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Revista sobre Vino y Cultura
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_EL VINO Y LA MÚSICA. At. Acip ero commy nibh euis amet, qui tat lobore minis augait wis augiam, velenis alit praesto doloree tumsandrerci blam, quat num in utat lummolor secte dolor
_EL VINO EN LA POESÍA. Ip et dolor autpatet, quam vel inciniam, quis nisl ute minissim dolesequipis autat augue faccum volobor iriure commod euguer sim dio dolore magna feuguer sed tie
_EL VINO ES EL AMOR. Rat vullam nulputat ad dolor sustrud ex eu feuis alit amcons nulluptatem zzriureet lor am, sed tat veli-quat.
_LA MÍSTICA DEL VINO. Dit adiam, se tat. Bore modo cons am quisit utem nons alissit prat, sit dolobortie magna consenim vel utpat ipit lam venibh ecte duis nos nibh enim volore conulput
· la revista cultural sobre el vino ·
_la mística
del vino
_la mística Las visiones macroscópicas
de realidades complejas requieren
de perspectivas de estudio lo sufi-
cientemente abiertas que permitan
acotar y enfocar, sin excesivas distor-
siones, esos particulares universos.
Una nueva oferta del curso que la
Universidad Internacional del Mar
imparte con el patrocinio de la
Concejalía de Cultura del Ayunta-
miento de Murcia, en el marco de
la X edición del Festival Murcia Tres
Culturas, ha sido la ocasión propicia
de agarrar por el pelo a la esquiva
diosa romana para poner en juego
Viejas categorías para el análi-sis intercultural: lo apolíneo y
lo dionisiacopor José María Cano
8
dos de esas categorías generales
de estudio: lo apolíneo y lo báquico
(dionisiaco). Aunque es, lógica-
mente, Friedrich Nietzsche la refe-
rencia intelectual a la que se han
remitido la mayoría de autores de
esta monografía, desde el principio
quisimos amplificar esa dicotomía.
Las dos tendencias que se han
considerado como dominantes en
los procesos de creación artística y
cultural aparecen bajo la forma de
la oposición entre una concepción
báquico-furiosa (Platón) que
inicialmente resalta el papel de la
inspiración, el divino furor, pero
que posteriormente por razones
de índole sociológica (la aproxi-
mación al círculo de Augusto) se
buscó una fórmula de equilibrio por
medio de una concepción ecléctica
basada en la paridad de las dotes naturales innatas (ingenium) y de
las enseñanzas adquiridas (ars). El
otro punto de vista defendía una
concepción apolíneo-reflexiva,
basada en el pensamiento de Aris-
tóteles. Como recuerda el profesor
Antonio García Berrio: “Extremismo
análogo en todo al que se mani-
fiesta en los tiempos modernos en
la contrastación de artífices cons-
cientes, cuyo título y afirmación se
basan en el dominio de un “arte”
u oficio, del tipo Balzac, Stendhal
o Zola, y de artistas furiosos o
“malditos”, como Coleridge, Byron
o Espronceda.”
» es, lógicamente, Friedrich Nietzsche la referencia inte-lectual a la que se han remitido la mayoría de autores de esta monografía
No fue la diosa Ocasión, sino su prima hermana
la diosa Fortuna, la que nos permitió contar en la
apertura del curso con la presencia de Luce López-Baralt (Universidad de Puerto Rico). Gracias a su partici-
pación en Granada en uno de los actos de la celebración
del cuarto centenario de la expulsión de los moriscos,
gozamos ahora de una reescritura de su trabajo “La
España invertida de la literatura aljamiado-morisca”,
reivindicación de la españolidad “islamizada” de esta
literatura mestiza. Y, azares de la historia, hallamos en
algunas de estas obras el más desatado de los impulsos
báquicos: “Queda pues sorprendido ante la fantasía
desatada de la primera leyenda que se presenta ante su
atención: un héroe con el extraño nombre de Buluquía
viaja a través del tiempo y del espacio para conocer a
un profeta que aún no ha hecho su aparición sobre la
tierra. Extrañas maravillas desfilan ante sus ojos: islas
engarzadas con piedras preciosas y agraciadas con
playas de azafrán; árboles dotados de la facultad del
habla; caballos de madera que vuelan en un instante la
distancia de 500 años; aves del Paraíso con cabeza de
oro, cuello de esmeraldas y plumas de azafrán. Nuestro
erudito lee acerca de un ángel con manos de camello
y pies de fuego, y sobre otro ángel sentado sobre una
montaña de esmeralda que guarda cuarenta mundos
de luz que constituyen el límite último del universo,
detrás del cual subyace el poder inescrutable de Dios.”
10“El vino, elemento ritual y festivo en el mundo hispanojudío
medieval” es el recorrido que sobre “la bebida imprescindible de celebra-
ciones y en la vida diaria, tanto para cristianos como para judíos” realiza Asunción Blasco Martínez (Universidad de Zaragoza). En el judaísmo,
de la misma forma que no se concibe el celibato como forma de vida,
no se contempla la privación del vino: “el vino que Dios ha dado al
hombre no sólo es bueno sino que se debe disfrutar de él.” (pág. 24).
