22
Representaciones Sociales Infantiles sobre la Norma y la Transgresión Social Dra. Ana Rebeca Urmeneta Garrido Profesora de Sociología, Universidad de Girona [email protected] 1. Introducción La teoría sociológica se ha caracterizado por ser fundamentalmente adultocéntrica (Jenks, 1982; Shanahan, 2007). Existen muy pocos estudios sobre cómo ven los niños y las niñas la sociedad que les rodea. En la presente comunicación exponemos los resultados de una novedosa investigación educativa en este ámbito, correspondiente a nuestra tesis doctoral "Reificación, Reproducción y Resistencia al Mensaje Disciplinario de los Cuentos Infantiles" (Urmeneta, 2008). El objetivo de nuestro estudio fue analizar las representaciones sociales de niños y niñas, entre 8 y 14 años de edad, sobre las normas sociales y la transgresión. Las representaciones sociales constituyen un conjunto de creencias, valores y prácticas compartidas por un determinado grupo social (Moscovici, 1985-1986). Este conocimiento no se produce individualmente sino dentro de un determinado contexto social. En su interacción con los otros, el sujeto construye una imagen de sí mismo y de la sociedad en la que se halla inserto. El objetivo de esta investigación consiste en estudiar la representación infantil de la sociedad. Se trata de un conocimiento de los niños/as no poseen en sus "cabezas", como si fuera el fruto aislado de su subjetividad, sino de algo que hacen y construyen socialmente en su interacción cotidiana, tanto con los adultos como con sus pares (Gergen, 1993). Las representaciones sociales cumplen una doble función: 1) establecen un orden que permite a los individuos orientarse en su mundo material y social, y 2) posibilitan la comunicación entre los miembros de una comunidad, proporcionándoles un código para el intercambio social y un código para nombrar y clasificar, sin ambigüedades los diversos aspectos de su mundo, su historia individual y grupal (Farr, 1983).

Representaciones Infantiles Sobre La Norma y La Transgresion 258

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Estudio sobre la visión que tienen los niños acerca de las normas sociales y su transgresión

Citation preview

  • Representaciones Sociales Infantiles sobre

    la Norma y la Transgresin Social

    Dra. Ana Rebeca Urmeneta Garrido

    Profesora de Sociologa, Universidad de Girona

    [email protected]

    1. Introduccin

    La teora sociolgica se ha caracterizado por ser fundamentalmente adultocntrica

    (Jenks, 1982; Shanahan, 2007). Existen muy pocos estudios sobre cmo ven los nios y

    las nias la sociedad que les rodea. En la presente comunicacin exponemos los

    resultados de una novedosa investigacin educativa en este mbito, correspondiente a

    nuestra tesis doctoral "Reificacin, Reproduccin y Resistencia al Mensaje

    Disciplinario de los Cuentos Infantiles" (Urmeneta, 2008). El objetivo de nuestro

    estudio fue analizar las representaciones sociales de nios y nias, entre 8 y 14 aos de

    edad, sobre las normas sociales y la transgresin.

    Las representaciones sociales constituyen un conjunto de creencias, valores y prcticas

    compartidas por un determinado grupo social (Moscovici, 1985-1986). Este

    conocimiento no se produce individualmente sino dentro de un determinado contexto

    social. En su interaccin con los otros, el sujeto construye una imagen de s mismo y de

    la sociedad en la que se halla inserto. El objetivo de esta investigacin consiste en

    estudiar la representacin infantil de la sociedad. Se trata de un conocimiento de los

    nios/as no poseen en sus "cabezas", como si fuera el fruto aislado de su subjetividad,

    sino de algo que hacen y construyen socialmente en su interaccin cotidiana, tanto con

    los adultos como con sus pares (Gergen, 1993).

    Las representaciones sociales cumplen una doble funcin: 1) establecen un orden que

    permite a los individuos orientarse en su mundo material y social, y 2) posibilitan la

    comunicacin entre los miembros de una comunidad, proporcionndoles un cdigo para

    el intercambio social y un cdigo para nombrar y clasificar, sin ambigedades los

    diversos aspectos de su mundo, su historia individual y grupal (Farr, 1983).

  • En la presente comunicacin buscamos aproximarnos a la mirada sobre el nosotros y los

    otros que construyen los nios/as. Una perspectiva que delimita sentido de pertenencia,

    establece los lmites de la tolerancia al diferente y determina los mrgenes de

    posibilidad y de cambio social. Nos preguntamos Cmo definen la norma social los

    nios y nias? En qu valores y motivos la fundamentan? Cmo se sostiene el

    orden y la cohesin social desde su perspectiva? Qu significa y cmo se produce,

    segn ellos y ellas, la transgresin social? Cmo se representan la figura del

    transgresor/a? Qu atributos le asignan?

    2. Metodologa

    2.1 Mtodos e instrumento de investigacin: El Cuento Inconcluso

    El presente estudio se basa en un diseo de investigacin mixto, en el que se han

    empleado tanto tcnicas cuantitativas como cualitativas. No obstante, la perspectiva

    metodolgica principal es de carcter cualitativo: Ql-qt (Bericat, 1998).

    Nuestro objetivo es conocer y describir el mundo social infantil. Con este fin, hemos

    desarrollado una tcnica cualitativa especfica para el estudio de las representaciones

    sociales infantiles: el Cuento Inconcluso. ste consiste en presentar a los nios/as el

    comienzo de un relato en el cual se expone un dilema normativo (la desobediencia del

    personaje principal a una norma importante para la comunidad) y se les pide a

    continuacin que escriban el final de la historia.

    El inicio de cuento empleado en nuestro estudio, hace referencia a una norma

    relacionada con el medio ambiente, que segn los profesores/se entrevistados era un

    tema de gran inters para los estudiantes. Se construyeron dos versiones del instrumento

  • Cuento Inconcluso: un relato ambientado en un escenario urbano, prximo a la realidad

    de los nios/as participantes (parques de una ciudad turstica), y otro en un ambiente

    rural (bosques de una pequea localidad).

    A partir de los cuentos elaborados por los menores analizamos y revelamos los sistemas

    de significacin y los modelos culturales subyacentes en los textos, con el fin de

    reconstruir las representaciones sociales infantiles en torno a la norma y la transgresin

    social. Los datos proporcionados por esta tcnica fueron analizados tanto desde una

    perspectiva cuantitativa como desde una cualitativa, utilizando un diseo de

    investigacin mixto. En esta comunicacin presentamos los resultados del anlisis

    cualitativo de los textos elaborados por los nios/as.

