Upload
others
View
6
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
R E TRA T
ST OR
P O R
D. EMI L IO GA S T E LA R .
M A D R ID .
O F ICINAS DE L A I L U S T R A C I ÓN E S P ANO L A Y A ME R I CA NA .
CAL LE DE CA R R E T A S , 12 , P R I NCI P A L
MDCCCLXXX1V .
OS
COS
E sta obra es propiedad d e los E ditores .
MADR I D 1884 .— E stablecim iento T ipográñco d e los Sucesores d e R ivadeneyra .
P aseo d e San Vmente , núm . 20.
Habre'
is visto mil ve ce s esas clepsidras,esculpi
das sobre los sepulcros,de las cuales van cayendo
a impulsos del tiempo, que late como nuestro s co
razones,los menudos granos de arena . Pues el
planeta,circuido de la inmensidad
,errante por lo
infinito,moviéndose á la continua en elipses ce
rúle as,volcado sobre lo eterno
,y ceñido
,como
de una aurora boreal,de lo divino
,dej a caer en
abismos,sondeado s sólo por la fe
,a todas horas
,
un alma sobre los ocasos de la muerte . En esos
paseos de nuestros oj os y de nuestras ideas por los
espacios que tanto provocan á la contem placion ,
nos hemos m il veces f mgido nuestro mundo ,al
f m y al cabo verdadero astro,como visto y admi
rado desde una lejana estrella,y al verlo desde
a llí tan hermoso,engarzado en lo celeste
,cente
lleando luz,s iquier sea recibida y reflej a
,pen
diente,como una aurea lámpara
,de las nocturnas
sombras,quizás le crean habitacion de espíritus
angélicos,los cuales discurran por la inmensidad
,
alabando en eterno coro al Criador ; o llama vivaz
bf EMIL IO CA S T E L A R .
ardiendo a las puertas de los divinos santuarios
con resplandor inextinguible,ó eden de inmaculada
y eterna vida ; sin adivinar ni sus sepulcros ni sus
infiernos,ni los dolores del cuerpo
,ni los celos
del alma,ni las ambiciones desapoderadas y rena
cientes cada día,ni la separacion de los seres que
ridos,ni la deshonra que nos acecha en las encruei
jadas de todos los caminos,ni la muerte que tiende
sobre nosotros su frio,su inercia
,su silencio .
Tres almas de primera m agnitud se han borra
do en el cielo moral de nuestra Europa e l alma
de Ruiz Aguilera,e l alma de Armando Dufaure
,
el alma de Paul de Saint Tíctor . Aguilera tenia
una voluntad sin pecados,y una inteligencia sin
sombras . Para él j amas penetrara la serpiente ve
nenosa …e n el eden de la vida . Mordiendo como to
dos,la fruta del árbol de la ciencia
,sólo gustó la
verdad,y sólo aprendió el bien . Allá en su can
dor imaginaba todos los hombres tan buenos como
él . De aquí una poesía sencilla como el aroma dela violeta
,inocente como el balido de la ovej a y e l
arrullo de la paloma,plácida como las noches de
luna con los acentos del cántico andaluz,y con
las profundidades del refran popular semej ante al
villancico de Noche-Buena,en el cual se oyen los
aleteos y las risotadas de los niños,y al susurro
de los coloquios amorosos llenos de suspiros y de
lágrimas y de quejas,y de re convencione s
,y de
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 9
recuerdos,y de esperanzas que saben por igual a
placer y a dolor . Sin embargo,cuando lloró la
muerte de su hij a,supo llegar a las elegías de la
desesperacion ; y cuando cantó las glorias de supatria supo llegar a los acentos y a las cadencias
del himno . Se ha ido,nos ha dejado en este de s
tierro ; y sólo se nos ocurre a nosotros , los politi
cos,acosados por tantas recomendaciones
,pedirle
prosaicamente que nos recomiende a Dios é inter
ponga su pureza entre nuestras humanas faltas y
la divina justicia .
Dos varones de bien diversa estirpe han muer
to en Francia,cuyos nombres ya hemos men
cionado,Saint 7íctor y Dufaure
,a quienes debí
,
como a Ruiz Aguilera,una cariñosa amistad .
Quien j amas haya pasado por la s emigraciones,
desconocerá completamente lo que son,por ej em
plo,el castellano y e l bolero y la j ota oidos en
luengas tierras . Declaro mi debilidad ; cuando laPatti
,cantando el B a rbero en París
,se ponia la
mantilla de nuestras mujeres,íbam e del teatro
,
por no poder sufrir tal emocion . Pues Paul de
Saintv
ictor se parecía en todo a las figuras militare s de Velazquez . Diríais
,al verle
,que aca
baba de estar en la rendicion de Breda,y que se
ceñ ia,por capricho carnavalesco
,e l vulgar traje
de nuestros tiempos . Puede clasificárse le perfecta
mente con llamarle idólatra de la forma,y en tal
10 EMIL IO CASTELAR .
grado, que veia todas las idea s y todas las cosas de
relieve . A sus oj os el pensamiento se componía de
l íneas y de colores L a expresion le embargaba
como pudiera embargar a un artífice griego . Va
ciaba todas sus obras con e l mármol penthélico de
una lengua inmortal tan armoniosa y serena como
la hermosura clásica que privaba en e l ánimo de
Goethe . Su ingenio plástico se dej aba toda s las
ideas madres en su esencia pura por correr tras
la zumbante ab ej a atica que destila miel , 6 p or
contemplar alguna de e s as estatuas antiguas adhe
ridas a la naturaleza y sere1ias é inconmovibles
en su fria perfeccion . De aqui un estilo de tal di
bujo y colorido que lo cre eriais esbozo de Rafael
iluminado por matices de Ticiano . Todas las
grandezas le sorprendían por su brillantísima ex
terioridad y todos los personajes por su aspecto
dramático . I mportábale bi en poco la verdad ,ah
sorto en la hermosura . De aquí una indiferencia
olímpica por las ideas y un culto supersticioso porla forma . Bien al reves
,Dufaure
,seco
,árido
avellanado,sin ornamentos
,sin ninguna I nspira
cion,rico de silogismos como un escolástico
,se
vero a guisa de un fi scal,convirtiendo la tribuna
política en cátedra de controversias científicas,
pero adorando con fervor dos ideas,a las cuales
ha consagrado su vida,la libertad templada y e l
régimen parlamentario .
R ETR ATOS HISTÓR ICOS 1 1
M ientras las almas se van de la tierra,y en e l
cielo se disipan ,un singular cometa viene sobre
nuestro hemisferio,y turba con su aparicion ines
perada y súbita la paz de nuestras noches estiva
les . Nada más bello que la estrella indecisa,en
torno de cuyo nucleo se irradian haces de luz se
m ejante s a chispas eléctricas , diseminadas en la
inmensidad de los espacios como la e rupcion mis
teriosa de un volcan celeste . Comprendo que la
vulgar opinion se asuste a la irregular venida de
esos astros,los cuales ocupan tanto espacio y
son tan tenues que suelen muchas veces envol
ver en sus gasas de materia cósmica y en sus
ráfagas de oro nuestra tierra y su satélite . Abundan
,segun la expresion de Keple ro
,en los re
pliegues del cielo como los peces en las ondasdel mar
,y no han podido estudiarse
,ni medirse
ni contarse,pues
,a pesar de haberlos seguido
con ' sus oj os y registrado en sus anales,qui
niento s a ños antes de Cristo,los chinos
,apenas
conocemos dos centenares de sus órbitas ; y así
no e s mucho que los creamos gérmenes y semi
lla de mundos por venir ó ruinas de mundos destruido s
,ó pavesas de soles apagados
,donde van
cabalgando los ángeles exterminadores 6 los án
geles creadores á sembrar en pos de si la vida 6 la
muerte por la celeste inmensidad . Algunos de ello s
tardan tres mil añ os en trazar su órbita y otros
12 EMIL IO CASTELAR .
ochenta siglos,perdidos en esos abismos
,cuyo
fondo está formado eternamente de lo inñnito .
Imposible que no vayan sus contornos recam ados
de sombras,ni los conceptos que de ellos forma
mos,envueltos en misterios . Siembran de llamas
extrañ ísim as las alturas y de supersticiones las
almas . A s í muchos creen que encienden lo vacío y
nos dan el terrible calor ahora sufrido,cuando no
los creen nubes infernales preñadas de desgracias,
espada flamígera tendida,como amenaza del Cria
dor airado,sobre los mundos signo cabalí stico de
perdicion escrito por lo s genios del mal sobre un
cielo próximo a convertirse de azul espacio en ne
gro sudario de todo nuestro sistema solar . La concepcion antigua del universo nos hacía creer que
los astros se acordaban de nosotros y tenian por
nosotros cuidado é interes . Existían relaciones
misteriosas contra las rayas de nuestros manos y
las co ste lacwne s de nuestro hem isferio tal astro
tenía influj o sobre nuestro nacimiento,y tal otro
sobre nuestra muerte como la luna disminuye y
acrecienta las mareas en e l Océano,los planetas au
mentaban ó disminuían la vida en nuestro seno ;eran
,desde e l sol hasta las estrellas
,lám paras de
oro y plata encendidas para iluminar al hombre y
su morada la tierra mientras ahora,perdidos
en este grano de arena que arrebatan los buraca
nes del tiempo y que subyugan las fuerzas meca
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 13
nicas de l universo,sabemos que nadie se acuerda
de nosotros y que , a lo sumo , brillamos cuando
ajenos rayos nos doran,como una pobre gota de
luz anegada en los mares inmensos de l divino
éter .
De seguro que el cometa ha sido un agorero si
nie stro a los oj os de Midhat -B ajá ,condenado a
muerte ahora mismo,por complicidad en la des
aparicion misteriosa del penúltimo Sultan . E ste
Midhat,gran visir que tuvo un dia el califato y e l
Imperio a su merced ; gran reformador que des
perto esperanzas desde Petersburgo hasta L ón
dres ; baja de Syria , que llevó e l movimiento de
la vida moderna,con sus disposiciones , ala inm o
ral A sia Menor donde gobernaba últimamente,se
ha visto de súbito arrancado a su palacio,en e l
cual pare cía un monarca,y recluido en una de
esas duras prisiones de Oriente,anticipado sepul
cro . Por mucha ilustracion que le supongamos,
algunas de las supersticiones propias de su raza
han de quedarle por necesidad en e l alma,y han
de decirle algo,para nosotros incomprensible
,so
bre la relacion existente entre la siniestra lumbre
del cometa y su siniestra sentencia de muerte .
¡ Oh ! S i pudiéramos saber todo cuanto guarda en
sus profundidades la conciencia de un oriental ,educado en la religion del fatalismo
,acaso adi
vinariam os lo que M idhat ha dicho al cometa visto
14 EMIL IO CASTEL AR .
desde uno de esos calabozos,cuyas rejas dan so
bre e l Bósforo,que tantas víctimas se traga de la
razon de E stado . Cuando los sabios mismos no
las tienen todas consigo al ver y estudiar los co
metas,y hombres como Humboldt temen que
las perturbaciones producidas en sus órbitas por
Júpiter y Saturno pudieran convertirlos en temi
bles para nuestro planeta como la baba hidrófoba
enrabia súbitam ente a los más pacíficos animales,
no e s de extrañar que un descendiente de los ma
gos y hechiceros tema,si no e l choque de esos nú
cleos, que van condensándose cada dia m ás
,con
nuestra tierra,e l enigma encerrado en esos signos
cabalísticos de la inmensidad,que le habrán hecho
pensar mil veces en las coincidencias de su des
gracia horrible con la tri ste aparicion .
Todo e l mundo recuerda que hace tres 6 cuatro
años e l Sultan Abdul-Az is pareció de sangrado y
muerto en su palacio . Pocos hombres han demos
trado,como tal tirano
,hasta qué extremo de de
mencia puede.
conducir e l despotismo . Quien se
acostumbra de continuo a que los seres libres le
obedez can como seres inertes,concluye por creerse
,
no solam ente superior a los códigos políticos , sino
superior tambien a los códigos morales . Hij os de
esclavas y déspotas,del extremo envilecimiento y
la soberbia extrema,proceden los Sultanes como
los engendros naturales de la miseria y de l crimen .
R ETR ATOS HISTÓR ICO S . 15
Una feroz kurda,una mujer de sanguinaria raza
,
fué madre de Abdul -Azis,é inspiró a la concien
cia de su pobre cachorro la de solacion moral que
producen esos desiertos llenos de víboras y serpien
tes,de tigres y chaca les . Cuentan que
,de niño
,
gozaba ya en arrancar las flores m ás olientes,per
seguir las mariposas más pintadas,desplumar las
palomas m ás blancas,y que
,de mozo
,en ator
mentar ¡ bárbaro ! las siervas que primero desper
táran y satisfacieran la sed de sus sentimientos .
¡ Cuántas muj eres del harem y de fuera de l harem
pasaron de sus brazos a los brazos de la muerte !
¡ Cuántos vasal los perecieron en sus partidas de
caza,porque inm olaba de grado a los hombres
,
cuando ya no queria inmolar más bestias ! P asá
base sus dias entre los gallos vencedores en las
riñas y entre las fieras apris ionadas en j aulas .Hacía de sus locos y bufones ministros . Amon
tonaba tesoro sobre tesoro en su peculiar peculio
para proporcionarse toda suerte de raros é invero
símiles placeres . De cocineros tenía mil . Todos los
déspotas que llegan a tamaños excesos,acaban
trágicam ente . Abdul -Azis fué depuesto de su tronoy sustituido por Murad V
,hijo del Sultan prece
dente,hijo de Abdul-Mej id. A los dos 6 tres dias
de su caida se oyó en e l palacio —pri s ion que habi
taba un golpe sobre los pavimentos como de un
cuerpo que se desploma tras del golpe un clamo
16 EMIL IO CASTELAR .
reo de innumerables mujeres que lloran,y cuyos
ecos llenan e l Bósforo de rumores siniestros y
averiguado e l motivo,sábe se que e l destronado
Sultan acaba de abrirse las venas como Séneca y
de morir bañado en su propia sangre . A todo el
mundo extrañaba que un hombre del Oriente como
Abdul -Az is se hubiera de e se modo adelantado alos decretos de l destino . El griego y e l romano
penetrados de su libertad moral,se daban muerte
,
como en prueba práctica de la facultad de dispo
ner a su arbitrio de S i mismos . Pero el musulman
aguarda sentado en las piedras del camino los lla
m am ientos del ángel de la muerte y los decreto s
de la fatalidad escritos en los libros ete rnale s .
E l suicidio e s clásico ; a cada paso se encuentra
en Grecia y Roma ; no e s,no puede ser oriental
y sobre todo,mahometano . Quien cree en e l ho
róscopo , en la prede stinacion ,en el hado
,en e l fa
talismo,no puede
,no
,apelar al suicidio . A la
noticia de semejante muerte siguió una general
incredulidad,y,a esta incredulidad respondió la
córte de Constantinopla con olvido desdeñoso .
Abdul -Az is recibió la tierra y Murad la corona .
Pero e l despotismo e s venenoso . El nuevo Sul
tan,Murad V
,j óven de varias y bellas prendas
,
se volvió loco a los pocos dias de haber empuñ adoe l sable de Ostm an
,que le daba e l Imperio sobre
las voluntades y e l Califato sobre las conciencias
R ETR ATOS HISTÓRICOS . 17
de innumerables siervos sometidos y e sclavizados
por la supersticion y e l fanatismo . E stos príncipes
de Oriente,nacidos á sus padres en los serrallos
,
como pueden los potros nacerles en los e stablos º
hij os del ayuntamiento de los tronos con las cade
nas ; criados entre odaliscas y eunucos ; reduci
dos á minoridad constante hasta la víspera de su
omnipotencia prisioneros en palacios que,al fin y
al cabo,son verdaderas cárceles celados por una
policía pública y secreta que acecha todos sus
actos y sorprende hasta sus ideas y sus sueños ;con e l Koran por toda ciencia y e l softa por todo
maestro ¿ llegan ,Si tienen una complexion linfática
y un alma serena,pronto
,á la imbecilidad ; y si
tienen una complexion nerviosa,y un alma exal
tada,pronto
,á la demencia . Murad V se volvió
loco y le sucedió su hermano Abdul -Hamed II,
que ahora infelizmente reina . Hij o de una esclava
ética,su complexion pobre le inclina de suyo á la
melancolía ; educado en una especie de es cuela
práctica de agricultura,su profesion
,industrial
por completo,le ha divorciado de las artes y de
las ciencias . En su entendimiento reina e l fanatismo más exagerado ; y entre sus ambiciones se
cuenta en primer lugar la de intentar,como sus
predecesores,una restauracion de l mahometismo a
mano armada,por medio de una liga de pueblos
musulmanes en los tres grandes continentes del
8 EMILIO CASTELAR .
antiguo mundo . E l despotismo e s una necesidad
de su alma,y la avaricia e l vicio por excelencia en
tre sus vicios . E ste amor á la autoridad absoluta
y al oro sonante le han llevado á perseguir demuerte á Midhat -B ajá , porque le conoce autor dela Constitucion
,contra la cual se estrelló
,en los
comienzos del reinado,su voluntad soberana
,y
porque le cree autor de la muerte de l sultan su
tio,Abdul -Azis
,y acaparador del mucho dinero
que este dejára ab -intestato en sus arcas . P or lo
primero de sterrólo hace años,deponiéndolo del
visirato,y por lo segundo lo ha reducido ahora
á prision,deponiéndolo del bajalato ,
y lo ha condenado á muerte . A s í quieren los hados que sean
eternamente los déspotas .
L as ilusiones respecto á la omnipotencia del poder absoluto no se pierden jamas en aquellos que
lo ej ercen . E se pobre j óven,trasladado de su re
catada dehesa á la Sublime Puerta,cree tener un
ministerio religioso en e l mundo,y apercibir á sus
gentes para la restauracion del Islam sobre la tier
ra . Su Imperio se cae á pedazos,y procede como
pudieran proceder aquellos predecesores suyos, que
hacian retrogradar á los cruzados en e l camino deJerusalen hincarse de hinojos á la ilustre y poetica Syria aceptar e l yugo mongólico á la inm en
sa Rusia ; llamarse sierva de sus serrallos á la
inmortal Grecia,vencida por la sombra de las
20 EMIL IO CASTELAR .
buscando entre tantas ruinas,e l rescoldo de la
"
antigua fe musulmana,incendiar e l mundo .
Abdul -Hamid e s sultan y califa . Como sultan
se cree e l generalí simo de una Confederacion de
principes ; como califa e l j efe de una iglesia de
creyentes,y piensa en restaurar sobre los pueblos
,
que desde léjos le siguen y le saludan ,una espe
cie de Imperio moral,una especie de Pontificado
religioso,una especie de direccion política
,cuya
virtud logre fundar religiosa y pretoriana confe
deracion,por la fe inspirada y por e l sable sosteni
da,áfin de vencer el Cristianismoy salvar al Islam .
Los poderes decadentes vuelven su vista de contí
nuo á lo pasado y truecan los recuerdos en espe
ranzas . El Sultan cree que,si despues de las Na
vas,donde retrocedieron los almohades venidos
de l Africa y sus desiertos á la feraz Andalucía,
pudieron aún los turcos apoderarse de l A sia ; que ,si poco antes de caer Granada y levantarse la cruz
en los torreones b ermej os de la Alhambra,se le
vantó la media luna en las rotondas asiáticas de
Santa Sofía ; hoy , tras tantas derrotas , puede una
grande iniciacion imperial rescatar lo perdido y
vencer en A sia,en Africa
,en Europa
,en Ocea
nía misma,con la guerra ortodoxa predicada por
nuevos profetas,contra todos los pueblos enemi
gos del Koran . E se Pontificado con cimitarra, que
se llama califato,e s el refugio de todas sus ilusio
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 2 1
ne s,e l alimento de todos sus ensueños , e l faro de
toda s sus ideas,e l alma de toda su fe . Mas
,por
desconocerlo todo,desconociendo tambien la na
turaleza humana,ignora cuantas fuerzas de sepa
racion hay en e l seno de las sociedades para crear
las escuelas contradictorias en la ciencia,las here
jias diversas en la religion ,los partidos enemigos
en la política,las sectas m ás numerosas baj o la
ortodoxia m ás intolerante ; manteniendo así e l
principio de variedad y evitando esas unidades
absorbentes y despóticas hasta en los pueblos más
uniformes y esclavos . Hasta la historia de su reli
gion ignora,y no sabe que si los Omniadas se
gloriaron con e l título de califas en Damasco y en
Córdoba,los A basidas con e l título de califas en
Bagdad,debiéronlo á su pura sangre profética
que los hacía de la m isma familia de Mahoma , y
á su noble raza semítica que les daba esa mezclad e autoridad religiosa y militar
,consagrada por
una tradicion inmortal,y recogida en el mismo
s itio donde las aureas estrellas de l cielo y las aureas arenas del desierto
,impregnadas de ideas re
ligiosas , inspiraron al revelador sublime sus suras
las cuales constituyeron uno de los m ás form ida
bles Imperios que han visto los siglos y que has oportado la tierra . Los turcos
,mongoles de orí
gen ,bajados de los desiertos de Tartaria
,enem i
gos de muchos pueblos árabes y ortodoxos , sin
22 EMIL IO CASTELAR .
ningun parentesco ya con e l Profeta,sin ninguna
sangre semitica,últimos llegados á la religion
de A láh,no pueden aspirar al califato universal
'
sin que contra ellos se levanten las mismas tradi
ciones que invocan . Todavía existen tres califato sen el mundo musulman el m arroqu í y africano ,que se imagina dueño del prestigio de la Córdoba
antigua y del cortante alfanj e de los A bderram a
nes el indio,que juzga representar en las tierras
de Oriente la tradicion de los A basidas ; y e l bi
zantino,que Selim recogió
,usurpando la tradi
cion fatimita el dia que destruyera la república
de los mamelucos . Pero todos estos califatos han
nacido de las revelaciones religiosas,de los profe
tism os históricos,del desierto ardiente
,de las
almas preparadas por la sed inextinguible,de so
ciedade s primitivas y crédulas,de conjunciones
misteriosas entre ideas varias,de un Bautista que
ha predicado en las orillas de misterioso rio,y de
un solitario que se ha metido en las cavernas de
inexplorado desierto,para baj ar luégo ,
con un
cántico en los labios y una estrella en la frente,
comunicándose con los ángeles descendidos de lo s
arreboles del ocaso,á llevar á pueblos enteros
,por
medio de la palabra y del alfanj e,á la fe y á la
muerte . ¿ Quién tiene ya en tierras musulmanas e l
dón de los milagros ?
EL SENOR MORENO NIETO .
Entre todas las utopía s ninguna tan falsa como
la utopia reaccionaria . Querer un dogma indiscuti
ble y eterno para nuestra naturaleza contingente y
progresiva,equivale á derogar las leyes divinas del
pensamiento . Heredamos la fe y aprendemos la cien
cia . Necesitamos una sociedad formada por nuestro
derecho,y un saber aprendido por nuestro criterio .
Invencible sentimiento nos arrastra sin rem ision á
consideram os causa en nuestro mundo,despues de
Dios,la primera entre todas las causas . Y cual no
queremos una sociedad,en cuya direccion y go
bierno nadie nos consulte,no queremos una cien
cia,en la cual sólo se nos pida el asentimiento servil
de los iniciados ó la obediencia ciega de los cre
yentes . Todo aquel lo que nos da vida lleva en S i
la muerte,como la tierra los terremotos
,como el
agua las inundaciones,como e l aire los huracanes
como el fuego los incendios . ¿ Por qué maravillar
nos si la ciencia lleva los errores ? Discurrir y no
errar,imposible
,tan imposible como vivir y no
26 EMIL IO CASTELAR .
luchar. No se engañan ni las piedras ni los dioses .
E stos lo ven todo en si mismos,y aquéllas no ven
nada . Por la naturaleza perfecta de los unos,y por
lo contingente de las otras,le s huye con necesidad
e l error . Mas nosotros para saber poco,necesitamos
errar mucho . Todo período de sum ision obediente
á una creencia tradicional,resulta un período an
ticientífico ; toda edad de muchos errores , e s edad
tambien de muchas verdades . No se ha maldecido
tanto de ninguna época social como de la época
señalada en Grecia con la denominacion de los so
fistas . Y los sofi stas,al jugar con todas las ideas
,
refiriéronlas todas al sujeto y al referirlas todas
al suj eto crearon la escuela socrática,la que dió
una razon y una conciencia independientes del
E stado al hombre,y traj o con Platon y A ristóte
les,sin duda
,los dos términos eternos del huma
no espíritu . Agradez cám osle,pues
,al finado que
haya instruido en discutir,con su doctrina y con
su ej emplo,á una generacion
,la cual sólo estaba de
suyo acostumbrada,por antiguas tradiciones
,ó
á negar ó á creer . Y desconfiamos de cuantos han
comparado este discurrir continuo al bizantinismo decadente . B izantiniza
, perm itidm e e l verbo,
quien discurra sobre bases declaradas indiscuti
bles,pues se obliga y constriñ e á convertir su pen
samiento propio en comentario del aj eno pensa
miento . Pero quien extiende sus alas en espacios
28 EMILIO CASTEL AR .
y la fe de los j udíos como la Edad Media re ina
todavía en este siglo de la libertad y de la ciencia .
Hé ahí explicados los méritos y los defectos de l
señor Moreno Nieto,unos y otros indispensable
al desempeño de su ministerio histórico en e l de s
arrollo de la sociedad conte mporánea . Primera en
tre todas sus facultades : la improvisacion asom
brosa . Pocos ingenios tan rápidos en concebir y
expresar como este privilegiado ingenio . Diríase
que la palabra no coincidía con la idea se le ade
lantaba en vertiginoso adelanto . Cuando le po
seian las tempestades fragorosas del alma,oíase
ánte s e l trueno que se viese e l relámpago . Con
esta facultad indecible de improvisar iba unida
por fuerza una falta irremediable : la carencia de
correccion y esmero . Dotado,como todo grande
orador,de aptitudes maravillosas para encerrar en
b ella forma profunda idea,no cultivaba estas ap
titude s,anheloso por producir y producir pronto .
En vano le pediréis,á
'
quien tal necesidad siente ,la concentracion de facultades
,la concentracion
necesaria para obtener la pureza clásica y las
proporciones artísticas en el trabaj o colosal de
una grande arenga . Su afan por decirlo todo de
una vez y pronto,dañaba sin remedio
,así al és
mero de la expresion como al método del dis curso .
Y por esta causa no ha sido,como debió ser
,un
grande y verdadero escritor . Todos los oradores
R E TRATOS HISTÓR ICOS . 29
son por fuerza escritores . Quien hace lo más,una
pintura al fresco,que es la oratoria
,bien puede
hacer lo m énos,un a pintura al óleo
, que e s e l e s
crito . Pero las complexiones oratorias,tan abun
dantes y ricas,necesitadas de l público para su
complemento,sostenidas por el combate gigan
tesco entre la idea y el verbo,alentadas por e l
ruido de la propia voz y el esfuerzo de la propia
accion,abiertas al impulso de las contradicciones
e m clinadas á los empeños del combate,am antí
simas del triunfo inmediato y de inmediata y so
lemne atencion,unas con su auditorio
,descuidan
los trabajos m ás porfiados del escritor,y de scono
cen e l influjo m éno s brillante,aunque m ás durade
ro,de l escrito . Así
,Moreno Nieto no tenía tiempo ni
espacio nunca para encerrarse dentro de si mismo,
y trazar en e l papel,con sus maravillosos medios
de rica expresion,las múltiples ideas de su en
cendido y ge stador cerebro . Necesitaba el andito
rio que le siguiese y escuchase,la contradiccion
y sus aguijones,la celeridad cente lle ante de un re
lampagueo contínuo , las embriague ce s de una im
provisacion eterna , las ostentacione s de su facultad creadora en el minuto de la creacion misma
por toda pluma la lengua que canta y escribe ; por
todo papel e se aire cuyas ondas sonoras devuelven
siempre al orador,en los empeños del combate y
en los esfuerzos de l discurso,tantas ideas como ré
3 EMILIO CASTEL AR .
ciben y difunden . No existe naturaleza tan meri
dional como la naturaleza de Moreno Nieto . A
cada instante muestra que ha nacido en Extremadura y que ha madurado en Granada . Jamas este
andaluz y extremeño hará lo del sabio germánico ;encerrarse
,á guisa de monje
,allá en celda hu
milde,y de libros atestada
,para meditar y refie
xionar,dia y noche
,sobre las verdades eternas á
solas,recogiendo á solas tambien las revelaciones
de l estudio apartado y secreto en las intimidades
profundas de un talento avaro por allegar y guar
dar ideas . E l estudia en las bibliotecas oficiales yen conversacion perpé tua con e l amigo lector quetiene al lado produce sus ideas en controversias
,
ya públicas ó ya privada s,hablando con e l mismo
calor y entusiasmo,ya le oigan muchos
,ya po
cos ; crea en el trato con sus discípulos,á quienes
considera como hermanos ; y cual se comunica sin
reserva y sin doblez con todo e l mundo,y á todo
e l mundo contradice,y tambien
,prestando y ré
cibiendo ideas,en esta circulacion de la materia
científica,piensa y cree lo que cree y piensa todo
el mundo . Qu itadle su gaban,su sombrero
,su
baston,su corbata
,los adminículos de la pro
saica vestimenta moderna ; ce ñidle cualquier otro
m ás poético traje ; y veréis cuán pronto se transfigura
,por m etam órfo sis natural
,á nuestra vista
,
en uno de aquellos profetas semíticos,cual gnós
RETR ATOS HISTÓ R ICOS . 3 1
ticos ebionitas,que atravesaban los desiertos pre
dicando las doctrinas sugeridas al ánimo por las
inspiraciones íntimas , sin curarse de ver la tierra
donde caian y mandándolas á los cuatro viento s
como la palmera su pólen fecundante,seguros
de que las conducirá e l soplo y las fecundará la
lluvia de Dios donde quiera que caigan . As í eranaquellos platónicos
,lo s cuales departían
,por los
j ardines de A cadem o,contemplando e l sol que se
apagaba en las aguas del Pireo,cuando aun re
lucia en las cumbres del H ibla y en los triángu
los del Parthenon asi eran aquellos florentinos
del Renacimiento, que recibían la visita de Grecia
y resucitaban e l alma de Platon,á las orillas del
sonoro Arno,á la sombra de los inmortales laure
le s,entre mirtos que ceñían las efigies de los dio
se s,contemplando á lo léjos la torre del Giotto
con sus mármoles multicolores,la rotonda de
Brunelles chi con sus líneas asombrosas,las logias
de las plazas con sus coros de estatuas,en la
florescencia universal del espíritu y de la Natu
rale za .
Su alma,por lo nerviosa
,por lo móvil
,por lo
música,por lo ágil
,por lo brillante
,por lo vola
dora é inquieta, pare cíase á un ave
, que traspasa
con su vuelo todas las atmósferas,que reflej a en
su retina todos los colores, que acompaña con su
voz todos los cánticos, que entra con sus al as en
32 EMIL IO CASTEL AR .
todos los templos,que baña su breve cuerpo en
todos los rocíos y en todas las esencias,que así
madruga para saludar e l alba como la alondra,ó
vela para platicar con la luna como e l ru1señor
que así fabrica su nido,á guisa de cigiieñ a , en los
panteones y en las iglesias,ó plañe
,ánte s de que
sucedan,como siniestra cornej a
,los horrores de
la tempestad y los estragos del naufragio . A un
pensador de tal linaj e no le pidais ñj eza en sus
ideas,concre cion en su doctrina
,serie en sus -
ra
zonam ientos,sistema en su ciencia
,porque le pe
dis un cambio de complexion intelectual y en e l
hombre cambian cada diez año s todas las moléculas
,y quedan perpétuos
,como demostracion
de la unidad y de la espiritualidad de su alma,el
temperamento de la inteligencia y el carácter de la
voluntad . Aparte un sentimiento cristiano pro
viniente del amor á la familia y de la poesía natural
á los ensueños del niño y á las pasiones de l j óven ;aparte un espiritualismo carte sianista completado
por los progresos de las ciencias naturales y por
las síntesis de la filosofía germánica ; aparte un
vago liberalismo,temeroso de caer en las antigua
llas doctrinarias y de confundirse con las es cuelas
democráticas,no se le conocía ninguna doctrina se
gura,pues anhelante de no quedarse atras
,lanzaba
se al torrente de las ideas,y se dejaba llevar y ar
rastrar en ellas y con ellas y por ellas , siguiendo á
R ETR ATOS H I S T ÓR I OOS . 83
los empujes de l torrente impetuoso,empapados y
compenetrado en sus poros,todo el vário y tortuo
sísim o curso . Nada más extraño que oírle vejar,
con tanta elocuencia,con arrebatos proféticos de
iluminado,repitiendo las indignadas lucubracio
ne s de los místicos y de los ascetas contra e l
mundo,la idea dialéctica de la extrema izquierda
hegeliana,rio sin riberas
,cuya fuente y cuyo des
agií e apé_nas se une al movimiento perpétuo , pro
ductor ciego de universal m etam órfosis,y luégo
arrojarse á sus transformaciones,como aquel ro
mano que se suicidó para huir de la muerte .
Su política,por fuerza debia resultar contradic
toria,como aplicacion práctica y corolario positi
vo de su ciencia . Nacido en época de reaccion,y
criado en la cárcel fabricada por e l terrible partidodoctrinario español
,la protesta contra la arbitra
riedad sistemática debia imponérse le como un de
ber categórico,por la conjuncion de su concien
cia con su sentimiento . Perteneció,pues
,al par
tido progresista de Granada,y obtuvo
,en premio
á sus desvelos y trabajos,la confianza de los
electores granadinos quienes le mandaron á las
Córte s constituyentes de 1854 . Ya en las Córte s,
la contradiccion eterna entre sus instintos y sus
ideas estalló con estallido inevitable . Nada m ás difícil de compaginar que unos votos con otros en
su carrera parlamentaria nada más difícil de com
34 EMIL IO CASTELAR .
prender que su doble apego á la libertad políticay á la intolerancia religiosa . Recuerdo ahora mis
mo que votó contra e l derecho de sanción re cono
oído por los doctrinarios al monarca y votó con
tra e l articulo tímido que proscribia las coaccionesá la conciencia inconcebible y la persecucion mate
rial á las ideas interiores é íntimas . La soberanía
popular y e l sufragio universal contáronle tambien
pof adversario , y decidido : incomprensible enemi
ga, que cohonestaba ,
suponiendo estas dos ideas
democráticas,tan necesarias á la emancipacion
popular,elementos de retroceso y resortes de vio
lencia . Pensando así,debia llegar forzosamente al
partido unionista,y sostener
,en definitiva
,ten
dencias conservadoras . Pero la incertidumbre le
poseía con posesion dominante ; y cuando ,coloca
do en la penumbra de dos partidos,iba con una
situacion conservadora,siempre aparecia excesiva
m ente liberal ; y cuando iba con una situacion li
beral,siempre aparecia excesivamente conserva
dor . F altábale,pues
,en política
,una idea con
creta, y ademas de una idea concreta , una pasion
ardiente . Estos dos caractére s explican por qué no
ha ocupado las altísimas posiciones asaltadas por
otros de m énos aptitudes y méritos . ¡ Ah ! Moreno
Nieto nunca tuvo enemigos .
Infeliz de aquel repúblico que no e s muy ama
do en su vida privada y muy aborrecido en su
36 EMIL IO CASTELAR .
principio como la libertad religiosa sin aceptar su
primera aplicacion y consecuencias,el matrimonio
civil .Pero no ; rebelóse contra su propia conversion
y refutó larga y elocuentemente aquel primer tér
mino de la serie de ideas que acababa de aceptar,
en brillantisim a sesion de unas Córte s revo lucio
narias . Pues luégo llegaron las Córte s restaura
doras,y aquí nuestra controversia fué ya pública
y en pleno Congreso . Atacaba yo la base reli
giosa del Código fundamental de mil ochocientos
setenta y seis,por insuficiente
,en discurso para m i
de mucho trabajo y empeño,á causa de lo agota
da que se hallaba la materia y de lo difícil que era
ciertamente aquel enemigo auditorio . Mi discurso
alcanzó várias traducciones en las lenguas cultas
de Europa . Editores de París y L óndre s publicá
ronlo en folletos aparte,llevando la edicion lon
donense á su cabeza una carta e locuentísim a de l
actual presidente Mr . Gladstone . Pero áun al
canzó una honra mayor,que lo conte stára en la
sesion siguiente,y lo conte stára con arrebatadora
elocuencia,e l Sr . Moreno Nieto . Pues bien
,aquel
orador mismo,que alarmára con sus afirm acio
ne s intolerantes á un Congreso revolucionario,
alarmó con sus afirmaciones cuasi democráticas
á un Congreso conservador . La incertidumbre no
conduce á ninguna parte . En política se toman
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 37
todas las grandes posiciones por asalto,entre un
fuego muy devastador de injurias y áun calumnias continuas
,y con muchas y muy cruentas
heridas en e l alma . Nuestro ilustre amigo to
maba la política españ ola como un gimnasio m ás
de su dialéctica,y e l Congreso como una inmensa
y resonante Academia . No ha perdido cosa por no
haber llegado á posiciones altas . Los m ás favore
cidos por la suerte aquí bien pueden repetir la
triste Sentencia de l Emperador Marco Aurelio :
Lo he sido todo y he visto que todo era nada .
Sea cualesquiera e l juicio que formemos de su
política,en lo que todos convenimos es en la bon
dad angélica de su complexion y en la hermosura
inmaculada de su inteligencia . Allegó tesoros de
saber en trabajos afanosísim os,no para propio ré
creo y envanecimiento,para ilustracion y ense
ñ anza de los demas . Sencillo á pesar de criado en
las dobleces corte sanas ; franco cual si nunca lo
de stetára la Naturaleza para entregarlo á la socie
dad separado y desasido de losbienes del mundo ,tras los cuales tantos se afanan y por los cuales
tantos se deshonran virtuoso al extremo de no
comprender siquiera e l mal,recibió de los cielos
¡ ah ! la primera entre las cualidades próvidas ,una caridad con las faltas aj enas comparable al
rigor consigo mismo,diferenciándose de tantos
moralistas al uso,crueles con todos
,á reserva de
3 8 EMILIO CASTELAR .
guardarse para ellos los privilegios de acuñar y
traspasar,como áurea moneda de austeridad és
toica,las obras hechas y las acciones movidas por
e l más refinado egoismo . Un pueblo de Extrema
dura fué su cuna . Pocas regiones tan fecundas
sobre todo en este nuestro siglo, que ha visto na
cer en ella desde la tierna y melodiosa y sublime
cantora,Carolina Coronado
,cuya triste ausencia
llorarém os á la continua sus amigos,desampara
dos de tanto ingenio y tanto corazon,hasta Dono
so,Espronceda y Ayala
,transfigurados ya los
cuatro muertos y ausentes,en los cielos de la in
mortalidad . Creció Moreno Nieto al amor de las
tierras meridionales y deparóle su estrella educa
cion y enseñanza en la ciudad donde se j untan
y armonizan la Naturaleza cantada por Garcilaso
con e l arte de Berruguete y de Borgoña . Conozco
en Europa ciudades más hermosas que Toledo , no
conozco en verdad otra de arquitectura tan siste
matica y enlazada en rica variedad . Desde que la
oj iva se de sciñe del género bizantino hasta que se
levanta en cúpulas cubiertas de grecas y cincela
das por maravillosa manera hácia lo inmenso y
eterno en el género florido ; desde que las cons
truccione s árabes copian á Syria,llorada en las
elegías de A bderram an,hasta que pulen y bordan
las alharacas humedecidas por e l último lloro de
Boabdil desde que nuestro Renacimiento reluce
RETRATOS HISTÓR ICOS . 39
cual una joya de Afre,al convertirse los triangu
los góticos en romanos arcos ceñidos de grecas
platere scas verdaderamente aeriform e s por su lige
reza y por su gracia hasta que entra en la severi
sima y de snuda majestad del clásico Herrera toda
las arquitecturas modernas,embellecidas y singu
larizadas por los esmaltes mudej ares , tienen allí
e l templo más propio para elevar á grandes concepciones e l espíritu .
En Toledo concibió Moreno Nieto la idea deconsagrarse al estudio y enseñanza de las lenguas
semíticas . El taller del Moro y la casa de Me sa º
e l Cristo de la Luz y Santa María la Blanca le ins
piraron la erudicion oriental,que tantos esmaltes
dió á su ingenio y tantos reflej os á su estilo .
Aquellos dos grandes y sabios maestros de árabe
y hebreo,con que la Universidad Central se ha
glorificado en este siglo , le querian tanto como leadmiraban . Yo recuerdo ahora que nuestro vene
rado Gayangos me decia,allá por mil ochocientos
cincuenta y dos en el salon de la Facultad de L etras
,viendo mi afan de muchacho por oir á los
grandes oradores,y al hablarle yo casi todos los
dias de l pasmo que m e causaban mis dos admira
cione s y mis dos amistades de entónce s y de aho
ra,Cánovas y Mártos
,por cuyas facultades re s
pectivas tenía fervoroso culto , que han aumentado
los años Ya oirá pronto á Moreno Nieto,y se
40 EMILIO CASTELAR .
quedará estupefacto y atónito . » Moreno Nieto tra
da cia entónce s las inscripciones árabes de la Al
hambra en compañía de Lafuente Alcántara . No
puede dudarse que los estudios de las lenguas se
míticas amaestran mu cho el entendimiento e n la
juventud y sirven por extremo al cultivo del habla
castellana . Sus alfabetos simbólicos, que áun lle
van la sombra de l j eroglífico ; sus raíces trilite
rales,en cuya urdimbre tantas palabras nuestras
se originan sus sencillas conjugaciones,tan opue s
tas á las complicadas de las gramáticas arias sus
modos de decir,los cuales dan á la prosa cierta
medida como al verso ; toda su analogía y toda su
sintáxis,parecidas á las alicatadas mudejares
,de
puran e l gusto y abrillantan e l ingenio . Pero nada
más contrario al temperamento intelectual de Mo
reno Nieto que el temperamento intelectual de los
escritores semíticos . Descansan los semitas en la
fe de sus padres como sacerdotes junto al santua
rio del Dios inmóvil,y nuestro grande orador se
afana é inquieta sin descanso,á guisa de los filó
sofos griegos,en e l estadio y escuela de las inves
tigacione s continuas trazan los semitas sus ideas
en una sintáxis sencillísim a,sintáxis de apoteg
ma,de sentencia
,de refran
,m iéntras nuestro
grande orador se pierde y extravía en periodos de
construccion,á veces intrincaua
,hasta degenerar
en laberíntica refieren los semitas las acciones de
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 4 1
la vida y las ideas de la conciencia en sus fervorosas meditaciones al Eterno
,y se dej an de curio
sidade s,inútiles para quien sabe como Dios todo
lo puede y todo lo sabe,m iéntras nuestro grande
orador interroga cielos y tierra,libros y conver
sacione s,el papiro de la Biblioteca y e l artículo de
la Revista en su anhelo por saberlo todo y expli
carlo todo ; hablan los sem istas como deben hablar
los profetas,en absoluto
,dogmatizando siempre
,
á manera de oráculos,m iéntras nuestro grande
orador habla con reserva,con distingos , con ate
nuacione s,con vacilacion
,á modo de un eterno
estudiante de todas las ciencias,e l cual está siem
pre aprendiendo , y rectifi cando siempre todo lo
aprendido .
Indudablemente Granada sirvió á confortar las
inclinaciones de Moreno Nieto hácia la ciencia y
e l arte . Las grandes ciudades aparecen cual focos
de luz espiritual . Se aprende más en un paseo por
Florencia que en un año de lectura . Y Granada
pertenece al coro de ciudades que unen los m ági
cos prestigios de la inspiracion á los saludables
encantos de la Naturaleza . Yo,pasajero en ella
,
nunca la he olvidado,ni ante la píazzeta de Vene
cia,ni ante la campiña de Milan ó de Lucerna .
L as alamedas umbrías de los Gom ele s, que asom
bran los arroyos desatados en trenzas desde las
altas cisternas ; las torres bermejas , purpúreas y
42 EMILIO CASTELAR .
aureas,mal envueltas entre los festones de plantas
parietarias y bien ceñidas por los escalonados cár
menes de oriental belleza ; los cenadores del Gene
ralife con sus artesonados de cedros y sus ajim e
ce s de mármol, que los naranj ales perfuman de su
azahar,los surtidores animan con su rumor y los
cipreses poetizan con su sombra las albercas decristal
,donde se retratan los metálicos azulejos y
los estrellados alham ie s ; las estancias asiáticas , por
cuyas estalactitas multicolores vuelan aún las e le
gias amorosas,sostenidas en los arpegios de los
ruiseñores y de la guzla ; e l volcan extinto de
Sierra Elvira,e l pebetero inmenso de las vegas
,la
confluencia música de l Darro y e l Genil,lo s ve
ne cianos cristales de S ierra Nevada,j untamente
con los recuerdos de las guerras épicas y las aso
nancías del Romancero árabe,y las palabras de
Fray Luis y de Mendoza,y los cuadros de Alonso
Cano,y los enterramientos de Fernando é Isabel
,
y los términos de la cruzada católica,y los co
m ienzos de la virgen América,y e l combate de
los zegríe s , y e l duelo de los abencerraj e s , y e l
secreto de las inscripciones hi stóricas orientalesen los patios de la Alhambra
,y e l espectro de las
guerras religiosas en los de sñladeros de las Alpu
j arras tantas y tales grandezas obligan á respirar
con e l aire y á beber con e l agua grandes pensamientos .
44 EMIL IO CASTEL AR .
rable s disertaciones en las escuelas metafís icas .
