La conducta anormal

Introducción

Se hace una pequeña revisión acerca de los criterios que se toman en cuenta para poder

determinar que la conducta anormal de una persona puede ser catalogada como

psicopatológica. Además de señalar los riesgos que se toman de adoptar un único criterio

de anormalidad para explicar la conducta desajustada.

Desarrollo

La psicología anormal tiene como objetivo diagnosticar y controlar la conducta anómala

de un individuo. Sin embargo, por anormal se pueden entender diversas cosas y creer

que la conducta anormal es sinónimo de psicopatología permite estar viendo una

enfermedad donde no la hay. Esto debido, entre otras cosas, a que la cultura genera

pautas de comportamiento que si en algún momento son vigentes después de algunas

generaciones ya no lo son más.

El criterio socio-cultural de anormalidad establece una pauta normativa de la conducta a la

que todos sus integrantes se deben ajustar. De esta manera la psicopatología quedaría

definida como aquella conducta que no se ajuste, que sea contraria o desafiante de la

conducta que se ha establecido como normal. Este tipo de criterio sólo es válido para una

sociedad específica pues una conducta anormal podría no serlo en otro tipo de sociedad.

Algo similar ocurre cuando se usa un criterio estadístico. En una distribución normal la

conducta anormal estaría situada en los extremos, lo cual definiría a la conducta anormal

como aquella conducta que es menos frecuente. Pero de igual manera sería un error

creer que esta conducta infrecuente se trate de una psicopatología. Una conducta rara no

necesariamente es una conducta enferma.

Hablando de un criterio subjetivo de anormalidad se supone que la persona misma puede

dar cuenta de su propia conducta y de esta manera poder determinar ella misma si se

encuentra en un estado de padecimiento o no. Pero es cierto que existen personas que

aunque realmente padezcan una psicopatología no son capaces de reconocerlo y por lo

mismo nunca buscan apoyo profesional. De la misma manera existen personas que aun

no teniendo ningún padecimiento acuden al servicio médico creyendo padecer de algo.

Con los avances de las ciencias biológicas se ha dado una tendencia a explicar la

psicopatología como un trastorno provocado por un mal funcionamiento orgánico o

fisiológico del cerebro. El adoptar este criterio como el único que explica la psicopatología

sería en extremo reduccionista y simplista, aunque bien es cierto que la psicofarmacología

ha logrado grandes avances en los tratamientos de trastornos mentales, pero esto no ha

significado más que un apoyo a las psicoterapias.

Análisis

El poder lograr definir la causa de la conducta anormal ya es un gran paso para lograr una

correcta intervención y corrección de tal conducta. Con esto se minimizan los riesgos y es

más fácil lograr una readaptación de la conducta desajustada que perjudica el bienestar

de la persona en padecimiento. Es imprescindible, para poder determinar que una

conducta es anormal y patológica, tener en cuenta la magnitud de desajuste y sufrimiento

que la persona presenta en su vida diaria, así como que este diagnóstico se haga por un

profesional capacitado en la salud mental.

De igual manera es importante señalar el error que se comete al abordar desde un solo

punto de vista las causas de la psicopatología, pues el ser humano está envuelto a

diversas influencias tanto de su medio ambiente como de su propia percepción y

estructura biológica.

Conclusión

Cuando se habla de conducta anormal no necesariamente se está hablando de alguna

psicopatología. Para poder determinar que la conducta de una persona raya en lo

patológico es necesario tener en cuenta muchos factores que pesan alrededor del

individuo y no pensar que existe una única causa de la psicopatología.