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Revista Pesca Mayo 2015 Web

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  • Revista Pesca Mayo 2015 1

    EDICION DIGITAL MAYO 2015 N: 166w - 05/15 www.revistapescaperu.com

    DIRECTORES FUNDADORES: ELSA ESPARZA / ALEJANDRO BERMEJO

    NO MS PESCADORES SUMISOS

    CULES SON LAS ALTERNATIVAS AL ACAPARAMIENTO DE OCANOS?

    EL VERDADERO DESARROLLO SOSTENIBLE

    ARTES Y TCNICAS DE PESCA

    LA CADENA DE

    DISTRIBUCIN DEL

    PESCADO

    EL COLAPSO DE LOS PECES FORRAJEROS

    LA BASURA AHOGA A LOS MARES

    EL TESORO INVISIBLE DEL

    OCENO

    EL PAPEL DEL ESTADO EN LA GESTION DE LA ANCHOVETA

    COMO ALIMENTO

  • Revista Pesca Mayo 2015 2

    TARIFAS DE PUBLICIDAD 2015

    Ponemos a su disposicin tarifas de publicidad competitivas y el

    acceso a la publicacin de artculos y temas que fuesen de su in-

    ters. Su anuncio puede ser acompaado con un publirreportaje

    sobre su empresa o sobre el tema que Usted desee.

    Si desea anunciar con nosotros, contctenos. Estaremos gustosos

    de atenderlos.

    Queremos ser una revista interactiva, por lo cual lo invitamos a sugerirnos temas, entrevistas, reportajes y

    cualquier otra idea que pueda ser de su inters particular, empresarial y sectorial.

    Para publicidad interior en la edicin de la revista, enviar su diseo en formato pdf indicando en qu pgina

    desea que sea colocado.

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    PAGINA WEB MENSUAL

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    EDICION REVISTA PESCA MENSUAL

    Pgina interior 300.00

    Media pgina interior 150.00

    Cuarto de pgina interior 75.00

  • Revista Pesca Mayo 2015 1

    Fundada en 1960 MAYO 2015 * Vol. 166 * Nmero 05-15

    EDITORIAL 2

    EL SECTOR PESCA EN CIFRAS 3

    OCEANO Y AMBIENTE 7

    El colapso de los peces forrajeros 8

    La ltima edad de hielo 10

    Puede Indonesia cambiar su pesca? 11

    Acidificacin del ocanos tcnicas de observacin 16

    La basura ahoga a los mares 17

    El tesoro invisible del ocano 22

    El derretimiento antrtico 24

    El deshielo del rtico 26

    Un milln de especies marinas por descubrir 28

    An hay tiempo de evitar el desastre 30

    Los retos de la regulacin ambiental 31

    Relaves mineros al mar 32

    BITACORA 35

    Artes y tcnicas de pesca 36

    Los objetivos del desarrollo sostenible 41

    La cadena de distribucin del pescado 44

    Lecciones econmicas de una lata de anchoas 48

    Manejo adecuado de recursos ocenicos 50

    Barcos chinos vacan el mar argentino 52

    No ms pescadores sumisos 53

    Las conservas de atn y su origen 57

    La colusin en la ley de pesca chilena 58

    El mar no se salva, demasiado poder en juego 59

    El sector pesquero mexicano 60

    Sechura: maricultura o gas 61

    Un problema al que enfrenta el sector pesquero 62

    8 pesqueras colapsadas 63

    El Nio, incapacidad estatal y la anchoveta 64

    CIUDADANIA ACTIVA 67

    Gastn Acurio y la protena perfecta 68

    El Estado y su papel en la alimentacin 71

    Historia de la ciudadana (5) 74

    Alternativas al acaparamiento de ocanos 77

    Capitalismo, imperialismo, neoliberalismo 80

    No hay nadie a cargo 82

    La construccin de un mejor pas 84

    Salir del crculo de la pobreza 86

    El verdadero desarrollo sostenible 87

    La gran aceleracin 92

    El fin del capitalismo 94

    Terrorismo neoliberal 95

    Chile: No ms corrupcin 97

    La revista Pesca no se solidariza necesariamente con las

    opiniones vertidas en los artculos firmados, los cuales son de

    responsabilidad de sus autores.

    La revista Pesca es un medio de informacin alternativo referido a temas del mar y de la pesquera.

    Difunde informacin, ideas y corrientes de opinin que tienen por objeto crear conciencia de la necesidad de hacer sostenible la

    extraccin de los recursos marinos, de seguridad alimentaria y del cuidado del medio ambiente. Pero sobre todo, contribuir con

    informacin para que el lector empiece a formarse una opinin propia sobre la problemtica pesquera.

    El objetivo de la revista Pesca es ofrecer informacin diversa y constante que permita ampliar nuestra visin de la pesquera me-

    diante la lectura y el anlisis individual. Debemos leer, formarnos nuestra propia opinin y participar en la vida poltica del pas por-

    que nos afecta a todos, inclusive en la pesquera.

    Se edita mensualmente en formato PDF en el siguiente link:

    http://www.revistapescaperu.com/revistas-descargas.html

    En formato de lectura tipo revista en el siguiente link:

    http://issuu.com/revistapesca/docs

    Noticias resaltantes en el siguiente link:

    http://www.revistapescaperu.com/

    C O N T E N I D O

  • Revista Pesca Mayo 2015 2

    Los volmenes de peces que antes existan ya no son los mismos. Ya no es tan rentable pretender vivir de su

    captura como antes. Ese es el escenario de vida del poblador costero.

    La pesca industrial de anchoveta, para los que se dedican a ella, no les genera empleo mas all de 60 o 70 das

    al ao, forzndolos a convertirse en supervivientes laborando en cualquier empleo temporal.

    Las poblaciones de peces son recursos renovables; pero solamente si se tiene cuidado de permitirles renovar-

    se, podrn explotarse indefinidamente. Por ello se impone una ordenacin adecuada, lo que significa que las

    cantidades capturadas deben mantenerse dentro de los lmites ecosistmicos definidos cientficamente. Las

    pesqueras deben regularse para que sean sostenibles. Tenemos la grave responsabilidad y el deber de actuar

    con precaucin, colocando en primer lugar, las necesidades alimentarias de nuestra propia poblacin.

    Es necesario tener en cuenta los impactos medioambientales y ecosistmicos as como los aspectos institucio-

    nales. Para la ordenacin de cualquier recurso es necesario disponer de la capacidad tcnica y legal para con-

    trolar el acceso al mismo y contar con los medios para efectuar ese control.

    Se requiere mayor cantidad y calidad de informacin cientfica sobre las especies del dominio martimo peruano

    y sus aguas continentales.

    Se puede innovar en regulacin pesquera en beneficio de todos si los diversos estamentos de la colectividad

    pesquera concordaran sus iniciativas. Debemos superar aquello que nos coloca en posiciones antagnicas

    cuando en el fondo estamos del mismo lado. Cada quien con una visin defensiva de sus intereses que tiene

    que ser conciliada en beneficio del pas en el largo plazo. Lo que la ciudadana en su conjunto requiere, ms

    all de la tecnicidad y complejidad de la administracin y regulacin de las pesquera, es que se vean resulta-

    dos concretos que satisfagan expectativas y requerimientos simples.

    Cmo se llega a cumplir estos objetivos es el resultado de una adecuada decisin y voluntad poltica ejecutada

    por funcionarios y tcnicos que apliquen su experiencia y la ciencia necesaria para ello.

    La ciudadana no quiere seguir siendo espectadora de confrontaciones pblicas. No quiere ser ms un objeto

    necesario y usado solamente para legitimar intereses empresariales ni polticos. Quiere resultados. Quiere ser

    el objetivo de polticas que le brinden bienestar, seguridad y alimento accesible.

    Marcos Kisner Bueno

  • Revista Pesca Mayo 2015 3

  • Revista Pesca Mayo 2015 4

    EJECUCION PRESUPUESTAL DEL SECTOR

    PRODUCCION AL 31 DE MARZO DEL 2015

    El presupuesto fiscal del ejercicio 2015

    ofrece unas interesantes variaciones

    en relacin al 2014, que se detallan en

    estas pginas haciendo especial refe-

    rencia de detalle al presupuesto del

    Pliego 38, es decir al Ministerio de la

    Produccin.

    Los pliegos presupuestales que inte-

    gran el sector Produccin han sufrido

    incrementos, pero no tan notorios co-

    mo el Pliego 38. En esta edicin se

    detalla parte de la informacin que

    permita conocer a que gastos se desti-

    na el incremento.

    Se ha fortalecido al Ministerio incre-

    mentando su presupuesto en casi 90

    millones de soles.

    Siendo Per el ms grande productor

    de harina de pescado y donde se des-

    embarcan los volmenes de pesca

    ms importantes del mundo, necesita

    invertir ms dinero en investigacin,

    fiscalizacin y control e infraestructu-

    ra para la pesca artesanal.

    Solo podr administrar mejor en base

    a mayor informacin cientfica que

    sustente debidamente las regulaciones

    que se dicten.

    Por lo tanto es necesario que en el

    futuro se potencie mucho ms al

    Imarpe con el objeto de que incre-

    mente su capacidad de investigacin.

    SECTOR

    PRODUCCION 2014 2015 INCREMENTO

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL DE

    APERTURA (PIA) 343,414,073 491,101,272 43.00%

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL

    MODIFICADO (PIM) 425,640,949 565,425,868 33.00%

    PLIEGO 38

    MINISTERIO DE LA

    PRODUCCION 2014 2015 INCREMENTO

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL DE

    APERTURA (PIA) 144,666,322 259,746,898 80.0%

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL

    MODIFICADO (PIM) 179,841,435 268,545,284 49.0%

    PLIEGO 59 FONDEPES 2014 2015 INCREMENTO

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL DE

    APERTURA (PIA) 78,185,898 89,231,301 14.0%

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL

    MODIFICADO (PIM) 104,822,199 126,848,117 21.0%

    PLIEGO 240 IMARPE 2014 2015 INCREMENTO

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL DE

    APERTURA (PIA) 86,482,853 89,995,021 4.0%

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL

    MODIFICADO (PIM) 96,131,970 95,605,884 -2.0%

    PLIEGO 241 ITP 2014 2015 INCREMENTO

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL DE

    APERTURA (PIA) 34,079,000 43,128,052 27.0%

    PRESUPUESTO

    INSTITUCIONAL

    MODIFICADO (PIM) 42,084,006 43,744,691 4.0%

    Fuente: Portal de Transparencia MEF. Elaboracin: M. Kisner Revista

    Pesca

    ltima actualizacin: 31 de marzo de 2015.

  • Revista Pesca Mayo 2015 5

    Las partidas propiamente pesqueras no son significativas ni guardan proporcin con la importancia del sector en relacin

    a las exportaciones que tanto debate han generado en los ltimos aos.