Para demostrar lo indem ostrable penetraba en las
m atemáticas y ponía e l dedo sobre los axiomas,
imposibles de demostrar,que prestan sus raíces á
todos los teoremas vigorosos y exactos . El origen
de las especies tanto le absorbía y embargaba como
e l origen de las ideas . Seguía por la inmensidad,en vuelo constante
,e l eterno curso de la idea hé
ge liana ,que lleva en un extremo la vaguedad de l
sér esencial ó abstracto,y en otro extremo la ple
nitud del sér diversificado y concreto,al par que
observaba la escuela contemporánea,sacando de
una vértebra semej ante á una línea todos los ve r
tebrados y siguiendo la serie de los organismos,
desde e l m í sero infusorio al humano cerebro . Y á
este doctor Fausto no le tentó nunca en su labora
torio alquímico perpétuo ni e l placer,ni la ambi
cion,ni e l oro
,ninguno de los demonio s disemi
nados por los límites donde la virtud se estrella y
e l mal comienza .
Pero lo ha extinguido la muerte sin piedad y lo
ha entregado al eterno silencio, que no responde á
ninguna de nuestras preguntas . Acabamos de ver
e l cerebro baj o los paños tristes,inmóvil y frío
como las piedras sepulcrales,sin voz y sin pala
bra eu los labios,sin conciencia y sin pensamien
to en las concavidades,y apénas lo hemos creído ,
á pesar de presentarlo con destellos de otro mun
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 45
do los cirios funerarios á nuestros oj os arrasados
de lágrimas . Pensad y creed abrid las dos alas
de l espíritu hasta cubrir con ellas,como el azul de
los cielos,toda la inmensidad ; pare ce os á los án
geles venidos de lo infinito á depositar el verbo
creador en los mundos cansados de su larga car
rera,y á llevar á los eternos arquetipos la oracion
universal difundida como e l éter en todos los espa
cios ; anotad los conciertos formados por e l espi
ritu y por la Naturaleza para abrir los oidos á las
armonías celestiales y los oj os á la luz incre ada *
elevad lo real hasta convertirlo en sublime ideali
dad y traed lo ideal hasta convertirlo en realidad
sed poeta,pensador
,artista
,sacerdote de las ins
piracione s divinas , legislador de las almas inmor
tales,para que luégo cuatro sorbos de cualquier
bre vaj e ó tres onzas de cualquier alimento se os
detengan más de lo debido en e l estómago y pu
dran y corrompan lo que no cabía ni en e l tiempo
ni en la eternidad . Como todo lo improvisaba,el
infeliz ha muerto de improviso tambien .
L a eterna enemiga del hombre lo atisbaba como
la serpiente al paj arillo ; lo seguía sin de scanso mi
rándolo hasta fascinarlo muchas veces con sus
ojos fosfóricos lo atormentaba á golpes de dolor
y asaltos de enfermedad para recordarle como e s
taba sujeto á su dominio hasta en los arrebatosdel misticismo lírico ; lo perdia de vista muchas
46 EMILIO CASTEL AR .
veces cuando en sus vuelos se trocaba en algo de
ideal,como la oropéndola del campo se confunde
con e l sol de la mañana y la hoguera de l monte
con e l astro de la tarde ; lo dej aba libre en algu
nos instantes ; y cuando más descuidado parecia,lo atisba
,lo acecha
,lo coge y lo acaba con sólo
apretar entre los dedos de l esqueleto eterno la mástrabaj ada y más débil de todas sus entrañas . Cuán
miserable nuestra humanidad,y cómo el fuego de
un alma,prendido al cuerpo á manera que á la
— lu
cíérnaga e l fósforo,se apaga y extingue pronto en
e l humo de ilusiones mentidas y de frustradas e s
peranzas .
Pero ¡ ah ! que sin la muerte no tendria ningun
problema explicacion en el Universo . No hay pa
labra tan elocuente como su silencio,ni amor tan
ardoroso como su frialdad,ni luz tan reveladora
como sus tinieblas,ni mundos tan poblados como
sus copos de nieve,ni ráfagas tan calientes
,ni ra
yos tan vivificadores como sus huracanes de ceniza .
Suprim idla , y habeis suprimido el dolor, e l he roís
mo,él martirio
,e l arte
,e l misterio
,todo cuanto
hay de divino en e l Universo . Suprim idla ,y ha
bréis suprimido la renovacion de las especies y de
las creencias,e l perpétuo rejuvenecimiento de la
humanidad y del planeta . Suprim idla ,y habréis
suprimido para vosotros mismos la hora suprema
de la reparacion y de la justicia . E l espíritu escu
R ETR ATOS HISTÓRICOS . 47
driñador é impuesto que acaba de irse , habrá sa
tisfecho su eterna curiosidad . S i,habrá V isto que
nuestras raíces materiales se pierden aquí en los
seres inferiores y áun extintos,llevan cal y car
bono como el último de los organismos,en tanto
que la obra de nuestro espíritu, e l derecho , el arte,la religion
,la ciencia
,frisan con la eternidad
,
apareciendo nuestro mundo á manera de inmenso
catafalco,cuyos fundamentos están compuestos
de granito,y cuya cúspide termina en Dios .
Y e l anhelo de su alma por saber,satisfecho
ahora,le habrá explicado el enigma de Hamlet y
de Job,el enigma de la muerte . Ya tendrá la in
cógnita de todos los problemas que han atorm en
tado su inteligencia . Ya sabrá por qué la luz se
trasmuta en calor,y e l calor en electricidad
,y la
electricidad en magnetismo,y todos estos flúidos
en fuerza,y la fuerza en movimiento ; sabrá por
qué todas las cosas se corresponden como los ma
tices del prisma con los tonos de la escala,y por
qué todos los seres se aman como las lunas aman
á sus planetas y las tierras frias á su sol e spléndi
do ; sabrá por qué las olas crecen como si las mo
viera nu deseo,y las estrellas lucen como si las
dorára una idea,y las esferas cantan como si las
concertasen para una sinfonía sin fin,y las flores
huelen á incienso como si nacieran al pié de invi
s ibles altares,y las aves entonan en sus sonatas
48 EMILIO CASTELAR .
un hosanna inextinguible,y los hombres levan
tan por todas las alturas templos en cuyos suelos
descansan los buenos esperando la resurreccion
universal,y por cuyas cimas vuelan las oraciones
incesantes en la seguridad de llegar hasta la vi
sion beatifica de l Eterno . Y allá,en las cimas de l
ideal realizado intercederá por nosotros,para que
al terminarse los pocos dias de vida que nos re s
tan,muramos tan queridos y llorados como él ha
muerto,descansando nuestra cabeza y nuestro co
razon á una en la esperanza de que habrém os de
ver allá,en e l cielo
,la verdad absoluta
,y de cum
plir aquí , en el mundo,una parte no más
,pero
una parte cognoscible de la eterna justicia .
DONJUANEUGENIO HARTZENBUSCH.
52 E MILIO CASTELAR .
rizonte s del alma y avivar la llama del ideal en la
vida .
Nació Hartzenbusch el sexto año de nuestro si
glo,entre e l fin de la monarquía absoluta y e l co
m ienzo de la guerra nacional . Pocas veces nuestro
coloroso cielo ha estado tan encendido ; nuestra
volcánica tierra tan subvertida ; nuestros guerre
ros animosos tan encrespados como en los dias de l
nacimiento y de la niñez de Hartzenbu sch,cuan
do acababa la sociedad histórica y surgía la tonan
te y sangrienta alborada del espíritu de nuestro
siglo . Aquellos j ardines de Aranjuez,á los cuales
no dej aban llegar algunas veces , ni en dos leguasá la redonda
,los déspotas hastiados
,las sombras
de sus vasallos opresos ; aquellos j ardines sosteni
dos y engalanados para recreo y deleite de los R e
ye s , vieron morir la monarquía antigua personifi
cada en indigno favorito,entre las esteras de
empolvado desvan y al són de las carcaj adas des
pedidas por los petimetres,las maj as
,los toreros
y los chulos que componían la escandalosa córte
del imbécil Cárlos IV y su proterva mujer,la in
fame María Luisa . Año y medio tenía e l poeta ; enla cuna e staba tendido e l 8 de Setiembre de 1808
,
y las incidencias de esta terrible tragedia le pri
varon de su próvida madre y lo redujeron á los
horrores y tristezas de la orfandad . E ntregábase
á las faenas de su hogar la pobre mujer,y oyó
R ETRATOS HISTÓR ICO S . 53
uno de esos discordes voceríos compuestos por los
mil gritos de una muchedumbre enfurecida . In
vencible sentimiento de caridad le advirtió quealgo espantoso pasaba por la calle y la arroj ó á
uno de los balcones de su casa . En efecto,el pue
blo arrastraba ensangrentado,espirante
,hecho
una llaga,el cuerpo de cierto espía de Godoy
,de
este favorito destronado,m ás aborrecido entónce s
que en los tiempos de su fortuna,por haber acon
sejado á sus reyes la ce sion y venta del pueblo e s
panol á Bonaparte . La generosa madre de Hart
z enbusch no conocia ni le importaba la gravedad
de l crimen ; lo que conocía y le importaba era lacrueldad del castigo . Un semejante suyo pade cía
y se lanzó á impetrar,á interceder
,á exigir que
le dejaran la vida . A seméjanse las muchedumbres
en esos momentos de exaltacion á los ríos que sa
len de madre ; á los terremotos que sacuden lasprofundidades del terreno ; á las nubes que llue
ven duros granizos y chispas eléctricas ; á los hu
racane s que de sarraigan los árboles ; y así , no sólo
escucharon sin moverse á compasion los clamores
de la pobre madre,sino que estuvieron á punto
de castigar su humano interes por aquel hombre,
como una complicidad con e l delito . A las miradas airadísimas
,á las voces dis cordantes
,á los
rostros furiosos,á las amenazas horribles á la vis
ta de aquel infeliz herido,desfigurado
,deforme
,
54 EMIL IO CASTELAR .
m agullado,escupido
,próximo ya á la muerte
,y
todavía insultado,obj eto de aquel furor insacia
ble,víctima sacrificada por los delitos de otro
,la
pobre mujer,feliz en su hogar
,adorada de su e s
poso,bendecida por e l nacimiento de su hijo
, per
dió,primero la razon
,y luégo la vida . Quedó
,
pues,Hartzenbusch huérfano de madre y al cui
dado de un padre entristecido por la soledad de
una viudez inesperada y las e stre chece s de una
posicion precaria .
Ignoro por qué accidentes de la vida se trasla
daria e l fundador de la familia desde Colonia á
Madrid y en Madrid se instalaria . Declaro,si,
que su hij o ,el poeta
,mostraba en las dotes del
ingenio la raíz de su estirpe . S i nervioso de com
plexion,si inquieto de ánimo
,si exaltado de pa
siones,si ardiente de fantasía por su madre
, ¡ ah !
era por su padre,en verdad
,meditabundo
,silen
cioso,amigo del estudio y enemigo de toda impro
visacion en sus sentimientos tan vago y en sus
ideas tan general,que revelaba con clara revela
cion todo cuanto en él había de su raza paterna .
En efecto,Hartzenbusch es un aleman -español
,
como Heine un aleman—frances . Muchas veces,le
yendo sus cuentos á los niños,he creido sorpren
der algo del candor de Grimm y del naturalismo
de Gesner . Lo cierto es que , en el comercio con nues
tra sociedad,tan dispuesta amalgastar el tiempo
RETRATOS HISTÓ R ICOS . 55
por la impresion meridional que nos hace imagi
narnos eternos ; en e l seno de nuestra naturaleza,
la cual nos llama fuera del hogar á la vida exte
rior,á la comunicacion pei
º
pétua con e l cielo azul
y con la luz espléndida y con el aire embalsamado
entre las emociones de una capital como Madrid,
donde la política diaria tiene aspecto tan dram áti
co y los debates al aire libre interes tan vivo,
Hartzenbusch aparecia,ciertamente
,cual una abs
traccion,capaz de aislarse en su personalidad
,y
de departir con su pensamiento ,recluyéndose en
su biblioteca y contando sus diptongos léjós del
mundo y sus combates,á guisa de cualquier eru
dito de las regiones del Norte .
Sin embargo,la reaccion del veintitres le tuvo
,
como á todo cuanto había de ilustre en E spaña,
entre sus víctimas,pues á sus golpes la familia de
Hartzenbusch perdió sus escasos ahorros ; y el ré
nacimiento liberal de mil ochocientos treinta y
cuatro le contó entre sus más ardientes partida
rios,pues llegó á figurar en las huestes del partido
progresista y no recuerdo si en las filas de la M i
licia Nacional . Su padre le matriculó en el Colegiode San Isidro
,con deliberado propósito de hacerlo
sacerdote,ignorando
,sin duda
,e l sacerdocio na
tural que recibiera de los cielos,el sacerdocio de
poeta . Las angustias de su situacion,las estreche
ces de su vida,las exigencias de su familia
,vol
56 EMIL IO CASTELAR .
vieron á recluirlo en su taller de carpintería y á
impulsarlo á su trabajo de ofi cial . Nunca olvidó
aquel tiempo ni aquel ofi cio . Recuerdo una tarde
en que estábamos reunidos para desempeñar cier
ta conn s10n artística confiada por el E stado,en
salon del Escorial,cuyos muebles pertenecían á
los últimos días de Fernando VII,y como yo
cogiera un taburete para sentarme cerca de él,di
j ome : Trabaj é tanto para la córte en mis mo
cedades,que creo haber torneado los piés del
mueble mismo en que ahora va V . á sentarse . »
Quien haya tenido desde sus primeros años esme
rada educacion literaria no comprenderá cómo es
critor tan limado y académico tan sabio pudiera
formarse entre las fatigas de un trabaj o manual
que absorbía toda su existencia y embargaba to
das sus fuerzas . Las inclinaciones democráticas
de nuestra raza compensaron con creces las triste
zas de la infancia de Hartzenbusch,pues el poeta
debió una gran parte de la acogida que tuvo entre
sus compatriotas y del entusiasmo que despertó en
sus obras á la humildad misma de su orígen y á
las penalidades de sus trabajos .
¡ Cóm o robaría el infeliz al sueño su natural tri
buto para pensar en los proyectos que pasarían
por su cerebro ; para leer los autores que contri
huirían á su cultura ; para escribir á hurtadillas ,en sus instantes de vagar
,algun borrador ó ensayo
,
R E TR ATOS HISTÓR ICOS . 57
y allegarse así los conocimientos indispensables
á las vocaciones de su inteligencia henchida de
ideas y á la noble ambicion de gloria que retozaba
en su pecho,y que le descubría entre dudas é in
certidumbre todo su destino ! E ste combate perpé
tuo á que vivia condenado,combate de las facul
tades superiores de su alma con las exigencias ma
teriale s de su trabajo,dióle
,desarrollándose en
su interior,la virtud para presentar los conflictos
dr'
amáticos que demostró luégo en toda su vida
literaria . El teatro,que representa la guerra de las
almas,nace siempre despues de las grandes crisis
guerreras de los pueblos : el griego,tras la lucha
con los persas ; e l español , tras los descubrimientos
de América ; el frances , tras los disturbios civiles
de la Fronda el inglés,tras la revolucion religiosa ;
el aleman,tras la guerra por la independencia .
Todo autor dramático aparece como un comba
tiente : Lope ha luchado entre sus vocaciones de
militar y sus vocaciones de sacerdote,entre su amor
á la literatura erudita y su amor á la literatura po
pular ; Shakespeare , entre sus ensueños de genio
y sus penalidades de palafrenero ; Moliere , entre
la grandeza nativa de su alma y la hum illacioncontinua de su ofi cio ; Schiller , entre sus aspira
ciones al idealismo poético y sus fatigas materialesde cirujano y practicante ; Hartzenbusch
,entre
los vuelos de su alma inspirada y la servidumbre
58 EMILIO CASTELAR .
de su oficio penoso : porque todos han de combatir
con perseverancia en la vida para expresar los com
bates con verdad en el teatro, que e s intensa y
perdurable lucha .
Con tal vocacion,imaginaos las emociones que
despertaria en su alma la primer fiesta escénica
vista en su vida . Quince años contaba y no hábía ido á ningun teatro . La austeridad de su pa
dre le vedaba toda suerte de fiestas y le imponía
en sus mocedades las tristezas de la ancianidad ' y
los lutos de la viudez . Pero,con motivo de una
ausencia fortuita de aquél,y empleando algunos
cuartos recibidos para comprar juguetes,vió el
año veintiuno variada funcion dramática . Todo e l
mundo sabe cómo sintió el Correggio palpitar en
las sienes sus inspiraciones de pintor cuando surgió
un cuadro de Rafael ante sus ojos . Pues en lo
porvenir se contará tambien cómo Hartzenbusch
sintió sus vocaciones de poeta dramático viendo
un drama . Ópera,comedia
,pantomima
,baile
,sai
nete hubo en escena,como si la casualidad quisiera
reunir todos los géneros con presteza á la conside
racion del j óven que debia cultivarlos con gloria .
Sus ojos se de slumbraron á la vista del teatro ; suatencion se fij ó en cada accidente ; su cabeza sintió como vértigos al levantarse la cortina y de scu
brirse las decoraciones ; toda la emocion que pretendían producir las incidencias del argumento
60 EMILIO CASTELAR .
despues de L os A mantes de T eruel ya teneis al poeta
popular,y al dramático aplaudido
,y al académico
laureado,y al autor de los prólogos para los libros
nuevos,y al médico de las consultas literarias
,y
al oráculo de los j óvenes,y al socio honorífico del
Ateneo,y al bibliotecario de Madrid
,y al comen
tarista del Quijote , y al colector de la dramática
española,y al respetado por todos y de todos que
rido como una de las más gloriosas personiñcacio
ne s de nuestro ingenio y como uno de los más
ilustres renombres que hayan brillado en los ana
les de nuestra historia contemporánea .
En efecto,L os A mantes de T eruel todo lo mere
cen : él romanticismo que á la sazon reinaba,pre
sentará este drama como una de sus obras capi
tales . Europa entera sabe la poética historia de
los infelices j óvenes muertos de amor,cuyos cadá
veres momificados conserva Teruel hoy en e l
claustro de la iglesia de San Pedro,juntos en la
tumba,ya que un adverso hado separó en vida
sus dos corazones,consumidos de l mismo senti
miento . E l j óven se despide ¡ ay ! de su amada para
granj earse un nombre que ofrecer á su familia y
un escudo con que blasonar su matrimonio y,
cautivo en sus correrías por e l A sia,menosprecia
la mano de hermosa sultana y la cima de poderoso
trono por fidelidad á la ausente,mereciendo los
resplandores de poesía qu e lo circundan hoy en
RETR ATOS HISTÓR ICO S . 6 1
nuestra m emoria y las lágrimas de ternura que ha
arrancado á todas las almas doloridas por las tris
tezas infinitas y los desengaños acerbos de l amor .
Aquella pobre Isabel,nueva hij a de Agam enon ó
de Jephté , se inm ola por e l honor de su madre,y
se casa,bien contra su voluntad
,con quien des
amaba,despues de haber creído en la muerte ó en
e l abandono de su amador,no llegado á la ciudad
en e l dia que de antemano señ aláran á la conclu
sion de sus antiguos compromisos y á la mutua
libertad de sus recíprocas y empeñadas palabras .
E l interes de la doble accion se encuentra en
los esfuerzos del héroe Marsilla para llegar á
Teruel antes de que termine el plazo fij ado á su
regreso,al cual se opone con todo género de
industrias la enamorada reina mora,y en los inci
dentes terribles que obligan á Isabel á casarse para
salvar e l limpio nombre de su noble familia y la
fama de su madre . Oh fatalidad E l amante llega
despues que la Iglesia ha bendecido e l matrimonio
y ánte s de que los novios hayan entrado en la cá
mara nupcial . ¡ Oh ! Al oír las campanas de la tor
re,que repican de júbilo ; al presenciar los festejos
de boda que de slumbran con su esplendor ; al cer
ciorarse,porque la m isma Isabel se lo dice
,de su
desgracia,muere el j óven como herido de un rayo
,
muere de dolor,y al verlo muerto
,muere tambien
su amada sobre e l cadáver del esposo verdadero á
62 EMILIO CA STELAR .
quien la unieran los mandatos de la naturaleza y
de quien la separára la crueldad de los hombres .La escena en que Marsilla
,ceñido á un árbol á
que lo m aniatára una cuadrilla de bandidos envia
da por la sultana á cerrarle e l paso é impedirle la
llegada,oye la alegre campana que anuncia la vic
toria de su envidiado rival y los funerales de su pro
pio amor e l encuentro de los dos amantes,él cu
bierto de polvo y de sudor y de sangre,y ella ves
tida de boda,en que e l sentimiento de su mutuo
cariño los acerca y e l sentimiento de su mutuo
honor los separa la catástrofe súbita de la muerte
de ambos,preparada con tanto arte y cumplida con
tanta naturalidad,quedarán en lo porvenir entre
los mejores fragmentos de nuestro imperecedero
teatro . Y con decir esto se ha dicho de una vez
todo e l respeto que en pueblo como el nuestro ha
merecido la vida de Hartzenbusch y todo el duelo
que ha causado su muerte.
Cuantos hemos tenido educacion liberal,guar
damos,desde los primeros a los últimos días de
nuestra vida,el recuerdo religioso de ciertas fé
chas y e l culto idolátrico á ciertas personas,cua
le squiera que sean las alternativas del tiempo y las
circunstancias del momento . Habia entrado ya en
años e l sesenta y ocho,cuando topé con Cabrera
en una calle de L óndre s ; y me dieron su nombre
y su presencia e scalafríos tan desagradables,como
si no trascurrieran cinco lustros de aquellas tre
m endas fugas,en que las familias cristinas solían
trasportarse al primer pueblo fortifi cado,en guisa
de los vencidos de la clásica antigiiedad ,con sus
haberes más móviles y sus penates más amados,
al amago tan só lo de una correría preparada por
el implacable guerrillero carlista . Pues, de igual
suerte que temíamos y odiábamos á Cabrera , se
guiamos con e l pensamiento volandero de la infan
cia y amábamos con los primeros latidos de nues
tros niños corazones á E spartero en E spaña y á
66 EMILIO CASTELAR .
Garibaldi en Europa . No puedo,no
,desechar de
mi memoria e l regocij o de Alicante,donde á la
sazon cursaba yo mi segunda enseñanza,e l dia
que un ministerio Pacheco reabrió las puertas de
nuestra patria,en e l claro de reposo que le diera
súbita veleidad liberal de la reaccionaria córte,al
héroe de Luchana y de Morella . Muchos campaneoshan re sonado en mis oidos por acontecimientos po
l íticos desde tal día,pero ninguno tan jubiloso y
alegre como aquel,sólo comparable a lo s campane os
del Sábado de Resurreccion y del Domingo de Pas
cua en mi re ligios ísím o pueblo . De Garibaldi no
hablemos . E studiaba yo e l preparatorio de Derecho
en la Universidad Central,y m e habia ido á pasar
las vacaciones por Aragon e l verano de sus com
bates homéricos en Roma y de su retirada increi
ble á Venecia . Vivíamos,allá por la provincia de
Teruel,entre agrias montañas
,á la margen de frio
y cristalino riachuelo,en villa quemada y destrui
da por los furores de la guerra civil , entre gente
muy lib eral y si cada uno de aquellos sitios,te s
tigos mudos de mis emociones,pudiera hoy hablar
,
contaría que rasgaba las fajas de los diarios libe
rales como los aguardados sobres de las m ás queridas cartas
,y m e desesperaba y retorcia de pena
en cada rota infl igida por las tres naciones invaso
ras á la república,queriendo sin tasa y admiran
do sin reservas al héroe inmortal,cuyo esfuerzo
6 8 EM IL IO CA STELAR .
al olvido,despues de embargar la atencion del
mundo con su fe y con su heroísmo en tantos trá
gicos y singulares encuentros . Pero,por más que
desde mil ochocientos cuarenta y nueve á mil
ochocientos cincuenta y cinco,buscaba su nom
bre,no podía dar con él , pues j amas se le menta
ba en ninguna parte,durante aquel período tristi
simo de la reaccion teocrática é imperial que
paralizaba todo movimiento de la democracia euro
pea y detenía su necesaria reaparicion í Como ya ,en nuestros corazones
,la apoteósis garibaldina
estaba hecha,sentíamos en su ausencia inexplica
ble algo de la triste ausencia de un dios,cual su
cede al meditar aquellos poemas clásicos donde
baj an de su gloria en una poética nube para parti
cipar del dolor de la tierra y de l combate de la hu
m anidad,y luego vuelven de nuevo tras otra nube á
ocultarse por mucho tiempo y á vivir en las sere
nas cimas de su incomunicable inmortalidad . Por
noticias contradictorias y múltiples sabía yo,de
oídas, que Garibaldi andaba entónce s
,cual en sus
mocedades,tripulando un barco
,sobre cuyas tablas
leia en los astros de l cielo profecías de santas espe
ranzas,y en las olas de l mar experimentaba estre
m e cim ientos y latidos de una nueva vida,seguro
de volver al combate con los tiranos y sus séides lo
mismo que había vuelto al combate con los mares
y sus tormentas . En esto pasaba,y deprisa
,May o
R E TR ATOS H I STÓ R ICO S . 69
del cincuenta y cinco . No hacía ocho meses que
pronunciára yo mi primer discurso político en el
teatro Real,cuando la Redaccion de un periódico
republicano,de L a Democra cia
,me requer . a para
que defendiese ante el Jurado de Madrid un ar
tículo,cuyas ideas se exponen á maravilla con
sólo leer de corrido su título Despierta,Italia ! »
Muchas veces he visto encre sparse al pueblo , exal
tado de entusiasmo,en torno de mi tribuna ó de
mi cátedra,no ciertamente por la calidad mej or ó
peor de mi elocuencia,sino por la exaltacion ré
publicana de mis ideas ; pero jamas como aquella
tarde,que nunca se borrará de mi corazon y de mi
memoria . Costóm e inmenso trabaj o evadirm e y es
caparm e á que me llevaran en triunfo por las ca
lles de Madrid . El público llenaba con apiñados
grupos los patios de la entónce s Audiencia y los
espacios de la plazuela de Santa Cruz,y contaba
cómo habían logrado muchos de los oyentes alcan
zar y distinguir tal discurso,no sólo en el vestí
bulo,sino hasta en mitad de la calle . Pue s aquella
arenga no era m ás que la expresion de las emo
ciones angustiosas experimentadas seis añ os ánte s
á la lectura de los esfuerzos de Garibaldi y la ma
nife stacion de ciega confianza en la resurreccionde un pueblo que tenía tales hij os .
Temeridad de la fe decir esto cuando habíamos
visto pasar por Madrid al rey Carlos Alberto ven
70 EMILIO CASTELAR .
cido en Nov ara,para ir a espirar en Portugal :
cuando R ade stky acababa de reproducir las irrupcione s bárbaras en los fructíferos y frondosos cam
pos del Milane sado ; cuando los Borbones de Ná
poles enviaban,como en ataú des flotantes los P oe
r ios,á quienes cre íam os enterrados en vida
,y los
s oltaban,á instancias de los gobiernos civilizados
,
sobre las inhospitalarias playas del continente
a fricano ; cuando el croata , ébrio de sangre , no sólo
montaba la guardia en los muelles de Venecia,
-
sino
en los palacios de Parma y de Florencia cuando
Meternich rem achaba los cuatro clavo s del terri
ble cuadrilátero lombardo —venéto que mantenían la
crucifixion de Italia cuando el Papa se habia
hecho gib elino hasta el extremo de negar la inde
p endencia italiana,como Pedro á Cristo
,y los em
peradore s de Alemania y Francia se habian hecho
gií e lfos hasta el extrem o de hacer el pacto de Car
lo -Magno con la Iglesia y suj etar al pueblo roma
no,siervo y rendido
,baj o el pe so de sus armas y
de sus cetros cuando llegaban á la puerta de
nuestros hogares los desterrados errantes,con las
señales del martirio en el rostro,á decirnos
,bal
bu ciente s de hambre y de penas,cómo ellos
,los
q ue habian ensanchado la historia con el R enaci
miento,é l mar con la brújula
,e l planeta con Co
lon,el cielo con Galileo
,el arte con su coro de pin
tores,é l espíritu con sus es cuelas de sabios y filó so
R ETR ATOS H ISTÓR ICOS . 71
fos ellos,los dioses de la tierra
,no tenian en la
tierra ni un hogar ni una patria . Yo creí entónce s,
y como creí,acerté . M i discurso fué traducido al
italiano y publicado en T urín . Una carta firmada
por Mamiani,Mancini
,T om aceo
,Manin
,Fari
ni,Montanelli
,Crispi
,de cíam e que mis frases
habian conmovido y alentado de un extremo áo tro toda la península . » Tenía veintidos años eutónce s y era la primera vez que mi nombre llegaba
con aplauso allende los límites de nuestra E spaña,
y no puedo negarlo,envanecíam e por extremo
aquella distincion . Pero no aguardaba lo que treintadías más tarde iba
,sin esperarlo ni presentirlo
,
á sucederme . T rájom e una carta cerrada en sobreturco e l correo extranj ero la abrí
,y encontré e s
tas palabras en castellano Qué discurso ! ¡ Quée speranza y qué aliento para Italia ! Ademas de
vuestro admirador,será siempre amigo vuestro
,
Garibaldi . » En efecto,no ha desmentido un mi
nuto esta noble amistad,á pesar de haber llegado
hasta su isla y su hogar las calumnias vomitadas
contra m i por los que perdieron la República e s
panola con sus exageraciones y los que la aband onaron en sus lutos al desdén y á la indiferencia . A mi nombramiento de diputado por Barcelona y por Huesca
,m e felicitó tambien
,y no me
causa rubor alguno decir que me lisonj eó tantos u última como su primera felicitacion .
72 EMIL IO CASTELAR .
Será mucha soberbia de mi parte historiar
las dos ocasiones en que vi á Garibaldi , y las vá
rias en que me escribió ? No tema quien leyere que
vuelva de nuevo á m ole starle con actos ó re cuer
dos íntimos de mi propia vida . S i antes he osado
tal cosa ha sido solamente para explicar cómo
Garibaldi estaba en todo,cuando leia desde leja
nas tierras hasta el dis curso inexperto de un jó
ven,oscuro y desconocido entónce s
,porque se
referia á la libertad y á su patria . Redactábamos
pocos años despues de esto L a D iscusion todos
los escritores más decididos por la democracia y
así como experimentamos acerbas amarguras en
el combate diario,tambien experimentamos inde
cibles alegrías en los progresos y triunfos de la li
bertad europea . Pero no recuerdo período ninguno
de tanta satisfaccion como el período de las gran
de s empresas garibaldinas por el cincuenta y nueve
y el sesenta . ¡ Cómo trascribiam os y comentábamos
aquellos sucesos ! Los generales franceses pregan
taban si tenía ó no alas de águila,cuando áun las
tropas regulares suyas no habian abierto las apre
tadas filas austriacas , ni re sentidolas siquiera , yya estaba él en Corni y en Vare sse
,condensándose
y desvaneciéndose como las tempestades veranie
gas,á guisa de esos guerrilleros españoles
,cuyas
aparentes derrotas parciales,al fin y al cabo se true
can,por milagro
,en una victoria definitiva y total ,
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 73
Nadie podia explicar cómo iba y volvía por los
desfiladeros y las llanuras,cual si las distancias
desaparecieran á sus conjuros mágicos y las fuer
zas individuales del hombre se acre centáran y cen
tuplicáran sin medida en él ; por qué virtud con
gregaba un ejército de voluntarios , idos unos al
reclamo de la idea,pero muchos otros al impulso
del interes ó al amor de las aventuras,y los man
tenía disciplinados sin más ordenanza que los
mandatos de su voluntad imperiosa y la fulgura
cion de sus miradas sobrenaturales ; qué arte de
verdadera hechicería empleaba para sostener y
aplicar su táctica de guerrillas en los países donde
ha nacido casi la táctica moderna,pues no permi
te s1no grandes operaciones ó encuentros en línea,
la extension de sus llanuras,en las cuales se han
dado desde la batalla de Pavía hasta la batalla de
Marengo . Era el héroe de Siempre,abandonado á
la inspiracion de l momento,creido de que la fe tras
porta las montañas combatiendo incansable,m ás
como un arcángel bajado del cielo de los milagros
que como un general sujeto á las leyes de la estrategia y á los cálculos de las matemáticas . Era e l
mismo que desde un lanchon rindiera una e scua
dra en los rios de la América meridional . Su gran
diosa personalidad llevaba consigo ya e l sitio de
Montevideo,las hazañas del Plata
,los encuentros
homéricos á la vista de Roma,la retirada inm or
74 EMILIO CASTELAR .
tal á Venecia,todos los prestigios de la leyenda .
Su espada parecia en los combates por la libertad
universal como la espada misteriosa de esos án
geles pintados por Rafael en sus cuadros religio
sos al frente de lo s ej ércitos cristianos . A sí no
maravilló á nadie que concibiera la idea de atacar
con un puñado de hombres un ej ército de sesenta
mil combatientes,y un gobierno sustentado en la
tradicion y reconocido por Europa . Fiado en la
fuerza de su voluntad y en e l poder de su idea,
arriba á S icilia y la conquista atraviesa e l estre
cho,se presenta desarmado ante los batallones de l
R ey de Nápoles y los somete ; porque todo el mun
do le cree,no un militar más ó m énos afortuna
do,un pensamiento del espíritu moderno que se
ha hecho carne en él y ha recibido de l Dios de la
libertad una espada misteriosa,cual inexplicable
cometa,que él esgrime por los oprimidos y contra
los opresores,en una guerra sin término y sin fin .
Y todos lo vimos sencillo entre las mayores gran
dezas ; corriendo en alas de su genio,donde quiera
que se ve ía e l peligro,y re catándose donde quiera
que se ve ía e l poder ; dictador de una hora que
no acierta por ningun medio á disponer de la ma
terial autoridad recogida en sus milagrosas victo
rias,y que , despues de haber visto e l reino más
hermoso de la más hermosa entre todas las nacione s modernas
,á su merced y arbitrio ; despues de
EMILIO CASTELAR .
nítida,la inspiracion pronta
,e l amor á la libertad
y á la Naturaleza , los rasgos característicos de
aquellos hombres ilustres nacidos en la Grecia an
tigua é inm ortalizados por las sencillas narracio
ne s de Plutarco .
¿ Lo creeréis A cabo de leerlo con mis propios
oj os y no puedo,no
,dar asenso á lo leido . Un
escritor frances á qu ien no mentaré ahora,en ne
crología semejante á ésta que yo escribo á vuela
pluma,compara
, ¿ con quién diréis á Garibaldi
lo compara con César Borgia . Parece mentira . S i
yo quisiera hacer una antítesis viva,colocaría e s
tos dos hombres de nuestra raza al uno frente al
otro . Por casualidad bien rara,personifica y re
presenta e l príncipe todo lo contrario de lo que
personifica y representa e l héroe . Garibaldi se en
cuentra,desde su juventud
,en su elemento
,en el
mar y César Borgia se encuentra en la Iglesia,
en el cardenalato . Aquél sólo piensa en ej ercitar
sus vocaciones de marino para luchar luégo con
los tiranos,como ha luchado con las olas ; y éste
sólo piensa en soltar su capelo de cardenal,porque
le embaraza para ceñirse una corona de rey . Apesar de que ha asesinado al hermano mayor
,el
Duque de Gandia , y al tercer marido de Lucrecia :
e l Papa,su padre
,le ama cada dia con m ás exal
tado amor y le sirve con m ás rendida y cautiva y
obediente sum ision . Conociendo César que lo do
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 77
mina todo,juega con la tiara como con dócil ins
trum ento de sus desapoderadas ambiciones . Lo pri
mero que de Alej andro VI exige e s que lo redima
de su carácter sagrado,y que le arranque e se capelo
con el cual no puede,no
,aspirar á los principados
civiles y laicos . Buen cardenal,precedido de hom
bres en armas,rodeado de cortesanos y de prosti
tutas,con una turba de conspiradores á un lado
,
y á otro lado otra turba de esbirros y de asesinos,
pasando de las guerras á las orgías,de las orgías
á los asesinatos,especie de demonio nacido con
toda la hermosura física y toda la fealdad moral
que debió tener el ángel caido en la hora misma
de su rebelion y de su culpa . Un consistorio con
vino en despoj arle de su carácter sagrado . E l Papa
mismo aseguró que para salvar su alma era nece
sario desconsagrar y de sungir su cuerpo . Desde
aquel momento sólo pensó César en dos cosas : en
granjearse la voluntad de cualquier rey que leayudase á reinar
,y en hacerse con una mujer
cualquiera en cuya dote hubiese mucho cebo y
mucho alimento á sus exaltadas ambiciones . En
efecto,César Borgia recogió de Francia un duca
do,comienzo á mayores empresas y a mayores
medros . L lamóse Duque de Valentinois,y como
tal prestó homenaj e al rey frances . Aun recuerdanlas crónicas del tiempo todos los esplendores deaquel espléndido viaj e . Agotaron las fábricas los
78 EMILIO CASTELAR .
brocados de oro y las telas de seda . Vendió la cu
ria en cantidades fabulosas todos los beneficios
vacantes . P re sentóse César e l dia de su partida
como una aparicion fantástica de caballere sca no
vela : sobre la espaciosa frente,gorra cubierta de
visto sísimas plumas,prendidas todas ellas con
broches de rica pedrería ; ceñido al cuerpo traj e de
damasco blanco,re lumbrante de pasamanerías y
de bordados ; á la espalda ,la capilla francesa de
terciopelo negro al cuello,deslumbrador collar de
fabulosa riqueza ; y en torno espléndido cortejo,
como j amas lo tuvieron los reyes,compuesto de
príncipes eclesiásticos y laicos,caballeros todos en
briosas cabalgadura s , que piafaban de orgullo y re
lucian deslumbradoras con sus arneses de vistosos
colores,sus frenos de oro y sus herraduras de pla
ta . Y había para qué . E ste bastardo de oscura mu
j er romana , este hijo sacrílego de epicúreo Papa ,este cardenal dimisionario
,este asesino impudente
este ladron con corona ducal,condotiero y jefe de
condotieros , sin pudor y sin conciencia , emparen
tó con la casa Real de Francia,y tuvo por mujer
á toda una hermana de l R ey de Navarra .
Duque,hij o predilecto de l Papa
,enlazado con
régias familias de Europa,ningun obstáculo se
podia oponer ya en e l mundo á sus ambiciones,
ningun freno a sus apetitos , ningun valladar á
los impulsos de su voluntad intensa é imperiosa .
R ETRATOS HISTÓRICOS . 79
Como se cuenta de Tiberio,la hermosura del cuer
po sólo en él podía compararse á la fealdad del
alma,serpiente venenosa de brilladoras escamas
,
abismo cubierto de aromáticas flores,lago de su
perficie azul y de traidoras entrañas . Cuantos re
corran Roma deben correr á mirar aquel retrato,
en el cual todavía está vivo,presentando el tipo
perfecto de la raza heleno -arábiga,que puebla las
costas de Sagunto,las huertas de Játiva
,las ve
gas de Gandía . Nada más griego que su perfil
olímpico,nada m ás atractivo que sus oj os pro
fundos,nada m ás pérfidamente engañador que su
sonrisa tranquila,nada más vasto que su frente
espaciosa,nada más gallardo que su postura ca
ballere sca,nada m ás elegante que su traj e
,ni nada
más terrible que su alma . Naturaleza puso en él
todos los medios de la seduccion,todo lo que pue
de encantar e l sentido,todo lo que m aterialmente
puede arrastrar,encadenar y dominar con e sa e s
pecie de ílúido,al que llama la ciencia moderna
magnetismo animal . Todas las delicadezas de la
hermosura femenina habíalas puesto Dios en ro
busto cuerpo de atleta,como si quisiese som eterle
por la seduccion á todas las mujeres,y por la
fuerza y por la energía á todos los hombres .
A bríanse sus labios á una elocuencia de franca
sinceridad,y replegábase su alma en los dobleces
de una astucia increible . Pocos hombres han co
80 EMILIO CASTELAR .
nocido m énos la virtud ni han acertadomás á fin
girla . Actor de primer órden,la máscara más e s
pesa se sobreponia con la mayor facilidad á las
íntimas ideas y á los interiores movimientos de l
alma,que tom aba todos los aspecto s y todos los
disfraces imaginables,de igual guisa que los de
monios de las leyendas monásticas . Imposible su
perarle en lentitud para madurar un plan,ni en
rapidez para cumplirlo . Sem ejábanse sus m óvi
m iento s á esas caidas súbitas de l milano sobre los
paj arillos,desplomándose de los abismos cerúleos
en la espalda de su presa,para cogerla y llevar
sela ensangrentada con la rapidez del relámpago,
á la vaguedad de l aire . La bondad y la crueldad
le eran igualmente congénitas,y las ej ercía indi
ferente una y otra,segun las necesitaba .
Nadie más avaro en adquirir ni más pródigo en
dar . Todos los caminos le aparecian iguales,con
tal que condujesen á su meta . E l mismo desprecio
tenía por las personas que por las cosas y como
rompía una joya ¡ oh ! asesinaba á un hombre .
Tuvo todas las grandezas : la religion,e l arte
,la
c iencia,e l poder
,la poesía
,la política le ilumina
ban con sus resplandores,y no supieron hacerlo
grande,porque le faltó la única grandeza que
granjea la verdadera inmortalidad,la grandeza
moral . Los hábiles de l mundo,los políticos de la
razon de Estado,los adoradores de la victoria y
R ETR ATOS H ISTÓR ICOS . 8 1
del éxito,le llaman digno de estudio y de envidia
por haber sabido prescindir de la conciencia y
haber encadenado la fortuna,m iéntras llaman p
queñ os y misérrimos y de spreciables á hombres
como Savonarola y como San Francisco,que sólo
han sabido amar,padecer y morir . Pero en torno
de César Borgia y de su nombre,las furias de la
historia,coronadas de serpientes
,que silban y
que derraman veneno de sus fauces entreabiertas,
arrojan toda suerte de maldiciones, que se dilatan
de siglo en siglo y extienden el frío del ódio de
generacion en generacion,m iéntras en torno de
San Francisco de A sís,en torno de Savonarola
,
como en torno de todos cuantos han sabido pade
cer y amar,los monasterios se levantan las le
yendas se cuajan , los peregrinos se congregan , los
artistas se inspiran,los ideales se dilatan y las e s
peranzas vuelan porque sus ideas y sus re cuer
dos son como rayos de luz y de calor espiritual
que todo lo vivifican y engrandecen . Aquel genio
brilla,pero como brillan los cometas . Ha conquis
tado á Sínigaglia ; ha rendido á Faenza ; ha domi
nado á Bolonia ; ha combatido á Florencia ; ha
puesto sus plantas sobre la cerviz de Roma ha
enviado sus condotieros á los cuatro puntos del
horizonte,como lebreles , para que le cacen cas
tillos,condados
,reinos ; ha sometido los barones
feudales ; ha mandado ejércitos ; sin embargo ,
8 2 EMILIO CASTELAR .
toda s estas grandezas pasaron como e l humo de
sus orgías,como e l e co de sus bailes
,como las
carcaj adas de sus placeres,á causa de tener por
objeto único el propio engrandecimiento y la pro
pia medra : que solamente resultan grandes y du
rade ro s lo s servicios prestados á los pueblos ó á
la humanidad,y aquél que sólo se cura de su pro
pio engrandecimiento se achica,de seguro
,á los
oj os de la posteridad y se suicida moralmente en
la historia .
Todo lo contrario,precisamente todo lo con
trario,Garibaldi .
Sea cualquiera e l j uicio que mis lectores hayan
podido formar de l guerrero italiano,á la verdad
,
no puede ninguno de ello s dudar que ora les parez
ca una serie de faltas,ora una serie de virtudes
,la
vida de Garibaldi e s siempre una vida extraordi
naria . Nacido entre e l Mediterráneo y los Alpes,
su alma tiene algo de la poesía de aquella hermosa
naturaleza . Criado en e l mar,acostumbrado á
vencer sus olas y sus huracanes,á deslizarse sobre
los abismos,á recoger en la vela para marchar e l
mismo viento que parece venir á combatirlo , cree ,como todo marino intrépido
,que ninguna fuerza
social puede resistirse al que ha vencido los e le
mentos . Los hombres muy dados al mar,toman
e sa especie de carácter romántico que dan los horizonte s inconmensurables
,las luminosas estelas
,el
84 EMIL IO CASTELAR .
cables guerreros,sino la dulce resignacion de los
mártires ; su rubia melena y su no m éno s rubia
barba,surcada por algunas blancas canas
,le ro
dea de una especie de atmósfera luminosa,como
la que daban por fondo los pintores de la Edad
Media á sus místicas figuras . Decid de él cuanto
querais pero no dudeis que por su ingenuidad y
por su candor se distingue en el mundo maquia
vélico de los diplomáticos y de los anex ionistas
e se marino,ese guerrillero que tiene una sola pa
sion en e l corazon,y e se mismo corazon siempre
en los labios . Se estrella contra las realidades de
la vida moderna ; pero si hay quien crea ,s i hay
quien ame,si hay quien espere en e l mundo
,ten
drá siempre culto al hombre que combatió por
la libertad á las orillas del Plata ; que vino en alas
de su amor patrio á luchar en e l sitio de Roma ;que emprendió la inmortal retirada á Venecia
digna de compararse á la retirada de los diez mil º
que volvió á reaparecer en lo s desñladeros de los
Alpes cuando Italia peleaba por su independencia ;que fué de Caprera á Palermo
,y de Palermo á
Nápoles ahuyentando los Borbones y sus cortesa
nos ; que , despues de haber levantado con los con
juros de su genio y con el brillo de su espada un
trono,se volvió humildemente á su i sla que fué
herido por e l mismo á quien le habia dado la co
rona de Italia ; que do ve un pueblo en peligro all í
RETR ATOS H I STÓR ICOS . 85
está,inspirado por su ideal
,á dar su vida por to
dos los oprimidos y á pelear contra todos los opre
sores .
