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PRIMERA PARTE Las flores

PRIMERA PARTEPRIMERA PARTE Las flores ^ Ciudad sin tlures ! Merecías, en rec^- ^ procidad, un cielo sin estrellas. X^ius. 1:1 hablar de Horicultura es hablar de jardine-ría. La jardinería

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PRIMERA PARTE

Las flores

^ Ciudad sin tlures ! Merecías, en rec^- ^

procidad, un cielo sin estrellas.

X^ius.

1:1 hablar de Horicultura es hablar de jardine-ría. La jardinería tiene por nb}eto el trazado, eje-cución y entretenimicnto de los jardines.

^;e Ilama jardín al terreno en que se cultivanplantas de adorno para scrv^r de recreo. Puedcser más u menos extenso ; derrominaclo yr^yr,dccuando tiene una o dos hectáreas, y^eq^ieeyio, deio a 4o áreas, reservánduse ^l nomhrc de j^carqiiea los de dimensiones considerables.

Dentro de estas definicioues entran todos losjardines, desde el burgués, formado por tmos cuar^-tos arbustos y un macizo dc flores, que tantoabunda en las villas, hotelito^ y parcelas, hasta el<•ar^nen, con sus bosquecillos, pensiles, huertos deijores y estanques pletóricos de plantas acuáticas.

No sólo pensamos mencionar los distintos ele-mentos decorativos que dehen de usarse para .laformación de los jarclines y}as reglas especialesa que se deben de ajustar en,cada caso; deseamosdivulgar, igualmente, la manera de comprar, cou-

Como modelo de jardín "grande", tenemo ĉ cl de :1ran-juez. Velázquez, el primer pintor del mundo, lo +nmor-talizó en el cuadro quc guarda el Museo del Pr1do, d^

Madrid, baju cl título Ln Fuenle de lo.c Trilamcs.

servar y hacer que prospere en casa traa plantay suministrarle intcligentemente los cuidados querequiere ; enseñar a saUer sacar buen partido clc

Ilures y l,lautas par,, la „rn:^n^cntaci^",u inlcriur^le riuestras viviendas, y, l,ur írltinw, r^rnocer latuanera cíe conservar las Hures para yur pucdanalegrar nuestro hul;<'^r cuan^lu cl hielu empañanuestras ventanas.

1?1 crecimiento progrrsivo ^le ias ^randes capi-ta]es exige, hoy día, cada vr^ más jardines, lla-mados pulmónes de la ciudad, y la creación degrandes parques. lato hace dar una importanciagrandísima a la jarclinería, clne nos ofrece nota-bilísimos progresos y se une :•c.m las artes plásticaspara la bella disposición y aprovechamiento artis-tico del terreno.

Tenemos la obligación d, d^svanecer muchoacrrores, generalmente adrnitidos entre lus jardineros-verdaderos jornaleros dcl jardín-que, cles-tinados al trabaju manual y r^e:wsu, no tienen otranrstrucción que las noticias heredadas de sus ma-yores, y, a pesar de todo, prc•tendeu ser los árbi-tros en todos los ramos de la jarciinería.

Forzosamente tendremos quc mencionar plan-tas cultivadas en el extranjero, pcro lo haremosarreglando su cultivo a nuestro clima, que es cosamuy esencial para el buen éxito.

Las flores están ahora, como siempre, de moda ;su moda es duradera y podemos decir perpetua, yayue su belleza ha cautívado las imaginaciones paralevantar sobre ellas historias pintnrescas y poéti-cas tradiciones.

Muy atrás habría que remontar^e en la historiade los pueblos para descubrir sus primeras mani-festaciones. Los antiguos hicieron símbolos reli-

^;iusr^s ^le algunus vc};etales }' Ilc^;arun hasta rul^^-car sus diuses en cl c^iliz ^e las Hures }• a rada un^^cle elhs le consagró su planta. l.os hucnbres pri-mitiv^s encontraban mucho parecido cntre ]os sc-res vegetales y los seres anirnales, señalados an^-

)ardúi pequeño, pusec uno Cartagena, situado en cl Pa-seo de ^fuño^ Cobo.

bos por las niismas fases de qacer, crecer, flore-cer, fructificar, multiplicarse y, por fin, morir.

Y, realmente, es notable la correspondencia yscmejanza que se encuentra entre los órganos delvcl;etal y el animal. Puede observxrse en el si-guiente cuadro :

ItF'1Nu VEGk;I'Al.

I,a> raíccs rc^rrc>punden

I.,tti vesiculas Selwsas

Las hojas - -Las hojas acuáticas --

lŝ l polen - -I.as simientes -

ItFiNU ANIMAL

a los ^^asos linfáti-t-os.

a los iuntlt:r ^ u^t^uilífc^ru;.

a los pulmones.a las branquias de

los pescados.al flúido prolífico.a los huevos.

Plantas hay que son verdaderos animales y vi-ven pegadas a su planta madre como los coófitossobre las rocas. A la simple vista se aprecian susmovimientos vitales.

Pero no para aquí la antr^tpomurfización dc laplanta; no sólo se le equipara a.m scr viviente,sino que se le prtata inteligencia, menxtria, volun-tad, pasiones... 1-iay que reconu^ccr yue e1 vegetal,ctymu el animal, experimenta sensacicmes a im-pulso de agentes exteriores :'río, luz, calor... Screpliegan como si huyeran del contacto de ciertoscuerpos, de modo que sus mc^vimientos, más qucmecánicos, parecen fruto de una volicicín. Nuseenuna atracción amarosa entre los rlos sexos y unaespecie de órgano del gusto aur. les hace consumirlas substancias nutritivas qu^^ les son favorables.

Podemos comprobar que, como los animales, tie-nen su vigilia, su sueño, su amor, sus repulsiones,su goce, su dolor. Así son las plantas que vamosa tratar, que se acercan tanto a nosotros que noshacen mirarlas con simpatía fraterna.

V(^i'l1.tUl!1

I^a nl^wilui^^nt^^ cu la l^lant,t e'.uía sc^í^n í^sta seasup^riur o iufcri<Ir. l;n la últl^ua, es cumún el m^^-vimient^l amiboidc y el vibrá;il por medio de losHagelos, especialmente en sus ^^nuenes. Las supe-riores son todas^ ínnu>vibles, peru presentau n'^u-vimient^^s sus órganos apendiculares por cier-to del crecimientu, ^^Ir las variaciunes diurnas deia atn^ósfera y 1>or la acción de los contactl^s.

1)e modo que lo que hare generalmente el quelas plantas sean iumovibles es la circunstancia deestar encerracío el protoplasm:^ vegetal en una rí-;^ida coraza celulósica.

t^;n tuda c^•lula, el l^r^^topla,;na se ^lcsglaza leu-tamente y reacciona si sumetemos a la célula a laacrión de ]a ]uz, del ralor, <lc un ácido... I^.sto nosdice que es sensil>le ^^ ytie su scr^sibilida^3 hacc ace-lcrar o retar<lar sus movimie^itos, quc tiene la fa-cultacl de moverse, iacultad yue queda suspendidasi lo anestesiamus. si lo ^lorrnimas, en una palabra.Para ello nos valdremos del clorotormo.

l.a moviliclad, como la sensibilidad, son hropie-clades esenciales del hrc,toplasma eii los reinosanimal y vegetal.

Sabemos que la célula es el eleme,nto fundamen-tal del vegetal y yue la planta está formada pormfinidad de células, que se multiplican r^tpida-mentc, dando lugar al crecimiento de dicha planta.