    TOTAL 130,621,290,973 140,483,364,502 73,005,241,553 59,124,411,335 28,119,118,425 25,651,340,258 23,664,276,689 18.3

    Nivel de Gobierno E: GOBIERNO

    NACIONAL 95,372,737,023 97,970,301,311 55,452,528,580 45,436,087,651 20,065,012,616 18,228,730,203 17,114,737,456 18.6

    Sector 38: PRODUCCION 491,101,272 565,425,868 258,591,855 224,795,412 124,986,104 89,694,284 86,775,857 15.9

    Atencin de

    Compromiso

    Mensual

    Devengado Girado

    038: MINISTERIO DE LA

    PRODUCCION 259,746,898 268,545,284 140,997,099 123,125,477 62,679,411 44,745,634 43,890,765 16.7

    059: FONDO NACIONAL DE

    DESARROLLO PESQUERO -

    FONDEPES 89,231,301 126,848,117 38,994,435 27,383,527 27,276,095 16,311,253 15,808,360 12.9

    240: INSTITUTO DEL MAR DEL

    PERU - IMARPE 89,995,021 95,605,884 55,554,391 54,153,061 17,370,677 15,294,572 15,108,591 16.0

    241: INSTITUTO TECNOLOGICO

    DE LA PRODUCCION - ITP 43,128,052 43,744,691 16,873,564 14,561,869 12,139,433 8,784,776 8,393,972 20.1

    243: ORGANISMO NACIONAL DE

    SANIDAD PESQUERA-SANIPES 9,000,000 30,681,892 6,172,365 5,571,478 5,520,488 4,558,050 3,574,168 14.9

    Avance

    %

    Ao de Ejecucin: 2015

    Incluye: Actividades y Proyectos

    Pliego PIA PIM CertificacinCompromiso

    Anual

    Ejecucin

    Sector 38: PRODUCCION 491,101,272 565,425,868 258,591,855 224,795,412 124,986,104 89,694,284 86,775,857 15.9

    Pliego 038: MINISTERIO DE LA

    PRODUCCION 259,746,898 268,545,284 140,997,099 123,125,477 62,679,411 44,745,634 43,890,765 16.7

    Atencin de

    Compromiso

    Mensual

    Devengado Girado

    001-1086: MINISTERIO DE LA

    PRODUCCION 177,642,998 184,069,768 117,797,031 103,111,302 43,446,357 29,834,783 29,384,694 16.2

    003-1516: FOMENTO AL CONSUMO

    HUMANO DIRECTO - A COMER

    PESCADO 9,000,000 9,902,495 5,675,044 2,701,595 1,920,475 1,296,335 1,267,981 13.1

    004-1590: PROGRAMA NACIONAL

    DE INNOVACION PARA LA

    COMPETITIVIDAD Y

    PRODUCTIVIDAD 73,103,900 74,573,021 17,525,024 17,312,579 17,312,579 13,614,516 13,238,091 18.3

    Unidad Ejecutora PIA PIM CertificacinCompromiso

    Anual

    Ejecucin

    Avance

    %

    Sector 38: PRODUCCION 491,101,272 565,425,868 258,591,855 224,795,412 124,986,104 89,694,284 86,775,857 15.9

    Pliego 038: MINISTERIO DE LA

    PRODUCCION 259,746,898 268,545,284 140,997,099 123,125,477 62,679,411 44,745,634 43,890,765 16.7

    Unidad Ejecutora 001-1086:

    MINISTERIO DE LA PRODUCCION 177,642,998 184,069,768 117,797,031 103,111,302 43,446,357 29,834,783 29,384,694 16.2

    Atencin de

    Compromiso

    Mensual

    Devengado Girado

    0093: DESARROLLO PRODUCTIVO

    DE LAS EMPRESAS 32,596,558 37,662,266 14,932,441 12,184,483 5,160,382 3,587,581 3,542,556 9.5

    0094: ORDENAMIENTO Y

    DESARROLLO DE LA ACUICULTURA 3,442,798 3,502,121 1,749,326 1,565,178 772,676 490,794 486,647 14.0

    0095: FORTALECIMIENTO DE LA

    PESCA ARTESANAL 6,200,452 6,201,622 1,821,736 1,393,674 655,587 454,096 453,865 7.3

    9001: ACCIONES CENTRALES 46,349,118 57,285,893 39,224,606 31,654,153 17,674,501 10,408,431 10,352,694 18.2

    9002: ASIGNACIONES

    PRESUPUESTARIAS QUE NO

    RESULTAN EN PRODUCTOS 89,054,072 79,417,866 60,068,922 56,313,814 19,183,212 14,893,882 14,548,932 18.8

    Categora Presupuestal PIA PIM CertificacinCompromiso

    Anual

    Ejecucin

    Avance

    %

  • Revista Pesca Mayo 2015 6

    La administracin y regulacin de las pesqueras se vuelve deficiente si no existe la adecuada y debida informacin tcni-

    ca y cientfica. Ello implica que el IMARPE debe producir mayores resultados de investigacin de todas las especies y re-

    cursos pesqueros de tal forma que se facilite la administracin con un enfoque ecosistmico. Ello requiere de mayor pre-

    supuesto que como se aprecia en estas cifras no se le ha asignado.

    Los gastos de inversin en infraestructura que maneja el FONDEPES y que favorecen directamente a la pesca artesanal

    no tienen tampoco un incremento de proporcin similar al asignado al pliego 38.

    Se ha priorizado temas de industria y del Plan Nacional de Diversificacin Productiva, pero no as los pesqueros.

    Edicin: Marcos Kisner Bueno

    Sector 38: PRODUCCION 491,101,272 565,425,868 258,591,855 224,795,412 124,986,104 89,694,284 86,775,857 15.9

    Pliego 038: MINISTERIO DE LA

    PRODUCCION 259,746,898 268,545,284 140,997,099 123,125,477 62,679,411 44,745,634 43,890,765 16.7

    Unidad Ejecutora 001-1086:

    MINISTERIO DE LA PRODUCCION 177,642,998 184,069,768 117,797,031 103,111,302 43,446,357 29,834,783 29,384,694 16.2

    Categora Presupuestal 9002:

    ASIGNACIONES PRESUPUESTARIAS

    QUE NO RESULTAN EN

    PRODUCTOS 89,054,072 79,417,866 60,068,922 56,313,814 19,183,212 14,893,882 14,548,932 18.8

    Producto/Proyecto 3999999: SIN

    PRODUCTO 89,054,072 78,956,466 59,672,222 55,968,714 18,948,512 14,893,882 14,548,932 18.9

    Atencin de

    Compromiso

    Mensual

    Devengado Girado

    03: PLANEAMIENTO, GESTION Y

    RESERVA DE CONTINGENCIA 12,697,709 12,768,539 10,389,463 9,764,824 5,294,669 2,464,406 2,271,634 19.3

    11: PESCA 39,697,847 38,867,787 29,567,483 28,407,853 8,099,117 7,699,689 7,611,812 19.8

    14: INDUSTRIA 28,414,957 18,849,781 11,559,947 9,682,478 3,417,074 2,592,135 2,549,579 13.8

    24: PREVISION SOCIAL 8,243,559 8,470,359 8,155,328 8,113,559 2,137,652 2,137,652 2,115,907 25.2

    Sector 38: PRODUCCION 491,101,272 565,425,868 258,591,855 224,795,412 124,986,104 89,694,284 86,775,857 15.9

    Pliego 038: MINISTERIO DE LA

    PRODUCCION 259,746,898 268,545,284 140,997,099 123,125,477 62,679,411 44,745,634 43,890,765 16.7

    Unidad Ejecutora 001-1086:

    MINISTERIO DE LA PRODUCCION 177,642,998 184,069,768 117,797,031 103,111,302 43,446,357 29,834,783 29,384,694 16.2

    Categora Presupuestal 9002:

    ASIGNACIONES PRESUPUESTARIAS

    QUE NO RESULTAN EN

    PRODUCTOS 89,054,072 79,417,866 60,068,922 56,313,814 19,183,212 14,893,882 14,548,932 18.8

    Producto/Proyecto 3999999: SIN

    PRODUCTO 89,054,072 78,956,466 59,672,222 55,968,714 18,948,512 14,893,882 14,548,932 18.9

    Funcin 11: PESCA 39,697,847 38,867,787 29,567,483 28,407,853 8,099,117 7,699,689 7,611,812 19.8

    Atencin de

    Compromiso

    Mensual

    Devengado Girado

    5003600: APLICACION DE

    SANCIONES Y DECLARACION DE

    CADUCIDAD DE LAS ACTIVIDADES

    PESQUERAS Y ACUICOLAS 4,359,353 4,164,599 2,759,479 2,649,179 940,745 796,825 791,569 19.1

    5003609: AUTORIZACION PARA LA

    EXTRACCION Y PROCESAMIENTO

    DE RECURSOS HIDROBIOLOGICOS

    DE CONSUMO HUMANO DIRECTO 3,403,804 3,913,640 3,517,009 3,244,607 773,595 757,133 752,359 19.3

    5003625: DESARROLLO DE

    SOSTENIBILIDAD PESQUERA 2,487,437 2,438,998 1,934,058 1,756,591 660,149 609,807 609,284 25.0

    5003702: PROTECCION,

    CONSERVACION Y CONTROL DE

    LOS RECURSOS HIDROBIOLOGICOS

    Y PRODUCTOS PESQUEROS PARA

    CHI. 3,277,986 3,153,583 2,256,234 2,218,973 684,576 631,002 628,068 20.0

    5003718: SUPERVISION Y

    FISCALIZACION EN MATERIA

    PESQUERA Y ACUICOLA 21,561,617 21,144,057 16,935,570 16,482,565 4,400,038 4,317,058 4,245,385 20.4

    5004583: CONDUCCION DE

    POLITICAS, PLANES, ESTUDIOS

    ECONOMICOS Y PROGRAMAS EN

    MATERIA PESQUERA Y ACUICOLA 4,607,650 4,052,910 2,165,134 2,055,939 640,014 587,863 585,148 14.5

    Ao de Ejecucin: 2015

    Incluye: Actividades y Proyectos

    Actividad / Accin de Inversin

    / ObraPIA PIM Certificacin

    Compromiso

    Anual

    Ejecucin

    Avance

    %

    Funcin PIA PIM CertificacinCompromiso

    Anual

    Ejecucin

    Avance

    %

  • Revista Pesca Mayo 2015 7

  • Revista Pesca Mayo 2015 8

    EL COLAPSO DE LOS PECES FORRAJEROS, UN CAMINO SIN RETORNO

    NOTA DE PESCA

    La anchoveta peruana es un pez de los denominados

    forrajeros, por lo cual las afirmaciones de este artculo le

    son igualmente aplicables. Necesitamos entender el con-

    cepto de enfoque ecosistmico para aplicarlo en las me-

    didas de administracin y regulacin.

    Los cientficos saben desde hace tiempo de las grandes

    fluctuaciones en la abundancia de peces forrajeros, in-

    cluyendo el colapso peridico de la poblacin, pero no

    haban averiguado si estos colapsos eran totalmente na-

    turales o si estaban relacionados con la pesca.

    Un nuevo estudio muestra que la pesca probablemente

    empeora el colapso de la poblacin de especies de peces

    forrajeros, entre ellos arenques, anchoas y sardinas. Al-

    gunas de las pesqueras ms grandes del mundo se diri-

    gen a estas especies y estos peces "cebo" son tambin

    una importante fuente de alimento para los animales

    marinos ms grandes, como el salmn, el atn, las aves

    marinas y las ballenas.

