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Historia de la estenotipia informática argentina #06 Mayo 2013 Entrevista a Mariel Norambuena La Meseta Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico Además:

REVISTA TAQUIGRÁFICA N° 6

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Revista Taquigráfica Internacional

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Historia de la estenotipia informática argentina

#06Mayo 2013

Entrevista a Mariel Norambuena

La Meseta

Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico

Además:

Revista Taquigráfica es una revista internacional de taquigrafía, cuyo objetivo es generar un espacio de conversación sobre los temas relacionados con la actividad de los profesionales taquígrafos, estudiantes y profesores de taquigrafía.

Índice06> Historia de la estenotipia informática argentina 11- El desarrollo de la teoría 13- El primer curso de estenotipia 15- El surgimiento de StenoCap19> Próximo destino: Hong Kong25> Entrevista a Mariel Norambuena29> El teclado Tréal32> Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico42> Text On Top45> Transcripción vs Registro audiovisual50> La Meseta64> Subtitulando desde el set de un programa de televisión

Editor: Nicolás Marino (Argentina)Director: Diogo de Alcântara Pereira (Brasil)Colaboradores: Ezequiel Marino (Argentina) y Federico González Monasterio (Argentina)Contacto: [email protected]: facebook.com/revistataquigraficaDiseño editorial: Diego Scagni

Dedicado a la memoria del Capitán

Las opiniones vertidas en los artículos publicados son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Revista Taquigráfica.

“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”

Mahatma Gandhi

A fines de 1982, el entonces director del Cuerpo de Taquígrafos del Congreso de la Nación, Lorenzo Cedrola, recibe una encuesta enviada por una institución hasta entonces desconocida por nosotros: Intersteno. Me pasa el sobre y decido responderla. Trataba sobre la taquigrafía parlamentaria: cuántos cuerpos de taquígrafos había en el país, cuántos taquígrafos había en total, métodos de escritura, promedio de velocidad, etcétera. El cuestionario era bastante exhaustivo y la respuesta completa daba una idea muy real de la actualidad taquigráfica en el país. Las respuestas que fui volcando daban cuenta de la situación de ese entonces en la Argentina, con un único cuerpo de taquígrafos en la Nación -algunos en pocas provincias y municipios-, que se dedicaba a atender labores de militares-políticos en el poder. Pero también señalaba la tarea que habían hecho los dos cuerpos nacionales en épocas democráticas. Al terminar esa tarea, sin preguntar a nadie por temor a una segura negativa, envié la mencionada encuesta a la sede de Intersteno. Y me olvidé del tema.

En el segundo trimestre de 1983 (hace bastante tiempo y suficiente para no retener fechas exactas) llega a la dirección del Cuerpo una especie de revista con los datos de los cuerpos de taquígrafos parlamentarios de muchos países democráticos, publicación que nos incluía, y una invitación para participar en un congreso de taquigrafía que se venía realizando desde hacía más de un siglo –solo interrumpido por guerras mundiales-, a celebrarse en Luzerna, Suiza. El director me muestra la carta y, totalmente renuente a los viajes en avión y seguramente también por pensar en la inutilidad de pedir a los militares de los cuales dependíamos que enviaran a alguien a dicho evento, guarda dicha invitación en el fondo de un cajón. Yo no podía resignar sin más tamaña posibilidad, por lo que le pregunté a Cedrola si él estaba interesado en ir. Ante su negativa, le digo que a mí me interesaba muchísimo y que, si no

lo tomaba a mal, quería hacer las gestiones ante las autoridades de ese momento en el Congreso.

Me apersoné ante el capitán de navío de turno, le informé de la reunión en Suiza de taquígrafos de todo el mundo, de las pruebas de velocidad de mecanografía y estenografía y de lo que significaba para nosotros, que hacía más de cien años que no participábamos en una reunión de ese tipo. Y al parecer, tal fue el entusiasmo con que trasmití el tema que dicho militar, al que por otra parte veía por primera vez, me respondió: “Tiene los pasajes y viáticos para la duración del congreso -una semana-, pero apúrese porque faltan dos días y no sé si va a llegar.”

Sin tener una habitación de hotel confirmada, llegué a Luzerna la tarde anterior al inicio del Congreso de Intersteno, justo para las inscripciones. Al día siguiente mi emoción fue enorme al ver entre la bandera de los países participantes a la nuestra. Había valido la pena el apurón de los últimos días y la incertidumbre de un viaje sin preparativos serios. La verdad es que no participé en ninguna prueba, pero no me perdí un segundo de las distintas conferencias que tuvieron lugar. Y en una de ellas me sorprendió una maquinita de origen búlgaro de la que me enamoré para siempre.

En 1970 había tenido la oportunidad de viajar a los Estados Unidos a trabajar como taquígrafo en las Naciones Unidas. Allí tuve oportunidad de conocer las famosas maquinitas manuales de taquigrafía, o estenotipias, que registraban lo escrito en tiras de papel. En aquel momento, los estenotipistas al terminar sus “turnos” cortaban la tira de papel e iban a sus escritorios a “traducir” lo que allí habían escrito. Pero esto de Luzerna era diferente: lo que el estenotipista había escrito con letras y signos ya aparecía correcta y complemente traducido en su idioma.

Historia de la estenotipia informática argentina

Por Mario Ballester

Esta recopilación parte del año 1983. Para ubicarnos en un contexto más completo, debemos decir que fue un año de transición entre gobiernos militares y gobiernos constitucionales.

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Historia de la estenotipia informática argentina (Mario Ballester)

encontrar un representante para sus máquinas en el país, pero no lo consiguieron. No era fácil conocer el mercado para esta tecnología. Sin embargo, de las reuniones que mantuvieron con diferentes postulantes advertí que uno de los pilares del desarrollo de la tecnología no era el dinero sino la enseñanza. Y otro era la creación de un sistema que sirviera para el idioma español.

Varias cartas y llamadas telefónicas -no había mails en ese entonces, al menos en la Argentina- crucé con la gente de Stenograph que insistían en que fuera representante de ellos para Sudamérica, pero mi espíritu poco empresario y el temor al fracaso hicieron que rechazara una y otra vez. Pero sí creía en que era necesario poner manos a la obra para la creación de un grupo de trabajo en la Argentina con el objeto de crear el dichoso sistema de estenotipia.

Y así se sumaron al proyecto los entusiastas Rubén Marino, Daniel Zattera, Juan Carlos Servat, Aldo Romero y Adolfo Madama. Para ese entonces yo había conocido a un viejo taquígrafo que se había entusiasmado mucho con la estenotipia mecánica y había trabajado con ella en las Naciones Unidas: se llamaba Juan Carlos Espinosa. Rubén Marino y Aldo Romero habían alquilado para ese entonces un pequeño departamento por el centro de la Capital y, con la presencia de Juan Carlos Espinosa, empezaron a recibir alumnos deseosos de convertirse en los primeros estenotipistas de máquinas electrónicas de la Argentina. El profesor daba sus clases con enorme entusiasmo a pesar de sus muchos años de edad. Nosotros rezábamos para que no se enfermara debido a su precaria salud y a su avanzada edad. Pero ese no era el problema principal, sino que él enseñaba para la estenotipia mecánica –la de la tira de papel que luego había que traducir- y nosotros queríamos la electrónica, que escribía directamente sin necesidad de la posterior traducción.

Y pusimos manos a la obra. Basados en nuestra experiencia con el método de taquigrafía a lápiz, del ex taquígrafo Gabriel Larralde, que habíamos aprendido en nuestros primeros años de aprendizaje con el famoso Catón, decidimos ir poco a poco adaptando sus ejemplos a la máquina electrónica. Fueron surgiendo ejemplos satisfactorios y “conflictos”, que debimos solucionar con nuevos y mejores “acordes” o “golpes” de estenotipia. Y debimos inventar también cómo hacer para que al terminar una palabra apareciera la siguiente separada y no pegada a la anterior, sin aumentar por ello el número de golpes.

Reuniones en los Estados Unidos entre Mario Ballester, Adolfo Madama, Fernando Altamirano y representantes de Stenograph

Mucho se habló a mi regreso a la Argentina de la estenotipia electrónica -así se llamaba la nueva tecnología. Eran los tiempos iniciales de las computadoras. En un viaje en ese entonces a los Estados Unidos compré una notebook. Esa primera que compré tenía 32 megas y se podía ampliar hasta 40 megas, y la pagué una fortuna, tres veces más que la última que tengo, que supera ampliamente las características mencionadas. Ya nada parecía irreal.

El siguiente congreso de Intersteno fue en Sofía. Y la joven democracia todavía no nos permitió viajar a un país de la órbita comunista en ese entonces. Pero el siguiente fue en la hermosa Florencia. Y allí viajamos con los taquígrafos Rubén Ángel Marino y Jorge Alberto Bravo después de un concurso interno efectuado en nuestra oficina del Senado a participar en las dos categorías de velocidad en estenografía. Obtuvimos muy buenas ubicaciones en ambas categorías, pero lo más importante es que había otras estenotipias pertenecientes a dos firmas: una italiana y la otra norteamericana. Me dirijo a la italiana, por razones de vecindad idiomática. Sin embargo, su director, el señor Marcello Melani, un señor de no muy fácil trato, me desalienta y me deriva a hablar con los representantes de la empresa estadounidense: Stenograph. Y desde ese entonces empieza mi relación con esa empresa.

A poco tiempo de volver a la Argentina, Stenograph hace un periplo por América del Sur, y después de una visita no muy exitosa al Brasil decide viajar a la Argentina, donde me convierto en anfitrión de una demostración que se realiza en el anexo de la Cámara de Diputados, con un operador en español y una serie de ingenieros y técnicos necesarios para que lo que alguien dictaba al señor Altamirano –el estenotipista- y éste escribía con su estenotipia, apareciera en una pantalla como de cine ya traducido al español. Había entre los invitados algunos legisladores, jueces, taquígrafos, periodistas y público en general, todos ellos interesados en esta nueva tecnología que nos deslumbraba.

Entre los representantes de Stenograph de los Estados Unidos estaba su vicepresidente, el señor De Vries, y otra persona que tuvo mucho acercamiento conmigo en el futuro: el señor Dan Glassman. Permanecieron unos días más luego de la demostración tratando de

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Historia de la estenotipia informática argentina (Mario Ballester) Historia de la estenotipia informática argentina (Mario Ballester)

El desarrollo de la teoríaPor Daniel Zattera

En 1992 fui invitado a participar en trabajos que venían realizando los taquígrafos del Senado de la Nación Mario Ballester, Rubén Marino y Aldo Romero, con alguna concurrencia de Juan C. Servat, con el propósito de adaptar al idioma español el software de la estenotipia. Trabajamos ese año y el siguiente.

Por entonces ya había métodos en uso en países de habla hispana, pero se consideraba que no reunían la precisión suficiente para llegar a utilizar la máquina en lo que se llamaba “tiempo real”. Parecía próximo el requerimiento de una versión inmediatamente legible, y esos métodos en uso presentaban insuficiencias no sólo para la velocidad, sino también en

cuanto a otras características. Mantenían, por ejemplo, limitaciones equivalentes a las que nosotros, taquígrafos profesionales, habíamos encontrado siempre en la escritura manual: los signos debían interpretarse, se prestaban a distintas acepciones, y la versión resultante tenía que ser leída y corregida.

Ya estaba a la vista la estenotipia computarizada, que permitiría trabajar en tiempo real. Pero los datos que llegaran a la computadora debían basarse en un software que no provocara ninguna confusión ni dejara la traducción al arbitrio del azar o de un corrector. De manera que el equipo formado por los mencionados colegas prácticamente tenía que partir desde cero, como suele decirse, y encarar la formulación de un nuevo sistema.Otros métodos conocidos a la sazón, además de los mencionados, eran para el idioma inglés. También había llegado al país la experiencia y la práctica del profesor italiano Marcello Melani, quien había adaptado a su idioma incluso el teclado de la máquina. Si bien se consideraba que este sistema no era fácilmente utilizable en español, la presencia y los logros de este profesional representaron un incentivo para los colegas que encabezaron el trabajo, que tenían gran experiencia en la profesión.

Se trataba, entonces, de elaborar un manual para la utilización del sistema de estenotipia en español en tiempo real. A esa tarea, para la cual Mario Ballester contaba con conocimiento y documentación, incorporé mi modesta participación en el plano del manejo de la lengua española con vistas al propósito perseguido: buscar ejemplos, estudiar la frecuencia de determinadas sílabas, etcétera, y redactar las conclusiones de cada reunión, que después serían analizadas en el pleno. El grupo alcanzó

Rubén Marino y Mario Ballester

como estaba el libro iba a afear y desmerecer las virtudes que pudiera tener ese sistema. Así lo hice, desinteresadamente, a pesar de lo cual en una visita que hizo el responsable a Buenos Aires me dio una suma de dinero por mi trabajo, que me vi obligado a aceptar ante su insistencia.

Una vez terminado el libro con el sistema de ese señor, me pidió que lo divulgara entre los colegas del Cono Sur en un congreso que iba a tener lugar en una provincia de la Argentina, cosa que en un principio traté de hacer. Pero a poco de andar advertí que no tenía éxito en mi rol de promotor, razón por la cual dejé de alentar la compra de ese sistema. Ocurría que a mi falta de vocación de vendedor, se agregaba el motivo de que ese sistema no tenía la suficiente rapidez para escribir.

Ocurre que los sistemas de estenotipia elevan la velocidad de escritura en forma proporcional a la menor cantidad de golpes por palabras. Y tomando los ejemplos de ese libro me puse a contar los “acordes” que se necesitaban para escribir dichos textos, y luego calculé la cantidad de “acordes” o golpes que se necesitaba dar con nuestro sistema. Al compararlos, se advertía fácilmente que el otro sistema no iba a poder superar las 120 palabras por minuto, salvo que el estenotipista que utilizara ese sistema agregara innumerables “abreviaturas”, lo que desvirtuaría la estructura de escritura normal. En cambio, el nuestro superaba fácilmente las 160 palabras por minuto, que es una velocidad más que aceptable para reproducir a un orador en español.

Ese ha sido a grandes rasgos la historia de la estenotipia en la Argentina. Hoy hay muchos estenotipistas que utilizan nuestro sistema, pero yo ya no soy la persona más indicada para hablar a ese respecto.

Por ese entonces, Rubén Marino y yo viajamos a Bruselas, Bélgica, a otro congreso de Intersteno. Mantuvimos allí conversaciones con gente de Stenograph y distintas personas interesadas en venderles un nuevo método para el idioma español. Y poco a poco fuimos

demostrando que esos sistemas adolecían de fallas insalvables, con demasiados “confictos” como para constituir un sistema.

Al terminar el congreso, viajamos a Francia para hacer turismo. Así llegamos a Rouen, famosa por su catedral inmortalizada por Claude Monet, donde nos tocó un día lluvioso, poco propicio para las caminatas. Preferimos detenernos en un cafecito, y allí descubrimos cómo separar las palabras sin nuevos golpes y resolvimos también otros “conflictos” que nos preocupaban. Fue un día malo para la aventura turística, pero muy provechoso para el adelantamiento de nuestro ansiado “Sistema”.

La gente de Stenograph nos brindó una vieja máquina y con ella, por fin, fuimos terminando de probar nuestro sistema, que hasta ese momento era probado solamente en forma teórica.

Tiempo más tarde, el director de otra empresa de Europa me envió -para ver mi parecer- un sistema ideado por ellos. Leí los originales y advertí muchos errores idiomáticos en las reglas y en los ejemplos. La persona que había escrito el libro no conocía muy bien el español. Les dije entonces al responsable que si no estaban muy apurados iba a intentar eliminar los errores idiomáticos, porque tal

Historia de la estenotipia informática argentina (Mario Ballester)

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El primer curso de estenotipiaPor Aldo Romero

El primer curso los organizamos junto con Rubén Marino en una oficina de la calle Sarmiento, casi Rodríguez Peña. Allí recibimos las clases dictadas por el profesor Espinosa, un taquígrafo que trabajaba en las Naciones Unidas, a las que también asistieron muchas profesoras de taquigrafía. También prestábamos otros servicios, como la transcripción de trabajos particulares y el diseño de originales, entre los que destaco al Boletín de la Asociación Argentina de Taquígrafos Parlamentarios.

a elaborar 32 capítulos de ese manual.Uno de los objetivos principales, alentado sobre todo por Rubén Marino dado el dominio que ya tenía de la estenotipia en papel, se sintetizó en el lema: “El mayor esfuerzo hay que aplicarlo a disminuir el promedio de pulsaciones por palabra”, para lo cual todo recurso de ingenio era bienvenido en pos de la creación de las condiciones para una escritura que la computadora interpretara en simultáneo.

Desde los signos de puntuación, pasando por las partículas de inicio de palabra, las de final de palabra, el señalamiento de la vocal sola y las vocales agrupadas en diptongo o no, la elaboración de acordes que resolvieran de una nueva manera las exigencias de la escritura, etcétera, todo fue motivo de debate.

En el campo de las vocales fue necesario afinar el análisis a partir de un contacto fino con el idioma. Los sistemas que habíamos utilizado en el oficio manual permitían generalmente señalar la vocal inicial y dejaban librada la determinación de las demás vocales al propio instinto del taquígrafo apoyado en el sentido de la frase, pero ahora aparecía como imprescindible suministrar a la computadora elementos más precisos. Esto es de enorme importancia, por ejemplo, en la conjugación del verbo castellano, que a diferencia del inglés arrastra numerosas modificaciones para tiempo y persona, así como a veces es una sola vocal la que diferencia una forma de verbo en indicativo de una en subjuntivo.

