REVISTA DE LA ESTRELLAFebrero 1933 Núm. 2Director: FRANCISCO ROVIRA Administrador: JUSTO ESPAÑOL

Travesía de Trujillos, 3, pral. deha. - Apartado 867 - Madridl'liiCIÓN PARA ARGENTINA, CHILE, ESPAÑA, PUERTO RICO Y URUGUAY

C O N T E N I D O :lú iscícu lo s e g u n d o d e «A n a le s d e K r is h n a m u r t i» ( t o m o 1933),

q u e c o m p r e n d e :

P E N SA M IE N T O S S O B R E L A V ID A , p á g in a 21

R EU N IÓ N E S T IV A L EN OMMEN, 1931,P r e g u n ta s y R e s p u e s t a s , p á g in a 24 C h a r la p o r K r is h n a m u r t i , p á g in a 32

V IA JE D E K R IS H N A M U R T I p o r lo s E s ta d o s U n idos y e l C a n a d á , p á g in a 37

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PRECIO DE LA SUSCRIPCION ANUAL (DOCE NUMEROS)

Para España................................................. 8 pesetasAmérica y otros países............................10 »Precio de un ejem p lar............................7 5 c é n t s .

ÉÍMITIR LOS GIROS A NOMBRE DE D. JUSTO ESPAÑOLTRAVESIA DE TRUJILLOS, 3, PRAL. DCIIA. - MADRID

SE ENVIA A RIESGO DEL SUSCRIPTOR

R E S E R V A D O S T O D O S L O S D E R E C H O S

Aconsejamos a nuestros suscriptores que coleccionen los fas­cículos de la obra « Anales de Krishnamurti» (tomo 1933) que pu­blicaremos en el curso de este año, para encuadernarlos, si se de­sea. con la portada e índice que con el número de diciembre les enviaremos. Y advertimos a los que necesiten completar sus colecciones, que podemos servir al precio corriente ejemplares de cada número publicado de esta revista, excepto de los agotados; en el presente lo están enero y fe b r e r o d e 1930.

P E N S A M I E N T O S S O B R E L A V ID A(DEL LIBRO DE NOTAS DE KRISHNAMURTI)

TRADUCIDO POR M. TREVIÑO Y VILLA

P ercib e la visión interna de lo bello y sólo procura su realización.

L a V erd ad es un peligro p ara la sociedad.

L a luz de la propia disciplina jam ás se extingue.

E l anhelante interés por la propia disciplina trae todas las co sas. R ico es el hom bre cu y a propia disciplina es fe­cu n d a. Se logra el reino de la V id a m ediante la propia disciplina.

H a sta que el hom bre se libre de la corrupción n o co ­n o cerá la felicidad ni la Liberación que es la V id a eterna.

E n un corazón com pasivo, n o se sa cia el deseo con la experiencia.

E l deseo siem pre procura librarse d e sus lim itacio­nes propias.

Si no habéis conocido el dolor intenso, agonizante, en­tonces os h a olvidado la V id a , y os aflige. Si desconocéis la exa ltad a energía del éxtasis, entonces la V id a os h a ol­vidado, y os aflige.

L o que percibís es vuestro deseo. E l deseo n o es m a­jo , p ero vuestra percep ción es lim itada.

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ANALES DE KRISHNAMURTI

Pueden existir los D ioses, M aestros y apariciones, pero carecen de valor p ara el hom bre que busca la V erd ad , pues son aún del m undo fenom enal.

E l egoísm o depende de los dem ás, p ara su felicidad.

«¿C óm o com prenderé yo profundam ente?». T a l debe ser la pregunta que surja en el corazón d e todos los hom bres.

Satisfaz el deseo eterno, no los caprichos del m om ento.

P a ra un hom bre que h a perdido el con tacto co n la V i­d a , existen el ocultism o y el m isticism o com o senderos que conducen a la V erd ad .

L a tradición, que es invención d e las m asas , sirve p ara conservar a l individuo dentro de los límites de lo que considera es justo e injusto.

N o dejes que la m ano de otro se apodere de tu co ­razón y tu m ente.

L a virtud p erfecta no precisa la acció n , sin em bargo no hay nada a lo que no afecte.

L a propia satisfacción, el contento d e sí m ism o, care ­cer del esfuerzo determ inado y , sobre todo, la caren cia del éxtasis en cualquier propósito, es la esencia de la m e­diocridad.

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ANALES DE KRISHNAMURTI

Si habéis probado el am or, no lo podéis disim ular.

N o tem er es conocer el dolor.

D esechad los dioses y encontraréis la V id a.

N ecesitar y dar son am bos negativos, el ser solam ente es positivo.

Cuando os describo con palabras lo indescriptible, la V erd ad , n o me expreso a m í m ism o. N o existe yo que exp resar. Donde existe un yo, no puede existir la V erdad .

L a humildad es tan fuerte que no puede ser conquista­d a , pues siem pre es condescendiente.

Cuando am áis a l que os am a, ese am or se tru eca en u n a m ercancía.

D onde está vuestro deseo, allí está vuestro corazón.

E l am or a la V id a trae la soledad. N o busques la so­ledad en la propia exaltación , distinguiéndote de los de­m ás, ni en la duda ni el te m o r; búscala en la tríuiqui- lidad y en la certidum bre, no p ara huir, sino p ara col­m ar. D e la plenitud de tu corazón viene la alegría de la soledad.

