Psicoanálisis y Teología

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Psicoanlisis y Teologa.Nadie puede acercarse a ti, que eres el Inaccesible.Nadie puede comprenderte, si t mismos no te das a l, y,cmo te me vas a dar t, si nome das primero a m mismo?Y mientras yo estoy aqu, en el sosiego de mi silencio y de mi contemplacin,t me respondes, Seor, en loms profundode mi ser.Escucho tu palabra: S tuyo t mismo y yo tambin ser tuyo!Seor, delicia de mis delicias,t has puesto en mis manos la libertad de ser mo, si quiero,si yo no soy mo, t tampoco podrs ser mo!(Nicols de Cusa)Propongo esta confrontacin porque la teologa puede aprender de psicoanlisis lo que le pertenece por derecho y que lo traiciona con frecuencia, una bondad sin reservas, que no pretende valorar o censurar al prjimo sino que se interesa por ayudarle a vivir humanamente.Por lo tanto la reflexin teolgica no puede ignorar la subjetividad de aquel que accede a la Verdad Revelada porque todo lo dicho es dicho por alguien, ante esto podemos constatar que en el sector centrado en la elaboracin de un pensamiento sobre la fe el psicoanlisis ha sido casi ignorado, a no ser por Bellet, Pohier, Duquoc, Kng y Drewermann, todos ellos no muy bien vistos por lacuria romana, es por eso que la teologa en cuanto reflexin crtica sobre la fe, debe realizar su labor a partir de las diversas vertientes que la crtica contempornea le ofrece como instrumento de anlisis, ya que actualmente se ha visto necesitada de recurrir a ciencias psicolgicas porque es evidente que favorece al crecimiento en la responsabilidad personal, y los problemas actuales nos urgen utilizar todos los conocimientos acerca del ser humano, sobre todode psicologa.Ya que el psicoanlisis toma la dimensin irracional delser humano, el mundo de los sentimientos dominado por las pulsiones y fantasas del inconsciente, un gran mrito del psicoanlisis es encontrar el origen de nuestros sentimientos,[i]base esencial para cualquier telogo.Es un hecho la nueva actitud que se alcanza a percibir ante el psicoanlisis, ya que ahora en la teologa se acepta, por ejemplo al investigar en el diccionario enciclopdico teolgico de 1994 de la editorial Verbo Divino en la voz psicoanlisis viene lo siguiente; mtodo que ayuda a comprender una verdad venida de Dios, pero transmitida y acogida por personas enlas queel inconsciente ejerce una influencia que hoy todos reconocen y por ello han podido desvirtuar o falsear la verdad que acogieron.De hecho existen varios caminos de colaboracin entre el psicoanlisis y la teologa y ahora se han dado a la tarea de revisar algunos conceptos teolgicos que conviene analizar y purificar, por ejemplo, habr que pensar en un Dios diferente al Dios paternalista, celoso, masculino, aplastante que en ocasiones evoca nuestra mente y parece que se cita en el antiguo testamento, y hasta la misma Trinidad se debe plantear en trminos ms actuales que nos ayuden a comprender esa realidad divina que es el seno en el que vivimos la existencia de hijos y al profundizar los dogmas caeramos en la cuenta de que son realidades misteriosas pero con un sentido muy existencial y no slo dogmtico terico, como la concepcin virginal de Jess que pasa de ser un mero hecho biolgico-fsico a una expresin de un hombre nuevo y temas como el inconsciente de Jess, su vivencia de paternidad y maternidad, su solidaridad con los hurfanos y muchos hechos sern cuestin de atencin especial, tambin la triada culpa-pecado-salvacin tendr que realizarse con nuevos planteamientos, habr que integrar el inconsciente a la visin cristiana del hombre, los temas de sexualidad, pecado original, instinto al mal como un patologa y otro tema que se puede plantear es el de la redencin por el sacrificio del hijo, desde el psicoanlisis.En general tenemos que revisar hasta qu punto hemos hecho del cristianismo una religin del miedo y del pecado en vez de una religin del gozo y de la realizacin y plenitud del hombre y cmo hemos hecho de la eucarista ms un sacrificio que una hermosa comunin, del sacramento de la penitencia y confesin algo muy distinto a la reconciliacin y as seguir haciendo interpretaciones psicoanalticas de la historia de la Iglesia para comprobar hasta qu punto la autoridad de la Iglesia ha acudido a mtodos de represin para imponerse. Aunque