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* Reincidente no incluye sección de Sociales Año VII, Número 125, 1ra. quincena de julio de 2016 PARTICIPACION CIUDADANA Y REPRESENTACIONES SOCIALES Eulogio Romero Rodríguez Rafael Aluni Montes E.T.A. HOFFMANN, MAESTRO DEL ESCALOFRÍO, LA FANTASÍA Y EL SUEÑO Francisco Hernández Echeverría DISTINTOS ENFOQUES Y UN MISMO MENSAJE Claudia Ivonne Vázquez Valerdi América Valerdi Cabrera Adrián LariosLópez DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista POLICULT SIETE Jorge Meléndez Preciado ENGAÑO Enrique Condés Lara DE PLANTAS Y ANIMALES Cecilia Vázquez Ahumada REINCIGRAMA Fernando Contreras AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín FRANTASÍAS José Fragoso Cervón ARITMOMANÍA Gabriela Breña ES IMPOSIBLE SER UN BUEN PROFESOR H ay que observarlo como un elemento re- levante en la creación de interacciones de cambio individual, social y cultural. Te- nemos el ejemplo reciente de la votación para la separación de Gran Bretaña de la Comunidad Europea, y es muy probable que seamos testigos de renovados movimientos ciudadanos en búsqueda de la separación de Irlanda y de Escocia del Reino Unido. En nuestro país, hay algunos sectores de la socie- dad en los que se fomenta y respeta, pero, en térmi- nos generales, no hay ni la conciencia ni la intención de hacerla una práctica habitual y necesaria en la vida cotidiana de las instituciones y los grupos que confor- man nuestra sociedad. Un aspecto importante de la participación ciuda- dana, además de ser esencial en los procesos sociales democráticos, es el elemento cualitativo, que tiene que ver con su capacidad de alimentar con nuevas ideas los procesos sociales, fortalecer los vínculos entre ciuda- danos y orientar las acciones que tendrán repercusio- nes y relevancia comunitaria o pública. Tiene el poten- cial de generar procesos emergentes creativos, innova- dores, que den soluciones a múltiples problemas de la vida en el planeta. No es necesario ser experto en democracia o teoría política para comprender la importancia que tiene la existencia de una red de organizaciones, creadas por la propia voluntad de los que la integran, para influir en la solución de los problemas públicos. La compa- ración y la experiencia demuestran que la calidad de la vida colectiva aumenta en la medida en que es ma- yor la participación de esa red ciudadana, la cual casi siempre tiene un carácter transdisciplinario, es decir, hay una mirada integral de las propuestas de solución más allá de los agentes involucrados: gobierno, ONGs, empresarios, universitarios, artistas, etc. Podemos considerar que la participación ciudada- na es un proceso histórico y cultural en su nivel forma- tivo y un proceso político y jurídico en su nivel instru- mental. En el sentido más amplio, podemos decir que toda participación ciudadana es participación política, puesto que su fin es el de intervenir en la vida social. En contraste con otros países, la historia de Mé- xico es la de una sociedad donde hasta hace poco las organizaciones sociales importantes no eran resultado de la libre voluntad de los individuos, sino que se tra- taba de estructuras corporativas creadas desde la cús- pide del poder, con mecanismos y decisiones sobre los que los primeros tenían poco o ningún control. El ciudadano no ha existido en el sentido ple- no del concepto y, si existe, es más bien en el papel y muy poco en la realidad. La historia más remota nos lo confirma y la más reciente también. Lorenzo Me- yer (El Estado en busca del ciudadano, México, Océano, 2005) comenta sobre cómo el corporativismo posre- volucionario mexicano resultó ser la forma de organi- zación propia del autoritarismo, de la cultura del súb- dito y no la del ciudadano. La participación ciudadana se debate desde hace mucho tiempo; en algunas regiones del mundo, como en Europa, desde el siglo XVIII por lo menos. Otra cosa es Latinoamérica y en particular México donde el debate recién inicia. La participación ciudadana es un fenómeno que surge en un contexto socio-históri- co particular, vinculado a complejos procesos de tran- sición política e institucionalización democrática es- pecífica. La expresión “participación ciudadana” en su sig- nificado más general tiene dos componentes. La voz “participación”, que se define como la acción de parti- cipar o intervenir en un asunto o un hecho; por exten- sión, disfrutar, padecer o realizar algo en común. Al participar en asociación con otros, se comparten opi- niones, se toman acuerdos y se orientan acciones de manera conjunta. Por su parte el adjetivo “ciudadana” proviene del sustantivo “ciudadano” que hace explíci- to, de alguna manera, el sentido de esa participación compartida entre miembros de la misma categoría po- lítica: los ciudadanos. Esa asociación de intereses está destinada a la promoción de diversas acciones que re- percuten en la polis, la ciudad y, por extensión, en la sociedad política. .Es evidente la importancia de la participación ciu- dadana por la cantidad de estudios que se han hecho sobre el tema, por la diversidad de disciplinas que lo han estudiado y por los diversos enfoques utilizados. Se han abordado múltiples aristas de la participación ciudadana; algunas aproximaciones han señalando sus aspectos jurídicos, otras los políticos, algunas más los históricos, etc. Es un fenómeno que bien podría utili- zar las dimensiones que se proponen en el modelo ho- lodimérgico para su estudio: silencio-existencia, tras- cendencia, ecológica, interpersonal, cognitivo-senti- emocional, biológica y comportamental. Las representaciones sociales, por su parte, desig- nan una forma de conocimiento específico: el saber de sentido común, cuyos contenidos manifiestan la ope- ración de procesos generativos y funcionales social- mente caracterizados. En sentido más amplio, designa una forma de pensamiento social, de mente social. Las representaciones sociales constituyen modali- dades de pensamiento práctico orientado hacia la co- municación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. En tanto que tales, presentan características específicas a nivel de organización de los contenidos, las operaciones mentales y la lógica. La caracterización social de los contenidos o de los procesos de representación ha de referirse a las condiciones y a los contextos en los que surgen las re- presentaciones, a las formas mediante las que circulan y a las funciones a las que sirven dentro de la interac- ción con el mundo y con los demás (D. Jodelet: La re- presentación social: Fenómenos, conceptos y teoría. Bar- celona, 1989). Las representaciones funcionan como un sistema de interpretación de la realidad que rige las relaciones de los individuos en su ambiente físico y social y van a determinar sus comportamientos o sus prácticas. La representación es una guía para la acción, orienta las acciones y las relaciones sociales; es un sistema de pre-decodificación de la realidad, ya que determina conjuntamente anticipaciones y ex- pectativas. Una representación social es una manera de ver un aspecto del mundo, que se traduce en el juicio y en la acción. Cualquiera que sea la metodología de estudio utilizada, esta “forma de ver” no puede ser aprehendi- da por un individuo singular; ésta reenvía a un hecho social, a la dimensión interpersonal, al saber que so- mos porque los otros existen. Se puede decir también que una representación social es un conjunto de conocimientos, de actitudes y de creencias concernientes a un objeto dado. Esta comprende, en efecto, los saberes, las tomas de posi- ción, las aplicaciones de valores, las prescripciones nor- mativas, etc. Una representación social, en fin, puede ser caracterizada como una integración de elementos cognitivos ligados por las relaciones; estos elementos y estas relaciones se encuentran certificadas en el seno de un grupo determinado (Michel-Louis Rouquette: La genése des représentations sociales. ontreal, Canada: Éditions Nouvelles, 2003). En las sociedades contemporáneas que tienen por característica el cambio y la diversificación social y cultural, la aproximación psicosocial y en particular la aproximación desde la teoría de las representaciones sociales nos ayuda en el análisis para afrontar la plu- ralidad de los grupos y las pertenencias grupales, la diversidad de estilos de vida y de condiciones de vida. Esta aproximación podemos iniciarla con el análisis del ciudadano, el cual expresa una forma de perten- cia a un grupo o a una comunidad, y con las tres fa- cetas propuestas por Michel-Louis Rouquette ( Sobre una característica específica de representaciones sociales en psicología política”) y Eulogio Romero (Revalorar la participación ciudadana. Re-incidente No. 72, México, 2014). * Doctor en Psicología Social por la Universidad de Caen, Francia. Actualmente es profesor/investigador de la Facultad de Psicología de la BUAP. ** Maestro en Psicología Social, actualmente profesor/ investigador de la Facultad de Psicología de la BUAP. Eulogio Romero Rodríguez*, Rafael Aluni Montes** La participación ciudadana es un fenómeno complejo, es decir que admite diferentes interpretaciones, no puede ceñirse a un solo punto de vista: es multidimensional; es viejo y a la vez nuevo; en algunas regiones y países es importante y es una cuestión más o menos cotidiana, en otros su emergencia modifica instituciones, cambia gobiernos, y en otros su emergencia es incipiente y tortuosa.

