Quintas Tacubaya

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    1/210

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    2/210

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    3/210

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    4/210

    DELEGACIN MIGUEL HIDALGO

    Mxico, 2011

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    5/210

    Primera edicin, 2011

    Delegacin Miguel HidalgoDireccin Ejecutiva de CulturaParque Lira No. 94, Col. ObservatorioC.P. 11860 Mxico, D.F.

    Los autores, por sus textos Los fotgrafos, por sus imgenesPortada: Tacubaya, Cartagena, Casimiro Castro (Museo Soumaya)

    Idea, investigacin y direccin: Jos Alfredo Reynoso RuizInvestigacin y redaccin: Isabel Serrano L.Cuidado de edicin: Angelika PlettnerCoordinacin editorial: Carmen RoblesDiseo: Adriana RodrguezRetoque digital: Agustn EstradaEdicin y produccin: DGE|Equilibrista

    ISBN: 978-607-95754-0-3

    Queda prohibida la reproduccin parcial o total, directa o indirectadel contenido de la presente obra, sin contar previamente con laautorizacin expresa y por escrito de los editores, en trminos dela Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, de los tratadosinternacionales aplicables. La persona que infrinja esta disposicinse har acreedora a las sanciones legales correspondientes.

    Impreso en Mxico

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    6/210

    Presentacin 7

    Prlogo 9

    Tacubaya y sus quintas 13

    Molinos 23

    Portales 27

    Casa Escandn Buch 33

    Casa Barron 47

    Casa Mier y Pesado 59

    Casa De Teresa 79

    Casa Escandn Escandn 101

    Casa Rubn Escandn 111

    Casa Mondragn 121

    Casa Amarilla 133

    El jardn de la Casa de la Bola 141

    Casa de la Bola 157

    Rancho de la Hormiga 169

    Ex Arzobispado 181

    Comentan los vecinos 193

    Bibliografa 205

    Contenido

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    7/210

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    8/210

    7

    Presentacin

    Tacubaya, poblacin tranquila y apacible, suburbio campestreideal para el descanso durante el virreinato y hasta el sigloxix, su paisaje enmarcado por la cadena de montaas que a lolejos se dibuja, gozaba de una vista privilegiada sobre el vallede Mxico. Lo arbolado y lo fresco de la zona, as como sus frtiles tierrasregadas por numerosas cadas de agua y su exuberante vegetacin eran

    los distintivos de esta regin, considerada entonces como una de las msbellas, prsperas y pintorescas de los alrededores de la ciudad de Mxico.Tales atributos atraan las miradas de los visitantes de la ciudad y de losextranjeros, muchos de los cuales fincaron en esta zona sus residencias.

    Tacubaya ha sido objeto de prolijos estudios a travs de los aos y, sibien ha sido contemplada por los estudiosos del tema desde diferentesngulos y cuenta con una abundante bibliografa, resulta ser un venerodifcil de agotar.

    La Delegacin Miguel Hidalgo, enclavada en el corazn de esta zona derica y centenaria tradicin, por medio de su Direccin Ejecutiva de Cul-tura, rene en este trabajo a diversas voces, entre ellas, las de destacados

    cronistas, escritores e investigadores de la regin que conforman una vi-sin conjunta y multifactica. Con ello se busca rescatar algunos aspectosde la vida cotidiana en Tacubaya en otras pocas y, por medio de entrevistaspersonales, se dan a conocer comentarios y ancdotas de vecinos que ob-servaron, y en ciertos casos vivieron, en alguna de las emblemticas casas.

    Tacubaya ha sido siempre motivo de orgullo para sus residentes, cu-yas familias, en muchsimos casos, han vivido por generaciones en estesitio y a lo largo de sus vidas han visto cmo han cambiado sus calles; cmoel progreso ha transformado radicalmente algunas de sus avenidas ybarrios y, con tristeza, han observado tambin el deterioro que dichoprogreso ha causado en algunas zonas.

    Residentes al fin, que han enfrentado grandes retos como la trans-formacin de su geografa, el crecimiento de su poblacin y la fusinde otras costumbres, no por ello han perdido su sentido de arraigo.El orgullo que mantienen de ser tacubayenses, anhelando recuperar ladignidad y la belleza que antao caracterizaba a su regin y que gustosa-mente comparten en este trabajo, son vivencias y recuerdos que, de otramanera y al paso de los aos, podran ser olvidados.

    Demetrio SoDi De la tijera

    Jefe Delegacional en Miguel Hidalgo

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    9/210

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    10/210

    9

    Prlogo

    Este verso, compuesto por una vecina de Tacubaya cuya mansinfigura en este libro, jams lo hubiera podido escribir ahora. Nome refiero solamente al mal gusto de su estilo, acaso rescatablepara algunas sensibilidades nostlgicas. No, me refiero sobretodo a lo incluido en el conjunto del poema que ya no existe en Tacu-baya: golondrinas y ruiseores, fresnos tembladores y yedras trepadoras,camelias y palomas, gacelas, bosques, selvas oscuras y lirios de los pensilesde Anhuac.

    Quintas de Tacubaya es un libro que recoge, salvo por una que otra que

    ha sobrevivido, el testimonio de esa zona que en otra poca fue un vergeldestinado a grandes mansiones de recreo, a casas de placer como se lesllamaba en el siglo xviii. Un pueblo destinado al disfrute de los jardi-nes, entendiendo por jardn el concepto renacentista de disear ideas yformas en un espacio frtil, utilizando los elementos de la naturaleza deacuerdo a las creaciones de la imaginacin.

    La idea de asociar la ciudad con la naturaleza y el bosque la reviveLeon Battista Alberti, humanista del Renacimiento que en el siglo xv,en los cenculos de los Medici en Florencia, retoma la forma de vida dela antigedad griega y latina y la plasma en su bello tratado de arqui-tectura y urbanismo De re aedificatoria (de las cosas de la edificacin) quetanto ha circulado desde entonces por el mundo para materializar en lasciudades los ideales clsicos.

    El primer virrey de Mxico, Antonio de Mendoza, siempre considerque el bosque de Chapultepec debera quedar conectado con la ciudadde Mxico. Aos ms tarde, en Europa existira el empeo de conectarel Bois du Bologne con Pars y el Parque del Buen Retiro con Madrid.

    La capital mexicana se hallaba rodeada de prdigos espacios verdes. Aun lado de la vieja ciudad, al poniente, se encontraba San Cosme, calza-da y pueblito con casas de campo magnficas, tales como la de Mascaro-nes, la de los Condes del Valle de Orizaba y otras, casi todas demolidas.

    Con gran pompa se engalanaEl risueo Abril florido;

    La aurora despunta ufana,Los pjaros en el nido

    Al ver llegar la maanaEntonan canto sentido

    Isabel Pesado y de la LlaveDuquesa de Mier

    Tacubaya, abril, 1881 1

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    11/210

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    12/210

    11

    PRLOGO

    En los aos novohispanos las casas eran de un solo piso, mirador,zagun, patio y jardn, y se sucedan desde la Tlaxpana hasta San Agustnde las Cuevas (hoy Tlalpan). As lo refiere el cronista franciscano fray

    Agustn de Vetancourt a fines del siglo xvii: Todo lo ms de la comarca, encinco leguas en contorno est poblada de huertas, jardines y olivares, con casas de campo quelos ricos de la Ciudad han edificado para su recreo: en San Agustn de las Cuevas, parasooccidental, donde se compiten con gastos excesivos los dueos de las huertas, a cual ms curiosa latiene, con invenciones de agua que entretienen; Cuyoacn, Mixquac y Tacubaya dondelas lomas, y quebradas en tiempos de verano son vistosas, con arroyos de agua tan sonoros, y

    florestas de flores campesinas.2

    No solamente las casas de campo eran prdigas en su riqueza naturalsino tambin las huertas de los conventos, de donde la capital obtenamelocotones, peras, manzanas y membrillos, adems de flores igual deexticas, o ms, que las de Xochimilco.

    En suma, desde la poca prehispnica hasta las primeras dcadas delsiglo xx, nuestra ciudad estuvo rodeada de un entorno ecolgico ideal.De ello ofrecen testimonio: Zelia Nutall (estudiosa de los antiguos jar-dines indgenas); el citado Vetancourt; el viajero Gemelli Careri en elsigloxvii; Ignacio Carrillo y Prez en el xviii; los autores del bello lbumlitogrfico Mxico y sus alrededores, ilustrado por Casimiro Castro, dibu-

    jante excelso; Marcos Arroniz; Manuel Payno; Antonio Garca Cubas yotros muchos, por citar solo a unos cuantos cronistas y artistas que nosdejaron una idea de algo que fue realmente bello y sorprendente.

    Este libro es un captulo de esa historia del Valle de Mxico que nosdebemos los habitantes de esta capital y que corresponde a la ltima eta-pa de esas grandes casas y fincas que caracterizaron a poblaciones comoTacubaya hasta hace tres cuartos de siglo.

    La historia de esas Quintas es interesante y digna de recordarse. En estelibro son realizadas por brillantes historiadoras como Patricia Mass, Leo-nor Cortina y Concepcin Amerlinck. Una de esas quintas, por ejemplo,en su da llamada LaFloresta, terminara convertida en hotel, manicomio ycolegio de jesuitas antes de desaparecer por completo. Lo nico que que-da de esas casas son las fotografas que aqu se publican: imgenes sobrepapel, milagrosamente salvadas por algn curioso cronista del olvido.

    1 A mi sobrina Susana de Teresa y Pesado, en Dichas y Penas, Poesas Pars, Garnier Herma-nos, 1908, p. 205.

    2 Agustn de Vetancourt. Teatro mexicano, Tratado de la Ciudad de Mxico, fol. 2.

    Guillermo tovar De tereSa

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    13/210

    Valle de Mxico tomado en las lomas de TacubayaJos Mara Velasco(Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    14/210

    13

    Tacubaya y sus quintasLa cuenca de Mxico estaba rodeadapor una serie de pueblos todos muypintorescos y con un clima agradable,precisamente uno de esos pueblos eraTacubaya. Ubicado al sudoeste, a siete ymedio kilmetros de la capital, ya existadesde antes de la llegada de los mexicas

    y siempre se caracteriz por ser unapequea regin amena.1

    La regin que hoy se conoce como Tacubaya ha tenido diversosnombres: Tlacubaya, Atlacuihuayan y Atlacolayan son algu-nos de ellos. Lugar donde da vuelta la barranca que conduceagua, donde se va por agua al ro o bien, segn Manuel Pay-

    no, Atlacolayan quiere decir lugar en donde tuerce un arroyo. Para An-tonio Fernndez del Castillo en Tacubaya fue donde se invent el atlatl.2

    Las denominaciones son variadas, pero con excepcin del atlatl o lan-zadardos, todas ellas estn relacionadas con el agua, elemento emblem-tico de Tacubaya: agua de manantiales, agua de los ros que atravesabanla regin, agua que era conducida por los acueductos. Posteriormente,esta regin fue conocida con otros nombres, entre los que destacan San

    Jos de Tacubaya, Villa de Nuestra Seora de la Purificacin de Tacubayay Tacubaya de los Mrtires.

    Las inundaciones, las plagas y las pestes que tanto padeca la ciu-dad de Mxico durante el virreinato y el siglo xix difcilmente se su-fran en Tacubaya. Su ubicacin a mayores alturas y sus ros y manan-tiales mantenan un ambiente sano, lmpido y agradable para vivirconfortablemente.