Con el uso de fuentes fundamentalmente aragonesas, se recons-
truye el proceso de cultivo, elaboración, conser-
vación y consumo del vino “judiego” o caser, el único
que podían y pueden consumir los judíos. Se repasa su
importancia para la fijación de impuestos y, sobre todo, su
uso festivo y ritual en la celebración del Sabat, en la Pascua
y en la fiesta de Purim. Su presencia es constante en las cele-
braciones del ciclo vital: nacimientos y bodas. Tampoco falta
en los momentos luctuosos de la vida.
11
Una de las constantes de estos estudios es la
centralidad de lo báquico en el discurso religioso y en las
manifestaciones litúrgicas de las Tres Culturas. Stefano Arduini (Universidad de Urbino) en “La polaridad apolí-
neo-báquica en el lenguaje místico de San Juan de la
Cruz” rastrea, en particular, la presencia de la metáfora
de la sobria ebrietas, la experiencia extática en la
contemplación pasiva de lo divino. El vino místico es el
símbolo predilecto del contacto con Dios: “Un símbolo
que remite a la religiosidad de los judeoconversos y
al movimiento místico del recogimiento, que surge
poco antes de que los judíos sefarditas fueran expul-
sados de España (1492). Los dos textos más significa-
tivos de esta idea de contemplación son el Abecedario Espiritual de Francisco de Osuna y la Subida del Monte Sión de Bernardino de Lardo. Se trata en ambos casos
de franciscanos que escribieron dos textos fundamen-
tales para la espiritualidad carmelita. Después de la
expulsión, tuvo lugar el movimiento de los alumbrados,
por lo general conversos que fueron cayendo sucesiva-
mente por la persecución de la Inquisición (desde 1525).
Su doctrina mística se nutrió de la obra de Abulafia, del
Zohar, y de la tradición cabalística española.
Juan de la Cruz se nutre de todo ello y lo trans-
forma en un personal lenguaje místico. Un lenguaje
que vive del exceso, como excesiva es esta especie de
embriaguez propia de la experiencia y conocimiento
místicos.” (pág. 58)
» “el vino que Dios ha dado al hombre no sólo es bueno sino que se debe disfrutar de él.”
12
La contradicción de la indeci-
bilidad del lenguaje místico se pone
de manifiesto con el recurso a las
antítesis, las paradojas, los oxímoros
y contrastes. La mística inaugura la
estética del vaciamiento, un vacío
privado de palabras, de la oscu-
ridad: “De este choque entre el
exceso retórico y la palabra coti-
diana surgen las formas absolu-
tamente originales del lenguaje
místico, que superan los géneros
y estilos consolidados.” (pág. 59)
Lo predicado por Stefano Arduini
para San Juan de la Cruz, lo amplifica
Estrella Ruiz-Gálvez Priego (Univer-
sidad de Caen. Francia) en “Dionisos
cristiano: La copa y el cáliz del Lagar
Místico”, recorrido histórico por
el tema del Lagar místico (finales
del siglo XIV y principios del XV)
enmarcado en el más general
de la Santa Sangre: “¿Qué más
solar y apolíneo que la Sagrada
Hostia rodeada de los rayos de la
custodia/ostensorio? y ¿qué más
báquico que ese recipiente que
es copa de vino y cáliz de sangre?
Cáliz de la sangre de Cristo, nuevo
Dionisio, víctima propiciatoria.”
(pág. 65). La devoción de la Santa
Sangre tuvo sus focos iniciales en
tierras italianas y flamencas. En
1215 el Concilio de Letrán declara
el dogma de la transubstanciación.
Las reliquias y ampollas con la sangre
de Cristo habían comenzado a ser
motivo de culto a partir de finales del
siglo XII. La proclamación de la fiesta del
Corpus Christi data de 1311. La flage-
lación penitencial salta de los conventos
a los laicos. La existencia de procesiones
y congregaciones de flagelantes se datan
a finales del XIV. En concreto, la cofradía
de la Sangre de Murcia es de 1411. Fran-
ciscanos y dominicos polemizarán por
motivo del culto de la Sangre. Se va a gene-
ralizar el tema de la sangre embriagadora. Las
formas de adoración van a ser la de la sangre
del cáliz, la de las heridas y la de la fuente de
vida. La selección iconográfica que ha realizado
la profesora Ruiz-Gálvez ilumina la documen-
tación historiográfica, resultando espectacu-
lares las relativas a la llaga del costado. Será la
imagen del lagar místico la que finaliza la asimi-
lación entre vino y sangre: “el cáliz se convierte en
cuba de lagar pisada por los pies de Cristo” (pág. 79)
o el propio Cristo es racimo exprimido por Dios. La
pervivencia del culto y su influencia en el concepto
de linaje cierran estas páginas.
