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Puntos metodológicos de construcción de Gobierno Popular I. Por: Roland Denis. 1. El fin de la contradicción progresiva El chavismo como fenómeno político nacido desde la base social es un hecho totalmente contradictorio. Quienes por las razones de su propio proceso y acceso al gobierno por medio de la figura de Chávez, tomaron su “representatividad” burocrática y partidista, más adelante se convierten en una cúpula pequeña que protege sus intereses de poder y riqueza por medio del legado simbólico y orgánico revolucionario que ha dejado este extraordinario movimiento; son los capturadores provisionales del mismo y reproductores del orden capitalista-estatal. Mientras que en su base se siguen construyendo de manera dispersa y con muchos problemas con todo el orden constituido, hechos (acontecimientos) y procesos (saberes y tejidos activos de autogestión y autogobierno colectivo) que le permiten al chavismo seguir siendo una expresión fiel de lo que podríamos la expresión nacional del movimiento comunista internacional y particularmente nuestramericano. Por mucho tiempo este fenómeno contradictorio, inevitable incluso desde los inicios del chavismo cuando era solo un movimiento confrontado abiertamente con el orden establecido de la IV república, por muchos costados de su liderazgo y dirección se intentó de convertirla en una dialéctica contradictoria pero progresiva. Es decir que “los de arriba y los de abajo” generen en su contradicción, dentro de la propia lucha de clases inherente a todos estos movimientos, un saldo en favor del acto emancipatorio: es hasta cierto punto la tesis básica del marxismo y su propuesta de transición utilizando las viejas instituciones del Estado nacional. Es decir, que sea posible forzar a los de arriba, empezando por el propio Chávez, a utilizar los poderes primeramente representativos del movimiento y luego burocráticos como cúpulas que toman el poder de Estado, en favor del establecimiento de un conjunto de medidas políticas que realmente ayuden romper con las bases de un sistema de dominio que ha garantizado entre nosotros un particular modo de la reproducción del colonialismo interno, la dependencia, la desigualdad social, la pervivencia de un estado eminentemente despótico, prooligarquico y corrupto. Si esta ayuda de “los de arriba” se pod ía garantizar, el resto del trabajo a hacer de acuerdo a la dinámica horizontal de “los de abajo”, fuera del gobierno, alrededor de la expansión del poder popular, tenía todas las posibilidades de salir vencedora. Muchos dirán hoy que esto fue una inocente ilusión o una jugada oportunista, personalmente no lo creo así aunque se haya trabajado con todas las dudas del mundo y

Puntos Metodológicos de Construcción de Gobierno Popular I

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Roland Denis "Puntos Metodológicos de Construcción de Gobierno Popular I"

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  • Puntos metodolgicos de construccin de Gobierno Popular I.

    Por: Roland Denis.

    1. El fin de la contradiccin progresiva

    El chavismo como fenmeno poltico nacido desde la base social es un hecho totalmente

    contradictorio. Quienes por las razones de su propio proceso y acceso al gobierno por

    medio de la figura de Chvez, tomaron su representatividad burocrtica y partidista,

    ms adelante se convierten en una cpula pequea que protege sus intereses de poder y

    riqueza por medio del legado simblico y orgnico revolucionario que ha dejado este

    extraordinario movimiento; son los capturadores provisionales del mismo y reproductores

    del orden capitalista-estatal. Mientras que en su base se siguen construyendo de manera

    dispersa y con muchos problemas con todo el orden constituido, hechos

    (acontecimientos) y procesos (saberes y tejidos activos de autogestin y autogobierno

    colectivo) que le permiten al chavismo seguir siendo una expresin fiel de lo que

    podramos la expresin nacional del movimiento comunista internacional y

    particularmente nuestramericano.

    Por mucho tiempo este fenmeno contradictorio, inevitable incluso desde los inicios del

    chavismo cuando era solo un movimiento confrontado abiertamente con el orden

    establecido de la IV repblica, por muchos costados de su liderazgo y direccin se intent

    de convertirla en una dialctica contradictoria pero progresiva. Es decir que los de arriba

    y los de abajo generen en su contradiccin, dentro de la propia lucha de clases inherente

    a todos estos movimientos, un saldo en favor del acto emancipatorio: es hasta cierto

    punto la tesis bsica del marxismo y su propuesta de transicin utilizando las viejas

    instituciones del Estado nacional.

