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REVISTA QUINCENAL ÓRGANO UNIVERSITARIO En AUJItOl\ POR G. P.Y Z. Los cóndores desean llegar al Sol, ese nido de oro colgado entre las ramazones de las nubes, y los Hugonianos, esos cón- dores del arte, se fatigan en ascensiones, deseando plegar sus alas sobre el en· sueño arrtbigo, ese nielo de luz colgado de las al turas. Carlos Martínez Vigil no es uno de esos fantasistas, no es un Hugoniano, porque sabe que el cóndor se acerca al Sol des- pués de haberse perdido entre nebulosi- dades, d<3spués de haber atravesaclo mu- chas nubr.s; y él, adorador de la pureza, se resiste al implllso ascensional y peligroso de los vuelos imaginativos; huye siempre de la mácula, huye 'siempre de la nubel Su estilo es como nn mármol muy blan- co y muy pulimentado; todos los cariños artísticos de este sereno laborarrte lo em,.. blanquecen y ,suavizan; su pluma tiene mucho de cincel, y sn trase tiene la eter- na virginidad de lo eternamente impeca- ble, de lo siempre albo, de lo nunea som- breadol Obrero que pugna por la erección de un templo americano para el idioma de los Valeras, no recoge brillos ni amontona ni talla diamantes: acumula. y pulimenta mármoles. ' EL PHOPOSITO Los hombres del tiempo presente somos los constru.etores de la época por venir y así como las caravanas de los esclavos que construían las pirámides egipcias, lle- vaban materiales hacia lo alto, nosotros, esclavos de nuestras pasiones, al ascender hacia la cumbre de nuestra vida, llevamos las manos llenas del oro ó del barro con Clue contribuimos, en el término de nues- tro viaje, aformar una amalgama fecunda, una madre de futuros! Somos dioseR, porqne creamos, y somos hombreg, porque sabemos que en nosotros la vida es la infancia de la muertel Carlos Martínez Vigil se ha detenido al borde del cami no que recorre la caravana humana, y ha observado qniénes llevan 01'1) y qniénes llevan cieno, quiénes llevan en las manos algo así como pedazos de Sol, como pedazos ele Aurora, y quiénes llevan algo parecido á pedazos de Sombra, á pe- dazos de Nochel Esa observación es el origen. de esta hermosísima profesión de fe: La obra La verdadera filosofía, ha dícho un autor, no cae como la lluvia, sino que asciencle como la savia. Fundada sobre hechos, la escuela posi ti va será indestructible, á di fe- reneia de los sistemas á priori, en los cua- les la aparición de'uno determinaba la des- trucción de otro, victimario á su turno y á su turno víctima. La lógica de los hechos es de bronce, y en ella se embotarán las mentiras de la impostura y los darclos de

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REVISTA QUINCENALÓRGANO UNIVERSITARIO

En AUJItOl\

POR G. P.Y Z.

Los cóndores desean llegar al Sol, esenido de oro colgado entre las ramazonesde las nubes, y los Hugonianos, esos cón­dores del arte, se fatigan en ascensiones,deseando plegar sus alas sobre el en·sueño arrtbigo, ese nielo de luz colgado delas al turas.

Carlos Martínez Vigil no es uno de esosfantasistas, no es un Hugoniano, porquesabe que el cóndor se acerca al Sol des­pués de haberse perdido entre nebulosi­dades, d<3spués de haber atravesaclo mu­chas nubr.s; y él, adorador de la pureza,se resiste al implllso ascensional y peligrosode los vuelos imaginativos; huye siemprede la mácula, huye 'siempre de la nubelSu estilo es como nn mármol muy blan­co y muy pulimentado; todos los cariñosartísticos de este sereno laborarrte lo em,..blanquecen y ,suavizan; su pluma tienemucho de cincel, y sn trase tiene la eter­na virginidad de lo eternamente impeca­ble, de lo siempre albo, de lo nunea som­breadol

Obrero que pugna por la erección deun templo americano para el idioma delos Valeras, no recoge brillos ni amontonani talla diamantes: acumula. y pulimentamármoles. '

EL PHOPOSITO

Los hombres del tiempo presente somoslos constru.etores de la época por veniry así como las caravanas de los esclavosque construían las pirámides egipcias, lle­vaban materiales hacia lo alto, nosotros,esclavos de nuestras pasiones, al ascenderhacia la cumbre de nuestra vida, llevamoslas manos llenas del oro ó del barro conClue contribuimos, en el término de nues­tro viaje, aformar una amalgama fecunda,una madre de futuros!

Somos dioseR, porqne creamos, y somoshombreg, porque sabemos que en nosotrosla vida es la infancia de la muertel

Carlos Martínez Vigil se ha detenido alborde del cami no que recorre la caravanahumana, y ha observado qniénes llevan01'1) y qniénes llevan cieno, quiénes llevanen las manos algo así como pedazos de Sol,como pedazos ele Aurora, y quiénes llevanalgo parecido á pedazos de Sombra, á pe­dazos de Nochel

Esa observación es el origen. de estahermosísima profesión de fe:

La obra

La verdadera filosofía, ha dícho un autor,no cae como la lluvia, sino que ascienclecomo la savia. Fundada sobre hechos, laescuela posi tiva será indestructible, á di fe­reneia de los sistemas á priori, en los cua­les la aparición de'uno determinaba la des­trucción de otro, victimario á su turno y ásu turno víctima. La lógica de los hechoses de bronce, y en ella se embotarán lasmentiras de la impostura y los darclos de

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=================:=========::::::- --======82 LOS DEBATES LOS DEBATES 83

la ignorancia. Seguras é inmobles sobresu lecho de piedra, ya no se preocupar~n

las nuevas doctrinas de las inconstanciasy veleidades de la moda 1 porque es cosa'sabida que el pensamiento humano, asícomo el mar, está sometido á un cont.inuoflujo y reflujo, y que, como ól t.ambién,recobra su sitio y toma el nivel resul.­tanteo

Una concepción más alta y verdadera dela vida y del mundo, nos hará ver mañanaen la teologia y la metafísica, la alquimiay la astrología de nuestro siglo; dominaránsoberanas nuevas ideas, que tendrán elamor por principio, por fundamento elorden, y el progreso indefinido por fin.Al pensamiento egoísta del apóst.ol de losgentiles que considera al sér humano ex­tranjero y huésped en la tierra, sucederáel convencimiento profundo de nuestra ín~

tima dependencia de la naturaleza madre.Los hombres de entonces transmitirán,tranquilos y confiados, la inextinguible an­torcha de la vida á seres más felices quenosotros, actores en un drama cuyo espe­rado desenlace corresponde ft las genera­ciones por venir.

Entretanto, aguardemos, que la victoriaes nuestra. El sojuzgador imperio de loshabitas tradicionales podrá retardar perono impedir el triunfo definitivo de la ver­dad, que aun lucha con el error, comolos dioses de la teogonía persa luchabanencarnizadamente por el dominio absoluto.Nosotros, convencidos de nuestra proce~

dencia humilde, realizaremos el ideal enla tierra, madre cariñosa ycrllel a un tiem­po qne nos proporciona por igual la cunay el sepulcro; ellos, orgullosos de su origendivino, vienen de las regiones del éter yse perderán en las regiones del éter....Como el perro de la fábula, dejan la presapor asir la sombra.

Hemos descendi do desde las alturas pornuestra voluntad: hagámonos, pues, dignosde las alturas por nuestros propios méri­tos. Las genealogías celestes van perdiendo

dia á día su en otro tiempo avasalladorprestigio. Es que las modernas escnelasno conciben la dicha en las tonebrosida­des del pasado, mirando al cual, nuevosOrreos, hemos perdido nuostra Euridice.Ellas despojan al hombro poco á poco delas insignias con que so exornó varlamenteen lós tiempos que fueron; do ollas es elporvenir1 pletórico de c~sperarlzas; paraellas, en fin, Adán no ha venido al mundotoclavia, sino qlle lo será en lo futuroel hombre libre y civilizado qlle viva enmedio de la felicidad.

., ~ ~ \. \. ".,'" \ "," \ ""~ ",,,, " "'., .."' "' ~ ..•,::'::'::::'=:::':':::;::'::=:.:'::':::~~';::':::"::~:::~:',:;:~':;;:':':::::;'~,::,::,;::;:~:,':';'.;'.::'.,:::',=-~:~;:;.:'::~:~;::':::;,"~:""~~ .','.' ':: ::..;::::.:.;':::.';:::.::~:::.:.:::..;;=,,;;.:;::~:~_i uruguaya.

PAH1\. PmllI.tO COSIO

}TIs tan alegro e01UO mm orqnesta,('muo uUI1.mU'ora: como UIla fie,':ll;a,Como uu florido rosal de abril,y se confundo su hlrlllea manoCon el 1iedado llívco (!tü pianoy (Ion ellleinc de alho mar/U.

¡Ah! si 111 vieras, es tan 'bonita!Su g'(trboes g'arbo (le nmestritil1Q,uo Vl:b eseoltEtdl:b por un (lJ'nlJ(ín,y por la el1lle de Yei'ntiuitwoCrula, pasito qne da, es un hrincoLleno de graeia, de tentación!

Su par de botl:1s tan diminutas,Tan charoladas, tan impoltltl:1S,¿Aprietan lirios ó estrechan pies?¡Grave misterio! ¡OuestUln de hott1S!¡Oh! pobres ojos, do tus LlenotasJ~sta es la g'rl1nde, l~b triste es!

Cuando {t h1 Iglesia se ya acor{\l1ndo,Los qne on el I1trio se ha11l1n ell bandoel'een ver todos Ulla vhlióll,Pues les llarece que es urUt santa,Que es Ulla virgen que se adelttnta"y altar le brinclan:sll corttzón:

Nacla 111 enfel'l1ll1, nada la agobia;Sonsns mejillas rubor de noviaBajo ele un blanco velo nupcial,Porque á su cara muy sonrosadaCubre una hermósa tez nacaradaCon trallsparencias de luz astral.

