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Revista Cánovas nº8 Julio 2014

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Revista digital de pensamiento político, económico y social. Nº8 Julio 2014. Edita Cánovas Fundación.

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2 digital Cánovas

Edita: Cánovas Fundación

Presidente

Joaquín L. Ramírez Rodríguez

Secretario General

Miguel Ángel Ruiz Ortiz

Digital Cánovas

ISSN: 2255-5900

Nº8. Málaga. Julio 2014

Dirección

Francisco M. Castillo Medina

Guillermo Díaz Gómez

Diseño y Maquetación

Rosa López Campos

NOTA: Cánovas Fundación no comparte necesariamente las opiniones expresadas por los diferentes autores.

[email protected]

www.canovasfundacion.com

@CanovasFundac

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ÍNDICE

El Patrón.

Joaquín L. Ramírez 4

Una mirada atrás.

El último logro de Adolfo Suárez.

José Antonio Jurado 6

Controlar lo incontrolable,

aceptar lo inaceptable

Francisco Valiente 8

La influencia de Europa en nuestra

Constitución: Consenso y Valores.

Pablo Sánchez 11

Disproportional nonsense and

Biased coverage media

Esther Heredia 14

El Show de Truman

Guillermo Díaz 19

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El Patrón

por Joaquin L. Ramírez

@JoaquinRamirez

Inopinadamente, por absoluta

sorpresa, contra todo pronóstico y con el

solo conocimiento del Presidente del

Gobierno y su equipo, el Jefe de la

Oposición y un mínimo círculo institucional,

el 2 de junio de 2014 el Rey Juan Carlos I

anunció su abdicación para dar paso al

proceso de sucesión constitucional. Con

este trascendental paso Juan Carlos de

Borbón, Rey de España, cuya alta jefatura

fue querida y refrendada en las urnas por

los españoles el 6 de junio de 1978, ha

mostrado una vez más su lealtad a

España, su sacrificio, su saber estar y su

fina inteligencia.

Analizar las causas de su decisión

o el momento en que ésta se originó o se

tomó de forma definitiva es, todavía hoy y

puede que para siempre, pura

especulación. Desde el estado de salud del

Monarca a esa cierta desafección que, en

tiempos de crisis, solo ha sido una más y

como pura reacción a los difíciles

momentos económicos, puede hablarse sin

parar. Lo cierto es que todo apunta a que

la abdicación solo ha buscado un exclusivo

fin, hacer lo que más convenía al pueblo y

la nación por encima de cualquier interés

personal. Un servicio al Estado, un servicio

del más alto rango, uno más de quien

tantos prestó y que ha ejercido como piloto

de la libertad y la democracia en España,

sin más posible parangón que el de las

personas que, como Adolfo Suárez, fueron

sus más firmes y cruciales colaboradores.

Si repasamos la historia desde que España

lo es, por cierto, hace mucho mucho

tiempo, no hay jefe de estado, no hay rey,

que haya querido y respetado más al

pueblo español y que más haya hecho por

él. Nunca, ningún otro quiso y buscó la

democracia, la libertad y la igualdad de

todos, dando paso a la Monarquía

Parlamentaria para dar voz definitiva a un

pueblo que lo demandaba y lo merecía.

Árbitro, mediador, símbolo y leal

representante de la nación ante todo y ante

todos, logró ser de los más prestigiosos

dirigentes internacionales ante cualquier

autoridad del resto del mundo. Su peso

político definitivamente trascendió a su

solo papel de Rey de España y su cercanía

ha sido buscada por todos y cada uno de

los actores internacionales de tal modo que

el papel de nuestro país pasó de

desaparecido, oscuro y a veces marginal a

omnipresente y suscitador del máximo

interés.

El último de sus retos era quizá el

que vivimos, superar el “juancarlismo”. Una

gran paradoja que don Juan Carlos haya

acabado por ser el más firme enemigo del

“ismo” que a él directamente se refería

para consolidar la monarquía

parlamentaria, democrática y constitucional

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por encima de las personas individuales y

al servicio de España. Por eso,

disciplinado, el Rey Juan Carlos no acudió

a la proclamación de su hijo Felipe VI

como rey. Tampoco lo hizo a la recepción

en el Palacio Real, solo un mínimo saludo

de actor secundario en el balcón. Con lo

difícil que en España suele ser que el que

se va de verdad se vaya y dejar los

espacios, don Juan Carlos de forma

drástica, incluso inentendida, da el paso

sin poner la más mínima sombra a quien

ahora le corresponde. Una lección más.

Sin duda, la historia le tratará como el más

inmenso rey que España tuvo nunca y las

generaciones venideras, junto a éstas,

venerarán su memoria.

A veces ocurre, grandes hombres y

grandes momentos. Envueltos en la vida

real con todas las dificultades, las lágrimas

y las sonrisas, las desventuras y la

felicidad. Sucedió mientras buscábamos

vivir, en medio de las cuitas y las

circunstancias buenas, regulares o terribles

de cada cual. Ocurrió mientras vivíamos lo

que podíamos vivir. Juan Carlos I,

representante de una institución antigua,

enraizada en mundos remotos, mostró su

desapego por sí mismo y su compromiso

con el pueblo al que se debe y quiere por

encima de todo. Muchos no le habrán

comprendido pero, a buen seguro, la

inmensa mayoría le ha entendido muy

bien, a la perfección, y no dejará de

agradecerle su increíble y crucialísimo

papel.