La célula vegetal está formada de una envolturallamada membrana, que contiene e] protoPlasma,materia nitrogenada, y un nú^]eo.

El prc,tohlasina, quc llena 1a célula jmen, cs rl";,,p^,rte dc la vida", cl alma ^lc 1^ céltila (la mcn-I,rana n,^ es ^^tra cc,sa clue su csquelet,^), cs elasiento tle los fenómern,s de la victa de ia l,lanta.^,rganiza la clorofila, el almid^^n, los azúcares, la>n^aterias ^rasas, y baju la influencia ^ie la ^unción

l,ilbao ha sabido alegrar su parque con jueRos de a^u,i.

clur^,fílira c^,ntbina cl carbuno con n^aterias minc-rales, cunstituye el ju;o celtattr c^^n el agua, ycuaudo desaparece la ccattla deja de vivir.

Para ohtener cl protoplasina tio tenem^>s másyuc estrttjar cntre nuestraS tnallos una rsca,ua deI>ulb^> de un jacintu y la mal^^^ia yuc „bt^^nkam^^s,transp<u'entc, viscnsa, insolul^ic cn ^l al,^ua ^^ yucrecucrda a la clara ^lel huev^,, cs c^1, yuc n^, ^,^,sccuna ^fetini^lri ^nn,l,usiri^', q ^^uíniica ^^ c^uc vriría a

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cad:.t instante p„r los cambi^^s clue en ĉ l se veri-fican.

Por lo tanto, cfcctuandc, la célula funcioncspara su vida y además dc rci^^ci^"m rc,n cl mundr,exterior, movilidad e irritabilidad (pur el proto-plastna), debemos estudiar los muviuiientos dc Ia5l,lantas, }^a yuc los poseen.

I,a movilidad en las célutas se presenta prefe-rentemente en las independieutes, resp^ndiencíueste u^ovimiento a dos tipos, según sean células

'sin o con membranas. En las ítltimas, cs el movi-miento amiboide, que es la emisión clc pseudópo-dos, que arrastran el cucrpo protoplástnico en ladirección en eionde se ha formado el pseudópodc,.I,as células que tienen membrana envolventc, sumovimiento se Ilama vibrátil, n^ pueden emitirpseudcípodr,s ^• efectúan dicho n^wimiento por lasprolongaciones de1 retículo, yue atraviesan ' lan^embrana y obran exteriormente conw unos re-mos y se denominan pestañas vibr^tiles si son cur-tos y numerosos, o flagclos si sou escasos y largc^^.

Los movimientos de las plantas son producíclospar su sensibilidad. Esta pue<!e perderse, y por lotanto aquéllos. I?n 1Tecjimbur^^, se hizo un experi-mento, obligando a absorber •.tc^a cantidad de opioa la sensitiva, que perdió su sensibilidad.

Los estímulos que producen directamentc m^-vimientos son internos y externos. Los externos,tales como los rayos del sol, que hacen a^itar]as flnres semiflosculosas, que constantemente sevttelvc:n haria él ; la electricidad y la luz• quc• au-mentan c, disminuyen l^s m^^vimientos; cl c•on

ta^cto de un cuerpo, el viento, 'a vap^^rización porel calor..., todo influye en la r?lanta y en sus mu-vimientos. Así, tenemos a las rampánulas, yue scalzan al influjo del sol, y la sc^nsitiva, que pierdesu propiedad si está etpuesta a sus rayos ; cl gi-rasol, que constantemente ^i,c,,ue al disco solar yde nache se vuelve hacia Oriente c n espera de suaparición, y como caso excepcional, la catalépticao draca;éfala, planta que se se^lieja a una personahipnotizada, criginaria de Arnérica, y que ofrecela particularidad de que pucde atraerse las floreshacia quien las mira, haciénd^,las girar en semi-circulo.

LA VIGILIA Y 1•;L SUE\O

1-Iablemos un poco del sueño de las plantas, clue,a semejanza de los animales, velan de día y duer-men de noche. Su vigilia y c^^ stteño están regu-lados por la luz.

Hay flores, como iguahnente hay animalcs yhombres, que duennen de día y se abren a lassombras de la noche; son las Hores nocturnas,como las "damas de noche", cuya corola pennane-ce cerrada al sol, y los jazrr ^nes y la magnolia,que sólo de noche recobran su perfume.

Pero en las plantas, como en los seres humanos,lo natural, por ser lo más corriente, es que la ac-tividad la tengan.durante el día y el reposo en eltranscurso de las horas de la noche.

Hombres, animales y plantas se eonocen por elcolor los que llevan la vida normal o anormal. Re-presentando una degeneraciñn orgánica, la mayc^r

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l,arte cle las plantas nucturnas. pusecn Hures clcrolores muy tenues, que sr auro^iman mucho alblauco, así cumo sc dan los alf;ini^^ cn cl reinu ani-nial, ^• los rostros pítlidc^s, t-tu caractcrísticos envigilantes, camareros, periudi;.tas, etc.• cn el hu-mano.

I,as plantas nocturnas han si.lo ohjetc^ cíe variosexperimentos. Sometidas a ut:a luz vivísima arti-ficial han cerrado sus pétalos c^^mo bajo la int3uen-cia de la luz solar, y colocadas en pleno día en unahabitación obscu*a, los han ahierto. Lo que de-muestra que cl sueño es únic-tn^entc regtilado porla luz.

Pero lo general es que las hojas ^ las Hores screplie^uen y los tallos se inclinen c^ recttrven du-rante la noche, es clcrir, quc las plarrtas duennan ^•t^^men esta posición c^mu^ rediendo a la fatiga clcldía.

Principalmente poclemos c^bservar esto en to-das las plantas dc la familia ^í^ las lcguminosas, yen los tréboles, alfalfas, al;a^-rob^s, zanahorias,etcétera.

Todas las Hores se cierran, g^neralmente, a unamisma hora, como queriendo preservarse de la hu-medad y del frío de la noche, pero especialmentelas acacias, que lo hacen al c<!er la tarde.

Una experiencia de Darwin es que las hojasextendidas son más frías que las próximas, queduermen unas sobre otras. Las primcras se en-cuentran muy a menudo rec>>biertas c1e rocío, ylas otras aparecen siempre sin nada cíe él.

I.as plantas toman cliversa5 lctitudes durantc

cl sucño. t?nas inclinan sus tallos, algunas parc-ren marchitarse, otras se plieg:^n. Así tenemas quccl trí•hol de ]os prados levant, sus clos folíolos ]a-tcralcs, colocándolos uno contra otro, y el terminaiu^ baja imnediatamente sobre éstos, a manera detecho protector, disminuyendo la superficie ex-puesta a la intemperie y forr:-,ando como un told^^resguardador.

Por ]o tanto, sabiendo que la planta duermc,que descansa de la fatiga del día, no debemos in-terrumpir su sueño de modo r,lguno, y así lo ha-cemos si rega^nos de noche.

Es costumbre muy arraigad^ ► entre nuestros jar-dineros efectuar riegos nocturnos, y esto es rna-lísimo para las plantas, que de^^piertan de su sueñc^para gozar de los beneficios d^r. agua.

La humedad ejerce sobre ls céiula vegetal unaatracción que se conoce por hidrotropismo. Paraefectuar éste, la planta despierta, Por lo tanto, hayque saber regar. I.a hora mejor es por la tarde, ala caída del sol. Por la mañana no produce tanbuenos efectos por ir seguid^ de una rápida eva-poración, estableciendo un desequilibrio en ]a tem-peratura. Mas en los climas fr^os es preferible re-gar por las mañanas para librar a las plantas dela humedad durante la noche.