    Los cientficos saben desde hace tiempo de las grandes

    fluctuaciones en la abundancia de peces forrajeros, in-

    cluyendo el colapso peridico de la poblacin, pero no

    haban averiguado si estos colapsos eran totalmente na-

    turales o si estaban relacionados con la pesca. Esta in-

    vestigacin, cuyas conclusiones se publican este lunes en

    'Proceedings of the National Academy of Sciences', impli-

    ca la pesca en el colapso de las poblaciones de peces

    forrajeros y recomienda herramientas de gestin basa-

    das en el riesgo que pueda monitorizar los nmeros de

    la pesca y suspender la pesca cuando sea necesario.

    "Hemos identificado la marca de la pesca sobre las fluc-

    tuaciones de la poblacin, detectando que la pesca hace

    que los mnimos de los ciclos de la poblacin sean ms

    profundos. Esto es especialmente importante dado el

    papel vital que desempean estas especies en las redes

    alimentarias", alerta el autor Tim Essington, profesor de

    Ciencias Acuticas y Pesca de la Universidad de Was-

    hington, en Estados Unidos. Al igual que con otros estu-

    dios, esta investigacin sugiere que la gestin preventiva

    puede ser particularmente importante con los peces fo-

    rrajeros.

    Pero este trabajo va ms all, utilizando simulaciones

    para analizar una estrategia de gestin especfica: la sus-

    pensin de la pesca cuando una poblacin se reduce a

    menos de la mitad de su media a largo plazo.

    As, vieron que esta estrategia evitara el 64 por ciento

    de los colapsos, pero reducira la captura media slo un

    2 por ciento en el largo plazo. "La buena noticia es que

    encontramos que las estrategias simples pueden evitar el

    peor de los impactos ecolgicos, con poco costo para la

    pesca", destaca Essington. "La aplicacin generalizada

    de este tipo de estrategias sostendra los beneficios que

    las personas obtienen de los peces forrajeros permitien-

    do al mismo tiempo la pesca sostenible", insiste.

    Essington, tambin miembro del 'Pew Charitable Trusts',

    la organizacin que financi esta investigacin, y sus co-

    legas revisaron un gran conjunto de datos mundial de 55

    poblaciones de peces forrajeros. De ellas, 27 haban su-

    frido un colapsado en algn momento, lo que significa

    que haban cado a un cuarto o menos de su promedio

    de biomasa. Para investigar si la pesca estaba involucra-

    do, los cientficos analizaron dos cuestiones. En primer

    lugar, que estaba ocurriendo antes y durante el colapso,

    detectando que la pesca fue particularmente intensa,

    alrededor de entre un 50 y un 200 por ciento mayor que

    la tasa media. La tasa de crecimiento de la poblacin fue

    cayendo en picado, al mismo tiempo, pero esta cada

    podra explicar slo un pequeo nmero de la disminu-

    cin.

  • Revista Pesca Mayo 2015 9

    Ese patrn sugiere que la pesca provoca un desencade-

    namiento o una exacerbacin de la disminucin de estas

    poblaciones, pero que es slo una pieza de evidencia. As

    que los investigadores se plantearon la posibilidad de

    que estos colapsos sigan un patrn esperado como parte

    de un ciclo natural, para lo cual compararon la reserva

    de las poblaciones de peces forrajeros con otros 'stocks'

    que no se pescan.

    Sin embargo, no existen datos fiables, a largo plazo para

    hacer un seguimiento de la abundancia de las reservas

    no explotadas. Los investigadores compararon entonces

    las fluctuaciones de peces forrajeros con simulaciones de

    las fluctuaciones aleatorias naturales. Para generar estas

    simulaciones, utilizaron las magnitudes y frecuencias de

    fluctuacin en cada una de las 55 poblaciones en el con-

    junto de datos.

    De esta manera, produjeron 1.000 simulaciones basadas

    en la suposicin de que las 55 poblaciones fluctuaron al

    azar, pero con la misma amplitud y la frecuencia obser-

    vada en los datos reales. As, encontraron que los colap-

    sos fueron ms comunes en las poblaciones reales que

    en el 97 por ciento de las simulaciones, llevndoles a la

    conclusin de que la pesca es un probable contribuyente

    de la disminucin de los peces forrajeros.

    Fuente:

    http://www.ecoticias.com/naturaleza/102124/colapso-peces-forrajeros-camino-retorno

    si la poblacin humana sigue creciendo sin freno, no habr solucin que funcione;

    en un escenario de tal crecimiento de la poblacin, solo nos puede salvar el azar. En

    efecto, con una produccin de alimentos terrestres que hoy alcanza el lmite de sus

    posibilidades, el ocano es, en cierto sentido, la ltima opcin, la nica forma que

    nos queda a los seres humanos de convertir la mayor parte de la biomasa del mun-

    do y de la energa del sol en mayor cantidad de seres humanos. El futuro del creci-

    miento de la humanidad depende en gran medida de cmo gestionemos los mares

    y ocanos

    En un mundo donde cada vez se reducen ms las fuentes de alimentos, no nos po-

    demos permitir peces que para producir 1 kilo de carne comestible necesiten ms

    comida que la que necesitan nuestros animales terrestres ms eficientes. Los pe-

    ces, por su propia naturaleza, deben ser ms eficientes que los animales terrestres:

    no tiene necesidad de calentarse ni de luchar contra la gravedad

    Paul Greenberg

    Cuatro Peces

  • Revista Pesca Mayo 2015 10

    Una liberacin de dixido de carbono desde las profun-

    didades del ocano ayud a poner fin a la ltima glacia-

    cin, segn concluye un nuevo estudio dirigido por la

    Universidad de Southampton, en Reino Unido, y que se

    publica en 'Nature'.

    El estudio muestra que el carbono almacenado en un

    depsito aislado en las profundidades del Ocano Aus-

    tral volvi a unirse a la atmsfera, lo que condujo a un

    aumento en el CO2 atmosfrico y el incremento de las

    temperaturas globales. El hallazgo da a los cientficos

    una idea de cmo el ocano afecta el ciclo del carbono y

    el cambio climtico.

    Los niveles de CO2 atmosfrico fluctan desde alrede-

    dor de 185 partes por milln (ppm) durante las edades

    de hielo a alrededor de 280 ppm durante los periodos

    ms clidos como el de hoy, denominados interglacia-

    res. Los ocanos contienen actualmente aproximada-

    mente 60 veces ms carbono que la atmsfera y ese

    carbono puede intercambiarse rpidamente (desde el

    punto de vista geolgico) entre estos dos sistemas

    (atmsfera y ocano).

    VARIACIONES NATURALES

    El coautor principal, Miguel Martnez-Bot, de la Uni-

    versidad de Southampton, dice: "La magnitud y la rapi-

    dez de los cambios en el CO2 atmosfrico a travs de

    los ciclos de la edad de hielo sugiere que los cambios en

    el almacenamiento del carbono ocenico son importan-

    tes impulsores de las variaciones naturales del CO2 at-

    mosfrico".

    "Nuestros resultados apoyan la teora de que una se-

    rie de procesos que operan en el sector meridional del

    Atlntico, Pacfico e ndico, una regin conocida como el

    Ocano Austral, cambian la cantidad de carbono alma-

    cenado en la mar profunda. Mientas una disminucin en

    la comunicacin entre capa profunda del mar y la

    atmsfera en esta regin potencialmente encierra car-

    bono lejos de la atmsfera en el abismo de las edades

    de hielo, ocurre lo contrario durante los periodos inter-

    glaciales clidos", detalla.

    CONCHAS MARINAS

    Este equipo internacional de expertos, que incluye a

    acadmicos de la Universidad de Southampton, la Uni-

    versidad Autnoma de Barcelona y la Universidad Nacio-

    nal de Australia, estudi la composicin de carbonato

    clcico en las conchas de organismos marinos antiguos

    que habitaron la superficie del ocano hace miles de

    aos con el fin de rastrear su contenido de carbono.

    Gianluca Marino, de la Universidad Nacional de Aus-

    tralia y anteriormente en la Universidad Autnoma de

    Barcelona, aade: "Hemos encontrado que las altas

    concentraciones de CO2 disuelto en las aguas superfi-

    ciales del Ocano Atlntico sur y el este del Pacfico

    ecuatorial coincidieron con las subidas en el CO2 at-

    mosfrico al final de la ltima edad de hielo, lo que su-

    giere que estas regiones actuaron como fuentes de CO2

    a la atmsfera".

    "De la misma forma que los ocanos han almacenado

    alrededor del 30 por ciento de las emisiones de combus-

    tibles fsiles del hombre en los ltimos cien aos ms o

    menos, nuestro nuevo dato confirma que las variaciones

    LOS OCANOS AYUDARON A PONER FIN A LA LTIMA EDAD DE HIELO

  • Revista Pesca Mayo 2015 11

    naturales en el CO2 atmosfrico entre las edades de

    hielo y los periodos interglaciares clidos son impulsa-

    das en gran medida por los cambios en la cantidad de

    carbono almacenado en nuestros ocanos", aade el

    doctor Gavin Foster, de la Universidad de Southampton.

    "Aunque nuestros resultados apoyan el papel primor-

    dial de los procesos del Ocano Austral en estos ciclos

    naturales, todava no conocemos la historia completa y

    otros procesos que operan en otras partes del ocano,

    como el Pacfico Norte, que puede tener un papel adi-

    cional", concluye.

    Fuente

    http://madridpress.com/not/184656/-los-oceanos-ayudaron-a-poner-fin-a-la-ultima-lsquo-edad-de-hielo-rsquo-/

    SOBREEXPLOTADA Y MAL GESTIONADA: PUEDE INDONESIA CAMBIAR SU PESCA?

    By: Melati Kaye, Mongabay.org Special Reporting Initiative Fellow

    Traduccin de Maria Angeles Salazar Rustarazo

    A tale of two fish: deep challenges ahead for Indonesia's fish-

    ery managers

    Part I - Cyanide fishing and foreign bosses off Su-

    lawesi's coast

    Part II - Boom but mostly bust: fighting over sardines in

    Indonesia's Bali Strait

    Part IV - Seafood apartments and other experiments in

    fixing Indonesia's fisheries

    Si lo comparamos con los ministerios martimos del re-

    sto del mundo, el Ministerio de Asuntos Martimos y Pe-

    sca de Indonesia (MMAF por sus siglas en ingls) es un

    novato adolescente.

    Este rgano rector se cre hace tan solo 13 aos algo

    sorprendente para un pas formado por dos tercios de

    agua y donde muchos de los 250 millones de habitantes

    dependen de la pesca para su alimentacin y sus in-

    gresos.

    Por qu ha hecho falta tanto tiempo para que los indo-

    nesios que se dedican a la pesca tengan su propio mi-

    nisterio? Durante los 35 aos de mandato del destituido

    dictador Suharto, todo el poder y el estatus se concen-

    traron en la lite urbana y militar de Java. Las islas del

    exterior y los pueblos costeros, donde viven la mayora

    de los marineros, permanecieron olvidados. En la actua-

    lidad, uno de cada dos indonesios vive con menos de

    dos dlares al da, segn los clculos del Banco Asitico

    de Desarrollo, y los ms pobres viven en las regiones de

    los arrecifes de Maluku y Papa.