Puede que en el futuro, al más puro

estilo clásico, las crónicas tradicionales

digan: “En el año del Señor de ´2014, en el

primaveral décimo noveno día del mes de

junio, el Rey de todas las Españas, Su

Majestad don Juan Carlos I de la Casa de

Borbón, Monarca democrático y

Constitucional, venció como Jefe del

Estado su última batalla como

Comandante en Jefe del Pueblo de

España al abdicar en su hijo Felipe VI, sin

el más mínimo apego a su persona,

consolidando al Estado Social y

Democrático de Derecho y proclamando

para siempre la democracia y la libertad al

servicio de España y los españoles,

dándole paso a la Historia”.

Joaquin L. Ramírez es Abogado,

Senador y Presidente de Cánovas Fundación.

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Una midada atrás.

El útlimo logro de Adolfo Suárez

por José Antonio Jurado Ripoll

@MAGNApolitica

Hace ya unos pocos meses que

asistimos a las muestras de cariño y

reconocimiento que la sociedad española

ha dedicado a Adolfo Suárez. Algunos no

vivieron su época política, otros no

comulgaban con sus ideas o recelaban de

sus propósitos, otros abiertamente lo

criticaron o desconfiaban del buen fin de

sus acciones; algunos lo apoyaron. En el

momento de su adiós, casi todos (pueblo,

políticos) han coincidido en alabarlo y

admirarlo.

El pueblo ha visto en Adolfo Suárez

la encarnación de los principios y valores

que añora y extraña en los políticos de

hoy; las largas colas ante su féretro para

rendirle tributo constituyeron una

reivindicación silenciosa y elocuente (de

hecho, mucho más silenciosa y elocuente

que ciertas “marchas” o “manifestaciones”

que sólo expresan violencia). Los políticos,

en general, han intentado “acercarse” a la

figura de Adolfo Suárez, “vincularse” a la

misma, buscando de alguna manera que

se les identifique con lo que representa

para el pueblo español.

Esto nos permite comprobar:

a) Que la sociedad española sí está

interesada en la política, pero en la

“política con mayúsculas”, en la que dirige

la acción del Estado hacia el bien común

no sólo en los fines sino también en los

medios, en la política que se concibe no

como simple técnica para determinar los

ordenamientos, sino como medio para el

mayor reconocimiento de la dignidad de la

persona; en la política en la que cabemos

todos.

b) Que la sociedad española sí

valora “la política” con criterio y fundada en

una base ética y, consecuentemente,

también valora a los políticos que son

coherentes y firmes con su compromiso

ético y social, porque ello da seguridad: no

se puede confiar en personas sin criterio o

de valores indefinidos.

c) Que la sociedad española sí

sabe reconocer a quien antepone el interés

general al interés particular o partidista, sí

sabe reconocer cuándo gobierna “un

hombre del partido” y cuándo “un hombre

de Estado”, sí sabe reconocer cuándo se

gobierna para las personas y cuándo al

margen de ellas.

La figura de Adolfo Suárez, vista

desde hoy, nos muestra que el panorama

político actual no pasa de ser un

esperpento de la política que en el

despertar de nuestra democracia y en sus

primeros pasos alumbraron personas como

Adolfo Suárez (léase la descripción de

“esperpento” que nos ofreció el propio

Valle Inclán); al mismo tiempo, nos

demuestra que es posible otra forma de

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“hacer política” y otra clase de políticos:

una política que, como he referido

anteriormente, estando fundada en el

mayor respecto a la dignidad de la

persona, se dirija hacia el bien común, una

política que no ahogue la iniciativa de la

sociedad civil, que fomente la participación

social, una política que promueva la

solidaridad entre las instituciones y entre

los ciudadanos; de igual modo, unos

políticos que respondan a estos principios

de forma coherente y firme, que sirvan a la

resolución de los problemas y no se sumen

a los ya existentes, que vivan para el

pueblo y no sólo “por” el pueblo, unos

políticos que se caractericen por su actitud

de servicio, integridad, transparencia y

sentido de la responsabilidad y no por lo

contrario. Esto es lo que ansía la sociedad

española y lo que está demandando con

mejores o peores artes.

El último logro de Adolfo Suárez fue

precisamente éste: poner de acuerdo a

casi todos (sean de derecha o centro o

izquierda o mezcla) en algo: en profesarle

admiración y dedicarle buenas palabras.

¿Por qué no existe el mismo acuerdo en

verdaderas razones de Estado como la

educación, la justicia o la lucha contra el

desempleo? Sin duda, el mejor homenaje a

Adolfo Suárez sería que unos y otros y

todos aprendiésemos algo de su

concepción política y lo pusiésemos en

práctica; también es éste el mejor

homenaje que el ciudadano merece y

espera.

José Antonio Jurado Ripoll es

Abogado del Estado y Presidente de la

Asociación “Proyecto Magna Política”.

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Controlar lo incontrolable,

aceptar lo inaceptable

por Francisco Valiente

Tal vez sea adecuado comenzar

expresando el cariño que siento por Rusia,

una tierra donde viví, fui feliz y conocí a

personas maravillosas. Lo digo para

explicar por qué he dedicado buena parte

de mi tiempo a conocer su historia, su

cultura y su política –con su idioma

claudiqué, a mi pesar- y por qué mi interés

en el actual conflicto ruso-ucraniano.

La historia de Ucrania comienza

con la magnífica Rus de Kiev, un estado

nacido en el siglo IX que en el devenir de

los tiempos acabó repartido entre polacos,

otomanos, tártaros y rusos. En el siglo

XVIII, la zarina Catalina la Grande obtuvo

la parte del león, con una serie de guerras

que acabaron con la República de las Dos

Naciones (Polonia-Lituania), el último

kanato tártaro (el de Crimea) y la expulsión

de los otomanos más allá del Danubio.