Pero nunca se dehe despertarlas. Le son preci-sas sus horas de descanso. G,mo a los animales,^^ual que a IRS hombres...

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L(JS SENTIllUS Eiti LAS FLOIZES

1.:^5 1^LOItEti Y tiU^ i'OLOkl:S

La belleza principal de la il^;r reside eu su culur.Se puede advertir que en cada cstación domina

utt color; así:Primavera : vcrde, rusa y bl^ ncu.Verano: rojo y naranja.Utoño: violeta y azul.lnvierno : amarillo y colvres castaños ; grises.Conocer la teoría del color es precisa para el

jardinero. Para conocerla es necesario saber dcqué se componen los colores.

Los jardineros artistas, los aryuitectos de jar-dines o paisajistas, debían tener i^r^^almente nocio-nes extensas de la óptica. Sn ambas cosas es im-posible idear un jardín en que las plantas luzcantoda la maravilla de su color artí^ticu. Si busca-mos una luz pura, ]a luz blanca dxl sol, que es lu-minoso por sí mismo y está compuesto por molé-culas en estado de perpetua víbración, cuyu mo-vimiento vibratorio, al comunicarse a las próximasmoléculas, crea ondas circulares que se propaganen el espacio, produciendo, al llegar a nuestra re-tina, la sensación de luz.

Esta sensación de luz se produce igualmenteque la sensación del sonido cuando las ondas so-noras hieren nuestro tímpano.

Las ondas luminosas que no sc transforman

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rn putcncia calurífira o quíniica al ser absurbidaspur los cuerp^^s yuc encuentran, producen los fe-nónienus de transmisión o reflexión.

Heroos bttscadu un rayo de luz blan^a, o sea unrayo de sul. Este ray^u de sol, a través ^ie la lluvia,ltruduce el arcu iris, la ^ama de colures más pura

"fudo^ los cuL^rc^ dc la. florc: ĉe reúnen cn el E-tanyucdcl Lutu del maravilluso jardín de Maria 3•uisa ^Srvilla).

y niás bella tlue puedc cuntempl^r el artista y elcspertador.

1?1 mísmu rayu dc sol, el sabio lo introduce enla cámara obscura, y haciéndolu pasar por unl^risma lo descompone, extendiéndolo sobre unapantalla blanca, convirtiéndolo en una faja ]umi-nosa divi^íida rn seis colores, lus mismos del arcotris: rujo, naranja, amarillo, ver^le, azul y^ vi^leta,^i^índoles la denominación de espectro solar.

Ya tenemos colores, seis, y que van menciona-dos por el orden de st: menor refragibilidad. i.oque es preciso es que el jardinero las sienta.

Estos seis colores son los fundamentales y enel espectro se hallan colocados coma los hemos ci-tado, es decir: rojo, naranja, amarillo, verde, azuly violeta. Parece que se mezclan unos ^^on otrosde una manera insensihle, pero 1os ojos bien cjer-citados se dan cuenta en el espectro solar de másde mil matices, y notan iguatmente la presencia demás de dos mil obscuras rayas que separan dichosmatices. ^

No debemos ocultar que no se han puesto deacuerdo sobre cuáles son los verdaderas maticesque hay que elegir, ya que hay físico que, tratan-do del naranja, por ejemplo, ]n toma más a la de-

^ recha que otro. Pero esta a nosotras no nos inte-` resa. Para nuestro fin es suficiente saber que acep-

tamos el espectro solar con sus colores fundamen-tales y que aceptamos igualmente como punto fijoel amarillo-verde, partiendo a la derecha hasta elvioleta como último color visible, y a la izquierdahasta el ultra-rojo-carmesí. Aceptando esto, va-mos a ver e] por qué el rojo es roja y el azul azul.

Los objetos son todos de diversa naturaleza.A1 caer la luz sobre una flor, pueden ocurrir trescasos : que la absorba, que la rechace o que tomcparte y reflexione la restante ; en este último casodescompone la luz y sólo toma algunos calores.

Cuando el objeto absorbe toda la luz blanca, no]a descompane, se traga dentra las seis colores yqueda ahscttra, sin rnlor alguno, es decir, ne{,=ro.

4^c uroclu quc la lur sil,5orl,icla l,ruduec, ubscuridacl.Gn e1 cas^, segundu, cuando ]a recha•r_a cumple-

tamente, resulta tan brillaute como dicha luz. l?s,por lo tanto, blanco. La luz rechazacla produee lu-minosidad.

T^.stos dos casos nunca se dan en la Naturaleza.Todos los stuesos entran en el tercero, que ab-

sunc^ unos colores y refleja c,tros, entendiéndose]wr color propio de un objcto la sensación quc.produce en riuestra retina las partes de luz queno absorbe.y que rechaza. .

Por ejemplo: una fior cíescompone la ]uz blan-ca y absorbe cínco colores : el rojo, naranja, ama-rillo, azul y violeta, y despide el verde. Esta seráde color verde. Si otra rechaza sólo el azul, será^jLUI. Sl absorbe todos menos el violeta, será dec•olor violeta.

Estos son los colores puros, que se definen asícuando no están mezclados con luz blanca, delmismo modo que se denominart intensos si poseengran luminosidad, y si es guro e intenso a]a vez,se Ilama saturado.

F.1 color puede indicar el sabor de la flor.El blanco denota un sabor dulce y fuerte.EI verde, acre.El rojo, ácido.EI amarillo, amargo.El marrón, ácido y acre.Et negro y los tintes obscttros, sabor desagra-

dable y jugos peligrosos.Las flores venenosas tienen un aspecto sombrío

que parece advierten su peligro.

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l.a^ c^mtbinaciuues yue tunnan lu, ^^olurc^ nuabsorbidus sun todus los t^^u^^s que hieren a nues-tras retinas, }'a que, com^, hemos dicho, en la Na-turaleza no existe ni el blanco absnluta ui el ne-gro. Cuando el hombre quiere pintar el bla[tco pro-duce grises, y si intenta crear el negro se tieneque conformar con los pardos. l^a azul es el colurmás obscuro del espectro.

lle estos colores fundamentales hay tres yue sedenominan primarios, y son : rojo, amarillo y azul,que engendran todos ]os demás.

Estos colores primarios se denominan tambiéncoiores sencillos, y los otros tres restantes, naran-ja, verde, violeta, compuestos, ya que se obtienencada uno de ellos mezcland^ dos de los sencillosde esta farma: naranja, resulta de rojo y amari-llo; verde, de á[narillo y azul; violeta, de rojo yazu1.

Hemos tomado seis colores del espectro, ya quealgunos toman uno más : el azul ultramar, queconsideramos una mezcla del azul y del violeta, y,por lo tanto, dentro de su escala.

El rojo, amarillo y azul, que nosotros hemus to-mado como fundamentales, hay algunos que no losaceptan, por considerar como a tales el verde, rojoy violeta. Esta es ]a teoría de Tomás Young y deHelmholtz.

Para mí, los colores primarios son el rojo, ama-rillo y azul. Con sólo estos colores, mezclándolosen proporciones matemáticas, se podrían sac^r tr^-dos los de la más rica paleta. Son ]as mezclas e[^-

tre sí y la mayor ^> >ucnor cantidacl ^lc lur las qucproducen los millones de matices.

L;stas me•r.clas es lo que en florictiltura se llamacolorido, y el estuciio de ellas, estudio del colorfloreal.

Considerando como colores primitivos el rojo,amarillo y azul, éstos forman por sí la luz blanca,y se llama color complementario de tmo de ellos launión de los otros dos.