14F. Xavier Medina (Universitat
Oberta de Catalunya) nos devuelve
a los nuevos roles de la cultura del
vino en su “Festín de Baco: turismo
del vino y gastronomía en Europa
y el Mediterráneo”. El principal
atributo de Baco es enmarcado en
los procesos de patrimonialización
y turistificación de los productos
alimentarios que han favorecido
tanto el turismo del vino (enotu-
rismo) como el turismo enogras-
tronómico. El vino, en opinión de
F. Xavier Medina, “Es, por tanto,
mucho más que un alimento. Es un
elemento cultural. En el área medi-
terránea, el vino es parte de nuestra
historia, de nuestras tradiciones, de
nuestras religiones (en presencia
o en ausencia), de nuestro patri-
monio. Y, lo que es más impor-
tante: de nuestra cotidianidad, ya
que el vino es un patrimonio vivo,
en uso y en continua evolución.
A pesar de que únicamente
de manera muy reciente el vino se
ha convertido en un componente
importante del desarrollo rural y de
la promoción regional, el turismo
del vino parece consolidarse
hoy en día como una modalidad
turística con un mercado propio
cada vez más importante que se
extiende por los principales países
productores. Nos encontramos
en términos generales ante un
fenómeno en alza que aúna distintos
aspectos de manera tan trans-
versal como integrada.” (pág.93)
Paloma Díaz-Mas (Consejo Superior
de Investigaciones Científicas.
Madrid) enumera en “Los sefardíes
y la alegría de Purim: celebración
religiosa y transgresión” las festi-
vidades y liturgias judías, tanto las
mayores como las menores, en sus
dominios públicos y privados, para
centrarse en una de las menores y
conmemorativas, la que se celebra
los días 14 y 15 del mes judío de
adar: “Si tenemos que buscar en el
calendario litúrgico judío una festi-
vidad de carácter báquico, en la que
se exalta la alegría de los sentidos
y se tolera un cierto desenfreno (e
incluso se invita a ello), esa festi-
vidad es sin duda Purim, en la que
el carácter meditativo, solemne y
entrañablemente familiar de otras
festividades da paso al regocijo,
a la transgresión de las normas,
a la apropiación de los espacios
públicos con manifestaciones de
diversión y a la expansión y a la
liberación temporal con respecto
a las limitaciones impuestas por
las estrictas leyes de la halajá o
normativa religiosa judía.” (pág.
112) Purim, la fiesta de las suertes,
constituye “un interesante caso de
» Si nos hubieran de servir de muestra estadística los trabajos que acabamos de presentar, el fiel de la balanza se ha inclinado hacia la vertiente de lo dionisiaco, hacia la primacía insultante del universo báquico en ajustada proporción en cada una de las tres culturas.
15
transgresión reglamentada, de desenfreno respaldado
por la normativa religiosa, un rasgo que también tenían
las ceremonias dionisiacas y báquicas de la Antigüedad
grecorromana.” (ibídem) Los judíos sefardíes imple-
mentaron esta fiesta con el intercambio de regalos,
con representaciones teatrales y el recitado de poesías,
coplas o complas, escritas en judeoespañol y no en
hebreo. Las de contenido satírico todavía se siguen
componiendo en algunas comunidades sefardíes.
Francesco Zannini (Pontificio Istituto di Studi Arabi e di
Islamistica. Roma) en “L’anima popolare nella religiosità
musulmana” estudia la aclimatación que cada pueblo y
cada cultura realiza de la religiosidad musulmana: “Si la
religión culta tiende a organizarse en torno a un sistema
conceptual de datos, la religiosidad popular expresa la
misma fe por medio de una pluralidad de formas más
ligadas a lo vivido y, en cierta medida, contaminadas
por las ansias y por los deseos presentes y futuros que
se manifiestan en la vida cotidiana del hombre.” (pág.
123). Este ‘Islam del pueblo’ se ha desarrollado de forma
especial en África y en el Extremo Oriente donde, antes
que ser la religión de los teólogos, de los juristas o de los
grandes místicos, ha sido el Islam de los comerciantes y
de los predicadores populares. Es un error considerar
el Islam como un bloque monolítico. El sufismo ha sido
uno de los movimientos que en mayor medida ha favo-
recido la adaptación a culturas y tradiciones diversas.
Especialmente relevante es el caso de Asia comen-
zando por Irán., por Turkmenistán, hasta llegar al
subcontinente indio: “El mismo camino continuará en
todo el sudeste asiático, desde Tailandia a las Filipinas,
desde Malasia hasta Indonesia. En estos países impera
una sociedad pluriétnica y multirreligiosa en la que el
elemento musulmán se ha presentado como tradicio-
nalmente tolerante y muy ligado a la cultura budista e
indojavanesa.” (pág. 128). Otro tanto ocurre en África:
“Se trata siempre de musulmanes en quienes tanto sus
modos de vida, los diversos sistemas jurídicos como las
filosofías y las estructuras religiosas se corresponden
con el “humus” específico de cada uno de los países en
los que el Islam se ha difundido.” (ibídem) La peregri-
nación a las tumbas de ascetas sufíes se repite a lo largo
de Asia. Su papel fue fundamental en la conversión de
los indios de las castas más bajas.