Reincidente 125

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* Reincidente no incluye sección de Sociales* Reincidente no incluye sección de Sociales

Año VII, Número 125, 1ra. quincena de julio de 2016

PARTICIPACION CIUDADANA Y REPRESENTACIONES SOCIALES

Eulogio Romero Rodríguez Rafael Aluni Montes

E.T.A. HOFFMANN, MAESTRO DEL ESCALOFRÍO,

LA FANTASÍA Y EL SUEÑO Francisco Hernández Echeverría

DISTINTOS ENFOQUES Y UN MISMO MENSAJE

Claudia Ivonne Vázquez Valerdi América Valerdi Cabrera

Adrián LariosLópez DESDE LA FACULTAD

Mariano Torres BautistaPOLICULT SIETE

Jorge Meléndez PreciadoENGAÑO

Enrique Condés LaraDE PLANTAS Y ANIMALES

Cecilia Vázquez AhumadaREINCIGRAMA

Fernando ContrerasAQUÍ, PUROS CUENTOS

Paco RubínFRANTASÍAS

José Fragoso CervónARITMOMANÍA

Gabriela BreñaES IMPOSIBLE SER UN BUEN PROFESOR

Hay que observarlo como un elemento re-levante en la creación de interacciones de cambio individual, social y cultural. Te-nemos el ejemplo reciente de la votación

para la separación de Gran Bretaña de la Comunidad Europea, y es muy probable que seamos testigos de renovados movimientos ciudadanos en búsqueda de la separación de Irlanda y de Escocia del Reino Unido.

En nuestro país, hay algunos sectores de la socie-dad en los que se fomenta y respeta, pero, en térmi-nos generales, no hay ni la conciencia ni la intención de hacerla una práctica habitual y necesaria en la vida cotidiana de las instituciones y los grupos que confor-man nuestra sociedad.

Un aspecto importante de la participación ciuda-dana, además de ser esencial en los procesos sociales democráticos, es el elemento cualitativo, que tiene que ver con su capacidad de alimentar con nuevas ideas los procesos sociales, fortalecer los vínculos entre ciuda-danos y orientar las acciones que tendrán repercusio-nes y relevancia comunitaria o pública. Tiene el poten-cial de generar procesos emergentes creativos, innova-dores, que den soluciones a múltiples problemas de la vida en el planeta.

No es necesario ser experto en democracia o teoría política para comprender la importancia que tiene la existencia de una red de organizaciones, creadas por la propia voluntad de los que la integran, para influir en la solución de los problemas públicos. La compa-ración y la experiencia demuestran que la calidad de la vida colectiva aumenta en la medida en que es ma-yor la participación de esa red ciudadana, la cual casi siempre tiene un carácter transdisciplinario, es decir, hay una mirada integral de las propuestas de solución más allá de los agentes involucrados: gobierno, ONGs, empresarios, universitarios, artistas, etc.

Podemos considerar que la participación ciudada-na es un proceso histórico y cultural en su nivel forma-tivo y un proceso político y jurídico en su nivel instru-mental. En el sentido más amplio, podemos decir que toda participación ciudadana es participación política, puesto que su fin es el de intervenir en la vida social.

En contraste con otros países, la historia de Mé-xico es la de una sociedad donde hasta hace poco las organizaciones sociales importantes no eran resultado de la libre voluntad de los individuos, sino que se tra-taba de estructuras corporativas creadas desde la cús-pide del poder, con mecanismos y decisiones sobre los que los primeros tenían poco o ningún control.

El ciudadano no ha existido en el sentido ple-no del concepto y, si existe, es más bien en el papel y muy poco en la realidad. La historia más remota nos lo confirma y la más reciente también. Lorenzo Me-yer (El Estado en busca del ciudadano, México, Océano,

2005) comenta sobre cómo el corporativismo posre-volucionario mexicano resultó ser la forma de organi-zación propia del autoritarismo, de la cultura del súb-dito y no la del ciudadano.

La participación ciudadana se debate desde hace mucho tiempo; en algunas regiones del mundo, como en Europa, desde el siglo XVIII por lo menos. Otra cosa es Latinoamérica y en particular México donde el debate recién inicia. La participación ciudadana es un fenómeno que surge en un contexto socio-históri-co particular, vinculado a complejos procesos de tran-sición política e institucionalización democrática es-pecífica.

La expresión “participación ciudadana” en su sig-nificado más general tiene dos componentes. La voz

“participación”, que se define como la acción de parti-cipar o intervenir en un asunto o un hecho; por exten-sión, disfrutar, padecer o realizar algo en común. Al participar en asociación con otros, se comparten opi-niones, se toman acuerdos y se orientan acciones de manera conjunta. Por su parte el adjetivo “ciudadana” proviene del sustantivo “ciudadano” que hace explíci-to, de alguna manera, el sentido de esa participación compartida entre miembros de la misma categoría po-lítica: los ciudadanos. Esa asociación de intereses está destinada a la promoción de diversas acciones que re-percuten en la polis, la ciudad y, por extensión, en la sociedad política.

.Es evidente la importancia de la participación ciu-dadana por la cantidad de estudios que se han hecho sobre el tema, por la diversidad de disciplinas que lo han estudiado y por los diversos enfoques utilizados. Se han abordado múltiples aristas de la participación ciudadana; algunas aproximaciones han señalando sus aspectos jurídicos, otras los políticos, algunas más los históricos, etc. Es un fenómeno que bien podría utili-zar las dimensiones que se proponen en el modelo ho-lodimérgico para su estudio: silencio-existencia, tras-cendencia, ecológica, interpersonal, cognitivo-senti-emocional, biológica y comportamental.

Las representaciones sociales, por su parte, desig-nan una forma de conocimiento específico: el saber de sentido común, cuyos contenidos manifiestan la ope-ración de procesos generativos y funcionales social-mente caracterizados. En sentido más amplio, designa una forma de pensamiento social, de mente social.

Las representaciones sociales constituyen modali-dades de pensamiento práctico orientado hacia la co-municación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. En tanto que tales, presentan características específicas a nivel de organización de los contenidos, las operaciones mentales y la lógica.

La caracterización social de los contenidos o de los procesos de representación ha de referirse a las

condiciones y a los contextos en los que surgen las re-presentaciones, a las formas mediante las que circulan y a las funciones a las que sirven dentro de la interac-ción con el mundo y con los demás (D. Jodelet: La re-presentación social: Fenómenos, conceptos y teoría. Bar-celona, 1989). Las representaciones funcionan como un sistema de interpretación de la realidad que rige las relaciones de los individuos en su ambiente físico y social y van a determinar sus comportamientos o sus prácticas. La representación es una guía para la acción, orienta las acciones y las relaciones sociales; es un sistema de pre-decodificación de la realidad, ya que determina conjuntamente anticipaciones y ex-pectativas.

Una representación social es una manera de ver un aspecto del mundo, que se traduce en el juicio y en la acción. Cualquiera que sea la metodología de estudio utilizada, esta “forma de ver” no puede ser aprehendi-da por un individuo singular; ésta reenvía a un hecho social, a la dimensión interpersonal, al saber que so-mos porque los otros existen.

Se puede decir también que una representación social es un conjunto de conocimientos, de actitudes y de creencias concernientes a un objeto dado. Esta comprende, en efecto, los saberes, las tomas de posi-ción, las aplicaciones de valores, las prescripciones nor-mativas, etc. Una representación social, en fin, puede ser caracterizada como una integración de elementos cognitivos ligados por las relaciones; estos elementos y estas relaciones se encuentran certificadas en el seno de un grupo determinado (Michel-Louis Rouquette: La genése des représentations sociales. ontreal, Canada: Éditions Nouvelles, 2003).

En las sociedades contemporáneas que tienen por característica el cambio y la diversificación social y cultural, la aproximación psicosocial y en particular la aproximación desde la teoría de las representaciones sociales nos ayuda en el análisis para afrontar la plu-ralidad de los grupos y las pertenencias grupales, la diversidad de estilos de vida y de condiciones de vida. Esta aproximación podemos iniciarla con el análisis del ciudadano, el cual expresa una forma de perten-cia a un grupo o a una comunidad, y con las tres fa-cetas propuestas por Michel-Louis Rouquette ( Sobre una característica específ ica de representaciones sociales en psicología política”) y Eulogio Romero (Revalorar la participación ciudadana. Re-incidente No. 72, México, 2014).