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R E U N IO N E S T IV A L E N O M M EN , 1931

Sesión de Preguntas y R espuestas

V III

Pregunta: Siempre que se trata de educar a los ni­ños, se procede con arreglo a algún patrón impuesto por los padres y profesores. ( Tenemos el derecho de impo­nerles patrón alguno ? Si es así, ( hasta dónde podemos llegar? ¿Son puramente artificiales el aseo, las buenas maneras, la amabilidad, etc., o aumentan realmente la felicidad del individuo? En el pasado, muchos han in­culcado la honradez, la castidad, la obediencia y otras llamadas virtudes. (Ha conducido la práctica de éstas, a la felicidad y a la Verdad, o a lo contrario? (Cómo po­demos estar seguros de que un patrón, cualquiera que sea, es verdadero? Nos agrada el aseo y la cortesía, y, por tanto, los inculcamos; pero, aparte de que nos satis­facen, (hay alguna otra razón que los justifique?

K r is h NAMURTI : L a m ayoría de la gente posee algún principio que quiere im plantar com o patrón p ara los de­m ás, incluso p ara sus propios hijos. P a ra m í, todo prin­cipio o creencia es relativo, y no podéis establecerlo com o patrón. A sí que, no se tra ta de poner un ideal an te vues­tros hijos, paira que lo im iten, o de im ponerles una norm a de conducta, sino de crear vosotros, con vuestra conduc­ta , con vuestra propia actitud ante la vida, a l verdadero d escon ten to ; no sólo un descontento por las cosáis super­ficiales, sino aquel descontento que ocasionará Ja com ­prensión de la V id a . L a inteligencia consiste en saber

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ANALES DE KRISHNAMURTI

elegir lo esencial, y p ara discernir verdaderam ente, no de­béis abrigar ningún prejuicio, ni tener consciencia de cla ­se , ni sentido de superioridad o inferioridad, ni senti­m ientos de nacionalidad, ni estar som etidos a ningún sis­tem a de pensam iento, todo lo cual m ata inevitablem ente la acció n creadora.

Pregunta: Habéis dicho que la singularidad es el úni­co guía mientras alcanzamos la meta. ¿Nos haríais el fa­vor de explicarnos más ampliamente lo que queréis sig■ nificar por singularidad?

KRISHNAMURTI: L a singularidad pertenece a lo parti­cu lar, a l ego , a la autoconsciencia, a la individualidad. A quéllo que lo incluye todo, que existe por sí m ism o, que es com pleto, n o puede ser único o singular. L a sin­gularidad n o es un proceso o una técn ica que conduzca a la R ealidad , sino el m odo de cóm o interpretáis ca d a e x ­periencia con la plena cap acid ad de vuestro intelecto.

Pregunta: ¿No es debido el nerviosismo a la falta de dominio de la mente ? ¿ Podríais damos algunas indi­caciones acerca de cómo intervenir la mente, a fin de po■ der dominar nuestros nervios ?

KRISHNAMURTI: E l dom inio de la m ente ap arece cu an ­do existe suficiente interés : el éxtasis de la com prensión. C uando os interesáis, os es posible concentraros. E l de­seo c re a su propia ley, y el interés, su propia disciplina. P o r lo tan to , averiguad prim ero si os interesa com prender la V id a , com prender ca d a experiencia, pues de ese inte-

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ANALES DE KRISHNAMURTI

res surgirá el dominio natural y la contem plación fácil. M ientras que, si p ara dom inar la m ente, ejercitáis la de­cisión, la voluntad, tan sólo exageráis los opuestos, y , en consecuencia, aum entáis vuestra autoconsciencia. O bser­vaos en vuestra inclinación de buscar el placer. V eréis que sin hacer esfuerzo alguno de concentración , vais tras él. V uestra m ente está en todo m om ento anticipándolo, pen­sando en él, realizándolo una y otra vez en el pensa­m iento. N o precisa que la dom inéis, porque estáis intere­sados. P or lo tanto , sabed prim ero lo que os interesa real­m ente en la vida.

Cuando vuestro deseo se ap arta de sí m ism o, entonces ejercitáis la voluntad p ara d o m in arlo ; pero si persigue indivisam ente lo que desea, no hay conflicto, y de ahí que no sea necesario el esfuerzo de dom inarlo. Conozco a m uchas personas que han dom inado sus m entes, que han m editado durante m uchos a ñ o s ; o sea , que han aprendido a reprim irse. H an rechazado de sus m entes todo pensam iento antagónico y se han apegado a una idea. P a ra m í, no es cuestión de rech azar d e la m ente los pensam ientos, sino de com prender toda experiencia, teniendo una m ente alerta . L a verdadera concentración es el com prender el pleno significado de cad a experien­cia , de cad a pensam iento y sen tim ien to ; entonces vues­tra m ente estará alerta y será flexible.

Pregunta: Habéis hablado con frecuencia de la ple­nitud dentro de uno mismo. A primera vista esto parece aumentar la separatividad. <fQuerríais explicárnoslo con más detalles ?

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ANALES DE KRISHNAMURTI

KRISHNAMURTI: U nicam ente realizaréis la plenitud dándoos cuenta de la cau sa de la separatividad, que es la autoconsciencia, y libertando esa autoconsciencia. Cuan­do estáis presos en la lim itación del pensam iento y las em ociones, sois conscientes de la separatividad. L a llam a de la plena autoconsciencia ap arece al daros cuenta de la cau sa de esa autoconsciencia, que surge de los sen­tidos, de los pensam ientos y de las ideas. E n tanto exis­ta la autoconsciencia, o sea , el «yoísm o», no habrá la absoluta y perm anente realización de la plenitud, la cual sólo puede lograrse con la disolución del ego.