    Sin embargo, desde que la ola de descentralizacin se

    estableciera en la Indonesia post- Suharto, el recin es-

    trenado MMAF ha intentado recuperar el tiempo perdi-

    do.

    Hasta ahora, esta descentralizacin aplicada a la pes-

    ca se ha traducido en medidas como la de aumentar las

    patrullas del gobierno, que estn abrumadas, con traba-

    jadores contratados localmente; construir arrecifes arti-

    ficiales en las zonas eliminadas; repoblar de almejas gi-

    gantes el fondo del mar; y ofrecer crditos a los pesca-

    dores para que construyan barcos ms grandes y equi-

    pados con GPS que les permitan adentrarse en el Oca-

    no ndico y perseguir bancos de peces ms grandes.

    Todo es admirable, afirma la biloga marina de la Uni-

    versidad de Hong Kong, Yvonne Sadovy. Sin embargo,

    no es ni de cerca suficiente para llegar a la raz de la

    crisis: la explotacin de las especies y las prcticas me-

    dioambientalmente destructivas.

  • Revista Pesca Mayo 2015 12

    Sadovy, experta en los peces del arrecife del sureste

    asitico, est cansada de or a los gobiernos de la regin

    dar cualquier solucin excepto la de una mejor gestin,

    afirmando que la maricultura va a solucionar el proble-

    ma. Las zonas martimas protegidas van a solucionar el

    problema. Los corales artificiales y la repoblacin van a

    solucionar el problema. Cualquier cosa menos una ges-

    tin slida y de base.

    An as, Sadovy y otros expertos estn convencidos de

    que solo un enfoque de gestin holstico y basado en el

    ecosistema podra restablecer la pesca de Indonesia pa-

    ra que fuera sostenible. El Ministerio est empezando a

    captar el mensaje, como se ha visto en una serie de ini-

    ciativas recientes de gran alcance que han emprendido

    con la colaboracin de una ONG internacional.

    Para atajar el problema de forma sistemtica hace falta

    un proceso de tres pasos. Primero, el gobierno tiene

    que medir el alcance de la sobrepesca y la destruccin

    de hbitats con estadsticas de referencia fiables. A con-

    tinuacin, debera situar esas cifras en contexto con una

    comprensin ms matizada de las diferentes interaccio-

    nes entre especies en la red general de la vida ocenica.

    Por ltimo, los directores deben disear lmites de pesca

    prudentes y regulados de forma efectiva, adems de

    zonas sin pesca.

    Un trabajador del ministerio de pesca

    del puerto de Muncar sostiene muestras

    de sardinas lemuru demasiado pequeas

    en una visita a un cerquero que acaba

    de llegar a puerto. Copyright de la foto

    2014 Melati Kaye.

    Unos cerqueros emparejados arrastran las redes durante la noche

    en el Estrecho de Bali con ayuda de un barco atado a su lado. Los

    oficiales regionales del ministerio de pesca afirman que estn in-

    tentando acabar con la prctica de unir distintas embarcaciones

    con una sola licencia. Copyright de la foto 2014 Melati Kaye.

  • Revista Pesca Mayo 2015 13

    Estos pasos son fciles de enumerar, pero cada uno su-

    pone un desafo en s mismo. Por ejemplo, pensemos en

    los datos de referencia sobre la importante pesca de sar-

    dinas en Indonesia que se centran en el puerto cerquero

    de Muncar, al este de Java. Para poder comprender real-

    mente la poblacin de sardinas, los investigadores tendr-

    an que sondear el mar con localizadores y redes de

    muestra para los peces. An as, hasta ahora, investiga-

    ciones de campo como estas por parte del gobierno son

    ms escasas en Muncar que el fenmeno de El Nio, que

    sucede como mucho una vez cada diez aos.

    Entre estos estudios tan intermitentes, los clculos oficia-

    les de la captura de sardinas dependen de los informes

    de los propios pescadores y de las porciones de pescado

    que los oficiales del puerto sacan de las cestas de sardi-

    nas dirigidas a las conserveras locales. De modo que si

    no pasa ningn taxista en bicicleta transportando pesca-

    do cerca de la oficina del puerto, nunca se llega a recon-

    tar el pescado.

    Tampoco se recuentan los lbridos ni los meros que se

    pescan vivos y pasan rpidamente de los arrecifes de

    Sulawesi a los banquetes de Hong Kong. Segn afirma

    Sadovy, a menudo se etiquetan como pescado de roca

    para evitar las restricciones en las importaciones.

    Estas omisiones tienen importancia ms all de lo mera-

    mente econmico. Sus amplios efectos en el conjunto de

    la compleja red de vida ocenica son igual de importan-

    tes: el segundo elemento del camino de tres pasos para

    conseguir una gestin sostenible de la pesca. Recortando

    la poblacin de pescado morralla, como las sardinas, en

    la base de la cadena alimenticia, o de los depredadores

    de la cima, como el mero, los pescadores se arriesgan a

    desatar efectos en cadena en todo el ecosistema.

    Por no mencionar los daos colaterales que sufre el

    medioambiente. El cianuro que se emplea para adorme-

    cer a los peces de los arrecifes y capturarlos con vida

    (por un precio ms caro), tambin hace que las algas

    simbiticas que viven en el coral abandonen a sus hus-

    pedes plipos con caparazn.

    Frenar estas tcnicas de pesca tan destructivas en los

    ocho millones de quilmetros cuadrados de la zona ex-

    clusiva econmica (ZEE) de Indonesia no es una tarea

    fcil y nadie lo sabe mejor que Johnny Banjarnahor. Es

    el lder de 27 patrullas martimas contra la pesca ilegal

    del MMAF, componente clave para el cumplimiento de la

    ley como es la fase culminante del plan de tres pasos

    para la pesca sostenible.

    No tenemos suficientes barcas y las que tenemos son

    demasiado pequeas, suspira Banjarnahor. Cuando el

    oleaje est tranquilo, vigilamos las aguas ms all de la

    ZEE en busca de traineras y palangreros extranjeros ile-

    gales. Cuando el tiempo est revuelto, nos quedamos

    cerca de las islas, buscando a los que lanzan cianuro y

    bombardean el arrecife. No tenemos nada para combatir

    los barcos extranjeros ms grandes que pueden aden-

    trarse en el mar cuando el oleaje est revuelto, y los

    Unos 55 hombres tripulan las parejas de cerque-

    ros en el estrecho de Bali. Despus de que cada

    uno de ellos reciba una bolsa de plstico con su

    porcin de la captura, se vende lo que queda a

    las conserveras. Copyright de la foto 2014

    Melati Kaye.

  • Revista Pesca Mayo 2015 14

    pescadores furtivos nacionales, que ya conocen nuestras

    barcas, desaparecen cuando nos acercamos.

    De manera que la propuesta contradictoria de dar a los

    pescadores nacionales barcos ms grandes y de mayor

    alcance para que compitan con los intrusos internaciona-

    les es contraproducente segn Jeremy Prince, jefe de

    cientficos de la Nature Conservancy sobre evaluacin en

    el recuento de peces.

    En lugar de intentar aumentar la produccin de pescado

    construyendo ms barcos, afirma Prince, el nico cami-

    no para Indonesia en estos momentos para mantener la

    captura a largo plazo es, paradjicamente, si la cantidad

    de pesca se reduce y se permite que las poblaciones se

    recuperenel equivalente martimo a los recortes de

    austeridad econmica.

    El pescado capturado con el uso de dinamita llega al puerto en Makassar, al sur de Sulawesi. La sabidura local dice que hay claros signos del uso de dinamita como estmagos desgarrados y el color rojo en los ojos de los peces. Los pescadores que trabajan con bombas pueden capturar ms pescado en mucho menos tiempo que los pescadores que trabajan con redes tra-dicionales o anzuelo y sedal. Copyright de la foto 2014 Melati Kaye.

    Prince admite que, al igual que sucede con la extendida

    austeridad econmica, los recortes martimos se conse-

    guiran ms fcilmente en pocas de bonanza que en

    tiempos de escasez.

    Es mucho ms fcil de hacer cuando los pescadores son

    ricos y pueden sobrevivir un tiempo sin pescar o pescan-

    do menos, o cuando hay un sistema de bienestar fuer-

    te, apunta. Pero no hay ningn gobierno democrtico

    que pueda pedir a la gente que se muera de hambre pa-

    ra que haya ms pescado en el futuro.

    Sin embargo, esta fue la propuesta principal que recibi

    el Centro de Investigacin para la Gestin de la Pesca y

    la Conservacin de Recursos del gobierno de Indonesia

    en su primera evaluacin regional basada en el ecosiste-

    ma, llevada a cabo el ao pasado para el Estrecho de

    Bali en Muncar.

    Purwanto, investigador veterano en el equipo de vigilan-

    cia del gobierno, no esconde el primer requisito del sec-

    tor de la pesca de sardinas: controlar el trabajo de pes-

    ca y desarrollar fuentes alternativas de ingresos durante

    los aos de escasez.

    Este informe est guardado en la biblioteca del MMAF de

    Yakarta, donde proporcionar amplios puntos de discu-

    sin en las prximas negociaciones anuales sobre pesca

    entre las dos provincias que flanquean el estrecho donde

    estn las sardinas, Java y Bali.

    Todava no se han filtrado los descubrimientos a los tra-

    bajadores de base como Pujo Hartanto, que lidera la di-

    visin de pesca en Banyuwangi, justo sobre Muncar. Sin

    embargo, su instinto y su larga experiencia le dicen que

    debe diversificar la produccin y prepararse tanto para

    aos de bonanza como de escasez.

    La produccin de pescado flucta, no podemos contra-

    larla, concede. Pero si los pescadores no van al mar,

    por lo menos pueden criar gambas en operaciones de

    acuicultura. Espera que, a nivel local, se limiten el uso

    de focos y refugios temporales para atraer a los peces,

    mientras adapta acuarios de gambas locales para al-

    quilrselos a pescadores que quieran una fuente de in-

    gresos alternativa.

  • Revista Pesca Mayo 2015 15

    Sus homlogos balineses tienen que recurrir a una solu-

    cin an ms holstica en Jembrana, al otro lado del

    estrecho: han replantado acuarios de gambas abandona-

    dos con mangles para impulsar la restauracin de la di-

    versidad de especies. Con el mismo objetivo, los habitan-

    tes de Pemuteran, en la costa del norte de Bali, han

    construido (con ayuda tcnica alemana y estadouniden-

    se) uno de los sistemas de arrecifes artificiales ms gran-

    des del mundo.

    En la proteccin del arrecife de la Baha de Permuteran

    se encuentran algunas de las patrullas con el aspecto

    ms eclctico del mundo. Navegan en embarcaciones de

    fibra de vidrio con las gafas de sol que parecen universa-

    les para todos los policas, pero las combinan con las cin-

    tas bermelln para la cabeza y los sarong a cuadros tra-

    dicionales en los pecalang, balineses, o guardianes del

    templo.

    Son parte de una iniciativa del MMAF para complementar

    la capacidad limitada de las patrullas con nuevos em-

    pleados irregulares locales. Grupos similares de agentes

    auxiliares llenan las costas de las Malukus y las Lombok

    y se planea que haya ms por todo el archipilago.