Como la propuesta incluía innovar, con respecto a los sistemas de estenotipia conocidos, la valencia de numerosos conjuntos

de teclas o acordes, cada uno de ellos fue sometido a análisis para asignar los más críticos a las sílabas que por su frecuencia en el idioma justificaran la inversión. Ya no se trataba de imprimir esos acordes en una tira de papel que después fuera interpretada por el estenotipista, sino de mensajes encaminados a la “lectura” de la computadora.El proyecto de manual elaborado incluía una serie de aforismos que iban a aparecer recuadrados a lo largo del texto, y que como dato curioso me permito incluir:

“El conocimiento del sistema se alcanza mediante la lectura de este texto, pero el dominio de la máquina sólo se logra con mucha dedicación y mucha práctica”

“Cuando una palabra es de uso muy frecuente creamos una abreviatura, aun apartándonos de las reglas habituales, pero sólo con mucha experiencia se puede crear una abreviatura”

“Si una partícula forma parte de muchas palabras procuramos representarla del modo más práctico y reducido posible para que, sin confundirnos, el esquema pueda servirnos cada vez que aparezca esa partícula. Pero no se pueden componer partículas al azar, porque podrían superponerse con otras contenidas en la memoria de la computadora”

“Se puede considerar que hemos dominado un ejercicio cuando lo realizamos con soltura y naturalidad, y cuando pulsamos sin demoras y sin dudas”

“El buen uso del idioma es esencial para el trabajo del estenotipista. Ante una palabra poco conocida, todos debemos recurrir al diccionario”“El tiempo empleado en la ejercitación se recuperará con creces porque facilitará la tarea de mañana”

Este recurso de los aforismos fue una respetuosa recordación de Gabriel Larralde.

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El surgimiento de STENOCAPPor Nicolás Marino

En mayo de 2004 fui contratado por el Cuerpo de Taquígrafos de la Cámara de Diputados de la Nación para desempeñar tareas administrativas y practicar el método de estenotipia informática creado por los taquígrafos Mario Ballester y Rubén Marino -mi padre-, que es el utilizado por la mayoría de los estenotipistas de la Argentina. Si bien mi estadía duró poco menos de dos años, aproveché el tiempo para practicar hasta alcanzar la velocidad que luego me permitió presentarme con éxito en un concurso público de oposición y antecedentes en el Senado de la Nación.

El método que enseñaba Espinosa había sido creado por el mexicano Agustín Contreras. Como dicho método no permitía la traducción en tiempo real, porque era muy parecido a la taquigrafía manual en cuanto a que una palabra podía tener varias traducciones posibles, encaramos la tarea de modificarlo. Se trabajó básicamente en definir el tema del género y en inventar algunos finales para tratar de hacer menos golpes al escribir.

Básicamente, yo tenía la función de hacer aportes a las modificaciones que se iban introduciendo y de pasar en limpio todo lo que se iba elaborando. De esa forma se hizo el primer manual. Por supuesto, después el método lo siguió trabajando Rubén Marino, consultando otros métodos de los Estados Unidos y de otras partes del mundo, y más adelante sus hijos, producto del uso del sistema y de comprobar qué servía y qué no servía a partir de un conocimiento empírico. Nuestro conocimiento fue más bien teórico, puesto que no teníamos velocidad.

Años más tarde, los cursos se trasladaron a la calle Suipacha, en el mismo edificio, aunque en diferente oficina, donde StenoCap realiza capacitaciones actualmente. Allí continué trabajando un tiempo, pero ya no tan involucrado con el tema. Luego Rubén Marino y Mario Ballester encararon el trabajo de fomentar y divulgar las ventajas del uso de la estenotipia informática a través de su puesta en práctica y seguimos prestando servicios conjuntamente en diversos ámbitos.

El primer curso de estenotipia (Aldo Romero)

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Durante esos años, junto con mi hermano Ezequiel -también estenotipista- decidimos que, además de prestar el servicio de estenotipia, debíamos dedicarnos también a la formación de nuevos estenotipistas, algo que mi padre había dejado de hacer y que consideramos que resulta una obligación si uno pretende que la actividad tenga futuro.

En ese sentido, la puesta en práctica del método Ballester-Marino nos permitió efectuar correcciones y dotarlo de nuevas herramientas para alcanzar una escritura más simple y rápida. Realizamos grandes modificaciones a fin de limitar la capacidad creativa de los aprendices, quienes en el afán de avanzar y escribir rápido descuidan algunas reglas que hacen compatible al método con los softwares de traducción simultánea. Y justamente, si cada uno escribe a su parecer, existirán tantos estenotipistas como métodos dando vueltas y cada uno deberá confeccionar un diccionario personal que no podrá ser utilizado por otros. Éste fue un punto que tuvimos muy en cuenta: todos los estenotipistas que aprendan nuestro método debían poder usar el mismo diccionario.

El trabajo que desarrollamos fue acompañado del marco teórico necesario para ser comprendido y compilado en la obra que se denomina Método Marino. Así fue que a principios de 2005, con mucho esfuerzo y compromiso dimos comienzo a los cursos de estenotipia informática en nuestro propio centro de formación, al que bautizamos con el nombre de StenoCap.

En esos primeros años tomamos una decisión sin precedentes en nuestro país: ofrecer un curso de velocidad. Este curso se dicta a distancia, cuenta con más de 1.500 audios con textos leídos a diferentes velocidades, y apunta básicamente a acompañar al alumno en el proceso de construcción de su velocidad mediante un contacto permanente con un profesor y la asistencia a dos encuentros mensuales donde se realizan exámenes y se conversa sobre temas vinculados a esta etapa en reuniones coordinadas por una psicóloga social. A su vez, todos los alumnos y exalumnos tienen la posibilidad de acceder a las actualizaciones del Método Marino y sugerencias vinculadas a la práctica y a la actividad profesional a través de nuestro usuario en Twitter: metodomarino.

En la actualidad están vigentes dos importantes convenios. El primer convenio es con la cátedra del doctor Claudio Acosta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, que dos veces por año realiza simulacros de juicios, a los que un alumno de StenoCap tiene la posibilidad de asistir para efectuar el registro por escrito. Dicho alumno previamente es instruido sobre el proceso penal, la preparación que debe tener un estenotipista antes de asistir a la primera audiencia y la documentación que debe solicitar, y también realiza el trabajo posterior para entregar finalmente la versión taquigráfica.

Cabe señalar que todos los alumnos y exalumnos son invitados a participar de encuentros absolutamente gratuitos. Entre los encuentros más destacados que hemos tenido podemos mencionar el Simulacro de concurso, organizado un mes antes del concurso público de oposición y antecedentes que se realizara en el Senado de la Nación en mayo de 2012, donde se les explicó a los alumnos cómo se desarrolla un concurso y se tomaron exámenes de características similares; Jorge le habla a la juventud, donde don Jorge Bravo, director general de Taquígrafos del Senado de la Nación, expuso ante los alumnos su experiencia profesional y respondió las preguntas que aquellos le manifestaron; y la visita al país de Mariel Norambuena, estenotipista chilena especializada en prestar servicios de Closed Caption y CART para todo el mundo.

El otro convenio es con la Academia Argentina de Letras y la Fundación del Español Urgente, quienes diariamente envían a los alumnos de StenoCap recomendaciones lingüísticas por e-mail. Como sabemos que la preparación en gramática y ortografía muchas veces no es suficiente en la escuela secundaria, y son cuestiones que exceden un curso de estenotipia, con este nuevo convenio intentamos que el alumno se capacite día a día en base al tratamiento de los errores que dichas instituciones advierten en diversos medios de comunicación.

El surgimiento de Stenocap (Nicolás Marino) El surgimiento de Stenocap (Nicolás Marino)

Además, junto con Diogo de Alcântara Pereira, de Brasil, trabajamos en una revista digital llamada Revista Taquigráfica, completamente financiada con recursos de StenoCap, de distribución

gratuita, y dirigida a profesionales, estudiantes y profesores de taquigrafía de todo el mundo. Por suerte, ha sido bien recibida por los taquígrafos de diferentes partes del mundo, quienes tienen la oportunidad de participar escribiendo artículos sobre diversos temas relacionados con la profesión y aportar toda su experiencia. El material que se presenta tiene como objetivo mantener actualizados a los lectores sobre los adelantos tecnológicos que directamente se vinculan con nuestra actividad, como así también conocer a través de entrevistas a taquígrafos reconocidos a nivel mundial.

Tal como nos inculcó nuestro padre, todos los aportes que realizamos desde StenoCap tienden a recuperar la esencia del taquígrafo y el alto prestigio que alguna vez ha tenido nuestra actividad, sin confundirnos en que la defensa que hacemos es hacia la taquigrafía como actividad y no hacia la taquigrafía (o estenotipia) como sistema. La taquigrafía como actividad, que consiste en tomar registro por escrito de la palabra expresada en forma oral, deberá adaptarse al sistema de escritura veloz que represente mayor utilidad, tanto para el profesional que lo utiliza, como para quien contrata nuestro servicio. Así, sin dudas, tendremos asegurado el futuro.

Próximo Destino:

Hong KongPor Jade King (Estados Unidos)

A veces me tengo que dar un pellizco, casi literalmente, cuando pienso en cuán lejos he viajado, tanto literal como figurativamente, en mi carrera. Mientras ahora trabajo en arbitrajes internacionales en tiempo real y subtitulando eventos en Asia, no hace más de quince años estaba sentada en mi cuarto en Melbourne, Australia, vistiendo un pijama rosado y aprendiendo cómo usar una máquina para estenotipia.

Trabajando en la Suprema Corte de

Hong Kong

El surgimiento de Stenocap (Nicolás Marino)

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parte del Imperio Británico y bastante occidentalizado en cierto modo, es conocida como la Perla del Oriente y, a su vez, un centro financiero clave en todo el mundo.

Aquí estoy, con la estenotipia judicial nuevamente. Hago casi la mitad de mi trabajo en el Tribunal Superior y la otra mitad en el Centro de Arbitraje Internacional. También trabajo ocasionalmente en declaraciones, que son casi diez al año. Todo lo vinculado a vivir y trabajar aquí pareciera ser intenso. Hay una excitación e intensidad hacia todo. Los casos en los que trabajo son por sumas incomprensibles de dinero y de gran interés público: grandes contratos gubernamentales, disputas de construcción y transporte marítimo, acuerdos de divorcio multimillonarios de magnates famosos, concursos de UNICEF, comisiones de investigación. No he hecho ningún caso de lesiones personales o accidentes de autos en tres años. Eso se siente bien. Nos mudamos aquí por la emoción y, definitivamente, la conseguimos.

Amanecer sobre Central, Hong Kong.

La mayoría de la gente está familiarizada con los extensos cielos fluorescentes y el récord de densidad poblacional, pero vivimos en una zona completamente diferente: en los Nuevos Territorios, cerca de la frontera con China, en un pequeño pueblo de pescadores en la cima de una colina. En nuestro pueblo hay doce casas y casi ninguno de nuestros vecinos habla inglés. Esto hizo que desde un principio sea necesario aprender cantonés. Nuestros chicos asisten a escuelas locales para que puedan adquirir fluidez y facilidad en lo bilingüe tan pronto como sea posible, ¡algo en lo que han demostrado ser asquerosamente hábiles! Mientras tanto, yo me esfuerzo cada noche en mis tarjetas de idioma y mi diccionario chino...

Vida idílica en una población pesquera.

Vistas desde adentro del Centro Internacional de Arbitrajes de Hong Kong.

Vivir en Hong Kong también acarrea muchas posibilidades de viajar por trabajo. Por ahora he tomado declaraciones en la embajada de los Estados Unidos en Osaka, Japón; algunas en Taipei, Taiwan; también algunos arbitrajes gubernamentales en Seoul, Korea; y trabajé muchas veces en la Suprema Corte de Singapore.

Primero voy a contarles como llegué aquí. Luego de una corta experiencia en una carrera universitaria, me encontré tomando una serie de empleos por poco tiempo, hasta que llegué a uno que me cambió la vida. Era para una empresa de estenotipistas judiciales escribiendo diarios de audiencias. Había un pequeño grupo de estenotipistas que trabajaban para la misma compañía, quienes con el tiempo me enseñaron a editar sus audiencias en tiempo real. Casi instantáneamente me di cuenta que no quería editar para ellos. ¡Quería ser ellos! La estenotipia judicial era una industria pequeña en Australia y había pocas escuelas, pero ninguna de ellas en mi Estado. Por ese motivo empecé a aprender sola usando la primera teoría con la cual me crucé: la Teoría Phoenix . Mis materiales de estudio eran los materiales del curso Phoenix (dos libros y algunos casetes con audios), un reproductor Lanier y una máquina modelo SmartWriter. Estudiaba de noche, editaba todo el día en el trabajo y luego me quedaba después de hora a traducir mis propios archivos en el software del trabajo. Tiempo después ya podía escribir en estenotipia más rápido de lo que lo hacía en un teclado de computadora, y en ese momento comencé a trabajar por mi cuenta haciendo transcripciones. Algunos de mis mejores recuerdos de este período inicial de transcripciones judiciales fueron: trabajar para los solicitantes del Tribunal de Revisión; cubrir el juicio de Tampa “boat people” (una gran cuestión judicial en Australia); y sentirme llena de miedo cuando juré como estenotipista ante el Presidente del Tribunal Supremo de Melbourne en la Corte Suprema.Amaba el ambiente judicial, pero cuando vi una propaganda sobre Closed Caption desde casa en una de las mayores empresas de televisión en Australia decidí detenerme y echar un vistazo. Finalmente, tomé un examen allí y me ofrecieron una práctica en subtítulos. En este ámbito es donde hice mis mayores avances hasta la fecha. Hice mi primera experiencia en tiempo real

subtitulando un noticiero casi tres meses luego de empezar en la empresa. Me enamoré de ello y por los siguientes cinco años fui lo suficientemente afortunada para trabajar en algunas cosas increíbles. Claro que estas grandes asignaciones fueron mezcladas con aquellas que te parten el alma, como trabajar durante demasiados meses un programa matutino de información (¡creo que aún recuerdo algunas propagandas de memoria!), programas nocturnos “de actualidad” y programación para niños.

¡Por favor, no quiero otra pieza publicitaria!

También hubo algunas “grandes noticias” dignas de ser recordadas, como subtitular el tsunami Boxing Day y los ataques terroristas a Londres. Mis eventos favoritos eran los deportivos, como los Juegos Olímpicos, Wimbledon, los Ashes, el Tour de France y el Abierto de Australia. Esto funcionó perfectamente para mí en los últimos años cuando tenía dos niños pequeños y podía subtitular eventos deportivos durante la noche desde mi casa -¡de nuevo en pijama! ¡La ropa de dormir parece ser un tema recurrente en la carrera! También hice CART durante este tiempo, que hasta ahora ha sido el área que menos me gustó de la estenotipia, entre otras cosas, ¡porque no podía usar pijama!Llegó un punto en que mi marido y yo quisimos conocer qué aventuras había en el extranjero. Por eso decidimos mudarnos a Hong Kong. Este lugar en especial, parte de China, previamente

Próximo destino: Hong Kong (Jade King) Próximo destino: Hong Kong (Jade King)

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cuando nos vieron escribir en inglés por primera vez!

Además de los casos interesantes, lo que más amo de trabajar aquí es tener la posibilidad de trabajar en tiempo real todos los días. Éste es un mercado donde todos quieren tiempo real, entonces escribo con más de diez conexiones en casi todos los trabajos. Eso implica un montón de preparación de mi parte, pero amo la presión y la satisfacción.He tenido la oportunidad de encontrarme con estenotipistas de nivel internacional de todo el mundo cuando viajan a mi región para tomar declaraciones o incluso para trabajar en juzgados aquí, lugar donde yo estoy muy ocupada.

Estenotipistas Chinos – sus máquinas son las LightSpeed “originales”.

Creo, sin embargo, que el punto más destacado es cuando viajé a Shangai hace unos años para cubrir una conferencia de grandes negocios donde antiguos políticos como Bertie Ahern, John Howard y Rudy Giuliani antecedieron al orador principal, Bill Clinton. Estar a metros de aquellas figuras mundiales y tomar sus discursos fue una experiencia increíble. Éste en particular fue un gran momento, sin dudas, pero si soy honesta los experimenté a todos de igual manera. Como dije anteriormente, todo se mueve a un ritmo más rápido y a gran escala.

En Shangai con mi marido/hombre de tecnología.

¡En Dim Sum con el infame estenotipista americano Depoman!

Comer en Asia, ¡todo con palitos!

es como la ceremonia de premios Óscar regionales. Lo subtitulé en vivo para las pantallas de cine ubicadas en la avenida. Me crucé con Donatella Versace, un año en el que ella era la invitada especial, como así también con estrellas del cine asiático como Andy Lau y Amitabh Bachchan.

¡Buen día Osaka! Otra mañana, otra ciudad.Singapore.

Una vez que asumí tomar una declaración en las Filipinas, el cliente arregló un transfer aéreo desde Manila y experimenté un fascinante viaje de tres horas hasta mi destino final, que terminó siendo un barrio bajo, de esos que solo había visto antes por televisión: personas desmayadas en la calle, hombres caminando con armas y niños descalzos corriendo a través de ranchos de hojalata. El declarante era un doctor de un solo brazo y su clínica un cobertizo destartalado. Yo vestía ropa formal y cargaba dos laptops. Era atemorizante e incómodo... Especialmente cuando le pedí que levantase el brazo derecho para tomar el juramento antes de darme cuenta de que no tenía brazo derecho.En Hong Kong, uno de mis trabajos favoritos fue la Ceremonia de Entrega de Premios de Películas Asiáticas (Asian Film Awards), que

Ensayo para los Premios Asiáticos.

También disfruté especialmente tomar la declaración del patriarca anciano de una de las familias más ilustres de Hong Kong, quien a pesar de estar en una silla de ruedas y acompañado por una enfermera, cautivó durante horas a toda la habitación con sus cuentos de aventuras en los tiempos de guerra, sobre estafas de dinero y sobre cómo ayudó a construir Hong Kong en su forma arquitectónica actual.

