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/Elevador de poesía»camina al trabajo/la niña en cuatro retratos/imágenes dislocadas se encuentran
en el camino /Habitaciones»colaboradores del hogar/recreación /Jabón chiquito de minificción»el
rinoceronte azul/mariaficción/ el delfín rosado /Servicio al cuarto»la vendetta y otros cuentos de
horror, Guy de Maupassant
revista de literatura / tomo 1 / agosto 2010
Bienvenido a nuestro hotel. Aquí encontrará una serie de
pasajes, pasillos, pasadizos y otros lugares de trán-sito que esperan brindarle un espacio agradable. Si elegimos esta forma, la de hotel, fue porque hasta ahora no hemos encontrado un espacio en el que podamos sentirnos cómodos y satisfechos. Nuestra necesidad de escribir sobre todo aquello que nos ro-dea nos obliga a buscar un lugar en dónde podamos quitarnos los zapatos sin más preocupación que la serie de letras con que esperamos comunicarnos.
Viajamos intermitentemente a donde nos es po-sible, con diferentes motivaciones y presupuestos. Lo único constante en esa búsqueda de lo que po-
dremos considerar nuestro algún día es el paso por muebles que no le pertenecen a nadie y son
nuestros por unas horas o días. Así concebi-mos nuestra propuesta, como un ser en cons-tante cambio, que se adapta a las necesidades
de un grupo de personas cuya mayor aspiración es ser sinceros primero consigo mismos y después con sus lectores.
Por ahora no tenemos ninguna verdad univer-sal que defender y mientras decidimos si aparecerá o no ofrecemos un viaje entre diferentes paisajes, todo al rededor de un hotel que un día puede ofre-cer desayuno mediterraneo y al siguiente un buffet chino. La oferta de nuestro hotel es sencilla, alojará a todo aquel que busque una habitación y le per-mitirá quedarse todo el tiempo que crea necesario, mientras revisa sus mapas y aspiraciones. Cada pá-gina de esta revista ofrece algo propio y que espera pasar a la memoria de alguien más, si encuentra en ella algo que quiera guardar en su maleta no dude
en tomarlo (y por favor recuerde el nombre que venía impreso en la portada).
Para comenzar la construcción de este hotel exis-ten diferentes motivaciones. La primera ya la hemos dicho, buscamos un lugar en dónde protegernos de la intemperie y sentirnos cómodos. Otra razón para llegar hasta aquí es que necesitamos un espacio que al igual que nosotros esté dispuesto a cambiar, a romper los cimientos cuando crea necesario y re-diseñar su fachada y sus almohadas. Aquí tenemos libertad de ser nosotros mismos sin necesidad de un cuarto decorado con nuestra historia y las huellas de una mascota que cada vez ladra con mayor dificul-tad. Queremos compartir letras, sin importar si son múltiplos de 5, lo que necesitamos aquí es que naz-can de una necesidad real de expresión.
Pero no todo lo sólido se desvanece en el aire, ni entre las sábanas. El visitante asiduo encontrará que aunque el cambio es prioritario para nuestro ho-tel siempre existirán lugares a dónde regresar aun-que sus colores cambien. Siempre es necesaria una cama y una ventana para saber que afuera siguen ocurriendo cosas y podemos escucharlas mientras descansamos. Nuestro hotel cuenta con algunas secciones fijas en dónde siempre encontrará algo familiar. El jabón chiquito hecho con minificciones, el elevador que transporta poesía y las habitaciones para cuento, entre otros detalles sutiles.
Y sólo queda reiterar la bienvenida. Esperamos que su estancia sea placentera y tenga ganas de re-gresar pronto. En su próxima visita quizá las mentas tengan otro sabor y la mucama acomode diferente las almohadas pero puede estar seguro que la visi-ta será tanto o más satisfactoria que esta vez. Sus comentarios siempre serán bien recibidos y podrá confirmar que los leímos en la siguiente ocasión.
Recepción
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recepción 01
libro de registro 05
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habitaciones 09
camino al trabajoniña en cuatro retratos
imágenes dislocadas se encuentran en el camino
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rvisitawww.revistacincoletras.com
Dirección General
Edición
Corrección de estilo
Propiedad idiomática
Arte y diseño
Web Master
Relaciones Públicas
Colaboradores
Ilustración
Édgar Leonardo Teja Guadarrama
Luis Moctezuma Velázquez
Abraham Peralta y Veléz
Valentín Albarrán
Cruz María Leminside
Christian Pastor Cruz
Christian Pastor Cruz
Jerónimo E. Gómez, Perla Holguín Pérez
C.M. LeminsideAna Victoria (Caraballo Hibrido)
¿qué cabe en cincoletras?