    Los primeros indicadores muestran que los pecalang de

    Pemuteran deben de estar haciendo algo bien. Los delfi-

    nes, que haban abandonado la baha despus del arran-

    que de los bombardeos al coral, han vuelto en grupos en

    los ltimos cinco aos.

    (Este artculo se public en Mongabay.org bajo el pro-

    grama de reportaje especial Reporting Initiatives (SRI)

    program y puede ser publicado en su pgina web, revis-

    ta, boletn o diario con las con las siguientes condicio-

    nes)

    Fuente

    http://es.mongabay.com/news/2015/es0722-sri-kaye-tale-of-two-fish-

    part-3.html

    Los pescadores descargan la captura de la sema-na en un puerto en Makassar. Copyright de la fo-to 2014 Melati Kaye.

    Una poltica de Estado es todo aquello que un gobierno desea implementar en forma

    permanente, para que trascienda a travs del tiempo sin que se vea afectada por uno

    o varios cambios de gobierno. La poltica de gobierno dura mientras est vigente el

    gobierno que la concibi, mientras que la poltica de Estado obedece a un inters fun-

    damental, por lo que debe conservarse en forma permanente.

  • Revista Pesca Mayo 2015 16

    Un equipo internacional de cientficos ha utilizado

    las tcnicas de los satlites espaciales para controlar

    la acidificacin del ocano. Se trata de un nuevo en-

    foque sobre el estudio de los mares, publicado en

    'Environmental Science and Technology', con el que

    se puede realizar un monitoreo remoto de grandes

    extensiones de ocano inaccesible de los satlites

    que orbitan a ms de 700 kilmetros por encima de

    la Tierra.

    Cada ao ms de un cuarto de las emisiones mun-

    diales de CO2 de la quema de combustibles fsiles y

    la produccin de cemento son absorbidos por los

    ocanos. Este proceso genera una mayor acidez en

    el agua, lo que hace que la vida sea ms dura para

    algunas especies marinas. El aumento de las emisio-

    nes de CO2 y el aumento de la acidez del agua de

    mar en el prximo siglo tienen, segn han explicado

    los expertos, el potencial de devastar algunos eco-

    sistemas marinos, por eso se considera "crucial" lle-

    var un estudio detallado de estos datos.

    En este trabajo son investigadores de la Universidad

    de Exeter, Plymouth Marine Laboratory, Instituto

    Francs de Investigacin para la Explotacin del Mar

    (IFREMER), la Agencia Espacial Europea (ESA) y un

    equipo de colaboradores internacionales, los que

    estn desarrollando nuevos mtodos que les permi-

    tan monitorear la acidez de los ocanos desde el

    espacio.

    El aumento de las emisiones de CO2 y el aumento

    de la acidez del agua de mar en el prximo siglo tie-

    nen el potencial de devastar algunos ecosistemas

    marinos

    El director de la investigacin, Jamie Shutler, ha se-

    alado que "los satlites pueden llegar a ser cada

    vez ms importantes para el control de la acidifica-

    cin del ocano, especialmente en aguas remotas,

    como el rtico". Shutler ha indicado que este estu-

    dio es "pionero" y su objetivo es monitorear gran-

    des reas de los ocanos de la Tierra "para identifi-

    car de manera rpida y fcil las reas de mayor

    riesgo de la creciente acidificacin".

    Los mtodos actuales de medicin de temperatura y

    salinidad para determinar la acidez se limitan a ins-

    trumentos 'in situ' y mediciones tomadas de los bu-

    ques de investigacin. Este enfoque limita la toma

    de muestras a las pequeas reas del ocano,

    adems los buques de investigacin son muy caros

    de mantener y operar.

    Estas nuevas 'tcnicas espaciales' utilizan las cma-

    ras trmicas de los satlites para medir la tempera-

    tura del ocano, mientras que los sensores de mi-

    croondas miden la salinidad. En conjunto, estas me-

    diciones se pueden utilizar para evaluar la acidifica-

    cin del ocano ms rpidamente y ms reas mu-

    cho ms grandes de lo que ha sido posible antes.

    Otro de los autores, Peter Land, ha precisado que

    existe "un nmero de satlites capaces de realizar

    este trabajo", entre los que se incluye el sensor de

    la ESA SMOS, lanzado en 2009, o el satlite Aqua-

    rius de la NASA, lanzado en 2011.

    Land tambin ha sealado que el desarrollo de la

    tecnologa y la importancia de supervisar la acidifi-

    cacin del ocano acabarn por aumentar el desa-

    rrollo de nuevos sensores de los satlites en los

    prximos aos.

    Fuente http://www.iagua.es/noticias/ep/15/02/17/utilizan-tecnicas-satelites-espaciales-observar-acidificacion-oceano

    TCNICAS SATELITALES PARA OBSERVAR LA ACIDIFICACIN DEL OCANO

  • Revista Pesca Mayo 2015 17

    Texto: David Losa. Fotos: Oceana.

    Hace una dcada era solo la reivindicacin de un puado

    de cientficos, pero los niveles de basura en los ocanos

    son hoy tan evidentes y sus consecuencias tan graves

    que ya asustan a Gobiernos e instituciones supranacio-

    nales. Grandes concentraciones de todo tipo de residuos,

    en las superficies y en los fondos marinos, condicionan el

    funcionamiento de los ecosistemas y matan a millones

    de animales, mientras seguimos ensuciando las playas

    y en ltimo trmino los mares como si la cosa no fuera

    con nosotros. Este verano, si te baas en el mar, recuer-

    da que, bajo tus pies, se est fraguando un enorme dra-

    ma del que tambin eres cmplice.

    LA BASURA AHOGA A LOS MARES

    Cuando llega el verano invadimos las playas. El calor

    aprieta y nada mejor que acercarse a la costa y disfrutar

    del mar, ese regalo de la naturaleza que hemos degrada-

    do hasta convertirlo en un vertedero. Exagerado? La

    basura marina est matando hoy ms animales que el

    cambio climtico, asegur recientemente el bilogo nor-

    teamericano Mike Moore, uno de los primeros en docu-

    mentar, en la dcada de los 80, el desastre que se esta-

    ba gestando. Estos das, Moore se prepara para afrontar

    el reto de volver a calibrar la magnitud real del problema

    en su punto ms crtico, la gran sopa de plstico del

    Pacfico, la mayor concentracin de basura marina del

    mundo con una extensin de, al menos, 1,5 millones de

    km2, tres veces la superficie de Espaa.

    Segn el Programa de Naciones Unidas para el Medio

    Ambiente (PNUMA), cada ao acaban en el mar unos 6,4

    millones de toneladas de residuos generados por el hom-

    bre, una cantidad que no para de aumentar y que est

    creando un desastre ecolgico global, aunque, por sus

    caractersticas, difcil de medir. De hecho, pese a que

    algunos cientficos como Moore llevan dcadas denun-

    cindolo, no fue hasta principios de este siglo cuando la

    mayora de las organizaciones ambientalistas, ms cen-

    tradas hasta entonces en los vertidos qumicos e indus-

    triales, comenzaron a denunciar la invasin de desechos

    en los ocanos.

    Hay dos cuestiones bsicas a la hora de analizar el pro-

    blema de las basuras en el mar: qu tipo de residuos son

  • Revista Pesca Mayo 2015 18

    y de dnde proceden. Las respuestas, en ambos casos,

    estn ya bastante claras. Segn varios estudios, el 80%

    de la basura marina, tanto de la superficie como de los

    fondos, viene de tierra, confirma Tania Montoto, res-

    ponsable del rea de Mar y Litoral de Ecologistas en Ac-

    cin, que especifica la procedencia: de aguas residuales

    que se vierten sin depuracin alguna, de lo que baja de

    los ros y, sobre todo, de la basura que se genera en las

    propias costas y que acaba tragndose el mar.

    Una vez fagocitados por los ocanos, los residuos son

    transportados segn las dinmicas naturales marinas,

    condicionadas sobre todo por las corrientes. Por ejemplo,

    una parte de la basura vertida, de carcter orgnico, no

    llega muy lejos. Es el caso de los vertidos fecales, se

    quedan en las aguas costeras, y al tener muchos nu-

    trientes hacen que se disparen poblaciones de medusas,

    algas o bivalvos, alterando el ecosistema, aunque tam-

    bin pueden provocar brotes de gastroenteritis por in-

    gesta accidental en humanos, como ha ocurrido estos

    ltimos aos, por ejemplo, en la playa grancanaria de

    Bocabarranco, lamenta la especialista de Ecologistas en

    Accin, natural de estas islas.

    De todo, en todas partes

    Mar adentro, el inventario de objetos es infinito. Algunas

    veces se encuentra en concentraciones escandalo-

    sas, depositada en lugares recnditos, como explica Pi-

    lar Marn, cientfica marina de Oceana, organizacin in-

    ternacional centrada en la conservacin de los ocanos:

    De las expediciones que hacemos para documentar la

    vida marina, lo que ms nos sorprende es que

    aun bajando a ms de 1.000 metros de profundidad,

    donde casi se desconoce la vida marina, encontramos

    todo tipo de basura. Latas, bicicletas, lavadoras En al-

    gunos caones submarinos se acu-

    mulan miles de botellas de plsti-

    co, que llegan ah, por supuesto,

    desde las costas.

    Un ambicioso informe, publicado

    por la revista cientfica PLOS ONE,

    y en el que han participado duran-

    te una dcada 16 instituciones eu-

    ropeas, entre ellas el Institut de

    Cincies del Mar de Barcelona,

    confirmaba el pasado abril los peo-

    res augurios: hay basura en todos

    los estratos del mar, flotando a 35

    metros de la costa y en profundsi-

    mos caones a 2.000 kilmetros

    del litoral. Si nos centramos en la

    tipologa de los residuos, lo ms

    comn han sido bolsas de plstico,

    botellas de vidrio y artes de pesca

    como lneas y redes. En gene-

    ral, el plstico, en todas sus for-

    mas, signific el 41% del total re-

    cogido, los residuos derivados de

    la pesca el 34%, ms un 4% me-

    tal, un 7% vidrio y un 13% forma-

    do por un panach de basura en el

  • Revista Pesca Mayo 2015 19

    que se encontraban objetos de madera, papel, ropa,

    cermica, aparatos tecnolgicos, etc.

    El plstico no solo es el residuo ms comn, tambin es

    el ms daino. Ese gran invento del siglo XX que pro-

    meta cambiar nuestras vidas, es ahora la mayor amena-

    za del medio marino. Pero, por qu es tan perjudicial la

    presencia de plsticos en el mar? Por un lado, su degra-

    dacin es muy lenta, entre 30 y 60 aos en el caso de

    las bolsas y entre 300 y 500 aos si se trata de botellas

    o tapones. En segundo lugar, y esto lo hace ms peligro-

    so que el metal o el vidrio, pese a que estos se degradan

    ms lentamente, los plsticos, en su permanente deriva

    marina, se van desintegrando en trozos casi impercepti-

    bles que colonizan superficies muy extensas.

    Como explica Estbaliz Lpez-Samaniego, responsable del

    rea Tcnica e I+D de la asociacin Vertidos Cero: lo

    que caracteriza a los llamados grandes vertederos mari-

    nos como la gran sopa de plstico del Pacfico u otros

    similares es la enorme concentracin de microplsticos o

    partculas de plstico de menos de un milmetro, hasta el

    punto de que llega incluso a ser superior a la concentra-

    cin de plancton, el principal alimento de muchas espe-

    cies.