» fundamenta sobre la base del Corán y de la Sunna la existencia de una “erotología” en el ámbito cultural islámico. Un recorrido sinfónico por las palabras/motivos “amor”, “seducción”, “sexualidad”, “mujer”, “mirada”, “muyun” y “misticismo” contribuye a romper todos los tópicos que sobre estas cuestiones existen tanto dentro como, espe-cialmente, fuera del mundo islámico.
_el vino y la música
_el vino y la música
18
En sus comienzos Silvio
se dedicaba exclusivamente a la
batería, afición que le viene de su
pasión por la Semana Santa cuando
se colocaba al lado de los tambores
de la banda de música. Colaboró
estrechamente con los pioneros
del Rock Andaluz en Sevilla: Gong
y Smash. De hecho en una entre-
vista que le realizó Ángel Casas en la
década de 1980, llegó a afirmar que
la idea del Rock Flamenco, como él
lo llamaba, era suya. Dejó momen-
táneamente la música cuando se
casó, dejando el desarrollo de la
idea a sus amigos Smash y, poste-
riormente, Triana, Alameda, etc..
Grabó en total cinco discos donde
se mezclaban temas propios con
versiones de clásicos de las décadas
de 1950 y 1960, combinando rock
americano y canciones italianas
junto a los conocidos temas de
Antonio Molina, haciéndolo en
cualquier idioma que se le venía a la
cabeza, ya fuera el inglés, francés,
portugués o italiano improvisando
siempre que algo le era desco-
nocido, eso hacía que sus conciertos
tuvieran ese distintivo inimitable.
Entró a formar parte de la historia
del rock, por su toque tan perso-
nalizado, lleno de improvisaciones
y un idioma único. Un genio en
este aspecto ya que pocos pueden
presumir del ingenio y el talento
de Silvio para crear junto a su gran
amigo Pive Amador canciones tan
surrealistas en letra, pero a la vez tan
sencillas y melódicas en música.
Silvio Fernández Melgarejo más conocido por su nombre de pila Silvio (nace en La Roda de Andalucía, Sevilla, 8 de agosto de 1945,
muere el 1 de octubre de 2001), fue uno de los exponentes más importantes del llamado rock sevillano, que llegó a convertirse en
leyenda mucho antes de su fallecimiento.
Su producción musical
19
Algunos de sus temas están dedicados a vírgenes
sevillanas, al Rey San Fernando que conquistó la ciudad
y otros temas sevillanos. Una de sus canciones más
famosas es “Rezaré” (una versión de ‘Preghero’ de
Adriano Celentano, a su vez versión de ‘Stand by me’),
que dedicó a varias imágenes marianas de la Semana
Santa de Sevilla. Silvio muchas veces pretendía unir a
distintos grupos de personas y de entidades a través
de sus temas, por ejemplo a sevillistas y béticos, a
Macarena y Triana o incluso a partidarios de Izquierda
Unida y de la falange. Por estos detalles, Silvio siempre
fue, es y será querido por muchísimas personas que lo
conocen.
20
Su padre fue un redactor jefe
del diario ABC de Sevilla, Antonio de
los Santos, su madre se llamaba Eva,
y de origen gitano, del municipio de
Los Palacios. En la misma fecha pero
diez años más tarde, nació la única
hermana de Silvio, Evita, la cual
se suicidaría siendo Silvio adulto.
Contrajo matrimonio con Carolyn,
una rica heredera aristócrata
del Reino Unido en la iglesia del
Cachorro de Triana. El matrimonio
trasladó su residencia a Marbella,
aunque no duró mucho. De este
matrimonio nació un hijo, Sam
Taylor, el cual actualmente también
es cantante y comenzó su carrera
musical como batería al igual que su
padre. Según parece, debido a la ley
de la dictadura franquista según la
cual la mujer no podía sacar dinero
del banco, el dinero que la familia
de ella mensualmente le ingresaba
debía ser retirado mensual-
mente del banco por Silvio.2
Cuentan que una de las veces que
fue a sacar la mensualidad del
banco se fue con un amiguete direc-
tamente al aeropuerto de Málaga y
de allí salió en el primer avión listo
para despegar con destino europeo.
Sin llegar a salir de los aeropuertos
continuó este particular periplo por
toda Europa cogiendo uno detrás
de otro el primer avión que iba
saliendo, y por supuesto sin parar
de beber y de fumar durante el
trayecto, así hasta que se le terminó
el dinero. Esos desfases del rockero
condujeron a la relación con su
esposa a tal punto que Caroline se
marchó con su hijo para no volver.
Esta situación para Silvio cayó como
un jarro de agua fría. En muy poco
tiempo las desgracias más grandes
El personaje
21
cayeron sobre el rodeño: el suicido de su hermana
tirándose desde el balcón del patio interior de su casa,
la muerte de su tío y el abandono de su mujer previa-
mente explicado. Estos hechos marcaron una segunda
etapa en la vida de Silvio, una etapa marcada por la
tragedia pero, también por el aspecto alegre y despreo-
cupado que presentaba, la procesión iba por dentro.
La vida de Silvio siempre formó parte de las
leyendas urbanas en Sevilla y muchas partes de su
biografía no se sabían a ciencia cierta[cita requerida].