Tras las guerras comenzó una intensa

campaña de rusificación que se mantuvo

durante siglos. La Revolución de 1917 vio

nacer una Ucrania independiente, pronto

absorbida por la URSS, que modificó en

varias ocasiones los lindes de la República

Socialista Soviética de Ucrania hasta 1954,

año en que Nikita Kruschev le incorporó la

península de Crimea.

¿Existen, entonces, una nación,

cultura e historia ucranianas? Sí, sobre

todo al oeste del río Dniéper, y no tanto en

la orilla oriental, donde la rusificación fue

más intensa. El resultado ha sido un país

dividido en dos identidades: “prorrusos” y

“proeuropeos”. División que tiene también

un cierto componente generacional, pues

muchos jóvenes nacidos y educados en la

Ucrania postsoviética tienden a Europa,

mientras que sus mayores aún mantienen

lazos rusos.

Éste era el status quo cuando el 20

de noviembre de 2013 el presidente

prorruso, Víctor Yanúkovich, suspendió la

firma de los Acuerdos de Asociación y

Libre Comercio con la Unión Europea. El

día 21 –será casualidad- comenzaron las

protestas en Kiev, que Yanúkovich decidió

zanjar manu militari con sus muy

expeditivos antidisturbios. Pero el conflicto,

lejos de sofocarse, se radicalizó. Los

manifestantes obtuvieron armamento de

primera calidad -¿quién se lo

proporcionaría?- y dieron un vuelco a la

situación. Los violentísimos

enfrentamientos acabaron con los policías

asediados, deponiendo sus armas y

rindiéndose. Había un vencedor: un

conglomerado de fuerzas europeístas que

se dieron a sí mismas el nombre de

Euromaidán.

A Yanúkovich le entró el pánico: el

22 de febrero de 2014 abandonó Kiev y,

acto seguido, el Euromaidán formó un

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gobierno provisional que convocó

elecciones, obteniendo la presidencia

Petró Poroshenko. Una de las medidas del

nuevo presidente, por supuesto europeísta,

fue firmar el acuerdo suspendido por

Yanúkovich. Llamemos a las cosas por su

nombre: estamos ante un golpe de Estado.

Porque puede que Yanúkovich fuese

impresentable, corrupto y represor, pero

había ganado unas elecciones y, por si

alguien se ha olvidado, en las democracias

los gobernantes llegan y se van en virtud

de los votos y no tras protestas armadas.

Como éramos pocos, parió la

abuela: Rusia, que siempre ha luchado por

lo que considera su “zona natural de

influencia”, dijo basta. En la República

Autónoma de Crimea había una clarísima

mayoría prorrusa y sus líderes no se

sintieron nada cómodos con los nuevos

vientos que soplaban desde Kiev. No había

pasado ni una semana desde el

derrocamiento de Yanúkovich cuando el

Parlamento crimeo fue tomado

pacíficamente por hombres armados, se

izaron banderas rusas por centenares y se

convocó un referéndum para consultar a la

población si quería formar parte de la

Federación Rusa.

Que nadie se engañe: Putin llevaba

años esperando este día y estaba

preparado. Invadió Crimea (si se puede

llamar invasión, pues el Ejército Ruso

siempre ha tenido bases allí) y bendijo el

referéndum, donde el SÍ a la anexión

arrasó. Rusia celebró el regreso de Crimea

y Sebastopol como si fuesen el hijo

pródigo: se aplicó el artículo 65.2 de la

Constitución Rusa -por el cual se pueden

admitir nuevos sujetos en la Federación-,

se concedió a Sebastopol el mismo estatus

administrativo de Moscú y San

Petersburgo, se cambió el uso horario por

el de Moscú, se concedió a Crimea un

crédito de 410 millones de dólares y se

introdujo el rublo como moneda oficial.

Todo en menos de tres semanas y

sin prácticamente un disparo, ante la

estupefacta mirada de la comunidad

internacional. Impresionante. Para reforzar

sus actos, Rusia firmó un acuerdo de

colaboración con China, hizo públicos los

miles de millones de deuda

estadounidense que posee –suficientes

para tambalear la economía mundial- y

recordó que puede cerrar el grifo del gas

que tanto necesita el este de Europa.

La verdad es que la Unión Europea

jugó con fuego animando al Euromaidán,

subestimando a Rusia, y ahora se

comporta como quien agita un avispero y

luego alucina al verse lleno de picaduras.

Nadie tuvo en cuenta el precedente de

Georgia en 2008 ni pensó que Putin se

atrevería a hacer cuanto ha hecho. Craso

error. Obama, Merkel, Barroso, Cameron y

otros líderes exigieron a Rusia que se

retirase, pero Putin más o menos contestó:

“¿Y quién me va a obligar? ¿Tú?”

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La anexión de Crimea ha sido una

de las mayores violaciones del Derecho

Internacional desde que China invadió el

Tíbet; todos lo saben, pero al más fuerte

no le importa. Aunque ni siquiera Putin

puede tener todo bajo control: sin Crimea,

los prorrusos ucranianos son minoría,

insuficientes para ganar otras elecciones,

por lo que temen –seguramente con razón-

la “venganza” del Gobierno ucraniano.

