36
Primer Centenario de la Congregación de las HH. Maestras de Sa Santa Cruz de Menzingen, Suiza 1844 1944 Victoria, Septiembre de 1944-

Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Primer Centenario de la Congregación

de las HH. Maestras de Sa Santa Cruz

de Menzingen, Suiza 1844 — 1944

Victoria, Septiembre de 1944-

Page 2: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

SU SANTIDAD PAPA PIO XII y

LA CONGREGACION DE LAS HH. MAESTRAS DE LA SANTA CRUZ

Cablegrama que S. S. Pío XII

dirige a la Madre Superiora

Provincial de la Congrega-

ción en su primer Centenario.

Ciudad del Vaticano, 23 de

Agosto de 1944.

Madre Romualda, Victoria.

Elevando nuestras oracio-nes al Cielo para que Gracias Divinas fecunden labor Con-gregación ocasión centenario y siga dando copiosos frutos, otorgamos paternalmente Re-ligiosas, alumnas, ex-alum-nas y bienhechores particu-lar Bendición Apostólica.

Pío XII.

Su Santidad Papa Pío XII, Protector de la Congregación

Dios, Nuestro Señor, por una gracia muy especial, permitió que nuestra Congregación conociera desde ya 25 años en forma muy íntima al actual Sumo Pontífice Papa Pío XII.

Fué después de la guerra de 1914-18. El Arzobispo de Munich, Mons. Dr. Miguel de Faulhaber viajó por la Suiza y pasó la noche en "Stella Maris", Rorschach, nuevo Institu-to de nuestra Congregación. El Prelado, lle-no de entusiasmo por la ubicación singular-mente hermosa y la cordial acogida que le diera esta casa, volvió a Munich.

Unas semanas más tarde, cuando el Nun-cio Apostólico Pacelli le pidió consejo dónde poder descansar, el Arzobispo le contestó: "Vaya a "Stella Maris"! Allí podrá descan-sar"— El 22 de Noviembre de 1918 Su Exce-

lencia Mons. Eugenio Pacelli, A ^ b i s p o de Sardes, el entonces Nuncio Apostólico de Baviera, arribó por vez primera a nuestro Instituto Stella Maris para fortalecer, su sa-lud afectada por un exceso de trabajo. Dos meses quedó en nuestra casa para volver a veranear en 1919.— Desde aquella época hasta 1938 el Nuncio Apostólico Pacelli y desde 1929 el Cardenal Pacelli pasaba — con unas pocas excepciones — sus vacaciones anuales en Stella Maris. Fines de Septiem-bre, cuando un telegrama t ra jo la grata no-ticia: "El de Septiembre, Cardenal Pace-lli en la estación" toda la casa puso su vesti-do de fiesta.

De las altas terrazas las banderas papa-les y suizas flotaron al viento; los. pajaritos del parque cantaron: pronto.... pronto.— Las

Page 3: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

rosas del jardín desplegaron su bellp7a oto-ñal; la parra que cubría toda la casa se ador-no con la purpura de octubre para recibir al Príncipe purpurado de Roma.

Las alumnas olvidaron todas sus preocu-paciones escolares; las profesoras se coloca-ron los anteojos rosados — antecielo para las alumnas. Las Hermanas de casa prepararon la habitación del Cardenal y todos los cora-zones cantaban: "Mañana llegará Cardenal Pacelli .

Feliz momento él que vió entrar al recin-to del Instituto el auto del Cardenal con la placa: Roma. Un júbilo indescriptible llenó el aire: "¡Bienvenida, Vuestra Eminencia!" El Cardenal descendió del auto, éxtendiendo sus manos para saludar la casa que conocía y a sus habitantes que amaba, y entonces comenzó una época tan feliz, que — aunque lejana ahora — nunca se borrará de la me-moria- de los que tenían la dicha de vivirla.

El pensamiento de pasar unas semanas bajo el mismo techo con apuel Príncipe de la Iglesia, hizo palpitar todos los corazones y sobre aquellos días reposaba algo de la Transfiguración del Tabor. El Cardenal vi-vía nuestra vida. Su sagrada sencillez hizo olvidar su grandeza única, de manera que hasta las más pequeñas de las alumnas pidie-ron una audiencia al Cardenal. Las peque-ñitas de 6 y 7 años le contaron de Sus ami-guitás, del gatito que tenían en su casa, de la leche que no querían tomar antes de enca-minarse a Stella Maris — y el Cardenal es-cuchaba con una atención digna de asuntos más graves.

¡Qué fiesta cuando el Cardenal avisó al Internado que iba presenciar sus juegos del recreo! Al final repartió manzanas o choco-latitos, que muchas de las alumnas guarda-ban como recuerdos del paraíso de su juven-tud.

Quien tenía la felicidad de asistir a la Santa Misa del Cardenal Pacelli, conservará en su alma un tesoro que nada y nadie po-drá quitárselo. Terminando la Santa Misa extendía sus brazos antes de dar la bendi-ción. Cada vez pensé: Eminencia quiere atraer todas las gracias del cielo sobre la tierra y especialmente sobre este rincón pri-vilegiado que se llama "Stella Maris". ¡Cuán-tas veces gente sencilla, altos funcionarios, doctores y militares pidieron el favor de po-der asistir a una Santa Misa del Cardenal en el Instituto Stella Maris! Innumerables re-cuerdos dulces llenan mi alma y llegan a la pluma cuando evoca aquella época feliz de mi vida.

r io de Es tado G a s p a r r i f i r m ó su ú l t imo do-c u m e n t o : e r a e l n o m b r a m i e n t o d e l Carde-n a l Secretario d e Estado E u g e n i o Pacelli c o -m o P r o t e c t o r d e n u e s t r a C o n g r e g a c i ó n , n u e -v a p r u e b a d e l a b e n e v o l e n c i a d e S u S a n t i d a d Pío XI

Desde entonces el Cardenal Pacelli hizo cada año durante su estada en Rorschach una visita a la Casa Madre, donde celebraba el día onomástico de nuestra Madre General con toda la familia religiosa. En Menzingen hubo el mismo júbilo con la llegada del au-gusto huésped, el Cardenal. Las alumnas ita-lianas declararon: es nuestro Cardenal; las alemanas: fué nuestro Nuncio; las francesas: ha estado en Paris y fué recibido como un príncipe, por eso pertenece a nosotras; las ecpañclas: es nuestro mejor vecino; las ame-ricanas: es el Cardenal Secretario del Papa, y el Santo Padre tiene también hijas espiri-tuales en América.— Finalmente las suizas: El Cardenal está ahora en la Suiza y es Pro-tector de las HH. Maestras de la Santa Cruz — y por eso, el Cardenal es Suizo.

Llegó la hora de despedida que siempre era amarga y triste, especialmente en los úl-timos años. Cada vez se temía que ya no vol-vería — y así fué el 2 de noviembre de 1938. Lágrimas de dolor de las dos partes. "Arri-vederla!" — ¡Todos lo esperaban — todos te-mían!

11 de febrero de 1939 — Su Santidad Pío XI falleció.— 2 de marzo — el Cardenal Pa-celli fué elegido Sumo Pontífice— Una ale-gría inmensa, un júbilo indecible llenó la casa: Nuestro Cardenal es Papa, es nuestro Padre, más que nunca. Describir lo que pasó en aquellos días en Stella Maris, en Rors-chach, en sus alrededores, en la Suiza ente-ra, llenaría un pequeño volumen — no sólo una Revista; por esto me veo obligada a ter-minar, — pero no sin mencionar una cosa to-davía: el 14 de junio de 1939, antes de embar-carme para Chile, tuve la gracia de ver, de saludar y de hablar al Santo Padre Pío XII que sigue siendo nuestro fiel Protector, co-mo prueba de su gran benevolencia y apre-cio por la Congregación de las HH. Maestras de la Santa Cruz.

Madre Romualda.

Victoria, 11 de Agosto de 1944.

En Febrero de 1930, el Cardenal Secreta-2

Page 4: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Excmo. y Rvdmo. Mons. Dr. Maurilio Silvani

Arzobispo tit. de Lepanto y Nuncio Apasió li-

co de Santiago de Chile

Al reflexionar sobre el primer Centena-rio de existencia de la benemérita Congrega-ción de las Religiosas Maestras de la danta Cruz, dos cosas saltan a la vista: su admira-ble difusión en el mundo, y la fresca e inal-terable juventud de su espíritu, lleno siem-pre de fervor y de entusiasmo. Así son las obras de Dios: reflejando todas ellas, cual más, cual menos, la gran obra—maestra del Señor que es lá Iglesia, que todas las inspi-ra y sustenta, y que desde su comienzo abar-có en extensión el universo, y guarda inmu-table en los siglos su floreciente juventud.

A la luz de estas breves consideraciones, presentamos nuestras felicitaciones más vi-vas y nuestros votos más sinceros a las Re-verendas Religiosas Maestras de la Santa Cruz y muy especialmente a su digna Supe-riora Provincial, para que su Congregación se extienda siempre más y más en la tierra y siga conservando vivo y fecundo el espíri-tu de fervor y los entusiasmos de' sus prime-ros años de existencia.

Que la bendición que impartimos de todo corazón, a esta amada Congregación, le atraiga, copiosos y continuos, los favores de Cristo Jesús, Señor Nuestro, quien por la

Cruz ha salvado el mundo y realiza sus di-vinos triunfos.

Maurilio Silvani,

Arzobispo tit. de Lepanto, Nuncio Apostólico

Santiago, 1? de Agosto de 1944.

Su Excelencia Rvdmo. Mons. Dr. José Fieiia, Arzobispo tii. de Sárdica y Nuncio Apostóli-

co de Buenos Aires

República Argentina

Telégrafo de la Nación

Madre Romualda Victoria

Adhiérome de todo corazón actos conme-morativos Centenario fundación dilecto Ins-tituto Maestras Santa Cruz, elevando altísi-mo acción de gracias por visible protección y favores dispensados Congregación durante esta centuria y particularmente por gracia otorgada esta Nación con fundaciones bene-mérito Instituto bendigo con paternal afecto a Ud. Superiora Provincial a las Religiosas y al Instituto, haciendo votos por su crecien-te prosperidad y fecundidad apostolado de irradiar la Luz sobre las almas con las sal-vadoras enseñanzas de la Santa Cruz.

Monseñor José Fietta. 3

Page 5: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL EXCMO. Y REVDMO MONS. DR. ALEJANDRO MENCHACA L.

Obispo de Temuco, en la Solemne Asamblea, verificada en el Teatro Ceñirá! de Temuco el 13 de Agosto con motivo del Centenario

Nos reunimos en esta ocasión solemne para celebrar un hecho que, si no fuese por el amor de almas agradecidas, pasaría para el mundo inadvertido. Cuán cierto es ¿jue se necesita un alma grande, un espíritu ae sen-sibilidad exquisita para gustar 10 bello, para apreciar los rasgos delicados que encierran sublime hermosura.

El rudo campesino que conduce el arado por los faldeos de la montaña se extraña del pintor que se extasía en el paisaje y procu-ra, sin satisfacerse jamás, trasladarlo a la tela. .

La sociedad moderna se ha acostumbrado a- ver el hábito negro y la blanca toca de la religiosa. Las familias, sin ponderarlo su-ficientemente, les envían a sus hijas para que las eduquen, a sus enfermos para que lps eduquen, a sus enfermos para que los sanen, a los necesitados para que les den pan....

El hábito negro las separa del mundo y las encierra <en su vida interior. Vida de fe y de amor. La blanca toca simula dos niveas alas: Pureza de virgen, sencillez de blanca paloma que ansia volar sin mancillarse por los polvos de la tierra y remontarse hacia el Amado. Ellas reciben a las niñas como un tesoro, es un alma que hay que modelar. A los enfermos como la imagen del Cristo doliente que es menester aliviar. Al necesi-tado como un hermano de su santa pobreza con quien compartir el pan de cada día.