Otro momento para resaltar fue observar a un grupo de estenotipistas chinos. Trabajan en parejas, y tanto el editor como el escritor usan máquinas para estenotipia muy similares a las nuestras. Su método parece ser el de ejecutar un golpe inicial y luego seleccionar el carácter correcto en su software de traducción a partir de una lista que aparece en la pantalla de su computadora. Solo verlos era increíble. Curiosamente ¡ellos tuvieron la misma reacción

Próximo destino: Hong Kong (Jade King) Próximo destino: Hong Kong (Jade King)

22 - Revista Taquigráfica [#6] 23 Revista Taquigráfica [#6] -

Entrevista a MARIELNORAMBUENA

Actualmente estoy trabajando en una comisión de larga duración sobre la investigación de una colisión náutica en la que, trágicamente, murieron 39 personas. Es uno de esos casos en los que se siente realmente la importancia de hacer un archivo para el público, y me siento honrada de contribuir en algo a esta maravillosa ciudad que hemos decidido llamarla, por ahora, casa.Creo que seguiremos llamando a Asia nuestra casa por lo menos por otra década. Después de todo ¿quién sabe? Quisiera trabajar para las Naciones Unidas alguna vez. Habiendo trabajado con algunos intérpretes increíbles aquí, me gustaría hacer ese intento. Afortunadamente, diez años es tiempo suficiente para conseguir fluidez en cantonés y, por suerte, también en otros idiomas. Vivir en una ciudad verdaderamente mundial me ha abierto la cabeza a las posibilidades de ser una profesional multilenguaje. Tengo el sueño de ser la primera estenotipista cantonés-inglés. Eso no es tan realista como volverse un intérprete o trabajar para las Naciones Unidas... ¡pero puede ocurrir! Si hay algo que me enseñó esta carrera es a Soñar A Lo Grande.

Próximo destino: Hong Kong (Jade King)

24 - Revista Taquigráfica [#6]

hacían constantemente controles de calidad y, obviamente, yo todavía no estaba preparada para hacer algunos programas. Era una mezcla de nerviosismo y orgullo al ir viendo poco a poco mis avances.

> ¿Dónde trabajas actualmente?

Actualmente hago CART en vivo y remoto y captioning de manera independiente, por lo que son bastantes las empresas que requieren mis servicios. La estenotipia en español, tanto para Closed Caption, como para otros servicios,

presenciales o remotos, es muy solicitada y, si sumas otras habilidades o competencias, constantemente logras tener ofertas de trabajo. La verdad, creo que en este momento hay una escasez de estenotipistas en español en relación a la demanda, que ha ido incrementándose muy rápido en los últimos años.

> ¿Qué características consideras que debe tener un estenotipista para hacer Closed Caption?

Considero que para comenzar con algunos programas debes escribir como mínimo a una velocidad de 120 palabras por minuto. Una vez que estás en 180 ppm pienso que estás preparado para hacer todo tipo de programas. Pero la velocidad es solamente un factor, dado que también se necesita tener precisión en los dedos, capacidad de síntesis, de retención, por supuesto, buena ortografía y gramática, y contar con un diccionario lo suficientemente contundente para poder escribir; sin embargo, cabe aclarar que el mismo se va incrementando a medida que trabajas, porque como te tocan diferentes coberturas, necesitas siempre ir agregando palabras y abreviaturas. Creo que uno siempre debe perfeccionarse en todo ámbito de cosas y profesiones. Con la experiencia aprendes a ser más preciso y más eficiente en el trabajo.

> ¿Cómo te preparas para subtitular un programa?

Por lo general, debo estar conectada 15 o 30 minutos antes de comenzar la programación, según lo requiera el cliente. Esto significa prender la computadora, conectar, llamar para realizar el test y obtener el audio. Cuando te tocan programas muy específicos, como partidos o debates políticos, previamente debes ingresar los nombres y crear abreviaturas en el programa de traducción simultánea para que la escritura sea más expedita, pero por lo general los diccionarios específicos los vas realizando a medida que haces los programas, cuando ves que hay palabras, personas o nombres que se repiten con mucha frecuencia.

> ¿En qué ámbito desarrollas tu actividad como estenotipista?

Trabajo haciendo Closed Caption y CART. El Closed Caption es el subtitulado oculto o encriptado de televisión o videos realizado para permitir que las personas con problemas auditivos puedan comprender lo que se está diciendo. Este servicio no es solo utilizado por personas con problemas auditivos, sino también por personas que están aprendiendo un idioma, personas que tienen mucho ruido en su entorno al ver televisión o que, por el contrario, no pueden tener la televisión o la computadora con volumen. A diferencia de la subtitulación, el Closed Caption refleja otra clase de información, como aplausos, gritos, risas, etcétera.

El CART (Communication Access Realtime Translation) es la escritura en tiempo real, en el mismo idioma u otro, que permite que la/s persona/s del evento puedan leer lo que se está hablando en el mismo. El CART puede ser presencial o remoto y el texto puede ser proyectado en una pantalla o visto a través de un streaming o blackboard privado al que tienen acceso las personas que el evento permita. Generalmente, es utilizado para seminarios, clases y reuniones.

> ¿A qué edad y cómo tomaste conocimiento de la estenotipia?

Comencé a estudiar a los 25 años. Soy bailarina, pero cuando estaba embarazada busqué un trabajo en casa, y como digitaba rápido, me dediqué a transcribir audios para una empresa. Allí inicié mis estudios como estenotipista, en un curso donde se enseñaba el Método Stenograph, que consta de cincuenta lecciones, con su respectiva teoría, ejercicios y pruebas. Una vez terminada las lecciones, se iniciaba el proceso de ejercicios para adquirir velocidad y la creación del diccionario personal. El curso estaba pensado para luego trabajar en Closed

Caption; sin embargo, la teoría es la misma para cualquier área, lo que cambia es el estudio del lenguaje y la adquisición de vocabulario específico. Allí me dieron un diccionario básico, que tenía cerca de 12 mil palabras, pero una vez que terminé las lecciones me pasaron un diccionario hecho, porque me necesitaban trabajando lo antes posible. Con los años he ido perfeccionando y limpiando ese diccionario.

> ¿Qué recuerdas del primer programa que subtitulaste?

No recuerdo el primer programa, pero sí las sensaciones en los primeros que hice; de estar muy nerviosa, porque además nos

Entrevista a Mariel Norambuena Entrevista a Mariel Norambuena

26 - Revista Taquigráfica [#6] 27 Revista Taquigráfica [#6] -

El teclado

TRÉALPor Nicolás Marino (Argentina)

Muchos estudiantes avanzados y profesionales se enfrentan en algún momento de sus carreras con el siguiente interrogante: ¿qué máquina elec-trónica para estenotipia es conveniente adquirir? Pues bien, en esta breve review les haré conocer el teclado Tréal, que es un producto innovador y poco conocido, creado por la empresa Word Technologies hace ya varios años. A continu-ación, les contaré los detalles más destacados punto por punto.

> PESO Y TAMAÑO. La demanda histórica de los estenotipistas hacia las empresas fabricantes de máquinas para estenotipia fue la de un equipo pequeño y liviano. El Tréal reúne ambas cualidades, porque tiene una medida aproxi-mada de 23 centímetros de largo y un peso de 500 gramos, lo que lo ubica en un escalón por

TRÉALTRÉALTRÉALencima de las máquinas tradicionales, incluso de aquellas de reciente lanzamiento. La valija con la que entregan el teclado, de destacado cuidado estético, nos permite hacernos una idea de lo cómodo que representa su transporte y el escaso espacio que puede ocupar entre nuestras herramientas de trabajo.

> ¿Cuáles son las ventajas y desventajas del trabajo de captioner en comparación con otros ámbitos donde un estenotipista desarrolla su actividad?

La mayoría de los trabajos que hago son desde mi casa, lo que me permite organizar bastante mejor mis tiempos. Además, al ser independiente, puedo acomodar mis horarios y estar con mi hijo cuando llega del colegio, coordinar cuando tengo que ir al doctor o se presenta una urgencia, despertarme más tarde y bajar a trabajar en pijama si quiero; aunque parezca algo mínimo o insignificante, tiene directa relación con la calidad de vida y se refleja, no solo en uno mismo, sino en todas las personas con las que convives y te relacionas. Otra cosa que destaco es que cuando haces Closed Caption solo trabajas el tiempo de conexión, es decir, no te llevas trabajo “para la casa”, lo que te permite desconectarte en tus ratos libres. Y, finalmente, al ser un trabajo pagado por hora, tú puedes decidir si optas por una mejor calidad de vida o trabajar más horas y tener mayores ingresos.

> ¿Qué máquina y software utilizas? ¿Cuál es el costo que debe afrontar un estenotipista para convertirse en captioner independiente?

Existen varios softwares y máquinas para estenotipia que pueden ser utilizados. Básicamente, se necesita una máquina electrónica que se pueda conectar a la computadora y un software para captioning. El costo depende de los modelos de máquinas, fundamentalmente, y del software que se utilice, pero la inversión inicial es alrededor de 10.000 dólares.

> ¿Qué sucede con las palabras que no tienes adheridas al diccionario?

Las vas ingresando en el momento. Si es muy rápido el discurso o conversación y no alcanzas a ingresarlas, puedes colocar otra cosa u omitirlas, sin perder el sentido de la oración, e ingresarlas cuando estés en cortes comerciales. Por ejemplo, si están hablando de la presidenta de la Argentina y no tienes ingresado “Cristina Fernández de Kirchner”, podrías colocar “la presidenta de la Argentina” y en comerciales ingresarlo para evitar que se vean estenos (códigos) en la pantalla. Lo importante es tener claro que nuestro público es gente con problemas auditivos.

Entrevista a Mariel Norambuena

28 - Revista Taquigráfica [#6]

> CONEXIÓN USB. Siendo compatible con los softwares más importantes del mercado, la única forma de utilizar el teclado Tréal es conectándolo a la computadora a través del puerto USB. Esto ataca el principal problema de muchos: el uso de cables y transformadores. A la vista, el estenotipista trabaja en un ambiente prolijo, con una computadora y un pequeño teclado. Lamentablemente no cuenta con algún otro modo de almacenar el registro efectuado, pero difícilmente hoy en día un estenotipista concurra a su lugar de trabajo sin una computa-dora portátil.

> TRÍPODE. La utilización de un trípode quedará a criterio de cada estenotipista. Se pueden utilizar los trípodes tradicionales de las máquinas Stenograph o bien apoyar el teclado sobre un escritorio.

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> PRECIO. Finalmente, nos encontramos con un detalle no menor: el costo de esta máquina es de 795 dólares. Los invito a buscar en el mer-cado una máquina electrónica para estenotipia nueva (no usada ni reacondicionada) por un val-or menor. No encontrarán nada por encima de prácticamente el doble de su valor. Esto resulta lógico, porque es un equipo que no contiene muchas de las funciones --a veces, innecesari-as-- con las que cuentan otras máquinas, como los diferentes modos de registro, la posibilidad de regular la sensibilidad de las teclas, pantallas a color para visualizar el registro, etcétera.

En síntesis, El teclado Tréal representa una opción por demás interesante al momento de adquirir una máquina electrónica para esteno-tipia, tanto por el precio como por aquellas características únicas que se han tratado en los puntos desarrollados.

A su vez, la profundidad de las teclas al pul-sarlas es mínima, eliminando así el trayecto extenso que solían tener muchas máquinas. En la actualidad esto no representa un detalle relevante, porque las máquinas más modernas presentan esta posibilidad, pero recordemos que este teclado salió a la luz hace ya muchos años. También es de destacar la aparición de los números en teclas independientes.

> TECLADO ERGONÓMICO. También una exigencia de los estenotipistas estuvo siempre vinculada al cuidado de la salud. La mala postu-ra de las manos puede traer consecuencias in-deseadas por un estenotipista, que bien podrían evitarse con un teclado ergonómico, tal como el que nos ofrece la empresa Word Technologies. Este detalle, que además favorece la resistencia física del estenotipista, trajo como consecuen-cia la generación de nuevas teclas (dos del lado izquierdo y una en la parte de las vocales) y un asterisco con mayor amplitud para facilitar su alcance. Aquella tecla que aparece entre las vocales bien podría utilizarse como la vocal “i”, la única faltante entre las vocales, o como algún símbolo similar al asterisco (el numeral, por ejemplo) que podría funcionar como un nuevo recurso.

Quedará a criterio del estenotipista si las nuevas teclas cumplirán alguna función en particular o no. Como algunos estenotipistas preferirán no contar con ellas, pueden no asignarles función alguna o directamente quitarlas sin necesidad de recurrir a herramientas para ello, tal como se observa en las imágenes que ilustran este artículo.

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El teclado Tréal (Nicolás Marino) El teclado Tréal (Nicolás Marino)

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La dotación actual de taquígrafos abarca a los cuerpos legislativos o deliberativos de nivel nacional, provincial y municipal. Hay también requerimientos de este servicio para asambleas de entidades diversas, como sindicatos, empresas, asociaciones civiles y deportivas, etcétera. Pero en este último caso los pedidos se circunscriben al registro de asambleas, por ejemplo, y no implican que en la plantilla de personal de esas instituciones figure el rubro del que estamos hablando, y la provisión se hace mediante contratos circunstanciales.

Además, una de las áreas en las que se está advirtiendo la aparición de requerimientos de servicio es la judicial. Las características de este sector son muy específicas y plantean modalidades muy diferenciadas de las existentes en la taquigrafía parlamentaria, como veremos en el momento oportuno.

Aun si se cuentan todos estos planos de trabajo, insistimos: los taquígrafos siguen siendo muy pocos en comparación con la magnitud de su servicio, en orden al registro y documentación de la palabra hablada. No contamos con estadísticas confiables, pero en la Argentina no sería caprichoso hablar de cuatrocientas personas en todo el país.

Sin embargo, la naturaleza de la tarea determina una particular idiosincrasia, y el propósito de estas reflexiones gira en torno a las condiciones que debe cumplir, con su comportamiento, quien se ocupe de llevar a cabo la misión del taquígrafo.

El taquígrafo en el recinto legislativo. Por lo general, para desarrollar su misión de registro, el taquígrafo está ubicado en un ámbito espectacular y solemne, a la vista de los legisladores y al pie de la presidencia del cuerpo. Cada uno de los movimientos del taquígrafo es presenciado por los integrantes de la cámara, así como por el público y demás concurrentes. Debe guardar una actitud de suma prudencia y no llamar la atención en modo alguno. En esto hay una similitud con lo que en el teatro se espera de los personajes secundarios cuando los protagonistas dialogan: sólo deben hacer

los movimientos imprescindibles para mostrar naturalidad, nada de gestos precipitados que desvíen la atención del espectador.

Viene a mi memoria una anécdota que vivamente me narraba un veterano estenógrafo de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Se estaba desarrollando un debate muy tenso, y un diputado argumentaba con énfasis. En el turno de la mesa de taquígrafos trabajaba en ese instante un colega que era además abogado, y cuando el diputado dijo que iba a presentar un proyecto de ley con una novedad que resolviera la situación planteada, el taquígrafo, sin soltar el lápiz pero irguiendo de pronto la cabeza, interrumpió al orador y dijo de viva voz: “¡Pero eso está en el Código Civil!” Desde el bloque opuesto al orador surgió un aplauso y se generalizó cierto desorden. Se trataba de una de las pocas veces en que un taquígrafo participaba de un debate, además de registrarlo.

Tiene una cierta gracia, pero la verdad es que no estamos para esa función. Así tuviéramos la clave de solución de todos los males, nuestra tarea no incluye el uso de la palabra en el debate. Esto es muy sabido, pero permite, por deducción, incluir en la prohibición cualquier otra intervención modificatoria del texto recogido en el recinto. Ese texto debe ser fiel reflejo de lo que se dijo y lo que se votó.

Otro de los momentos que vive un taquígrafo en el recinto son las esperas. A veces se demora por horas y horas la iniciación de las deliberaciones, sobre todo debido al funcionamiento de alguna comisión. Hay épocas en las cuales estas demoras ocurren con gran frecuencia. Recuerdo que en el cuerpo de taquígrafos que yo integraba, en la época en que se trabajaba en pareja (un taquígrafo de primera y uno de segunda o auxiliar), se había optado por modificar el sistema de cubrimiento del recinto a la espera de la sesión. En lugar de quedarse una pareja de turno por tiempo indefinido, se rotaba cada media hora. Aun este procedimiento tenía sus detractores, pero uno de los colegas, cuando le correspondía ir a cubrir el sitio en el recinto vacío,

SOBRE LOS COMPORTAMIENTOS EN EL OFICIO TAQUIGRÁFICO

Por Daniel Zattera (Argentina)

Introducción. No siempre tenemos en cuenta que la tarea taquigráfica1 es quizá una de las actividades humanas con menor número de cultores. Sin duda hay más personas, en el sentido global, que hablan para ser registradas que taquígrafos (o estenotipistas) que anoten sus palabras. Esto da a los estenógrafos, sin que ellos se lo propongan, un carácter casi de elite. En un tiempo, el número era mayor porque integraban el oficio muchos taquígrafos de escritorio2, encargados de anotar las cartas que les dictaban funcionarios de mayor nivel para abastecer el intercambio epistolar de las empresas. Pero la vida moderna ha suprimido ese tipo de correo.

33 Revista Taquigráfica [#6] -

He intercalado esta caricatura que hice en 1965 y se publicó en la revista La voz del lápiz, editada por el cuerpo de taquígrafos del Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires, donde me desempeñaba, porque me parece procedente y explicativa.