¿Qué podían hacer, sino jugarse un

órdago y actuar como Crimea -referéndum,

independencia, anexión-? Sin embargo,

incluso para Putin, esto es ir demasiado

lejos, pues no es lo mismo comerse un

trozo de una tarta ajena que comerse la

mitad.

Sea como fuere, su estrategia del

palo y la zanahoria estalló en el mismo

momento en que el pasado 17 de julio, los

rebeldes prorrusos derribaron el Boeing

777-200 de Malaysia Airlines, asesinado a

288 civiles. ¿Error o acto premeditado?

¿Realmente las milicias rusas

confundieron un avión civil que volaba a 11

kilómetros de altura con un Antonov militar

ucraniano? ¿O no fue ningún accidente,

sino un plan concebido para llevar al límite

la situación, obligando al propio Putin a

comprometerse indefectiblemente con los

rebeldes? Porque si bien es cierto que la

comunidad internacional se mostraba tibia

cuando prorrusos y europeos ucranianos

se mataban entre sí, no puede serlo ahora

que han asesinado brutalmente a

holandeses, británicos, australianos,

alemanes, belgas, malasios e indonesios,

para después guardar grotescamente sus

cadáveres en un vagón de tren.

¿Qué ocurrirá? El 21 de julio Putin

clamaba por la vía diplomática y

abominaba de lo ocurrido. Seguramente

con total sinceridad. Es muy posible que

esté dispuesto a aceptar un nuevo

paradigma donde se reconozca la

autonomía de las regiones ucranianas,

pero jamás abandonará Crimea. ¿Es esto

aceptable para Ucrania? No. ¿Debiera

serlo para la comunidad internacional?

Que cada cual extraiga sus propias

conclusiones. Como dijo Cicerón, “¡Con

cuánta frecuencia se presentan casos en

que la conveniencia parece oponerse a la

justicia…!”.

Francisco Valiente Martínez es

Licenciado en Derecho, Administración y

Dirección de Empresas y Ciencias Políticas por

la Universidad Pontificia Comillas, donde es

Profesor de Técnicas de Debate.

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La influencia de Europa en nuestra Constitución: Consenso y Valores

por Pablo Sánchez Molina

@PabloSMolina

Será el buen ambiente que se

respira en un pequeño pueblo sito en la

provincia de Málaga y cuyo nombre es

Mollina, será que la Escuela de Verano

celebrada en el CEULAJ y organizada por

esta apasionante Fundación me ha hecho

parar, mirar hacia atrás y pensar un poco o

quizás será que el calor propio de estas

fechas, en el centro de Andalucía, ha

nublado o aclarado, según se mire, mi

mente inquieta. La verdad es que no sé

porqué pero lo que me apetece es poner

en práctica una de las técnicas más

valiosas que me llevo de estos días de

convivencia, la relectura. Esta consiste, ni

más ni menos, en la reflexión sobre

situaciones pasadas para extraer

enseñanzas que nos servirán de cara al

futuro.

Imaginemos por un instante la

España de los primeros años de la

Transición, anclada en los vicios de una

dictadura duradera pero con un fin claro

para la mayoría de la sociedad en general,

la construcción de un sistema democrático.

Para la consecución de la

democracia en España se produjeron

multitud de hitos relevantes, desde la Ley

para la Reforma Política pasando por las

primeras elecciones democráticas, desde

la II República, hasta la aprobación de la

Constitución Española. En este proceso

democratizador encontramos un buen

número de momentos en los que las

diferentes fuerzas políticas tuvieron que

aunar esfuerzos, cediendo en ciertos

aspectos para así llegar a un consenso, a

la consecución de un marco legal donde

pudieran convivir muy diferentes opciones

políticas. Al fin y al cabo eso es la

Constitución, aunque muchas veces se

olvide.

El objetivo del presente artículo es

hacer una relectura de la influencia de

Europa en el proceso constituyente

español (fase de creación de una

constitución) así como en las dos reformas

que han tenido lugar hasta la fecha para

demostrar que el hecho de tener un

referente, unos líderes a los que seguir (en

este caso Europa), es esencial para lograr

una posición de consenso pero ese faro no

sería nada sin la luz que alumbra, los

valores.

En el caso que nos atañe se

pueden extraer de los debates

constituyentes tres patrones de influencia.

En primer lugar, como fuente de

experiencia, a modo de aprendizaje

histórico cimentado en la práctica previa de

los países europeos con democracias

consolidadas para considerar la

conveniencia de aplicarla al caso español.

En segundo lugar, como elemento

facilitador, durante el proceso

constituyente, y de consolidación, a raíz de

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las reformas de la Constitución, de nuestra

propia integración en las instituciones

políticas del continente europeo (de hecho

las dos enmiendas constitucionales que

han tenido lugar hasta la fecha se llevaron

a cabo ante exigencias europeas). En este

sentido, a la hora de redactarla hubo una

creencia común de que la mayor

proximidad de nuestra Carta Magna a las

constituciones europeas conduciría, como

efectivamente ocurrió, a una próxima

incorporación de España a la Comunidad

Económica Europea, actual Unión

Europea. Por último, como fuente de

legitimidad, es decir, tomando el

constitucionalismo europeo como criterio

para justificar las decisiones del

constituyente español, es decir, Europa

vista como el paradigma de la perfección

legislativa, como “lo democrático”.

Por lo tanto, ciertos consensos en

la redacción de preceptos constitucionales

se debieron a las argumentaciones,

basadas en la idea de Europa, llevadas a

cabo por los diferentes grupos políticos en

los debates constituyentes y en los

procesos de reforma.

