguala

    Ro Cacalotenango

    Mapa de localizacin de La Provinciade la Plata durante el Virreinato.Foto: cortesa del autor.

    Caja o molino movido por uerza hidrulicHacienda de El Corrillo o Cantarranas enTaxco, Guerrero, Mxico.Foto: cortesa del autor.

    Sistema minero-metalrgicode Taxco durante el Virreinato.

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    Por: Arq. Alejandro Alcaraz TorresEscrito bajo la direccin de:

    Dr. Francisco Lpez Morales, Director de Patrimonio Mundial del Ins-

    tituto Nacional de Antropologa e Historia (INAH).

    Tras la Conerencia de las Naciones Unidas sobre el MedioAmbiente Humano organizada en Estocolmo, Suecia, en1972, las propuestas vertidas por el ICOMOS (Consejo In-ternacional de Monumentos y Sitios) y por la IUCN (UninInternacional para la Conservacin de la Naturaleza y susRecursos) derivaron en un acuerdo internacional apro-bado por la Conerencia General de la UNESCO llamadoConvencin sobre la Proteccin del Patrimonio Mundial,Cultural y Natural.

    Este documento internacional, al cual se adhieren lospases que reconocen que los sitios localizados en su te-

    rritorio constituyen un patrimonio universal, resulta serun acuerdo avalado casi en todo el orbe para la contribu-cin de recursos humanos y nancieros, necesarios parapreservar los sitios del patrimonio mundial.

    De acuerdo con el artculo 11.2 de dicha Convencin, elComit del Patrimonio Mundial ormado por representan-tes de 21 pases y con un perodo de actuacin de seisaos, establecer, pondr al da y publicar un inventariode los bienes culturales y naturales reconocidos comopatrimonio mundial y cuya preservacin involucra a lahumanidad entera; a este listado se le denomina Lista delPatrimonio Mundial.

    A dierencia de la ya conocida lista de las Siete Maravi-llas del Mundo Antiguo, actualmente la Lista del Patrimo-nio Mundial est conormada por 878 bienes, de los cua-les 679 son culturales, 174 naturales y 25 mixtos, situados

    en 145 pases. Cabe mencionar que Mxico, hoy posee29 sitios inscritos en la Lista (25 culturales y 4 naturales)que lo ubican en el lugar seis del mundo y primero en elContinente Americano en cuanto al nmero de sitios obienes del patrimonio universal.

    E ii iie i e ii ia diferencia de la ya conocida lista de las siete maravillas del mundo antiGuo,

    actualmente la lista del patrimonio mundial est conformada por 878 bienes, de los

    cuales 679 son culturales, 174 naturales y 25 mixtos, situados en 145 pases. cabe

    mencionar que mxico, hoy posee 29 sitios inscritos en la lista (25 culturales y 4

    naturales) que lo ubican en el luGar 6 del mundo y 1 en el continente americano en

    cuanto al nmero de sitios o bienes del patrimonio universal.

    Se puede apreciar en este listado, un respeto a lo mshondo y preciado que tiene el ser humano, el legado quehemos recibido del pasado y que indiscutiblemente hasido y es, nuestra propia identidad. No obstante, en estereconocimiento muchos otros valores no tan evidentesde nuestro patrimonio (pero igual de valiosos) han pasadodesapercibidos.

    En este sentido, sera also armar que actualmenteen la Lista del Patrimonio Mundial estn inscritos todaslas obras monumentales o los sitios naturales excepcio-nalmente nicos, an existen grandes vacos de aquelloque resulta valioso para muchas comunidades, puebloso ciudades. Entonces, la pregunta es: por qu solamenteel patrimonio histrico y el arqueolgico han llamado laatencin de la mayora de la gente y de los estudiosos delpatrimonio en el mbito mundial?

    Si bien es cierto que el patrimonio como tal, ya es algovalioso que debe conservarse, tambin es cierto que eldominio de ciertas categoras como el de las ciudadeshistricas y las obras arquitectnicas han refejado unapobre y limitada interpretacin de lo que conorma en s,nuestro patrimonio cultural. Ha sido evidente en el listadode la UNESCO una uerte inclinacin hacia el patrimonioarquitectnico-monumental, infuenciado por la historiadel arte y la arquitectura de la regin europea.

