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En esta edición, un el análisis sobre herramientas para atrapar al consumidor verde, Además, artículos sobre los commodities, marketing y gobernanza.
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ENER
O |
2012
DEL IDE | AÑO XVI, No 1
Sus comentarios a: [email protected]
CÓMO SEGMENTAR
NUEVAS HERRAMIENTAS PARA ATRAPAR AL CONSUMIDOR VERDE
POR ACTITUDES:
El año empieza con la polémica discusión de un “canal del fútbol” que posea los
derechos de TV de todos los equipos, que a la vez serían negociados por la FEF. Se
abre un tema que no es menor en un país futbolizado como el nuestro, y donde este
deporte levanta pasiones inexplicables entre los hinchas.
Al analizar este tema hay muchas posiciones. Podríamos resumirlas en dos extremos. En
una esquina están los que defi enden que si bien los equipos de fútbol son competidores en
el campo de juego, también son parte de un espectáculo en conjunto. Visto así, parecer ser
una buena idea que para cuidar el espectáculo, una organización cuide que se otorguen
a todos los participantes las mismas oportunidades. De esta manera si quiero estadios en
condiciones aceptables, si quiero potenciar todas las categorías, si quiero fortalecer las
divisiones inferiores… necesito que alguien haga cabeza y negocie esta importante fuente
de ingresos para distribuirla entre todos los participantes.
En la otra esquina se señala que los equipos deben competir libremente y cada una
compite para lograr los objetivos que se ha trazado de acuerdo a sus posibilidades. Un
equipo contrata libremente a los jugadores, invierte en sus divisiones inferiores, gasta
en sueldos a la altura de sus objetivos, construye su estadio o lo arrienda y los contratos
televisivos se negocian directamente entre equipos y televisoras. Este sistema corre el gran
riesgo de concentrar el dinero en pocos equipos. Desigual pero equitativo, los equipos que
han hecho mejor las cosas tienen mayor exposición ante hinchadas más numerosas, y
sus exitosas participaciones nacionales e internacionales permiten manejar y negociar
presupuestos más amplios.
Lo que no queda claro es cuál es la propuesta de la FEF. ¿Qué justifi cación dan para
tomar un modelo u otro? ¿De acuerdo a qué se repartirían los ingresos generados por esta
negociación? La razón que se arguye es que al tener los derechos de todos los equipos,
esto convierte a la FEF en mejores negociadores ante los canales de TV que los gerentes
deportivos de cada equipo que ya llevan mucho tiempo en este tipo de negociaciones. No
es muy convincente esta máxima.
Si los equipos pequeños no alcanzan a mantener infraestructuras adecuadas, o
no tienen dinero para formar equipos competitivos, o no tienen la gestión adecuada
para hacer contrataciones de nivel ¿Porqué los equipos que sí lo han hecho bien deben
subsidiarles? ¿Porqué poner un “impuesto” a la buena gestión, a buenos manejos
gerenciales? Lo incómodo de estas posiciones es que si bien el fútbol es “lo más importante
de lo menos importante”, muchas veces es un paralelismos de cómo se gestionan temas
“muy importantes de lo importante”.
Álvaro Xavier Andrade
MARKETING PARA NEGOCIOS PEQUEÑOS
12
COMMODITIES: PRODUCTIVIDAD Y
PRECIOS
9
PUEDE UN EXITOSO GERENTE PRIVADO
TENER ÉXITO EN LA GESTIÓN PÚBLICA?
15
,MBA
editorialcontenido
SUBDIRECTORA DE INVESTIGACIÓN
SUBDIRECTOR DE PROYECTOS
¿POR QUÉ EL MIEDO
A COMPETIR?
Este artículo está basado en un estudio sobre la actitud de ejecutivos de 26 países hacia las prácticas de sostenibiliad y el entendimiento de las
características del consumidor verde.
3P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2
ANÁLISIS
Los años noventa auguraron una era ecoló-gica. A raíz de un informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el De-sarrollo de las Naciones Unidas, muchas empresas empezaron a secundar la apues-
ta por un marketing verde.
Jacquelyn Ottman, una de las primeras autoras que escribió sobre este fenómeno, defi ne el marke-ting verde como una herramienta para crear ventaja competitiva al atraer una amplia variedad de grupos de interés mediante la comunicación de las iniciati-vas ambientales y sociales de la empresa. No se trata de una nueva y astuta campaña publicitaria, explica, ya que eso sería un mero “lavado ecológico”, un mal uso de lo que es en realidad el marketing verde. Ne-cesita contenido, es decir, el desarrollo de nuevos productos o servicios, o bien la modifi cación o re-confi guración de los existentes. El objetivo es con-sumir menos recursos naturales o hacerlo de forma más sostenible, reducir el exceso de envases y resi-duos, así como promocionar la salud y seguridad de los trabajadores. En este sentido, el marketing verde está vinculado inexorablemente a las compras de productos ecológicos.
En respuesta a la creciente demanda de este tipo de medidas por parte de los consumidores, o pre-viéndola, algunas compañías empezaron a valorar formalmente los efectos ambientales y sociales de sus productos y servicios a lo largo de su ciclo de
vida. Esto incluía desde el acopio de materias primas y la fase de fabricación hasta su uso y eliminación fi nal. Un estudio de 1990 revela el enorme impacto que la agenda verde tuvo en esos momentos en las estrategias y operaciones empresariales. Los pro-fesores Sandra Vandermerwe y Michael D. Oliff , de la escuela de negocios IMD, entrevistaron a direc-tivos de multinacionales de productos industriales y de consumo mayoritariamente europeos, pero también de América, Sudáfrica y Oceanía. El 92% aseguró haber realizado ajustes ecológicos o haber introducido nuevos productos. El 85% había recon-fi gurado sus sistemas de producción, mientras que el 81% había adaptado programas verdes a los pro-cesos de producción, fábricas y materiales.
A mediados de los 90, sin embargo, el fenómeno perdió fuelle al abrirse una brecha entre el número de consumidores preocupados por los grandes pro-blemas ambientales y los que realmente compra-ban productos verdes. Algunas empresas, como la cadena de supermercados Sainsbury’s o el fabrican-te de jabones Lever Brothers, perteneciente a Uni-lever, percibieron esa falta de interés y suprimieron sus líneas de productos ecológicos.
Algunos interpretaron con optimismo este re-troceso: como cada vez más productos convencio-nales presentaban nuevas características verdes ó las habían mejorado, había remitido la demanda de artículos verdes. Otros atribuyeron la paradoja
POR: Ricardo G. BarcelonaDirector del Consejo de iN2Power
Director general de Barcino Capitas
El Marketing Verde es una
herramienta para crear ventaja
competitiva al atraer nuevos consumidores.
CÓMO SEGMENTAR
NUEVAS HERRAMIENTAS PARA ATRAPAR AL CONSUMIDOR VERDE
POR ACTITUDES:
dirección en el IESE, Cranfi eld School of
Management (Reino Unido) y la Univer-
sidad de Asia y el Pacífi co (Filipinas). Los
participantes vivían en 26 países, aunque
un 55% eran de países desarrollados, y sus
ingresos medios eran muy superiores a la
renta per cápitade su país de residencia.
Además de un poder adquisitivo consi-
derable, los participantes en la muestra
tenían, como líderes de sus empresas,
capacidad potencial para infl uir en las
decisiones de compra. Nuestro objetivo
era identifi car las predisposiciones y prác-
ticas sostenibles de estas personas. ¿Por qué? Hay quienes creen que una de las
razones por las que el boom de los años
90 se quedó a medias fue que no se en-
tendió el signifi cado de “consumidor ver-
de”. Queríamos completar esta imagen y
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 24
ANÁLISIS
de una mayor preocupación ambiental
y un bajo consumo de productos verdes
al progresivo hastío. Así estaban las cosas
para las grandes compañías a fi nales del
siglo XX.
En la primera década de este siglo pa-
rece haber renacido el espíritu ecológico,
sólo que esta vez se habla de sostenibili-
dad. Según el grupo de estudios de mer-
cado Mintel, de los más de 13.000 nuevos
alimentos y bebidas que ha identifi cado
en todo el mundo desde 2005, un núme-
ro cada vez mayor reivindica su condición
de “verde” o “sostenible” en respuesta a
un aumento de la demanda. Hoy en día
a los consumidores no sólo les preocupa
la calidad y seguridad del producto en sí,
sino su origen y cómo se ha fabricado. El
aumento de la preocupación por el am-
biente y el bienestar social se refl eja de
muchas formas. Por ejemplo, en la des-
cripción del producto como “reciclable”
y “ecológico”, o con la información que
se aporta sobre el uso de energía solar o
eólica, el carbono emitido durante su fa-
bricación y sobre si su origen es local o se
inscribe en el comercio justo. Pero, como
Mintel subrayó en su informe de octubre
de 2010, la mayoría de nosotros seguimos
sin saber realmente qué signifi can todos
esos reclamos comerciales.