Pregunta: A mi pregunta, «¿cóm o podría yo amar a todos los seres por igual ?», contestásteis: mno es amor lo que debéis sentir, sino algo más elevado». Os ruego que me lo expliquéis.

KRISHNAMURTI: M e parece que el interrogador enten­dió m al lo que dije. M ientras en vuestra consciencia y en vuestra percepción h aya el concepto de los m uchos, a d ­mitiréis la separación, y por consiguiente, querréis uni­ros a algo , ya sea a los anim ales, a los árboles, a los seres hum anos, o a los dioses. Cuando y a no estéis limitados por la autoconsciencia, que da el sentido de la separati­vidad, habrá surgido aquel am or que es com pleto en sí m ism o. M ientras am áis, ¿pensáis en aquellos a quienes se dirige vuestro am or ? Si es así, aun existe división, sois incom pletos. E l am or no conoce a las personas ni las co ­sas, ni al sujeto ni al o b je to ; porque carece de autocons­cien cia . N o se trata de am ar a todos los seres, sino de realizar la plenitud del am or, que no con oce distinciones.

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N o ocupéis vuestra m ente con el deseo de a m ar a to ­dos los seres. O s conduciría a la hipocresía, a la desazón, al propio engaño. Si vivís con intensa lucidez, por razón de esa m ism a intensidad, habrá desapego, que no es in­diferencia, sino am or.

Pregunta: Al tratar de ser desapegado, creo que me estoy volviendo indiferente, y me doy cuenta de que es todo lo contrario de lo que queréis significar. Si os pre» guntase cómo puedo ser afectuoso y realmente intere= sarme por los demás, y a la par permanecer desapega■ do, ¿ quizá os preguntaría algo que deba tratar de des* cubrir por mi mismo? Si así fuera, me daré por entera­do si no contestáis mi pregunta.

KRISHNAMURTI .-Queréis saber cóm o perm anecer desa­pegado y, al m ism o tiem po, interesaros realm ente por los dem ás. ¿P o r qué habéis de interesaros por Jos d em ás? Dejadlos solos. Q uisiera que llegase el tiem po en que yo no necesitase predicaros, ni vosotros predicar a los de­m ás. Debéis tener naturalidad. L a naturalidad no quiere decir que debáis injeriros en las cosas de los dem ás. T o ­m ad el ejemplo de la f lo r : ella es. L a flor está tranquila, reposada, y es indiferente a vuestra adm iración. A sí que, no se trata de ser afectuoso o estar realm ente inte­resados en los d e m á s ; por ah í váis a la indiferencia. Os preocupa cóm o afectáis a los d e m á s ; queréis que os ad ­m iren, que os alienten, que proclam en vuestra generosi­dad y vuestra am abilidad. Y os estoy hablando de algo enteram ente distinto, en lo que el otro no existe. E l otro lo crea la consciencia de sí m ism o. P a ra realizar aquello

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que está limpio de toda ilusión, debéis com prender esta ilusión d e la separatividad, debéis su frir ; m ás exacto aún, n o es que debáis, es que sufrís. L a indiferencia exis­tirá en tanto estéis apegados : son co m o las dos caras de una m edalla. Cuando hay verdadero desapego, o sea , la plenitud, no existe la indiferencia. Si estáis apegados, sois esclavos de las reacciones, y de ahí surge el can san ­cio y la indiferencia endurecedora. E l am or no conoce al otro, y en su éxtasis n o existe la separación.

Pregunta: Decís que la plenitud no existe en el pre­sente como tiempo, sino en el presente como acción. Os ruego que lo expliquéis.

K risnnamurti : E l tiem po sólo existe en vuestro esta­do incom pleto, cuando no hay integridad. Conocéis el p asad o, el presente y el futuro, por ej apego a vuestra personalidad, a vuestros limitados sentidos, a vuestras em ociones y pensam ientos. E n la plenitud no existe el tiem po. E l tiem po es la continuación de la individuali­dad. Si estáis por entero libres de la consciencia de sí, con sus com plicaciones, deseos y tem ores, entonces habrá aparecido en vosotros esa lucidez que n o corresponde al tiem po ni a las condiciones opuestas.

E s a lucidez es el resultado de haberse disipado por com pleto la consciencia de sí m ism o, es la soledad. L a singularidad es la llam a de autoconsciencia :1a intensidad de sentir y p e n sa r ; y cuando existe el recogim iento so­bre sí m ism o, alborea la intuición, que es constante, y desconoce el tiem po y la lim itación. L a intuición es a c ­ción p u r a ; es la V id a m ism a, y esa V id a carece de cuali-

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dades y a trib u to s; es el am or en el que no hay o b je to ; es com pleta en sí m is m a ; es su propia eternidad. Sólo la m ente que y a no abriga ideas ni voluntad, puede co m ­prender esa arm onía interior de la plenitud, en que no puede haber noción del tiem po, y por lo tanto , el concep­to de dirección y progreso desaparece por com pleto.

L a intuición sólo puede explicarse com o acció n . N o em pleo la palabra «acción» com o lo opuesto a l estan ca­m iento. Quizás penséis que cuando la m ente no tiene ideas ni voluntad, y cuando el corazón desconoce el «tú» y el «yo», debe existir una negación absoluta. D esde el punto de vista del tiem po, o sea , cuando consideráis la vi­d a com o contrastes, es aniquilam iento; pero no es la n a­d a. E s ese estado en que se carece de consciencia de sí m ism o ; es esa plenitud en que h a cesado el tiem po y que es una perenne renovación de sí m ism a.