Cien años de existencia ¡Qué de prodi-gios, señores, se encierran en tan cortas pa-labras! Nobles ideales, renunciamientos, ab-negación; materializados en una perenne alegría, en una afanosa laboriosidad, en un trato común al parecer tan humano, que lle-gamos a creer que es algo natural. Tan hu-mano que es imposible explicárselo sin lo divino. Tan natural que sería imposible vi-virlo sin lo sobrenatural.

Cien años de vida ¡qué vida! ¡qué exhu-berancia de vida! Son ahora 3.G00 vidas, que han cogido de los . que ya se fueron ... •a la gloria, su libro de "Alabanza", y sus he-rramientas de t rabajo y perennemente re-novadas, cada día cumplen su jornada bien llena.

Escudriñó la fuente de esta vida y veo, hace cien años, tres jóvenes que apenas des-puntan a la vida y que ya llevan en sí el ger-men de maravillosa fecundidad. Para tres jovencitas en el mundo se hace ya es-trecho ¿Será posible observar la obra hu-mana realizada, sin remontarnos a lo divino? 4

No. Yo no puedo dejar , de ver una Cruz, y sobre ella un Hombre—Dios que baña la t i e r r a con su san-gre. Cruz clavada en el suelo. Hombre, el más perfecto de los hijos de los hombres, 'i'ieria ensangrentada. Pero.... Cruz que se eleva hacia los cielos. Hombre verdadero y Dios Verdadero. Tierra ensangrentada que proviene del Corazón siempre vivo de Aquel •que más ha amado a los hombres.

¡Nunca han estado más cerca los cielos y la tierra! Esto lo han sentido, lo han vivido tres adolescentes de Menzingen y las veinti-dós primaveras de la novel lí undadora excla-man:."Ave Crux Spes única". Yo te saludo, oh Cruz, única esperanza".

l ié aquí descuoierto el velo del misterio. Hé aquí la razón de ser de la fecunda exis-tencia de la "Congregación de las Hermanas Maestras de la Santa Cruz".

Lo que parecía un misterio ya no lo es ante la majestad del sublime misterio del Calvario; ante la inmolación de Aquel que muere para darnos la vida. Ahora si que po-demos exclamar. ¡Qué Vida! ¡Qué exube-rancia de vida! La Iglesia es el árbol frondo-so, veinte veces secular, la gracia divina es la savia portentosa que brota del Corazón de Cristo, que da vida y salvación a la huma-nidad. La Congregación de las Hermanas Maestras de la Santa Cruz es un retoño vigo-roso del árbol plantado un día en el Calva-rio.

Guardo mi tela, donde con mano torpe he querido bosquejar el más hermoso paisaje. Si ni el artista queda satisfecho con su obra, disculpad vosotros a este rudo sembrador que debe continuar su labor de roturar la tierra con el arado, para que reciba la semi-lla divina semilla.

Disculpad a este pobre Pastor que con-templa en este día gozoso, a las buenas ove-jas de su aprisco, pero que debe ir en busca de otras cogidas entre los zarzales del cami-no.

Y vosotras Hermanas Maestras de la San-ta Cruz, nobles embajadoras de la cultura, hi-jas de la Venerada Madre Bernarda Heim-gartner y continuadoras de su amor a la Cruz bendita, en quien ponéis toda vuestra esperanza; volved a vuestros claustros y au-las escolares a realizar la sublime misión que habéis abrazado llamadas por la suave voz Maestro divino. Y si la fatiga os rinde o la incomprensión quisiera torturaros, mirad

ese libro siempre abierto desde el cual una

Page 6: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

voz os dirá "Venid a mi todos" "Yo soy el ca-mino, la verdad y la vida".

Volved a vuestras tareas cotidianas y que el homenaje que hoy os tributan vuestras alumnas y ex-alumnas agradecidas, la socie-

LA CONGREGACION DE

MENZINGEN, SUIZA

La historia de las Ordenes religiosas la escribe Dios con el cincel de su amor y de su providencia paternal.

También la historia de nuestro Instituto está escrita por El en forma mucho más acertada y hermosa de lo que el más audaz espíritu humano se hubiera atrevido esperar-Con la bendición de Dios y bajo su protec-ción crece lo más pequeño y débil, tanto que el hombre ha de confesar con íntima grati-tud: ¡Esto es obra de Dios!

Sí, obra de Dios y de aquellos que le sir-vieron de instrumentos por su incansable y eficaz labor, es nuestra Congregación en su florescencia de hoy día.

¡100 años de existencia! ¡100 años de vida intensa! ¡100 años de lucha, de trabajo y de bendición en favor de la ' juventud!

Con motivo de la celebración del l.er Centenario séame permitido hacer una bre-ve reseña de la historia de nuestro querido Instituto, y presentarla en este número fes-tivo de nuestra joven Revista, a los estima-dos lectores de ella.

Dirigiendo una mirada retrospectiva ha-cia los comienzos de nuestra Congregación, busco la semilla, el grano de mostaza, que se convirtió en árbol de la Santa Cruz.

Esta semilla la sembró, según los desig-nios divinos, el Rvdo. Padre Teodosio Flo-rentini O. M. Cap., hijo de una familia emi-nentemente religiosa de Muenster, Cantón Graubuenden, Suiza.— Después de haber emitido los Votos en la Orden de los Capu-chinos de Sitten, recibió las Ordenes sacer-dotales el 25 de Noviembre de 1830. Desde novicio se distinguió por el espíritu de abne-gación, por el estudio de las ciencias eclesiás-ticas y más que todo, por la bondad de su co-razón. De 1832 - 1838 ejerció el profesorado de Teología, siendo entonces nombrado Guardián del convento. En 1845 fué nombra-do Superior y Cura de la iglesia de Chur, hasta que en el año 1859 el Iltmo. Señor Obispo Nicolás Florentini le nombró Vicario General de la Diócesis. Su corazón magná-nimo y generoso se sentía vivamente impre-sionado por las necesidades de su tiempo y no descansó hasta no dar desahogo a su ce-

dad entera de Temuco que aprecia los bene-ficios inmensos que le habéis dispensado y la sincera gratitud de vuestro Obispo, sean un presagio del triunfo y de las coronas que mereceréis donde se satisface todo bien...

lo. Estudió las necesidades de su época y son suyas las palabras: "lo que es necesidad de los tiempos es también la voluntad de Dios". Por eso se apoderó de las ideas nue-vas de su época, y en esto mostró toda su ori-ginalidad y su genio. Reconoció que la edu-cación cristiana de la juventud era el medio más eficaz para combatir los nacientes ma-les. Tomó la resolución de empezar con la fundación de una Congregación religiosa para la educación de la juventud femenina en Suiza con Constituciones tales, que per-mitan a sus miembros salir de los conventos, con el fin de d?r instrucción religiosa tam-ben al pobre que no tiene cómo pagar la pen-sión de los Colegios.

Muy Rvdo. Padre Teodosio Fiorentini O. Cap. Fundador de la Congregación de las

HH. Maestras de la Santa Cruz 5

LAS HH. MAESTRAS DE LA SANTA CRUZ DE

A TRAVES DE 100 AÑOS DE EXISTENCIA

1844 — 1944

Page 7: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

L a P r o v i n d e n c i a l e h i z o e n c o n t r a r p r o n -t o t r e s - j ó v e n e s p i a d o s a s e i n t e l i g e n t e s , e n l a s c u a l e s p r e v e í a e l o j o p e n e t r a n t e d e l P a -d r e T e o d o s i o e n e s p í r i t u l a s tres p r i m e r a s H e r m a n a s Maestras, q u e é l e s t a b a r e s u e l t o h a c e r e d u c a r p a r a e l s u r g i m i e n t o y p r o g r e -so d e l a e d u c a c i ó n y e n s e ñ a n z a d e l p u e b l o s u i z o .

Habiendo recibido estas tres jóvenes su educación en el Pensionado "Maria Kroe-nung" en Badén (este Colegio fué clausura-

para hacerse cargo de su primer puesto edu-cacional en la Escuela P r i m a r i a femenina.— Era el grano de mostaza del Evangelio-

Con filial veneración pongo aquí de relie-ve, aunque sea brevísimamente, las grandes virtudes de nuestra primera Madre, a la que con razón podemos considerar también Fun-dadora de nuestra Congregación bajo el tí-tulo de "Hermanas Maestras de la Santa Cruz'. .

Madre Bernarda, antes Mana Ana Heim-gartner, a la temprana edad de 22 años se

Iglesia y Patio interior de la Casa Madre, Menzingen

do en el Klostersturm de Argovia) y después en el Colegio de las Ursulinas en- Friburgo, Suiza, enviólas el Padre Teodosio al conven-to de Religiosas educacionistas en Ribeauvi-ll'e (Alsacia) para que pasaran allí su postu-lantado y en seguida su noviciado, en el que la fervorosa novicia "Bernarda" puso el fun-damento para su sólida vida religiosa, que sirvió en el fu turo de modelo a tantas Her-manas— El 16 de Octubre de 1844 emitie-ron las tres Novicias los Votos religiosos en manos del Padre Teodosio. Esta ceremonia de la primera Profesión religiosa tuvo lugar en la iglesia de los RR. PP. Capuchinos en Altdorf, recibiendo las Hermanas del Padre Teodosio, las Reglas de la nueva Congrega-ción, anticipadamente aprobadas por el lltmo. Señor Obispo de la Diócesis, Mons. Dr. Gaspar Carlos Hohenbalken.

El Municipio Qle Menzingen sirvió a su vez para cumplir los designios de la Provi-dencia, solicitando del R. P. Teodosio el es-tablecimiento de su nueva Congregación en dicho pueblo. Esta primera fundación fué aprobada por el Excmo. Señor Obispo de Ba-silea, Mons. Dr. José Antonio Salzmann.

Con la bendición de su Padre y Funda-dor partieron el 17 de Octubre estas tres primeras Hertnanas Maestras: Sor Bernarda Heimgartner, Sor Feliciana Kramer y Sor Cornelia Maeder desde Altdorf a Menzingen 6

Rvdma. Madre Maria Theresia Naogeli ac-tual Superiora General en Menzingen, Suiza

Page 8: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Nuestra venerada Madre Bernarda Heim-garlner fundadora y primera Superiora Ge-neral de la Congregación de las HH. Maes-

tras de la Sania Cruz, Menzingen, Suiza

veía elegida a colocar los fundamentos de una Congregación, destinada a llenar una imperiosa necesidad de estos tiempos.

Si en Padre Teodosio admiramos su am-plia mirada por las necesidades de su tiem-po y su gran espíritu emprendedor, recono-cemos por otro lado en Madre Bernarda a la m u j e r fue r t e del Evangelio y sobre todo, a la Madre bondadosa y sufr ida hasta el he-roísmo.

Sí, ella fué "Madre" y Madre bondadosa. Solía l lamar a sus pr imeras Hermanas con el nombre familiar de "hija". Las Hermanas se decían convencidas: Mi Madre me ama de corazón. La suma pobreza que reinaba por doquiera en casa y que a menudo era tan ex-trema, que fal taba el dinero necesario para poder pagar el f ranqueo de una carta, etc. y que obligaba a Madre Bernarda, a pesar su-yo, hasta a enviar a algunas Hermanas al ex-t ran je ro para colectar, hizo crecer tanto más su fe y confianza en el auxilio divino. Esta situación precaria ocasionaba a la buena Madre muchas horas penosas y noches de insomnio. Pero af i rma ella misma, que con la ayuda de Dios y de buena gente, las Her-manas de Menzingen no tuvieron que sufrir hambre, aunque su mesa era f rugal y esca-sa. El contento y la caridad mutua sazonaban la más sencilla comida.