El objetivo de este artículo, como

dije al comienzo, es hacer una relectura

para extraer una enseñanza: la influencia

de Europa nos muestra uno de los caminos

a seguir en la continua labor de

construcción de una sociedad española a

través del seguimiento de una política con

mayúsculas. Dentro de la idea que España

tenía de Europa subyacían una serie de

valores que propiciaron el consenso entre

los diferentes grupos político, el faro era

Europa pero la luz de su interior la

conformaban una serie de valores que

actuaban como metas que nuestra

sociedad ansiaba por alcanzar. Por ello, lo

que subyago la influencia de Europa

fueron, principalmente, sus valores. Estos

encarnaban los ideales democráticos de

justicia, libertad e igualdad, valores a los

que el constituyente otorgó una

importancia capital al considerarlos como

los superiores de ordenamiento jurídico así

como codificarlos en el primer apartado del

primer artículo de nuestra Constitución.

Sirviendo este mismo

razonamiento, en mi opinión, la reinvención

de nuestro actual sistema de convivencia

social, la superación del gran problema de

alejamiento entre política y ciudadanía, la

solución de los problemas secesionistas, el

aislamiento social de posiciones

extremistas que florecen en los tiempos de

crisis, la extinción de la corrupción, el

fraude fiscal y los indecentes privilegios de

unos pocos no se logrará con grandes

reformas constitucionales o del resto del

ordenamiento jurídico sino que su solución

pasa directamente por aplicar, en todo el

conjunto de relaciones de nuestra

sociedad, los valores que a pesar de

encontrarse recogidos en la Constitución

se dejan de lado en demasiadas ocasiones

produciendo un deterioro irreparable de

nuestro marco de convivencia. El papel lo

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soporta todo pero el cumplimiento efectivo

de sus previsiones es lo realmente

importante.

Como decía, no hace falta irse muy

lejos sino que estos ideales a los que debe

tender nuestra sociedad aparecen

desperdigados por la Constitución. Junto a

la libertad, la justicia, la igualdad y el

pluralismo político, encontramos la

solidaridad, la dignidad de la persona y el

desarrollo de la personalidad, el respeto a

la ley y a los derechos de los demás como

fundamento del orden político y la paz

social, el fomento de la cultura, ciencia e

investigación y la conservación del medio

ambiente, entre otros. Estos fines deben

de estar acompañados por un derecho

imprescindible para que estas premisas

calen en la conciencia ciudadana, la

educación, junto con otro sin el que sería

imposible que se desarrollasen, la sanidad.

Además, yo incluiría un último

principio que, aunque no aparece

expresamente recogido en la Constitución,

ocupa un lugar preeminente en nuestro

ordenamiento jurídico, la buena fe. Esta

invoca que una actuación, de cualquier

actor social, debe ser conforme a unas

exigencias morales y sociales, lo que para

mí se resume en una palabra, honradez.

Si les soy sincero, no sé si

tardaremos una década o siglos en

conformar una sociedad que sea, en sí

misma, la luz que alumbre dentro del faro.

Para ello es necesario cambiar la

mentalidad todos y que difícil se hace eso

en la práctica...

Pablo Sánchez Molina es Licenciado en Derecho y Máster en Derecho Constitucional.

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Disproportional nonsense and

biased coverage media

por Esther Heredia Carrillo

Enough is enough!!! This is the

phrase that should resume the outrageous

armed conflict which Israel and Hamas are

trapped in since the 8th of July of 2014.

Enough with the lack of media coverage

(since the Operation “Protecting Edge”

started) of other international armed

conflicts and the civilian casualties which

flow from them. Enough with the biased

information that certain media, social

networks and sectors of society are

disseminating as far as this frustrating

conflict is concerned.

Quoting Eddie Geller, it could be

stated that ‘it is nearly impossible not to be

upset about the Israel-Gaza conflict. It is

heartbreaking to watch, and

simultaneously, we are inundated with

opinions from every direction telling us

whom we should blame’.

However, before entering into the

substance, let me state and make clear

that this is not an article which aims at

taking one particular side, in the same way

that it is not an article which aims to judge

who the good or the bad guys are.

Instead, this is an article which

seeks to accentuate, in an objective and

neutral way, some aspects of the current

armed conflict between Israel and Hamas

(in the Gaza strip), which deem essential to

understand the motives that are leading

each side to attack the other and that have

not been stressed by the media as much

as other information has.

Unfortunately, since the Operation

“Protective Egde” started on the 8th of July,

one does not get to know accurately, either

through media or social networks, what

each side is doing but, primarily, what the

Israeli Defence force is. Therefore, my

perception is that the media coverage of

the current Israeli-Hamas armed conflict is

biased, shaded and highly subjective.

Taking the previous statement into

consideration, some readers might think

that I am being victim of the “hostile media

effect” (you see bias information when you

see yourself as part of a group). But this is

not the case. Auspiciously, I have

Palestinian, Israeli and international

activists’ friends who have been updating

me throughout these over 20 days about

what it has been going on!!! They are all

suffering in a different scale and they are

all worried and terrified from their own

approach based on the situations that they

are all experiencing. My empathy and

sympathy towards them remain quite even,

since more than categorising them as

Israelis or Palestinians, they are, before

anything my friends.

Notwithstanding the above, if one

takes into account the “supposedly neutral”

manner in which this conflict is being

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reported by journalists and social media, it

deems pretty much impossible for

someone to have empathy or sympathy

towards Israelis.

But let’s start from the beginning

and try to highlight some relevant facts

which, for some reason, have escaped to

media coverage and social networks

diffusion.

