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Para que una partícula elemental pueda existir es necesario que sus tres quanta de espacio tiempo esencia tipo sefirót estén “unidos” mediante el constante giro tipo doble hélice del holograma con forma de disco que contienen las 22 letras y las 231 puertas.
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REFLEXIONES
El Sefer Yetziráh o libro de la Formación
y los Quanta Espacio Tiempo Esencia
H.C.ELÍAS
El Sefer YETZIRÁH o Libro de la Formación
y los Quanta Espacio Tiempo Esencia
H.C. ELÍAS
Extracto del libro: “En el Nombre de HVHI” ©H.C. Elías Registro Indautor 03-2014-12183114500-01
Comenzaré diciendo que el número de aminoácidos y códigos de stop coincide con el de letras
hebreas, es decir, 22 siempre y cuando consideremos a dos de los tres códigos de stop como
equivalentes, en particular los conformados por los codones UAG y UGA. La pregunta que sigue
ahora es ¿hay algún tipo de correlación que permita asignar un aminoácido específico a una letra
del alefato hebreo en particular?
Para establecer una posible correlación entre letras y aminoácidos compare el porcentaje de cada
aminoácido en la naturaleza con el porcentaje de cada letra dentro de los 72 nombres de Di-s.
Para comprender más a fondo la razón de esta correlación hablaré un poco acerca de lo que se
conoce como los 72 nombres de Di-s.
La Kabaláh nos dice que la Biblia es un documento codificado en el cual los verdaderos secretos
del universo se encuentran escondidos, incluyendo la increíble tecnología espiritual conocida
como los 72 Nombres de Di-s.
Los 72 nombres de Di-s no son palabras propiamente dichas, ni siquiera nombres en el sentido
habitual, como Miguel, Martha o Ernesto, sino 72 secuencias compuestas por tres letras hebreas
que tienen la extraordinaria facultad de controlar el poder de la naturaleza en todas sus formas,
incluyendo la naturaleza humana.
Estas combinaciones de tres letras hebreas conectan con una corriente espiritual infinita que
funciona a nivel del ADN del alma. Los nombres ayudan a liberar nuestros poderes divinos y lograr
el control de la realidad física o realidad actual.
Es en el relato bíblico del Éxodo y en particular en los versículos 19,20, y 21 que menciona el cruce
del Mar Rojo por los Israelitas saliendo de Egipto donde se encuentran codificados los 72 Nombres
de Di-s.
Cada uno de los tres versículos involucrados contiene 72 letras. Y es en estos versículos donde se
encuentra codificada y oculta una tecnología extraordinariamente poderosa, que se formo al unir
una letra de cada versículo. Como se trata de tres versículos se formaron los 72 conjuntos de tres
letras, conocidos como los 72 Nombres de Di-s. Estas combinaciones crean una vibración espiritual
a través de la cual se puede controlar los efectos físicos de la naturaleza, así como neutralizar la
energía negativa del ego humano.
Para poder lograr que el Mar Rojo se abriera delante del Pueblo de Di-s, Moisés combinó el poder
de la certeza con una tecnología espiritual muy poderosa. El estaba en posesión de una
herramienta que le daba literalmente acceso al reino subatómico de la naturaleza.
Herramienta que ahora decodificada recibe justamente el apelativo de “los 72 Nombres de Di-s”.
Cada una de las tres letras tiene una función particular, la primera representa una carga positiva
(cátodo), la segunda (un medio conductor) y la tercera una carga negativa (ánodo). Juntas forman
un circuito generador de “energía” que se “transmite” directamente al alma. No es necesario leer
o comprender el hebreo para gozar de esta energía, simplemente basta con mirar las letras de
derecha a izquierda, como si se estuviesen escaneando, o cerrar los ojos y conservar la imagen de
las tres letras en la mente.
Dejar de lado el ego, influir en las fuerzas de la naturaleza y acceder a realidades alternas es el
propósito de esta tecnología espiritual.