Un hombre así no puede medir los obstáculosde la realidad . Corre el año 1867
,y por medio de
la convencion de Setiembre se acuerda que no
haya un soldado extranjero en Italia . Garibaldi,
que ya en otra ocasion se habia encaminado á
Roma con sus voluntarios,y había recibido de
manos del ej ército regular,empeñado en detenerle
,
una sangrienta herida,la cual estuvo á punto de
causarle la muerte,debia responder á la historia de
sus antecedentes y al mandato de su temperam en
to . Italia se agita mucho y Garibaldi representa
como siempre esta agitacion . Las tropas francesas
son sustituidas por una legion llam ada de Antibes
y compuesta en su mayoría de legitimistas france
ses . Los italianos dicen que ésta e s una intervén
cion extraña é indirecta y protestan contra ella .
Ricasoli cae por sus tendencias á la dictadura ministerial y por su incapacidad en la gestion ad
m inistrativa . R attazzi le sucede y trata de impedir
con halagos la expedicion á Roma que Garibaldi
idea con entusiasmo . El antiguo dictador sale de
su isla,toca en tierra firme
,remueve los ánimos
,
subleva las ciudades,se dirige amenazador á Ro
ma . R attazzi le detiene y por Italia se extiende
una sublevacion moral . Tener á Garibaldi preso
86 EMIL IO CASTEL AR .
e s como tener presa á la Italia . La nacion forcej ea
como en los tiempos m ás adversos . Garibaldi e s
conducido á su isla y guardado por una escuadra
italiana . Pero Garibaldi pasa en una lanchilla,
aborda á un buque norte —americano,monta
,se di
rige á las costas,desembarca
,corre por aquellas
campiñas,subleva á los pueblos
,reanima á los
suyos y los conduce en Monte -Rotondo á una vic
toria que pare cería legendaria en e l tiempo de las
leyendas . Jóvenes desnudos,hambrientos
,desar
m ados,despues de marchas fabulosas combaten
cuarenta horas en e scarpadísim as montañas,desde
cuyas cim as fortificadas vomita sobre el los la ar
tillería con rabia el espanto y la muerte,y conclu
yen por plantar , subiendo unos sobre los cadáve
re s de los otros,en las torres casi inexpugnables
,
la bandera de Italia . E l sentimiento nacional cre
ce,llega al delirio . E l Rey nombra ministro á
Menabrea . E s un antiguo saboyano , honrado por
carácter,frío por temperamento
,devoto como na
die en Italia de la reaccion clerical y amigo del
Gobierno frances . Su nombramiento e s un desafío
al pueblo italiano . Florencia se conmueve profun
damente . Las calles se llenan de gentes que llevan
banderas,en cuyos pliegues van escritas estas pa
labras A baj o el G obierno y á R oma . Algunos gri s
tos se oyen tambien de Viva la R ep ública . Víctor
Manuel se escapa casi de Florencia y se refugia en
R ETRATOS H ISTÓR ICOS . 8 7
Turin . Pero al llegar oye los mismos gritos,y
más acentuados,más amenazadores . En Nápoles
,
la sublevacion moral es unánime . En Génova l a
policía tiene que trabajar mucho para impedir al
pueblo derribar las estatuas de Víctor Manuel enla plaza pública .
La nacion italiana puede indignarse pero el G o
bierno frances envia sus legiones . E ntónce s e se mis
mo ministerio Menabrea,que tanta consideracion
ha guardado á los clericales,decide
,á su vez
,in
tervenir en los E stados Pontifícios y manda á su s
tropas que pasen la frontera . L a decision es tar
día, porque nada evita , ni la marcha de Garibal
di “ ni la marcha de las tropas francesas . Ademas,
m iéntras éstas se adelantan hasta entrar en Roma,
las tropas italianas parece que se han evaporado
pues nadie sabe dónde se encuentran . L a noticia
de la decision del Gobierno italiano cae como un
rayo sobre la frente del Gobierno frances . L a P a
tr íe,uno de sus periódicos oficiales
,llama á este
acto del Gobierno italiano,que le imponían todos
sus deberes,una declaracion de guerra á Francia .
Aunque el Constitutionnel desautoriza esta inter
pretacion ,se ve bien claro que e l Gobierno fran
ce s se halla decidido á jugar el todo por e l todo y
á correr hasta e l riesgo de una guerra europea .
Impulsa la política contra Roma un clerical,Me
nabre a toma e l mando de un ejército que va a.
8 8 EMIL IO CASTEL AR .
cumplir una obra revolucionaria un conservador,
C ialdini . G aribaldi se fortifica en Monte -Rotondo
y no quiere o ír al G obierno italiano,que le pide
se someta á su direccion .
¿ Qué saldrá de aquí ? preguntaba todo e l mundo .
E s una cuestion pavorosa esta cuestion de Roma,
re spondía la conciencia pública . E l Papa no con
sentirá nunca en que le arrebaten el poder tempo
ral . A todo arreglo político ó diplomático responderá vibrando los rayos de la excom union en sus
manos . Italia no puede ya retroceder,tiene que ir
hasta Roma . S i vacila Víctor Manuel un punto per
derá su corona,arrancada de sus sienes por la Re
volucion . Francia no puede retroceder tampoco . E l
negociar no cabe cuando se hallan los dos Gobiernos
con las armas en la m ano . Un Congreso europeo
e s una utopía . Las m ás grandes potencias de Eu
ropa son protestantes,como Prusia é Inglaterra
,
ó cismáticas,como Rusia
,ó enemigas de l poder
temporal de los Papas,como Italia . Francia ten
drá entónce s que retroceder ante Europa . Mién
tras tanto Bismarck se aprovecha de las tristes
complicaciones de la política francesa para inter
venir eu el Sur con su poderosa influencia y for
zar al Wurtem berg y á Baviera á que acepten la
unidad económica despues de la unidad militar,
hasta que llegue el dia de realizar la unidad poli
tica y administrativa .
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 89
En medio de todas estas tempestades se destaca
la gran figura de Garibaldi . EI no ha medido las
dificultades,no ha pensado en los obstáculos ; ins
pirándose en su fe m aravillosa y en su amor á la
patria,se ha lanzado sin arma s en medio de la re
volucion . E l antiguo dictador vuelve á la isla de
Caprera,no en aquella sencilla nave en que cru
zaba el golfo de Nápoles cuando arroj ó á lo s piés
de T
íctor Manuel la corona de Italia,que no ha
bian podido forj ar quince siglos de guerras y de
revoluciones , sino prisionero de ese mismo rey en
oficial nave del E stado . Los chassepots franceses
habian hecho milagros , segun decia e l general que
los mandaba,cazando como tímidas avecillas á
los voluntarios diseminados en los campos de
R oma .
Pues,á pesar de haberle vencido los franceses
,
corre Garibaldi á Francia en cuanto su libertad
peligra . E ste nombre,que ha sido un talisman
para los pueblos libres,reaparece así que la R e
pública sufre uno de sus mayores infortunios,
amigo leal de la desgracia . Las victorias del pue
blo,sus alegrías
,acaso no verán á Garibaldi
,pero
lo verán siempre los dias nefastos,pronto al sa
crificio . Puede llamársele e l soldado de la huma
nidad . Su núm en e s e l derecho,su pasion la jus
ticia,su ej ército el pueblo
,su alma la idea . El
campo de batalla donde ha peleado está lleno con
90 EMILIO CASTELAR .
los despoj os de la tiranía, que ,
á su paso por la
tierra se han estremecido y s e han derrumbado
los tronos y los cadalsos .
Viejo,enfermo
,herido todavía por la bala del
rey ingrato que le debiera una corona , asaltado
por las enfermedades anej as á sus largas campa
ñas,á sus gloriosas peregrinaciones
,consagra á
la democracia la última centella de su vida,lo
que resta de sus heroicas fuerzas,consumidas en
defensa de los oprimidos,en e l titánico combate
con los opresores del mundo .
Los pueblos que tienen e l instinto de todo lo
grande,lo buscan y lo aclaman como la personifi
cac10n de sus aspiraciones y de sus ideas . Sus piés
flaqueaban ya entónce s ; pero su cabez a conserva
aquella serenidad escultórica en la cual brilla la
inspiracion de Ita lia . Aquella espaciosa frente,
aquellos rubios cabellos,aquel esférico cerebro que
indica su inagotable benevolencia,la azul profun
didad de sus oj os de marino,la sonrisa candorosa
de sus labios,la alteza de sentimientos que revela
su faz,por la cual no ha pasado la sombra de un
remordimiento,su palabra sencilla
,breve
, poéti
ca,le dan en e l juicio de los pueblos el carácter y
e l sello de los redentores y de los profetas .
Hasta su traj e ha pasado á ser legendario .
Cuando los pueblos de S icilia veian su camisa roj a ,su manto gris
,su sombrero tiroles
,creian ver la
92 EMILIO CASTELAR .
Garibaldi . Delante de m i,en Tours
,pidió Ga
ribaldi e l nombramiento de j efe de brigada para
este ilustre m ártir de la libertad . Yo le conocí en
Ginebra .
Era un j óven de treinta y ocho años,alto
,e le
gante,nervioso
,de barba rubia y oj o s azules
,en
los que se notaba una honda tristeza,como si la
luz del dia no entrara en ello s sino á traves de l
duelo por la patria muerta,duelo q ue ponia en su
retina nubes invisibles de lágrimas eternas . Ré
cuerdo una reunion donde pronunció algunas pa
labras por su infeliz patria . No era aquello un
discurso,era un sollozo . Sus manos se crispaban
como si los dolores de todas las generaciones po
lacas las sacudiesen . Sus ojos relampagueaban .
Las palabras salían del pecho entrecortadas porsuspiros profundos
,am arguísim os
,que parecían
e l lloro de todo un pueblo . Tendió los brazos
al aire,habló en frases cortadas
,expresó un do
lor vivísim o,algo semejante á los trenos de Je
remias,á las lamentaciones de los profetas bíbli
cos en las orillas de l Eufrates . Yo en e l sollozo de
aquel héroe vi pasar,como en espesa nube de lá
grimas,el alma de Polonia herida
,desgarrada ,
produciendo y devorando generaciones de cuer
pos esclavos y de almas muertas . Pues bien ;aquel j óven fué á pelear y á morir por una gran
nacion,que defendía la independencia de l hogar y
R E TR ATOS HISTÓR ICO S . 93
la independencia de la patria,perdidas para Polo
nia . Su fe ,su exaltacion
,le llevaron hasta el sá
orificio .
Empeñado en atrevidos reconocimientos,inten
tó detener á numeroso ej ército con unos cuantos
hombres . ¡ Valor inútil ! Cayó atravesado por las
balas prusianas consagrando hasta el último alien
to de su vida á la libertad y á las nacionalidades .
Leonidas le llama Garibaldi . Más sublime que
Leonidas le llamo yo . En los desfiladeros de las
T erm ópilas se sacrificó L eonidas por la inde
pendencia de su propia patria ; y en los campos
de Borgoña,Bosak por aj ena patria . Su alma se
ha desprendido de todo carácter terreno,y ha pa
sado á ser,en virtud de tan heroico sacrifi cio
,
como un matiz del alma luminosa de la humanidad
entera . Su sacrifi cio no ha sido infecundo ; la há
talla de Dij on es ' uno de los pocos triunfos que
registra la nobilísima causa de la justicia y del de
recho . Ahí teneis los compañeros de Garibaldi,
tan calumniados por la reaccion europea .
Acaba de morir para la Naturaleza y no morirá
nunca para la humanidad y para la historia . En
los últimos tiempos ya estaba completamente paralizado y apénas vivia . E l descuido sistemático
de su salud y de su cuerpo,la porfia perpétua con
los tiranos,la guerra en los dos mundos
,la lucha
con los vientos v las olas,las heridas de Mentana
94 EMILIO CASTELAR .
trajéronle reum as,gota y otras enfermedades
análogas,las cuales han postrado su cuerpo en tales
términos que no podia,no
,valerse hace ya tiem
po de sus músculos y de sus miembros,aquej ado
como estaba en una irremediable parálisis . Su via
j e último á Sicilia,emancipada por su poderoso es
fuerzo, pare cía como el entierro de aquellos gene
rales y emperadores antiguos,á quienes llevaban
,
reproducidos en parecida estatua de cera sobre una
cama mortuoria desde e l lugar de su muerte á la
pira,donde se disipaba en humo su cadáver .
A pénas conocida la noticia de su trance último
ha m ostrado Europa entera intensísim o dolor . Las
Cámaras italianas han suspendido por ocho días
sus sesiones . Y coros de alabanza han re sonado
en las dos orillas del Plata,donde su nombre
inmortal y su rostro legendario,consagrados por
una grande apoteósis sm término,representan
recuerdos tan heroicos y epopeyas tan sublimes
que parecerán como la poesía de los genios y no
como la realidad de los anales á las venideras ge
neraciones .
Las entrevistas con héroes de tan excepcional
condicion j amas Suelen olvidarse,aunque muchos
años y m uchos hechos hayan pasado sobre su re
cuerdo . En mi primer viaj e á l talia no di con Gari
baldi,encerrado él en su islote
,donde se apercibía
con tiempo á nuevas hazañas deseoso yo de visi
R ETRATOS H I S T ÓR I OOS . 95
tar los monumentos,cuyas sombras evocara mil
veces en mis estudios literarios . Pero nefasta oca
sion me deparó la fausta de verle y tratarle perso
nalm ente,por la ley misteriosa de las compensa
ciones . Acababa de llegar muy tarde yo cierta
noche de Octubre de l setenta,inolvidable año
,á
Tours,donde re sidía una fraccion de l Gobierno
provisional de la República francesa proclamada
en la tarde histórica del cuatro de Setiembre . Al
amanecer,con mi costumbre de madrugar
,el dia
siguiente,ya estaba en la calle
,cuando percibo
ruidoso estruendo de aclamaciones y ve o gentes
desaladas que corrían hácia el sitio donde se alza
la estacion . Era Garibaldi que,sin prévio anuncio
y aviso,habíase partido
,como dij e antes
,de Cá
prora á Marsella,y de Marsella á Tours . Poco
despues,dos horas más tarde
,Gambetta
,recien
caido de su globo,toma e l primer tren disponible
y arriba con apresuramiento á la capitalidad de l
Gobierno escap ado al sitio y asedio de París . M i
venerable y venerado amigo D . José María Oren
se,á quien quise y respeté como á un padre
,había
ideado,en su entusiasmo por la República
,orga
nizar una legion española y ofre'cerla en su tranceal pueblo frances .
Como no perdonaba sacrificio alguno,ni m en
tia j amas afecto que no sintiera hondamente aquel
gran patriota en su ardiente y exaltado cora
96 EMIL IO CASTELAR .
zon,e l primer nombre inscrito por su mano en
la lista de los voluntarios fué sin vacilacion ysin reserva e l nombre de su hij o . Necesitaba ve r
al Gobierno y yo podía facilitarle con prontitud
esta entrevista,por mi antigua y constante amis
tad con Gambetta,Spuller y Laurier , los cuales
constituían la representacion de l Gobierno pari
siense,revestida de facultades extraordinarias
,que
debia unirse á Cremieux,Glais —Bizon y Chau
dordy ,los cuales salieran de la ciudad sitiada mu
cho ánte s de formalizarse aquel sitio .
Nos encaminamos,pues
,á la Prefectura
,gran
palacio,como casi todas las prefecturas francesas
,
con jardin ameno,aunque triste
,y con ámplias
salas,desde cuyos miradores se des cubren los rien
tes montecillos situados á las márgenes derechas
de l caudaloso Loira . L a primer persona que halla
m os ai paso fué Crem ieux,ministro de Gracia y
Justicia,gran orador
,j urisconsulto eximio
,anti .
guo abogado del rey José,discípulo en declama
cion de Talma,con quien e studiára los comienzos
de su carrera oratoria,maestro de la Raquel
,cuya
maestría le consultaba en los m ás peligrosos en
sayos,varon de tan claro ingenio parisiense
, que
se habia sobrepuesto en él,judío de religion y de
sangre,la gracia elegante á la solemnidad unifor
me de su sacerdotal estirpe semítica . R e cibiónos
con sincero entusiasmo,y llamó con voces repeti
R ETR ATOS H I ST óR I OOS . 97
das al fiel Acates de Gambetta,e l honradísimo é
inteligente Spa ller,á la sazon de linfático en ner
vioso trastrocado por las balas de los tiradores tude scos asestadas al globo aerostático y por e l
mareo sentido en las altas capas de la atmósfera,
parecidas en esto,á pesar de su silencio y su re
poso,al oleaj e inquieto de la mar alterada . Vimos
en seguida,como era natural
,á Gambeta
,y apé
nas acabábamos de abrazarle,oyóse abajo ,
en tor
no del palacio,una confusa gritería demandando
la salida in contz'
nentz'
al balcon de los ilustres hués
pedes . A tal demanda no habia resistencia posibley se llamó á Garibaldi.En efecto
,apareció á la puerta del salon
,apo
yado en una muletilla,pues el tiro dado al pié le
hacía cojear un poco . No recuerdo figura humana
que tanto se acercára en el mundo al concepto que
tenemos de una figura divina . P are cióme un Cristo
de Juanes,circuido por su atmósfera etérea . Las
facciones presentaban e l dibujo escultórico de las
facciones del Mediodía ; y la color el blanco y son
rosado de las encarnaduras de l Norte . Caíale sobre
la espalda e l cabello como un torrente de luz , y en
las retinas claras se reflej aba,como en lago sereni
simo,un cielo de armonía y de paz . Más que á un
guerrero se asemejaba por completo á un redentor,
ó cuando m énos,á un profeta . L a muchedumbre
quedó complacida Gambetta habló,Garibaldi ha
98 EMI L I O CA STE L AR .
bló,Orense habló
,y yo hablé tambien el último
,
recogiendo todos muchos aplausos con aquella re
tórica,de la cual se burlaba luégo e l m aligno
Thiers,llamándola retórica de balcon . Mas no
puede,no
,dudarse que Garibaldi ejercía influj o
sobrenatural con su virtud magnética sobre la voluntad y e l corazon de los pueblos .
El Gobierno frances no mostraba mucho deseo
c1ertamente,ni de aprovechar la espada itálica ni
de tener la legion española . Garibaldi se impacien
taba de un modo horrible,y m e escogía en su
exaltacion á m i para confidente de sus impacien
cias . No habia nadie allí que pudiese como yo
atravesar los salones á su antoj o y ve r á los minis
tros á su arbitrio por conocer á la gente de escale
ra abaj o mucho,á causa de haberles visto á todos
en e l café de Madrid y en la calle de Bonaparte
meses seguidos y áun años,durante m i larga em i
gracion . Por tal motivo iba yo de l salon de Gam
betta frecuentemente al gabinete de Garibaldi,que
tambien habitaba la prefectura,para ver de con
certarlos en sus continuos disentim ientos , receloso
e l uno de que la presencia del terrible inmortal
ofendiera por 01e 1 tos recuerdos á una parte de l
ej ército frances y suscitára en Europa difi cultades
e l otro anhelante por emplear sus fuerzas,aunque
debilitadas,sostenidas por su carácter animoso
,
en holocausto á la R epública . Al fin la legion e s
100 EMILIO CASTELAR .
y al frente de una gran mesa cubierta toda ella de
libros,mapas y apuntes , A pocas personas he oido
hablar el español con tanta gracia como lo ha
blaba Garibaldi , cuyo acento,entre nicense y
americano,ten ía un dej o sem icatalan y semi
andaluz,muy extraño
,y por su extrañeza y va
riedad muy agradable . Comenzó por preguntarme
noticias de la política española, que no podian se r
muy gratas,reciente como estaba e l triste fín de la
República y e l tristísimo advenimiento de la'
R e s
tauracion .
Califi có,lo recuerdo bien
,muy duramente las
resistencias puestas por el escrúpulo de los secta
rios al restablecimiento de la pena capital en las
ordenanzas del ej ército y deploró la votacion de l
tres de Enero,si bien añadiéndome que yo debia
olvidarla,siempre que olvidára e l antiguo partido
federal sus exageraciones doctrinales cosa que ca
lifiqué de imposible . Y despues entró á explicar
sus planes relativos á la campiña romana,con tal
copia de datos estadísticos y de refranes nuestros,
todos traidos á pelo,que estábamos como embo
bados oyéndole . Me recordó al gran Lesseps cuan
do explica su historia del Istmo de Suez ó sus pro
yectos del Istmo de Panamá,á e se Les seps
,hij o
de Barcelona y de Marsella,como Garibaldi e s hij o
de los Alpes marítimos,milagro uno y otro de la
Naturaleza,lustre y ornamento uno y otro del
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 101
Mediterráneo . En tiempo de Cincinato la campiña
romana excedía en saludable y fructífera segura
mente á todas las campiñas de Italia . Mas vinieron
las conquistas con las conquistas,e l crecimiento
de la nobleza y el decrecimiento de la plebe conesta calamidad
,la trasform acion de las tierras de
labor en tierras de pasto con esta trasform acion
descuido del riego y del arado tan fecundante s º
y tras todo esto, perdicion de las acequias , aguas
estancadas,soledad
,abandono
,miasmas palúdi
cas,fiebres pontinas , el envenenamiento de una
gran ciudad .
Cre ía,pues
,necesario desviar el Tiber
,abrir
canales,rehacer la agricultura
,roturar las tierras
para viñedos y sembrados,rodear á Roma del aire
purísim o qu e ne cesita la eterna capital del mundo .
Y en estas disertaciones se consumió una tarde
que no la olvidaré j amas,porque al irme y verlo
tan demacrado,presentí la puesta de ese sol in
mortal,a cuya lumbre se han avivado y han crecido
cien pueblos .
Procuremos,ánte s de volver al estudio de los
problemas sociales una diversion de nuestro ani
mo,embargado en la realidad de la política cor
riente,hácia los ideales de las artes y de las cien
cias,tal como brillan por fortuna en nuestra pa
tria y en nuestro tiempo . Hallábam e yo,cierto
día,en reunion amistosa con varios ilustres inge
nios de Francia,cuando inesperada salida traj o á
cuento un vulgar fenómeno de allí,por mis lar
gas observaciones tambien notado de frecuente y
diario entre nosotros,á saber : lo poco y lo super
ficialm ente que suelen leerse á una entre si los sa
bios y literatos frances es . Aquella ocasion me industrió en cuán dañoso e s tal hábito
,m ás de re
probar y punir en quien,por falta de tiempo y
otros auxilios,como yo
,no logrará j amas de ati
cionado pasar á maestro,y dime á seguir con
atencion e l triple movimiento de las artes,las
ciencias y las letras españolas de hoy,en cuanto
me lo permiten la inconcebible actividad del espi
106 EMILIO CA STELAR .
ritu moderno y la escasez irremediable de mis po
bres fuerz as . No podía ,pues
,cumpliendo con lo
impuesto por mi conciencia y aceptado por m i vo
luntad exentarm e de leer los dos gruesos volúm e
ner sobre materia tan vasta é interesante como la
heterodoxia española,publicados por escritor tan
ilustre y célebre como mi j óven compañero de Uni
versidad y Academia Sr . Menendez Pelayo . Apar
te los méritos de l autor,aquilatados por la sana crí
tica y reconocidos por e l sentir comun,requería
yo de aquellas páginas lo más necesario á las inte
ligencias convencidas , como la mia , la contradic
cion que acera e l temperamento intelectual,como
a cera el gimnasio la fuerza material,produciendo
ideas semejantes á las chispas que producen el pe
dernal y el acero en contacto,y la nube y la tierra
magnetizadas por dos e le ctricidade s contrarias . Na
da tan opuesto como el sistema filosófico mio y e l
s istema de mi contradictor,los cuale s distan cuanto
dista un sentido racional y humano de un sentidos ectario y eclesiástico . Dentro de la Iglesia misma
y sus símbolos propende,ora por su naturaleza
,
ora por su educacion,Menendez Pelayo al m ás cie
go ultramontanismo . Muy aferrado á mis doctri
nas soy ; pero nacido en la intolerancia de otros
tiempos,re solvím e desde mi mocedad á recabar la
tolerancia,y comencé por cumplir la doctrina que
debia sostener y realizar,siendo tolerante con to
108 EMILIO CASTELAR .
perdiera e l sentimiento de otros tiempos y olvidára la fe de toda mi vida . Creo que las ideas viven
cuanto e l género humano las necesita,y que la
contradiccion acompaña siempre á la idea . Sin
tonos graves y agudos no habria música ; sin co
lores y sombras no habria pintura ; sin tésis y an
títe sis no habria síntesis . Somos unos ángeles del
cielo atados á un planeta del abismo por la cade
na de las contrariedade s eternas .
Tengamos la seguridad completa de que si “ el
señor Menendez Pelayo no representara la escolástica secular
,la intolerancia religio
'
sa,e l absolu
tism o histórico,la ortodoxia neta
,como subsis
ten todos estos recuerdos en nu estra edad y con
nuestros progresos co existen allá en las almas
aquej adas del amor á la muerte,repre sentaría otro
ingenio,quizás m énos honrado todo ese hem isfe
rio de los espacios parecidos á sudarios y de lo
astros extinctos . E l libro atesora una inmensa eru
dicion . Sus noticias no tienen número ni precio .
Las clasificaciones se hallan hechas con gran cono
cimiento de la materia y distribuidas con verdade
ro sentido . E l saber que revelan,honra ya
,de
s eºº
uro,no á un mozo en sus floridos años
,á una
sociedad de ben edictinos que se trasmitiera en lar
gos períodos de tiempo e l vínculo secular de la
ciencia . En tan prolij o exámen algunos descuidos
y algunos vacíos se notan,pero que ponen como
R E TR ATOS HISTÓR ICOS . 109
de relieve los indudables méritos de saber y com
petencia sobresalientes en toda la obra . Pero ¡ ay !que la obra tiene los defecto s irremediables de su
escuela . Todo en ella está muerto,e l espíritu y e l
estilo . Aquél tiene la rigidez cadavérica de cuan
tas sectas pugnan con e l espíritu progresivo de los
tiempos modernos,y éste una frialdad marmórea
como las losas de los grandes sepulcros . Diríais
que todo él está escrito con zumo de plantas fune
rarias y pensado entre sombras eternas .
Cómo así comprender y explicar época de tan
ta vida y de tanta luz cual e sa creadora época dela Reforma Luciano
,j uzgando los mártires de l
cristianismo que abren con sus sacrificios los sur
cos y riegan con su sangre los gérmene s de una
sociedad nueva ; los iconoclastas de la Edad Me
dia,viendo en sus furores las armoniosas estatuas
helenas, que juntan la serenidad del pensamiento
con la perfeccion de l dibujo un patriarca griego
decidiendo de la Iglesia latina,ó un pontífice la
tino de la Iglesia griega ; e l hugonote Michelet al
encontrarse con la E spaña del siglo décimosexto,
y el emigrado frances al ver la obra de la révolucion democrática : tal me parece á m i el ortodoxo
español,tratando asunto en cuyos senos penetra
,
no como un magistrado que juzga,como un com
batiente que pelea . Con decir que se desvive por
demostrar la tolerancia de la I nquisicion y por
110 EMILIO CASTELAR .
disminuir la necesidad de la Reforma,está dicho
todo . Con mostrar que,al discurrir sobre los ré
formadores nuestros,sólo ve ingenios vulgares
,
pensamientos mezquinos , lenguaj e ramplon ,para
caer luégo en la cuenta de que Valdez ha publicadolas m ás bellas páginas de nuestra prosa
,y Serret
ha traido e l más glori oso invento de nuestra cien
cia,mostrado está cómo e l vapor de la pas10n hir
v iente oscurecerá la serenidad de l juicio histórico .
Un ortodoxo tan extremo,juzgando de una hete
rodoxia tan radical como la de nuestros grandes
pensadores del siglo décim osexto e s un ciego
que juzga de los colores,ó un sordo de los soni
dos,ó un clásico de Shakespeare
,ó un romántico
de R acine,ó un positivista de cualquier catedral
,
ó un español chapado á la antigua de cualquier alj ama musulmana . Para persignarse ,
exorcisar a
sus enemigos,no tiene tiempo e l Sr. Menendez P e
layo,extático ante las cruzadas exterminadoras de
los herej es de África,y ante las hogueras de la
Plaza Mayor en Madrid .
El empeño deliberado en disminuir la importan
cia de la Reforma,préstale una ligereza de juicio
comparable sólo con la ligereza de los enciclope
distas al empeñarse,deliberadamente tambien
,tra
tando de la Edad Media en menguar la im
portancia de l Pontificado . Como inútilmente le
mostraríais á un volteriano,para mostrarle toda
1 12 EMILIO CASTELAR .
entre aquellos poetas que trataban de fundar la
religion del derecho en la Roma pagana é impe
rial,cuando Cristo y sus discípulos fundaban la
religion del espiritu y estos platónicos de Floren
cia y helenizantes de Venecia y humanistas de
Roma,los cuales Oponían
,lo mismo á la religion
de Martín Lutero que á la religion de San Ignacio,
una serie de dogmas derivados antes de Alej andría
ó A ténas que de Jerusalen y del Calvario . En este
combate á muerte entre la religion tradicional y
la religion nueva,no puede
,no
,desconocerse que
si aquélla,por defender la virtud de las obras
,sal
vó e l libre albedrío,y con él toda la raíz de la vo
luntad,ésta
,por defender los méritos de Cristo y
la divina gracia,si anuló el libre albedrío
,realiz ó
la emancipacion del pensamiento individual y de
l a humana conciencia . Aunque no seamos protes
tantes,como no lo somos ninguno ; aunque profe
sem os por e l catolicismo e sa piedad filial debida,
ciertamente,á la religion santa
,en cuyo regazo
hemos nacido y á cuyos cielos hemos confiado
nuestras oraciones y librado nuestras esperanzas ;no podemos
,no debemos desconocer cuánto ha
contribuido á la cultura universal humana sean
cualesquiera sus faltas y sus errores,la gran revo
lucion religiosa de l siglo décim osexto,como no
podemos desconocer y olvidar cuánto ha contrihuido á la religion cristiana
,como contribuyen
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 1 13
los rios al mar,la hermenéutica de los j udíos
,la
metafí sica de los alejandrinos y la moral de los e stoicos .
E l Sr . Menendez Pelayo,empe ñadísimo en que
toda la reforma religiosa le ha de parecer mal,
y todos los reformadores perversos,j úzgala por
sus minuciosidades y detalles,como esos pesim is
tas que sólo ven de la revolucion francesa los cadalsos
,pero no las ideas
,y de l universo -mundo
los insectos incómodos y no los astros rutilantes .
Juzgar la Reforma por los delirios ó las exagera
ciones,porque tal cura se casa y tal predicador se
desvía de lo verdadero y de lo justo,e s como juz
gar e l sistema platónico por sus símbolos paganos
e l helenismo por la sensualidad antigua,e l Evan
gelio por e l endiablam iento de los cerdos,la teolo
gía por las argucias es colásticas,e l Pontificado por
Alejandro VI : en todo lo terreno se mez clan el
mal y el bien,la verdad y e l error
,cosa innega
ble,á cuya evidencia se resisten los ufanados has
ta creerse á s í mismos demiurgos entre la tierra y
e l cielo,guardadores del Verbo divino en sus pa
labras y de l E Spíritu Santo en sus molleras . Hay
en la conciencia,y se demuestra por la H istoria
,
una revelacion permanente y luminosa . Será,co
mo quieren unos,recuerdo borroso y lej ano de
tradiciones primitivas será,como quieren otros
,
una serie de verdades gradualmente allegadas por
1 14 EMIL IO CASTELAR .
e l esfuerzo tenaz de la razon ,ej ercitando su pro
pio c'riterio pero no puede no desconocerse
cómo e l concepto de l bien ,y e l concepto de la ver
dad,y él concepto de la hermosura se purifican y
perfeccionan á medida que corren los siglo s y
adelantan las ideas . S i esto no e s verdad,yo debo
preguntaros,ultramontanos rancios
,por qué vues
tros eclesiásticos aprovecharon las basílicas para
iglesias ; vuestros ritualistas las lupercales roma
nas y los solsticios de verano é invierno,consa
grados por e l paganismo para fiestas,como la
Candelaria,San Juan
,ó Navidad ; vuestros Pon
tíñce s e l nombre de los ingenieros que levantaron
los antiguos sacros puentes,para sus santas ma
gistraturas ; vuestros jurisconsultos e l Derecho ro
mano para su Derecho canónico vuestros doctores
ó Aristóteles,como Santo Tomás en la Teológica
Suma,ó Platon y Plotino
,como San B uenaven
tura en sus místicos de liquios vuestros literatos
la moral de Séneca y la retórica de Ciceron ; vues
tros artistas,y e l divino Rafael no m e dejará men
tir,para sus 7írgene s , las Gracias encontradas en
las ruinas esas Gracias que se han erguido de snu
das durante tres siglos,cual si fueran ortodoxas
efigies,en la sacristía de S ienna
,ó las Galateas
circuidas de ninfas y triton es que llevan aún los
versos de Te ócrito en los labios,y en la cabellera
rubia,como las algas doradas por el sol de S icilia
,
1 16 EMIL IO CASTELAR .
pero creia un crimen revelar las doctrinas e cle siásticas y entenderse con los traidores y con los di
sidente s . Su disentim iento consistía en proclamar
que Ceciliano ,obispo de Cartago
,cometió ambas
faltas,y que habiéndolas cometido
,pecaba grave
mente la Iglesia católica de debilidad y de flaque
za,con sostenerle y guardarle dentro de su seno
,
cual si nunca hubiera faltado á la disciplina . En
estas contiendas los católicos puros llegaron hasta e l
extremo de acusar al donatismo,infundadamente
por cierto,de admitir las doctrinas de Pablo de
Sam osata contrarias á la base de l cristianismo,
contrarias á la divinidad de Cristo . Mas ya tuvie
ran éste ú otro carácter los donatistas no puede
negarse que produjeron,sobre todo en Africa
,con
sus exageraciones y con sus intransigencias , un
cisma,el cual duró más de cien años . E ntónce s
fué cuando apareció verdaderamente,por iniciati
va de San Agustin á quien corresponde tan triste
invencion,el principio odioso y anti—evangélico
,y
derogador del puro cristianismo , que proclamaba
la necesidad de convencer á los herejes por medio
del hierro y del fuego,y de amparar las doctri
nas cristianas por la coaccion y por la fuerza
material de los gobiernos . San Agustin ,con mo
tivo y ocasion de la herej ía donatista,sostuvo esta
doctrina,verdaderamente africana
,que luégo mo
viera el brazo de los Om are s y de los Muzas para
R ETR ATOS H I ST óR I OOS . 117
extirpar de l África e l cristianismo,esgrimiendo
en su seno la cortante cimitarra de Mahoma . No,
no puede condenarse con acerbidad bastante e l
origen y nacimiento de e sa doctrina de coaccionmaterial
,sustentada por un e Spíritu tan luminoso
y tan vasto,si llega uno á recordar todos los cri
menes que ha avivado en e l mundo ; las persecu
ciones religiosas,las guerras dogmáticas
,la ex
pulsion y extrañamiento de pueblos enteros,e l
potro que ha de scoyuntado tantos huesos , la ho
guera que ha consumido tanta sangre,la intole
rancia que ha afeado y oscurecido con manchas
tan grandes como indelebles las páginas inm orta
le s de la humana historia . S iempre que vemos,ya
en las alturas de los montes,ya en la profundidad
de los valles,un templo
,una iglesia
,un monu
mento elevado á lo ideal,y en cuyos aires las lá
grimas se han esparcido,y en cuyas paredes los
ex -votos se han colgado,y en cuyos pavimentos
los muertos han dormido,y por cuyos altares las
oraciones han volado,hemos visto en ellos un és
fuerzo para la ascension á lo perfecto,un vuelo á
lo infinito,una grada en la escala que conduce á
lo eterno,algo de esos misterios divinos
,que en
nosotros destruyen la terrena naturaleza de las
bestias,con las cuales nos hallamos confundidos
por la materia,y nos prestan la etérea naturaleza
de ángeles,con los cuales nos hallamos confun
:
1 18 EMIL IO CASTELAR .
didos por e l espíritu pero si vemos que al pie deesos monumentos
,verdaderas estrellas místicas
,
se han desencadenado las guerras y las persecu
ciones religiosas,m anchándolos de sangre
,paré
cennos verdaderas carnicerías con verdugos por
sacerdotes y con dioses antropófagos bien distan
tes del supremo bien,de la suprema verdad y de
la perfecta hermosura,que en Dios reconocerán y
proclamarán á una todas las generaciones . Por eso
maldecimos con maldicion inapelable la doctrina
de las co acciones sustentada por San A gu stín ,y
reproducida por el Sr . Menendez Pelayo para com
peler á entrar y á quedarse en la Iglesia,doctrina
errónea absolutamente,y sobre la cual se ha fun
dado la mayor y más crim inal de todas las tira
nias,la tiranía eclesiástica .
Nos hemos detenido aqu í,porque aquí com ien
za una de las más terribles calamidades que han pé
sado sobre la historia moderna,la calamidad de las
guerras religiosas,desconocida por la implacable
intolerancia del Sr . Menendez Pelayo . Cuando los
enemigos de los donatista s se dirigían á los pode
res constituidos,pidiendo su cetro y su espada
contra la herej ía,ignoraban
,en la ceguera de su
conciencia,la complicidad eterna con todos los
perseguidores del cristianismo,con los Nerones
y con los Comm odos y la preparacion y aperci
bim iento de armas,con las cuales
,tarde ó tem
120 EMIL IO CASTEL AR .
tistas,dando á los manes de estas inocentes vic
timas la triste compensacion de una cruenta ven
ganza . ¡ Y en presencia de este resultado,Menen
dez Pelayo loa la infame intolerancia !Despues de todo esto no le queda ni residuo de
razon ni apariencia de motivo al j óven autor para
condenar la intolerancia protestante, que mal
dice como sólo podemos m aldecirla nosotros,los
partidarios de toda tolerancia . Y si tal iniquidad
inspira sus sentimientos,imaginaos los errores
en que se in spirarán sus ideas . Para mirar és
pacio tan ámplio como e l espíritu de la refor
ma religiosa,cargado de mundos y de soles
,ne
ce sítase un grande instrumento, que vea lo muy
lej ano y escudriñe lo muy misterioso necesitase
con seguridad del telescopio,y ha escogido e l
señor Menendez Pelayo el microscopio,á fin de
que le muestre con minuciosidad todos los gusa
nillós encerrados en las menores part ículas . A s í e l
continuo inquirir los detalles y e l contínuo m e
nospreciar los conjuntos . As í el apare cerle como
un misterio almas trasparentes de puro diáfanas .
Imposible analizar con m ás exactitud los errores
y las faltas de Erasmo,s obre quien gira todo e l
segundo tomo de su obra,el más interesante por
cierto y más erudito ; pero imposible tambien de s
conocer con m ás c1ego desconocimiento e l secreto
de sus vocaciones,el resorte de su ministerio his
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 12 1
tórico,la fi losofía de su fin providencial y huma
no . ¡ Ah ! S iempre que se trata de la R eforma y
de l Renacimiento,hay que volver los ojos al ho
landes Erasmo,no porque los literatos le consul
taran,no porque los reyes le oyeran
,no porque
tres ó cuatro correos expedidos de tres ó cuatro
Imperios aguardaran constantemente sus cartas á
la puerta de su m ode stísim a casa de Basilea,no
porque los primeros perfe ccionadore s de la im
prenta aguardaran las pruebas de sus obras y las
recorrieran todos los dias,no porque improvisára
sobre materias innumerables aquellos artículos y
aquellos tratados que tenían algo de la ligereza y
de la gracia y de la prontitud y de la variedad de
nuestros periodistas contemporáneos no por todas
e stas raras ventajas y cualidades,sino por haber
comprendido,ánte s que nadie en Europa
,cómo
una sociedad nueva,que dobla el espacio con los
descubrimientos de América y A sia,que dobla
la vida con la resurreccion de A ténas y de Roma,
que posee un instrum ento como la prensa , que
aniquila un régimen como el feudalismo,ne ce si
taba para elevarse á la verdadera grandeza,una
reforma religiosa,la cual
,sin herir lo e sencialísi
mo al dogma,destruyese tantas supersticiones co
mo habian adulterado y pervertido los presentes y
las confianzas del cielo . Hay más de una analogíaentre la obra improvisada de Savonarola y la obra
122 E MILIO CASTELAR .
reflexiva de Erasmo . Salvar el catolicism o por la
reforma de las costumbres en e l pueblo,y en e l
clero por la reforma de los cánones,de las insti
tu cione s,y de la disciplina , queria Savonarola : sal
var e l catolicismo por la erudicion ,por la ciencia
,
por una alianza con las letras antiguas,por una
renuncia incondicional á las supersticiones más
arraigadas,queria vivamente Erasmo . L a diferen
cia está en las complexiones distintas,en los ca
ractére s opuestos,en las tendencias contradicto
rias,en los entendim ientos de todo en todo diver
sos . Pero e l fin de su obra resulta en ambos á dos
idéntico . El uno lo busca por e l éxtasis y e l otro
por la razon ; el uno por los arrebatos y e l otro por
las meditaciones el uno por los milagros y el otro
por los argumentos e l uno se acuerda siempre de
los demas,y nunca de simismo ; el otro , para diri
gir á los demas,se acuerda sólo de si : por tanto
,
Savonarola resulta en la historia un profeta y t m
mártir,m iéntras Erasmo un erudito y un egoista .
Pero Savonarola y Erasmo tienden desde las altu
ras,á donde los ha elevado su genio
,los brazos á
la Iglesia,y le ofrecen ó la ciencia ó la libertad
,ó
la s letras ó las democracias,ó la República cris
tiana ó el Renacimiento literario,para defenderse
y para salvarse . Erasmo representa en e l movi
miento religioso la prevision que precave ; la astu
cia que husm ea ; el frio juicio que medita la im
124 EMIL IO CASTELAR .
ha prevalecido . L a fe,la abnegacion ,
la grandeza,
la vehemencia,las pasiones todas de l monje ita
liano debieron ser más fecundas ; m iéntras la duda ,la indiferencia
,la frialdad
,la ironía de Erasmo
debian quedar estériles ; que e l escepticismo no
tiene hij os ni mártires .
Da tristeza e l contemplar los últimos días de
este hombre,su mano tendida siempre para pedir
limosna,sus pensiones mal pagadas y perdidas
entre las infieles mañas de administradores y de
intendentes , toda suerte de enfermedades sobre su
cuerpo débil,toda suerte de zozobras sobre su
alm a atribulada,la soledad y el abandono en que
al fin y al cabo cae siempre e l egoísm o,la incerti
dumbre,así para es coger e l lugar propicio á su
vida como e l lugar digno de su muerte,no que
riendo n1 pasar por un puro ortodoxo ni pasar por
un innovador y por un revolucionario . S in embar
go,ha combatido en ésta su existencia llena de
perplej idades dos plagas que afligían entónce s á la
I gle s1a e l exceso de supersticiones monásticas y
el exceso de reaccion pagana ; y ha defendido al
mismo tiempo dos principios saludables : la filo
sofía cristiana que razonaba e l dogma y la vuelta
á los tiempos evangélicos que purificaba las cos
tumbre s . Ningun crítico ha zaherido con tanta.
crueldad,ninguno
,los hábitos paganos de la Ro
ma de su tiempo y las imitaciones serviles de los
R E TR ATOS HISTÓR ICOS . 125
predicadores pontifícios,conocidos con e l nombre
de ciceronianos,los cuales no usaban en sus dis
cursos latinos palabra que no estuviese en Ciceron
contenida . Y como no usaban palabra que no e s
tuviese en Ciceron contenida , proscribian e l nom
bre de Cristo,comparaban á Julio II con Júpiter
olímpico,traían á cuento Sócrates ó Arí stides
,
pero jamas los mártires ; y á Dios le llamaban óptimo
,y á la Iglesia A samblea
,y á la herej ía fac
cion,y al cisma sedicion
,y al obispo presidente de
las provincias,y á las excomuniones interdiccion
de l agua y del fuego,y al Colegio de cardenales
Senado de padres conscriptos,y á la vida eterna y
la comunion de los bienaventurados sociedad de
dioses inmortales . Realmente,si la Iglesia le hu
biera oido,aceptára un poco m ás la razon en sus
dogmas,la ciencia en su teología
,el evangelio en
su moral,desechando tantas y tantas supersticio
nes como atraían sobre su cabeza el rayo asolador
de una revolucion inevitable . Mas para hacerse
oir,para impulsar
,para mover
,faltábale á Erasmo
e l motor de los motores,faltábale e l divino y sacro
santo entusiasmo . S em éjase en todo á Voltaire,en
la ironía,en la gracia
,en e l ingenio
,en la ligereza
,
en la universalidad de conocimientos,en e l gusto
por la polémica,en la tolerancia filosófica y reli
giosa,en la iniciativa tomada para traer una revo
lucion,cuyas consecuencias asustaban al uno y al
126 EMILIO CASTELAR .
o tro,poco amigos del movimiento y de l ruido en
gendrados con sus propias palabras , y muy amigos
de los reyes y los papas,á quienes cornbatian y
denigraban en sus respectivos apostolados y en
sus incansables propagandas . Por esto Voltaire,
que destruye la sociedad antigua , no comprende á
Rousseau,que trae la sociedad nueva
,com o Eras
m o, que destruye la religion antigua , no compren
de á Lutero,que trae la nueva religion . Mas uno
y otro,Lutero y Rousseau
,tienen las exaltacio
n e s,los delirios
,lo s arrebatos
,los impulsos hé
roicos,los desmayos y las flaquezas
,los ataques
n erviosos,las inspiraciones súbitas
,los de sarre
glos intelectuales y las vocaciones extraordinarias
q ue distinguen á todos cuantos 1n1c1an una nueva
idea en la conciencia humana y abren una nueva
e dad en la historia .