N o em pecéis una discusión m etafísica a ce rca de esto. Si es algo que pueda discutirse, no es real. Y o conozco lo eterno, pero no puedo probároslo, ni podría dároslo.

E n esta realización no existen el progreso ni la evo­lución, com o tiem po. A ctualm ente os creéis seres sep ara­dos y por tanto pensáis en la V erd ad com o algo aparte de vosotros. L a plenitud es la profunda contem plación, exenta de consciencia de sí m ism o ; es un éxtasis en que no hay principio ni fin. Jam ás lo podréis entender m ien­tras estéis atados por el dolor, que es el conflicto d e las condiciones o p u estas ; lo com prenderéis quizás intelec­tualm ente, pero yo no hablo de algo que sea intelectual, filosófico, ni m etafísico ; hablo de la V erd ad que es reali­zable tan sólo en el presente, por m edio de vuestras a c ­ciones y por la p ráctica de vuestra vida.

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REUNION CAMPESTRE EN OMMER HOLANDA< í * ^ \ —* *del 26 de*julio al H de agosto, 1933,

-' en la que hablará -

KRISHNAMURTI

Toda* sus «charlasíáeréftpúHcas,- Se admitirán donativos. '

Para comodidad de los concurrentes, se organiza ei CAMPA­MENTO, de cuya INFORMACION" GENERAL extractamos' lo siguiente- " ,

Este Campamento duraré 20 dias y se-dividirá en tres periodos de*6"días con tui dia intermedio, o sea: 1

déi-miérpolés, 26 de futid . al lunes 31 de julio.' . » » 2 de agosto » » 7 de agosto -

■■ 9 > * • á> .. * r '1.4 >. l> ....

- En cada periodo habrá cuatro charlas -por ICrishnamurti y reuniones alrededor.de la hoguera, al atardecer.

Pueden inscribirse por uno. dos, o los tres períodos; o tam­bién,-por parte de-uno, forzosamente el primero, del 26" al 31 de julio, por el'mucho trabajo y perturbaciones que originan las lle­gadas y marchas frecuentes. '

El período de inscripción queda abierto desde el l .° -de marzo- y se cerrará el 30 de junio, 1933. La fecha de la inscripción será aquella en que se reciba el importe íntegro de la misma,- -debiendo ser anterior al 30 de junio, pues las que pasen de esta fecha, sólo podrán.ser aceptadas si se remiten directamente a *Camp Mana,- ger’s Office^Ommen, Holanda», y tendrán .un recargo de 5 flo­rines. - ' , __ , »

La"cuota corriente de inscripción-ha sido fijada a propósito este año muy módica, para permitir que concurran a la-reunión eT'ma- yor número posible. Además," atendiendo a peticiones recibidas de varios-países, hemos establecido cuotas aún más reducidas, "para dar facilidades ® los jóvenes y a los afectados por la aguda" crisis económica, por los cambios bajos y por la falta de trabajo

Tarifa á) Para los que en conciencia pueden pagar la cuota co- .■ rriente. ■

Tarifa bj Para los afectados por la aguda crisis económica y para - los que viven en países cuya moneda esté depreciada 1 (como en España) y se les haga en exceso gravoso el ins­

cribirse bajóla tarifa (a).

TarifáC) Para los Jóvenes,-para tos deseñfpleados, y para los que "en conciencia no puedan pagar más-

Cuotas de inscripción:Jifríf» (a ' Tarffa (¡> - TtrUi (e

Por un período, 6 días , 22 florines , í&floripes 13,50 florines » dos » 13 » ' 42 » 35 » ‘26, — »» tres' > 20 » 60 * . 5$ ' » 37,— ;>

Por parte de un período 'cada día. 5 ». ?*/*->■ 2,25 »

Por estos precios se suministrarán: una cama.de campaña co­rriente en una tienda, en compañía' de otros individuos*y comidas vegetarianas.

Pueden reservarse tiendas de campaña especíales, particulares, mediante el abono deuna cuota extra,, según la encala siguiente, cuyo importe deberá enviarse acompañando la eahtá de Inscripción.

Tinte ame» TlanJas-paaesHaiUna persoria.{por .cualquier período) . . 25,— fl. 15 florines.Dos personas, cada uúa (ídem id ) . . . 12,50 » 10* • ¡»Tres o cuatro personas, cada una (íd. id ). 10;— »

Habitaciones fuera del Campamento; Hay dos tarifas de renta; para hoteles y casas de huéspedes importantes, 3 florines diarios; y'para casas particulares, 2,50 florines diarios.-Los que-de­seen dormir fuera, deberán añadir al importe de la cuota de- ins­cripción, el del alquiler de la habitación, y- declarar si desean que les quede .reservada una cama corriente en upa tienda del Campa­mento* a laque tendrán derecho» El agente del Campamento in­formará'en cada caso de cómo se alquila una habitación de éstas,

.pero a fin de conseguirla debenescribirle pronto.

Los que visiten con frecuencia el Campamento, sin alojarse.,ni tomar las comidas en él. abonarán 10 florines. ■ ’

A -tos que por escrito soliciten que les sea anulada la inscrip­ción, y su solicitud sea recibida antes del l.° de julio, 1933, se íes devolverá el imparte desembolsado, menos el 10 por 100 del de la cuota de inscripción

La inscripción está sujeta a la aceptación por el solicitante, de lós reglamentos del Campamento, y a la aprobación del Director del mismo

Los que piensen inscribirse, debieran dirigirse inmediatamente al agente del Campamento en España. D. Francisco Rovira, Apar­tado 887, Madrid; o. si radican fuera de España, al agente de-su respectivo país.