Cualesquiera que sean las razones por
las que demandamos productos más sos-
tenibles, el enorme despliegue actual de
directrices, normas y certifi cados sugiere
que la preocupación por el impacto de las
empresas en la sociedad y el ambiente ya
no es patrimonio de unos pocos activistas
aislados. Claro que está por ver si las em-
presas incorporarán plenamente el mar-
keting y las compras verdes.
Las compañías interesadas en la soste-
nibilidad pueden hacer de las compras y
el marketing ecológico una parte econó-
micamente viable de su negocio si entien-
den en qué estado se encuentra el debate
público de esta cuestión.
Empezar por uno mismoEn este artículo resumo los resultados
del estudio que llevamos a cabo con
ejecutivos que cursaban programas de
Un cuadro borroso Desde su aparición, el marketing
ecológico se ha centrado en los produc-
tos de consumo masivo y la segmen-
tación demográfi ca clásica. Aunque la
demografía puede ser útil para defi nir
nichos de artículos de consumo, no sirve
para identifi car al consumidor verde “típi-
co”. Algunos estudios han descrito a los
consumidores ecológicos como mujeres
jóvenes y de educación superior, mientras
que otros han relacionado el consumo
verde con el estado civil, la ocupación y el
número de hijos. Tampoco se han podido
establecer con certeza sus patrones de
comportamiento. Algunas investigacio-
nes indican que tienen una opinión muy
formada sobre los problemas ambienta-
les, están dispuestos a pagar más por los
Hoy en día, a los consumidores no sólo les preocupa la calidad y seguridad del producto en sí, sino su origen y cómo se ha fabricado .
así ayudar a las compañías a mejorar su
oferta. La mayor parte de los estudios de
mercado se centran en el comportamien-
to y actitudes de los consumidores, y en
los productos y servicios que se les va a
vender. Pero miremos a nuestro alrededor.
No se nos debería escapar que también
los empleados de las empresas, entre ellos
los ejecutivos que idean las estrategias de
marketing, son consumidores. ¿Cómo ven estos directivos los productos y ser-vicios sostenibles? Al estudiar cuáles son
las decisiones de compra en el contexto
corporativo, lo primordial es identifi car las
distintas fuentes que infl uyen en los eje-
cutivos, tanto en su vida personal como
profesional. Cuando diseñan una estrate-
gia de marketing o de compras sostenible,
¿hay otros factores en juego además de
los puramente demográfi cos? El conoci-
miento de estos factores y de cómo afecta
la predisposición de los ejecutivos a con-
siderar las cuestiones de sostenibilidad en
sus decisiones de compra corporativas
puede arrojar luz sobre la dirección que
están tomando las prácticas de sostenibi-
lidad en las empresas.
productos ecológicos y rechazan sin fi su-
ras cualquier producto o servicio que sea
negativo para el ambiente. Otros los ven
como consumidores pasivos para quie-
nes la etiqueta verde es simplemente el
elemento que les lleva a decidirse por un
producto determinado en el momento de
la compra. Se les considera latentes, pero
pueden movilizarse ante los llamamientos
de ONG’s como Greenpeace cuando se
producen crisis ambientales importantes
como derrames de petróleo. Otro obstá-
culo que afronta la sostenibilidad es su
asociación con la responsabilidad social
corporativa.
El resultado es que se la trata como un
objetivo tangencial respecto a las prio-
ridades económicas de la compañía. Por
último, las empresas han adoptado toda
una serie de estrategias engañosas para
resaltar las supuestas credenciales soste-
nibles de sus productos y servicios. Con
frecuencia, iniciativas como las etiquetas
verdes tienen poco o nada que ver con
una verdadera fi losofía de sostenibilidad.
Es más, la proliferación de los productos
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ANÁLISIS
y servicios ecológicos no ha hecho sino aumentar el recelo de los consumidores, poniendo de manifi esto la enorme bre-cha que existe entre retórica y realidad. Hoy sigue sin entenderse la sostenibilidad como una oportunidad de marketing. Del mismo modo, los consumidores verdes siguen siendo igual de inaprensibles. Un informe del International Institute for Sus-tainable Development los describe como sinceros en sus intenciones, aunque reco-nocen que sus prácticas son insufi cientes.
Prefi eren las empresas que toman medi-das importantes para mejorar su nivel de sostenibilidad, pero al mismo tiempo tie-nen plena conciencia de que no pueden validar esa supuesta actuación, por lo que cada vez desconfían más. Muchas compa-ñías se han apresurado a sustituir produc-tos y servicios por otros nuevos que lucen reclamos ecológicos. Y lo han hecho ba-sándose en estudios de mercado super-fi ciales que señalan que eso quieren los consumidores. Pero no se han percatado de que no han cambiado mucho las co-sas desde la investigación que realizaron Vandermerwe y Oliff hace veinte años: los consumidores verdes suelen exagerar su uso de productos y servicios sostenibles y no cambian de marca tan fácilmente. Este creciente cinismo se traduce en un menor consumo de productos ecológicos, ade-más de una ralentización de la adopción de las prácticas de negocio sostenibles.
Hallazgos relevantes Nuestro estudio reveló algunas
diferencias sustanciales respecto a los retratos de los consumidores verdes que se habían trazado anteriormente.
SEXO: Parece no jugar ningún papel en la diferenciación de las preferencias de compra. El papel del hombre y la mujer ha cambiado mucho. Ambos comparten más responsabilidades y decisiones que antes, tanto en casa como en el trabajo, de lo que se desprende que el sexo ha perdido importancia como elemento di-ferenciador en los hábitos de compra de productos ecológicos.
NACIONALIDAD FRENTE A RESIDEN-CIA: El país de origen ha perdido toda relevancia, un dato sintomático de la al-
dea global actual. En su lugar, el país de residencia parece infl uir mucho más en el comportamiento de compra. En su mayo-ría, los residentes en países desarrollados, sin importar su etnia o nacionalidad, están más predispuestos a comprar productos verdes. Por ejemplo, un participante ni-geriano que se mudó a España y después a Holanda explicaba que su familia había adaptado sus hábitos de compra a las normas ambientales, más estrictas, que encontraron en Europa.
CORAZÓN FRENTE A CARTERA: En sus esfuerzos para promover su agenda de sostenibilidad, las empresas a veces apelan al altruismo de las personas en la creencia de que les motiva el deseo de actuar por el bien de la humanidad. En nuestro estudio sólo resultó ser así en un número no signifi cativo de participantes. La mayoría destacaron los compromisos económicos, señalando que sus eleccio-nes y costes los dictan en gran medida las regulaciones y los socios del contexto local en el que viven y trabajan.
Es más, independientemente de la na-cionalidad, los factores y argumentos eco-nómicos fueron citados constantemente por todos ellos. Los participantes parecen estar más infl uidos por el contexto de su país de residencia que por el altruismo, concepto que algunos tildan de demasia-do “blando” y poco defi nido.
Ningún caso lo ilustra mejor que el transporte. La efi ciencia, conveniencia y fi abilidad vencen por goleada a la vo-luntad de “salvar el planeta” en el uso de transporte público. Puede que el trans-porte público se elija porque es respe-tuoso con el ambiente, pero sólo si es efi ciente y económico. Lo mismo ocurre con el uso de combustibles verdes frente a la gasolina convencional, así como con el medio de transporte elegido (la mayo-ría rechaza los coches híbridos por caros y por no estar probada su efectividad).
A la hora de la verdad, el impacto en la cartera es el más importante en las decisiones de compra. Las compañías que pretendan explotar el altruismo para avanzar en sus agendas de sostenibilidad
deberían revisar esta estrategia y ofrecer un valor tangible que benefi cie a sus gru-pos de interés.
INFLUENCIA DE LOS MEDIOS: Desem-peñan un papel cada vez más importante al divulgar información que infl uye en el comportamiento de compra. La fi abilidad de la información es una cuestión clave, sobre todo en aquellos mercados en los que la transparencia es cuestionable. La confi anza en los medios es menor en los mercados emergentes que en los desarro-llados. Algunos participantes creen que los medios establecidos son poco menos que máquinas de propaganda. Del mismo modo, las ONG’s ejercerían una infl uencia negativa en la disposición a la compra, ya que algunos las ven como defensoras par-ciales de sus propias causas, que tienen un alcance limitado.