Cuando la aurora premIe eulos cielosSus cortinajes, sus ricos velos,Las opuleneías rIel arrebol,Graciosa limpil1 su alegre alcoba.y oros en eUa barre la escoba, 'Pl1.es sólo en ella ee encuentra sol,

Cuando me lJonG sobre la nucaLa tibia mano que se acnrrucaDetras del cuello ele mi gabán,Su boca ofrenc1a 11l1lchos carmines,Cual los cll1veles que en los jardinesDerrochl1n bl'asl1s, como un volcán.

y entre su tibia ma.no lJerliua.Encuentra nn nido la golondrinl1Q,ne anida en lo alto ele su balcún,LI1 qne hace siempre por la maíi.ana,Rozando el vidrio de la ventana,Caer diamantes en profusión

J\tIús perezosa que reg'ia dama,En cuanto cena s\~ hunde en la cama,y sin postigo deja uu cristal;Que así le llegan rayo ele lunay envía en ellos una por unaSus ilusiones al mllnelo astral!

Es primorosa como muy l)Ocas;Ante ella sólo besan las boCt1s,(~ue es UIla estatua, que es un biscnit;Pero una estatua que lutbla armonías,Toda belleza, tOlla alegrías,Toda miradas y toda esprit.

1\'[uoho la quiero, mucho In. estimo,y si on mis versos su nombre rimo,T'ienon perfL1me prirnltvel'l:tl,y si su frente de ángel abrazo,Sobre su frente semeja el brazoUna corona paradisial!

(~uzn:u\n I-,apiui y Zas.

CARLOS VAZ FERREIRASU L,I BRO

Habiamos pensado no hablar del librode Cárlos Vaz Ferreira, hasta haberlo lei~

do todo desde la primera línea hasta laúltima, pues las cosas filosóficas no soncomo las literadas, en las que basta unapágina para juzgar' el conj unto.

Más aún tl'atandose de un texto, que,como la «Psicologia Elemental» vale porsu método, por su sencillez, por su clari­rielad, condiciones todas que lo hacensimpütico para el estudiante-Y debe com­prenderse bien esta palabra-pues es ver­daderamente una corriente de simpatícb laque se establecy.con un~ ~e esos_libros,que-como el de VazFerrelra-ensena gta­dualmente, insensiblemente, insinuando losgrandes problemas de la naturaleza sinfatigar ni postrar la inteligencia.. .

y ese Hbro que comprende un estudlOarmónico de las mas grandes, cuestiones

psicolójicas, que se ajusta perfectamenteal programa de Psicologia de nuestra Uni­versidad 1 constituye el· primer fruto de laintelijencia poderosa ele Vaz Ferreira uni­da á su fuerza de trabajo ciertiJ,mente en­vidiable; por eso es que es muy natural.que, ·cuando se levantan voces de elogio yele aplauso en todos los círculos de nues­tra generacion, cuando á esas voces seunen articulas brillantes escritos en lascolumnas de un viejo diario por uno denuestros crachs intelectuales, nosotros noquedemos nludos.

Vaz Ferreira todavía nos pertenece 1 seha despedido ya de nuestras aulas parapasar á la facultad; pero esas mismas aulasque han oido sus exámenes brillantes, quehan sido testigos de sus sobresalientes ápertJetuidad, escuchan ahora las diserta­ciones claras y elevadas del estudiantemodelo convertido en jóven profesor.

En efecto. Vaz Ferreira ha sido nom­brado catedrático de Fllosofia, él y su li­bro se complementan, el uno sabe pordemás para instruir á una clase de Psico·logía y el otro dice bastante para prepa­rarla.

Nuestros compañeros en la clase de Fi­lasofia que seguían hasta hace pocos me­ses un camino incierto y hasta peligrosono teniendo otro guía qne el texto dema,­.síado espiritualista de M, Panl Sanet, po­dran ahora ver mucho mas claro las cues"tiones psicológicas, pues es-este nuevolíbro ele que venimos hablando, hasta unagarantía para impedir el estravío de lasjóvenes inteligencias, ante la magnitud ver­daderamente aterradora de muchos pro­blemas.

Por otra parte Vaz Ferreira va á serprobablemente, el tl'iunfac1or del concursode Agost0 1 entonces bl quedará de cate­drático efectivo y propietario de filoso na.

Por cuanto tiempo? Hasta que no pueelaseguir ó talvez hasta que otras tareas másimportantes (no politicas, por cíerto) loalejen del claustro universitario.

Por ahora es el más puntual de los ca·tedráticos de prepar:ttorios, entra invaria·blemente á una misma hora y sale á lahora siguiente, ni más ni menos, comopodria hacerlo el mas equilibrado de losmortales. De él se pudi~ra decir, que selevanta á las seis, almuerza á las diez, co­me á las seis y se acuesta á las diez. Sal­vo una vez que otra, cuando hay compañia

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84 LOS DEBATESLOS DEBATES 85

Bledlico.

Una hermosa compogiciónDE DANIED MA:f\JItINE1li VIGID

ras de nauta en el mercado, y me ha encar­gado que haga aqaí de todo ésto dos partesiguales.

Anthrax -Por lo que toca á mí, yó terespondo que no me has de dividir endos. Si qaieres que vaya enter'o á cual­quier paete, me prestaré á ello de buengrado; pero.. ,

Estróbilo-Lo qve yo decia, Anthrax,era en otro 'sentido, que en el que tú apa­rentas haberlo tomado. Mi amo se noscasa hoy.

Anthrax-¿Con quién?Estróbilo--Con la hija del viejo Ell­

clión, nuestro veci no, Podo cual ha qaeridoqlle se le den al buen hombre la mitad delas viandas, y además un cocinero y unaflautista de éstas.

Congrión-C')nque la mitad para aquí(señalando la casa de Euclión) y la otramitad para allí.

Estróbilo-Precisamente.Congríón-¿Paes qué', no podia el vie­

jo "este hacer' el gasto que le correspondeen las bodas de su hija?

Estróbilo-¡Bahl. .. Bah \...Congrión -¿Pues qué negocio .es éste1

Una piedra pomez es menos seca que elcorazón del tal viejo. ¿Pero es verdad loque dices?

Estróbilo ~Escucha, y juzga por tí lllis­fiO. Es un hombre tal que llama en suauxilio á los dioses y á los hombres y ju-'­ra que está perdido, completamente arrui­nado, si ve arder la rnás pequeña é ínsig­nificante astilla en sn hogar; y, cuando se ,va a acostar, se tapa la boca con unabolsa.

Congrión-¿Para qué?Estróbilo-¿Para qué ha de ser1 para

que no se pierda el aliento mientrasduerme. (Congríón hace un gesto de in­credulidad) Pues debes creer'me lo que teestoy contando, ¿no creo yo las cosas quetú me dices?

Gongrian-Si te creo, hombre, si tecreo•..

ta un bufón como un bledo: no tienen amorá nadie, á nadie mas que á gi propios.Hace poco, cuando me salí de aqui, meencaminé hacia el foro, y aproximándomeá un grupo ele jóvenes: «yo 03 saludo», lesdi.ie~ dónde se come hoy?-Ni una palabra.-¿9Quien ha sido el que ha contestado:en mI casa1 Mudos como estatuas: ni aúnsiquiera se mofaban de mi.-~Dol1cle ce­naremos, por lo menos: Me hacen señasde que no. Apelo á uno ele mis chi:3tesfavoritos, á uno de aquellos graciososcuentos, que en otro tiempo me asegura­ban la Dllcólica de un mes entero. Nadieabsolutamente rie. Ni uno solo se dignabaimitar siquiera al perro enfurecido; ya queno fuera de· risa, que al menos me hubieranenseñado los dientes. Viendo que aquellosmancebos se divertian conmigo, los aban­doné. Despues me foi en bnsca de otros;luego de otros más... en todas partes lamisma acogida. Se han dado la consignacomo los mercaderes de :aceite en el Vela­bro. Me marché, por último de allí, corri .do de verme tan indignamente burlado. Ycomo yo, toda la turba de paeásitos se ,consumía, dando vueHas inútilmente. Es­toy resuelto a demandar justicia. con arre­glo ala ley bárbará, contra esta juventudcoaligada para privarnos de los viveres yde la vida. Yo envo\vel'é en un lindo pro­ceso á los culpables, y pedieé en gordocontra ellos: haré que se les condene á qneden diez comidas, á mi discreción, aten­dida la carestía de las subsiste·ncias. Esdel todo necesario hacerlo así. -Ahora di­rijo mí rumbo b.ácia el puesto: allí estála única esperanza que me resta de pes­car una cena. si también se me frustra. Nohabrá otro remedio SiDO volverme én casadel viejo, y aceptar su in sípido banquete.

'(PLAUTO-Lps cauti'vos-Acto 3.0- Es~ena 1

Traducc~ónde A. Gonzalez y.Garbtn)

'Retrato del avaro EucliónEstróbilo ~Mi amo ba hecho provlsiones

y ajustado unos cocineros y á esttts tocado-

¡Oh hnmanidu,(l, qne con tu (licueia atnr<1ElH!80r(t llar el sn,hol' tn osftWi'ZO vano,1YUentras so lnUHll1e la fmlud on Lom:<1esy 01 Sylln.lms inKpiro Itl Vatieallo.

DanieIM"u·t.ín~~z Vig'H.

floril~~io3 rre ~~ra3 lati~a3

LamentaGion del Darásito ~r[ásHo

grgú,s'ilo -¡Infortunado mortal aquelque, buseándose la vida, solo á duraspenas encuentra quó comer; y mas infe­liz aún el que penosamente lo busca y nolo halla!... ¡P(3['O el dosdichad o sobre to­dos los desdichados es el qlle siente el agui­jón del hambre y no tiene cosa que lle­var á la bocal. ..

¡Dia malditol ¡Con cuánto gusto tearrancaría los ojos, si pudiera, por la fa­tal inlluencia que me estás ejerciendo so..bre todo el mando\. .. No he ccnocido ja­más un· famélico lnas hal'to de ayunosque este desgraciado, ni de menos suerteen todas sas tentativas de procurarse pá­bulo para el estómago... Mi víentl'e ymismándibulas celebran hoy la gran fiesta delHambre!... Mal hayamílveces el oficiode parásito! Esta juventud endurecida e\)­tá dejando parecer á los pobres bufonesen la indigencia. No se hace ya caso deestos Espartiatas de la ínfima clase, de es­tos míseros Suprelapos, de estos desventu­rados parásitos, poseedores de frases agra­dables; pero sin viandas qUI3 comer, ni di­nero con que comprarlas. Hoy no se brindacon un banquete sino al qlle puede devol..