    La tcnica proyectiva Cuento Inconcluso, se ajust apropiadamente a las capacidades

    cognitivas y discursivas de los menores y se obtuvo textos de gran calidad y

    complejidad. Fue aplicada con xito en nios/as de 4 de E.P. y preadolescentes de 2 de

    E.S.O., aunque con mejores resultados en este ltimo grupo. El carcter proyectivo y

    ldico de la tcnica permiti acortar la brecha entre investigador/a adulto y nio/a sujeto

    de investigacin. Nuestra intervencin durante el proceso de aplicacin del instrumento

    fue mnima, y se limit estrictamente al texto. La mayora de los estudiantes

    desarrollaron la actividad sin mayores problemas y no necesitaron aclaraciones

    posteriores.

    El dilema normativo presentado al principio del relato dejaba un margen amplio de

    respuesta, el que qued reflejado, posteriormente, en la gran variedad de finales que los

    nios/as escribieron en sus cuentos. Los menores elaboraron de manera libre e

    independiente su propio discurso, sin la interferencia de los adultos. Se les otorg el

    protagonismo, dndolos a entender que eran ellos y ellas los autores/as del relato. Si

    bien el acceso a los nios/as tuvo que pasar, necesariamente, por la autorizacin de los

    adultos a cargo (directores/as, profesores/as, padres y madres); una vez superada tal

    barrera, conseguimos entrar en el mundo subjetivo de los nios/as, en su imaginario

    social, descrito por ellos/as mismos y con sus propias palabras.

    2.2 Muestra

  • La investigacin fue realizada en diez escuelas de la ciudad de Barcelona: cinco

    pblicos, dos concertadas y tres privados. Participaron 896 nios/as con edades

    comprendidas entre los 8 y los 14 aos, estudiantes de 4 de E.P y 2 de E.S.O durante

    el bienio 2000-2001. Seleccionamos las escuelas teniendo en cuenta dos variables: el

    nivel socioeconmico de las familias y la ideologa religiosa de los centros. Como

    indicador de la condicin socioeconmica utilizamos el ICEF (ndice de Capacidad

    Econmica Familiar) elaborado por el Instituto de Estadstica del Ayuntamiento de

    Barcelona. Mediante este ndice seleccionamos los barrios ms pobres y ms ricos de la

    ciudad de Barcelona (Nou Barris, y Sarri-Sant Gervasi y Les Corts-Pedralbes,

    respectivamente). Decidimos excluir de la muestra al barrio de Ciutat Vella, que tiene

    un alto ndice de inmigracin. Pensamos que esta variable podra incidir de alguna

    forma en nuestros resultados. En consecuencia, escogimos Nou Barris como

    representante de las zonas pobres de la ciudad.

    Para la eleccin de las escuelas catlicas y laicas tipo, utilizamos listas elaboradas por la

    Generalitat de Catalunya (Departamento de Enseanza), el Secretariado de la Escuela

    Cristiana de Catalua, y los datos proporcionados por informantes clave. De esta forma

    seleccionamos tres escuelas de nivel socioeconmico alto (una catlica) y siete de nivel

    socioeconmico bajo (dos catlicas). Incluimos un nmero mayor de escuelas de nivel

    socioeconmico bajo, con el fin de resolver los problemas derivados de la dificultados

    lecto-escritoras que presentan algunos estudiantes de este estrato social, lo cual poda

    afectar la extensin y coherencia de los textos.

    Para el anlisis cualitativo de los textos, se efectu un proceso de reduccin de los

    datos. Se aplicaron criterios de inclusin cualitativos, como la riqueza y calidad de los

    textos, para seleccionar una submuestra de 150 relatos. Para la construccin de esta

    submuestra, se procur mantener una proporcin equilibrada entre hombres y mujeres,

    entre estudiantes de nivel socioeconmico alto y bajo y entre escuelas de ideologa

    religiosa catlica y laica. Tambin, se tuvieron en cuenta, como gua y referencia, los

    modelos hallados en el anlisis exploratorio cuantitativo, y se intent escoger algunos

    casos representativos de estos para analizarlos en profundidad en la fase cualitativa.

  • 3. Resultados

    Hemos encontrado en los relatos de los nios/se una gran variedad de representaciones

    sobre la norma, la transgresin y el sujeto transgresor. Es ciertamente difcil encontrar

    modelos sencillos que puedan dar cuenta de la complejidad y diversidad de los textos

    que hemos analizado en este estudio. Sin embargo, y siendo plenamente conscientes del

    ejercicio de reduccin que hemos realizado, creemos que podemos resumir estos textos

    en algunos modelos bsicos, que tienen que ser entendidos como tipos ideales, presentes

    en algunas ocasiones de manera combinada. No hemos encontrado una relacin clara

    entre estos modelos y nuestras variables explicativas, gnero, edad, nivel

    socioeconmico e ideologa religiosa de la escuela. Los modelos que describimos en las

    siguientes pginas, y sus respectivos subtipos, se encuentran presentes en cada uno de

    estos grupos de estudiantes, sin que se aprecien grandes diferencias entre ellos.

    3.1 La representacin infantil de la norma

    Hemos encontrado tres grandes ejes a partir de los cuales los nios/as definen y

    fundamentan la norma de la comunidad: un primer eje centrado en la idea de Identidad

    y Pertenencia al grupo, un segundo en la que se asocia la norma al Bien Comn, y,

    finalmente, un tercero en el que el respeto a la norma es entendido como una Forma de

    Madurez (Urmeneta, 2009).

    A) La Norma como fundamento de la Identidad y la Pertenencia a la Comunidad

    La norma es representada en la infancia como el fundamento primordial de la

    comunidad, aquello que nos cohesiona como Nosotros y nos proporciona una identidad

    propia y diferenciada. La transgresin, por su parte, es entendida como la destruccin

    del Contrato Social, y es representada en los relatos por la figura del Otro, la persona

    diferente. Esta concepcin de la transgresin no slo se asocia a la idea de ruptura; los

  • cuentos escritos por los menores indican que sta cumple tambin una importante

    funcin social: la legitimacin de las normas. Los relatos infantiles analizados presentan

    una notable correspondencia con la idea de funcionalidad del delito descrita por

    Durkheim (2001). Coincidiendo con los planteamientos de este autor, observamos en

    los cuentos de los menores que el efecto de distincin, categorizacin y aislamiento de

    las conductas consideradas como transgresoras, reafirma a toda la sociedad y a su centro

    ideolgico bsico, definido por Durkheim (1982) como Lo Sagrado. Este ncleo social

    permite diferenciar a los individuos adaptados de los desadaptados. De esta manera, se

    conforma un centro homogneo y cohesionado en torno a la nocin del Nosotros, cuyo

    opuesto es la periferia, siempre ms heterognea y disgregada, y que se expresa en

    forma patente en la incertidumbre y el miedo al Otro, aspectos claramente reflejados en

    los relatos infantiles. La distincin entre Nosotros y los Otros es una estructura que

    tiende repetirse en los textos escritos por los menores. Dicho antagonismo se construye

    en torno a dos grandes oposiciones: Uniformidad v/s Diferencia e Interior v/s Exterior.