    Desde antes que arribaran a ella los aztecas, Tacubaya haba sido unrefugio para los pueblos indgenas; la configuracin de su terreno, en-tre barrancas y ros, ofreca un lugar seguro para ocultarse en pocade guerra; y adems de asegurar agua y animales para su sustento, loshabitantes podan proveerse de materiales como piedras y varas para laconstruccin de armas, entre otras del atlatl.3

    No obstante que Tacubaya haba sido considerada como un espaciode poblacin particularmente autctona, poco despus de la llegada delos espaoles la regin fue ganando popularidad entre los mismos pe-ninsulares, convencidos de su bondad. Tras la conquista de Mxico aHernn Corts, Marqus del Valle de Oaxaca, le fueron cedidas variaspoblaciones indgenas, entre las que se encontraba la Jurisdiccin deCoyoacn, a la que perteneca Tacubaya. El marquesado fue heredadopor los descendientes de Corts. Atlatl o lanzadardos

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    15/210

    14

    Tacubaya y sus QuinTas

    Durante los siglos xviii y xix la poblacin indgena concentradaprincipalmente en barrios como el de la Santsima Trinidad, Nonoal-co, Santo Domingo o San Miguel Culhuacatzingo (el ms poblado)alternaba con las familias peninsulares. De esta manera, Tacubaya fueocupada por esas familias que se avecindaron y se convirtieron en due-as de haciendas, huertas y molinos. Estas fincas fueron utilizadas parasembrar diversos granos como maz, frijol, trigo, cebada y cultivar una gran

    variedad de rboles frutales en sus huertas, donde se daban peras, li-mones, naranjas, manzanas, duraznos, ciruelas, chabacanos, higos, gra-nadas y membrillos. Era tambin importante la siembra de magueyes yla produccin de pulque, as como el cultivo de viedos y olivos, activi-dades que llevaron prosperidad y bonanza a la regin. En especial, el vino

    y el aceite de oliva llegaron a tener gran popularidad dentro y fuera deesta zona.

    La relacin de Tacubaya con el agua fue determinante para la vidade sus habitantes. A mediados del siglo xvi el agua llegaba a la ciudad de

    Valle de Mxico desde el Molino del Rey,Jos Mara Velasco(Museo Nacional de Arte)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    16/210

    15

    Tacubaya y sus QuinTas

    Mxico por medio del acueducto de Santa Fe; posteriormente se reha-bilit el de Chapultepec, que surta a la fuente conocida como Salto del

    Agua en el centro de la ciudad de Mxico.No fue sino hasta principios del siglo xviii cuando Tacubaya pudo

    disfrutar de una fuente en la plaza Cartagena, gracias a la construccinde una caera. El agua llegaba a la regin procedente del ro Tacu-baya (que naca en la Sierra de las Cruces) y se utilizaba en los diver-sos molinos, como el de Santo Domingo, el de Valds, el de San Jos, elde Abajo, el de Belem o el Molino del Salvador. Este ltimo es cono-

    cido actualmente como Molino del Rey, en el cual existan un moli-no de harina y otro para moler plvora, llamado Real Fbrica de Plvorade Chapultepec, donde adems se fabricaban cartuchos y caones.

    A pesar de haber sido escenario de violentos acontecimientos hist-ricos como las batallas que se libraron en el Molino del Rey y el Castillode Chapultepec a causa de la invasin norteamericana; los enfrenta-mientos entre los liberales y conservadores durante la fratricida Guerrade Reforma; la masacre perpetrada contra mdicos y enfermeras queatendan a heridos del bando liberal episodio conocido como LosMrtires de Tacubaya, y del primer conflicto entre Mxico y Francia, La fuente del Salto del Agua, Casimiro Castro

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    17/210

    16

    Tacubaya y sus QuinTas

    popularmente llamado la Guerra de los Pasteles4, Tacubaya seguaconsiderndose un sitio tranquilo. La situacin geogrfica de esta re-gin proporcionaba seguridad a sus propios habitantes, puesto que eraun sitio relativamente alejado de la capital del pas, capaz de poder ofre-cer resguardo durante los tumultos y disturbios que se daban en el cen-tro de la ciudad de Mxico.

    Aquellos acontecimientos no lograron alterar en forma significativala imagen que los tacubayenses tenan de su regin. As, se establecieronnuevos negocios para poder comercializar las diversas mercancas graciasa la extensin de la red ferroviaria y de su ubicacin geogrfica, al serpunto de partida hacia las ciudades de Toluca, Guadalajara, Morelia ydel norte, centro y occidente de la repblica mexicana.

    El clima de bonanza que imperaba entonces en muchas zonas del passe acentu en Tacubaya. De esta forma, su pujante actividad econmica

    Lanceros galopando con direccin a Tacubaya.Chapultepec, John Phillips

    (Coleccin particular)

    Batalla entre el ejrcito mexicano y elnorteamericano el 8 de septiembre de 1847.

    Ataque al Molino del Rey, Carl Nebel(Museo Soumaya)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    18/210

    17

    Tacubaya y sus QuinTas

    continu generando mayores beneficios para sus habitantes, que se vie-ron favorecidos en general, acrecentndose as el gran arraigo que yaexista entre sus pobladores. Tal vez a eso se deba la frase: Me vaya comome vaya, no hay mejor lugar para vivir que Tacubaya.

    Frances Erskine Inglis, nacida en Edimburgo en 1806 y ms conocidacomo la marquesa Caldern de la Barca, casada con el marqus ngel Cal-dern de la Barca, diplomtico de la reina Isabel de Borbn, escribe variascartas a su madre y a sus amigos durante su estancia en Mxico (de octubrede 1839 hasta el 28 de abril de 1842). En una de ellas dice la Marquesa:

    Tacubaya es una poblacin dispersa, que posee algunas bonitas casas decampo y viejos jardines con fuentes de piedra. Al decir casa de campo, nodebe entenderse, sin embargo, en la acepcin que en ingls tiene esa pala-bra. De hecho, slo se usa como un retiro ocasional durante los meses deverano (...). La de la Condesa de Cortina, que parece ser la ms hermosade Tacubaya, es notable porque desde sus ventanas se domina una de las msbellas perspectivas que pueden imaginarse en Mxico: los volcanes y Cha-pultepec. En la azotea tambin se disfruta de una esplndida vista de todo elvalle, y su jardn est muy cuidado; tiene una excelente mesa de billar y unpiano, pero, sobre todo, se distingue por el agradable grupo formado por

    su propia familia, y por ser su casa la verdadera morada de la hospitalidaden donde las horas transcurren placenteras, sin echar de menos los muebleslujosos, que en Mxico parecen estar reservados nicamente para las casas

    Frances Erskine Inglis, marquesa Caldernde la Barca

    El Valle de Mxico desde Chapultepec,Casimiro Castro(Museo Soumaya)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    19/210

    18

    de la metrpoli. La Marquesa misma nos aseguraba que por dos veces habaamueblado todo en su casa, pero como en el curso de dos revoluciones to-dos los muebles fueron arrojados por las ventanas y destruidos, decidi de

    una vez reducirse a le stricte ncessaire.5

    Tacubaya posea mansiones de descanso, iglesias, conventos, portales yacueductos enclavados en medio de una abundante vegetacin signo dis-tintivo de la regin y rodeados de amplios jardines muy bien cuidados.

    El estilo arquitectnico europeo, sobre todo el francs, predominaba enlas construcciones: techos inclinados con tejas de pizarra y mansardas, co-lumnas y escalinatas de mrmol, aplicaciones de bronce forjado y muchosotros detalles que impriman un toque de elegancia y distincin a esas casonas.

    Los jardines con su desbordante vegetacin, cuyos parterres floridos erancomparables a los de los palacios europeos; los huertos de olivos y fruta-les con hermosas fuentes coronadas por magnficas esculturas; los lagos yestanques; las verandas; las pajareras con aves multicolores; los inverna-deros de flores exticas, los kioscos y terrazas de vitrales emplomados con-formaban el paisaje de esas opulentas quintas para deleite y admiracin demoradores y visitantes.

    Un camino circular, o rampa, daba vuelta a las casas para permitir elpaso de los carruajes hasta la puerta, donde escalinatas flanqueadas porbellas esculturas daban acceso a la entrada principal. En la planta baja es-taban las cocinas, el office, los comedores familiares y el comedor de visi-tas que haba sido decorado para lucir en todo su esplendor durante las

    Magnfica panormica donde se apreciancon particular detalle el recin abiertoPaseo del Emperador y los acueductosde Chapultepec y la Tlaxpana.

    Valle de Mxico desde el Castillo de Chapultepec,Francisco de Paula Mendoza(Coleccin Banco Nacional de Mxico)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    20/210

    19

    recepciones que se ofrecan a distinguidos personajes de la poca. En laplanta superior se encontraban espaciosas habitaciones que estaban amue-bladas con exquisitez y delicadeza: alcobas con sus tocadores contiguos,

    cuyos cortinajes hacan juego con pesados cubrecamas (todo con el toquepersonal que le imprima cada familia); taburetes, pequeas mesas y se-cretaires de maderas preciosas con delicadas marqueteras; cortinajes; ajua-res e infinidad de figuras de porcelana y cristal de Bohemia.

    En el rea posterior de los edificios separada por patios, pasadizos ocorredores se encontraban las dependencias para el personal de servi-cio y otras reas como corrales, estanques, caballerizas y cocheras.

    Haba tambin terrazas, vestbulos, salones de t, salas de juego y es-paciosas estancias principales que se abran para dar cabida a los bailes yrecepciones a los que asista lo ms granado de la sociedad mexicana dela poca. El saln principal era el escenario perfecto para las reunionesde negocios, estrechar los lazos familiares y de amistad y, muy particu-larmente, para asegurar el sentido de pertenencia a esa clase privilegiada.

    El lujo y el refinamiento del mobiliario y de la decoracin era la expre-sin del savoir vivre de los propietarios: piezas hermosamente talladas, mue-bles de maderas preciosas con incrustaciones de bronce, marfil o concha;sillones tapizados con las ms ricas sedas orientales; cuadros pertenecientesa las escuelas europea o mexicana as como alfombras orientales, plafones,candiles franceses, tibores, relojes, cajas de msica, bibelots, vajillas y man-telera con el monograma de familia. Todo llevaba el sello de elegancia quecorresponda al estilo de vida de esos prominentes personajes.

    La Villa de Tacubaya, Casimiro Castro(Museo Nacional de Arte)

    El carruaje se ha detenido a las puertas deuna quinta para que los elegantes invitadosasistan a una recepcin(Hemeroteca Nacional de Mxico)

    CasaRubn EscandnEx Hacienda de la Condesa

    CasaMier y Pesado

    Portal deCartagena Convento de

    San Diego

    CasaEscandn Escandn

    Casade la Bola

    CasaEscandn Buch

    CasaBarron Lira

    CasaAmarilla

    Ex ArzobispadoObservatorio Nacional

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    21/210

    20

    Se ofrecan bailes esplndidos y suntuosas recepciones; cenas, al-muerzos ypicnics; tardeadas, tamaladas, partidas de tenis, noches orientales

    y meriendas campestres o garden parties, as como un sinfn de activida-des organizadas con gran estilo por los anfitriones. Eran los espacios

    propicios donde familias distinguidas alternaban y tenan ocasin paralucir hermosos ajuares. Los visitantes eran agasajados con deliciosos bu-

    ffets, sofisticados platillos y viandas exquisitas; selectos vinos y champag-nes, especialmente franceses (recordemos que era afrancesado el estiloque imperaba en la poca). Diferentes tipos de orquestas y grupos mu-sicales amenizaban las reuniones con piano, arpas, mandolinas, guita-rras y violines, instrumentos tocados con maestra que hacan las deli-cias de los asistentes. Las rifas, representaciones teatrales y la presentacinde cuadros alegricos protagonizados por bellas seoritas y apuestos jveneseran motivo de gran entusiasmo entre los concurrentes.