.ver el convite... Pero, ¿qué más? si hastavan ellos mismos al mel'cado, al mercadoque en otro tiempo era dominio ex.clusivode losparásitosl. .. y luego desde el forose encaminan casa de los viles mercade­res de meretrices, con la cabeza erguida,como si fueran ála asamblea del pueblo ajuzgar á los criminales!. '. Tanto les impar

-

Á. GUZMÁN P.APINI Y ZAS

¡Oh humanidad, que con tu ciencia n,turdes!Será. por el saber tu esfuerzo vano,mientras se crea en la visión de Loul'de':ly se. acate ellloder del Vaticano.

S~rá por siempr~ la raz6n vejada,llllentl'aS el malmvoque lo (livinoy aliente la pasión de Torquema~laó el odio intolerante de Calvino.

De lo pasado el icleal vetusto,lo venidero sembrará de dudas,mientras la cruz se erija pára el justoy haya treinta dineros para .Tudas.

l\íientl'as no tengá la justicia. altares¡demandará Ja plebe en su delirio:para Oaifás, los triUnfos populares;para Jesus, la palma del martirioi

que va al teatro,· á Solis á extasiarse conel divino 'Vagner, a San Felipe á oir contoda placidez, la músíca del eminenteChapí.

Para concluir, diremos que Vaz Ferreiralla empezado á escribir un nuevo libro, cu­yo titulo ignoramos; pero qne seglu'amenteserá un escalón mas que lo llevará arriba,en su rápida carerra hácia la cumbre in·tefectllal del pais.

Este libro estará concluido, relativamen­te pronto, es decir, si una de las fasces,de la ne'l1J?'OS{S de su autor que se ha ma­nifestado hace poco tiempo, no sigue enaumeoto pues entonces sufrirá un retardoindudable.

Aunque Vaz Ferreira es bien vigorosocomo bien lo ha probado en los colosalespartidos á la pelota qne él jugaba ee lahoy tranqu!la y solitaria cancl~a del campoeuskaro-tlene una preocupaclOn grave qllese puede espresar con estas palabras,«Aire, más ai re» y esto lo lleva hasta elmelancólico pensamiento de tomar unaqui~tila, para poder escribi r allí, al pie delos arboles al caer la tarde cuando los vien­tos helados de nuestro .1 utio, barran fu­riosamente todas las infecciones del ca­mino ..

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86LOS DEBATES 87

pacios debían formar esa multitud de as­tros que pueblan las altas regiones.

Uno de esos fragmentos, desprendido dela nebulosa y lanzado al espacio, giró tam­bién; los átomos se unieron íntimamente,se produjeron reacciones químicas, se des­arrolló gran cantidad de calor; y, finalmen·te, ese nuevo cuerpo, compacto, unido, pa­só por el estado ígneo; continuó girandopor regiones frías, y después de un tiem­po más ó menos largo empezó á enfriarsepor Sll parte exterior, formándose nna ca­pa que tenía cierto grado ele consistencia:huestro planeta estaba en formación.

"Bl enfriamiento continuó; las leyes na­turales sigllieron accionando con todo snpoder; el oxígeno se unió al hidrógenú, yel vapor ele agua formado dió origen á losmares, cuya extensa m:tsa de agua arrastrólos materiales que más tarde.debían fol'·mar los continentes.

No es del caso citar aquí los diversosperíodos por los cuales pasó nuestro globo;pBro nos interesa saber cuando y cómoaparecieron los diversos seres dotados devida.

Esta sólo pudo nlanifestarse cuando elmedio era favoroble á la existencia vital.

Para algl1nos~ Dios creó primero los ve­getales, despnés los animales y luego álhombre; para otros la vida vegetal y la vi­da animal no son más que el resultado deuna evolución lenta y progresiva. Habríaaparecido primero un ser ínfimo, comple­tamente homogéneo: un pedazo de ploto­plasma viviente. Este ser homogéneo ha­bria dado orígen á otros, los cuales obe~

ciendo ciertas leyes que invocan los partida~

rios del transformismo, (lucha por la exis­tencia, ley de herencia, etc.), habrían dadoorigen á otros seres más superiores; éstosá su vez, obedeciendo siempre las leye~

que invocan los transformistas, y con eltranscurso de un tiempo más ó menos lar­go, habrían dado orígen á los diversos se~

res vivientes, siendo el último resultado deesta lenta evolución los animales superio-

OonfC1"encict le.írZct en el aRda (le IB8to'J'í(t A?r¡w'ricctnctPOR, ~José Antonio Ilnulpini

EIJ nOMBRE AMERICANO

ele esta figura, puede usarse como vocablode dos sílabas, é ignora que si bien el abu­so de esta licencia poética nunca es plausi­ble, MannelFlores, auLor ele gran altezaintelectual, casi puede deci ('se que no tie­ne una sóla poesia en donde no se encuen­tren ejemplos de estas contracciol1p.s.

Siguiendo el torrentoso curso de los clis­parates qne flLlyen del cereb l'O de este nue­vo crítico nos enco nLramos con observa­ciones que han ca.usado risa á las personasinteligentes. Entre otras podemos ci tal' eldescubrimiento que hace en la acentuaciónrítmica del soneto.

Nos dice, con todas las osadías de la ig­norancia envaneeida, qne para qne un en­decasílabo esté bien acentuado, no basta lacolucación del acento en la n.a. silaba Ó, enla J.. 1l y s.a á la vez.

Bahl qué valen las enseñanzas de los li­bros ante el talento innovador de esteacólito de Valbuenal

En cuanto á los ripio'), el crítico ve ri­pios donde personas á quienes respeto porsu saber y talento no los ven.

Y, como no acostumbra ocuparme encontestar sandeces, doy con las presenteslíneas por finalizada la polémica entre elseñor Banales y el sellar Rodríguez, pueseste últímo, debido á mis ruegos, no escri~

birá ni una letra más sobre este asunto.Pero, antes de poner punto final, me es

de sumo agrado hacer públ ico qne la de­fensa emprendida por el señor Hodriguez,me halaga tanto máscuanto que ha sido he­cha por uno de los mas laboriosos estu­diantes de Preparatorios.

Ago.~to 1Jf1.lSS0.

.-)-~~~~~Et~~:t82}'''-

La nebulosa que el inmortal Laplace viósuspensa en el espacio infinito, di6 :origená varios fragmentos que girando en los es

PARA TERMINARTenía el firme propósito de no tomar­

me el trabajo de ocupar lnis actividadesen una cuestión qne ,juzgo como pletamen­te ridícula.

Pero, como el engreimiento de quién escausa de estas líneas p:ueco agigantarsepor momentos, muy en contra de mi vo­lllntad tomo la plUmtl para terminar douna vez con ésta polémica.

Ante todo declararé que si la cdtica delseñor Bañales apareció en la columnas de«Los Debates», rué debido al consenti­miento otorgado por mí, puesto que 111íscompañeros ele tareas, procediendo con su­ma caballerosIdad, me advirtieron que sino deseaba. la publ icación de esa críticaen el periódico, no la harían trascenderal público. I)ero, como un escrito sinméritos y un autor de raqllítica talla inte­lectual no producen el menor escozor enla epidermis ele nadie, autoricé la publi­cación de tal adefesio en las columnas delperiódico que administro.

A pesar de ese consentimiento, no tuvejamás la idea de contestar al bingular crí­tico, y como declarara 10 indiferentesqlleme eran autor y obra, un compañero tomóla defensa del soneto, nopal' el valorintdll.seco de éste, sino porlos fueros de laliteratura. Esta defensa, q11e agradezco,dió origen á la ver dadera discusión quenuestros lectores no desconocen.

Insinuado por el Director, de «Los Deba­tes», hoy me propongo dar fin á la polémicainiciadapor este criticastro, probándole queno sabe gramMica ni sabe literatura, y quesólo sabe intercalar frases de Cervantes~ntre disparates de sumeollo, como quienIoterpola entre montones de barro perlasó piedras preciosas.

En efecto, este señor no conoce la siné­'tesis, yde esta figura nos habla tanto laGra(mát~ca como la Retórica; no sabe quecre~a, palabra· de tres sílabas,. en virtud

WAJIlERIrOOEl atleta brutal que holló en otroraLas diaclem:as de inclómitas naciones,Vió aplastaclas sus Ínclitas legionesVió por tierra su espada vencedora' 'y envuelto en la' b01'l'asca destl'l;ctOl'aVió (lesfilal', cual ñl1lebres visiones,Las sombras de gigantes ilusionesQue el'eara sn mente soñadora.Hundida en la vorágine su gloria,No quedó ni vestigio del imllerioQue hizo al'1'astrar al mundo una cadena.Tenebrosas escenas de la Historia:Austerlitz humillando un hemisferioWaterloo devorando en Santa Elena:

AI'ltupo Lapujades.

.. ' 10,"' 11 .."' "' "' , "' ,. " " "' , ,', ,,, ,,."' "',,.

Estróbilo-Pues hay más. Cuando seestá lavando, gimotea por el agua que sederrama.

Congrúín -¿No te parece que bien po,driamos obtenel' de ese viejo usurero un lbuen talento para comprar nuestra liber­tad?

Estróbilo-¿Be él? Si le pidieras presta­da el hambre no te la daría; pues si cliasatrá: le cortó su barbero las uñ~s, y sellevo las recortacluras~ des pues de haber­las recogido con el mayor cuidado...C?ng~ion-iPor el dios Poluxl que me

estals plOtando la mezquindad en oerso­n~ .. Pe~'o en verdad, ¿es posible que eseVIe.l o VIva, tan ruin y míseramente?

Estróbilo - Un dia le pilló un milano suüomida. El hombre se presentó inmedia­tamente ante el pl'etor, ilemandándolo conlágrimas y gemidos que le permitiesenque s.u miI~no fuese citado á juicio. Enfin, SI estuViera despacio, podría referirosmás de seiscientos lances de ese género.(PLAUTo--La Aulularia--Acto II--Escena IV

Traducción de A. Gonzalez y Ga/rbi'n)

(Continua1'á).