Todos estos aspectos biográficos fueron investigados,
confirmados y muchos de ellos descubiertos, tales
como el paradero de su hijo y su relación con la aristó-
crata Inglesa, en el documental sobre la vida de Silvio “A
la Diestra del Cielo”(2007) de Francisco Bech.
Silvio fue un señor muy educado por encima de
todo, uno de los mayores forofos del Sevilla Fútbol Club
más que de ninguna otra cosa, pero tenía amigos de
los dos clubes de fútbol de la ciudad. Uno de sus más
famosos temas está dedicado al Real Betis Balompié,
otro equipo de la ciudad de Sevilla, y lleva por título
“Betis”, pero él en ningún momento pronuncia “betis”
sino “etis”, y cuando la tocaba en directo al “¿dónde
está mi Betis?” añadía un “en segunda”.
Lo que más le gustaba aparte de cantar rock era
el fútbol, un gin-tonic y un cigarrillo (casi siempre marca
“Ducados”), que siempre llevaba entre los labios.
22
Cuando murió era mito en vida. Falleció el 1 de
octubre de 2001 en Sevilla, en el Hospital Virgen del
Rocío, a causa del abuso del alcohol y del consumo de
tabaco.
Sus últimos años los pasó en soledad y casi
olvidado del mundo. Sin embargo, editó un CD en
1999. En Madrid le dedicaron un homenaje en La Boca
del Lobo bajo el título “Solemne Quinario del Rock
Sevillano”.
Muchos conocidos fueron a despedirlo el día de
su entierro, entre ellos se encontraban Pive Amador,
con quien compartió largas tertulias filosóficas; Kiko
Veneno; Luz Casal; Raimundo Amador; Gualberto
García; Jesús Quintero, cada uno con una historia que
contar sobre el cantante. La ciudad de Sevilla puso una
calle a su nombre en el barrio de Los Remedios.
Sus músicos decían de él que “si hubiera querido
nos podía haber hecho ricos a todos, pero era Silvio”.
El final
23
• En otra entrevista que le realizaron, le preguntó un periodista “¿qué hiciste el día de la muerte de Elvis Presley?” a lo que respon-
dió “me puse mi chupa de cuero y me tomé una botella de anís, como murió en agosto, no veas qué calor con la chupa”.
• En una ocasión se le preguntó “¿qué es lo más grande que has hecho por amor?”, su respuesta fue “Por amor fui capaz de
tomarme un tinto, en vez de un gin-tonic”.
• En otra de las entrevistas que le realizaron, se encontraba junto a él, una mesa vacía, con extrañeza dice “qué triste una mesa vacía ¿aquí no dan ná de bebé?”, la presentadora pide a una aza-fata que le lleve algo, y aparece con un vaso de agua, el cantante mira el vaso, después a la azafata y dice “ojú mi arma, ¿agua me
va a traé? Esto se lo echa a las ranas, a mi me trae un vaso de whisky con hielo, guapa”. Eso sólo lo podía hacer Silvio.
Miscelánea
_el vino en la poesía_el vino en la poesía
_el vino en la poesía_el vino en la poesía
26
Yalal ad-Din Muham-mad Rumí
En la poesía sufi, el Amado
o Amor está en todo y en todos: a
veces refresca el alma, otras veces
la atormenta. Es quien porta la
copa y es dulce y hermoso. Como
el “Amigo”, es juguetón y jovial;
como “el amante que cautiva el
corazón”, es rudo, indiferente y
cruel. El uso frecuente de imágenes
de asesinato, callejuelas llenas
de sangre, calderas repletas de
cuerpos y cabezas esparcidas por los
suelos, pueden parecer extrañas y
escandalizar al lector (no parece, en
absoluto, el contenido de un poema
de amor), pero para los sufis este
tormento es señal de la compasión
de Dios: representa la destrucción
del ego limitado del hombre y una
etapa en la preparación divina de
Dios para perfeccionar el alma.
Rumi solía recitar sus poemas
mientras bailaba girando sobre
sí mismo, realizando así la danza
mística conocida como sa’maa. La
estructura inherente a su poesía -el
flujo incesante de su imaginación,
la cadencia interior, la repetición
de ritmos al estilo de los mantras-
refleja a menudo este movimiento
circular. Un significado conlleva
sutilmente otro y una perspectiva,
otra. Incluso el estado de silencio
al que se refiere tantas veces no
es algo estancado, sino cargado
de posibilidades siempre nuevas.
Nada referente a Rumi puede darse
por sentado: uno debe ser siempre
consciente del significado que se
esconde tras el significado y del
velo que hay tras el velo.
27
Sin embargo, en el nivel más profundo de la
poesía de Rumi sólo se narra una historia: la del alma
buscando el Amor. Cada alegoría se refiere a esta
búsqueda y cada símbolo representa algún aspecto del
Amor. Cuando Rumi utiliza el nombre de su maestro:
“Shams”, “Shamsuddin” o “Shams de Tabriz”, no se
refiere literalmente a Shams sino a una imagen muy
personal e íntima del Amor.