    Los propietarios de las residencias campestres, por lo general, te-nan su domicilio permanente en el centro de la ciudad de Mxico. Setrasladaban a sus fincas el fin de semana a descansar y durante el veranoa disfrutar de las bondades del clima, la vegetacin y las diversas activi-dades al aire libre que incluan, desde luego, el tenis, la equitacin y lanatacin. Para construir esas fincas se haban elegido sitios que distaranpocos kilmetros de la ciudad con el fin de poderse trasladar a ellas conrelativa facilidad. Los ms favorecidos eran Tacubaya, San Agustn de lasCuevas o Tlalpan como hoy se le conoce, Coyoacn y San Jernimo,cuyas generosas huertas producan abundantes frutos para delicia de sushabitantes y los de la ciudad de Mxico.

    Fachada de una mansin tacubayense con surotonda de acceso para facilitar el trnsitode los carruajes(Hemeroteca Nacional de Mxico)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    22/210

    21

    Tacubaya y sus QuinTas

    1 Celia Maldonado. "Dos condesas en Tacubaya" en Tacubaya, pasado y presente I, p. 91.2 Antonio Fernndez del Castillo. Tacubaya, historia, leyendas y personajes, p. 58.3 Araceli Garca Parra y Mara Bustamante Harfush. Tacubaya en la memoria, p. 16.4 Conflicto originado por el incumplimiento del acuerdo llamado Declaraciones Provisionales,

    que afect a artesanos y comerciantes franceses de prestigio, muchos de ellos avecindados en Ta-cubaya, como en el caso del pastelero M. Remontel, cuyas reclamaciones enviadas a Pars fueronuno de los pretextos para justificar la intervencin francesa de 1838.

    5 Marquesa Caldern de la Barca. La vida en Mxico, p. 71.

    Especialmente en Tacubaya se levantaron poco a poco enormes y majes-tuosas casonas que, generalmente, se dejaban al cuidado de administra-dores, capataces, amas de llaves o gobernantas, encargados del buen fun-cionamiento domstico y administrativo de la propiedad. Cuando la familiallegaba a pasar unos das, si lo permita la tibieza de una tarde estival, podadetenerse unos momentos en el invernadero para contemplar alguna ex-tica flor o para cortar las rosas que decoraran los centros de mesa y algunossalones de la mansin. Las bancas a lo largo de los senderos invitaban al des-canso y el t los reciba en uno de los cenadores. En las maanas soleadas los

    nios de la casa disfrutaban, bajo la mirada atenta de sus nanas, de la albercao el tanque, como se llamaba entonces. Los invitados llegaban en carruajes ypodan bajar con facilidad frente a la puerta principal de la mansin, seguirla rampa y dar vuelta a la rotonda primorosamente decorada con macizos deflores. Huertas, canchas de tenis, plantas y rboles por doquier se conjuga-ban para el disfrute de dueos e invitados de la casa de Tacubaya.

    Programa de una obra teatral, escenificadapor importantes personajes de la poca(Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    23/210

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    24/210

    23

    MolinosMaraBustaMante HarfusH

    Alo largo del ro Santa Fe-Tacubaya se establecieron ms desiete molinos, que aprovechaban las grandes cadas de aguapara mover las ruedas que molan trigo.

    El primer molino construido probablemente entre 1525y 1529 lo establece Hernn Corts aprovechando las virtudes que tenasu extenso territorio denominado Marquesado del Valle. Cuenta la his-toria que en un costal de arroz trado de Espaa una persona encontrtres granos de trigo, de los cuales slo uno germin para despus repro-ducirse en grandes extensiones de cultivo. Existe constancia de que para1540 Corts ya exportaba el trigo molido a Espaa y el Per.1

    Los molinos ms conocidos son: Molino de Beln de las Flores, Molinode Valds, Molino de Santo Domingo y Molino del Rey, ubicados entre uncamino de agua el del ro Tacubaya y otro de tierra, mejor conocidocomo el camino a los molinos (hoy avenida Observatorio y Constituyen-tes), por donde iban las carretas cargadas de trigo a la molienda.

    La historia de los molinos en las lomas de Tacubaya es apasionante ymuestra la impresionante empresa que se form alrededor de stos.

    Hay un listado importante de los distintos propietarios que tuvo cadauno de estos molinos y se sabe, incluso, que lleg a haber un monopoliocuando Juan Jurez lleg a ser dueo de todos ellos, con lo que fijaba lacantidad y el precio por moler el trigo. Esto gener numerosas protestase inconformidades. Algo parecido sucedi cuando don Juan Ramrez deCartagena, propietario del Molino de Beln de las Flores, explot pocotiempo despus el Molino de Valds y el de Santo Domingo y sembrgrandes extensiones de trigo.

    Actualmente, las imponentes edificaciones se pierden entre las ba-rrancas y el crecimiento de la ciudad y, lamentablemente, ninguno delos molinos es un museo de sitio. Por una parte, el Molino del Rey alojaoficinas presidenciales dentro del conjunto del Rancho de la Hormiga(hoy Los Pinos); el Molino de Santo Domingo que debe su nombrea los dominicos de Tacubaya cuando fueron los dueos est ocupado

    Canales de agua en el Museo Casa de laBola (Mara Bustamante Harfush)

    Molino de Santo Domingo(J. A. Reynoso)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    25/210

    24

    molinos

    actualmente por viviendas privadas de lujo, localizadas en las trojes, la ca-pilla y el propio molino adaptado en distintos departamentos; y el Molinode Beln de las Flores, el ms amplio de todos, actualmente es un anexo delas oficinas de la Secretara de Seguridad Pblica Federal, que se ha dadoa la tarea de restaurarlo y adaptarlo a sus nuevas necesidades, pero que esprcticamente imposible de visitar.

    La gente acaudalada de la ciudad de Mxico, que en un principioconstruy su quinta de veraneo al inicio de la loma de Tacubaya, con lallegada de los tranvas elctricos fij su residencia permanente en esas

    casas. stas eran una continuidad de jardines y huertas regados por lasdesviaciones del ro que corra, pendiente abajo, por los canales realiza-dos ex profeso y que permitan la irrigacin de rboles frutales, olivos yespecies vegetales tradas de Europa.

    Constancia de estos canales que conducan parte del agua del roTacubaya se puede ver en el jardn del actual Museo Casa de la Bola,perteneciente a la fundacin cultural que dejara don Antonio Haghen-beck y de la Lama, su ltimo propietario. La restauracin realizada enaos recientes muestra cmo funcionaban los canales de riego y cmo elro entraba en las grandes propiedades privadas para desembocar, final-mente, en lagos todava existentes.

    Molino de Belem de las Flores,uno de los ms grandes establecidos

    en las lomas de TacubayaLitografa de G. Rodrguez

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    26/210

    25

    molinos

    ProBlemaS De aGuaA pesar de la abundante existencia de agua en la zona, el establecimiento delos molinos redujo mucho la llegada de agua potable a la poblacin de Tacu-baya y a la ciudad de Mxico, lo que caus numerosas demandas y peticionesde los pobladores para que se les proveyera de una naranja de agua, o un

    limn, o al menos una paja para poder obtener el vital lquido.El barrio de El Chorrito es el ejemplo ms claro de cmo la gente,

    desesperada por obtener agua, perforaba parte del acueducto de SantaFe para extraer un chorrito de agua. Esto provocaba que constantementetuviera que ser reparado por las autoridades y se emitieran ordenanzas,multas y reglamentaciones para evitar los abusos en la toma de agua.

    No es sino hasta 1806 cuando se le da una naranja de agua (equiva-lente a 64 litros por segundo) a la poblacin de Tacubaya, construyendodos fuentes pblicas en el Barrio de la Santsima y en la Plaza de Carta-gena, cerca de la Alameda Central.

    No es de extraar que para 1898 se creara en Tacubaya una oficinamunicipal, la primera de ese gnero en el Distrito Federal, de aquella po-ca, denominada Direccin de Aguas y Obras Pblicas, cuya funcin era lade atender las crecientes demandas del vecindario sobre provisin de aguapotable y otros servicios como los de drenajes y atarjeas.2

    1 Antonio Fernndez del Castillo. Tacubaya: historia, leyendas y personajes, p. 137.2Archivo Histrico de la ciudad de Mxico, Fondo Ayuntamiento de Mxico, Ramo: Gobierno

    del Distrito, Aguas, Volumen 1323, Expediente 1268. Tomado del artculo de Salvador vilaGonzlez, Expansin Urbana y problemtica hidrolgica: Tacubaya 1880-1920, en Tacuba-

    ya Pasado y Presente II, pp. 113.

    Molino de Santo Domingo(J. A. Reynoso)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    27/210

    Portal de la Magdalena (izquierda), ubicadoal pasar el puente sobre el Ro Tacubaya, enel Antiguo Camino a Toluca. Al fondo, elPortal de Cartagena.Villa de Tacubaya tomada a ojo de pjaro sobre elcamino a Toluca, Casimiro Castro

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    28/210

    27

    PortalesMaraBustaMante HarfusH As como los castillos y casas seoria-

    les de la nobleza europea, necesitabanpara ser completos de un parque y unjardn, as tambin las ciudades cuandollegan a cierta extensin y antigedad,necesitan de sus grandes parques y de susgrandes jardines para que la poblacin

    vaya a olvidar la turbulencia y fatiga de laciudad, y a recobrar nueva vida con airepuro y embalsamado de los campos.

    Manuel Payno, 1856La villa de Tacubaya en su poca de oro (siglo xixy principiosdel xx) tena varios portales que caracterizaban el paso a tra-

    vs de importantes cruces de vialidades y que significaban unimportante referente para el viajero.

    Algunos de estos portales tenan por objeto abastecer a la gente queemprendera un largo viaje hacia Morelia o Guadalajara, as como a Mix-coac, San ngel y Tlalpan. El Portal de Cartagena y el de la Magdalenatenan este fin. Debajo de sus arcadas, para dar sombra y proteccin,se localizaban importantes tiendas de abarrotes que ofrecan granos defrijol, arroz, un jabn o una vela, as como sarapes, cuerdas y ruedas

    de carreta entre una infinidad de objetos y alimentos para el transente.

    Portal De la maGDaleNaEn un principio tena un solo nivel y posteriormente se le construy unsegundo. A l llegaban diligencias y carros, que podan descargar c-modamente sin que en caso de lluvia se mojara la mercanca; los comer-cios eran muchos, ah haba pulqueras, tabernas, tiendas de abarrotes,tlapaleras, carniceras y posadas de mala muerte.1

    Portal De CartaGeNaSin duda fue el Portal de Cartagena llamado as en honor al exitoso em-presario y propietario del Molino de Beln de las Flores el ms distintivoen Tacubaya, ya que adems de estar muy bien surtido, se localizaba enel corazn principal del pueblo. Su predio se localizaba en el entronquede la Calle Real (avenida Jalisco) y la calle de Torres Torrija o Caminoa Azcapotzalco (Parque Lira), donde actualmente hay un gran almacn.