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LOS DEBATESLOS DEBATES

88

res de la escala zoológica, entre ellos elhoinbre.

Tanto que admitamos la una como 11otra de estas teorías, vemos que el hombreapareció sobre la faz de la tierra cnandoya nstaba poblada por multitud ele seres úJos cuales debía dominar por su inteligen­cia superior.

El estado de ese hombre primitivo eI'asumamente rudim~ntario. Hemos visto yala. organización de la sociedad naeiente;hemas estaclo eon el pensamiento en la edadprehistórica, esa edad durante la cual laespeeie humana vivía en estado inciviliza­do; hemos visto la marcha lenta de esa so­ciedétd durante el largo período ele evolu­ción del progresu; hemos recorrido elEgipto, el Asia, la Grecia, la Europa; y he­mos asist.ido á ese gran panorama del des­arrollo intelectual, á ese desenvolvímientoprogresivo del espiritu humano al tra vésdel tiempo; pero mientras todo esto sucedía; mientras el Egypto levantaba sus gi.gantescas piramides para contemplar des­de la ci roa el camino de la conq uista; mien­tras en la región meridional del Asia sediscutían las primeras cuestiones filosófi­cas sobre el origen del mundo; mientrasla Grecia soñadol'a, irradiaba en todos sen­tidos la luz de la ci vilizacióD; mientras lasoberbia Roma aplastaba con el peso de sumano á Cartago, y levantaba erguida la ca­beza dominadora que pretendía regir almundo entero, acá, en estas regiones des­conocidas; había otro Egipto que levantabagrandiosos monumentos; otra Grecia, enla cual se cultivaba la arquitectura; otraRoma que bajo el peso de su poder hacíatemblar los pueblos vecinos y pretendíallevar su civilización á todas las comarcas:era la América; era un mundo desconocidopoblado también por seres racionales que,ya semí-civilizados, ya bárbaros, habíanlevantado imperios y organizado pueblos;era un .vasto continente cuyos pobladdresen mayor ó menor grado· habían eVulucio...nado como los seres delviejomuodo,. y vi-

vían en medio de animales y vegetales dis­tintos, completamente aislados de los otroscontinentes. ParecB que la mallO poclerosadel Creador, cuando formó el planeta, hu­biera pnesto una b:u'['of'<t entre esos dosmundos l)a1'a que los seres de acá y los deallá existieran stn conocerse. ¿,Quién podíairnaginarse que en 01 otro extremo habíatalubién un continente'? (.,Quién podía rom­per esa barrera infranqueable que separa­ba dos civilizaciones tal vez coeUmeas(? Es­to le toeélba al que rellnía en sí más cuali­cIades, mús disposieiones para llegar amás alto grado de progreso, si, porque esosdos mundos aislados trabajaban juntamen­te, sin saberlo, para llegar al mismo fin; yel que más se hallaba favorecido por lanaturaleza, el qne más se adap taba al me­dio, es el que adelantaría en mayor gradopor la senda del progreso, y á ese le estabaguardado el grandioso descubrimiento.

La Europa fué la que se adelantó, fué laque salió vencedora, y de consiguiente erala que necesariamente debía descubrir esemisterioso secreto de la naturaleza.

La ti erra es redonda, se llegó· á decir enel viejo mundo; y esta verdad arrebatada ála naturaleza por el genio de un pensador,fué 1ft base del célebre descubrimiento.Entonces apareció el gigantesco genio delinmortal Colón, querompiendo las colum­nas de Hércules, derribó el edificio que en..cerraba la superstición y el error.

El nuevo mundo fué descubierto. LaAmérica fué conquistada.

Fué el triunfo de la civilización sobre lab~rbarie;del cristianismo sobre el paga..Olsmo.

¿Cuál era el orígen ele esos seres cuyaorganización política y social no pudo re­sistir al empuje de la civílización europea~La tradición religiosa deci.a que Dios creóal primer hombre, Adán, y á su muj el'Eva. Noé, 1escendiente cleAdá'l y Eva,tu~ovari?s hijos, y decían que Sem po...bIo el ASIa, Cam el Africa y . Jafet JaEn.ropa. Ahora bien, Colón murió sin saber

la grandeza de su deJcubrimiento, creíahaber encontrado los límites Orientalesdel Asia; y por lo tanto, la falta de co­nocimientos por una parte, y las preocu­paciones religiosas por otra, llevaron áadmitir como hecho indiscutible, que losamericanos descendían de Sem ósea ddAsia; pero más tarde se supo que la Amé­rica formaba un continente aislado enmedio del Océano; de consiguiente: ¿Dedónde había salido esa multitud ele seresque aparecieron en escena'? He aquí unproblema cuya discusión ha reunido nue­vos argumentos en favor del poligenismo.

En la época del descubrimiento, épocade absolntismo religioso, el hombre nopodía dar un paso fuera de las tradicio­nes sagradas. ¿, Quién podia atreverse ámanifestar pensamientos que hicieran tem­blar en sus bases el edificio de las creen­cias religiosas'? ¿Quién podía siquiera ima­ginarse que la biblia mentía; que el mun­do y el hombre eran mucho más anti­guos de 10 que ella decía; que Adán yEva no eran los padres ele la humanidad;y en fin, que todo su contenido carecíade autoridad histórica'?

Aquella época era demasiado absolutapara que el pensador pucliet'a concebirtales ideas; y la siniestra hoguera hubie­ra sido la únIca eontestación de susarriesgaclas he,tefías; pero en los tiemposvenideros el espíritu humano debía sa­cudir el yugo y, emancipado ya, .podríael hombre observar y discutir libremen­te sin temer que crueles martirios lo hi­cieran abjurar de sus creencias. Enton­ces fué cuando se trató de buscar el ori­gen de la humanidad apoyándose en prin­cipios científicos é interrogando á la na­turaleza.

La geología, la arqueología, la :filolo­gia, etc., son factores que han suminis­do alguna luz, pero bastante débil paradisipar las densas tinieblas en que se ha­lla envuelto nuestro orígen. Despues delargos estudios se ha llegado á decir que

89

la unidad del género humano no puedecomprobarse por la ciencia.

La geología penetrando por las capasterrestres ha podido constatar que estecontinente fué agitado por grandes cata­clismos, y que su aparición sobre la super­ficie de lag mares data de una época tanremota que bien podría llamársele, comodice Barros Arana, viejo continente en vezde nuevo.

Se ha comprobado que el suelo ameri­cano fué poblado por el hombre desdetiempos inmemoriables, pues se han en­contrado restos humanos cuya existencia se~onfunde con el período terciario. Tambiense ha descubierto que los vejetales y losanimales que los conquistadores hallaronfueron precedidos por otros vejetales y porotros animales que hallados en estado fó­sil fueron estudiados prolijamente.

Hé aquí lo que dice Barros Arana en su.historia de Chile:

<..En 18.U· un sabio danés, el Dr. Lund,anunciaba haber hallado en las cavarnasde Lago Santa, provincia de Mínas Geraes,en el Brasil, restos humanos fósiles demuchos individuos viejos y niños, confun..",didos con animales desaparecidos largossiglos ha. En presencia de estos hechos,decía, no puede caber la menor duda deque la existencia del hombre en este con­tinente data de tiem pos anteriores· á laépoca en que cesaron de existir las últimasrazas de los ammales gigantescos cuyosrestos se encuentran en abundancia en lascavernas de este país, ó en otros términosanteriores á los tiempos históricos. Reci­bido con desconfianza este descubrimiento,ha sido confirmado más tarde por cente­nares de hechos que han llevado el con­vencimiento á los más ineredulos».

El mismo Barros Arana dice tambien:«En los terrenos de aluvión, deposita­

dos por el rio Missisipi sobre los cuales selevanta la ciudad de Nueva Orleans, uncorte del suelo ejecutado con un propósitoindustrial, ha puesto en descubierto diez

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90 LOS DEBATES LOS DEBATES 91

PEBICDES

BD PAJI1BIOJItISMO

Al recorrer los anales de nuestros ante­pasados, sus tradiciones, sns leyen,da~, ve­mos muestras muy grandes de patrIotls~Os

excelsos, de valores y de entusiasmos brIO­sos.

Cuántos ejemplos de patriotism~ vemosen las historia~ trágicas del LaCIO ~ .deA.tenasl Cuántas veces nuestro, esp1fltusiente deseos de postrarse de rod1llas, antela evocación de la imagen de uno de aque­llos hombres, sublimados por los epISO­dios heroicos de su vida; cuántas veces elcorazón quisiera ser una lira para estallaren un himno de alabanzas!

Esparta! tú puedes bablar de gloria, túpuedes hablar de heroes, tú puedeg serpersonificada por el escultor en una ~statua

de marmol caída entre armaduras rumosasQuién sabe si los orientales no debemos

á tus recuerdos alguna sa.nta inspiraciónlQuién sabe si los rrreinta y tres., antes depisar el sagrado suelo de la ~atfla, no co­lumbraron tus soles de glOria, los nom-bres de tus Leonidas!

IJledro E. Canol~da.

Algunos ~istori~dores dicen que ~er.i­eles hizo aSIgnar a los p~b~es un salar~opara que pudiesen concurrIr ~ los ~sp~ct~­culos públicos; que les. hIZO dlstflb~lrparte de las tierr,as C?~q~lstadas; que. hI.ZOseñalar una retrtbllClOn a los que aSIstIe­sen á las reunionespopulares,-dand~ l~­gar todas estas medidas a, que la OCIOS1­dad yla vagancia tomaran lOcremento enAtenas.

Pero, como lo hace notar. Costanza,' e?oshistoriadores incurren en contradlc,CIónmanifiesta, al añadir despues que Perlclesenfrenó los excesos de la muchedumbre!ocupando á los belicosos en laguerra ya.

los hombres pacíficos en el trabajo con­venientemente repartido. Como 'prue~a deesto último, encontramos el creCIdo nu~e­

ro de ciudadanos desocupados que ~nvIa­

ha al Quersoneso, á Najos, á Audros, a Tr~­

cia y á Italia, para fomentar el comerCIOy la agricultura.