    En el primer caso, la identidad se construye en torno a un Nosotros cerrado, donde

    cualquier tipo de divergencia es rechazada y estigmatizada por el grupo. En estos

    cuentos, la identidad es entendida como uniformidad y en ella no hay cabida para la

    diversidad. Este modelo se halla presente principalmente en los estudiantes de escuelas

    catlicas y en los de nivel socioeconmico alto. En la mayora de los relatos

    correspondientes a este modelo, la persona diferente sufre un proceso de

    transformacin, muchas veces penoso, tras el cual sta conforma su conducta a los

    requerimientos de la norma y es reintegrada a la comunidad. El Otro es vinculado en los

    relatos infantiles a la ideas de mal (a veces como resultado de algn tipo de posesin

    maligna), incivilidad, irracionalidad, anormalidad (producto de un defecto fsico, mental

    o de carcter). En casos extremos, el estigma de la diferencia, soportado por el sujeto

    transgresor, es de tal magnitud que no se da cabida en el relato a ningn tipo de final

    reconciliador: El personaje es expulsado para siempre o es condenado a muerte. El

    castigo en este caso es permanente, y no existe posibilidad de retorno a la norma y a la

    comunidad.

    El segundo eje, basado en la oposicin Interior/Exterior, es bastante recurrente en los

    relatos de los menores. La norma en este tipo de cuentos se encuentra claramente

    relacionada con la cadena asociativa: comunidad-nosotros-interior; mientras que la

  • transgresin, se vincula a la secuencia opuesta: lo ajeno-otros-exterior. La norma es la

    base de la identidad de la comunidad, el sustento del Nosotros y lo que traza la frontera

    que separa lo de dentro de lo de fuera. El proceso de aprehensin e interiorizacin de la

    norma es representado en muchos relatos mediante un viaje de carcter inicitico (real o

    mgico/onrico); en el transcurso del cual el personaje protagnico comprende el

    sentido del Nosotros y el lugar que l o ella ocupa dentro de la estructura social. El viaje

    cumple una importante funcin dentro de la estructura del cuento: evidencia la tensin

    entre lo interno y lo externo, lo conforme a la norma y lo disidente. Los personajes

    protagnicos en este tipo de cuentos, experimentan un rito de paso (Van Gennep, 1986):

    transitan de un estado de separacin, asociado a la transgresin, a un estado de

    agregacin con la comunidad, asociado a la conformidad con la norma. Entre estos dos

    momentos del rito existe un espacio liminar o de margen, que en el caso de los relatos

    infantiles incluidos en este grupo, adopta la forma de un viaje inicitico. Es en este

    estadio liminar donde el personaje recibe los ritos apropiados para su posterior

    reintegracin a la comunidad. El viaje, como rito de preparacin para el paso a la

    agregacin a la comunidad, comporta un elevado coste para el personaje principal, pues

    implica abandonar la seguridad proporcionada por el hogar familiar. Pero, tambin,

    supone una tentadora perspectiva, la posibilidad de recorrer el mundo, aunque esto le

    obligue a enfrentarse a los peligros del exterior.

    Mutombo lleg a una ciudad. Se ahogaba por culpa del aire estaba un poco sucio,

    por culpa de la contaminacin pero igualmente Mutombo continu andando hasta

    dejar muy atrs lo que siempre haba sido su casa, el gran bosque. Entonces unos

    nios vieron a Mutombo empezaron a rerse de cmo iba vestido, l les pregunt

    que qu pasaba, pero no respondieron. Entonces uno de los chicos lo agarro por

    detrs y le puso una navaja en el cuello, l entonces se puso nervioso, no saba qu

    hacer mientras los nios se rean de l (Hombre, 14 aos, escuela laica, nivel

    socioeconmico bajo).

    Algunos de los viajes narrados por los menores relacionan esta tensin a la oposicin

    entre el campo y la ciudad. Mientras el mundo rural se vincula a la idea del hogar, la

    ciudad es definida en los relatos infantiles como el espacio exterior, el cual suele verse

    vinculado a las ideas de inseguridad, contaminacin, drogadiccin, suciedad y violencia.

    Los cuentos escritos por los menores indican que el personaje transgresor se siente

    como un extranjero en la urbe, y es precisamente esa experiencia de distancia la que le

  • permite entender que se halla fuera de su referente normativo, y que para volver a la

    seguridad del hogar deber acatar la norma de la comunidad.

    Muchos de los textos analizados, definen la transgresin como el origen mismo de la

    destruccin y el caos, incluso se le asocia al exterminio de la comunidad. Del anlisis de

    este tipo de textos, se desprende que para el imaginario infantil la violacin de una

    norma particular supone la disolucin del contrato social, y sus efectos se dejan sentir

    en toda la sociedad. Lo anterior indica la presencia en la infancia de una cierta

    comprensin monoltica de la norma, tema en el que ahondaremos en la siguiente

    seccin.

    B) La Norma como Salvaguardia del Bien Comn

    La segunda forma de representacin de la norma se estructura en torno al eje Bien

    Comn/Bien Individual. La norma protege la propiedad comn, el beneficio de todos

    por sobre el particular. Hemos hallado dos grandes modelos respecto a cmo se

    representan la infancia la relacin entre estos dos tipos de inters. En el primer modelo

    stos son antagnicos, la transgresin es presentada como un conflicto entre el Bien

    Comn y el Bien Individual. En el segundo, en cambio, ambos conceptos son

    complementarios: El Bien Individual se deriva del Bien Comn, se trata de una relacin

    de continuidad y no de ruptura como en el primer caso. Cada modelo se halla asociado a

    un cierto perfil de menores. El primero, se presenta con mayor claridad en los

    estudiantes de Escuelas Catlicas; mientras que el segundo, predomina en las Escuelas

    Laicas. Tambin el Gnero y el nivel socioeconmico parecen tener relacin con esta

    distincin, aunque sta resulta menos evidente que la hallada respecto a la ideologa

    religiosa de las escuelas. Respecto al gnero, la mayora de los nios se representa el

    Bien Comn como algo opuesto al Bien Individual, mientras que las nias visualizan

    ambos intereses de manera complementaria. En referencia a la variable nivel

    socioeconmico, los menores de estratos altos se representan el Bien Individual como

    una extensin del Bien Comn, mientras que en los de estratos bajos encontramos

    ambos modelos: oposicin y complementariedad.