    Derivado de estos desequilibrios y oquedades de la Listadel Patrimonio Mundial, en 1994 el Comit puso en mar-cha un programa denominado Estrategia Global con el nde ampliar la denicin de patrimonio y refejar con msclaridad en la Lista la enorme diversidad de los tesorosculturales y naturales de nuestro mundo. Con esta nuevavisin se ha buscado ir ms all de las deniciones es-

    Arq. Alejandro Alcaraz Torres

    Arquitecto por la Universidad Autno-ma Metropolitana.Especialidad en Restauracin yConservacin de Patrimonio Arqui-tectnico y Urbano por la UniversidadPolitcnica de Madrid, Espaa.

    Actualmente es Enlace Tcnico de laDireccin de Patrimonio Mundial delInstituto Nacional de Antropologa eHistoria.Ponencias dictadas: Representacindel patrimonio industrial en la Listadel Patrimonio Mundial (Aguascalien-tes, Mxico), Proyecto de postulacindel itinerario cultural Camino Real deTierra Adentro a la Lista del Patrimo-nio Mundial (Burgos, Espaa), Progra-mas de Asistencia Internacional delCentro del Patrimonio Mundial de laUNESCO (Oaxaca, Mxico), TurismoSustentable y Patrimonio (Popayn,Colombia), entre otras.

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    trechas del patrimonio y reconocer y proteger sitios que

    constituyen por ejemplo, maniestaciones excepcionalesde la interaccin del hombre con el desarrollo y la tec-nologa.

    Apoyado en los estudios y anlisis llevados a cabo por elICOMOS entre 1987 y 1993, desde hace 15 aos el Comi-t del Patrimonio Mundial a travs de la Estrategia Global

    promueve la inclusin en la L ista de nuevas categoras desitios tales como los paisajes e itinerarios culturales, el pa-trimonio moderno e industrial y el patrimonio prehistricoy paleontolgico, entre otros. Sin duda este empeo porimpulsar an ms estas categoras busca refejar de ma-nera ms prounda un equilibrio geogrco y una repre-sentatividad ms justa del patrimonio del mundo.

    el patrimonio industrial, conceptosy componentes

    Una de estas categoras reeridas a un cmulo impor-tante de expresiones culturales, lo conorman las variadasmaniestaciones del patrimonio industrial.

    La denicin de este patrimonio que asentada en laCarta de Nizhny sobre Patrimonio Industrial, texto apro-bado en junio de 2003 por los representantes del TICCIH(Comit Internacional para la Conservacin del PatrimonioIndustrial); Patrimonio Industrial: edicios, maquinaria,talleres, molinos y bricas, minas y sitios para procesary renar, almacenes y depsitos, lugares donde se gene-ra, se transmite y se usa energa, medios de transporte einraestructura y las zonas donde se desarrollan las ac-tividades sociales relacionadas con la industria-vivienda,culto o educacin.

    El patrimonio industrial, tiene como valor primordial ha-

    ber avorecido el desarrollo y generado proundos cam-bios en la humanidad; asimismo, agrupa no slo expresio-

    nes materiales sino tambin inmateriales.Por su propia naturaleza, el patrimonio industrial tiene

    que ser entendido desde un modelo ms integrador, es de-cir, como un todo compuesto por partes undamentales einseparables. Sin embargo, como menciona Angel CabezaM. en su ensayo Nuevos paradigmas desde Chile, hemosprivilegiado al edicio aislado y no al conjunto y su entornonatural; protegemos la estacin erroviaria y no el ramal,es decir, nos quedamos con el edicio pero sin la lnearrea que le daba sentido; abordamos el tema de la es-tancia y la hacienda pero nos preocupamos demasiado dela casa patronal y muy poco de la del campesino, menoshablamos del obraje, del taller, de la instalacin productivay del paisaje cultural creado por las generaciones; ms de

    un establecimiento abril concentr nuestro esuerzo peromuchas veces salvamos el edicio y no la maquinaria, olvi-dando por completo las modestas casas o barracas de losobreros. En este sentido, resulta inconcebible desasociarel valor tecnolgico en la ingeniera de las mquinas de losprocesos industriales, el valor esttico que se relacionacon el diseo de construcciones, y el valor del conjuntode elementos industriales, arquitectnicos y naturales,que insertos en un determinado territorio conorman unpaisaje cultural.