Con el fin de utilizar una metáfora física para describir lo que ocurre cuando se utilizan los 72
Nombres de Di-s, pensemos en un diapasón que se utiliza para establecer un tono preciso. Cuando
acercas un diapasón que vibra a otro que no vibra, el segundo diapasón empieza a vibrar debido al
fenómeno llamado “transferencia simpática”.
Los 72 Nombres de Di-s funcionan como diapasones que reparan lo que podría llamarse el ADN
del alma. Eso significa que es posible afinar el cuerpo y el alma con las frecuencias espirituales que
los ojos no perciben.
Quizá después de esta breve explicación resulte evidente la correlación entre aminoácidos y los 72
Nombres de Di-s. Mientras que los aminoácidos están asociados con el ADN físico, los 72 Nombres
de Di-s lo están con el ADN del alma. Los aminoácidos están formados por cadenas de codones, es
decir por cadenas de grupos de tres letras. De forma análoga cada Nombre de Di-s está formado
por tres letras.
Otro aspecto interesante que vale la pena mencionar es que el total de frecuencias participantes
se resumen en 36 asociadas a sefiróth y 36 a kelipóth, en total 72.
Para determinar cuál letra representa qué aminoácido, estableceré una correlación entre el
porcentaje de aminoácidos en la naturaleza y la cantidad de veces que aparece cada una de las
letras en los 72 Nombres de Di-s respecto al total de letras participantes.
Veamos los 72 Nombres de Di-s, recordemos que debemos recorrer la tabla de derecha a
izquierda y de arriba abajo.
Tabla 1
Ahora veamos el porcentaje de cada aminoácido en la naturaleza y la cantidad de veces que la
misma letra participa en el total de los 72 Nombres de Di-s.
AMINOS %
LETRAS
%
1 ALA 13
IUD 32 14.8
2 GLN 10.8
HEI 31 14.3
3 GLU 10.8
MEM 23 10.6
4 ASN 9.9
LAMED 20 9.2
5 ASP 9.9
VAV 20 9.2
6 LYS 7.8
ALEF 14 6.5
7 GLY 7.8
NUN 11 5.1
8 LEU 7.8
AYIN 9 4.2
9 SER 6
REISH 9 4.2
10 VAL 6
JET 8 3.7
11 ARG 5.3
KAF 7 3.2
12 PRO 4.6
BET 7 3.2
13 THR 4.6
SHIN 5 2.3
14 ILE 4.4
TAF 4 1.9
15 MET 3.8
DALET 4 1.9
16 PHE 3.3
ZAIN 3 1.4
17 TYR 2.2
KUF 3 1.4
18 CYS 1.8
PEI 2 0.9
19 TRP 1
SAMEG 2 0.9
20 HIS 0.7
TET 1 0.5
21 UAG-UGA
TSADIK 1 0.5
22 UAA
LETRAS
TOTALES 216
Tabla 2
Por los valores porcentuales obtenidos, HIS puede estar asociado tanto a TET como a TZADIK, ya
que, al menos hasta el momento en el que obtuvimos esta tabla, no se tenía un criterio para optar
por alguno de ellos, lo que sÍ es interesante notar es que tanto TET como TZADIK tienen el mismo
valor reducido, 9.
Otra interesante observación es que dalet se corresponde con el aminoácido MET al cual se le
identifican como código de inicio, o en cierto sentido, y en términos de su equivalencia, podríamos
decir que es la puerta que abre la codificación de proteínas.
De esta tabla se ve claramente la correspondencia entre letras y aminoácidos, sin embargo para
presentarlo de una forma más clara, representaré estos resultados en la siguiente gráfica.
14 13 12 11 10
9 8 7
6 5
4 3
2 1
IUD HEI MEM LAMED VAV ALEF NUN AYIN REISH JET KAF BET SHIN TAF DALET ZAIN KUF PEI SAMEG TET
ALA GLN GLU ASN ASP LYS GLY LEU SER VAL ARG PRO THR ILE MET PHE TYR CYS TRP HIS
Porcentaje de aminoácidos
Porcentaje de letras
Coincidencia entre ambos porcentajes
Fig. 1
De la gráfica vemos que hay una coincidencia en el comportamiento asintótico de ambos grupos de
variables, por lo que considero que la correspondencia entre letras y aminoácidos es bastante
acertada.