Para automóviles , se .alquilan cobertizos, pero debe solicitarse al inscribirse. * 1 -

’ ELimporte en florines debe enviarse con la inscripción al agente, en un cheque sobre Zwóíle n sobre Ams'tefdam extendido a favor de A. F . Foltoersma. — '- *> . .*"{•' _ — X ‘ i ' , r * , ‘f r ■

- Rara gastos de oficina, el agente del Campamenfó en' ‘España cargará Ptas. 5’por inscripción;

. Innovaáóhíktportante: ' A los que asistirían con regularidad a todas estas reuniones, si pudieran habitar una casita-de maderfe, la Dirección del Campamento les ofrece casitas de campo desmon­tables, que podrían adquirir en propiedad*-La Dirección^e encar­garía de montárselas, amueblarlas, y, al finalizaría!, Gamp&mento, desmontarlas y almacenarlas según inventarky. Hay varios tipos:

.el coste de la más pequeña es de 147 florines. - - '■

. En el Campameflto habrá Garreo, Telégrafo, Hospital dé Emer­gencia, Cíísa de Cambió y Turismo. ■ No deben llevarse' animales. Las personas enfermas o que sufran de alguna 'enfermedad infec­ciosa, no podrán ser admitidas. La Dirección no se hará respon­sable-de pérdidas de ninguna clase, pero admite el depósito en su caja fuerte de los valores que se te confíen.

. Habrá en el Campamento una gran cantidad de trabajo que sólo puede efectuarse por voluntarios eficientes, y se confia en que todos estarán dispuestos" a tomar alguna parte. Para saber por anticipado con qué cooperación se puede contar, se ruega a los que realmente quieran ayudar, que declaren al hacer la inscripción

-el trabajo que van a tomar, escogiéndolo de la lista de actividades que les proporcionará el agente. Si ei número de. voluntarios que se ofrezcan es insuficiente, todos los concurrentes menores de se­senta añas podrán ser requeridos a tomar parte en el trabajo del Campamento. ,

NO HABRA' CAMPAMENTO EN OMMEN EN 1934. ... ■ ■■■' ■ 4 . ' '

Para facilitar la concurrencia del mayor número posible de amigos españoles, estamos estudiando el viaje que resulte por persona al precio más módico posible: Tendría que ser: sin em­bargo; a base hacer el viaje colectivo un número de personas no inferior a veinte. No podemos dar datos concretos hasta conocer el número de los que piensan concurrirá esta reunión campestre. El agente,los comunicará a los interesados qne le escriban, pero ruega que lo hagan pronto.

F . R o v ir a '. Agente en España deLCampamento de Ommen.

- Apartado 867, Madrid.

VISITA DE KMSHÑAMURTJ A ESPAÑA ' -

♦Varios amigas se baa dirigido, a mi en distintas ocasiones ex­presando su deseo de que Krishnamurtt visite España Creo que la oportunidad de que él pueda venir se presentará después del Campamento de Ominen de 1933 Desconozco aún qué planes tenga para entonces, pero se sabe que visitará. Italia. Es mi opinión, que debiéramos invitarle a que venga a España para una fecha que él fijaría. La organización de este viaje, de él y su secretario, habrá 4e originarnos considerables gastos. Quisiera recoger antes de invitarle, las manifestaciones de cuantos amigos quieran adherirse y traer su aportación. Pueden escribir ql que suscribe.»

Lo que antecede fué-publicado en nuestro número de diciembre ...de I932j. desde entonces, hemos recibido las adhesiones de Varios amigos entusiastas Conviene hacer constar que aún pueden en­viárnoslas los que, queriendo adherirse, no lo hubieran hecho' to­davía. Para organizar esta visita se precisa de cooperadores en distintos sentidos. El programa sólo podría bosquejarse después - de conocer los deseos de distintas localidades, por loa que' se adhieran a la invitación.

‘ F. R ovtP a

ANAUES DE KRISHNAMURT1

Pregunta : ¿ Qué queréis significar cuando decís : «no transijáis» ? Os ruego que nos ilustréis con un ejemplo.

K R I S H N A M U R T I : M uchos de vosotros creéis que con el tiem po podéis haceros em inentes, m ás nobles, y m ás per­fectos. P a ra m í, esto es una ilusión n acid a del ansia de continuación de la individualidad. No puede haber tran­sigencia entre tales creencias y lo que yo digo. T enéis la idea de que, p ara realizar la V erd ad , debéis convertiros en un discípulo, y yo os digo que no debéis seguir a nadie, ni a m í m ism o ; os digo que p ara realizar la V e r­dad debéis ser desapegados por com pleto, carentes de to ­da consciencia de sí m ism o. P a ra realizar la V erd ad de­béis llegar a conocer la singularidad. No podéis a d o ra r ; n o podéis apoyaros en otro, por lo tanto , n o puede haber transigencia en este asunto.