    Adems era la central comercial a donde llegaban las paradas de los tran-vas de mulitas y elctricos. Por si fuera poco, estaba enfrente de la Plazade Cartagena (hoy Plaza Charles de Gaulle), una de las ms atractivas ytransitadas de la poca por ser el centro de reunin social, comercial y dediversin ya que se encontraban diversos tvolis a su alrededor.

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    29/210

    28

    portales

    Ah, la gente se surta de todo lo indispensable: frutas, verduras, se-millas, pan, carne, ollas, cazuelas, anafres, sombreros, rebozos, calzones

    y zapatos. De todo y para todos. Ah se conjugaban puestos de madera,tenderetes improvisados, vendedores ambulantes y alguno que otro gri-tn, vocero de las ofertas.

    Desde los balcones del portal se vea el constante trnsito de carros,recuas y jinetes, cargadores, tortilleras, pulqueras y comerciantes en pe-queo; unos iban o venan hacia el camino de Toluca o el de Nonoalco,barrio de Mixcoac; otros concurran a los mesones que estaban por el ba-rrio de Huichilac y otros entregaban su mercanca en los comercios de laplaza.2 Tambin llegaban los jugadores a la plaza de Cartagena3 coraznde Tacubaya, es decir, sitio de reunin, de paso y de comercio.4

    Todos sus habitantes participaron en el arreglo de esta plaza conun hermoso jardn, mejor an que el de la Alameda, como nos cuenta

    Entronque de la Calle Real y la calle TorresTorija en su continuacin hacia el AntiguoCamino a Toluca. Los tranvas elctricoshacan su parada frente al Portal deCartagena (Fototeca del inaH)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    30/210

    29

    portales

    Manuel Payno: La plaza, que desde hace poco solamente tena una cal-zada de fresnos, se ha convertido en una pequea pero primorosa ala-meda, con su fuente en el centro y sus jardines plantados con flores yarbustos, cuyo cultivo est a cargo de algunas familias que se hallan radi-cadas en la poblacin. En las noches, un alumbrado, aunque en menorescala, superior al de Mxico, da a esta poblacin un aspecto severo ala vez que agradable, como lo tienen todas las poblaciones mixtas, queparticipan de la elegancia de las ciudades y de la rusticidad del campo.

    Con la construccin de la lnea 1 del Metro a finales de los aos se-

    senta, el Portal de Cartagena y todo a su alrededor fue demolido paragenerar los accesos que se conocen actualmente de la estacin Tacubaya,lo cual signific un gran detonante para la demolicin radial de todo suentorno. No tardaron en desaparecer gran parte de las construcciones Portal de San Juan (Fototeca del inaH)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    31/210

    30

    portales

    aledaas y convertirse en lo que hoy conocemos como una de las zonasms transitadas y conflictivas de la ciudad de Mxico.

    Portal De SaN juaNHubo adems otros portales que eran verdaderos centros de conviven-cia, como el portal de San Juan, donde se localizaba una fuente comu-nitaria para ir a acarrear el agua para las casas que an no contaban conagua corriente en tuberas directas. Eran sitios de encuentro, un lugar deuso pblico al cuidado de todos, donde el agua brotaba sin parar y des-

    pues en horarios especficos. Ah se vea al cargador de cubos de agua, alorganillero, al vendedor de chichicuilotes y a la gente del barrio.La arquitectura era simple pero digna, con elementos decorativos

    clsicos como guirnaldas y coronas. Verdaderos elementos para realzarla condicin humana y la importancia del agua.

    Portal De laS FloreSSe encontraba en el camino a Mixcoac y San ngel. Era mejor conocidocomo el Camino del Calvario, debido a que conectaba distintos conven-tos e iglesias. Este portal quedaba frente al atrio de la iglesia del conventode Santo Domingo y enmarcaba el acceso a la Alameda de Tacubaya, una

    extensa y frondosa arboleda que todava permanece, cercana a la esta-cin Tacubaya del Metro y a la actual avenida Revolucin.

    Era un precioso parque con fuente y columna conmemorativa a losque combatieron en 1847; ah tambin se localizaba el depsito detranvas que iba hacia San ngel.5 Para muchos era la edificacin quesimbolizaba el fin de la villa de Tacubaya, ya que pronto se cruzara elpuente de la Morena, para pasar el ro Tacubaya y continuar hacia otras

    villas a travs de campos sembrados.Era de particular importancia la Feria de las flores que se celebraba

    anualmente: una especie de concurso similar a la flor ms bella delejido, donde se postulaban mujeres hermosas con tocados de floresnaturales provenientes de los extensos jardines y huertas de la zona. Esteportal fue demolido para la ampliacin de la avenida Revolucin.

    Sin duda, las plazas han sido uno de los puntos ms afectados porlas transformaciones de la ciudad, de tal forma que stas, junto con losportales y alamedas con sus hermosas arboledas, arcadas y rincones queembellecan a Tacubaya, actualmente slo pueden ser observadas en fo-tografas antiguas.

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    32/210

    31

    portales

    1 Antonio Fernndez del Castillo.Op. cit. p. 439.2 Idem.3 Cuenta Guillermo Tovar de Teresa que la plaza debe su nombre a don Juan Ramrez de Carta-

    gena, quien en el siglo xviii arrendaba molinos y mola trigo en Tacubaya.4 Mara Bustamante Harfush y Araceli Garca Parra. Tacubaya en la memoria, p.69.5 Emil Riedel, Practical guide of the city and valley of Mexico, pp. 121-392.

    El Portal de las Flores en la Alameda deTacubaya sobre la calle del Calvario, hoyavenida Revolucin (Fototeca del inaH)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    33/210

    Manuel Escandn Garmendia

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    34/210

    33

    Casa Escandn Buch

    Esta espectacular quinta situada en Tacubaya, en un gran predioque abarcaba desde la calle de Cartagena (hoy avenida ParqueLira) y se extenda sobre la actual avenida Observatorio, per-teneci en un principio a Manuel Escandn Garmendia. Ms

    tarde pas a formar parte de los bienes de su hermano Antonio y final-mente fue otorgada a la hija de ste, Mara Escandn de Buch.

    La elegante residencia que se destacaba entre esplndidos jardines dealtsimos fresnos, chopos, cipreses y pinos fue famosa por la magnificen-cia de la construccin, la belleza de los jardines y por haber sido escenariode algunas de las ms suntuosas recepciones que tuvieron lugar en la so-

    ciedad mexicana de la poca, as como por la exquisita hospitalidad de losanfitriones. En un principio esta propiedad fue conocida como la CasaEscandn, ms tarde se denominara Casa Buch.

    Manuel Escandn naci en Orizaba en 1807 y fue el quinto de unanumerosa familia. Su padre, Pablo Escandn y de Cavandi, natural deCantabria, y la madre, Guadalupe Garmendia y Mosqueira, descen-diente de una prominente familia de Jalapa, contrajeron nupcias el 5 demayo de 1799. Pablo se dedic a diversos negocios y lleg a alcanzar unamuy destacada posicin social y econmica entre la sociedad orizabea, loque le permiti enviar a sus hijos a estudiar a Francia e Inglaterra. Aosms tarde su hijo Manuel se traslad a vivir a la ciudad de Mxico y conel tiempo llegara a ser, gracias a su inteligencia, a su espritu empresarial

    y a su participacin en una extensa y diversificada gama de negocios, unode los ms importantes y acaudalados empresarios del sigloxix.

    La actividad de Manuel Escandn Garmendia fue muy intensa y varia-da, especialmente en los ramos textil, tabacalero, minero y de transporte.Su participacin en este ltimo fue decisiva para el desarrollo del pas. In-tervino tambin en la construccin de varias carreteras y algunos edificios.

    Entre las diversas acciones promovidas por Manuel Escandn en re-lacin con los transportes, est su inicial participacin en la formacion,en 1833, de una sociedad de operacin de diligencias llamada Compaa

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    35/210

    34

    casa escandn buch

    del Establecimiento de Diligencias, que posteriormente fue totalmentesuya. Con ella atenda, entre otros, el trayecto Mxico-Veracruz, quehasta entonces haba estado a cargo de un irlands llamado Jorge Coyne yde los norteamericanos Nathaniel Smart y Jacobo Renewalt. Ms tardefue denominada Sociedad Manuel Escandn & Ca.

    A mediados del siglo xixManuel se perfilaba como uno de los hom-bres ms influyentes de la poca y, al desarrollar una intensa actividaden varios campos, fue adquiriendo un lugar cada vez ms destacado en lasociedad mexicana. Tan importante fue este empresario que el escritor

    Manuel Payno lo menciona en Los Bandidos de Ro Fro como

    banquero, propietario, agricultor, fabricante, empresario en su principio dela lnea de diligencias, minero, financiero, qu no era Escandn en esa va deactividad y de ingenio, para ganar dinero y abarcar las ms atrevidas empresas?1

    Mina Real del Monte, Eugenio Landesio(Coleccin Banco Nacional de Mxico)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    36/210

    35

    casa escandn buch

    De igual manera realiz variadas y exitosas incursiones en el rubro mi-

    nero. Cuando en 1849 la compaa que operaba la mina de Real delMonte se declar en bancarrota, sta fue comprada por l, en sociedadcon otros inversionistas como Nicanor Beistegui, Edwin C. MacKintosh

    y el seor de la Roche, con el nombre de Compaa Aviadora de Minas deReal del Monte. Despus de haber introducido los mtodos de extraccinms modernos se empezaron a ver los resultados, puesto que dieciochomeses despus de la compra en esa mina fue encontrado uno de los ya-cimientos ms ricos de la zona. Tambin fue propietario de otras minasubicadas en Oaxaca, Zacatecas y Jalisco.

    Manuel se asoci con su hermano Antonio, quien era tambin undestacado hombre de negocios, y juntos obtuvieron la concesin parala construccin del ferrocarril que debera conectar a la ciudad de Mxi-co con el puerto de Veracruz. Su realizacin fue determinante para laeconoma nacional. Anteriormente, hacia 1837, ya haba sido otorgadauna primera concesin, que segn se tena proyectado, debera conti-nuar hasta el Ocano Pacfico. Sin embargo, la obra no lleg a realizarsehasta veinte aos despus, cuando le fue concedido a los dos hermanosEscandn el derecho de tender esa lnea.

    Debido a los difciles acontecimientos polticos y sociales que sacudie-ron al pas a mediados del sigloxix, la obra que se requera para los ferro-carriles no pudo iniciarse de inmediato. No fue sino hasta 1864 cuando la

    Dada la espectacularidad de la vista y

    de la prodigiosa ingeniera del puentede Metlac, el ferrocarril acostumbrabadetenerse para que descendieran lospasajeros a admirar el paisaje

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    37/210

    36

    Compaa Limitada del Ferrocarril Mexicano inici la primera parte delproyecto, lo que no pudo ver Manuel Escandn ya que muri en 1862.Este proyecto marc un hito en la historia del ferrocarril.

    El ferrocarril Mxico-Veracruz tuvo un costo de cuarenta millones de

    dlares e incluy la edificacin de importantes obras de ingeniera comolos puentes de Metlac, La Soledad, Chiquihuite, Roseco, Atoyac, San Juande Dios, San Alejo, Ojo de Agua, Sumidero y viaducto de Wimer, as comoextensos tneles que atravesaban la sierra. Finalmente, la lnea fue inaugu-rada por el presidente Sebastin Lerdo de Tejada en enero de 1873.