Si sustituimos estas equivalencias en la tabla 1, obtenemos lo siguiente,
8 7 6 5 4 3 2 1
ARG GLN ILE LYS ARG LYS ASN ASN GLN GLU GLN THR LEU ASN GLU TRP ALA HIS ALA ASN ALA ASP GLN ASP
GLN TYR GLU GLN SER ALA GLU PRO GLN ALA PHE ASN GLN GLN LEU ASN LYS ASP LYS ASN MET GLN PHE ALA
VAL GLN ASP GLU ASN GLN ALA ALA ALA GLY ASN ARG CYS GLN ASN ASN ASP ASP ARG ASN ALA ASN LYS ASP
ASP THR SER ASN ARG PRO LYS ASP GLU SER ALA ALA THR LYS GLN ALA SER ASP GLN LYS LYS GLY ASP GLN
ALA ALA PHE SER GLN LEU VAL LEU GLU LYS GLY ALA GLU GLY MET ARG ASP TYR ASN GLN VAL ALA VAL ASP
GLU ALA GLN LEU THR ASN LEU SER ALA TRP LYS ASN ALA ASN GLN ASP ASP ASN GLU ALA ARG GLN GLN GLN
CYS ASP ALA GLY PRO GLN GLY ALA ILE GLY GLY LYS LEU GLU GLU GLN VAL THR MET GLY ALA ASP GLN ASP
GLU VAL ALA LEU GLY ASP ALA GLN GLN ASP GLU PRO GLU STOP SER GLN SER VAL ALA ALA ASN GLY GLU GLU
GLU ASP GLU GLN ALA ALA ALA PRO GLU SER LYS GLN VAL PRO ASP LYS ALA LEU GLU GLY ARG MET GLU PRO
Tabla 3
Esta tabla nos servirá más adelante, por ahora haré otro breve paréntesis para hablar un poco acerca
de un libro relevante dentro de la Kabaláh, el Sefer Yetziráh o Libro de la Formación.
El Sefer Yetziráh es el más antiguo y misterioso de todos los textos cabalísticos. Según la mayoría de los
historiadores modernos, su origen es desconocido. Este libro contiene una explicación de la manera en
la cual HVHI formó el universo. Este libro es extremadamente difícil de comprender e interpretar
debido a que el estilo de su escritura es por demás oscuro. Otro problema es que el texto actual ha
sido extrapolado y alterado a lo largo del tiempo.
El libro explica la manera en la que HVHI formó el universo utilizando 10 números conocidos como
sefirót y 22 letras de las cuales 3 son consideradas madres, 7 dobles y 12 sencillas.
Se dice que juntos números y letras forman los 32 senderos de la sabiduría.
En el Sefer Yetziráh tanto el macrocosmos (universo), como el microcosmos (hombre), se consideran
productos de combinaciones y permutaciones de estos 22 caracteres místicos (letras).
Explica que el cosmos consiste de tres partes, el mundo, el año (tiempo) y el hombre y se combinan de
tal forma que los tres elementos básicos están contenidos en cada una de ellas.
Los tres elementos básicos se corresponden con las tres letras madres, el aliento con Alef, el agua con
Mem y el fuego con Shin.
En cuanto al mundo, la tierra surgió del agua, el cielo del fuego y el espacio entre ellos por el aliento.
Tres temporadas en el año, invierno, verano y la temporada de lluvia, correspondientes al agua, el
fuego y el aliento. De la misma manera en la que el hombre está formado de cabeza (fuego), torso
(aliento) y extremidades (agua).