Es tan connatural la reserva absoluta de los taquígrafos, que yo he observado casos como el que paso a exponer. En un debate en cierto organismo privado, que trataba sobre temas rigurosamente confidenciales, cada uno de los presentes debió prestar juramento de no divulgar nada de lo que oyere o dijere, y a nadie se le ocurrió sugerir que también los taquígrafos juraran.

Esto es el resultado de muchas experiencias vividas por el mundo político y profesional, y hay que bregar para que nunca pase por la mente de los responsables la idea de que nuestros colegas tienen el compromiso de respaldar su conducta con el juramento. Generaciones de estenógrafos hicieron, con su proceder, que el juramento estuviera implícito.

Siempre en el plano del trabajo en dúos (me conformó tanto el hallazgo de esta palabrita, que continúo aplicándola; recuérdese que hablo de las antiguas parejas), hay detalles nimios que deberían tenerse siempre en cuenta. Hasta el papel de las notas taquigráficas, con el número de turno y la hora, pueden llegar a tener un especial sentido en caso de discrepancias o cualquier alternativa no prevista. No sólo el texto firmado por el taquígrafo

es importante, entonces, sino hasta sus elementos de trabajo.

Si bien no ocurre en los grandes cuerpos parlamentarios, existen antecedentes de concejos municipales en los que se instaló a veces la costumbre de requerir, durante la discusión y sin interrumpirla, que el taquígrafo que haya tomado determinado tramo del debate rescate de sus papeles y lea en voz alta, en el propio recinto, alguna parte que otro orador requiera para luego responder con más elementos de juicio.

Es necesario hacer comprender en estos casos a los integrantes del cuerpo deliberativo que la labor del taquígrafo es una descodificación de notas que no siempre son de inmediata lectura, como por un simple golpe de vista. Que el apresuramiento le quita seguridad a cualquier interpretación sobre la marcha. Que, en consecuencia, no puede la lectura improvisada servir de sostén para una réplica. Y que no se puede responsabilizar al taquígrafo por una lectura de sus apuntes en esas condiciones.

Lo esencial es actuar cuando se produce el primer pedido, pues sentar precedente otorgaría el derecho a seguir requiriendo un servicio adicional que nunca se ofreció porque no existe. Reitero: lo que se debe calificar de inviable es el primer requerimiento. Por supuesto, esta negativa tendrá posibilidades de ser aceptada por la autoridad cuando la actuación de los taquígrafos haya merecido siempre el respeto y beneplácito general.

A veces, con el propósito de mejorar los dichos de un orador, el taquígrafo puede cometer errores que compliquen el armado de la versión y hasta planteen situaciones de difícil manejo.

Recuerdo que, en un determinado lugar de trabajo, un colega estenógrafo, siguiendo el principio de embellecer el discurso y anular lo que pueden considerarse errores de expresión, hizo una supresión en un texto. Había advertido que, cada vez que hacía uso de la palabra, un orador empezaba diciendo: “Este tema tiene dos aspectos”. Pero invariablemente terminaba exponiendo un solo

pronunciaba su gran verdad: “Prefiero media hora de espera y no cinco minutos de taquigrafía”.

Es que, además, la espera forma parte de la naturaleza misma de nuestra función. En este oficio no hay horarios, pero los únicos que no pueden faltar ni llegar tarde son los integrantes del cuerpo de taquígrafos, sea éste numeroso o pequeño. En todo caso, la pareja o el taquígrafo de turno son en ese momento el cuerpo de taquígrafos.

A propósito de la mención de lo que siempre se llamó las “parejas” del trabajo taquigráfico, una digresión al paso. Como me enseñaron los maestros, siempre recurro a confirmar acepciones al diccionario. Le recuerdo al lector que acepción es: “cada uno de los significados de una palabra según los contextos en que aparece”. Pues bien; después de haber visto las diversas acepciones de “pareja” estoy convencido de que deberíamos llamar “dúo” a lo que denominábamos pareja, porque dúo es “conjunto de dos personas que desempeñan una tarea común”. ¡Nada más ajustado a lo nuestro!

Y debe decirse, acerca de los dúos taquigráficos –hoy en vías de desaparecer por el avance de las técnicas rivales del lápiz–, que ellos han sido la verdadera escuela de los colegas que se iban incorporando. En el cuerpo en que yo trabajé muchos años, teníamos una lista operativa de taquígrafos de primera que no coincidía precisamente con la de antigüedad, porque resultaba de un sorteo anual. Los dúos se integraban, sesión por sesión, con los taquígrafos de primera en el orden de esa lista y con la rotación de los taquígrafos de segunda y auxiliares. Esto aseguraba la diversidad de experiencias para unos y otros, y eliminaba la vigencia de dúos sólo unidos por afinidades personales, pero no profesionales. Por si fuera poco, la rotación impedía que, en una especie de carrera de oportunismo, el más perspicaz tuviera la “suerte” de eludir a aquel auxiliar que no terminaba de escribir a máquina con mayor rapidez…

La guardia que se hacía rotativamente en el recinto cuando todavía no se había iniciado la sesión tenía las mismas exigencias de conducta y respeto, porque

el ámbito es el mismo aunque en ese momento no se esté deliberando. Si alguno de los colegas lo necesitaba, podía utilizar ese tiempo de espera para estudiar, con la debida prudencia, para el próximo examen o parcial de su carrera. Eso era preferible a entablar conversaciones, por ejemplo, con personas –muchas veces desconocidas– que por cualquier circunstancia se movieran en ese ámbito.

Era necesario siempre prestar atención durante la guardia en el recinto, porque en cualquier momento se oía un tropel, las bancas comenzaban a llenarse y la sesión comenzaba.

El sentido de la reserva rigurosa. No importa que los temas que se traten sean públicos, el taquígrafo o estenotipista debe mantener una reserva absoluta de todo lo visto y oído, como algo sacramental. No es por su intermedio que puedan llegar a trascender datos de la elaboración de decisiones, porque no es esa su función. Incluso el acceso al diálogo sobre temas del debate con los integrantes de los cuerpos colegiados, si fuera necesario efectuarlo, debe reservarse a la dirección del cuerpo o a quien ella designe. Es el camino para no verse involucrado en situaciones cuyo manejo no puede encarar ningún otro integrante de la oficina. Y también es el camino para no comprometer al cuerpo de taquígrafos en alguna situación con visos de parcialidad o tendenciosidad.

Por lo general, la lectura de textos elaborados con antelación no está permitida a los oradores parlamentarios. A veces puede producirse, pero no es el taquígrafo quien debe apersonarse al legislador para solicitarle el texto, so pretexto de efectuar confrontación o por cualquier otro motivo. De ser necesario, deberá pedirle al director del cuerpo la gestión correspondiente. Va de suyo que el registro taquigráfico deberá efectuarlo el colega como si no se hubiera enterado de que alguien leía. Puede ocurrir que el orador, ante el pedido de los papeles, aclare que sólo tenía apuntes para guiar su exposición.

Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera) Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera)

34 - Revista Taquigráfica [#6] 35 Revista Taquigráfica [#6] -

vigilar, precisamente, las novedades que el uso va incorporando a nuestro idioma a lo largo de los amplios territorios en los que el español es idioma predominante. Claro que no se las vigila para impedir su uso generalizado o propugnar que no se las utilice, sino para certificar que un apreciable conjunto de hablantes o escribientes utiliza tal o cual vocablo nuevo.

El uso es el legitimador de vocablos, cualquiera haya sido su origen. Y si son adaptaciones de otro idioma, se busca la manera de que al incorporarse adquieran una morfología acorde con el nuestro.

La labor en el ámbito judicial. Los trabajos taquigráficos que comienzan a ser requeridos en sede judicial se benefician de la rica incorporación de novedades en el DRAE y otros textos de consulta, como el Diccionario panhispánico de dudas. Ello es así porque, por ejemplo, el juicio oral es siempre una ocasión de escuchar el hablar común de la gente. Con los hábitos de trabajo de otras épocas se generaría la contradicción entre ese modo de hablar y la consulta que se hubiera podido hacer para interpretar el significado de algunas palabras que el diccionario ni siquiera consignaba. El taquígrafo habría dudado antes de incluir un vocablo que, si no estaba en el DRAE, digamos, ¡no existía!

Hoy, repetimos, las propias instituciones lingüísticas han tomado el camino de dar cabida a cuanto término sea de uso en una comunidad lingüística. Se le da cabida, por supuesto, precisando en qué territorio fue detectado, aunque la facilidad y el extraordinario desarrollo de las comunicaciones está produciendo la generalización del uso de expresiones en todo el mundo de habla hispana.

De manera que la literalidad tiene todos los elementos para imponer sus condiciones.

Esto, curiosamente, coincide con las necesidades léxicas7 de ese otro “cliente” del servicio taquigráfico que se viene desarrollando y que sin duda se constituirá en fuerte demandante de prestaciones.

Los organismos judiciales de carácter colegiado y, sobre todo, los juicios orales, exigen el reflejo fiel de los dichos, las preguntas y las respuestas, sin ninguna modificación de carácter literario, o sea sin remedo de oratoria.

En efecto; ¿qué enmienda embellecedora, qué afeites idiomáticos podrían intercalarse, por ejemplo, en la declaración de un testigo? ¿Qué retoque de estilo podría tolerarse en la exposición de un defensor o en las explicaciones de un acusado? Todo parece indicar que la literalidad debe respetarse con todo vigor en este ámbito de actividad.Y esto señala toda una línea de comportamiento para los colegas taquígrafos y estenotipistas: el dominio del instrumento del habla. Por supuesto, el conocimiento del idioma en todos sus matices y particularidades tiene la misma importancia que poseía cuando hermoseábamos los discursos parlamentarios, pero ahora ha de servir para comprender y entonces manejar las expresiones del lenguaje oral.

Es visible que los organismos que profundizan el estudio de la lengua española no tienen, como ocurría en otros tiempos, el propósito de preservar la presunta intangibilidad del idioma. Después del impacto producido por los avances de la lingüística han comprendido que un idioma es un organismo vivo. En él, día a día el uso va generando cambios, como hemos dicho, sobre todo en el aspecto del léxico.

Repitamos que el taquígrafo o estenotipista ocupado de registrar lo que se dice en el ámbito judicial enfrenta situaciones que se diferencian mucho de las que corresponden a la labor que se cumple en los órganos que debaten y sancionan leyes.

Por ejemplo, la versión taquigráfica de un organismo legislativo es tomada por un conjunto de personas que se suceden en el registro en forma de turnos. Ya traducidos, esos turnos son coordinados y pulidos por los revisores. En esta instancia, los errores que puedan haberse deslizado se subsanan. En un órgano judicial, en cambio, la tarea muchas

aspecto. Extralimitándose, el taquígrafo suprimió todos los comienzos de ese tipo, y envió el turno. Quiso su mala fortuna –o su impericia– que con el transcurrir de las horas de debate el lapsus de los “dos aspectos” fuera motivo de burla por otro legislador, de lo que se derivó una enojosa cuestión de privilegio. Ella se volvió abstracta porque de los dichos recogidos en la versión taquigráfica no constaba que el error hubiera existido, y –como es de imaginar– todo se fue complicando hasta para el propio cuerpo de taquígrafos.

Los extremos: desde la corrección excesiva hasta la literalidad. Estamos hablando de un servicio propio de los ámbitos parlamentarios y que con el tiempo tiende a ser requerido también en las instituciones judiciales. Es necesario precisar, entonces, que en los órganos deliberativos de naturaleza política la versión taquigráfica tuvo, desde el principio, una cierta manera de ser entendida. La concepción misma de transcripción de un debate implicaba que las pequeñas anomalías que se advierten en el lenguaje oral, comparado con el texto escrito, fueran reparadas antes de constituirse en documento definitivo.

Gabriel H. Larralde, uno de los grandes maestros de la estenografía argentina, creó el sistema más difundido en nuestro país, que lleva su nombre y que fue enseñado en las escuelas de comercio de la Nación y de la Universidad.

Un pequeño volumen, el Catón de Taquigrafía, fue concebido por Larralde para uso de los estudiantes. El fundamento y la exposición de su sistema quedaron desplegados en un tratado: Estenografía argentina, que después de su aparición en 1924 fue alcanzando mayor volumen en las reediciones hasta llegar a constar de más de 500 páginas.

Lo menciono porque los párrafos de este libro referentes a la “Aplicación de la estenografía” contienen explicaciones que retratan el estilo por entonces en boga acerca de la traducción de debates. Dice, por ejemplo, que la palabra oral,

“…la verdadera y genuina improvisación, pocas veces resiste la prueba de una transcripción literal. Por lo tanto, es necesario someter la traducción estenográfica a una incesante y discreta depuración”3. En un texto posterior es más explícito: “Este trabajo consiste casi siempre en reconstruir la frase utilizando en cuanto sea posible sus elementos primitivos, dándoles mejor colocación, distribuyéndolos con arte…”4. Nótese que dice “…en cuanto sea posible”. Y aún más: “Los ‘yo creo’, ‘en mi opinión’, ‘créaseme lo que digo’, etc., por regla general se deben cortar sin piedad ni misericordia…”5.Por supuesto, no estaba Larralde, en este caso, exponiendo solamente un punto de vista propio, sino que expresaba el concepto dominante en esa bella época del parlamentarismo. Y este criterio, en la práctica, dominó en el oficio taquigráfico hasta la aparición de las nuevas tecnologías que, coincidiendo con el endurecimiento de las posiciones políticas, pusieron en mano de cualquier asistente a una sesión los minúsculos utensilios capaces de grabar por horas y horas los debates, y ante la menor duda servir de instrumento para odiosas comparaciones y dudas sobre lo textual de la publicación. Más adelante veremos un caso extremo concreto de esta situación.

Mientras duraron los principios de corregir enérgicamente los discursos –lo cual no significaba en modo alguno desfigurar o cambiar su contenido–, era forzoso apoyarse en el diccionario oficial académico para certificar que la palabra utilizada estuviese ya incorporada a la última edición. Y en esos tiempos las ediciones no aparecían con frecuencia, de modo que uno esgrimía materiales de consulta muchas veces obsoletos.

Por entonces, numerosos vocablos de buena ley incorporados y generalizados por el uso, padecían la espera de ser reconocidos por la edición del DRAE6 . Hoy, las ediciones del diccionario, sumadas a una cantidad de publicaciones conexas, tienen una frecuencia nunca vista.

Es que el propósito de las academias asociadas es

Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera) Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera)

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El hecho de que los turnos recogidos en el recinto vayan a ser vistos y controlados por el corrector o revisor no es razón para depositar totalmente en ese plano la responsabilidad. El propio taquígrafo no está eximido de puntuar adecuadamente el texto. Viéndolo con sutileza, alguna vez se advertirá que se puntuó de una determinada manera en tal o cual parte del texto porque de otro modo podría no reflejar con perfección lo sucedido en el debate.

Esto es particularmente válido en las versiones recogidas en el ámbito judicial, donde la exposición de las partes puede adquirir un tono más próximo al lenguaje coloquial que –insistimos– debe llegar con sus propias características al texto.

Es inexcusable entregar el turno con su puntuación correcta, sea donde fuere que se haya realizado el trabajo.

Aun en las épocas en que las versiones taquigráficas de los cuerpos legislativos se elaboraban casi como páginas literarias, el resultado no tenía sólo esa característica: había en la página, de manera invisible, toda una trama de sutiles correcciones que en nada afectaban lo que el orador había expresado. Al contrario: lo mostraban en su plenitud, sobre todo para que la lectura permitiera saber qué había querido decir. Eso se había logrado, por ejemplo, en muchas ocasiones, simplemente desplazando una palabra fuera de un incidental, o sea hacia el lugar que gramaticalmente le correspondía y de donde la había desplazado el fragor de la argumentación.

Ese manejo delicado se sigue cultivando, y cada taquígrafo debe conocer qué recursos aplicar para ejercitarlo. Cuando se respetan estas exigencias, la versión que se publica estará a cubierto de objeciones cuando por algún motivo se efectúe la comparación del texto con la grabación que tantos asistentes efectúan durante el desarrollo del debate.

Si se hubiera hermoseado el texto con términos inexistentes en el audio, cualquiera podría afirmar que la intención ha sido mejorar los dichos con quién sabe qué propósito. En pocas palabras, en el tratamiento que aplica el cuerpo de taquígrafos con

respecto a los dichos, ya no se debe aplicar cirugía mayor.

Dijimos que por el reducido número de cultores, la función taquigráfica o estenotípica podía considerarse como una actividad de elite. Agreguemos algún detalle más a esa caracterización en orden a los comportamientos.

La función de registro y traducción de los dichos expuestos en ámbito parlamentario o judicial es un trabajo colectivo, pero las partes del todo se efectúan en lo individual. Si uno solo de los eslabones falla, como se suele decir de las cadenas, todo el sistema se desprestigia y peligra.

Cada taquígrafo es un elemento del sistema. Acorde con su propia capacidad y experiencia, tiene una remuneración determinada. Pero no debe esperar que se haga cargo de sus errores o descuidos algún otro integrante del cuerpo, simplemente porque éste reciba una paga mayor. En todo caso, el tema de las remuneraciones se discutirá en otro plano: la preocupación de cada uno debe ser que el trabajo no presente fisuras. A la larga, la capacitación es el camino más real para mejorar la propia posición.

Constituimos, como dije, un organismo colectivo. El trabajo que entregamos no debe tener los rastros de quienes, de nosotros, están menos capacitados. Al contrario, la labor grupal debe enmendar lo que de buena fe ha venido con algún error. Los encargados de esa enmienda deben ser quienes han alcanzado mayor capacitación, y tenemos que agradecer ese servicio: lo han hecho en bien del conjunto.