* Doctor en Psicología Social por la Universidad de Caen, Francia. Actualmente es profesor/investigador de la Facultad de Psicología de la BUAP.

** Maestro en Psicología Social, actualmente profesor/investigador de la Facultad de Psicología de la BUAP.

Eulogio Romero Rodríguez*, Rafael Aluni Montes**

La participación ciudadana es un fenómeno complejo, es decir que admite diferentes interpretaciones, no puede ceñirse a un solo punto de vista: es multidimensional; es viejo y a la vez nuevo; en algunas regiones y países es importante y es una cuestión más o menos cotidiana, en otros su emergencia modifica instituciones, cambia gobiernos, y en otros su

emergencia es incipiente y tortuosa.

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Mariano E. Torres Bautista*

Hay muchas incongruencias entre los dis-cursos y la realidad que se vive en México. ¿Acaso somos un pueblo incompetente? También es muy común la salida cómo-

da de utilizar de manera actualizada la “Teoría de la Dependencia”, una forma de eludir la necesidad y hasta obligación que tenemos de investigar las causas de nuestra problemática. Evidentemente una de las fórmulas del maoísmo sigue más vigente que nunca:

“En el terreno de la causalidad, las causas internas son primordiales”.

Seguimos viendo como el capitalismo de compa-dres, la fase en la que vivimos actualmente, se hace evidente por todas partes. También se hace más y más cierto el colaboracionismo del Estado débil de nues-tro “Protectorado” con otro nombre. El escandaloso y cínico enriquecimiento de la clase política no es mera casualidad, ni porque “la conquista española nos trajo la corrupción”, ni porque sea el pago por ser los “ca-chorros del imperio”.

Así es que la enseñanza superior en Ciencia Po-lítica, Historia y todas las Ciencias Sociales tengan mucho que hacer por delante. Así como las ciencias llamadas duras ante la ineludible transición energética, la necesidad de conservar el medio ambiente. Claro está que como dice un adagio muy conocido: “Roma no se hizo en un día”.

Tiene que haber una fuerte exigencia ciudadana y desarrollarse una sociedad que premie y no entorpez-ca lo que sus habitantes hacen y tratan de hacer. La pregunta evidente es: ¿qué tipo de sistema educativo se hace necesario? Lo que también es claro es que la privatización, abierta o disfrazada, no es de ninguna manera lo que la sociedad del humanista y del cono-cimiento necesitan.

* El autor es Doctor en Historia por la Universidad de París I, Phanteon- Sorbonne; actualmente se des-empeña como profesor/investigador del programa de Maestría en Antropología Social de la BUAP.

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Hay profesionistas con título y títulos sin profesionistas. Es lo que se piensa al saber de la forma de actuar de alguien que declara ser Licenciado en Derecho, Maestro en Política Criminal con Maestría en Corrupción y Estado de Derecho, además de un Doctorado trunco en Derecho. Dicha trayectoria académica parecería que no corresponde con el desempeño en el mundo real, como si no operase tampoco la fórmula de “Educar para la vida”, en las dos acepciones: educar para el desempeño profesional personal y para el respeto a la vida de los demás.

en el planeta. La conmoción económica ha traí-do repercusiones en todas partes y eso que existe un largo trecho por recorrer (se espera que en dos años ya no exista compromiso entre los 27 países alienados y la Gran Bretaña). Y en lo político, las repercusiones son enormes porque Escocia e Ir-landa del Norte quieren adherirse a la zona Euro, y hay movimientos en Francia, Austria y Holan-da, entre otras naciones, para seguir los pasos de la antigua Albión. Según Jorge G. Castañeda (Mi-lenio, 27 de junio), el rechazo se dio porque se tuvieron cinco años de austeridad y bajos salarios, no sólo en England, sino en muchas otras nacio-nes. Así pues, los adultos y las zonas deprimidas que veían sus expectativas cada vez peores y sen-tían que los resultados eran para unos cuantos (los que podían entrar mejor preparados a la globali-zación), determinaron que todo era retroceso. Eso ocurre en muchas partes, donde las empresas des-plazan la mano de obra, automatizan todo, com-piten internacionalmente sin ninguna medida, se apropian de los terrenos nacionales, depredan el medio ambiente y no rinden cuentas a nadie ya que los gobiernos antes estatales les rinden plei-tesía y no les cuestionan nada. Algo de lo que sa-bemos claramente en México. En este tiempo de ansiedad, dice Jesús Silva Herzog Márquez (Re-forma, 27 de junio), nada es “tan antipático como un experto”, que nos dice como hacer las cosas sin estar involucrado en la casa. Algo patente con los programas sociales, de Sedesol a los educativos o de salud. Por lo tanto, el rechazo es cada vez más evidente a un sistema que intenta homologar todo, difundir que la felicidad está cerca y que siempre falla en sus pronósticos dejando un tiradero abso-luto en todos lados.

2. En México, a pesar de las declaraciones de Luis Videgaray, secretario de Hacienda, afirmando que no pasará gran cosa porque, como siempre, “es-tamos blindados”, luego del recorte presupuesta-rio de febrero (132 mil millones de pesos), ahora tendremos otro de 31 mil 174 millones de pesos. La mayoría en los ramos de salud y educación. En este segundo, no importando lo que ocurrió en Nochixtlán, Oaxaca, las bajas en el presupuesto serán de 44 millones de pesos (mdp) en Chiapas; 43 mdp, en Guerrero; en Michoacán, 16, mdp y

en Tabasco, 13 millones de pesos (datos de Car-los Puig, Milenio, 27 de junio). Mientras que en el Seguro Popular, se quitarán 6 mil millones de pesos, y eso que un proyecto gubernamental insis-te en que siete millones de universitarios contarán con servicios médicos y hospitalarios (sic que in-siste que la liga puede estirarse sin romperse). Es-tamos, pues, ante el inicio de una recomposición donde México tiene mucho que ver, no obstante que únicamente tenemos el 7 por ciento de co-mercio con la nación de Winston Churchill. Pero ya sabemos que el peso, por ejemplo, llegará a 20 por dólar, según estimaciones, lo cual permitirá a miles de familias de migrantes paliar el tempo-ral, aunque los aumentos de precios y las finanzas nacionales estarán en un sube y baja mayúsculo que traerá consecuencias indeseables, las cuales no se reflejarán en los medios de difusión que están sometidos a la publicidad gubernamental. Pero en este último caso, las próximas elecciones serán decisivas ya que el PRI está en picada, los otros partidos no saben a qué tirarle y sólo Morena va adelante (coincidencia entre Castañeda, Manlio Fabio y otros políticos no cercanos a López Obra-dor).

3. Nuestra democracia no está constituida por dis-cusiones, intercambios y pactos amplios y serios, más bien por acuerdos entre élites y reparticiones del pastel presupuestario, de prebendas y nego-cios. Por ello, la llamada democracia liberal que tenemos está más pendiente del mercado y los flujos financieros- donde el Wall Street inglés, lla-mada The City, juega un papel fundamental-. Por lo tanto, hay que avanzar en la movilización, la lu-cha social y la solidaridad. En este aspecto, vale la pena leer La nueva lucha de clases. Los refugiados y el terror de Slavoj Zizek (Anagrama). En la pági-na 126 dice: “lo que hay que recuperar, pues, es la lucha de clases, y la única manera de hacerlo es insistir en la solidaridad global con los explotados y oprimidos”. Y en la 127 remata: “Quizá la soli-daridad global sea una utopía, pero si no luchamos por ella, entonces estamos realmente perdidos, y merecemos estar perdidos”.

* El autor es profesor de la Facultad de Ciencias Polí-ticas y Sociales de la UNAM y periodista.

1. La votación en Inglaterra que llevó a la salida de esa Isla- Imperio de la Unión Europea, es vista por los analistas más agudos como el golpe polí-tico- económico más importante en el siglo XXI. Si en la anterior centuria el derrumbe del muro de Berlín y el colapso del socialismo realmente exis-tente demostró que era inviable un sistema que pregonaba la igualdad pero resultaba despótico, ahora el modelo neoliberal que aparecía como la única ruta que traería el beneficio de todos, es una clara muestra de la desigualdad y la marginación

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La Revolución Mexicana arrancó como una disputa en las elites gobernantes ante la falta de reglas claras para renovar la sucesión pre-sidencial de 1910. Francisco Bulnes (El Ver-

dadero Díaz y la Revolución. UNAM, México, 1960) anotó que Porfirio Díaz tenía entonces 79 años de edad; que de los ocho miembros de su gabinete, dos tenían más de 80 años y el más joven, el Ministro de Hacienda desde 1893, José Ives Limantour, contaba con 57 años; que 17 de 20 gobernadores eran mayores de 60 años y que de éstos, 8 pasaban de los 70; que el ejército federal contaba con generales de 80 años, coroneles de 70 y capitanes de 60.

