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Psicologia del Comportamiento Anormal
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REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL
COMPORTAMIENTO ANORMALNúmero 14, Agosto - Diciembre
San Salvador, El Salvador, Centroamérica
Departamento de Psicología
Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”
TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO SOCIAL
DE COMIENZO HABITUAL EN LA INFANCIA (F94)
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REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL COMPORTAMIENTO ANORMALDepartamento de Psicología Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”Bulevar Los Próceres, La Libertad, El Salvador, Centroamérica(503) 2210-6600 Ext. 297
Autores: Cecilia B.AlasLuisa M. de FernándezMoisés E. NóchezKathia R. OrellanaElubia RuizAna M. Salguero
Noviembre, 2013
ÍNDICE
Presentación…………..……...……………………………………………………………………..2
Mutismo Selectivo, Breve Historia..….…………………………………………………………… 3
Enfoques del Mutismo Selectivo...................................................................................................... 5
Rasgos Principales del Mutismo....................................................................................................... 7
Tratamientos para el Mutismo.......................................................................................................... 11
Hablemos de un Caso en Particular: La Historia de Camila……………………………………….10
Referencias Bibliográficas.…………………………………………………………………………12
Trastorno de Vinculación…………………………………………………………………………...13
Entendamos la Vinculación y su Importancia…………………………………………………......13
Hablemos del Trastorno de Vinculación--………………………………………………………….15
¿Reactivo o Desinhibido?…………………………………………………………………………..17
Tratamientos para el Trastorno de Vinculación............…………………………………………….19
Conclusiones del Grupo………………………………………………………………………….....20
Referencias Bibliográficas………………………………………………………………………….20
2PRESENTACIÓN
PRESENTACIÓN
Los infantes no escapan a los problemas de la salud mental ya
que muchos son los factores que están relacionados a nivel
fisiológico, social, cognitivo y emocional, que pueden ser
causantes de psicopatologías en edades tempranas afectando
de maneras muy particulares y en distintas dimensiones el
desarrollo normal del individuo. Los trastornos abordados en
esta edición, corresponden a un grupo heterogéneo de
modificaciones en el comportamiento social que comienzan
habitualmente en la infancia y los cuales no difieren
significativamente según el sexo. Se ha tomado como base la
clasificación que da el CIE-10, F94, que comprende tres
importantes entidades nosologías: Mutismo Selectivo, Trastorno
de Vinculación de la Infancia Reactivo y el Trastorno de
Vinculación de la Infancia Desinhibido, los cuales se han
desarrollado con información recabada mediante una
investigación en diferentes fuentes y se disponen a continuación
como un valioso recurso para psicólogos, docentes, padres y
madres de familia que quieran explorar más a fondo en estas
problemáticas.
3MUTISMO SELECTIVO
MUTISMO SELECTIVO
Breve Historia .
En 1877, Kaussmaul citado por Martínez
(2004),describe por primera vez un trastorno de
conducta en el que los sujetos fracasaban al
intentar hablar en determinadas situaciones a
pesar de tener intacta su capacidad para hacerlo.
Por ello, se definió el problema como “afasia
voluntaria”, enfatizando la pérdida del lenguaje no
debida a trastorno o alteración del cerebro sino a la
inhibición voluntaria del niño” (p. 3)
También se considera como uno de los
pioneros en investigar sobre el Mutismo a Tramer
citado por Olivares, Méndez& Macia (1990), quien
para referirse al trastorno usó el término "mutismo
electivo" allá por los años 1934, cuando sus
investigaciones explicaban el comportamiento de
aquellos niños que limitaban su comunicación a un
grupo muy reducido de allegados y en situaciones
específicas entre las que destacaba el propio hogar.
Otra aportación considerada más interesante la
presentan las investigaciones de Reed durante 1963,
citado por Olivares, Méndez& Macia (1990), y constituye
un importante avance en la forma en que opera este
trastorno excluyendo una posible explicación en
términos de "trauma infantil" y proponiendo la definición
del trastorno como un comportamiento aprendido ,
relacionado con un buen numero de variables que
desencadenan y producen ansiedad en el niño
ocasionando y manteniendo un rechazo a hablar en las
situaciones en que dichas variables están presentes aun
cuando el menor tiene la capacidad lingüística tiene la
capacidad lingüística.
Ya en 1988 la APA define este trastorno en la
caracterización básica recogida por el DSM-III-R, como la
negativa persistente a hablar en casi todas las ocasiones
sociales a las que se exponga el menor, sin que esto
signifique la presencia de un trastorno somático, un
retraso mental severo o profundo, un trastorno general
del desarrollo o un trastorno de ansiedad mental, capaces
de disminuir o anular la habilidad para hablar y
comprender el lenguaje hablado en sujeto.
Hoy en día el trastorno se denomina “mutismo
selectivo” tanto en la clasificación de la APA en la edición
del DMS-IV-R (2000), y de igual manera el término se
retoma en el CIE 10 según la Organización Mundial de la
Salud (1992).
¿Qué es el mutismo selectivo? .
Ante un niño que no habla, antes de nada, hay que
descartar la existencia del mutismo de base biológica que
se asocia a lesiones cerebrales o a sorderas profundas,
*Imagen extraída del blog “Trastornos del desarrollo infantil” por Daniel Pouso Mos.http://trastornodeldesarrollo.blogspot.com/2011/11/mutismo-
selectivo-el-trastorno.html
igualmente hay que comprobar que el mutismo sea
realmente selectivo y que no se trata del mutismo
generalizado acompañado se trastornos profundos
del desarrollo, tales como el autismo. (Castejón &
Navas, 2000).
El mutismo selectivo se trata de “un trastorno
caracterizado por una notable selectividad de
origen emocional en el modo de hablar, de tal
forma que el niño demuestra su capacidad
lingüística en algunas situaciones pero deja de
hablar en otras circunstancias definidas y
previsibles”. (CIE 10, 1992, p. 339).
De igual manera el DSM-IV (APA, 1995), lo
clasifica dentro de otros trastornos de inicio en la
infancia, la niñez o la adolescencia pero no figura
como un trastorno de ansiedad. Para Weimer y
Dulcan (2006), el mutismo constituye una
manifestación de ansiedad social basándose en un
número creciente de investigaciones que apuntan
a este planteamiento. Además explican que el
trastorno de ansiedad social o fobia social es el
miedo persistente a una o más situaciones sociales
a las que el individuo se halla expuesto a personas
que no conoce o a la evaluación por parte de los
demás produciendo una ansiedad intensa de la cual
una de sus manifestaciones o formas de expresión
seria el mutismo selectivo.
Por otro lado, García (1998), sugiere que el
mutismo selectivo es de naturaleza emocional
consiste en el rechazo a hablar con personas
extrañas o en el ambiente escolar, pero no en casa.
