Colegio Santa María de CervellónProf. Cecilia GarridoTercero MedioPsicología

Procesos psicosociales

Hemos visto con Freud que la personalidad es una estructura dinámica, en constante cambio, que caracteriza tanto nuestra identidad personal como nuestra identidad social, conformada por el carácter como por el temperamento, de base biológica. Sin embargo, E.Erikson le dio a la personalidad un desarrollo no limitado como en Freud, sino como algo que dura y se desarrolla durante toda la vida. Nuestra personalidad junto a nuestra identidad personal es lo que prevalece en todas las manifestaciones psíquicas, y que junto a los procesos afectivos van conformando una estructura psíquica que se amplía a lo psicosocial. La Identidad con sus rasgos propios desemboca, como seres sociales que somos, en una identidad social que se expresa en un “sentido de pertenencia” a grupos específicos, con intereses comunes, con pensamientos comunes, formas de actuar basadas en una dinámica social común, de rasgos cognitivos comunes. Es lo que se llama Fenómeno social. Este fenómeno se dio como algo natural del ser pensante, que tiene como motor de acción la supervivencia, la adaptación, el desarrollo, la evolución y la convivencia grupal. El fenómeno social no se dio de forma secundaria a la conformación de grupos y estructuras sociales sino que le antecede como una tendencia natural del ser vivo a agruparse y desarrollar finalmente la acción social, un conjunto coordinado según intereses y urgencias, gustos y placeres comunes, sentido de colaboración, trabajo, manifestaciones artísticas primarias y que finalmente dieron las bases de la cultura actual.

Para entender este fenómeno es necesario comprender los aspectos estructurales básicos que conforman las bases, el sentido y el desarrollo de los procesos psicosociales:

El aprendizaje: Como uno de los procesos cognitivos que sintetiza a todos los demás, el aprendizaje contiene en todo ser humano y animal la capacidad de adaptación, de búsqueda y resolución de problemas, de utilización de memoria activa, que va desde el nivel más íntimo y personal a un nivel de aprendizaje social con experiencias comunes , problemas y soluciones adaptativas. Nuestro proceso psicosocial se manifiesta en el aprendizaje creando y utilizando el medio ambiente en un desarrollo psíquico sano.

La experiencia: Todo conocimiento sea concreto o abstracto nace de la experiencia. El desarrollo psicosocial en el ser humano se basa en una experiencia común, en la dinámica grupal de la cotidianidad, la formación de ideas, la innovación, la creatividad y conformación de teorías psicosociales, de la vivencia, del trato diario.

El lenguaje: El lenguaje nace como forma racional de expresar emociones, sentimientos, pensamientos e ideas, que paralelamente hacen su realidad. La palabra, el verbo, el sentido de algo expresa una verdad, una experiencia, una finalidad en común. No existen

procesos psicosociales sin lenguaje, sin la expresión de una verdad o disconformidad de una realidad. A nivel psíquico, los animales al percibir una amenaza tienen sentido de defensa y agrupación , lo que le confiere seguridad, pero el ser humano trasciende esa realidad, y no solo se adapta y se defiende, sino que le confiere sentido a esa convivencia.

Rasgos comunes (idiosincrasia): Nuestro aspecto e individuación, de personalidades si bien disímiles aparentemente conforman nuestro mundo social, nuestros rasgos comunes de personalidad que se canalizan en fiestas, rituales, ceremonias a nivel grupal y social. La idiosincrasia es la forma en que un grupo, un país o una cultura expresa su personalidad social, es la ampliación de rasgos comunes personales a rasgos comunes sociales.

Construcción Cultural: La construcción cultural es el sentido último donde desembocan nuestros procesos psicosociales. Se conforma por todo el conocimiento, por todas las ideas, por los prejuicios, por los sistemas de creencias que se han gestado a lo largo del tiempo, como las religiones y tabúes, mitos, arte, teorías, ciencia.

Historia individual y colectiva: Nuestra historia individual, nuestra vida con sus detalles únicos y experiencias personales forman parte de esta gran malla de experiencias colectivas que caracterizan a grupos sociales tan específicos como las historias de países, de héroes, de tragedias, de triunfos, de pareceres y opiniones comunes, de mitos sociales, de modas, inventos, descubrimientos, eventos y costumbres.

Creación : Como todo el mundo sabe, el arte, la música, la creación artística, científica y/o tecnológica determinan la personalidad psicosocial de una cultura, los aspectos relevantes de un país, la idiosincrasia, el modo de ser y expresar humanidad de un pueblo. La creación y lenguaje musical de un país por ejemplo, es la carta de presentación de una manera de vivir y relacionarse a nivel social.

Normas sociales: La moral es el mundo donde todas nuestras acciones son estimadas por otros, son juzgadas como buenas o malas, como correctas e incorrectas. La normas social como norma de conducta estudiada y reflexionada por la ética y la religión. De ahí que muchas normas de conductas remiten a nuestras costumbres y hábitos, que pasan de ser familiares a sociales. Cuando estas costumbres y/o hábitos están fuera de lo que la norma dicta como correcto, son sancionadas en el castigo social, que es el castigo desde la indiferencia o juicio público al castigo legislativo y penal.

Los procesos psicosociales, resumiendo, son aquellos procesos que nos facultan para aprender, crear experiencias, convivir, desarrollarnos como seres humanos en comunidad, y que integran tanto a los procesos cognitivos como los afectivos en el proceso de vinculación a otros y aprendizaje social. Cuando nos relacionamos con otros y conformamos grupos de nuestros intereses comunes, estamos hablando de endogrupos, sentido de pertenencia a grupos sociales de gustos, pensamientos y sentimientos comunes. En cambio, cuando nos diferenciamos de otros en pensamientos, gustos, preferencias hablamos de los otros como exogrupos en tanto no pertenecemos a ese grupo o categoría social. De allí nacen los prejuicios, al juzgar y prejuzgar anticipadamente sobre lo que otros son, representan, actúan o sienten, distinto a lo que uno considera como propio. Los prejuicios sociales tienen tres componentes asociados a ellos:

Componente cognitivo: Es el estereotipo, es lo que pensamos sobre el otro, es el prejuicio que “dice” algo sobre el otro juzgando.

Componente afectivo: es lo que sentimos sobre el otro en base a un prejuicio, generalmente no nos damos cuenta que lo que nos hace sentir una emoción o sentimiento no es genuino, sino que es algo aprendido a sentir, porque le antecede un juicio , la mayoría de las veces negativo.

Componente conductual: es lo que hacemos, cómo actuamos respecto del otro, lo que nos mueve a hacer algo en perjuicio del otro, bajo un modo de decir, de pensar y de sentir que nos lleva a actuar de tal modo.

Nuestra sociedad está constantemente bajo prejuicios nacidos de un modo de ser, y de pensar colectivo, que fue aprendido de generación en generación, y por ello son tan difíciles de erradicar. Del mismo modo como colectivamente se crean mitos sociales y sistemas de creencias arraigados a una identidad social, los juicios sociales van creando falsas realidades que finalmente se creen verdades, como discriminaciones o conductas que desvalidan derechos humanos y colectivos.

Por este motivo, debemos reflexionar sobre nuestro actuar y cómo aportamos a una mejor calidad de vida en sociedad, sin prejuiciar, sin discriminar, tomando conciencia de problemáticas sociales que se generaron justamente por carecer de una mayor conciencia social. Recordemos que nuestra identidad personal aporta a una identidad social, y que nuestra historia personal modifica lentamente un sistema social, que muchas veces se enorgullece de sus logros pero que generalmente se lamenta de sus fracasos y debilidades.