La renovación se hacía ineludible pero no había sido establecido cómo y quién. En 1908, Porfirio Díaz había dicho al periodista norteamericano James Cree-mlan: “Es un sentimiento natural en los pueblos democrá-ticos el que sus dirigentes deban ser cambiados. Estoy de acuerdo con este sentimiento. He tratado de dejar la presi-dencia en muchas ocasiones, pero he tenido que permanecer en ella por la propia salud del pueblo que ha confiado en mí.” Y prometió retirarse del poder al término del pe-riodo gubernamental en 1910: “Daré la bienvenida a un partido de oposición, añadió. Si aparece lo veré como una bendición y no como un mal… He esperado pacientemente porque llegue el día en que el pueblo de la República Mexi-cana esté preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin le-sionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado.”

Agitó el avispero y, a pesar de sus palabras en con-trario, tuvo que postularse nuevamente y neutralizar la pre-candidatura del general Bernardo Reyes para reunificar a sus huestes. Pero el empresario y político coahuilense Francisco I. Madero, le tomó la palabra y en el mismo 1908 publicó con mucho éxito La Suce-sión Presidencial de 1910 donde postuló el lema “Su-fragio Efectivo, No Reelección” que se convirtió en su bandera electoral en 1910 y, posteriormente, en lema del gobierno mexicano.

Sin embargo, los políticos y gobernantes revolucio-narios se encargaron inicialmente de sujetar el sufragio efectivo a lo que el general Gonzalo N. Santos llamó

“elecciones pistoleriles” y, posteriormente, a la directa intervención del Poder Ejecutivo en la organización y calificación de los comicios lo cual hizo inverosímil la autenticidad de los sufragios supuestamente emitidos.

Esos mismos políticos y gobernantes revoluciona-rios, junto con los políticos y grupos de poder desplaza-

dos y las nuevas oposiciones, convenientemente enten-dieron que la “no reelección” era para el Ejecutivo pero no para el Legislativo y siguieron reeligiéndose en las Cámaras de diputados y de senadores libremente y sin medida como lo hicieron antes de la Revolución.

Sin embargo, tras los fuertes reacomodos políticos e institucionales derivados del asesinato del re-electo Álvaro Obregón, en Abril de 1933 se estableció en la Constitución no reelección inmediata de los legis-ladores. A partir de entonces y durante los 83 años siguientes, nuestros diputados y senadores vivieron una mascarada antireeleccionista puesto que siguie-ron reeligiéndose pero “brincando” en lo inmediato a otra Cámara o a legislaturas locales antes de volver a su curul original. Unos ejemplos, entre decenas: Blas Chumacera Sánchez, líder vitalicio de la CTM-Pue-bla, fue 6 veces diputado federal y dos veces senador entre 1940 y 1994; total 30 años de dietas legislativas federales. Emilio Manuel González Parra, dirigente vitalicio de la CTM-Nayarit, de los 83 años que vi-vió, por 30 ocupó un escaño o una curul (cuatro veces diputado federal y tres veces senador) y además fue gobernador de su estado. Hilda Anderson Nevarez, también de la CTM, fue cinco veces diputada federal y una vez senadora; total, 21 años legislando. Carlos Jiménez Macías, secretario general del sindicato del ISSSTE, tres veces diputado federal y dos veces sena-dor; total 21 años de dietas federale. Ricardo García Cervantes, del PAN, además de funcionario en el go-bierno de Baja California y sub-procurador en el PGR, ha sido 4 veces diputado federal y una vez senador; total: 18 años de representante. Héctor Larios Córdo-va, panista sonorense, dos veces diputado federal y dos veces senador; total, 18 años en la Cámaras, además de que fue secretario de Gobierno de Sonora. Pablo Gó-mez Álvarez, del PC-PSUM-PMS-PRD, además de asambleísta del DF, ha sido 4 veces diputado federal y una vez senador: total, 18 años. Del PRD también, Cristóbal Arias Solís, Jesús Ortega Martínez y Ale-jandro Encinas Rodríguez, a la fecha han sido, cada uno de ellos, por 15 años legisladores federales. Tras ellos, un grupo de 22 perredistas han ocupado por 12 años curul y escaño. Del Partido Verde, Jorge Emilio González Martínez “el niño”, a sus 43 años de edad, reunía 15 como legislador federal.

¡Basta ya!, dijeron en el Pacto por México, retomemos la reelección continua. “Hacen falta legisladores con experiencia y profesionales”, argumentaron, como si los cientos de diputados y senadores que han sido

“representantes populares” varias veces en las 9 últimas décadas, no existieran.

“…de los 10,047 legisladores federales ---8,895 diputados y 1,1152 senadores--- electos para conformar las 28 legislaturas que cubren el ciclo de prohibición parlamentaria continua (1934-2018), fueron reelectos 1,493 (14.86%) entre una y siete veces”, puntualiza Esteban David Rodríguez en su notable estudio Los Dueños del Congreso Planeta, Mé-xico, 2015)

“La reelección continua obligará a los legislado-res—abundaron—, a mejorar su rendimiento y cali-ficación porque tendrán que rendir buenas cuentas a sus electores si pretender seguir… enriquecerá el de-bate plural y la competencia democrática.” Pero eso es no será realidad en lo que se refiere a la elección por representación proporcional: basta con aparecer en un buen lugar de la lista para alcanzar un escaño o una curul. Además, las cúpulas del los partidos políticos seguirán otorgando candidaturas, por cuotas, lazos consanguíneos, influencias, dineros. La partidocra-cia se fortalecerá. A decir de Esteban David Rodrí-guez, “las dinastías (98 familias) que han controlado el Congreso mexicano desde la tercera década del siglo pasado a la fecha, (y que) han sorteado con fortuna gobiernos, reformas y militancias.... No son prendas personales –cuando las tienen— ni su popularidad o sus alianzas circunstanciales los principales activos que dan a estos personajes el acceso a las postulaciones. Su patrimonio político reside en la cuna, el linaje, la casta, los apellidos reconocibles a oídos de la opinión pública que abren las puertas al Congreso y en gene-ral al poder político y las más de las veces también económico: Rojo-Lugo, Figueroa, Vicencio, Beltrones, Calderón-Zavala, Monreal, Sansores, Del Mazo, Ro-dríguez Alcaine, Pichardo, Ortega Martínez, Bejara-no-Padierna…”(Los Dueños del Congreso).

Es falso que no haya consensos en las elites gober-nantes de este México dividido y fracturado. Nues-tros políticos de izquierda, derecha y centro, sean ver-des, rojos, amarillos o azules, estén arriba, abajo, a un lado, adelante o atrás, concuerdan en este tema. Ya lo dijo un clásico (“el Tlacuache”): “Vivir fuera del pre-supuesto es vivir en el error”.

* El autor es Doctor en Sociología Política por la Uni-versidad de Granada, España; actualmente es Director del Museo de la Memoria Histórica Universitaria de la BUAP.

Enrique Condés Lara*

Tras los resultados de las elecciones del pasado 5 de julio, se incrementaron las posibilidades de que el PAN recupere la Presidencia de la República en 2018 si el PRI-Gobierno de Peña Nieto persiste en la ruta que conduce al despeñadero. Los reacomodos políticos y las nuevas expectativas han oscurecido un punto de suma importancia que entrará en escena en los comicios federales próximos: la reelección de diputados y senadores cocinada en el Pacto por México y aprobada 2014

Tras los resultados de las elecciones del pasado 5 de julio, se incrementaron las posibilidades de que el PAN recupere la Presidencia de la República en 2018 si el PRI-Gobierno de Peña Nieto persiste en la ruta que conduce al despeñadero. Los reacomodos políticos y las nuevas expectativas han oscurecido un punto de suma importancia que entrará en escena en los comicios federales próximos: la reelección de diputados y senadores cocinada en el Pacto por México y aprobada 2014

Tras los resultados de las elecciones del pasado 5 de julio, se incrementaron las posibilidades de que el PAN recupere la Presidencia de la República en 2018 si el PRI-Gobierno de Peña Nieto persiste en la ruta que conduce al despeñadero. Los reacomodos políticos y las nuevas expectativas han oscurecido un punto de suma importancia que entrará en escena en los comicios federales próximos: la reelección de diputados y senadores cocinada en el Pacto por México y aprobada 2014