    En el primer modelo, de oposicin entre Bien Comn y Bien Individual, el inters

    personal es representado como un deseo mezquino. El personaje transgresor busca

  • satisfacer su voluntad sin tener en cuenta las necesidades de los dems. Detrs de esta

    transgresin no hay necesariamente un objetivo claro. En muchas ocasiones, este afn

    egosta es simplemente el producto de un capricho, sin que medie para ello una

    explicacin racional. La norma en estos cuentos representa a la comunidad y es

    entendida como el origen primordial del Bien Comn. Observamos en los textos

    infantiles una conocida dicotoma para las Ciencias Sociales: la oposicin Individuo-

    Sociedad. La transgresin al estar asociada al inters personal, se vincula a la idea de

    individuo, mientras que la norma, como salvaguarda del Bien Comn, es vinculada a la

    colectividad. Los relatos se centran precisamente en la narracin de cmo y por qu el

    personaje transgresor decide renunciar a su inters individual, para someterse a los

    designios del Bien Comn.

    Otro aspecto de gran inters sociolgico presente en los relatos analizados, es la

    creencia infantil en la existencia de un monismo o indisolubilidad de las normas. Esto

    indica que para el imaginario infantil la ruptura de una nica norma supone la

    destruccin de todo el conjunto normativo. Los relatos argumentan, con bastante

    detalle, esta supuesta indisolubilidad de las normas y nos muestran cmo la transgresin

    conduce al caos anmico. Si la norma es el cimiento sobre el cual se construye la

    identidad colectiva, como se vio en el primer modelo, y si sta constituye el sostn del

    Bien Comn, como hemos visto en este segundo, la ausencia de normas, la anomia,

    supone una importante merma de la cohesin social e imposibilita cualquier tipo de

    contrato entre los individuos. Tal como se aprecia en el siguiente texto:

    Ellos [sus amigos] le dijeron que si l poda ser malo porque los dems no

    podan serlo. Saiwa sali corriendo y vio que el cartero cambiaba las cartas de

    sitio, el director tiraba globos de agua por la ventana, los abuelos escupan a

    los nios, etc. Saiwa corri al parque y recogi todo lo que estrope y al verlo

    la otra gente empez a pedir perdn y a arreglarlo todo, as la ciudad volvi a

    su estado natural. (Hombre, 13 aos, escuela catlica, nivel socioeconmico

    bajo)

    Este relato nos muestra un ejemplo de cmo para los menores las normas representan

    abstractamente el Bien, la garanta de que si t eres bueno, todos los dems lo sern. La

    transgresin supone la extincin de dicha garanta. Cuando se rompe el lazo social que

  • ata a los individuos al Bien, stos son arrojados a la arbitrariedad de la anomia: si uno

    de ellos es malo, todos tienen derecho a serlo, no hay nada que los obligue. El

    Contrato Social, y el orden y cohesin derivados de ste, se desmorona, al igual que

    todo el edificio social y el sistema de roles. La norma asegura que cada cual cumpla con

    su rol dentro de la sociedad. Los roles estn asociados a la idea de expectativa, lo que se

    espera que haga cada individuo segn su papel dentro del grupo. La transgresin al

    destruir l imperativo social, desintegra estas expectativas, esto conlleva a que todo se

    vuelva catico e impredecible, tal como se describe en el cuento. En el Contrato Social,

    los individuos aislados encuentran la forma de organizarse, de constituirse en

    comunidad, y de avanzar todos juntos, bajo los principios de la norma, hacia el progreso

    y la construccin de un espacio mejor para todos y todas. La relacin entre ambos tipos

    de bienes es claramente obligatoria, el Bien Individual debe supeditarse al Bien Comn,

    ste es el principio general que subyace en este tipo de cuentos. Se espera del sujeto

    transgresor que retorne al orden, abrace la norma y supedite su inters individual al

    inters de toda la comunidad. Este es el comportamiento racional esperado de un buen

    miembro de la comunidad.

    En el segundo modelo, en cambio, el Bien Individual es representado como la

    derivacin del Bien Comn. No hay contradiccin entre estos intereses, por el contrario,

    su relacin es de continuidad. Los relatos infantiles nos narran la historia de personajes

    que descubren que la oposicin entre Bien Comn y Bien Individual es slo aparente,

    que no existe un conflicto entre ambos, y que es posible obtener un beneficio individual

    sin ir en contra de los intereses de la comunidad.

    Cmodo sali como de costumbre al bosque a maltratar a todo ser vivo que

    vea. Cuando lleg al poblado, a medioda, para comer, Cmodo comenz a

    encontrarse mal. [Era] una grave enfermedad, que slo se poda curar con unas

    plantas medicinales que se encontraban ya muy pocas por los alrededores ya

    que Cmodo las haba matado casi todas. . Estando malo, Cmodo haba

    podido pensar sobre su odio a la naturaleza. Y pens si la naturaleza me ha

    salvado la vida, porque voy a odiarla? Cmodo, cada da se iba al bosque, pero

    ya no iba para matar y destruir, si no para amar, respetar y cuidar al bosque.

    (Mujer, 13 aos, Escuela Laica, Nivel Socioeconmico Bajo).

  • Si en el primer modelo, la estructura paralela de significados se construye en torno a la

    oposicin entre Bien Comn y Bien Individual, en este segundo modelo, la oposicin

    fundamental es entre el Conflicto y la Conciliacin de estos dos tipos de bienes. La

    transgresin es fruto de una contradiccin aparente entre el Bien Comn y el Bien

    Individual, el personaje transgresor descubre a lo largo del relato la verdadera

    naturaleza de la relacin entre ambos bienes, la complementariedad. Detrs de este

    conflicto aparente, se oculta la leccin que debe aprender el personaje: el Bien

    Individual emana del Bien Comn. La norma es para los menores, la puerta de entrada a

    la inclusin social, es la clave de la integracin que permite alcanzar el equilibrio entre

    Bien Individual y Bien Comn. Este es el comportamiento racional que se espera del

    sujeto: ser capaz de conciliar el propio bien con el bien general, encontrar en el Bien

    Comn el espacio adecuado para desarrollar, en armona con la comunidad, el Bien

    Individual. Conformarse a la norma es un acto racional segn se explicita en los relatos

    infantiles, en tanto que es sta la que posibilita la continuidad entre ambos tipos de

    bienes: acatar la norma nos permite integrarnos en la comunidad y a travs de ella

    satisfacer nuestras necesidades individuales en conciliacin con las necesidades

    comunitarias.