ILos atenienses debían de estar ocupados

todos en sus labores respectivos, y delmismo modo que se les otorga~~ derech?spolíti('os, se les imponía tambIe.n la obli-gación de ct)?~ervarl~s, metodIzando suvida en benefIcIO comun.

Yo no caeré en el ridículo de negar queIPericles haya teni.do defectos, y que su go-

l bierno no adoleCIera d~ error~s. Pero hayque tener presente al .1uzg~r .a los hom­bres ilustres que han const1tmdo en algu­nas épocas la grandeza de sus pueblos,los defectos de la época en que han ac­tuado, y las medidas que forzosamente sehan visto en el caso de lomar c~nforme alestado político -social del medIO ~n quevivían.-No podemos tampoco apreCIar sushechos como dice Laurent, con arregloá nuestras ideas y sentimientos.-La pers­picacia de Pdricles no pued~ s~r negada.Cuando gobernó, aunque 1~d1rectamente

á Atenas, este p'uebl? emb,nagado por laalegría de sus vIctOrlas br~llantes, de es­píritu líberalpor excelenCIa y acostum­brado alas expansiones autorizada~ por lasabia constitucion de Solón, ne~esItaba lapaz una especie de desahogo. ~ sus re­cuerdos gloriosos, y la tranqUIlIdad en elmétodo de vida que compesara; ,slls'pasadasfatigas. Pericles .lo cO,mprendl~ aS1, y S~PQsatisfacer esta eXIgenCia de la epo~a ,dl.la.-tando los límites de la democraCIa l'nstl­

(Oonfet<cncia, l(~ida en el anla ele Hi,r;tm'ia Univet'sal tuida.pm' ,1U1J1O M, SOSA) Muchos historiadores, en,tre ellos Plu-

tarco, responsabilizan á Pe,ncles de al,gu­nos defectos que han sido Inherentes a susiglo pero que él jamás los tuvo,--Heer~fi'ocup~ndose de este mismo punto, rectI •ca tales afirmaciones con su palabra auto­rizada, diciendo:

«El hombre eminente pue~e elevarsepor vados caminos sobre ~u epoc~, p~rono puede prescindir de sUJetars.e a ~uln­

fiuencia. Así es, pues, que la hIsto~Ia delériero humano estampado en la.vIda de

fos hombre~ superiores·· de cada SIglo nospinta tal vez su fisonomía como la .Justa yverdadera., El que nos represe,ntas,e fiel:mente á Hermano ó á César, a Lutero o

r(Continuará)

el hombre americano pasó aunque enmenor grado, por esa serie de evolucionescuyo resultado es el progre.so.

Los estudios arqueológicos practicadosen este continente pudieron dar una idea,aunque confusa, de la historia de la civili­zavión americana, y agregados á los estu­dios geológicos confirmaron la antigüedaddel hombre,

A pesar de los importantísimos datossuministrados por la observación, algunosse obsti nan en decir que los primitivospobladores de este continente aparecieronen tiempos posteriores á la existencia delhombre en el viejo mundo. l~Acaso losgrandiosos monumentos hallados en losEstados Unidos y los majestuosos palaciosde Capan y de Palenque en Centro Américano tenían inscripta en sus muros colosalesla antigüedad de su existencia? ¿Acaso lahistoria no nos dice que las civilizacionesinca y azteca eran el último recuerdo deuna civilizacion mucho mas antigua y mu­cho más adelantada? ¿Acaso la arqueologíay la geología no nos han suministrado losdatos necesarios sobre la antigüedad delhombre americano?

«Muchos años ha, decia el emperadorMoctezuma á Hernán Cortés, que por nues­tras escrituras sabemos de nuestros ante­pasados. que yo ni todos los que en estatierra estamos, no somos naturales deella, sino extranJeros y venidos a ella departes muy extrañas»,

Esto prueba que los antiguos mejicanostenían una idea, aunque vaga, de las di­versas agitaciones que habian sufrido; yesas agitaciones que se supone tuvieronrepercusión en varios pueblos fueron cau­sa de que no haya podido progresar mu­cho la 'civilización americana,

selvas sucesivas superpuestas unas á otrasy formadas por árboles desaparecidos hacemnchos siglos. En una capa dependientede la cuarta selva entre los troncos de ár­boles y fragmentos de madera quemada,yacía el esqueleto de un homb1'e. El crá­neo estaba cubierto por las raices de unciprés gigantesco que probablemente habíavivido largo tiempo despues que el hom­bre y que á su turno había sucumbido.Mr. BennAt Dowber,calcnlando el creci­miento y duración de las diversas capasde selvas, fija en 57.600 años la edad deestos restos humanosr Sin que sea posi­ble garantizar la exactitud de esta cifra,el hecho solo hasta para formarse unaidea aproximativa de la remota antigüedaddel hombre en América».

En vista de estos hechos y d.e otros mu~chos que citan los textos, hemos de admi­tir forzosamente que este continente filépobladQ, por lo menos, cuando lo fué elviejo continente y tal vez antes.

La ciencia moderna ha descubierto estaverdad que los antiguos no conocían. Elnuevo mundo debia proporcionar á la hu..manidadnn medía bastante favorable á losestudios antropológicos y filológicos; en­tonces pudo conocerse la remota antigüe­dad del hombre y del planeta; sin embargola biblia decia que el mundo á lo mis po­dia ,tener 6,000 años de existencia. Losdescubrimientos hechos por la cienciafueron un golpe dado á una creencia anti.gua que tenía por único fundamento la fé.

Juntamente con Jos restos humanos ha­nadas en las profundidade~ de· la tierra,se ban encontrado varios utensilíos quesirvieron para estudiar la civilización delhomb"'e primitivo de este continente; ypuede decirse: del mismo modo que elhombre primitivo del viejo mundo habiaaparecido sobre la tierra en estado de bar­barie, y babía vivido durante muchos si­glos en esa oscuridad de la incivilización,hasta que la luz de la inteligenciadísipólas tinieblas de la ignorancia, asi tambieo

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93

constancia de este hecho entre los guenoasy su ausencia entre los harrú,as 1 á lo másprolijo del estudio hecho en los habitos delos cha'rrl'¿as que habitaron las costas delUruguay qlle á los que moraron en las ori­llas del .Plata.

Admitamos, por un momento, la exis­tencia de los guenoas como tribu inde­pendiente, y vamos á destruir este aser­to, allá, en su base más sólida. Dicen lospartidarios de esta independencia, que losguenoas provenían de las Í'azas que pobla­ban el Paraguay. Pues bien, esto último esfalso, puesto que el estudio comparativoelel idioma, ha hecho ver la diferencia ab­soluta entre el de una tribu y el de laotra.

Para concluir sobre este punto aüadi­remos que el nombre de minuanes que sele daba también á esta tribu, es de origengenuinamente guaraní-En efect0 1 dichapalabra deriva del vocablo m'ini, que sig­nifica, en guaraní, pequBrño. Ahora bien,son muchos los que afirman que dichosindios eran de estatura más pequeña quelos charrúas (una pulgada menos)-Cremosque con lo dicho basta, sobre este puntoquo, por lo demás, no reviste mayor impor­tancia.

Para terminar este estudio sumariadosobre los primitivos habitan: es del país,diremos dos palabras sobre su origen.

¿De donde provenían estos indigenas?He ahí planteada la cuestión que vamos átratar ligeramente.

Hemos dicho al principio de este capi­tulo, que los habitantes primeros del Uru­guay, provenían de la raza guaraní, quehabitaba el Brasil.-Sin embargo, un he­cho evidente parecería negar la verdad dedicho aserto. Ese hecho es la diversidadde costllmbres existentes entre las tribusdel Brasil y las del Uruguay. Las primeras,en tiempo de la conquista, eran antropófa­gas, y las del Uruguay no lo eran; las pri­meras se,tatuaban el cuerpo, las segundasno lo hacían; y luego ¿como podría expli..

LOS DEBATES

selan la idea ele alguna Divinidad 1 puestoqne hacían nn juicio por eompal'adón.Entr~ las oLras triblB, citaremos los

Bohanes y los Chayos, qlle oCllpaban tam­bién nllestro territorio Muy poco se sabede ellas para que sea permitido conocerlascon mayores detalles qlle Ú las otras, Sinembargo, puede afirmarse qne constituia·nlas agrupacionHs más pequeñas del país.Se ha afirmado que los Bohanes fl18rOnincorporados á la poblaeión ele San Sal­dor, y que luego fueron conducidos alParaguay, junto con los españoles queabandonaron dicho pueblo-Pero, esto, noparece ser cierto, pues Alejandro Aguirro,después éle la batalla del Yi (t 702), dicehaber combatido y veneiclo en ella á losBohanes, que él llama Mo::canes--En cuan­to á los Chayos, no han dejado másrastro qne su nombre.

Se extrañara no se mensione aquí á losGenoas, que muchos historiadores colocanentre los habi tantesprimitivos de este país.Pero si esto hacemos, es debído 11 que dichatribu no era otra que la de los charrúasmisma·-Con efecto, su situación,-queladan sobre el triple litoral de los rio~ Platay Uruguay, y la variedad de nombres conque se les designaba (guenoas, ó Minllanesyen los documentos oficiales, Charr'l~as deSanta Fé)- hacen· creer en la verclad delo aseverado anteriormente-;por otra par­te, está probado que los char?'úas acostum­braban llegar en sus excursiones á esosparajes, estableciéndose muchas veces enellos por largo tiempo. Así, pues, puedecasi asegurarse que los tales g'Lwnoas, noeran otros que los charrúas.

Sin embargo, hay quienes, á pesar deest as pruebas) persisten en afirmar la exis­tencia de ésta tribu, como una indepen­diente de la charr1.~a. Se basan para eso,en la diversidad de costumbres entre launa y la otra, siendo una de estas dife­rencias de prácticas, la que los guenoasptJseían hechiceros, y los charrlías n6.Muy posible, empero, sería atribuir .1a

·licosa del lJ . 1rnguay, a a vez que la mástemible.