Tras los resultados de las elecciones del pasado 5 de julio, se incrementaron las posibilidades de que el PAN recupere la Presidencia de la República en 2018 si el PRI-Gobierno de Peña Nieto persiste en la ruta que conduce al despeñadero. Los reacomodos políticos y las nuevas expectativas han oscurecido un punto de suma importancia que entrará en escena en los comicios federales próximos: la reelección de diputados y senadores cocinada en el Pacto por México y aprobada 2014

Tras los resultados de las elecciones del pasado 5 de julio, se incrementaron las posibilidades de que el PAN recupere la Presidencia de la República en 2018 si el PRI-Gobierno de Peña Nieto persiste en la ruta que conduce al despeñadero. Los reacomodos políticos y las nuevas expectativas han oscurecido un punto de suma importancia que entrará en escena en los comicios federales próximos: la reelección de diputados y senadores cocinada en el Pacto por México y aprobada 2014

Tras los resultados de las elecciones del pasado 5 de julio, se incrementaron las posibilidades de que el PAN recupere la Presidencia de la República en 2018 si el PRI-Gobierno de Peña Nieto persiste en la ruta que conduce al despeñadero. Los reacomodos políticos y las nuevas expectativas han oscurecido un punto de suma importancia que entrará en escena en los comicios federales próximos: la reelección de diputados y senadores cocinada en el Pacto por México y aprobada 2014

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Su verdadero nombre era Ernst Theodor Wil-helm Hoffmann; pero su gran admiración por Wolfgang Amadeus Mozart fue tan grande durante su vida, que sustituyó su tercera inicial

“W” de “Wilhelm” por la “A” de “Amadeus”, como ho-menaje al gran músico de Salzburgo.

Estudió Derecho, profesión que desempeñó con notable éxito principalmente en lo que fue la Prusia Oriental. Hasta 1814 su interés principal fue la mú-sica, dirigiendo varias orquestas, escribió una Misa, varias obras de cámara y puso melodía a la ópera fantástica Undine de Friedrich Barón de la Motte-Fouqué. Como crítico, escribió algunos artículos en el Allgemeine musikalische Zeitung, en particular aquellos consagrados al genio de Ludwig van Beethoven que fueron reunidos más tarde con el título Über Beetho-vens Instrumentalmusik (Sobre la música instrumental de Beethoven, 1813) que constituye uno de los prime-ros textos fundamentales que le dieron fama al com-positor romántico en Alemania.

Entre sus obras literarias más importantes desta-can: Fantasiestücke in Callot’s Manier (Piezas fantásti-cas a la manera de Callot, 1815), Die Elixiere des Teu-fels (Los elixires del diablo, 1816), Prinzessin Brambilla (La princesa Brambilla, 1820) y Lebens-Ansichten des Katers Murr (Opiniones del gato Murr acerca de la vida, 1822).

Su predilección por los temas de horror hacen de Hoffmann una especie de precursor de Edgar Allan Poe.Iimpulsado por una necesidad de sublimar sus ob-sesiones queda emparentado con los surrealistas.

En sus cuentos, con seguro instinto de artista y pe-netrante observación del ambiente, late muy vivo el sentimiento de que están escritos en un lenguaje mi-nuciosamente preciso y vívido para crear una atmós-fera de turbio aire excitante: domina una inquietante confusión entre la vigilia y el sueño, donde figuras y personajes de tétrica presencia, en ocasiones de pesa-dilla, se inmiscuyen indeleblemente, como bajo el foco de una enorme lente de aumento, en lo concreto de la realidad de los seres humanos para presentarnos un mundo en que los objetos se metamorfosean en per-sonas y éstas en objetos bajo un tono burlón, casi gro-tesco. Resultante de tal contraste entre el espíritu y la vida, o bien, en la obsesiva posibilidad de dominar los dos principios antagonistas del arte: el sueño y la rea-lidad, afirma Bossert: “No encuentra la realidad sopor-table y la substituye por un ensueño perpetuo” (Enci-clopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, 1981, vol. XVIIII, p. 29).

Ciertamente, los fascinantes cuentos hoffmanianos están hechos de esas tonalidades, pero, sobre todo, su intención es tratar de revelar esa realidad aparentemen-

te oculta planteado una situación irreal sobre un fondo realista: oponer lo real y lo maravilloso como dos poten-cias enemigas que actúan como un alocado proceso de deformación de la vida cotidiana, “demoniaca”, aunque no siempre genuina, cuya existencia apenas se sospe-cha por indicios inquietantes que pocos perciben y cuya manifestación muchos prefieren ignorar.

Para García-Galiano (Prólogo a Cuentos fantásticos de E.T.A. Hoffmann, México, 2012) y para Phillips (1989), esa realidad no tan evidente puede adivinar-se en sueños, visiones, historias funerarias, maquina-ciones científicas y arquitecturas secretas. Aceptando la idea kepleriana del universo como organismo total, Hoffmann coloca al hombre y al animal en un plano de igualdad: sólo el desarrollo separa al uno del otro. Por ello, las escenas del autor están pobladas de animales que se metamorfosean en humanos y de hombres que se vuelven bestias, locos, marionetas, fantoches ridí-culos, mandrágoras, vampiros, salamandras, fantasmas, demonios y dobles, poseedores de una fuerza increíble para el desarrollo de los incidentes dentro de un tiem-po esférico y subjetivo. Todo está dotado de alma.

En los relatos de Hoffmann, ese universo arcano irrumpe en la forma de acontecimientos como per-sonajes perturbadores que se convierten en oráculos, en la de imágenes supuestamente triviales que cifran un misterio, o en la de invenciones amenazantes. Esos indicios de un mundo oculto transforman la percep-ción a la manera del asombro, lo cual permite al lector descubrir con mayor precisión la realidad inmediata.

Quizá el asombro es aquello que le conferiere efi-caz pureza a la obra hoffmaniana, para terminar dando nacimiento a una literatura satírica-grotesca o idílico-resignativa que encierra aspectos parciales que reto-mará Gœthe en sus últimas obras, pese a que Hoff-mann era por temperamento más unilateral que el au-tor del Fausto (Stephan, Historia de la literatura alema-na, Madrid, 1991). Pero no hay duda de que el mundo oscuro e inquietante hoffmaniano terminará confi-riendo una perdurable influencia en toda la literatura fantástica posterior.

Aunque para Hoffmann la literatura es ante todo una dimensión misteriosa e inquietante que surge aun en el corazón de la vida más prosaica y burguesa, cosa que de hecho ya se encuentra implícita en Jean-Paul, él goza de un temperamento propio e inquieto —que él mismo califica de “excéntrico”— que lo hace ser más coherente y enérgico, por lo que “se le recuerda con mezcla de admiración y malestar, como los efectos de una droga” (Valverde, Historia de la literatura universal, vol. VII, Barcelona, 2002).

Inquietante, la obra de Hoffmann es la transcrip-ción poética de la actividad fantástica: “Mago burlesco y

tenebroso, descubre en la aparente monotonía de la vida diaria tornasoladas imágenes fabulosas y enigmáticas, que proceden de esa veta riquísima, delirante y hasta grotesca” (Bravo-Villasante, Prólogo en El magnetiza-dor y otros cuentos de E.T.A. Hoffmann, Madrid, 1975). La materia de sus extraños y estremecedores cuentos son los sueños, el magnetismo, la telequinesis, el sonam-bulismo, los presentimientos, la premonición y la tele-patía. Por esto es muy adecuada la calificación de Fan-tasiestücke que se aplica a una parte de su producción li-teraria, la cual estuvo adscrita a las vicisitudes de la rama berlinesa del “romanticismo tardío” (Spätromantik).

Recientemente se le ha endosado la autoría de la novela erótica Schwester Monika (Sor Monika), publi-cada anónimamente en 1815. Después de más de 150 años dilucidando sobre la auténtica paternidad de esta voluptuosa obra, la inmensa mayoría de filólogos y es-pecialistas alemanes coinciden en otorgársela a Hoff-mann, de forma definitiva y concluyente.

Acercarse a la obra de E.T.A Hoffmann es encon-trarse con uno de los autores que goza de una relación muy estrecha entre trayectoria biográfica y obra lite-raria, aunque todos los datos que hemos explorado de manera muy breve de su producción no bastan para dar idea de sus numerosas vidas, pues se trata de un caleidoscopio que sólo actúa como una alegoría de su centelleada personalidad.

* El autor es Maestro en Educación Superior por la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP y miembro activo en Óclesis, Víctimas del Artificio.

Francisco Hernández Echeverría*

Parafraseando a la escritora y traductora Rosa María Phillips, E.T.A. Hoffmann es un clásico enemigo ferviente de Satán y máximo apóstol de la creación demoniaca que empieza por instituir su propio personaje, el más extraño y sugerente de la literatura romántica. Otros seres, los de sus cuentos, llegarán después para convertirle en una figura huidiza, equívoca, difícilmente accesible y siempre original.