Cuanto más se lee a Rumi, más obvia es su
genialidad. Sin embargo, lo que le ha otorgado el título
de “mejor poeta místico de todos los tiempos” no es
su genialidad en la poesía ni su brillante maestría del
lenguaje, sino el modo en que ha transmitido el poder
de su experiencia personal y el fuego de su anhelo con su
imaginación y sus palabras. El Amado, el Amor sobre el
que escribió con tanta pasión, no era un mero símbolo,
sino una presencia viva en su interior, alimentada con
su anhelo humano por Dios. La poesía de Rumi será
siempre un fenómeno. Él, como nadie más, ha abrazado
la vida para hacerla divina; ha elegido una perspectiva
para hacerla universal; ha tomado la gloria de Dios y la
ha hecho suya. Es esto lo que Rumi ofrece al mundo.
28 » vengo a hablaros del vino. de un vino antiguo y nuevo que, según época y lugar, ha
sido vertido en vasijas diferentes, odres, cántaras, botellas, ánforas, pero es el mismo a través del tiempo, desde china a madrid.
29
En este año 2007 se cumplen 800 años del naci-
miento de Jalal ud-Din Rumi (1207-1273), el mayor de
los místicos islámicos, un extraordinario poeta del
amor. Nació en Afganistán, pasó por Irán y vivió y murió
en Konia, Turquía. Era un erudito profesor de teología,
celoso en sus ejercicios espirituales. Todo cambió en
su vida cuando se encontró con la figura misteriosa y
fascinante del monje errante Shams de Tabriz. Como
se dice en la tradición sufí, fue «un encuentro entre dos
océanos». Ese maestro misterioso inició a Rumí en la
experiencia mística del amor. Su agradecimiento fue
tan grande que le dedicó todo un libro de 3.239 versos,
el Divan de Shams de Tabriz.
La efusión del amor en Rumí es tan avasalladora
que lo abraza todo: el universo, la naturaleza, las
personas y sobre todo a Dios. En el fondo se trata del
único movimiento de amor, que no conoce divisiones,
sino que enlaza todas las cosas en una unidad última y
radical tan bien expresada en el poema Yo soy Tú: «Tú,
que conoces a Jalar ud-Din (nombre de Rumí), Tú , el
Uno en todo, di quién soy. Di: soy Tú». O aquel otro: «De
mí no queda sino el nombre; todo el resto es Él».
Esa experiencia de unión amorosa fue tan inspi-
radora que hizo que Rumí produjese una obra de 40
mil versos. Famosos son el Masnavi (poemas de cuño
reflexivo-teológico), el Rubal-yat (canción de amor a
Dios) y el ya citado Divan de Tabriz.
Propio de la experiencia místico-amorosa es la
embriaguez del amor que hace del místico un «loco por
Dios», como lo fue san Francisco de Asís, Santa Teresa
de Ávila, Santa Xênia de Rusia y también Rumí. En un
poema del Rubai’yat dice: «Hoy no estoy ebrio: soy los
millares de ebrios de la tierra. Estoy loco y amo a todos
los locos, hoy».
Como expresión de esta locura divina inventó
la sama, la danza extática. Consiste en danzar girando
sobre sí mismo y alrededor de un eje que representa al
sol. Cada dzerviche se siente como un planeta girando
alrededor del sol que es Dios.
Difícilmente en la historia de la mística universal
encontramos poemas de amor con la inmediatez, la
sensibilidad y la pasión de los poemas escritos por el
musulmán Rumí. Es como una fuga de mil motivos que
va y viene sin cesar. En un poema del Rubai’yat canta:
«Tú, único sol, ¡ven! Sin Ti las flores se marchitan, ¡ven!
Sin Ti el mundo no es sino polvo y ceniza. Este banquete
y esta alegría, sin Ti quedan totalmente vacíos, ¡ven!
Uno de los más bellos poemas, por su densidad
amorosa, me parece que es éste, tomado del Rubai’yat:
«Tu amor vino hasta mi corazón, y se marchó feliz.
Después volvió, se puso los vestidos del amor, pero,
una vez más, se fue. Tímidamente le supliqué que se
quedase conmigo al menos por unos días. Él se sentó
junto a mí y ya se olvidó de partir»...
30La mística desafía la razón analítica. La
sobrepasa, porque expresa la dimensión del espíritu,
aquel momento en el que el ser humano se descubre
a sí mismo como parte de un Todo, como proyecto
infinito y misterio abismal, inexpresable. Bien notaba
el filósofo y matemático Ludwig Wittgenstein en la
proposición VI de su Tractatus logico-pilosophicus: «lo
inexpresable se muestra, es el místico». Y termina en la
proposición VII con esta frase lapidaria: «Sobre lo que
no podemos hablar, debemos callar». Es lo que hacen
los místicos. Guardan un noble silencio, o cantan, como
hizo Rumi, pero de un modo tal que la palabra nos
conduce al silencio reverente.
¿Acaso no has escuchado lo que sucedió a Mansur alHallaj? ¿No has leído cómo en el camino del amor, su cuerpo fue quemado y
sus cenizas esparcidas en el Tigris?