E l Sr . Menendez Pelayo,que sabe todas las par
ticularidade s mínimas de la materia por él histo
riada,ignora toda su filosofía . Y la ignora
,no
porque su comprensivo entendimiento dej e de com
prenderla , no ; la ignora porque no quiere alcanz arla su voluntad piadosa
,ni decirla sus beatos
e scrúpulos . El Sr . Menendez Pelayo no tem
e rrar ; teme pecar . S e abstiene de ñlosofías en el li
bro,como se abstiene de carnes en los viérne s : por
no faltar á los preceptos de la Santa Madre Igles ia . Dice lo que e s verdad . dice que influyó Eras
12 8 EMILIO CASTELAR .
la pasion y e l sentimiento ; no tuvieron un pueblo ,no necesitaron ni sentimiento ni pasion y cayeron
á los piés de Erasmo . Pero los hubo mayores que
Erasmo todavía . ¿ P or qué lo desconoce , y si no lo
desconoce,por qué lo calla e l Sr . Menendez Pelayo ?
L arguísimo este artículo,pero ya que lo co
m enzam os,no lo acabemos sin convertir los oj os
á Servet y apuntar algunas consideraciones acerca
de cómo trata e l Sr . Menendez Pelayo á este pen
sador extraordinario . C orto número de hombres
dispiertan la curiosidad y atraen la general aten
cion,como el doctor navarro
,de padres aragone
ses,que
,poco despues de haber descubierto Co
pérnico en sus astronómicas observaciones cómo
discurre la tierra por el cielo,descubrió
,á su vez
,
en los estudios fi siológicos y materialistas,cómo
circula por e l cuerpo la sangre . S i la vida errante
y aventurera ; si la consagracion total á la s ideas:
si e l combate con los ortodoxos,luteranos y cató
licos si la conjuncion de altísimo , sintético y pro
fundo talento analizador ; si las aptitudes de un
metafí sico juntas con las aptitudes de un médico
no le dieran tanto y tan dramático interes,daría
selo su nefasta muerte : que no hay resplandor para
iluminar un alma y e sclare cerla con los reflej os de
la inmortalidad en estos períodos de combate como
la luz siniestra de las horribles hogueras del mar
tirio .
RETRATOS HISTÓR ICOS . 129“
Ninguno de todos estos pensadores viene súbi
tamente al mundo . Todos ellos encuentran sus rai
ce s en los pensamientos diseminados por la con
ciencia ánte s de su aparicion providencial,y to
dos ellos se nutren y alimentan con e l jugo de las
ideas de su siglo . Grandes por algunos pen sam ientos propios
,como descubridores que son de nue
vos celajes ó de nuevos orbes en los senos de la
conciencia,iluminan con algunas gotas de luz .
.
parecidas á estrellas,los hemisferio s de l hum ano
espíritu,y despues
,ó bien caen
,por regla gene
ral,en la uniformidad de los abismos tenebrosos
que forman la noche,ó bien brillan con e l débil é
indistinto resplandor de la vía láctea,en compa
ñ ía de numerosos espíritus análogos,los cuales
componen grupos de pensadores semejantes á las
j erarquías angélicas en el Empireo católico y a las
constelaciones sidéreas en el inmenso espacio .
Ante los ingenios extraordinarios,precisa esti
mar aquello que deben á su siglo,y aquello que
deben á la propia inspiracion y al propio pensamiento . Difícil tarea ésta , por la multitud de e s
tudio s que supone y exige ; más difícil aún tra
tándose de grandes alm as,que tocan á los dos po
los del universo científico,á las ciencias abstrac
tas y á las ciencias naturales ; dificilísima en e l
Renacimiento,que parecia centuplicar las fuerzas .
del hombre y darle á éste con su electricidad y
30 EMILIO CASTELAR .
con su calor las gigantescas estaturas y las colo
s ales proporciones alcanzadas por los sitiadores
de l Olimpo divino en lo s m etám orfóseos de los
poetas antiguos . La correccion y la unidad de l
tipo clásico no se halla,no
,en estos grandes ini
c iadore s de nuestros grandes tiempos . Allá,en
G recia y Rom a , cada hombre cum ple ministerio
unipersonal y único . Por algun poeta cuasi filósofo,
como Lucrecio,y por algun médico cuasi m etafísi
co,como Hipócrates
,hallais en cambio una inmen—3
s a muchedumbre de inmortales ingenios,á quienes
le s ha faltado tiempo y vida para seguir y realizar
m ás de una sola vocacion y de un solo destino .
Epico Homero,trágico Sófocles
,lírico Píndaro
,
h istoriador Herodoto,filósofo Platon
,poeta de la
s ociedad Horacio,poeta del campo Virgilio
,poeta
d e la política Lucano,poeta de la sátira Juvenal
,
han hecho de sus respectivas profesiones otros tan
tos pedestales donde se levantan como armoniosas
é imperecederas estatuas . Pero en e l siglo décimo
sexto ha vivido tanto la humanidad,se ha desar
rollado e l planeta ; la Historia , recien desenterrada ,tiene halagos tan seductores para los entendim ien
tos ; la Naturaleza , rejuvenecida , llama e l amor
humano á su herm osísimo seno con tal e s provo
caciones ; todo aquel espíritu artístico y literario
que hiciera de Grecia la musa de la Hi storia ; todo
a quel espíritu religioso y profético , que hiciera de
132 EMILIO CASTELAR .
posteridad los libros . Nada le interesa,ni e l pla
cer,u i l a ambicion
,ni la riqueza
,como le intere
sa la verdad . Por poseerla pasará sus noches en
claro y sus días en ayuno ; por salvarla combatirá
con heroísm o y morirá en e l martirio . La idea e s
la sangre de su sangre y e l alma de su alma .
Imposible conocer un hombre de tan claro li
naj e imposible,sin estudiar el movimiento qué
lo impulsa y e l espíritu que lo anima . L os gran
des soles brillan en e l espacio porque condensan
la luz,y las grandes almas brillan en e l tiempo
porque condensan la idea . Toda sociedad e s un
sistema,y todo sistema e s un organismo . A sí
como en el sistema se unen y enlazan las ideas en
serie,las instituciones
,á su vez
,se unen y enia
zan en las sociedades,á pesar de su realidad
,con
rigorismo verdaderamente lógico . El rayo que hi
rió a l Pontificado hirió á la teología,hirió á la e s
colástica,hirió al arte católico
,hirió al pintor li
túrgico , hirió á la catedral gótica . Los nom inalis
tas y los realistas,pretendiendo anularse mútua
mente,anulan e l sistema que los ha engendrado y
desaparecen del mundo como si una sola voz los
hubiera despedido . Los edificios góticos se in ter
rumpen todos casi á un mismo tiempo,y sus a r
cos oj ivale s se true can en arcos de medio punto
cediendo e l genio ortodoxo de la Edad Media su
puesto al genio clásico de los griegos y de los ro
RETR ATOS HISTÓR ICO S . 133
manos,lo mismo en la Basílica de los Papas que
en el Escorial de Fe lipe'
II . A las místicas visio
ne s de l Dante suceden las sensuales visiones deAriosto . El Cristo muerto de G iuntta da Pisa
,ré
sucita en e l tercer siglo,á la voz de l Paganismo
,
por los frescos de Rafael y de Correggio . Al pon
tifi cado de Gregorio VII é Inocente III,verdade
ram ente católicos,sucede e l pontificado de Alej an
dro VI y Leon X,verdaderamente paganos . La
c iencia no se llama ya Santo Tomás,se llama Vi
ve s ó Erasmo ; la elocuencia no se llama San B ernardo
,se llama Savonarola ó Lutero . ¡ Inmensa
trasform acion
¿ Por qué ha cambiado todo esto ? Porque ha
c ambiado la antigua metafísica . Todos aquello s
místicos sucesores de los últimos nominalistas que ,tras la grandiosa síntesis de Santo Tomás entre
la teología de los ortodoxos y e l Aristóteles de los
árabes,declaraban imposible razonar la fe y abrían
un abismo insondable entre la ciencia y la creen
cia,iban derechamente á la revolucion religiosa .
Lo mismo descomponían e l dogma NVieff Juan
Huss,Jerónimo de Praga
,desde las iglesias
,que
Roger Bacon,Raimundo L ulio ó Nicolas Cleman
ger desde las escuelas . Aquéllos , los teólogos , ora
pedian e l cáliz para los laicos,ora la interpreta
cion sacerdotal de la Biblia para las conciencias ; y
éstos,los sabios
,ora ponian la fecundidad de las
134 EMILIO CASTELAR .
leyes naturales sobre las logom aquias de los silo
gismos escolásticos,ora declaraban que la razon y
la ciencia no pueden demostrar e l dogma con todo
lo cual,aunque estén ello s esclarecidos por las ré
verberacione s panteistica de un mistici smo ilum i
nista,sin quererlo
,sin pensarlo
,sin decirlo
,á de s
pecho suyo,indeliberadamente
,abren las vías del
racionalismo moderno .
L a caida de Constantinopla se asemeja á la cai
da de Troya ; los helenos venian como e l infeliz
Eneas,con sus penates de Ilion al seno de l Lacio
,
trayéndonos sus recuerdos y sus manuscritos , hu
m edecidos por las olas del naufragio y santifi ca
dos con las lágrim as del infortunio . A sí como las
Cruzadas no sirvieron para rescatar e l sepulcro de
Cristo,y sirvieron para traer la cuna del »munici
pio y del pueblo,los Concilio s de Rávena y de
Florencia no sirvieron para unir e l papa de Roma
con el patriarca de Constantinopla,y sirvieron
para unir el genio de Italia con el genio de Gre
cia ;'
y Platon ascendió , trasfigurado , á los altares
de Jehová ; y e l Verbo Divino,mezclándose á la
miel del H ibla,pasó por los labios creadores de los
artistas que llenaban con sus coros los j ardines
del Arno ; y al empirismo escue to de las áridas és
cuelas tomísticas sucedió un universo idealizado,
aéreo,trasparente
,dentro del cual sobrenaturales
virtudes mágicas se comunicaban con estirpes y
136 EMILIO CASTEL AR .
m ayores y más luminosas inteligencias en esta
fase de l Renacimiento . No se acaba nunca de pé
netrar en los misterios hi stóricos . Aquel A ristó
teles que llamaba las almas , divertidas en la con
templacion de l mundo,á la realidad y á la ex
periencia , sirvió en los siglos medios,inoculado
por los árabes y los judíos en la Iglesia,para m ez
clar cierto naturalismo con la excesiva idealidad
cristiana y aquel Platon,eterno sacerdote de lo
divino,eterno intérprete de lo misterioso y so
brenatural,mediador entre la tierra y el cielo
sirvió para llevar al seno del Renacimiento,pro
penso de suyo al naturalismo,como al seno de la
Iglesia,paganizada y materialista entónce s
,las
ideas sobre los arquetipos eternos,e l Verbo in
creado,el E spíritu Santo
,la inmortalidad del
alma,que levantan á lo absoluto nuestras ala s
cuando las abruma y las paraliza e l barro de la
tierra . Por manera que Platon sirvió igualmente
al paganismo y al cristianismo,en circunstan
cias análogas,como si aquella grande alma hu
biera condensado toda la idealidad del espíritu .
Al mismo tiempo que B e sarion y Jem isto y
Nicolas de C a sa y Reuchlin y tantos otros ideali
zaban e l Universo,los peripatéticos verdaderos
oponían al Aristóteles,m al traducido por los ára
bes y peor comentado por los escolásticos,otro
Aristóteles completamente opuesto al tradicional
RETRATOS HISTÓR ICOS . 13 7
y ortodoxo,cuya infalibilidad se confundía casi
,con la misma tradicional infalibilidad de la Igle
sia . Estaban ciertamente con la creencia tomista
de que e l aristotelismo debe tenerse por la filoso
fía misma en sustancia pero lo restauraban en su
texto verdadero,y al re staurarle en su texto
verdadero,apartábanlo por completo de l seno de
la Iglesia . Para tales peripatéticos , el alma,se
gun la concebía Aristóteles . e ra como una funcion
de l cuerpo,y por consiguiente
,no podia de l cuer
po separarse . Lanzada tal tésis,no hay que de
mr adónde iban á parar los principios de la per
sonalidad,de la espiritualidad y de la inm ortali
dad de l alma humana . S i ésta no puede sepa
rarse de l cuerpo quiere decir que no e s inmortal
e l alma,puesto que muere como cualquiera de
nuestras funciones fi sio lógicas y desaparece y se
entierra tristemente allí donde tambien desaparece
y se entierra nuestro cuerpo . Acusar de esta suer
te al oráculo de l tomismo equivale en e l fondo á
acusar á toda la ortodoxia tradicional . Y no sólo
e l sabio peripatético de aquellos tiempos niega la
inmortalidad de l alma,sino que niega tambien
el milagro,apelando al oráculo de l catolicismo
en la Edad Media ; y no sólo niega e l milagro,
sino que niega e l dogma de los dogmas eclesiásticos
,el dogma mismo de la libertad
,en e l
cual fundaba la Iglesia católica toda su primacía
138 EMILIO CASTELAR .
intelectual y moral sobre la Iglesia protestante.
Con qué cruel complacencia hablaba de la eternaé inconciliable antinomia entre la presencia de
Dios y la libertad de l hombre Cómo dice quesi Dios lo ha ordenado todo
,lo ha sabido todo y
todo lo ha previsto desde los primeros tiempos,
ninguna libertad le queda al hombre y s i e l hom
bre e s libre para obrar malamente,y obra
, pudien
do la omnipotencia divina evitarlo,cuán grande
complicidad le queda necesariamente á Dios'
en e l
vicio y en e l m al ! A sí,no e s mucho que peripa
téticos vanidosos y audaces dijeran que á nadie le
contarian sus ideas sobre la inmortalidad del almahasta que no fueran viej os y ricos . En todo este
movim iento,lo mismo en e l platónico ó idealista
que en e l pe ripatético ó sen sualista , iba contenido
el clamor de la época,el clamor de la emancipa
cion del espíritu,ya lo dilatáran unos hasta con
fundirlo con Dios y la eternidad,ya lo re strin
gie ran otros hasta confundirlo con la materia y
con la Naturaleza . Los filósofos puestos en los
altares de los dioses las estatuas griegas sirvien
do de modelos á los artistas cristianos ; e l mundo
pagano rejuvenecido en los mismos panteones del
catolicismo ; e l Nuevo Mundo trayendo la savia
excesiva y exuberante de una raza y de una tierra
que ni siquiera habian oido hablar de la redencmn
cristiana ; e l rompimiento de l espíritu moderno
140 EMILIO CASTELAR .
inocentes y jovenes,la cuna de la Naturaleza jun
to al sepulcro de la Historia,para dilatar nuestra
vida en la esperanza de un constante progreso .
Casi al mismo tiempo que en e l romano Foro e s
cudriñaba Copérnico los jeroglíficos luminosos de
la noche y movia en aquella inmensa fosa de gene
raciones extintas la tierra en triunfal y eterno
movimiento,los descubridores andaluces
,extre
menos,portugueses
,evocando islas y archipiéla
gos,recorriendo inexplorados estrechos
,dilatan
do con sus quillas e l espacio,descubrían los anti
podas,daban la vuelta entera al globo y ceñían
al Océano inmenso un zodíaco luminoso de in
creíbles glorias y de vivificadoras ideas . Y no so
lamente se descubrían mundos en e l mar y astros
en e l cielo,sino que
,merced á la paleta creadora
de nuestros artistas,la Eva y e l Adan
,metidos
en e l saco y en e l silicio de la Edad Media,envue l
tos en e l sudario de la teocracia,dej aban sus sa
yales de penitentes y surgían á la vista,por los
frescos de las estancias y de las capillas vaticanas,
en la casta desnudez de l Eden sin pecado,m ién
tras la Medicina con su escalpelo encontraba en la
triunfante Anatomía e l esqueleto de nuestro orga
nismo y en la reveladora Fisiología e l secreto maravilloso de la circulacion de la sangre .
E sto era Servet,un hombre de aquel tiempo .
Su grandeza consiste toda entera en haber coope
RETRATOS HIST ÓR ICOS . —141
rado á la obra colosal de tanto siglo . Juzgarlo ,
como el Sr . Menendez Pelayo,por sus defectos
por sus ideas más ó m énos atrevidas sobre la T eología por sus creencias mágicas
,natural resul
tado de l platonismo en boga por sus contradicciones
, que nacen de la grandeza y de la variedad
propias de sus talentos,los cuales tocan así en la
Fi siología como en la Metafísica,e s juzgarlo
,en
verdad,con una incomprensible y ligera estrechez
de“miras
,bien ajenas
,por cierto
,al criterio hu
mano de la Historia en nuestro luminoso siglo .
Qué grande obra conocida está por completo
separada de l terron donde ha nacido y de l tiempo
en que se ha desarrollado Como nuestro cuerpo
no puede salirse del aire de la atmósfera,nuestro
pensamiento no puede salirse de l espíritu de su
tiempo . Juzgar á Servet con nuestro naturalismo
depurado de todo sortilegio y con nuestra ortodo
xia ñjada ya por tantas y tan largas depuraciones ,como e l Sr . Menendez Pelayo
,equivale á juzgar
con las ideas de hoy á los escritores bíblicos,que
,
obedeciendo las supersticiones semitas, proscriben
la Pintura y la E scultura en sus templos ; á los e s
critore s evangélicos,aquejados de mil supersti
ciones judaicas á los escritores atenienses,cuya
mente compendiaba el mundo en su diminuta
hermosa ciudad á los escritores latinos,pagados
de la eternidad de su Roma á los escritores de la
142 EMILIO CASTELAR .
Edad Media,ricos en fábulas más ó m énos diver—a
tidas y en milagros más ó m énos absurdos . Un
positivista encontrará que Servet e s demasiado
teólogo y discurre demasiado sobre la Trinidad y.
otras entelequias ; como un Menendez Pelayo lo
encontrará,dejándose llevar del criterio estrecho
de su escuela,tan sectario en e l fondo como e l
mismo positivista,lo encontrará protestante
,más
aún que protestante,arriano
,heterodoxo vitando
a lquimista,quiromántico
,pitagórico
,eleáticó
,neo
académico ; y despues de m aldecirlo y excomul
garlo,llorando que tal presa de la I nqu1s1c10n
haya dado en poder de Calvino,lo condenará sin
apelacion á las llamas eternas del infierno . Impo
sible la H istoria en manos de semej antes sectarios,
los cuales hacen de su secta el Josafat de las ins
titucione s y de los siglos .
Debemos gratitud,no solamente á los que han
levantado el hogar de la patria sobre e l territorio
comun de la nacion,sino tambien á lo s seres su
periore s que llenan de ideas la conciencia y de ins
piracione s la fantasía nacional . Mucho debemos á
los héroes celtas ó iberos,cuyos labios balbucea
ron la palabra independencia en los oídos de las
tribus nacientes,y cuyas venas se abrieron para
fecundar el suelo con sangre así que aparecieran
sobre él aquellos primeros conquistadores codicio
sos de nuestras mujeres y de nuestros edene s ; pero
no debemos m énos á los últimos poetas,cuya
guerrera trompa esparció e l entusiasmo en los aires
donde pasaban los empeños de Bai lén ó los holocaustos de Z aragoza
,y á los oradores
,cuya pala
bra,verbo divino de la libertad humana
,encendió
los grandes sentimientos necesarios á los combate s y á los sacrifi cios de que surgiera como e l fé
nix de las llamas,nuevamente creada y fortaleci
da y rehecha nuestra madre España . Gratitud al10
146 EMILIO CASTELAR .
rumi que no desmayó en Guadalete,y desde lo s
riscos de Covadonga presintió e l dia de Granada ;gratitud al héroe que ,
caballero sobre su alazan
feudal,abrió con la espada en los anchos campos
de Castilla el surco donde habían de brotar e l
Municipio y las Córte s ; gratitud al cruzado quedetuvo á los em ires del desierto libico en las cumbres de los montes andaluces ; gratitud al nave
gante,creador de nuevas tierras en los mares y
de nuevos astros en e l cielo,como si hubiera de
Dios recibido en depósito la virtud divina de
crear ; gratitud á los soldados , á los martires , á
los santos del Calendario español, que con levadu
ra de su sangre y de sus cenizas han amasado e l
patrio suelo y gratitud mayor,si cabe
,á quienes
lo han embellecido con el esmalte de su pensa
miento y lo han iluminado hasta convertirlo en
sol radiante de ideas y consagrarlo en los altares
de la gloria sobre los cuales no reina la muerte ;gratitud á quien levantó las góticas aguj as de la
catedral de Toledo en las orillas del Taj o ; á quien ,allá donde el Darro y e l Genil confluyen
,bordó
en los patios árabes los alicatados de encaje ; áquien e sculpió sobre las piedras de nuestras mon
tañas las guirnaldas y los ángeles del R enacim ien
to,pintó en las tablas de los bosques los redento
re s y las vírgenes de nuestra hermosura ; gratitud ,sobre todo
,á los pensadores
,á los sabios
,á lo s
148 EMIL IO CASTELAR .
ce á una catedral inmensa , que Dios tiene mu
chas manifestaciones y el culto muchas formas,
que son arcángeles venidos de l Empireo y seres
sobrenaturales formados por el alma de la tierra
todos aquellos que con sus arpas nos anticipan las
armonías celestes y con sus paletas diluyen por
nuestras lágrimas los iris eternos y con sus crea
ciones y sus artes nos dan alas,abriendo á los
oj os ciegos de nuestra carne los ocultos santua
rios eu que vagan los arquetipos contenidos en la
e terna y suprema idealidad .
De todos estos seres privilegiados,ninguno
q ue tenga la vista interior llamada intuicion y lle
gue á las cimas de lo infinito ninguno que acer
que á la realidad e l ideal ; ninguno que lleve al
sentimiento el sursum cerda por cuya virtud subi
m os transfigurados á otro mundo,como el poeta
,
quien idea en su mente algo superior á todo lo
contingente y variable de nuestra impura vida .
Y entre los poetas,ninguno que señale con tanta
e xactitud la edad madura de la poesía como e l
poeta dramático . En los tiempos primitivos suena
e l cantar religioso y e l poema épico aquí se oyen
los hieráticos versos de Orfeo y allí las fórmulas
metafí sicas de Pitágoras extiéndense las poesías
cíclicas y caballere scas en la Edad Media m ez
cladas con las salmodias eclesiásticas : para vivir,
necesita e l teatro una plena civilizacion,y sólo
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 149
despues de las guerras medias crece la escena
griega ; sólo despues de las victorias de l R enaci
miento,la escena británica sólo despues de las
navegaciones y las conquistas,e l teatro español .
Y entre los poetas dramáticos,los mayores
,los
más sublimes,los puestos en e l mundo para per
sonificar una fase del humano espíritu,son á la
verdad,entre los helenos
,Esquilo entre lo s
germanos,Shakespeare ; entre los latinos , Calde
ron . ¿ Tenemos , pues , ó no , motivo para ensalzar
tan grande nombre
La civilizacion contemporánea créese hoy obli
gada á mostrar á los pueblos algunos otros nom
bres m ás que los nombres de su s santos . En cada
efigie,ornamento de las calles en cada fiesta
,ocu
pacion por algunos dias de ciudades enteras ; en cadacertám en donde la Música
,la Poesía
,la Pintura
celebran y glorifican un nombre,contiéne se tal can
tidad de ideas que llegan hasta los hondos abismos
de la conciencia popular y divulgan e l saber rudim entario indispensable á los pueblos . Por virtud
de tal sentimiento unge con su predile ccion cier
tos sitios y los consagra como templo s del arte
para que los habite la humana m emoria y los tras
mita consagrados y bendecidos al agradecimiento
universal . Por tan sencilla manera,en estrecho
rincon de la E lida helénica,un bosque
,más ó mé
nos bello,se convertía en habitacion de dioses ;
1 50 EMILIO CASTELAR .
un arroyo,m ás ó m énos copioso
,en alfeo de
poetas una colina,más ó ménos alta
,en base de
templos ; y todo esto lograba que F idias dej asea llí su estatua de m arfil
, que Píndaro allí leyese
sus versos de oro,que el héroe de Platea ó de Ma
raton arroj ase sus trofeos al pié de aquellos armo
niosos altares,que el historiador de Grecia recita
Se como un orador elocuente sus olimpiadas re
petidas en coros , que los templos surgiesen allí en
las cimas de los montecillos,que el espíritu de una
federacion griega exhalase del contacto entre tan
tas almas v del comercio entre tantos y tan ilus
tres pueblos .
Pues lo mismo sucede ahora con los sitios
c onsagrados por el nacimiento de los grandes hom
b res . Cuando recorreis las calles de Florencia,tan
serena como hermosa,entre los palacios de pé
druscos ciclópeos ,terminados por torres áe reas
como las cre sterías góticas y trasparentes como e l
e léctrico ámbar,las dos figuras capitales que vi s
lumbrais,son la sublime del poeta que llevaba las
llamas de l infi erno en el corazon y la luz de l cielo
en la mente,com poniendo con sus tercetos subli
m e s la nueva lengua italiana,tan música como
la más suave melod ía ; y -tras de esta figura,como
su sombra proyectada en las artes plásticas,la de
a quel titan que copiaba los torsos griegos invemdos entre las ruinas antiguas y expresaba e l trá
152 EMILIO CASTELAR .
intentado las revoluciones y lo hayan establecido
los tratados ; que S i e l mundo fí sico se rige por
fuerzas cósmicas,e l mundo social se rige por gran
de s é inspiradas ideas .
Siguiendo tal ejemplo,festej ó A mbére s á R u
bens,e l pintor que ha esmaltado la corona de sus
glorias llenando de cuadros,inmortales por la
magi a de sus colores y por la sabiduría de sus
composiciones,toda Europa y festej ó Ferrara
con otro centenario al poeta de la imaginacion ar
diente,de la fuerza creadora
,de la risa inextin
guible , de las creaciones disparatadas , de la fan
tasmagoría riquísima , de los tipos inolvidables , delos viajes inverosímiles que regocijára los dias
primeros de l s iglo décimosexto é ilustrára el pe
riodo,sólo semejante á los pe ríódos de Grecia , al
Ariosto ; y festejó á Cam ó ens L isboa , en justa
gratitud por sus cánticos,los cuales anunciaron e l
despertar de la Naturaleza tras las penitencias de
la Edad Media ; y Moscou festej ó á un poeta que
ha muerto en nuestro siglo,P ouchkine
,y á un
poeta París que vivirá en todos los siglos,á Víc
tor Hugo . Y nosotros,con tantos nombres como
brillan á manera de constelaciones en e l cielo con
tantos héroes como llenan los anales de la Histo
ria y dejan huella profunda en las encrucij adas de
la tierra ; con una tradicion que parece soñado
poema, y unas artes que parecen celestial escala ,
R ETR ATOS HISTÓR ICOS .
¿ no habíamos de tener ningun nombre ilustre
que conmemorar y en cuyas sílabas unir e l pro
pio culto y admiracion con e l culto y admiracion
de toda la humanidad ? S í,hemos elegido para
nuestras fiestas cívicas y nuestros centenarios
profanos á D . Pedro Calderon .
Acertada preferencia . Si la Escultura e s el arte
griego por antonomasia,pues representa la indi
soluble armonía entre el fondo y la forma,entre
e l espíritu y 1a Naturaleza ; si la P intura es e l arte
cristiano por excelencia,pues representa la inte
rioridad y la espiritualidad del alma ; si pertenece
á la Roma antigua la sátira sarcástica y á la A lemania moderna e l poema filosófi co ; si el Oriente
se caracteriza por sus templos colosales,y la Edad
católica y feudal por sus agujas góticas ; si e l género propio de las letras inglesas se llama la no
vela íntima,y la gloria de Portugal consiste en
haber dado su mayor y cuasi única epopeya de
verdaderas inspiraciones á la Península ; si Fran
cia se reserva el secreto de hablar y e scribir en
prosa con ilacion y claridad ; nosotros , los espa
ñ ole s,somos la nacion madre del moderno teatro .
De sengáñ ense los extranjeros : ni áun teniendoFrancia
,como tiene
,al cómico más observador y
correcto de l mundo ; áun teniendo Inglaterra , como
tiene,al más profundo y m ás humano de todos
los dramáticos,pueden competir con la escena és
154 EMIL IO CASTELAR .
pañola ,de una variedad infinita
,de un carácter
general incomparable , de una espontaneidad sin
límites,de una fuerza creadora que parece fuerza
de la Naturaleza por lo vigorosa , de un número tal
de autores,que cada uno de ellos podría consti
tu ir por si mismo la literatura entera de todo un
pueblo . Y este gran teatro no sigue ningun im
pulso extraño,no obedece á ninguna extraña tra
dicion ; se cuaj a de nuestro aire y se nutre de los
jugos de nuestra tierra,como aquel Romancero
,
que nace castellano puro en Sahagun y Cardeña,
e levando á ideal de toda la nacion la figura heroica de l Cid
,y concluye allá
,en las rej as de Gra
nada y al pié de las Alpuj arras,entre zambras y
j ácaras , con todos los reflej os y todas las reverbe
raciones de l Oriente Ilíada inmortal escrita por
todos y por todos cantada, que se diría creacion
de l alma colectiva de nuestra E spaña en los empe
ños del combate secular y en los círculos del sacrifi cio eterno acrisolada .
Su originalidad : he ahí la virtud por excelenciade l teatro español . Su núm en está en nuestro cie
lo,su ley en si mismo . De aquí e l sello nacional
que lleva en su conjunto y que lo hace propio de
la humanidad por su natural patriotismo . A sí,en
nuestros dias,cuando los ingenios quieran rom
per las convenciones aristotélicas y pugnen por
sacar e l teatro de la córte y de la Academia,don
256 EMILIO CASTELAR .
católicos entraban á formar parte de las iglesiaslos arcos de las termas y los templos de todos los
dioses ; copiábanse para las logias del palacio de
Leon X los grotescos y las guirnaldas de la casa
áurea de Neron erraban allá en los muelles de
Venecia,como náufragas
,las gentes helenas con
sus manuscritos á la espalda,como en otro tiem
po e l troyano con su padre A nquise s sobre los
hombros,y en los Concilios ecuménicos se junta
ban la Iglesia católica y la Iglesia griega,cóm o en
un solo Dios,en una sola alma . ¿ Quién podia
emanciparse de esta autoridad clásica,pues ? El
teatro español mismo nacía bajo la sombra de las
tragedias de Séneca y recortaba sus m antillas por
los antiguos patrones de Horacio y de Aristóteles .
Su genialidad propia no aparecía en su cuna . Para
desplegarla se necesitó que surgiera el ingenio de
Lope,agrandado por e l ingenio de Calderon
,dan
do á la hispana escena su carácter romántico,su
independencia nativa,su libertad absoluta
,su in
timo sér,toda su grandeza . Indudablemente
,la m a
durez completa del teatro español se alcanza en la
inmortal personalidad de D . Pedro Calderon . Ex
céde le ¡ ah Lope,así en sencillez de lenguaje como
en facilidad de invencion,pero no en fuerza de
pensam iento . Ningun autor antiguo ni moderno
ha lucido la variedad de aptitudes que luce nues
tro autor . Lo mismo enreda la intriga de una come
R E TRATOS H I S T OR I OOS . 157
dia de capa y espada , enmarañando los incidentes
al extremo de parecer imposible la salida ó e l de s
enlace, que materializ a y concreta las ideas más abs
tractas de la teología más sublime ; lo mismo mue
ve al gracioso ébrio,último límite de las especies
sociales inferiores, que á la mujer sublime cuya
pureza y amor se confunde con e l amor y la pure
za de los puros espíritus ; lo mismo desempeña un
drama de Historia que un drama de carácter ; y con
tanta virtualidad entra en los cielos de la revela
cion y de la fe,como en los círculos
”
de la razon y
de la creencia,pues en lugar de una sola persona
en si,parece la literatura teatral en su conjunto .
Admiramos en Calderon lo mismo que nos admira
en Velazquez,su salvacion de la universal deca
dencia que postraba entónce s á nuestra patria .
¡ Epoca tan triste no se conoce en ningun tiempo !L a escolástica podrida en las Universidades petri
ficadas,el Ente dilucidado por toda filosofía
,e l
Romancero de los bandidos sustituyendo al Ro
m ancero de los C ides,los duendes en los aires y
las supersticiones en la conciencia,e l Rey hechi
z ado,e l confesor exorcizante
,las beatas haciendo
milagros mágicos,el auto de fe allá en la plaza de
Madrid,e l proceso de las monjas en los tribunales
,
las Córte s sustituidas por los cortesanos,las emba
jadas de Francia,Inglaterra y Austria echando suer
te s sobre nuestro territorio,Churriguera en la Ar
158 EMILIO CASTELAR .
quite ctura y e l culteranismo en las letras , Cárlos V
sustituido por Cárlos II,e l Don Juan de Lepanto
sustituido por e l Don Juan de los pronunciam ien
tos,lo s cultos en las letras y los gerundios en lo s
púlpitos,una tumba por todo símbolo de la pa
tria y un endemon iado por toda personificacron
de l trono : tal era la E spaña de aquel tiempo . Y,
sin embargo,Velazquez pinta y Calderon escribe
como si nos halláramos en el cenit de la fortuna y
de la gloria .
De todas suertes,si Esquilo e s e l poeta de la
teogonía griega,y Dante e l poeta de la teología ca
tólica,y Ariosto e l poeta de la restauracion paga
na,y Shakespeare e l poeta de la humanidad
,Cal
deron e s e l poeta de la metafísica . Las ideas invi
sibles,que vuelan en torno de las cosas visibles
,
aparecen como de relieve á los Ojos de su alma . E l
lenguaje mudo empleado por los orbes en sus ce
rúleas elipses viérte se con exactitud á la matema
tica sublime de su pensamiento . E l sabe lo que dicen las lunas á sus planetas
,los planetas á sus e s
trellas,las estrellas á sus soles centrales
,los soles
centrales á la Divinidad . Sus versos presienten e sa
unidad sublime de la ciencia moderna,que identi
fica las notas del pentágram a,con los colores de l
iris ; la luz , que todo lo esclarece, con e l calor, que
todo lo vivifica ; e l aereolito , que brilla centellean
te por nuestra baja atmósfera ,con e l cometa
,que
160 EMILIO CASTELAR .
mentales forma humana y entran por los conflic
tos de la accion en las escenas de un drama que
bien puede llam arse divino y eterno . En nuestras
procesiones de Corpus,al repique de las mil cam
panas de Madrid que llenan los aires , al olor de
las flores y plantas arom áticas que cubren e l sue
lo,realzados por las vistosas vestiduras de tantos
pintorescos grupos,de scúbrense los carros de
los autos en form a de nubes,de templos
,de dra
gones,de astros
,donde las compañ ías embarga
das de Real órden representan á la luz del sol,en
medio de las calles,aquellos dramas
,en que las
ideas abstractas toman las formas de personaj es
vivos y representan desde los misterios de la crea
cion hasta los m isterios de la culpa,siendo así la
condensacion de los principios contenidos en la
Suma teológica e l desarrollo de la D ivina Comediade l Dante
,la apoteósis de toda la civilizacion cris
tiana,uno de los aspectos de l espíritu
,una de las
fases del género humano,una de las edades del
planeta,uno de los principales cánticos de l Uni
verso .
UN OBISPO ESLAVOY L A UNION DE L A IG L E S IA G R IE GA Y L A I G L E S IA L AT INA .
1 64 EMILIO CASTELAR .
a ires , cargadas de lágrimas , en cadenciosas e le
gias aquel estruendo,parecido á los estremeci
m ientos del terremoto , costreñ íanm e,al extinguirse
la vela mayor y última en e l tenebrario,á co
germe y asirm e á la basquiña de mi m adre,te
m iendo que las losas funerarias del pavimento se
abrieran y m e tragaran en la oscuridad como bo
cas desdentadas y cavernosas de la muerte , pre
s entida ya entre los regocij os de la infancia
No sé decir qué trasform acion súbita de alegría
se obraba en m i e l Juéve s cuando llegaba de m a
ñañ a temprano á la M isa mayor,veia los celebran
te s vestidos de argénteas casullas , y e l velo mora
do de l altar convertido en blanca gasa,semejante
a los cándidos albores de la esperanza y de la au
rora . Las trompetas angélicas del órgano , los cán
ticos regocijante s de gloria , e l alegre repique de
las campanas , m e inspiraban la idea de que podia
e l hombre redimirse á si mismo sin necesidad del
sacrificio y salvarse para siempre sin necesidad de
la pasion y de la muerte de l Justo . Conforme la
M isa iba de suyo adelantando,mi corazon se iba
tambien de suyo entristeciendo . L as campanas y
e l órgano habian callado e l Evangelio,que yo leia
como pudiera leer e l relato de un suceso en aquel
mismo instante ocurrido á mi propia familia,m e
hablaba de tierna despedida,de sublimes encar
gos,de próximas traiciones y entregas
,de testa
R ETRATOS H I ST óR I OOS . 165
mentos dolorosos,de conmociones
,en las cuales
,
con los signos de l pan y de l vino ,habían de co
mulgar todas las criaturas por siglos de siglos en
mística y sublime cena . P arécem e ver aún la pro
ce sion, que conducía la hostia consagrada en los
Divinos Oficios al recien construido monumento .
R ozagante s pendones de antiguo damasco recama
do la encabezaban y abrían . Sobre las sotanas ro
j as de los m onaguillos y sus roquetes blancos,rc
lucian los altos candeleros de plata,ilum inando la
cruz cubierta que llevaba e l sacristan ,cuya negra
sotana resaltaba entre aquello s subidos colores ylos hacía resaltar
,á su vez
,con extraña viveza .
Venía luégo e l clero en cuerpo,y á dos filas
,lle
vando cada clérigo su vela y diciendo e l himno al
Sacramento en una salmodia fúnebre,cuyos ecos
provocaban á lágrim as como si oyera e l entierrode un sér querido de l alma . Tras e l clero venian
los celebrantes baj o e l palio áureo,revestidos de
sus casullas litúrgicas ó de sus capas pluviales,y
llevando e l cáliz al recatado sagrario . Tras e l cle
ro,los concejales
,con sus capas azules de vue l
tas negras y sus cirios blancos,de gran peso
,cuya
cera derretida cogían los mu chachos de l pueblo
como pudieran coger frutas ó dulces . Muchas veceshe oido caer e l ataud en e l hoyo y sobre su tapa
la tierra . Pues no recuerdo que m e haya este rui
do aterrado como e l redoble primero de la m atra
166 EMILIO CASTELAR .
ca en la alta torre anunciando las Completas . Mecaia de pena
,tras e l rezo al pié de l monumento
,
viendo los altares desnudos,las sacras volcadas
,
l as lámparas extintas,la puerta de l santuario
a bierta,las cruces caidas
,el sagrario abandonado :
¡ ah ! mi corazon parecía e l sepulcro de tantas ytan sublimes tristezas .
Desde aquel punto y hora seguia yo la pasionde Cristo en e l pensamiento con tal viveza
,que
diríase sucedida y pasada en“
m i mismo . L as an
gustias de l Huerto , los horrores de la persecucion ,
las brutalidades de los sayone s , la fuga de los dis
c ípulos , e l beso de Júdas,la mentira de Pedro
l os odios de l fari seo y e l escriba,las infam ias de l
Pretorio,los azotes en e l cuerpo
,la sangre chis
p eada sobre la columna , e l abroj o en las sienes y
l a caña en las manos,el tránsito por la terrible ca
l le de Amargura,los dados sobre los vestidos
,la
cruz acuestas,e l divino rostro impreso en e l
blanco paño de la caritativa Verónica,e l en
c lavam iento en los brazos de l terrible suplicio ; to
d os aquellos dolores,no sólo servían para mover
m e á compasion sin límites , sino para enseñarme
c ómo la vida humana e s un holocausto sin térmi
no y e l mundo un Calvario iluminado á la conti
nua por siniestros y cente lle ante s relámpagos . No
m e cansaba de oír los sermones en que tales trage
d ias se referían,ni de arrodillarm e ante la Pasion
,
168 EM I LIO CASTELAR .
llas negras,y envueltos en sus albas
,se tendían
al pié de las escalinatas de l altar mayor,ocultan
do eu las bayetas su rostro, creia yo asistir al sue
ño último de todos los mortales en todos los pla
netas reducidos á m ares de cenizas . Y no tenía
otro medio de expresar mi tristeza que repetir las
lamentaciones proféticas y llorar la ciudad de sier
ta,sus muros derruidos
,sus piedras diseminadas
,
su santuario abandonado,su templo roto
,sus tien
das profanadas,sus defensores muertos y sus hij as
cautivas en aquella de solacion universal .Pero bien pronto la vida renace de la muerte .
Al dia siguiente,Sábado
,no bien dan las diez
cuando las campanas de la iglesia recobran su voz
los tubos de l órgano sus melodías,las lámparas
de l altar sus llamas,los incensarios de oro y pla
ta sus aromas,los cánticos de gloria su vuelo
,
porque Cristo ha roto la losa de l sepulcro y ha re
sucitado en todo e l esplendor de la vida . Cual si
de antemano ignoráramos lo que iba de nuevo
como en los anteriores años,á suceder
,sobreco
gíanos loco y exaltado regocij o . Corríamos,saltá
bamos á guisa de coribante s antiguos . Quemaba
mos la pólvora como los árabes de l desierto,con
la misma exaltacion y el mismo estruendo . En
aquel intervalo de los repiques de gloria , toda bro
ma,por pesada que pareciese
,era consentida y
aceptada . Nosotros rompíamos los cántaros más
RETRATOS HISTÓR ICOS . 169
hermosos en las cantareras más frescas , y abrumá
bamos de petardos los zaguanes más lim pios y losbalcones más floridos . Perseguíamos con cartuchosde cenizas y harinas á los campesinos que vem an al
mercado,y e strellábam os los huevos frescos recien
cogidos en el corral sobre los pañuelos y los man
tos de las muchachas que volvían de Misa . Antesdel Sábado no pare cía llegada la primavera : tanto
nuestro dolor la entristecia y asombraba . Despues
de l Sábado la espiga brotaba en e l tope de los tri
gos y la amapola en las raíces las almendras com enzaban á endurecerse y las guirnaldas de los de
mas frutales á trocarse en m enudillas frutas vol
via de su em igracion la golondrina,rizando con
las alas e l m antial,y cantaba
,oculto en los bos
ques,e l enamorado ruiseñor ; sobre cada rama cu
bierta de follaje habia un nido y en cada nido de la
nillas ó pajas un coro ; e l azahar mezclaba sus
blancos pétalos con los roj os del granado ; flore
cían las espinas del nopal y temblaban al recibir
las visitas de l fecundante pólen los cogollos de las
palmeras ; subían á los cielos,a guisa de oracio
ne s,los arpegios de las madrugadoras alondras , y
baj aban,como lágrimas de alegría
,las gotas de l
matinal rocío : todo e ra esperanza y amor . E l sue
lo de las modestas calles cubríase de rosas olien
tes,sobre las cuales andaba una procesion ,
salu
dada por las campanas y por las músicas,en la
1 70 EMILIO CASTELAR .
qu e volvían á encontrarse la Virgen -Madre con
dolor y e l Hombre—Dios con vida . De igual suerte
q ue la zumbante abeja saca del amargo romero
d ulce miel,nosotros sacábamos así de la vida ma
terial y diaria purísimos ideales,y esperábamos
,
e n verdad, que ,
al morir,e l sepulcro podrido y
oscuro de nuestro cuerpo se trocaria en la cuña
v ívida y eternal de nuestro espíritu .
¿ Quién avivará estos recuerdos ¿ Qué doctrina
podrá traer al seno del alma este consuelo y estas
e speranzas ? ¿ Dónde volverém os á libar ésta poe
sia ? ¿ Qué cántico penetrará nuestros huesos de
tales escalofríos ? ¿ Qué poema nos interesará como
e l Evangelio ? ¿ Qué tragedia como la P asión ?
¿ Qué alas llegarán al cielo tan pronto cual llegan
las dos alas de nuestras oraciones ? Aunque la fe sehaya trasformado en raciocinio
,el sentimiento en
idea,la religion en ciencia
,los pensamientos nOs
penetran más y más nos dominan cuanto más lle
gan por la sensibilidad en nuestro ser intelectual
y más los dora é ilumina en sus espléndidos cielos nuestra fecunda fantasía . Y la patria de nues
tra imaginacion ha sido la iglesia,como la cuna
de nuestro sentimiento ha sido el hogar . E xpen
mentamos por vez primera en el seno de la famil ia él amor
,y por vez primera en los senos de la
Iglesia e l arte . Y esto s comienzos importan á l avida particular del individuo como el eden perdi
,172 EMIL IO CASTELAR .
L eon XIII á su trascendental proyecto,puesto
que lo esbozaba ya en una de sus últimas alocu
cione s pontifícias,y lo extendía m ás aún
,si cabe
,
ante la última peregrinacion eslava . Como le doyimportancia grande á este movimiento religio so
,
quiero mostraros la persona de Strossm aj er , y para
mostraros la persona de Strossm aj er quiero deci
ros que presidió y encabezó la oposicion á la infalibilidad del Papa en e l último Concilio . Su
competencia en la teología,y su expedicion en
el latin diéronle un grande influj o conciliar . De
haberlo escuchado e l Concilio,sobre todo e l Papa
,
no se promulgára un dogm a que tan contrario
ha sido á la Iglesia y tan funesto al mismo Pontiticado . La Croacia perteneció un tiempo á la
Iglesia griega ; mas al unirse con Hungría pasó
á la Iglesia latina . Despues tuvo,en e l siglo
décimosexto,grandes inclinaciones á la R efor
ma,sobre todo al calvinismo
,que contrastó con
su empuj e la valiente aristocracia magyar,muy
adicta en sus principales familias á la histórica
y antigua causa de l catolicismo . Colocada Croaciaentre los dálmatas
,los servios
,los húngaros
,lo
rumanos,ejerce inmenso predominio intelectual
sobre todos estos pueblos juntos . Y,por conse
cuencia,nada más natural que la propuesta de su
primer pensador á las dos Iglesias entre quienes
comparten sus almas estos pueblos,conjurándolas
R E TR ATOS HISTÓR ICOS . 17 3
á una conciliacion . E l asunto merece que nos detengamos ante él y que lo estudiemos con calma .