The armed conflict between Israel

and Hamas is the worst we have seen

since 2009. So far (until this article was

published), it has taken the lives of 1350

Palestinians (most of them civilians)

approximately and the lives of 59 Israelis (3

civilians).

It started with the murder of three

Israeli students in the West Bank. They

were kidnapped and killed. Israel

responded to this by arresting a large

number of Hamas people in the West Bank

(as they believed it had been orchestrated

by Hamas operatives) and it starting

launching air strikes into Gaza. In this

context, rockets were fired from Gaza in

response to Israeli strikes. Subsequently, a

Palestinian boy was murdered by six

Israelis, according to the Israeli police, as

an act of revenge for the kidnap-murder of

three Israeli students.

As far as these murders are

concerned, what called my attention though

was the style in which media and social

networks reported these disgraceful

murders and their consequences. While

repeating time and again the tragic way in

which Abu Khadeir was murdered, the

action taken by Israeli Prosecuting

authorities regarding his murder received

little attention.

Thus, what we did not see in any

front page paper is that the suspected

killers of Abu Khadeir were indicted at the

Jerusalem district Court on the 17th of July

or that, after the indictments were filed, the

Israeli Ministry of Defence recognised the

murder of Mohammed Abu Kadheir as a

terrorist attack and decided to recognise

him as a victim of terrorism.

Had the media given it a bit more of

attention, perhaps that would have helped

to calm the waters on the Palestinian side

towards Israelis. Instead, what the media

gave prominence to again and again was

the brutal form in which this innocent

teenager was killed by the Israelis. At this

stage, a question rises; “is the media

drawing attention to all relevant facts and

views on the conflict, without pushing the

reader/viewer in a particular direction?”

Let’s refer to the facts to come to a

conclusion.

The morning of the 17th of July

around 4 am, I received a message from a

source in Tel Aviv. The source told me that

a ground operation as part of the

“Protective edge” operation was about to

start, informing me that the stated goal of

the operation was to destroy the tunnels

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(23 approximately with 66 access points)

from the Gaza strip to Israel that could be

used by Hamas operatives for launching

attacks causing, therefore, civilian

casualties in Israel.

As far as these tunnels are

concerned, while news reports are focusing

predominantly on Israel violence, the Gaza

blockade and its consequences for the

Palestinian people, vague references have

been given regarding the existence of

these tunnels, the complexity and

sophistication of its construction or where

the supplies needed to build them come

from.

Quoting an international source,

resident in Gaza, it could be asserted that

“Since January 2014, 4680 lorries carrying

181.000 tones of gravel, iron, cement wood

and other supplies have passed through

the Karen Shalom border crossing facility.

Hamas has invested significant efforts in

building underground tunnels. In order to

build one three kilometre tunnel, 350 trucks

and 1800 tons of concrete are needed”.

Considering the above, the question

that rises is why media has not acquainted

this information in the same way as the

Israeli firing of shells, rockets and bullets?

Or why, after doing the same research as I

have done, the media do not ask Hamas

the reasons for not investing those

resources in building houses and civilian

institutions for the people of Gaza?

The media usage of vocabulary and

the selection of information as to the

actions of both parts is something which

has also caught my attention. Accusations

against Israel are hardly ever accompanied

by an Israeli response or by non-shaded

information on Israel’s side. Everything

regarding Israel’s actions against Hamas is

a fact and media do not hesitate to state it.

However, when it comes to Israel’s

viewpoint, detached wording is used. A

good example of this idea could be seen in

the news article divulged by RT (Russia

today) on the 22nd of July. In it we could

observe the two registers used depending

on which side of the story they were

disclosing. In this way RT reported, “Over

600 deaths in Israeli Gaza operation:

Military hits mosques, stadium, homes,

hospital”. On the other hand, when it came

to mentioning Hamas’ actions, this is what

we came across, “About 2000 rockets have

been launched by Hamas over the past

fortnight, Israeli military says. Israel has

also been destroying tunnels that Hamas

reportedly constructed from Gaza into

Israel to supposedly carry out attacks”.

Statements on the one hand while

suppositions on the other? I believe that

any critical thinker might find this

suspicious.

In the same way, we have

witnessed numerous declarations of

civilians from Gaza in which we could

observe the calamitous situations that they

are facing since “Protective edge”

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operation started. Nevertheless, it has

been trickier, if not impossible; to come

across declarations regarding the constant

fear of the Israeli civilians from southern

Israel who have been liable to be targeted

by Hamas, due to the existence of tunnels

located relatively closed to their homes with

the subsequent chances of infiltration of

Hamas operatives into their kibbutz.

In the same line as above, it has

been extremely difficult to access to any

positive report from Israel such as the

setting up of clinics to help injured

Palestinians from Gaza the fact that

numerous Palestinians from Gaza are

treated in Israeli hospitals each year.

Moreover, declarations of the IDF and the

video which tries to demonstrate that while

the mortar did indeed hit a UNWRA school

in Beit Hanoun it did not kill 16 people as

much as the world’s media has reported.

As far as Israeli air strikes are

concerned, it also deems questionable the

way in which news reports have failed to

report or have briefly referenced some of

the actions of Hamas in relation to their

way of dealing with the Israeli Defence

Forces warnings on civilians. A good

example of this could be seen in the

broadcasted declarations of Palestinian

National and Islamic Representative Abhu

Zuhri. Mr. Zuhri publicly stated, “We call on

our Palestinian people, particularly the

residents of northwest Gaza, not to obey

what is written in the pamphlets distributed

by the Israeli occupation army. We call on

them to remain in their homes and

disregard the demands to leave, however

serious the threat might be”. This,

unfortunately, has not been shown

anywhere unless you look for it. In light of

this information, it seems necessary to

quote a reporter who is covering the war in

Gaza but who asked not to be identified.