    C) La Conformidad a la Norma como una Forma de Madurez

    La ltima de las formas de representacin de la norma que hemos hallado en nuestro

    anlisis, se basa en la idea de maduracin. La conformidad es vinculada a las ideas de

    mayora de edad, racionalidad, sensatez, responsabilidad y prudencia, las que hemos

    condensado en el concepto amplio de madurez. La norma se vincula al mundo de los

    mayores (aunque no necesariamente de los adultos). Es la experiencia adquirida con los

    aos la que proporciona el discernimiento necesario para su comprensin. La norma

    otorga sentido a la accin de los sujetos, es la base racional que la fundamenta. El

    comportamiento infantil y juvenil, segn los textos analizados, es irreflexivo,

    atolondrado, arbitrario, carente de sentido. El comportamiento de las personas adultas, o

    de los menores responsables que han alcanzado un cierto grado de madurez, es el que se

    ajusta a los dictados de la norma y, por tanto, a la definicin social de lo racional.

    Podemos clasificar los textos correspondientes a este modelo en tres grandes grupos,

    segn la forma en que se representa la madurez y cmo sta se asocia a la norma. En los

  • dos primeros, el acatamiento de la norma es vinculado al gnero, al hecho de hacerse

    mujer y hacerse hombre; aunque la forma en que se construye la feminidad y la

    masculinidad difiere notablemente. En el tercer grupo, los conceptos ms relevantes son

    la responsabilidad y la racionalidad; nos muestra el trnsito de un personaje que se

    comporta como un nio pequeo que hace lo que quiere, a un sujeto maduro que

    obedece la norma de la comunidad. Podemos ver cmo en los dos primeros modelos se

    halla presente la idea de edad; mientras que en el ltimo, esta nocin aparece

    difuminada, aunque s encontramos con claridad la idea de paso del tiempo. El trnsito

    reflejado no es el de la niez a la adultez, sino de un estado de desarrollo a otro dentro

    de una misma edad: se trata del paso del sujeto irresponsable e irracional a aquel que se

    somete a la norma, se comporta sensatamente y asume sus obligaciones sociales. En los

    tres casos nos encontramos ante diferentes formas de ritos de paso (Van Gennep, 1986)

    con una estructura similar a la que viramos ms arriba en los viajes iniciticos.

    Al igual que en los casos anteriores, hemos analizado la relacin de estos tres modelos

    con las variables gnero, nivel socioeconmico e ideologa religiosa de la escuela. En

    trminos generales, podemos sealar que la idea de la conformidad a la norma como

    una forma de madurez se halla presente con mayor claridad en los estudiantes de

    escuelas catlicas que en los de escuelas laicas, con independencia de su extraccin

    social. Esta forma de representacin de la norma se halla prcticamente ausente en los

    estudiantes de escuelas laicas. Tambin la variable gnero ocupa un papel destacado, los

    cuentos de chicos y chicas son diferentes.

    Veamos con mayor detencin el primero de estos modelos: hacerse mujer, que nos

    servir para ilustrar esta forma de representacin infantil de la norma. Los textos

    comprendidos en este subtipo tienen un elemento claramente comn: son cuentos

    escritos por nias que narran historias de personajes femeninos. La transgresin es

    entendida por las nias como una forma de anormalidad. El personaje se halla fuera de

    su estado natural y de las condiciones que le son inherentes. En el texto que

    presentamos a continuacin, podemos ver cmo la protagonista tiene una conducta que

    se distancia de la definicin social de lo femenino. Su comportamiento es doblemente

    transgresor: atenta contra la ley de la comunidad y contra la naturaleza de su

    condicin de mujer.

  • Se enamor de un chico . Lara nunca pens que el chico le fuera a hacer

    pasar por la cabeza el cambiar de personalidad y de aspecto. Lara pens que si

    cambiaba de personalidad y aspecto a lo mejor poda gustar a este chico. Ella

    cambi, empez a vestir como una chica normal y no seguir como antes con

    chndal, sin peinar, con nudos en el pelo etc. Se podra decir que era un

    machote pero ahora segn ella se dedicara a cuidar su cuerpo y a ser normal.

    (Mujer, 13 aos, escuela catlica, nivel socioeconmico bajo).

    Encontramos en este cuento, como en los relatos incluidos en este modelo, abundantes

    referencias a la idea de normalidad v/s anormalidad. Se vincula la violacin de la norma

    de la comunidad al abandono de la propia esencia. Esta relacin tiene un carcter

    recursivo: la transgresin de la norma se explica por la desnaturalizacin de la

    concepcin "normal" de feminidad, la que a su vez es producto de la ruptura de la

    norma. Podemos ver reflejada la asociacin entre estas dos formas de transgresin en las

    ideas de personalidad y aspecto, que la autora menciona repetidas veces en su relato.

    La protagonista tiene una personalidad y un aspecto inadecuado, que no calza con el

    molde socialmente construido, e impuesto, de normalidad para las mujeres. Estos dos

    elementos actan en forma conjunta dentro del relato, retroalimentndose mutuamente y

    formando una suerte de crculo vicioso, el cual queda plasmado en el texto en la figura

    del "machote". Esta idea de la anormalidad, como veremos a continuacin, es una de las

    formas de representacin de la transgresin ms relevantes en cuentos escritos por los

    nios/as.

    3.2 La representacin infantil de la transgresin y los transgresores

    Hemos encontrado tres grandes ejes a partir de los cuales los nios/as definen la

    transgresin social: un primer eje centrado en la idea de Anormalidad, un segundo en la

    que se asocia la transgresin a la Incivilidad, y, finalmente, un tercero en el que la

    violacin de la norma es entendida como una forma de Irracionalidad.

    A) Los Anormales

  • sta es una de las formas de representacin de la transgresin ms frecuente entre los

    nios/as, y la que presenta una mayor variedad de tipos y de riqueza e inters

    cualitativo. La transgresin es entendida aqu como el producto de una anormalidad que

    afecta negativamente en el comportamiento del personaje. Hemos encontrado tres tipos

    de anormalidad en los textos escritos por los nios/as: la enfermedad, la posesin y la

    marginacin social. En todos estos casos, el transgresor es presentado como vctima.