    Manuel y Antonio establecieron asimismo diversas relaciones comer-ciales como la sociedad que formaron con Isidoro de la Torre, que habasido apoderado legal de Manuel para comprar la Hacienda de Buena-

    vista. Esta propiedad finalmente fue dividida y los hermanos Escandndedicaron su parte para edificar la Estacin de Buenavista, que serala terminal del ferrocarril Mxico-Veracruz. De la Torre, en cambio,dividi su parte en pequeos predios para que pudieran ser compradospor obreros y de ah surgi Santa Mara la Ribera, fraccionamiento quetambin fue inaugurado por Lerdo de Tejada.

    Al mismo tiempo que Manuel Escandn se relacionaba con los msaltos crculos polticos, diplomticos y empresariales continu diversifi-cando an ms sus inversiones. Las manej con gran xito y, como resul-tado, consolid una considerable fortuna, posiblemente una de las mscuantiosas del sigloxix. Como era costumbre entre las personas acaudala-das de entonces, Manuel Escandn era propietario de diversos predios,tanto en la capital como en el interior del pas. Entre otras propiedades,

    Caada de Metlac, Jos Mara Velasco(Museo Nacional de Arte)

    El ferrocarril en la caada de Metlac, 1886,Adolfo Tenorio (Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    38/210

    37

    su residencia principal se ubicaba en el centro de la ciudad de Mxico,en la Plaza Guardiola, a un lado de la Casa de los Azulejos, en la antigua1 Calle de San Francisco.

    La mansin fue conocida como el Palacio de Guardiola, donde Ma-nuel residi hasta su muerte. Posteriormente el inmueble pas a manosde su hermano Vicente, arquitecto de profesin, formado en Europa

    y con estudios especializados en Roma y Florencia. ste edific en esemismo espacio una nueva residencia que sera habitada por l mismohacia 1875, y que fue emblemtica de la forma de vida que llevaban al-

    gunas opulentas familias mexicanas de la poca.Aunque para la familia Escandn continu siendo la Casa de Guardio-la, el inmueble lleg a ser conocido popularmente como la Casa de losPerros, ya que en la azotea fueron colocados, como remate, las esculturasde dos leones y dos perros y, sin que se explique exactamente la razn deesta preferencia, pronto los caninos predominaron sobre los felinos.

    A mediados del siglo xixManuel Escandn encarg la construccin deuna casa de campo en un predio de cincuenta y cinco mil metros en Ta-cubaya. Al poco tiempo de haber sido edificada ya era posible trasladarsea esa zona en ferrocarril, segn refiere Antonio Fernndez del Castilloel 1 de enero de 1858, con gran expectacin y jbilo de los tacubayen-

    ses, lleg el primer ferrocarril de traccin animal a la Ermita.2Se consideraba un gran honor ser invitado por su anfitrin a esa her-mosa quinta de descanso de Tacubaya, oasis de tranquilidad en el que ellujo y confort eran un regalo para los visitantes.La casa de la familia Escandn, hermossimo palacio rodeado de jardn

    y ste protegido por una tapia, suplida al frente por una verja fija sobreuna base de mampostera3, se distingua por la suntuosidad y eleganciade sus lneas, lo que motiv que plumas tan destacadas como la de Ma-nuel Payno se ocuparan en describirla:

    La entrada es por una elegante portada con su puerta y su enverjado dehierro. A la izquierda est una casa rstica y pintada de encarnado, comolas que se encuentran en las campias de Inglaterra. Una calzada de choposy de fresnos ya muy crecidos, y que presentan un aspecto entre sombro ymajestuoso, conduce hasta un extenso terrado circular, donde est cons-truida la casa.

    Un peristilo corintio, con su enlosado de mrmol de Gnova, sostieneel segundo cuerpo de la casa. Las entradas, por los lados izquierdo y de-recho, la forman dos prticos tambin corintios. En la espalda, y unidassolamente por un pasadizo, se encuentran las habitaciones para los criados,las caballerizas y las cocheras.

    La plazuela de la Guardiola, Casimiro Castro(Museo Nacional de Arte)

    Plazuela de Guardiola (Fototeca del inaH)

    Calzada de acceso de la calle de Cartagena ala casa Escandn (Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    39/210

    38

    casa escandn buch

    En el interior, el patio est cerrado con una cpula de cristal, y unas co-lumnatas de cantera, estucadas primorosamente, sostienen cuatro alas deportalera y corredores. El saln, comedores, billar, antesala y cocina estnal estilo ingls, en el piso bajo. Las recmaras, baos y tocadores, todo consu debida separacin e independencia, estn en el piso alto. El patio sirvede una especie de elegante foyer, alumbrado en las noches por un candela-bro de bronce dorado, que sostienen tres figuras del tamao natural.4

    Contina Payno relatando que el seor Escandn haba adquirido

    la galera perteneciente al seor conde de la Cortina, que es la ms abun-dante y completa de las colecciones que existen en la Repblica. Tiene enverdad algunas pinturas annimas de poco mrito; pero en compensacinposee algunas originales de Pablo de Cspedes, Alonso Cano, Cabrera, Te-nard, Gerardo Dow y otros, y muy buenas copias de Rafael, Tiziano y Co-rregio. Es una prdida para el arte que no estn colocados esos cuadros porsu orden histrico en una galera especial.5

    En el jardn, con abundante vegetacin primorosamente cuidada, habasenderos resguardados por rboles chopos en su mayora, bancas,quioscos, un invernadero con orqudeas y gran variedad de flores, ascomo espacios para jugar a los bolos, al tiro al blanco, a los carritos y ha-ba hasta un tren de caballos. Una gran pajarera albergaba aves exticasque el visitante contemplaba con deleite; cisnes, patos y nsares nadabanen un estanque cercano.

    De dos pisos, las lneas de la casa eran sobrias y elegantes. Destacabaun prtico circular en el que alternaban los enverjados de hierro con lascolumnas de cantera. Decorados en su mayora al estilo ingls, en el pri-mer piso se hallaban los distintos comedores y diversas salas, incluyendo

    Casa EscandnPaisaje con casa, Jos Jimnez

    (Coleccin Banco Nacional de Mxico)

    Vestbulo de la Casa Escandn, escenariode mltiples fiestas y recepciones. Elmonumental candelabro se encuentraactualmente en el Museo Ex Hacienda deSanta Mnica (Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    40/210

    39

    una de billar, as como varios salones con espejos, vitrales emplomados ymobiliario importado casi en su mayora de Europa. Pinturas esplndi-das pertenecientes especialmente a las escuelas italiana, francesa y espa-ola decoraban los muros. En esos espacios, amueblados y encortinadoscon gran lujo, don Manuel reciba a sus invitados.

    La cocina y las dems reas de servicio se encontraban al fondo de lacasa y, ms atrs, a travs de un patio interior, poda llegarse a las caba-llerizas, bodegas y otras dependencias. En cambio, en el piso superior,

    se encontraban las alcobas y algunas salas pequeas, vestidores, baos yotras habitaciones dedicadas al arreglo personal.

    Al recibir alguna invitacin de la familia Escandn la sociedad mexi-cana de la ltima mitad del sigloxixcomenzaba a sentirse inquieta. Ha-ba que reservar la fecha, preparar el atuendo apropiado, elegir la tela,los modelos, el abanico, las zapatillas, en fin, todo el ajuar que las damasluciran en la cena o en la tamalada que ofreceran los Escandn. Y porsupuesto, no faltaba la descripcin de esos grandes acontecimientos enla prensa de la poca, leda en su tiempo con avidez. Muchas lneas ocu-paron las crnicas sociales aparecidas en peridicos como El Mundo Ilus-trado, El Universal, El Tiempo, El Imparcial, por mencionar slo algunos de losms importantes de entonces.

    Manuel Escandn falleci en 1862 sin dejar descendencia y su granfortuna fue dividida segn sus instrucciones expresas. Poco antes habaredactado su testamento en el que haba nombrado albaceas a su her-mano Antonio Escandn y a su sobrino Alejandro Arango y Escandn,hijo de su hermana Guadalupe. ste ltimo habra de destacar comofundador de la Academia de la Lengua. Manuel les hered las dos terce-ras partes de sus bienes, mientras que la otra tercera parte sera divididaentre el resto de los hermanos.

    Perspectiva desde el jardn de laCasa Escandn y el invernadero(Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    41/210

    40

    casa escandn buch

    Segn consta en el Informe del Lic. D. Indalecio Snchez Gavito anteel Seor Juez 5 de lo Civil, Lic. D. Alonso Rodrguez Miramn, donManuel Escandn otorg su testamento en esta ciudad, ante el Escribanodon Ramn de la Cueva, el 1 de junio de 1862 y el da 7 del propio mes yao dej de existir, a los 54 aos de edad, despus de una vida de lo mslaboriosa que imaginarse pueda. El documento pone de manifiesto elinters de don Manuel por su pas, puesto que

    varias veces atraves el ocano, en una poca en que eran estos viajes tan difci-les y arriesgados y en todos ellos se afanaba por averiguar y estudiar qu nuevasindustrias y qu mejoras podra implantar en su patria que tanto amaba. Sus

    trabajos y desvelos trajeron no pocas mejoras a su pas y acrecentaron tambinsu fortuna. Asimismo, don Manuel Escandn declaraba que, entre otros mu-chos asuntos resueltos, haba liquidado la testamentara de su padre don Pablo;e hizo adems una serie de recomendaciones a su familia ya que, segn sus pro-pias palabras: Mi mayor empeo durante mi vida ha sido mantener unida a mifamilia y conservar en ella sentimientos de amor y verdadera cordialidad, ha-ciendo gustar a mis hermanos y sobrinos los placeres de la vida domstica y pre-sentndoles un ejemplo prctico de las ventajas que produce la unin fraternal.En este papel, en que encontrarn todos un nuevo testimonio de mi afecto, lesrecomiendo encarecidamente que despus de mi fallecimiento sigan viviendocomo hemos vivido hasta aqu, formando todos una sola familia, ayudndoserecprocamente, y prestndose cuantos servicios mutuos les sean posibles.6

    Don Antonio Escandn cumpli cabalmente las disposiciones de su hermanoManuel y continu la exitosa trayectoria emprendida por ambos aos atrs.

    Antonio, con la aguda visin empresarial que haba demostrado desde joven,ocup un sitio preponderante en las empresas heredadas a la muerte de Ma-nuel y en otras que inici l mismo. Continu siendo uno de los hombresde negocios ms importantes del pas. Sus principales intereses siguieronsiendo las comunicaciones, en especial los ferrocarriles, as como la minera,la comercializacin de productos agrcolas y las inversiones inmobiliarias.

    Vista del lago con la Casa Escandn al fondo(Coleccin particular)

    Comedor familiar (Coleccin particular)

    Frondosos rboles enmarcan el puente sobre

    el lago de la Casa Escandn(Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    42/210

    41

    casa escandn buch

    Uno de sus principales intereses fue embellecer y realizar mejoras envarios sitios de la ciudad de Mxico. Don, aportando recursos propios,un monumento a Cristbal Coln, que fue ubicado en una glorieta delPaseo de la Reforma. Dicho monumento, obra del escultor Jos CarlosCordier, tiene una placa que indica:

    Christophoro Columbo, Hoc Eeternae AdmirationisTestimonium Erigi Urbis Mexicanae Offereri Voluit.

    Antonius Escandon.Anno MDCCCLXXV.