    Por otra parte, el valor intangible de la industria tambinha sido por lo general menospreciado por el desarrollo yel avance de la tecnologa. No obstante la maquinaria in-

    dustrial es de undamental importancia, el inters de losproesionales del patrimonio no debe limitarse slo a losproductos resultantes; como ya hemos mencionado, el

    concepto de industria tambin hace alusin a todo tipo deactividades humanas realizadas con el n de transormarmaterias primas en productos elaborados. Las tradiciones,las costumbres, los usos y las ideas de la poblacin ligadaal mbito industrial, suelen constituir una parte importan-te del patrimonio cultural inmaterial de las naciones.

    la cultura industrial y la listadel patrimonio mundial

    No cabe duda que la Revolucin Industrial que se desa-rroll en Europa entre los Siglos XVII y XVIII es un indicadorimportante y un parteaguas para la industrializacin de las

    Alto Horno No. 3 en produccin.Compaa Fundidora de Fierro y Acerode Monterrey, N.L. Mxico, 1968.

    The Transporter Bridge, Middlesbrough,Inglaterra.Foto: cortesa del autor.

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    actividades productivas y el desarrollo de la tecnologa,que posteriormente diera lugar a nuevos modos de vidaen todo el mundo.

    Esta Revolucin Industrial, dicho sea de paso, gener enMxico la transormacin de una sociedad originalmen-

    te agrcola a una sociedad industrializada. En el contextolatinoamericano, proundizar sobre el pasado industrial yproductivo permite comprender el desarrollo econmicode toda la regin.

    En nuestro Pas, esta maquinizacin industrial encontrsu utilidad previamente en la minera; posteriormente, en

    la dcada de 1830, se introdujo moderna maquinaria parala industria textil; y nalmente, el primer errocarril, unade las ms trascendentales expresiones de la RevolucinIndustrial que empez a uncionar en Mxico en el aode 1850.

    Desde mediados del Siglo XX, con la evolucin y el avan-ce de la tecnologa, se ha dado un gran abandono a losantiguos equipos industriales y por consiguiente, se hanido perdiendo notables ejemplos de la cultura industrialen nuestro Pas, pues son pocos los especialistas y las

    instituciones culturales capaces de identicarlo y conser-varlo. Frecuentemente, el patrimonio industrial ha sidomutilado, dierentes tipos de ejemplos del patrimonio in-dustrial como edicios y construcciones industriales, hansido alterados, e inclusive, destruidos, vctimas del desa-rrollo de nuevos procesos tecnolgicos

    Si bien en la Convencin del Patrimonio Mundial, no seestablece un apartado especial sobre los bienes indus-triales, si es aplicable a ellos pues estos orman partede los bienes culturales creados por el hombre. Comoejemplo de ello, hoy podemos apreciar en la Lista del

    Paisaje industrial de Blaenavon,Reino Unido.Foto: cortesa del autor.

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    Patrimonio Mundial bienes que si bien corresponden a

    dierentes categoras, muchas veces se ven inscritos enellos elementos industriales que les dan singular valor y

    carcter. Tal es el caso de los bienes del patrimonio indus-trial alemn como las Minas de Rammelsberg y el centrohistrico de Goslar, la Fbrica de Acero de Vlklingen y elComplejo industrial minero de Zollverein Coal; de Italia, la

    ciudad textil de nales del Siglo XIX de Crespi dAdda; deAustria, la obra maestra de la ingeniera civil erroviariade Von Ghegas, el Semmeringbahn; de Blgica, el muelleClark del Canal del Centro; de Chile, los Ascensores deValparaso y el Complejo industrial de Humberstone; deEspaa, el Puente Vizcaya; de Mxico, la ciudad de Gua-najuato y sus minas, y el Paisaje Agavero y las antiguasinstalaciones industriales de Tequila.