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HORIZONTALES1. Represión empleada eficaz-

mente a través de diferentes formas, entre ellas las emplea-das por los medios de comuni-cación.

11. Universidad en la que diferen-tes movimientos sociales han sido reprimidos y violentada su autonomía.

12. Corriente sindical opuesta a la reforma educativa, algunos de sus líderes están prisioneros.

14. Carta de la baraja española.16. Departamento de Perú.18. Alcohólicos Anónimos.19. Una presentación coloidal.20. Época o avance en el desarrollo

de una acción u obra.22. Movimiento magisterial enca-

bezado por Othón Salazar en la década de los 50, fue reprimido (sigla).

23. Terminación de aumentativo.24. Se muden de país, situación que

se da principalmente a causa de la represión.

26. Símbolos del amperio y fósforo.27. Se dirigirían a un lugar (inv.).29. (Corona), periodista que murió

asesinada.31. Escucháis.32. Un lenguaje de programación.33. Revolucionario francés, asesi-

nado por Carlota Corday.35. Gasolina.38. Antigua ciudad de los caldeos.39. Una de las formas de represión

practicada en México.43. Lengua provenzal.44. Un monero de Milenio Diario.45. Rostros (inv.).46. Orificio del recto.47. Interjección de estímulo.49. Pedazo de piedra pómez.51. Forma de pronombre.52. Sorteo.54. Unidad monetaria de la Unión

Europea.57. A los que ejercen verazmente

esta labor son a menudo repri-midos o asesinados.

VERTICALES2. Apócope de suyo.3. Instituto Nacional Indigenista.

4. Símbolo del calcio.5. Dejé de hacer.6. Animal mitad cebra-mitad jira-

fa, “unicornio africano”.7. Símbolos del gauss y nitrógeno.8. Población de Paraguay.9. Nombre de una consonante.10. (Flores), precursores de la Re-

volución Mexicana, el partido fundado por ellos (Partido Li-beral Mexicano), fue víctima de represión tanto por los gringos como por el gobierno mexica-no.

13. Mítico líder ferrocarrilero mexicano, fue encarcelado en muchas ocasiones.

15. Río de Francia.17. Óxido de calcio.18. Epónimo de los arameos.20. Del verbo existir.21. Mina en la que el partido fun-

dado por los hermanos Flores Magón impulsó una huelga, fue reprimida (inv.).

24. Tierra o campo sin cultivar ni labrar.

25. Se dice de las líneas que perma-necen fijas en las membranas o en las placas vibrantes.

28. Carcomí (inv.).30. Bebida preparada a base de gi-

nebra y refresco de cola.33. Por su condición sexual es re-

primida en casa o en el ámbito laboral.

34. Composición musical para una sola voz.

36. Grado de elevación de la voz o de un sonido.

37. Una forma de uso corriente para reprimir.

40. Descender.41. Reza, hace oración.42. Raza, linaje.48. Preparación de cáñamo que se

fuma en Oriente.50. Organización independentista

de Irlanda del Norte.52. Símbolo del radón.53. (Dario), comediógrafo italiano,

autor de Muerte accidental de un anarquista.

55. Primera palabra del himno de San Juan Bautista.

56. Símbolos del oxígeno y vanadio.

ESTADO CIVILComo Romualdo Zúñiga era un hombre divorciado,ya no podría ahora dormir en un colchón matri-

monial

EN LÍNEAEn el gimnasio,  mantenerse en línea, no se refiere a

conectado a Internet.

ROSA DE LOS VIENTOSEl marinero se encontraba extraviado y no

sabía la ruta.El Norte, Oeste, Sur y Este, lo confirmaban: NOSE

BÍBLICO- Me negarás tres veces antes de que cante el gallo.- No, no, no. Kikiriki.

Cecilia Vázquez Ahumada*

Las gallinas (Gallus gallus domesticus) pro-ceden del sudeste asiático. No llegan a medir más de 60 centímetros de enver-gadura, son comestibles y representan

una sólida fuente de riqueza. Todos hemos oído el acertijo ¿Quién fue primero, el huevo o la gallina? Aunque una simpática respuesta a este acertijo se-ría que fue la gallina, porque Dios se vería ridículo incubando un huevo, la paleontología dice que la disyuntiva es falsa porque los antecedentes de las aves fueron los dinosaurios. Por ello al comer un pollo, no olvidemos que este inocente que dio su vida para alimentarnos, es primo del Tyrannosau-rrus Rex. Los dinosaurios y las aves ponen huevos y se sabe hoy que muchos de los primeros esta-ban cubiertos de plumas y no de escamas como los reptiles actuales.

El orden de las aves comenzó su evolución en el Jurásico Superior (hace 150-145,5 millones de años) bajo la apariencia del llamado Archaeopteryx, animal dentado y parecido a un pájaro. Esta especie se diversificó en el Cretáceo (hace 14,5-65,5 millo-nes de años), cuando convivió con los dinosaurios gigantes y los pterosaurios voladores. Estos animales sobrevivieron a la hecatombe de los grandes dino-saurios y se hicieron dueños del territorio. La sub-familia de los Phasisninae, en su mayoría terrestre, fueron los antepasados de las codornices, faisanes, guajolotes, perdices y gallos salvajes, que aparecie-ron hace 25-20 millones de años. No olvidemos que los Homo llegamos a la fiesta de la evolución hace apenas 2,5 millones de años.

Los primeros humanos en domesticar gallinas lo hicieron en el Sudeste Asiático, muy posible-mente en Tailandia, hace unos 10.000 años. Los estudios genéticos han determinado que el ante-pasado de las gallinas es el gallo rojo del sudeste asiático, junto con el gallo gris de la India. El gallo rojo es una especie forestal que muestra marcadas diferencias con su contraparte femenina. El ma-cho es con mucho más corpulento, tienen cresta y barbas rojas y un plumaje brillante, plumas do-radas en el cuello y la espalda y largas plumas azul oscuro, moradas y verdes en la cola. En cambio, las hembras son color marrón, sin una gran cresta, ni barbas, ni largas plumas, lo cual tiene que ver con una apariencia que le permite camuflarse con más facilidad y permanecer oculta mientras incuba sus huevos. Los gallos cantan con fuerza para atraer hembras y marcar territorio. Los gallos salvajes son más agresivos que los de las granjas y luchan hasta la muerte con sus espolones. Actualmente,

los gallos salvajes corren el riesgo de desaparecer por la hibridación con los animales domésticos.

Se cree que los cazadores-recolectores que capturaban gallos por su carne y gallinas para sa-quear sus nidos, pensaron que era mejor someter-los en cautiverio para acceder a sus productos de manera más económica. La arqueología demues-tra que se domesticaron gallinas seis mil años an-tes de nuestra era. También se han encontrado res-tos de gallinas en el valle del río Indo, en el actual Pakistán, cuya antigüedad es de 2500 años antes de nuestra era.

La gallina se expandió de la India a África y de ahí a Europa. A la antigua Grecia llegó alrededor del siglo VII a.C. También sabemos que la gallina acompañó a los navegantes polinesios hace unos 3,300 años y que de ahí saltaron a Sudamérica: las pruebas las encontramos en Chile con restos óseos de gallinas de 1350 años, 140 años antes de la lle-gada de Colón a las Antillas.

Las gallinas y gallos domésticos muestran el mismo dimorfismo que sus hermanos salvajes, aunque las gallinas domésticas muestran más co-lores que las salvajes y hay especies que tienen crestas y barbas como los machos. Las gallinas son una especie social, los individuos dominantes se alimentan mejor y primero que los subordina-dos, así como se hacen de los mejores lugares para anidar. En el caso de los machos su conducta es menos agresiva que la de sus hermanos silvestres, aunque los que son criados para pelear, son real-mente feroces.

Las gallinas hacen puestas de hasta 12 hue-vos que incuban durante 21 días, con temperatu-ra y humedad constantes que logran una ruidosa descendencia. Los gallos no auxilian en nada en este proceso, a diferencia de otras especies de aves, como las águilas, por ejemplo.

Las aves de corral son una fuente barata de proteínas, con sus huevos y carne. Es más econó-mico tener gallinas que vacas y ovejas para obte-ner carne. Las gallinas son omnívoras y se pueden criar en espacios pequeños. Hasta entrado el siglo XX, muchos citadinos tenían aún gallinas en sus pequeños patios. Pero eso ahora es historia. So-lamente en la periferia de las ciudades mexicanas, donde hay población que proviene de zonas rura-les, todavía encontramos gallinas como fuente de alimentos y ahorro.