Parece inverosímil, que en medio de tan-ta pobreza se realizara la aper tura de un Pensionado en Rhaezüns, Cantón Graubuen-den en 1849 y en 1854 en Rorschach, Cantón San Gallen, cuyo Insti tuto existe aun hoy

6VÍ l i s iliiiill

[t ' v , ' * <f>* . í» «

Instituto "Stella Maris" en Rorschach - Suiza, lugar de veraneo del actual Sumo Pontífice Pío XII

7

Page 9: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

día con el nombre de ''Stella Maris". Más tarde se trocó en un nuevo "Stella Maris", eaiíicado hermosamente en la falda del Korschacherberg con vista espléndida hacia el lago de Constanza.—• El nombre "Stella Maris" está enlazado de un modo inolvidable con el de nuestro amado Santo Padre Pío XII, pues este último honraba al Instituto "Stella Maris" en Rorschach desde 1918 has-ta 1938 con 18 estadas veraniegas- Cuatro meses después de su última despedida de "Stella Maris" salió electo Sumo Pontífice.

(Sea dicho entre paréntesis: la autora de este artículo fué alumna del antiguo "Stella Maris" y nuestra actual Madre Provincial, Directora del nuevo, antes de venir a Chile).

Volviendo a nuestra venerada Madre Bernarda, consta en su biografía que tenía un ojo claro y un corazón compasivo respec-to las necesidades corporales y espirituales de sus Hermanas, guardando prudente con-sideración a la edad, constitución y. tempe-ramento de las mismas. La mansedumbre y bondad no eran, empero, cualidades natura-les de cu corazón, no; eran el resultado del constante combate contra el propio "yo", fruto de enérgico dcoinio de sí misma. . Más, donde el alma de Madre Bernarda

experimentaba una prueba superior y de-mostraba un grado heroico en el sufrir , fué sin duda, en la época en que se trataba unir las dos finalidades o mejor dicho, los dos Institutos: Menzingen e Ingenbohl bajo el título "Hermanas de la Santa Cruz para cn-señsnza aprobada este plan del R. Padre Teo-narda aprobaba este plan del R. Padre Teo-dosio, pero opinaba que los dos Institutos debían formar dos ramas separadas entre sí, porque los muy diferentes deberes de pro-fesoras y enfermeras exigen naturalmente una educación y formación diversa. Además temía un desarrollo demasiado rápido y enorme del Instituto, lo que hubiera sido perjudicial a la buena formación religiosa, científica y práctica, ni sería posible una próspera dirección del conjunto. Todo esto conocía y experimentaba Madre Bernarda y por lo mismo presentó sus objeciones, decla-rando al mismo tiempo su completa sumisión a la decisión de los Superiores eclesiásticos, aún en el caso que ésta resultara entera-mente contraria a sus ideas. El resultado de las opiniones en pro y en contra del proyec-to fué la separación de los Institutos en oto-ño de 1856, pero no sin mucha pena por am-bas partes. Madre Bernarda pudo darse a sí misma el testimonio de haber obrado según le dictaba la conciencia y la razón bajo el impulso de los más nobles sentimientos.— Así fué Madre Bernarda con sus sanas ideas y justificadas objeciones en este asunto de-cisivo, no sólo cofundadora, sino fundadora de nuestra querida Congregación. 8

A la muerte del infatigable y benemérito Padre Teodosio, el 15 de .febrero de 1865 en lieiden, Cantón Appenzell, se vieron los dos institutos sumamente pobres. El desarrollo maravilloso que adquirieron con el tiempo ambosolnstitutos da a conocer tanto más. que la^ separación estaba en los designios de la Divina Providencia y que el cielo derrama ricas bendiciones sobre ambas ramaá-

Madre Bernarda merecía también el elo-gio de haber sido Superiora prudente. Era persona de vida interior 'y del deber; clara y sincera en todo sentido. Trab'ajaba con su-mo interés por el desarrollo de la Congrega-ción y el perfeccionamiento del personal Gó-cente. Con celo prudente y considerando mo-destamente las circunstancias de entonces, enviaba a las Hermanas a Friburgo y otras ciudades para perfeccionarse en la lengua francesa y también en la alemana.

Conducida y fortificada por el Espíritu Santo supo soportar tranquila y resignada-mente los goipes humillantes, ya para su persona, ya para la Congregación. "Dios ha permitido esto; que sea para mayor bien del Instituto. Confiamos firmemente en la Divi-na Providencia y la bondad paternal de Dios que dirigirá todo para bien de sus hijos". Así decía en la prueba y con su oración cons-tante, unida a una profunda humildad, resis-tía enérgicamente y con prudente firmeza a las aparentes reformas ideadas por altos se-ñores, pero en las cuales preveía la prudente Superiora fatales consecuencias.

La fortaleza de la mujer es fruto de su humildad. Madre. Bernarda era humilde. Ella, la Superiora, se asignó el curco inferior en la distribución de las clases de la Escue-la fiscal de Menzingen en el primer año es-colar, y en todos los trabajos escogió siem-pre lo peor para sí.

Se mostró también íusr ie en los cases de muerte de sus Hermanas, que afectaron do-lorosamente su corazón. En todas estás pér-didas sensibles no se oyó de labios de la fuer-te Madre Bernarda ni un lamento, ni una queja; con resignación filial adoraba en tales horas de acerbísima prueba las disposiciones de la Divina Providencia.

En el año 1862 emprendió por última vez su viaje de visita canónica a las casas filia-les del Instituto; su salud estaba ya muy quebrantada. Llagas profundas en el brazo paralizaron poco a poco el movimiento ds msno y brazo. Viéndose en ese estado casi inválido, presentó al Señor Obispo de Basi-lea su renuncia como Superiora en una carta que es un admirable documento de la hu-mildad, del desinterés v renunciamiento vo-luntario de la que escribió.

No todo era sufrimiento para la buena Madre- Ella vió brillar también hermosas cstrellitas de sanas alegrías conventuales,

Page 10: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

cual recompensa del Padre de las luces por su fortaleza y fidelidad en las pruebas y lu-chas pasadas.— En lbbü adquirió la Congre-< gación por compra la casa que hasta enton-ces había sido sólo arrendado. Así tenían las Hermanas su propio hogar.— También tuvo la alegría de ver presidir al Excmo. Señor Obispo de Basilea la emisión de los Votos de las hermanas.

Por deseo explícito de Madre Bernarda, efectuóse el 21 ae Septiembre de 1863 la elec-ción de una nueva Superiora General. La elegida fué Madre Salesia Strickler. Este de-seo y disposición era una nueva prueba del desprendimiento de esta gran religiosa. Con un último y supremo esíuerzo inició toda-vía a su sucesora en las obligaciones de su cargo para poder después re2ar tranquila y recogiüa su "'Nunc dimittis". "Perdono a to-dos que me han causado algún sufrimiento. El Señor tenga misericordia de mi pobre al-ma. Dios conserve y bendiga nuestra casa!" EsIe.3 fueron las últimas palabras que la moxibunda Madre escribió con mano tem-blorosa en el lecho mortuorio. El 13 de Di-ciembie-de 1863 se cerraron para este mun-do esos ojos animados de la Madre, de cuya benignidad y fuerza de atracción solían con-tar emocionadas las Hermanas ancianas y su alma santa emprendió el vuelo hacia aquella altura donde esperaron con ansia celestial a su santa Madre las 22 hijas espi-rituales que la precedieron.

Bajo indecible dolor de las Hermanas to-das, fueron depositados sus restos en la ca-pilla del cementerio parroquial. El año pa-gado fueron exhumados estos restos, como también los de las dos Superioras Generales que le siguieron en el cargo y trasladados procesionalmente a la capilla del actual ce-menterio del Instituto.-— Allí descansarán hasta que Dios y su santa Iglesia dispongan otra cosa.— Siempre que se recordaba la vi-da de cruces y sufrimientos durante los 19 años de gobierno de nuestra primera Supe-riora General, afirmaba el sabio y experi-mentado Padre Espiritual del Instituto, el que había estudiado a fondo la historia de la Congregación: "Yo considero a Madre Ber-narda una Santa".

Esta es en grandes rasgos la figura de nuestra primera Madre en Religión!

Hemos visto como el grano de* mostsz&s&e, * convirtió en árbol. Réstame decir algo de su ramificación, sus flores y frutos en el campo de la educación y otras actividades.

Para conseguir la finalidad que se ha pro-puesto el fundador, se encarga' la Congrega-ción de la dirección de Escuelas Normales, Colegios de ensenanza secundaria, Institutos profesionales, Escuelas de Servicio Social, Escuelas Primarias y Kindergarten. Asimis-mo se dedica a la dirección de Orfelinatos,

Hogares de educación familiar y, en circuns-tancias especiales, también de Hospitales y Sanatorios.

Lo que es obra de Dios, adelanta a pesar de todos las oposiciones de sus enemigos.

La segunda Superiora General, Madre Salesia Strickler envió las primeras Her-manas como Misioneras al Continente Afri-cano, fundando en Umtata en la Cafreria (Sur de Africa) en el año 1883 un Vicariato; hoy en día está la sede del Vicariato o Pro-vincia en Aliwal North. Tiene también va-rias casas filiales, Colegios de enseñanza se-cundaria y muchas Escuelas primarias para los negros de aquellas regiones.

Con el nuevo siglo, la Congregación dila-tó-sus confines y pasó hasta el Nuevo Mun-do, fundando otro Vicariato en Río Bueno, Prov. de Valdivia, el 21 de Nov. de 1901.— Sobre el desarrollo de la Congregación en Chile y Argentina serán informados nues-tros lectores en artículos separados.

En 1906 se dirigió la primera expedición de Hermanas de la Santa Cruz a Quilon, ca-pital de Travancor, en las costas de Malabar, fundando allí el Vicariato de la India-

Quiero ocuparme en particular de la ex-tensión y actividades de la Congregación en Europa.— Ya en la aurora de la fundación, las agitaciones políticas de Europa, que no dejaron tranquila ni a la pequeña Suiza, in-tentaron destruir la obra que con tan feliz augurio había conseguido realizar el R. Pa-dre Teodosio; pero "no hay prudencia, ni consejo contra Dios".— También más tarde las consecuencias del "Kulturkampf" ale-mán, pusieron a la joven Congregación en gran peligro, sin poder considerarse segura en su propia tierra. Esta fué la causa por la cual durante cierto tiempo no se hicieron instancias para solicitar la aprobación apos-tólica que la Rvda. Madre Bernarda había ya iniciado.

Finalmente, triunfando ia Suiza en 1882 del proyecto de la Ley para expulsar del país a las nuevas Congregaciones, quedaron seguras las Hermanas Maestras de la Santa Cruz en los varios puestos de enseñanza fis-cal que poseían, continuando así su ardua tarea de la instiucción cristiana de la juven-tud.

Tranquilas ya en el propio suelo, la Ma-dre General Federica Hahn dió los pasos ne-cesarios. 'para conseguir la aprobación de nuestro Instituto. El 12 de Marzo de 1884, reunida la Congregación de Obispos y Re-gulares en Roma, dió decreto de alabanza y recomendación del Instituto; el 6 de Julio de 1900, la aprobación del mismo, hasta que el 17 de Agosto de 1901, Su Santidad León XIII aprobó definitivamente su Constitución y sus Reglas.

El edificio de la Casa Matriz fué amplia-9

Page 11: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Nuevo Instituto de Segunda Enseñanza y Comercio en Menziñgen, Suiza

do y hermoseado en 1875 por una nueva ca-pilla, la que en 1895-96 fué reemplazada nuevamente por una iglesia, rica en obras de arte religioso y- arquitectónico, como lo de-muestra la fotografía.