    Un ejemplo de la importancia de la inclusin de nuevascategoras para su estudio y postulacin es el estableci-miento por parte del Comit del Patrimonio Mundial de lacategora de Paisaje Cultural. Con esta nueva categora se

    abren nuevas perspectivas para la preservacin del pa-trimonio cultural de la industria, pues en la valoracin de

    la herencia cultural industrial, es evidente el papel de losrestos materiales de zonas de produccin-transormacinde la energa o materia, constituidos por equipamiento,vivienda e inraestructura. En estos sitios es visible la vin-culacin entre lo natural y lo cultural, constituyndose asel concepto de paisaje cultural.

    En el caso de Mxico, dentro de sus 29 bienes inscritosen la Lista del Patrimonio Mundial, existen sitios histri-cos como la ciudad de Zacatecas o Guanajuato las cualesposeen un uerte arraigo minero-industrial, o sitios queaunque no estn incluidos en la Lista, cuentan con ca-ractersticas singulares de la industria como las Instala-ciones Ferroviarias de la ciudad de Aguascalientes y suunidad habitacional, las instalaciones industriales de la

    brica textil La Constancia y su unidad habitacional enel estado de Puebla, los edicios industriales de la com-paa Bacardi de los arquitectos Mies Van Der Rohe y FlixCandela y por supuesto, los Altos Hornos de la FundidoraMonterrey, altas estructuras que se destacan debido asus caractersticas monumentales e importancia histricay que hoy se vislumbran como rmes candidatos a inte-grar en un uturo no muy lejano, el prestigiado listado dela UNESCO.

    Antiguas instalaciones de Tequila, MxicoFoto: cortesa del autor.

    Ascensores de Valparaiso, Chile.Foto: cortesa del autor.

    El patrimonio industrial, tiene como valor primordial haber

    avorecido el desarrollo y generado proundos cambios en la

    humanidad; asimismo, agrupa no slo expresiones materia-

    les sino tambin inmateriales.

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    Hii e ci:l a He Fi mee

    lIsta dEl patrImonIo mundIal dE la unEsCo

    EN MONTERREY HACE VARIOS AOS QUE ALGUNOS GRUPOS CIUDADANOS

    Y DE LA INICIATIVA PRIVADA SE HAN INTERESADO POR TRABAJAR EN LA

    INCLUSIN PRIMERO, DE LOS ALTOS HORNOS DE FUNDIDORA MONTERREY

    COMO PATRIMONIO ARTSTICO NACIONAL Y AHORA EN LA LISTA DEL

    PATRIMONIO MUNDIAL DE LA UNESCO.

    Por: Lic. Francisco Vidargas

    Trabajadores de la casa de vaciados del Alto Horno No. 1.Fundiora de Fierro y Acero de Monterrey.Foto: Archivo.

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    La Convencin sobre la proteccin del patrimonio mun-dial, cultural y natural, as como la recomendacin sobre laproteccin, en el mbito nacional del patrimonio culturaly natural, ueron adoptadas por la Conerencia General de

    la UNESCO en su 17a. reunin, celebrada en Pars el 16 denoviembre de 1972, entrando en vigor el 17 de diciembrede 1975, y siendo raticada -hasta ahora- por ms de 186estados miembros.

    Los pases participantes se localizan en todo el orbe ysobre su territorio se encuentra la mayor parte del patri-monio cultural y natural de la humanidad. As, la protec-cin ha podido desarrollarse en la medida en que cadapas ortalece su conservacin y rescate, apoyndose enlas disposiciones generales de la UNESCO. Hasta mayo

    de 2009 la Lista de Patrimonio Mundial contaba con 878bienes inscritos de 145 Estados Parte: 679 culturales, 174naturales y 25 mixtos.