En conjunto, los participantes no se creen todo lo que la publicidad verde in-tenta venderles. Con todo, confi esan que dependen de las fuentes públicas dispo-nibles para conocer las características de los productos, pues no tienen tiempo de buscar más información ni validar ellos mismos los reclamos de sostenibilidad de las empresas. A falta de otras opcio-nes, ven la información de los medios y las propias compañías como una opción adecuada. Además, los recursos online y las redes sociales cada vez compiten más con los medios tradicionales en la recopi-lación y divulgación de información.
Primero en casaLa sostenibilidad empieza en
casa, donde la esfera de infl uencia indivi-dual es mayor. Los estudios suelen pasar por alto el papel decisivo que las parejas y otros familiares pueden ejercer en la cesta de la compra y la orientación de los hogares. En nuestro caso, el 69% de los participantes estaban casados o tenían pareja legalmente reconocida. Mediante entrevistas personales, pudimos contex-tualizar nuestros hallazgos para ver cómo las variaciones entre los casados y los sol-teros, por ejemplo, afectaban a las prefe-rencias de compra y la capacidad de los ejecutivos para infl uir en los procesos de compras corporativas.
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ANÁLISIS
Hay pruebas sufi cientes de que las prác-
ticas de sostenibilidad que empiezan en
casa acaban dando el salto al trabajo. Por
ejemplo, un participante afi rmó que sus
iniciativas ecológicas en el ámbito laboral
emanaban de sus hábitos personales en
casa, como comprar sólo alimentos orgá-
nicos y seguir una dieta estricta. Según su
razonamiento, enfermaba menos porque
comía sano, lo que al fi nal implicaba me-
nos gastos médicos. Esta creencia perso-
nal de que las pequeñas elecciones que
hacía en su vida diaria se traducía en un
gran ahorro a largo plazo condicionaba su
enfoque de las compras en el trabajo.
De todas formas, algunos patrones de
comportamiento difi eren de la tendencia
mayoritaria. Es el caso de dos participantes
solteros, con una inclinación manifi esta a
seguir el liderazgo de los demás: en casa
no tenían ningún problema para experi-
mentar con productos y servicios ecológi-
cos, pero en el trabajo creían que debían
ajustarse a las políticas de sus empresas,
por lo que no parecían tan dispuestos a
dejar que sus preferencias personales in-
terfi rieran en la toma de decisiones pro-
fesionales. La capacidad de los ejecutivos
para traducir los hábitos sostenibles de su
vida personal en compras sostenibles en
el trabajo depende de tres factores prin-
cipales, tal y como revelaron los ejemplos
citados por los participantes en relación
con el consumo energético.
AUSENCIA DE OTRAS OPCIONES: En
un caso paradigmático se señalaron las
limitaciones impuestas por los servicios
públicos locales como un obstáculo para
un consumo de energía alternativa: una
compañía no se planteaba el cambio de
proveedores pese a que la instalación de
energía geotérmica la protegería a largo
plazo contra la volatilidad de los precios
de la gasolina.
FALTA DE INFORMACIÓN: Otra idea
latente entre los ejecutivos era que no po-
drían hacer progresos en el consumo de
energía y combustibles verdes porque se
percibían como una opción cara. Se daba
por hecho que estas fuentes energéticas
eran prohibitivas, aunque sus empresas
jamás habían comparado costes.
SÍNDROME DEL CONTROLLER: De-
bido a la crisis económica, la necesidad
de efectivo ha hecho de los recortes de
gastos una prioridad. En este contexto, los
participantes aseguraban que es más difí-
cil justifi car inversiones en energías alter-
nativas, que podrían garantizar posiciona-
miento a largo plazo, pero sumarían otra
partida de gastos en compañías volcadas
a la supervivencia inmediata.
La perspectiva psicológicaEl primer paso para ayudar a las
empresas a redefi nir y reposicionar sus
agendas de sostenibilidad en estos tiem-
pos de difi cultades económicas es enten-
der qué hace que las personas pasen de
preferir los bienes y servicios ecológicos a
comprarlos, tanto en casa como en el tra-
bajo. La psicología resulta de gran ayuda
para profundizar en esta cuestión.
Allá por los años 70, el psicólogo social
estadounidense Julian B. Rotter propuso
un modelo basado en el locus (percep-
ción) de control que se vale del tipo de
personalidad para hacer predicciones
sobre el comportamiento que puede
esperarse en determinadas situaciones.
Según este modelo, todos nos situamos
en algún punto entre un extremo en el
que el individuo tiene un locus de control
interno (cree que sus acciones infl uyen
decisivamente en su entorno), y otro en
el que la persona tiene un locus de con-
trol externo (piensa que su infl uencia en
el entorno es escasa y atribuye ese poder
a entidades que escapan a su control).
Las teorías del aprendizaje social de Rot-
ter son signifi cativas porque no parten
de un enfoque determinista del com-
portamiento humano. Más bien intentan
establecer cómo los distintos tipos de
personalidad interactúan e infl uyen en su
entorno. Y esto es de suma importancia
para el análisis de las actividades corpora-
tivas relacionadas con el marketing y las
compras sostenibles, ya que se inscriben
en la intersección dinámica de la crea-
ción de valor económico, social y medio-
ambiental. Algunos estudios empresaria-
les han recurrido al locus de control para
tratar de predecir determinados compor-
tamientos. Por ejemplo, en un artículo
publicado en Journal of Economic Psy-
chology, Howard Tokunaga lo aplicó para
distinguir entre quienes pueden usar de
forma responsable el crédito al consumo
y quienes abusan de él. Sonia Livingstone
y otros investigadores de London School
of Economics lo utilizaron para predecir
la propensión de las personas al ahorro,
la deuda personal y el pago de la misma.
En ambos casos, los que presentaban
un locus de control más interno obtuvie-
ron mejor nota, es decir, demostraron ser
más solventes y tener menos problemas
de deuda. En un estudio canadiense de
altos ejecutivos, Danny Miller y otros in-
vestigadores de la Universidad McGill ha-
llaron que los CEO con un locus de control
interno apostaban más por la innovación
en productos y mercados, asumían más
riesgo y lideraban a sus competidores
en lugar de seguirles: “Los que tienen un
locus de control interno pueden perci-
bir las ‘limitaciones’ del entorno como un
espacio abierto y maleable, transforman
las difi cultades de los competidores en
oportunidades para innovar. Los que lo
tienen externo pueden ver en sus entor-
nos muchos límites rígidos que no deben
ser quebrantados. El resultado en el pri-
mer caso es una estrategia innovadora,
proactiva y que asume riesgos y, en con-
secuencia, una estructura más sensibiliza-
da y diferenciada, capaz de operar en un
entorno más dinámico y heterogéneo. En
el segundo caso, el resultado es una estra-
tegia conservadora y una estructura más
monolítica y cerrada, limitada a operar en
un entorno estable y no diferenciado”.
El primer paso para ayudar a las empresas a redefi nir sus agendas de sostenibilidad es entender qué hace que las personas pasen de preferir a comprar bienes y servicios ecológicos.
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2 7
ANÁLISIS
Esta perspectiva psicológica redunda
en una mayor comprensión de las deci-
siones de compra. Cuando menos, ilumi-
na la paradoja de que se hable mucho de
sostenibilidad pero se haga relativamen-
te poco al respecto. Después de todo, la
mayor parte de las unidades de aprovisio-
namiento de las compañías suelen tener,
por defecto, una gran aversión al riesgo.
La descripción de Miller de los individuos
con una orientación más externa es bas-
tante acertada en este sentido, pues con
ellos novedades como las compras verdes
están destinadas a darse de bruces contra
un muro. Sin embargo, nuestro estudio
halló que la mayoría de los nuevos direc-
tivos tienen un locus de control interno.
Consideran que sus preferencias (predis-
posición sostenible) y acciones individua-
les (prácticas sostenibles) pueden afectar
a una actividad determinada (compras
sostenibles) y que los factores de su es-
fera de infl uencia (capacidad para reducir
los daños sociales y ambientales) pueden
afectar la creación de valor social y am-
biental. Por tanto, centrarse en el locus de
control de los miembros de la empresa y
no en el equipo de compras en sí es una
de las claves para impulsar las actividades
relacionadas con la sostenibilidad y para
determinar si los factores organizativos fa-
cilitan o impiden la adopción de prácticas
de sostenibilidad.