    Alejandro Escandn Arango, sobrino de Antonio, sugiri que el almi-rante homenajeado fuera acompaado por esculturas de cuatro evange-lizadores: Fray Juan Prez de Marchena, Fray Diego de Deza, Fray Tori-bio de Benavente y Fray Bartolom de las Casas, idea que se materializen el monumento que an puede ser admirado hoy en da.

    Entre otras propiedades que se especificaron en el testamento de donManuel, la casa Escandn de Tacubaya fue heredada a Antonio, quiencontinu dando vida a la mansin. De esa manera, las recepciones or-ganizadas por la familia Escandn siguieron ocupando durante muchotiempo las pginas de sociales de los peridicos y revistas de entonces. Porejemplo, Clementina Daz de Ovando, en su libro Invitacin al baile, hacereferencia a la crnica Una tarde en el campo, publicada por VicenteGarca Torres, alias Tancredo, en El Monitor Republicano, donde relata una fiestacelebrada por la familia Escandn en su casa de descanso en Tacubaya. Laautora resea la tamalada y el baile celebrados el 25 de enero de 1873, unode los acontecimientos ms brillantes de la temporada:

    Entre la plida luz artificial y la dbil luz crepuscular, termin la fiesta cam-

    pestre, y los convidados se dirigieron a los salones de baile. Entonces comenz

    la verdadera fiesta. Los tamales slo haban sido un pretexto. Un baile en toda

    regla era el verdadero motivo de aquella reunin. Las damas se despojaban de

    Estatua de Cristbal Coln sobrePaseo de la Reforma

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    43/210

    42

    casa escandn buch

    sus sombreros y abrigos; los caballeros hicieron otro tanto y el baile empez,animado, alegre y bullicioso... Los salones, aunque bastante amplios, rebo-saban torrentes de luz y ostentaban bellas y aromosas flores, los horizontesde luz y de poesa, y las olas brillantes de pursimo y embalsamado ambiente,formaban una atmsfera de amistad, de amor y alegra, arrebatando el nimoy elevndolo a las fantsticas regiones representadas por las Mil y Una Nochescon todo el colorido de la poesa oriental.7

    Esa tamalada, como seguramente tantas otras reuniones, fue presidida por

    el retrato de don Manuel que se encontraba en uno de los salones, a cuyamemoria tributaban un culto carioso y merecido sus dignos herma-nos, segn Orfeo, que era el seudnimo del periodista Lorenzo Elzaga.

    Antonio Escandn Garmendia muri en 1877 y su esposa Catali-na Barron y Aorga tres aos despus. Cabe mencionar que de los seishijos de este matrimonio los tres varones, Pablo, Manuel y Eustaquio,fueron medallistas olmpicos. Ellos obtuvieron la primera presea deplata para nuestro pas, el 20 de junio de 1900, al competir en polo enla II Olimpiada celebrada en Pars.

    Guadalupe, la mayor de las hijas, recibi como parte de su herencia unaquinta de la cual se hablar posteriormente en este libro. La Casa Escandn

    de Tacubaya pas a manos de la menor de las hijas, Mara, quien contra-jo matrimonio con Manuel Buch Echeverra en mayo 1896. La otra hija,Carlota Maximiliana, se cas en Pars con Felipe Juan Falc y Osorio

    Antonio Escandn con su esposa,Catalina Barron, y sus hijos Pablo,Eustaquio, Manuel, Guadalupe,Carlota Maximiliana y Mara(Coleccin particular)

    Participacin de casa de ManuelBuch y Mara Escandn de Buchal retornar de su luna de miel(Coleccin particular)

    Vista de la casa con la afrancesada mansardaaadida por el matrimonio Buch Escandn(Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    44/210

    43

    casa escandn buch

    (VIII Duque de Montellano, IX Marqus de Castelmoncayo, Grande deEspaa y Maestrante de Valencia) el 19 de noviembre de 1891 y residi per-manentemente en Europa. Asisti a dicha boda la ex reina de Espaa, Isa-bel II, madre del rey Alfonso XII, acompaada de la infanta Doa Eulalia.

    Tras su boda, despus de permanecer un tiempo en el extranjero,el matrimonio Buch se instal en la Glorieta de Coln, a un lado de la

    Alberca Pane, en una casita de simptica apariencia y no muy grande,pero no slo alhajada, sino con mucho gusto 8, como la describi Mab.

    Al recibir la propiedad que haba pertenecido a sus padres, Mara,

    junto con su marido Manuel, remodelaron la casa que a partir de enton-ces sera conocida como Casa Buch. Entre otras acciones, supervisaronla construccin de una mansarda en el techo y la renovacin de pintura, laremodelacin de frisos, molduras y otros delicados detalles que impri-mieron a la casa cierto toque francs muy distinguido, acorde con la modade aquel tiempo. Manuel, que posea una amplia cultura y era un buenconocedor y comprador de objetos de arte, adquiri en sus viajes gran can-tidad de pinturas, esculturas, mobiliario y todo tipo de objetos valiosos. Laatencin y el buen gusto que ambos dedicaron a su quinta tacubayense lahara lucir como una de las ms elegantes y distinguidas de la poca.

    Comidas con amigos y familiares, bailes, picnics, tardes de t, tamaladas

    y todo tipo de recepciones fastuosas fueron organizadas por doa Maray servidas con exquisitez por los numerosos empleados de la casa. Muchosaos despus fue recordada y comentada una elegante recepcin, por men-cionar slo una, que doa Mara y don Manuel ofrecieron el 7 de octubrede 1907 en honor del Secretario de Relaciones Exteriores de Estados Uni-dos, Mr. Elihu Root, y a la que concurrieron don Porfirio Daz y su esposa,

    varios ministros, embajadores y representantes del cuerpo diplomtico.En el Mundo Ilustrado, publicado el 13 de octubre de 1907, aparecen en

    El baile del lunes:

    dos fotografas de la suntuosa residencia que ocupaba la familia Buch en Ta-cubaya, bien conocida con el nombre de Quinta Escandn: La entrada a laresidencia de los seores Buch en Tacubaya y El saln comedor (...)

    El magnfico edificio a que nos referimos, y en el cual se guardan nume-rosas obras de arte, tanto en pintura como en escultura, abri sus puertasel lunes ltimo para recibir en sus lujossimos salones a la crme metro-politana, con motivo del baile que sus propietarios organizaron en honorde Mr. Root y su familia. Este baile por el derroche de elegancia que se hizoen el decorado, por las soberbias toilettes de los concurrentes y sobre todo,por la extremada galantera con que sus organizadores atendieron a la selectaconcurrencia, ha sido una de las ms brillantes notas de los ltimos meses.

    Mr. Elihu Root(Hemeroteca Nacional de Mxico)

    Invitacin a la recepcin ofrecida porManuel y Mara Buch

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    45/210

    casa escandn buch

    Antes de retirarse los invitados pasaron al riqusimo comedor de laquinta donde se sirvi una exquisita cena.9

    Con el cuidado atento de Mara Escandn de Buch, poco a poco la CasaBuch fue adquiriendo un nuevo aspecto que subrayaba la suntuosidad yelegancia que otrora haban tenido las numerosas alcobas, comedores, sa-las, salones de juego y otras dependencias como el saln de t, cuyo usodiario era obligado. Tanto la decoracin como el mobiliario en s eranobjeto de admiracin de los invitados y tema de prolijas descripciones.

    El 9 de octubre de 1907, El Imparcial, en un artculo titulado Socialesy Personales. Ecos de una fiesta, menciona que algunos muebles tenan

    adornos metlicos, otros con tallados primorosos y otros con incrustacio-nes de marfil, de bano y de ncar, formando guardas y cenefas. Un apa-rador bajo que se halla en el saln principal es notabilsimo. Todos sus ca-jones llevan cenefas de incrustaciones de marfil de la ms artstica factura10

    Los stanos estaban llenos de bales que contenan vajillas, ropa, bi-belots, piezas de arte, juguetes y un sinfn de variados objetos que notenan ya cabida en los diferentes espacios de la casa. Eran guardados ahbajo el estricto y cuidadoso resguardo de Lola, el ama de llaves, a quiense le recuerda con un llavero con numerosas llaves al cinto. Lola, comobuena guardiana del recinto, alejaba del lugar a los nios de la casa quecon natural curiosidad infantil se acercaban a ese sitio e impeda, condeterminacin, que jugaran ah o rompieran algn objeto.

    Mara Buch hizo construir en los extensos jardines un dispensarioy con su hermana Guadalupe trabaj afanosamente en l hasta que en1907 fue inaugurado el Hospital Escandn, bendecido en 1910 pormonseor Ridolfi, delegado apostlico en Mxico.

    Derivada de esta obra se inaugur en 1968 la Escuela de EnfermeraEscandn, muy reconocida pedaggicamente por el buen nivel de pre-paracin acadmica que alcanzan sus educandas. Para orgullo de la familia

    Vajilla de la Casa Escandn, fabricadaespecialmente para la familia por laprestigiada casa Thomas Goode & Co,,establecida en 1827 y que actualmente sigueoperando en el elegante barrio londinensede Mayfair (J. A. Reynoso)

    Mueble con incrustaciones de marfil(Coleccin particular) (abajo)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    46/210

    45

    siguen funcionando, hasta la fecha, ambas instituciones que plasmaron lasideas de doa Mara, inteligente mujer que siempre se distingui por sermuy piadosa, dedicada y generosa con las personas humildes. Otras de lasorganizaciones que fund fue el Colegio La Medalla Milagrosa, de Artes yOficios, que contaba con numerosos talleres como cestera, imprenta, re-paracin de zapatos, reparacin de medias, lavandera, planchado, cocina yotros muchos donde se preparaba y se daba instruccin suficiente a las j-

    venes que asistan para que pudieran tener un medio adecuado de sustento.Cinco fueron los hijos del matrimonio Buch Escandn: Manuel, Jos,

    Antonio, Javier y Carmen, que de pequeos vivieron y disfrutaron de lacasa de Tacubaya.

    Despus de haber habitado durante muchos aos esta mansin, elmatrimonio Buch se fue a vivir a Europa. Mara Escandn de Buch mu-ri en Inglaterra en 1925 y don Manuel Buch, ya viudo, regres a Mxico

    y trat de recuperar algunas de sus propiedades perdidas a raz de la re-volucin. Entre ellas, la Hacienda de Santa Ins, en Cuautla, donde aosatrs haba instalado un sistema novedoso y moderno de riego y siembra,proyecto muy avanzado para la poca. Sin embargo, la gestin no tuvoxito y tanto la hacienda como las nuevas inversiones se perdieron. DonManuel muri en enero de 1937 en la quinta de Tacubaya y la Casa Buchfue vendida por sus hijos a don Antonio Haghenbeck y de la Lama.

    1 Manuel Payno. Los bandidos de Ro Fro, p. 408.2 Antonio Fernndez del Castillo. Op. cit., p . 433.3 Ibdem, p. 436.4 Manuel Payno. Panorama de Mxico en Obras completas, T. V, pp. 154-155.5 Ibdem, p. 156.6 Informe de Lic. Indalecio Snchez Gavito. Imprenta de Ignacio Escalante, Mxico, pp. 16-17.7 Clementina Daz de Ovando. Invitacin al baile, T. I, p. 231.8 Mab. Carta de la Semana en El Nacional, sbado 12 de febrero de 1898, p. 2. (HndM)9 Clementina Daz de Ovando, Op. cit., pp. 998-999.10Ibdem, p. 996.