Consejo Editorial
hospedaje de letras
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ara tus textos
busca la convocatoria
Revista Hotel. Publicación trimestral 1 de agosto de 2010. Director General: Édgar Leonardo Teja Guadarrama. Todos los textos están protegidos por Creative Commons: pueden ser copiados y distribuidos siempre y cuando se mencione el nombre del autor y la fuente
en la publicación, y el mismo sea notificado. Queda prohibida la distribución con fines comerciales. El contenido de los artículos y colaboraciones es resposabilidad exclusiva de los colaboradores. Los artículos escritos por colaboradores externos, no reflejan el punto de vista del editor y no representan necesariamente la politica de la Revista Hotel. Las imágenes publicadas son propiedad de
sus creadores y no podrán ser reproducidas sin permiso de los mismos.
Libro de Registro
Perla Holguín Pérez. Chihuahua, Chih. Norteña desde 1987Lic. en Letras Hispánicas por la UAA. Trabaja como correctora de estilo e imparte la materia de Crítica Literaria en la Universidad. Narradora, sobre todo. Ha ganado concursos literarios desde 2002, y colaborado en revistas y antologías. Es becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes.
Valentín Albarrán. México, Distrito Federal década de los ochentasIngresó a talleres de creación literaria desde los doce años. Ha llevado e impartido cur-sos y estudios en los géneros de poesía, cuento y ensayo. De igual forma se desempe-ña como jurado en certámenes de Oratoria, Declamación y Lectura en voz alta para el Instituto Politécnico Nacional, donde también colabora en el proyecto "Contra la quema de libros". Ha presentado novelas y escritores, entre ellos "Tiempo lunar" de Mauricio Molina. En 2005 obtuvo la Mención Honorífica del Concurso Poético Nacional "Rosario Castellanos".
Leonardo Teja. Ciudad de México 1988.Ha asistido a talleres de creación desde 2005. Ha colaborado en editorial Lenguaraz y Terracota. Actualmente forma parte de la revista Hotel. Aún vive.
Christian Pastor Cruz Molina, mexicano, 1981.Christian Pastor Cruz Molina, mexicano, 1981. Escribe por que para mantenerlo ocupado en las largas horas de carretera, su papá loconvenció de que un viaje no podía salir bien si no se llevaba unabitácora. Le agarró el gusto y ahora viaja más en papel que otra cosa, aunque le gusta visitar el mar..
Abraham Peralta y Vélez. 1989, Distrito FederalEstudiante de Letras Hispánicas en la UAM, creador del blog de poesía Tierra Húmeda y del poemario inédito Metamar. Ha sido publicado en la revista La Piedra, de Cuernavaca, y Trifulca, DF.
Luis Moctezuma Velázquez. Distrito Federal 1987El cuarto de cuatro hijos y el primero que se interesó por algo diferente a los circuitos y las ca-rreteras. Aprendió a leer en algún momento entre los 5 y 6 años y no ha dejado de hacerlo hasta ahora. Escribe desde los 11 años y corrige desde los 15. Ha participado en talleres literarios en diferentes instituciones (IPN y UAM). Sus intentos frustrados de colaborar en alguna revista lo llevaron a desear tener una propia. Actualmente divide su tiempo entre el rock (que suele repor-tear) y la interpretación arquetípica del tarot (que practica en lugares públicos).
Carlos Antonio Carranza del Río. Ciudad de México-1976Egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, diplomado por la Sociedad General de Escritores de México. Ha trabajado impartiendo clases de Apreciación Cinematográfica. Tiene una par-ticipación dentro de una Antología de Cuentos publicada por Resistencia. Actualmente se encuentra desarrollando guiones para cortometrajes.
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Elevador de poesía
La calle está llena de sombras color carne
(el negro siempre es negro,
pero todas estas son rosadas y sudorosas)
que tiemblan ante cada sol de cuatro cilindros,
no silban porque el viento siempre llega tarde
y sus relojes son el ancla que recuerda el puerto
que se llama casa
insistentemente, como una gotera de agosto.
La calle está llena de sombras confusas
que no conocen al cuerpo que persiguen
no conocen a la vela que las mueve
conocen el vientre del viento
que se alimenta de distancia
y cada vez más obeso se burla de las sombras.