El Pensionado para alumnas de estudios secundarios, anexo a la Casa Matriz era a su vez un edificio grande con las instalaciones y medios de enseñanza conformes a los años de 1880. Pero en 1931 se destinó aquel edifi-

cio para el Noviciado y en un terreno algo distante.se. levantó un nuevo Pensionado c(e estilo moderno.

En 189.1 se fundó la Escuela Normal en un edificio de 4 pisos. En esta Normal se titula-ron, en el transcurso de los años miles de profesoras, tanto Religiosas como seglares, que ejercen su profesión en Escuelas fisca-les o en Colegios de la Congregación.

Page 12: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Interior do 1?. Iglesia Geaeralícia en Menzingen

Hay además una sección para formar bién un Sanatorio para Hermanas enfermas maestras de Kindergarten y otra para Cur- y una casa especial, llamado "el Carmelo" sos Prácticos de formación familiar y de co- para las Hermanas ancianitas^ que después rnercio. de su larga vida de labor merecen "un otio

El Instituto en Menzingen cuenta en sus cum dignitate"— Aparte de las actividades diversas secciones anualmente con unas 400 en Menzingen y en sus grandes filiales tie-internas.— Fuera del Postulantado y Novi- nen nuestras Hermanas a su cargo unas 240 ciado mantiene anexo a la Casa Madre tam- Escuelas fiscales primarias y secundarias de

El Insiliulo "Sie. Croix" en Bulle. Suiza 11

Page 13: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

L'Academie "Sie Croix" en Fribourg, Suiza, para estudios universitarios

la Suiza, sin contar los numerosos Kinder-garten y Cursos Prácticos de formación fa-miliar.

De las casa filiales de la Congregación conocemos ya el Pensionado o Instituto "Stella Maris" en Rorschach. Entre los de-más establecimientos en distintas partes de Europa mencionaré aquí sólo los principales: L'Academei Ste. Croix en Fribourg, Suiza;

con estudios universitarios; prepara maes-tras para Colegios Superiores y Escuelas Nor-males.

El Instituto "Sie. Croix" en Bulle, Ct. Fri-bourg, Suiza. Comprende un Pensionado, una Escuela Normal y Comercial, Cursos Prácticos para jóvenes de habla francés.

El Instituto "Santa Maria" en Bellinzo-na, Suiza, con Escuela Normal y el Instituto

12 Instituto "San Lorenzo" — Sondrio Casa Provincial de Italia

Page 14: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

El Pensicnaio "Sania Croce" en Milán, Italia. Destruido por bombardeos en la actual guerra

"Santa Ana" en Lugano. Suiza, ambos para jóvenes de lengua italiana.

El Instituto "San Lorenzo" en Sondrio, Italia.

El Pensiónalo "Santa Croce" en Milán, Italia; fué destruido por bombardeos en la actual guerra.

Holy Cross Convent en Wimbledon, Lon-dres, Inglaterra.

"The Grange" — Casa Vicarial en Ge-rrards Cross, Inglaterra.

Holy Cross Convent en New Maiden, Lon-dres.

Holy Cross Convent y Holy Cross House-craft School en Woking, Londres. Durante la guerra ctual, el Gobierno confió a las Her-manas Escuelas fiscales-

En 1896 se fundó en Alloelling, Baviera, una Casa Misional, titulada "Kreszentia-heim" con Noviciado para Misioneras den-tro y fuera del país y para el culto de Ado-ración perpetua. Centenares de Hermanas han salido de esa casa con fines misionales para Africa, América e India. Desde Alt-oetting han extendido su apostolado hasta Riga en Letonia; pero la guerra las ha pro-bado dura y dolorosamente; sin embargo, continúan su obra de caridad entre los en-fermos y heridos, bajo la Cruz Roja Inter-nacional.

"Las necesidades del tiempo son la volun-tad de Dios" ha dicho nuestro venerado Fun-dador. Esto lo han comprendido y realizado las Religiosas de la Santa Cruz en múltiples ocasiones. Atendiendo una nueva necesidad social, se abrió en 1918 en Lucerna, Suiza,

13

Page 15: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Casa Provincial "CrescentiaheCm" en Alíoeiiing, Baviera

una gran Escuela de Servicio Social. De esta Escuela h^n salido muchas jóvenes que de-sempeñaron después puestos de jefes en grandes establecimientos y oficinas de di-verso carácter.— Asimismo atienden Herma-nas de la Santa Cruz en varios Secretariados a las jóvenes respecto consultas profesiona-les.

En las ciudades de Zurich y San Gallen se han establecido oficinas de bolsa de tra-bajo, igualmente atendidas por Hermanas nuestras, con el fin de proporcionar empleos de toda clase a las jóvenes solicitantes.— En gran número de ciudades se fundaron Hoga-res, donde sirvientas y obreras de fábricas encuentran hospedaje, alimento y protección espiritual y corporal.

En King existe desde 1898 el "Salesia-num": es un gran Instituto donde numerosas jóvenes reciben teórica y prácticamente una formación familiar para desempeñarse como dueñas de casa.— Las crónicas de ese Insti-tuto afirman que el Himno Nacional suizo fué cantado allí la primera vez por su autor.

Las circunstancias requerían y aconseja-ban con el tiempo, dedicarse también en di-versos lugares al cuidado de los enfermos, tanto en Hospitales y Sanatorios, como a do-micilio. En las ciudades de Zurich y San Ga-llen posee y atiende la Congregación Clíni-cas privadas; la primera con el nombre de "Paracelsus" y la segunda se llama "Notke-rianum".

Otras actividades especiales desempeñan en Neu Sí. Johann, en un gran estableci-miento para niños de mentalidad atrasada, pero capaces de formación intelectual y, en un '"Hogar Escolar" donde niños normales, especialmente estudiantes, pueden pasar 14

una temporada más o menos larga de vaca-ciones para su fortificación y restablecimien-to físico. En este mismo Hogar se proporcio-na a los escolares diversos entretenimientos y excursiones a las montañas, etc.

"rfy^é^-J V <f" «

Muy Rvda. Madre Tarsila Thanner. S u p e r i o r a

de la Cesa Misional "Crescenl'aheim" en Altoetling, Baviera, durante muchos años.

Falleció el 3 de Die. de 1937

Page 16: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Escuels de Servicio Social en Lucerna, Suiza

Nuestra Congregación cuenta hoy en día En el transcurso de los cien años de exis-con más de 3000 Religiosas Profesas que ce tencia, la Congregación fué dirigida por 7 reparten en las Provincias: Suiza, Baviera, Superioras Generales. Las tres primeras es-Sud-Africa, Sud-América, Italia y los Vica- tán ya nombradas. La cuarta fué Madre Ma-riatos: Inglaterra e India— De estos 3000 ría Paula Beck, la cual envió las primeras miembros corresponden unos 2G00 a la Sui- Hermanas de la Santa Cruz a Chile. Des-za, cuna y patria de la Congregación. pués desempeñó durante 15 años el mismo

Clínica privada "Ncíkerianum" en Si. Gallen en el acío de su inauguración presidido por el entonces Cardenal Secretario de Estado Eugenio Pacelli

15

Page 17: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

cargo la Madre María Carmela Motta, her-mana del conocido Señor José Motta, que fué 5 veces un gran Presidente de la Suiza y durante SO años Consejero federal del mismo país.—• Una hija del señor Motta (Q.E.P.D.) es la actual Madre Asistente General.

A Madre María Carmela siguió en el año 1923 la Madre Teresita Hengartener, que en 1929 fué reelegida. En el Capítulo General de 1935 fué elegida la actual Superiora Ge-neral, Madre María Theresia Naegeli. Con acierto y confianza en la Divina Providencia ha guiado hasta la fecha la navecilla de la Santa Cruz a través de los difíciles tiempos, agravados por la guerra mundial.

La Suiza, en su carácter de país neutral, ha servido por singular privilegio de asilo de protección para miles de niños de las na-16

ciones beligerantes y las Hermanas de la Santa Cruz en unión con sus alumnas, se sienten a su vez felices de poder prestar efi-caz ayuda en esta obra de caridad cristiana, tan deseada y enseñada por el Maestro de los Maestros, Jesucristo, que ha querido que la humanidad se salve por la Cruz.

¡Salve, oh Cruz, única esperanza!

Sor Manuela

Religiosa de la Santa Cruz

Victoria, Septiembre de 1944.

Page 18: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Campo de Apostolado en las Indias

Page 19: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

El Instituto "Santa María" en Bellinzona - Suiza

GRATITUD A NUESTRAS MAESTRAS

En los días de intenso trabajo y de amar-gas decepciones que, debido a mi activa vi-da profesional, debo sobrellevar no una, sino mil veces, he deseado ansiosamente volver a las queridas aulas del Liceo Santiago.

¡Qué tiempos aquellos! en que felices y libres de preocupaciones, nuestras almas ju-veniles recibían en cada palabra, en cada acción, en cada gesto, las sabias enseñanzas con que las buenas Maestras nos obsequia-ban en cada instante.

¡Cómo admirábamos a nuestras Profeso-ras!, sintiendo por éllas, si está permitido decirlo, más que cariño, veneración que se manifestaba acatando sus palabras sin dis-cutirlas, pues eran verdaderas leyes para no-sotras ... Y no era que fuésemos mentalmen-te inferiores o con menos personalidad que gran número de las niñas de hoy; nó, era un respeto sin límites él que les profesábamos, porque comprendíamos el cariño que nos te-nían y la abnegación y sacrificio que por sus alumnas desplegaban.

La labor instructiva de nuestras Maes-tras se ha desarrollado en forma sistemáti-ca; ha logrado inculcar en las alumnas con-ceptos sólidos en los fundamentos de las Ciencias. Y esto es de vital importancia, des-de que, como es sabido en todo orden de co-sas, las primeras impresiones dejan huellas imborrables; dicha labor fué más allá; pués 18

las maestras lograron interesarnos en forma tal, que el programa de estudios no sólo lo-gró atraernos dentro del Colegio, sino que, en la visión del porvenir, nos presentaron los conceptos científicos y morales de tal mane-ra, que nació en nosotras el deseo de seguir avanzando en el camino de la investigación y del saber.... Y de este modo las mismas que

. siendo niñas llenábamos las salas y patios de este Colegio, hoy vamos con paso seguro por las diferentes actividades que profesional-mente elegimos, recordando lo mucho que les debemos y tratando de ser un ejemplo para las generaciones venideras, recordando con orgullo el nombre de nuestras Maestras.

Con respecto a mí, en el medio en que debo actuar, no siempre me veo libre de in-fluencias nefastas y de malos ejemplos; pe-ro debido a que mis Maestras lograron im-primir en mi alma virtudes que llenan de fortaleza y .seguridad, siempre he salido triunfante, pués es mi norte y guía el ama-ble recuerdo de las normas recibidas.

Cuánto agradezco a mis Maestras que se hayan preocupado, tanto de inculcarnos las Ciencias, como de atender a nuestra forma-ción moral; éllas han comprendido con cla-ra visión y perfecto conocimiento, que vivi-ríamos en una época en que la discordia, la falta de respeto a los Superiores y el des-quiciamiento en todo orden de cosas reina-

Page 20: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

rían en todas partes; y que la única forma de tener un mundo mejor es preparar a la ju-ventud formándola moral y religiosamente.

Queridas R e l i g i o s a s de la Santa Cruz, ahora que celebráis el Centenario de vuestra Congregación, os ruego aceptéis el senti-miento de grati tud de las que hemps tenido la suerte de conoceros y de aprovechar vues-

tros sacrificios; el recuerdo y reconocimien-to de vuestros méritos vivirá siempre en el corazón de las que fueron vuestras alumnas.

Inés Torres M. Abogado.