De modo que son complementarios entre sí :rojo y verde, amarillo y violeta, azul y naranja. Yuna flor que nos da 1a sensación de un color esporque absorbe los rayos de su complementario.

Para la germinación, para el período de vidalimitado a la expansión del embrión hasta clue s;desarrollan las primeras hojas, que siguen a]oscotiledones, nunca se habían estudiado los efectosde la luz y principalmente los efectos de los colo-res de ésta. 1^s más, había semillas, como las cáp-sulas de la lima^ria cy^rzbalaria., que huían de ellaRecientes experiencias nos han demostrado yue laluz es precisa y que según su coloración obtene-mos una germinación más o menos rápida.

Dos son los colores que en la germinación in-fluyen de un modo decisivo: el rojo y el azul.

El rojo, que adelanta la germinacicín de las se-millas que se someten a su luz, es consideradocomo positivo; en cambio, el azul, que retrasa estagerminación, cs el polo opuesto, o sea un color ne-gativo. "

Esta misma influencia de los colores se ha en-contrado en los seres vivientes. }?n Viena, cl doc-

t^,r l^hrenwald, en su clínica ncurolúgica y psi-quiátrica, vert<ló los ujus a unas cuantas pcrsonas,metiéndolas en ttn cuarto obscuru y colocándolasen rruz. En esta postura les dirigió un rayo de luzblanca sobre el pecho y la garganta. Ninguno diómuestras de sentir nada. Seguidamente colocó uncristal rojo delante de] rayo blanco y todos, ins-tintivamente, movieron los brazos en dirección delrayo de luz. h.ntonces quitó el cristal rojo y pusouno azul, y todos retiraron los brazos de la luz.

El buen jardinero debe estar siempre alerta delefecto del color rojo y del azul en los períocíos dela visualidad de sus creaciones.

El rojo, primer color del espectro solar, es po-sitivo; indica potencia, riqueza, pasión, pode^r enheráldica, tlamándosele "gules"; representa lasvivas pasiones y la majestad en la l^úrpura impc-rial, como crueldad en la vestimenta de los verdu-gos y de Mefistúfeles.

El azul, color negativo, quc apenas ]lama laatención en los jardines, en el lenguaje del blasóntndica lealtad y buena fama y se llama "azur".

El jardinero debe de tener presente que el rojoes el color más vistoso, más llamativo y más chi-]lón y que por eso lo han adoptado las mujerPS qucquieren hacerse notar, los anunciantes y para 1:^^señales de alarma. •

A1 hacer la plantación procuraremos lograr elefecto visual al salir la flor de su botón, que escuando presenta matices más fuertes. Por ejemplo,el capullo de la rosa es de color más vivo que laflor. Después, durante la floración, los pétalos

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pa^an irccucntcmcntc dc wi rulor a otro. Lus tu-lipanes, así como las anícuonas, se tiñe^i de elíver-sus matices, perdiendo cl rojo su intensidad ytc,rnándose e] azul en amarillo.

Cuando las plantas contraen una enfermeda.lpierclen sus colores.

^ Estos cambios se deben a la o^igenación ^- a la ^acidulación de los jugos de las l^lantas a causa clela luz y del color, lo qtte nos permitc realizar ex-perimentos curiosos, tales como cambiar las floresazules en rojas por los ácidos, y viceversa, las ro-jas en azules por lus álcalis.

Es algo como el "efecto de Herschel" : unaemulsión fotográfica, cualquier sal de plata, se re-duce por los rayos violeta y ultravic,lrta, y puedcser oxidada, es decir, devuelta a su primitivo es-tado, exponiéndola a los rayos rojos.

Sabemos que los compuestos cle fósforo luccnbaju los rayos violeta, mientras que la luz roja des-truye su fosforescencia.

Los efectos de la luz roja y azul, romo las pro-piedades de estos colores, aplicados a la jardine-ría, nos inician un campo de gratas sorpresas, to-das ellas cientificamente explicadas y que antigua-mente se consideraban como artes de magia.

Podemos desde luego colorear artificiálmente laGflores. Si esto lo queremos hacer sin cortarlas delas plantas, no hay más que mezclar la substanciacolorante con exeremento de oveja, sal y vinagre,de modo que la materia colorante forme un terciode dicha mezcla, bien amasada, hasta que formeuna espesa pasta, que se coloca junto a la planta y

sc ric#;^t ron agua igualiuciiir culorcada. ^r ^lcbenclr•^;ir sicrnprc í,latttas dr tlures bl<titras, yuc srtendrán muchu tiempu a la arciún cíel sul y sc pre-scrvarán dcl rocío.

I.os colores más buscados son el negro, cl verdcy el azul. Para obtener esta agua colorcada se em-plean, para el negro, los írutos de aliso seros ^^pulverizados ; para el verde, el jugo de ru<1a, ^•para el azul, infusióti de pétalos cíe azulejo.

Para obterter el color purpúreo, el palo del13rasil.

Hay que tener presente que el carbón vegetalvuelve más obscuro ei color de las dalias, de lasrosas y de las peonias. Los alelies toman tacilísi-mamente los colores negro, verde y azul. I'aracambiar en rojo a los jacintos, hay que emplear r!rarbonato de sosa. ]?1 peróxidu de hierro ln•oduc^•más coloración yuc el sulfato de hierro.

Si se desea colorear flores ya cortadas, hay yuesumergirlas en disoluciones concentradas de color ;pero los tallos, ya yue el agua sube por ellos porcapilaridad, penetrando en los pétalos, tiñenduprimeramente los bordes y luego, al caho de tmascuantas horas, toda la superficie.

Las materias colorantes que se obtienen ilc lasflores son muy alterables. De la violeta se ha sa-cado ]a cianina; de los flósculos del cártamo tintr,-reo, cartamina; de los estigmas de azafrán, la sa-franina...

Pero nada tan bello como el color natural dc lasflores. Estc color es el atractivo y el guía de eseenorme númem de insectos ; mariposas, abejas,

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al)cjorros, cetonias, avispas, que son los agcntcstransportadores dcl l.^ulen, de ^se granitn inara-villoso creador de nuevas Hures.

;^tOtiAl CUI.'PUkA

Ls un método de ornamentación de jardines quc.consiste en el arreglo de plantas en bandas, rom-bos, etc., para obtener fil;uras y cíibujas de varia-(íos colores y f ormas.

Los mosaicos se disponen en torno de los ar-bustos o de los macizos floridos, en terreno unido;labra(io de antemano y uniéndole a la tierra man-tillo.

El mosaico puede ser o no permanente.

'hie ,aquí e^mo se traza uu inosaico floreal. EI j^ir^iinerodibuja io que más tarde las plantas convertirán en el}^.scudn dc los Cuerpos de InKenieros Agrónomos y Pr

ritos Agrícolas.

I'ar;t yue el musaí^u perntanente, derivatlu clels^s antiguvs partcrres de bordado y^le comparti-mentus, se manten^a bien, es necesario que no sealtere su dibujo, para lo cual se debe ^ie ret;ar cencuidado, reponer las faltas y practicar el des-moche.

El mosaico, enclavado sobre cl césped, en te-rreno horizontal o inclinadu, en el ccntro de losmacizos, tiene como finalidad decorar vistosamen-te y de una manera artística los jardines y par-ques, especialmente los públicos.

Una buena práctica es idear los dibujos con ;^lar_-tas de hoja persistente y decorativa que pueda du-rar durante varios años y cambiar en cada esta-ción las masas de flor destinadas al relleno de ]osdibujos o sustituirlas con arenas coloreadas.