La calle está llena cuerpos que el concreto calca;
brazos, piernas, esqueletos
todos disfrazados de sombra.
Y no hay por la mañana más paisaje
que este monstruo perdido entre sus lunares,
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Niñ
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desde que los torrentes
donde habitan deseos perversos
Te persiguen, en eterna borrachera
la inocencia de tus ojos
Los objetos del imperio de la angustia
Se volvieron un estruendo
una serpiente de ácido y cocaínaDesde que los torrentes
en ti se han instalado
dejándote en los labios
recortes de un infierno llamado belleza
Maquillaje creció en tu
y pasaste a ser un híbrido más
a los hombros
búscame
que en nosotros
aguas oscuras
se han apoderado de tu joven espíritu
Tus sentidos marchitos
Y la desesperanza del mundo
se hicieron más graves que la sonrisa
Tantos juegos
son una soga que te estrangula
Un oleaje tímido
La droga ha esculpido arena en tu cuerpo
la risa dislocada, el delirio
un aura melancólica
una nota en boca de todos
llama
que en nosotros el mundo de hace vasto
y va a durar
NIÑA
QUE BROTA DEL SILENCIO
OLOROSO CUERPO DE HEMBRA
CUANDO EL MUNDO TE SEA INSOPORTABLE
RECUERDA
LA POESÍA SIGUE VIVA
AL MENOS OTRO RATO
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Jeró
nim
o E.
Góm
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Las noches son de los grillos
que no duermen las estrellas.
Fiebres de lluvia
preñadas de desiertos, de locuras.
Aúlla el perro en el olvido,
soledades y caminos viejos.
Remero de esperanzas...
arrastra guerras perdidas.
No encuentro la llave
que rompa con la noche.
Caminos que se renuevan,
caminos sin regreso, definitivos, del alma
Luciérnagas que alumbran
la negra noche solitaria. Recuerdo lo perdido.
Revivo los efluvios de la infancia.
Caballos que arrastran
alegres nubes como raíces profundas.
Brioso jardinero de luces
cuida constelaciones de orquídeas y átomos de polen
en hermosa y vertical rebeldía.
Soledades de cucaracha
rata en las cloacas del pensamiento.
El grito en llanto sincero
del niño desnudo en la llanura, el río,
no sacia la sed del Eterno sufrimiento.
Elevador de poesía
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Habitaciones
Salió del cine volteando a todas partes. El discurso del oficial
Williams no era convincente. El asesino debía ser otro. No podía ser
la esposa, no en esta historia, el marido ni siquiera tenía seguro de
vida. Era un poco tarde y aún podía pasar un camión, pero tendría
que esperar mucho tiempo. Detuvo un taxi y en el camino le contó
la historia al chofer.
"Una noche la rubia llega a casa y encuentra el cadáver de
su marido. Las pistas llevan a una conclusión obvia: fue un crimen
pasional. La rubia investiga por su cuenta. Después de reconstruir
la vida de su esposo queda decepcionada. Era un hombre simple
que jamás resaltó en nada y la única amante que tuvo en su vida
era una mujer demasiado tonta y también pobre. La rubia llama a
la policía y busca a la amante. Finalmente la rubia es culpada por
el asesinato. El oficial Williams explica el procedimiento que uso la
asesina y el jefe enciende un cigarro".
Llegó antes de la primera sirena. Tuvo tiempo de abrir la
puerta y ver el cadáver de su esposa en el suelo. Cuando se había
calmado contó la película a los policías y lo trajeron a declarar. Nun-
ca le creímos. Nos dio el nombre del taxista y el número de la placa.
No era necesario, quedaba claro que era otro crimen pasional, como
todos los que no tienen sentido
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Habitaciones
Ocupémonos del asunto de recobrar la confianza en los robots. Si usted ha sido uno de tantos usuarios
de los nuevos SICOMAH (Sistemas Confiables de Mantenimiento del Hogar), seguramente ya habrá
tenido en su experiencia algún problema con el cual haya perdido la confianza hacia todo tipo de
aparato electrónico.
Perla Holguín Pérez
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agua o algún líquido que contenga químicos abrasivos, por lo que las actividades antes mencionadas no son adecuadas para que nuestro producto las realice.
Seguramente en este instante usted se cuestiona el porqué de un robot que no debe hacer ninguna de las tareas mencio-nadas, o bien, el para qué, si no lo redime de las mínimas actividades domésticas. Pues bien, comenzaremos por comunicarle que los robots no han sido creados para la limpieza en el hogar. Según las encuestas realizadas por nuestros expertos mercadólogos, se ha pronosticado que existe el riesgo de que nuestro público malinterpretara el anuncio de televisión: Ha llegado lo que usted esperaba, el mejor elemento para mantener la estabilidad de su hogar todos los días. Y probablemente usted no haya entendido la función de nuestros "Cola-boradores del hogar".