    As es gracias al efecto de arrastre causado por los vrti-

    ces fuertes flujos turbulentos, que deja en el centro de

    las corrientes enormes superficies de aguas calmas

    adonde van a parar toneladas de residuos procedentes

    de lugares a miles de kilmetros, desde microplsticos

    superficiales hasta la basura ms pesada, que suele que-

    darse en los fondos, pasando por miles de botellas, la-

    tas, envases, etc.

    Sin embargo, como adverta Lpez-Samaniego, los mi-

    croplsticos son los que conllevan efectos ms pernicio-

    sos, ya que en su fotodegradacin concentran sustancias

    altamente nocivas que van a parar a numerosas especies

    que acaban digiriendo este veneno en cadena, desde el

    zooplancton hasta los grandes peces o las aves pescado-

    ras, y posiblemente, en ltima instancia, el ser huma-

    no. En este tema hay que ser prudentes porque los da-

    tos son an preliminares. Lo que se sabe, a da de hoy,

    es que los microplsticos actan como superficies de

    concentracin de contaminantes muy potentes, y que

    estos, al entrar en la cadena alimenticia pueden liberar-

    se, pero es pronto para afirmar que hay un riesgo real

    para el ser humano, comenta la especialista de Vertidos

    Cero.

    Aunque, segn la Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos, hasta 267

    especies marinas consumen por error estos residuos, provocando millones de

    muertes, la ingesta no es la nica forma en que la basura amenaza a la fauna

    marina, ya que cada vez son ms frecuentes las imgenes de peces, tortugas,

    focas y otras muchas especies que mueren enredados, ahorcados o asfixiados

    al quedar atrapados en cuerdas o redes de pesca, anillas de plstico y otros

    objetos creados por el hombre.

    Al margen de cifras, si tuvisemos que mencionar dos ejemplos estremecedo-

    res e ilustrativos sobre esta tragedia, uno sera el del atoln de Midway,

    una pequea cua de tierra inmersa en la gran sopa de plstico del Pacfico

    y que acoge a la colonia de albatros ms grande del mundo. En 2009, el fot-

    grafo Chris Jordan puso este territorio en el mapa al publicar unas imgenes

    de cuerpos sin vida de estas aves junto con el contenido encontrado en sus

    estmagos, donde tenan cabida toda clase de pequeos objetos plstico.

    Otro ejemplo desolador es el de un cachalote de 10 metros que apareci

    muerto en marzo de 2012 en una playa de Castell de Ferro, en Granada. Al

    realizarle la necropsia, los cientficos encontraron en su interior 18 kilogramos

  • Revista Pesca Mayo 2015 20

    de plstico, descubriendo ms tarde que procedan en su

    mayor parte de los invernaderos granadinos y almerien-

    ses cercanos. Teniendo en cuenta el peso del cachalote,

    es como si una persona se come 320 gramos de plstico,

    es decir, 50 o 60 bolsas del sper, apunta Pilar Marn,

    de Oceana.

    Tipificar para limpiar

    Si, como calcula Greenpeace, el 10% de los 225 millones

    de toneladas de plstico que se producen cada ao a

    nivel mundial acaba en el mar, nos enfrentamos a una

    situacin catastrfica y, lo que es peor, difcilmente repa-

    rable.

    La basura que ya est en los ocanos se va a quedar

    ah, especialmente la que coloniza los fondos incluso for-

    mando arrecifes artificiales. De hecho, ni siquiera sabe-

    mos si es mejor quitarla ya o no. Adems no podemos

    entrar a limpiar a 600 metros, ni tan siquiera a 60. La

    nica forma de parar este desastre es abordarlo desde la

    prevencin, dejando de tirar basura al mar, afirma

    Lpez-Samaniego, de Vertidos Cero y coordinadora tam-

    bin de MARNOBA, un proyecto que cuenta con el apoyo

    del Ministerio de Agricultura, Alimentacin y Medio Am-

    biente y que busca desarrollar un protocolo para la ca-

    racterizacin y la gestin de las basuras marinas en pla-

    yas espaolas mediante el muestreo en varios puntos de

    las costas.

    La idea es aplicar aqu la misma metodologa para la

    recogida de datos que cre el OSPAR (convenio sobre la

    proteccin del medio marino del Atlntico Nordeste). En

    una primera fase lo hemos hecho en la costa de Alborn,

    y ahora estamos caracterizando todo el litoral espaol.

    Por ltimo, si conseguimos los medios, estudiaremos los

    fondos, explica Lpez-Samaniego.

    De momento, en lo cuantitativo, la primera fase, llevada

    a cabo en 12 playas andaluzas, contabiliz unos 100 re-

    siduos por cada 100 metros de playa en invierno y hasta

    352 objetos en 100 metros en verano, cifras muy pre-

    ocupantes si tenemos en cuenta que hablamos de playas

    con servicio de limpieza. Ms all de los nmeros subya-

    cen otras conclusiones una parte de lo encontrado pro-

    ceda del mar, pero el 80% se haba generado en el mis-

    mo entorno de la playa. Esto es importante por-

    que mucha gente todava piensa que la basura no es su-

    ya, que viene de Marruecos por el Levante.

    Otra lectura tampoco admite discusin: la invasin

    humana de las playas en verano es una de las grandes

    fuentes de la basura marina. De hecho, segn la asocia-

    cin italiana Legambiente, durante la temporada turstica

    se genera hasta el 75% de los residuos marinos que aca-

    ban en el Mediterrneo en un ao.

    Precisamente Legambiente coordina la campaa interna-

    cional Clean up the Med, en la que voluntarios de 21

    pases recogen y clasifican los residuos de muchas de las

    playas de este emblemtico mar. En Espaa, el coordina-

    dor de esta iniciativa es Alberto Bayarri, que pese a

    haber participado ya en varias ocasiones sigue sorpren-

    dindose de que por mucho que limpies, parece que la

    basura siempre vuelve. Nos encontramos de todo, desde

    cosas que por su desgaste parecen llevar muchos aos

    en el mar hasta cientos de bastoncillos para los odos

    que nadie sabe de dnde salen. Estn peor las playas

    espaolas que otras vecinas? Por desgracia es un pro-

    blema global, aunque en el ranking por pases de con-

    centracin de plsticos en las playas ocupamos el segun-

    do lugar.

    Es un avin? No, es basura

    Si la situacin del Mediterrneo es preocupante, sobre

    todo por la concentracin de turistas en temporada al-

    ta, an peor se antoja la de regiones como los mares de

    Asia Oriental, con una poblacin de 1.800 millones de

    habitantes el 60% de ellos habitantes de zonas coste-

    ras un extraordinario aumento de la actividad industrial

    en las ltimas dcadas y un inexistente sistema de trata-

    miento de los residuos.

    Esto se puso de relieve durante la bsqueda del avin

    malayo desaparecido el 8 de marzo del ao pasado en el

    Ocano ndico. En muchas de las imgenes captadas por

    los aviones de bsqueda se vean todo tipo de objetos,

    desde bolsas de plstico hasta contenedores, pasando

    por restos de barcos, objetos de pesca, pals, bido-

    nes Por desgracia, el aparato de Malaysia Airlines no se

    encontr, pero qued patente a los ojos del mundo que

    algunas zonas remotas del ndico estn llenas de basura.

  • Revista Pesca Mayo 2015 21

    Aunque sea difcil acabar este reportaje de forma positi-

    va, es importante destacar la reaccin internacional ante

    esta tragedia, aunque sea an insuficiente frente a la

    magnitud del problema. A nivel global hay proyectos

    importantes de la UNESCO, sobre todo en la zona del

    Pacfico, y de la NOAA (National Oceanic and Atmosp-

    heric Administration) en Estados Unidos, en lo que res-

    pecta a limpieza y concienciacin. A nivel europeo est

    saltando la alarma y ya hay una comisin dedicada a es-

    te tema en Bruselas, as que el problema ya empieza a

    tener presencia en los centros de poder. En Espaa, co-

    mo todo lo que sea investigacin, estamos en cuadro, y

    lo que hacemos es ms con recursos propios que con

    ayuda de las Administraciones Pblicas, advierte la co-

    ordinadora del proyecto MARNOBA.

    Lpez-Samaniego, eso s, tiene muy claro por donde em-

    pieza esta titnica lucha: Es muy importante que los

    municipios costeros entiendan cmo tienen que actuar

    y que centren sus esfuerzos no tanto en limpiar, sino en

    que sus costas no se lleguen a ensuciar. Algunas medi-

    das posibles para evitar que la basura llegue a la playa

    son tan tontas y baratas como poner una tapa a las pa-

    peleras, que stas se fijen y no vuelquen, que los chirin-

    guitos no puedan poner servilletas de papel Me consta

    que se est gastando mucho dinero en limpiar las pla-

    yas, pero cuando lo hacen la mitad de la basura ya est

    en el mar, concluye Lpez-Samaniego.

    Para Pilar Marn, de Oceana, la principal tarea es la de

    concienciar a la poblacin: Todava es muy frecuente ir

    en barco y ver como se tira de todo por la borda. Las

    Administraciones Pblicas tienen que sensibilizar, pero

    para eso ellos son los primeros que tienen que estar sen-

    sibilizados. La declaracin positiva del Gobierno a las

    prospecciones que buscarn petrleo en aguas canarias,

    menospreciando los informes cientficos, demuestra que

    no se prioriza el medio ambiente, sino otros intereses. Si

    se protege, el mar es muy agradecido y rentable, pero

    los polticos no quieren verlo.

    Fuente

    http://blogs.publico.es/numeros-rojos/2015/02/18/la-

    basura-ahoga-a-los-mares/

  • Revista Pesca Mayo 2015 22

    Los microbios marinos tienen aplicaciones mdicas, in-

    dustriales y cosmticas

    La ONU intenta poner orden y frenar la biopiratera

    mientras crece el nmero de patentes

    Los alucinantes misterios de las profundidades marinas

    han resultado ser mucho ms pequeos que los calama-

    res gigantes que imagin Julio Verne. Muchsimo ms.

    De hecho, son microbios los que esconden promesas de

    una riqueza incalculable. Sus genes, donde se han halla-

    do ya secretos para combatir enfermedades o para hacer

    mejores biocombustibles, han desatado una carrera for-

    midable en la que se entremezclan el afn cientfico, el

    desarrollo empresarial a travs de patentes y los princi-

    pios ticos que cuestionan el aprovechamiento privado

    de recursos colectivos.

    Las posibilidades son brutales. Por ejemplo, si un cientfi-

    co millonario agarra su yate, se va al mar de los Sarga-

    zos, cerca de las Bermudas, y echa un tubo al agua para

    absorber, a bulto, una muestra de todo lo que haya,

    puede llegar a encontrar ms de un milln de nuevos

    genes. Esto es lo que hizo Craig Venter (uno de los pa-

    dres del genoma humano) en 2003, en un proyecto pilo-

    to que luego ha dado lugar a dos grandes expediciones

    en busca de la diversidad de los ocanos. Eso no quiere

    decir que todo hallazgo sirva para algo concreto o tenga

    utilidad comercial y, de hecho, las previsiones ms entu-

    siastas sobre este nuevo oro azul chocan con el escepti-

    cismo de algunos expertos. Pero s dispara las expectati-

    vas.