    Enfermo, posedo o frustrado por su aislamiento social, el transgresor se ve impulsado a

    la violacin de la norma, incluso contra su voluntad. En la mayora de los relatos, se nos

    presenta un sujeto pasivo que requiere la actuacin de otros agentes, internos o externos

    a la comunidad, para superar la anormalidad que sufre y de esta forma acabar con la

    transgresin. En los casos de enfermedad (alcoholismo, drogadiccin, trastornos

    psicolgicos, etc.) o posesin (demonaca, mgica, etc.), la principal forma de actuacin

    de los agentes es la terapia (mdica, psicolgica o mgica). La anormalidad asociada a

    la marginacin social, en cambio, es, en la mayora de relatos, tratada mediante el

    dilogo. A continuacin, explicaremos los tres tipos de transgresin asociada a la

    anormalidad. Por razones de espacio, slo expondremos un ejemplo para el primero de

    estos tres subtipos, que nos servir como ilustracin del modelo general.

    El cuento que presentamos a continuacin ilustra el primer tipo de anormalidad

    planteado por los nios/as: la enfermedad. El relato nos presenta un personaje enfermo,

    afectado por un trastorno psicolgico:

    Los habitantes del pueblo Babal decidieron que le pondran una prueba para

    solucionar el problema que tena con la naturaleza, que no la soportaba. El

    ayuntamiento haba decidido que lo pondra dentro de una especie de jaula que

    estara llena de naturaleza y de animales de mentira, pero que seran tan reales

    que l nunca lo sabra. Los psiclogos pensaban que as solucionaran el

    problema de este chico y no volvera a maltratar ningn animal e incluso le

    podra coger cario a la naturaleza. (13 aos, Escuela Laica, Nivel

    Socioeconmico Alto).

  • En este tipo de cuentos, la enfermedad es planteada como la causa que da origen a la

    transgresin de la norma. Se trata de una anormalidad que requiere de una intervencin

    profesional para curarla. Dos agentes comunitarios organizarn este proceso de

    curacin, el ayuntamiento y el equipo de psiclogos, quienes planificarn el tratamiento

    que tiene que seguir el protagonista, la terapia. El comportamiento transgresor en este

    tipo de relatos, es presentado como una cosa irracional e inconsciente, que emana

    directamente de la anomala del personaje. El sujeto transgresor ocupa un papel

    completamente pasivo, es actuado por los dems agentes. En muchos de estos cuentos,

    la cura de la enfermedad, y por tanto la conformidad a la norma, se produce de manera

    instantnea, y puede ser llevada a cabo incluso sin la cooperacin del protagonista

    (mediante inyecciones, operaciones quirrgicas, pociones, exorcismos, toques con

    varitas mgicas, etc.).

    La segunda forma de representacin de la transgresin como anormalidad se encuentra

    asociada a la idea de posesin. Al igual que en el caso anterior, el personaje transgresor

    es presentado como una vctima. El protagonista transgrede la norma movido por una

    fuerza que, al igual que la enfermedad, lo impulsa a la violacin de la norma de la

    comunidad. Pero, a diferencia del caso anterior, su origen no es fsico o psicolgico,

    sino mgico o divino. La transgresin no es el fruto de un acto consciente en el cual

    intervenga la voluntad del sujeto, ste se encuentra intervenido (posedo) por una fuerza

    ajena y es incapaz de oponerse a ella. El personaje principal tiene un papel

    completamente pasivo en este tipo de relatos, es actuado/intervenido por los agentes:

    primero por las fuerzas que lo llevan a transgredir, y despus por los agentes que

    intervienen, en su curacin mgica o exorcismo. En la mayora de los cuentos

    pertenecientes a este grupo, el proceso de conformidad/conversin es automtico, sin

    que exista la voluntad del sujeto. El personaje recibe un toque mgico (varita, golpe en

    la cabeza, etc.), bebe una pocin, recibe un rayo mgico, etc. que lo cura/exorciza de

    manera instantnea de su posesin.

    La tercera forma de representacin de la transgresin como anormalidad se encuentra

    asociada a la idea de marginacin. En este tipo de cuentos, los transgresores son

    personajes solitarios, aislados e incomprendidos que buscan en la transgresin la

    oportunidad de ser escuchado por los otros. La transgresin es una forma de hacerse or,

  • un grito desesperado que busca llamar la atencin de una comunidad que ha victimizado

    al protagonista. La anormalidad funciona como un estigma, que separa al transgresor de

    la comunidad. Esta marca negativa puede provenir de diversas fuentes: fsica (aspecto

    diferente, por ejemplo ser un vampiro), psicolgica (timidez del protagonista, no

    responder a las expectativas de rol, por ejemplo no ser femenina) o social (encontrarse

    en una situacin discriminatoria, por ejemplo ser hurfano o extranjero). El cuento que

    expusimos antes como ilustracin de la representacin de la norma como forma de

    hacerse mujer, es un buen ejemplo de este tipo marca negativa. En l se asocia la

    transgresin a una anormalidad psicolgica, comportarse como un marimacho, que

    mantiene aislada a la protagonista de los dems. Slo cuando sta cambie de

    personalidad y aspecto, podr integrarse en la comunidad, representada en el relato por

    el chico del que se haya enamorada.

    B) Los Incvicos

    La segunda forma de representacin de la transgresin nos muestra una visin

    completamente diferente del transgresor. Esta forma de representacin de la

    transgresin es bastante recurrente en los relatos de los nios/as. A diferencia del

    modelo anterior, el transgresor es presentado en este caso como un agresor, una persona

    que atenta contra la comunidad y los principios que la sustentan. En este tipo de textos

    se nos presenta una imagen claramente negativa del transgresor. Si en los cuentos que

    vimos anteriormente, el transgresor era presentado como una vctima y de cierta forma

    se nos llamaba a la empata, a la identificacin con el personaje principal, los cuentos de

    este modelo producen un efecto contrario. Los autores/as se esmeran en presentar al

    transgresor como un personaje desagradable, como el "malo de la pelcula", alguien

    culpable de que merece ser castigado. Hemos encontrado dos grandes subtipos dentro

    de este modelo: el incvico vndalo y el incvico destructor. Ambos coinciden en la

    representacin del transgresor como un agresor, pero se diferencian en la forma en la

    cual se concibe esta agresin y en el cmo esta afecta a la comunidad.

    En el primer grupo se asocia la figura del transgresor con la idea de travesura o

    gamberrada. Este tipo de cuentos narran la historia de personajes infantiles, todos los

  • protagonistas son nios o nias traviesos. El segundo modelo, en cambio, se centra en

    personajes adolescentes o adultos y concibe la transgresin como una afrenta a la

    comunidad. Los nios/as realizan una asociacin entre la edad y el tipo de transgresin:

    los personajes infantiles son vndalos, los personajes adolescentes/adultos, en cambio,

    son destructores. Veremos a continuacin un ejemplo. Se trata del primer tipo de

    incivilidad: la gamberrada. El autor nos narra la historia de un nio travieso que no tiene

    en cuenta a los otros en su accin.