H e hablado de esto durante los últimos cuatro o cin ­co añ os, pero quizás co n m ás suavidad. A lgunos de los que me escucháis sois cristianos, otros budistas, otros teo- sofistas, otros sois hindus. Y o no quiero que m e sigáis. P ero si queréis realizar la plenitud, la V erd ad , no podéis apegaros a ningún sistem a o ilusión. D ebéis despojaros de toda creencia y quedaros en la soledad de vuestro pensam iento creador. P a ra quedar así desapegados, sin consciencia de sí m ism o, solos, debéis pasar por grandes sufrimientos y por grandes alegrías. L a m ayoría no quie­re sufrir m ucho o hacer el esfuerzo que conduce al gran éxtasis. Si sufren, se lim itan a soportarlo y no procuran com prender su sufrim iento. T eorizan a ce rca de e l ; en ­cuentran teorías p ara encubrirlo, p ara decorarlo ; lo ocul­tan y lo alejan, pero resurge en otra form a. Si queréis

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ANALES DE KRISHNAMURTI

com prender la V erd ad , tenéis que daros cuenta de la cau ­sa del d o lo r ; debéis conoceros a vosotros m ism os y cono­cer vuestras lim itaciones. H aciéndoos así conscientes, os libraréis de la autoconsciencia.

R E U N IO N E S T IV A L E N O M M E N , 1931

C h a r l a , p o r K r i s h n a m u r t i I X

Y o sostengo que la V erd ad , la V id a eterna, yace oculta en todo ser hum ano, pero en ellos está velada por su autoconsciencia. E n esa plenitud de la V erd ad no pue­de existir dualidad ; ésta tan sólo surge en la consciencia de sí m ism o. L a acción pura tiene su origen en la pleni­tu d ; pero el bien y el m al, las condiciones opuestas, n a ­cen por la ilusión de la consciencia de sí m ism o.

E n la realización de la V erd ad , no existe el tiem po. E l. tiem po surge d e la consciencia d e sí m ism o. L a idea de progresar procede de la autoconsciencia ; progresar en el sentido de actu ar en el tiem po. N o podéis realizar la V erd ad por el propio perfeccionam iento en el tiem po. L a V erdad no evoluciona, no está supeditada al tiem po. L a ilusión puede progresar, pero no la V id a . P or glorificada o perfeccionada que esa ilusión sea, jam ás com prenderá la V erd ad . L a plenitud es etern a, lo cual no significa la continuidad indefinida del tie m p o ; está perennem ente re­novándose y sustentándose a sí m ism a. M as allá de esa plenitud no hay n a d a : es absoluta, aun cuando no una finalidad. A tribuís el progreso a la V erd ad , porque vivís en el tiem po, que es un llegar a ser in ce sa n te ; pero

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ANALES DE KRISHNAMURTI

sólo puede ser realizada la V erd ad , cuando os halléis libres de ese llegar a ser.

L a plenitud es la arm onía de la m ente y del corazón. L a m ente debe estar en absoluto d escargada de ideas, voluntad e im aginaciones, puesto que pertenecen a la consciencia de sí m ism o. E l centralism o del yo crea co n ­tinuam ente su propia desarm onía y en tan to que ese centralism o exista no podéis lograr esa arm on ía de que hablo. P a ra extirpar ese centralism o del y o , debéis llegar a ser plenam ente responsables de vuestras a c c io n e s ; de ah í que sólo podáis realizar la V erd ad : la arm onía de la V id a, por m edio de la llam a de autoconsciencia. E l am or es su propia eternidad, y en tanto exista el otro, el ob­jeto del am or, existirá la tristeza de la soledad.

O s im agináis que la com prensión se logra por m edio de las experiencias ; pues creéis que m ultiplicando las ex ­periencias en el tiem po, lograréis la plena com prensión. P ara m í, es todo lo contrario . L o que os d ará com pren­sión, o sea, la realización de la plenitud, será el entender la significación plena de la acción com o experiencia pre­sente. E s a flor de entendim iento que está m ás allá del tiem po y de toda lim itación, se halla encuadrada en el pensam iento y en la em oción. U nicam ente la podréis realizar, a través de vuestros pensam ientos y de vues­tras em ociones, y no, huyendo de ellos. H allándoos li­m itados por vuestra consciencia de sí m ism os, separáis la V erd ad de vuestras acciones d ia ria s ; pensáis que esta R ealidad debe estar en otro plano de existencia, fuera de vosotros m ism os. N o podéis separar el perfum e de la flor. A través de la intensa consciencia de sí mismo— siendo ésta la individualidad, el ego— , haciéndoos ple-

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nam ente responsables de vosotros m ism os, es co m o reali­zaréis la plenitud.

E n tanto que la acción dim ane de la irresponsabili­dad, jam ás puede haber arm onía, jam ás puede haber esa llam a intensa de consciencia de sí m ism o, a través de la cual tan sólo se halla la plenitud. P a ra rom per esa li­m itación de irresponsabilidad, no es necesario exam inar el p a sa d o ; de nada sirve considerar lo que ocurrió ayer, pero haceos plenam ente conscientes de vuestras accio ­nes en el presente. E n la liberación de la consciencia yace la verdadera espontaneidad.

L a gente en su m ayoría, es irresponsable porque está dom inada por sus sen sacio n es; es esclava de sus em o­ciones, y vive en ese cerco de esclavitud. Sus acciones no la redim en por no serautoconsciente y por ende, ser irresponsable. T ales acciones conducen a la ignorancia.

Deviniendo conscientes, recogidos sobre sí m ism os, responsables, destruiréis las lim itaciones que os m antie­nen en el círculo de la ignorancia. N o podéis ocultar el dolor ni entregaros a la alegría, y a que am bas em ociones son fugaces. P o r m edio de la consciencia de vosotros m ism os, descubriréis los orígenes secretos del deseo. E l dolor debe existir en tanto haya consciencia de sí m ism o y , si lo encubrís p ara consuelo vuestro o por irresponsa­bilidad, no haréis m ás que ataros con la ignorancia.