En tanto estudio nos sirve de mucho la Historia,
escuela viviente,donde
,no sólo se aprende á co
nocer lo pasado,sino tambien á indagar lo porve
nir . Así como e l encuentro de muchos individuos
análogos nos induce á registrar una especie más
en la Naturaleza,la repeticion de muchos hechos
análogos nos induce á encontrar un sistema de
ideas en la H istoria . ¿ Qué ha sucedido cuando se
ha tratado de unir la Iglesia griega con la Iglesia
latina ? Vamos á verlo .
A mediados del siglo décimoquinto verificábase :
un célebre viaje con este mismo fin . Juan P aleólo
go,emperador de Bizancio
,al embarcarse para
Occidente con ánimo de reunir las dos Iglesias,
latina y griega,desconocía por completo cómo e s
tas grandes oposiciones,que duran tanto en la
Historia,arrancan de la misma naturaleza huma
na . Levantándose con el pensamiento al seno detodos los tiempos
,y comprendiendo la historia de
todos los pueblos,estalla e se principio de variedad
tan necesario como el principio de unidad á la vidade todo el Universo . El éter
, que parece incre ado ,se vuelve luz
,la luz calor
,e l calor movimiento
,e l
movimiento vida,y la vida proviniente de este
principio único,se diversifi ca y separa en aeroli
tos y soles,en planetas y lunas
,en fajas cometa
174 EMILIO CA STELAR .
reas y vías lácteas , en cuerpos lumm osos ú opa
cos, ya de resplandores propios ó ya de re splando
res prestados , que componen las contradiccionesy las armonías
,la atraccion y la repulsion
,los
edios y los amores rein antes en todos los espacios .
De aquí facultades en e l hombre que tienden á lovário
,como la fantasía
,y facultades que tienden á
lo uno,como la razon ; de aquí leyes en la Natura
leza que dan lo múltiple,lo individual
, y _
leyes
que dan lo general y lo sintético ; de aquí eri la so
ciedad las personas,las familias
,las naciones
,las
razas, que son lo vário , y la humanidad ,
y la ra
zon,
'
y la conciencia,y la idea
, que vienen á ser
lo universal y lo uno . ¡ Ah ! No trateis de acabar
en nosotros la unidad,porque acabaríais con e l
género hum ano ; y no trateis de acabar la variedad ,porque acabaríai s con los pueblo s
,con los indivi
duos,con las familias y con las razas . No tenemos
derecho á derogar leyes fatales que pertenecen á la
autoridad y á la prom ulgacion de DIO S , pues tene
mos derecho á reconocerlas y á proclamarlas . Las
naciones,las razas
,las sociedades
,viven de eter
nas competencias,de rivalidades eternas
,de bata
llas sin número que se extienden al arte,al dog
ma,al comercio
,á la industria
,á la ciencia
,á casi
todos los caractére s de la vida .
Francia una,igualitaria
,clásica
,escéptica
esencialmente democrática , é Inglaterra vária ,
76 EMILIO CASTELAR .
nas pero aquélla esencialmente legisladora,y ésta
esencialmente metafís ica aquélla esencialm ente
práctica y ésta esencialmente teórica aquélla ge
neradora de los concilios que dan los cánones , y
ésta generadora de los concilios que dan los dog
mas aquélla autora en el mundo moderno de un
Imperio germánico -latino por excelencia,y ésta
autora de un Imperio por excelencia heleno -orien
tal aquélla con sus pontífices,y ésta con sus
patriarcas ; ambas á dos condenadas á opos icionessin conciliacion posible
, que bien pueden llamarse
guerras sin posibilidad de tregua .
Por consiguiente,e l papa Eugenio IV y e l em
nerador Juan P aleólogo se equivocaban,y se
equivocaban grandemente,al creer que bastaban
sus viaj es,sus entrevista s
,sus conferencias
,sus
mu tuas disertaciones,sus firmas puestas al pié
de las escrituras,sus pactos
,sus convenios más
ó m éno s diplomáticos,para borrar oposiciones
que,radicando en el seno de la Naturaleza
,habían
de sobrevivirle s en las páginas de la Historia .
El viaje de Juan P aleólogo e s una de las mayo
res y más luminosas odiseas que hay en la memo
ria humana . Religiosamente poco significa y nada
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 177
produce . Pero científica,literaria
,artí sticamente
la nave que lo conduce dej a resplandor tan cla
ro en e l océano de la conciencia,como el re splan
dor del sol en la retina de nuestros oj os . E l historiador que se lo figure en nave áurea con blasones
pontificws,bajo dosel imperial
,arrastrado por la
fuerza que toman de l viento las ricas velas de
seda,circuido de una tripulacion que brill a como
un sarao flotante,debe observar en las onda s ro
tas por la proa y desfloradas por la quilla,á ma
nera de esos tritones que acompañan haciendo
juegos de —aguas á las ninfas erguidas sobre su car
ro de concha,las artes plásticas
,la elocuencia
griega,las arengas demostenianas las academias
florentinas,las estatuas clásicas
,las figuras que
surgen de los cuadros multicolores,las orgías ve
necianas,los ej ércitos de artistas
,los coros de
musas,la llama viviñcadora del sensual R enaci
miento . Juan P aleólogo se parece a E néas,de s
pues de caida Troya, que viene con sus penates y
con sus padres al seno divino de la riente Italia,
para erigir un nuevo hogar al fuego inextinguiblede las sublimes inspiraciones
,por las cuales pare
ce que la humanidad pierde su naturaleza terrenay extiende
,allá en lo infinito
,espacios ideales
,
mucho más hermosos que los espacios cerúle os .
Pobre emperador,dócil y humilde instrumento de
la Providencia,va de Constantinopla á Italia
,ol
12
1 78 EMIL IO CASTELAR .
vidando antiguas enemistades , á pedir limosna , sin
s aber que lleva en su nave la mayor de las rique
z as,la riqueza del Renacimiento
,la cual pondrá
s u s esmaltes en las j oyas de Guirlandago sus to
q ues de cincel en las estatuas de Buonarroti,su
Verbo helénico en las arengas de Ficino,su color
brillante en los cuadros de Ticiano,su línea clá
s ica en lasv
írgenes de Rafael,sus Nereidas en
los mares de Grecia yide Italia ,su calor sobrena
tural en las venas ateridas del humano linaj e .
Historiadores superfi ciales suelen decir que este
v iaje debe estimarse como un viaj e teatral ; y no
d istinguen la influencia superficialísima que tuvo
e n los asuntos religiosos de la influencia verda
d era que tuvo en las artes y en las ciencias . Su
p eor aspecto es el aspecto contrario al concilio deB asilea . Distrajo los ánimos de las sesiones de
aquel congreso dividiólo en dos asambleas riva
les ; produj o un cisma pontificio con otro cisma
c onciliar ; y preparando la Reforma , tuvo parte
principalísim a en la revolucion . De suerte que,
sin evitar la entrega de Constantinopla á los tur
c os,entregó á los herej es la parte indudablemente
m ás reflexiva de la antigua Europa . No cerró,no
,
e l cisma,sino por breves dias ; no destruyó , ni
por un m inuto,la oposicion radicalísima entre e l
Oriente y e l Occidente ; no acabó con las competencias de la raza latina y de la raza helénica y
180 EMILIO CASTELAR .
los, que tiene aquí toques de esmeraldas y allá to
ques de rubíes,como un iris marítimo tendido
por las aguas en vez de estar en lo s aires ; las is
las se pintan con los reflej o s de las ondas,y enla
zan de tal suerte las arenas brillantes,con las ho
j as y las flores de los árboles, que parece cada uno
de aquellos reducidos espacios un paraí so flotante ,próximo á irse de las lagunas de SanMárcos á lascorrientes de l Adriático ; ostentan sus edificios tal
combinacion de mármoles preciosos,de columnas
aéreas,de mosaicos bril lantisim os
,de estatuas
ligeras alzadas sobre los botare le s y sobre las cú
pulas como ascendiendo á los cielos,que os cree
riais presa de un sueño fantástico cuando los veis,
segun los realzan los destellos del horizonte ilumi
nadísim o y los espejos de los canales en cuyas
aguas se repiten y se reproducen teatro encan
tador,donde se ven las naves doradas junto á las
góndolas negras las velas amarillas j unto á las
velas blancas,semejantes á gigantescas alas de
aves tropicales ; los marinos vestidos de raso y
los nubios vestidos de púrpura ; los paj es con sus
dalmáticas de terciopelo,y los guardias con sus
armaduras de bruñido metal ; las damas de ojos
negros entrelazando los zafiros en las trenz as
enrubiadas y puestas de color de oro ; los gala
ne s ceñidos de brocados varios agitando en sus
gorras las plumas matizadas ; los senadores con
RETRATOS HISTÓR ICOS . 18 1
sus trajes negros y rojos ; e l Dux envuelto en
tisú y arm iño,coronado por la diadema que re
mata e l pintoresco gorro frigio apercibidos to
dos á recibir al Emperador de Constantinopla
q ue sube desde e l L ido , frente á los esclavones , en
numerosa escuadra pontificia,acompañado por el
Patriarca griego y seguido de una córte de obis
pos,arzobispos
,dignatarios
,cortesanos ataviados
con bizantina riqueza,la cual brilla sobre aquello s
últimos restos decadentes de una civilizacion como
las joyas sobre las momias,y da ciertamente á Ve
necia,entre los acordes de las músicas
,las caden
cias de los coros,los repiques de las campanas
,
los estampidos de los cañones,la lluvia de orope
le s y ramilletes,el gallarde o de las banderolas y
de las divisas e l oleaj e de la poblacion aglomera
da en muelles,puentes y embarcaciones
,todos
los aspectos mágicos de una fiesta fantástica .
El Emperador ha recorrido las islas griegas yha pasado en aquellos instantes por las costas
adriáticas oyendo los clamores de una poblacion
escapada á la cimitarra de los turcos y creída de
que van á conjurarse todos sus peligros y de que
van á concluirse todos sus males . Pasa luégo de l
Adriático á las lagunas,de las lagunas á las bocas
de l Po,entre las aclamaciones de Italia que espera
ver á su santa Roma restaurando e l poder religioso
latino hasta en el apartado seno del Oriente . En
182 EMILIO CASTELAR .
todo este tiempo las fiestas se suceden y las espe
rauzas salen de las fiestas como las mariposas delas larvas . Pero en cuanto los tratados comienzan
,
las dificultades surgen . Eugenio IV espera á Juan
P aleólogo en su trono y al llegar éste á caballoá la puerta del salon hay que medir matemática
mente los pasos á fin de no hacer andar al uno y
al otro ni una línea más de lo debido y poder en
contrarse ambos en el punto medio de aquellos e spacios
,pues á tales etiquetas suelen aferrarse los
poderes históricos cuando más entrados están ya en
su decrépita decadencia y más próximos á su total
perdicion y ruina . A sí,no hay para qué decir cómo
extrañarían los clérigos helénicos la adoracion al
Papa consagrada por los clérigos latinos al besar
le las sandalias,y cómo extrañarían los clérigos
latinos l a altivez de los clérigos helénicos que se
limitaron á bajar ante e l Papa fríam ente la cabeza .
Oh ! Las ceremonias interesaban más que las ideas ,prueba evidente de cómo aquellos organismos iban
poco á poco enfriándose y perdiendo todo el calor
y toda la intensidad de su vida .
Jamas entrára e l Emperador en la córte ponti
ficia,si no lo recibieran baj o e l palio reservado al
Pontífice y jamas aceptára este mismo palio ,si no llevasen sus varas príncipes de familias rei
nantes . Jamas consintiera en acercarse á la puertade la sala
,donde la recepcion se verifi caba
,sino á
184 EMIL IO CASTEL A R .
S i tales difi cultades encontraban ya en lo exter
no,en lo convencional
,en lo ceremonioso
,imagi
nese cuántas habían de encontrar en lo interno
en lo e sencialísim o,en lo dogmático . Creían los
griegos en la procedencia del E spíritu Santo,y
los latinos en la misma procedencia ; pero aquéllos
lo derivaban de l Padre solo,y éstos de l Padre y
del Hij o á un mismo tiempo ; creian los latinos ene l Purgatorio
,y no creian los griegos
,ó,por lo
m énos,dudaban ; comulgaban los latinos con pan
ácimo,y los griegos con pan de levadura ; aplica
ban los latinos e l celibato á todos los clérigos,y
los griegos á unos clérigos si y á otros no ; pedian
los latinos que en las deliberaciones se procediese
por medio de debates,como en las asambleas
,y
pedian los griegos que se procediese por medio de
preguntas y respuestas,como en las escuelas ; sus
tentaban los latinos el texto sigmente del símbolo
de Nicea P a tri,F ilioque procedit, y sostenían los
griegos que el F iliogue resultaba una falsa interpo
lacion ; sostenían los latinos que los griegos á su
vez habian interpolado en los textos originales e l
D escenditde cce lis y el S ecundum S crip turas , y és
tos lo negaban : de suerte,que en ceremonias
,en
pre em inencias , en ritos , en dogmas , en escrituras ,existian disentim ientos reveladores de la eterna
inconciliable antítesis existente desde los tiempos
m ás oscuros de la Historia,desde los pueblos m ás
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 185
primitivos de la tierra,desde los asomos y los al
bores más lej anos de las teogonías entre e l Orien
te y e l Occidente .
Las diferencias que habia necesidad de compo
ner,demandaban mucho tiempo
,y el tiempo que
habia necesidad de emplear,demandaba mucho di
nero . Emperador,Patriarca
,obispos
,arzobispos
,
todos los griegos vivian á expensas del Papa . Y
e l Papa se hallaba muy arruinado,porque los tri
butos puramente religiosos m enguaban al golpe
de los decretos de Basilea,y los tributos regios
,
políticos,feudales
,m enguaban al golpe de los
condotieros de Rom a . ¿ Cómo salir de tanta difi
cultad ? Si por pura economía licenciaba el Conci
lio, ¡ qué pérdida tan grande para la Iglesia católi
ca ! Y si lo retenía, ¡ qué ruina tan irreparable para
e l Tesoro pontificio ! Todo su poder espiritual se
hallaba empeñado en retenerlo,y todo su poder
temporal en despedirlo . A tantas angustias,se le
ocurrió una idea,recurrir á la proteccion de Cosme
de Médicis y demostrar á éste cuánto ganaria su
Florencia,de la cual se llamaba padre
,con reci
bir y alojar el Concilio . Cosme,que
,segun malas
lenguas,debiera su fortuna increible á haberse
quedado con las riquezas acumuladas por el
papa Juan XXIII,consagraba estas riquezas ,
no sólo al esplendor de su familia y su persona ,s ino tambien al esplendor de su ciudad y de su
186 EMIL IO CASTELAR .
patria . Inteligente , poderoso , espléndido , riquísi
mo,aquí tenía una academia donde deliberaban
los sabios,allí una escuela donde aprendían los ni
ños,en este lado un taller donde trabajaban los
artistas,en e l otro lado un jardin donde tañían
los músicos y cantaban las damas,tres ó cuatro
iglesias magníficas en Florencia,tres ó cuatro
magníficos monasterios en las colinas cercanas,
un vasto hospital en T ierra Santa,institutos de
todas clases que hacían de su ciudad e l santuario
y de su familia el núm en de aquel incomparableperíodo en que comenzaba por todos los horizon
te s á lucir la alborada inmortal de l Renacimiento .
Tener e l Concilio en Florencia alojar al Empera
dor y al Patriarca griego en aquella república ate
niense ; ver y tratar á tantos sabios ilustres ; de
partir sobre los problemas universales con los
hombres de tantas regiones ; mostrar aquella severísim a é inspirada poblacion e l cam panile de l Giot
to,la rotonda de Santa María dei Fiori
,los pala
cio s y las iglesias,tentacion verdadera para la
grandiosa alma que sabía gozarse en todos los és
pe ctáculos del arte y que sabía prestar culto reli
gioso á todas las grandes é im perecederas ideas .
I V.
Ademas,Eugenio IV estaba convencidísimo de
que la influencia personal de Cosme de Médicis
—188 EMILIO CASTELAR .
nia que el E spíritu Santo dim anaba de l Padre y del
H ij o juntamente . La Pascua se venía encima y la
Semana Santa lo retardaba todo . Segun varios his
toriadore s del Concilio,para acortar las razones del
e ntendimiento,acortó e l Papa de tal modo las ra
ciones de l estómago,que los padres griegos se mo
rían m aterialmente de hambre . Algunos,ó más
vehementes ó m ás famélicos,decidieron partirse y
d ej ar en tal estado e l de seadísim o pacto ; pero e l
Emperador de Constantinopla, que lo supo , encar
gó á los guardias de la ciudad extrema vigilancia
en las puertas y e l impedimento resuelto á tal deci
s ion,si preciso fuere
,por e l empleo vigoroso de la
fuerza y la apelacion implacable á las armas . Mas,
á pesar de esta energía,encontrábase en tales tér
minos acongoj ado el Soberano de Constantinopla,
que escribió al Papa despidiéndose,porque redu
cido el asunto á quitar ó añadir una palabra del
Credo,y no queriendo los latinos disminuirlo ni
los griegos aumentarlo,todo estaba perdido
,y no
había más remedio que irse á Oriente com o había
venido . Y se fuera ciertamente,y se acabara todo
,
s i B e sarion,el gran amigo de Cosme
,no redujera
e l problema á términos de hacer admitir a sus
correligionarios griegos que si e l E spíritu Santo
no provenía del Padre y de l Hij o j untamente,pro
venia del Padre por el H ij o . Con la simple admis ion de esta partícula trastornó hasta las inteli
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 189
gencias más convencidas y mov10 hasta las volun
tades más tenaces,pues la cooperacion de l H ijo
al Padre no podia ser como la cooperacion de los
instrumentos en las obras . A pesar de tales sutilezas
,las disensiones sobre todas estas fórmulas se
dilataron desde los primeros dias de Abril á los
primeros dias de Junio,en que el Emperador usó
de toda su autoridad para conseguir una adhesion
de la mayoría de los obi spos griegos al sentir uni
versal de la Iglesia latina ; y todavía nada consi
guiera si de su lado no se inclinara muy resuelta
mente Isidoro de R ievo,y si e l diez de Junio no
muriera e l Patriarca mismo de Constantinopla,de
j ando escrito que se adhería por completo á los
dogmas y á los cánones de la Iglesia católica .
Mas,desde el décimo al trigésimo dia
,se oscure
cieron mil veces los horizontes y se acercaron las
negociaciones á términos de rompimiento . Poco
despues de l décimoquinto pidieron permiso los
griegos á los latinos para irse á Venecia . Y sola
m ente el dia veintiseis,cuando se encerraron seis
doctores en la biblioteca de l Papa,y e l Empera
dor,con todo su clero
,refrescó en e l refectorio
,
resueltos á terminarlo todo,se consiguió una ave
nencia confirmada en la fie sta de San Pedro el dia
veintinueve ' de Junio . Y áun por aquellos mo
mentos estuvieron á punto de romper las negocia
ciones,á causa de que el nombre de l Em perador
190 EMIL IO CASTELAR .
no iba junto al nombre del Papa en la cabeza delos de cretos conciliares , y á causa de que la su
prem acía de éste se declaraba segun los dichos delos santos y no segun la letra de los cánones . Por
fin,e l cinco de Julio se firmó la concordia por e l
Papa en su palacio de Santa María Novella,por
e l Emperador en e l palacio de Strozz i,por los
griegos en la iglesia de San Francisco,y por los
latinos en la iglesia de San Pedro .
E l Papa se regocij aba por la terminacion delc isma
,y Florencia con la alegría de l Papa . Si las
calles ardian en fiestas, y a puede imaginarse qué
sucede ría en la catedral,reunidos el E mperador
de Constantinopla y el Pontífice de Roma,ento
nando sendos coros los padres de la Iglesia latina
y los padres de la Iglesia griega,cuyos acordes se
j untaban en la inmensidad de los cielos . Santa
María dei Fiori acababa de termin arse y su cúpu
la áun no pare cía enteramente terminada . Y bien
puede decirse que la novedad del edificio corres
pondia con la novedad de l instante . No e s uno dee stos templos del Renacimiento
,en que los gran
d es arquitectos juntaron con cierta maj estad losarcos de las termas romanas y la rotonda del Panteon elevada sobre el crucero á las alturas
,como
c ompitiendo con la misma bóveda del cielo ; no e stampoco una de e stas iglesias góticas
,tan subli
m e s,que recogen la luz por las ventanas triangu
192 EMILIO CASTELAR .
cia . Hoy mismo,adornada por cinco siglos suce si
vos,parece Santa María de i Fiori demasiado aus
tera por demasiado desnuda . ¿ Qué no pareceria
entónce s,recien conluida
,apénas quitados los an
dam ios necesarios á la construccion de su maravi
llosa cúpula ? En e l pavimento brillaban los lirios
de las armas florentinas cantados por e l poeta,
frescos y bellos como lirios selváticos de las cam
piñas toscanas ; en las paredes se veian sepulcro
tan dignos de respeto como e l de Giotto, que in
m ortalizó con sus pinceles á Florencia,y como e l
de Orso,que la defendió con sus huestes ; aqui la
silla de San Z enobio,cincelada por la mano de
Ghiberti y sostenida por seis ángeles que parecen
venir,no de los cielos cristianos
,de los campos
donde crecen los laureles de lo s dioses y corren las
aguas de la Castalia y del Alfeo ; all í e l San Mar
cos de Nicolas de Arezzo en su austera severidad,
ó el fresco de Paolo Ucello,que representa uno
de los más valerosos condotieros ingleses montado
sobre su caballo de guerra ; en la pared maestra
lateral de la izquierda,el Dante
,entristecido
,en
vuelto en su larga túnica,ceñida la cabeza con
gorra florentiria y corona de laurel,mirando la
ingrata patria,á quien devolvió
,en cambio del tris
tísimo dón de la vida,el rico dón de la gloria ; en
la sacristía,las puertas de bronce
,enriquecidas
por los baj o -relieves de Robia y á pesar de estas
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 193
m aravill as perdidas en aquellos espacios , reina por
todos ellos una verdadera desnudez, que convenía
a l momento supremo de la reunion última del Con
cilio,porque no renovaba con ningun recuerdo
doloroso antiguas heridas,ni ofendia con ninguna
evocacion inoportuna de tiempos ya pasados anti
guas y santas tradiciones .
Mas durante la misa en que se promulgó e l
d ecreto final de l Concilio,brillaba Santa María de
Florencia,como nunca tapizada ricamente
,e scla
recida de infinitas luminarias,ocupada por m u
chedumbre de cardenales,patriarcas
,príncipes
,
arzobispos,obispos
,gentiles —hombres
,damas
,pa
jes,caballeros
,soldados
,vestidos todos con sus
más ricas preseas,y sobre los cuales levantaban
sus sagradas cabezas el Pontífi ce de Roma y elE mperador de Constantinopla . E ste de slumbrabaá cuantos le veían con una piedra que ostentaba
sobre su frente,y que diríase arrancada por sus
vislumbres al sol,para comprar con su precio la
tierra . Era un rubí del tamaño de huevo de palo
ma . P arecía imposible superarle . El Papa llevaba
sobre su túnica de color jacinto,bajo la cual sa
lian sus sandalias de púrpura realzadas con cruces
de brillantes un alba de encaj e veneciano,y so .
bre el alba una capa pluvial de tisú de oro reca
mada con pedrería y circuida por franja com
puesta con las mejores perlas que hasta entónce s13
194 EMILIO CASTELAR .
s e halláran en los mares . Su tiara,cincelada por
Ghiberti para aquella ocasion suprema,correspon
d ía á la solemnidad de la ceremonia,única en lo s
anales de l mundo . Treinta y ocho mil florines va
l ían las piedras que la adornaban . Relieves repuja-dos de la manera más exquisita la cubrían de aba
j o arriba . Por un lado veíase Nuestro Señor en
.troiro de nubes y circuido de ángeles,y por otro
l ado Nuestra Señora,circuida de ángeles tambien ;
figuras con tal belleza dibuj adas y esculpidas, que
podia creerse en la resurreccion y advenimiento deF idias
,entregando al cristianismo este baj o -relie
ve trazado con los cinceles perdidos entre las rui
nas del Parthenon . Para mostrar e l Papa su incal
culable superioridad sobre todos los patriarcas de
todas las Iglesias,no habia menester ni las sen
téncias de los Santos Padres,ni los cánones de
los concilios ecuménicos bastábale presenta rse
con su tiara en la frente y decir al mundo que rei
naba sobre almas capaces de idear y de ejecutar
aquellas milagrosas maravillas .
S i luégo tendíais la vista por otros lados , de scu
briais junto á los grupos de cardenales vestidos de
púrpura,los grupos de diáconos con sus casullas
argentadas aquí los magistrados florentinos,eu
vuelto s en rozagante s túnicas de terciopelo y raso ,cerca de los frailes de todas las órdenes
,con saya
le s negros pardos,azules y blancos ; allá los ar
196 EMIL IO CASTELAR .
gano,los ecos de los cánticos sagrados
,las nubes
de l incienso,la solemnidad de las ceremonias en
que oficiaban ó tenian la participacion de su presencia prelados venidos de tan remotas regiones
,
diputados de tan diversas Iglesias,y decidme si
al romper Eugenio IV en el T e D eum sublime y
contestarle e l coro inmenso formado por tantas
voces y e l clamoreo de todas las campanas de E lo
rencia echadas al vuelo en alegre repique,no de
bia parecer,por olvidada y perdida que esténues
tra pobre tierra en los espacios,la sublime aseen
sion de su espíritu,del espíritu humano
,por esas
trasformaciones propias de su inspiracion y de sus
ideas,desde el polvo y las sombras de este mundo
limitado á la inmensidad de la gloria y á la pre
sencia del Eterno . P arecía que así como al con
cluirse el mundo antiguo y cerrarse el libro apo
calíptico de la antigua historia ; cuando el Capito
lio temblaba á guisa de montaña de sgajada en pe
dazos y los dioses de la Naturaleza caian á guisa
de hoj as desprendidas del árbol de la vida en la
interse ccion del Asia y Europa,en Nicea
,se ha
bía reunido,bajo la espada de los bárbaros aullan
do hambrientos de matanza,los Padres de la Igle
sia para completar la idea de l Padre con la idea
del Verbo once siglos más tarde,cuando e l Va
ticano bamboleaba á los primeros asomos de la
herej ía y á las primeras sublevaciones de l clero,y
RETR ATOS HISTÓR ICO S . 197
Bizancio se doblaba á la cimitarra de los turcos,
la Iglesia del Oriente y la Iglesia de Occidente se
unían en el Concilio de Florencia,Jesucristo y
Platon en las academias de la filosofía,á fin de
difundir por el espíritu humano,á la hora de co
m enzar la historia moderna,de nacer el nuevo
m undo,de renacer e l antiguo,en aquel Tabor de
la humanidad,el fuego divino del E spíritu San
to,quo necesitaban para completarse la razon li
bre y la conciencia emancipada .
E scena verdaderamente teatral,la escena de
Florencia . Los particulares intereses de las dos
aristocra cias eclesiásticas,las ideas personalísim as
de l Papa romano y del Emperador griego,las es
colásticas composiciones de los Médicis en sus
asambleas de Florencia,dej aron existente un cis
ma que no sólo provenía de las contradicciones
externas en la naturaleza humana,sino tambien
de la radical é inconciliable Oposicion entre Orien
te y Occidente y de la implacabl e y antigua ene
miga de la ciudad de Roma y la ciudad de Cons
tantinopla . Miéntras e l Imperio de Occidente no
se restauró,y los Papas aparecieron
,con más ó
m énos verdad,súbditos de los Emperadores bizan
tinos,existian diferencias más ó m énos graves entre
las dos Iglesias ; pero no era contradiccion radical
é insoluble . Fúndase e l Imperio neo -latino á principios de l siglo noveno , en la Noche -Buena del
198 EMIL IO CA STELAR .
añ o 800; y setenta y cinco años más tarde se forma
liza y se funda ya en definitiva e l cisma de Oriente,
que rasga e l seno de la Europa cristiana y rompe endos la unidad antigua de la Iglesia católica . E sta
coincidencia entre la venida de l Imperio y la con
sum acion del cisma prueba e l sinnúmero de causas y de razones pol íticas que determinaban tal
"
.
m ovimiento ; causas y razones agravadas por la
trasform acion de l Imperio carlovingio en puro I m
perio germánico .
Los orgullosos griegos,ufanos de sus títulos
históricos,difícilmente podian reconocer como
superior en religion al Papa de Roma,obligado á
reconocer como superior en política al Emperador
de Alemania . S i tal hicieran,faltarán por comple
to á la lealtad debida por todo pueblo á su histo
r ia,y se convirtieran de señores en esclavos de
sus antiguos esclavos . A esta causa universal y
primera uniéronse otras muchas causas segundas
ocasionales y determinantes . Pero dejad á un lado
la guerra de los iconoclastas ; prescindid de las lu
chas entre e l patriarca Focio y e l patriarca Igna
cio olvidad las ambiciones de Miguel Ce rulario 1
que da e l toque último al cisma como Focio le
habia dado e l primero ; y viendo que en una mis
m a edad se verifica la restauracion del Imperioo ccidental por la Iglesia católica y la separacion
de la Iglesia católica de l Imperio orienta l , atri
200 EMILIO CASTELAR .
lampagueante la revolucion . A sí e s que en cuanto
llegaron los emisari os griegos y e l Emperador deConstantinopla acabó e l pacto
,continuó e l cisma .
L a única consecuencia tangible del Concilio deFlorencia fué horrorosa impedir la reforma de la
Iglesia por el Concilio de Basilea,lo cual induda
blem ente equivalía en puridad á traer y acelerar la
revolucion dogmática . La Historia no debe tomar
se como un conjunto de varios hechos,sin lógica
ninguna que los enlace ni pensamiento que los
anime . Cuando en circunstancias várias,contra
dictorias,por e l tiempo y e l espacio separadas
,un
mismo hecho se repite,indudablemente obedece á
un sistema de ideas y á un conjunto de fuerzas,
que podemos con exactitud señalar y no podemos
con claridad definir . Por qué la inmensa mayoría
de la raza latina en e l Viejo y en e l Nuevo Mundo
e s católica ? Por qué la inmensa mayoría de la
raza germánica y saj ona en el Viejo y en el q v0
Mundo e s protestante ? ¿ Por qué los eslavos cons
tituidos y acampados en e l Oriente de Europa suelen profesar en su inmensa mayoría la religion
griega,e s decir
,la religion oriental ?
Difícil que convengan dos religiones distintas,
dificilísim o . Se llega tarde ó temprano á un acuer
do en aquellos principios que se reciben por el ra
ciocinio y se propagan por la demostracion . A lasrigorosas pruebas en que las verdades m atemáti
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 201
cas se fundan,re siste se con dificultad el entendi
miento más repulsivo á la persuasion y más ciego
para la evidencia . Pero los dogmas religiosos,
asunto de fe,de inspiracion
,en que las creencias
predominan sobre las pruebas,y cuyo criterio re
side principalmente en e l corazon humano y en
e l humano sentimiento,no admite esas transac
ciones que delatan la falta completa de l vigoroso
entusiasmo natural á todos los creyentes .
A sí,cuantos esfuerzos emplee un prelado tan
distinguido como Strossm ayer en resolver una
irresoluble antinomia,e stre llaránse contra la fata
lidad incontrastable de los hechos . Más que predi
car inútilmente re conciliacione s imposibles,valdria
persuadir á una y otra Iglesia de la necesidad en
que están,si quieren salvar la parte de ideal con
que iluminan las noches del espíritu humano y
consuelan sus dolores,compenetrarse
,dentro de
su tradicion,del espíritu moderno
,y servir la
causa de la libertad,constituyendo grandes aso
ciacione s profundamente piadosas y espiritualistas,
las cuales guardáran la norma científica de las le
ye s , la in spiracion pura del arte , las escuelas de la
ciencia rompiendo las ligaduras materiales con
los E stados,renunciando á todo temporal dominio
y á toda fuerza coercitiva,para de esta suerte acer
car al cielo la tierra y la humanidad á Dios .
Combatíamos en otro tiempo,los que aspirába
mos á la libertad,una filosofía reaccionaria , la
cual condenaba irremisiblemente la razon del hom
bre al error y su voluntad al mal , constituyéndo
lo en esclavo de una fatalidad cuyos secretos man
datos podia tan sólo interpretar soberbia oligar
quia de sacerdotes convertida en sacro colegio de
augures y destinada,por ende
,á eterna domi
nacion y soberanía sobre esta ergástula de per
pétua oscuridad y am arguísim a afl iccion . Lo comprendemos y lo explicamos fácilmente ; compren
demos y explicamos que los restos del mundo
antiguo,convertidos en ruinas irreparables por las
revoluciones del mundo moderno,se coronen de
amarillo jaram ago , de punzante ortiga , de ponzo
ñ osa cicuta . No podemos pedirles á los muertos que
respiren y anden ; que despidan de sus oj os luz ,como no sea la luz fosfórica del fuego fatuo ; que
presten calor con sus huesos mondados y yertos ;
que hue lan como las flores del campo donde van á
206 EMILIO CASTELAR .
libar su vida tantos s eres enamorados y llenos decontagioso regocij o . Los que han perdido una co
rona que creían divina ; los que han visto extin
guirse aquellas hogueras en cuyas ardientes lla
mas abrasaban las dos alas del espíritu humano
la razon y la libertad,para que no volase por lo
infinito ; los señores feudales despoj ados de sus
timbres y de sus privilegios ; las aristocracias te o
cráticas derribadas por la m anum ision del pensa
m iento,pueden aferrarse á una filosofía probabi
lista,escéptica
,sensual
, que ,arrebatando á la
inteligencia toda certidumbre de hallar la verdad
y al corazon toda esperanza de cumplir e l bien,
haga del hombre una especie de cenobita,comple
tamente inerte,que se ha conformado á considerar
la tierra como un estrecho ataud y la vida como
un holocausto á la muerte .
Comprendemos la filosofía desesperante de los
reaccionarios . Pero no comprendemos que,á nom
bre de la libertad del pensamiento y á nombre de la
emancipacion del espíritu,se divulgue una filoso
fía desconsoladora inclinada de suyo á justificar e l
despotismo de los m énos y á rehacer la servidum
bre universal . E sa triste apoteósis de la materia y
de la fuerza ; esa negac10n de la divina causa y de la
Providencia suprema ; e se menosprecio á la meta
física,que traj o la idea de la personalidad y puso
en la personalidad e l resplandor de la conciencia ;
208 EMILIO CASTELAR .
sistema de Schopenauer, y ninguno ¡ ah ! nos pare
ce tan triste y nefasto . E s la filosofía de este gran
pensador la filosofía de la desesperacion, que con
duce derechamente á trastrocar la idea de l progre
o por la idea de la retrogradacion .
Creiamos que no se perdía ningun minuto en el
tiempo,que no se malograba ningun esfuerzo en
e l trabaj o,que no se retrocedia en la constante as
cension de la humanidad hácia e l ideal,sino para
tomar fuerzas mayores en la salida y llegar defi
nitivam ente á cimas doradas de continuo por la
luz del ideal,y desde las cuales veiamos otras y
otras que casi llegaban á confundirse con la divi
nidad en perspectivas inacabables é inmensas . Pero
ahora se ha decidido,por los que pretenden la di
re ccion del pensamiento contemporáneo,proceder
de otra suerte,y se ha elevado la desesperacion á
ley moral y el retroceso á dogma político .
L a filosofía del progreso,pues
,ha sido comba
tida y contrastada por un filósofo á quien el e s
plendor mágico del lenguaje ha dado fama literaria y poder científico en Alemania . E ste filósofo
se llama Arturo Schopenhauer . S i oímos los jui
cios que forma de los pensadores germánicos,nos
admirará la confianza en si,la arrogancia contra
los demas . Lo mismo el filósofo del idealismo sub
j etivo que e l filósofo del idealismo objetivo ; lo
mismo el filósofo del idealismo objetivo que el filó
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 209
sofo del idealismo absoluto,en su concepto
,son
charlatanes,sofi stas
,juglares ó acróbatas del eu
tendim iento . De se speracion y sólo desesperacion
engendra en su ánimo considerar la decadencia in
te le ctual de un siglo como e l siglo décim onono y e l
extravío moral de un pueblo como e l pueblo ale
man,que tiene á Hegel por pensador y fi lósofo . La
filosofía de éste e s para su arrebatado enemigo
ciencia al reves conjunto de ideas empíricas con
vertidas por la nueva alquimia en ideas abstrae
tas ; comedia de mal gusto y arlequinada de car
naval ; gigantesca orgía de bacantes ébrias á los
vapores de vino envenenado ; espinosismo rejuve
necido y explotado para dar de comer á la familia
teatro de polichine las movidos por e l hilo de una
dialéctica engañosa ; encanto de profesores y agregados universitarios
,los cuales serán considera
dos por una edad m ás sensata como rompe -cabe
zas de la j uventud,desorganizadores de cerebros
mercaderes de ciencias lucrativas, paquiderm os
,
hidrocéfalos,cortesanos de la apocalíptica Bestia
e s decir,de la Universidad
,que ha convertido
la fi losofía en fecunda mina y la cátedra en mostrador
,jugando á las ideas como si jugára á la
Bolsa .
Cuando se oye todo esto cree el ánimo encontrarse en presencia de un pensador original y nue
vo , cuya filosofía sea, como la filosofía de Kant en
2 10 EMILIO CASTELAR .
su tiempo,renovacion de espíritu humano . Pero
en cuanto se le estudia con madurez y se meditan
sus ideas con detenimiento,échase de ver que
llama sofistas á los mismos á quienes copia y la
drones á los mismos á quienes roba . L a filosofía
puede y debe llamarse metafí sica experimental .Por un lado se confunde
,pues
,con e l idealismo
platónico,y por otro lado con los sistemas que en
la observacion se fundan . Aparte este propósito,
ánte s que sistema , tendencia , su concepto del mun
do és fundamentalmente e l mismo concepto de la
e scuela crítica ; sus ideas sobre la razon y e l pensa
miento,son las mismas ideas de la escuela mate
rialista y e l ministerio que concede a la voluntad
y á su fuerza en e l mundo,e s e l mismo ministerio
concedido por Hegel á la idea . No valia,pues
,
malgastar tanta elocuencia en ditirambos anti
hegelianos ; esgrimir todas las injurias monásticas
de la Edad Media contra e l maestro,para aceptar
luégo el movimiento eterno de su dialéctica,aun
que trasladándolo de la idea á la voluntad .
E l mundo e s mi representacion,grita el enemi
go de la fi losofía progresiva . Sus colores se de s
componen y se entonan en mi retina sus ruidos
silban en mis oidos ; las superficies de sus varios
obj etos se prestan á mi tacto ; mas yo ignoro si e l
mundo e s tal como mis órganos lo reproducen y
lo dibujan en mi pensamiento . El mundo e s una
2 12 EMIL IO CASTEL AR .
j as,como gérmenes de voluntad . Los insectos
,
con sus sabios trabajos,con sus instintos artisti
cos,con sus progresivas m etam órfosis
,cuando li
ban la miel,como las abej as
,ó se tiñen las alas
como las mariposas en e l cáliz de las flores,anun
cian la profecía de la voluntad . E l magnetismo,e l
lej ano poder de unos seres sobre otros seres,la
virtud mutua de atraccion dice que la Naturaleza
forma por si misma,con las múltiples combinacio
ne s de la voluntad,una especie de instructiva y
maravillosa metafís ica .
L a voluntad estalla con todo su vigor en e l
hombre . Para comprenderla bien e s necesario dis
tinguirla de la inteligencia . El pensamiento e s
producto de l cerebro,y la voluntad energía de l
sér ; e l pensamiento es el fenómeno , la voluntad e s
la esencia ; el pensamiento e s la luz,la voluntad
e s e l calor ; e l pensam iento está en la inteligencia,
la voluntad en toda s las facultades ; e l pensam ien
to tiene un carácte r subordinado,la voluntad un
carácter soberano ; e l pensamiento no moverá la
voluntad si la voluntad no quiere moverse,y la
voluntad penetrará á su arbitrio en el reino inac
cesible del pensamiento y lo someterá á sus man
datos : hasta en e l órden de tiempo,la primera fa
cultad que aparece en nosotros e s la voluntad ,pues el niño quiere antes de que entienda y piense .
Leibnitz dij o que la cantidad de fuerza e s inva
RETRATOS H i sT óR I OOS . 13
riable en e l mundo,y Schopenhauer dice que e s
invariable la cantidad de voluntad en las socieda
de s humanas . El corazon e s e l órgano de la volun
tad,y e se órgano lo mismo se ejerce en los pue
blos civilizados que en los pueblos salvajes . No en
todas partes se piensa,pero en todas partes se
am a . La inteligencia varía produce y devora
ideas,cree hoy lo que ayer condenaba
,condena
hoy lo que ayer creia ; m iéntras e l corazon ,cons
tante,fij o en sus afectos
,siempre quiere lo mismo
y con igual intensidad . No todos los pueblos tie
nen filósofos,pero todos los pueblos tienen ma
dres . La voluntad es indestructible,y á su fuerza
se halla librada con la perennidad del mundo la
perennidad tambien de la especie humana . Así
como Bichat ha distinguido en fi siología la vidaanimal de la vida orgánica
,S chopenhauer ha dis
tinguido en filosofía la vida de la inteligencia y la
vida de la voluntad . Y la voluntad,esta fuerza
cósm ica y humana á un mismo tiempo,produce el
cuerpo y la sangre . A s í,e l corazon e s lo primero
que se mueve en la vida y lo último que se extin
gue en la muerte . L a filosofía de S chopenhauer e sla filosofía de la voluntad .
Y este filósofo de la voluntad pone la perteecion moral en aniquilar completamente la volun
tad. No predica e l suicidio del cuerpo ; predica e l
suicidio del alma . La plenitud de la vida,la exal
214 EMILIO CASTELAR .
tacion de l sér están para él como para los místicos
en e l olvido de si mismo,en la abnegacion perpé
tua,en el sacrificio . Reducir á la nada e sa volun
tad soberana,hé ahí el esfuerzo más digno de la
voluntad misma . El mundo,despue s de todo
,no
merece otra cosa . La vida e s un tej ido,una trama
que no vale el precio que cuesta . E l mundo se
parece á una cacería,en la que todos somos á un
tiempo perseguidores y perseguidos . Trabajo,ba
talla,dolor
,lo presente siempre penoso
,los porve
nir incierto,e l infierno dantesco en e l corazon los
carbones ardientes de la pasion abrasando la sangre
e l árbol de l a vida,cuyas raíces se agarran en la
tierra,cuyas ramas son el cielo
,sacudiendo sobre
todos nosotros sus horribles calamidades cada exis
tencia una tragicomédia en que lo ridículo se mez
cla á lo sublime,y las carcajadas histéricas de
alegría pasaj era al eterno llanto : hé ahí la vida ,
A sí,en noche estrellada
,luciendo e l cielo con
grandes resplandores y resaltando en e l cielo sere
no la primer estrella de la tarde,un amigo le pre
guntó al filósofo si cre ía en la existencia de seres
superiores al hombre en aquellas esferas ; y e l filó
sofo respondió que no, que el organismo termina
en e l hombre,y que ningun sér superior al hom
bre podria tener la voluntad de vivir ni rebajarse
hasta tomar un papel en esta prosaica comedia dela existencia
,de senlazada siempre con la misma
2 16 EMILIO CASTELAR .
tán á la mesa . Ya se levantan las formidables bar
ricadas . A esta agitacion política de Europa prefiere e l silencio , la muerte de Asia . Fia poco
,muy
poco,en los gobiernos para mejorar á los hom
bres,porque cree que tendrán siempre interes en
corromperlos .
Hé aquí adonde conduce e l pesimismo,al de s
prec10 de la libertad,al desprecio de la justicia
,á
negar una ley tan segura como la ley de l progreso humano
,á desconocer una verdad histórica tan
evidente com o e l advenimiento de las dem ocra
cias,á envidiar una vida tan semejante á la muer
te como la vida de los pueblos asiáticos . Bien e s
verdad que todas las ideas de S chopenhauer se
animan,se encienden vivamente en e l odio inex
tinguible á la escuela de Hegel . Y como quiera
que la escuela de Hegel produjo la extrema iz
quierda ,e l partido que se llamaba de la j óven
Alemania y que era adicto á estos tres princi
pios,á la unidad de la nacion
,al derecho de las
democracias y al gobierno de la república,S cho
penhauer la persigue con su sarcasmo y quiere so
terrarla baj o sus hipocondriacos anatemas . E sa
filosofía de la desesperacion social pasará siempre
como un alarde del mal humor de l individuo y no
entrará en e l tesoro comun de la humanidad . So
lamente e s fuerte y solamente e s duradero el prin
cipio social que se funde en la naturaleza de l hom
R ETRATOS HISTÓR ICOS . 2 17
bre . Y e s ley de la Naturaleza que la idea progre
siva,pensada por un filósofo en las puras abstrae
ciones de la ciencia,pase con vigor á la realidad
y la trasforme . Tambien e s ley de la Naturalez a
que estas ideas desciendan á clases oprimidas , las
iluminen en su inteligencia y las alivien del peso
de sus cadenas . Y e l pensamiento,en su trabaj o
continuo,va creando una sociedad superior
,más
asentada en e l derecho,m ás propia para habita
cion del espíritu,m ás cercana al ideal supremo
de justicia . E stas verdades no podrán tener origi
nalidad,como no la tiene todo aquello que perte
nece al género humano ; pero tienen completa , ab
soluta evidencia y serán e l consuelo al dolor pre
sente y e l incentivo á futuras glorias .