    Toda la gente se enter de que el Alejandro no cumpla la ley y que haca lo

    que quera, a veces jugaba al futbol en casa de sus amigos destrozando todo,

    entonces cuando se marchaba, iba chutando la pelota contra las flores y otras

    cosas. Al da siguiente toda la gente estaba harta del Alejandro, porque ese da

    estaba de muy mal humor y con la pelota le daba a la gente en la cara. Entonces

    un da le dijeron que fuese al juzgado y el Alejandro fue y le dijeron que si no

    paraba lo enviaran a la crcel y Alejandro dijo que s, que parara y que podra

    jugar futbol con sus amigos tranquilos y sin romper cosas ni flores ni dando a la

    gente en la cara. Y al da siguiente le dieron el perdn, toda la gente lo perdon,

    y as todo el pueblo de babalins ya estaba feliz y contento (Hombre, 9 aos,

    Escuela Catlica, Nivel Socioeconmico Alto).

    El protagonista de este relato es un nio travieso, que muestra repetidamente su falta de

    respeto, no slo a la norma de la ciudad sino a las personas en general. El

    comportamiento incvico del personaje transgresor ha hartado la paciencia de los

    habitantes de la ciudad. Este hecho moviliza el juzgado de la ciudad, quin toma cartas

    en el asunto y advierte seriamente el protagonista que no se continuar tolerando su

    incivilidad. Es importante comprobar como todos los agentes que intervienen en el

    relato son internos a la comunidad, los vecinos, los amigos, el juzgado, etc.

    El transgresor debe corregir su conducta o asumir el castigo impuesto por la comunidad.

    El personaje retorna a la norma y cumple la expectativa social respeto a cmo se tienen

    que comportar los nios, de forma educada y respetuosa, es decir de forma cvica. Para

    completar el paso de un estadio en el otro, el personaje realiza un rito de purificacin,

    que en el relato se ve reflejado en la peticin de disculpas que el personaje lleva a cabo

  • al final del texto. El retorno del personaje a la norma, es asociado a la idea de felicidad

    de la comunidad. El equilibrio roto por la accin transgresora ha sido por fin restaurado,

    ahora toda la comunidad puede vivir tranquilamente, feliz y contenta, en palabras del

    autor.

    C) Los Irracionales

    El ltimo modelo tiene un nivel de definicin menor que las dos anteriores, y se

    encuentra en un lugar intermedio entre ambos. No encontramos una lnea inequvoca

    que nos permita distinguir con claridad a este modelo de los que hemos analizado hasta

    ahora, ya que la irracionalidad puede ser entendida tambin como una forma de

    anormalidad o como el origen del comportamiento incvico del transgresor. No

    obstante, hemos credo que era importante tratar a este tipo de cuentos de forma

    separada y definir un modelo propio. A diferencia de los casos anteriores, la

    racionalidad ocupa aqu un lugar central, es el hilo conductor del relato. Los

    transgresores son irracionales, estn sujetos a un razonamiento incorrecto y desconocen

    el sentido de la norma y las consecuencias que puede comportar la transgresin. La

    ignorancia es la base de su irracionalidad y de la transgresin. El paso de la transgresin

    a la conformidad es entendido como el paso del desconocimiento al conocimiento del

    sentido de la norma y de las consecuencias de su violacin, es el paso de la

    irracionalidad a la racionalidad fundada en el conocimiento.

    Porque un da, como de costumbre, Marc paseaba por el parque, haciendo

    destrozos. Y vio a una nia, muy guapa, de pelo negro, ojos marrones claros y

    morenita, que estaba ayudando a una ardilla a salir de una de las trampas de

    Marc. Marc se acerc a ella y le dijo: -Cmo te llamas?, ella con mucha

    dulzura le respondi: -Me llamo Julia, y t? l le dijo su nombre

    tartamudeando, ya que se haba enamorado de esa chica a primera vista. Al

    siguiente da se volvieron a encontrar, y Julia vio a Marc, tirando basura por el

    bosque. De inmediato le llam la atencin. Le dijo: -Pero qu haces? Ests

    incumpliendo una de las mejores leyes del mundo. Es que no te gusta la

    naturaleza, es una de las cosas ms valiosas que tenemos, y t la estas

  • destrozando y desperdiciando. Marc se qued sorprendido, nadie le haba hecho

    reflexionar de esa manera. Los dems si le vean hacer eso, le castigaban de

    alguna manera. Pero Julia le haba hecho cambiar de opinin. Ahora le

    gustaban, los animales, las plantas, etc., etc. Y era el que mejor cumpla la ley

    de su pueblo y con mucho orgullo. Y respecto a Julia se seguan viendo y

    estaban haciendo un proyecto para que esa ley se cumpliera en todo el mundo.

    (Mujer, 13 aos, Escuela Catlica, Nivel Socioeconmico Alto).

    Hemos escogido este relato porque pone de manifiesto otra de las caractersticas de los

    cuentos de este modelo: la explicacin de la norma y la utilizacin del dilogo como la

    herramienta fundamental para la resolucin del conflicto normativo. En estos cuentos, el

    protagonista dialoga con otros personajes (internos o externos a la comunidad) y de esta

    forma adquiere el conocimiento que necesita y reflexiona sobre su conducta. En otros

    casos, menos frecuentes, el personaje realiza este proceso por s mismo, sin la ayuda de

    otros agentes. El personaje se retrae voluntariamente de la comunidad, realiza un

    dilogo consigo mismo, evala su comportamiento y llega a la conclusin que est

    equivocado. El personaje transgresor no es presentado en este tipo de cuentos como un

    sujeto incvico que agrede a la comunidad, ni tampoco como uno anormal vctima de la

    sociedad. El protagonista es simplemente una persona que no sabe, que ignora el sentido

    de la norma y las consecuencias de la transgresin. No se trata ni del malo ni del

    incomprendido, simplemente del ignorante.

    Un agente interno se encargar de sacar al transgresor de esta ignorancia. Julia, la chica

    de quien se enamora el protagonista, ejerce este papel. Esta agente utiliza el dilogo

    como herramienta para resolver el conflicto generado por la transgresin. Se plantea al

    cuento una oposicin entre el castigo y el dilogo. El castigo es ineficiente, no permite

    resolver el conflicto porque no ataca su origen, la ignorancia. El castigo simplemente

    impone por la fuerza la obligacin de obedecer la norma comunitaria. El dilogo, en

    cambio, desactiva el conflicto desde dentro, ya que ataca su ncleo. El dilogo permite

    al protagonista adquirir conocimiento y reflexionar sobre los motivos que lo han llevado

    a la transgresin. No se trata nicamente de un proceso de conformidad. La norma no es

    simplemente acatada de manera acrtica, sino aceptada desde la conviccin y el

  • razonamiento individual. Despus del dilogo y la reflexin, el personaje comprende el

    sentido de la norma. La norma tiene ahora un fundamento racional, y no se presenta al

    sujeto como mera arbitrariedad e imposicin.