Nuestros colaboradores están diseña-dos únicamente para realizar las actividades que cualquier otro miembro de la familia haría, llámense: hijos, esposo, tíos, primos o colados. Estos robots están creados para dar una apariencia más hogareña a su casa, los puede sentar frente a la televisión para que finjan verla, incluso puede programarlos para que rían ante un programa de comedia o para que lloren frente a una telenovela, o vicever-sa, si se quiere aparentar un poco de sarcas-mo por parte del robot y así hacerlo ver, no más real, pero sí más inteligente. También es ideal para recostarlo sobre las camas, no le costará trabajo hacerlo parecer que está durmiendo.
Si después de haberse servido de un robot para cocinar, lavar ropa, trastos y calle, o barrer y trapear las habitaciones; su hogar ha sufrido de una baja de energía eléctrica, un corto circuito o una explosión que le ha hecho perder su vivienda, el patrimonio que le heredó el abuelo, o a algún miembro de la familia –de ser usted quien ha fallecido trágica e inesperadamente, contáctenos y cuéntenos cómo es el más allá, o cualquiera que sea el lugar desde donde tenemos el gusto de que nos escuche-, si algo de esto le suena familiar, es momento de recobrar las fuerzas y, más que eso, los ánimos. Comprenderá que los robots no han sido diseñados para exponerse a temperaturas como las que irradian las hornillas de la estufa, y mucho menos al contacto con el
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En la SICOMAH, nos preocupamos por su bienestar, es por ello que nuestro dispositivo es tan flexible y adaptable a diferentes situaciones que, en un caso extremo, podría salvarle la vida o su propiedad. Si algu-na vez está a punto de recibir un balazo, un cuchillazo, un sartenazo, y todas aquellas agresiones terminadas en "azo", no necesita hacer más que colocarse detrás de su amigo robot para que éste le amortigüe el golpe. De igual manera, si tiene deseos de salir de casa a dar un paseo, sitúe a su guardián robot en una posición estratégica como: cerca de una ventana, al lado de una puerta (delante no, detrás menos), o en cualquier otro sitio detectable por una persona que se encuentre a las afueras; esto le servirá para engañar a todo aquél que intente robarle o penetrar en su propiedad con algún fin dudoso.Si el sujeto antes mencionado cuenta con un coeficien-te intelectual promedio lo más probable es que piense que se trata de una persona real y se alejará cautelo-samente a la casa de su vecino, con los mismos fines que se acercó a la suya ...pero no hablemos más del vecino, tenga la seguridad de que así usted mantendrá a salvo sus más preciadas posesiones.
Nuestros “"Colaboradores del hogar" contribui-rán de innumerables maneras en el desarrollo de su vida, haciéndola más productiva. Son tan eficaces que usted se puede olvidar de las desventajas que tiene convivir con otro humano: soportar los desplantes del marido o la esposa, los molestos achaques de los embarazos y la dificultad de criar a un niño, los pa-rientes incómodos que nunca faltan, etc. Usted podrá tener una vida placentera al lado del o los robots que desee, los cuales harán las mismas actividades dentro del hogar que hacen hoy en día la mayoría de los seres humanos
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Habitaciones
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Christian Pastor Cruz M.
El rinoceronte estaba furioso.
¿Cómo es que él, un orgulloso
rinoceronte gris del África más negra, y
su esposa, una sexy rinoceronte blanca
de Asia, habían podido tener un crío
azul?
No se tranquilizó hasta que nació su
segundo retoño: una linda rinoceronte
rosa
Jabón chiquito de minificción
Trompa de botella, bebedor empedernido.
Delfín rosado de aguas amazónicas que
te alimentas de abscesos crustáceos. A
menudo los confundes con la inflamación
en los pezones que padecen tus mujeres
cuarentonas, las que disfrutan de tu
compañía.
De los manglares y otros tugurios
sales, Dandy rosado. Eres invento de
alguna hija de la realeza, que dejó sus
juegos y comienza su debacle. ¡Ay,
nadador de aguas dulces poco profundas!