El niño con este trastorno no suele presentar
dificultades de comprensión ni de expresión verbal.
La comunicación puede realizarse por gestos,
negando o afirmando o empleando monosílabos o
frases cortas.
Según Brines, et al. (1997), la característica esencial
del mutismo selectivo es la incapacidad persistente de
hablar en situaciones sociales en las que sería esperable
que el niño hablase y que interfiere con el rendimiento
escolar o con la actividad social del niño.
Pautas para el diagnóstico .
Como ya se ha explicado anteriormente, en un niño
con mutismo selectivo la modalidad de lenguaje oral
queda reducida a algunas personas del ámbito íntimo
como la familia y a su vez se inhibe totalmente a otros
contextos como la escuela o ante extraños. A pesar de
que estos niños tienen sus plenas facultades lingüísticas
desarrolladas, normalmente suelen utilizar modos de
comunicación alternativos como gestos, movimientos de
cabeza para afirmar o negar, cuchicheos al oído de su
interlocutor y lenguaje escrito, pero la simple
manifestación de uno de estos recursos expresivos a los
que estos niños recurren, no debería ser por si sola
motivo para asegurar que en efecto se trate del trastorno
de mutismo selectivo. Existe numerosos estudios sobre el
Mutismo Selectivo en diferentes países pero en general
“este trastorno se manifiesta frecuentemente en la
primera infancia y su incidencia es aproximadamente la
misma en ambos sexos” (CIE 10, 1992, p. 340).
Para hacer un diagnóstico apropiado del trastorno el
DSM-IV-TR (APA, 2002) requiere que se cumplan los
siguientes criterios: (a) una persistente negación a hablar
en determinadas situaciones sociales a pesar de poder
hablaren otras situaciones; (b) perdida del lenguaje que
interfieren su vida cotidiana; (c) el silencio dura al menos
un mes, sin que este se corresponda con el primer mes
4MUTISMO SELECTIVO
5ENFOQUES DEL MUTISMO SELECTIVO
desde que se inició el curso escolar; (d) la negación
a hablar no es debida a una falta de conocimientos
del lenguaje en esas situaciones; (e) que la
alteración no se deba a un Trastorno en la
Comunicación, un Trastorno Psicótico o un
Trastorno Generalizado del Desarrollo.
Por su parte el CIE 10 (1992), sugiere para el
diagnóstico las siguientes pautas: (a) Nivel de
comprensión del lenguaje normal o casi normal;
(b) capacidad de expresión del lenguaje que es
suficiente para la comunicación social; (c)
presencia demostrable de que el enfermo puede
hablar y habla normalmente o casi normalmente,
en algunas situaciones concretas. Sin embargo
considera que una minoría de niños con
mutismo selectivo manifiesta antecedentes de otro
retraso el lenguaje o pueden presentar problemas
de articulación del mismo.
Es importante recalcar que toda evaluación
deberá hacerla un especialista en el campo de la
salud mental, luego de comprobar que se cumplan
los criterios mencionados y realizar un diagnóstico
diferencial de otras entidades nosológicas más
complejas. Según Martínez (2004), ningún niño
debería ser calificado con mutismo selectivo si se
consideran las siguientes situaciones: (a) No se ha
observado nunca al niño manteniendo una
conversación oral fluida y espontánea con alguno
de los miembros de su familia y/o amigo íntimo; (b)
el neurólogo ha podido constatar la presencia de
algún tipo de alteración funcional o estructural; (c)
el psicólogo no ha descartado la ausencia de
retraso mental profundo u otros trastornos graves
de la conducta; (d) el otorrinolaringólogo y el
logopeda diagnostican problemas relacionados con la
pérdida total o parcial de la audición; (e) se tiene
constancia de que la ausencia de habla no ha sido
precedida, de forma inmediata, por determinados
acontecimientos estresantes de tipo biológicos o físicos.
Estudios realizados por Brow y Lloyd citado por
Weiner y Dulcan (2006), informaron que la prevalencia
del mutismo selectivo en niños pequeños al cabo de 2
meses de empezar el colegio, era del 7 por 1000,
mientras que luego de 12 meses de empezar el colegio
era de 1 de cada 6000. En consecuencia según estos
estudios son mucho más los niños que manifiestan
mutismo selectivo transitorio tras empezar el colegio que
aquellos en los que el mutismo selectivo es más
persistente.
ENFOQUES DEL MUTISMO SELECTIVO
Diferentes Explicaciones Psicológicas .
Las investigaciones hechas por Weimer y Dulcan
(2006), señalan que el mutismo selectivo tiene su origen
en la ansiedad hacia situaciones sociales específicas. Sin
embargo, el fenómeno se puede analizar desde los
*Imagen extraída del Blog “Todo Psicología Mex” por Eduardo I. Pérez http://todopsicologiamex.blogspot.com/2011/05/mutismo-
selectivo.html
6ENFOQUES DEL MUTISMO SELECTIVO
diferentes enfoques psicológicos actuales y
ampliar el marco de referencia del mismo para que
se cuenten con recursos que permitan considerar
otras perspectivas para abordar el trastorno.
Psicoanálisis .
De acuerdo a la teoría de Freud sobre la
ansiedad realizada en 1932, según Strachey y
Freud (1991), se explica desde las entidades del
Ello, Yo y Superyo. El “Yo” está justo al centro de
dos grandes fuerzas: (1) la realidad y la sociedad,
que están representadas por el “Superyo”;(2) los
instintos representados por el Ello. Cuando estas
dos instancias establecen un conflicto sobre un Yo
pobre, es comprensible que cause inestabilidad y
que el individuo se sienta amenazado y abrumado,
lo que desemboca en un estado de ansiedad. Ante
esta descripción, Freud define tres tipos de
ansiedad: (3) ansiedad de la realidad, conocida
como miedo; (2) ansiedad moral, cuando el
peligro proviene del mundo social interiorizado.
También se puede reconocer como culpa ansiedad
en distintos niveles de intensidad lo que puede
ocasionar que el infante opte por reprimir su habla
en diferentes contextos que le hacen entrar en
conflicto entre el Ello, el Yo y el Superyo.
Expresado en otros términos, Freud lo describía
como un proceso biológico (fisiológico)
insatisfecho (respuesta del organismo ante la
sobreexcitación) derivada del impulso sexual
(líbido).
Biológico .
Algunos niños nacen con temperamentos
inhibidos lo que implica que pueden ser más
propensos a ser miedosos y recelosos ante nuevas
situaciones desde el nacimiento. Algunas investigaciones
demuestran que la mayoría de los niños con mutismo
selectivo nacen con un temperamento inhibido y por lo
tanto tienen un menor umbral de excitabilidad en el área
del cerebro llamada la amígdala. Esta glándula recibe y
procesa las señales de potencial peligro y pone en
marcha una serie de reacciones que ayudan a los
individuos a protegerse. Según Mardomingo (2003), la
amígdala es una de las estructuras cerebrales
especialmente implicada en la ansiedad, de tal forma que
cuando se lesiona, se perturba el mecanismo que
permite relacionar los hechos concretos con las
emociones correspondientes. La amígdala junto con la
corteza prefrontal interviene en las emociones y en la
capacidad para tomar decisiones.