Una visión más completa Todo esto sirve para completar la
imagen que se tiene de los consumido-
res verdes. Seguir operando a partir de
suposiciones basadas exclusivamente en
la demografía no hará sino situarnos en el
mismo punto de salida y llegada en el que
nos encontrábamos hace diez años. Nues-
tra investigación, que incorpora factores
relacionados con la predisposición y las
valoraciones económicas que preocupan
a los ejecutivos, se distancia positivamente
de lo que hasta ahora se daba por senta-
do. Los resultados permiten agrupar a los
esquivos consumidores verdes en cuatro
segmentos según su actitud (fi gura 1).
APOYO INCONDICIONAL / DISCRIMI-NACIÓN DE PRODUCTOS: Se trata del
popular arquetipo del guerrero o faná-
tico ecologista que, fi el a sus principios,
discrimina en todo momento en función
de sus preocupaciones ambientales y de
sostenibilidad. Pero así como este tipo
ocupa los grandes titulares y responde al
concepto de “consumidor verde” más ex-
tendido, nuestro estudio sugiere que está
en vías de extinción. Es cierto que algunos
participantes estaban entusiasmados con
la agricultura orgánica y expresaron su
frustración por la falta de biocombusti-
bles en los mercados y sectores, pero en
todos los casos la cruda realidad económi-
ca atemperaba sus inquietudes. Así, hasta
para el defensor más fi rme de los coches
híbridos, su precio resulta una condición
de compra inalienable.
FACTOR DE BIENESTAR / INTERÉS PA-SAJERO. Al igual que los guerreros ecolo-
gistas, esta categoría también se mueve
por altruismo, pero su locus de control
externo los hace menos leales a la causa
y mucho más pragmáticos. Una minoría
de nuestros participantes se inscribía en
esta categoría. Aseguraban ser entusiastas
no preocupados por el precio, al menos
en las compras del hogar. Sin embargo,
cuando ahondamos más, el pragmatismo
económico se impone a su lealtad, tal y
Figura 1Los nuevos tonos del verde
ESTE GRÁFICO REFLEJA UN MODELO ALTERNATIVO DE SEGMENTACIÓN DE CONSUMIDORES Y RESPONSABLES DE COMPRAS EN FUNCIÓN DE SU ACTITUD FRENTE A LOS PRODUCTOS VERDES
ORI
ENTA
CIÓ
N
LOCUS DE CONTROL
PARIDAD DE VALOR / DIFERENCIACIÓN VERDE
Econ
ómic
a
Social/Externo
Altr
uist
a
Personal / Interno
FACTOR DE BIENESTAR / INTERÉS PASAJERO
PRECIOS SUPERIOR / CERTIFICACIÓN
APOYO INDONDICIONAL/ DISCRIMINACIÓN DE PRODUCTOS
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 28
como ocurre con los que tienen un locus
de control interno. Varios participantes ad-
mitieron que, en tiempos de difi cultades
económicas, reducían automáticamente
la compra y el consumo de los productos
y servicios ecológicos más caros.
PRECIO SUPERIOR / CERTIFICACIÓN: Al igual que Jacquelyn Ottman y otros in-
vestigadores antes que nosotros, identifi -
camos una categoría importante motiva-
da no tanto por la necesidad de “cambiar
las cosas” como por la de “información” dis-
ponible. La clave para ganarse el favor de
estos consumidores es educarles con cer-
tifi cados formales y etiquetas claras sobre
las características sostenibles, ya que estos
elementos informativos justifi carán que
paguen más por determinados productos
y servicios. Un ejecutivo que participó en
nuestro estudio, jefe de compras de café
para un distribuidor minorista, constituye
un buen ejemplo de esta categoría. Que-
ría introducir café de comercio justo, pero
el elevado coste que implicaba perjudi-
caba la rentabilidad, así que se le ocurrió
posicionar el café ético como un producto
caro, de modo que un precio mayor com-
pensara su coste.
Para lograr este posicionamiento, tuvo
que informar sobre qué es exactamente
el comercio justo, cómo garantiza unos
salarios decentes y unas medidas de sa-
lud y seguridad adecuadas para los tra-
bajadores. Esta información permite a los
consumidores tomar decisiones funda-
mentadas, y eso es lo que hicieron, pues
compraron más café de comercio justo
y la compañía logró una rentabilidad ré-
cord. Está claro que ese precio más alto
debe estar justifi cado, no vale hacer caja
con un producto o servicio de inferior
calidad pero supuestamente sostenible.
La información debe aclarar, no ofuscar.
Si no, el “lavado verde” agravará el cinis-
mo de los escarmentados consumidores
y ejecutivos. La Comisión Federal de Co-
mercio de EEUU, por ejemplo, ultima en
estos momentos una serie de cambios en
sus directrices ecológicas, revisadas por
última vez en 1998, para garantizar que
las califi caciones de “renovable”, “biode-
gradable” y “compensación de las emisio-
nes de CO2” son veraces y comprobables.
PARIDAD DE VALOR / DIFERENCIA-CIÓN VERDE: Aunque todas las catego-
rías refl ejaron el paso del puro altruismo
a un mayor o menor grado de pragmatis-
mo económico, estos consumidores fue-
ron los más intransigentes al evaluar los
benefi cios económicos del producto. No
están dispuestos a sacrifi car la calidad en
aras de unos supuestos benefi cios ecoló-
gicos. Esperan que el producto o servicio
sostenible sea de una calidad equivalente
a la de los convencionales. Por ejemplo,
como indicó un ejecutivo, la práctica del
teletrabajo debe estar tan justifi cada por
razones económicas (mayor productivi-
dad laboral, reducción del coste de com-
pra o alquiler de inmuebles, mayor fl exi-
bilidad de los programas de retribución)
como por razones sociales y ambientales
(trabajadores más satisfechos, mejor con-
ciliación de la vida laboral y personal, me-
nos tráfi co y contaminación).
Dos obstáculos a superar Para los ejecutivos encargados
de implementar el marketing y las com-
pras verdes o sostenibles en sus empre-
sas, este nuevo paradigma plantea dos
obstáculos importantes. El primero es el cambio de posicionamiento: pasar de la
diferenciación altruista a los prerrequisitos
económicos, entre ellos el uso de certifi -
cados fi ables e información correcta para
justifi car un precio mayor. El segundo es responder a las desventajas de coste que
perciben algunos grupos y abordar el sín-
drome del controller para ganar terreno
en las compras corporativas.
Dadas las actuales difi cultades
económicas, se trata de una labor aún
más ardua. Las compañías pueden ayudar
a los ejecutivos a integrar valores ecológi-
cos en sus prácticas de compras, así como
a revisar su oferta de productos o servi-
cios, teniendo en cuenta las siguientes
recomendaciones:
• Centrarse en las ventajas individuales y
tangibles de comprar productos verdes
en casa y en el trabajo. Estos benefi cios
están infl uidos por dos factores: las pre-
ferencias personales y los factores de la
organización que facilitan o impiden los
procesos de compra. Piense en cómo
puede intervenir el locus de control.
• Los consumidores siguen evaluando
con dureza las ventajas económicas de
los productos ecológicos. No lo olvide si
quiere lograr una buena aceptación de
sus productos.
• El papel de los grupos de defensa del
ambiente y la sostenibildad está cam-
biando. Algunos se ven como parciales,
por lo que acercarse demasiado a uno
de ellos puede ser arriesgado.
• Si los consumidores eligen en función
de la información de que disponen,
aprovéchese de los medios sociales. Los
consumidores se informan en gran me-
dida mediante el boca-oreja, algo que
encuentran en las redes sociales.
En tiempos de crisis, muchas empresas
suelen reducir costes, y la sostenibilidad
puede percibirse como un gasto inasu-
mible. Pero la desaceleración económica
abre también una ventana de oportuni-
dades para analizar cómo comercializar
mejor los productos y servicios verdes y
avanzar en sus prácticas de compras sos-
tenibles. Tarde o temprano la demanda
de una mayor competitividad económi-
ca nos obligará a hacerlo, así que, podría-
mos aprovechar y, hacerlo ahora.
ANÁLISIS
En tiempos de crisis, muchas empresas suelen reducir costes; y la sostenibilidad puede percibirse como un gasto inasumible .
