Respuesta a Gays de Jorge Villegas y sus ofendidos detractores

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  • 8/13/2019 Respuesta a Gays de Jorge Villegas y sus ofendidos detractores

    1/1

    Acentos

    milenio18oJueves 20 de febrero de 2014

    [email protected]

    BRUCIAGA

    Twitter: @wencesbgayo [email protected]

    el nuevo orden

    Cobro de la tenencia,una cascada de equivocaciones

    Como se trata de una promesade campaa, antes de abordarel tema que hoy nos ocupa,hay que recordar que Rodrigo

    Medina ofreci quitar el cobro de latenencia si llegaba a gobernar NuevoLen, por qu no cumple?

    Entiendo que no quiera hablar deltema, pero en vez de evadirlo podra

    hacer una campaa para explicarlas bondades del impuesto.S, las bondades.De alguna manera,

    estimado lector, nohay impuesto ms

    justo que la tenencia,porque se aplicaa quienes tienenms dinero (los quetienen automviles

    y paga ms quientiene mejor auto) yson quienes utilizanlas avenidas, los quenecesitan cada vez ms obras vialespara circular, los que reclaman laexistencia de baches y falta de seales.

    El problema es que prometi quitarel impuesto para caer bien y que vo-taran por l. Tambin el problema fueque el Instituto de Control Vehicular(ICV) result con una estafa de 300mil placas y pocas acciones legaleshay detrs de eso; sospechosamentehay pocos resultados de la justicia.

    Cuando en noviembre el Goberna-dor del Estado anunci que durantesu administracin ya no se haranreplaqueos, pero que s vetara laLey de Reforma del ICV, en generaltodos pensamos que ah se cerrarael captulo sobre tan espinoso tema.Nos equivocamos.

    Se equivoc el gobierno cuando

    crey que al eliminar el replaqueocambiara la poca confianza queexiste sobre el ICV; no se orquestninguna campaa publicitaria, no sepromovi el cumplimiento, abrieronlas ventanillas e imaginaron que lagente correra gustosa a pagar sutenencia.

    Se equivoca el ICV al suspender desu registro 400 mil placas de morososcon el pretexto de presionar a loscontribuyentes, porque se necesitade la cooperacin de los municipiospara capitalizar una accin tan ruda.

    Hacer trampa puede ser peligrosopara la confianza y si en realidad lamedida (as parece) est encaminadaa mejorar los ndices de eficien-cia del instituto (que recordemos,puede adquirir deuda), de maneraque mejoren los libros, que tenganmejores nmeros, as los que estndados de baja, de morosos pasaron

    a no cuantificarse.Se equivoca el tesorero al condi-cionar los recursos municipales ya

    pactados a la cooperacinde los municipios; lo queno se puede arreglar enuna mesa haciendo unpacto poltico, jams seresolver por la fuerzahaciendo manita de

    puerco, no con las fric-ciones que antecedenen la relacin con losalcaldes, no en mediode los preparativos de

    la eleccin en puerta.A nadie le extraa que el asunto se

    politizara en un par de das, porque

    es poco popular poner retenes pararetirar los autos que no han pagado;adems es en San Pedro, Monterrey

    y San Nicols donde existen el mayorparque vehicular, seran ellos quienestendran que trabajar ms.

    Se equivocan tambin los muni-cipios al no reconocer que hay res-ponsabilidad de los ayuntamientospara la recaudacin del impuesto, dealguna manera es muy poco seriode su parte.

    Pero, hay que reconocerlo amigolector, la propuesta de promovermediante formas o esquemas decobro en pagos y con rebajas no esmala idea y se equivocara muchsi-

    mo el Gobierno si no hacen flexiblela cobranza.

    No sabemos en que terminareste asunto del cobro de la tenencia,esperemos que no se ponga muyrudo el Gobierno, lo que s podemosanticipar que suceder es que losasuntos del ICV quedarn para lahistoria como la roca en el zapatode esta administracin.

    Y ser en las prximas eleccionescuando sabremos de qu tamao esla piedra, si logr sacarla o termi napegndole en la cabeza.m

    Respuesta a Gaysde Jorge Villegasy sus ofendidos

    detractores

    Cuatrocientos ochenta y un caracteres conespacios o 75 palabras fueron suficientes paraque el seor Jorge Vil legas, columnista de estemismo medio, apuntara toda su artiller a de

    conservadurismo hacia los gays. Nos acus de seragresivos por protestar, marchar, armar desfiles,

    exigir derechos, segn entend.Luego escribi: El matri monio es histricamente,

    socialmente, la unin de hombre y mujer. Su objetivotrascendente es tener hijos, integrar una familia.La unin de una pareja gay puede legalizarse ygenerar derechos. Pero tipificarse como sociedadde convivencia, no como parodia del matrimonio.

    Su percepcin del matrimonio entre personas delmismo sexo como una parodia fue lo que incendi laclera de muchos. La cascada de comentarios acu-sndolo de irrespetuoso,intolerante, retrgrada,no se hizo esperar. En-tonces me percat queuna gran parte de la rabiaque despert su columna

    versaba exclusivamente

    en su desprecio al ma-trimonio gay cuando losalcances de la evidentehomofobia del seor

    Villegas iba ms all delcontrato social.

    Pasa que la diversidadsexual no es un caprichoretrico, hay lesbianas,travestis, transgnero, in-tersexuales que requierende derechos especficos.Hay homosexuales, ho-mosexuales que se quieren casar y se casan, y unosconsideran la posibilidad de adoptar nios mientrasotros montan tros en mutuo acuerdo; unos ms aescondidas del marido se conectan a aplicacionesde smartphonesque te indican cuntos metros hay

    entre un usuario excitado y otro; homosexualesque gustan de las cenas con vino tinto y quienesprefieren los antros o los saunas o los clubes de sexocon cuarto oscuro y glory holes; homosexuales queusan condones y barebackeros, homosexuales queestn al pendiente de su estado de salud y se hacenla prueba; homosexuales seropositivos y quienesdesconocen si son portadores de vih o hepatitis C,infeccin que empieza a convertirse en una amenazapara la comunidad gay y de la cua l no veo que hayacampaas de prevencin. Por todo eso y ms es queexigimos derechos sin que estos tengan que estarsujetos al escarnio de los heterosexuales. Como sinosotros hiciramos pedo por las tetas de LorenaHerrera, las meseras de esos restaurantes de cortesde carnes, las mujeres amantes de hombres casadosque suelen estar disponibles jueves o viernes pero

    nunca los domingos, los table danceLa homofobia del seor Villegas abarc nuestra

    realidad que, en efecto, puede ser agresiva para ly muchos otros tantos heterosexuales, pero que eseso, real, latente y ni peor o mejor que otra.

    Indignarse tan slo por su visin del matrimoniogay me parece igual de conservador y limitado. Comosi en estos tiempos el respeto, la dignidad de todoaquello que no sea heterosexual dependiera exclusi-

    vamente de la posibilidad de contraer matrimonio.Que se regrese al siglo XI X, le por ah. En todocaso, tantos suspiros por el contrato matrimonialdel mismo sexo me remonta a los aos previos a laliberacin sexual, a Joaqun Pardav y Vitola. m

    ALEJANDROGONZLEZ

    como si n ststips rspt,a dignidad d td

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