Por lo tanto en individuos ansiosos, la amígdala
parece reaccionar demasiado y pone en marcha estas
respuestas, aunque el individuo no esté realmente en
peligro. En el caso de los niños con Mutismo Selectivo,
las repuestas a la ansiedad se desencadenan al
desenvolverse socialmente: en la escuela, lugares de
juego o reuniones sociales. Inclusive las sensaciones que
el niño experimenta se asimilan a las experimentadas por
una persona con una fobia, donde los miedos no tienen
una lógica aparente.
Conductismo y cognitivismo .
Según Rosa Virues (2005), estas dos corrientes
ofrecen explicaciones bastantes similares al problema del
Mutismo Selectivo. El conductismo, por su parte, se basa
en que todas las conductas son aprendidas y adoptadas
de acuerdo a estímulos favorables o desfavorables que se
asocian a diferentes experiencias. Por lo tanto, las
personas que padecen ansiedad han pasado por un
proceso condicionado donde han aprendido
psicológicosicom
7RASGOS PRINCIPALES DEL MUTISMO
erróneamente a asociar acontecimientos
traumáticos con estímulos que en principio son
neutros. Por ello, cada vez que se enfrenta al
estímulo se desencadena la angustia asociada a la
amenaza. Además, la teoría del aprendizaje social
también plantea que dicha ansiedad se puede
adquirir por medio del aprendizaje observacional
de las personas significativas al entorno. En el
mutismo selectivo, el niño por alguna razón ha
asignado una connotación traumática al ámbito
social donde no habla o también puede estarse
viendo influenciado por respuestas negativas de
algún hermano, primo o alguna otra persona
cercana.
En el caso del cognitivismo, las explicaciones
no difieren significativamente del conductismo
donde se considera la ansiedad como resultado de
“cogniciones” patológicas. También, plantea que
existen etiquetas mentales sobre determinadas
situaciones sobre las cuales el individuo hace
frente con estilos y conductas determinadas. Dicho
en otras palabras, las experiencias que cada
individuo ha vivido determinan la forma de hacerle
frente a diversas situaciones para lo que algunos
puede parecer normal, otros lo pueden interpretar
como una señal de alarma y una amenaza para su
salud física o psíquica lo cual provoca una
respuesta neurofisiológica desencadenando así la
ansiedad. Al igual que el conductismo estos
esquemas han sido aprendidos en algún entorno
en el que el individuo se ha desenvuelto y esto se
expresa en sus conductas manifiestas ante
situaciones sociales específicas como en el caso
del mutismo selectivo.
RASGOS PRINCIPALES DEL MUTISMO
Si usted es un padre, madre o maestro que enfrenta
una situación con un niño o niña afectada por este
trastorno, esta información le será muy útil para
identificar de manera oportuna las diferentes
manifestaciones o rasgos principales que caracterizan a
un niño con mutismo selectivo.
Martínez (2004), hace referencia a los tipos de
respuestas que registra un niño con este trastorno.
Algunas respuestas pueden ser fisiológicas y expresar
alteraciones en las funciones corporales, por ejemplo:
incremento de la sudoración, tensión muscular excesiva,
en ocasiones se presentan tics, rechinar de dientes,
balanceo excesivo del tronco cuando están sentados o
una frecuencia inusual del número de veces que se
rascan distintas partes del cuerpo. También el ritmo de la
respiración se incrementa al igual que la frecuencia
cardiaca.
Además Wiener y Dulcan (2006), aseguran que
algunos niños pueden recurrir a gestos faciales,
movimientos de la cabeza para asentir o negar, también
pueden disminuir el tono de la voz excesivamente,
EFECTIVO
*Imagen extraída del Blog “De Psicología” por BlogsFarm, Revistas en Internet. http://depsicologia.com/mutismo-selectivo/
8RASGOS PRINCIPALES DEL MUTISMO
susurrar al oído, utilizar frases cortas o
monosílabos para comunicarse.
Otras respuestas manifestadas por niños o
niñas con Mutismo Selectivo según Martínez
(2004), son las de evitación que incluyen
cualquier comportamiento para no tener que
enfrentarse con una situación en la que piensan
que van a tener que hablar o socializar con otras
personas, presentando conductas como
esconderse, actuar como si no se recibiera la
información, tardarse en el aseo personal , fingir
enfermedades repentinas, acordarse de tareas
urgentes o cualquier otro comportamiento que
exprese resistencia.
Ante estas respuestas en una cultura como la
nuestra los padres pueden reaccionar de manera
inadecuada haciendo uso de castigos físicos,
verbales y emocionales, innecesarios, con el afán
de que el niño o niña enfrente la situación de
manera “normal”, generando un ambiente de
tención y aumentando su ansiedad.
Otras conductas que se pueden esperar son
las respuestas de escape que surgen cuando el
niño o niña ya se encuentre en la situación donde
debe interactuar con otras personas. Martínez
(2004), asegura que el niño al experimentar la
ansiedad y el temor deseará “escapar” de esas
situaciones. Usted podrá darse cuenta de esto,
cuando el niño intente perder el contacto visual
baje la mirada, baje la cabeza, se tape los oídos e
incluso algunos infantes pueden salir corriendo a
esconderse o ir en busca de alguien que saben que
los protegerá.
Por su parte Rodríguez, Piqueras & Rosa (2006),
señalan que existen una notable variedad de correlatos
asociados al mutismo selectivo que se utilizan para
describirlo, entre ellos: timidez excesiva, aislamiento y
retraimiento social, negativismo, tartamudeo, ansiedad,
enuresis y conducta oposicionista o manipuladora,
particularmente en el contexto del hogar.
También Weimer y Dulcan (2006), señalan que el
temor al ridículo y el retraimiento social son rasgos,
mencionados con frecuencia, además pueden estar
presentes la depresión y la ansiedad por separación y
que en aquellos casos donde se manifiestan rasgos de
personalidad oposicionista, obstinada y negativa, el
rechazo a hablar es principalmente una manifestación de
esta conducta oposicionista y obstinada.
DIVERSOS TRATAMIENTOS PARA EL MUTISMO
Las técnicas utilizadas para el tratamiento de
mutismo selectivo son variadas y se adecuaran según el
enfoque psicológico bajo el cual el psicólogo considere
abordarlo ya que cada caso contiene sus propias
características y contextos diferentes. A continuación se
mencionan algunos de los tratamientos más utilizados.