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2 9
descifrando las cifras
Durante el siglo XX, el precio de
los principales commodities
mantuvo una tendencia a la
baja en una época en la cual
la población global se cua-
druplicó y la producción económica mun-
dial creció 20 veces, generando un incre-
mento de la demanda para las diferentes
materias primas entre 600% y 2.000%. Esta
situación se derivó del progreso tecnológi-
co alrededor del mundo.
Sin embargo, en los últimos 10 años se ha
revertido esa tendencia, generando incerti-
dumbre sobre el posible surgimiento de una
era de precios elevados tanto para los pro-
ductos industriales como de los alimentos.
El peso que van adquiriendo los países
emergentes supone un cambio estructu-
ral en la economía, puesto que hace unos
años suponían alrededor del 30% del PIB
global, ahora representan cerca del 50%
y alcanzarían el 70% en el año 2050. Esa
evolución implicaría un “súper ciclo para
las materias primas” derivado del aumento
de la demanda de ese tipo de productos y
en particular de los metales.
A pesar de que en diciembre de 2011 se
registró una ligera caída en los precios de
los commodities, se prevé que continúe la
tendencia alcista durante este año. Según
estimaciones del Scotiabank Group, habrá
un repunte durante el segundo trimestre,
impulsado por el probable relajamiento en
la política monetaria de China, lo que im-
pulsará la demanda de materias primas de
esa economía. A eso se suma que el cre-
cimiento de EEUU para el IV trimestre de
2010 sería cercano al 3%, lo cual marcaría
un repunte signifi cativo para la economía
norteamericana y una inyección de con-
fi anza para los inversionistas del mundo.
En este sentido, el alza de precios de
los commodities, así como el ritmo de
crecimiento económico en los mercados
emergentes reviven el debate sobre la
capacidad de suministrar materias primas
para abastecer la demanda futura y ade-
más el alza de precios de las materias pri-
mas puede convertirse en una amenaza
adicional a la incipiente recuperación de
las economías avanzadas.
Según un estudio de McKinsey Global
Institute, la respuesta a esta controversial si-
tuación, es generar mayor productividad en
base a las nuevas tecnologías; pues los próxi-
COMMODITIES: PRODUCTIVIDAD Y PRECIOS
POR: Mónica Vergara Bonilla Subdirectora de Investigación
Dpto. de Investigación [email protected]
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 21010
mos 20 años, los shocks relacionados con los
commodities serán diferentes a los observa-
dos anteriormente, debido a cinco factores:
a. Incremento de los consumidores de clase media: el rápido desarrollo eco-
nómico en los mercados emergentes,
especialmente China e India, generarán
un aumento de 3 mil millones de perso-
nas de clase media a nivel mundial en los
próximos 20 años, en comparación con
los 1,8 mil millones que hay actualmente,
incrementando la demanda de diversos
commodities.
b. La búsqueda y extracción de nue-vas fuentes de suministro es más cara y difícil: la demanda de algunos recursos
ha llegado a un punto en el cual la oferta
es inelástica, es decir es más complicado
para la oferta reaccionar rápidamente ante
aumentos de demanda, a pesar de las me-
joras tecnológicas en su producción.
c. Existen fuertes vínculos entre recur-sos: el precio y volatilidad de diferentes
recursos han desarrollado más enlaces en
los últimos 20 años. La escasez y los cam-
de los precios en niveles altos endurece la
deteriorada situación de vida de los gru-
pos de población con bajos ingresos.
Así, un incremento de la oferta de ma-
terias primas y el cambio en la producti-
vidad de cómo los recursos son extraídos,
procesados y utilizados sería necesario
para reducir las posibles limitaciones de
recursos durante los próximos 20 años.
Actualmente existen oportunidades para
mejorar la productividad y aumentar la
oferta, con lo cual se podría satisfacer al
menos al 30% de la demanda de materias
primas hacia el 2030. La implementación
de mejoras productivas abastecería a más
del 80% del crecimiento esperado de la
demanda de energía, 60% de la demanda
de agua y 25% de la demanda de acero.
La clave es que tanto el sector público
como privado aprovechen las oportu-
nidades de manera rápida y efi caz para
evitar un período de precios más altos,
mayor volatilidad y daño ambiental irre-
acceso de la población; para aliviar estos
problemas, se requerirá inversiones adi-
cionales que pueden impactar en el pre-
cio de las materias primas. Por ejemplo, si
se aplican a mayor escala las tecnologías
de energía renovable, sus costos bajarían
paulatinamente; la energía solar podría es-
tar disponible a un costo de US$1 por vatio
en 2020; una signifi cativa reducción desde
US$8 por vatio en 2007 y US$4 en 2010.
OportunidadesEl estudio de McKinsey Global Institute
identifi ca 15 áreas de oportunidad compi-
ladas en 4 sectores: Energía, Tierra, Agua
y Acero. De manera extendida las opor-
tunidades en las cuales los países deben
trabajar para incrementar la productividad
de los recursos naturales son:
Estas oportunidades representan el 75%
del ahorro de recursos, se estima que en
valores monetarios, el ahorro anual para la
sociedad derivado de éstas sería de US$2,9
billones en 2030. Cabe mencionar que en-
tre el 70% y 85% de estas oportunidades
para impulsar la productividad de los recur-
sos se encuentra en los países en desarrollo.
A pesar de generar benefi cios para la
sociedad del aprovechamiento de las
oportunidades de mejora de la produc-
tividad, la mayoría de ellas no son atrac-
tivas para los inversionistas privados por
Fuen
te: F
MI
Índice de Precio de los Commodities
147% ha aumentado el precio real de los
commodities desde el año 2000
bios de precios en un recurso pueden im-
pactar rápidamente en otros.
d. Factores ambientales restringen la producción: el deterioro del ambiente de-
bido al aumento del consumo de commo-
dities y a la explotación de recursos natu-
rales, está afectando la vulnerabilidad del
sistema de suministro, restringiendo su
producción. Un estudio de Economics of
Climate Adaptation Working Group es-
tablece que algunas regiones tienen el
riesgo de perder entre 1% y 12% de su PIB
anualmente como resultado de la existen-
cia de patrones climáticos.
e. La creciente preocupación sobre la inequidad: un gran porcentaje de la
población mundial no tiene acceso a las
necesidades básicas como energía, agua y
alimentos. Y, el mantenimiento esperado
versible. Los gobiernos deben reducir los
subsidios tanto a la energía como al agua,
que mantienen los precios bajos de ma-
nera artifi cial y fomentan el mal uso de
esos recursos. Estos subsidios alcanzan
alrededor de US$1,1 billones a nivel mun-
dial y muchos países destinan más del 5%
de su PIB en subsidios energéticos. En el
campo del cambio climático es necesario
que a través del mercado de emisiones de
carbono, los precios de los commodities
refl ejen el costo de las externalidades que
genera su explotación.
Si bien con mayor productividad y ofer-
ta de commodities se podría satisfacer el
incremento de la demanda futura, no sería
sufi ciente para prevenir el calentamiento
global de 2ºC o reducir las restricciones de
1. Construir efi ciencia energética
2. Aumentar el rendimiento de los grandes
campos de producción y explotación
3. Reducir el desperdicio de alimentos
4. Reducir las fugas de agua a nivel municipal
5. Efi ciencia en el transporte
6. Aumentar la efi ciencia energética en la
industria del acero y el hierro
7. Aumentar rendimiento en los pequeños
campos agrícolas
8. Aumentar la efi ciencia del combustible
9. Aumentar la penetración de vehículos
híbridos y eléctricos
10. Reducir la degradación de la tierra
11. Mejorar la efi ciencia en el uso del acero
12. Aumentar la recuperación del petróleo
y cobre
13. Mejorar técnicas de irrigación
14. Cambio de formas de transporte de
mercancías
15. Mejorar la efi ciencia de las plantas de
generación eléctrica.
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2 1111
un sinnúmero de razones, entre ellas, la
incertidumbre generada por la volatili-
dad de precios a futuro lo cual difi culta
el cálculo del rendimiento de la inversión
realizada. Otra son los regímenes fi scales
de cada país que desincentivan el uso efi -
ciente de los recursos debido a los subsi-
dios existentes.
Si bien las empresas han manejado
siempre estrategias de negocio basadas
en el aumento de la productividad del
trabajo y del capital, ahora es necesario
que implementen estrategias en la pro-
ductividad de los recursos.