Despues de considerar e l conjunto de las ideas
pesimistas mi conciencia se afirma con mayor for
taleza en una fe viva,en la fe de que cada siglo
e s un himno al progreso y de que la Historia en
tera e s e l poema de la libertad . No hay sino evo
car los tiempos pasados para comprender los tiem
pos futuros . Meditad sobre e l Apocalipsis que for
man las páginas en que ha dej ado cada edad su
pensamiento , y os persuadiréis de que subimos
grada por grada hácia un ideal de verdad y de
justicia . Despues de haber leido las páginas deS chopenhauer
,comencé á evocar
,como evocaban
lo s antiguos profetas,las grandes vi siones histó
EMILIO CASTELAR .
ricas,y descubrí lo que voy á contaros . E l ángel
que graba en libros de diamantes los grandes hechos humanos
,desciende á la tierra y se posa en el
extremo Oriente . Su cabeza se inclina sobre e l pecho,
como si no pudiera sostener la pesadumbre de un
gran pensamiento . No de otra suerte se inclina so
bre su tallo la rosa en las mañanas de la primavera,
cuando no puede sobrellevar el peso de l rocío celeste . En las arenas incandescentes de l Desierto se
levantan nieblas rojas parecidas á lagos de fuego,
y en esas nieblas se d ibuj an con oscuros colores
visiones apocalípticas dignas de ser contadas en la
severa lengua de Daniel y de San Juan . La tierra
se halla agitada,convulsa
,como una mujer en lo s
dolores de l parto . Grandes terremotos la sacuden,
que abren profundísimas grietas,de las cuales se
levantan á los aire s vapores m efíticos en que va
disuelto e l aliento de la muerte . E l cielo parece
un volcan de l reves,un volcan que tuviera su crá
ter hácia la tierra . Las piedras crujen,las ramas
de los árboles se entrechocan,los montes se incli
nan como bosques agitados por e l huracan,los
rios salen de madre y se extienden por los profun
dos valles como las lágrimas por las arrugas de
envej ecido rostro,y los mares
,irritados
,se alzan
en espirales de hirvientes trombas á lo inñnito y
vuelven á caer mugiendo en sus profundos lechos ,
que semejan negra s copas rebosantes de hiel . Y
220 EMILIO CASTELAR .
gen ,vestida de blanco y coronada de adelfas que ,
ante él,de pié
,tiembla á su mirada como la cas
ta Dafne á los rayos de l sol . Alej andro,Alej andro
d icen las ciudades y repiten las bóvedas de los sepulcros como un grito de angustia . Yo fundaré
,
exclama e l j óven,una ciudad templo para guar
dar vuestros dioses,museo para colgar las coronas
de vuestras artes,academia para encerrar vues
tras ideas,biblioteca para depositar vuestros li
bros,santuario para vuestro espíritu
,lecho para
confundir vuestras razas ; yo la fundaré á la som
bra de las palmeras y de las pirámides,con el mar
delante como un espej o y detras e l Desierto como
un misterio,y será
,por e l pensamiento
,la diosa
de la tierra,como heredera universal de vuestra
vida . E ntónce s una voz misteriosa dice : ((E S tarde ; para tí la vida e s un fe stín
,y Dios quiere que
la vida sea un combate .» De misteriosa selva sale
una ciudad con una lanza en la mano y una loba
en los piés . Algunos bandidos,de diversas tribus
ignominiosamente expulsados,la siguen .
El genio irónico y burlon que hay al pié de l
mundo,e l eterno sátiro llamado duda meneaba la
cabeza y decia : ((NO,no puede ser. Un amari
llento rio le besa los piés de barro . Sus ca sas son
de humilde ladrillo,no comparables á los templo
de mármol donde se encierran los dioses del Orien
te ; sus ej ércitos , ladrones ; sus habitantes , los mi
R ETR ATOS HISTÓR ICOS . 22 1
serable s de todo e l mundo . ¿ Ha de ser una cloaca
la corona de la tierra ? Ladrones,magos
, grécu
los,sicofantas
,patricios orgullosos
,plebeyos hu
mi llados,retóricos viles
, ¿ vosotros vais á dominar
e l mundo que no han podido dominar ni los con
quistadore s ni los sacerdotes ? ¿ Bastará hacer unapirueta y recibir un bofeton para tener e l espíritu
divino de la omnipotencia y mandar en la tierra ?Roma
,Roma
, ¿ bastará que te decida s á ser,en
tu monstruosa voluptuosidad ,la prostituta de to
dos los pueblos,para convertirte en su reina ?
Miéntras tanto,Roma escribe en sus tablas una
idea,la idea de la unidad del mundo
,y con una
idea se conquistan los pueblos . Sale de sus madri
gueras,arroj a á los cuatro puntos del horizonte
cuatro puñados de su tierra sagrada y forma como
una nueva humanidad . Siracusa cae de rodillas á
sus piés ; Cartago muere atravesada por su lanza ;Cirene besa las orlas de su manto ; Numancia le
ofrece sus cenizas ; A ténas le entrega su lira,Co
rinto,su cincel ; T ébas , la llave de sus sepulcros
Jerusalen,su templo
,y los dioses todos de scien
den del Olimpo griego ó del Oriente asiático para
ser i os cortesanos de Roma , que lleva en su puño
la vibrante lanza y en sus sienes la sagrada fór
mula del humano derecho .
E s una mañana,una de las úl timas mañanas del
antiguo mundo . Roma celebra sus lupercales,y"
222 EMILIO CASTELAR .
un soldado brutal ofrece á un hombre de frente
e spaciosa y de profundos oj os , cuya figura lo llenatodo
,espléndida corona de rey . El pueblo romano
grita como una fiera herida,grita porque sobre la
frente de uno solo vislumbra e l signo de la e sclavitud de todos . La libertad
,murmuran algunos
,la
libertad nos ha dado la tierra ; e l despotismo nosla quitará . Roma aparece como un monumento in
menso de autoridad y de grandeza . A sus piés
todos los pueblos ; en e l fondo de las gemmonias,
e sclavos de todos los climas ; en e l Senado,repre
sentante s de todas las razas ; en el circo,gladiado
re s que pelean entre si,ora á pié
,ora desde altos
e lefantes ; en los templos , los dioses amontonados
de todas las religiones,y en la cima un hombre
solo con una corona de laurel sobre las agitadas
sienes,á las cuales se agolpa la sangre de toda la
humanidad . De pronto un puñal derriba á aquel
hombre,que espira en el Senado . Pero su sombra
se levanta,se extiende
,se dilata como una espesa
noche y cubre á Roma . E ntónce s el hombre que
por virtud había cometido un crimen, que por
humanidad había matado á otro hombre,viendo
la libertad perdida,se clava su propio puñal en e l
corazon y muere renegando de la virtud y maldi
ciendo á Roma .
Son las tres de la tarde,si
,de la última tarde
del antiguo mundo . Las tinieblas cubren la tierra .
224 EMILIO CASTELAR .
conciliar á todos los hombres en e l seno de la fra
ternidad universal,á darles con e l soplo de sus
ideas un solo espíritu,y un solo origen y un solo
Padre que está en los cielos ; y todo esto lo ha hecho sin derramar más sangre que su propia san
gre , muriendo y no matando , con la aceptacion de
un cruento sacrificio,la muerte para sí
,á fin de
que su muerte fuese la vida para todos . Las auras
han secado sus lágrimas y besado sus labios ; las
golondrinas han quitado los abrojos de su corona. ;
el ángel de la muerte,despues de haberle herido
se arrepintió y fué á sacarlo de l fondo de su se
pulcro .
En la Roma de los emperadores se oye un in
menso fe stín . En los palacios brillan figuras quese destacan de fondos claros como si fueran un
maravilloso relieve . Representan los e spirante s
dioses paganos, que de l cielo de la fe han pasado
al cielo de l arte . Una música voluptuosa llena los
aires y parece salir de las pinturas,de las colum
nas,de las estatuas como un misterioso himno .
Las lámparas de oro despiden la luz alimentada
por e l aceite de nardo . En mesas llenas de todas
las riquezas del mundo se sirven platos gigantes
cos,donde se ven todos los manjares que pueden
excitar e l paladar,y c0pas de oro y de esmeraldas
en que hierven todos los vinos que pueden embria
gar el cerebro . Las bailarinas gaditanas danzan al
R ETR ATOS HISTÓRICOS . 25
són de las castañuelas cantan las esclavas griegas
versos de Anacreonte,más embriagadore s que e l
vino recita e l rey de l fe stín voluptuo sos poemas ,o freciendo libaciones á los dioses ; se matan á lo
léjos los gladiadores en formal batalla , mezclando
los vapores de su sangre con los vapores de la or
gía,y sobre lechos de púrpura
,coronados de flo
re s,vestidos de riquísimas sedas , los señores de l
mundo comen y beben,dejando caer la frente fa
tigada en el seno desnudo de hermosas mujeres
e brias de placer,cuyos besos se confunden con e l
ruido de las copas y los acordes de la música . Enmedio del fe stín
,cuando m ás entregados están
aquellos hombres á sus delicias,se oye un espan
toso fragor,como si un mundo se de squiciára so
bre sus cabezas . Las puertas ceden . Unos j óvenes
altos,nervudos
,de larga cabellera
,vestidos de
pieles,cubiertos de sangre hasta las rodillas
,con
hachas en las manos,entran . A sus pasos
,las
pinturas de los dioses se desvanecen como un sue
ñ o,las estatuas caen
,los cánticos cesan y los
afeminados señores de la tierra corren á escou
der su vergñenza . Son esclavos de una raza másfuerte .
Roma ha muerto . Sobre sus ruinas amontona
das y llenas de sangre se oye e l cantar de Alarico
tan siniestro como e l chillido del ave nocturnacomo el rugir de lasfieras . El Tiber arrastra len
15
226 EMILIO CASTELAR …
tamente en sus ondas de hiel los amuleto s,los ido
los,todas las reliquias de l mundo que ha espirado .
Sobre las columnas rotas,sobre las estatua s muti
ladas,sobre las aras esparcidas
,yacen tantos cada
veres que parecen una siega de hombres . La noche
e s sombría . La luna de vez en cuando rompe e l velode las nubes é ilumina este paisaj e como una lámpara funeraria . El aire triste que gime entre las ruinasva cargado de cenizas . Algunas veces s0pla tan
fuertemente que hace chocar unos huesos con otros
huesos en siniestro ruido . Gigantescos monumentos
han quedado de pié entre las ruinas,como para ates
tiguar la inmensidad de l estrago . Un viej o sacerdo
te,vestido de humilde sayal
,sale de un sepulcro .
Algunos otros más j óvenes le siguen . El anciano se
hinca sobre e l duro suelo . El anciano dice Roma
ha muerto . Será posible,Dios mio
, que consien
tas en la caida de tanta grandeza Horrible peca
dora,ha pagado sus culpas . Pero
,Dios mio
,hay
algo más grande que todas las ciudades y sus cul“
pas,hay tu misericordia . » En esto rasga la oscu
ridad de la noche un resplandor misterioso que,
sin ser luz,penetra de indefinible claridad la vi sta .
De l seno de aquel resplandor sale un hombre su
blim e,cuyos ojos encieran abismos más profundos
y misterios m ás impenetrables que la inmensidad
de los cielos .
<<Y o resucitaré á Roma . Yo quiero convertirla
228 EMIL IO CASTEL A R .
E ntónce s comenzaron á pasar largas series deprocesiones delante de l anciano
,á cuyos piés ba
tian sus verdes palmas los mártires,y sobre cuya
cabeza batian sus blancas alas los ángeles . Venían
primero unos hombres nervudos,fuertes
,vestidos
de pieles , con las manos llenas de agudas lanzas ,entonando un cántico salvaj e que semejaba e l au
llido de las fieras en las selvas . Y e l anciano los
bendij o . Venían despues relucientes caballeros con
su casco de plata,sobre el cual caian plumas de
todos colores su escudo de oro,en que iban gra
badas misteriosas leyendas,y su traj e de hierro
,
que re sonaba de una m anera estridente ; caraco
leando en su s potros , los cuales relinchaban sobre
una arena teñida de sangre ; acompañados , prece
didos,seguidos de grandes bandadas de águilas y
de cuervos , que formaban en su alrededor como
una espesa nube . Y e l anciano los bendijo . Venían
despues,sobre naves empavesadas
,audaces nave
gantes,y sobre altos pedestales primorosos artis
tas . Los unoS agrandaban la tierra dotándola con
islas y continentes,sobre los cuales tejian sus ra
mas,cargadas de flores grandes árboles en que
entonaban un himno infinito m iriadas de ave s,
cuyos gorj eos iban á perderse en e l bram ido delas cataratas
,e l hervidero ¡de los volcanes y el
embravecido oleaj e del profundo Océano . Losotros
,sobre e l blanco mármol cincelaban estatuas
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 229
de bellísimas formas,y sobre las tablas figuras de
espléndidos colores . Y á un os y á otros el anciano
le s bendijo . Venían despues corpulentos varones
con un traj e de blanco arm iñ o,un manto de roj a
púrpura,una corona de pedrería en las sienes y
un globo de oro en la mano izquierda y una espa
da en la derecha,seguidos de hermosas damas y
brillantes pajes . Y e l anciano los bendij o . Y de s
pues vinieron varios seres humildes,sin hierros
sin caballos,sin armas
,sin pinceles
,sin naves .
Parecían,en medio de tanta grandeza
,como los
primeros apóstoles al pié de la Roma de Neron,
entregada á sus orgías . Y dij eron : Nosotros
solos somos huérfanos ¡ Oh ! No . Bendecid tam
bien la libertad y se realizarán las promesas delEvangelio .
Y no la bendijeron . Pero la libertad continuó
su camino . Un dia se reunieron várias gentes hu
mildes en el seno de asociaciones libres,verdade
ros árboles benditos,á cuya sombra latió e l gér
m en de un nuevo mundo,de una nueva sociedad
en la tierra . La conciencia baj ó en lenguas de fuego sobre aquellas gentes la conciencia humana
,
hasta entónce s eclipsada . Unos tomaron e l arado
otros e l trillo,otros e l azadon
,m iéntras sus her
manos tomaban las armas para defender e l hogar,
para defender la familia que en este hogar anidaba ,para defender e l jurado que m antenía la justicia
230 EMILIO CASTELAR .
entre todos estos ciudadanos y la paz entre todos
e stos hogares . Y de nuevo fueron á pedir al hom
bre que se creia continuador de la redencion sus
bendiciones,y las bendiciones le s fueron negadas .
Y entónce s la conciecia fl oreció en e l alma de los
p lebeyos . Y sus enemigos se juntaron,se convir
tieron,se llamaron reyes absolutos ; y sobre un
puñal y una calavera juraron que habían de levan
tar sus tronos con huesos plebeyos y en sangreplebeya teñir sus mantos reales . Pero no solam en
te adquirieron los plebeyos con ciencia,sino que
tambien,bajo las frías sombras de la esclavitud
,y
á despecho de sus tiranos,adquirieron razon . Y
la razon se levantó sobre sus almas con la majes
tad y la grandeza con que e l sol se levanta desde
e l abismo de los mares por la inmensidad de los
cielos . Y los tiranos, que estaban ciegos , no veian
e l oriente de la razon humana lucir esplendoroso,
d eslumbrador,en la ancha frente de los pueblos .
Y m iéntra s ellos forjaban y rem achaban cadena s,
pe sadísim as cadenas,la razon subia
,subia á lo in
finito,hasta medir e l espacio
,hasta pesar en la
palma de sus manos los astros rutilantes,hasta
beber e l manantial de nueva vida en e l curso so
s egado de las ideas inmortales . Y entónce s sonó la
hora de la promulgacion de los derechos humanos
en la conciencia universal . Y como los tiranos
q uerian apagar una idea que era como el fuego vi
232 EMILIO CASTELAR .
tantas armonías,ríos como mares
,mares como
cielos,cielos cargados de estrellas como las flores
tropicales de rocío,praderas infinitas y sin térmi
no,montañas que eran columnas de zafiro
,rema
tadas con chapite le s de diamantes , debían ser, y
eran,e l templo inmenso de la libertad .
Mas la codicia humana lanzó allí de barcos mal
ditos,legiones de esclavos
,negros como la noche . …
Y aquellos esclavos pudrieron la tierra con la san
gre que e l látigo extraía de sus pieles,y la con
ciencia con las sombras que la servidumbre con
densaba sobre sus almas yertas . Pero ¡ ah ! que
vinieron la razon y la conciencia tambien á ilum i
nar aquellas negras sombras y á empaparlas en su
divino éter . Y un dia la razon y la conciencia se
hicieron hombre en un genio de redencion y de
paz . Y aquel genio,desde lo alto de un templo
que será bendecido por todas las generaciones ,rompió las cadenas y se las arroj ó
,todav ía enro
je cidas , á la proterva frente de los mercaderes de
carne humana . Y la tierra respiró .
Mas no bastará esto . El pária ha engendrado al
sudra ; el sudra al ilota e l ilota al esclavo e l e s
clavo al siervo ; el siervo al vasallo e l vasallo al
súbdito el súbdito al ciudadano y el ciudadano
engendrará al hombre lleno de l espíritu divino,
al hombre que debe centellear de su frente espa
ciosa toda la luz de l pensamiento libre , y vivir
RETR ATOS HISTÓR ICO S . 233
en e l seno de la justicia,como viven los astros
en la inmensidad de los cielos .
Así Dios resplandecerá en lo infinito . A sí e l e s
piritu humano será e l compendio y el resúmen de
todo e l Universo . Los hombres serán hermanos,
y el cielo como e l techo del hogar paterno . La Na
turaleza florecerá á su aliento,parecido al soplo
creador . Los horizontes brillarán cuando el hombre
los“
m ire,como si recibieran una nueva luz . De s
cenderán los astros á su oído como las palomas del
valle . Subirán las ideas á las alturas,como las e s
pirales del incienso,como los aromas de las flores .
Y cada idea que suba descenderá de Znuevo sobre
e l espíritu humano en lluvia de espiritual rocío . Y
el trabaj o será como las fuerzas de la Creacion,é
irá transformando los seres,perfeccionándolos
,
enroje ciéndolos en la viva luz de lo ideal . Nubes
de los aires,palomas de los valles
,astros de lo
infinito,almas desprendidas de la oruga de la Na
turaleza,torrentes de ideas
,todo cuanto viva
todo cuanto crez ca,todo cuanto forme en su pro
greso ascendente la esencia de un alma,servirá
para unir la tierra con e l cielo en eternos,inextin
guible s amores .
Nada más antihumano que desconocer las eter
nas necesidades de la humanidad,y nada m ás
antisocial que imponer á toda una sociedad las
creencias de tal secta ó los caprichos de cualquier
individuo . No sabemos dónde se halla la inmensa
hoguera en que la luz del oxígeno extendido por
los astros de l firm amento se aviva ; no'
sabemos
en cuál academia misteriosa pueden guardarse los
modelos y dibujos de las formas que revisten de sde las flores hasta la mujer ; no sabemos qué coci
na química junta los átomos fde cal componente s
de nuestro esqueleto con las chi spas de fluido eléctrico difusas por la red misteriosa de nuestros nervios pero e l movimiento nos arrastra
,e l calor nos
anima,la vida se difunde por todo nuestro sér su
m ergido en e l océano insondable de los espaciosinfinitos . Pues com o no sabemos la gran pila
,ni
la gran norm a,ni e l inmenso hogar
,ni la vívi
da luz,ni las llamas devoiºadoras
,ni e l am or uni
versal en que las corrientes m agnéticas y los or
238 EMILIO CASTELAR .
ganism os vivos y la sangre caliente se animan, ¡ ah !
no sabemos el origen de todas esas inclinaciones
ineontrastable s que nos llevan al culto de un Sér
eterno y á la esperanza en una inmortalidad segu
ra . Pero de tales inclinaciones invencibles nace lareligion universal . Un Bautista
,un Profeta
,un
Redentor siembran,arrastrados por sus vocaciones
,
en oportuno instante,ideas misteriosas por los aires
que recogen su palabra ; y los apostolados se Or
ganizan ,y las predicaciones se difunden
,y los com
bates se empeñan,y los martirios siguen á los
combates,y las apoteósis á los martirios ; hasta
que las aras y los altares surgen ,y las iglesias di
bujan sus cúspides en e l horizonte,y largas gene
raciones viVen confiadas y muertos innumerables
duermen tranquilos en e l seno amoroso de comu
ne s creencias .
E s verdad que se necesita de un minuto favorable de l tiempo y de una disposicion igualmente
favorable en la humanidad . Poned una bellota en
el frio granito, ponedla ó guardadla en vuestra
propia mano,y jamas germm ará. Pero encerrádla
en e l arado surco y confundidla con e l húmedo
campo de labor en sazón oportuna . E l aire de l ci e
lo y e l agua de las nubes la descompondrán ; el
humus de la tierra y el calor de l dia la fe cunda'
rán
y de aquella de scomposicion y recomposicion quimicas brotará e l tallo
,
”
que , fortalecido por el tiempo“
,
240 EMILIO CASTELAR .
lluvia y recogieron las adhesiones de varios pobres
fanáticos,embaucados por e l natural cumplimien
to de tan fácil y prosaica profecía .
Ya los sabeis,seres sobrenaturales que pro
movisteis tantas grandes obras é inmortalizas
teis á tantos pueblos y siglos . Blancas flores de
Lotho,que habeis llevado sobre vuestra corola gér
menes de m il religiones en larva esfinges de los
desiertos de Caldea en quienes los orbes deposita
ban sus secretos celestiales como las abej as su au
rea m iel en las celdi llas de blanco esponjoso panal :
I sis,de los pechos ubérrimos y de la fecundidad
inagotable,como la luna envuelta en e l negro velo
de la noche,y propicia por su ministerio divino á
los panteones y á los muertos;ninfas que palpi
tasteis entre las fosfóricas espumas del mar de la
Jonia divin idades que pusisteis la lira en manosde Homero
,e l cin cel en m anos de Fídias
,la pa
leta en manos de A péle s ; alturas del Sinaí , cuyos
relámpagos tanto han esclarecido al mundo,y al
turas del Calvario,cuyas voces tanto lo han con
solado ; Virgen -Madre,seguida de letanías sin fin
y presente á todas nue stras oraciones,que recoges
en tu regazo el aliento de nuestros suspiros y laevaporacion de nuestras lágrimas vosotras
,dei
dades para las cuales se han levantado desde las
pagodas á las pirámides y desde las pirámides á
los panteones,y desde los panteones á las catedra
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 241
le s,cimas de l mundo moral santificadas por ex
votos,m anando tantas y tan místicas ideas ; bien
averiguada vuestra naturaleza,no sois más que los
recortes de incómodas excrecencias,sacados por
las navajas de l pedicuro entre los dedos y los jua
netes y las uñas de la parte inferior de nuestros
cuerpos . ¿ Puede darse m ás estúpida blasfemia ?
E xplicadm e cuantos estimais así las más altas
y nobles aspiraciones de l alma,por qué todavía
hoy una cuestion teológica cualquiera se sobrepo
ne á todas las grandes cuestiones políticas y socia
les ; eXplicádm elo,en verdad . L os principales pe
riódicos del mundo han reproducido la carta sen
cill a,pero ferviente
,de un canónigo de San
Pedro,el cual
,parecido allá en su coro á las frías
estátuas de mármol levantadas sobre los mudos
sarcófagos y los solitarios altares,murmurando las
oraciones de su rito con la misma rutinaria salmo
dia del viento de las F ontinas y de los A peninos ,entre las ramas de cipreses y sauces en los jardi
ne s vaticanos,se ha erguido un dia con soberbia
y ha declarado con llaneza que no podía seguir
perteneciendo á una religion toda externa,y que
abjuraba de ella para abrazars e á un cristianismo
espiritualista,mucho más cercano á la persona de
Cristo y mucho más encendido en el amor sobre
natural que todos los ritos solemnes de una Iglesia
destituída de misticismo y de uncion .
242 EMIL IO CASTELAR .
Dos motivos da e l sacerdote á la tardanza en
manifestar su resolucion primero,e l temor á en
triste cer los últimos días de Pío IX ,y segundo
,e l
deseo de cooperar á la union entre la m adre Italia
y la Santa Sede bajo e l pontifi cado de Leon XIII .Mas
,trasladadas las cenizas de l primero al lugar
de su eterno descanso , y renovados por el segun
do los antiguos disensos entre la Iglesia católica y
el moderno E stado,creia de su obligacion moral
ir en pos de una religion más espiritualista por su
íntima naturaleza y ménos incompatible con la li
bertad y con la patria . Mirada esta resolucion con
la indiferencia que suelen cuantos no han sentido
el combate interior entre las creencias heredadas
y las creencias adquiridas,asem éjase á una volun
tariedad individual ; pero mirada desde más altos
puntos y con relacion al carácter del converso,apa
rece com o cruenta victoria sobre si mismo de esas
que ,dividiendo en dos la existencia en las cerca
nias de su ocaso,entristece todos los sentimientos y
los amarga cuando m ás necesitan la santa majestad
de l reposo . E l conde Campello,miembro de aris
tocrática familia,hermano del viej o estadista con
servador,canónigo del clero pontificio
,dotado con
las ricas prebendas de la primer basílica de l mun
do,circuido de relaciones y de honores que forma
ban parte integrante de su sér,ha necesitado e s
fuerzos sobrehumanos,muchos dias de angustia y
244 EMILIO CASTELAR .
capital del mundo,no en la oscuridad como Lute
ro,eu e l esplendor de su gloria
,precedido de uni
versal renombre,acompañado de escuela brillan
tisima,recien salido de aquellos monasterios de
Bretaña,donde su pensamiento adquiriera la re
sonancia y la sublimidad del océano,con las seña
le s de sus m ace racione s en e l rostro y los relam
pagueos de su eterno pensar en las miradas , pare
cia que iba de nuevo á entrar un apóstol de lasgentes por sus puertas eternale s con la pluma -m o
j ada en los iris de las ideas dogmáticas y e l corazonganoso de combate y de martirio . ¡ Ah ! ¡ De S Ignios inexcrutable s de l Eterno ! A los pocos dias e lhumilde ortodoxo fustigaba en bíblicas estancias
á los Papas y sus aliados los reyes como pudieranlos profetas antiguos fustigar á los B altasare s y á
los Sardanápalos , á los falsos ídolos y á los sacer
dotes idólatras . No le siguió L acordaire por e se
camino de sublevada heterodoxia,pero reprobó la
política tradicional de la Sede Apostólica . Su almaquedaba en e l nido místico de la fe primitiva
,
como e l alma de Savonarola,su maestro ; mas re
conociendo y confesando que los puritanos de los
E stados -Unidos se acercaban más en sus creen
cias sociales y en sus instituciones políticas al
Evangelio que los confesores y los cortesanos de
cien reyes . Con menor brillo,pero con igual in
tencion,divulgó análogo pensamiento en sus e lo
RETR ATOS HISTÓRICOS . 245
cuentísimos sermones e l padre Ventura R aulica .
No existe un pensador eminente que no se haya
divorciado del sentido tradicional de la Iglesia,ora
en lo relativo á la religion,ora en lo relativo á la
política . Nadie ideó para la Roma católica un mi
nisterio tal como e l ministerio que ideara Gioberti
cuando quería la superioridad de Italia sobre to
das las naciones y la superioridad del Pontificado
sobre Italia . Y,sin embargo
,e l gran Gioberti
, que
vivió entre los ortodoxos,murió entre los here
je s . La Santa Sede,para la cual soñara una pri
macia semejante á la que quisiera para su Alej an
dro III las ciudades lombardas,j amas le perdonó
que uniera con su ortodoxo sentido un sentido li
beral,y le arroj ó de su regazo porque habia con pa
sion amado la libertad y la patria . Algun tiempo
despues sobrevenía mayor y más pavorosa catas
trofe . E l sabio entre los sabios se llamaba Doellin
ger . Sus maravillosos libros resplandecían como
un cielo estrellado de pensamientos más bellos que
los soles . Ninguno demostró con tanta ciencia cómo
en todas las Iglesias reinaba la diversidad,la de s
union,m iéntras en la Iglesia católica la unidad .
Sus obras apologéticas sumaban á las ricas ideasde un Orígenes e l viril estilo de un Tertuliano . Envanecíase la Iglesia con su gloria cuando
,celebrado
e l Concilio último y proclamada la infalibilidad
pontificia,pasó e l más sabio de los apologistas a
246 EMILIO CASTELAR .
la numerosa legion de los herej es . Iguales deter
m inacione s tomaron el orador insigne á quien cc
noce e l mundo con el nombre de padre Jacinto y
e l insigne teólogo á quienconoce con e l nombre
de padre Curis .
L a teología casuística,la moral probabilista
,la
canónica ultramontana,la doble z loyole sca ,
el ab
solutism o papal,la declaracion de dogmas en cá
maras familiares,los vetos puestos á todos los
progresos modernos,e l combate á muerte con la
vídida idea de nuestro siglo desprendieron de los
cielos del catolicismo todas esas almas aladas en
cuyo seno palpitaba,como en el seno de los ánge
les venidos á levantar la losa del sepulcro de Cris
to,inspiraciones celestiales para intentar una ré
surre ccion .
Tal estado de los ánimos,no hay que dudarlo
engendra una tendencia,la cual se determinará
cada dia mas,tanto en e l catolicismo como en el
protestantismo,la tendencia incontrastable á bus
car todo cuanto existe de comun y uno en las vá
rias iglesias cristianas y componer con esta uni
dad y comunidad de creencias las bases inconm o
vible s de la nueva religion indispensable á las so
ciedade s modernas . Tamaño pensamiento trae con
turbados los espíritus más altos,que sienten ya la
necesidad de oponer una liga luminosa y fuerte aldesbordamiento de los dos materialismos cuy
248 EMILIO CASTELAR .
histórica, pugnaban por una conciliacion . Vióse
,
despues del saco de Roma,cambiar profundam en
te las tendencias artí sticas y convertirse por transformacion maravillosa en tendencias teológicas . La
entrada de los saqueadores en la Ciudad Eterna
dispersó á los artistas y los alej ó de su academia
natural,como los tiros del cazador dispersan á las
tímidas y nerviosas avecillas,expulsándolas de
sus serenos y blandos nidos . Despues que se acabó
e l Juicio final de la S ixtina ; despues que se colo
có la estátua de la Noche en e l panteon de losMó
dicis ; despues que se cayó en la eternidad . e l pin
ce l que trazara la Transfiguracion y e l Thabor,no
sólo de Cristo,sino tambien de la hum anidad ;
despues de todos estos milagros vino e sa de caden
cia de l arte que representan los Carraccios en la
pintura,y en la escultura los B erninos .
El Arte se creyó con capacidad bastante á sus
tituir la Reforma,como se creyera la Poesía en
otro tiempo con capacidad bastante á sustituir e l
Cristianismo . Lo que Virgilio fuera en la Roma
clásica re specto á Cristo,lo fueron Rafael y M i
guel Angel respecto a los reveladores de l siglodécimosexto . Quien se detenga con alguna refle
xion á contemplar al gran poeta latino , adivinará
en sus exám etros bien pronto la idea que los ani
ma como una savia misteriosa . Presintiendo con
las adivinaciones propias de su soberano ingenio
RETRATOS E I SóR I OOS . 249
e l número de esperanzas religiosas que iban á cua
j arse en una religion distinta de la religion roma
na,Virgilio quiso que ,
dentro de este culto,se
llenáran esas incontrastables asp1racwne s de la hu
manidad en su siglo . De aquí las promesas cuasi
me siánicas,las esperanzas cuasi cristianas
,las
pinturas cuasi evangélicas de aquel sacerdote de la
poesía, que unas veces habla como las sibilas de
Cumas y otras veces habla como los profetas deJerusalen . Cre edlo : hay un conato en Virgilio de
evitar e l cristianismo por la renovacion de l paga
nismo,conato semejante al que tuvo más tarde,
no por intuicion,no por espíritu profético
,no por
presentimiento,como cumple á un poeta
,sino por
reflexion,como cumple á un filósofo
,la escuela
platónica,conocida con e l nombre de escuela de
Alejandría .
Los artistas podian creer desde su empíreo queaquellos iris
,en los cuales se bañaban sus ojos ;
que aquellos ángeles , surgidos como ideas arqueti
picas de sus fecundas fantasías que aquellas ro
sas místicas,sembradas en los caminos etéreos
conducentes desde e l mundo al cielo que las vir
genes perfectas,revestidas con las formas griegas
y animadas con las ideas cristianas que los corosde sibilas y profetas
,elevados en las cimas de lo
sublim e ; que toda aquella luminosa lluvia de ideas
estéticas bastaban para llenar e l infinito moral
250 EMIL IO CASTELAR .
encerrado en el corazon y en e l entendimiento del
hombre,los cuales no se llenan sólo con e l arte
,
sino que ne cesitan tambien de la religion y de la
ciencia . Los artistas formaban como una parte de
la revolucion universal ; pero los sabios , los maes
tros,los renovadores
,formaban como otra parte
de e sa revolucion inevitable . Puede decirse que ,desconociéndose
,odiándose
,apartados por largas
distancias,sin comprenderse los unos á los otros
,
rivales entre si,Lutero y Z uinglio , Erasmo y Vi
ve s,Rafael de Urbino y Angelo B uonaroti
,eran
los matices de la universal revolucion humana .
S iempre que hay una de estas crisis universales
se inspiran á una en ella,por lógica necesidad ,
hasta las inteligencias que parecen m ás resi stentes
á la opinion pública y m ás apartadas del movi
miento universal . Miles de síntomas denotaban
allá en los comienzos de nuestra e ra la venida de l
Cristianismo,como m iles de síntomas denotaban
aquí en el Renacimiento la venida de la revolucion
religiosa y e l arraigo que iba tomando en las con
ciencias y en las costumbres públicas . Ni E spana ,ni mucho m énos Italia
,las dos naciones romanas
por excelencia, pre servábanse del general conta
gio . En la nacion italiana,las sociedades literarias
formaban como una Iglesia independiente,aunque
dentro de la Iglesia universal y católica . Ora tu
viesen por fin propio e l cultivo de las bellas artes ;
252 EMILIO CASTELAR .
y revelaban en palabras los arquetipos de la eter
nidad . ¿ Qué fué todo aquello sino una satisfaccion
buscada por almas sedientas de lo ideal,en reli
gi one s que á la verdad no eran ,no
,la religion
consagrada é histórica ? ¿ Qué eran sino sectas da
das á buscar la verdad,e l bien
,la hermosura fue
ra y léj os de la Iglesia
Y lo que decimos de Florencia lo decimos con
mayor razon aún de Venecia,la gran ciudad reve
ladora de l moderno helenismo en Europa . E l mar
Adriático e s como e l principio de los mares grie
gos las costas de Albania,llenas de ciudades vé
netas,comunican y confunden la cultura italiana
con la cultura helénica ; desde los archipiélagos
griegos á las arenas del L ido y á las isletas de SanMárcos extiénde se una estela de luminosos recuer
dos disueltos como e l fósforo en las celestes aguas .
Los venecianos trabaj aron desde fines de l siglo dé
cimotercio por una conciliacion estrecha entre la
I gle sm metafí sica de Oriente y la Iglesia canónicade Occidente . Los Padres citados á los conciliosde conciliacion deteníanse á contemplar los mo
saicos y los m ármoles de la ciudad m arítima,y á
esparcir las ideas m etafís10as de la Trinidad y de l
Verbo . Cada biblioteca de patricio era un tesoro
de manuscritos y cada imprenta nueva un pedes
tal puesto en la admiracion de l mundo á la Grecia
antigua . Los Aldo Manucios no pasaban de im
R ETR ATOS H I STÓR I OOS . 253
pre sore s , y no pasando de impresores hállanse co
locados en la gloriosa estirpe de las más altas ilus
traciones por su empeño en publicar los libros
helénicos . Cuando cayó Constantinopla baj o los
turcos,Venecia recogió los últimos efluvios del
alma griega,escapados por las heridas cruentas de
la gran ciudad de l Bósforo .
E sto hacía que , anhelosa por sintetizar la idea
helénica con la idea latina,no se curase mucho de
la ortodoxia y siguiese,sin darse cuenta de ello
,
una especie de religion seinioriental y semiocci
dental,término medio entre el patriarcado y el
pontifi cado,cuya forma externa se halla en aquella
iglesia de San Marcos,guardada por los caballo s
de las cuadrigas atenienses , revestida de mosaicos
biz antinos,con los despojos de los templos paga
nos por todos sus rincones,y sobre sus sienes las
rotondas,Copiadas de la veneranda é inmortal
Santa Sofía . R egion así no estaba muy dispuesta,
no,a ser como una gran resistencia en e l combate
heroico entre la antigua estabilidad y la moderna
revolucion .
Así,en e l seno de Roma
,ciudadanos idos de
Venecia,¿omo Contarini
,ó idos
,como Giberti
,de
Florencia,formaban asociaciones religiosas
,en la
forma no hostiles á Roma,pero en e l fondo para
lelas al protestantismo . Dispersos los artistas aca
bada la religion de la bellez a con los úl timos arre
254 E MILIO CAST ELAR .
hole s del arte perfecto ; entristecida Roma como
la Jerusalen de Jerem ías muerta Florencia como
la A ténas de Querone a ; cerrados los cielos de l
Renacimiento,volvíanse las almas al seno de la
religion,donde nacen los consuelos eternos cuan
do acaban las esperanzas terrestres,y se explayan
y se esparcen los corazones sobrecogidos por la
desesperacion que infunden en las grandes crisis
sociales : Las soluciones impuestas naturalmente
á espíritus de tal grandor,dimanaban del alma de
aquel que , abrasado en la hoguera y reducido á
cenizas,áun vivia como Cristo en sus apóstoles y
sucesores . Las soluciones dim anaban,pues
,del
alma de Savonarola . Veían las altas inteligencias,
con vision clarísima,cuánto se habia malogrado
en el mundo con malograrse la idea de Savonaro
la,y cuántos horrores habían venido sobre e l mun
do con abrirse e l disentim iento irremediable y
tristísim o entre el espíritu moderno y la Iglesia
histórica . Movidos por tal modo de pensar,no hay
para qué decir cómo aquello s hombres,últimos
restos de l helenismo florentino y veneciano , pug
narian por traer segura inte ligencia . entre la revo
lucion y la Iglesia .
En realidad,no se daban cuenta ni razon de toda
la trascendencia que al dogma tenían sus asocia
ciones,las cuales trasformaban el intransigente
sentido de la Iglesia oficial y la iban poco á poco
256 EMILIO CASTELAR .
superficies de los hechos . E l dualismo de Manes
ocúltase como vencido en Pers1a,cuando á los
doscientos años de esta derrota resucita por mila
grosa manera en Bulgaria y m ás tarde,á la calla
da,en Provenza
,encendiendo la inteligencia y e l
corazon de los albigenses . Lo que pensaba Me
lanchton cuando escribia el símbolo de A usburgo
con ánimo de que fuera,por su moderación
,acep
table á los católicos lo que pedía Contarini cuan
do inclinaba la férrea voluntad de Paulo III á una
conciliacion estrecha con la protestante Alemania ;lo que proponía Cárlos V al trazar con la espada
de sus victorias los cánones de l I nterior lo que
meditaban tantos prelados españoles de l Concilio
de Trento,como proponían una Iglesia parlam en
taria,presintiendo los males de l absolutismo
pontifi cio todas esas generosísimas tendencias re
aparecen hoy en Europa y arrastran muchos en
tendim ientos y muchos corazones de ingenua
grandeza .
Y e s necesario,porque lo invade todo e l mate
rialism o,sustituyendo á nuestro Dios espiritual ,
á quien hemos amado como un padre , la fuerza
ciega,e l acaso arbitrario
,la fatalidad incontrasta
ble,baj o los cuales se rinden y encorvan primero
las almas,para rendirse y encorvarse luégo los
pueblos,desapareciendo al mismo tiempo que la
Providencia del cielo ¡ ay ! e l Derecho de la tierra .
RETRATOS H I STÓR ICOS . 257
T odas las degeneraciones materialistas de las é s
cuelas griegas coinciden con la organizacion de l
cesarismo romano y la esclavitud de las sociedades
antiguas . Por no poder explicar e l misterio , supri
men lo á una lo s materiali sta s , y al suprimirlo su
primen las profundidades del alma humana y nos
truecan á sabiendas en seres mecánicos movidos
por cualquier resorte m aterial como las m áquinas .
Y luégo resulta que sus átomos caen tan léjos de
la experiencia como nuestra s ideas que sus pun
to s matemáticos aparecen tan abstractos como
nuestros dogmas religiosos que su unidad de las
fuerzas se conoce como la unidad de nuestro Dios,
por sus efectos y que neces itan sus ciencias exac
tas de tantos postulados,hipótesis
,teorem as sin
dem ostracion como nuestras ciencias metafísica s .La verdad e s que el Venciste
,Galileo ! » atri
buido por las leyendas teológicas al gran Juliano
e l Apó s tata , se repite siempre que lucha una fuer
za material con una idea pura . No se inventaron
j amas redes tan espesas para prender y cazar las
almas religiosas,esas aves del cie lo
,como las ur
d idas por el Canciller de Alemania en sus comba
tes con la Iglesia católica . Quien arrojára legiones
y m ás legiones sobre un Imperio fortísimo hastaderribarlo en tierra
,nada pudo contra inerme an
ciano , erguido sobre las alturas innacce sible s deun dogma indefenso . Y e l nombramiento último
17
258 EMIL IO CA STELAR .
de célebre canónigo alsaciano para eminentísim a
sede vacante,significa un paso dado hácia e l pór
tico de Canosa,donde las coronas de los empera
dores alemanes se inclinaron rendidas ante la ma
j e stad de los Pontífices romanos . E igual trasform acion en Francia . Tras tantos alardes temerariosde independencia
,tras tantas amenazas al clero
,
los mismos que han perseguido á las órdenes reli
giosas proclaman la necesidad inevitable de sos
tener e l Concordato . Y bajo distinto aspecto,igual
fenómeno en E spaña . L a Restauracion que nos
asaltó en Diciembre del año 74,no podia olvidar
cómo la Revolucion empezó en Abril de l año 65
por la Universidad,y en la Universidad tomó su
primer desquite,y en la Universidad desahogó
sus antiguos resentimientos . Pues en Febrero de l
año 8 1 ha tenido que proclamar la inviolabilidad
de l pensamiento humano y restablecer las volcadas
cátedras,aras de la filosofía racionalista y de la
ciencia moderna .
E sas huestes árabes que baj an de las cordilleras
v ruedan cual huracanes ardientes por las arenas
de l desierto destruyendo,incendiando ; esas bata
llas de Tunez que contrastan toda la furia de los
galos e sa horrible agitacion de Trípoli que am e
naza desencadenar la guerra europea ; esas revola
c iones militares de Egipto las promueve un mu
chacho enfermizo desde un serrallo solitario , entre
LOS REPUBLICANOS SAJONES.
264 EMIL IO CASTEL AR .
los umbríos palmerale s,y las macetas en las venta
nas sombreadas de jazmines,y las serenatas en las
noches resonantes con amorosas canciones acompa
ñ adas por e l pespunteo de melancólica guitarra , y
los oj os negros chispeando á traves de las celosías
misteriosas,y la estela helénica en las aguas bor
dadas de luminosos puntos por e l centelleo de los
rayos solares,y la cisterna árabe junto á la cual
brillan las cetras con los búcaros,las ánfora s roma
nas con la j arra sem ita,y la flor en e l almendro
,y la
amapola en e l sembrado,y los limones entre las
hoj as verdinegras , y los dátiles baj o la corona de
palmas,y e l mosto en los lagares
,y las velas la
tinas en e l m ar,y las costas de m ármoles con los
arenales de oro,y el mirto
,grato á los antiguos
dioses,y las armonías indisolubles entre la hermo
sa Naturaleza eternamente pagana,y el claro espi
ritu nuestro,clás ico eternamente .
E sta supersticion llega por completo á mi filosofía y mi estética y mi historia . P are ceríame la
tierra un desierto,si pudiéramos despojarla de
Grecia,de Italia
,de Provenza
,de Cataluña
,de Va
lencia y de Andalucía . La línea que Rafael apren
diera en las inflamadas crestas de los A peninos al
zados por Toscana y Umbría e l colorido que la
paleta de l Adriático mostrara en sus cambiantes
deslumbradores á los ojos del Verone s y del Ti
ciano ; la música medio española y medio griega
R ETRATOS HISTÓR ICO S . 265
de Bellini,por esencialmente siciliana e l roman
ce de Góngora,en cuyos asonantes se oyen las
olas de Marbella y en cuyos córte s s e ve la destronada maj e stad de Córdoba el patio de los arraya
nes con la cristalina alberca donde áun se retratan
las sultanas,y e l damasquino aj imez por do pene
tran los aromas de la vega y los rumores de Gra
nada ; los inte rco lumnios de P o esthun ,que repiten
las cdas pindáricas de las sirenas coronadas con co
rales y algas ; los exámetros de Virgilio tan sere
nos como los lagos lombardos,fe stonados de guir
naldas de pámpanos ; los diálogos de Platon tan
dulces como las colmenas de l Hibla,y tan religiosas
como las teóricas ó procesiones del Pireo ; los ora
dores hablando y los poetas es cribiendo en la me
lodios ísim a A ténas ; todas estas manifestaciones del
genio meridional privan en mi gusto y me dan e l
orgullo digno de nuestra excepcional y privilegia
da raza .