Pregunta: c Son meramente accidentales las circuns= tandas del nacimiento y las experiencias del individuo durante su vida, o dependen de condiciones internas que existen en nosotros mismos ? ¿ Cómo podemos domi­narlas P

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K rishnamurTi : E s ta pregunta im plica \arma; o sea, que vuestras acciones pasadas os crean las circunstan­cias presentes, de m odo que os halláis lim itados en vues­tras accion es, pensam ientos y sentim ientos. E sto es lo que m uchos creen ; pero yo lo veo de un m odo distinto. A unque las circunstancias puedan lim itar vuestras a c ­ciones y sentim ientos, restringir vuestro entusiasm o por falta de estím ulo, por falta de am biente propicio, los que tengan el deseo pueden crear en la actualidad un nuevo am biente, tanto para sí m ism os com o p ara los dem ás. Si vuestro deseo es intenso, no estaréis atados por el pasado ; nada puede reteneros. E s inútil investigar e } p a s a d o ; pero podéis alterar o modificar el presente. Cuando os hacéis plenam ente conscientes en la actualidad, podéis derri­bar todas la barreras que lim itan y ah ogan la acción presente. L a m anera de lograr ah ora la plena consciencia, no es m irando las condiciones del pasado, sino tratando de com prender por com pleto cad a m om ento de expe­riencia.

L a realización de la V erd ad , la com prensión de la V id a , no se consigue co n el tiem po. E l tiem po no m a ­durará vuestra com prensión de las experiencias. N o es por m edio del tiem po com o conseguiréis la plenitud de la experiencia, sino tratando de com prender el pleno sig­nificado de cad a experiencia en el m om ento actual. P a ra esto se requiere la concentración. C uando pasáis por una experiencia de dolor, existe la tendencia a paliarla, a reh u irla ; m ientras que si la exam ináis, si seguís su rastro h asta su origen, la cau sa del dolor, cosecharéis el significado de esa experiencia particular.

P a ra la m ayoría de la gente, el tiem po n o representa

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m ás que el aplazam iento de la com prensión del a c to . P a ­ra m í, el tiem po está en el presente, y este presente sólo puede com prenderse a través de la acción . L a acción exi­ge el d iscern ir; por eso debéis daros cuenta del presente, de la consciencia que cau sa el dolor y crea las condicio­nes opuestas. P a ra m í, el karma no pertenece tanto al p a s a d o ; es aquella acción presente que ata .

Pregunta : ¿Hubiera sido posible «lograr» sin pasar por esta etapa del ego ?

KRISHNAMURTI: O lo que es lo m ism o : «¿S ería posi­ble realizar la V erdad sin devenir con scien tes'd e sí m is­m os?» Im posible. E s a totalidad que en todo tiem po está presente en cad a co sa , tan sólo puede ser realizada por m edio de vuestros propios sentim ientos, a través de los propios pensam ientos, m ediante las propias sensaciones y em ociones de ca d a c u a l ; y a través de eso y en eso está la llam a de la au tccon scien cia . Cuanto m ás os déis cuen­ta de vuestra responsabilidad com o individuos, tanto m ás os será posible el cum plirla sin la lim itación de la cons­ciencia. Cuando vosotros estéis com pletam ente elim ina­dos com o individuos, realizaréis la V erd ad . N o existe otra Realidad.

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V I A J E D E K R I S H N A M U R T I

por los E . U nidos y el Canadá

D urante este viaje utilizó Krishnam urti el aeroplano p ara las grandes distancias y , p ara las co rtas , acep tó los autom óviles que algunos am igos pusieron a su disposi­ción. E n la m ayoría de las ciudades que visitó, su pre­sencia despertó en la gente un vivo y cálido interés, y en dos de los hoteles en que se hospedó, le dieron aloja­m iento gratuito. Los salones se llenaban frecuentem ente a rebosar de público ávido de oírle, quedándose cente­nares sin poder entrar. E n una ocasión en que dió su ch arla en la azotea de un hotel, tuvo un auditorio de 1.200 personas y varios centenares m ás que se reunieron en un piso inferior, donde hubo que instalar altiparlan- tes p ara que su discurso pudiera ser oído por todos.

A d em ás de sus com prom isos en ca d a ciudad p ara ha­blar en público, Krishnam urti dió generalm ente pequeñas charlas por la rad io ; y en San A ntonio, la estación ra ­diodifusora local, transm itió la ch arla entera que dió en la tarde del día 9 de octubre ante 3 .0 0 0 personas en el A uditorium M unicipal.

D am os a continuación una reseña de sus actividades desde que partió de V an cou ver, que sin duda la hallarán interesante nuestros lectores.

Calgary: Dió Krishnam urti dos ch arlas públicas, el 11 y el 12 de agosto , a las que concurrieron unas 600 personas en cad a una. E l salón no adm itía m as, y m u­chos se quedaron fuera. A l d ía siguiente habló ante un grupo de am igos y trabajadores y dió tam bién una ch ar­la por la radio.

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Boston : H ab ía 75 inscritos p a ra la reunión del L a - sell Júnior College, cerca de Boston, celebrada entre el 22 y el 29 de a g o s to ; pero en las ch arlas de la m ism a se reunían de 150 a 250 oyentes. Krishnam urti dio estas ch a r­las bajo unos herm osos árboles viejos en e} cam p o de golf del colegio. H acía buen tiem po. E n un atard ecer en ­cendieron una hoguera y en otro celebraron una discu­sión en la que participó Krishnam urti.