Las empresas que lograron mejorar su
productividad de los recursos logran de-
sarrollar una ventaja de costos estructu-
rales, mejorar su capacidad de capturar
nuevas oportunidades de crecimiento,
especialmente en entornos de recursos
escasos y reducir su exposición a la volati-
lidad de los precios internacionales.
El alza de precios de los commodities
genera un aumento en los costos de pro-
ducción de las manufacturas y reducen el
consumo discrecional de los hogares. Es
claro que los países exportadores de ma-
terias primas serán benefi ciados econó-
micamente por el ingreso de divisas, pero
eso no compensa el impacto negativo en
los países importadores.
No hay que dejar de lado que las ten-
siones en los mercados, precios altos y
aumento de demanda de los principales
commodities podrían reducir el creci-
miento mundial, afectando el bienestar
de la población, restringiendo las fi nanzas
públicas y aumentando tensiones geopo-
líticas. Además, la volatilidad de los pre-
cios enfría el crecimiento económico al
incrementar la incertidumbre.
Una mirada a América LatinaPara la región, mientras los precios de
los commodities permanezcan elevados,
sus posibles problemas estructurales y de
gestión macroeconómica podrán ser, en
buena parte, compensados por un fl ujo
importante de ingresos tributarios y de
exportaciones. De hecho, la región creció
más cuando estos precios entraron en tra-
yectoria de alza, a partir de 2001. La evo-
lución de los precios de los commodities
es, por lo tanto, crucial para la perspectiva
económica latinoamericana.
En este sentido, el agravamiento del
escenario internacional preocupa, pues la
demanda por commodities tiende a estar
bastante correlacionada con el crecimien-
to global. Pero, la desaceleración actual
no debería tener un impacto elevado en
el precio de las commodities pues está
concentrada en los países desarrollados,
y la demanda de éstos ha sido impulsada
por los países emergentes, especialmente
China por lo que el mayor riesgo sería una
detención abrupta del crecimiento chino.
El elevado crecimiento de la demanda
por este tipo de productos a lo largo de
Fuen
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Participación en el total de oportunidades de mejora de productividad
Fuen
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BCE
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Precio WTI: histórico y proyecciones
la última década obligó a la oferta a ajus-
tarse de forma forzada, con reducciones
de stocks y défi cits entre consumo y pro-
ducción. Mientras la oferta crece a tasas
modestas, la demanda tiende a crecer a
ritmos mucho más fuertes.
Del lado de la energía, los precios del pe-
tróleo siguen presionados, no sólo por el ba-
lance entre oferta y demanda sino también
por la cuestión geopolítica. En los mercados
agrícolas, especialmente de alimentos, la
demografía tiene un papel relevante para
la demanda. La producción, sin embargo, es
limitada por el stock de tierras disponibles,
recursos hídricos y tecnología actuales.
Suponiendo un escenario negativo, la
profundización de la crisis de endeudamien-
to en Europa afectaría el sistema fi nanciero
global, produciendo un estrangulamiento
de los fl ujos internacionales de crédito se-
mejante al ocurrido en 2008-2009. Según
estimaciones del Itaú, el PIB mundial podría
experimentar una contracción de -2% en
2012, provocando una caída de casi 25% en
el precio promedio de los commodities.
Bajo este escenario, la situación de Lati-
noamérica sería puesta a prueba. Todos los
países de la región tendrían efectos nega-
tivos, pero aquellos basados en modelos
populistas, que mantiene el crecimiento a
través de subsidios a aumentos salariales
artifi ciales –fi nanciados, en buena parte,
por el ingreso generado por la exportación
de commodities– tendrían más difi culta-
des de sostener sus economías.
En resumen, aún con el menor creci-
miento mundial en 2012, se estima pre-
cios elevados de commodities, haciendo
favorable el escenario para América Lati-
na; pero es preciso monitorear las dimen-
siones de la crisis europea.
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 21212
Sillicon Valley
Miami
MARKETING PARA NEGOCIOS PEQUEÑOS
7 IDEAS QUE TRANSFORMARÁN TU NEGOCIO
P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2 1313
pulso de mercado
POR: Álvaro Xavier AndradeDirección Comercial & Marketing
Profesor Full Time Twiter: @AlvaroX_Andrade
Ángela es propietaria de una cafetería
pequeña pero popular llamada “Mug
Shots” en Baños, Ecuador. Al igual que
muchos propietarios de empresas na-
cientes, sus esperanzas y sus sueños
son una mezcla de los objetivos de negocio: abrir
un segundo local, organizar sus contactos, hacer al-
guna promoción atractiva, viajar fuera del país, etc.
Es posible que tenga mucho en común con Án-
gela, y al igual que ella si usted no ve crecer su ne-
gocio como esperaba, puede empezar a pensar que
sus sueños están desfasados y fuera de su alcance.
Usted tiene un gran producto, pero al igual que Án-
gela, debe empezar a idear la manera más efectiva
de gestionar su marketing y encontrar la forma más
efi ciente y rentable de atraer, mantener y hacer cre-
cer su base de clientes.
Es un problema común para las PyMES, que in-
vierten tiempo y dinero en publicidad para atraer
el interés, pero no tienen una estrategia global de
marketing que logre la conversión de clientes po-
tenciales (es decir, que compren) y retenga a los
clientes. Nos permitimos proponerle 7 ideas que
permitan delinear las bases para atraer, captar y
mantener clientes más satisfechos.
Un problema común para las
PYMES es que invierten poco
tiempo y dinero en estrategias de
marketing.
Los consumidores se han vuelto muy hábiles para
ignorar la publicidad en todas sus formas. Saltarse
spots de televisión, radio stream online gratis, blo-
queo a spam y son virtualmente ciegos a los anun-
cios de banner. Así que para ganar tráfi co y atención
del público la única cabida que queda es la creación
de contenidos de verdadero valor para sus posibles
compradores.
Ahora que está atrayendo a la gente a su sitio
con el señuelo de un contenido valioso es nece-
sario incitarles a dar su información de contacto,
ya que esto marcará el inicio de algo que se pueda
alimentar a través del tiempo. Formularios web son
una excelente forma de captar clientes potencia-
les, pero la realidad es que la mayoría de los clien-
El contenido puede signifi car muchas cosas,
pero en realidad es cualquier pedazo valioso
de información o entretenimiento que atrae
o los conduce a su sitio web, a su local o
a preguntar por su servicio. Un valor
añadido de generar contenidos
relevantes es que usted comen-
zará a desarrollar una relación
de confi anza con sus visitantes.
tes de pequeñas empresas no tienen gran efectivi-
dad en esta herramienta. Si este es su caso, es
bueno revisar factores que ayuden a disuadir
a la gente a mantenerse conectado: dar con-
tenido a cambio de datos, no
preguntar mucha infor-
mación, analizar que a lo
mejor no inspiramos con-
fi anza al usuario, etc.
ATRAER TRÁFICO.-
CAPTURAR INTERESADOS.-
P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 11414 P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2
La verdad es que la mayoría de los compradores
no suele ver la publicidad de un producto y salir
“disparado” a comprarlo. Compran cuando están
listos para hacerlo. Alcanzar esta etapa necesita de
un enfoque sistemático para desarrollar confi anza
y que posteriormente se exprese en una compra.
Usted puede atraer, captar y cultivar todos los pros-
pectos que quiera pero si no se convierten en los
clientes de pago, no va a ganar dinero. Dependiendo
del modelo de su negocio lo más probable es que
Todos hemos recibido alguna vez
un cliente inconforme con el servi-
cio (¿a quién no le ha pasado?) No le
sorprenderá saber que la mayoría de las
empresas gastan más en la adquisición de
nuevos clientes que en mantener felices a los
ya existentes.
De las primeras estadísticas que el dueño de un
negocio aprende es que el 80% de sus
ganancias provienen del 20% de
sus clientes. Sin embargo, mu-
chos dueños de pequeños ne-
gocios pasan gran parte de su tiem-
po concentrados en atraer y convertir
Una vez que lo anterior funciona, estamos en el
escenario ideal para poder crecer a través de refe-
ridos y nuevos clientes. Somos más afi nes a hacer
negocios con alguien que ha sido presentado por
alguien conocido. A partir de esa idea, los progra-
mas de referencia de clientes son una fantástica
manera de generar clientes potenciales altamente
cualifi cados. La clave para conseguir las referencias
Un par de consejos: manten-
ga una comunicación consis-
tente a través del tiempo de
acuerdo al ciclo de vida del
cliente y procure personalizar
su comunicación dando la impor-
tancia que merece cada uno de sus
prospectos.
utilice un carrito de compra en línea o un equipo
de ventas. Cada uno de estos modelos tiene mu-
chas estrategias que se pueden aplicar. Sería im-
posible agotarlas en este breve espacio, sin em-
bargo hay que decir que esta etapa es crucial
para empezar a capturar el valor económico
de todo lo realizado anteriormente.