Mas,dígalo en verdad
,pocos heleno -latinos
tendrán hoy entre las razas puramente saj onas de
uno y otro mundo tantos y tan buenos y tan apa
sionados amigos como yo tengo . Bien es verdad
que mi exaltacion por e l Mediodía no me ha impe
dido prestar homenajes sinceros de mi estima cons
tantes á las virtudes y á los talentos de la mayor
entre las naciones de Europa y la mayor entre lasnaciones de América . ¡ Cuántas calidades envidia
266 EMILIO CASTELAR .
bles los sajones ! Su culto á la conciencia, que le s
da una base tan firme de moral,y su religiosidad
íntima y espiritualista,que le s hace tan idóneos
para gobernarse á si propios individualismo,e l
cual no excluye la obediencia y sum ision volun
tarias á las leyes ; su concepto de los derechos del
alma y de la inviolabilidad de l hogar e l arte cOn
que fundan ,do quier van
,así un jurado popular
'
para establecer el juicio entre pares,como una re
presentacion parlamentaria para curar de los inte
reses públicos e l sabio método de sus progresos
políticos,que las naciones nuestras envidian y no
siguen ; su observacion tan vigorosa y su análisis
tan matemático e l amor al trabajo la tenacidad
en los propósitos,el heroísm o en sus combates
con la Naturaleza,e l apego á las libertades prácti
cas,e l aprecio de la tradicion mezclado con el anhe
lo por las mejoras oportunas la genialidad y ori
ginalidad de sus escritores y poetas m ereciéronm e
siempre una admiracion sin límites confirmada por
e l trato con sus hombres m ás ilustres de uno y
otro continente .
¡ Cuán buenos han sido para m i El T imes,el
New Yorle H era ld,e l S tanda rd
,los primeros perió
dicos del mundo,me han traido
,en mis penosas
luchas,parte considerable de la opinion euro
pea y americana . Su gran orador y primer minis
tro,Mr . Gladstone
,puso no hace mucho inolvida
268 EMILIO CASTELAR .
te decia : Castelar -Club. Comunicábanm e en ella
cómo varios j óvenes republicanos acababan de
fundar una Sociedad política y literaria,con mi
nombre al frente,y me pedian una respuesta
,la
cual sirviese para testifi car en los archivos mi co
nocimiento y aceptacion de tan grande honor . Em
bargado por mis múltiples faenas suelo responder
tarde,mal ó nunca
,lo digo con dolor y remor
dimiento,á e stas muestras de aprecio
,pero la úl
tima tanto me interesó,tanto
,que me puse á escri
bir una carta de gracias y resultó un estudio sobre
las venturas de la democracia americana y las des
venturas de la democracia europea . T iene uno las
ideas dormidas en e l cerebro,los estudios olvida
dos en la memoria,esparcidas y rotas las observa
ciones en la atencion,cuando un hecho cualquiera
sobreviene y da márgen para sacar á luz lo que
acaso j amas se nos hubiera ocurrido escribir sin
semejante coyuntura . S irva,pues
,mi carta de nue
vo capítulo en la obra larguísima que levanto con
mis actos,con mis discursos
,con mis artículos
,
con mis libros para enseñar á la democracia e spañ ola
,no bien curada todavía ni de sus impacien
cias ni de sus utopías ,cómo los organismos pro
pios del derecho natural y de la soberanía popular
no se improvisan en un dia creador , ni se forj anen una tempestuosa revolucion
,sino que resultan
de largos y porfiados trabaj os,como acontece con
R E TR ATOS HISTÓ R ICOS . 269
todas las obras durables,así en la sociedad como
en la Naturaleza . S in más preámbulo c0pio carta
y respuesta
CASTELAR -CLUB .
B rooklyn, ]Voviembre 13 ,1881 .
Ilustre señor : En nombre de esta Sociedadbaj o vuestra advocacion reunida , y compuesta de
muchos j óvenes,entusiastas admiradores asi de
los talentos que recibisteis de la Naturaleza como
de los servicios que prestasteis á la libertad,m e
atrevo á dirigiros esta carta . Con sólo poner los
oj os en su membrete comprenderéis que tenemos
derecho á una respuesta,la cual grabarémo s en
las paredes de nuestra casa para que las orne , y en
los senos de nuestras inteligencias para que las
ilumine y las exalte .
» Los derechos humanos se levantan sobre las
diferencias que distinguen a las razas y sobre las
distancias que separan á los pueblos , y sobre las
palabras que caracterizan las lenguas . Extranj eros
n'osotros á vuestra patria ,no por e so desconoce
mos á su preclaro hij o,cuya gloria e s universal
y m uy especialmente querida y popularizada en
e l corazon de los americanos,que sabem os vene
rar como nadie á los defensores de la libertad y
270 EMILIO CASTELAR .
de l progreso en la tierra . Deseamos,pues
, que nos
concedais e l honor de contarnos entre vuestros
más humildes,si
,pero vuestros más entusiastas
partidarios .
— MY L E S N . MY E R S,P residente .»
Hé aquí ahora la respuesta de l Sr . Castelar
(( Madrid,3 de E nero de 1882 .
SR . MY L E S N . MY E R S .
— Brooklin .
Señor Presidente : Recibida la notificacion á
su hora,y retardada la respuesta mucho más de
lo que pedía vuestro entusiasmo , debo abriros mi
corazon y hablar con franqueza : retraso,habitual
mente,estos renglones por la dificultad de trazar
los a mi sabor y grado, pare ciéndom e pálidas las
frases de cumplido corrientes,y no hallando en
mi diccionario,aunque hiperbólico
,las de subidí
simo precio,indispensables para daros
,en tan cre
cida deuda,e l pago correspondiente á vuestro
afecto . Cuando interrumpo e l trabaj o diario en la
costumbre irremediable de abrir con mis manos e l
voluminoso correo,y,entre los faj os de libros
,re
vistas,periódicos
,una carta de ignorada pero ami
ga letra diciéndome cómo llegó á remotos climas
y apartados pueblos,6 un e co de mis palabras
,6
una línea de mis escritos que despertaron aspira
ciones á lo bueno en los pechos y en los entendi
2 72 EMIL IO CASTELAR_.
tes que los instantes del tiempo , y los puntos del
espacio,y los hábitos de la sociedad
,y los re cuer
dos de la H istoria,y las supersticiones de la opi
nion,y las circunstancias del dia suelen oponer á
todas las transformaciones políticas . El juicio pú
blico,imparcial y sereno
,comprendiendo la m ag
nitud de mi obra,consignóm e con largueza e l cré
dito de su confianza y esperó el término de mi tra
baj o . Pero las exageraciones y las impaciencias ,frecuentes en todas partes
,fre cuentísim as en lo s
pueblos meridionales imputaron á capricho de m i
albedrío la distancia entre la realidad y e l ideal :
como si los poderes humanos borráran leyes divi
nas dadas desde lo alto,así á la Humanidad como
á la Naturaleza . Baj é de l poder,por la pe sadum
bre de tamaños errores abrum ado,y ahora los mo
nárquicos de abolengo , los mismos que rehicieronla monarquía con todos sus atributos , y áun á costa de la guerra civil en España y de la guerra continental en Europa ; los que se ufanaron á una con
la privanza de lo s reyes y se vistieron las gala s y
veneras de las córte s ; los que por fidelidad m o
nárquica siguieron el anochecer de la Monarquía
y abandonaron e l amanecer de la R epública,tris
te de suyo en todos los pueblos de larga tradicion
é historia,cuando no pensaron jamas en aperci
bir,ni propagar, ni defender, ni conservar e l ideal
democrático y republicano,táchanme de perju
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 273
ro y apóstata,dándome lecciones de cómo se ré
hacen y restauran las Repúblicas en e l arqueoló
gico suelo y en la perplej a conciencia de Europa,
por cuyos senos han amontonado ellos mismos una
parte considerable de los obstáculos en que tro
pieza y de las sombras que oscurecen los ensayos
de nuestros futuros progresos . I m aginaos cuánta
será mi satisfaccion viéndom e condenado por los
monárquicos de la democracia en nuestro suelo,al
encontrarme fortalecido por los m ás libres,y los
mayores y los primeros entre los republicanos de l
mundo . ¡ Gra01as mil por vuestro recuerdo y vues
tra carta !
En e l período de la propaganda no cedí á las
amenazas de la fuerza,porque no tuve miedo de
la pena,como en e l período de la práctica no ce
deré á las invectivas de la impopularidad,porque
no tengo codicia de galardon . Nada se aprende
tanto en e l ej ercicio de los derechos como e l artede amoldar las rebeldes realidades sociales al lu
m inoso ideal científico . E l estadista no puede aven
taj ar al mecánico,quien
,si monta una máquina
de cualquier género,j amas ve cumplidos exacta
mente los rigorosos cálculos matemáticos,cuyos
factores le guiaron y le sirvieron para combinar,
establecer y cumplir su artefacto . En virtud de se
m ejantes leyes necesarias , todo mecánico admite
una impureza ó una disminucion que ha de hacer18
2 74 EMIL IO CASTELAR .
marrar la exactitud y generalidad abstractas de
las fórmulas algebraicas . Y á esta impureza la
llama en su lenguaje técnico de manera bien apli
cable al lenguaj e político,la llama e l coeficiente
de la realidad . Pues si tal sucede con verdades tan
e videntes como las verdades matem áticas , regu
lando fuerzas tan sumisas como las fuerzas fatales
de la mecánica,imaginaos qué sucederá con ver
dades tan evidentes como las verdades políticas,
regulando fuerzas tan várias é indóciles como las
fuerzas de la libertad . Y hé ahí por qué sobre las
naciones de la viej a Europa,desde principios de l
s iglo décim osétimo,jamas prevaleció e l ensayo
primero de una república democrática . Los sajo
nes,tan expertos
,contando con la vehemencia re
ligiosa de los puritanos , y la grandeza titánica de
Cronvve ll , y el genio profético de M ilton los fran
ceses,tan exaltados
,contando con la embriaguez
divina de los revolucionarios , y la palabra de Ver
gniaud ,y la energía de Danton ; los holandeses ,
tan fuertes,contando con dos siglos de tradicio
nes gloriosas y un recuerdo como e l recuerdo de
Orange y sus victorias ; los italianos , tan hábiles ,contando con las inspiraciones históricas del corode sus ciudades gtie lfas , y la palabra sacerdotalde Mazzini
,y e l heroísm o helénico de Garibaldi
los húngaros,tan valerosos
,contando con la és
pada que detuviera la irrupcion turca y con e l
276 EMIL IO CASTELAR .
daron á las costas americanas acababan de comba
tir en las legiones adscritas á la libertad religiosa
y de cooperar á la emancipacion salvadora del hu
m ano espíritu . Los autores verdaderos de vuestra
República,los peregrinos
,habían tenido el cris
tianism o democrático por doctrina,Ginebra por
escuela,Holanda por refugio
,los combates con la
intolerancia de los anglicanos por ej ercicio,la su
j ecion á los libros revelados por dis ciplina,la
igualdad evangélica por dogma político,un Go
bierno republicano,semejante al de las primeras
asociaciones apostólicas,por E stado ; e l m ar
,tan
revelador para ellos como e l Desierto para Moi
se s,lo s había separado de aquellos E stuardos
,se
m ejante s á los Faraones , y los habia conducido
con los salmos de la libertad en los labios,á tier
ra materialmente tan estéril,pero en grandes en
señ anzas morales feraz como la tierra prometida :
un mundo entero,sin las ruinas saturadas de su
persticione s letales , habíale s ofrecido espacio tan di
latado como la interior infinidad de su espíritu,y
en e l altar del Dios de la libertad se confundían sus
plegarias y sus derechos,sus códigos m orales y sus
leyes civiles,su abstracta teología y su concreta
política,la idealidad de lo santo
,y de lo eterno
,y
de lo divino,y de lo incomunicable con la realidad
de sus instituciones,la religion de l alma humana
con la democracia de l continuo y constante progre
RETRATOS HISTÓRICOS . 277
so . Aquellos santos merecieron que la leyenda los
haya conocido con e l nombre poético de los ena
m orados de la libertad y los caballeros de l espíritu .
A una idealidad así uníanse otras várias á cual
más favorable . La República fundada por sober
bia dictadura en Inglaterra y extinta como un co
meta luminoso y pasaj ero,así que se apagó el ge
nio de su dictador ; la República , no pudiendo pre
vale cer en Europa,prevaleció en América . El gran
Vane sólo supo morir como un mártir de la fe re
publicana en la viej a Inglaterra , y en la Nueva supo
de j ar los gérmenes abundantes de vuestras glorio
sas instituciones . La misma Restauracion, ¡ qué
infausta para el pueblo inglés y qué fausta para el
pueblo americano ! Aprovechasteis sus primeros
tiempos de tolerancia para organizar vuestros idea
le s,y los tiempos de reaccion
,los tiempos de Ja
cobo II,para defenderlos y salvarlos . El calavera
sensual,e l último de los Cárlos
,baj o cuya triste
advocacion se perseguía sin piedad como fieras á
los republicanos vivos y se desenterraba de l seno
sagrado de la tierra con profanacion á los republi
canos muertos,firmó con su sello las Constitucio
ne s democráticas del Connetticut y del R io de Is
lande,confiando á los colonos el gobierno de las
colonias,por cuya virtud pudieron hallarse como
bajo la techumbre de su hogar al vivir baj o el ré
gimen de la República . Si una disposicion Real
2 78 EMI L I O CASTELAR .
abolió las leyes fundamentales de Masachussets,
y un filósofo,enemigo del idealismo y contrario á
la democracia,fundó instituciones plutocráticas
en las regiones desiertas,donde surgió e l oligár
quico E stado de la Carolina,j amas faltó allí
, ja
mas la representacion parlamentaria más ó ménosinspirada en lo que llama la tierra toda e l conjun
to maj estuoso de los principios ingleses y la sá
bia division y separacion de los poderes públicos .
A sí,los diputados del Comun se sobrepusieron á
los representantes de l monarca Jacobo II,y la go
bernacion de los pueblos por si mismos entre vos
otros fué una costumbre secular ánte s de ser un
reconocido y consagrado derecho .
A bríanse vuestros cielos para dej ar paso á todas
las almas heridas por la reaccion religiosa, que ,
regocij adas,volaban á buscar e l abrigo de la li
bertad como vuelan las alondras,cantando á bus
car el resplandor de la aurora . Los des cendientes
de aquellos albigenses náufragos salvados á la fu
ria feroz del feudalismo provenzal ; los discípulos
de aquellos mártires traicionados en Constanza y
ofrecidos á la teocracia,de sacrifi cios humanos
hambrienta como las antiguas divinidades antro
pófagas ; las ví ctimas de los choques entre los pri
vilegiados de la Iglesia anglicana y los dem ócra
tas del severo puritanismo escoces ; los valdenses
recogidos en las cimas de los Alpes y acusados por
2 80 EMILIO CASTELAR .
nacion y á su raza saj ona,y en e l siglo décimooc
tavo,e l dem ocrático y universal
, que ha de tras
cender á todo e l planeta y ha de mejorar en mucho
e l estado y condicion de toda la humanidad .
P e rdonadm e si,movido por vuestra noble car
ta,heme parado un m omento á contemplar los
factores históricos y los elemento s espirituales cu
yas sábias combinaciones y m ez clas compusieron
e sa grandiosa R epública . Antes de vuestra independencia
,desde e l Gobierno religioso y ginebri
no de Masachussets,donde reinaban e l espíritu
y e l pensam iento,hasta e l Gobierno feudal y aris
tocrático de l Maryland ,donde se enseñoreaban el
privilegio y la fuerza ; desde la oligarqu ía patricia
de la Carolina hasta la democracia pura de l Con
necticut; desde los nobles anglicanos de la Virgi
nia hasta los espirituales kuákeros de la P ensyl
vania ; desde los holandeses de la Nueva Amster
dan hasta los saj ones de Flor de Mayo,todos á
una estaban por tradiciones seculares industria
dos en e l arte difícil de gobernarse á si mismos,y
todos tenian seguros,á la u sanza británica
,e l
hogar de la fam ilia consagrado por e l poder de la
costumbre y la representacion en corporaciones
engendradas por la complexion y la historia desus libres razas . Y e s de notar cómo en e l siglo
de la crítica y de l escepticism o,cuando la ironía y
e l sarcasmo, que acompañan á todas las decaden
RETRATOS HISTÓR ICOS . 281
cias,acompañaron á los reyes absolutos de igual
suerte que la sátira latina á los emperadores roma
nos,y se quiso transformar e l mundo con la duda ,
que unos bebían á tragos en e l alma del grande Vol
taire y otros en e l alma del grande Federico ; vos
otros ahí llevabais á los bosques vírgenes la pureza
religiosa de las catacumbas primitivas dejabais en
las horas de reposo el hacha que abatiera los altoscedros para leer los libros que abatieran los falsos
dioses ; poníais sobre los esplendores de la exube
rante naturaleza americana los esplendores del in
timo espíritu cristiano ; y confundíais vuestras ple
garias con el incienso de las selvas vírgenes y
vuestros salmos bíblicos con e l coro de las aves
canoras,uniendo
,al frente de vuestra revolucion
,
los dos luminosos dogmas que explican y llenan
los mundos y los cielos : el dogma de la libertadde l hombre y e l dogma de la existencia de Dios .
Así,nos admira y pasma toda vuestra révolu
cion por e l modo singular con que la guerra y la
legalidad se compadecen y aunan,apareciendo ésta
como e l derecho en s í mismo y aquélla como lafuerza de l derecho .
A sí vuestros héroes se distinguen por laidealidad m ás pura confundida con el sentido m ásclaro . ¡ Qué inteligencia tan conspícua la inte ligencia de Franklin ! El resultado de sus profundasobservaciones apareció como inspirada profecía .
282 EMIL IO CASTELAR .
¡ Qué ministerio tan excepcional e l ministerio his
tórico del fundador de vuestra República ! El mo
nolito donde reposan las cenizas de Napoleon e l
conquistador está hoy tan frío y tan solitario como
un sarcófago de los reyes de Egipto,m iéntras e l
sepulcro de Wasingthon aparece como un altar
lleno de vida y de calor donde arden las llamas de
las ideas inmortales que esclarecen las conciencias
y animan á los pueblos . Cuán felíz concordia para
vuestra Constitucion la concordia del cuasi …mo
nárquico Hamilton y el cuasi revolucionario Ma
disson ! Aquél llevó á vuestra política la e stabili
dad y llevó éste á vuestra política e l progreso . De
conciliaciones entre tan opuestos elementos ; de
síntesis entre ideas tan contradictorias ; de pactos
entre la realidad y el ideal,surgió e se vuestro Có
digo fundamental,de antiguedad tan venerable y
de carácter tan sabio,que
,destruyendo la triste
anarquía de los primeros tiempos de la Confede
racion,fundada en el ej emplo de los E stados ho
lande se s,dió la unidad á vuestro Estado y consa
gré los derechos de una verdadera democracia . La
sencillez sajona reaparece,y sobre su ingenuidad
e l puritanismo religioso pone las interiores liber
tades de l alma . Nada de privilegios hereditarios :
nada de cleros oficiales ; nada de aquellas mons
truo sas instituciones de la conquista y de la guer
ra normandas sobrepuestas al carácter inglés ; los
284 EMILIO CASTELAR .
cana . Empeñada en combate á muerte con las ins
titucione s antiguas,no ha sido la nuestra una de
mocracia de derecho y de legalidad,ha sido una
democracia de guerra y de violencia . Por el m e
dio ambiente en que creciera , su complexion ha
tomado un carácter revolucionario . Y la revolu
cion,como la guerra
,puede ser un momento crea
dor en los pueblos,pero no puede ser
,no
,un ré
gimen definitivo y durable . Somos ánte s los cru
zados de la libertad tormentosa que los ciudada
nos de las naciones libres . Todos llevamos,como
los católicos en e l Concilio de Nicea congregados,
alguna cicatriz de las heridas abiertas por las
monstruosas instituciones que hemos combatido,
y todos tenemos,como los hij o s de Israel baj o los
sauces de Babilonia,algun idealismo recogido en
los apocalipsis de la esclavitud,con que hemos
durante nuestras mocedades soñado . Somos sier
vos redimidos con los rencores y los hábitos de la
servidumbre,maltrechos por los esfuerzos emplea
dos en nuestra emancipacion . Y hemos sabido án
te s conducir e l combate que aprovechar la vieto
ria . Bien e s verdad que á esto han contribuido en
gran parte nuestra monarquía y nuestra Iglesia
históricas,interrumpiendo aquélla con su absolu
tism o patrimonial toda la tradicion democrática de
nuestras Córte s y de nuestros Municipios de la
Edad Media,é interrumpiendo ésta con su abso
RETRATOS H I STÓR I OOS . 285
lutism o pontifi cio toda la tradicion parlamentaria
de los Concilios de Basilea y de Constanza . Has
ta en la misma religion protestante la Iglesia ofi
cial se ha puesto de parte del privilegio contra la
igualdad y de la reaccion contra el progreso . Ex
ceptuando Z uinglio en Z urik,Calvino en Gine
bra,Knox en E scocia
,las demas Iglesias protes
tantes se han juntado á las tiranías civiles y laicas y han sido sem iim periale s con Melanchton en
Alemania ; monárquicas con Lutero en Saj onia,
Hesse y Brandeburgo ; aristocráticas y cuasi feu
dales con la clerecía anglicana en Inglaterra .
Para romper al doble despotismo de nuestra
Iglesia intolerante y de nuestra monarquía abso
luta,hemos sido violentos y revolucionarios
, por
consecuencia poco demócratas,poco liberales
,poco
republicanos . Ved,pues
,la diferencia entre lo s
fundadores de vuestras y los fundadores de nues
tras R epúblicas . Los de aquí,los m ás em inentes
,
Cronwell,Vergniaud ,
Danton,Robespierre
,han
tenido que exterminar,como los semidioses de
las antiguas fábulas,á los monstruos mayores de
la tierra que levantar cadalsos,por cuyas tablas
sangrientas han rodado coronadas cabezas ; que
sostener porfías legendarias con supersticiones de
duracion secular,desarraigando privilegios
,cuyas
raíces formaban e l sobre suelo de la patria en su
extension y en su arraigo ; que levantar una socie
2 86 EMIL IO CASTEL AR .
dad democrática,empleando las calcinadas pie
dras recien caidas de los palacios regios y de los
castillos feudales,entre la s erupciones del univer
sal incendio y en su empeño,superior á las fuer
zas humanas,han combatido más que legislado , y
puesto las necesidades de los combates sobre las
nociones de lo justo,y servido y entregado á los
reyes,y hecho matanzas
,como las matanzas de
Setiembre,y dado golpes ilegales como los golpes
contra e l Parlamento británico,y erigido dictadu
ras que intentaban dominar hasta las almas,com o
la dictadura jacobina,y llevado á la guillotina
,sin
piedad,los cooperadores á la obra comun
,aunque
hubiesen hablado con la elocuencia de los brizotis
tas y procedido con e l rigor de los dantonianos ;que nada tan horrible y tan peligroso como sacar
de las entrañas de una sociedad organizada para
e l bienestar y e l goce de unos pocos la libertad y
e l derecho de todos .
))Vosotros mismos habeis podido probar en una
experiencia dolorosa esta verdad evidente . El par
tido liberal de Inglaterra,no habiendo logrado ni
baj o los T udore s ni bajo e l primer E stuardo e s
table cer las libertades parlamentarias en las islas
británicas,las estableció en la colonia Virginia .
Y en e se territorio,ligado por la vária comple
xion de vuestros E stados á las privilegiadas ins
titucione s inglesas,brotó e l árbol venenoso y
28 8 EMIL IO CASTE LAR .
cluirse sino por terribles y radicales cauterios .
P ero,concluida la esclavitud en América y
concluido e l absolutismo en Europa,se ha cer
rado e l período genésico de las revoluciones yabierto e l período normal de la evolucion para
toda la democracia en e l mundo ; si , en todas par
te s,con la sola y singularísim a y notable excep
cion de Rusia . Las relaciones entre la Naturaleza
y e l espíritu,entre la sociedad y e l universo apa
recen cada día más manifiestas . Toda idea e s un
hecho psicológico,y todo hecho e s una idea con
creta . E l infinito moral y e l infinito material se
compenetran como e l oxígeno y la luz,como la
luz y el calor . La Historia de la Filosofía confir
ma e l apotegm a hegeliano de que en ella se en
cuentra la Filosofía de la H istoria ; como los cuer
pos simples de l mundo se mezclan y combinan entodos los organismos
,las ideas fundamentales de l
alma se mezclan y cambian con las instituciones .
Subsiste la fuerza en e l Cosmos y subsiste la vida
en las sociedades . No puede un átomo ser aniqui
lado y no puede ser una generacion destruida .
»La materia celeste se condensa en centros y nucleos como e l espíritu humano en pueblos y na
ciones . Un planeta e s más habitable por las espe
cies progre sivas en e l período de enfriamiento que
en e l período igneo,y una sociedad e s más propia
para las instituciones progresivas en e l período de
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 289
la evolucion que en e l período revolucionario .
Nuestros sentidos nos hacen creer que la tierra
está inmóvil,como sobre una columna infinita
,en
e l centro de los cielos , y nuestra ciencia nos hace
ver que la tierra boga como un astro perdido en los
áureos arenales de mundos y de soles,á manera
que la observacion diaria nos hace creer inm óvi
le s las sociedades si no se estremecen,y luégo ré
sulta que á pasos lentos y apénas advertidos , sehan acercado con tenacidad al cumplimiento de
su divino ideal . Lo que es la irradiacion en el sis
tema solar y las causas constantes en la ciencia
geológica y el enlace de los organismos en la
tierra,y la serie de las ideas en la lógica
,y e l
progreso en la Historia,e so es la evolucion
,la ley
del alma y del Cosmos aplicada necesariamente á
la política .
Hé ahí la única razon,quizás
,por que creo me
recer vuestro aprecio . Hace hoy once años m e
consagré con ahínco á convertir una democracia
tan revolucionaria como la democracia española en
una democracia pacífi ca,ordenada
,legal . S i este
trabajo hubiera precedido al advenimiento de laprimera República no se m alográra como se malo
gró tristemente la institucion por excelencia de la
ley ,de la libertad
,y de la paz . Homenaj es como
el vuestro me alientan á contrastar las interesadas
y maquiavélicas especies de la reaccion y las des
290 EMIL IO CASTELAR .
in teresadas y locas especies de la demagogia,em
penadas una en confundir un cambio de métodos
en un cambio de ideas y en demostrar que de stru
yo mi obra cuando la corrij o y perfecciono . ¡ Ah !No sabeis cuánto me han confortado los anales
de vuestra República cómo han sostenido en sus
desmayos la voluntad y en sus perplej idades la
conciencia . Ya estoy tranquilo y creo servir en la
medida de mis fuerzas á la humanidad y á la pa
tria . Yo necesito de vosotros,pero vosotros no ne
ce sitais de m i porque teneis cuanto yo quisiera
para Europa,los derechos naturales
,e l sufragio
universal,el jurado popular
,la república pro
gre siva ,una confederacion de E stados
,que yo
sustituiría con la confederacion de Naciones,em
pezando por las dos que habitan la península
Ibérica y concluyendo por las cinco ó seis que
componen á las orillas del Mediterráneo y del Da
nubio,así en Oriente como en Occidente , el ilus
tre anfictionado de la raza latina . Amad vuestra li
bertad .
))A un mismo tiempo,en la primera mitad del
siglo décim osexto,se reveló al mundo civilizado
la existencia del territorio que había de regir la
triste autocracia moscovita y la existencia del ter
ritorio que había de regir el progresivo gobierno
americano á un mismo tiempo,en la segunda mi
tad del siglo décim ooctavo,los sucesores de Pedro
LOS ACADEMICOS ENGUERRA.
296 EMIL IO CASTELAR .
la merece . No olvidaré nunca la cara de extrañeza
que Julio Favre puso al leer , recien elegido , la
l ista de sus colegas en inmortalidad,y encontrar
se nu cierto Sr . Siraudin,de tal suerte oscuro y
desconocido,que lo tomó por un célebre confitero
de la calle de la Paz,cuyo arte en arreglar bombo
neras llega al extremo de despertar apetito,por la
forma m ás bien que por la materia de su industria
por e l continente m ás bien que por e l contenido ,por la caj a más bien que por la confitura .
Cuentan y no acaban los franceses así que tratan
de re a cademica con e l aplomo con que trataba el
escritor antiguo de re militare . Cousin y Víctor
Hugo estuvieron á punto de llegar á las manos en
pleno cenáculo porque fué osado aquél á decir en
las barbas de éste que desde los tiempos de mada
m e de Sevigné no se había vuelto á escribir fran
ce s . No diré que sois un estúpido,Mr . Cousin
respondió e l poeta — porque m e lo vedan re spe
tos académicos ; pero engañ aria ,de seguro
,á la
docta corporacion,si le ocultase que allá en la
intimidad de mi sér,os creo merecedor de tal ca
lificativo .» En cambio,Alfredo de Vigny cuenta
que al presentarse al célebre orador y filósofo Ro
yerd -Collard pidiéndole su voto, preguntóle éste
en qué categoría de pretendientes se encontraba,
y com o le dijese que en la categoría de los poe
tas,re spondióle : Cuánto poeta . Hace poco he
RETR ATOS HISTÓR ICOS . 297
mos elegi do tambien á un tal Víctor Hugo . » Y un
tal V íctor Hugo,j óven á la sazou de treinta años
,
habíase presentado á la Academia con un timbre
inmortal,que durará tanto como la lengua fran
cesa,conNuestra S eñora de P a ris .
Encontrándome yo en Francia se suscitó la
célebre polémica entre e l obispo de Orleans y la
mayoría de l docto Cuerpo,á causa de haber nom
brado éste á L ittré,á quienDupanloup condenaba
con vehemencia y en cuya sociedad no creía en
contrarse con honor,á causa de profesar el de sig
nado principios m aterialistas y ateos . Tambien
presencie en casa de varios académicos amigos
mios ruidosas disputas sobre la eleccion de mon
sieur Ernesto Renan,quien ha pronunciado un
discurso de tal hermosura en la frase y de tanta profundidad en el fondo
,escrito en estilo tan clásico
y pensado en alturas tan luminosas,que lo toma
riais por páginas de aquellas recitadas á la sombra
de los árboles del Pireo y á la vista de los mares
helenos,entre el zumbido de las abejas y e l chir
rido de las cigarras aticas,y e l arpegio de los rui
señores,cuando e l sol naciente dora las cim as
de l Hibla y la procesion religiosa pasa por losintercolumnios del templo en aquellas tierras de
la inspiracion y de la armonía no visitadas por
las dudas de nuestro entendimiento y por las con
tradiccione s de nuestro espíritu .
298 EMIL IO CASTEL AR .
Pero la recepcion verdaderamente ruidosa fuéla recepcion de Emilio Ollivier
,primer ministro li
beral de l Imperio,á quien tocó e l triste caso de
declarar la guerra á Prusia y causar,por este acto
insensato,la rota y la ruina de Francia . Y hubo
un tiempo en que hasta los señores más liberales
de la Academia creyeron posible,como Ollivier
,
encerrar la libertad parlamentaria en el Imperio
bonapartista ; vano empeñ o , como si tratáran de
encerrar la herej ía en la Iglesia,la razon libre en
la autoridad tradicional,Dios en e l diablo . Y como
creyeron posible encerrar la libertad parlamenta
ria en el Imperio cesarista,adoraron al j óven in
experto de cuarenta y tres años,cuya irreflexion
,
propia de los veinte abrile s,cargaba con la imposi
ble obra de tan fantástica alianza,y no teniendo á
mano otra cosa mej or que darle , diéronle á una la
corona de académico y las palmas de la inm ortali
dad,sin prever que iban á coronar un nombre exe
crable y á recrudecer y agravar contra ese nombre
las exe cracione s de la Hi storia . Los ensayos libe
rales de Ollivier dieron por resultado un plebisci
to,eu cuyas declaraciones se diviniz aba más al
Emperador que en lo s plebiscito s anteriores ; una
sentencia acerca de un asesinato de Pedro Bona
parte,en que s e eximia á un príncipe de la san
gre de la igualdad ante la ley ; una guerra en que
las apariencias querian buscar el engrande cim ien
300 EMIL IO CASTELAR .
sí mismo,como e l pobre jovencillo de la fábula ,
poco dispuesto á devorar las amarguras de un
apostolado que ha de beber hasta la ingratitud y
la injusticia de los propios amigos ; fácil á —los ha
lagos de aquella córte imperial,que llegaba por la
corrupcion adonde no podía llegar por la violencia ; deseoso de goces nada conciliables con la se
renidad del ánimo y la paz del espíritu,dió á su
apostasía los colores de un liberalismo cesarista,
e l cual resultaba de un alambicamiento y de una
sofistería increíbles,y tomó la presidencia de l ú l
timo Gobierno del Emperador,como si un fatal
instinto de perdicion ,parecido al de los protago
nistas en la tragedia antigua,le arrastrára ¡ de
e retos inexorables del destino ! á caer en las ruinas
de una gran catástrofe y llevar ante sus contem
poraneos y ante la H istoria e l estigma de una tre
menda responsabilidad . Voces amigas,desoídas
por su mal,anunciáronle á una el precipicio de su
inminente desgracia,mucho m ás hondo en verdad
que alto y elevado era e l castillo de su poder . Laimprem editacion
, que está entre sus defectos de la
edad madura, ¿ cómo no estaria entre los ardores
de la juventud naturalmente imprevisora ? Queria
evitar á toda costa la revolucion,y para evitarla
,
no encontraba otro medio sino aligarse al metal
que la atraía y la provocaba . Los hombres previ
sores veían la ruina de la Babel imperial como los
R ETRATOS H I ST ÓR I OOS . 301
profetas hebreos la caida de Nínive y de la Babi
lonia idólatras . Lo urdido . en el crimen,lo consu
mado por la traicion,lo que necesitaba llamar san
to al perjurio y libre á la esclavitud,lo nacido en
una noche de furia pretoriana,tenía que caer en
otro dia igual á su origen,allá entre e l humo de
la pólvora y el vapor de la sangre . Y todo este
desenlace de la historia bonapartista se desplomó
con inmensa pesadumbre sobre el único hombre
de E stado que habia desconocido la propia histo
ria como desahuciado la propia conciencia,s e des
plomó sobre el único infeliz que habia desmentido
su orígen . ¡ Tremendos e scarm ientos de la impla
cable pero justiciera Providencia !
En e l tiempo que medió entre su poder y su
desgracia,Ollivier fué asunto de alabanza s
,obj e
to de culto,tema de apologías entre los miopes
fácilmente cegable s por el primer destello del po
der y por los primores favores de la fortuna . Unos
le atiborraron de incienso en los periódicos y le
dieron el título envidiado de la inmortalidad ofi
cial . Pero,entre la recepcion del título y la toma
de posesion vino,como era de temer
,la catastro
fe . Y entónce s lo s mismos que le nombraron le
desconocieron . Al exceso de la adulacion siguió el
exceso del vejám en,como sucede con frecuencia
en épocas de pasion y de combate .
Bien es verdad que Ollivier no guardó la digni
302 EMIL IO CASTELAR .
dad conveniente en la desgracia . Reemplazó á La
martine,y cuando tantos y tan varios temas para
su discurso,puramente literario
,ofrecía e l histo
riador y el poeta,se empeñó en tratar la política
y hacer sobre aquel cadáver gloriosísim u la pro
pia justifi cacion . Parece imposible que delante de
aquella fantasía , estrella luminosa en el cielo de
nuestro siglo,se acordara tanto Ollivier de la pa
sion política y tan poco de las canciones cuya me
lodiosa melancolía conmoviera toda Francia ; de
los discursos semejantes á las arengas dichas en
la plaza de A ténas entre aquel pueblo tan grande
por su amor al arte ; de l Sócrates departiendo con
sus discípulos acerca de la inmortalidad y prepa
rando la última palabra lanzada por Cris to al cielo
desde la Cruz ; en fin,de los viaj es m ateriales á
la tierra de los misterios,al Oriente
,y de los
vuelos sublimes á las regiones de lo ideal,á lo
infinito ; de aquella serie de ideas y de inspiraciones que elevaban la vida de Lamartine á la cate
goria de un poema,el cual llegará á ser verdade
ram ente épico cuando el hombre estime en m áslas guerras y los dolores por las ideas que las por
fías homicidas y los laureles sangrientos allegados
en la devastació n y en la matanza .
A errores como los errores de Ollivier solam en
te les cuadra un profundo silencio . Despues de
tantas catástrofes caidas sobre la patria de todos
304 EMILIO CASTELAR .
mejor se guarda memoria de éste,al baj ar sus ca
bezas orladas de laureles para aspirar un poco deincienso
,tan grato á los inmortales como á los
mortales,Thiers y Lamartine habrian visto con
tristez a que les faltaba e l homenaje de la A cade
mia y habrían atribuido esta falta á un bien triste
caso,á que sobre e l elogio de uno y otro ha
caido una sombra,e l nefasto nombre de Ollivier .
Y,en efecto
,no se contenta éste con destro
zar,á lo s golpes de su política
,e l poderío de
Francia,sino que se atreve tambien á oscure
cer con su pluma las glorias más puras de Fran
cia . Su error en este punto no tiene tampoco ex
cu'
sa ni puede tenerla . E l que declaró la guerra no
podia criticar al que quiso evitarla en la hora ter
rible de aquella espantosa declaracion . El que com
prometió el territorio no podia zaherir al que lo
r escató . El que,una vez caido
,se oscureció por
completo como esas aves que esquivan el sol,no
podia vejar á quien,tocando ya en e l sepulcro
,
recorrió Europa entera en demanda de un auxi
liar ó de un aliado cuando el Imperio habia dej ado á Francia sin género alguno de alianzas . Pero
no se contenta con vej ar al glorioso anciano,sino
que,despues de haberle vejado , le propone la línea
que debe seguir en su conducta y le antepone el
nombre de Changarnier,antiguo liberal
,adherido
á las últimas horas del Imperio y empeñado en
R ETR ATOS HISTÓR ICO S . 305
salvarlo de su último naufragio . Pero Thiers no
podia adherirse al Imperio . Nació éste hiriendo su
derecho y atropellando su persona ; creció tenien
do á Francia en la m ás vergonzosa tutela y aca
bó,como debia acabar
,
: como profetizaban todos
los hombres superiores,con la derrota más triste
y sobre la de sm embracion de Francia,cuyo pen
samiento y cuya voluntad no consultára ni siquiera para declarar la guerra . Mr . Dufaure
,grande
polemista,de una lógica acerada y de un senti
miento de indignacion muy vivo , contestó á Olli
vier lo que debia contestarle cuando e l discurso
fué presentado á la aprobacion de una Junta supe
rior en la Academia . Changarnier era un soldado
y tenía que cumplir una consigna,por mucho que
costase á su co razon,y Thiers era un político que
no podía estar sino allí donde estuviesen su honor ,su historia
,su conciencia . Lo que era honroso para
Changarnier era deshonroso,de shonrosísimo para
Thiers . El militar debe ir donde esté su banderay el político sólo puede ir donde esté su partido .
Casualmente e l Thabor donde Thiers se transfi
guró fué la última parte de su vida , aquel m agní
fi co holocausto de todas sus ideas en aras de la
República,y aquella consagracion cuasi reli
giosa al culto de la patria . L éj os de merecer esta
parte de la vida de Mr . Thiers un Aristarco quela infamase
,merecia todo lo contrario
,por su
306 EMILIO CASTEL AR .
esplendor inmortal y por sus divinos sacrifi
cio s : un Plutarco que la consagrase á la inm orta
l idad .
Por fin,la Academia ha decidido quitar la con
te stacion al estadista Ollivier y cedérse la al litera
to Mezieres . Procediendo así ha superado una difi cultad á primera vista insuperable y ha rendido
e l necesario homenaje á un muerto por tantos ti
tulos ilustre . No puede e l historiador concluir esta
triste historia sin lamentar que las instituciones
pierdan su centro de gravedad y adulteren su
carácter propio merced á extra víos de los mismos
que debieran sostenerlas y conservarlas . El Insti
tuto no e s una institucion política,sino una ins ti
tucion literaria . No corresponde en la j erarquía de
l as instituciones á la voluntad social,como las Cá
maras al j uicio social,como los tribunales ; corres
ponde á la inte ligencia,á la razon
,á otras faculta
des,quizá superiores
,del e Spíritu que anima con su
soplo á los pueblos . Divertirlo de su origen y de su
fin es pura y simplemente perderlo . Cuando el si
leu cio reina en largos períodos de dictadura,como
allá baj o la tiranía bonapartista,concibese fácil
mente que la Academia Francesa repita las quejas
y los e strem e cim ientos de la conciencia pública
Oprimida y dé un re spiradero á las idea s ahoga
das . Pero hoy que la libertad reina en la tribuna
y en la prensa ; hoy , que por todas partes corren el
UNDIPLOMATICO ESPANO L .
3 12 EMIL IO CASTEL AR .
logo de la moral perdurable,á su pueblo trasm i
tido por la potente voz de Jehová entre los re
tumbos del trueno y los chasquidos del rayo ; las
nuevas factorías,como Aden
,levantadas en los
pedregales exhau stos sin vegetacion ninguna,sin
agua casi,con su atmósfera encendida por el S i
moun y sus arenales abrasados cual hornos de cales
ardientes ; la isla de Ceylan ,que se nos aparece
como ceñida de un collar de perlas y como aro
mada por sus esencias de canela,con sus palmas
en los mares metidas y sus volcanes perdidos en
los cielos ; el archipiélago filipino , de rios asom
brados por los cocoteros y de selvas exuberantes,
donde la vida tiene todos los esplendores y la
muerte todas las voracidades que los trópicos en
gendran al contacto de la humedad con el calor ;las riberas de Siam y los horizontes de Anam
objetos de tantas codicias y campo de tantas con
quistas el Celeste Imperio,tan grande como toda
Europa,y sus cuatrocientos millones de seres hu
manos,y sus razas tártaras é indígenas
,y sus re
ligione s contradictorias , como la religion de Con
fucio,tan positivista
,y la religion de Mahoma
,
tan dogmática,y sus descubrimientos sin madu
rez,y su agricultura sin progreso
,y su civili
zacion sin '
perfe ccionam ient0 ,y sus castas sin
solemnidad ni grandeza,y su cultura sin esperan
za ; tan lustroso y tan frágil como su brillante
RETRATOS HISTÓR ICO S . 13
porcelana empeñado en trabajos de activa y tenaz
perseverancia,pero sin fecundidad
,por haber e l
dominio de la costumbre y del hábito,la fuerz a
del tiempo y de la tradicion,inmovilizado aquella
sociedad mecánica,y semejante á las movedizas
,
y sin embargo duraderas petrifi cacione s acuáti
cas,en e l molde cuasi roto de antiguas creencias
religiosas y de rígidas castas sociales .
La parte m ás curiosa de tan extraño libro,á
no dudarlo,e s la referente al tiempo que habitó
su autor la capital de China,por los ej ércitos
anglo -franceses abierta,de Spue s de su irrupcion
triunfante,al Cuerpo diplomático europeo . Perei
ra es,por complexion
,uno de los hombres más
comunicativos y sociables que pueden hallarse,y
habitó algun tiempo la capital,cuyas murallas
han caido para la diplomacia,pero cuya sociedad
y trato son á todo el mundo tan inaccesibles
como antes de la victoria europea y de los pactos
internacionales . A los enviados varios de seis ó
siete naciones y al obispo católico de Pekin se
reducían todos los conocimientos del ministro en
su residencia y estada . Los altos dignatarios le
pagaban las visitas oficiales que les hacía y aquí
paz y despues gloria . No sé cómo sufrió Pereira
tanto tiempo tal estado,repuls ivo á su franca
naturaleza . Noble por su cuna,demócrata por sus
ideas,acostumbrado á la vida patriarcal de su
3 14 EMILIO CASTELAR .
patria,Galicia
,donde todos le hablan y todos le
aprecian,el silencio y la soledad y e l aislamiento
,
en medio de una ciudad,á la cual creen las esta
dísticas tan crecida,por lo m énos
,como L óndre s
dábanle triste irremediable nostalgia . ¡ Cuánto se
duele,y con qué gracia
,de l gesto corriente y
a costumbrado en las chinas,al ver á los extranj e a
ros,quienes deben pare cerle s como e l demonio á
nuestras beatas y devotas,segun siguen rápidos
y movimientos indeliberados,muy análogos al
estremecerse y persignarse ! Cuán original , y áun
dramática,la escena ocurrida en la L egacion espa
nola,cuando se presentan dos m inistros chinos á
decirle cómo debiendo la Emperatriz pasar por
las calles principales de la ciudad en e l dia si
guiente,por motivo y razon de celebrarse su boda
con el Emperador,y no permitiendo e l cerem o
nial cortesano la presencia de ninguna persona,
pequeña ó grande,fuera de las adscritas al oficial
cortej o,conjurábanle á que no saliesen por mo
tivo alguno sus dependientes ó él,si no querían
exponerse á determinaciones inevitables y gravisimas !
Pereira,estando en P ekín y en situacion como
la perteneciente á un ministro español,tuvo que
recluirse dentro de su casa,cual todos los demas
mortales,y no ver á la nueva Emperatriz
,priva
cion á la que acompañó,cuando recibiera su noti
3 16 EMILIO CASTEL AR .
multicolores aún,muy multicolores
,los kioskos
campestr es ; el palanquin todavía conducido en
hombros por las calles ; el criminal públicamente
castigado con su yugo al cuello ; los mandarines
vestidos de sedas realzadas por bordaduras capri
chosas la costumbre reinando hasta en las meno
re s m inumomdade s baladíes de la vida como per
durable liturgia ; la imitacion sustituyendo á la
espontaneidad genial de los pueblos libres ; las
clases divididas por supersticiones tan altas como
sus antiguas murallas ; y e l conquistador tártaro
acampado todavía en medio de la ciudad,cual si
no la hubiera sometido,y recorriendo con su
córte mongólica,entre cuyos ascendientes se
cuentan Atila y Guengi-Kan ,como para invocar
los horrores inenarrables de la guerra y los dere
chos bárbaros de la conquista y de la fuerza .