    Esta oposicin entre dilogo y castigo se encuentra presente en muchos cuentos de este

    modelo y parece ser una particularidad del mismo. Si en la representacin del

    transgresor como incvico se nos presentaba al protagonista como un sujeto culpable y

    merecedor de castigo, y en la representacin del transgresor como anormal, el sujeto era

    presentado como una vctima de la sociedad, que tena que ser acogida y curada por la

    comunidad, en este modelo el transgresor se representa como una persona que tiene que

    ser educada, dotada de los conocimientos necesarios para insertarse positivamente en la

    comunidad. El proceso de retorno a la norma en este cuento se desarrolla con un notable

    xito. El personaje no slo se conforma a la norma, sino que se convierte a ella. El

    transgresor se transforma en un paladn, el mximo defensor de la norma, que al lado de

    su compaera no slo vela por su cumplimiento dentro del crculo de la comunidad,

    sino que aboga por su extensin a nivel mundial.

    4. Conclusiones

    Nuestros resultados revelan la existencia de un pensamiento sociolgico infantil. Hecho

    que nos permite afirmar con bastante contundencia que la infancia posee una mirada

    activa sobre su mundo social, que piensa, analiza y crea sus propias hiptesis sobre

    cmo funcionan las instituciones sociales y la sociedad en la que se hallan insertos.

    Concluimos, por tanto, que la infancia no puede seguir siendo considerada como un

    sujeto pasivo, mero objeto o recipiente, ni se puede negar o restar su potencial de

    accin. Los menores no son seres pre-sociales o agentes sociales incompletos. Tienen

    sus propias formas de interpretar, construir e influir de manera activa en su mundo

    social. Nuestra intencin en este estudio es sentar las bases para el desarrollo de una

    sociologa de la infancia que site realmente a sta en el centro de la investigacin.

  • El estudio emprico de las representaciones infantiles es fundamental, pues proporciona

    elementos para el anlisis y el debate, que pueden ser tiles tanto para la investigacin

    como para la escuela y las familias. La tcnica Cuento Inconcluso puede ser adaptada

    para el estudio de objetos sociales diversos. Puede abrirnos las puertas al conocimiento

    de las representaciones infantiles sobre los roles de gnero, la familia, los grupos

    sociales minoritarios (inmigrantes, homosexuales, minoras tnicas, etc.) y en forma

    general de cualquier tipo de problemtica social o escolar. Incluso, puede

    proporcionarnos pistas sobre cmo estn pensando los menores al otro, en fenmenos

    tan complejos y preocupantes como el bullying o la homofobia.

    Consideramos que estos resultados pueden contribuir a la construccin de una escuela

    liberadora, que integre e incluya a los nios y nias de origen diverso o minoritario, y

    que capacite a sus estudiantes para pensar y cuestionar de manera activa y crtica sus

    visiones sobre el Nosotros y los Otros. Otorgamos tal centralidad a la escuela, puesto

    que sta constituye un lugar de encuentro obligado entre estudiantes de diferente

    condicin sociocultural. De ah que los discursos que sta produzca sobre este tema sean

    especialmente importantes; no slo en cuanto a su influencia en la produccin de las

    representaciones sociales infantiles sobre la norma, la transgresin y en forma general,

    del Otro, sino porque entendemos que la escuela constituye un espacio social

    privilegiado para la inclusin/integracin de la diferencia desde una perspectiva

    multicultural. Lo anterior pasa necesariamente por: un reconocimiento de la relatividad

    de los discursos transmitidos por la escuela y de su imposible neutralidad, y por la

    revelacin de los estereotipos que el discurso social de sta y otros actores sociales

    sostiene sobre determinados colectivos. Un discurso que puede permear y de hecho

    permea el pensamiento social infantil.

    Pensamos que la escuela debe proporcionar a los estudiantes las herramientas que les

    permitan aprehender la realidad desde una perspectiva crtica. La educacin debe

    capacitar al menor para que ste tome conciencia de que existe una diversidad de

    mundos posibles y para que imagine y construya otros mundos alternativos. La

    educacin debe tratar de ser una fuerza eminentemente desreificadora. Las ciencias

    sociales, y especficamente la sociologa como disciplina humanstica, pueden y deben

    ocupar un papel destacado en la conformacin de una nueva forma de comprender ese

    proceso de construccin social de conocimiento que llamamos educacin.

  • 5. Referencias Bibliogrficas

    Bericat, E. (1998). La integracin de los mtodos cuantitativo y cualitativo en la

    investigacin social. Barcelona: Ariel.

    Durkheim, E. (1982). Las Formas Elementales de la Vida Religiosa. El Sistema

    Totmico en Australia. Madrid: Akal.

    Durkheim, E. (2001). La divisin del trabajo social. Madrid: Akal.

    Farr, R. (1983). "Escuelas europeas de psicologa social: la investigacin de las

    representaciones sociales en Francia". Revista Mexicana de Sociologa , 45 (2).

    Gergen, K. (1993). "El movimiento del construccionismo social en la psicologa

    moderna". Sistemas familiares, 2.

    Jenks, C. (2005). The sociology of childhood. Essential readings. Londres: Greggs

    Revival.

    Moscovici, S. (1985-1986). Psicologa Social. Barcelona: Paids.

    Shanahan, S. (2007). "Lost and found. The sociological ambivalence toward the

    childhood". Annual Review of Sociology, 33, 407-428.

    Urmeneta, A. R. (2008). Reificacin, reproduccin y resistencia al mensaje

    disciplinario de los cuentos infantiles. Tesis doctoral no publicada. Universitat de

    Barcelona, Departament de Sociologia i Anlisi de les Organitzacions, Barcelona.

    Urmeneta, A. R. (2009). Nosotros y los otros. Cmo se representan los nios y las

    nias las normas sociales?. Actualidades Investigativas en Educacin, 3 (9), 1-29.

    Van Gennep, A. (1986). Los ritos de paso. Madrid: Taurus.

    Este texto puede ser reproducido ntegra o parcialmente con total libertad, siempre que

    se haga constar su autora y procedencia.