¿No has escuchado cómo los átomos de su cuerpo se repartieron entre los amantes de Dios, quemándolos e inflamándolos con el
fuego del amor?
» sus cosecheros, sus bodegueros, sus bebedores, compiten en cuanto a la composición y bouquet de sus caldos, discuten sobre etiquetas y denominaciones; sólo algunos, los expertos de verdad, saben que todos hablan del mismo vino, visto y gustado en luz y clima diferentes.
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Abu l-Muzig al-Husayn ibn Mansur, más conocido como Al-Hallaŷ o Al-Hallaj, el “cardador”. Nacido en al-Bayda (actual Irán) en el 857 de la era cristina y muerto en Bagdad, en el 922 de la era cristiana.
Místico Universal.
Al-Hallaŷ: el “cardador” de las conciencias
34 » Este vino es especial, porque emborracha y da lucidez, porque mata y vivifica, porque adormece y despierta. Verdaderamente es el Agua de la Vida.
Se le puede considerar un verdadero “agitador
de conciencias” (el cardador de los corazones), más
allá quizás de su consideración como “maestro sufí”
o “poeta místico islámico”. Con su mensaje inicia real-
mente una nueva etapa en la mística islámica, siendo
reconocido como maestro por personajes de la talla de
Farid Udin Attar o Yalal ad-Din Rumi, que mantendrán
en el tiempo su visión de unión íntima con Dios.
Tras una primera etapa en la que se introdujo en el
mundo del “sufismo piadoso” que proliferaba en
aquella época en la Persia recién dominada por el
Islam (sus abuelo era todavía practicante de la religión
persa antigua), Al-Hallaŷ inició una etapa de progresivo
distanciamiento de las ideas más ortodoxas acerca de la
forma de concebir la espiritualidad islámica. Es en esta
época cuando inicia una serie de viajes que le habrían
de llevar a la India y China, entrando en contacto con
las antiquísimas tradiciones de estas culturas así como
sus peregrinaciones a la Meca (que visitaría en tres
ocasiones) Inicia también sus discursos públicos, en
los que desarrolla su concepción especial acerca de un
a espiritualidad abierta a todos y alejada de rituales e
intermediarios. Sus viajes finalizan en los mercados y
mezquitas de Bagdad, donde consciente del posible
resultado de sus predicas, asume la responsabilidad de
difundir su mensaje, que en gran medida podría resu-
mirse en la sentencia “Yo soy la verdad” (Ana’l-Haqq),
donde pone en tela de juicio la visión ortodoxa de la
concepción divina. Es por este motivo que es arrestado
bajo la acusación de chii y de haber atentado contra la
autoridad del califa. Condenado a muerte, es ejecutado
mediante la horca, crucificado, mutilado y quemado.
Curiosamente, Al-Hallaŷ, un seguidor de Isa (Jesús) y su
concepción del amor, es consciente de que su muerte
contiene también el mensaje redentor de la pasión.
¡Déjalo todo y únete al amor! Aparta el corazón de
todo lo demás. ¡Siente como el amor inunda tu perso-
nalidad! Toma el amor como guía en el viaje hacia la
tierra del ser, para que puedas alcanzar al Verdadero
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» Este vino es especial, porque emborracha y da lucidez, porque mata y vivifica, porque adormece y despierta. Verdaderamente es el Agua de la Vida.
Amado y entrar en el paraíso de la
Esencia, contemplar la belleza del
Amigo, cortar la rosas en el jardín
de la Unión. En el camino del Amor,
el amante se sacrifica, pero al final
encuentra al Bienadorado. Todos los
santos que han pasado por la tierra y
han gustado el vino del Amor, todos
se han sacrificado a sí mismos por el.
Mansur al Hallaj fue capturado por
gente que no pudo comprender el
secreto de las palabras ANA L HAQQ proferidas por él. El venerable Shibli,
fue a visitarlo para preguntarle el significado de su extraña conducta:
» “Dime, ¡Oh Mansur! ¿Qué es amor?” » Mansur al Hallaj respondió con una sonrisa: » “Mañana responderé a tu pregunta”. » Al día siguiente condujeron a al Hallaj hacia el patíbulo.
_el vino es el amor
_el vino es el amor
La asociación literaria del deseo amoroso con el fuego ha existido desde épocas remotas. Quizás, para
un lector occidental lo primero que venga a la mente sean los poemas amorosos de Safo, los tratados de
Ovidio, las creaciones de algunos integrantes del Dolce Stil Nuovo , algún soneto de Quevedo, por mencionar
solo algunos ejemplos arbitrarios. Claramente, el símbolo del fuego como pasión amorosa y sus vicisitudes,
no nos resulta ajeno, quizás por ser uno de los cuatro elementos (tierra, aire, fuego y agua) que conforman
la prima materia , como ya dijo Aristóteles. Pero lo novedoso es descifrar de qué forma ya en el siglo XI, en
Córdoba, un autor hispanoárabe llamado Ibn Hazm (994-1063), elabora El collar de la paloma o Tratado sobre el amor y los amantes , teniendo como
base los arquetipos del imaginario, logrando una universalidad y contempo-
raneidad que promueven el estudio de su obra. En este trabajo se intenta
dilucidar la configuración de la poética amatoria de Hazm, que muestra un
enrevesado mecanismo simbólico basado en los cuatro elementos. Específi-
camente, se analizará el simbolismo ígneo presente en la obra. Para la reali-
zación de este trabajo se ha optado por tomar
como base los estudios de la imaginación
material de Bachelard y su seguidores, lo que
no será excluyente de otras nociones rele-
vantes para esta investigación.