    Desde el 23 de ebrero de 1984 es que el gobierno de

    Mxico participa activamente en la Convencin y graciasa ello 29 sitios del Pas han sido reconocidos internacio-nalmente y se encuentran inscritos en la Lista del Patrimo-nio Mundial (25 culturales y 4 naturales):

    Centro histrico de Mxico y Xochimilco (1987)

    Centro histrico de Oaxaca y zona arqueolgica

    de Monte Albn (1987)

    Centro histrico de Puebla (1987)

    Ciudad prehispnica de Teotihuacn (1987)

    Ciudad prehispnica y parque nacional

    de Palenque (1987)

    Sian Kaan (1987)

    Villa histrica de Guanajuato y minas adyacentes (1988)

    Villa prehispnica de ChichenItz (1988)

    Centro histrico de Morelia (1991)

    El Tajn, ciudad prehispnica (1992)

    Centro histrico de Zacatecas (1993)Pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco (1993)

    Santuario de ballenas de El Vizcano (1993)

    Primeros monasterios del Siglo XVI alrededor

    del Popocatpetl (1994)

    Villa precolombina de Uxmal (1996)

    Zona de monumentos histricos de Quertaro (1996)

    Hospicio Cabaas, Guadalajara (1997)

    Zona arqueolgica de Paquim, Casas Grandes (1998)

    Zona de monumentos histricos de Tlacotalpan (1998)

    Villa histrica ortifcada de Campeche (1999)

    Zona de monumentos arqueolgicos

    de Xochicalco (1999)

    Antigua ciudad maya de Calakmul, Campeche (2002)

    Misiones ranciscanas de la Sierra Gordade Quertaro (2003)

    Casa estudio de Luis Barragn (2004)

    Islas y reas protegidas del Golo de Caliornia (2005)

    Paisaje de agaves y antiguas instalaciones

    industriales de Tequila (2006)

    Campus Central de Ciudad Universitaria (UNAM, 2007)

    Reserva de la Biosera Mariposa Monarca (2008)

    Villa protectora de San Miguel y el Santuario

    de Jess Nazareno de Atotonilco (2008)

    En Monterrey hace varios aos que algunos grupos ciu-dadanos y de la iniciativa privada se han interesado por

    Lic. Francisco Vidagras

    Historiador por la Universidad

    Nacional Autnoma de Mxico.Actualmente es Subdirector dePatrimonio Mundial del InstitutoNacional de Antropologa e Historia.Ha sido, entre otros cargos,Coordinador Operativo de laComisin Nacional para laPreservacin del Patrimonio Cultural(CONACULTA), Director de PatrimonioCultural del Estado de Veracruz (IVEC)y Subdirector de la Direccin deVinculacin Cultural (CONACULTA).Es miembro del Consejo Internacionalde Monumentos y Sitios (ICOMOS).Ha ormado parte del Seminario deConservacin del Patrimonio Culturaldel Instituto de InvestigacionesEstticas (UNAM) y de la Sociedad

    Deensora del Tesoro Artstico deMxico, A.C.Libros publicados: Mxico yCusco, ciudades hermanas 1987-1988 (1988), San Agustn deAcolman (1990), Frontera de loirremediable. El patrimonio culturalen circunstancia (1994), San Juan deUla y Carlos de Sigenza y Gngora(1997), Diego Rivera en Veracruz(1997 y 1998), Luz y Color, el paisajeveracruzano (1998), La sociedadcivil rente al patrimonio cultural(1998), San Miguel de Allende y elSantuario de Jess Nazareno deAtotonilco, Mxico (2008), De SanGarabato al Callejn del Cuajo (2009).

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    Vista del Alto Horno No. 1 y del edicioSopladores, en Parque Fundidora, Monterrey,N.L., Mxico.Foto: cortesa del autor.

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    trabajar en la inclusin primero, de Los Altos Hornos deFundidora Monterrey como Patrimonio Artstico Nacionaly ahora en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.Es un trabajo conjunto encabezado por las autoridadesdel Gobierno del Estado de Nuevo Len, pues ellas son lasque tienen la responsabilidad directa en la salvaguardiadel acervo histrico, monumental, artstico y natural de la

    entidad.Recordemos que a partir del cierre de la Fundidora en

    1986, el gobierno ederal expropi sus bienes y terrenos,mismos que para su conservacin y mejoramiento ue-ron entregados al Gobierno del Estado de Nuevo Len,para la construccin de un parque ecolgico. Con la crea-cin en el ao 2000 del Parque Fundidora, usionado conlas instalaciones de la antigua brica de Peoles, se revi-taliz un rea urbana primordial en el entramado urbanode Monterrey.