DesFuées (~e .los charrúas tenemos á losChanas. Heslchan en las islas del Vizcaínosobre. el Rio Negro. Era una tribu muyr~dllClda; aseguran qne, después de Some­tida, no ponía en linea arriba de un cen­eo ar el e. h,omb res. Eran de hermoso aspcc­t?, y VlVlan lar~os afios. Habían [comba­tIdo con,las otras tribus; pero, al iniciarsela conqUista, confraternizaron para la cle.fensa común. El episodio del niño cristianoque coro pl'aron 1 y á quien más tarde hon­rara? .~om? consejero ymaesl:ro, decidió susumISlOn a los espaüoles. l)or lo demásera~, en todo, semejantes á los charrúas:

~lenen luego los Yaros' Sil nombred.erl~a de la partícula Ya, que, en guaraní,sIgmfica.nosolr'os, yde la palabra ro, que,en la mIsma lengua, significa revoltosotrab~ca~or. ~o tenían estos indios resi~~encla fija; sm embargo, hay quien les se­nala como tal, las inmediaciones del rioSan Salvador; pero esto no merece créditopuesto que no se halla sUficientement~probado.

Era una tribu. bastante numerosa puesal fin~lizar el siglo pasado, y después'de lassangrIentas l,ucha~ que mantllvo, pre­sentaba. todavla mas de un centenar decombatIentes.

Eran rehacios á la sumisión, y comop:u~b~ se narra lo siguiente, por ciertohIstonco. A fines del siglo XVII d'1 . . . ' re uJe-ron os JesUItas una cantidad de ya;osque fueron conducidos más tarde al puebl¿de S~n Andr,és. Poco tiempo había trans-'curndo, .y Sl~ que mediara acontecimiento ¡

extraordlllanoalguno, cuando huyeron to­dos,. ga?ando. ~l c.ampo. Encontrados porlos JesUlt~s, e lnterofsados sobre la causade su" hmda, conlestaron:{(estamos r~su .... ,eltos a gozar de nuestra antigua libertad,de hacer y pensar lo que se nos antojeno queremos un Dios como el vuestro qu;sabecuan.~o hacemos en secreto»). SemejantecontestaclOn supoüe que estos. I·n·d'. ' ·lOSpO-

LOS DEBATES

PRIMER AÑO

92

.~~unt~~ n~ ~i~toria Am~rima

á Gr:egoire, á ~ederico el Grande ó aNa­pole.oo, DOS d~rla el,retrato mas cabal desu slgl,o. Ver a u!1 sImple ciudadano queeleva ~ su pueblo y la humanidacl en ge­neral a un jSrado de perfeccion mas attod~l qu;e teman es un espectáculo que lahls~ona 10 h~ repetido una sola vez, cles­pues .de PencIes, en Lorenzo de Méc1icis.})-Es Indudable, pues, que el mérito de los

. hombres preclaros está en saber obrarco?forme.á las ~xig~ncias latentes de sup~lS .. PencIes hIZO esto.-Satisfizo las as­plraCl~nes de su pueblo, otoraándole pre­rrogatIvas casi ilimitadas, pel~ contenien­d~ -y es~ es su honor, las licencias á quedIera mOll,YO tan ex.tremada liberalidad. I

(Contiuuará).

1lIiabitanteó primiti\"oó del ~rugual:J

(Conclusión)

Su táctica militar ,estaba ala altura de~us costum?~'es. Al entrar la noche, losJ~fes de famIlIa se reunían en consejo y de­sIgnaban los puntos que habrían de cui­dar?e. Era.n s~mamente vigilantes y solíanenvIa: esplas a observar las posiciones delenemlgo. Para dirigir sus movimientos enel com~ate usaban trompas y bocinas. Alembe~tlr al enemigo lanzaban un formida­ble grIto, y el combate comenzaba, por loregular, atacando primeramente en masahasta ?acer la primera descarga de flechas:des~ues de esto entraban á la luchacuer­p.o a cuerpo. Contentabanse con una victo­rIa y nunca perseguían al enemigo. Des­pués de la bataHa se empeñaban principal­ment~ en enterrar sus muertos, operación9ue eJecuta?an con el propósito de ocultara ~us enemIgos las bajas que hubieren su­frIdo. Eran los charrúas la tribu más be-

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94 LOS DEBATES LOS DEBATES 95

carse que siendo ambas tribus descendien­tes de una misma raza, mantuvieran entresí una guerra casí perpetua? Es lo quevamos á explicar.

Se admite hoy, sin dejar lugar á duda,la existencia de una tribu autótana, porasí decirlo, en el territorio del Brasil, dela cual provenían las uruguayas. Super­fluo es decir que existía una similitud po­sitiva entre las costumbres de una y otras.Sentado ésto, diremos, que, segun todaslas probabilidades, la Améric~ elel Sudfué invadida, por aquel entonces, por tri­bus provenientes del archipiélago de lasAntillas y mar Oaribe, las cuales llegaroná la parte norte del continente Súd ame­ricano y se establecieron en él, extendién­dose, más tarde, hecia 61 Sud, venciendoé inponiéndose por la fuerza á los pacífi­cos habitantes del Brasil. Esto creemospuede aceptarse perfectamente, dada lapoca distancia existente' entre dichosarchipiélagos y las tierras sud~americanas. ' ,y SI tomamos en cuenta las condicionesmarineras de dichas razas, se vé que todoviene á aumentar los visos de verdad quedicha suposíción posee. Esta raza inva­sora venció indudablemente á los indiosprimitivosde aquel suelo, pero, al quererhacer lo mismo con los Uruguayos, nopudo, siendo ésta la causa de que no losdominaran. Esa tribu vencedora sufrió,empero~ la infiuencia moral del vencido,quien, con su lengua nativa, contribuyó áaumentar la riqueza del idioma 'popio delos invasores.

He ahí expuestas las razones que per­miten asegurar la derivasián de las tribusUruguayas de las del Brasil.

Con esto hemos terminado este estudiorápido sobre el origen y costumbres de loshabitantes primitivos de nuestro suelo.

J-listÓrico.

~~rogrct1na cepcciftie;ado de; ~~eologíct

BOIJILLA 1

. El conccpto de esta. ciencia entra¡ua el estudio dela. tierra desc1e el punto de vista tle IOH materialesde que se halla tbl'Inatll1 (rocas y f(JHilos), las causasque los han formado y distl'ilmitlo; anteriores (foromaciúll de estratos ü estl'l1l;igrn;fia),-aetuales (vien.tos, a,guas 0n su <liversos ostrtcloH, term.11lidad y vul­canismo); b l1Cuml1l::tei6n ele dichos materin.!es en eltiempo y en el espacio (terrenos .Y torlnllcionefl), y,por último, las hipótesis sobre el O1'igen de la rrierray su evolucirm hasta eonstitllirse in<topencliellte. '

TamIJien emnple al concepto de In. Geología, cono­cer sus relaciones con las dOlU(LS ciencias, serviciosqne presta al homhre, y rmnas ltnexus que ha erea­<10: Antropología y Arqueología..

Según el texto ltclopta<lo, Btt llivüdím, eompl'ende dospltrtes: la ,qeognosia, que estudill¡ rocas y fósiles Íl

petl'ii~caci()nes. y .la. geologüt l))'c~llilt'menh~ lUcha., queestlUha terrenos.

Definidón de rocas -Comllosiciún Yestruet1ll'a elelas rocas; su CUvi~1ión fanerógellas (ó <1e elementosdistintos); macizas, Cl'istaloiiiianl1s, se{limental'ias óestrat.ificaclas, y, segun su origen, en neptúnicas (¡seclimentllrias é ingneas, y snbllivisisi(m de estasúltimas en l)ll1tóllicas y vole(LllÍcas; rOClas metarnórfi­cas -Rocas simIlles más importantes que :forman lacorteza tal'1'estre"':'(Toclo esto se estuclia 1lie11 porLeymerie, excel)to esto último que es por 8choel­der.)

BOLILT.JA II

ClasiHcación <le las roeas según Lamis (es la qneaclopta el texto), y estl1llio do los grupos que com­prenclo esta bolilla (Schoelc1er).

BOLILLA nI

Fo'rma (le las 1'OO((,S; interna y externa.

J!a.~itniento.s cl~ las mismas-L,eyes qne illllican S11antIgueclad relatIva (Sc11oe1der) Estratigrafía, cómose forman los estratos y varios modos en que seencuentran (Schoeldel' y Leymerie)

pirecci6n é inclinación de los estratos, J31'úju1a yClmómetro.

Petrificaciones. ó fósiles, (1) su definici6n, su origen,moclo de formaClún-Leyes paleontológicas - Reseñasobre los progresos de Paleontología (Leymerie)

BOLILLAS IV, V, VI Y VII

Se estudian .por Schoelíler.

BOLILLA VIII

P.nede estl1diarse por Darwin (01Aigen de la8 es­pec~e8)

11 (1) La enullcia~i6n en genel'al de los fósiles que se en.1 cuentran en la TIerra, puede estudiarse'por Schoelder.

APUNTES DE QUÍMICAA pl}tición de 1Ja1'ios estudiantes, IZJublr¿­

camos los apuntes q1)l~ '/)(tn d contü~uación I

extraidos corno I('cs,/(/rnen de las caiplicacio­nes del Sr. Catcrírál'ico, (Jn f)lJ/¿mica¡ 2.°curso.

Séries !wmólogas,-Empecemos por to­mar el primer cuerpo satUl'ac1o que elcarbono forma con el hidrógeno; el metanoCH4, que se representa por el esquema

H

siguíente: H_._(~ -H el ande se vé que las1H

cuatro atomicidades del carbono están sa­turadas por otros tantos átomos de hi­drógeno. Este cuerpo representa el primertérmino de la primera serie homóloga.

Ahora bien, dos moléculas de ese carbu...ro pueden unirse entre sí, y lo hacen detal manera que pierden dos átomos de hi­drógeno, dejando dos atomicidades libresque sirven para unir los dos átomos decarbono. De ese modo se formará el se­gundo término de la primera serie homó-

H HI I d'floga. H-C - C-U (etano) qne se 1e1'en-1 I

H Hcia del anterior en 'la agrupación CH2 quecaracteriza á todas las series homólogas.