En lo referente a la formación misma, el Sefer Yetziráh considera a las sefirót como abstracciones que
no representan nada material. Las sefirót se derivan del Espíritu de Di-s. Siendo el Espíritu de Di-s no
solo el origen, sino también su consumación. O según el propio Sefer Yetziráh, “Su final está fijo en su
principio, tal como la flama está unida al carbón” (1:7). Las sefirót no deben entenderse como
emanaciones en el más estricto sentido de la palabra, sino más bien como transformaciones del
Espíritu de Di-s, el cual primero se manifiesta como aliento, luego se transmuta en agua y finalmente
en fuego, donde la última no está más lejana o cercana de Di-s que la primera. Es decir, no son
entidades que se hayan removido de Di-s.
Además de las sefirót, son las 22 letras del alefato hebreo las que dan forma al mundo material, pues
se les considera “reales” y representan el poder formativo de toda la existencia y de su desarrollo. A
través de estos elementos la continua creación del mundo tiene lugar, y las sefirót, que antes de
asociarse a las letras tenían una existencia ideal, se vuelven parte del mundo “real”.
Esta relación no está del todo clara, pues la explicación dada en el Sefer Yetziráh al respecto es oscura.
"Treinta y dos senderos, maravillas de la sabiduría, que Di-s ha grabado ...", estos 32 caminos se
forman al unir las diez Sefirót con las veintidós letras. En tanto las Sefirót se designan expresamente
como "abstractas", de las letras se dice en el Sefer Yetziráh: “Veintidós letras: Di-s las dibujó, las labró
para sí, las combinó, las pesó, las permutó, y a través de ellas produjo toda la creación y todo lo que
está destinado a entrar en el ser "(2. 2).
Las letras ni son sustancias independientes ni meras formas. Ellas parecen ser el lazo de unión entre
la esencia y la forma. Se les designa como los instrumentos a través de los cuales el mundo real, que
consiste de esencia y forma, se genera a través de las sefirót, las cuales son mera esencia sin forma.
Después de esta breve introducción y gracias a la cual adquirimos una idea básica, pero
suficientemente clara de la intervención en la formación de nuestro plano de existencia de las sefirót y
de las 22 letras hebreas, vamos a seguir recorriendo el camino a través del cual seguramente
encontraremos nuevos y sorprendentes esquemas de orden detrás de lo que llamamos “realidad”.
Si el secreto de la formación está en el Sefer Yetziráh, es justo ahí donde comenzaré, y para eso
reproduciré algunas secciones que me permitiré interpretar a la luz de la teoría cuántica.
1:7 Diez Sefirót de Nada Su fin está contenido en su principio Y su principio en su fin Como flama en un carbón ardiente
1:8 Diez Sefirót de Nada Refrenan la boca del habla Y tu corazón de pensamientos Y si tu corazón corre Regresa al lugar Por lo que está escrito: “El viviente corre y retorna” (Ezequiel 1:24) Observando esto, un pacto fue hecho 2:2 22 letras Fundadoras Él las grabó, Él las talló, Él las permutó, Él las pesó Él las transformó y con ellas Él representa todo lo que se formó Y todo lo que se formaría 2:4 22 letras Fundadoras Él las colocó en un círculo Como una pared con 231 Puertas El círculo oscila hacia atrás y hacia adelante Una señal para esto es: No hay nada en lo bueno más alto que el Deleite No hay nada más bajo en lo malo que la Plaga 2:5 ¿Cómo? Él las permutó, las pesó y las transformó Alef con todas Y todas ellas con Alef Bet con todas Y todas ellas con Bet Ellas se repiten en un ciclo Y existen en 231 Puertas Resulta que todo lo que se ha formado Y todo lo que se ha hablado Emana de un Nombre
2:6 Él formó la sustancia a partir del caos Y trajo la no existencia a la existencia Talló grandes pilares del aire Que no puede ser comprendido Esta es una señal [Alef con todas y todas con Alef] Él prevé, transforma y hace Todo lo que es formado, y todo lo que es hablado: Un Nombre Un signo de esto Veintidos objetos en un solo cuerpo
Si los anteriores fragmentos del Sefer Yetiziráh los vemos desde la perspectiva del lector, sin duda constituyen una escritura oscura. De acuerdo a los Evangelios Canónicos, hay tres niveles de creencia o fe, el primero es creer en Di-s, el segundo es creerle a Di-s, pero el tercero y que en la mayoría de las Biblias no está traducido correctamente y por tanto permanece oculto a los ojos del lector es: “creer como Di-s”. Esta frase aparece traducida directamente del arameo en la Biblia Peshitta y está contenida en el Evangelio según Marcos, versículo 11:22, pasaje en el que Yeshúa habla acerca de la fe.