    Ms tarde, con la creacin del museo de sitio de Arqueo-loga Industrial, los Altos Hornos 1 y 3, smbolos indiscuti-bles de la magna evolucin tecnolgica de la industria delacero en Amrica Latina, ueron restaurados con ortuna,

    por lo que hoy el Museo del Acero horno3

    se ha constitui-do en un vanguardista centro de interpretacin, impulsordel estudio de la ciencia y la tecnologa aplicadas a la in-dustria del acero.

    Sin duda alguna, muchas voluntades se han congrega-do en torno al rescate y conservacin de esta importanteherencia del patrimonio industrial mexicano, pero altabaalgo prioritario para aspirar a la candidatura del sitio enla Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO: la decisinpoltica del gobierno estatal, que lo ha hecho a travs dela Agencia para la Planeacin del Desarrollo Urbano deNuevo Len. A partir del 2008, con la asesora de la Di-reccin de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional deAntropologa e Historia (encargada de coordinar y dar

    seguimiento a las propuestas mexicanas ante el Centrode Patrimonio Mundial), se integr un equipo de trabajomultidisciplinario coordinado por Juan Ignacio Barragny Francisco Javier Lpez Morales, en el que participaronLisette Crdova, Elisa Rubalcava, Vctor Hugo Martnez yFrancisco Vidargas.

    Este grupo se avoc primero a replantear la inclusin dela candidatura de Los Altos Hornos de Fundidora Monte-rrey en la Lista Indicativa de Mxico (paso obligado parapoder presentar cualquier candidatura) y despus en laelaboracin del Expediente Tcnico correspondiente, cuyaprimera versin ser entregada al Comit del PatrimonioMundial (con sede en Pars) en prxima echa, para su po-sible inscripcin en el listado mundial en el ao 2011.

    criterios para proponer la inscripcin

    Criterio (ii), puesto que Los Altos Hornos de FundidoraMonterrey son un ejemplo extraordinario del avance tecno-lgico de Mxico, por ser el origen de la primera empresasiderrgica de Amrica Latina en trminos modernos, total-mente integrada a la produccin de acero. Tuvo un gran im-

    pacto tecnolgico, econmico y social, pues ue el detona-dor para la industrializacin del Pas, convirtindose en unejemplo a seguir por otras industrias que se establecieronposteriormente a lo largo de Latinoamrica.

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    Criterio (iv), en virtud de que son, sin duda alguna, ejem-plo representativo de la introduccin de la tecnologa side-rrgica en el continente, ya que siendo la primera empresaproductora de acero en el Pas y la primera y ms grandede Latinoamrica, ue pionera dentro de los pases subde-sarrollados en la instalacin de una siderurgia completa-mente integrada, conormada por maquinaria y equipos

    contemporneos a los utilizados, en esa poca, en los pa-ses industrializados y de reconocida tradicin siderrgica,

    como Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.Los Altos Hornos 1 y 3 de Fundidora Monterrey son ac-

    tualmente los nicos en toda Latinoamrica preservadoscomo elementos de identidad cultural, como reerenciahistrica indispensable y como elementos materiales quepermiten encontrar signos de identidad colectiva. Hay,como seala Horacio Capel, una dimensin social percep-tiva en el monumento de la que no podemos prescindir.

    Conorme a los objetivos establecidos en diversos do-cumentos del Consejo Internacional de Monumentos y Si-tios (ICOMOS), los Hornos sern declarados prximamen-te Patrimonio Artstico Nacional, por ser smbolo de una

    herencia histrica industrial, nacional e internacional; pororiginar una de las ciudades industriales ms importantesen el Continente Americano a principios del Siglo XX; pordetonar el crecimiento industrial de Mxico; y por repre-

    sentar el surgimiento de un Mxico moderno.Finalmente, tomando en consideracin que el patri-

    monio industrial es la evidencia de actividades que hantenido y an tienen consecuencias histricas, sociales,de valor esttico, tecnolgico, cientco e industrial, sondiversas las cualidades intrnsecas que hacen de Los Al-tos Hornos de Fundidora Monterrey un sitio de valor uni-versal excepcional, tanto por su historia, su entramado,sus componentes, su maquinaria, el paisaje industrial quelos alberga, su documentacin resguardada en el Archivo