He made the following statement, "We

know that Hamas uses human shields. But

why would you report this when you are

sitting in the middle of the Gaza Strip,

surrounded by Hamas gunmen?"

Another example of how media

emphasises the Israeli attacks on UN and

civilian buildings could be seen in the lack

of coverage and referencing to the two

reports of the UN relief and works agency

for the Palestinian. These reports have

condemned, twice, the placement of

rockets in one of its schools and in both,

the agency has demanded full respect for

the sanctity of its premises in Gaza. One

again, this information has been difficult to

access to unless one gets into the UNRWA

website.

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Why the international media and

social media do not condemn for and urge

Hamas to stop placing their weapons in

buildings where the civilians are? Or, why

do not media call on and urge Hamas to

stop encouraging Palestinians to stay in the

houses or buildings which they know,

previous IDF warnings, will be destroyed by

Israel as there is accurate evidence of

those arms being there? Why do not media

automatically place on the front page of a

paper the two UNWRA reports about the

Hamas placement of weapons and the

UNWRA finding of weapons in UN

buildings, in the same way they accentuate

those heartbreaking images of death

Palestinian civilians, mainly children and

women?

And most importantly, why do not

media and social networks give the same

importance and relevance to the rest of

civilians which are suffering in other

international armed conflicts? Have we

forgotten then the 2000 people killed in

Egypt in 2013? Or the 9500 people killed in

Iraq? Or the 170000 killed in the period

between 2011 and 2013 in Syria? What

about the recent 700 killed which in Syria

on the 17th and 18th of July? And what

about the official statement made by the

ISIS about the forceful oblation of every

single girl and women in Iraq? Has the

world also forgotten the Nigerian girls?

Do we really care about human

rights or is it that these other conflicts are in

second class agenda because they are not

Israeli and Palestinian? This is another

issue that really worries me, the biased

way of presenting and disseminating

information depending on who the

protagonists of the story are.

In conclusion, facts are facts and

therefore they should be told in the same

form and with the same emphasis. If we

really wish for a lasting peace agreement

between Israel and Palestine, the first thing

that society in general, civil society, media

and social media have to do is to shift away

from encouraging the hatred against both

sides and be critical and objective in what

we diffuse. To highlight those facts which

are more sensitive and which, undoubtedly,

lead to fierce responses among public is

definitely not going to help to contribute to

a peaceful lasting solution which so far,

remains highly unlikely between Israeli and

Palestinians in Gaza.

Esther Heredia Carrillo es Licenciada

en Publicidad y Relaciones Públicas y Máster

en Relaciones Internacionales.

*Click here to read the article with references: https://dl.dropboxusercontent.com/u/32765031/Esther%20Heredia%20-%20Disproportional%20nonsense%20and%20biased%20coverage%20media%20with%20references.pdf

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El Show de Truman

por Guillermo Díaz Gómez

@GuillermoLugosi

En 1998 se estrenó con gran éxito

de público y crítica pseudointelectual El

Show de Truman. Supongo que casi todos

han visto esta aparentemente novedosa

película cuyo personaje principal interpreta

de forma solvente Jim Carrey. Uno de los

papeles secundarios recae sobre Ed

Harris, sin duda el mejor de todos los que

se dan cita en este correcto trabajo dirigido

por el australiano Peter Weir. Este director

ha vivido mejores momentos, si bien no en

cuanto a taquilla, puesto que podemos

estar ante su obra más exitosa junto a la

llorona, cursi y reivindicada por la

intelectualidad de saldo el Club de los

poetas muertos, sí en cuanto a la calidad

de sus trabajos. Debemos apuntar que es

autor de la estupenda Gallipoli donde se

recrea la famosa batalla de la 1ª Guerra

Mundial en suelo turco – título muy

aconsejable por ser el tema de moda de

este verano y recrear como pocas

películas la guerra de trincheras – y de la

obra maestra Master and Commander.

Esta última es quizá el mejor filme de la

historia del cine sobre la guerra en el mar

en tiempos de Napoleón.

Volviendo al título sobre el que

versa el texto; Truman Burbank es el

protagonista de un show televisivo. Todo

en su vida es mentira, desde su mujer a

sus amigos, fruto de un guion hecho a su

medida en un inmenso plató. Tras treinta

años sin ninguna duda, comienzan a

producirse algunos fallos que obligan a

Truman a cuestionarse lo que le rodea y a

tratar de saber cuál es la verdad. Por una

parte encontramos el mito platónico de la

caverna, donde nuestro protagonista vive

una realidad que es falsa desde los

cimientos. El espectador es invitado a

reflexionar hasta qué punto nuestras vidas

tienen algo de show. Una visión algo

conspiranoica, pero que todos en algún

momento hemos meditado. ¿Nos

adormecen con el consumo? ¿Se nos da

pan y circo?

La otra lectura que tiene esta

película y en la que me voy a centrar en

este texto, es el hecho de que Truman no

tiene intimidad. Desde que nació vive

retransmitido en directo. Su vida es el

serial más exitoso de la televisión. Muchos

nos horrorizamos ante esta expectativa.

Luego vino la invasión de la telerrealidad.