Santiago, Agosto de 1944.

GRANDES OBRAS

En estos tiempos de egoísmo en que la mayor parte de la gente no se preocupa si-no de su propio bienestar y felicidad, hay, sin embargo, seres que hacen el bien por amor a Dios y al prójimo, para quienes la palabra sacrificio no existe, porque todo lo allanan con amor y donde hay amor no hay sacrificio. Entre estos seres privilegiados por la naturaleza considero en pr imer término a la MADRE y a la MAESTRA.

¡MADRE! — Santa muje r , amante, bue-na, leal; tú no omites t rabajos por tus hijos, guías sus pasos en la t ierra y al feliz "Más Allá" conduces su alma. Te afanas por su bienestar y felicidad toda tu vida, porque de una Madre el cariño nunca muere, ella para siempre nos dá su corazón. ¡MADRE! ¡Ben-dita seas!

¡MAESTRA! — Tú continúas la Obra Santa de la Madre, tú sigues su noble mi-sión, tú t rabajas por deber, por amor, por el bien, joor el engrandecimiento de la PA-TRIA."

Tú también mereces LA CORONA DE LA RECOMPENSA.

Muchos, muchos nombres de ilustres Maestras cabría mencionar, pero no puedo dejar de nombrar a BRIGIDA WA' .KER, la maestra ejemplar, la pr imera Directora Chi-lena formadora de maestras, que vivió y murió preocupada de enseñar. Sus últ imas palabras fueron el ref lejo de la preocupación constante de su vida, sus hijas espirituales, sus alumnas.

Merecen, hoy, grat i tud especial las Reve-rendas MADRES - MAESTRAS de la SAN-TA CRUZ, que celebran, este año, el augus-to CENTENARIO DE SU FUNDACION.

No es mi ánimo herir la modestia de las distinguidas y santas Religiosas de la Santa Cruz, pero tenemos el deber de reconocer sus GRANDES MERITOS, sus GRANDES OBRAS DE BIEN: han seguido sobresalien-tes estudios en las principales Universidades Europeas, muchas han obtenido, además, el

título de NORMALISTA en Chile y el de PROFESORA de Estado, en nuestro Institu-to Pedagógico y, a pesar de sus múltiples ocupaciones, les queda tiempo para seguir peneccionándose, cada día más, en CURSOS de ESTUDIOS, en distintos Establecimien-tos y en sus propios Colegios.

Ellas, las buenas Madres de la Santa Cruz, dedican su vida a .servir a los demás, han dejado su Patria, su familia, las comodida-des de su hogar. Han venido a Chile para ser-vir con el mayor desinterés, sólo por amor a Dics y al Prójimo... Sostienen, además de escuelas otros grandes Establecimientos, ex-celentes en distintos puntos de nuestro te-rritorio, cuyo lema es: "TRABAJO Y VIR-TUD".

Se preocupan de la salud FISICA, INTE-LECTUAL Y MORAL de sus alumnas; Quie-ren niñas SANAS, INTELIGENTES y BUE-NAS, que sean felices aquí en la t ierra y "Más Allá".

La CARIDAD en todas sus manifestacio-nes, el amor a los padres, a sus semejantes y a la Patr ia, el deseo de saber las armonías del divino arte, el amor a Dios, con las ma-teriales con que preparan el edificio moral e intelectual de sus educandas-

Para comprender el valor de sus Colegios, basta mencionar las palabras de uno de nues-tros más distinguidos pedagogos, Don DA-RÍO E. SALAS, de grata memoria, quién de-Cid.'

"ENTRE LOS MEJORES COLEGIOS DE CHILE ESTAN LOS COLEGIOS DE LAS CULTAS MAESTRAS DE LA SANTA CRUZ".

Madres de la Santa Cruz, también yo, por medio de estas sencillas f rases os saludo y admiro vuestras GRANDES OBRAS DÉ BIEN.

Contad con la grat i tud sincera de mucha gente y que vuestra Santa f rente , con Amor, bendiga Dios.

Olga Fania T.

Santiago, Agosto de 1944. 19

Page 21: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

CONGREGACION SANTA CRUZ EN CHILE

Las cuairo Religiosas fundadoras de la Congregación de la Santa Cruz en Chile:

M. Rt'da. Madre Carola, Vicaria M. Rvda. Madre Carloía, Asistente Rev. Sor Cira y Sor Alejandrina

El 21 de Noviembre de 1901 señala para la Congregación de la Santa Cruz una nue-va etapa en su Historia. El árbol de la Cruz, que ya había tomado proporciones en Euro-pa y Africa, extendió sus ramas a América del Sur, a Chile, país que por entonces en su mayor parte era desconocido para los Euro-peos y cuya parte austral era considerada como un "rincón del mundo".

Rio Bueno, pueblo insignificante enton-ces, era agraciado por la Providencia para servir de cuna a la Provincia Sudamericana de la Congregación de las H. H. Maestras de la Santa Cruz. Rio Bueno, que tenía su sue-lo impregnado por la sangre de mártires que allí derramaron los portadores de la Fe, los insignes Frailes Menores venidos de Espa-20

ña; entre los que figura la ilustre persona del esforzado Fray Antonio del Cusco, mar-tirizado en un levantamiento de los indios.

Cuatro humildes, pero intrépidas Religio-sas, fueron los instrumentos eme escogió el Divino Maestro para dar comienzo a la mag-na obra: La muy Reverenda' Madre Cárola Hardegger, que venía como Superiora, y que fue la primera Vicaria de la "Congregación de Chile, dirigió los destinos de este V i c a r i a -to durante 12 años. Bajo su sabia y acertada dirección, la Congregación se extendió por gran parte de la República. El nombre de Madre Cárola está escrito con letras de oro en los Anales de la Congregación y su Me-moria está latente en el corazón de cuantos tenían la dicha de conocerla. Murió en la

Page 22: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Casa Provincial de Victoria en 1927. Como Asistente de Madre Cárola venía la Muy Rev. y recordada Madre Carlota Andreoli, únick sobreviviente de las cuatro fundado-ras. Madre Carlota celebrará, juntamente con las festividades del Centenario de la Congregación, sus Bodas de Oro de vida Re-ligiosa en la ciudad de Victoria. Cincuenta años de vida fecunda en la Religión. ¿Quién no recuerda con admiración, cariño y grati-tud los años que dirigió los Colegios de Rio Bueno, de Villarrica, Victoria y Santiago, y los seis años en que era Vicaria?

Sor Cira Mombelli fué la Marta de la pe-queña Comunidad, alma de temple de acero, que bajó prematuramente a la tumba. Una enfermedad maligna minó su organismo de-bilitado por los rudos trabajos y privaciones sin cuento en los comienzos de la fundación. La Benjamina del grupo selecto fué Sor Ale-jandrina Pifaretti, joven llena de entusias-

Casa Provincial "Sania Cruz" en Victoria

mo y de esperanzas. Su abnegación no con-taba límites. El dolor ajeno producía en ella una conmiseración que rayaba a heroísmo. Por este motivo los Superiores la colocaban luego frente a la casa del dolor: Los Hospi-tales de Rio Bueno y La Unión, que recla-maron los servicios de la Congregación en el curso de los años. Durante veinticinco años dedicaba todos sus desvelos y sus fuerzas a mitigar los sufrimientos. Cayó ella víctima de su deber, como el Capitán de la nave náu-fraga. Sucumbió en el incendio que redujo a cenizas .el Hospital San Francisco de Rio Bueno, el 11 de Abril de 1926.

Estas cuatro almas valientes arribaron a Corral, como se dijo arriba, el 21 de Noviem-

bre de 1901 y el mismo día a Valdivia, don-de fueron recibidas con cariño fraternal, por las beneméritas religiosas de la Inmaculada Concepción. Bajo la protección del Prefecto Apostólico de la Araucanía, muy Rev. Padre Burchardo de Roettingen, emprendieron al día siguiente su viaje al campo de apostola-do, Rio Bueno.

Una dama de Santiago había fundado ha-cía algunos años allí un Colegio para niñas indígenas y lo sostenía con su propio pecu-lio. Le secundaban algunas señoritas que se habían congregado en esa casa para formar una sociedad pía. Esta casa se ofreció a las HH. Maestras de la Santa Cruz para dar co-mienzo a su trabajo apostólico. Varias de esas jóvenes pidieron después la entrada en la Congregación de las HH. Maestras de la Santa Cruz. En 1902 cuatro de ellas pudie-ron recibir el Hábito Religioso y emitieron sus Votos en 1903. El mismo año, la Congre-gación adquirió por compra la casa donde funcionaba el naciente Instituto.

El trayecto de Valdivia a Rio Bueno, las cuatro religiosas lo hicieron en dos etapas: en tren desde Valdivia a La Unión y en ca-rreta tirada por bueyes desde ese punto a Rio Bueno. Esta última manera de viajar era una gran novedad para las recién llegadas del continente europeo. Con alegría francis-cana se acomodaron en este "coche" primi-tivo. Atravesando campos floridos y bosques

1 ft

Colegio "Sania Cruz" en Viciori-a 21

Page 23: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

llegaron después de dos horas de sacudidas v golpes a Rio Bueno, donde fueron recibi-das con gran cariño, admiración y júbilo por el pueblo, especialmente por la juventud que brindaba a las Religiosas una acogida < i íunfal. Después de un Acto de agradeci-

: n-po' el bu, n viaje con Bendición so-lemne, en el templo Parroquial y una peti-ción fervorosa para el futuro, entraron en su nueva morada que lucía sus mejores galas.

Continuaron la obra de educación de la juventud que había iniciado la Madre Goy-colea, elevándola a las exigencias de progre-so y civilización que reclamaba el estado de ilustración entonces. Pronto se abrió el No-viciado a fin de dar comienzo a la grande obra que se proponían y encontrar así en el mismo lugar, f ruto de su celo, cooperadores que ayudasen a la realización de la misión que las había hecho venir. Como en toda obra de Dios, no debían faltar las dificulta-des. La falta de recursos hacía muy duro el trabajo; pero más duras las dificultades que tuvieron que vencer en enemigos sectarios que obstacularizaron el influjo de la Reli-gión. Sin embargo, la obra crecía y se abría paso. Reconocidos los primeros frutos de la 'sólida formación que recibían las jóvenes del pueblo de Rio Bueno y sus alrededores, lle-gaban repetidas solicitudes de nuevas fun-daciones. Así en breve tiempo las Hermanas se hicieron cargo del Hospital de Rio Bue-no en 1902, del Colegio Misional de Quilaca-huín y en Í906 Stela Maris en Bajo Imperial, actual Puerto Saavedra.

Cada año llegaban nuevas misioneras de Suiza y sobre todo de Alemania para engro-sar las filas de la naciente Comunidad. Múl-tiples eran los trabajos de las Religiosas: atendían el Asilo, la Escuela Primaria gra-tuita, el Colegio para señoritas y finalmente, fu^ra de estas ramas de instrucción, desem-peñaban con celo apostólico la sección de ios noviazgos, en la que preparaban por medio de una corta instrucción en los deberes cris-tianos y religiosos de esposa, a las jóvenes indígenas que venían al pueblo y que pronto habían de contraer el matrimonio cristiano. La casa de Rio Bueno quedaba durante quin-ce años sede de la Congregación en Chile. En 1916 fué trasladado el gobierno de la Con-gregación a la ciudad de Victoria, donde se encuentra actualmente. Circunstancias po-derosas motivaron que el Consejo Provin-cial, muy a pesar suyo, y con aprobación del Consejo General y de la Santa Sede cerrara las puertas del Colegio en Rio Bueno en 1942.