    Es decir, que sea posible forzar a los de arriba, empezando por el propio Chvez, a utilizar

    los poderes primeramente representativos del movimiento y luego burocrticos como

    cpulas que toman el poder de Estado, en favor del establecimiento de un conjunto de

    medidas polticas que realmente ayuden romper con las bases de un sistema de dominio

    que ha garantizado entre nosotros un particular modo de la reproduccin del colonialismo

    interno, la dependencia, la desigualdad social, la pervivencia de un estado eminentemente

    desptico, prooligarquico y corrupto. Si esta ayuda de los de arriba se poda garantizar,

    el resto del trabajo a hacer de acuerdo a la dinmica horizontal de los de abajo, fuera

    del gobierno, alrededor de la expansin del poder popular, tena todas las posibilidades de

    salir vencedora.

    Muchos dirn hoy que esto fue una inocente ilusin o una jugada oportunista,

    personalmente no lo creo as aunque se haya trabajado con todas las dudas del mundo y

  • se nos pueda acusar de los que sea, con mucha razn probablemente. Pero a buena fe,

    era una apuesta que vala toda la pena tirarla y cualquiera que haya sido el saldo de

    frustracin, por otro lado ha sido una aprendizaje colectivo de una inmenso valor

    histrico. En todo caso esto queda para la discusin de los cafs y los libros, porque ya los

    hechos estn cumplidos. Hoy en da a nuestra consideracin seguir hablando de una

    dialctica progresiva entre los de arriba y los de abajo no tiene el ms mnimo sentido.

    Y el problema no es en s mismo poltico o ideolgico, si el gobierno de Nicols es o no

    revolucionario en sus formalidades e intenciones.

    El problema en este caso comienza siendo un hecho eminentemente moral. Por solo

    poner un punto: establecer un sistema de cambio donde un chiquito mundo de strapas

    de la oligarqua junto a sus contactos de gobierno absorben una gigantesca parte de las

    divisas de Estado en un determinado precio para venderlas hasta legalmente por un

    precio veinte veces mayor (y ms an en el mercado negro), poniendo a toda una

    poblacin a pagar estas ganancias (o este acto de descomunal desfalco pblico) por medio

    de la hiperinflacin que esto genera, o a vivir desesperados por conseguir aunque sea un

    dlar para entrar por lo menos en una nfima parte de esta ganancia, es algo que

    trasciende toda discusin poltica y se convierte en un acto de inmoralidad absoluta por

    parte de los de arriba. Estn haciendo exactamente lo mismo que la troika europea

    quienes, quitndole todos sus beneficios histricos a las clases trabajadoras europeas, esa

    inmensa expropiacin a la clase trabajadora la hacen en funcin de retribuirle sus

    ganancias a las cpulas bancarias ms ladronas del mundo. Solo que en este caso los

    polticos europeos aparentemente no estn engaando a nadie, lo hacen defendiendo

    este sistema de dominio y asumiendo como derecho a hacerlo el voto popular que los ha

    elegido. Mientras que entre nosotros, el engao es absoluto, esencialmente el mismo

    mecanismo se hace en nombre de la revolucin popular, anticapitalista y etc. Esto es

    simplemente un descaro de la peor calaa que nada tiene que ver con tendencias polticas

    y de pensamiento (al menos que aceptemos que el descarado engao sea una tendencia

    legtima dentro del pensamiento revolucionario). Por supuesto, lo hacen bajo la creencia

    que su fuerte aparato de captura de cuerpos y conciencias, utilizando el legado chavista

    es infinito. Ya veremos si es as, si podemos ser tan infinitamente imbciles y

    engaableses posible, Diosdao est contento, el devenir dir.

    2. Premisas para una metodologa de Gobierno Popular

    Entrando ahora en el problema del mtodo, este comienza con la pregunta respecto al

    cmo hacer?. Un punto que para nosotros supone responder metodolgicamente a una

    pregunta respecto al qu hacer? y para lo cual utilizamos la figura de Gobierno

    Popular desarrollado en el artculo anterior Principios y preguntas de Gobierno

  • Popular. Pero antes precisemos una cosa. Cul es la posicin que hemos asumido

    respecto al que hacer?, por qu tiene sentido ahora ms que nunca hablar de Gobierno