    Histrico y nalmente, sus registros intangibles.Cul ser la ventaja de que Los Altos Hornos de Fun-

    didora Monterrey puedan ser reconocidos por la Conven-cin del Patrimonio Mundial? Que esto le permitir a laciudad y al Estado pertenecer a una comunidad inter-nacional que aprecia y salvaguarda los bienes de impor-

    tancia universal, constituyendo un mundo de ejemplosexcepcionales de la diversidad cultural y de la riquezanatural.

    Tener sitios inscritos en la Lista, conere un prestigio quejuega un rol catalizador para una mayor sensibilidad delpblico y los habitantes de un sitio patrimonial y su valorexcepcional. Una mayor conciencia debe conllevar unamejora en el nivel de proteccin y conservacin, acorde a

    las recomendaciones de la UNESCO.

    Asimismo, las autoridades responsables del sitio podrnacceder a la asistencia nanciera y tcnica que la UNESCOproporciona a los estados miembros. Cada ao, en pro-medio, son destinados 4 millones de dlares para ayudaren la identicacin, conservacin y diusin de los sitiosinscritos, siendo canalizados a travs de cinco categoras:

    - Asistencia preparatoria para propuestas de conservaciny planes de gestin.- Formacin de personal que labora en los lugares.- Cooperacin tcnica para la elaboracin y realizacin de

    planes de preservacin y salvaguarda.- Apoyo en labores de promocin educativa y cultural.- Asistencia en labores de rescate patrimonial por cats-

    troes naturales.

    Inherente a la posible denominacin, tambin se logra-ra un estatus en el mbito del turismo cultural, mismoque atraer a Los Altos Hornos de Fundidora Monterreyun mayor nmero de visitantes a nivel mundial (comosucedi con la Siderrgica Velklingen en la regin Saar-

    Lorraine-Luxemburgo y las Minas de Zollverein de Essen,los dos sitios en Alemania), incrementndose tambin loscampos laboral y econmico. Todo ello en el marco del

    turismo sustentable, mismo que combina los principios deconservacin del patrimonio cultural y natural, con el de-sarrollo de las reas tursticas y empresariales.

    Entre los principios en los que est basado el turismosustentable, se cuentan la planicacin y manejo respon-sables, como respuesta al mal uso de los recursos natu-rales y humanos del turismo. Se propone un crecimientoturstico, pero siempre bajo estrictas limitantes que van delos asuntos culturales, monumentales y ambientales, a losaspectos econmicos, sociales, polticos y de gestin.

    Qu viene ahora? despus de la obligada revisin

    del Expediente Tcnico y la inspeccin del sitio en 2010por parte de expertos del Comit Internacional para laConservacin del Patrimonio Industrial (TICCIH) -quiz elpaso ms delicado en todo el proceso, pues del mismodepender la aceptacin del bien para su inscripcin-, se

    esperar el dictamen correspondiente, sus indicacionesy, en todo caso, la 35a. sesin del Comit del PatrimonioMundial.

    El Patrimonio Mundial es la propiedad colectiva de laHumanidad y no slo del Pas donde estn ubicados lossitios. An cuando se respeta el derecho de propiedadnacional de un bien, la responsabilidad de su proteccines internacional. Esta responsabilidad incumbe a todoslos ciudadanos del mundo, solidariamente deudores ante

    el presente y el uturo. Por tanto, todos seremos respon-sables: las personas que viven en Monterrey, los turistasque visiten el Parque Fundidora y los Altos Hornos, los ex-pertos que los estudian, los medios de comunicacin quehacen eco de su existencia, el Gobierno del Estado y lasautoridades que los administran, as como el gobierno deMxico, como Estado Parte signatario de la Convencin

    del Patrimonio Mundial. Slo la accin colectiva podr pro-tege