*Imagen extraída del Blog “Fonoaudiología, Todo para el futuro fonoaudiólogo” por Autor desconocidohttp://fonoaudiologos.wordpress.com
9DIVERSOS TRATAMIENTOS PARA EL MUTISMO
Tratamiento Psicofarmacológico .
Para Brines et al. (1997), La
psicofarmacología solo está indicada si se
presentan síndromes depresivos o ansiosos en
cuyo caso pueden ser útiles las benzodiacepina
(útiles tanto para los niños como para los padres
sobre todo para el control de la ansiedad
anticipatoria) o los antidepresivos (imipramina,
Fluoxetina, paroxetina).
Según Martínez (2004), la fluoxetina (nombre
comercial: Prozac, Adofen y Reneuron) un
psicofármaco con propiedades antidepresivas y
ansiolíticas, actúa reduciendo la intensidad y la
duración de las respuestas psicofisiológicas de
ansiedad, lo cual disminuye la pérdida gradual del
miedo a hablar o la desinhibición progresiva del
habla en las situaciones y ante las personas en las
que no se daba el habla. Al producirse este efecto,
el niño podría percibir la ansiedad como menos
desagradable y como resultado, tendería a
disminuir el miedo a hablar.
Existen numerosos estudios sobre la
administración de fármacos a niños con mutismo
selectivo que han probado ser exitosos, sin
embargo no se debe olvidar la intervención
psicológica que debe hacerse considerando las
situaciones y contextos en donde el niño presenta
mutismo.
Tratamiento Psicológico .
Este tipo de tratamiento se adecuará según
el modelo psicológico elegido para tratar al
paciente. Cada modelo contiene sus propias
técnicas y estas varían, en cuanto al tiempo de
implementación, la eficacia del tratamiento y los
recursos que se emplean, así como también, las
personas responsables para cada situación social
específica donde el menor emita la conducta.
En cuanto a las diversas técnicas Martínez (2004),
plantea las siguientes:
Técnicas operantes .
Presupone que el miedo excesivo a hablar es una
respuesta aprendida y mantenida por las consecuencias
(reforzadores negativos y positivos). Estas técnicas
persiguen contrarrestar los efectos de este
condicionamiento hasta anularlos, enseñando al niño a
que obtenga los beneficios a través de respuestas
alternativas a la inhibición del habla y al lenguaje gestual,
como es el lenguaje oral. (pp. 20-21). Para Rodríguez,
Piqueras & Rosa (2006), las técnicas de manejo de la
contingencia (usando el reforzamiento positivo de las
verbalizaciones y la ausencia de refuerzos para las
respuestas no verbales) y el consejo y manejo de los
padres suelen ser los tratamientos de elección.De
manera más específica Martínez (2004) hace referencia a
las técnicas operantes:
(a) Coste de Respuesta: esta técnica pretende que
en vez de obtener un beneficio por no hablar, el niño
pierda algo agradable para él. Para ello, rastreamos
previamente los reforzadores, para poder cumplir con
uno de los requisitos del coste de respuesta: el estímulo
retirado tiene que ser un estimulo agradable para el niño.
Es decir, que no le dé igual tenerlo o no. Esta técnica se
utiliza junto al reforzamiento positivo. La conducta de
hablar será premiada y si no se da la conducta de hablar,
avisado previamente, se retira algo agradable para el
niño. (p. 20).
(b) Desvanecimiento estimular: esta técnica consiste
en ir retirando gradualmente la presencia de aquellas
INCREÍBLEs
10RASGOS PRINCIPALES DEL MUTISMO
personas ante las que el niño habla o las
situaciones en las que el niño emite la respuesta
de hablar, en la medida que el niño habla a otras
personas o en otras situaciones. Progresivamente,
el habla se va produciendo en presencia de la
persona a la que no hablaba hasta terminar
hablándole a ésta en ausencia de la primera. Se
repite el procedimiento con otra persona extraña o
a la que no hablaba previamente hasta que
termina hablando a cualquier persona. (p. 20).
(c) Reforzamiento positivo: Consiste en
proporcionar un objeto o un evento valorado por
el niño de forma contingente o inmediata al habla
ante una persona o en una situación en la que
antes no hablaba. El objetivo es incrementar la
probabilidad de que vuelva a producirse la
respuesta oral. (p.22).
(d) Tiempo fuera de reforzamiento: consiste
en quitar al niño la oportunidad de que su
mutismo sea reforzado mediante atención o la
obtención de privilegios. Para ello se le aísla de las
personas con las que se encuentre, durante un
tiempo previamente determinado y de forma
contingente a la no aparición de su respuesta oral.
(p.22).
Independientemente cual sea el tratamiento
o técnica, está deberá ser implementada de
manera integral entre padres, maestros y demás
personas involucradas, observando las posibles
mejorías en la conducta de él o la infante. Según
Weimer y Dulcan (2006),a medida que los niños
mejoran se pueden observar muchos procesos
escalonados: de la ausencia de comunicación
social a gestos faciales que implican
comunicación, por ejemplo una sonrisa. También los
niños pueden recurrir a gestos como asentir con la
cabeza, pueden pasar de un cuchicheo limitado a un
cuchicheo más amplio y por último al habla social
normal. Otros niños darán saltos más abruptos, puesto
que la comunicación social es gratificante una vez que un
niño con mutismo, no comunicativo, empieza a
comunicarse más, su mejoría resulta muy reforzarte. Sin
embargo, es habitual que durante periodos muy
prolongados el niño no progrese o lo haga de forma
limitada y que después progrese, en cuestión de días,
hasta el habla social normal.
HABLEMOS DE UN CASO EN PARTICULAR
La Historia de Camila .
Ester Pineda (nombre ficticio), gustosamente ha
querido narrarnos el proceso y tratamiento que ha
tenido su hija Camila (nombre ficticio), antes y después
de ser diagnosticada con “Mutismo Selectivo”. Camila
nace un 20 de mayo del 2002, después de un embarazo
normal a las 38 semanas, en un parto por cesárea, que
duró 15 horas en labor, cuyo peso fue de siete libras, y
una
*Foto de Camila (nombre ficticio) cuya madre dio autorización de utilizarla para la presente revista.
11HABLEMOS DE UN CASO EN PARTICULAR
una talla de 48 cm. es la segunda hija de siete
hermanos. La madre argumenta que fue un
embarazo no planificado por lo tanto, llegó a sentir
rechazo por la menor debido a que, ocurrió cinco
meses después de haber dado a luz a la
primogénita y el matrimonio estaba inestable
debido problemas entre los padre de la niña .
Cuando Camila cumplió tres años, su abuela que
es psicóloga, comentó a los padres que el
comportamiento de la niña debía ser estudiado
por profesionales, ya que hablaba con pocas
personas y al hacerlo, en su rostro reflejaba un
nivel exagerado de miedo y ansiedad.