    Popular fuera del Estado?. Se pueden asumir tres posiciones, y de hecho las hay, frente a

    las circunstancias que vivimos (a parte de apoyar pasivamente el gobierno y ser un

    burcrata o un iluso ms metido en este engao). La primera: seguimos jugando el juego

    de la dialctica progresiva, a una especie de acumulacin de fuerzas bajo un horizonte

    que se pierde todos los das. El mecanismo es el silencio y una complicidad que todos los

    das es ms imposible al menos que entremos en el juego oscuro, es decir la inmoralidad y

    la corrupcin. Descartada esta posibilidad. La segunda: es jugar a la conspiracin y el

    desespero, o la saltadera de talanqueras, a la frustracin de quien se asume vctima de un

    engao, ayudando en el fondo a que el lado oscuro de la misma luna, la derecha

    oficialmente establecida, sustituya este gobierno de ricos. Un absurdo. O por el contrario

    a estas dos primeras: reconocemos que el movimiento contradictorio de esta historia, el

    no-lugar a que ha llegado, no solo es la historia de los de arriba sino tambin de los

    de abajo, asumiendo que ha llegado el momento de politizar esa historia, es decir,

    convertirla en un acontecimiento que empiece a quebrar los mecanismos de dominio, no

    importa cun grande o pequea es esta opcin. Eso es lo que hemos llamado construir

    Gobierno Popular, convertir en poltica y en estrategia lo que hemos venido

    reconociendo como la moral del alzado.

    3. Cuatro puntos metodolgicos bsicos

    -Cmo gobierna el Gobierno Popular?, una de las preguntas iniciales que intentamos

    responder dentro del documento anterior. Se establece que su mtodo de gobierno es la

    capacidad que se tenga de concentrar procesos de autogobierno colectivo y que su

    decisin tenga la fuerza suficiente como para poner al estado contra la pared. Esa es la

    premisa metodolgica bsica.

    -Ahora bien, entendamos que la capacidad que se va gestando de agrupar y sintetizar

    espacios plurales de autogobierno por fuera del Estado, necesita reconocer cul es la

    situacin que hoy vive el estado venezolano como maquinaria de poder. Muy buena esa

    aquella alegora de Deleze y Guatari de visualizar el Estado como una maquinaria de

    captura. Desde ese punto de vista el Estado venezolano, es un viejo instrumento de

    dominio que se va desgastando y siendo sustituido por formaciones paraestatales que se

    internan dentro de l, capturando territorios, y estableciendo nuevos rdenes despticos

    donde solo impera su propia ley, acumulando una fuerza militar que muchas veces es

    superior a los cuerpos de seguridad del Estado (es una situacin que se multiplica dentro

    de todos los Estado subordinados del mundo). La situacin en el estado Bolvar es un

    tpico ejemplo de ello. Todo espacio de Gobierno Popular necesita entonces tener la

  • capacidad de quebrar estas lgicas de captura y sustituirlas no con una nueva sino por

    redes asamblearias con suficiente capacidad operativa como para ir desplazando los viejos

    y nuevos despotismos.

    -Ningn Gobierno Popular es una voluntad concentrada que toma el Estado para s. Como

    diran los filsofos no aspira a ser una nueva totalidad dominante, un Uno que sustituye

    el viejo estado por uno nuevo. Por tanto, metodolgicamente hablando su desarrollo no

    se da de acuerdo a los viejos parmetros de la acumulacin de fuerzas (se condensa y

    condensa fuerza hasta llegar a tener la suficiente como para plantearse por las buenas o

    las malas capturar el Estado). Su lgica es la del tejido que se expande, que va

    produciendo capacidad colectiva para gobernar aspectos distintos y a la vez

    entremezclados en la vida colectiva comn: espacios de produccin y distribucin,

    generacin de tecnologas, de educacin, cultura, defensa. Cada uno de ellos constituye

    un tejido particular que a su vez se centraliza y articula con el resto dentro del espacio de

    conexin que estamos llamando Gobierno Popular.

    -Y un cuarto punto que desarrollaremos mejor en la segunda parte de este artculo, tiene

    que ver con el Gobierno Popular como acontecimiento y como proceso. Es decir, no se

    trata de prefigurar una espacie de modelo a priori de Gobierno Popular. La revolucin es

    siempre un impredecible que acontece o no. Apostamos a que la revolucin por fuera del

    Estado aunque formalmente suceda dentro de un espacio de gobierno estatal

    determinado, en este caso el estado nacional venezolano, comience a ser un hecho

    siguiendo los horizontes autogobernantes planteados desde la misma revolucin

    bolivariana. Es un acontecimiento confrontado y a la vez distante de todos estos aparatos

    sobre el cual es imprescindible comenzar a trabajar conjuntamente, dado el desastre que

    han generado los de arriba.