* La autora es Licenciada en Antropología Social por la BUAP, actualmente adscrita al INAH-Puebla

“Gallina vieja hace buen caldo” Anónimo

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Todas estas actividades responden a los si-guientes propósitos: reorientar actitudes sobre la “disponibilidad” de la información, concientizar sobre los males académicos e

intelectuales que conlleva el plagio, promover la par-ticipación de la Comunidad de la Facultad de Filosofía y Letras en contra del plagio académico, motivar y di-fundir esta nueva manera de concebir el quehacer aca-démico, sin plagio y apoyar académicamente a los estu-diantes –que así lo requieran o soliciten- para evitarlo.

El Ciclo de Conferencias en torno al plagio académico respondió preguntas como: ¿Qué es el plagio académi-co? ¿Cómo nos afecta? ¿Es válido plagiar parcialmente? ¿Qué otras implicaciones tiene este acto? ¿En todas las áreas del conocimiento es sancionado o “mal visto” este acto? Este Ciclo se formó con cinco ponentes involu-crados en este asunto, ponentes con diferente prepara-ción, distinto quehacer, pero la misma preocupación.

Tuvimos la participación de un ponente nacional y dos locales, así como dos “de casa”. El propósito fue que presentaran sus trabajos y sus experiencias en tor-no al plagio, así como que plantearan alternativas a los estudiantes para evitar esta práctica académica.

Para comPrender el Plagio académicoLa primera conferencia fue impartida por el Mtro. Ja-vier Yankelevich (Flacso-México, UNAM), quien pre-sentó cuatro tesis acerca del plagio. La primera afirma que dicho fenómeno está presente no sólo en la aca-demia sino en todo ámbito creativo. Presentó ejemplos dinámicos sobre la relatoría de hechos y cuya fidelidad obliga a acomodar de determinada manera las palabras, los enunciados terminan siendo muy parecidos pero sin incurrir en “plagio”. Otro aspecto es el arte: en este campo los “plagios” son casi admitidos públicamente. Los considerados tributos a obras de culto (películas, pinturas, obras literarias, etc.). ¿Por qué para la Aca-demia importa tanto el plagio? Por la distribución de fondos económicos. Así, quien realiza investigaciones y, en específico, forma parte del Sistema Nacional de Investigadores, recibe un financiamiento por parte de la sociedad. Además de los derechos de autor y reconoci-miento del trabajo hecho por el investigador.

La tercera tesis pretende cambiar la noción general del plagio como robo o delito. De acuerdo a los ma-tices que tiene el plagio, en contraposición a los dere-chos de autor, el ponente plantea una reconsideración de las idiosincrasias que el plagiario tiene con respecto a las obras ajenas. Por último, exhorta a investigar el fenómeno del plagio, pues contiene muchas hipótesis de por qué sucede: en el plagio pueden haber tantas razones como casos pero hay algunos que convergen y en ellos se puede hallar material de estudio.

Cabe mencionar que actualmente, el maestro Yankelevich es el Coordinador de un naciente pro-yecto de investigación sobre el plagio académico en la Universidad Nacional Autónoma de México donde el trabajo inicial se ha centrado en crear una base de datos para identificar patrones en el comportamiento de los plagiarios.discurso académico con ra cionalidad comunicativa

La segunda Conferencia fue impartida por el Dr. Vicente Carrera (FFyL, BUAP), la cual se llevó a cabo el 10 de marzo. El ponente se basó en la teoría de la democracia social, la cual ha sido muy estudiada por el filósofo y sociólogo alemán Habermas.

Los cuestionamientos que planteó fueron los si-guientes: ¿cuánto tiene de verdad cada cosa? El mun-do de lo social se guía por el principio de legalidad. El criterio de sinceridad ¿quién lo puede calibrar? Una de las soluciones a este problema desde el sentido de lo moral es deconstruir nuestra manera de pensar.

El Doctor Carrera coloca al plagio en un escalafón menor en cuanto a males concierne. Más bien, el pla-gio es el síntoma de una sociedad enferma desde hace mucho tiempo. Pinta un panorama histórico de nues-tra sociedad occidental, remontándonos a los ideales de la revolución francesa: egalité, fraternité et liberté. También incluye una idea pilar de la modernidad: el individuo, el ego que conoce a un objeto. ¿Dónde que-daron esos ideales de nuestras sociedades occidenta-les? ¿Cuáles son las consecuencias de una cosmovi-sión, de un ego que conquista el conocimiento del ob-jeto? Precisamente, hay decadencia en aspectos de la sociedad cuando esos ideales entran en contradicción con las prácticas de una sociedad que segrega y repri-me. Pero hay soluciones. Si se mantienen estos ideales, así como asumimos nuestra responsabilidad de lo que conocemos y construimos por medio del diálogo, en una estructura intersubjetiva, llegaremos a colocar las prevenciones suficientes como para no tener que pre-ocuparnos más por el plagio como síntoma.

de la cita al Plagio en menos de 100 PalabrasLa tercera conferencia impartida por el Mtro. Ri-cardo Villegas Tovar, de la Jefatura de Información especializada de Bibliotecas BUAP, se llevó a cabo el 17 de marzo. El conferencista, desde su experiencia y formación legal, nos hizo un planteamiento: ¿el pla-gio existe como delito? La respuesta fue un rotundo no. Lo que nosotros en la academia llamamos plagio no es otra cosa que una infracción de los derechos de autor. De esta manera, los derechos de autor se divi-den en derechos morales y derechos patrimoniales. Comúnmente, el plagio académico infringe algunos derechos morales y las infracciones a los derechos patrimoniales se ven quebrantadas por la comercia-lización ilícita.

También cuestionó sobre si se puede definir la ori-ginalidad. Más bien, dijo. considerémosla como parte de nuestra personalidad impregnada en la obra creati-va. Es eso lo que las leyes de derechos de autor inten-tan proteger. “La originalidad es un concepto separado de la calidad de la obra, la originalidad tiene que ver con la impronta de la persona, es decir, la personalidad. La originalidad no tiene que ver con lo “novedoso” y, en el caso de trabajos académicos, “la citación es para aportar originalidad no para ocultar ignorancia”. Por último, Villegas Tovar aclaró que si bien hay simili-

tudes entre caso y caso, son demasiados los factores involucrados en ellos para hacer una evaluación gene-ral. Por lo tanto, invita a tener en cuenta lo siguiente: el plagio académico no trata de generalidades sino de casos específicos cuyas medidas deben ser particulares.

originalmente coPiado: del aserejé al iPhoneLa cuarta conferencia se llevó a cabo el 31 de marzo por el Mtro. Moisés Martínez Nava, director general y fundador de la empresa en sistemas computacionales Aulapp.

Esta conferencia se distinguió por ser muy diná-mica y original. Habló de todos los referentes que han tomado las canciones, así como películas. Nadie es único e irrepetible. Se copia, se cambia, se transforma y surge algo nuevo pero se parte de la copia.

La invitación explícita para los estudiantes fue “co-pien”, pero copien para conocer lo que existe sobre un asunto o tema, “equivóquense”, porque el error impli-ca que se atrevieron a hacer algo; después vendrá la recompensa de poder plantear escenarios distintos a problemas perennes de nuestra realidad, es decir, lo original y lo auténtico. “De todas formas, nadie sabrá que detrás de la pantalla hay un perro escribiendo”. Es decir, que en la era tecnológica, no hay límites, po-demos proponer y hacer, el anonimato de la pantalla puede ser positivo si lo sabemos usar para intentarlo y no frenarlos por el “qué dirán”, por el miedo a equi-vocarnos.

Pensar el Plagio desde la literaturaEl 7 de abril, el Dr. Alejando Palma Castro (FF y L, BUAP) fue el asignado para cerrar el Ciclo de con-ferencias entorno al plagio académico. Como literato, habló de intertextualidad y su relación con el llama-do plagio académico. Tomó como objeto central las ideas y su relación con la cultura. “Podemos decir que varias obras literarias no son completamente origi-nales, incluso podríamos afirmar que la originalidad es imposible de alcanzar dada la concepción antigua de arte como mimesis”. Pero, ¿es la originalidad algo imprescindible para una obra literaria? Ciertamente no. Muchas de las mejores obras literarias y, aún más, sus autores, han recuperado ideas de carácter popular como las tragedias griegas y los cantos homéricos, in-cluso, literatos actuales como Borges. De esta manera, la literatura modifica las reglas del juego respecto a los derechos de autor en las obras creativas.