Ganar clientes fi eles en el largo plazo requiere la ca-
pacidad no sólo de atraerles a la siguiente compra
de un producto, sino la misión de hacerlos felices
con una experiencia. Cuando un cliente se encuen-
tra feliz nace una lealtad inspiradora donde los
clientes satisfechos se conviertan en defensores de
su marca, en fuente de referencias con amigos, co-
legas y redes sociales.
nuevos clientes potenciales dejando de lado los
esfuerzos por generar ventas cruzadas dirigidas a
clientes existentes. Es muy probable que los clien-
tes que tuvieron una experiencia positiva piensen
en acercarse a Ud. la próxima vez que necesiten un
producto o servicio similar. Por esta razón es muy
importante desarrollar la relación con estos clientes
dando a conocer productos, servicios y soluciones
complementarias de las que podrían disfrutar.
de los clientes satisfechos es sencillo: preguntar
amablemente. Y no se olvide de recompensar a los
clientes por sus referencias con una nota de agra-
decimiento, un regalo o simplemente con una
tarjeta de agradecimiento sincero.
Por supuesto que estos pasos no son una
receta mágica y tampoco hemos agotado
cada uno de ellos. El objetivo es tan solo
presentarlos y esperemos profundizar en
cada uno de ellos en futuros artículos.
ALIMENTAR PROSPECTOS.-
CONVIERTA PROSPECTOS EN VENTAS.-
ENTREGA Y SATISFACCIÓN DEL CLIENTE.-
UPSELLING.-
REFERIDOS.-
P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 1 1515P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2
gobernanza
“La gestión pública y la privada fundamentalmente son similares en todos los aspectos no importantes”
PUEDE UN EXITOSO GERENTE PRIVADO TENER ÉXITO EN LA GESTIÓN PÚBLICA?
Dr. Juan Montero CarriónPresidente de la Corporación Líderes para Gobernar
GobernanzaSerie
Wallace Sayre, luego de pasar va-
rios años en Ithaca ayudando
a planifi car la nueva Escuela de
Administración de Empresas y
Administración Pública, de Cor-
nell se fue a Columbia con este aforismo “la gestión
pública y la privada fundamentalmente son similares
en todos los aspectos no importantes”; este adagio
fue conocido más tarde como la ley de Sayre; pero
en esencia este autor lo que planteó, fue una invi-
tación abierta a investigar el tema.
En la actualidad se mantienen todavía estos y mu-
chos interrogantes:
* La gerencia pública y la gerencia privada tienen
más similitudes o tienen más diferencias?
* Para el caso de tener más similitudes, entonces
un Gerente exitoso en el sector privado produci-
rá de manera segura, excelentes resultados en el
sector público?
* Bajo el supuesto de que estas dos gestiones
tienen más diferencias; entonces quién prepara
y forma Gerentes para el sector público y cuál
debería ser el pénsum de estudios?
Este artículo se centra únicamente en los niveles
superiores, no en los niveles medios ni de funciona-
rios técnicos y además debemos pasar por alto la
discusión preliminar de si la Gerencia es un vocablo
con alcance menor o mayor a la palabra Gestión.
La vida diaria nos permite observar, informarnos
y comprobar las múltiples diferencias, algunas
confi rmadas ya por diversos investigadores del
tema como G. T. Allison, aunque sin haber llegado
a alcanzar un corpus integrado y validado como
la ciencia lo exige; no obstante podemos ver al-
gunas diferencias entre las dos gestiones pública y
privada a manera de ilustración:
P E R S P E C T I V A /1616 P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2
a.- La perspectiva del tiemmpo y la permanencia en el cargo.
Se puede observar que el gestor
de gobierno tiene un horizonte bre-
ve, y su duración en el cargo puede
ser desde un mes a unos pocos años,
quizá en promedio 12 o 18 meses; en
cambio el gestor privado, tiene una
orientación de al menos cuatro o más
años en la misma empresa y entre sus
responsabilidades está la de preparar
un sucesor, cosa impensable en la
gestión pública.
b.- La medición del desemppeño.En última instancia el gestor pri-
vado debe: mantener viva la empre-
sa, producir ganancias y acrecentar
su participación en el mercado, así
demuestra su efectividad y compe-
tencia en el cargo a través de estos
resultados; en cambio para el gestor
público hay poco o ningún acuerdo
sobre las normas y mediciones para
evaluar su desempeño, y debe enfo-
carse en promover la igualdad entre
diversas personas y grupos; mostrar
preocupación por las cosas que no
funcionan, expresar los cuidados que
debe tener al enfrentar un problema,
todo ello buscando lograr una buena
reacción u opinión del público; pedir
nuevas normas, leyes y reglamentos,
reorganizar y re-estructurar las enti-
dades; los aplausos y reconocimien-
tos se observa que se llevan quienes
hacen política, los que opinan, no los
que ejecutan, implementan o logran
hacer las cosas, mejorando así la vida
de las personas.
c.- La Gestión de personas y ell Control.En el reclutamiento, la contratación,
la asignación salarial, la transferencia,
ó despido de colaboradores, el gestor
privado tiene mayor alcance de au-
toridad y autonomía versus el gestor
público, quien está limitado por las
normas, reglamentaciones, aproba-
ción de diversas entidades, límites
de las escalas salariales etc. Amén de
esto, el gestor público está sometido
a múltiples regulaciones, normas e
incluso órdenes judiciales a través de
variados órganos de control; esto en
el gestor privado sería insólito y por
ello, tal situación le permite mayor li-
bertad de acción y gestión.
Como si esto no fuera sufi ciente, el
gestor público deberá accionar den-
tro de políticas paralelas o a veces
contrapuestas, sorteando espacios
entre variados grupos de poder po-
lítico, células autónomas, decenas de
stakeholders, restricciones políticas,
presupuestarias y administrativas,
presencia continua de emergencias,
surgimiento de liderazgos imprevis-
tos, ausencia o distancia entre los ma-
nuales y la práctica de la realidad, que
le difi culta ver y menos aún compren-
der los patrones de comportamiento
acertados dentro de esta compleja
realidad; entonces es muy probable
que el gestor público pierda la visión
global, se vea incapaz de articular to-
das estas variables, le facilita errar en
sus interacciones y hasta perder su
propia misión en el cargo asignado.
d.- Exposición a prensa y mmedios.La gestión de gobierno está más
expuesta a la vista del público y debe
enfrentar a la prensa y otros medios
informativos y dar explicaciones so-
bre sus decisiones; el gestor privado
es más discreto en sus procesos inter-
nos y no debe dar explicaciones pú-
blicas por la toma de sus decisiones.
En razón del espacio de este artícu-
lo y con solo con estos cuatro ejem-
plos, parece confi rmarse el aforismo
de Sayre, de que las diferencias entre
Gestión Pública y Privada son mayo-
res que sus similitudes; por lo tanto
no es seguro que un gerente con
buenas prácticas en la gerencia priva-
da pueda tener garantizado el éxito al
transferirlas a la gestión pública.
rando desencuentros y confrontaciones
y a pesar de ello, todos los ciudadanos
siguen deseosos de días y condiciones
mejores para sus vidas. ¿Cuál sería enton-
ces la estrategia a seguir?
A través de la historia se observa que el
ingenio humano se plantea interrogan-
tes, investiga, trabaja y busca las respues-
tas oportunas. En la cúpula del Museo
de la Industria de Chicago se puede leer
con letras gigantes este mensaje: “La mi-
sión de la ciencia es investigar y descubrir
las leyes de la naturaleza y la misión de la
industria es poner estas leyes descubiertas
a favor del ser humano”.
En las décadas de 1920 y 1930, las
empresas americanas se tornaron com-
petitivas en función de su gestión, allí
descubrieron la necesidad de fi jar obje-
tivos, establecer prioridades y organizar-
se para lograr resultados; entonces los
gestores privados fueron reemplazando
paulatinamente a los gestores familiares
o fundadores, logrando substanciales in-
crementos en la producción.
Desde otro punto de vista cabe recal-
car que las diferencias en el desempeño
de los dos tipos de gestiones, permiten
avizorar que el desempeño en la ges-
tión pública es menos efi caz que en la
gestión privada, en razón de la falta del
evaluador de sus resultados y de lo que
esperan los medios y los ciudadanos de
la gestión pública.