Las especies más empleadas son :

^svrci^sDietancla a Plantas por Ploqtea Dorq^e deben metro metrop antaree Ifneat cuadrado

Sempcrvirum ............ 0,05 " 20Sedum ..................... 0,05 20 aooAlternantera ............. o,IO ;o I00

Lobelia .................... O,IO ;O IOQçentaurea ................. p,Ig 6 44Miosotis . ................. o,ao S z5Siíeno ............:......... p,?a 5 ^5Agçt•anto ................. o,a5 4 16Iresine ..................... o,a5 . 4 16^vdnimus ................. 0,30 3 II

Perlagonium ............ 0,30 3 II

Lantatta ................... 0^45 3 9Crisantemun ............ 0^45 a 4Cannas ..................... 0,65 I aSaívias ..................... o,b5 I 2

UI.OHEti lll^; ]..\S FLORIa

l.a impresión que los etluvios de las Hut^e^ u-ducen en el olfato es el olor.

5e dividen los olores en nueve bases:Ambrosíacos : fuertemente cxcitatrtes.Suaves : rosa, jaztnín, tuberosa, sirínga, jar.in-

tu, miosotis ; enervantes, rausando irritacioncs eun. su uscr. .. ._ . ,

TQnicos : ciavo, moscada, canela, laurel, mirtu,pimlenta, badiana; comunican energía.

Balsámicos : las plantas abundantes en ácidobenzoico; benjuí, estoraque.

f'^ Amargos :]aurel, cereza, melocotonero, absenta,^^ almendras amargas ; contienen ^=ran cantidad -dei` véneno (ácido prúsico).

Acres : ruda, mostaza, ricinu. 'Fétidos : se encuentran en algunas plantas, per^,

son propios de los animales.„ Nauseabundos : generalmente cargados de subs-

tancias eméticas o purgantes.Narcóticos : beleño, adormideras.EÍ olor aromático de las flores es debido a la

presencia de esencias en las mismas, que son mez-clas de compuestos volátiles. Algunas la engendranpor descomposición de otros compuestos inodorosque se forman en las mismas plantas cuando estoscompuestos se ponen en contacto con el agua, des-doblándose por la unión de enzimas, formándosela esencia de fermentación, a la que pertenecenla mostaza y almendras amargas.

Algttna5 esencias sirven a las plantas ronut suhs-

tancias prutecturas }' a veces cumu mediu ],araatraer. La viperina, cuyas semillas ufrecen seme-janza con ]a cabeza cle la víbora, causa la muertede dicho reptil ; el mekín y la valcriana atraen alos gatos.

La esencia suele c^star contenicl^ en células es-peciales, glánclulas de esencia, yue se hallan en el

EI btuseo del Pcado, de Maclrid, conserva t,na tabla,que ntás parece un csmalte, clel pintur flamen+_o luanRruc^hel, de la scric Ln.c .rrnti^to.r rorhorules: El nlfatv,

verdadera demostraciún clc la jarclincría clel avr.

tejiclu celular u subre la superticie cle las hojas upelos.

l.a esencia se ubtiene sumetiendu la tlur, partidaen trozos, a la destilación con agua o subrepresión.

I.a cumJtusicic^tr elemental dividc^ a las esenciascn ruatrc^ clases:

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r." Ricas en oxigeno: anis, hinoj^^, crnninu.tomillo, menta, manzanilla, rosa, violeta.

^,8 Pabres en oxígeno : trementina, lim^ín, brr-^,ranrota, romero, espliel,7o, eucaliPto, laurel.

3.^ Nitrogenadas : capuchina, berro..^." Sulfuradas: mt^staza, ajo, ccbnlla.Tle las esencias y oleorresinas se ohtictten lu.

pert'urnes, cuyo uso data de los ticmpc^s más re-motos, }tastá el punto de que rada clieinirlací ^lclpa;;anismo tenía el suy^^ esPecíal : ^

bIOSE^ PF.RFIiMF

____ _..._--^-^ ^--- ._. __^_____^._._..__--- --.._,^--

tiaturn^i .................................. ....... . CaCtus.líipitcr ....... ....................................... Retrjuí.► tmi . ...:............................................. ^TttsF;ct.Martc ................................................ Alr^e.Feh^^ ................................................. Aza(rán.^cLe;i ................................................ ^Tlctic.Merrurir^ ........................................... C'inatttotno.Vcnu^ ................................................ .^mhar ^riti.

T,as plantas que suministrau pcrfuntes son : al^c-dul, malva, geranio, eucaliptus, rosa, pirt,iienta, cs-pliego, canela, romerc^, bergamota, naranjo a;rín,tomillo, anís, pachuli, etc.

I.os perfumes respirados en gran cantidad pue-den determinar cefalalgias, vértigos... Las ernana-ciones de la magnolia causan fiebre ; la pet^nicada una borrachera como la del vino ; cl azafránclesvanecc ; el eléboro es purgante.

Lo que debe desmentirse es la creencia clc lasvirtudes preservativas y profilácticas cie ricrtnsperfumes cc^ntra las epidemias. Ni el alrani'^^r, t^^-

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i>acc^, albahara, go^an de utilidad alguua. 1?^^tranen terapéutica únicamente como correctivo.

L.a vaporización dc] eucalipto en ]as habitaciu-ncs de los enfermos sólo hace ^nás agradable claire respirable. Las propiedacles afrodisíacas sonproducto de sugestión en las personas neurGiicaso hipocondríacas, que se obsesionan con ]a creen-cia que determinado olor les enerva o perjudica.Entre varios ejemplos conocidísimos, se cuentaque Enrique III de Francia no podía sopc,rtar elolor de los ajos ; Voltaire el de] anís ; Haller sedesvanecía con el queso ; y el caso de una damaromana que no podía aguantar cl olor de ]a rosa,y que se desmayó ante un ramo de estas floe-csartificiales tomándolas por verdaderas y ercyena^^percíbir uu perfume de que carecían.

r.os snuor^F:s

I,as plantas producen sensación en el órgan^^del gusto. Esta sertsación sápida es inrluída entrelas subjetivas, ya que proviene de la disposicióitespecial ciel órgano adecuado a la itnpresión.

Atendíendo a que el sabor es una cualidad emi-nentemente afectiva, placentera o dolorosa, segúnlos casos, se han dividido los de las plantas ennueve clases:

Dulce.-Aquellos frutos de propiedacíes ]axan-tes y emolientes : dátiles, higos.

Acuoso.-Foseen propiedades cliuréticas ^^ dehi-)itantes: melcín, lechuga. ^

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C^raso.-5on enervantc; y cniuciientes: violetas,plátanos, cocos.

Acido.-Refrescuutr;: liniunc;. naranjas, gro-

sellas, granadas.Salado.-Yurgantcs y dctcrsivas : amapol'as.Amargo.-l'urgantes, antisí•pticas, depurativas,

tónicas : meloc^tonero, saúcu, ruibarbo.Acerbo.-Astringentes : nísperos, serbas, ci-

ruelas.Picante.-"i'ónicas y muy e^^•itantes : pimienia,

canela, clavo.Acre.-Cáusticas : rábanos, ajos.

SENSIBILIDAD

La movilidad de las píantas consecuencia es dela sensibilidad de las mismas y, como ya sabemos,ambas son propiedades eseuciales del protoplasma.