    Hospital Escandn (Fototeca del inaH)

    Colegio La Medalla Milagrosa de Artesy Oficios y uno de sus talleres(Coleccin particular)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    47/210

    Casa Barron (Fototeca del inaH)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    48/210

    47

    Casa Barron

    Una de las ms hermosas y, en su tiempo, afamadas man-siones de Tacubaya estuvo ubicada en uno de los prediospertenecientes al conde de la Cortina.

    La residencia tuvo varios propietarios, entre ellos, la fa-milia Barron, el seor Luis Hller, el empresario Ignacio de la Torre yel seor Vicente Lira. Se encontraba a un costado de la llamada Casa dela Bola, ubicada sobre la antigua calle de Torres Torija (actual avenidaParque Lira), nombrada al final Casa Lira, precisamente en recuerdo yagradecimiento a su ltimo propietario.

    El III Conde de la Cortina, Jos Justo Gmez de la Cortina, posea

    grandes predios en Tacubaya donde fueron edificadas varias mansio-nes. Naci en Mxico en 1799 y fue un importante diplomtico que sededic a las ciencias y a las artes. Miembro de la Academia de Historiaa partir de 1829, radic algunos aos en Madrid, donde llegaron a serfamosas sus tertulias literarias. A su regreso a Mxico tuvo algunos car-gos importantes en el gobierno. Hombre muy brillante, colabor con

    varias agrupaciones polticas y culturales con el seudnimo de RodrigoCifuentes. Fundador de la Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica

    y miembro de la Academia de la Lengua, le fue otorgada la Orden Mexi-cana de Guadalupe. Al retirarse pas sus ltimos das instalado en sumagnfica casa de Tacubaya, donde logr reunir una importante pina-coteca que posteriormente sera adquirida por don Manuel Escandn.El conde de la Cortina falleci en 1860.

    La Casa Barron de Tacubaya, construida por el arquitecto italianoJavier Cavallari, se distingua por un amplio y hermossimo jardn conuna gran variedad de plantas, estanques con cascadas artificiales, unaglorieta con parterres hermosamente cuidados, caballerizas, una casa demuecas, cuevas y muchos otros atractivos. En el interior se podan ad-mirar la biblioteca, grandes salones, comedores y amplias alcobas; es-pacios que estaban decorados con magnficos muebles, cortinajes, pin-turas, esculturas, tibores, relojes, vajillas y diversos objetos. La morada

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    49/210

    48

    casa barron

    fue ornamentada de tal forma que rivalizaba con otras edificaciones,como aquella construida por el arquitecto Lorenzo de la Hidalga para lapropia familia Barron a mediados del siglo xixen la antigua calle de SanFrancisco. Sin embargo, el patio de la residencia del centro de la ciudadno tena ningn tipo de plantas, por lo que era preciso decorarlo conguirnaldas de flores, alfombrarlo con csped e imitar grutas en mediode una vegetacin exuberante cuando reciban a sus invitados. En con-traste, la familia Barron poda ofrecer todo tipo de convites campestresen los amplios jardines de su mansin tacubayense.

    Don Jos Eustaquio Barron y Cantilln, empresario exitoso y muyconocido entre la sociedad mexicana del siglo xix, haba invertido unaparte de su capital en bienes races y, como era costumbre entre hom-bres de negocios acaudalados, tena numerosas propiedades tanto en lacapital como en el interior de la repblica.

    Detalle de la entrada principal de la casaBarron junto a la prgola del parque(Fototeca del inaH)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    50/210

    49

    casa barron

    Eustace Barrow y Power, nacido en Irlanda en el condado de Water-ford en 1752, se cas con Catalina Manuela Cantilln y Rin, espaola deorigen. Hombre inquieto, decidi viajar a Amrica y establecerse en Aca-pulco, donde se dedic a la comercializacin de tabaco y plvora. En 1790naci su hijo, Jos Eustaquio Barron Cantilln, que estudi en las mejo-res escuelas inglesas, luch en Per contra los insurgentes y, al embarcarsecon destino a California y hacer una escala en el puerto mexicano de SanBlas en Nayarit, se encontr a un antiguo compaero de colegio, WilliamForbes. ste se haba convertido en comerciante y radicaba en Guaymas,

    Sonora, e invit a Jos Eustaquio a que ambos formaran una agencia decomisiones. Barron se estableci en Nayarit donde entabl diversas re-laciones de negocios y se introdujo en los ms importantes crculos co-merciales de San Blas. Con el tiempo, tanto el nombre como el apellidode este industrial terminaron por castellanizarse; as, Eustace Barrow, elnombre de su padre, se transform en Eustaquio Barron.

    Contrajo matrimonio con Cndida de Aorga y Ferreira. Una de sushijas, Catalina Barron y de Aorga, llegara a convertirse en la esposa de

    Antonio Escandn Garmendia, socio y a su vez vecino de Barron en laspropiedades de Tacubaya. En 1823 este empresario se asoci con WilliamForbes para fundar la Casa Barron, Forbes & Compaa en San Blas; hizo

    transacciones comerciales con algunos pases asiticos, como Filipinas, dedonde importaba perlas y collares para venderlos en Europa. Asimismo, ycomo consecuencia de la fiebre del oro, sus negocios se extendieron a lolargo de la costas californiana y mexicana hasta Ecuador.

    Aos despus obtuvo la representacin como Cnsul de la Gran Bre-taa en Tepic y en San Blas. En 1838 estableci la fbrica de hilados ytejidos Jauja. Form alianzas con otros acaudalados empresarios, comolos hermanos Manuel y Antonio Escandn e Isidoro de la Torre, a quiencompr una mina abandonada en Zacatecas.

    Don Eustaquio Barron muri en 1859 y cuatro aos despus, la em-presa Barron Forbes y Compaa fue comprada casi totalmente por unacomercializadora denominada Casa Aguirre. Sus hijos, especialmenteGuillermo, siguieron la trayectoria ascendente de su padre al quedarse alfrente de la empresa familiar. Continuaron dando brillo al blasn dela Casa Barron, que muestra un sombrero de gules y armios y, sobre l,un jabal pasante tambin de gules armado de azur (azul). Su lema era:

    Audentes fortuna juvat(la fortuna favorece a los audaces), frase tomada de unhemistiquio de la Eneida de Virgilio, que se encuentra reproducido en lasrejas que dan acceso al Parque Lira.

    En la segunda mitad del siglo xix la descripcin de las mansionesde acaudalados personajes de la poca y las fiestas y reuniones que se

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    51/210

    50

    casa barron

    llevaban a cabo en ellas constituyeron el tema principal de muchos rela-tos y crnicas sociales de entonces. Como ejemplo, Francisco de Paulade Arrangoiz relata la recepcin en el centro de la ciudad de Mxicopara los emperadores Maximiliano y Carlota a su llegada a nuestro pas:

    No se puede negar que ha sido esplndida y magnfica la recepcin deSS. MM. en esta capital; pero hay algunas circunstancias que no deben pasardesapercibidas: tales son la espontaneidad de las manifestaciones, el empeode que todos han hecho cuanto han podido para adornar e iluminar sus casas,

    y el entusiasmo, amor y gratitud que han manifestado. Se puede asegurar, sintemor de ser desmentidos, que Mxico ha hecho cuanto poda hacer, todo loque sus elementos le han permitido. Acostumbrados a vivir en popularsimasciudades, de milln o dos millones de habitantes, como son Pars y Londres,con vecinos opulentsimos, y con todo el buen gusto que da una civilizacinsumamente adelantada, lo que Mxico ha hecho puede tal vez parecerles pobrey desairado; pero tal como se ha hecho, es cuanto Mxico ha podido hacer,atendidas sus limitadas facultades. En otras partes habr ms riqueza, elegan-cia y buen gusto; pero no ms voluntad, amor y entusiasmo. Casas ha habidoperfectamente puestas, como la del Sr. Barron y la del Sr. Escandn; pero hahabido tambin innumerables que sin estar tan lujosas, han estado elegantes

    y hermosas. Las casas de los Sres. Lizardi, don Gregorio Mier, Marqus deVivanco, Condesa viuda del Valle, don Ignacio Cortina, seora de Morn (...)todos los hoteles, fondas, cafs y dems edificios de este gnero, competanpor el lujo y buen gusto de sus adornos; sin que se entienda que hay exagera-cin, no haba casa en que las cortinas e iluminacin no tuvieran algn ador-no extraordinario. Esto prueba que el obsequio ha sido voluntario y general.(...) En fin, Mxico ha recibido a nuestros Soberanos lo mejor que ha podido,dicindoles con sus hechos lo que se lea en la casa del seor Barron:God save theEmperor. Welcome. Dios salve al Emperador: Seais bienvenidos.1

    Hacia 1888 Eustaquio y Francisco, sobrinos de don Guillermo, ven-dieron la casa al norteamericano Luis Hller. Este nuevo propietariotambin ofreca recepciones vistosamente elegantes. Las crnicas de El

    Nacional relataron que el 21 de agosto de 1891 tuvo lugar una esplndidasoire en la casa del Sr. Hller, elegantsima residencia en donde se ha-ba festejado a la seorita Adela, hija del licenciado Justino Fernndez.La crnica menciona que parte de los invitados llegaron a la finca deTacubaya en dos trenes que haban partido de la ciudad de Mxico a lascuatro de la tarde y cmo disfrutaron de la decoracin y el mobiliario,propios de un verdadero palacio, adems de degustar un suculento bufetservido, como era costumbre, primero a las seoras y los caballeros y

    Escudo de la familia Barron en la reja deacceso a la propiedad (J. A. Reynoso)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    52/210

    51

    en seguida a las seoritas y a los jvenes. Despus de haber bailado conlos acordes de una orquesta tpica, los invitados pasearon por los jardi-nes decorados con farolillos de colores.

    Tan slo tres aos despus de haber tomado posesin de la casa, el24 de noviembre de 1891, muri don Luis Hller en Estados Unidos,acontecimiento del cual hace referencia aos despus un afamado cro-nista de la poca, Mab. En su Carta de la Semana en la pgina 2 de El

    Nacional del 8 de enero de 1898 describa la casona:

    (...) fue construida con poqusima diferencia tal cual hoy existe, por el Sr.Don Eustaquio Barron, padre del Sr. Don Guillermo y dems apreciableshermanos que hoy forman parte principal de la buena sociedad mexicana,como hace cincuenta aos.

    Contina explicando que la residencia

    (...) sali de la familia Barron, en la forma siguiente. Cuando el seor DonGuillermo, har unos doce aos, separ a sus sobrinos Don Eustaquio yDon Francisco, de la razn social Barron, Forbes y Compaa, se las pas astos con todo y muebles en $70,000, y ellos, por la misma cantidad, se lavendieron al famoso Hller.2

    Poco despus del fallecimiento del seor Luis Hller, don Ignacio de laTorre y Mier adquiri la Casa Barron por $ 85,000 en una almoneda

    Entre un sombreado jardn se aprecia la casaBarron (Fototeca del inaH)

    Vista de la casa desde el camino de acceso,resguardado, a la usanza de la poca, por dosleones (Hemeroteca Nacional de Mxico)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    53/210

    52

    casa barron

    judicial. Hombre acaudalado y singular empresario, muy conocido en-tre otras causas por haber sido yerno de don Porfirio Daz, Ignacio de laTorre y Mier fue hijo de Luisa Mier Celis y de Isidoro de la Torre Carsi,hombre de negocios nacido en Cdiz, que haba estado asociado condon Manuel Escandn en algunas empresas y fue propietario de variasfincas, as como fundador de la Casa Jecker-Torre y Compaa.