Parecería entonces que el mejor aporte
del sector privado para el sector público se-
ría el reconocer que la gestión pública cons-
tituye una disciplina académica diferente y
que no es seguro, el transferir de manera
simplista los modelos exitosos de la ges-
tión privada hacia la gestión pública.
Mientras tanto la vida sigue y las dos
gestiones operan diariamente, gene-
“La misión de la industria es poner estas leyes descubiertas a favor del ser humano”.
En ese período de tiempo, las escuelas
de administración surgieron, documen-
tando las mejores y peores prácticas me-
diante el análisis de caso por caso, para
luego refi nar los instrumentos de gestión
en todos los niveles, allí descubrieron
que las habilidades de venta, eran im-
portantes en los modestos vendedores
de entonces, pues ellos decuplicaban los
niveles de ingresos de las empresas a tra-
vés de sus ventas. Se descubrió que era
necesario pero no sufi ciente “el sentido
común” para gestionar las empresas, que
los nuevos gestores requerían de cono-
cimientos nada comunes. Allí nacieron
algunas herramientas artifi ciales como la
asignación de costos, la creación de va-
lor, pero también surgieron herramientas
duras como el principio del 80/20 aplica-
ble en ambas gestiones.
Ahora, el desafío está al frente ¿cómo
formar y ayudar a las personas que ges-
tionan lo público, para que sean verda-
deros y efectivos gestores generales? La
universidad está en deuda con el mundo,
sigue multiplicando y refi nando las escue-
las de negocios privados y poco investiga y
documenta para los gestores de lo público
P E R S P E C T I V A / S E P T I E M B R E D E 2 0 1 1 1717P E R S P E C T I V A / E N E R O D E 2 0 1 2
De otro lado los investigadores se en-
frentan, al desafío de superar la propia
especialidad, donde se sienten cómo-
dos y seguros; todavía recuerdo un gran
empresario dueño que compró todas las
consultorías posibles a lo largo de sus
años de gestión y al fi nal cansado, tenía
un sólo interrogante expresándolo de
esta manera “Mire usted, tengo el mejor
plan estratégico, fui el primero en califi -
car con las ISOS, en esta empresa la solu-
ción informática es la mejor del mercado,
tengo todos los certifi cados de calidad,
el único problema que me agobia y por
ello le he llamado… es que no gano pla-
ta con la empresa”.
Aquí hay un gran aprendizaje que se lo
debe rescatar con las ciencias del com-
portamiento “la visión holística mejor
expresada en la corriente de la Gestalt”,
que en lenguaje simple consiste en ver
el todo, integrar el bosque más allá de
los árboles. Acostumbro tomar un café
corto con el líder de la entidad pública
y le planteo una pregunta simple como
ésta ¿Imaginemos por un momento que
solamente tiene un mes para gestionar
esta entidad… a qué le dedicaría todos
sus esfuerzos? En la práctica encontré
respuestas de silencio, respuestas focali-
zadas en re-organizar la entidad y otras
centradas en resolver algunos ataques
públicos emergentes sobre la inefi cien-
cia de algunos servicios.
lado, y valioso desde el punto de vista del
aprendizaje, pues “el despelote” es la me-
jor oportunidad para estudiar académica-
mente el caso y aprender de él.
También se deberá documentar, la inves-
tigación comparativa y sistemática, toman-
do algunos puestos de gestión en una sola
entidad a través del tiempo y el desempe-
ño de sus diversos gestores, por ejemplo la
forma de presupuestar y ejecutar; esta do-
cumentación permitirá confrontar las prác-
ticas privadas y públicas y encontrar así las
respuestas para cada gestión, pues sabemos
que son diferentes. En un nivel superior, los
consultores seniors pueden y deben contri-
buir, pues han recibido a lo largo de sus años
e intervenciones, pedidos recurrentes de la
misma entidad.
Estimo que las buenas prácticas para la
gestión pública, no saldrán de los claustros
universitarios, sino que aparecerán en la
gestión diaria de los gestores de gobierno
actuales y la universidad deberá docu-
mentar las mejores y las peores prácticas
y refi narlas luego de observar a los gesto-
res en acción; esa es la gerencia pública
que se debe registrar y aprender como lo
señaló el clásico Mintzberg, “la gerencia”
esa mezcla de ciencia, arte y ofi cio pro-
veniente de la experiencia”.
Esto demanda investigación e imple-
mentación inmediata, para ir probando
Se descubrió que era necesario pero no sufi ciente “el sentido común” para gestionar.
“Las buenas prácticas para la gestión pública, no saldrán de los claustros universitarios, sino que aparecerán en la gestión diaria de los gestores de gobierno actuales”.
poniendo claridad en esas tres tareas que
les consumen tiempo, dinero y energía:
defi nir políticas, gestionarlas-negociarlas
o ejecutarlas y está en pobreza casi ab-
soluta para poder proveerles de una caja
de herramientas que contenga: casos de
éxito y fracaso, reglas, medidas y el desa-
rrollo de habilidades necesarias para una
gestión pública efi caz.
¿Se puede en Ecuador generar una
respuesta a esta permanentemente y
urgente necesidad? Y la respuesta es
claramente positiva. Es una cuestión ex-
perimental de investigación y documen-
tación. La pregunta es simple ¿Qué habi-
lidades, atributos y prácticas muestran los
gestores competentes, de las cuales care-
cen los que tienen menos éxito? . Solamen-
te hay que observar, mirar, preguntar y
documentar, para pasar estos conoci-
mientos a través de la metodología del
caso y aprender de la experiencia de los
gestores en acción en Ecuador y en cada
país del mundo.
Este conocimiento es lamentable que
se pierda cada día, anulando el aprendi-
zaje, haciendo que las Organizaciones se
tornen tontas y repitan los mismos erro-
res una y otra vez, como lo afi rma Peter
Senge, en “La quinta disciplina”
Obviamente sabemos que al inicio,
esto no será redituable económicamente,
pero sin duda alguna, exige hacer una in-
versión en ello, pues mejorará la vida de
todos los ciudadanos, ya que una gestión
pública efi caz, desborda ampliamente el
alcance e impacto de la gestión privada.
Para ello, habrá que vencer la zona de
confort de la misma academia, pues los
profesores e investigadores preferirán lo
ya conocido y su propia especialidad;
quizá deba proporcionarse incentivos
para crear los casos y prácticas de la ges-
tión pública en número considerable,
que describan los problemas típicos a
los que se enfrentan los gestores en todo
nivel; por ejemplo, contratar y despedir
personal en la gestión pública y así en-
contrar las mejores y las peores prácticas
en diversos ministerios y documentarlas.
De esta manera se tendría un estudio
transversal de esta práctica y otras en va-
rias entidades.
Hemos perdido mucho tiempo en no
aprender y continuamos perdiendo co-
nocimiento todos los días, pues nadie
observa y menos registra de manera siste-
mática las buenas y malas prácticas en la
gestión pública; mientras tanto seguimos
desperdiciando la materia prima que está
a la vista de todos: confl ictos entre em-
pleados nuevos y antiguos, clientelismo,
confusión entre la misión de la entidad y
los servicios que presta, bajos estándares
de calidad, transparencia nublada, re-en-
cauche de directivos, falta de indicadores
de gestión; presiones políticas, cambios
legales continuos, procesos desarticula-
dos; añádale a ello perfi les de personali-
dad ubicando al hombre azul en la silla
verde, entonces con todo esto, tenemos
muy bien descrito ese vocablo preciso
argentino “el despelote”; malo por el un
las mejores prácticas. Sin duda alguna
esta tarea, demandará recursos de dos
fuentes, privadas y públicas para enfren-
tar este desafío.
Esta sugerencia no se constituye en
la gran estrategia para cambiar subs-
tancialmente la gestión pública; pero
debemos reconocer que para el caso
de esta sugerencia, si es transferible la
práctica de la gestión privada, que em-
pieza con una pequeña iniciativa, luego
se afi anza y culmina con los años con
un gran impacto en la comunidad y el
país, y lo singular del caso, es que ape-
nas requiere de una inversión marginal,
confi rmando así ese 20% de la ley dura
de Pareto; eso los saben muy bien quie-
nes integran la CLPG-Corporación Líde-
res Para Gobernar.
Cuando el cambio es una constante, el alto directivo debe estar siempre a la vanguardia.
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INICIO DEL PROGRAMA11 de Abril 2012