I_os vegetales, cnmo los animales, experimentansensaciones a impulso de los agentes exteriores,tales como la luz, el frío, e] calor, el tacto, etc. Asívemos que las plantas que son sometidas a unaluz de gran intensidad se marchitan. La luz obrade una manera antitética a la gravedad; el foto-tactismo de la raíz es negativo y el del tallo posi-tivo. Fundados en esto podemos colocar una plan-ta cle manera que reciba siempre la luz de un ladoy veremos que la parte iluminada sufre un retardode crecimiento, encorvándosc el tallo hacia la luz.

Muchas son las tlores yue cierran su corola entiempo frío, y, por el contrario, todas las campá-nulas se alzan al influjo de los rayos solares, y se

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da el casu del Espejo de Venus, que se cría en m^^dio de los campos de trigo, que alza al sol su corr^-la y se inclina, languideciendo de una manera ]en-ta, si una nube intercepta los rayos solares.

F.sta sensihilidad para ciertos estados atmosré-ricos es lo que ha creado las flores higrométricas,que predicen los cambios. Con mucho tiempo cíeanticipación lo hacen algunas ; así, si 1a caléndtilade Africa no se abre por la mañana, es signo deque Iloverá durante el día, y si la cerraja de Sibe-ría queda abierta durante la noche, es que el tiem-po cambiará por la mañana. Los antirinos, siabren su corola por la mañana y la cierran al me-diodía, es que el tiempo será cálido ; mas sí contí-núa abierta, hará vienta fresco o sobrevendrá unapequeña lluvia. La cinco-enrama cierra sus hojasformando un paraguas sobre ]a flor cuando amc-naza lluvia.

El fenómeno del tacto es particularmente apre-ciable en la sensitiva, cuya irritación es tan exqui-sita que basta el vuelo de un pájaro o ei aproxi-marle un objeto o un dedo para hacerla cerrar yabatir las hojas hacia la tierra, volviendo a suprimitiva posícíón ^ cuando la excítación no scsiente.

Las plantas carnívoras ejecutan movimientospara capturar a los animales que sobre ellas seposan y digerir los líquidos que segregan. El piede vaca y la dionée, por su olor a carne, atraenpor medio de un jugo azucarado a las moscas, ycuando han penetrado en sus corolas las encierrai^.Por esto se las Ilama matamoscas o atrapamoscas.

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1'lantas cumu el chitán y la capuchina ufrecenicnómenos de ignición y de electricidad. Si en undía caluroso apruximamos una cerilla al chitán,se intlama el aire que ]^^ rodea y^ cuntemplarnos ala tl^,r, sin que se alteren sus pé.talos, en rnedio dcllanias azules. La hi ja de l,inne^^ dcscubrió comusuce^lía lu misrno con la capuchirta.

La electricidad, como la luz demasiad^^ fuerte,produren la insensibilidad, como igualmente eldemasiado calor o frío.

I?stas sensaciones nos permiten aplicarlas al cul-tivo. El fototactismo es útil, ya que gracias a éllos tallos huscan la luz y las raíces la ohscuridad,y de aquí la gran longitud de las plantas cuandose siembran espesas. La humedad tienc contrariaacción a la luz, y así el hísrotropismo cs negativopara el tallo, por lo qtte huy^en de la hun^edad, ^•positivo para la raíz, que la busca. Los contactostardan el crecimiento.

Vemos, pues, que la sensibilidad no es privile-gio exclusivo del reino animal. Pero a lo que nose Ilegó es a saber si el vegetal ticne conocimientode los cuerpos que le rodean. I'ara tener sensacio-nes hace falta tm aparato setrsorial, y la planta noposee sistema nervioso que establezca entre losvariados elementos anatómicos relaciones que co-ordinen los movimientos, a pesar de que recien-temente la presencia de ciertas fibras pueda hacercreer que se trata de un sistema nervioso.

Se llega a una consecuencia : los excitantcs,cualquiera que sean, producen en los vegetales

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sumetidus a cllos movimientos limitados y que sw^grneralmente icl^nticus.

l..os vegetales uhran cumo autúmatas, siu vu-Ituttad ^^, pur 1^^ tanto, sin idcas. l^a de fttcra luquc l^^ruvuca el niuvimientu que cl vegetal sutrc.

!:n cl rcinu animal es la idea lo quc provUla e)movimiento, que sr hace pur volwrtad del ser ^^sabiendo que lo hace.

La planta, en cambio, cs más variable duc elanimal, por sufrir al máximun la inHuencia dclmedio : calor, humedad, luz, terreno... ; tiene queadaptarse a las condiciones del medio exterior. Elanimal puede rebelarse a la acción de esté mediusi no le es favorable. La planta, allí donde nace,es condenada a vivir. Por esto es absolutamentcnecesario procurar a las plantas un medio favora-ble para que su actividad pueda manifestarse am-pliamente. )-fay que tener presente yue "tal me-dio, tal planta", si queremos obtener ^rrandes co-sechas.

Fundados en las diYerentes cattsas ^lue hacenabrirse a las flores, sc ha creado el

kELOJ llE FLOkA

Por medio de estos cotlc^cimientos, pueden losjardineros conocer la hora en que se hallan.

EI sileno se abre a la una de la noche y se cie-rra a]as ocho; el salsifis amarillo permanece abier-to de dos a nueve ; dompedro de día, de tres adiez ; el tulipán azul, de cuatro a trece ; eI lirioamarillo, de cinco á catorce; la cerraja campestre,

^Ir seis a ou^'e ; la calúrdula, ^le siete a dicciséis ;la anagálida, cíe ocho a quince ; la caléndula cam-pestre, de nueve a doce ; la sabina roja, de diez aclieciséis ; la dama de n^che, de once a diecisiete ;la hierba de plata, de doce a diecisiete ; la bella denoche, desde las dieciséis a seis de la mañana ; labella del Perú, de diecisiete hasta las veinte ; clgeranio obscuro, desde las dieciocho al amanecer ;el galán de noche, de diecinueve a siete ; la hierbade plata nocturna, de veinte y cierra al ser de día ;el árbol de Malabar, de veintiuna en acíelante ; elsileno noctíftoro, de veintidós al amaneccr ; el cac-tus, de veintidós a veintitrés, y el cactus de Ja-maica, de veintitrés a veintictratro.

I?L SONIDO

I?xiste una Hor musical : la mandrágora, que ]aL;dad Media hi-r.u casi sinónimas Música y Man-drágora.

Es la planta herhic_era de Alcn^ania (altr+uia) ^el hada de Francia (Main de Gloirej ;]a fabulosabaaras del Líbano, que arde al empezar la noche ;la que sirvió a Alexis y a Maquiavelo para sus co-medias, recomendando su uso para hacer fecundaa la mujer estéril; la que para arrancarla, en laregión de los Abruzos, se siguen aún los consejosde Plinio, atando la nlanta a la cola de un perro,después de haber marcado previamente tres círcu-los con la punta de una espada alrededor de laplanta y llamando después al animal, que, al acu-dir, la arranca de raír. ; es nuestra berengenilla o

uva dr nwro ; es una solanácca, hierba de eje ras-treru, hojas indivisas y ftores axilares.

Su fama proviene de una afirrnaci6n de Albertuel Grande, llamado también el León, duque dc•I3runs^^^ich }' Lunehurg^^, que viví^í de r236 aI279, el cual dijo haber oído en el sileneio noc-turno hermosas melodías que partían de un camlu^de mandrágoras.

C<^mo el sonido es la sensación producida en cloído por el movimiento vibratorio dc los cuerpos,transmitido por un medio elástico, como el aire,no hay duda que las flores al moverse producenruidos, dan lugar a audiciones más o menos mu-sicales, que no son otra cosa que la sucesión de s^^-nídos modulados para recrear cl oído.