Ver el Sefer Yetziráh desde la perspectiva del lector equivale a “creer en Di-s”, verlo desde la perspectiva del escritor a “creerle a Di-s”, aunque la situación mejora un poco, aun el texto resultaría “oscuro”, pero si podemos entender desde la perspectiva de Aquel que inspiró el Sefer Yetziráh, equivaldría a “creer como Di-s”, y en verdad les digo, el libro en el acto deja de ser un texto oscuro y de inmediato comienza a arrojar todos sus secretos, la oscuridad se convierte en luz y revelación. Pareciera que ya estamos listos para penetrar en las entrañas del Sefer Yetziráh y comenzar a arrancarle sus secretos, pero aún no, aún no. Vayamos al principio de los principios, Génesis 1:1: “Bereshit bará Elohim et hashamaim ve´et ha´eretz” Esta frase en todas las Biblias está traducida como “En el principio Di-s creó los Cielos y la Tierra”. Pero ¿realmente es la traducción correcta o al menos completa?
Antes de intentar algo tan arriesgado como proponer una traducción alterna, analicemos a fondo algunos elementos contenidos en la frase. Empecemos por la palabra “et”. Como resulta obvio está formada de dos letras, que en hebreo corresponden a la alef y a la tav, justamente la primera y la última de su alefato. En “et” están contenidas las 22 letras y por tanto todo aquello que une la esencia a la forma.
De acuerdo al Sefer ha Zohar o Libro del Esplendor Bereshit representa el misterio primordial, Bará, la fuente misteriosa de la cual se expandió todo. Elohim representa la fuerza que sostiene todo, pero también se le asocia con joshej la oscuridad primordial mencionada en génesis 1:2. La palabra shamaim significa Cielos así como eretz Tierra, pero también el Zohar abre la puerta para interpretarlos respectivamente como, energía y masa, espíritu y materia, masculino y femenino.
Si observamos la frase de génesis 1:1 vemos que la palabra et aparece 2 veces, una entre las palabras Elohim y hashamaim, y la otra ente hashamaim ve y ha´eretz. En cierta forma establece un vínculo inseparable entre Elohim, shamaim y eretz. O a la luz del Zohar, entre la oscuridad o fuerza (campo de energía) que sostiene todo, la energía y la materia). Esto parece indicar que la creación consta de tres entidades, la energía oscura la cual sustenta todo, la energía física o bosones que son partículas mensajeras y la materia o fermiones. Ahora si podemos intentar la osada traducción alterna: “En el principió creó Elohim, los Cielos, la Tierra”. En otras palabras, en el sentido correcto de la frase, Elohim no es sujeto, sino objeto.
Así, Di-s no creó dos entidades, sino tres. Esto también se apoya nuevamente en el Zohar, donde dice que Eleh (estos) al unirse con Mi (¿quién?), dio origen al nombre Elohim, en el cual a diferencia del Ein Sof que es unidad, inmutabilidad, homogeneidad, estaticidad, se manifiestan la diversidad, movilidad, heterogeneidad. En el Sefer Yetziráh se asocia Elohim al Aliento, Shamaim al fuego y Eretz al agua. O desde la perspectiva de la física cuántica, la energía oscura al Aliento, los bosones al fuego y los fermiones al agua.
Los bosones corresponden a las partículas asociadas a los campos representados por las cuatro fuerzas conocidas incluyendo además al bosón de Higgs o “partícula de Di-s”. Las cuatro fuerzas conocidas son, la fuerza de gravedad, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil. Por su parte los fermiones incluyen a los quarks y los leptones (electrones y neutrinos). Podemos decir que estas tres entidades, energía oscura, bosones y ferminones (y sus compañeras súper simétricas) manifiestan la esencia en la forma. Bueno sin duda todo esto ha sido un gran avance para la interpretación del Sefer Yetzirá pero todavía hay que poner otras cosas en perspectiva antes de iniciar el tan ansiado análisis.