La educación de las indígenas, su bienes-tar moral, religiosa y material era una preo-cupación constante del muy Rev. Padre Pre-fecto Apostólico de la Araucanía y de los Padres Capuchinos en general. Ellos fueron los que por reiteradas peticiones habían lo-grado la venida a Chile de las Hermanas Maestras de la Santa Cruz.

María Estrella de los Mares, que miraba con maternal protección el Colegio de niños, fundado en 1906 sobre una de las colinas cer-canas a la desembocadura del Imperial al

22 Colegio "Sania Cruz" en Puerto Saavedra para niñas

Page 24: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Pacífico, reclamaba la fundación de un Co-legio para niñas, que debía abrirse en el pue-blo de Bajo Imperial. Mucho sacrificio cos-taba la nueva fundación, tan lejos de la Casa Madre. El viaje desde Rio Bueno a Bajo Im-perial era en extremo difícil. Aun no corría el ferrocarril longitudinal en todo el trayec-to. El ramal de Temuco a Carahue alcanzaba tan sólo hasta Nueva Imperial. Desde allí había que viajar en carreta con sus consabi-

llares de jóvenes han recibido allí juntamen-te con la ciencia, su formación morai y reli-giosa.

Apenas funcionando el Colegio en Bajo Imperial, la infatigable Madre Carlota An-dreoli, emprendió su viaje a Villarrica. Des-pués de un viaje muy fatigoso, atravesando bosques vírgenes, cruzando ríos y esteros, llegaron al paraje que por los conquistado-res de Chile fué llamado Villa Rica. Nada

Colegio "Santa Cruz" en Villarrica

das sacudidas por caminos pésimos, por en-tre bosques vírgenes, o bien a caballo.— En 1907 se dió comienzo a la nueva obra educa-cional, fundando el Colegio Santa Cruz de Bajo Imperial que con sus dos secciones: Asilo para indígenas y Pensionado, que ha si-do hasta el día de hoy un gran beneficio para la población del Puerto y sus alrededores. Mi-

quedaba entonces de aquella "villa rica", unas pocas casas de gente acomodada y unas chozas en extremo pobres, formaban alrede-dor de la iglesia o Misión, el villorio de Vi-llarrica. Las hermanas disponían de una ca-sa pobre exenta de mobiliario, de manera que las primeras noches las pasaban acosta-das en el duro suelo. Como verdaderas hijas

!>•>* -v;

Interior de la Iglesia de la Casa Provincial en Viciarle 23

Page 25: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Colegio "Santa Cruz" y Asilo en Loncoche

del "Pobre de Asis", vivían felices y conten-tas, esparciendo el bien por doquier. Pronto afluían alumnas de todas partes hasta de allende de la Cordillera de los Andes, de ma-nera que en poco tiempo, en el lugar de la morada primitiva se levantaba un Colegio en forma que satisfacía las necesidades de la región. También en Villarrica, aparte del Asilo para indígenas, funcionaba desde lue-go una sección separada para hijas de fami-lias acomodadas.

En 1910 un pequeño grupo de Hermanas emprendió su viaje a San Juan de la Costa para hacerse cargo de la Escuela Misional de niñas y niños indígenas. Mucho sacrificio imponía, y todavía impone un viaje a esa apartada región, situada entre quebradas y montañas, entre Osorno y la costa del Pacífi-co.

Pelchuquín fué abierto en 1911. Sola-mente funcionó allí una escuela por espacio de trece años. Las Hermanas se retiraron de este lugar por el reducido número de alum-nos. No era posible sacrificar dos religiosas que hacían tanta falta en otros puntos de mayor población.

El "árbol de la Santa Cruz" había crecido admirablemente durante estos pocos años y se realizaba en él lo que dijo el Señor en la Parábola de la Mostaza.— Cada año un nue-vo grupo de esforzadas Hijas de la Santa Cruz llegaban a Chile, de manera que los su-periores pudieron acceder a las reiteradas súplicas de los Señores Obispos. Los Obispa-dos de Ancud, de Concepción y de Santiago recibieron a las Hermanas de la Santa Cruz con gran satisfacción.

Luego fué fundado el Colegio Santa Cruz de Loncoche.

En La Unión, las Hermanas se hicieron cargo del Hospital en 1912. Este mismo año la muy Rev. Madre Carlota fué encargada de la fundación del Colegio Santa Cruz de 24

Victoria. Esta ciudad abrió sus puertas de par en par y dió a las Hermanas una cariño-sa acogida. El comienzo de este ( Colegio lo vió el antiguo Hotel Alemán, casa poco ade-cuada para un establecimiento de Educación. Madre Carlota desplegó todo su ingenio or-ganizador, de manera que en el curso del año se pudo adquirir la casa situada en Chorri-llos que, poco a poco, con la adquisición de las propiedades colindantes se transformó en un Colegio cómodo v espacioso. En 1918 se abrió también una Escuela Primaria gra-

Muy Rvda. Madre Romualda Milz actual Superiora Provincial de la C o n g r e g a c i ó n

en Sud-América

Page 26: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Liceo "Santiago" para señoritas dirigido por l=.s HH. Maestras de la Santa Cruz

dre Superiora Provincial Madre Romualda Milz, que actualmente rige los destinos de la Congregación en América del Sur, con la ayuda de la Casa General de Menzingen Suiza y de personas amigas de la Congrega-ción de este país, hizo construir un edificio anexo al Colegio, donde funciona el Hogar "San José" Internado para niñas del medio obrero y campesino. Este Hogar persigue dos finalidades: dar a las niñas una educación intelectual, moral y religiosa conforme al medio ambiente y formar en las mismas el hábito de trabajo. Para conseguir este doble fin, la enseñanza se ciñe a un plan de estudio práctico y teórico adecuado.

En un viaje que la Superiora Vicaria hizo a la Capital en 1912, desde donde habían lle-gado reiteradas solicitudes para nuevas e importantes fundaciones, al ser recibida en audiencia por el Reverendísimo y Excelen-tísimo Señor Arzobispo, Dr. Ignacio Gonzá-lez E., le dijo este ilustre Prelado de santa memoria: "Madre, hay trés Congregaciones religiosas que han solicitado su entrada al Arzobispado y no hemos podido acceder a sus súplicas. La Congregación de las H. H. Maestras de la Santa Cruz, en cambio, he-mos pedido desde años y en varias ocasiones

Colegio Misional "Santa Isabel" en Panguipulli

tuita que, como el Colegio, ha formado en sus aulas una multitud de niñas, dándoles una formación moral, religiosa y científica conforme a sus necesidades.

En 1937 Ministerio de Educación per-mitió por Decreto especial la apertura de una Escuela Normal. Solamente cuatro años pudo funcionar esta escuela, en cambio fué sustituida por los cursos superiores de Hu-mamdades. En 1940 la muy Reverenda Ma-

que venga para abrir un Colegio y su Reve-rencia no ha accedido a nuestras súplicas".

A una petición tan apremiante la Rev. Madre Vicaria no podía resistir por más tiempo. Además el ilustre sacerdote que más tarde fué Arzobispo de Santiago, el Excmo. y Revdmo. Dr. Horacio Campillo, segundo D. Bosco, había dado vida a una Sociedad que tenía por finalidad la fundación de Co-legios y Escuelas Profesionales. Por aquel

25

Page 27: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

t i e m p o se terminaba la construcción del es-t a b l e c i m i e n t o situado en la calle Nataniel y aue hoy es conocido bajo el nombre de ''Li-ceo Santiago". Las H. H. de la Santa Cruz se hicieron cargo de este Liceo en 1913. Lue-go se abrieron ios cursos de Preparatorias y primeros años de Humanidades. Más tarde be agregaron nuevos cursos, de manera que pronto el establecimiento podía competir con ios Liceos del Estado. Las alumnas en los primeros años de existencia del Liceo rin-dieron sus exámenes en la Universidad ante comisiones oficiales. Más tarde las comisio-nes llegaban al establecimiento. Anexo fun-ciona una Escuela Técnica para niñas de es-casos recursos y una escuela primaria gra-tuita.

El año 1913 fué muy fecundo. Se abrió una escuela primaria en la Misión San Pa-blo, un Colegio en San José de la Mariqui-na, pueblo que más tarde tuvo el insigne ho-nor de ser elevado a Sede episcopal, radicán-dose allí el Vicario Apostólico de la Arauca-nía. En 1936 el Excelentísimo y Revdmo. Se-ñor Obispo Beck de Ramberga, con el obje-to de formar maestras cristianas, abrió en San José, anexo al Colegio, una escuela Nyrmal, cuya dirección fué confiada a las H. H. Maestras de la Santa Cruz. Desde esta fe-cha el mayor desvelo de las Hermanas es la preparación de estas maestras, que junta-mente con la ciencia deben llevar la luz de la fe a las más apartadas regiones de la Araucanía.

Panguipulli, región de bellezas naturales incomparables, ha visto llegar en una noche tenebrosa a cuatne religiosas, que venían a dar comienzo al Colegio Santa Isabel. Des-pués de un viaje lleno de fatigas casi insu-perables durante un día y una noche, por en-tre bosques y matorrales, atravesando los lagos Riñihue y Panguipulli en embarcacio-nes frájiles, arribaron a las cuatro de la ma-drugada a este paraje. Con gran sorpresa en-contraron allí una morada preparada con esmero y cariñosa atención por el "gran Mi-sionero", el Rev. Padre Sigifredo. El nuevo Colegio que había edificado este insigne hi-jo de San Francisco era la primera escuela que se abría en aquella región, entonces adornada de una belleza soberbia y salvaje, hoy transformada en un lugar de turismo internacional. El Colegio edificado con tanto afán y entusiasmo fué destruido por un in-cendio poco tiempo después. El infatigable Misionero no se desanimaba con este desas-tre. El año siguiente un nuevo Colegio ocu-pó el lugar del siniestro, establecimiento aue debía ser el lugar sagrado de tantas niñas aue reciben allí su formación para el futu-ro.

En 1914 nació el internado de niñas indí-genas en Boroa. al cual pronto se agregó un

26

externado para las jóvenes de esa región. También esta Misión fué probada por el "crisol del fuego", fué presa de las llamas el 13 de Mayo de 1916. Por este motivo las ni-ñas tuvieron que volver a sus casas. Sola-mente en 1919 el Colegio reanudó sus labo-res educacionales. Desde 1936 este Colegio está dirigido por las Hermanas Catequistas, Congregación que allí fué fundada.

A pesar que la guerra europea había res-tringido un tanto el desarrollo de la Congre-gación, sin embargo en 1915 se pudo cumplir la promesa dada por la Rev. Madre Vicaria, Madre Carlota Andreoli, al ilustre Goberna-dor eclesiástico de Temuco, Monseñor Ricar-do Sepúlveda, abriendo el Colegio Santa Cruz de Temuco. El insigne Prelado de San-ta Memoria, adquirió para este fin el edifi-cio donde había funcionado la Caja Nacio-nal de Ahorros. Durante el primer año el alumnado no fué muy numeroso; pero pron-to el pequeño "grano de mostaza" se conver-tía en árbol, bajo la sabia dirección de la muy Reverenda Madre Renata Buehler, la que dirigía este Colegio hasta 1020, año en que fué nombrada "Vicaria do la Congrega-ción como sucesora de la benemérita Madre Carlota. Son inumerablcs las jóvenes educa-das en el Colegio Santa Cruz de Temuco; es inmenso el bien obrado por la enseñanza que allí han recibido las educandas.

Cada año ce dejaba sentir con más fuerza lss consecuencias de la guerra que devastaba l.i Europa desde 1914 a 1918. Toda comunica-ción es;aba interrumpida. Ya no llegaban nuevas misioneras y b:en se podía suponer qu2 se necesitaban años para resarcir el da-ño que este atraso significaba para el desa-rrollo de la Congregación. Las vocaciones en el país también eran bastante escasas. Con muchos sacrificios se mantenían las obras existentes. El ángel de la muerte tocó con su vara inflexible a vari.ES religiosas jóvenes, que el Pivino Hacedor llamaba a recibir la recompensa eterna, arrancándolas del campo de apostolado.