todo lo anterior es cientfico se debe hacer con ayuda del Espritu Santo y con un acto de fe profundo.Tenemos que comprender que el psicoanlisis es toda una ideologa que impregna nuestra cultura, todos sabemos hasta qu punto el inconsciente, fuera de nuestra voluntad, conocimiento y control nos habita y nos determina, es por eso que como estudiantes de teologa debemos ser conscientes del mundo de prejuicios y conflictos internos que condicionan nuestras decisiones y nuestra manera de pensar y actuar.En su libropsicoanlisis fruediano de la religin, Carlos Domnguez cuestiona el carcter dogmtico de la teologa sealando que encierra una ambigedad peligrosay as nos pide revisin de los parmetros que definen el dogma, que para poder salir de la momificacin tendr que dar entrada al contraste de opiniones y a su esclarecimiento desde las perspectivas de las otrasciencias, adems afirma; el Dios de Jess no desconoce la muerte como cmplice del nio que la niega, por ello no liber a su Hijo de su condicin humana y en la que Jess abraza su finitud no como herida, sino como naturaleza... Jess nos libera de la fascinacin del Padre imaginario que lo puede todo y que lo sabe todo.[ii]En general Domnguez plantea cinco cuestiones para la teologa que me gustara desarrollar de manera sinttica.En primer lugar, afirma que el psicoanlisis no debe tener intenciones ni mensajes y esto se enfrenta a la teologa que s los tiene y debe ser fiel a ellos y as mostrara coherencia con esas intenciones y mensajes que desea proclamar, al enfrentarse con el psicoanlisis y tratar de interpretar en clave de inconsciente el sentido oculto discernible a partir de lo no dicho, lo negado y lo olvidado.El discurso teolgico en su confrontacin con el psicoanlisis es remitido a s mismo para verificar su verdad, la funcin del anlisis consiste en actuar de modo que el sujeto diga lo que de hecho dice, en vez de que algo hable en l de un modo que l mismo no acierte a entender, buscando la desalienacin del sujeto creyente hasta que su fe sea su fe y no el eco de una voz extraa que no entiende y a la que se halla sometido.[iii]De esta manera la teologa no tiene nada que temer a no ser lo que procede de su interior una actitud idealista, ya que manejar conceptos en el mbito de lo absoluto puede resultar peligroso por su carcter racionalista en cuanto se esfuerza en mostrar un alto grado de formacin racional y fuerte estructura lgica y aunque la teologa parte de la dogmtica y debe ser fiel al dato primordial de la Revelacin debe dejar a un lado la postura cerrada de no admitir contradicciones y as pasar a otra actitud donde se supere lo intocable como rasgo esencial que lleva a un carcter totalitario, base de los sentimiento infantiles de omnipotencia, fuente inconsciente principal que empuja a la religin desde el dogma hasta el dogmatismo, un saber absoluto que se sita al nivel del saber divino.La primera cuestin que plantea Carlos Domnguez, nos invita percibir el origen de los conceptos de Dios, pecado, salvacin, incluso el de saber y poder que rigen el seno de la institucin, por quela religin puede convertirse en el subterfugio ms incontestable para los sentimientos infantiles de omnipotencia.[iv]Segunda cuestin, la representacin de Dios, donde cita a Duquoc que afirma los cristianos confiesan a Dios por medio de imgenes que tienen su raz en la afectividad profunda, lo llaman Padre, Hijo y Espritu, imgenes llenas de ambigedad porque se pueden referir tanto a nivel de lo imaginario como a lo simblico, la imagen paterna corre el peligro de provocar graves ilusiones si no se mide bien su funcin afectiva.Aqu no se trata de renunciar al Padre sino a la omnipotencia proyectada sobre l como estrategia para mantenerla siempre de algn modo posible y al alcance de la mano, como afirma Vergote; Dios no es el objeto connatural del deseo, porque en s mismo el deseo no es absoluto, sino por el rechazo de la limitacin y en ltima instancia aspira lo mismo que rechaza, a cerrarse sobre s mismo en una posesin sin lmites, confusamente quiere la vida y la muerte indistintamente y es una ilusin metafsica pretender poner en correspondencia directa lo indefinido de su bsqueda con el infinito de Dios.