Los grandes artistas, los unos haciendo músicafantástica, separándose de las leyes establecidas ;los otros creando la músíca ímitativa o descrip-tiva, la que pretende expresar diferentes fenóme-nos y espectáculos de la Naturaleza, han dado alas plantas voces y sonidos, y al hacerlo se haninmortalizado, como Rimsky-Korsakow, Thomas,Ravel, Strauss y el español Felipe Pedrell.

LAS FLORF.S Y SiJS PROPIF.T^ADES

FLORES QUE CURAN

Todas las plantas tienen propiedades aplicablesa la medícina, y en muchísimas de elias tal vez ^^•exageran estos beneficios.

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Ile entre las fíures enrpleadas en farmacia iigu-ran de un modo especial : abrótano, ajenjo, agrio,árnica, amapola, azafrán, borraja, buglosa, clavus^le especia, capullo de rosa, couso, cacto, cártamu,clavel rojo, convalaria, cáñamo indiano, carquesia,cantueso, camedrios, canchalagua, centaura, chi-raita, díctamo crético, espliego, escordio, hisopo,hipericon, globularia menor, lobelia, manzanilla,malva, maíz, melilotu, rnenta, naranjo, orégano,orindelia, pelitre, romero, sanguinaria menor, saú-co, tilo y violeta.

Las flores destinadas para vender a los farma-céuticos hay que saber cortarlas, ya que éstos sóloadmiten las partes que les son necesarias, porejemplo : de aquellas que precisen los pétalos,como en la violeta, rosa, amapola, hay que recu-lectarlas cuando ya están abiertas y desarrolladas,en tiempo seco y por la mañana. No deben de cor-tarse las flores marchitas y, si picíen pétalus cícclavel, se suprimen las uñas.

Se conservan en sitio seco y sin luz. lle est^modó se desecan rápidamente. No siempre se pideel pétalo. Otras veces se buscan los botones flora-les, la flor completa o alguna de sus partes, o losramos que sostienen fiores y hojas conocidu^ p^^i-sumidades floridas.

F'LORES QUE MATAN

Entre las plantas venenosas se cuentaii la be-lladona y el beleño, dándose el caso de que al res-pirar humo de este último se es atacado de ena-j enación mental.

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U ícrhul ntanzanillo tla vértigus y a vcccs lamucrte a las pc:rsunas yue duermen a su sombra.

I.as plantas cle lus jardines son muchas de ellasvenenosas, así : tejo, sahina, hierba carmín, aní^-mona, l^ulsátila, adonis c^ saltaojos, botón dc oru,acónito, heleboro, adurmidera, almendro amargo,laurel, cerezu, ^trhul de la rabia, ricino, roldGn, á+^bol de las pulgas, cicuta, perejil de perru, nab-_^del diablo, hierha mora, mandrágora, estraniunic^,quitameriendas.

Lo importante es no dejar nunca Hores en e]sitio en que se trabaja o se duerrrte, ya yue aquíson todas peligrosas por absorber durante la nu-che el oxígeno del aire y exhalar ácido carb^nico.Sus efectos se notan por una languidez yuc hacedesfallecer, vértigos y hasta la muerte. Algunasveces Ias flores causan otros efectos en la natu-raleza htunana, excitancío a la risa, a las lágri-mas, al estupor, pruvucando contorsiunrs musctt-lares, predisponiendo al sueño...

Para remediar estos accidentes se llcva a la pcr-sona atacada al aire libre }^ se le asperja con^aguafría y vinagre, dándole un baño de pies ligera-mente irritante.

l.:Ati PLA^'I':Ati :1TIT0].ñGII'AS

Cacla parte de la planta tiene su distinto si^;ni-ficado, yue puede utilizarse para la expresi^^n dcun nensamiento :

La raís, obrera que oculta trabaja para que ]aIlor lttzca, es : la generosidad.

1^.1 tallo, parte vcgetal que rrece en dirección^^ontraria a la raíz y sostiene las hojas y de^násGrganos, es : el instinto.

I,as hojas, muchas veces ^lemasíado abundosas^{ue eu ocasiones pretenden ocultar las flores, son :la vanidad.

1:_a flor, parte ]a más brtla del vegetai, busrada^• amada por tocív el mun<í^^, in^lica: la belleza }^cl amor.

La se^rnilla, cs : la riqueza, el ahorro.Antiguamettte se hicieron símbolos religiosos

de algunas flores, llegancío hasta colocar sus dio-ses en el cáliz de cada una y consagrándoseles laF^lanta. Así, eran :

Apolo con la dafnea }' el laurel.Tiaco con la vid.Céfiro con la camelia.Ceres con la espiga y l;ramíneas.Cibeles con la rosa de cien hojas.Ciparisia con el cipr^s.F1 Egoísmo con el narciso.F,sculapio con el dictamo.Filis con el almendro.Flora con todas las flores en cesto.Fortuna con el botón de oro,Hapócrates con el loto.Hebe con las ]ilas.Hércules con el chopo.iris con el lirio.Júpiter con la encina.Juno con la lis ^ peonia.Las Cracias con las rosas roja^.

.u _

I,as Musas con las pal^nas.Las Parcas con el cerezo.Las Ninfas alegres con las rosas blancas.Las Ninfas tímidas con ]a violeta.I,a Gloria con la palma y el laurel.La Salud con la mejorana.I_a Enfermedad con el azafrán.Las Dríadas con el álamo blanco.Las Náyades con las plantas de lagos.I_as Nereidas con las plantas marínas.Las Dreades con los pinos.Los Dióscoros con ]a hiedra y siringa.Los Faunos con las hayas.L.os Lares con el nogal y ébano.Los Manes con los asfodelos.Los Silvanos con los chaparros.I.os Sátir^s con los olmos.Marte con el laurel cerezo.Mercurio con el tym.Minerva con el olivo.Morfeo con las adormideras y amapolas.Neptuno con las algas.Nereo con las plantas acuáticas.Pan con el rosal de te.Palas con el sauce y olivo.Plutón con el ebenuz.Pomona con todos 1os frutales.Proserpina con el alheña.Saturno con la higuera y el cactus.Venus con el mirto y rosa de 13orneo.Vertumno con el neral. •Vulcano con la primavera amarilla y caléndulas.

--- •{3 _.

NLUk^S c;uN^^.kVAL^1^

Las tlures, "rastru de nianu iemenina ^, wmulas denominó el poeta, siembran belleza y alegría,haciendo del rincón más insignificante del hugarun lugar de ternura y de color.

Y ya que no cumplimos el principio de nu cor-tar las flores del jardín, estacnos obligadus a con-servarlas, pues prolongamus una vida.

Mas para poder conservarlas tenemus que me-ditar sobre los tres principios siguientes : primeru,corte; segundo, tiempo de permanecer abiertas,y tercero, duración de las mismas.

Yrimero: el corte debe de hacerse siempre porla mañana, especialmente durante el verano, purconservar la flor la frescura de la nuche. Nadamás cortadas se llevan a un sitio frescu y se pu-nen en agua. E1 objeto de colocarlas en uu apu-sento fresco es que no haya mucha evapuración.Yara combatir esto se humedecen las flures conun pulverizador y se envuelven con papel de sedahumedecido. Si pasa algún tiempo desde que secortan hasta que se acondicionan, se debe cortarel extremo un centímetro, ya que, si no las recor-tamos, los vasos pierden su porosidad y se secany no aspiran el líquido, que se corrompe por unmicrobio, el fermento butínico, "baccilus amyli-boc-ter", que exhala olor violento, y las materiasfermentadas obstruyen los vahos y ascensión cíelagua. •

Segundo : otra circunstancia importante es elsaber el tiempo que las flores permanecen ahier-

tas. I)cL^en rurtarse cuanclu e^^í•n mecliu al^iertas,nunca abicrtas del tudu. I'ara vcndcr, es decir,para dedicarsc al negc^,cio de las flores, se debencultivar aquellas especies y variedades que tienenla propieciací u facultad de permanecer más tiem-po abiertas subre la planta, y como ronsecuenciason las que igualmente duran más sobre el agua.