El Ígneo Amor
El texto de Hazm, El collar de la paloma es una risala escrita en Játiva durante 1022 y que trata sobre
los diversos matices del amor. Ahora bien, como un
aspecto inicial, notamos que en el título ya se aprecia
el cifrado escrito del autor, pues ¿a qué debemos remi-
tirnos cuando se habla de El collar de la paloma? Al
parecer, se trataría de una influencia sufí, siendo la
paloma un símbolo del alma; el collar por su parte, del
destino marcado por Dios. Así, el amor viene a ser “algo
natural, ineluctable, como un collar colgado del cuello
de la paloma del alma. El amor es el collar de la paloma”
(1). Menciono lo anterior para mostrar cómo inicial-
mente, a partir del título, se puede vislumbrar el uso de
simbolismos en toda la obra.
Con respecto al amor, es necesario considerar
que para Haz consiste en la unión entre partes de almas
que, en este mundo creado, andan divididas, en relación
cómo primero eran en su elevada esencia; pero no en el
sentido en que lo afirma Muhammad ibn Dawud (¡Dios
se apiade de él!) cuando, respaldándose en la opinión
de cierto filósofo (2), dice que ‘son las almas esferas
partidas, sino en el sentido de la mutua relación que sus
potencias tuvieron en la morada de su altísimo mundo
y de la vecindad que ahora tienen en la forma de su
actual composición (3).
Ciertamente reconocemos en la anterior
definición una alusión a Platón y su obra El Banquete , específicamente, el discurso de Aris-
tófanes sobre el amor: “Cortada, pues, así en dos
la naturaleza humana, se iba la una mitad hacia
su otra mitad con ansias de unión” (4). Debemos
» “Mis ojos se han refrescado con su cercanía”, “su saliva es agua que da vida“, “el narciso sin par semeja un enamorado”, “el jardín del amor no estaba agotado“, “este amor parecía … más sutil que el aire”, “veo ya tu amor como unas brasas”, “en el corazón hay un fuego ardiente”,
40mencionar que los árabes conocieron la herencia
platónica, adaptándola a su tradición. De hecho, es la
sociedad bagdadí del siglo IX la que toma y reconstruye
las concepciones helénicas, que luego serán dadas a
conocer el la Península Ibérica, como es el caso de El libro de la flor del ya mencionado Dawud, que también
retrata las características del amor y los amantes.
Ahora bien, la obra de Hazm se enmarca en torno
a cuatro secciones: fundamentos del amor, accidentes
del amor, malaventuras del amor y sumisión a Allah . Pero
esta división nos resulta un tanto superficial, pues se
puede establecer una estructura profunda y simbólica,
que es la que se planteará a lo largo de este trabajo:
El collar de la paloma se articula en torno a dos tipos
de amor, que son el humano y divino. Es precisamente
el amor divino al que debe aspirar el creyente. Quizás
lo más relevante sea que el autor cordobés alude a los
cuatro elementos para elaborar este tratado, como se
ejemplifica a continuación: “Mis ojos se han refrescado
con su cercanía”, “su saliva es agua que da vida“, “el
narciso sin par semeja un enamorado”, “el jardín del
amor no estaba agotado“, “este amor parecía … más
sutil que el aire”, “veo ya tu amor como unas brasas”,
“en el corazón hay un fuego ardiente”, por citar algunos
tropos presentes en la obra del autor cordobés. Estas
alusiones no son inocuas, ya que los elementos mencio-
nados recorren la historia del hombre y dan cuenta de
“formas de aprehensión total del universo” (5).
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“El alma me abrasa, mas me hace llorar. ¡Fuego, agua! Par de cosas es éste que es raro juntar”.Abu -l-Abbas, el Ciego de Tudela, moaxaja“Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima. ¿De qué me sirvió a mí el orgullo y el no mirarte y el dejarte despierta días y noches? ¡De nada! ¡Sirvió para echarme fuego enci-ma!”.Federico García Lorca, Bodas de sangre
Para ahondar en la significación
de los cuatro elementos, podemos
decir que estos se relacionan con las
cuatro estaciones, las cuatro edades
de la vida, los cuatro tipos de tempe-
ramentos del hombre (melancólico,
colérico, sanguíneo, flemático), los
puntos cardinales y, por cierto, “la
correspondencia entre macrocosmos
y microcosmos, o bien la creencia en la
profunda analogía entre el hombre y el
universo entero” . En el texto de Hazm,
son precisamente estos elementos los
que nos hablan de una concomitancia
entre el hombre y sus pasiones.
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fatmazzahra 2013
fatmazzahra 2013