[vi]Si seguimos profundizamos no daremos cuenta que las cuestiones ms profundas siguen en pie, pero pasemos a otra cuestin como la salvacin donde el amor, el odio, la culpa y su reparacin, la transgresin y el perdn son temas con grandes resonancias edpticas y dogmticas por que si hacemos un estudio crtico de los esquemas en donde se considera al hombre salvado encontraremos los fantasmas del narcisismo primario como la infalibilidad, la omnipotencia, la integridad, la inmortalidad, la armona universal, etc...Seguimos profundizando en las interrogantes ms radicales que el psicoanlisis le plantea a la teologa y como cuarta interrogante pasemos al campo de la moral donde todo se deriva del orden dogmtico en especial del modo de concebir y Dios y la salvacin, as la ley y el ideal donde cumplir o no cumplir es cuestin de vida o muerte, donde las cuestiones de amor y odio temen ser reconocidos en sus autnticas dimensiones y al final la cuestin de la autoridad como figuracin del todo saber y todo poder que se empea en mostrarse como posible al alcance de la mano por va del sometimiento a las figuras de la institucin.Todas estas cuestiones resaltan la tentacin de totalidad como versin camuflada de la omnipotencia infantil, ncleo ltimo en la interpretacin freudiana del hecho religioso.Podemos percibir cmo Carlos Domnguez centra su reflexin teolgica en la cuestin de la omnipotencia que esta relacionada con el deseo de convertirse en Dios o ser el Padre y cuestiona aqu a la religin porque puede favorecer para mantener la omnipotencia, as la interrogacin del psicoanlisis al telogo es, por qu crees lo que crees? por qu teorizas tu fe del modo particular en que lo haces? cules son tus acentos, tus silencios, tus insistencias y porqu? vienen tus claves interpretativas exigidas desde el mtodo que defiendes o te son impuestas desde tus deseos, temores y defensas no reconocidos?Concluyamos con algunos puntos de reflexin que se dieron en el Simposio Psicoanlisis y Religin en Chile[vii]donde se plantearon las condiciones de realidad que deben ser asumidas por cualquier pensar teolgico.- El primero es el contexto sociocultural actual donde la ausencia progresivas de las referencias a Dios es evidente y as la teologa debe hacer un duelo ante la ausencia de Dios en el mundo y reflexionar acerca de Dios en la noche.-Las condiciones epistemolgicas a las que debe someterse todos pensamiento en la actualidad cuestionan, ya que se da la prdida de la omnipotencia en todas las ramas del saber.Hemos comprendido que todo lo histrico es relativo y contingente, las ciencias humanas han hecho tambalear el pensamiento cristiano afirmando la provisionalidad de todo pensamiento humano y si no se asume este pensamiento por parte de la religin, sta deja de ser relacin viva y pasa a ser una ideologa, y esto se plantea por la resistencia a desalojar la omnipotencia del pensamiento humano que parece en el lenguaje eclesistico, por ejemplo en las tesis del magisterio donde se instalan como principios hermenuticos absolutos y as la teologa es considerada como una reflexin normada y regulada por la propia iglesia. No muestra preocupacin por el no-creyente y no pone a Jess por sobre la Institucin, desde esta visin donde el telogo ve con los ojos de Dios y donde el creyente con su catecismo encuentra toda respuesta para su viaje en la vida, sin embargo, el Dios de Jess, no es garanta de respuesta, no nos ofreci explicar el enigma del mal.- El quehacer teolgico que no tome en cuenta la crisis de la metafsica, los mtodos histricos genticos y las ciencias humanas se transforma en un discurso acerca de la propia fe que asume la fragmentacin del conocer y una sospecha frente a la influencia del deseo, etc... ningn telogo puede escapar de las preguntas que surgen desde la teora del inconsciente.Con todo esto podemos purificar muchas cosas que tenemos dentro, pero queda camino por recorrer y el haber profundizado en estos puntos me han dado fundamento para seguir con la obra de Drewermann que cada vez parece ms interesante.

[i]CURRAM., Psicoterapia, coleccin Razones de fe, Herder, Batcelona, 1990.[ii]DOMINGUEZ.Psicoanlisis freudiano de la religin,Paulinas, Madrid, 1990. P. 492.[iii]Ibid, p. 493.[iv]Ibid. P. 495.[v]Cfr. DUQUOC,Dios diferente,Salamanca 1982, 72-93.[vi]Citado por Domnguez, ibid. P. 497.[vii]Cfr. Revista Teologa y Vida, Santiago de Chile, n 37, 1996.