Sarobia : L a inscripción p ara la reunión cam pestre de Sarobia, Eddington, Pennsylvania, celebrada del 2 al' 11 de septiem bre, alcanzó el núm ero de 125 ; sin em bargo, la concurrencia a las charlas que allí dió K rishnam urti, llegó, en una o dos ocasiones, a 600 personas. Fue escu­chado con interes, a pesar de la m arcad a tendencia por parte de algunos interrogadores a insistir a ce rca de cier­tas ideas fijas. H ubo buen tiem po, y las reuniones se hir cieron al aire libre.

Rochester: E l d ía 16 de septiem bre habló K rishna­m urti en esta ciudad, ante un grupo de prom inentes edu­cadores, del que form aban parte el D ecano de la U niver­sidad y m iem bros del Consejo de Instru cción ; y , el día 17, ante un grupo de personas que se congregó en el do-» micilio de un am igo. A quella m ism a tarde dió una p e­queña ch arla por la radio. A l d ía siguiente habló en la azotea del hotel Sagam ore ante un auditorio d e unas 1 .200 personas. E l interés que en R ochester despertó su visita, se considera com o algo extraordinario, y a que esta ciu ­dad tiene la reputación de m ostrar general indiferencia h acia los conferenciantes.

Cleoeland : E n la tarde del 21 d e septiem bre fué en ­trevistado Krishnam urti por los periodistas de C leveland,

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y el día 22 dió una ch arla pública en el salón de baile del hotel H ollenden, que se llenó por com pleto con cer­c a de 1 .200 oyentes, siendo imposible adm itir a m uchos otros que se quedaron fuera. E n los días 2 3 , 24 y 25 hubo reuniones en la sala de sesiones del hotel, d e am igos in­teresados en discutir co n Krishnam urti sus id e a s ; la co n ­currencia alcanzó un prom edio de 175. E n la ca sa de un am igo tuvo lugar, la tarde del día 25 , o tra discusión en confianza, y aquella m ism a noche dió una ch arla de quin­ce m inutos por la radio, estación W G A R .

Minneápolis & St. Paul: E n M inneápolis K rishna­m urti dió una ch arla pública, la tarde del 29 de septiem ­bre, en el salón del hotel N icollet, que se llenó por co m ­pleto con unas 2 .0 0 0 personas. Y en St. P au l dió su ch ar­la en el salón de baile del hotel L ow ry, el d ía 30 , ante un auditorio de 700.

Kansas City: A quí m ostraron algo m enos de interés por la visita de K rishnam urti. E l d ía 4 de octubre habló en el tem plo Ivanhoe ante unas 1 .000 personas, y el día 5 hubo una discusión en confianza en el dom icilio de un am igo, donde se reunieron con él unas 130.

San Antonio : Com o dijimos m ás arrib a, K rishnam ur­ti habló en el Auditorium M unicipal de esta ciudad el 9 de octubre ante un auditorio de 3 .0 0 0 , y al día siguiente junte 1 .200 personas en el Auditorium del M ain A venue H igh School. E l d ía 11 habló a un grupo de am igos m e­jicanos, que le saludaron co n cálido entusiasm o. Dió una ch arla co rta por la em isora local de rad io , y otra , que di- rigió a 150 ávidos oyentes, en el hotel A nthony, com ­pletó la lista de sus com prom isos en esta ciudad.

Birmingham : G rande fué el interés que la visita de

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K rishnam urti despertó aquí, dándole m u ch a publicidad los periódicos. E n la m añ an a del 15 de octubre habló a un grupo de niños, y en la tarde del 16 dió u n a confe­rencia pública en el T em ple E m an u el. E n las tardes de los días 18, 19 y 20 se celebraron reuniones en confian­za , en un pinar junto a la c a s a de un am igo, donde se alojaba K rishnam urti. P o r invitación de la Universidad de A lab am a, en T u scaloosa, a 60 m illas de Birm ingham , dirigió la palabra a los estudiantes de la m ism a el d ía 21 .

Atlanta : U n a reunión d e am igos celeb rad a en la tar­de del día 22 en el hotel Biltm ore, y una conferencia dada en el teatro Param ount, el 23 de octubre, fueron los úni­cos com prom isos de Krishnam urti en esta ciudad.

Montreal: U n a ch arla d ad a en confianza en C han- ning H all, en la C hurch of the M essiah, el d ía 29 de o c ­tubre, fue la prim era actividad de Krishnam urti en M ont­real. A ésta siguió otra ch arla d ad a el d ía 30 an te el P eop le’s Forum , cuyo título fue « L a V id a , ¿C u ál es su Significado?)). E l d ía 31 dió otra conferencia en el sa­lón A del hotel M ount R oyal, con la que concluyó su visita aquí.

Toronto : E n las tardes de los días 4 , 5 y 6 d e n o ­viem bre, habló Krishnam urti en el salón de la Sociedad T eosófica en el C anadá, y , el d ía 7, partió para New Y ork .

A d em ás de las actividades citad as, Krishnam urti ha­bló en C hicago y en N ew Y o rk . E l d ía 11 de noviem bre em barcó p ara la India acom p añ ad o d e los señores R a - jagopal y Patw ard h an .

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*Mensa je de Krishnamurti 1927-30(Contiene; Vida e ideas de Kj íshnamurlí, Quién trae ia Verdad, La Vida como Olv jetívo, Disolución de ia Orden de la Estrella, Ahora y Experiencia y Conducta.)

En rústica, 3,00 pesetas; en tela y oro, 4,00 pesetas.* Krishnamurti - Anales - 1931(Recopilación de las conferencias que pronunció en la Reunión Cam­pestre de Ominen, este año. Tomado de la Revísta de la Estrella.)

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