Claudia Ivonne Vázquez Valerdi, América Valerdi Cabrera y Adrián Larios López

El Equipo de mentoría de la Facultad de Filosofía y Letras, desde el año 2015, se ha dado a la tarea de implementar el Proyecto “Campaña antiplagio” que ha implicado diversas actividades

como persuasión por medio de carteles y de accesorios, el ciclo de conferencias en torno al plagio académico, atención permanente al estudiante por medio de asesorías y, próximamente, el Foro

“Reflexiones sobre el plagio académico” y el Seminario de creación literaria.

Ciclo de Conferencias en torno al plagio académico

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Director y editor: Enrique Condés LaraConsejo Editorial: Mariano E. Torres Bautista, Juan Lozada León, José Fragoso Cervón,

María de Lourdes Herrera Feria, Hugo López Coronel, Gabriela Breña, Francisco Hernández Echeverría Cecilia Vázquez Ahumada y Eulogio Romero Rodríguez, Octavio Spíndola Zago

Corrección: Enrique Condés BreñaDiseño: El Errante Editor

Correo electrónico: [email protected]*No incluye sección de Sociales

RE~INCIDENTE. Año VII. No. 125. Primera quincena de julio de 2016. Es una publicación quincenal editada por el C. Enrique Condés Lara, domicilio Costado del Atrio de San Fran-cisco 22 bis. Cuadrante de san Francisco, Delegación Coyoacán, CP. 04320, tel. (55) 55-17-76-63. Correo electrónico: [email protected]. Editor responsable: Enrique Condés Lara. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2011-032210460200-101. ISSN: 2007-476X. Otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud y Contenido No. 15198 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en los talleres de El Errante, Editor. Privada Emiliano Zapata No. 5947, San Baltasar Campeche, Puebla Pue. C.P. 72550. Este número se terminó de imprimir en julio de 2016 con un tiraje de 5000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de RE-INCIDENTE.

solución alreincigrama de este número

En casa, el día del padre es un buen pretexto para la reunión familiar y una agradable chin-ga. Son de tradición las visitas tempranito por

la mañana (empieza la chinga) a la morada los de pa-dres difuntos (el de mi compañera y el mío propio). Y mientras floreábamos la tumba del suegro, recibí una llamada telefónica de mis hermanas avisando que ve-nían desde las tierras del chayote (Orizaba Ver.) para que conjuntamente lleváramos flores a nuestro padre (más chinga), a las tierras de los cielos azules y silbido de trenes (Apizaco Tlax).

Mientras esperábamos su llegada se aparecieron en mi jaus, “mis queridas hijas” (en este día evita-mos los desacuerdos) y mi amadísima nieta (amorosa chinga), que al compás de las tradicionales mañanitas me colmaron de regalos y alegrías. Entonces, con la llegada de mis hermanas y después de presumir los obsequios recibidos, emprendimos un relajante viaje hacia donde descansa el patriarca para adornar su le-cho (“que la tierra te sea ligera”, dicen que decían los romanos) con variadas y alegres flores que cortaron en su provinciana tierra (sigue la mata dando).

Una vez cumplidas las visitas de rigor a nuestros progenitores empezó el festejo por el gusto de estar otra vez reunidos, con deliciosas viandas, vinos, uno que otro tequila y ron, que mercamos en el viaje de regreso y consumimos gustosamente en casa; ame-nizamos la reunión con música de nuestros tiempos y agradables pláticas, bromas, risas, recuerdos y chis-mes familiares.

Sin embargo, el comentario central se dio alrede-dor de la catastrófica derrota (7-0) de nuestra sufri-

ble selección mexicana de futbol (la familia es muy deportista sentada frente a la TV). Unos justificaban el resultado por el natural cansancio (la chinga) de los integrantes de la selección que se incorporan de clubes europeos luego de tantos juegos de la tempo-rada (campeonato de liga a visita reciproca; campeo-nato de copa; campeonato de Europa; etc.); otros ar-gumentaban que el fracaso se debía a que los ratones verdes inflados por el negocio televisivo, simplemente “no la volvieron a hacer”. Eso sí, en todo momen-to hubo que atender correctamente a las visitas (más chinga) Al final, las coincidencias rondaron en que nuestros representantes, en lugar de ser verdaderos profesionales, se convierten en unas bellas bailari-nas en el campo, cuidando más sus valiosas piernas que el compromiso que representa jugar competiti-vamente por los aficionados del país (“no los vayan a lastimar” y a comprometer su “prometedor futuro”). Por eso, decían, sólo los jugadores de las selecciones juveniles y los olímpicos, que son jóvenes en busca de un destino, pueden dar la cara verdaderamente y re-presentar lo que es el avance de este deporte en Mé-xico (¿Será que hay?).

Con la caída de la tarde y un poco (o un mu-cho) incrospidos, nos despedimos con el corazón ale-gre por haber convivido una vez más en este familiar día. Fui a mi ex nave espacial y de di un merecido toque. Al fin que es mí día, ¿o no? Pero, qué agrada-ble chinga.

* El autor es Doctor en Sociología Jurídica por la BUAP, y cuatachín.

Los movimientos migratorios en el mundo han acontecido desde tiempos inmemoriales,

aunque nunca antes habían alcanzado la cantidad y velocidad de los de ahora

• En Estados Unidos antes de 1830, por poner un ejemplo, el incremento de la población por inmigración era escaso. Entre 1821 y 1825 entraron, de acuerdo a los registros, 8,000 perso-nas. Entre 1826 y 1830 entraron 20,587. En el siguiente quin-quenio, lo hicieron 50,498, y 69,330 entre 1836 y 1840.

• Para 1841-1845 el asunto empezó a cambiar. El crecimiento fue de 86,067 personas más por año. Para ese momento, las pobres cosechas europeas produjeron la primera gran oleada migratoria a territorio norteamericano, llegando a 1.4 millones entre 1840 y 1845. Durante los siguientes 7 años, 22 millones de personas atravesaron el mar rumbo a EU.

• Entre 1846 y 1855, 1.3 millones de irlandeses llegaron a EU y Canadá, expulsados de su tierra por el hambre y la inacción inglesa frente al desastre.

• Durante la misma década, llegaron 1 millón de hablantes de alemán.

• Entre el Reino Unido, Irlanda y Alemania aportaron entre el 79.4 y el 90% del total de la inmigración a esta parte del Nuevo Mundo en esa época.

• Pero algo que en tantos años permanece inalterado es el racis-mo. Igual entonces que hoy, los inmigrantes ya asimilados al territorio y la idiosincrasia, a la bonanza y la seguridad de la pertenencia, reniegan de los recién llegados o de los que pue-den llegar, les cierran las fronteras, les disparan en el Río Bravo, se ahogan en el Mediterráneo.

Fuente: American Economic History (8th Edition) (Pearson Series in Economics), Jo-nathan Hughes and Louis P. Cain. Publisher: Addison-Wesley. Copyright 2011, 2007, 2003 Pearson Education, pp. 109-112.

José Fragoso Cervón*

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Porque:- Si es simpático, es un campechano- Si es serio, es un amargado- Si es joven, es un inexperto- Si es viejo, está pasado de moda- Si bebe, es un borracho incorregible- Si no bebe, es un puritano aburrido- Si conversa con todos, es un confianzudo- Si no lo hace, es un creído- Si concede permisos, tiene favoritos- Si no concede permisos, es un insensible e inhumano- Si es estricto, es porque no le satisface nada- Si no es estricto, es un mediocre- Si exige cumplimiento, es un mandón- Si no exige cumplimiento, es un barco- Si permanece en el aula, es un indiferente profesor de

escritorio- Si defiende la moral, es moralista- Si no defiende la moral, es un libertino- Si busca mejoras, es porque no le satisface nada de lo

que hay

- Si no busca mejoras, es un conformista- Si menciona sus título, es un presumido- Si no los menciona, es porque no los tiene- Si fomenta la investigación,.acosa a los estudiantes- Si no fomenta la investigación, es porque tiene miedo

a profundizar en los temas- Si se expresa con propiedad, es un sabelotodo- Si no se expresa con propiedad, no es idóneo en su materia- Si siembra, quiere cosechar- Si cosecha, fue otro el que sembró (Si un estudiante

sobresale, es virtud del estudiante; si le va mal, es culpa del profesor)

- Si trabaja a conciencia, es un obsesivo- Si trabaja solamente lo necesario, cobra sin merecerlo- Si colabora, es porque quiere quedar bien- Si no colabora, es un egoísta- Si hace muchos amigos, es porque busca escalar

peldaños rápidamente- Si no los hace, es un antisocial- Y si progresa, quién sabe a qué otras cosas se dedica ¿o no, señor aurelio nuño?