    Ignacio de la Torre y Mier naci en 1866. Fue el menor de siete her-manos y tuvo una esmerada educacin en afamados colegios mexicanos

    y norteamericanos. A la muerte de su padre en 1881 recibi en herencia

    varias propiedades, entre otras, una de las ms ricas haciendas azuca-reras de la poca, la de Santiago Tenextepango, en Cuautla, Morelos.Se dedic tambin a la exportacin de diversos productos y continu eltrabajo iniciado por su padre en varios rubros. Escal las ms altas esfe-ras de la poltica y pronto entabl amistad con el general Porfirio Daz,relacin que favoreci an ms sus negocios.

    Se cas en 1888 con Amada Daz, la hija mayor del presidente, alian-za que intensific su vida social y poltica. Fue diputado del Congreso dela Unin y candidato a gobernador del Estado de Mxico y tuvo cargosdirectivos en el Banco de Londres y Mxico y otras instituciones.

    Cuando pas a manos de Ignacio de la Torre, la otrora Casa Barron

    segua siendo un verdadero palacio cuyo prtico continuaba hacia unancho pasaje limitado por cercas de alambre, cubiertas casi por comple-to por plantas trepadoras y decorado con pedestales artsticos con lm-paras elctricas. As, la amplia quinta capaz de acoger con comodidad ams de 500 invitados fue nuevamente tema de conversacin en la socie-dad de fines del siglo xix. Mab, en su Carta de la Semana, afirmabaque no poda ser de mal agero entrar al Ao Nuevo por los esplndi-dos salones del palacio del Sr. Don Ignacio de la Torre, en Tacubaya.

    Este esplndido anfitrin haca recordar los tiempos en que las hebi-llas en el calzado de los principales servidores de la casa rica eran de oromacizo. Continuaba explicando Mab:

    Poco, muy poco ha cambiado la suntuosa mansin al pasar de unas manosa otras. Los familiarizados con ella, al pasar sus umbrales en las noche delsbado ltimo, reconocan en los hermosos jarrones de China, en los ar-tsticos bronces y el rico y slido moblaje de formas y estilos de otros tiem-pos antiguos amigos de juventud. Y cuando abri el baile con la cuadrillade honor, el golpe de vista de los salones en esos momentos era soberbio.Las casacas rojas, entre los policromos atavos de las seoras producan unefecto verdaderamente pintoresco. Pocas veces se ha visto en Mxico un lujomayor que en ese baile.3

    Lago de la casa de Ignacio de la Torre,antigua casa Barron(Hemeroteca Nacional de Mxico)

    Portada de El Mundo Ilustrado, en la queIgnacio de la Torre recibe a sus invitados(Hemeroteca Nacional de Mxico)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    54/210

    53

    casa barron

    Comidas campestres, tamaladas, bailes, kermessesy todo tipo de recepcio-nes se escenificaron en esa mansin. Como ejemplo, mencionaremos unacomida que a finales del siglo xixIgnacio y Amada Daz dieron en honorde Catalina Cuevas, la esposa de Pablo Escandn. Asistieron destacadosinvitados como la pareja formada por los recin casados Porfirio Daz Or-tega y Luisa Raigosa, llegados apenas de su luna de miel y que se habanestablecido en una casa ubicada en el nmero 7 de la calle de Humboldt.

    Carlos Tello Daz, en su libro El exilio: un relato de familia, describe lacomida donde los palafreneros cuidaban los carruajes mientras los invi-

    tados suban a la residencia por unas majestuosas escaleras que los con-duciran al interior, bajo el escudo de la familia:

    (...) en el vestbulo, los anfitriones daban a sus invitados la bienvenida. Na-cho fumaba sus pitillos de tabaco turco. Amada, mientras tanto, agradecalas felicitaciones que le daban por su casa. Todos llegaban ataviados con susprendas ms vistosas. Luisa, por ejemplo, sac a relucir un vestido de sedacardenal con rosas en el corpio. Llevaba sobre su pecho las perlas que re-cibi de su marido como regalo de matrimonio. El esplendor emanaba detodos los rincones. Algunos de los objetos de la casa, como los candelabrosde cristal, provocaban el asombro de la concurrencia. Nacho, tan moder-

    no, tena todos los del comedor iluminados con electricidad. Sus huspe-des permanecieron alrededor de la mesa por el resto de la tarde, hasta lasprimeras horas de la noche. Disfrutaron sin interrupcin de los platillosque prepar con el refinamiento de su paladar el maestro de cocina, SylvainDaumont, dueo del establecimiento de comida ms famoso de la ciudadde Mxico.

    No todo, por lo dems, termin con el convite. Una semana despus,El Mundo Ilustrado dedic la mitad de sus pginas a la quinta de Tacubaya. Pormucho tiempo la sociedad no platic de nada ms. El convite incluso, seracon los aos una especie de parteaguas. Con l, a manera de smbolo, co-menz la fase de esplendor que dio su personalidad a los ltimos aos delrgimen del general Daz.4

    Sobre el baile organizado para Catalina Cuevas de Escandn aparecentres notas en El Imparcial. El 1 de enerode 1898 publica la invitacin a las10 p.m. a asistir a esta su casa, 2 de Torres Torija.

    (...) terminada la calle se encuentran dos grandes leones de mrmol en suspedestales, formando entrada a una hermosa glorieta de cuyo centro subenlos pabellones. Ascendiendo por una regia escalinata se entra al vestbuloque se halla iluminado con profusin, habiendo multitud de franjas de

    Escalera de acceso al saln de fiestas de laresidencia (Hemeroteca Nacional de Mxico)

    Saln decorado para una de las magnficasfiestas que daba el matrimonio de la Torre.

    Al fondo, la escalera por donde descendanlos invitados a la recepcin y las damas lucansus mejores galas(Hemeroteca Nacional de Mxico)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    55/210

    54

    casa barron

    pequeos focos elctricos que se extienden a lo largo de las cornisas y gran-des araas de cristal que penden del centro.

    Sigue despus la escalera de dos tramos cubierta en sus peldaos por unaalfombra blanca con cenefas rojas.

    Los muros se hallan cubiertos con ricas tapiceras de Aubusson que re-presentan una cacera.5

    Contina describiendo el escenario del Saln Rojo:

    El mobiliario es de una madera fina y de corte antiguo, tapizado en satnrojo, bordado de seda blanca,portierselegantsimos del mismo estilo, multitudde candelabros de bronce y de cristal y jarrones de porcelana de Sajonia.

    A un lado de ese saln rojo est el blanco, con tapicera, cortinaje y al-fombras de colores claros, seguan luego cuatro salones ms, decorados conlos estilos de moda en el mundo elegante.

    En todos los departamentos se vean cuadros colocados en artstico des-orden, pudiendo admirarse en esa magnfica coleccin lo mejor de la es-cuela italiana, flamenca, etc.6

    Los invitados haban llegado custodiados por soldados de caballera quese haban situado a lo largo de las calzadas de Reforma y Tacubaya para

    Asistentes a la recepcin del Ao Nuevo de1898. A la izquierda: seora Formento de laTorre, Pablo Escandn, Carmelita Romero

    Rubio de Daz, general Mena, seoraMariscal de Limantour. En la cabecera:

    Felipe Iturbide. A la derecha: Ignacio de laTorre, seora Cuevas de Escandn, Jos I.Limantour, seora Escandn de Escandn

    (Hemeroteca Nacional de Mxico)

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    56/210

    55

    casa barron

    ordenar el desfile de los coches. Contina la crnica al da siguiente y ellunes 3 de enero: ocupa media pgina que reproduce el men y explicaque, como la temperatura baj notablemente, fue necesario duplicar elservicio de estufas para vencer al clima.

    Y cuando Juvenal hace referencia al Baile del Sr. D. Ignacio de laTorre, describe unos aposentos elegantes y lujosos que no haban sidopreparados especialmente para el evento, sino que eran simplemente elreflejo de la vida cotidiana.

    En el saln hay que admirar cuadros agrupados con el ms artstico desor-den; todas las escuelas italiana, flamenca, espaola, etc., que honraran lams selecta galera; cuadros antiguos sobre todo que en algunos departa-mentos casi hacen desaparecer los muros.

    Aqu y all sillones y escabeles, canaps o pequeas mesas, tallados oincrustados con primor, joyas de arte, ricas marqueteras de las formas mscaprichosas y elegantes.

    La casa, siguiendo los usos del gran tono, no ha sido decorada para elbaile. Sobre los prticos del saln rojo haba algunas guirnaldas de flores;pero en lo dems, los fastuosos departamentos se encuentran tales como loshabitan sus dueos; bien es verdad que difcil fuera decorarlos con mayor

    lujo ni superarles en buen gusto.7

    A pesar de que pasaba temporadas en la finca de Tacubaya, el matrimo-nio De la Torre-Daz viva de fijo en una casona de Paseo de la Reformaen la ciudad de Mxico, ubicada en el terreno que actualmente ocupa eledificio El Moro de la Lotera Nacional. Dicha mansin tena muchascomodidades y contaba con instalaciones adecuadas como patios y ca-ballerizas para el manejo de los carruajes. Se cuenta que Ignacio de laTorre saba que Emiliano Zapata a quien haba conocido en el corralde la Hacienda de San Carlos Borromeo tena amplios conocimientossobre caballos y lo llev a trabajar con l como caballerizo, pero slopor poco tiempo. La casa de Tacubaya sigui conservando su carcterde residencia temporal y refugio para Ignacio cuando se le ennegreca elpanorama. La salida de Daz en 1911 trastoc del todo la vida de quienhaba sido el yerno de su suegro. Adems, nunca ocult sus preferen-cias polticas; al contrario, su oposicin a Madero se hizo an ms pa-tente al financiar peridicos en los que se atacaba al gobierno maderista.

    De su mansin de Reforma se traslad a refugiarse a la casa de Ta-cubaya. All De la Torre fue hecho prisionero por orden del presidente

    Venustiano Carranza y acusado por difamacin a Madero y haber apo-yado a Victoriano Huerta. Gracias a las gestiones realizadas por Zapata

    Lado izquierdo: seora Gonzlez de Coso,Benoit (ministro francs), Amada Daz dela Torre, seora de Espinosa. Lado derecho:seor Clyton (ministro americano), seorade Limantour, general Porfirio Daz, seorStrong (encargado de asuntos de Inglaterra)(Hemeroteca Nacional de Mxico)

    Saln con la coleccin pictrica de la familia(Hemeroteca Nacional de Mxico)

    Residencia de Ignacio de la Torre en Paseode la Reforma

  • 7/22/2019 Quintas Tacubaya

    57/210

    56

    le permitieron salir de la crcel; sin embargo, no se le dej en completa

    libertad sino que se le mantuvo, segn se dice, en arresto domiciliario,debido sobre todo a un mal manejo que hizo al comercializar maz. Pocotiempo despus fueron expropiadas sus haciendas y, a fines de 1917, Ig-nacio de la Torre huy a Estados Unidos donde falleci al ao siguiente.

    Tras su muerte la hermosa casona de Tacubaya pas a manos de diver-sos propietarios, entre los que pueden mencionarse al seor Palandini

    y al seor Vicente Lira. Este ltimo, originario de Guanajuato, lleg aradicar a la capital de la repblica a finales del siglo xix; ayudaba a algu-nos jvenes estudiantes financindoles sus estudios. Se dedic tambina la comercializacin de cereales en el Bajo y continu con trabajosfilan