Pero quienes tenemos menor capacidad, ¡no aumentemos innecesariamente su tarea!, y a eso se refiere lo de “buena fe”. Que les llegue la menor cantidad de errores: sólo aquellos errores que no hemos advertido. Y se ocuparán de hacérnoslo saber. Pensemos, además, que si el trabajo se hubiera entregado sin reparar nuestros errores, habría sido rechazado.

Ya hemos mencionado que en la actualidad, por el desarrollo intenso de la nueva tecnología, el texto

veces se cubre con turnos individuales de duración muy extendida. Lo permite el hecho de que los textos no son publicados de manera inmediata o no lo son nunca. Aquí, la estenotipia es el procedimiento ideal y pronto aplicará la traducción simultánea.

A pesar de que las tareas en uno y otro ámbito tienen muchos puntos en común, en el terreno judicial se advierte claramente que un descuido, un error conceptual, una equivocación con respecto a un nombre propio, un plural por un singular, etcétera, pueden arruinar el conjunto del documento presentado. A veces depende de un episodio de esta índole que la prestación contratada continúe o se anule.

A los cuidados que hemos mencionado para el desempeño en el recinto legislativo, se agrega en el caso del trabajo judicial la necesidad de un mayor rigor en la conducta circunspecta que debe exhibir el estenotipista. Por ejemplo, en el caso de los juicios orales resulta totalmente inconveniente tomar contacto con las partes, dado que esto puede originar dudas acerca de la imparcialidad del estenógrafo. La sola noción de que ha habido una relación de esa naturaleza puede dar a entender que un error casual aparecido en el texto es, en realidad, una toma de posición o un intento de beneficiar a perjudicar a alguien.

En este tipo de prestaciones, rige con más rigor la necesidad de que cualquier consulta o gestión que deba hacerse para la buena marcha del trabajo quede exclusivamente en manos del director o de la persona responsable de la contratación. Las partes enfrentadas tienen, por la naturaleza misma de los conflictos, intereses diametralmente opuestos y nada ocurre sin que cada episodio sirva a unos y perjudique a otros. Si se comete una transgresión en este orden, el daño es muchas veces irreparable para quienes desempeñan esta labor, de donde se derivará la suspensión del servicio.

Los puntos sobre las íes. Con propósito expositivo hemos dado un panorama de la taquigrafía en el ámbito parlamentario y otro con respecto a la labor para la actividad judicial. Son, por supuesto, pantallazos. No pretenden describir la riqueza y variedad de minucias que se deben conocer y manejar cuando uno actúa en uno u otro sector a la altura de los requerimientos. Sería descabellado interpretar que la realidad de la tarea queda explicada en esa bipolaridad de corrección exagerada versus literalidad.

Hay, en el corazón del oficio, exigencias profundas que se aplican a ambos ámbitos por igual. Y esas exigencias se plantean con rigor desde el inicio de la formación del taquígrafo – estenógrafo - estenotipista, para que determinen su comportamiento en cualquier terreno.

Uno de los temas comunes es el problema de la puntuación. Su naturaleza es tan delicada que alguien dijo alguna vez: la puntuación es un arte. El taquígrafo debe conocer las reglas que se han elaborado para dar al ejercicio de esta operación la suficiente regularidad, pero el armado de un texto es mucho más complejo. Hay una subordinación interna de las frases para el armado del párrafo. Hay estilos diversos en las exposiciones de los oradores. Cada estilo se caracteriza por preferir períodos cortos o extensos.

Hace muchísimos años conocí un corrector que agregaba comas cada tantas palabras, y se justificaba diciendo que el orador debía darse el tiempo para respirar, confundiendo entonces el ritmo anatómico con los requerimientos del párrafo escrito. La puntuación da al párrafo su verdadero sentido.

Creo que la buena lectura, en textos de probada calidad, es la vía más directa para que los jóvenes taquígrafos se habitúen a percibir la técnica de la puntuación en idioma español. Las obras de consulta que hoy existen sobre los signos de puntuación deben ser material al alcance de cada uno.

Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera) Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera)

38 - Revista Taquigráfica [#6] 39 Revista Taquigráfica [#6] -

La conducta mostrada por estos taquígrafos en su silenciosa tarea es coherente con la decisión de no dejar para otros el esfuerzo de defender la naturaleza de una función que se desarrolla con esmero y convencimiento.

Notas1 Esto es también válido para la estenotipia. En este trabajo mencionaremos uno u otro procedimiento indistinta o conjuntamente, así como las denominaciones taquígrafo y estenógrafo.

2 Se trataba, por lo común, de personal femenino.

3 Estenografía argentina, ed. 1978, pág. 464.

4 Íd., ibíd.

5 Íd., pág. 467.

6 Diccionario de la Real Academia Española, hoy día una publicación con apoyo de las academias asociadas.

7 La inmensa mayoría de los nuevos vocablos se encasilla en el rubro de vocabulario.

contenido en una versión taquigráfica puede ser contrastado con la grabación y –agreguemos– no sólo del audio, sino incluso del video, que se pueden registrar sin que nadie lo advierta debido a la difusión extraordinaria de estos recursos.

Hace ya unos diez años ocurrió un episodio concreto en un órgano deliberativo comunal de un distrito próximo a la Capital. Creo que por su naturaleza indica un cierto tipo de comportamiento por parte de los taquígrafos que actuaban en ese ámbito, que puede ser un ejemplo de la actitud correcta para la defensa de la propia tarea, en el sentido de formar conciencia sobre su verdadera naturaleza.

Ocurrió que un edil, posiblemente en situación de confrontación política o de sectores, al momento de tratarse la aprobación de una versión taquigráfica pidió la palabra para objetarla. Dijo que iba a demostrar que la secretaría estaba permitiendo que la versión adoleciera de infinidad de diferencias con lo que realmente se había dicho.

Y así pasó a la lectura de un documento que le habían preparado sus ayudantes. Se trataba del control, palabra por palabra, del texto de la versión taquigráfica en comparación con el contenido grabado del discurso que el concejal había pronunciado en la sesión cuya acta se consideraba. La lectura de esta minuciosa confrontación de textos demandó más de media hora, y los taquígrafos tuvieron que registrarla porque la aspiración era que la versión en consideración se modificara en el mismo sentido.

Las observaciones recaían en los clásicos ajustes de cualquier improvisación, de manera que no había un solo caso de modificación irregular que desnaturalizara el sentido de lo dicho por el orador. Todo lo contrario: se trataba de mínimos retoques para el perfeccionamiento del texto. La queja no tuvo apoyo en el concejo deliberante, de manera que finalmente la versión taquigráfica que se consideraba fue aprobada.No obstante, los taquígrafos actuantes advirtieron que el propio debate producido en el recinto sobre la

calidad del trabajo debía tener una respuesta –dado que, como hemos visto, no nos es dado participar con voz en las deliberaciones– y resolvieron enviar a la presidencia del cuerpo una nota para explicar la naturaleza del servicio según su punto de vista.

Entiendo que la nota de referencia contiene razonamientos muy claros y define en términos precisos la índole del trabajo taquigráfico. Luego de la introducción, que describe lo ocurrido en el curso del debate, dice:“La intención de modificar las expresiones de un orador por algún propósito o por desidia no tiene cabida en la profesión taquigráfica. Siempre se ha trabajado en los cuerpos colegiados a partir de un consenso básico: la versión taquigráfica, sin tergiversar ni alterar lo que se dice y lo que se sanciona en el recinto, efectúa sutiles retoques y arreglos indispensables para que el lenguaje hablado, que tiene su propia configuración, aparezca en forma de texto legible. Por eso los taquígrafos suelen remediar ciertas faltas de concordancia en género o número, algunas reiteraciones propias de la improvisación hablada y cientos de pequeños detalles que ni siquiera nota quien no está habituado al manejo de textos.Esto no significa falta de fidelidad, sino consustanciación con la labor parlamentaria o deliberativa. Además, estos remedios no se aplican a ningún legislador o concejal en particular, no tienen en cuenta siquiera la filiación política del orador ni responden a órdenes o indicaciones de autoridad. Para que su tarea merezca la confianza general, el taquígrafo está obligado a tratar a todos los oradores con la misma dedicación, a no hacer diferencias con ninguno y a asegurar la completa ecuanimidad de su participación como técnico de redacción, sin identificarse con alguna tendencia y sin perjudicar a ninguna. Vista de ese modo, una versión taquigráfica que se precie de profesional no resiste la comparación letra a letra con una grabación, porque siempre aparecerá una discordancia, como un punto negro en la tarea. Si se comprende la naturaleza y el propósito de nuestro trabajo, que procura eliminar los detalles impropios de la jerarquía del órgano deliberativo, también se captará el sentido de los retoques que difieren de la grabación.”

Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera) Sobre los comportamientos en el oficio taquigráfico (Daniel Zattera)

40 - Revista Taquigráfica [#6] 41 Revista Taquigráfica [#6] -

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTU-VWXYZ abcdefghijklmnopqrstu-vwxyz

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ abcdefghijklmnopqrstuvwxyz

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ abcdefghijklmnopqrstuvwxyz

¿En qué consiste el sistema? El sistema Text On Top consiste en dos dispositivos parecidos a memorias USB y se utilizan casi de la misma manera. Se enchufa uno a un puerto USB de la computadora del estenotipista y el otro a la computadora del presentador. Se comunican a través de una conexión inalámbrica. Cada dispositivo está compuesto de la antena transmisora y también de 2 GB de memoria interna en la cual reside el software requerido, así que no tendrás que cargar el software de antemano en ninguna de las dos computadoras. Al enchufarlo, la computadora lo reconoce como una memoria USB para que accedas al software -es verdaderamente “plug-and-play” y compatible con Windows y Mac.

Text On Top enchufado a la computadora del estenotipista

Text On Top enchufado a la computadora del orador

La Operación. Después de abrir el programa en ambas computadoras, el resto sucede automáticamente. Si no te sale el texto en la computadora del presentador, asegurate de que los dos dispositivos están transmitiendo en el mismo canal. Menos los ajustes opcionales como el tamaño, el color y la posición del texto, no hay que hacer nada más.

Por Stanley Sakai (Estados Unidos)

TEXT on

TOP

Text On Top es una solución que te permite mostrar subtítulos durante presentaciones, discursos u otros escenarios en una manera parecida a Closed Captioning. Está fabricado por la empresa holandesa Velotype, que también produce un teclado silábico que se utiliza en los Países Bajos para realizar Closed Captioning en vivo.

La ventaja que ofrece Text On Top es poder mostrar los subtítulos en la misma pantalla que una presentación PowerPoint. En situaciones con múltiples participantes que necesitan CART (transcripción simultánea) ya no hay que traer otro proyector u otro dispositivo de pantalla para el captioner. Además, los usuarios del servicio ya no tienen que estar observando los subtítulos y la pantalla que contiene los medios visuales del orador, ya que toda la información audiovisual aparece en una sola ubicación para que todos la accedan fácilmente.

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTU-VWXYZ abcdefghijklmnopqrstu-vwxyz

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ abcdefghijklmnopqrstuvwxyz

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42 - Revista Taquigráfica [#6] 43 Revista Taquigráfica [#6] -

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTU-VWXYZ abcdefghijklmnopqrstu-vwxyz

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ abcdefghijklmnopqrstuvwxyz

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Ajustes

No es necesario que escribas los subtítulos mediante la estenotipia. Podés ingresar el texto mediante un teclado convencional si podés teclear tan rápido para seguir el ritmo del orador o si los subtítulos no necesitan ser textuales. Incluso, existe una función que hace posible definir atajos del teclado para los términos y frases más frecuentes en un discurso.

Si realizás los subtítulos mediante estenotipia, tendrás que configurar tu software de traducción simultánea para que dé salida al texto a otros programas y Text On Top debe ser la ventana activa.

¿Cuánto cuesta? Un par de dispositivos cuestan U$S 199. Yo los compré por U$S 299 + U$S 40 por el envío.

Conclusión. Aunque todavía no he utilizado Text On Top en un trabajo, por lo que me doy cuenta creo que es una buena prestación adicional que podés ofrecer a tus clientes en las situaciones susodichas.

Transcripción vs

Registro AUDIOVISUAL

Por Horacio Krell (Argentina)

Vivimos en la cultura de la imagen y por eso muchos consideran que el registro audiovisual supera al escrito. Pero los

taquígrafos saben, por experiencia propia, que la ventaja de lo escrito sobre lo visto en la pantalla reside en el tiempo y en la facilidad de búsqueda.

Una audiencia en un juicio oral tiene una larga duración y puede filmarse o registrarse en formato de texto. Si un abogado quisiera repasar algún aspecto puntual, tendría dos opciones: observar la filmación o leer la transcripción.

Como se desprenderá de la lectura de esta nota, le convendrá leer, porque la demora dependerá de su destreza personal en la velocidad y comprensión de la lectura, y no de la duración real de la reunión, con sus tiempos muertos, personas que hablan lentamente, etcétera; aspectos sobre los cuales no puede ejercer control alguno. A su vez podrá saltear partes y enfocar alguna parte específica, a través del buscador que utilice.

Ver un programa por televisión o escucharlo por radio es como viajar en avión: una vez que se sube, ya no se podrá bajar; en cambio, leer es cómo manejar un auto: en cualquier momento se puede detener la marcha para reflexionar.

Text on top (Stanley Sakai)

44 - Revista Taquigráfica [#6]

VISUALIZACIÓN. Recepción visual de la información a través de sílabas o palabras sueltas.

La mecánica de la lectura. A continuación, describiremos el procesamiento de la lectura en un lector lento y de un lector veloz.

FONACIÓN. La información pasa de la vista al habla (articulación oral consciente o inconsciente). Implica tiempo desperdiciado por los habituales vicios de vocalización y subvocalización.

AUDICIÓN. La siguiente etapa que recorre la información: del habla al oído (sonorización introauditiva, generalmente inconsciente). Es otro paso innecesario que frena la velocidad de la lectura.

CEREBRACIÓN. Oído-cerebro: integración de los elementos que van llegando separados. Tardía culminación del proceso comprensivo en el modo de lectura común lenta.

Lectura veloz

CAPTACIÓN DINÁMICA Y LECTURA MENTAL DIRECTA. Visualización global –varias palabras o frases enteras- y su integración cerebral totalizadora– sin solución de continuidad- que permiten mayor concentración y una lectura más rápida y comprensiva.

A través de ejercicios visuales y mentales, con supervisión docente, se modifican o eliminan los pasos retardatorios de las etapas –A B C D- , y se logra el acceso al modelo directo A que permite leer y comprender en un proceso único.

La intermediación de las funciones vocales y auditivas demanda un exceso de coordinación al cerebro, que incrementa las distracciones y crea la barrera del sonido ya que no se puede hablar o escuchar a más de 100 palabras por minuto.

Un poco de historia. Hace millones de años nos pusimos de pie, las manos transfirieron a las piernas la locomoción y nos alejamos del contacto directo con la naturaleza. La boca dejó de tomar el alimento, el cerebro se aplanó, la vista se convirtió en el sentido intelectual y las manos fueron los órganos ejecutivos de la mente. Hace miles de años tallamos el alfabeto en el cerebro, lo que nos brindó una capacidad de comunicación que ninguna otra especie pudo igualar. En 1455, Gutemberg expandió ese poder con la invención de la imprenta. Con el libro nacieron el periodismo, las naciones y hasta la democracia.

Según la Ley 80/20 de Pareto, el 20 por ciento de las variables generan el 80 por ciento de los resultados. La capacidad de lectura representa ese 20 por ciento tan valioso. Haciendo palanca sobre ese factor vital se potencian los recursos intelectuales y se aprovecha mejor el esfuerzo realizado.

La lectoescritura fue la primera tecnología creada por el hombre y sigue siendo indispensable para acceder a las tecnologías modernas de última generación.

Pocos lo saben. Si le preguntan cuál es su velocidad de lectura, es probable que no lo sepa. Si es así, forma parte de la legión de lectores que saben cuándo empiezan a leer un libro pero que no pueden estimar cuándo lo terminarán. Si lo supiera, podría generar un pensamiento estratégico para alcanzar los objetivos de lectura en tiempo y forma. El primer paso consiste en saber cuántas páginas tiene el libro a leer. Es una simple fórmula: multiplique la cantidad promedio de palabras por renglón por la cantidad promedio de renglones por página. Multiplique el resultado obtenido por la cantidad de páginas del texto. Así obtendrá la cantidad aproximada de palabras que el libro posee.

El segundo paso es conocer su velocidad actual de lectura y comprensión. Para saberlo puede ingresar en el sitio web de Ilvem (www.ilvem.com.ar) y realizar el test que allí se ofrece. Cuando termine, conocerá su velocidad y comprensión.

El tercer paso es dividir el resultado que determinó antes (la cantidad de palabras del texto) por las palabras comprendidas por minuto o PCM que obtuvo en el test, y obtener así el tiempo estimado que tardará en leer el texto completo. Parece difícil, pero no lo es. Con este dato podrá regular la dedicación diaria para llegar a tiempo a la fecha de un examen o para cualquier otro fin. Ese libro y los demás libros ya no serán una preocupación ni se amontonarán en su biblioteca para nunca ser leídos. Se habrá convertido en un lector estratégico, pero no todavía en un lector veloz. Con un curso de lectura veloz podrá triplicar como mínimo su velocidad y comprensión.

Transcripción VS. Registro audiovisual (Horacio Krell) Transcripción VS. Registro audiovisual (Horacio Krell)

46 - Revista Taquigráfica [#6] 47 Revista Taquigráfica [#6] -

La mente es por naturaleza vagabunda y salta de una idea a otra cada doce segundos. Por lo tanto, en una hora se producen alrededor de trescientas dispersiones. El que lee lentamente se asemeja al conductor que maneja un auto muy despacio: puede cometer un error ya que divide su atención entre numerosos estímulos (la radio, conversar con el acompañante, pensar en otra cosa, etcétera).