    Desde 1999, las solicitudes de patentes de material

    gentico marino han crecido a razn de 12% anual, lle-

    gando en 2010 a 18.000 productos naturales registrados

    procedentes de organismos acuticos de todo tipo, des-

    de algas o anmonas a esas prometedoras bacterias. No

    se puede patentar un ser vivo, pero s aquella molcula,

    secuencia gentica o enzima que le permite al bichito en

    cuestin, por ejemplo, aguantar en condiciones extremas

    (en muy bajas temperaturas, muy altas o en condiciones

    muy especficas) y que, despus de un proceso de filtra-

    do y mejora, a veces combinado con otros productos,

    tambin sirve para hacer biocombustibles de etanol ms

    eficientes a partir de maz, mejores cremas para el sol o

    frmacos contra el cncer. El creciente mercado de la

    biotecnologa marina mova en 2010 unos 2.800 millones

    de euros.

    EL TESORO INVISIBLE DEL OCENO

    Buceadores de PharmaMar

    toman muestras de organis-

    mos marinos. / PHARMAMAR

  • Revista Pesca Mayo 2015 23

    Imagen de una bacteria del fondo del mar.

    Pero hay pocos pases con la capacidad tecnolgica para

    aprovecharlo. En 2009, el 70% de las solicitudes de pa-

    tentes procedentes del mar se concentraba en Estados

    Unidos, Alemania y Japn. Se trata, por tanto, de una

    materia prima casi invisible, lo que lo convierte en terre-

    no abonado para la biopiratera. Esta consiste en hacerse

    con el recurso marino sin permiso del dueo el pas

    donde vive el organismo, ya que para pedir una paten-

    te no es necesario detallar su procedencia. Por eso, el

    pasado mes de octubre, despus de 12 aos de trabajo

    y negociaciones, entr en vigor el Protocolo de Nagoya

    de la ONU, en el marco del Convenio sobre Biodiversi-

    dad, que establece, entre otras cosas, que los buscado-

    res de riqueza gentica tendrn que pedir permiso al

    pas dueo de los recursos, compartir conocimiento y

    tecnologa durante las investigaciones y, si acaban sa-

    cando beneficios a su costa, repartirlos. Espaa es parte

    del protocolo; Estados Unidos, una de las grandes au-

    sencias, no solo de Nagoya, sino del Convenio sobre Bio-

    diversidad.

    An queda por resolver qu pasa en la mayor parte, el

    65%, del ancho mar: las aguas internacionales. Hay

    quien sostiene que all los genes no son de nadie y, por

    lo tanto, son del primero que los encuentre; y quien de-

    fiende que son de todos, un bien comn y, como tal, sus

    beneficios se han de repartir de algn modo (con dinero

    para fondos internacionales de investigacin o conserva-

    cin de la diversidad, por ejemplo) como se hace ya con

    otros recursos como los mineros, energticos o alimenta-

    rios. En enero se acord en la ONU empezar a redactar

    un convenio que ordene ms all de las fronteras mari-

    nas la bsqueda de esa riqueza. Pero el acuerdo es muy

    endeble, dice el especialista Alejandro Lago, y todava

    tardar muchos aos en ver la luz. Y, teniendo en cuenta

    que ya se empez a hablar, tambin, hace 12 aos, Lago

    se queja de "desinters generalizado": "Perpetuamos la

    famosa 'tragedia de los bienes comunes', que son de to-

    dos, pero al final lo que es de todos no es de nadie y se

    pierde".

    De momento, lo que est en vigor es el protocolo de Na-

    goya. En Espaa, el Ministerio de Medio Ambiente ya tie-

    ne listo el borrador para adaptar la ley de biodiversidad

    de 2007, y ha empezado a difundir el reglamento redac-

    tado por la Unin Europea para llevarlo a la prctica.

    Hay dos controles, en el acceso y en la llegada al mer-

    cado: no habr financiacin para proyectos de investiga-

    cin si no hay permiso del pas al que se va, y sin l,

    tampoco se podr comercializar un producto, explica

    Lago, responsable de la Ctedra UNESCO de Territorio y

    Medio Ambiente de la Universidad Rey Juan Carlos y que

    ha sido asesor del ministerio en estos temas.

    La empresa espaola PharmaMar, filial del grupo Zeltia,

    se dedica desde 1986 a buscar frmacos de origen mari-

    no contra el cncer. Ellos cumplen al dedillo la legislacin

    y solo buscan recursos genticos (sobre todo en inverte-

    brados, pero tambin en bacterias) en los pases con los

    que previamente han firmado acuerdos, asegura la direc-

    tora de I+D, Carmen Cuevas. Nunca en aguas interna-

    cionales, porque ese es un terreno pantanoso. Yo quie-

    ro que se regule todo, hasta el ltimo detalle, porque

    eso es lo que me va a permitir seguir investigando, opi-

    na.

    Todo el proceso empieza a unos 100 metros de profundi-

    dad, rodeado por una oscuridad total que solo rompen

    las luces frontales de los buceadores. Como la de los

    mineros!, exclama Cuevas. Hacen cinco o seis expedi-

    ciones al ao, recogen las muestras a mano y se centran

    en el llamado tringulo de la biodiversidad, entre los oc-

    anos ndico y Pacfico. All mismo, en los barcos, catalo-

    gan cada muestra y, si se trata de una especie nueva, la

    describen y la incorporan a su biblioteca.

    Hay otras compaas que funcionan as. Por ejemplo, la

    multinacional Merk firm en 1991 un acuerdo con el Go-

    bierno de Costa Rica para explotar su biodiversidad a

    cambio de regalas de los posibles productos. Pero, en

    general, las empresas hacen alianzas con institutos de

    investigacin (normalmente pblicas), que son los que

    llegan hasta los codiciados recursos genticos.

    Estos van ms all del mar; estn en todo tipo de plan-

    tas, animales o microorganismos. Pero son las bacterias

    marinas, cuya secuenciacin gentica es accesible y ba-

    rata desde unos aos, la ltima gran frontera y la que

    ms esperanzas despierta: el agua ocupa el 70% de la

    superficie terrestre y la inmensa mayor parte de su bio-

    diversidad est an por descubrir. Siguiendo la misma

    lgica, muchos entienden que la carrera se extender

    desde las aguas que caen dentro de la jurisdiccin de los

    pases, a las internacionales, aunque hoy las expedicio-

    nes a esas zonas son muy escasas.

    El proyecto Malaspina s lleg a casi todas partes: reco-

    rri los ocanos entre 2010 y 2011 y recogi miles de

  • Revista Pesca Mayo 2015 24

    muestras de plancton y agua hasta 4.000 metros de pro-

    fundidad. Es una iniciativa del Gobierno espaol y del

    CSIC en la que han colaborado una treintena de organis-

    mos. El coordinador es el oceangrafo Carlos Duarte,

    coautor de una serie de artculos que espolearon el de-

    bate en la ONU para regular el uso de recursos genticos

    en aguas internacionales. No hay ninguna invencin,

    dice de forma tajante sobre las patentes de secuencias

    de genes. Entiende, sin embargo, que la investigacin

    probablemente necesita incentivos de retorno para las

    empresas, pero no le parece razonable que sean hasta

    del 100.000%, como ha llegado a ocurrir.

    Del mar a las casas

    Promesas microbianas. La mayor parte de los productos

    de origen marino procede de animales como las espon-

    jas, cnidarias (como medusas, anmonas o corales) y los

    tunicados. Sin embargo, el gran crecimiento desde 2007

    est en los que proceden de microbios. De hecho, estos

    concentraban en 2010 en 42% de genes marinos inclui-

    dos en patentes.

    Condiciones extremas. Los genes ms interesantes son

    los de microorganismos adaptados a condiciones extre-

    mas, por el fro (en la Antrtida, por ejemplo), por el ca-

    lor (en zonas volcnicas submarinas) o por la necesidad

    de especializacin (en los corales).

    Aplicaciones. Una de las principales es la medicina (se

    han aprobado ocho desde 2004, 28 estn en investiga-

    cin clnica y 1.458 estn incluidos en investigaciones

    preclnicas), pero es la requiere ms inversin y tiempo

    para llegar al mercado. Tambin est la cosmtica (por

    ejemplo, en cremas para el sol), la alimentacin (para

    hacer, por ejemplo, leche sin lactosa) o la industria (con

    enzimas usadas en los procesos de produccin de bio-

    combustibles o para un proceso llamado reaccin en ca-

    dena de la polimerasa, que se utiliza para diagnsticos

    clnicos o identificacin de cadveres).

    Mercado. Un estudio de la European Science Foundation

    calcul que el mercado mundial de la biotecnologa mari-

    na mova en 2010 2.800 millones de euros, con un creci-

    miento acumulativo anual del 4%-5%.

    Fuente

    http://politica.elpais.com/politica/2015/02/20/

    actualidad/1424471126_742634.html

    Aunque 97% de la

    pennsula sigue cubier-

    ta de hielo, ahora hay

    valles completamente

    descubiertos. (AP)

  • Revista Pesca Mayo 2015 25

    Partes de la Antrtida se estn derritiendo a una tasa tan

    acelerada que el continente se ha convertido en la zona

    cero del cambio climtico global.

    Desde el terreno, ubicados al extremo norte de la Antr-

    tida, una espectacular cubierta blanca de hielo parece

    extenderse hasta el infinito. Lo que escapa al ojo es la

    batalla pica que kilmetros abajo se libra y que est

    redibujando el mapa de la Tierra.

    El agua est licuando el hielo antrtico. Lo derrite justo

    cuando se encuentra con el ocano. Aunque la capa de

    hielo se derrite lentamente, en la ltima dcada se han

    vertido al mar unas 118.000 millones de toneladas mtri-

    cas de hielo, segn clculos satelitales de la NASA.

    Eso representa ms de 350,000 veces el peso del Empire

    State, o la misma cantidad de hielo necesario para llenar

    ms de 1,3 millones de piscinas olmpicas. Y la tasa de

    descongelamiento se est acelerando.

    En el peor de los casos, el deshielo podra elevar el nivel

    del mar hasta 10 pies (3,3 metros) en todo el mundo en

    uno o dos siglos y que cubra las costas que estn densa-

    mente pobladas.

    Partes de la Antrtida se estn derritiendo a una tasa tan

    acelerada que el continente se ha convertido en "la zona

    cero del cambio climtico global, sin duda alguna", dijo

    Jerry Mitrovica, geofsico de la Universidad de Harvard.

    Aqu, en la pennsula antrtica, donde el continente se

    est calentando ms rpidamente porque la tierra se

    adentra a un ocano cada vez ms clido, se pierden

    casi 45.000 millones de toneladas mtricas de hielo cada

    ao, segn la NASA.

    El agua se calienta desde abajo, lo que hace que el hielo

    retroceda y hace que el aire ms clido contine el pro-

    ceso. Las temperaturas subieron 5,4 grados Fahrenheit

    (3 Celsius) en el ltimo medio siglo, mucho ms rpido

    de que el promedio, dijo Ricardo Jana, glacilogo del

    Instituto Antrtico de Chile.