Anteriormente mencione que las 22 letras ni son sustancias independientes ni meras formas, sino que
parecen ser el lazo de unión entre la esencia y la forma; por ello se les designa como los instrumentos a
través de los cuales el mundo real, que consiste de esencia y forma se genera por mediación de las
sefirót, las cuales son mera esencia sin forma.
Hasta aquí hemos dicho que los fermiones surgen del espacio tiempo y de las sefirót (REFLEXIONES
VIII), sus compañeras súper simétricas del espacio tiempo y de las kelipót (REFLEXIONES XVIII), mientras
que en la formación de los bosones solo intervienen las sefirót (REFLEXIONES VIII) o las kelipót
(REFLEXIONES XVIII), sin embargo el mecanismo de cómo la esencia se manifiesta en forma no estaba
claro.
De acuerdo al Sefer Yetziráh, esta manifestación de la esencia a través de la forma requiere de un
vínculo cuya esencia no consista ni de sustancias independientes (esencia) ni de meras formas, así que
es aquí donde entran en escena las 22 letras hebreas.
En el capítulo 2, párrafo 2 del Sefer Yetziráh se dice: 22 letras Fundadoras, Él las grabó, Él las talló, Él las
permutó, Él las pesó, Él las transformó y con ellas Él representa todo lo que se formó y todo lo que se
formaría.
En el capítulo 2, párrafo 4 del Sefer Yetziráh se dice: 22 letras Fundadoras, ÉL las colocó en un círculo.
Como una pared con 231 Puertas. El círculo oscila hacia atrás y hacia adelante. Una señal para esto es:
No hay nada en lo bueno más alto que el Deleite y no hay nada más bajo en lo malo que la Plaga.
Continuando con el párrafo 5 del mismo capítulo se lee: ¿Cómo?, Él las permutó, las pesó y las
transformó. Alef con todas y todas con Alef, Bet con todas y todas ellas con Bet. Ellas se repiten en un
ciclo y existen 231 Puertas. Resulta que todo lo que se ha formado y todo lo que se ha hablado Emana
de un Nombre.
Finalmente el párrafo 6 dice: El formó la sustancia a partir del caos, y trajo la no existencia a la
existencia, talló grandes pilares del aire que no puede ser comprendido. Esta es una señal [Alef con
todas y todas con Alef]. Él prevé, y transforma y hace. Todo lo que es formado, y todo lo que es
hablado: Un Nombre. Un signo de esto, veintidós objetos en un solo cuerpo.
Dado que las 22 letras son un vínculo entre las sefirót y el mundo material deben “ubicarse” entre
ambos.
Intentemos un modelo para representar lo escrito en los párrafos anteriores respecto a las 22 letras.
Imaginemos un anillo alrededor de cada sefirót con las 22 letras. Luego unamos cada letra con todas las
demás a través de pilares del aire que no puede ser comprendido, las cuales actúan como líneas de
unión y que como resultado de todas las uniones den la apariencia de un disco. Tal apariencia se
asemejaría a un holograma ya que este anillo no es material.
Esta configuración nos arroja 22 letras y 231 puertas [(22 x 21)/2 =231]*.
I
H
V
H
*Combinaciones de m elementos de n en n: ____M!___
N!(M-N)!
Ahora cada sefirá, dimensión cero o quantum de espacio tiempo esencia se vería así:
Doceava sefirá o dimensión cero
Quantum de espacio tiempo esencia
Fig. 2
En virtud de la naturaleza fractal de las sefirót es claro que este esquema se repite en cada sefirá al
interior del Árbol.
Solo he puesto 4 letras a manera de ejemplo, pero si colocáramos las 22 y las uniéramos con los
“pilares” (líneas), seguramente se vería como un holograma en forma de disco con 231 uniones o
puertas.