Alta ocupación de la mente. En cambio, quien maneja en alta velocidad no puede distraerse ni un segundo: su mente se dirige 100 por ciento a la actividad que está realizando.

Los accidentes de tránsito, por fallas en la concentración, son la causa mayor de muertes en las rutas. Para el estudiante, son fuente del estrés y de una torpe administración del tiempo. Si al perseguir un objetivo la mente va en otra dirección, el esfuerzo y el cansancio crecen y se pierde energía. Se destinan horas para lograr lo que se podría realizar en minutos. En lugar de manejar a la mente, la mente te gobierna y te limita. Cuando se usa el 100 por ciento de la capacidad, la distracción disminuye. El que se ocupa aumenta su campo de influencia y de control, mientras que la preocupación genera la distracción y es paralizante.

La capacidad de lectura que se obtiene al eliminar intermediarios onerosos (como la repetición labial, la escucha mental de las palabras, etcétera), permite un pasaje directo de la información del ojo al cerebro y contribuye a eliminar los factores de distracción.Cuando se usa la fuerza de voluntad para dominar a la mente, lo que se intenta reprimir, es decir el obstáculo, aparece como atracción fatal y provoca una fijación negativa en ideas parásitas. A diferencia, la concentración perfecta, hace concordar la intención y la acción, en un estado ecológico de flujo donde el logro se alcanza sin esfuerzo.

El secreto es dejar de reaccionar ante los sucesos, elegir la meta que se anhela, y mantener la ruta. La metodología es la clave del éxito ya que los métodos constituyen la mayor riqueza del hombre. Al educar a la mente, la concentración hace la diferencia.

Analfabetismo funcional. Es una enfermedad moderna que caracteriza a los que saben leer pero que no leen por falta de tiempo. Esto tiene su origen en el estancamiento del sistema educativo. En la edad de los principios deberíamos cambiar los PRINCIPIOS.

Un hombre puede crecer como crece una planta, pero sin desarrollarse. Hoy, en plena era de la información, muchos leen del mismo modo que cuando eran niños. La importancia de la primera edad en la formación de los hábitos es primordial. Nosotros creamos el hábito y luego el hábito nos crea. Por eso es primordial enseñar a leer de otro modo. La materia prima principal del cerebro es la materia gris, pero solo se desarrolla con una educación de excelencia. Cambiemos cuanto antes el modo de enseñar y de aprender, porque educar es la industria pesada de un país, ya que fabrica ciudadanos. Y el niño es el padre del hombre.

Aprender a usar el cerebro. El ejemplo muestra que no se lee solo con los ojos, sino que el cerebro dirige el proceso. Ante una frase cortada como la siguiente; “el día estaba nu-blado”, el resto se puede completar con información visual en el siguiente renglón, o bien por anticipación, conociendo la sintaxis que limita la elección, o por la semántica que aporta el significado probable. La lectura es predecible porque el lenguaje también lo es.

El proceso de la lectura implica crear hipótesis previas sobre lo que vendrá y comprender es comprobar esa predicción. El aprendizaje es el cambio que se produce en la memoria cuando se incorpora un elemento nuevo. Para que el cerebro sea el director de su propio aprendizaje, descubrir el método para observar creativamente el texto y el contexto, abre la mente hacia un nivel de comprensión superior.

El dominio del método de lectura veloz es el gran propulsor del aprendizaje de segunda mano, concordante con el consejo implícito en la frase de Newton: “No soy un genio, estoy parado sobre la espalda de gigantes”. Subrayando la importancia de la lectura para conformar la personalidad, Borges afirmó: “somos lo que somos por lo que leemos”.

Cómo concentrarse al leer. La lectura lenta ocupa tan solo el 10 por ciento de la capacidad cerebral. Mientras tanto, la parte inactiva actúa por su cuenta, desviando la atención. Los distractores son ladrones de tiempo que invaden al lector con ideas parásitas y lo obligan luego a retroceder buscando el lugar donde se perdió la concentración, lo que provoca continuas regresiones. Los distractores pueden ser estímulos externos (ruidos, teléfono, etc.) o internos (divagues, recuerdos, etc.). Pero los distractores externos son internos disfrazados ya que provienen de fallas humanas producidas por no saber enfrentarlos.

Mantener el bajo rendimiento de la lectura lenta es inconcebible en esta época caracterizada por el crecimiento exponencial de la información y la escasez de tiempo.

En un período de tres meses se puede dominar el estilo de lectura mental directa (vista-cerebro) que incidirá notablemente en la mejora de sus destrezas lectoras.

Ampliar el campo visual en la lectura. La técnica convencional de lectura obliga al cerebro a coordinar excesivas pausas y detenciones porque se lee de manera parecida a cómo se escucha. Al interpretar la palabra escrita por la audición de sus letras o sílabas, recién se comprende su sentido al terminar de leerla. Es una lectura tubular, porque enfoca el texto como si se pretendiera mirar el mundo por un tubo: “no se comprendería nada”.

Hay ejercicios que enseñan a usar el campo visual considerando las diferencias entre el campo central más reducido y nítido y el periférico más amplio pero difuso.Se ha comprobado que se disminuye la amplitud de la visión ante un material sin sentido.

Ejercicio: Fije la vista en el rectángulo superior e intente leer la mayor cantidad de letras:

□M R L D O R W Q M O K T E T Y Z

Ahora pruebe intentando leer las palabras:□

ESTUDIO CARA MODA LEYES

Y luego con esta frase:□

LA GUERRA DEL GOLFO

Observe como el mayor sentido que produce la frase amplifica su campo visual.

Transcripción VS. Registro audiovisual (Horacio Krell) Transcripción VS. Registro audiovisual (Horacio Krell)

48 - Revista Taquigráfica [#6] 49 Revista Taquigráfica [#6] -

Por Barb DeWitt, Anna Mae Tedly y Stephen Shastay (Estados Unidos)

LaMESETA

Capítulo I. La meseta

Pregúntele a cualquier profesor de estenotipia si hay un momento en el cual los estudiantes experimentan una fuerte disminución en su progreso. La respuesta será afirmativa. Esta es una de las grandes verdades de nuestra profesión. La mayoría de los estudiantes, inclusive aquellos que parecen tener condiciones naturales, atraviesan un período de estancamiento o una mayor lentitud en su desarrollo.

El momento exacto está en discusión. Generalmente, los educadores sitúan ese punto entre las 80 y 120 palabras por minuto. En realidad, el problema comienza mucho antes, pero no se manifiesta hasta ese momento. En cualquier caso el progreso disminuye notablemente. A veces de detiene abruptamente. Lo que es peor, una regresión de las habilidades puede estar a la vuelta de la esquina. Ésta es la famosa “Meseta”. No es divertido.

Cuando se encuentra tal problema, la persona promedio peleará. El tiempo de práctica se incrementa. Los esfuerzos se doblegan. Una pequeña cantidad lo consigue y continúa ascendiendo. Un grupo más numeroso logra continuar la marcha, pero aun así, cada paso es dolorosamente lento. Muchos de ellos permanecen perdidos. Con el tiempo, comienzan a abandonar. Uno a uno, se retiran.

Una cierta cantidad de desgaste es natural. Es la naturaleza de la bestia. Ninguna escuela conseguirá que se gradúe el ciento por ciento de sus estudiantes. Siempre estarán aquellos estudiantes que descubren que la estenotipia no es para ellos y otros que se ven forzados a abandonar sus estudios por circunstancias personales, como ser el trabajo, la familia o la salud. Todas las escuelas deben tolerar esta deserción.

Lo que es mortificante es la cantidad de estudiantes talentosos y esforzados que se van. Con CART, el tiempo real y el subtitulado, nuestro campo se está expandiendo. Necesitamos más gente que se gradúe, y los necesitamos “ayer”.

El primer paso es retirar las anteojeras. Necesitamos una nueva mirada sobre los métodos de enseñanza que utilizamos. Muchas prácticas habituales en las escuelas de estenotipia son insuficientes, incompletas o equivocadas.

Nuestro fracaso se hace evidente cuando la estenotipia se compara con cualquier otro arte o habilidad. Ellos enseñan la teoría en cada paso del camino. Nosotros, no. Nosotros adelantamos toda la instrucción. Estaremos en el camino correcto

cuando el libro de Teoría esté abierto todas las clases.

No solamente los otros maestros enseñan la Teoría, sino que también cómo aplicarla en situaciones actuales o bajo las “condiciones de juego”. Nosotros tampoco hacemos eso. Aquí es donde nosotros nos equivocamos. Ésta es la fuente de la Meseta.

Comparemos la estenotipia con la habilidad de tipear. Todos sabemos cómo los cursos de mecanografía son dictados. El objetivo final es escribir tal vez entre 65 y 75 palabras por minuto, pero no se enfocan en ello. Objetivos más pequeños deben alcanzarse primero. Quizás el primer objetivo es alcanzar las 25 palabras por minuto con cinco errores o menos. Cuando eso se logra, el estudiante pasa a un nivel superior. Con el tiempo la velocidad es alcanzada y el estudiante se gradúa.

En mecanografía, siempre es mejor tener la menor cantidad de errores, inclusive si eso significa escribir menos palabras. La calidad es valorada por sobre la cantidad. Cualquier estudiante que pone la velocidad por sobre la claridad recibe una respuesta inmediata.En resumen, los cursos de mecanografía no alientan a los estudiantes a escribir más allá de su nivel. Ellos aprenden a escribir en su nivel. No ayuda trabajar en la velocidad si sus errores aumentan. Sus “condiciones de juego” requieren calidad en la escritura a lo largo de la evaluación.

Nosotros no enseñamos de esa manera. Nosotros aceptamos demasiados errores. No les exigimos a los estudiantes escribir con todo bajo control. Por supuesto, nuestras “condiciones de juego” son distintas a las de un mecanógrafo: por ejemplo, no necesitamos perfección en nuestras pulsaciones, sino que se puedan leer; debemos pulsar y transcribir lo suficientemente bien como para seguir adelante; y los errores pueden cometerse en cualquier momento de la pulsación. Pero eso no significa que debamos aceptar cualquier tipo de error. Algunas cosas sencillamente están mal y deben corregirse de inmediato.

Otra diferencia sustancial entre la estenotipia y la mecanografía es cómo son planteados los exámenes a los estudiantes. Los estudiantes de mecanografía buscan las pulsaciones perfectas en todo momento. Eso está bien y es fácilmente conseguible. Un estudiante de mecanografía evita los errores disminuyendo la velocidad en las pulsaciones más complejas. Ellos no se quedan atrás.

Nuestras “condiciones de juego” requieren que los estudiantes escriban lo más posible cuando el dictado se hace muy rápido o difícil. Si nuestros estudiantes bajan la velocidad por alguna razón, quedan atrás en el dictado. Esto presenta algunas preguntas: ¿los estudiantes deben bajar la velocidad en las pulsaciones difíciles?, ¿deben evitar las pulsaciones difíciles para estar a la par del dictado?, ¿deben aceptarse los golpes imprecisos?, ¿deben no hacer otra cosa más que escribir la palabra siguiente?

La respuesta correcta depende de cada estudiante. Cada estilo de escritura tiene sus características. Un estudiante puede necesitar reducir la cantidad de correcciones durante un dictado y otro puede necesitar ayuda con palabras largas. Un tercero puede “congelarse” en los exámenes. La lista sigue y sigue. Los problemas no son siempre los mismos. Las soluciones no son siempre las mismas.

Identifique sus debilidades. Trabaje en ellas. Tenga éxito. No estamos condenados a sufrir “la meseta”. Nadie lo está.

Estamos aquí para terminar con esos argumentos ahora. Intentar conseguir velocidad en todo momento está mal. Realizar pulsaciones a expensas de la claridad está mal. Practicar a velocidades superiores en orden de superar las velocidades inferiores está mal. Perderse en el discurso está mal.

La forma correcta es seguir el ejemplo del resto del mundo. Aprender a velocidades bajas. Practicar con velocidades bajas. Desempeñarse a velocidades altas. Y si no se puede desempeñar a velocidades altas, bueno, volver atrás y practicar a velocidades más bajas otra vez. Todos lo enseñan de esa manera. Nosotros también deberíamos.

Hay dos pasos básicos para el aprendizaje de una habilidad física: en primer lugar, aprender el movimiento. Luego, practicar el movimiento. Nosotros les enseñamos a los estudiantes los movimientos en las clases de Teoría. Ellos saben cómo escribir las palabras. Nosotros no les enseñamos cómo practicar los movimientos. Ellos no saben qué hacer cuando las pulsaciones o los dictados son abrumadores. Eso nos trajo el título de este capítulo: Las dos caras del aprendizaje. Nuestras escuelas hacen un trabajo ejemplar con la Teoría. Todos nuestros estudiantes saben cómo escribir. Esa es la primera fase, pero es la mitad de la batalla.

La segunda fase es igual de fácil. Se les puede enseñar a los estudiantes a pulsar con seguridad en todo momento. Ellos pueden aprender a mantener un ritmo y un equilibrio. Pueden resolver sus dudas con facilidad. No es difícil. Simplemente se les tiene que enseñar.

Capítulo II. Las dos caras del aprendizaje

Ella se sienta a tu lado en la clase. Todo parecía tan fácil en ese entonces. Luego comienzan los exámenes. Vos te adelantás. Ella vaciló, pero sigue luchando. La animaste, estudiaste con ella, practicaste con ella y le diste un hombro sobre el cual llorar.

Ella hizo el esfuerzo. Ella hizo el trabajo. Practicó durante horas. Ahora ella se fue y vos no sabés el motivo.Esa es una historia triste. Sucede todos los días en todas las escuelas. Los estudiantes no saben por qué fracasan. Abandonan las escuelas y no saben por qué. Eso no está bien.

La estenotipia es una habilidad. Buenas pulsaciones y una buena técnica, repetida lo suficiente, llevará al éxito. Malas pulsaciones y una mala técnica, por cualquier razón, hará más lento o incluso detendrá tu progreso. Incluso, podés empeorar con una mala práctica.

Esto nos lleva a un punto interesante: los estudiantes escuchan teorías contradictorias sobre desarrollar la velocidad. No saben a quién creerle. Unos dicen algo, otros dicen completamente lo opuesto.

La meseta(Barb DeWitt, Anna Mae Tedly y Stephen Shastay)

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Considere cualquier tipo de arte o ciencia que implique cualquier tipo de habilidad o destreza física. Escoja algo familiar. Si usted es un asumido adicto a los deportes o un músico, elija eso. No hace ninguna diferencia lo que usted elija. Todas las habilidades físicas se enseñan de la misma manera. Lo que usted elija será satisfactorio.

Ahora acuérdese los primeros días de su formación. En ese lugar le enseñaron los movimientos básicos. Su instructor -da igual si era un entrenador, un docente o un miembro de la familia- le mostró lo fundamental. Primero, el instructor lo demostró o lo explicó. Luego, lo habrá hecho usted y el instructor lo evaluó. Luego de un par de esfuerzos de principiante, el instructor lo conduce al siguiente nivel. En este punto se espera que el alumno sepa lo suficiente para poder practicar la lección inicial. El estudiante tiene el conocimiento de las cuestiones fundamentales, pero no tiene las habilidades. Depende del alumno si practica o no, pero el instructor estará revisando el trabajo y sugiriendo formas de mejorar. El ciclo de práctica y revisión del trabajo continuará a través del entrenamiento. En

los primeros días, se cometerán torpezas. A medida que pasa el tiempo, el instructor exigirá trabajos de mayor calidad.

Una cosa es saber las diferentes formas de pegarle a una pelota de fútbol, pero eso no te hace tan competente como Diego Armando Maradona. Él ha estado practicando esos movimientos durante muchos años. Ha sido entrenado, criticado, instruido y aconsejado durante su carrera. Aprendió el movimiento cuando era joven. Pasó su carrera practicando la técnica.

Los estudiantes tienen que aprender cómo emplear las pulsaciones que aprenden en las clases teóricas. Se asume que el estudiante sabe cómo pulsar una vez que conoce cómo formar la pulsación. Nada puede estar más lejos de la verdad. Todos los estudiantes saben cómo escribir o pulsar las palabras. Muy pocos saben cómo escribirlas eficientemente bajo presión.

Diego Armando Maradona sabe qué hacer bajo presión. Él sabe si tiene que pegarle fuerte o despacio a una pelota. Él sabe si conviene hacer un pase o pegarle al arco. Incluso sabe qué hacer cuando

no tiene la pelota en su pie. En otras palabras, sabe qué hacer en las condiciones de juego. Nuestros estudiantes necesitan lo mismo de sus “condiciones de juego”.

En este punto, más que en cualquier otro, descansa el destino de nuestros estudiantes. A pesar de los patrones incorrectos, a pesar de la falta de práctica, a pesar de la falta de conocimiento, nuestros estudiantes tendrán éxito o fracasarán dependiendo de su rendimiento en las evaluaciones. Ellos deben emplear técnicas adecuadas.

En velocidades bajas, los estudiantes tienen éxito gracias al conocimiento aprendido en las clases teóricas. Los errores groseros en cuanto a la técnica en este punto no son fatales. Ésta es una condición temporal. Su progreso venidero requerirá que escriban a velocidades cada vez más altas. En otras palabras, el conocimiento teórico no será suficiente.

Pregúntenle a “Susana Esteno” por qué está trabada en 90 palabras por minuto, y seguramente no reciban una buena respuesta. Eso es inaceptable. Para cada problema, hay una solución. Una solución específica y concreta. Cuando Susana aprenda a escribir con claridad, aprenda a no dudar ante las palabras largas, aprenda a llevar el dictado, etcétera, en ese momento ella comenzará a avanzar. Ella debería saber por qué tiene problemas y debiera de trabajar activamente en la solución.