Solamente en 1921 llegaban nuevamente Hermanas de la Casa Madre en Suiza y de Alemania, lo que permitió abrir el Colegio Misional de Purulón, misión que hoy es cam-po de acción de otra Congregación que ha puesto sus servicios a la educación de la ju-ventud en la Araucanía Apostólica.

En 1926 las Hermanas se hicieron cargo del Colegio Misional de Cuneo. Este m:?rr.o año una dama de Talca, la muy recordada señorita Trinidad Lois, ofreció su casa a la Congregación para abrir allí un Colegio de segunda enseñanza. La escasez de personal, no permitió aceptar el generoso o f r e c i m i e n -to, hasta el año siguiente. La fundación de la legendaria ciudad de Talca debía nacer so-bre las ruir.ns del terromoto que la asoló en

Page 28: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Colegio Santa Cruz de Talca

1928. Providencialmente, el edificio que la señorita Trinidad Lois había ofrecido, no fué destruido por el cataclismo.— El Instituto Santa Cruz de Talca se formó desde' péqueño, pues empezó con el primer curso de Prepa-ratorias en 1929 y terminó con la creación del V P Año de Humanidades en 1940.

El año 1932 fué de mucha fecundidad. Las Hermanas Maestras "dé la Sarita Cruz se hi-cieron cargo de tres establecimientos: el Co-legio Misional de Vilcún, al pie del voltián Llaima, el Hospital de Rio Buend; que des-pués del incendio en 1926 había sido dirigido por seglares y el "Sanatorio Santa Elisa en San José de la Mariquina. Este último esta-blecimiento es de una importancia especial por el sistema hidíotefapio que allí se aplica a los enfermos. Este ha-dado la salud a in-numérables personas que ya se habían re-signado a aguardar la muerte.

En él Capítulo General, celebrado en 1929 en la Casa Matriz en Menzingen, Suiza, se resolvió elevar el Vicariato de Chile' al~rán-go de Provincia de América del Sur. La muy Reverenda Madre Renata,, que era Vicaria desde 1920, fué nombrada Provinciala, cargo que desempeñó con gran acierto hasta 1938.

En 1934 los Superiores dirigieron su mi-rada nuevamente hacia el. mar. Toltén debía abrji^ sus puertas a las Hermanas de la San-ta Cruz. Allí se dió comienzo a un Colegio para niñas que comprende un Internado y un Externado, Colegio que con su influencia benéfica esparce la luz de la ciencia y sot re-todo la de la fe sobre las almas juveniles.

Allí donde las aguas del naciente río Bío-Bío se confunden con el río Lonquimay existía-desde -hacía i años una misión Capu-china. Misioneros abnegados se encerraron por -meses-sin comunicación alguna con el exterior,-en ese valle para salvar a las al-mas-de los habitantes de esa -región. Paitaba una escuela-para-niñas, cuya-dirección se^de-seaba entregar a las Hermana^ Maestras .de la Santa Cruz: Después de-muchas vacila-ciones; los-superiores resolvieron-enviar tres Hermanas para .hacerse cargo del nuevo campo de trabajo en el año 1938. El viaje a esa región, tan apartada se hacía muy difíoil, a pesar que el arreglo del camino interna-cional y la-apertura del túnel de Las Raices habíán permitido una comunicación más fá-cil. No trepidan las religiosas ante estas di-ficultades. A donde Dios las: llamai allí acu-den presto para cumplir el deber. El sende-ro de la Cruz wo está tapizado con comodi-dades. La. bendición del cielo se obtiene con mayor -abundáhcia cuando mayores han sido los sacrificios.

Solo en Junio de -1940 pudo llevarse a ca-bo el sublime deseo de la muy Reverenda Madre General, abriendo" algunas casas de la Congregación en la vecina República de Ar-gentina. De este modo, la Cruz en los Andes hermana a las dos naciones que tan frater-nalmente saben ayudarse.

En Temuco funcionaba en 1939 una es-cuela gratuita anexa al Colegio. Necesitaba ensancharse este plantel que debía cobijar bajo' su techo una multitud de niñas ávidas

27

Page 29: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

de saber. En 1940 con la generosa ayuda de la muy Reverenda Madre General, residente en Suiza, se edificio en la población Dreves un edificio destinado al funcionamiento de esta escuela primaria gratuita que debe per-petuar el nombre de la Mujer grande del Evangelio, de la fundadora de la Congrega-ción ele las Hermanas Maestras de la Santa Cruz, la1 benemérita Madre Bernarda. En la actualidad la Escuela "María Bernarda" cuenta con un numerbso alumnado.

La Congregación de las Hermanas Maes-tras de la Santa Cruz durante los cuarenta y tres años de existencia en Chile ha cumplido una misión sublime: bosques impenetrables, que ayer causaban' terror hasta a los explo-r a d o r e s a causa de la ferocidad de los indios, son hoy campos de civilización y progreso, pueblos y ciudades han recibido un empuje benéfico, lo que se debe mayormente a las Escuelas y Colegios que allí se han fundado. Millares de familias cristianas se han orga-nizado por la educación-de las jóvenes, que con la preparación intelectual han recibido

un fundamento sólido de piedad, muchas de las eüucandas forman parte de la grey esco-gida del Señor , y visten hoy el hábito reli-gioso en más de una Congregación, otras de-dican sus fuerzas y sus ideales a la educación y a las obras sociales. '

Las estádísticas del año 1943 indican que por las aulas de los Colegios y Escuelas han pasado más o menos seis mil alumnos, reci-biendo los beneficios de la enseñanza; más de veinticinco mil enfermos han encontrado sa-lud o alivio en los Hospitales, Sanatorios y en las cinco estaciones dedicadas especial-mente al'cuidado de los menesterosos.

En resumen, el campo de trabajo de las Hermanas Maestras de la Santa Cruz se ex-tiende a las siguientes secciones: 11 Escue-las Primarias Particulares, 15 Escuelas Mi-sionales, 1 Escuela Normal, 12 Asilos, 1 Es-cuela Granja, 6 Secciones de Educación Fa-miliar, 4 Liceos completos, 2 Hospitales, 1 Sanatorio y varias Es tac iona de emergen-cias.

Sor Sofia

M I O F R E N D A

Alumnas trayendo muy ricos presentes yo veo que vienen .de ignotas regiones, y en cofres de orn, de plata, sus dones te traen, ¡oh Madre!, cual Reyes de Oriente.

Envidia les tengo, pues soy indigente: no tengo presentes. Busqué en los rincones del alma, y sólo vibraron los sones de un verso que el alma lo canta y lo siente.

¡Oh Madre Carlota! mi ofrenda es mi canto que vengo a ofrecerte en tus "Bodas de Oro". Humilde es su cofre: las alas del viento,

Las cuales lo cubren a modo de un manto de seda, porque al fin, él es mi tesoro que puedo ofrecerte en este momento.

Cármen García de Espinosa.

R E M E M B R A N Z A S

¡Oh, bendito Colegio! son tus aulas el surco profundo por donde brota del alma el senti miento. Tú, marcas con amor y virtud un firme rumbo y, con raudales de ciencia a un mismo tiempo, ¡tú, das vida y calor al pensamiento!

¡Oh mi amado Colegio, asilo de mi infancia! i u encierras las memorias aue nunca olvidaré: esfuerzos y alegrías, en tiernas añoranzas que guardan, como aromas de exquisita fragancia, los sueños que arrullaron mi mística niñez.

Page 30: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Tu estética ha cambiado con patios espaciosos, bellas galerías y extensos pabellones bañados de luz. las modernas líneas dan toques primorosos a tu antiguo recinto de frescores piadosos, santuario a cuya sombra pasó mi juventud.

Mas hoy, como ayer mi senda es la ruta iluminada por los ardientes rayos de tu inmenso sol, que en el paisaje dibuje su luz en pinceladas, y camino llevando valiosas reliquias adoradas de un mundo de cultura, gratitud y amor.

Olga Lataste Collin

Ex-alumna de Temuco y fundadora 1915-1922.

"SANTA CRUZ" EN LA REPUBLICA DE ARGENTINA

El primer Centenario de la fundación de nuestra Congregación nos ofrece la ocasión de informar a nuestros lectores no solamen-te sobre la actividad de nuestra Congrega-ción en Chile y Argentina, sino ante todo de poner de relieve los caminos de la Divina Providencia en el desarrollo de la misma.

De Chile escribirá otra mano 'más orien-tada en este suelo; no correspondé a mí, pues he llegado a este país en el momento en que podía cosechar los frutos maduros que nues-tras primeras misioneras, y más tarde todas las Hermanas de la Provincia Sudaméricana habían sembrado. El trabajo era duro, los sacrificios innumerables y la bendición grande.

Relato algo de las actividades de "Santa Cruz" en la República Hermana de Argenti-na que por tantos lazos está vinculada a Chile.

Ya muchos años atrás nuestra Congre-gación intentó echar raíces en Argentina.

j» cgar "Gr?l. Manuel Belgrano" en Buenos Airea

Patronato Nacional de Ciegos

Cada árbol, cumpliendo con su ley natural, profundiza sus raíces, extiende sus ramas, multiplica sus frutos. La Congregación de la Santa Cruz, partícula del Arbol divino de la Cruz, planta modesta del jardín de la Igle-sia caiólica, universal, ¿por qué no debería ella seguir la misma ley y propagarse en otras partes, fuera de Chile?

Los hechos nos probaron que la funda-ción en Argentina era la voluntad de Dios.

El 21 de Junio de 1940 pisamos por vez primera el suelo hospitalario de la ciudad de JBuenos Aires. El Patronato Nacional de Cie-gos, bajo el Ministerio de Justicia e Instruc-ción Pública, por intermedio de la nobilísi-ma Señora Marquesa Pontificia Adelia Ma--ría Harilaos de Olmos, nos llamó para con-fiarnos en el Hogar "Gral. Manuel Belgra-no" el cuidado de niños ciegos, obra que, gracias a la generosidad de la Presidenta Se-ñora Adela Ayarragaray de Pereda y a la abnegación de las Hermanas que atienden esta casa, resultó a la mayor satisfacción de las respectivas Autoridades. Un ambiente limpio, alegre y contento rodea a estos po-bres chicos que todavía no se dan cuenta de que la naturaleza o las circunstancias de su vida anterior los han probado duramente. La instrucción general, la formación individual abren caminos a los mayores que se prepa-ran para la vida futura, donde quieren ocu-par un puesto, ganar su pan y vivir una vi-da dentro de la sociedad.— ¡Una tarea in-mensa que sobrepasa las fuerzas de las re-ligiosas, pero nunca las de Dios!

' A fines de septiembre de 1942 fué inau-gurado por el mismo Patronato Nacional el Instituto Oftalmológico "Pedro Lagleyze", donde nuestras Hermanas tienen a su cargo la administración de la casa y la atención de los enfermos. Un edificio moderno con con-

29

Page 31: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Hospital "Dr. Marcelino Freyre", Rosario de Santa Fé - Argentina

sultorios, laboratorios, salas de operaciones con sus respectivas instalaciones modernísi-mas, todo es puesto gratuitamente al servicio de los enfermos de vista.