Los canales,que dan á la capital del Imperio
Celeste cierto aspecto veneciano,se han cegado
,
faltando las pintorescas barcas,reproducidas en
los abanicos y en los biombos,cual aquellos arcos
de yeso realzados por vivos colores y fuertes be
tunes han palidecido poco á poco,perdiendo todo
su esplendor . Mas todavía e splenden ,como en
sus mejores tiempos,los palacios imperiales
,aun
que devorado é l apercibido de antiguo para estío
por incendio terrible,obra nefasta de la civiliz a
cion europea ; y e splenden los templos donde se
R ETRATOS H I ST ÓR I COS . 3 17
presta culto á la moral enseñada por Confucio y
los conventos de Lamas,en cuyos claustros se
guardan los m etam orfoseos referentes á las diver
sas encarnaciones de Budha ; y tantos otros edifi
cios y monumentos,verdaderos testigos del des
arrollo de aquella cultura y de las esencias y
sustancias,digám oslo así
,espirituales ó ideales
que han contribuido á la elaboracion de su e s
piritu .
En el dia de hoy llaman más vivamente la cu
riosidad natural de quien leyere libro tan curioso
los capítulos relativos á Siam que los capitulos re
lativos á China y demas territorio s visitados por
nuestro ministro . No abris diario alguno ahora que
carezca de cartas ó te légram as referentes á estos
países,donde acaba Francia de fundar una ya de
finitiva dominacion por el esfuerzo de su ejér
cito y e l talento de su diplomacia,valiéndóle tal
triunfo la seguridad completa de sus antiguas co
lonias,e l protectorado efectivo sobre Anam
,y la
plausible apertura de las provincias meridionales
chinas á su comercio . En cuanto leeis el relato de
nuestro viajero,advertis las señales características
de aquellos apartados reinos,donde tiraniza el mun
do animal tanto al humano linaje hasta obligarle
y constreñ irle forzosamente á organizarse por e l
modo y manera de una sociedad cuasi militar,para
que sirvan las muchedumbres y dominen y man
3 18 EMILIO CASTELAR .
den los pocos en número y dotados de facultades
poderosas y múltiples como en tiempo de guerra .
Sus árboles forman allí con sus ramas entrelazadas
como verdaderos horizontes los vegetales acuáti
cos,sus nenúfar'es y sus lothos ocultan casi la su
perficie del agua en los ríos más caudalosos ; e l ti
gre maulla tan cerca de las ciudades que ois de sde vuestras camas en las noches serenas e l siniestro
maullido arrástrase la serpiente boa,cuyos ani
llos pueden descoyuntar un toro,por los j ardines
más cuidados luchan los reptiles en ej ércitos den
tro de los estanques caseros ; el horrible lagarto
chacon castañetea produciendo sonidos casi articu
lados,sobre vuestras mesas y sillas ó se pega como
lapa á vuestro cuerpo ; y la casa ,compuesta de
bambúes cortados y coronada de palmas secas,flo
ta en aquel océano de calurosos vapores,donde
la perennidad de un calor excesivo perpetuará,
s in que podais remediarlo , el absoluto dominio de
la materia por medio de su primer ministro la
fuerza,quienes os reducirán á inevitable obedien
cia,so pena segura de muerte . El observador dice
a cada renglon curiosas observaciones que revelan
con claridad un estado social parecido á la infancia
por su extrema vejez .
Siam y Anam representan sociedades vueltas al
estado primitivo despues de grande cultura sin re
novacione s y sin progresos hoy . E l ofi cial encar
320 EMILIO CASTEL AR .
por resistencias de las tradiciones en aquel intrin
cado laberinto de inaccesibles costumbres . ¡ Cuán
diversa la vida occidental de la vida oriental ! ¡ Qué
sociedades tan contradictorias ! Pereira,señor
,á
quien por amistad llaman sus paisanos señorito de
Reboredo,guarda viej as preem inencias señoriales ,
y entre otras,antiguo patronato sobre la iglesia
de su barrio,donde tiene capilla y clero como los
reyes,asentándose bajo dosel de damasco en la
fiesta de Agosto al lado de l evangelio para oir la
misa mayor . Pero e s e l igual á todos y e l servidor
de todos en la sociedad democrática,formada len
tamente por nuestra historia y henchida con e l es
piritu moderno .
Aunque de familia tan apegada por su educacion
al terruño y al privilegio,que su padre dirigió y
encabezó mucho tiempo allí e l carlismo,ha bata
llado en las revoluciones,padecido por los princi
pios de igualdad y de libertad en las cárceles,vo
tado el año cincuenta y cuatro en las Constituyen
tes contra e l trono tradicional y la monarquía de
doña Isabel II,perteneciendo en cuerpo y alma
,
desde los albores de su vida,sin tregua ni de scan
so,á la m ás radical democracia .
¡ Cómo se acordaria en el triste Oriente aquel
region de las castas opresas y de las llanuras uniformes
,cómo
,del sitio delicioso donde radica
,en
la suave y dulcísim a Galicia,su hogar solariego !
RETR ATOS HISTÓR ICOS 321
Las colinas cubiertas de verj ele s ,donde los árbo
le s enlazan sus frutas con las sedas aureas de las
panoj as y con las verdes guirnaldas de los pámpa
nos las casas de los labradores sombreadas por el
olmo por e l pin o,á heno verde c liente s y adorna
das con los horreos parecidos á columbarios roma
nos la ria clara,serena
,de una tranquilidad hel
vética,en lo más hondo del valle
,apercibida á
presenciar idilios perpétuos y á oir cadencias me
lodiosas de alhadas y m uñ e iras los robledale s
con sus hojas lustrosísim as en los altos montes,
alternando con las praderas bordadas de flores ;aquella bahía de Vigo
,que disputa con los lagos
de Suiza é Italia en color y trasparencia los ca
minos conducentes á Pontevedra,que tienen la
poesía osiánica,exhalada de continuo por los tor
rentes precipitados entre los riscosos derrumbade
ros y por las nieblas suspendidas de las verdine
gras cumbres e l palacin de Reboreda en e l repecho
ayuntado á la ermita , sobre sus graderías de vi
ñ edos que llegan de l pié á la cumbre de los mon
te cillos y bajo su dosel de bosques fre squ ísim os que
bajan desde la cumbre á la hondonada,con sus
parrales apoyados en columnatas de blanca piedra,
en cuyo blancor resaltan las azules hortensias , con
los arroyuelos que descienden serpenteando por las
laderas y los surtidores que suben á las alturas y
se abren y espacian en gotas cristalinas : toda s
3 22 EMILIO CASTELAR .
aquellas eglogas , sobre las cuales se levantan e l
espíritu y la libertad, ¡ oh ! debian verse con suma
envidia desde la inmensa ergástula oriental , donde
un pueblo de maniquíes trabaj a por hábito como
un rebaño al signo que le hace y bajo e l patron y
norma que le da todo un emperador celestial , á
quien cree hij o de l sol,aunque
,á diferencia de l sol
,
j amas ha podido ni verle siquiera en su honda y
pesada servidumbre .
A sí,cuando Pereira sale de l extremo Oriente
y llega por fin al vestíbulo de nuestra Europa con
tinental,sito en Africa
,llega por fin al Egipto
,su
nostalgia se desvanece,y late una especie de re
juvene cim iento en su espíritu entristecido por la
de crepitud irremediable del A sia . Efectivamente,
por muy devotos que seamos de la unidad huma
na,y yo en grado altísimo lo soy
,sucédenos algo
de lo que sucedía en su tiempo á Goethe,quien
sólo comenzaba verdaderamente á sentir parentes
co y afinidad con los pueblos históricos,cuando
aparecian espléndidos en los escenarios de la His
toria los egipcios y los helenos . E l Egipto, que
Pereira se recrea en describir á su regreso,e s e l
término medio entre la Europa y e l A sia,e l nexo
de un gran silogismo,la segunda idea de una gran
tríada . Sus aguas,las aguas de l Nilo
,fe cundan
tanto la conciencia humana como el africano desierto . Sus dioses llevan e l secreto de la creacion
324 EMIL IO CASTELAR .
no obstante mi amor á los viajes,su larga re si
dencia en Pekin,m iéntra s le envidio
,y mucho
,
sus correrías por Egipto,y sobre todo por el Cai
ro y las Pirámides . Alej andría brilla en la Historia
y á mis oj os como una de las constelaciones ma
yores que hayan podido embellecer los horizontes
de l tiempo en las grandes perspectivas de la Histo
ria . Salió de la mente del gran A lejandro como
Minerva de la cabeza del gran Júpiter . El cielo de
África la contempla extático por los oj os de sus
estrellas inextinguible s el desierto la ciñe y la ro
dea con sus arenas de oro ; e l Nilo murmura en sus
oídos,al deslizarse por su lecho de palmas
,pala
bras misteriosas y divinas los obeliscos llevan á
una en sus inscripciones j eroglíficas los misterios
de la muerte y las esperanzas de la inmortalidad ;e l mar Mediterráneo le besa
,con sus ondas reca
madas de algas y espumas,las marmóreas sanda
lias el faro engarza clara luz en su frente Asia y
Grecia la consultan y le confían el ministerio decomponer sus grandes síntesis porque Alej andría
e s la perla preciosa del anillo con que se unen los
continentes y e l sacro santuario en que se confun
den é identifican las ideas .
Pero no acabaríamos nunca si hubieramos deinscribir aquí todas cuantas reflexiones é ideas
nos ha inspirado la serie de paisaj es diversos con
tenidos en la obra curiosísim a de Pereira . Imposi
R ETR ATOS HISTÓR ICO S . 325
ble abrir tan curioso libro de viajes y dej ar al via
j ero hasta e l término de su peregrm acmn . E l relato
tiene una sencillez encantandora las reflexiones,
una incomparable ingenuidad ; el estilo una fluidez
muy difícil de alcanzar hasta por los sumos litera
tos ; las reflexiones , una filosofía tanto más ins
tructiva cuanto que no proviene de ningun sistema
preconcebido,sino de la naturaleza y sustancia
misma que anima todo e l asunto . Reciba D . Juan
Manuel Pereira nuestros plácemes,y crea que ha
ornado con su excelente libro nuestra literatura ene l especial y difícil género de viajes que piden rica
variedad de conocimientos y mucho movimientoen e l estilo . Una y otra calidad reunen sus páginas
,
por las cuales merece,como verá por sí mismo
quien las leyere , toda suerte de plácemes .
Nada m e complace tanto en la vida como recorrer las regiones que componen e l territorio denuestra E spaña -y contemplar los monumentos quedespiertan la memoria de nuestros padres . Los
tiempos pasados se avivan y resucitan en e l esce
nario donde sus tragedias sucedieron . E l alma de
los muertos vuelve á los conjuros y evocacione s
de l recuerdo,como para buscar e l origen de ven
turas ó desventuras trascendentes á su nombre enIel mundo y a su reposo en la eternidad . Enseña
más sobre el destino de Roma un paseo por la
Vía Apia,bordada de sepulcros
,que un estudio
de los libros de Tito L ivio y de Tácito . Cuentan
más historias de España las piedras mudas de la
catedral de Toledo que las páginaS grandilocuen
te s de Mariana y de Mendoza . Los campos de
Montiel llevan aún la maldicion del fratricidio de
los T rastam aras las ruinas de Poblet,cubiertas
de ortigas,guardan aún las sombras augustas de
los reyes de Aragon ; las alturas de l puerto Mu
EMILIO CASTELAR .
radie l revelan á los oj os más vulgares las gloria
á ellas unidas como la luz á los soles e l pico de
Monserrat reflej a las retinas de los navegantes
catalanes de l Mediterráneo,que lo saludaban arro
bados en sus fabulosas expediciones al Oriente de
Europa ; las rej as de Granada parecen e l poema
de la guerra santa y de la reconquista nacional y
apénas hay un rincon de la Península donde los
espectáculos de la Naturaleza no estén realzados
por las grandiosas escenas de la h istoria .
En mi calidad de historiador —hé contemplado
mil veces los escenarios principales de los hechos
históricos,y,al escribir un cuadro de la poetisa
que voy á retratar,no habia visto aquello s lugares
donde nuestras crónicas modernas comienzan,y
la fuente de nuestra vida nacional brota,y e l poe
ma de la reconquista se inicia,y e l habla española
balbucea sus primeras palabras,y el grito de Dios
y libertad resuena,y la capilla de Covadonga se
ñ ala como la letra inicial de nuestras victorias,y
e l astur y el galaico hacen retroceder al árabe
abortado por los desiertos hácia e l Mediodía,y al
normando abortado por los mares hácia e l Norte ;y por doquier
,así en los prim itivos dialectos de in
comparable dulzura como en las iglesias románicas
de indecible severidad,se sienten aún los vagidos
de nuestro espíritu y se tocan las tablas de nuestra
cuna ¡ ah ! no habia visto ni Astúrias ni Galicia .
3 32 EMIL IO CASTELAR .
constantes aspiraciones que á lo infinito siente
en su eternal carrera nuestro pobre y oscuro pla
neta ! ¡ Cómo caerán las sombras por aquellas re
catadas capillas,antiguo albergue de las peregrina
ciones y término santo de largo y proceloso viaj e !
¡ Cómo re sonará por aquellas bóvedas e l grito que
los guerreros han proferido en Clavijo,en Cala
tañ azor,en las Navas
,en Tarifa ; e l grito que
invocaba al Apóstol y lo traia al frente de nues
tros ej ércitos y en su blanca cabalgadura apoca
líptica ! Jerusalen ,Roma
,Compostela
,eran por
aquellos tiempos de fe como las tres gradas espi
rituales por donde la pobre humanidad podia su
bir hasta ver frente á frente las tres personas de la
Trinidad Santísima .
Y despues de haberse confortado el ánimo con
estos santos recuerdos, ¡ cómo se comunicará con
la Naturaleza ! Ya sé por experiencia que no pue
de pedírse le al Norte el color de nuestras tierras
meridionales y la línea inflamada que rodea como
de una aureola e splendente las aristas de la Giral
da y las estrías del Parthenon . Y a sé que nuestro
paganismo clásico,nuestra forma plástica
,nues
tro relieve escultórico,los secos torrentes en que
la adelfa se corona de rosadas flores y la palma se
cimbrea al soplo abrasador del simoun,j amas se
encuentra en los campos eternamente verdes quee l Océano riega con sus evaporacione s continuas
R E TR ATOS HISTÓR ICOS . 3 33
y con sus lluvias benéficas y que la niebla envue l
ve eu sus velos de gasa . Pero será de ver e l campo
tranquilo,como los idilios de T eócritc ; el prado
á la continua reve rde cido por una primavera per
pétua ; los bosques de frutales cargados con lasabrillantadas frutas las colinas donde en libertad
crecen toda clase de arbustos entre los altos ro
bles y castaños e l antiguo campanario de la aldea ;por los hondos vallés
,la cabaña con su establo y
e l establo con sus vacas á la puerta ; seperteando
en várias direcciones la ria serena y trasparente,
llena de barcas que contrastan con las pesadas
carretas,y trabajando sin descanso los campesinos
de ambos sexos,seguidos de sus innumerables
chicuelos que entonan á una en coro esas sonatas
y cantares cuyos aires se han elevado en las com
posiciones de los primeros maestros europeos,lo
mismo en la S infonia P astora l de Beethoven que
en la tierna S onámbula de Bellini,á expresion
clásica de la felicidad campestre . Galicia tiene pin
tores,que excuso nombrar
,capaces de darnos idea
tan clara de su tierra,como los pintores m alague
ños nos la han dado de una merienda en la Caleta
ó los pintores sevillanos de un baile en Triana .
Inútil buscar en las composiciones gallegas una
sombra como de azabache junto á una pared,cuya
cal semeja al alabastro ; la luz llega , cernida por
tantos vapores como hay en e l aire y amortiguada
3 34 EMILIO CASTEL AR .
por tanta vegetacion como hay en e l suelo,dulce
,
á guisa de caricia gallega,sin rebotes hiperbóli
cos,sin reve rberacione s metálicas
,á los oj os
, que
pueden recibirla y gozarla en una placidez ineta
ble . Bajo los seculares árboles de ramas bastantes
á cubrir una plaza ; en cercados floridos y olientes
á madreselvas ; sobre alfombra natural , y aunque
natural mullida y blanda ; el gallego , cubierto con
su montera y ataviado con sus calzones y su cha
queta de paño oscuro,que chapillas de plata abo
tonan y adornan,baila en compañia de la hermo
sísim a gallega,en cuya cabeza flamea el pañuelo
de colores realzado sobre e l primoroso dengue y
e l oscuro zagalej o de e stam eña,y en cuyo cue
llo relucen sobre la blanca camisa los varios co
llares ; y así trenzan ,al són de su gaita
,una de
esas danzas iguales á su música,por tristes
,por
amantes y por voluptuosas .
Lo Cierto e s que esta tierra,falta de calor
,ins
pira á sus hij os una pasion tan encendida que
raya en fanatismo . Ni e l catalan , que se cree ciu
dadano de perfecta nacionalidad ; ni e l andaluz ,
que habita la region más privilegiada y m ás poé
tica de E spaña ; ni e l valenciano , bienhadado en
sus asiáticos j ardines ; ni e l vigoroso aragonés
aman a su patria como e l gallego . L a sombrade sus árboles
,e l dejo de su agua natal
,los
mendrugos de su pan de maíz y de centeno , las
3 36 EMIL IO CASTEL AR .
las conquistas,por cuyo terrible poder suelen re
novarse las sociedades humanas,de igual suerte
que se renuevan los aires por las tempestades y
por las inundacione s los campos . Pero en cam
bio hay otras razas á qu ienes j amas separais de l
territorio donde nacen y que se pegan á él como
la carne al hueso .
E stas son las razas que padecen e l mal de l paí s
llamado en griego nostalgia,mal horrible que
termina casi siempre por la muerte . Y parece q uela fatalidad lo quiere . E l gallego se ve obligado
,
por la densidad de la poblacion y por la tristeza del
suelo,á las emigraciones constantes . I m aginaos
cuál será su pena cuando trasponga la línea de l
horizonte sensible y dej e tras si el campanario de
la iglesia parroquial en cuyo regazo ha crecido su
alma ; e l cementerio donde yacen sus mayores , con
cuyos huesos se mez clan las raíces de la vida los
hogares que han cobijado los afectos y las pasiones ,á cuyo impulso se ha reunido la sangre y se ha
amasado la carne de l corazon . En ningun punto
del mundo donde vaya volverá á ve r la zagaleja ,que
,con la mano puesta al oído
,la cabeza mo
vida á un lado y otro,los oj os fuera casi de las
órbitas , cual si buscára y no encontrára e l sér
amado,entona la triste cancion correspondiente á
la serenata andaluza,cancion parecida
,en su
larga cadencia,bien á un arrullo de amor ó bien
R ETRATOS HISTÓR ICOS . 3 3 7
á un suspiro de muerte . Y se comprende,se com
prende perfectamente que al abandonar todos és
tos lugares,indisolublemente unidos á todas sus
pasiones,desfallez ca y muera . Y esta tristeza del
alma se reflej a en su poesía,que es verdadera
mente una poesía melancólica del corazon .
Así tiene los caractére s de la poesía del Norte,
la vaguedad y la profundidad . La Naturaleza se
reflej a en la conciencia de sus bardos como se ré
flejan los objetos en los poemas o siánicos . La e s
trella que luce entre las primeras sombras de la
tarde el vapor que asciende del oleaje de los
mares á formar las nubes los vientos huracanados
que se estrellan al pié de la roca vestida de pina
re s las hierbas de las colinas que ondean y se plie
gan al beso de los céfiros el torrente que se des
peña espumoso entre los riscos la luna coronada
de nieblas,que dan mayor palidez y mayor mis
terio á su faz ; la caverna llena de aves nocturnas ,cuyos gritos se confunden con el toque de las ani
mas,dan á la poesía gallega mucho del sabor que
tienen los cánticos de aquellos pueblos,obligados
,
por su latitud y por su clima,á encerrarse dentro
de si m ismos y relacionar los fenómenos del Uni
verso con los afectos y las ideas del alma .
Su lengua,sin embargo
,por la riqueza de com
binacione s vocales,por la dulzura de las conso
nancias,por la copia de rimas
,por la variedad de
22
3 3 8 EM IL IO CASTELAR .
m etrificacion,por la onom atopeya de sus pala
bra s,
. re lacionase con todas las lenguas m eridio
nales,pues al oírla diríais que estais oyendo e l
italiano,el provenzal
,el lem osin
,cualquiera de
las lenguas habladas á orillas del Mediterráneo
y compuestas por las relaciones y el comercio de
aquellos pueblos que sobre un fondo heleno -latino
ostentan esmaltes y relieves,por el movimiento
natural de la sociedad sobrepuestos y realzados .
A estas calidades reune un candor,una sencillez
,
un sabor arcaico que muestran cómo se ha culti
vado principalmente en la Edad Media,y luégo ,
cuando la nacion se formó en e l siglo generador
de los grandes E stados ha tenido que ceder la pal
m a á la lengua del centro,á la lengua castellana .
Galicia,m énos abierta naturalmente á las irrup
c ione s de extranj eros pueblos que e l Mediodía de
E spaña ; m énos helena y m énos árabe , pues ni
una ni otra raza han ejercido en las orillas del A tlántico el poder que en las orillas del Mediterrá
neo ; rom ana , muy romana durante el Imperio , y
despues de la irrupcion germánica esencialmente
sueva,tiene una complexion más determinada y
una tradicion m ás seguida que el resto de las provincias españolas . Su habla
,pues
,debe ser e l latin
romanceado por los suevos como e l habla caste
llana e l latin romanceado por los habitantes del
Centro . S ea de esto lo que quiera,existe una lite
340 EMIL IO CASTELAR .
dad,que excusa como grave falta el propio mé
rito . Pocas veces he visto expresar,como en la
composicion titulada Vaguedás , esas visitas de las
inspiraciones várias,nubes sin forma evaporadas
del corazon á la mente,y que suelen algunas ve
ces arrebolarse en las tintas de la idea,y otras
veces enrojecerse en el relámpago de la pasion .
A sí pregunta por qué escribe y no sabe cómo res
ponder á esta pregunta . Pues en tal ignorancia se
encuentra el secreto de la verdadera vocacion "
poé
tica . Quien canta sin voluntad,obedeciendo á mo
vim ientos de l sér,como obedece el arpa á la mano
que la tañe,y expresando ideas instintivas pre
sentadas de súbito á la mente,m ás por sobrena
turale s revelaciones que por la interior reflexion ;quien hace eso ha recibido del cielo el dón de la
poesía,para traerlo y depositarlo entre los abroj os
de la tierra .
Teniendo este dón no podia m énos de tener
con él profunda melancolía . Redentores y no lle
var corona de espinas profetas y no sentir las
epilepsias de la admiracion sabios y no consu
m irse en el calor de la retorta donde surgen nue
vos elem entos poetas y no padecer con todos los
que padecen,y no llorar como todos los que llo
ran,y no sentir la nostalgia de cielos misterio
sos, ¡ ah e s completamente imposible . Rosalía
está triste,y la tristeza rodea de aureola mística
R ETR ATOS HISTÓ R ICOS . 341
sus sienes,y la tristeza se plañe en todos los acor
de s de su lira . A s í no podeis m énos de llorar cuan
do se despide de sus prados,del claustro donde
tantas veces ha gemido ; de los montes negros ,plateados por la alborada que brilla en el Sar y en
el Sarela ; de las pardas torres metropolitanas des
tacándo se en las inciertas lontananzas y al decirles
adios considera que esto permanecerá perenne,
inmóvil,perdurable
,m iéntras los que se creen
inmortales,superiores á todos los mencionados
objetos,eternos como las almas
,cada dia darán
hácia la muerte un paso y dej arán en las tortuosi
dades del camino alguna ilusion ó alguna espe
ranza . Conoz co pocas emociones m ás magistral
mente dichas que la despertada en su corazon por
el interior de la catedral de Santiago . Se oye re
zar á los viejos y á las viejas los P adre nuestros ;
se ven los rayos últimos del sol en su ocaso, pe
netrando por las vidrieras de colores y de scompo
niéndose en las brillantes sartas de las arañ as ; se
s iente el terror que le sobrecoge cuando al plañido
de los campanarios ve las almas en pena p intadas
p or los altares , y las cabezas de los santos mov iéndose como para contarse algun misterio unasá otras ; se pregunta , por fin ,
al poder de la evocacion
,si aquellos rostros de las estatuas tienen
alma,y los labios de piedra palabras
,y los Ar
zobispos y los Obispos , tendidos sobre las losas ,
3 42 EMILIO CASTELAR .
fuerzas para levantarse de sus lechos fríos como el
mármol y pedir perdon á los Crucifij os,ilumina
dos por las dudosas lámparas,y á la Soledad
,lá
grimas para llorar los dolores de su divino Hij o
y la eternidad de nuestros pecados . No acierto á
expresar cuánto me conmueven los pensam ien
tos poéticos por Rosalía consagrados al cem en
terio,
'
á la ermita,al enterramiento
,á la m ez
cla de la religion con la muerte . Cree reriais sus
ideas flore cillas brotadas en los sepulcros . Caen
sobre e l alma con la lánguida tristeza de las ra
mas del sauce y huelen á cipré s . Hace bien la
poetisa cantando esos abismos insondables don
de concluye e l frenesí de nuestra vida y pára e l
movimiento vertiginoso de nuestra desatentada
carrera . Yo nunca he visto sin conmoverme una
iglesia en los valles de mi tierra . Una iglesia ,único ideal del pobre pueblo
,á quien e l arte se
aparece bajo la forma religiosa : nave mística,po
blada de santos que interceden por nosotros y
circuida de muertos que esperan su resurreccion ;faro luminoso encendido sobre los es collos de l
mundo y que proyecta su luz en las”
profundida
des del alma,luz solitaria
,la cual se nos apa
rece como estrella misteriosa en e l dia de los tor
mentos ; are a que flota en e l diluvio de nuestras
lágrimas ; punto de interse ccion entre los caminos
de la eternidad influencia de toda aspiracion as
344 EMILIO CASTELAR .
melancólica,los acordes de la serenata
,cuanto ha
pasado en la vida . Sigue á esta triste reflexion so
bre lo que llevamos muerto en nosotros mismos,
una pintura del cementerio de Adina,tal como se
aparecia á sus ojos en la niñez con sus olivos vie
j os y oscuros ; con los clérigos que tom ane l sol en
las tapias como los seculares cipreses,y los niños
que j uegan entre las tumbas como las mariposas
entre las fl ores con las piedras tumularias que re
saltan entre los montones oscuros de la tierra re
movida ; con el blanco osario que , á lo mej or, en
la callada noche,despide la fosfórica luz de sus
fuegos fatuos ; con las hierbas verdes , las malvas ,las cicutas
,las ortigas que crecen alimentadas por
los muertos,y exhalan desde la superfi cie de las
sepulturas,mezcladas sus raíces con los huesos
,e l
oxígeno de la vida . Naturalmente,la emocion que
el cementerio despierta en e l alma de una niña,
e s emocion de alegría . Y en esta alegría se eu
cuentra lo fi losófi co y lo profundo del pensam ien
to alcanzado por la intuicion soberana del poeta .
En la edad en que no hemos visto los muertos no
creemos en la muerte . Pues qué, ¿ no j ugamos á la
puerta del cementerio como á la puerta de la e s
cuela ? Habeis visto algun contraste mayor y
más terrible que los divertim ientos y las risas y
los gritos de los huérfanos de dos ó tres años,
m iéntras los clérigos salm odian,a la puerta de la
R ETR ATOS HISTÓR ICO S . 345
casa en duelo y ante un ataud lleno,los cánticos
de la eternidad
La niña ve en e l cementerio de Adina la hierba
sobre las sepulturas,las mariposas sobre las flo
re s,el cielo sobre los pájaros
,la vida que rebosa
en e l templo de la muerte . Pero se ha ido léjos deallí
,se ha separado por mucho tiempo
,y al cabo
ha vuelto la infeliz . Pregunta por todos los que ha
amado y nadie le responde . El tiempo se los ha
ido llevando poco á poco en sus giros,y ha despo
blado de los seres predilectos á Padron,y ha po
blado con sus despojos el cementerio . A sí corre á
él,y mira por la cerradura
,en vez de ver y oir lo
que veia y oia de niña,ve la tierra removida so
bre la cual vagan las almas,y oye la campana
plañidera que llora por los muertos .
Consólemonos . Nada en la realidad tan repug
nante,ni nada en el ideal tan hermoso como la
muerte . El cadáver,á los ojos del cuerpo
,está lle
no de gusanos,y á los ojos del alm a circuido de
ángeles . H iede cuando nos acercamos á él con
nuestro cuerpo,y embalsama el aire cuando nos
acercamos con nuestra alma . Qué sería de nos
otros si no nos muriéramos nunca E stas dudas
que taladran las sienes,y estos desengaños que
desgarran el corazon,el amor sin esperanza
,la ilu
sion sin realidad,la separacion de los seres queri
dos,la pena de la ausencia
,todos estos dolores
346 EMIL IO CA STEL AR .
habrían de ser eternos . Sólo allende la tumba el
ideal será verdad,la ilusion certidumbre
,la poesía
pensamiento,el pensamiento vida
,la vida eterni
da d,la eternidad amores sin celos
,satisfacciones
sin desencantos,creencias sin sombras
,espíritus
sin cuerpos,arte sin formas
,felicidad sin zozo
bras,la plenitud del sér
,e l dia imperecedero de
la justicia,la vision perfecta del Eterno . Dios
mio, que no vengan dos veces los cálices ya apu
rados,que no se aparten de nosotros j amas los se
res tan queridos,que no suceda al ideal soñado
con tanto amor al parto abortivo de la grosera rea
lidad,que el cierzo de un nuevo desengaño no
hiele,no
,la última florescencia de ilusiones y la
última cosecha de esperanzas ; y como todo esto
sea imposible en el mundo,matanos pronto en tu
divina misericordia para que pronto nuestro s mis
mos calumniadore s nos hagan justicia, y nos dur
mamos para siempre creyéndono s bendecidos y
amados,y aguardando muchas lágrimas sobre
nuestras cenizas .
Una de las cualidades m ás sobresalientes en R o
salía Castro es la cualidad poética por ex ce len
cia,la vista intuitiva de la relacion misteriosa qu e
existe entre el mundo interior y el mundo exte
rior,entre el universo que compone la humanidad
y el universo que compone la Naturaleza . La esfe
ra de l horizonte v la esfera de l cerebro,la luz de
c!
348 EMILIO CA STEL A R .
ror como la mirada de vuestro mayor enemigo,y
la mirada del cordero,compasion como
'la mirada
de un niño . Existe una relacion misteriosa entre
los matices del prisma y las notas del músico . Pi
tágoras explicaba m ás a sus discípulos con la vis
ta que con la palabra . Alej andro,que sólo tenía
cincuenta mil hombres en A rbelas,m iéntras Da
río tenía un millon,no quiso pelear en las tinie
blas como le aconsejaba P arm enion,porque creia
más en los prodigios de sus oj os que en los prodi
gios de su táctica . Magnetismo,electricidad
,amor
,
voluntad,calor
,pasion
,luz
,idea
,todas esas vir
tudes várias se confunden,perteneciendo unas
á la esfera espiritual y otras á la esfera material,
como unas fuerzas se confunden con otras fuer
zas en la inmensidad del Universo . Pues pocos
pensadores y pocos poetas expresan mej or estas
relaciones que Rosalía Castro en sus bellísimosversos .
Si hubiéramos de calificarla con una sola pala
bra,calificaríam osla de poeta lírico por exce len
cia . Cuando se eleva en alas de robusto estilo á la
poesía real obj etiva,rayana con la epopeya
,ca
rece de la originalidad que la distingue en tanto
grado cuando canta sus propias emociones ; y si
presenta el mundo externo,lo presenta en relacion
con su alma,celeste
,lum inosa
,trasparente
,y en
cuya superfi cie el menor soplo de las auras levanta
RETRATOS HISTÓR ICOS . 349
rizos y ondulaciones,el menor reflej o de la luz
extiende esmaltes,y matices el menor objeto de
las orillas el árbol frondoso y la hierba humilde,
la colina que permanece inmóvi l en los bordes,y
e l ave que pasa por los horizontes , encuentran es
pejos y dejan de sí copias y retratos . Y siendo
poeta lírico por excelencia es po r necesidad poeta
elegiaco . Desde el principio al fin de sus versos dos
sentimientos lo poseen : sentimiento de tristeza me
lancólica por las desgracias universales de la vida
humana,y sentimiento de tristeza exaltada por
las desgracias particulares á la vida gallega . E l
hombre es una síntesis de la Creacion . E l Universo
sideral recoge su más b ello éter para producir la
luz de los humanos oj os ; los flúidos electro -magné
ticos condensan sus m ás poderosas corrientes para
derramarse por las cuerdas de nuestros nervios :
los átomos,que acaso vienen de los confines del
espacio,se acumulan en nuestro cuerpo para com
poner é l m ás perfecto organismo ; y sobre todas
e stas várias determinaciones y modos de la mate
ria universal se eleva en nosotros el misterio inde
cible,inenarrable
,sublime ese misterio de l alma
que llega por grados á ver lo infinito y á de sem
bocar en la eternidad . Todas las cosas piensan en
nosotros,y todas las cosas en nosotros padecen .
Nuestra voz repite el quejido universal de los se
re s que se duelen del esfuerzo empleado por tras
3 50 EMILIO CASTELAR.
pasar e l límite y de la fatalidad que al lim ite los
sujeta como a su cadena,como á su prision
,como
á su eterno suplicio . E ste quej ido,más agudo á
medida que e l sér crece y progresa,encuentra un
e co en todas las estancias de las F ollas novas,y
un e co poético .
Pero el dolor m ás bellamente expresado e s e l
dolor de su madre Galicia . Se ve el aislamiento
en que la patria comun ha dejado á tan hermoas provincias . Se oye el resuello de una raza for
zada por su triste condicion social á todos los
trabajos m ás materiales y penosos . Se ven las
marcas de las heridas seculares abiertas en los po
bres campesinos por la antigua tiranía señorial . Se
notan las cualidades de aquella familia de pueblos ;la inteligencia aguda
,la astucia fina
,la tristeza
perpétua . Sobre todo,el dolor de los dolores galle
gos se halla repetido á cada verso ; e l dolor de la
separacion,el dolor de la ausencia
,el dolor de la
nostalgia,el dolor de las emigraciones
,la patria
apareciéndose húmeda,fresca
,verde
,sencilla co
mo un idilio,grata como una mañana de prima
vera,con su corona de frutas y flores
,con sus ca
dencias campestres,repetidas por la zampona y
por la gaita ; con sus rias trasparentes y tranqui
las,en medio de los ardores del implacable trópi
co y de las tristezas del forzado destierro . Toda
obra poética,por subjetiva
,por pa rticular
,por
352 EMILIO CASTELAR .
fortifican los órganos que componen su cuerpo y
se abrillantan las estrellas que pueblan su cielo .
Rosalía,por sus libros de versos gallegos
,e s un
astro de primera magnitud en los vastos horizon
tes del arte español .
F I N.
ÍND I CE .
P áginas .
Muertos y vivos ilustres .
E l Sr . Moreno Nieto .
Don Juan E ugenio H artzenbusch …
G aribaldi .
E l Sr. D . Marce lino Menendez P e layo v su H istoria
de los heterodoxos .
E n e l centenario de Calderon .
Un obispo e slavo y la union de la I gle sia griega yla I glesia latina .
Un fi lósofo pe sim ista .
L os R enovadores re ligiosos de ahora y los del R enacim iento .
L os R epub licanos sajones
L os A cadém icos en guerra .
Un Diplom ático español .Una P oetisa gallega . .
I ¡ A
ILUST R A C ION ESPANO LY A M E R I C A N A
PERIODICOESPECIALDE BELLAS ARTES Y ACTUALIDADES,
F UNDA DO P O R E L
xe uo . SR . 13. %B E LA R DO DE EAR LOS .
SE PUBLICA LOS DIAS 8 , 1 5 , 2 2 Y 3 0 DE CADA MES .
E sta notable R EVISTA ilustra sus páginas,no sólo con los
acontecim ientos más importante s que en e l mundo ocurren, s
ino
tamb ien con la 00pia exacta de los m onumentos artísticos ynotable s que existen en E spaña
,Am érica y e l extranj ero .
P R E C I O S D E S U S C R I C I O N .
PROVINCIASY P O R T U G A L
MADR ID . EXT RANJERO.
Cada núm e ro consta de 16 páginas gran fólio con grabadosen ocho de e llas
,inm ej orablem ente impre sos sobre pape l supe
rior. Cuando las circunstancias lo exigen,se publ ican suplem en
tos,grátis para los Sre s . Suscritore s . E l texto y los grabados
son siempre de los más d istinguidos e scritore s y artistas, y la
ed icion,tan luj osa com o las m ej ore s de los periód icos de e sta
clase que se publican en e l extranj ero .
SEREMTEN¡aaaDETURI Aalusl103QUEusa 0El, ¡manual llAdministracion Carretas 2 — Madrid
B IB L IOTE CA SE LE CTA
AUTORES CONT EMPORÁNEOS,
P UB L ICADA
POR LA EMPRESA DE LA ILUSTRACIONESPANOLA Y AMERICAN
P R E C I OS ENMA DR I D.
DE D . JUAN VAL E R A .
P e p ita J im e n e z .— Un tom o , 8 .
º
pe setas .
E l C o m e n d a d o r M e n d o z a .— Un
tomo , mayor france s . pesetas.
L a s I l u s i o n e s d e l d o c t o r
F a u s tin o . Dos tomos en 1 6 .
º5 pe
setas.
D o ñ a L u z ( Segunda ed icion ) Ur
tomo en 8 .
º— P ese tas
P a s a r s e d e lis to (T ercera ed icion)- Um tomo en 8 .
º— P e setas
C u e n t o s y D iá l o go s ( P rim era
ed 10iou). — Um tom o en 8 º— P e setas
A lgo d e to d o .— Un tomo enpe se ta s .
D á fn is C lo e , p or un ap rendzz d e
¡ ¿e lemsta .— Um tomo , 3 pesetas .
DE D . JOSE S E L GAS .
E s c e n a s fa n tá s tic a s .— Um tomo,
8 .
º mayor france s 3 pe seta s .
U n R e tr a to d e m uj e r .
— Un tomo . pe setas .
E l Dl u n d 0 in v i s ib l e .— Um tomo
,
8 º mayor.— 4 pe se tas.
H e c h o s y d ic h o s .pesetas. Un tom o.— 3
DE D. EMI L IO CAS T E LAR .
R e c u e r d o s d e I ta lia (P rimera par
te ) .— Um tomo,
mayor france s . 4 pe
se tas .
R e c u e r d o s d e I ta lia (Segunda parte ) .
— Um tomo, 8 .
º mayor frances — 4 pc
setas.
L a C u e s tio n d e O r ie nt e .— Umt
mo , mayor france s.
— 4 pe setas.
L a R u s ia c o n te m p o r á n e a .— U
tomo, m ayor france s . 3 pe se ta s .
L a s G u e r r a s d e A m é r ic aE g ip to . Un tomo
,8 .
ºmayor france— 4 pe setas.
E u r o p a e n e l ú l tim o tr ie n io .
Un tomo ,8 .
º m ayor france s.— 4 pe setas.
H is to r ia d e l a ñ o 1 8 8 3 .— U
tomo,8 .
º m ayor trance s ,4 pe se tas .
DE D . P E DR O A . DE AL AR CON .
A m o r e s y a m o r í o s ( H istorie tas eprosa y ve rso).— Um tomo ,8 .
º mayor fra
ce s .— 4 pe se tas.
DE D . R AMON DE CAMP OAMOR .
N u e v o s p e q u e ñ o s p o e m a s .
Un tom o , 4 pe setasD o lo r a s y c a n ta r e s .
— Um tomo
7 pe se tas.DE D . ANT ON IO DE T R UE B A .
R I a r í—S a n ta . Un tomo, 8 .
ºmayor frances . 4 pe se ta s .
N u e v o s c u e n to s p o p u la r e s .
Un tom o, m ayor france s .
— 3 pese tas .
D e fl o r e n fl o r .
— Um tomo, mayofrance s — 3 pesetas.
DE MAR ÍA DE L P ILAR S INUES .
L a V i d a í n t ím a .— E u l a c u lp a v a
e l c a s tigo .— Un tomo, mayor fran
ce s. 4 pe setas .
L a R l a d r e ,con e l Apéndice H ermana
Un tomo ,mayor frances .
— 4 pe
setas.
L a A bu e l a .— Uu tomo , 8 .
ºmayor france s. 4 pe se ta s.
E l S o l d e inv ie r n o .— Un tomo ,
mavor france s . 4 pe se tas .
L a S e n d a d e la g lo r ia .— Umtomo,
mayor fr ance s. 4 pe se tas.D E D . R AMO N D E M E S O N E R O
R OMANOS (E l Cumoso P ar lante)
P a n o r a m a m a tr i te n s e ( P rim era
serl e d e l r S E s cenas a l ? 3 'v. Un
to … o . 8 ma i o r tru ce s —4 p ! e tas .
E s c e n a s m a t r itv n s c s ( S egundaseme ) , 18 36 a l b 4 ¿ .
—Un tºmº , m ayorfra nce s .
— 4 pe se ta s .
T ip u s y c a r a v t é r e s , boc e tos de cua
dm s d e co s tum bre l 862 .— Um
tºmo . mav e n h ance s — 4 msºta =.
R e c u e r d o s ( l e v ia j e p o r F r a n
c ia y R e gio n ,d e 184 0 a 184 1.
Un tomº . ma vu r france s .— 4 pe se ta s .
E l A n tigu o Nl :u l r id , pa—e o… h i stóri
cºo—ane cdót i co s po r la s Ca l le s y ca sas de
e sta Vi l la Do tom os , 8 . ma yor frances,con va ru s g ra bado—n 8 pe se tas .
Ni e m o r ia s d e u n S e l e n to n na
tura l y ve cm o d e Mad r id .— Dos tomos,
mayor frances. 6 pe se tas.DE D . CE SÁR E O F E R NANDE Z DUR O.
V e n tu r a s y d e s v e n tu r a s , coleo01ou de nove las .
— Um tomo , 8 .
U mayor france s — 4 pe se tas¡ Dis q u is ic io n e s n á u tic a s — Untomo
, ma s or trance s . 6 pe se tas .
l . : Pºl a r d e s c r ita p o r l o s m a
r e a d o s ( .l1rís D¿sqmwczonp c — Un tomo ,
8 m avor I ran ! e s — 6 pe se ta s .
N a v e ga c io n e s d e lo s m u e r to sy xa m d a d e s d e l o s V Í 1» 0 3 ,l l l) ' 0
te rcero de las Du quzszcwnes ¡ :a utzca s .— Um
tomo . m a xov tra nces ñ pe —cta s .
L o s O j o s e n e l c ie lo ,l lb l'0 I V de
las Dzeqm .svczones náutu a s .
— Un tomo, 8 .
º
mavor france s .
— 6 pe—e ta º.
A l a m a r ,m a d e r a , l ibro V d e las
Dvsqumuwnes ndulu a s. Un tomo , 8 .
º ma
yor francos — 6 pe s e tas .
l i l A r c a d e N o é ,l ibro V I d e las
Duquu zcznnps na ntu a s .— Un tomo
,ma
yo r france s — 6 pe s e tas .
l“e m o r ia s h is tó r ic a s d e l ac iu d a d d e Z a m o r a s u p r ov in c ia y o bis p a d o Cuatro vo lú
me no s d e 6 00 pagmas , en 4 .
º pe setas cada tomo .
DE D . MA NUE L DE L P ALACIO.
L e tr a m e nu d a .— Un tomo 8 .
ºmayorf ºam ;e 1 pe e ta s .
F r u ta v e r d e .— Da tomo, mayor
fraucos. 3 pe setas .
DE D . E US E B IO B LASCO.
Dl a l a s c o s tum br e s . Apunte s de— Un tomo , mayor france s.pe setas.
DE D. ANT ON IO F L OR E S .
A ye r , h o y y m a ña n a , 6 L a
el oapmº
y ¿a Cuadros so
le de 180 1850 y 1899 .— S€l $ tomos
8 .
º 3 peseta s cada tomo.
DE D . José OR T E GA MUN IL LA .
E l T r e n d i r e c to — Umtomo , 8 .
º
yor fi ances . 3 pe s e tas .
DE D. A . F E R NANDE Z DE L OS R I
G u ia ilu s t r a d a d emas de 15H gra ba dws m tvrca lados en
texto ,y planos sne lttvs m uy im portan
q ue re pre s en'
an los ed íncíos .
"pa seo s ynumentos ma s nota ble s d e la ca pi ta l .tomo
, pm lo ngado .— 6 pesetas rusuc
8 encuadernado .
DE D . JOAQU IN SANCH E Z DE T O
E l l“a tr im o n io . Su ley natura l ,h istoria , su Im porta ncia socia l
,pre ce c
de un pró logo de l Académ ico S r D A 1
l iano F a rnm d c z—G ue rra . E d I CÍO '
1 re
m ada . Dos tomos , mayor frances.pe se tas.
DE D. ANSE LMO F UE N T E S .
C u a r e n ta s ig lo s . H istoria útil ágenvracmn pre sen te . E —te l ib ro h a s idov1ºado por la auto ridad e cle siásñ ca .
tomo ,mayor france s. 3 pe setas.
DE D .
3F R ANCI SCA SA R A SA T E .
U n L ibr o p a r a l a s p o l l a s .
tomo , 8 .
ºmayor fra nces .
— 3 pe setas.
DE D. R AMON DE NAVAR R E T E .
S u e ñ o s y r e a l id a d e s .— Um to
mayor frances. — 4 p esetas.
DE D . NAR CIS O CAMP I L L O.
U n a d o c e n a d e c u a n to s con
pro lm: o d e D Juan Va lm a .—UI I tomo,
mayor fra nce s . 4 pe se tas .
DE D . JOSE F E R NANDE Z B R EMO
C u e nto s . Un tomo , mayor fran
3 pe se tas .