Inmediatamente fue llevada al ISRI donde la
madre consultó con varios especialistas como:
psicólogos, neurólogos, y pediatras, quienes
después de las evaluaciones y exámenes
respectivos tales como el electroencefalograma,
(saliendo en este sin complicaciones), le
diagnosticaron “mutismo selectivo”. A raíz de
estos resultados la medicaron con Imipramina y
luego fue remitida al Hospital Benjamín Bloom,
con un psiquiatra.
El proceso de socialización lo inició en una
parvularia, pero se observó ella no hablo con
ningún compañero, o compañera mucho menos
con maestros; al cumplir cinco años fue
matriculada en otra institución pero su
comportamiento no cambió. En preparatoria
aprendió a leer, la maestra lo pudo comprobar al
realizar dictados y verificar que ella escribía
correctamente, para tomarle las lecciones de la
lectura le preguntaba: “donde dice piña” y la niña
señalaba correctamente. Si los compañeros u otros
adultos de la institución la presionaban para que
hablara, le producía taquicardia y en su rostro podía
verse mucha ansiedad.
Últimamente, por sugerencia de la psicóloga que la
atiende, Camila fue trasladada de la institución educativa
a la que asistía, hacía otra con un ambiente diferente, y
para alegría de los padres en el nuevo centro escolar, al
inicio del año la menor comenzó a hablar con algunas
personas como, la directora, la docente, y la psicóloga de
la institución, Pero la alegría duró solo tres meses, ya
que sin causa aparente, Camila nuevamente dejó de
hablar en el centro educativo, y es medicada con
Sertralina, tomando media tableta de 50mg. todos los
días.
Cabe mencionar que cuando se le interrumpe el
tratamiento de inmediato el estado de ánimo de Camila
cambia, ya que llora con facilidad. La Madre comenta que
no pierde las esperanzas de ver salir a su hija de este
trastorno, pero las posibilidades son mínimas, ya que
ninguna institución o profesional que ha consultado le da
una respuesta del origen del comportamiento de Camila.
En el Centro de Atención Psicológica y del Aprendizaje
(CAPA) se limitaron a decirle que puede ser el resultado
de abuso físico, sexual, verbal o mucha ansiedad.
Al comentar esto, la madre se remonta a sus
recuerdos, y manifiesta que el único hecho extraordinario
que conoce es cuando Camila tenía un año. La cuidaba
una empleada debido a que tanto el padre como ella
trabajaban, un día, cuando la madre regresó de trabajo
encontró que la perilla de la puerta del dormitorio de la
niña fue falseada, y la empleada le comentó que la niña
se había quedado encerrada bajo llave por accidente. Al
siguiente día la empleada le pidió permiso de ir a la casa
de sus familiares y nunca más regreso a trabajar. La
madre
12REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
madre comenta-¡nunca sabré realmente que fue lo
que paso ese día!…
Actualmente Camila cuenta con once años de
edad y las expectativas de sus padres son muchas,
pero no pierden la esperanza de que su hija salga
de esa situación que tanto les preocupa.
(Entrevista personal, realizada el 30 de octubre de
2013).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICASCastejón, J. & Navas, L. (2000). Unas basespsicológicas de la educación especial. Editorialclub universitario (ECU).Cortés, C., Gallego, C., Marco P.(2009). El MutismoSelectivo Guía para la Detección, Evaluación eIntervención Precoz en la Escuela, España:http://creena.educacion.navarra.es/equipos/conducta/pdfs/guia_mutismo.pdf
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madre
13TRASTORNO DE VINCULACIÓN
TRASTORNO DE VINCULACIÓN
Breve Historia .
Las investigaciones sobre este trastorno datan
desde muchos años atrás, John Bowlby (1907-
1991), supo elaborar una teoría y un modelo
propuesto que se basaba en la existencia de cuatro
sistemas de conductas relacionados entre sí: el
sistema de conductas de apego, el sistema de
exploración, el sistema de miedo a los extraños y el
sistema afiliativo.
Durante los años 1960, Schaffer y Emerson,
realizaron en Escocia una serie de observaciones
sobre 60 bebés y sus familias durante los dos
primeros años de vida. Éste estudio puso de
manifiesto que el tipo de vínculo que los niños
establecían con sus padres dependía
fundamentalmente de la sensibilidad y capacidad
de respuesta del adulto con respecto a las
necesidades del bebe.
Posteriormente Bell y Ainsworth (1972),
encontraron tres patrones principales de apego:
niños de apego seguro, niños de apego inseguro, y
niños que parecían no mostrar apego ni conductas
diferenciales hacia sus madres.
Se podrían mencionar muchas investigaciones que
han sido realizadas en torno a este tema tan importante
como lo es la vinculación que el niño o niña establece con
sus padres desde su nacimiento, pero más
concretamente nos interesa abordar todas las
implicaciones que giran alrededor de este tema, y como
afecta significativamente la vida del ser humano.
ENTENDAMOS LA VINCULACIÓN Y SU IMPORTANCIA
Como muchos de los procesos de la vida del ser
humano, la vinculación es, sin lugar a duda, uno de los
más importantes. Para entenderlo mejor, Henríquez
(2006), señala que el proceso de vinculación es esa
conexión profunda y duradera que se establece de
manera recíproca entre un niño y sus padres durante los
primeros años de vida y que implica una influencia
preponderante en todos los aspectos de su vida:
fisiológicos, cognitivos, emocionales y sociales.
*Imagen extraída de página web “Psicodiagnósis.es: Psicología Infantil y Juvenil” por Sergi Banús Llort.
http://www.psicodiagnosis.es/areaclinica/trastornosemocionales/trastornodelvinculo/index.php
*Imagen extraída de página web “Psicodiagnósis.es: Psicología Infantil y Juvenil” por Sergi Banús Llort.
http://www.psicodiagnosis.es/areaclinica/trastornosemocionales/trastornodelvinculo/index.php
De manera que si un niño o niña no cuenta
con las condiciones favorables y estables en el
grupo familiar al que pertenece, para establecer
esa conexión tan necesaria para su desarrollo, se
desencadena una serie de alteraciones que
pueden ser expresadas de diferentes formas en
las diversas áreas de su vida.
Las investigaciones han evidenciado la
importancia de los procesos de vinculación en la
estabilidad emocional de las personas. Este
proceso se inicia desde el mismo momento del
nacimiento. Para conseguir un desarrollo
adecuado de la salud mental es esencial que el
lactante y el niño pequeño experimenten una
relación cálida, íntima y continúa con su madre o
figura sustituta permanente. Tomas, (1999).