Fig. 3
Ahora debemos tomar en cuenta otro punto importante, el que cada disco oscila hacia adelante y hacia
atrás, en el primer sentido tiene por frontera el Deleite y en el segundo la Plaga.
Ambas propiedades, la de combinación y desplazamiento serán de gran utilidad para completar el
modelo propuesto.
Ahora sucede que el disco sobre cuya frontera o anillo están ubicadas las 22 letras puede girar en un
sentido levógiro (hacia la derecha o equivalentemente Alef con todas) o destrógiro (hacia la izquierda o
todas con Alef). Desde luego usamos Alef como ejemplo pero el esquema es válido para cada una de
las 21 restantes. Sin embargo sucede que el disco no solo gira en ambos sentidos, sino que también se
desplaza desde y hacia las sefirót (Deleite) y desde y hacia las kelipót (Plaga), quedando acotado entre
ambas la máxima amplitud de su oscilación.
El disco no solo se desplaza entre quantum espacio tiempo esencia sefirót-kelipót ; sino también entre
sefirót-sefirót y kelipót-kelipót.
Cada disco se desplaza entre sus quanta espacio tiempo esencia tipo sefirót o kelipót. Ya que el disco
no es “sólido” pues está conformado por un tipo de “aire” incomprensible, hemos dicho que se
asemeja a una estructura tipo holograma.
El movimiento del anillo dentro de las fronteras impuestas por cada quantum de espacio tiempo
esencia sefirá-kelipá y su correspondiente quantum de espacio tiempo esencia kelipá-sefirá, lo
podemos imaginar como un anillo girando pero también enrollándose y curvándose hacia adentro
sobre sí mismo en una dirección perpendicular a la de su giro. Y luego girar nuevamente pero en
sentido opuesto desenrollándose y curvándose hacia afuera en la misma dirección. Y así
sucesivamente.
El tipo de movimiento descrito se vería algo así:
Fig. 4
Cuando va de un quantum de espacio tiempo esencia del tipo sefirót o kelipót hacia otro gira en un
sentido reduciendo su tamaño conforme se mueve a lo largo del “eje” imaginario que los une, luego al
llegar al punto medio entre ambas cambia su dirección de giro y comienza a desenrollarse agrandando
nuevamente su tamaño. Lo mismo pero en sentido inverso ocurre en su camino de regreso desde el
otro quantum de espacio tiempo esencia del tipo sefirót o kelipót.
Es interesante notar que la figura 3 representa lo que se conoce como forma universal de flujo, donde
se crean un par de vórtices gemelos, pero con giros y direcciones opuestas, comportándose como un
modelo de doble hélice (análogo al del ADN).
Este anillo que se comporta como un holograma en el cual están “impresas” las 22 letras y que se
mueve entre quanta de espacio tiempo esencia ya sea del tipo sefirót o kelipót actúa para mantener
estructurados los quanta, de una manera similar en la que los bosones proveen comunicación y unión
entre partículas de tipo fermión.
Por ejemplo, para que un quark pueda existir es necesario que sus tres quanta de espacio tiempo
esencia tipo sefirót estén “unidos” mediante el constante giro tipo doble hélice del holograma con
forma de disco que contienen las 22 letras y las 231 puertas.
Para que un squark o súper simétrica del quark puede existir, sus tres quanta de espacio tiempo
esencia kelipót requieren que el holograma de las 22 letras hebreas en forma de disco actúe como
doble hélice “uniendo” a dichos quanta.
De forma similar también mantienen la coerción entre los distintos tipos de MAG en tanto el puente
entre realidades o entre dos regiones de la misma realidad está abierto.
Quantum espacio tiempo esencia sefirót-kelipót
Quantum espacio tiempo esencia kelipót-sefirót
Fig. 5
Es así como las 22 letras tienen dos funciones, una de vínculo entre la esencia y la forma material, y la
otra la de proveer coerción para mantener la estructura de orden entre los diversos quanta
constituyentes de las partículas elementales, sus súper simétricas, y los MAGs.
QUARK MMZ
Fig. 6