El tercer término de la serieH JI HI I I

I-I-C-C-C-H (propano)1 I IH JI JI

se formará del mismo modo que el ante­rior y así todos los demás.

Los cuerpos de esta primera serie sonsaturados, pnesto que no tienen ningunaatomicidad libre. Están todas saturadascada una por nn· átomo de hidrógeno.

Ahora supongamos que el primer car­bono haya perdido una molécula de hi­drógeno. Entonces se formara, uníéndose

los carbonos del mismo modo que en loscasos anteriores, una segunda serie

H HH HHH'I I I I I ,

-c- -,C-C- -c-c-c-etc,I '1 I 1 I

H HH HHHcuyos carburos no son saturados por te­ner dos atomicidades libres. En esta se­rie, como en la primera, cada r;arburo sediferencia de su inmediato en la cantidadCH2 , siendo esta agrupación como hemosdieho la que caracteriza á las séries ho­mólogas.

La tercera serie puede considerarse for­mada del mismo modo que las anteriorespero perdiendo dos moléculas de hidrógeno

H1 I 1 1 I I I I ,

-C-C- ~c-c-c- H-C-C-C-C-H ete.I I I I I I I I IHH HHH HHHH

Esta serie como todas las qne le siguenno son saturadas y guardan siempre lamisma relación que en las anteriores. T..assiguientes se formadLn perdiendo cada vezuna molécula mas de hidrógeno.

Fijándonos en la primera serie vemosque sus carburos tienen tantos hidróge­nos como dos veces el número de carbo­nos mas dos; lo que se expresa por lafórmula en H2n+2. A la segunda como pier­de una molécula de hidrógeno correspon­de la fórmula en H2n: tantos hidrógenoscomo doble número de carbonos. A latercera corresponde 011 H2n-2; á la cuartaCn H2n - 4 etc.

Jlomólogos falso.~ y homologos vM'da­deros.-La condición que se establece pa­ra qne un cuerpo sea homólogo verdade­ro de otro, es que la agrupación CH2 q1.Wlos diferencia se halle cntre dos áto1nosde carbono.

Tomemos por ejemplo la bencina COlIo •Si un átomo de hidrógeno de este cuerpoes sustittiído por un radic al monoatómi­co CH3 (metilo), obtenemos un cuerpo que,á pesar de tener CH2 más que elan..

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LOS DEBATES

y aSÍ 10~ demás carburos, no habiendo re­lación entre el número de átomos decar­bono yel número de isómeros que puedatener.

terior, no es su homólogo verdadero,por no tener dicha agrnpación CfI2 entredos átomos de carbono C6 H5 CH3 (tolueno).

Pero sí á este nuevo cuerpo se le sust.i­tuye un hidrógeno de l?, agrupación de laderecha por otro radical CH3 , resultará uncuerpo qne será un verdadero homólogodel tolueno, más no de la bencina.

Según esta fórmula C6 H5 CH2 CH8 se veque la agrupaCIón OH2 que diferencia estecuerpo del anterior se halla entre el cal'·bono del radical de la derecha y otro cual­quiera del radical bencilo de la izquierda.

Isomerías.-Los cuerpos isómeros pue·den serlo de posición y de saturación.

Los isómeros de posición se diferen­cian sólo en la colocación de las agrupa­ciones átomicas, y los de saturación comosu nombre lo indica, se diferencian en elgrado de saturación. Ejemplos:

La primera serie homológa, por ser sa,turados sus carburos, no tendrá más queisómeros de posición. El primero de estasérie que los tiene es el CS lIS cuyas fór­mulas son:

el C4 H2 tambien los tiene

97

H

OH-¿-¿-OH que funciona doblemente:I I

Hque funciona doblemente: como alcohol ycomo aldehido (CH'~ OH carácter de l.os al- .coholes primarios yCO. Hde los aldehídos).

H1

Oxidándose más se forma OH - C-O-OHI 1I

H Ocuya función es ele ácido y alcohol, y porúltimó. oxidándose aun m'ls, puede for­marse 'un cuerpo que funciona como alde­hído y ácido según esta fórmula indica:

IOH-C-C-OH

I 11O

Para el estudio, estos cuerpos deben sercolocados entre los alcoholes si funclonana la vez como alconol y aldehído ó comoalcohol y ácido; entre los aldehídos si fun­cionan como aldehidoy ácido, etc.

Pero, sobresaliendo más una función queotra deben estudiarse entre los cuerposque' representa su funció.u sobre.salie?te.Por ejemplo: el ácido láctICO funCIOna a ~avez como alcohol y ácido y se le estudIaentre éstos por sobresalir las propiedadesdel ácido.

lsome't'ías en los alcoholes.- Conside­OH3

Iremos el alcohol terciario CH3 -C-OH

ICH3

Si en en esa fórmula, en ve~ de ser snsti..tuídos los tres hidrógenos del alcohol me­tílico por tres radicales eR3 , fueran sus­tituídos dos de ellos por un radícaJ 02 H5uno, y otro por un CH3, de esta marJera

JII

C2 H5 - O-OH, tendríamos un isómeroI

CH3

del primer cuerpo, que es un alcohol se·cundariocaracterizado por la agrupacionCH.OH.

LOS DEBATES

H H1 ,

mas que del cuerpo H-C-C-H (etano)I I

H H

puede formarse-por sustitución ele dosoxidrilos á dos de sus hidrógenos este

H Hl' f'otro üH-C-C- OH que unClona comoI I

H Halcohol doble. Este último t oxidándose,puede dar origen al siguiente cuerpo

-- H H HI I I

H-C-C-C-HI I IH H H

Anormales se les llama cuando un átomode carbono une á tres ó mas:

H CH3I I

H-C-CI 1\

H H CH3A los carbónos ele la primera serie se

les llama, en general, parafinas.Aparte de eso, se llaman isoparafinas a

los carburos en que un átomo de carbonose une á otros tres como máximo, y neo,parafinas, a los en que está unido conotros cuatro.

cuerpos á función 1nixta.-En QtlÍmicaInorgánica hemos visto que. el. 802 /8iiforma con los metales monoatomlCOS dosclases de sales: una neutra SO/g~ y otra.ácida S02 /81~. Pues bien, esta última tienefunción mixta, puesto que funciona á lavez como sal y corno áci10 monobásico.

El N02/0H con la Ca/gi~ forma N02/0/Ca OH que funciona como base y como :sal.

Del ácido fosfórico se puede formar estecuerpo que funciona como sal, como éter(verdadera sal), y .como ácido monobásico:

IOK

PRO O CH3OH

Ahora Lien, en Química Organica tene-

TolOS carburos de la primera série puedenser normales y anormales.

Normales se les Hama'áaquellosen que,cada átomo de carbono, se une, al· máxi·mo, corJ otros dos. Ejemplo:

Los carbuI'os de las otras séries, no sa­turada:;, tienen is\)meros de posíción y desaturación. Los de la segnnda serie tienendos isómeros de saturación; los de la ter­cera, tres los de la cual'La, cuatl'O y asísucesivamente:

***

entre otros tiene este:H HI ,

H-C-C-H, I

H-C-C-·HI IH H

que como se ve, es en cadena cerrada ysaturado, contrariamente al otro.

H HJ I

En la serie CnH2n el C2H".1: == - e-c-I IH H

H H'1 . , 1 . , c"tIene e lsomero (e saturaclOn == .==c

I IH H

Este es un cuerpo saturado, puesto que, enlngar de unirse los dos átomos de carbononeutralizando cuatro sin dejar ninguna li­bre.

En la série cn H2n-2 el C3 H4 ==H H

I " 1

-C-C--C- tiene -C ·-C=C-I I r l' IHHH HHH'

Y H-C=G=C-JI, I

H JIHay cuerpos que tienen isómeros que

son á la vez de posición y de saturación.

H H H HI 1 I I

Por ejemplo: el C4 HS == -C-C-C~C-I I r I

H H H H

H1

H C-H

\1Á1\ H

H \1C-HIH

Hi

C':-H

. f IJH-C-C H

1I \ IHH C-H

IH

96

H H HI I I

H-C-C-C-H yI , IH H JI

H H H HI I I I

H-C-C-C-C-HI 1. , IH H H H

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99

tendre gratia. Ego revulsi ibi, ingentemspinam h::erentem vestigio pedis ejus, etexpressi saniem conceptam intimo vulnere.Ille levatus mea opera ac medella, positopede in rnanibus meis, recubuit ac quievit.Ego et leo viximus iu iBa specu eodem vic­tu ex ea die totum trienium. Nam suggere­bat mihi membra opimiora earUiYa ferarum,quas ceperat "venando, qUéB ego edebam,torrens sale meridiano, quia non erat copiaignis. S8d ubi pertresum est me illus vitreferince, leone profectus venatum, reliquispecum et permensus viam ferme tddui,visus a militibus, apprehensnssum et de­ductus ex Africa Romam ad dominum.Statim is curavit me damnandum rei ca­pitalis et dandum ad bestias. Autem intellí..go huuc leonem quoque postquam discessiab ea captum et adductum huc, nunc re~

ferre mihi gratiam beneficii et medicince.»Ubi Androclus dixit hrec, cunctis peten­

tibus, solutus peana ac dimissus est: quo~

que leo donatus est ei suffragiis populL Pos·tea, Androclus et leo revinctus tenui loroibant circum tabernas tota urbe. Androclusdonabatur cel'e; leo spargebatur floribus,fere orones obvii c1iscebant: «.Hic est leohospes hornines, hic est hamo medicusleouis».

Tradr¿¿cción-Apión, hombre dotado demucha S2 biduría, cuenta no haber oido, nihaber leido, sino que el mismo ha visto consus ojos, en la ciudad Romana, lo queasegura. Un muy grande espectáculo eradado al pueblo, en el circo máximo. Mu~

chas fieras, cuyas forma y bravura era ex­traordinaria (habían) alli; más la ferocidadde los leoues causó principahnente admi­ración y más que los demás, la de uno queatraía sobre sí los ánimos y miradas de to­dos por su gran corpulencia, el espantosorugido, y meleI,las rizadas y largas. Unsíervo, cuyo nombre fué Androclo, habiasido introducido entre otros muchos, paraque pelease con las fieras. Aquel1eón, lue­go que vió á éste á lo .lejos ,se paró de"repente, como admirado y después se acer..