Este tipo de relación surge de manera
instintiva en el ser humano, según Henríquez
(2006), “hay un instinto a vincularse: los bebes
instintivamente se ponen en contacto con sus
padres por el resguardo y seguridad del “apoyo
seguro”, y los padres instintivamente protegen y
fortalecen a sus descendientes”. (p. 28)
La proximidad entre padre e hijo, juega un
papel preponderante, para Tomás (1999), la
“vinculación se entiende como la reducción de la
distancia del bebe con la figura materna y el
mantenimiento de la proximidad física con ella, lo
que tendría como consecuencia una clara
reducción del temor y la ansiedad en el desarrollo
precoz del bebe”. (p. 34).
Puede surgir la interrogante ¿Es posible que
los bebes sean conscientes de todo este proceso?,
para ello Bowlby, citado por Henríquez (2006),
afirma que el proceso de vinculación es un sistema
regulador mutuo en el cual el padre y él bebe se influyen
uno al otro, siendo ambos consientes de este proceso.
El “apego” que se forma durante el proceso de
vinculación, se establece como un sistema primario
específico que se manifiesta desde el momento mismo
del nacimiento con las características propias de cada
especie. Es un impulso primario que se origina en el
proceso de selección natural, lo que quiere decir que no
es una conducta aprendida. Por el contrario es un
conjunto de respuestas instintivas (Tomas, 1999).
Este conjunto de respuestas instintivas que
manifiesta él bebe surgen producto de los estímulos que
percibe de parte de sus padres, según Wallin (2012), en
el vínculo de apego lo primordial es la calidad de la
comunicación entre el niño y el cuidador: una de las
partes emite señales mientras que la otra responde con
una conducta que dice “comprendo lo que sientes y
atiendo tus necesidades”. (p. 48).
Entonces, al hablar de “apego” nos estamos
refiriendo a todo comportamiento del recién nacido que
tiene como consecuencia y por función, inducir y
mantener la proximidad o el contacto con sus padres o
con la persona que les sustituye. (Tomas, 1999). De ahí la
importancia fundamental que tiene este proceso en la
vida del ser humano, como responsable directamente de
otros procesos más complejos que se desarrollan a lo
largo de la vida, entre ellos Henríquez (2006), menciona
los siguientes:
1. El infante aprende lo esencial de la confianza y la
reciprocidad, que le sirve como modelo para todas las
relaciones emocionales futuras.
2. Será capaz de explorar el ambiente con sentimientos
de confianza y seguridad, lo cual le permitirá un
CARAcaracCOL
14ENTENDAMOS LA VINCULACIÓN Y SU IMPORTANCIA
desarrollo cognitivo y social sano.
3. Desarrolla la capacidad para autorregularse,
manejando eficazmente los impulsos y las
emociones.
4. Crea un fundamento para la formación de su
identidad, incluyendo un sentido de competencia,
de autoestima, y un equilibrio entre la
dependencia y la autonomía.
5. Establece un marco moral prosocial, que
involucra aspectos tan importantes como la
empatía, compasión y la conciencia.
6. Genera el núcleo del sistema de creencias, que
incluyen las valoraciones cognoscitivas de sí
mismo, de los padres, y de las demás personas.
7. El infante es capaz de desarrollar defensas
contra el estrés y el trauma, incrementando sus
recursos y la resistencia.
Al considerar todos estos procesos, la
vinculación tiene un tremendo impacto en la vida
de los seres humanos y no solamente se trata de
considerar “la figura paterna o materna” como tal
en la vida de los infantes, sino más bien, la calidad
de resguardo, protección y seguridad que esta
figura transmite a sus hijos.
Las investigaciones realizadas por el
psicoanalista Alan Shore citado por Holmes (2009)
describe un intenso intercambio madre-bebe,
basado primordialmente en los sistemas visuales,
pero también en el contacto y en la vocalización,
como resultado de esta interacción el hemisferio
derecho del cerebro del bebe se encuentra
continuamente en estado de comunicación
inconsciente, también las interacciones visuales
descargan opiáceos endógenos en él bebe y la
madre ayuda al bebe a aprender a regular el afecto.
HABLEMOS DEL TRASTORNO DE VINCULACIÓN
Cuando los infantes obtienen un proceso de
vinculación seguro que implica la atención, el cuidado, la
protección, la seguridad en un ambiente de aceptación, y
de amor, de parte de sus padres o cuidadores, podría
decirse que aspectos como: la autoestima, la
independencia, la autonomía, la capacidad para resistir
frente al estrés y la adversidad, las relaciones
interpersonales, la estabilidad emocional, la capacidad de
empatía y compasión por los demás, el rendimiento
académico y la capacidad para manejar sus impulsos y
sentimientos, estarán desarrollándose de manera normal
y mejoraran a lo largo del tiempo (Henríquez, 2006).
Causas
Pero, ¿qué sucede si no hay una vinculación segura?,
o dicho de otra forma ¿Qué efectos tendría en la vida de
un ser humano, la falta o el inadecuado proceso de
vinculación o apego seguro? Para poder responder estas
interrogantes es importante señalar, que el ser humano
se expone a diversas situaciones a lo largo de la vida
que impiden el desarrollo adecuado de muchos procesos,
alusivo
15HABLEMOS DEL TRASTORNO DE VINCULACIÓN
*Imagen extraída de página web “Abrazo de vinculación” por Niko Tinbergenhttp://www.abrazodevinculacion.com/METODO.php
sin embargo, las circunstancias por las que puede
pasar en la infancia, cuando no cuenta con la
madurez cognitiva ni emocional suficiente, le
afectaran de maneras muy distintas a cuando se es
adolescente o un adulto.
El trastorno de vinculación o de apego se
presenta en la edad de la lactancia y en la primera
infancia y existen dos tipos o categorías: 1) Tipo
Reactivo y 2) Tipo Desinhibido. CIE-10 (1992).
Para poder profundizar más en las dos
categorías del trastorno, primero hay que
establecer que tanto para el Tipo Reactivo, como el
Tipo Desinhibido existen situaciones
desencadenantes para el desarrollo del trastorno.
La mayoría de estudios coinciden en que a la base
del trastorno de vinculación se halla la crianza
patogénica como responsable de las relaciones
sociales alteradas que se inician antes de los cinco
años de vida de los infantes. Una crianza patógena
que puede caracterizarse por la desestimación
permanente de las necesidades físicas básicas y
también emocionales del niño relacionadas con el
bienestar, la estimulación y el afecto, además de
los cambios repetidos de cuidadores primarios
impidiendo la formación de vínculos estables, la
paternidad adolescente, padres con problemas de
drogadicción, padres que han sido maltratados
durante su niñez, y también padres o cuidadores
con patologías psicológicas graves (Díaz y
Rodríguez , 2004).