Tercero : la duracióu de la flor depende del ca-lor y de la sequedad del aire, ^specialmente ; poresto se conservan mucho más en primavera y oto-ño que en verano.

^ I.as flores se marchitan por el desecamieuto drlos tejidos del tallo, por no ponerlas en agua, porla evaporación rápicía de los líquidos por el tallo,hojas y flores.

Las flores dobles cluran siempre muchísimo másyue las sencillas por no haber fecundación. lmpi-cliendu ésta, lri rorola permanece frrsca más días.1'ara que las flores se conserveu más se debensuprimir los órganus de ]a gencración-estambresy pistilo-masculino y femenino.

I_a marcha que se sigue es : una vez cortadas,se forma el ramo con pocas flores, pues cuantasmás flores juntas haya antes se marchitan, y seponen en agua con carbón vegetal, sal o jabón, cnun cuarto fresco. De tiempo en tiempo se hume-decen con un pulverizador, envolviéndolas hastasu venta con papel de seda humedecido. Cada <iíase recortan los extremos de los tallos y.cada cíosdías se cambia el agua del recipiente.

1)e este modo sencillo podemos conservar lo

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más bello del vegetai, ]as Hores yuc tienen unal,^ran parte en nuestros recuerdos,

l^la^• utros que desean conscrvar las flr^rrs se-cas, es clecir, formar un herbarir^ sc^larnrntc clcliores, ]laniadu por algurrus "jardín scco". F'araelio se buscan Ilores distintas, anutandc^ ^l nnm-bre científico ^° vttlgares, la localidad, rolor de luspétalas, etc., en plicgos, colocando la flor clc^ntrude él y este pliego a su vez entre papeles de estra-za son^etiéndolo a la prensación no muy violenta.

l,a flor elegida se deseca primerameute, biennaturalmente o bien artificialmente, sumeti ĉr^dolaluego a la prensación, como hemos ciicho, alter-nando con la ventilación dentro cíel plic^,rcr, [ataprensación puede reducirse a la colocacicín dc pc-sos sobre unas tablas, y la ventilacicín sc hac•e clcdía, cambiando los Papeles de estraza, pcro nolos pliegos.

Colocada la Hor en el pliego de papel sin tie-garla a él, es decir, sostenida sc^lamente c^n tíritassujetas con pequeños alfileres, se une este pliegoa una papeleta con todas las anotaciones precisas,reuniendo los pliegos de las mismas especies, g(:-neros y familias.

Lo más difícil es su conservación, evitando ]apolilla y el moho. La primera se mata encerrandoel pliego con una capsulita llena de sulfuro decarbono, dejándola así varios dias. Puede evitarsect mal olor agitando antes el sulfuro de carbonocon una solución de sublimado al t pc^r tcx^ c^ c^^nperóxido de plomo. El moho se cornbate envene-nando la flor con pinceladas de solución alcohcílica

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de strbliinadn a1 T Pnr T^, a la quc sc ariadirí ;P^r Tm cie ^*licerina. desecíndnla un Pncn en ]acsttrfa.

El tan temid^^ hieh tiene en jardincríri. n^nrler^^namente, tma huena anlicaciñn. T^1 hicl^^ sirvi^^^para una dem^stración de helleza fl^real. F,n la íil-tima Fxpnsición ^ie fl^res cclebracla en Tn^riatcrrzhabía ,^randes ^leSe^s de exhihir al ittíhlico las he-llezas incomnarahles ^le las flcres clc Avstralia.No había medio de que éstas 11a^asen cnn su lo-zanía, y después de much^ meditar se pensó enencerrarlas dentro de ^rantles bloques de hielu,v de ese modo fuer^n exp^rtadas dc Avstratia.ller;•andn a Tn^laterra perfectamente ^• siendn arl-miradas nc^r el n_ úblicn de I,ondres.

F,s una nueva aplicación de la industria del frí^^que Puede resolver al^unns pr^hiemas en los mer-cad^s fam^sns de fl^res. Aparentementc cl col^rno se transforma, mas sí el nerfume, I_^s estu-dios realizados nara qve otros productos del rein^ve^etal o animal s^metidos al frín, nueden servirde base, más teniendo en cuenta que el nmcedi-mient^ varía. va quc aquí a las fl^res sc les rodcade hiel^ P^r cmm^let», dánd^n^^s la sensación ^lcser gi^antescos pisapapeles de la énoca dc nues-tros abuelos o de esas comhínacíones de ftores_v cristal que hacen los escanaratistas mndernos.

Sin aplicación el nrocedimíento-nor ah^ra. almen^s--en F.spaña, 1^ rcc^s;em^s crm curiosidad.

PROTFrCIóN A T,.4S PT,AN9':\^

Fspaña tiene desde el año Tc^T^, qu^ sc l^>uhlic^í

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en la Gaceta de tL/adrid y en el mes de septiern-bre, las siguientcs disposiciones de protección alas plantas:

"ri. Incurrirán en multa de á a ti^^ pesetasla primera vez y de 5o a rcx> en casos de reinci-dencia : a) Los que causaren daño a]as plantasexistentes en parques, jardines, paseos y dc:mássitios públicos.-b) Los que sacudan violentamen-te el arbolado, arranquen su corteza, tronchen susramas, le arrojen piedras, trepen por sus troncosy, de un modo general, ejecuten actos que puedauperjudicar el crecimiento, desarrollo y belleza delas plantas.

i2. A los efectos antedichos, los dueñ^^s dcganado cabrío, como los enrargados de su custc^-dia, vendrán obligados a que salga y entre de laspoblaciones provisto de b^^zal metálico, cn cvita-ción de su mordedura.

i3. I_a persona o enticlad por cuya cuenta s^realicen obras en la vía pública estará tambiénobligado, bajo idénticas sanciones, a cobijar conpantallas de madera o materia análoga, los r`irbo-les inmediatos al espacio en que aquellas se veri-fiquen y que por su proximidad puedan recibirperjuicio en stt integridad o desarrollo.

Se complementarán las medidas de prescrva-ción, a estos efectos, rodeando Con fuertes ma-deros los troncos de todos los árboles, sean cualesfueran su edad y tamaño.

r4. A1 concederse licencia para la ejecuciónde alguna obra se hará constar en ella que nopodrá comenzar si antes no queda protegido el ar-

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bolado a'^n arreglo a 1^^ establericlo en e) númeruanterior. La inohservanria de este precepto serámotivo para !a suspensibu clc: la ubra, sin perjuici^^de la sanción que mcrezcan los dañus ^^asi^ma^i^».

^ j. Se prohibe atar raballerías a los :írholcs,ccmo tambi ĉn amarrar a ell^^rs los cables l^ara c)alumbrado de bares y verb^nas, y vcrt^^r en su pi^•escombros o líquidos perjudiciales.

^6. En casos extraordinarios, la multa con m^,-tívo de las contravencíones anteríores podrá serelevada prudencíalmente hasta el máximo dc 5rx>pesetas.