Si se encuentra trabado en una velocidad, tiene tres opciones: 1) Puede seguir practicando sin ningún plan concreto y tener la esperanza de que sea lo suficiente; 2) Puede encontrar un profesor que analice sus hábitos de escritura; 3) Puede aprender el arte del auto-diagnóstico.

Aunque le sugerimos a los estudiantes que consulten a sus docentes, les recomendamos que consideren la tercera opción. Una vez que sabe qué está haciendo mal, las correcciones son relativamente sencillas. La vida se torna más sencilla y dormirá mejor.

Las dos caras del aprendizaje es un capítulo importante. Usted debe conocer su tipo de escritura y debe saber cómo usarla. Necesita ambos. Con suerte, usted ya sabrá la teoría. Ahora es momento de aprender acerca de la claridad, la vacilación, cómo llevar el dictado, etcétera. Un poco de conocimiento que irá muy lejos.

Capítulo III. Mantenga sus normas

Los estudiantes egresados de las clases teóricas escriben muy bien. Las escuelas insisten en ello. El concepto detrás de ello (y es uno bueno) es que la mejor manera de aprender una nueva pulsación es introduciéndola de manera lenta y reforzándola una y otra vez. En este punto del entrenamiento cualquier error va a confundir al cerebro y a reforzar las pautas erróneas.

Todas las escuelas enseñan la teoría de esta manera. Como resultado, producen alumnos que tienen un dominio básico de las cuestiones principales de escritura. Las escuelas no se merecen más que alabanzas por insistir en un nivel tan alto de excelencia.

Los estudiantes en las clases de velocidad no conservan las mismas normas. A estos estudiantes se les enseña que tienen que escribir tan rápido como les sea posible. Les enseñan que tienen que realizar pulsaciones por cualquier cosa. Les enseñan que sus notas se van a aclarar una vez que lleguen a la velocidad.

La meseta(Barb DeWitt, Anna Mae Tedly y Stephen Shastay)

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Si es cierto que los estudiantes de teoría no aprenderán lo básico salvo que escriban de forma correcta, entonces es lógico que los estudiantes de velocidad no mejoren sobre lo básico salvo que sigan el mismo patrón. La mejor y más correcta forma de aprender estenotipia comienza con la repetición constante de pulsaciones correctas, golpe tras golpe, examen tras examen.

Ignorar esta verdad fundamental es la causa número uno de la deserción en las escuelas. También hay otros factores, pero éste es el clave. Para ejemplos, observe a los estudiantes que tienen un progreso consistente clase a clase. Estos estudiantes inevitablemente llegan a una nueva clase con un registro claro, trabajan en velocidades superiores mientras mantienen la claridad y eventualmente llegan a una nueva clase de la misma manera.

Detrás de normas sólidas, ¿qué es lo que tienen estos estudiantes? ¿Conocimiento? No, tomaron las mismas clases que el resto de los estudiantes. ¿Habilidad? No, virtualmente todos los estudiantes tienen las mismas capacidades para desarrollarse en estenotipia. ¿Dedicación? No, muchos estudiantes que fracasan han practicado más que aquellos que tienen éxito.

El secreto de su éxito pareciera no estar en otro lugar más que en las normas claras que mantienen. Algunos de los estudiantes “con dones” fueron músicos o atletas en formación. Para ellos, la claridad, el ritmo, el equilibrio y el control no son conceptos ajenos. Ellos los aprendieron antes de llegar a la escuela de estenotipia.

Otros tienen razones más simples por las cuales logran tener éxito. Sus personalidades determinan su tipo de escritura. Muchos estudiantes dirán que les irrita no poder traducir lo que escribieron. Eso es todo lo que se necesita. Como odian las pulsaciones descuidadas, deben evitar escribir con errores, incluso a velocidades altas. ¡Celebro a los inconformes del mundo! ¡Ellos son estenotipistas naturales!

El desafío de la escuela es claro: tienen que enseñarle al grueso de los estudiantes a escribir como lo hacen aquellos que progresan de manera constante. Eso se puede hacer. El primer paso es mantener y conservar las normas teóricas.

Capítulo IV. Los cuatro tipos básicos de estenotipistas

Prólogo. Podríamos haber llamado a este capítulo “Las cuatro reglas inmutables de la estenotipia”. Un estudiante que: 1) escribe con pulsaciones claras; 2) minimiza la vacilación; 3) no retiene palabras; y 4) no edita mientras escribe; asegura el éxito. Estas reglas tienen que ser recordadas día tras día. Éste es un capítulo del libro que alguna vez fue conocido como “Tu libro de teoría es todo mentira”. Ahora preferimos el nombre “No es ciencia de cohetes”.

Los estenotipistas pueden clasificarse de acuerdo a las cuatro fallas principales que pueden padecer. Cada estudiante pertenece a alguno de estos grupos. Las cuatro categorías son: la claridad, la vacilación, la retención de palabras y la edición.

Diagnostique su escritura. Se dará cuenta que una falla prevalecerá por sobre las otras. Supérela y su éxito está asegurado. Ignórela y fracasará.

La falta de velocidad es el mitológico “Hombre de la Bolsa” de la estenotipia y de la taquigrafía. Aquellos que señalan con el dedo al desarrollo de la velocidad están equivocados. Sus problemas pueden deberse a alguna de estas cuatro categorías. Todos los estudiantes de todas las escuelas tienen la velocidad suficiente como para graduarse de sus clases actuales, caso contrario de la próxima o la siguiente. Una vez que los hábitos de escritura fueron diagnosticados correctamente, el problema de la velocidad se disipa en el aire.

1. Escritores que necesitan claridad. Los registros con calidad son más importantes que cualquier otra cosa. Los estudiantes deberían concentrarse en este aspecto, excluyendo todos los demás, hasta que sus notas sean de una claridad aceptable. Nunca trabaje

en cualquier otro aspecto de su escritura hasta que sus notas mejoren.

> Si el dictado es muy veloz, el estudiante perderá claridad. Esto es inaceptable. Especialmente a velocidades altas, la claridad se debe mantener a toda costa.> Si el estudiante tiene claridad hasta que se atrasa en el dictado, el problema no es la claridad.> Si el estudiante pierde claridad solo en dictados de velocidades altas, el problema no es la claridad. Puede ser la fatiga.> A una velocidad baja, el estudiante tiene que ser capaz de escribir bien todas las palabras. > En la velocidad objetivo, el estudiante debe aceptar una pequeña cantidad de pulsaciones fallidas. Esto debe conservarse en un mínimo. > En una velocidad que requiera esfuerzos, más errores surgirán. El estudiante debe esforzarse para mantener la claridad, pero si el dictado continúa y el estudiante se cansa, muchas cosas malas van a suceder. > Si el dictado continúa o la velocidad aumenta, la claridad va a flaquear.> Si la claridad flaquea o se ve afectada, el estudiante comenzará a vacilar. > A medida que el estudiante vacila, la claridad puede perderse o el estudiante puede acumular palabras.

El progreso debe ser continuamente monitoreado. Dejando de lado las palabras perdidas, 19 de cada 20 palabras escritas deben ser fácilmente traducidas.> Las prácticas y los exámenes deben ser traducidos bajo las mismas normas. “Más o menos” no es suficiente en determinadas circunstancias.

> El índice de 19 sobre 20 palabras (95%) es un mínimo. El objetivo es el 100%, pero se tiene que tener en cuenta que si el estudiante siempre alcanza ese objetivo es posible que no esté escribiendo a su velocidad tope. > No cuente las palabras perdidas ni las mal traducidas o los errores. Cuente solo las palabras escritas. La claridad absoluta no es recomendable. Si los estenotipistas profesionales no tienen notas perfectas, los estudiantes tampoco. > La puntuación y los signos de guiones de diálogos deben estar casi perfectos. > Las abreviaturas y las frases siempre deben ser legibles. Si no lo son, deben ser descartadas. > Algunas palabras son más propensas a ser mal traducidas.> Algunas palabras solo pueden ser escritas de una manera. Éstas siempre deben ser legibles. Si no lo son, el estudiante debe aminorar la marcha.> Algunas palabras pueden ser escritas de diversas maneras. Algunas palabras son fácilmente mal traducidas, por lo que conviene escribirlas normalmente o a través de abreviaturas. Si hay algún problema, cambie la forma de escribir de una o ambas palabras para resolver la mala traducción. > Algunas palabras pueden ser fácilmente leídas aun con errores. Estas palabras no requieren el mismo grado de claridad para ser leídas; sin embargo, el estudiante no debe aceptar errores constantes con estas palabras. En velocidades inferiores, estas palabras deben ser escritas con claridad.> Los números y nombres requieren un alto grado de claridad cuando son transcriptos. Se debe trabajar especialmente en este punto. Esta habilidad es absolutamente esencial para un profesional.> Dominar la pronunciación fonética es una tarea que seguirá luego de graduarse. Los estudiantes siempre tienen que estar aprendiendo las pulsaciones correctas para cada palabra; sin embargo, ésta es una función de la memoria.> Memorizar pronunciaciones en casa usando una notebook, un libro de teoría o un diccionario taquigráfico. > Si busca claridad, es suficiente si las pulsaciones son fonéticamente correctas y fácilmente transcribibles.

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> A todas luces, para tiempo real, cada pronunciación debe ser memorizada y escrita correctamente. Éste es un punto menor comparado a cómo escribir correctamente de manera fonética.> Las pronunciaciones deben ser dominadas, comenzando con las palabras más frecuentes.

Escritores que vacilan demasiado

> La vacilación es menos importante que la claridad.> La vacilación es igual de importante que el acumular palabras.> La vacilación puede causar acumular palabras o reducir la claridad. Depende que falla se manifieste primero.> Si un estudiante es claro hasta que comienza a vacilar, eso producirá acumular palabras. Trabaje en la vacilación. > Si el estudiante no acumula palabras hasta que comienza a vacilar haciendo que comience a acumular, trabaje en la vacilación. > Si el estudiante comienza a vacilar tras quedar atrasado en el dictado, trabaje sobre la acumulación de palabras. > Si el estudiante comienza a vacilar por la falta de claridad, trabaje en la claridad. Es importante diferenciar entre estudiantes que vacilan por falta de claridad y aquellos que vacilan por querer escribir todo correctamente.> Si el estudiante vacila por querer recordar las pulsaciones correctas para un conflicto particular, debería aprender a escribir de manera fonética durante el dictado. Las pulsaciones que conllevan conflictos deben ser memorizadas, pero no pueden ser memorizadas durante el dictado. El estudiante debe aprender estas pulsaciones en su casa, fuera de los dictados. Use el libro de teoría o un cuaderno de

notas para estas pulsaciones.> Si el estudiante vacila cada vez que intenta escribir con una claridad aceptable, éste es el último signo que demuestra que el estudiante no le presta la atención suficiente a la claridad. La respuesta es prestarle más atención a la claridad y menos a la cantidad de palabras escritas. > Si el estudiante vacila ante palabras que no ha escrito aun, la vacilación está bien. En otras palabras, el estudiante debe escribir algunas palabras más lentamente que otras. Esto es normal. No es una vacilación verdadera. Mientras las manos del estudiante sigan avanzando, aunque sea lentamente, no hay nada de malo con la forma de escribir. Sin embargo, estas pulsaciones no deben ser ignoradas. Si se concentra la práctica a baja velocidad en estos aspectos, los dedos se moverán más rápido. Escritores que acumulan muchas palabras

> Acumular palabras es menos importante que conservar la claridad. > Acumular palabras tiene la misma importancia que vacilar. > Acumular palabras puede producir vacilación o reducir la claridad. Debe saber qué ocurre primero y trabajar en ese problema. > Si el estudiante tiene claridad hasta que comienza a acumular cinco o más palabras, trabaje en bajar la cantidad de palabras que acumula.> Si el estudiante no vacila hasta que comienza a acumular cinco o más palabras, trabaje en la acumulación.> Si el estudiante acumula palabras luego de atravesar un conflicto bien resuelto, por ejemplo una pronunciación, trabaje sobre los conflictos o las pronunciaciones.> Las estudiantes que acumulan palabras tienden a

describirse como necesitados de más velocidad. Esto es una falacia. Generalmente ya están escribiendo 20 palabras por sobre su velocidad.> Si el estudiante acumula palabras a causa de la vacilación, trabaje sobre la vacilación.

Escritores que editan mientras escriben. Éste es el grupo más raro. Este grupo mira lo escrito con anterioridad para revisar las pulsaciones ya hechas.> Generalmente, estos estudiantes tienen pulsaciones muy claras hasta que son superados por el dictado.> Una vez que se ven superados por el dictado su escritura se convierte en un caos total.> Preste atención a los consejos para dejar de editar. Si su meta es reducir la cantidad de lo que edita, nada cambiará. Seguirá editando todo. > Usar el asterisco con moderación, en todo caso.> Cada vez que corrige una pulsación, está cambiando una pulsación por tres pulsaciones. Esto es desperdiciar velocidad. Esto lo engañará pensando que tiene problemas de acumulación de palabras o vacilación.> Una vez que se atrasa en el dictado, perderá todo tipo de claridad.> Fíjese qué pierde. ¿Estaban precedidas por palabras que fueron corregidas? ¿Estaban precedidas por palabras que verificó si estaban bien mientras escribía?> Fíjese en sus pulsaciones dubitativas. ¿Estaban precedidas por palabras que fueron corregidas? ¿Estaban precedidas por palabras que verificó si estaban bien mientras escribía?> No insista en escribir todo a la perfección. Las notas legibles son la norma. Si sus notas pueden ser traducidas con precisión, son lo suficientemente buenas para una escuela, una corte o una audiencia.> Las pulsaciones fonéticamente correctas son lo suficientemente buenas para todas aquellas pulsaciones que no están memorizadas.> Edite su trabajo luego de tener el primer borrador

completo.> Revise sus notas. Si las pulsaciones son muy inseguras, reduzca la velocidad la próxima vez.> Si había cosas que no supo cómo escribir durante el examen, ahora es momento de aprenderlas.> Una vez que escribe algo, olvídelo. No trate de recordar qué palabra u oración escribió con dudas. La olvidará exactamente en el momento en que deba transcribirlo. > No haga notas mentales de ningún tipo. Concéntrese en las pulsaciones venideras y excluya todo lo demás.

No esperamos que pueda diagnosticar perfectamente su escritura en el primer intento. Analizar su escritura es una habilidad. Trabaje en ella. La recompensa será grande.

Todo lo que debe hacer es fijarse qué falla primero. ¿Pierde claridad? ¿Vacila? ¿Acumula palabras por demás? ¿Es un editor? ¿Está aminorando la velocidad de su escritura porque revisa cada pulsación mientras la hace? Cuando sepa la respuesta, conocerá la solución.

Capítulo V. Si no es velocidad, ¿qué es?

Enfatizar la cantidad de palabras escritas por sobre la calidad de las palabras escritas está mal. En la vida real los estenotipistas no se meten en problemas por pedirle a un testigo que hable más lento. Se espera que ocurra de forma ocasional. Después de todo, son humanos.

Lo que es inaceptable para un profesional es un registro de mala calidad. El estenotipista tiene que ser capaz de realizar transcripciones vendibles. Cada pulsación de cada trabajo debe ser legible. Esa es la norma del estenotipista.

Tu objetivo en la escuela es convertirte en un profesional. Si quieres el trabajo, es mejor empezar a actuar como un profesional. No vamos a bajar las expectativas por vos. Cuando se gradúa tiene que ser capaz de traducir el ciento por ciento de sus notas de manera correcta todo el tiempo. Esa es nuestra

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norma. Esa debe ser su norma.

Un estudiante con notas claras puede razonar por sí mismo que puede sacrificar algo de claridad en aras de la velocidad. Puede estar en lo cierto. Puede hacer eso. Una persona con notas por lo general legibles puede llegar al nivel siguiente aceptando notas de menor calidad. La pregunta es: ¿esto lo hará un mejor estudiante? La respuesta es simple: no.

Puede sacrificar claridad para tener más velocidad y así ir al nivel siguiente, pero eso es un caballo de un solo truco. Una vez que pierde su claridad, no hay nada más para sacrificar.

Hay más malas noticias. Sus notas van a seguir empeorando. Primero, la falta de claridad afectará los tramos más duros. Con el tiempo, comenzará a experimentar problemas con palabras que aprendió en los primeros meses de Teoría.

Si busca pruebas, mire en su escuela. ¿Cuántos estudiantes fallan en los exámenes por palabras simples? ¿Cuántos estudiantes se traban cada tres palabras mientras leen? ¿Cuántos tendrían problemas para aprobar un examen a 20 palabras menos de su velocidad objetivo? Demasiados.

Si sacrifica claridad en pos de la velocidad, terminará con pulsaciones ilegibles sumado a vacilación y acumulación de palabras. En casos extremos, terminará con tanta vacilación y acumulación de palabras que escribirá más lento que en cualquier otro momento.

La solución para notas faltas de claridad es sencilla, básica e indiscutible: escriba lo suficientemente lento como para escribir correctamente. Desafortunadamente, esto es inaceptable para

una gran cantidad de estudiantes. Explican que no serán capaces de pasar los exámenes si reducen la velocidad. Si hablan del siguiente examen, están en lo cierto. No tendrán sus velocidades normales mientras reaprendan las pulsaciones que les enseñaron en Teoría; sin embargo, tan pronto como adopten el hábito de escribir correctamente, la velocidad regresará. Y no solo eso: serán más rápidos que nunca. Aquellos que prefirieron cambiar a la claridad luego de largas luchas con la pura velocidad, invariablemente, no acusan problemas en la obtención de velocidad clase tras clase. Ya han aprendido la velocidad. Lo que necesitaban era la claridad.

¿Por qué pareciera que ganan velocidad concentrándose en la claridad? Debido a que gran parte del problema es que están luchando consigo mismo. En el fondo saben cuál es la pulsación correcta, pero no insisten en ella. Valoran la velocidad por sobre todas las cosas. Se precipitan a pulsar antes de haber formado la pulsación.