Los Grandes Hermanos, los autobuses,

islas muestra tetas, programas

mamporreros y criaturas lovecraftianas

como la tal Milá… Personajes de baja

estofa vendían sus vidas como carnaza

para el público de similares características.

Había quien los veía “como experimento

sociológico”, son los mismos que siempre

que ha escuchado a Belén Esteban es

porque se encontraban haciendo zapping

buscando Redes. Hay una forma

Film

ote

ca

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estupenda para desenmascarar a estos

farsantes avergonzados de lo que son:

preguntad el contenido del último programa

de Punset, veréis las excusas...

Pues bien, muchos de los que en el

año 1998 vieron con pavor cómo un

hombre no tenía intimidad, luego han sido

padres. Estos padres están criando a sus

Trumancitos. Desde la ecografía del tercer

mes hasta la boda, la red va a tener

monitorizada la vida de estos críos. Fotos

que siempre han sido del estricto ámbito

familiar vienen a colmar las ansias

exhibicionistas del que no tiene nada mejor

que contar. Tú subes doscientas fotos de

tu retoño, y esperas que los demás te

escriban de forma inmediata algún

comentario. El primer riesgo de los hijos en

la red son los propios padres. Es su

responsabilidad entrenarles e intentar que

entiendan los peligros de internet y la

mensajería instantánea – no meditada – a

los que se pueden enfrentar cuando

crezcan. Partiendo de la base de que los

padres son los responsables de la buena

utilización de los datos personales de sus

hijos, deben imponerles límites, pero

también enseñarles a que ellos mismos

sean capaces de limitar la difusión de su

información personal. Explicar a una hija

que no se haga fotitos en tetas para

mandárselas a un amiguito, porque eso

queda en su poder para siempre, es más

difícil si sabe que está en la nube en

pañales. Miles de estos casos colman los

juzgados. ¿Qué autoridad moral tienen

esos padres que han puesto al niño en las

redes sociales desde el primer día para

desaconsejar estas acciones? ¿Quién

asegura que las imágenes que quedan a

disposición de todo el planeta no van a ser

mal utilizadas?

Respecto a la retransmisión de las

vidas propias de los adultos, es una

cuestión de gusto y de estilo, más que de

seguridad, aunque de esto haya también

un poco. Pero tal vez estos que se hacen

fotos a los pies, en una falsa actitud

reservada que viene a decir no te muestro

el rostro, con una playa de fondo, una

montaña o una cerveza, estos del feliz

lunes en Twitter y Facebook, deberían

meditar un poco sobre para quién viven

sus vidas. Los mismos que no disfrutan de

un buen plato si no hacen una foto para

enseñarlo al resto, costumbre que le ha

costado cara a algún sindicalista, por

cierto. Toda esta gente que te enseña sus

momentos de gloria para un extraño fin,

que puede ser generar envidia, seguir una

moda o estar más aburridos que una

mona. Todos deberían tratar de recordar

cómo era su vida antes de convertirse en

Truman. Y lo peor: pensar que sus vidas le

importan a alguien. Jamás “me gusta”

significó menos.

En la otra cara de la moneda están

los de la tristeza, el odio y la solidaridad en

redes. La tristeza es algo que ha de

llevarse en la intimidad salvo que quiera

brindarse un homenaje o un recordatorio a

un muerto. Y aun así en estos casos, el

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protagonista ha de ser el finado, no el

firmante y su dolor. Pero escribir frases

como “El amor es un dolor en el pecho que

te aprieta cuando alguien no sabe valorarte

y los verdaderos amigos siempre están

ahí”, hacen que además de sufrir, el

firmante quede como un imbécil. No solo

hay alguien que le da calabazas, sino que

se van a buscar consuelo al más

impersonal de los rincones. Consuelo que

no es tal, sino que lo pretendido es ser

leído por el calabaceador, al tiempo que

arroja carroña a un entorno siempre más

amplio del que realmente puede ayudar en

estos casos.

Pero hay una especie de estos

Trumancillos que merece más desprecio

que el resto: los solidarios. Uno puede

mientras escribe que arcángeles bajan de

los cielos a atravesarle el pecho con sus

espadas retorciendo sus entrañas por el

sufrimiento que sienten por la muerte de

los niños palestinos y al mismo tiempo

tocarse las partes nobles. La empatía con

los que sufren se devalúa gracias a estas

actitudes. Cuelgo la foto de tres niños

muertos (que posiblemente sean sirios que

en su momento no importaron a nadie y

murieron por millares pero no gozaron de

las simpatías de los voceros), escribo

“Israel genocida, estoy con Gaza” y me voy

a tomar unas cervezas. Ya he cumplido

con el mundo.

Por último están los políticos y sus

perfiles en redes. Los Truman por votos.

Los Truman pelotas del líder. Los hay que

te muestran que durante la jornada laboral

que conlleva el puesto institucional que

suelen ocupar con sueldo público están en

actos de su partido. El responsable de

jardines o de bibliotecas se pega la

mañana en la inauguración de un Metro y

se hace una foto, gente con horario de

08:00 a 15:00 h que muestra al atónito

ciudadano que son los únicos que pueden

largarse del trabajo ¡o no ir! para hacer de

palmeros a los jefes políticos. Por último y

más cómico por su evidente falsedad, los

que van de cultos. Los que te dicen

“leyendo a Proust” o “este domingo

Faulkner”. Todos sabemos que es

mentira, pero al menos, en este caso, han

buscado el nombre del autor.

Guillermo Díaz Gómez es Abogado,

escritor y crítico de cine.……………………

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