    Con los pinginos de fondo, Peter Convey, del British

    Antarctic Survey, reflexion sobre los cambios que se

    pueden ver en la Isla Robert, un ejemplo a pequea es-

    cala y quizs una advertencia de lo que est sucediendo

    en la pennsula y en el resto del continente.

    "Yo estuve aqu hace diez aos", dice Convey en un raro

    da soleado en la isla, con temperaturas apenas por enci-

    ma de cero grados Celsius. "Y si comparas lo que vi en-

    tonces con ahora, la diferencia bsica debida al calenta-

    miento es que las secciones permanentes de hielo y nie-

    ve son ms pequeas. Siguen ah, pero son ms peque-

    as que antes".

    La Isla Robert reta a los sentidos: desde el hedor de los

    pinginos hasta el suave musgo que invita al visitante a

    acostarse, como si fuera una cama de agua, o el lodo

    marrn, que es como hundirse en chocolate. Porciones

    de musgo, con colores que van desde el verde fluores-

    cente hasta rojo oxidado, han crecido al tamao de una

    cancha de ftbol.

    Aunque 97% de la pennsula sigue cubierta de hielo,

    ahora hay valles completamente descubiertos. En otras

    partes, el hielo es menos grueso y la extensin de los

    glaciares ha disminuido, dijo Convey.

    Luciendo una enorme parka roja y un gorro azul, la bi-

    loga Anglica Casanova se quita los guantes para reco-

    ger muestras, lo que le deja los dedos azules de fro. Ca-

    sanova dice que no puede dejar de notar los cambios

    desde que comenz a visitar la isla en 1995. Cada vez

    ms hay plantas que crecen en la tierra y las rocas depo-

    sitadas por la retraccin de los glaciares, dice.

    "Es interesante porque la vegetacin en cierta forma res-

    ponde positivamente; crece ms", dijo, a unos pocos pa-

    sos de una foca dormida. "Lo lamentable es que toda la

    informacin cientfica que vemos nos dice que ha habido

    mucha reduccin de los glaciares y eso nos preocupa".

    Apenas el mes pasado, los cientficos notaron en imge-

    nes de satlite que una enorme grieta de hielo en la

    pennsula llamada Larsen C haba crecido unas 12 millas

    (20 kilmetros) en 2014. Lo que es peor, la grieta afect

    un tipo de banda de hielo que usualmente frena esas

    grietas.

    Si sigue as, puede causar la separacin de un iceberg

    gigantesco de hasta 2.500 millas cuadradas, dijo Paul

    Holland, del British Antarctic Survey. Y existe la pequea

    posibilidad de que eso haga desprenderse la plataforma

    de hielo Larsen C (aproximadamente del tamao de Es-

    cocia), como la Larsen-B lo hizo espectacularmente en

    2002.

    Hace unos pocos aos, los cientficos pensaban que la

    Antrtida en su totalidad estaba en equilibrio, sin ganar

    ni perder hielo. Los expertos estaban ms preocupados

  • Revista Pesca Mayo 2015 26

    por Groenlandia, ms accesible y fcil de notar. Pero una

    vez que pudieron estudiar bien el fondo del mundo, el

    centro de sus temores cambi.

    Ahora, cientficos en dos estudios separados usan trmi-

    nos como "irreversible" e "indetenible" para hablar del

    deshielo al occidente de la Antrtida. El hielo est cre-

    ciendo al este del continente, donde el aire y el agua son

    ms fros, pero a un ritmo menor que en el oeste.

    "Antes la Antrtida era mayormente una incertidumbre",

    dijo Ian Joughin, cientfico de la Universidad de Was-

    hington. "Ahora yo dira que es menos una incertidumbre

    y mucho ms aterrador que lo que pensbamos".

    En la NASA, el especialista en hielos Eric Rignot dijo que

    el derretimiento "avanza ms rpidamente que lo que

    nadie haba pensado. Es una seal de alarma".

    Lo que est sucediendo se puede explicar fcilmente

    echando mano de la fsica. El agua clida derrite hielo

    dese abajo. Entonces, ms hielo queda expuesto al agua

    y se derrite. Finalmente, el hielo sobre el agua se desplo-

    ma en el mar y se derrite.

    Los cambios climticos han variado los patrones de vien-

    tos alrededor del continente, empujando agua ms cli-

    da contra y debajo de la capa de hielo al occidente de la

    Antrtida y la pennsula. El agua del norte, ms clida,

    remplaza al agua ms fra. Es apenas un par de grados

    Fahrenheit ms clida, pero eso es una enorme diferen-

    cia, dicen los cientficos.

    La suerte del mundo depende de cun rpido se derrita

    el hielo.

    Al ritmo actual, el fenmeno solamente elevara el nivel

    del mar aproximadamente un tercio de milmetro al ao,

    porque los ocanos son muy vastos.

    Pero si toda la capa de hielo al oeste de la Antrtida, que

    est conectada con el agua se derrite indeteniblemente,

    como pronostican los expertos, no habr tiempo para

    prepararse. Los cientficos estiman que tomar entre 200

    y 1.000 aos para que se derrita suficiente hielo para

    elevar el nivel del mar unos 10 pies (3.3 metros), quizs

    solamente cien aos en el peor de los casos.

    Si eso sucede, ciudades costeras como Nueva York y

    Guangzhou pudieran enfrentar hasta un billn de dlares

    en daos por inundaciones en unas pocas dcadas e in-

    numerables centros poblacionales quedaran vulnerables.

    "Los cambios en el clima de la Tierra y la reduccin de

    los glaciares no son problemas siempre que no sucedan

    demasiado rpidamente. Y en estos momentos el cambio

    es rpido. Eso no es bueno", dijo Rignot. "Tenemos que

    frenarlo. O tenemos que demorarlo lo ms que poda-

    mos".

    Fuente

    http://www.primerahora.com/noticias/ciencia-ambiente/nota/derretimientoantarticopuederedibujarmapadelatierra-1067995/

    imgenes de la NASA en el

    que el iceberg se desprende

    del Antrtico

  • Revista Pesca Mayo 2015 27

    El retroceso del casquete polar har que aumente la na-

    vegacin y la actividad humana e industrial en la zona

    Los cientficos han alertado este jueves que el deshielo

    en el ocano rtico continua creciendo y que en los

    prximos 30 aos el retroceso del casquete polar har

    que aumente la navegacin y la actividad humana e in-

    dustrial en la zona, por lo que han urgido a regular ya su

    control y futuro uso.

    Los cientficos que han trabajado durante los ltimos

    cuatro aos en el proyecto europeo Arctic Climate Chan-

    ge Economy and Society (ACCESS) analizando las conse-

    cuencias sociales, econmicas, polticas y en el ecosiste-

    ma derivadas del cambio climtico han expuesto hoy en

    una reunin en Vilanova i la Geltr (Barcelona) las con-

    clusiones que presentarn al Consejo del rtico en los

    prximos das.

    En la investigacin han participado 110 cientficos de 27

    instituciones toda Europa, entre ellos profesores del La-

    boratorio de Aplicaciones Bioacsticas (LAB) de la Uni-

    versitat Politcnica de Catalunya (UPC), que han sido los

    anfitriones del encuentro.

    "El deshielo en el ocano rtico es continuo y est pro-

    vocado por el hecho de que los inviernos son menos

    fros y el verano se alarga como consecuencia del cam-

    bio climtico", ha explicado el director del LAB, Michel

    Andr, en rueda de prensa, junto al coordinador del pro-

    yecto ACCESS, Jean-Claude Gascard.

    Michel Andr ha estudiado como el cambio climtico

    puede alterar la vida de los pueblos indgenas que sub-

    sisten gracias a la pesca y la caza.

    El LAB tambin se ha encargado de monitorizar los soni-

    dos de origen antropognico y animal en el mar del rti-

    co analizando su interaccin.

    Los cientficos han previsto que en los prximos 30 aos

    haya ms retroceso de los casquetes polares y, en gene-

    ral, que se alargue la temporada de navegacin, aunque

    hay zonas cerca de la costa que todava estn bloquea-

    das al transporte martimo.

    Es de prever un aumento de la actividad humana en las

    prximas dcadas en el rtico donde se harn necesarias

    grandes inversiones en infraestructuras, por lo que los

    cientficos creen necesario que el Cdigo Polar se debera

    ampliar y adaptar a esta circunstancia y aplicarlo a las

    aguas internacionales.

    Los cientficos han alertado, por ejemplo, que el Cdigo

    Polar actual no regula la contaminacin de emisiones a la

    atmsfera y las emisiones del trfico martimo irn en

    aumento en el rtico "por lo que lo que hay que tener en

    cuenta los efectos que esto conllevar en la calidad del

    aire en la zona".

    Tambin aumentar el ruido general provocado por el

    transporte martimo y ste ser, por tanto, una fuente

    de contaminacin acstica importante en las prximas

    dcadas, ha advertido Andr.

    El LAB ha instalado en puntos estratgicos del rtico un

    total de siete hidrfonos que han registrado desde Vila-

    nova i la Geltr los sonidos de forma continua durante

    un ao.

    Se trata, segn Andr, de una innovacin pionera en el

    mundo ya que los sensores identifican la procedencia de

    los sonidos que se producen a decenas de kilmetros y

    los clasifican automticamente para saber si son de ori-

    gen natural o humano y alerta de la presencia de espe-

    cies sensibles.

    "Hay que tomar medidas para mitigar el aumento de la

    contaminacin acstica en el rtico", ha pedido Andr.

    Los cientficos tambin han coincidido en que hay dispo-

    nible mucha tecnologa para desarrollar las actividades

    futuras en el rtico, pero que no es suficiente para hacer

    frente a los retos de futuro, como, por ejemplo, asegurar

    la evacuacin de poblacin en la zona o los servicios de

    emergencia.

    Los investigadores han previsto que tanto la pesca como

    las instalaciones de acuicultura se trasladen a zonas ms

    del norte, un factor a tener en cuenta a nivel de gober-

    nanza y de gestin de las zonas pesqueras.

    En cuanto a la legislacin, los cientficos han recomenda-

    do que, en lugar de plantear una nica normativa global

    para todo el rtico, haya una regulacin especfica para

    cada zona.

    Las conclusiones definitivas del proyecto ACCESS se en-

    tregarn a la Comisin Europea en las prximas sema-

    nas, que las deber aprobar y hacer pblicas en un plazo

    mximo de dos meses.

    Fuente

    http://www.elperiodico.com/es/noticias/medio-ambiente/cientificos-alertan-que-deshielo-del-artico-atraera-actividad-urgen-regularla-3972191

  • Revista Pesca Mayo 2015 28

    Puede que slo conozcamos alrededor del 11% de la

    fauna y flora marina

    Ms de mil nuevas especies marinas se han descrito des-

    de 2008 - un promedio de ms de diez por mes - segn

    los cientficos que han completado el inventario del Re-

    gistro Mundial de Especies Marinas (Worms). Los cientfi-

    cos calculan que todava se desconocen la mayor parte

    de especies del ocano y temen no llegar a conocer mu-

    chas de ellas a causa del cambio global.

    Entre las especies recin descritas en todo el mundo

    destacan 122 nuevos tiburones y rayas, 131 nuevos

    miembros de la familia de los gobios, y una nueva barra-

    cuda que se encuentra en el