Con el tiempo, ni siquiera se fijan en la pulsación correcta. Se conforman con cualquier cosa. ¡Muy mal! A medida que las fallas en las pulsaciones aumentan, también lo hacen los errores en la traducción.

Si no se va a insistir en la forma correcta de escribir la palabra “qué”, no pueden quejarse si sus dedos pulsaron para escribir “quién”.

Se te enseña la pulsación correcta. Úsala. Está dando vueltas en algún lugar de tu cerebro. Si no se le enseñó la pulsación, búsquela y apréndala. Haga lo que sea necesario. Su escritura será más clara y en

poco tiempo podrá pasar las velocidades anteriores.

Cuando todo está dicho y hecho, aun los mejores estenotipistas tendrán notas que no son perfectas. De alguna manera, la transcripción aún se debe realizar.

Realizar una traducción desde notas deficientes es una habilidad que todos los estenotipistas deben tener. Sin embargo, sacar algo de notas escritas inapropiadamente es un recurso de última instancia. No debe ser la forma normal de transcripción.

Tristemente, los estudiantes dependen demasiado de su habilidad para leer notas deficientes. Generalmente, no pueden leer veinte palabras de un dictado normal sin trabarse. Las notas deficientes se vuelven su producción habitual, cuando realizar “notas limpias” son más descuidadas de lo que debieran ser permitidas.

Muchos de ellos terminan cometiendo errores en exámenes porque no pueden confiar en sus notas. Todos conocemos historias de estudiantes que fallan en sus exámenes por reinterpretar sus notas a la hora de transcribirlas. Incluso, cuando usan la pulsación correcta en el examen se inducen a cometer el error durante la traducción. Esa no es la forma de volverse un profesional.

Si se resuelve a escribir como se le enseñó en las clases teóricas, se verá recompensado de muchas maneras.

> La repetición es la única forma de conquistar las pulsaciones complejas, las pulsaciones difíciles.> Su escritura se volverá rítmica y relajada.> Usted generará constantemente la mayor cantidad de golpes por minuto. > Será menos probable que se pierda o se congele durante un examen.> No se atrasará en el dictado tanto como antes, lo que significa que tampoco perderá tanto. > Mientras escribe sin vacilar, consigue tiempo extra para escribir las palabras difíciles.> Con pulsaciones correctas, no será tan propenso a revisar sus notas pulsación por pulsación.

> Se concentrará más en llevar a cabo las pulsaciones (escribirlas), no tanto en recordarlas. > Ganará tiempo, porque el uso del asterisco disminuirá. Cada vez que se corrige una pulsación se convierte una pulsación en tres. Primero, la pulsación incorrecta. Segundo, el asterisco. Finalmente, la pulsación correcta. (Con suerte, es la pulsación correcta. Otras veces, no lo es).> Con pulsaciones claras, sin confusiones, sin vacilaciones, sin atrasarse, sin luchar por estar a la par, sin corregir palabras, automáticamente “ganará velocidad”. Ciertamente, sus manos no se están moviendo más rápido; se están moviendo eficientemente. El resultado es mayor trabajo con menos esfuerzo. > Con pulsaciones en general claras, será capaz de identificar las áreas de su escritura en las cuales necesita trabajar. > La lectura será sorprendentemente sencilla.> Confiará en sus notas. Mientras transcriba no cambiará, agregará, interpretará o modificará lo que escribió. Sencillamente, lo traducirá.> Ganará tiempo valioso para corregir. Las notas claras son fáciles de leer y trasncribir. El resultado es tener tiempo extra para encontrar errores de traducción, fallas de ortografía, etcétera. > Escribirá como un profesional.> Leerá como un profesional.> Transcribirá como un profesional. > Dormirá mejor.

“Es cierto que premiamos a los campeones de velocidad. La parte que todos dejan de notar es que estas superestrellas no ganan hasta que no puedan traducir sus notas”, Stephen Shastay

Capítulo VI. Las reglas básicas del juego

Los estudiantes llegan para la primera lección. El docente empieza con una pequeña explicación de lo que se espera. Se debe dar una demostración. Luego, se dan los primeros pasos vacilantes en el largo camino.

Este escenario se repite clase tras clase. No importa qué habilidad se enseñe, los estudiantes aprenden

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desde lo básico. Desde allí, se van incrementando las distintas etapas de su entrenamiento. Cada lección expande las anteriores.

Con el tiempo, los estudiantes acumulan las habilidades necesarias para volverse cantantes de ópera, pianistas, carpinteros, pilotos, etcétera. Estos profesionales no olvidan lo que se les enseñó. Valoran las primeras lecciones por sobre cualquier cosa. Los principios básicos son la llave para su éxito. Los principiantes pueden ignorar sus errores. Los profesionales, no.

De todos los estudiantes, aquellos que estudian la teoría son los más parecidos a los profesionales. Ellos se esfuerzan para obtener pulsaciones claras. La velocidad es un objetivo secundario, si es que se toma como objetivo. Lo importante es la calidad, no la cantidad.

Por otro lado, los estudiantes de velocidad olvidan las cosas básicas. Persiguen el dictado. Quebrantan su escritura. Sus pulsaciones se convierten en basura ilegible. A pesar de que se esfuerzan por seguir, el progreso se detiene. Muchos de ellos se detienen en un nivel de velocidad. En este punto, comienzan a buscar respuestas, pero muchos de ellos siguen ignorando cuestiones básicas. Esto es malo.

Antes de buscar una respuesta técnica difícil, sugerimos que realices una pequeña auto-evaluación. La respuesta generalmente es sencilla, evidente y fácil de solucionar.

Para ese fin, ofrecemos una pequeña lista de reglas que todo el mundo debiera seguir. Sugerimos no pasar por alto ninguna de ellas. Hasta no tener los fundamentos aprendidos, no debiera de fijarse en nada más.

Reglas básicas

1. La claridad por sobre cualquier otra cosa. Sus pulsaciones deben ser claras. Cada pulsación correcta refuerza su entrenamiento. Cada pulsación incorrecta lo debilita. No importa en qué velocidad practique, sus notas serán inseguras si más de una pulsación de entre cien es ilegible. 2. La postura es vital. Siéntese correctamente. Apoye los pies en el suelo. No se encorve. Lo esencial detrás de todo esto es ubicar las manos de la mejor manera para que puedan presionar las teclas. Son las manos que están siendo entrenadas. No las haga trabajar más porque su cuerpo está torcido de cualquier manera. 3. ¡Respire! Es bueno para aliviar el estrés y hay rumores que su ausencia puede causar la muerte. La respiración superficial suele indicar tensión. El dolor de espalda y hombros son acompañantes frecuentes. Algunos estudiantes aguantan la respiración durante sus exámenes. Algunos, incluso, se han desmayado. Respire lenta y naturalmente. No se detenga.4. La posición de las manos es más importante de lo que usted piensa. Flexione sus dedos. Presione las teclas con la yema de los dedos. La posición inicial de sus dedos es en la grieta entre las teclas superiores e inferiores. 5. Ubique todos sus dedos en las teclas antes de presionarlas. Combata la tendencia de escribir letra por letra. En muchas pulsaciones, especialmente en las sencillas, esto no afectará su claridad; sin embargo, aprende un mal patrón de escritura y conduce a inclinar la mano. Una buena pulsación primero es “tocada a dedo” y luego presionada.6. No todas las pulsaciones pueden ser realizadas únicamente movilizando solo los dedos. Generalmente, son combinaciones de teclas con la mano derecha. Como cualquier pulsación, lo correcto es ubicar los dedos en las teclas y luego presionarlas en simultáneo; sin embargo, una vez que estas combinaciones son alcanzadas, son

difíciles de presionar solo con los dedos. Para eso, algunas personas usan un pequeño movimiento de la muñeca. Otros prefieren el codo. Nosotros decimos que la muñeca es una mejor opción, pero es tu decisión. 7. Es común escribir algunas palabras más lentas que otras. Algunas son más difíciles de recordar. Algunas requieren pulsaciones difíciles. Acepte que no escribirá todas las palabras a la misma velocidad, pero no acepte que puede mejorar con las palabras difíciles. Identifique sus problemas con la escritura y trabaje en ellos. 8. Practique todos los días. Lo que aprendió ayer puede olvidárselo, salvo que lo mueva de su memoria de corto plazo a la memoria de largo plazo. Practique, practique, practique. La repetición lo hará un ganador. 9. Practique por períodos cortos de tiempo. De ninguna manera le estamos diciendo que practique menos; sin embargo, cuatro sesiones de quince minutos valen mucho más que una sesión de sesenta minutos de práctica, porque es difícil mantener la concentración y la intensidad por períodos largos de tiempo. Pequeños recreos lo aliviarán. Practique lo más que pueda, pero divida su tiempo con pausas obligatorias. Unos minutos de descanso pueden hacer un mundo de diferencia. 10. Lea todas sus pulsaciones. Es una de las mejores herramientas de diagnóstico a su disposición. A mayor lectura, mejor conocimiento tendrá de su escritura. Si quiere mejorar, tiene que saber en qué hacerlo. Aprenda a agrupar sus errores. Busque patrones. ¿Con qué letras tiene problemas? ¿Cuáles

agrega?11. Escriba con ritmo y tranquilo. Mantenga las manos en movimiento en todo momento. No las detenga entre una pulsación y otra. Concéntrese en adquirir un ritmo entre una pulsación y otra. Haga estas cosas y sus problemas serán pocos.12. La mayor cantidad de abreviaturas y frases que le enseñaron en Teoría serán de gran ayuda. Generalmente, se basan en palabras de gran frecuencia que se utilizan día tras día, pulsación tras pulsación. Incluso, si a usted le gusta pulsar todas las palabras, dele una oportunidad a las más sencillas. Pueden ser pulsaciones poderosas. Sin embargo, no es obligatorio usarlas. Tiene la opción. Escribir normalmente una palabra o frase es siempre una buena manera de practicar.13. La tarea que le asignan es lo mínimo que se espera de usted. No es lo máximo. Las escuelas de estenotipia suelen tener su propio ritmo. Avanzará cuando demuestre tener la habilidad requerida. Entonces, ¿cuánto es lo máximo? No se sabe. Depende de cada uno. Tal vez deba preguntarse cuándo se quiere graduar. Eso lo podría ayudar a decidirse. 14. La estenotipia es difícil. Le tomará tiempo dominar algunas habilidades, pero es relativamente fácil. Escriba pulsaciones claras. Mantenga las manos en movimiento. Aprenda los acordes correctos. Tenga éxito. ¡Necesitamos buenos estenotipistas y los necesitamos ahora mismo!

Nota aclaratoria: este artículo fue traducido y adaptado al español.

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vean que no registraba todas las palabras; entonces, practiqué por tres meses antes de ir al aire subtitulando reuniones gubernamentales locales. Muy pronto dejé de tener miedo a que la gente note que no escribía todas las palabras, ya que mi determinación para la práctica había mejorado mis habilidades. Cuando tenía que perder palabras, ¿aquellos que estaban viendo el subtitulado podrían recordar las palabras que perdí si la gente hablaba tan rápido? Es como la nube de nieve que me ocultó cuando caí por la ladera de la montaña y nadie me vio; sin embargo, he conseguido mi objetivo de ser una mejor profesional.

He sido muy afortunada de subtitular para clientes que realmente aprecian lo que hago y las habilidades que desempeño. El programa “Daytime”, producido en los estudios Riverbank en Tampa, Florida, es ese tipo de cliente. “Daytime” es un show televisado a nivel nacional en los Estados Unidos que aborda diversos temas, desde vinos a maquillaje o las últimas novedades en Hollywood. Cuando gané el concurso de Estenotipia en tiempo real de la Asociación de Taquigrafos Judiciales en 2010, el productor de “Daytime” me invitó al show para hablar acerca de la victoria y comentar cómo el subtitulado en tiempo real se lleva a cabo. Era una oportunidad única para explicarle al público en general qué era el subtitulado en tiempo

real y cómo hay un ser humano detrás de esas palabras que a veces parecen mal traducidas o fuera de lugar. Esa no fue la única vez que “Daytime” me reconoció.

En 2011, viajé a París para competir en Intersteno, la Federación Internacional de Procesamiento de Información y Comunicación. Obtuve el segundo puesto en Captura de Diálogos; China obtuvo el primero. “Daytime” reconoció mi logro una vez más en su show. ¡Con toda seguridad soy una estenotipista con suerte!

Se me acercó Marc Greenberg, el productor del documental “En el registro: un año en la estenotipia judicial”, para participar en un intento del Récord Mundial Guinness en Nashville en 2013. En principio, dije que no, porque la prueba es un testimonio dictado de preguntas a dos voces. Como subtituladora, no realizo trabajos que involucren material testimonial y, sabiendo que no tengo oportunidad de superar el récord, cambié de opinión porque pensé que podía ser una buena representante para la industria del subtitulado en simultáneo y ayudar a mostrar más a los profesionales detrás de escena.

Les comenté a los productores de “Daytime” el tema del Récord Mundial Guinness. Amaron la idea y nos invitaron al show. Al principio, en “Daytime” querían que realicemos una competencia entre Mark Kislingbury y yo, pero no quise dejar mal parado a Mark... Está bien, ¡solo estoy bromeando! (Quería asegurarme que aún tengo su atención) Esa es mi cuota de coraje. Quedamos en competir en Nashville, en agosto de 2013.

Llegó el día en que nos íbamos a reunir todos en los estudios Riverbank situados en Tampa,

Subtitulando desde el set de un programa de televisión

Por Dee Boenau (Estados Unidos)

Seguramente se preguntarán ¿quién es Dee Boenau? Soy una mujer determinada con un lado competitivo espolvoreado con un poco de coraje, casada con Jack Boenau, un extraordinario taquígrafo/subtitulador por derecho propio. Estoy decidida a terminar lo que empecé de la manera en que yo decida. A veces esa determinación frente al temor, espolvoreada con un poco de coraje, puede ser una cosa peligrosa.

Hace muchos años me encontré en la cima de una pequeña montaña. Se veía muy grande en la mente de un esquiador aficionado. Mirando hacia abajo de la montaña, la realidad de mi situación me golpeó como una avalancha. Decidida a bajar de la montaña, mi coraje de hizo cargo. Antes de que nadie pudiera decir:

“Dee, espera”, me lancé a mi aventura montaña abajo y, con cada pizca de fuerza que pude reunir, intenté quitar nieve de mi camino. Como estaba ganando mucha velocidad, rápidamente me puse a pensar cómo podría detenerme sin hacerme daño. Como una persona de Florida, no tengo un traje de sky propio, pero estaba usando cuatro pares de pantalones; entonces, apoyé mi trasero en el suelo y todo terminó. Nadie pudo verme por la nube blanca de nieve que dejaba a mi paso y he convertido el esquiar en un éxito.

La determinación de bajar de la montaña sin lastimarme a mí misma es la misma que me ha hecho la exitosa y bien calificada estenotipista en tiempo real que soy hoy. Al principio me preocupaba que los usuarios del subtitulado

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Es posible que las distracciones hicieran que me concentrase aún más, y realmente no pensé en el desafío.

Considerando todo, tuve un momento maravilloso en “Daytime”. Marc Greenberg hizo que le prestaran atención a una profesión que pasó desapercibida durante años, y Mark Kislingbury y yo tuvimos la oportunidad de demostrar las habilidades que se pueden desarrollar. Le tenemos una gran gratitud a “Daytime” por darnos el lugar. Estoy segura que le despertaré interés al público general sobre la estenotipia y el subtitulado como carrera. Tengo la determinación de promover la profesión dondequiera que vaya y ser la estenotipista más rápida y precisa que pueda existir. ¡También seguiré buscando montañas más y más altas para superar!

Florida. Llegué con mi bolso mágico, como el bolso que Hermione Granger tiene en una de las películas de Harry Potter de donde puede sacar toda clase de cosas que pueda necesitar en cualquier momento. Eso es muy similar a mi bolso de estenotipia. Tengo todo tipo de adaptadores, cables, dos de cada cosa, lo que al equipo de producción le encantó. Si vieron el segmento en YouTube, verán que Mark y yo estamos conectados a monitores. No, no saqué los monitores de mi bolso, pero sí tenía todos los cables y adaptadores necesarios para poder conectarnos.

Una vez que estábamos todos listos, sentí que estaba nuevamente en la cima de aquella montaña, pero esta vez sabía que no tenía ninguna posibilidad de romperme los huesos si me caía. Subtitulé todo el “Daytime” show desde ese momento en que se me ve en el video. Tuve que hacer frente a algunos problemas técnicos para conectar el codificador, pero gracias al fantástico personal de ingeniería

del estudio, los seres humanos superamos la tecnología. En un momento, pensé en juntar mis zapatillas imaginarias de rubíes rojos y repetirme: “No hay como subtitular desde casa”, pero luego me di cuenta que me había quitado los zapatos para mover los dedos de mis pies y poder concentrarme mejor. Se había ido mi lugar de confort, mi medio ambiente de tranquilidad hogar-oficina en el cual trabajaba diariamente y había recibido toda clase de distracciones y ruidos propios de set de “Daytime”.

Cuando fue el momento en el cual tenía que subtitular el segmento donde estaba invitada, el equipo de producción estaba desmantelando el set y sacando el monitor que estaba detrás mio, mientras yo tenía que escribir un testimonio de 360 palabras por minuto y el dictado de “Jersey Shore” de ese segmento. Mis intentos de hacer un fuerte “shhhhh” pasaron desapercibidos, y eso estaba bien, porque sabía que estaban trabajando con ciertas restricciones de tiempo.

Subtitulando desde el set de un programa de televisión (Dee Boenau) Subtitulando desde el set de un programa de televisión (Dee Boenau)

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