Dentro de esta crianza patogénica, existen
contribuciones propias del infante: temperamento
difícil que impide al menor conectarse con los
padres o cuidadores, nacimiento prematuro,
candidato
condiciones médicas que conlleven a dolor
persistente, separación prolongada por hospitalización.
También existen factores puramente ambientales como:
condiciones de pobreza, violencia, carencia de apoyo
familiar, condiciones múltiples en hogares sustitutos
como el caso de los niños que son institucionalizados,
conflictos familiares que provoquen un estrés elevado,
falta de estimulación, entre otros. (Henríquez, 2006).
Por otro lado, Tomas (1999), asegura que el efecto
de la de privación materna ha sido objeto de estudios
múltiples, sobre todo en relación con la presencia de
trastornos afectivos en los lactantes. La ruptura precoz o
la imposibilidad de establecer las conductas de apego de
manera suficiente producen una serie de alteraciones o
disfunciones a lo largo del proceso de desarrollo
emocional. Unas alteraciones se producen de forma
directa en él bebe y otras indirectas. Así se produce una
disfunción en los procesos de interacción y, por lo tanto,
una repercusión en el establecimiento normalizado de los
procesos vinculares.
Los trastornos de la vinculación reactivos aparecen
casi siempre en relación con cuidados inadecuados del
niño, que puede ser de forma de abuso o negligencia
psicológicos (con castigos graves, falta persistente de
respuesta a las demandas del niño o una incapacidad por
parte de los padres para llevar a cabo su función), abuso
o abandono físico (descuido persistente de las
necesidades físicas básicas del niño, agresiones reiteradas
y deliberadas o una nutrición insuficiente). CIE-10, 1992
Estas aportaciones, sin duda, permiten tener una
dimensión más amplia de lo que significa el trastorno de
vinculación.
Pese a las similitudes causales que tienen ambos
tipos del trastorno de vinculación, abordaremos cada
otros
16HABLEMOS DEL TRASTORNO DE VINCULACIÓN
uno de ellos por separado ya que las
manifestaciones conductuales que expresan los
infantes son distintas y específicas para cada tipo.
¿REACTIVO O DESINHIBIDO?
Como se mencionó anteriormente, este
trastorno se puede clasificar de dos formas, según
el CIE-10, el Tipo Reactivo: que “se presenta como
consecuencia directa de una carencia paternal,
abusos o malos tratos graves” y que se caracteriza
por anomalías persistentes en las formas de
relación social del niño, acompañado de
alteraciones emocionales y que son reactivas a
cambios en las circunstancias ambientales. (P. 33),
y el Tipo desinhibido, el cual una vez consolidado
como comportamiento, presenta una tendencia a
persistir a pesar de los cambios significativos que
se realicen en las circunstancias ambientales y que
se caracteriza por la búsqueda de afecto
persistente y dispersa de manera no selectiva e
indiscriminada.
También el DMS- IV, aporta una definición
similar de la psicopatología en donde se
identificaron
identifican los dos subtipos del trastorno: 1) Tipo
inhibido que consiste en la incapacidad persistente para
iniciar la mayor parte de las interacciones sociales o
responder de a ellas de un modo apropiado al nivel de
desarrollo y que el infante manifiesta por respuestas
excesivamente inhibidas, hipervigilantes o sumamente
ambivalentes y contradictorias, y el 2) Tipo Desinhibido
que se da por vínculos difusos manifestados por una
sociabilidad indiscriminada con una marcada incapacidad
para manifestar vínculos selectivos apropiados.
1) Trastorno de la vinculación reactivo. .
Se trata de un trastorno en donde los infantes
presentan de manera muy marcada temerosidad e
hipervigilancia, son inconsolables y sus relaciones
sociales con otros son escasas o empobrecidas. (CIE-10,
1992)
Los momentos de separación y los reencuentros
entre el niño y sus cuidadores se ven marcado por una
forma anormal y contradictoria del comportamiento, que
no se presentan en un niño normal. Aunque estas
manifestaciones son persistentes, pueden responder a
los cambios significativos en la forma de crianza.
Wallin (2012) afirma que los bebes reaccionan ante
la separación con una angustia abrumadora. Tras el
reencuentro con su madre, manifiestan en grados
diversos, desde el rechazo del abrazo de la madre hasta
una rabieta extrema.
Pautas para el diagnostico: .
Las respuestas sociales contradictorias o
ambivalentes ante la separación o los reencuentros que
los infantes con este trastorno experimentan con sus
padres, y el grado anormal de inseguridad, son la
característica principal del mismo. Así, los lactantes
pueden reaccionar al ser cogidos e brazos con una
síntoma
17¿REACTIVO O DESINHIBIDO?
*Imagen extraída del Blog “Apego, Afecto y Desarrollo. Espacio para agrupar links, artículos, investigaciones y documentos acerca del desarrollo infantil por Lua Grimalt http://apegoydesarrollo.blogspot.com/2011/09/avances-y-teorias-
recientes-de.html
mirada fija, o pueden responder a los cuidadores
con una mezcla de acercamiento, evitación y
resistencia a dejarse consolar. El trastorno
emocional puede presentarse como una tristeza
aparente, perdida de las respuestas emocionales,
retraimiento (como acurrucarse en el suelo).
También puede reaccionar de manera agresiva al
sentir malestar o percibirlo en otros, y mostrarse
insensible al consuelo. En algunos casos, puede
presentarse excesivamente temeroso e
hipervigilante. . En la mayoría de los casos, los
niños muestran interés en las relaciones con otros
compañeros, pero el juego esta inhibido por
respuestas emocionales. (CIE-10, 1992).
Por otro lado, Díaz y Rodríguez , (2004),
proponen que las manifestaciones conductuales
que señalan como punto de partida para
identificar este trastorno en los infantes son la
presencia de marcados déficit en las relaciones
sociales, altos niveles de hostilidad y agresividad
hacia otros niños, conductas de evitación y
distanciamiento de los demás, baja tolerancia a la
frustración, y déficit en los mecanismos de
autocontrol, miedos excesivos, trastornos de
ansiedad, menores muy demandantes, falta de
confianza en los demás, síntomas depresivos,
entre otros.
Las respuestas alteradas que presentan los
infantes con esta patología, se manifiestan en
diferentes situaciones sociales y no se limitan a
una relación en particular con uno de los
cuidadores. (CIE-10, 1992).
Para hacer una adecuada evaluación de los
síntomas, Pierrehumber, citado por Díaz y
Rodríguez
Rodríguez, (2004), recomienda que se debe contemplar
el desarrollo del niño, historia familiar, antecedentes
psiquiátricos, situación actual, .medir y observar las
relaciones entre el tipo de vínculo entre padres e hijo,
realizar observaciones en diferentes ambientes en donde
se desenvuelve el niño, y si es necesario posibilitar la
observación directa.