Buzo de entre piernas amargas, no
perteneces a este mundo. Serías negro
para envenenar como petróleo. Renegrido
como el agujero en tu nuca. El Amazonas
es jurisprudencia difícil: ¡ay! delfín rosado
de mañas profundas, los monos te casaron
a la fantasía y los hombres ya preparan tu
divorcio
Leonardo Teja
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Varios años después de concluida nuestra relación profesional me entere que si María insistía que hiciéramos el amor en el baño era porque cierta campaña para evitar la discriminación de los enfermos con sida la había convencido que no podía contagiarse del virus sentada en un toilette.
Era la mucama en mi casa. Había heredado el puesto de su madre cuando esta se caso por segunda ocasión.
Sentado frente a ella, guapa, radiante, de moderno traje sastre y per-fectamente maquillada, no pude más que sentir nostalgia las veces en que, de niños, andábamos juntos con tacones por el cuarto de mis padres. Más aún, su declaración acerca de la campaña publicitaria me hizo sentir melan-cólico: lo que durante años había interpretado como una señal de sensua-lidad exótica y voluptuosa no era si no un error que ahora sobrescribía mis recuerdos. Yo, que creía haber hecho mi amante a una mujer de mundo que había nacido criada por obra de la globalización, tenía la sensación ahora de haber abusado de la proverbial inocencia de las Marías (valido aclarar de nuevo que su nombre es María) y explotado cual patrón de mierda al obrero; el burgués cogiéndose al proletario.
En eso pensaba esa noche de reencuentro, frente a sus piernas firmes y suaves.
Casi arruino todo cuando ella, entendiendo mi congoja, me recordó que yo había cometido un error parecido cuando éramos niños, cuando coincidió una campaña de hervir el agua para estar saludable con una enfermedad que azotó a todos los habitantes de mi pe-cera.
Nos dirigimos a un hotel en silencio. Como guardando luto por los peces hervidos
Christian Pastor Cruz M.
Jabón chiquito de minificción
Servicioalcuarto///
Los temas que visita la obra de Maupassant, o por lo menos
en éste volumen, son recurrentes y se recombinan a lo largo de los cuentos.
La violencia en los actos narrativos constituye una estructura concreta,
sin huecos ni lugar a desvíos. La figura turbia de los padres es uno de los
ejemplos más visitados en el compilado. En La vendetta y otros cuentos de horror,
Maupassant comienza cada cuento con el pretexto ideal para contar las
historias. Lo que Juan Bosch, en 1958 dentro de Apuntes sobre el arte de escribir
cuentos, denominaría una "frase mágica" el equivalente a "érase una vez", "había una
vez"; Maupassant lo haría hacia 1882.
Por Leonardo Teja
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Dentro del manejo de personajes, esos seres inocentes al que el autor ha trazado un destino irrevocable y lleno de texturas a su psyche, en su mayoría. Son ellos, los inocentes que se ven transformados en móviles de sus propias emociones. Sufren, ya sea por alguna revelación o suceso que los marca de manera definitiva, la transmutación fuera de los límites de la llamada legalidad, e incluso de las leyes más básicas, como las de la familia. Asesinan a sus padres (El parricida), asesinan a sus hermanos (Un drama verdadero, La confesión), asesinan por amor (El borracho, Confesiones de
una mujer, Châli). Asesinan por venganza cuando es lo único que les ha quedado (Una vendetta). Parecería que Maupassant apela a la dosis de maldad con la que cada persona nace, y la conjura con hechos realmente espeluznantes. La empatía que se siente por cada uno de los personajes forzados en la razón, no es más que la empatía con el lado primigenio de las emociones como lector. Al tener una introducción a la atmósfera que baja poco a poco y con la tensión adecuada hasta la anécdota del cuento y sus personajes, existe un punto ciego en el volumen escogido, que tal vez se deba a la compilación de la época más fecunda del autor, la década donde escribiera más de trescientos textos. Este punto ciego va a dar a la repetición de recursos para resolver hechos. La manera de asesinar mediante la pulverización de vidrio y agujas pequeñas, para después rellenar con ello panecillos, por ejemplo. De igual forma, la introducción de la anécdota es presentada en formas de confesión (La confesión, un parricida, Morrión, La pequeña roque, Confesiones de una mujer…). Con más de cien años de la creación de la mayoría de los textos del volumen escogido, Maupassant ha dado cuenta de maestría y seriedad. La vendetta y otros cuentos de horror es un mosaico de múltiples heridas de lo cotidiano, lo que resulta en la total captación del lector. Y aunque el mismo autor no lo lograra en forma física, resulta en estos textos, el amaestramiento de la locura