LOS DEBATES

in urbe Romana, quod confirmat. Amplissi~

mum spectaculunl bestiarum decertatiumeumhominibus dabatur populo, ín círcomaximo. Multw ferro quarum forma et fe­rocia erat inusitata (erant) ibi, sed ímmani~

tas leonum fuit pUfficipue admirationi, etprreter cetaros unius, qui convertebat inse animas et oculos omuium, vasta molecorporis, terrifico rugitu, jabis fluctuanti­bus. Servus, cui nomen fuil. Androclus,introductus erat inter alias complures, aclpugnaudum cum belluis. Ille leo ubi vidithunc procul stetit repente, quasí admi­rans ac deinde accedil. sensim atque placidead hominem tamquam noscitans: tum movetblande caudam, more canum adulantium etdemulcet. leniter lingua crura et manus(Androcli) prope jam exanirnatí metu. Iu..ter illa blandimenta fene tam atrocis, An­droclus colligit animun et paulatim referto­culos 1 quos averterat pne timore, ad con­tllenc1um leonem. Tum vera, quasi factamutua recognitione, videres homlllem etleonem gratulabundos. Maximi' clamorespopuli excitantur re tam aclmirabili. Andro~clus arcessitur á erosare, et interrogatus curilIe atrocissimus leonum pepercisset, ipsiuní; narrat ram mirificam his verbis:

«Cum dominus meus imperio proconsu­lari obtineret proviciam africam, ego coae­tus sum ad fugam verberibus ejus iniquiset quotidianis, et ut latebrce forent mihitutiores a domino, concessi in solitudinesarenarum. Autern erat consiliurn qmereremortem aliquo pacto, si cibus defuisset.Sale medio nactus quamdam specum re­motam et latebrosam, penetro in eam, acrecondo me. Neque multo post, hic leo ve­nit ad eamdem speluncam, debili ~t anopede cruento, edens gemitus significantesdolorem et cruciatum vulneris. Primo cons~

pectu ferre advenientis terdtus et pavefac..tus hresi; sed postquam leo introgressus inillud habitaculum snam, ut reipsa patuitprocul, vidit me delitescentem; accesit mLtiset mansuetus ac visus est ostendere acporrigere pedem sublatum quasi opis pe-

ANÉCDOTAS(CONTINUACIÓN)

XVnIEL LEÓN AGRADECIDO

Co.ns~ruc~ión- Apion, hamo prreditusmu.ltls htterIs, refert,neque alldisse, neqllelegIsse, sed sese ips"Q,m vidisse oeulis suis,

LOS DEBATES

n.o I;Jo It.ofh1íguezo

FIISTORIA SAG'RADA

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TRADUCCIONES DEL LATIN

(O"dcnaclo y t?·ad.l:tciclo ex]wesmncntc p(wa losestucl'¿antes ele latín.)

(Continuación)

Si en .lugar de sustituir dos hidrógenos I Tune fl'utres .Tosephi. tinxerunt toa:se sustItuyera una tan solo por Ci3 JI7: ejas in sanguine hcedi, quem occider~nt

H I et miserunt eam ad patrem cum his verbis;es H7 -¿-OH, tendremos otro isómero <:I~v~~imus I.ltmC togam;. vide ao. toga sit

I fIla tUl» -:- Quam, cum pater agnovisset,. H exclamavlt.: «Toga est Hlii mei; fera pesi~

del prImer cuerpo y podemos decir con ma devoravit .rosophnm» Deinde sciditesto, .q/ue los alcoholes terciar'ios lwnen vestem, et inc111il. cilíeium Omnes liberitIres ,¿someros. e.i~ls convenel'unt ut lenirem dolorem pa-

n trIS. Sed .racobus noluit accipere consola-El alcohol secundario CH3 - e-OH pue. tionem et dixit: Ego mcel'ens descendam

I in sepulcrum, cum filio meo.»eRa Traducción-Luego que José llegó jun-

de tener otro isómero, sustituyendo sola- to á sus hermanos, le quitaron la túnicamente un hidrógeno del alcohol metílico] b?ona que esta· a cubierto y lo arrojaron

H a la foza. Después, como se hubiesen sen-por la agrupación C2 H5: e2 H5 _/~ _ OH. tado para suminisl rarse la comida (para

I comer), divisaron ti mereadel'es, que se di-H rigían, con camenos, al l~gi pto, llevando

Por lo tanto los alcoholes secundarios . ftienen dos isómeros. varIOS per umes. Les vino á la mente (re~

solvieron) vender á .José á aquellos mer-caderes. Los que compraron á José porveinte dineros de plata, y lo llevarou alEgipto.

Entonces los hermanos de .José, mancha.ron la túnica de éste con la sangre de uncabrito, que habían muel'to, y la presenta~

ron al padre con estas palabras: «Encon­~ramos esta túnica; ve si la toga es del hi­JO tuyo.»-La que, como el padre la hu­biese reconocido. exclamó: La túnica sedel hijo mio; una fiera cruel. devoró á

I J?,s~:» Despué~ .s~ rasgÓ el vestido, y esVIstlO con el clhclO. Todos los hijos deéste se reunieron para aplacar el dolor delpadre. Mas Jacob no quiso recibir con­suelo y dijo: «Yo lleno ele tristeza baja-ré al sepulcro con el hijo mío». '

(ColJ1ltinua'rá) .SEGUNDO AÑO

XVIIIEs vendido José, por sus hermanos á

U!W~1nercadcres .-Ent,¿an á su padre latun'lCa ensangrentada de su. h'ijo.

Const~'ucción.- Ubi Josephus pervenit~d ~ratres suos, detraxerunt ei togélm, qua I1D~ItUs erat, eL detruserunt eum in foveam.DOInde, quaro consedíssent ad semendumcibuffi , conspexerunt mercatores, qui pe­teb~nt cum camelis .A3igyptum, portantibusvarIa aromata. Venít illis in mentem ven­dere .Josephum illismercatoribus. Qaiemeruut Josephum viginti nummis ar­genteis, et duxerunt eum in .A3igyptrnn.

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I~OS DEBATES

ca lenta y tranquilamente al hombre comoreconociéndole; entonces mueve suavemen­te la cola como costumbre de los perrosque arician y aearicia suavemente con laIengua1 las rodillas y las manos de (An­dl'oclo) casi ya muerto de miedo. Entre es­tos halagos de fiera tan atruz, Androclo re­yupera el valor y poco á poco vuelve losojos que había apartado por temor, paramirar al león. Entonces como casi hechoun mutuo reconocimiento, vieras al hom­bre y al león que se felicitaban. Muchosgl'itos del pueblo, son excitados por unhecho tán admil'able, Anclroclo es llamadopor César y preguntado porque aquel, elmas atroz de los leones, hubiera perdona­do á él sólo; narra el hecho maravillosocon estas palabras:

{<Como mi señor, con el mando de pro­consul, obtuviera la provincia de Africa,yo fui obligado á la fuga, por su azotesinjustos y cotidianos, y á fin de que los es­condrijos me fueran más seguros de mi se·ñor, me retiré á los desiertos de arenas.Más era mi resolución busca.r la mnerte dealguna manera, si la comida me faltase. Almedio dia, habiendo encontrHdo cierta cue­va remota y 1'é}tirad.1, penetro en ella y meescondo. No mucho después este león vinoá la mi&ma cueva débil y con un pié ensan·grentado, dando gemidos que significabanel dolor y tormento de la hericla. J.lO pri­mero, á la vista de la fiera qae llegaba,aterrorizado y espantadu me quedé quieto;más dfJspués que el león entró en aqnellasu habítación, como realmente miró á loslf::jos vió que yo me escondía; se acercó. so­segado y manso y pareció mostrar el piécomo en actitud de pedir auxilio. Yo arran­qué, allí una gran espina, adherida en laplanta del pié de éste, ysaqué la materiacontenida adentro de la herida. Aquel, ali­viado por mi operación y medicina, puestoel pié en mis manos se acostó y descansó.Yo y elleóo, vivimos en aquella gruta l de lamisma comida, desde aquel día por el espa·ciode tres años. Pues me llevaba los mejo-

res partes de aquellas fieras, que agarrabacazando, las cuales yo eomía tostando al soldel medio dia, porque no había abundanciade fuego. Pero, (mando me cansé de aquellavida de fiora, el león habiendo partido ácazar, abandoné la cueva y habiendo cami.nado:poco mas ó menos tres dias, visto porlos soldados, fuí aprehendido y llevadodel Africa á noma á mi señor. Al instante,éste mandó que yo fuera sentenciado ámuerte y dado á las best.ia.s. Pues entiendoque este loón, también después que me se­paré. de él, fué cazarlo y traido aqui, yahora me recompensa el favor del beneficioy medicina».

(Contin luirá) .

ECOS UNIVERSITARIOS«Jolno se I)hle-EI señor Albino Be­

nedetLi, apreeiado director elel InstítutoCni versitario, nos pide hagamos constarque en el aviso que publieamos de ese im­portante centro de educación, se ha venido,hasta ahora, deslízando un error, debido áque la tarjeta de donde fue copiado el avi­so, era algo antigua, y ú. la cual no se tuvoel cuidado de corregir.

Desde hoy, pues, queda salvado el erroren cuestión, el cual consistía, sobre todo,en poner como uno de los clirectol'es y pro­fesor de la clase de Comercio, al señor.JeremÍas Panizza, el cual hace proxima­mente un año se· ha separado de ese cen­tro fundando un nuevo Instituto.

Aula de Geogs.-aOa -Desde hace yaalgunos días se ha hecho cargo de la cáte­dra de dicha asignatura el Sr. Albino Bene­detti, qafen por su notoria com petenciay laboriosidad ha merecido, nna vez más,sel' llamado para ocupar interinamentedicho pnesto. '

l'flímclto extltaoltdinaltlo -Debidoála enorme aglomeración que poseemos detl'abajos, damos hoy á nuestros favorece­dores un número extl'aordinariof'onteni­endo cuatro páginas más de material.

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