Otra obra de caridad desempeñan nues-tras Hermanas en el "Asilo Suizo" de Ancia-nos en Villa Ballester, Prov. de Buenos Aires, y en el "Hogar Ambrosio Olmos" en Quilmes, igualmente en la Prov. de Buenos Aires. La primera es obra de la Colonia Sui-za de Buenos Aires, la segunda de la Seño-ra Marquesa Harilaós de Olmos. Esta últi-ma obra está destinada para familias obre-ras con hijos. Pone a disposición de éstas: una casa con 25 departamenots* completos, un gran jardín para los niños, capilla en la misma casa y gran iglesia a dos cuadras de distancia; un cine que haría honor a cada ciudad, escuela gratuita y comedor para los niños pobres. Realmente una obra en la cual s» cristalizaron el espíritu de la Encíclica Papal y los sentimientos nobles de una alma generosa, que es la Señora Marquesa.

En Rosario, segunda ciudad de la Repú-blica tenemos a nuestro cargo el nuevo Hos-pital "Dr. Marcelino Freyre". Juntamente con el Director del Hospital, Sr. Dr. Gonzá-lez Loza, las Hermanas dirigen la casa, vigi-lan el personal y atienden a los enfermos. Hacen falta más Hermanas para el cumpli-miento de las múltiples tareas en favor de los enfermos. ¡Con qué ansias esperan más cooperadoras! Quiera Dios despertar nue-vas vocaciones para esta su viña! — Rosario merece su nombre; es la ciudad de las rosas, así como la Capital merece el suyo por sus "buenos aires" de laboriosidad, de generosi-dad y de progreso. Aprovecho la oportuni-dad para estampar aquí nuestra profunda gratitud hacia la Congregación de las Escla-vas del Sagrado Corazón de Jesús, que nos recibió con cariño hermanable y en cuya ca-30

sa encontramos un "nidito caliente" hasta el momento de iniciar nuestra tarea definiti-va.

Nunca nos olvidaremos de la nobilísima Señora Marquesa Harilaos de Olmos que con generosidad y bondad extraordinarias se

Su Excelencia Doña Adelia Maria Harilaos de Olmos, Marquesa Pontificia y gran bien-hechora de la Congregación Santa Cruz en

Argentina

Page 32: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

Casa "Santa Cruz" en Buenos Aires par^ la formación de postulantes

preocupaba de nuestro bienestar físico y mo-ral. Si un día, no muy lejano, abriremos pa-ra la mayor gloria de Dios un Noviciado ar-gentino, lo debemos a la liberalidad de la noble dama, la Señora Marquesa Pontificia.

Réstame una palabra de sumo reconoci-miento a Su Excelencia, Mons. Dr. José Fíetta, Nuncio Apostólico en Buenos Aires. Desde el primer momento de nuestra llega-da a Argentina se mostró como Padre en el sentido más elevado de la palabra. Sus valio-sos consejos, sus palabras alentadoras, su ayuda eficaz en cada oportunidad forman un capítulo de la historia de la Congregación en esta amada República, que merece ser escri-to en oro. El Representante de nuestro ama-do Santo Padre manifiesta en. todo momen-to un corazón de Padre, que a pesar de sus múltiples ocupaciones y de preocupaciones graves, "sufre con los que sufren y se rego-cija con los que se regocijan". Dios mismo será un día su recompensa eterna. Mientras tanto esperamos que se realice su santo de-seo, expresado el día de la bendición de la casa "Santa Cruz" en Buenos Aires. Con ín-timo consuelo repito aquí sus mismas pala-bras: "Al bendecir hoy la primera "Santa Cruz" en esta amada República, sale espon-tánea de mi corazón emocionado y agrade-cido la súplica al Maestro Crucificado, de que su espíritu de sacrificio, de humildad y de amplia caridad florezca siempre en esta nueva casa y anime a las que en ella se for-marán a la vida religiosa.— Mi paternal ben-

dición sea prenda de la divina gracia que asegura la fecundidad de todas las obras que tienden a dar gloria a Dios".

Argenti na nos ha acogido de una manera especialmente amable, alentadora, y así "noblesse oblige", será nuestra dulce obliga-ción de corresponder a ella mediante el cui-dado de sus hijos enfermos y ciegos.

La primera finalidad de nuestra Congre-gación es la enseñanza de la juventud; pero por el momento la necesidad principal la en-contramos en estas obras de caridad. "Las necesidades de la actualidad son la voluntad de Dios", ha dicho nuestro Fundador. Con esto nos conformamos hasta que el tiempo reclame nuestra actividad en el campo de la educación.

En forma muy modesta iniciamos ya en nuestra Casa "Santa Cruz" en Buenos Aires cursos prácticos de puericultura, de prime-ros auxilios, corte y confección, cocina, para niñas egresadas de la segunda enseñanza. Queremos prepararlas para la vida, contri-buyendo así a la solución del problema so-cial con la formación de buenas dueñas de casa, abnegadas madres.

Madre Romualda, Sup. Prov.

Buenos Aires, 16 de junio de 1944.

31

Page 33: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

escalas de granito facili-tan la ascensión a los pi-sos superiores.

Desde una gran terra-za, sobre el ala oeste del edificio, se goza de la vista del más hermoso panorama de la ciudad de Temuco y de sus al-rededores: al noroeste, se divisa la verde y vir-gen sierra del Ñielol, al este, las blancas y arre-boladas cumbres del Llaima y Villarrica al atardecer y allá en la le-janía de la costa la va-ga e indecisa línea del horizonte.

Nuevo pabellón construi-do en el interior del Co-legio Santa Cruz de Te-muco, lado poniente.— El edificio forma un

martillo

La construcción de este moderní-simo pabellón, con que cuenta el Co-legio "Santa Cruz" de Temuco para el desarrollo de su labor educativa, fué iniciada en Octubre de 1940.

El edificio se inauguró definitiva-mente en Marzo de 1942.

El nuevo pabellón cumple con to-das las condiciones higiénicas y pe-dagógicas requeridas por un colegio moderno y de primera clase.

En las doce, espaciosas salas del primer y segundo piso, funcionan di-ferentes cursos de Preparatorias y de Humanidades.

Las salas son claras, luminosas con la diafanidad que le prestan la abundante luz que penetra por sus grandes ventanales y los suaves y de-licados colores de sus paredes.

El tercer piso está ocupado por cuatro grandes, bien ventilados y có-modos dormitorios. Las alumnas del VI, V y algunas del VI año de Hdes. disponen de pequeñas piezas indivi-duales.

Además, el pabellón cuenta con todo confort en lo que se refiere a ser-vicios higiénicos, baños de tina, du-chas frías y temperadas y otras comodidades.

Dos grandes y amplias y cómodas

Nuevo pabellón construido en el in-terior del Colegio Santa Cruz de

Temuco, lado oriente 32

Page 34: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

i n t i m a

Rueda afuera la noche deshecha en polvareda de oro y plata. Rueda con ella el mundo el tropel de su loca caravana ...

Aquí dentro, las sombras ... el silencio ... la fila oscura y rígida de los bancos desiertos y el fulgor indeciso de Tu lámpara ... Aquí dentro, mi angustia y mi miseria. Mi alma frente a Tu Alma.

Tú conoces mi mal. Sabías que vendría, y me aguardabas, como aguardas a tantos que no llegan; tantos que en esta noche nacarada corren tras el inútil espejismo de la dicha mundana ...

Señor, en Tú infinita omnipotencia, sabías que vendría esta hora amarga y por todo el dolor que hoy me dispensas no te reprocho nada. ..

Sólo quisiera que pa ra nombrarte se volvieran de lirio mis palabras y fuera todo nardo y alabastro el perfume salobre de mis lágrimas ... Así, Señor, hundirme en Tu regazo sin querer sollozar, sin decir nada, como la espiga ardiente y sensitiva que en dulce ofrenda se tronchó a Tus plantas.

Rueda afuera la noche de terciopelo y nácar. Rueda con ella el mundo su carrusel de farsa....

Aquí dentro, quietud, recogimiento... El amor de los cirios encendidos perfumando el silencio con la ardiente blancura de sus lágrimas. Aquí dentro, en la humilde capilla solitaria, ¡el Creador inmenso y su pobre criatura acongojada!

Eliana Navarro B.

Ex-alumna - Temuco

Page 35: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

G R A T I T U D

Estuve noche y día sufriendo, suspirando con los dedos heridos, cargados de dolor; una infección horrible me iha minorando la fuerza de mis roanos, Ja acción en mi labor.

Así pasaron años que yo contaba siglos, siempre con fe creciente pidiendo al Salvador: "Salud para mis dedos. ¡Salud! que los enfermos mis manos reclamaban, Divino Corazón".

¡Ninguna mejoría para mis pobres dedos! ¿Con qué pedir al cielo, con qué pedir, Señor? Y alzando yo mis manos clamaba con denuedo: "Si mi oración no sube, que suba mi dolor!"

No se escuchó mi pena, no fué secando el llanto con que yo, al Buen Dios, pedía la salud. Los médicos decían, dejándome en espanto: "Amputarle los dedos, así tendrá quietud".

Un día esplendoroso amaneció en mi alma como aquel día bello que al leproso sanó: Yo pediré a mi Madre" a la Madre BERNARDA que abogue en las alturas, que me alcance favor.

¡Madre! — clamé angustiada — rendada a tus pies me postro y con fervor te pido, como hija nue sov tuya. Humilde imploro que hacia mi tu amado rostro maternalmente vuelvas y vengas en mi ayuda.

Y la Madre querida que vió a sus Hijas todas gozosas en su penas por el bien batallar, no desechó el lamento de esta su Hija pródiga, y la salud me obtuvo, logrando así sanar.

Y la salud yo tengo, porque tú lo pediste, porque tú puedes todo pedir al Buen Jesús, poraue tú desde el cielo, hacia mi te volviste MADRE DE LAS HERMANAS MAESTRAS DE LA CRUZ.

Gracias, Madre BERNARDA, y gracias infinitas te da esta humilde Hermana que a tu amor acudió y gracias te repite ¡Oh mi Madre bendita! escúchame benigna, llegue hasta tí mi voz.

Así como estas rosas, cuántas habrá lanzado la buena Madre nuestra con suavidad de amor! busquémoslas y todas tejamos en el prado guirnaldas a sus sienes, guirnaldas con primor. v

Victoria, 3 de Agosto de 1944.

S. L,

Page 36: Primer Centenari d de Menzingen Suiz,a Padre, má qus e nunca Describi. lor qu e pasó en aquello días en Stells Marisa e, Rorsn - chach, en su alrededoress en l,a Suiz entea - ra,

LA CONGREGACION SANTA CRUZ

Himno del Liceo Santiago En la íiesla del Centenario.

Salve, a Suiza, la Cuna bendita, Que Maestras formó con afán; Y que a Chile las manda sin pena, Porque sabe que amor hallarán.

Chile amado, sus hijas le entrega; Junto a ellas queremos vivir Bendiciendo el empuje ardoroso Que de Suiza las hizo venir.

Grande y noble Legión de valientes, Que dejaste tu patria gentil, Hoy te aclama con gran entusiasmo El cariño de alumnas, sin fin.

En las cumbres de Alpes y Andes Cual pellón refulgentes de luz. Chile y Suiza se unen triunfantes A la sombra de la Santa Cruz.

Ya que a Chile vinisteis gustosas Con tan grande y noble ideal, Proclamamos en alto tus obras Entonando este himno triunfal.

Por las cumbres y campos de Chile Se oye un ritmo de amable lección Bajo un cielo sereno y tranquilo Fructifica al compás de oración.

Salve a Suiza tan noble y bella Su heroísmo al mundo admiró; De tus hijas es gloria muy pura Lo que a Chile su amor consagró,

Las alumnas de todo este suelo Roconocen tu amor ideal; Les dedican con alma y cariño Este canto alegre y filial.

Siempre altiva la f rente levante Toda alumna de la Santa Cruz; "Dios y Patr ia" es su lema bendito Aclamando a Cristo y su Cruz.

Se canta con la música de "Sal-ve Augusta Patrona de Chile".

"Más allá".