Además, se debe tener especial cuidado en
diferenciar este trastorno de otros trastornos
generalizados del desarrollo, teniendo en cuenta los
siguientes (CIE-10, 1992):
Los niños con un trastorno de vinculación reactivo
tienen una capacidad normal para la interacción social y
la empatía.
Las conductas alteradas que presenta un niño con
este trastorno en muchas situaciones sociales, pueden
ser revertidas si el infante pasa a criarse en un entorno
normal que le brinde los cuidados y la atención
necesaria constantemente.
Algunos infantes pueden presentar dificultades del
desarrollo del lenguaje, pero no constituirse como rasgos
anormales de comunicación característicos de otros
trastornos como el autismo.
Los infantes con un trastorno de vinculación reactivo
no se acompañan de graves y persistentes déficits
cognoscitivos.
2) Trastorno de la vinculación de la infancia desinhibido.
A diferencia del trastorno reactivo, el desinhibido
una vez consolidado tiende a persistir, a pesar de que
existan cambios significativos en las circunstancias
ambientales. Alrededor de los dos años el infante
manifiesta por un comportamiento pegajoso y difuso sin
una vinculación selectiva, (busca afecto
indiscriminadamente) . A los cuatro años la vinculación
difusa
18¿REACTIVO O DESINHIBIDO?
difusa permanece, pero la conducta pegajosa
tiende a ser sustituida por una búsqueda de
atención y amistosidad indiscriminada. En el
periodo medio y tardía de la infancia los niños
pueden haber desarrollado o no vinculación
selectiva, pero el comportamiento de búsqueda
de atención suele persistir, y es frecuente que con
los compañeros tengan una relación empática
escasa. (CIE-10, 1992).
De acuerdo a Wallin (2012), él bebe en su
incesante exploración y su indiferencia ante el
regreso o la marcha de la madre, presenta una
falta aparente de angustia, interpretándose
equivocadamente como tranquilidad. La aparente
indiferencia del bebe como la ausencia total de
conducta de apego, reflejaba una acomodación
defensiva similar al desapego. En otras palabras
rechazan activamente los intentos de conexión.
Dependiendo de las circunstancias, puede
presentarse además alteraciones emocionales y
del comportamiento. El síndrome ha sido
reconocido con mayor claridad en niños criados
en instituciones, pero se presentan también en
otras situaciones. Suele aceptarse que se debe en
parte a una falta persistente de oportunidades
para desarrollar vínculos selectivos como
consecuencia de cambio frecuentes del personal
cuidador. (CIE-10, 1992).
Pautas para el diagnostico .
El diagnostico se basa en la evidencia de que
el niño presentó un grado poco frecuente de
difusión en los vínculos selectivos durante los
primeros cinco años de su vida, junto con
comportamiento pegajoso durante la infancia y/o
una
una afectividad indiscriminada, así como manifestaciones
de llamadas de atención en la infancia precoz y media.
Suele presentarse una dificultad para establecer
relaciones afectivas íntimas con los compañeros y puede
presentarse además alteraciones emocionales y del
comportamiento (dependiendo de las circunstancias
concomitantes del niño). (CIE-10, 1992, P.35).
TRATAMIENTOS PARA EL TRASTORNO DE VINCULACIÓN
Existen diversos instrumentos para medir el vínculo
en el niño, The strange situation (12-10 meses),
Preschool Assessment of attachment (2 ½ - 4 ½ años),
Picture Response (6-7 años), Instrumentos para medir el
vínculo entre los padres, The adult attachment interview,
Mother Father –Peer Scale, Attachment History, entre
otros, con los cuales se busca hacer el diagnostico
apropiado y así establecer el tratamiento.
En algunos tratamientos, se pretende es incidir en
las conductas y comportamientos de los padre o
cuidadores primarios para mejorar el ambiente de la o el
menor es decir que cambiando las circunstancias sociales
se modifica el comportamiento de la o el infante.
almerias
19TRATAMIENTOS PARA EL TRASTORNO DE VINCULACIÓN
*Imagen extraída de página web “Psicodiagnósis.es: Psicología Infantil y Juvenil” por Sergi Banús Llort. http://www.psicodiagnosis.es/areaclinica/trastornosemocionales/trastorno-ansiedad-separacion-
nios/index.php
En cuanto a las intervenciones sobre la relación
padres-hijo plantea como ejemplos: (1) la terapia
de interacción guiada, método propuesto por
Susan McDonough; (2) El método “Watch, wait
and wonder” de Cohen; (3) El método Diane
Benoit, y (4) la psicoterapia niño-padre. Todos
estos métodos tienen en común que buscan
exponer la interacción entre padres e hijos en
condiciones naturales (como su propio hogar o
desarrollo de juegos) para conocer su normal
relación y desenvolvimiento de emociones para
posteriormente irlos corrigiendo, o reforzando
según sea el caso, de una u otra forma con los
padres de familia.
Dichos métodos se circunscriben a métodos
por un lado conductistas, como las intervenciones
en el medio y los programas de modificación de
conducta buscando mejorar la institución familiar
en la que conviven los infantes; y por otro lado
psicoanalíticos, donde la tarea de la terapia es
llevar a la conciencia restos del pasado y entonces
puedan volver a ser valorados y elaborados de
forma constructiva tanto en los padres como en el
infante de manera clara cuando los autores
señalan las intervenciones focalizadas en el niño
directamente su implicación psicoterapéutica. Las
terapias de juego no directiva constituyen una
representación de pruebas proyectivas donde el
niño por medio del juego se puede manifestar
libremente y hacer su propia introspección en base
a lo que el juego mismo le permite descubrir. Por
su parte, el programa de terapia familiar de Cohen
busca crear un vínculo entre padres e hijo después
de una adopción y de esta manera aclarar o
confrontar
confrontar ciertos elementos en común que les permitan
sentirse cercanos. (Díaz y Rodríguez, 2004).
CONCLUSIONES
Los trastornos del comportamiento social de inicio
específico en la infancia con frecuencia son subestimados
por muchos padres de familia. La combinación de la
negligencia y el desconocimiento sobre el tema lo
convierten en un detonante de problemas sociales que
en la posteridad afectan de gran manera al desarrollo de
países enteros y que se agudiza en países
subdesarrollados como El Salvador. Al no concebirse
estos fenómenos con la importancia que les amerita se
ven como normales o como algo que simplemente se
desconoce su origen y se tienden a catalogar con frases
populares como “el niño me salió así”. La niñez es una
etapa crítica en el desarrollo del niño y por lo tanto la
difusión masiva y de manera creativa de este tipo de
problemáticas resulta vital en un enfoque preventivo de
la salud mental que debería de tomarse como prioridad
en las políticas públicas de cualquier país que aspira a las
vías del desarrollo.
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20TRATAMIENTOS PARA EL TRASTORNO DE VINCULACIÓN